NAVARINO

 

     La isla Navarino se encuentra al sur de Tierra del Fuego, en el lado chileno del canal Beagle, frente a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. En Navarino están las poblaciones más australes del mundo, como Puerto Williams con cerca de 2 000 habitantes, y más al sur Puerto Toro, donde viven solo ocho familias, los empleados de policía y la marina chilena. En la isla algunas localidades llevan nombres croatas, como Puerto Beban y la cueva Caleta Beban que se encuentra en la bahía Windhond, por Fortunato Beban de Ushuaia.

     La montaña al oeste de la isla, 642 metros de altura, llamada Monte Vrsalovic lleva el nombre de Antonio Vrsalović (1869-1938) de Povlja en la isla de Brac. Al lado de ella, a una altura de 650 metros, está el paso de montaña el paso Mladineo, y lleva el nombre de Antonio Mladineo. Vrsalovic buscaba oro en la isla Lennox y compró una estancia en la Bahia Wulaia en Navarino junto con Luis Mladineo. Tuvieron 4000 ovejas, pero su compañero murió en 1897 y Vrsalovic continuó trabajar con su hermano Antonio Mladineo.

 

Navarino, vrh Vrsalvoic i prijelaz Mladineo copy      Bahia Windhond

En la foto de la izquierda está el lado oeste de la isla Navarino, donde se encuentran el Monte Vrsalovic y el Paso Mladineo. A la derecha se puede ver la bahía Windhond, donde se encuentran el puerto  y  la caleta Beban.

 

Otok N      Vrsalovic

Monte Vrsalovic en el oeste en la foto izquierda y la caleta Beban está en el sur, en bahía Windhond. En la foto derecha se encuentran Antonio Vrsalovic y su esposa Natalia Mladineo, su hija Juanita y hijo Jose Miguel.

    La isla Navarino es el hogar de las tribus indias Yagán, que eran la población más austral del planeta. Eran, porque ya no existen. Estaban complemente adoptados a la vida en un duro clima generalmente  estaban desnudos, se untaban con la grasa de animales marinos y sumergían en el mar en el que la temperatura máxima era de 9 grados. Es decir, así era  hasta que llegaron los blancos y trajeron los virus y bacterias desconocidos a los  que no eran resistentes. Les dieron ropa, y además de eso, introdujeron el alcohol.

 

     De Europa llegaron los misioneros salesianos, a los que el gobierno de Chile les dio una concesión por 20 años para la educación y  ajústela adaptación de los nativos de la isla de Dawson, en el estrecho de Magallanes, en el norte, que está  a treinta horas en ferri de la Navarino. Allí fueron deportados  todos los indios de Tierra del Fuego y de las islas del sur  a las dos misiones, es decir, a los campos de concentración, donde se suponía que debían  tener  la casa y comida. Con eso las autoridades chilenas completaron el genocidio que comenzaron  los colonizadores. En la isla de Dawson todos estaban mezclados: los Selk'nami que ese momento no habían sido asesinados por los agricultores, los Yagán y las otras tribus, que ni siquiera hablaban el mismo idioma. Del comportamiento de los blancos con los indios da testimonio la carta que en 1895 Nikola Bandić, envió de Punta Arenas a Juraj Kapić, editor del periódico  Pučki list de Split,  carta que  este publicó:

 

     Y trajeron  a Punta Arenas 164 indios salvajes de Tierra del Fuego (Terra di Fuoco). Entre ellos se encontraban niños, jóvenes, mayores, y exactamente 80 jovencitas. Esas pobres almas desnudas y descalzas, y el hielo duro. Era muy triste verlos, cómo se congelaban y cómo la piel negra tiembla del frío. Los ciudadanos les habían traído ropa y  abrigos,  y  los indios  yagán comenzaron a morder los zapatos de hambre. Cuando lo vimos,  quisimos darles comida, pero sus patrones los alejaron con látigos a un caserón y les  llevaron como si fueran ganado. Allí echaron entre ellos la carne magra  y cruda, que  los salvajes como lobos hambrientos habían devorado. De tristeza  no se podía escuchar  a una pobre mujer india que aullaba como una leona cuando le quitaron a su niño y lo  vendieron;  también muy emotivo  fue el llanto del padre  por su  hijo, la hermana por  su  hermano y así sucesivamente. Por favor, que se imprima esto en el glorioso "Pučki list", para que sepan los   dálmatas que hacen trabajos duros.

 

     A la dirección de mi bisabuelo, Ante Bezić, en Split, 1904 le había llegado una serie de postales enviadas por Andrija Juričić , el fundador de la revista  Domovina  de Punta Arenas,  en las cuales había imágenes de la isla de Dawson. Él escribió:“Un pueblo en Tierra del Fuego (la isla territorialmente  pertenecía a la Tierra del Fuego), donde civilizan a  los  indios salvajes.

 

Dawson 1

     En otra postal del mismo lugar, Juričić confirmó que los misioneros domaban a los indios salvajes, lo que demostraba que les consideraban como animales salvajes. Que la isla Dawson no era un lugar agradable para lo demuestra el hecho de que muchos años más tarde, el presidente chileno Augusto Pinochet (que gobernó desde 1973 hasta 1990), enviaba allí a sus oponentes. La isla Dawson era conocida como la prisión Pinochet.

 

dAWSON

 

     Muy pocos lograron evitar los campos de concentración, y sin embargo, hoy en día, no hay más indios, ni Selk'nama ni Alacalufe, y no hay más ni indígenas yagán. La última  indígena pura perteneciente a dicha tribu era Rosa Yagán Miličić (1903-1983) o en  indio,  Lakutaia le Kipa, la mujer de la bahía de los cormoranes. Los nombres los  recibían por la ubicación de nacimiento: lakuta es cormorán, aia es bahía, kipa es mujer.

 

Rosa              Rosa Yagan 1978

En la foto de la izquierda está  Lakutaia le Kipa, Rosa Miličić, en 1917 cerca de la aldea en la bahía de Mejillones, en su isla natal de Navarino.  En la derecha  fue fotografiada en 1978 cerca del pueblo Ukika en Puerto Williams, donde viven hoy los que tienen sangre india (las fotos son del libro Rosa Yagán, El último eslabón,  de la autora Patricia Štambuk).

     El apellido Milicic Rosa recibió por haberse casado. Su marido fue José Miličić, el último jefe de la tribu Yagán. En el idioma yagán fue llamado Lanamutekensh. Cuando tenía cuatro años, su madre murió. Su padre lo dio en adopción a Ante Miličić de Brač, concesionario de la isla Nueva, con la condición de que este lo envíe al liceo en Punta Arenas. Después de su graduación, José regresó a Nueva y con padrastro crió ovejas. En el informe marítimo anual, su estancia, que tenía 600 ovejas, fue descrita como muy buena para la vida. José se casó, tuvo hijos y quedó viudo. Cuando conoció a Rosa, vivía con su hijo, y era mucho mayor que ella. De inmediato conquistó a la hermosa joven, y tuvo el apoyo de su madre y de otras mujeres, que le decían a ella que era bueno que el hombre fuera  más viejo, porque así no se le iban a ocurrir tonterías sino que se haría cargo de su esposa y  su canoa. Y así fue. Ya que José tenía educación, fue elegido  por  la tribu  como jefe de la tribu y juez principal de la localidad de Mejillones. Como juez debía ocuparse de la paz y del comportamiento en la tribu. José y Rosa no tuvieron hijos, pero criaron al hijo de José de su primer matrimonio. Rosa quedó viuda; después  de la muerte de José y después de su muerte, ella continuó viviendo con un chilote.29 Entonces, las mujeres no tenían otra opción, de esta manera  resolvían el problema de su existencia.

jOSE mILICIC

José Miličić (1886 a 1961), el último jefe de la tribu Yagán (del libro de Patricia Stambuk)

 

KOPLJE

La punta de lanza que pertenecía a José Miličić (colección privada de la autora)

 

Bahia Robalo

Isla Navarino, bahía Robalo  donde  las mujeres  indígenas  recogían  mariscos

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29Chilote es el residente de la isla de Chiloé, que se encuentra en el norte, donde los nativos  fueron los primeros colonos españoles.

     Rosa murió en 1983. Por tanto tiempo vivia en la aldea indígena Ukika, en las afueras de Puerto Williams, donde todos los yagán fueron trasladados desde la bahía de Mejillones en 1967. Allí quedo solo el cementerio indio. En la casa de Rosa, hoy la más arreglada en Ukika, ahora vive Cristina Calderón, la última medio-india, medio-blanca y la única que todavía habla el idioma yagán.

     La escritora chilena Patricia Štambuk Mayorga entrevistó a Rosa Miličić en 1975. Este valioso testimonio fue publicado en su libro Rosa Yagán, El último eslabón, por lo que fue admitida en la Academia Chilena de la Lengua.

 

Cristina Calderon

La autora del libro con Cristina Calderón, la última mujer medio india, en frente de la casa renovada de Rosa Miličić en Ukika

 

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La población Ukika hoy; vista en  canal de Beagle y al frente de la costa argentina y  a la isla Gable