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DE LIBROS, LIBREROS Y BIBLIOTECAS
Buenos Aires. Año tras año la
Feria del Libro hace pensar que quizá sean los libros la mayor réplica a la
sociedad de consumo. Así también lo pensó el escritor Aldous Huxley - autor de
Un mundo feliz y Contrapunto – cuando dijo que el lector es un mal negocio para
el consumo, porque es alguien que con un libro puede pasar todo un día y por lo
tanto, no va al shopping que es lo que necesita la sociedad de consumo.
Además de esta de desafiar al consumo, el libro tiene otras
virtudes que ancestralmente se destacan, aunque pocas veces se habla de sus
defectos, que los tiene. En otras
palabras que no todo libro es bueno, necesario, agradable o
enriquecedor. Los libros, obras de los hombres, no escapan a lo que se puede
decir de todas las obras de los hombres y así son los adjetivos que los
alcanzan. Los hay originales, frívolos, innecesarios, inarticulados,
iluminadores, cobardes, imprescindibles, tímidos, ostentosos, promocionales,
inútiles, divertidos e incomprensibles, testimoniales, reiterados, mentirosos,
ocasionales, profundos, desafiantes… Hay libros plagiados y libros que ni
siquiera son para plagiar, hay digestos e indigestos, libros que son tesoros, libros en los que una línea perdida en un
capítulo salva al resto y libros en los que será inútil rastrear líneas
salvadoras. Libros injustamente olvidados y aquellos para los cuales la piedad
del olvido nunca llega demasiado rápido. Libros que ocupan lugar, libros que
decoran, libros que llenan las bibliotecas privadas o públicas. Y los hay
monstruosos, como los libros Frankenstein -según el cortar y pegar que la PC
propicia-, hay libros Drácula – succionan el tiempo y no dejan nada – y hay
libros Virus, aquellos que se reproducen sin que sea posible saber cómo, hasta
cuándo lo harán y con qué consecuencias.
En fin que en este
mar que puede ser muy confuso no hay como la figura de un librero. Un
librero no es un señor que vende libros: el librero es quien conoce a los libros y a los lectores. Un librero es alguien que no corre detrás de
las novedades adorando a la cultura de la novedad sino que busca la calidad.
Encontré un librero así en Zagreb, el señor Zivko Strizic, lleno de títulos él
que nunca menciona; este fue un lujo que le debo al periodista Jozo Ivkovic.
Strizic, además de latinista,
periodista y escritor fue muchos años librero en Matica Hrvatska, en el
antiquariat, que es como llaman en Croacia a lo que nosotros llamamos librería
de viejo. Es más respetuoso decir antiguo que viejo ¿no es cierto? Por falta de tiempo cité en la
Gradska Kavana tanto a él como a Zlatko Vrljicak, un casi pariente mío. Este
Zlatko en cuestión casi se desmaya de la alegría al ver que compartía una mesa con Zivko; “gracias a él hice todos
mis estudios, nos veía entrar por la puerta y ya sabia qué necesitábamos. Fue una excelente guía, todos lo quisimos
mucho”, dijo.
Y así se veía, Zivko da dos pasos
y lo saludan tres personas, da cuatro y lo saludan ocho.
- ¿Como conseguía los libros?
-
Por los avisos o porque alguien me contaba que se vendía una biblioteca.
En general iba por Dalmacia, había de todo en los desvanes!
Compró muchas veces una biblioteca
entera o a “tranquera cerrada”, como se
dice aquí en el campo. Una vez en esos paquetes encontró un libro de poemas de
Marin Drzic, publicado en Venecia en 1607 (segunda edición) completo y en muy buen estado! Por esto del paquete,
Zivko no está seguro si lo encontró en Split, en Hvar o Dubrovnik, que es donde
había estado en ese viaje. Pero qué joya! Hasta ese entonces se conocían dos
ejemplares de esa obra, uno en el Vaticano. Este ejemplar tiene unas cien
páginas, tapas duras y muchas
Anotaciones a mano. Realmente fue una suerte que el libro cayera en
manos de un hombre tan versado en esto.
- ¿Qué hizo con la obra?-
- La doné a la Biblioteca
Nacional, allí pasé tantos años estudiando y con esto me parece que pagué un
poco una deuda -.
Realmente, somos legión los que
debemos mucho a la Biblioteca Nacional croata, un verdadero centro de difusión
de la cultura, modernísimo y eficaz. Muchísimo del material que usé para LOS
CROATAS DE LA ARGENTINA, por ejemplo, lo conseguí allí donde al excelente trato
suman la rapidez.
Este año la Biblioteca Nacional
cumplió 400 años y con ese motivo expuso parte de su Tesoro (entre otras cosas,
el hallazgo de Strizic, la obra de
Drzic). En el Tesoro hay una colección de manuscritos de alrededor de 100.000
cartas y 3670 libros (1720 en croata, 920 en latín, 454 en alemán. Tiene además
unos 10000 libros antiguos impresos, entre incunables, escritos en glagolítico
y escritos en cirílico. El misal romano de 1483 es su pieza más antigua..
Como dijimos, la Biblioteca data
de 1607, momento en que los jesuitas la
fundaron junto a los estudios Secundarios. Primero estuvo situado en la Katarina trg, en Gornji grad, en lo
que hoy son los Klovicevi dvori, luego a principios del siglo XX fue emplazada
en un soberbio palacio en la trg Marulic – donde ahora funciona el Archivo - y
desde hace unos doce años está en un edificio de diseño súper moderno y súper
funcional.
Ahora la Biblioteca tiene nuevo
director, el magister Tihomil Mastrovic, que me confió que la prioridad de su
gestión es la producción libresca de la diáspora y la difusión por Internet.
Muchas veces pensé que si la
valuación de un país se hace por su Biblioteca Nacional, Croacia está en un
primerísimo puesto.
Carmen Verlichak Vrljicak
croatasdelaargentina@hotmail.com
ver: www.nsk.hr
y www.verlichak.com.ar