STUDIA CROATICA
Año XIII – Enero – Junio 1972- Vol. 44-45
¿Rebelión
económica o rebelión nacional?. 2
El modelo
económico-político de la sociedad (no) democrática de autogestión
Dentro de poco:
100.000 soviéticos en el mar Adriático
La crisis del
Estado yugoslavo
Solidaridad de
los croatas en Chile con el movimiento nacional en Croacia
Cristo santificó
el patriotismo
La carta
cuaresmal del arzobispo de Zagreb (año 1972)
"Falsa
retórica del arzobispo de Zagreb"
Crónica, noticias
y comentarios
Vinko Nikolic -
Su 60º aniversario de vida
Ecos sobre la
edición especial de "Studia Croatica"
Una opinión sobre
"Studia Croatica"
Dr Dominik
Mandic: Hrvati i Srbi dva stara, razlicita naroda
Hrvatski
Latinisti (Los autores croatas que escribieron en latín)
Miroslav Vanino:
Isusovci i Hrvatski narod
Franjo Nevistic:
Temelji Demokracije -Kriza i obnova
Journal of
Croatian Studies, XI-XII, 1970-71
Vlatko Dabac:
Diccionario Técnico. I Parte: Alemán - Croato-serbio
Vladimir
Markotic: Arqueología en Europa Oriental
Francisco
Nevistic
Intento de una
interpretación de la rebelión de los estudiantes croatas y del golpe de Estado
efectuado por Tito como contestación a la misma (&)
¿Cómo ubicar
dentro del cuadro ideológico y práctico del mundo actual la conocida rebelión
de los estudiantes universitarios croatas, efectuada a fines del año pasado y
que significó una grave crisis de la Yugoslavia comunista?
Ubicarla
correctamente significaría asegurarle comprensión, condición previa esencial
para acaparar simpatía y solidaridad con sus protagonistas y la causa que está
inspirándoles el estado de rebelión.
Resulta obvio
decir que el último móvil del presente artículo es precisamente éste: hacer
comprender la actitud de aquella juventud que a través de años viene soportando
esfuerzos, sacrificios y persecuciones y cuya paciencia, como punto culminante,
estalló en noviembre-diciembre de 1971 en una huelga general, exponiéndose con
audacia a la cruel represión de un régimen enemigo.
Somos
perfectamente conscientes de las dificultades que se nos oponen en este
intento. Son de múltiple naturaleza: intelectual, moral o política; de
intereses creados, la paz y la seguridad mundiales, el orden establecido, etc.[1]
No obstante,
confiamos en que nuestras palabras caerán sobre suelo fértil, apto para que
germine la semilla de la verdad que deseamos sembrar. Y que, además, traerá,
tarde o temprano, una cosecha deseable y, por sobre todo, justa.
Lo primero que
queremos conseguir es que nuestros lectores no entiendan este intento como una
propaganda vulgar, como una polémica apasionada que, en vez de hacer brillar la
verdad, más bien la ensombrece. Propaganda sí, pero en un sentido superior,
auténtico, dirigida a informar las mentes humanas abiertas a la verdad.
Rechazamos pues enérgicamente aquella postura de propaganda que involucra el
"desconocimiento cínico de ordenamiento de las conciencias a la
verdad...". [2]
Si bien
reconocemos abiertamente el carácter político-nacional de este intento, no
queremos que nuestra "preocupación política amenace falsear las
discusiones, todos los análisis" [3]
que aquí nos interesan profundamente. Con énfasis y una serena solemnidad
acentuamos la seriedad con que emprendemos esta tarea. Nuestra política
nacional aquí consiste en el servicio a la política de la verdad. Guizot dijo a
su tiempo que una mala política corrompe la justicia y que la justicia es una
política buena, y nosotros podernos decir lo mismo en lo tocante a la relación
de la verdad y la política.
Para acercarnos a
este objetivo que ansiamos con el fervor humano más auténtico, nos dirigimos en
primer término a la "mayoría silenciosa" del mundo entero. Sin
distingo alguno por su ubicación geográfica o diferencia racial. Allí suponemos
hallar aquel ordenamiento originario de la mente humana a la verdad en su
estado más puro, despojada de todos los prejuicios que realmente ofuscan y
enceguecen. Aquí, en este campo, creemos, están madurando y forjándose los
genuinos conocimientos y condiciones de un verdadero progreso de la historia
que concebimos como constante subida hacia las perspectivas y horizontes
siempre más límpidos; hacia una convivencia interhumana, jurídica y éticamente,
cada vez más perfecta.
Los hombres
políticos, los estadistas, en una palabra, los protagonistas más visibles y,
por decirlo así, oficiales de la historia, tienen "sus" razones y
operan bajo la presión de las mismas, que no están ni siempre ni necesariamente
en consonancia con las de la "mayoría silenciosa", abierta con más
facilidad a lo universal.
Con este prólogo
de carácter general entramos de lleno en nuestra tarea: interpretar la rebelión
estudiantil croata y su posterior represión por parte del régimen de Tito.
El fenómeno de
rebelión en general
En efecto, las
huelgas, las rebeliones, los desórdenes y la violencia estudiantiles son un
fenómeno casi general del mundo actual. Tanto en el seno de la órbita del mundo
libre como en aquélla del mundo socialista. El hecho inquieta seriamente a
cuantos se ocupan -políticos o educadores- de la formación intelectual,
científica, filosófica, religiosa o moral de la juventud contemporánea. Quieren
penetrar hasta la misma raíz del fenómeno del "mal".
Los que creen,
por ejemplo, superado el marxismo y agotado el dinamismo revolucionario de su
izquierda, denominan el fenómeno como la nueva izquierda: The New Left.
Descontento con lo existente, acepta como su objetivo inmediato y principal la
destrucción de las sociedades actuales -especialmente de la
"capitalista"- por ser sociedades de opresión. Atareada en este
objetivo inmediato, no consigue elaborar una visión exacta y positiva para el
futuro. El cardenal Danielou, por ejemplo, avista en los barbudos desobedientes
a una especie de vaticinadores, de profetas de una nueva y desconocida época.
Marcuse, a su vez, interpretando el fenómeno, se considera en posesión de lo
verdadero y que acierta lo que pretende. La nueva izquierda, según él, aspira a
una sociedad sin represión, donde el trabajo humano se reduciría al mínimo y el
goce de bienestar material y cultural se promovería al máximo; que la libertad
es posible en el reino de la necesidad, opinión contraria a la de Marx.
No es nuestro
propósito examinar si este "proyecto" de un programa positivo en
presencia de la actitud general negativa, ideado supuestamente por la juventud
rebelde, es una utopía o no, si es una nueva y más sutil forma de la lucha
comunista contra la "sociedad de consumo" o no, pero hay que tener
presente la gran diferencia dentro del fenómeno no solamente en lo que se
refiere a su exteriorización en les EE.UU. y Europa, como lo destaca Marcuse,
sino también dentro de su manifestación misma en el suelo europeo. Detrás de
este fenómeno, a pesar de toda la similitud aparente, existen otras condiciones
que configuran motivos y caracterizan las diferencias del descontento en el
presente y las aspiraciones para el futuro. Tanto que nos autorizan a hablar
-refiriéndonos al mismo fenómeno- de cosas distintas, irreductibles a la
unidad.
En consecuencia,
para entender la rebelión estudiantil croata, creemos indispensable tener
presente dichas diferencias gracias a las cuales no podemos ubicar el caso
croata dentro del fenómeno de rebeldía promovido por la nueva izquierda. Por lo
menos no en cuanto al último que se lo puede limitar a la órbita del mundo
occidental. Las condiciones específicas del ambiente nacional, político-social
y económico en que vive la juventud universitaria en Croacia, no permiten
semejante solución. Pasaría por alto lo esencial y, en consecuencia, versaría
sobre lo específicamente diferente. Croacia, en realidad, está bajo un régimen
totalitario comunista, donde la propiedad privada sobre los medios de
producción está eliminada y, de acuerdo con la doctrina marxista, con ello
también la fuente principal de opresión y explotación. Además, Croacia está, de
facto, ocupada, pese al disfraz ideológico-propagandista con que se procura
cubrir el hecho.[4]
Este no es el caso de ningún otro país del mundo occidental, donde la nueva
izquierda" estaría desplegando su actividad. En consecuencia, falsa
resultaría sin más la ubicación de la rebelión estudiantil croata dentro de ese
fenómeno general, como se manifiesta en el mundo occidental, considerado como
órbita de la democracia representativa y la sociedad pluralista.
Lo que acabamos
de afirmar, no es una opinión arbitrariamente inventada por nosotros. Uno de
los protagonistas e intérpretes del movimiento estudiantil croata dice al
respecto: "No hace mucho tiempo, las universidades europeas estaban
sacudiéndose por un fuerte NO de un movimiento estudiantil completamente nuevo,
original, con tendencias y motivos más variados. También nuestros estudiantes
hicieron saber que deseaban ser un factor activo y no un objeto pasivo de la
manipulación burocrática, lo que puede considerarse una gran vivencia, de cada
uno de los testigos más inmediatos de los días de junio de 1968. Pero, por una
paradoja inesperada y sin que la mayoría de los estudiantes se diera cuenta, su
descontento con lo existente se intentó manipular pérfidamente contra las
fuerzas que en nuestro país justamente preconizaban los cambios radicales en la
esfera social, económica y cultural. Al final resultó claro que la bomba de la
rebelión estudiantil, para no destruir las fortalezas de la burocracia, del
centralismo y de la hegemonía, tenía que servir de cortina de humo detrás de la
cual estaba gestándose la confabulación de los que anhelaban la política
"de mano dura". Sin consideración alguna por las intenciones, los
deseos y las esperanzas de la mayoría de los participantes en los
acontecimientos del movimiento de junio, las fuerzas conservadoras, por cierto,
fueron de opinión de que había llegado su momento para retrotraer nuestro
desarrollo socialista a las posiciones de partida, antidemocráticas,
stalinistas".[5]
El Problema de la
Opresión, la Explotación y la Justicia
Sin embargo, hay
algo más profundo y universal que media entre todas las diferencias posibles o
existentes que caracterizan el descontento de la juventud universitaria en cualquier
punto del mundo. Este "algo" está por encima de todas las diferencias
de clase, nación o continente. Se trata del conocimiento y el sentimiento de la
justicia, madurados gracias a hechos muy concretos, comprobables y palpables.
Se trata de la opresión política o social y la explotación económica.
Aquí coincidimos
con el tan discutido Marcuse. Cuando se le preguntó, en una discusión pública,
acerca de los justificativos de la rebelión y la violencia estudiantil en la
actualidad, se intentó a la vez privarlo de una contestación posible y
adecuada. Teniendo presente el orden establecido, tales justificativos no se
podrían encontrar en el pasado como tampoco en el futuro. "La tradición
humana meta-histórica" o sea la invocación de los valores e ideas religioso-filosóficas
-sempiternas, diría Cicerón y con él los filósofos escolásticos- y "la
reminiscencia romántica del derecho natural" de la misma procedencia
filosófica, estarían ya superados, imposibles. En cuanto al futuro y su
pretendido derecho de una nueva antropología con cambio radical de la
naturaleza del hombre y de sus necesidades, se trataría de una idea utópica,
ilusoria. La civilización, pues, estaría del lado del orden establecido y de su
legalidad. El derecho positivo representaría un tabú, un valor sagrado e
intocable.
Pero el señor
Marcuse, con razón, no se dio por vencido. Pese de nuestra disconformidad con
él en muchos aspectos del problema que nos interesa, en general, su
contestación a los opositores nos parece cabalmente acertada. El justificativo
de la rebelión, en general, y de la rebelión estudiantil, en especial, son el
sentimiento y el conocimiento de la justicia. No se trataría, por cierto, de
los sentimientos y conocimientos meramente subjetivos, fruto de los análisis y
conocimientos teóricos de la justicia, propios al gran pasado de la filosofía y
el jusnaturalismo que desembocaban en las conclusiones más disparatadas,
relativas y contradictorias, sino de hechos empíricos, evidentes, accesibles y
reconocibles por todos y para todos, generadores del sentimiento y, a la vez,
de los conocimientos de justicia. '"Cuando reclamamos el derecho de los
hombres a la paz, el derecho para que la humanidad abolezca la explotación y la
opresión, no se trata de los intereses especiales de un grupo y determinados
por él, sino más bien de un interés general cuya universalidad es demostrable.
Por eso, hoy más que nunca podemos y debemos considerar el derecho a la
resistencia como algo más grande que un derecho relativo".[6]
Reimplantando y
aceptando así una especie de jusnaturalismo de tinte inmanentista que prescinde
de toda la idea eterna religioso-metafísica, pero sintiendo la necesidad de un
derecho superior al positivo, casi absoluto, Marcuse agrega: "Quería decir
dos palabras sobre el derecho a la resistencia, porque descubro con estupor que
nadie está profundamente consciente del hecho de que justamente el
reconocimiento de este derecho (The civil disobedience) en la oportunidad dada,
constituye uno de los elementos más antiguos y más sagrados de la civilización
occidental. La idea de que exista un derecho superior al derecho positivo, es
tan vieja como esta misma civilización...(*) El orden establecido detiene el
monopolio legal de la fuerza, teniendo el derecho positivo incluso la
obligación de usar de la violencia para defenderse a sí mismo. Oponiéndosele,
se reconoce y se practica un derecho más elevado. Se ofrece el testimonio que
el deber de resistir es el motor del desarrollo histórico de la libertad,
siendo el ejercicio del derecho y el deber de la desobediencia, como fuerza,
potencialmente legítima y liberadora. Sin este derecho a la resistencia,
estaríamos hoy todavía en el nivel de la barbarie primitiva".[7]
Ahora bien,
debemos dar un paso decisivo para cumplir con nuestra tarea. Omitiendo los
demás casos, nos limitaremos al de la rebelión estudiantil croata. Hay que ver
si en él existen los elementos necesarios que nos autorizan a apelar por aquel
derecho superior, universal. sin peligro de perdernos
en teorías y apreciaciones subjetivistas. La rebelión, dice Camus, es una de
las dimensiones esenciales del hombre, de su historia. Aquí debemos descubrir
nuestros valores si queremos conservar el contacto con la realidad. "Es
posible hallar la regla de conducta, apartándonos de lo sagrado y de sus
valores. Esta es la cuestión que nos está planteando la rebelión".[8]
El caso croata
Creo que estos
valores los "descubrió" Marcuse. Sin negar lo sagrado, es de suma
conveniencia aceptar su postura empírica. Si de esta manera encontramos en el
caso croata dichos valores, podemos sin más invocar aquel derecho superior sin
miedo de ser tildados de subjetivistas, asegurándonos el respaldo de un valor
universal, casi absoluto. En una "oportunidad dada", dice Marcuse,
podemos invocar el derecho superior al derecho positivo, encontrar la norma de
conducta, prescindiendo de "lo sagrado y sus valores absolutos", dice
Camus (**).
¿Hay, pues,
"oportunidad dada" en el caso de la rebelión de los universitarios
croatas? ¿Existen valores superiores, universales o, si se quiere absolutos,
lesionados en este caso?
Las verdades, se
dice, en la mayoría de los casos, son muy simples y por ello también claras.
Miremos, pues, las más elementales y esenciales en nuestro caso.
La Constitución
yugoslava en vigencia reconoce el carácter plurinacional de la Yugoslavia
comunista. Los pueblos-naciones reconocidos son: el croata, el esloveno, el
macedonio, el montenegrino y el servio. Este es un hecho fundamental y
orientador que tenemos que tener presente en los análisis ulteriores.
En efecto, al
reconocer esta verdad, la Constitución mencionada falsea inmediatamente la
realidad que trata de plasmar en una realidad jurídico-política. En el Art. 1
(Capítulo I, Disposiciones Generales) dice: La República Socialista Federativa
de Yugoslavia es un Estado federal de pueblos voluntariamente unidos..."
Esta expresión "voluntariamente unidos" es un afirmación muy osada,
totalmente divorciada de la verdad. Como hemos visto ya, el Partido Comunista
de Yugoslavia fue el protagonista de la lucha por la restauración de
Yugoslavia, destruida en 1941. En el programa de dicho Partido estaba contenida
la idea nacional y estatal del pueblo servio[9].
Pero si es así, ¿cómo pudo estar allí también la idea nacional y estatal del
pueblo croata? ¿Pudo este pueblo tener interés en la restauración de
Yugoslavia? En efecto, los croatas nunca reconocieron a Yugoslavia como su
Estado nacional. En el período monárquico de aquella comunidad plurinacional,
proclamada en 1918 y jurídicamente creada en 1921 (su primera Constitución) sin
la participación de los legítimos representantes del pueblo croata***, se convirtió inmediatamente en un
Estado pseudo democrático y hegemonista. Para evitar la cita de largos textos y
autores, basta reproducir lo que dice el servio y monárquico Desimir Tosic:
"La actitud de la Corona estaba evidentemente a favor de los servios,
discretamente hasta 1929, y después de este año la Corona fija los objetivos
(el contenido) políticos y designa a los hombres que debían encargarse de su
ejecución... Sea como fuere, el régimen hacía todo lo posible para crear la
impresión en el pueblo servio de que un régimen personal correspondía mejor a
sus intereses y que, fortaleciendo al Estado, mejor defendía a los intereses
vitales servios". En cuanto a los que por la parte croata participaron en
aquel régimen de la "Corona", Tosic los llama con absoluta razón,
"elementos serviles y carrieristas del régimen monárquico" [10].
La citada
Constitución yugoslava comunista, refiriéndose a la Yugoslavia monárquica
expresa que "el pueblo trabajador... ha abolido el antiguo régimen de
clases basado sobre la explotación, la opresión política y la desigualdad
nacional..."
Si la Corona,
como lo reconoce el mencionado servio-monárquico, fue el factor principal de
aquel régimen y que hizo todo lo posible para promover a los intereses servios
-aún cuando la opresión y explotación pudo tener carácter general desde el
punto de vista marxista- entonces aquella opresión que menciona la Constitución
comunista, y la explotación económica y la desigualdad nacional, recaían con
todo su peso, en primer término, sobre el pueblo croata. Además, si el pueblo
croata se rebeló en 1941 "plebiscitariamente", como lo afirmó el
cardenal Stepinac, "imagen del Padre Eterno", y al finalizar la
última gran guerra Croacia tenía unos 300.000 jóvenes bajo las armas, la fuerza
local más importante que se oponía al avance del comunismo y la restauración de
Yugoslavia, ¿quién puede hablar con razón de la "libre voluntad" del
pueblo croata en cuanto a la formación de la Yugoslavia comunista? Después del
plebiscito revolucionario de 1941, cuando el pueblo croata proclamó su
separación de Servia y renovó la Independencia de Croacia que perduró desde el
626 a 1918, confirmada con el plebiscito diario de sangre hasta 1945, cuando
Tito y sus comunistas masacraron al ejército croata en Bleiburg, es necesario
desconocer la más elemental honradez de la mente humana para poder hablar de la
voluntad libre del pueblo croata en la formación del Estado comunista
yugoslavo. ¿Qué clase de pueblo sería el croata si hubiese voluntariamente
aceptado como suyo el Estado de los verdugos de su juventud, de sus
intelectuales, de sus políticos y dignatarios eclesiásticos más encumbrados?
¿Cuál sería esta voluntad que al mismo tiempo sostiene dos plebiscitos
totalmente contrarios?
La verdad es que
Tito, con sus colaboradores más íntimos, asesorados por los maestros de la
propaganda internacional comunista, había proclamado, durante la guerra, la
futura federalización del país, prometiendo a cada uno de sus pueblos la
república propia, la igualdad nacional y el fin de la opresión económica,
cultural, política y nacional.
Pero al terminar
la guerra, con el exterminio del ejército croata, todas las promesas de un
futuro mejor quedaron como letra muerta. Sobre el particular, con los
testimonios objetivos y más imparciales podríamos escribir volúmenes enteros.
Por razones de brevedad sólo nos limitaremos a la mención de unos pocos.(****)
Testimonios
incontestables
El Dr. Antonio
Ciliga, uno de los comunistas croatas más destacados entre 1918-1924, ex
redactor de "Borba", periódico oficial del Partido Comunista
Yugoslavo en aquella época (continúa todavía editándose en Yugoslavia), ex
profesor de la Universidad comunista de Leningrado, escritor de varios libros,
bien conocidos en los círculos especializados en cuestiones del comunismo
mundial, dice: "Convencidos de participar en la lucha general por la
liberación del pueblo trabajador del mundo y por la libertad y la igualdad de
todos los pueblos, los comunistas croatas fuimos sólo un juguete en manos del
imperialismo soviético...". Tras destacar la inconsecuencia de la política
soviética respecto a la Yugoslavia monárquica, defendiendo una vez su
existencia o sugiriendo su destrucción de acuerdo con los intereses propios,
Ciliga relata cómo los comunistas servios, de acuerdo a ese juego soviético,
supieron sacar mejor partido que los comunistas croatas en el conflicto
nacional existente entre ambas fracciones dentro del Partido.
Con la llegada de
Tito al cargo de secretario general, la posición servia se vio grandemente
facilitada. Tito se hacía pasar por croata, "pero en realidad fue un
degenerado, un renegado y un traidor del pueblo croata y de su causa
nacional". Ya desde ese momento Tito, Rankovic (famoso ex jefe de la
policía secreta hasta 1966 -Obs. n.) y Rade Koncar (militante comunista servio
de Croacia), tenían sus planes, divergentes con la política de Stalin. Según
Ciliga, Stalin en 1941 quiso establecer relaciones diplomáticas con el Estado
croata, proclamado en ese año. La carta en que envió instrucciones al Partido
para que "tomase una actitud positiva ante el Estado croata" fue
guardada en secreto por los tres dirigentes mencionados. Cuando, no obstante,
un grupo de comunistas croatas se enteró de su existencia y exigió el
cumplimiento de las instrucciones de Stalin, Tito, Rankovic y Koncar
"soplaron" a los ustacha y su policía, mediante agentes propios allí
infiltrados, que los "peligrosos" comunistas internados en Kerestinac
preparaban la fuga. Lo mismo hicieron saber a la
Gestapo. Así ese grupo de comunistas croatas, opositor a la política partidaria
de Tito-Rankovic ya desde 1936, fue liquidada por la
Gestapo y la policía ustacha al intentar la huida. Cuando el Comité Central
partidario de Zagreb acusó a Koncar por esta traición a los reclusos en
Kerestinac, (una fortaleza medieval en la localidad homónima de los alrededores
de Zagreb -Obs. n.) el mismo Comité fue denunciado, luego allanado por la
policía ustacha y posteriormente liquidado..."
Desprendiéndose
de esta manera de una buena parte de los defensores de los intereses croatas,
el partido puso en evidencia, en realidad, su programa granservio. Por eso,
como hemos visto, con razón dice el servio Tosic que el Partido contenía en su
programa la idea nacional y estatal servias. Teniendo todo esto presente,
Ciliga concluye: "Por varios errores de Pavelic... por la política
internacional egoísta y complicada de Stalin y por la hábil maniobra granservia
de los líderes partidarios Tito-Rankovic, el pueblo croata se vio al final de
la guerra en un estado verdaderamente de esclavitud y sin justicia" [11].
La doctora S.
Dabcevic-Kucar, ex presidente del Comité Central de la Liga Comunista de
Croacia, "depurada" recientemente por Tito, en la Sección X de dicho
Comité, efectuada los días 15, 16 y 17 de enero de 1970 dijo que la sola
mención de la palabra croata en aquel período provocaba el pánico dentro de las
filas granservias en el poder. El servio Cvijetin Mijatovic, ex presidente del
Comité Central de la Liga Comunista de Bosnia-Herzegovina, declaró a su vez que
"realmente, después de 1945, no era fácil ser croata".
El excelente
periodista y publicista alemán, J. G. Reissmüller, afirma al respecto: "Lo
que quedó fue una latente opresión de los croatas. Estos eran iguales de
acuerdo a la Ley; su país obtuvo como Servia o Eslovenia el status de república
en la Federación yugoslava. Sus símbolos nacionales, su idioma, su historia y
su cultura, todo fue oficialmente protegido. Pero estos derechos en buena parte
estaban sólo sobre el papel. Una política rigurosamente centralista por parte
del liderazgo (partidario-estatal) redujo en la práctica el federalismo a un
asunto secundario. Junto a ello se mostró que el centralismo en Yugoslavia
siempre termina en la hegemonía servia... Todo esto resultó principalmente en
perjuicio de Croacia. Semejante desigualdad fue inconciliable con los
principios del Partido... El daño a Croacia fue un hecho, sobre el que nadie
habló aunque todos lo sabían... Las consecuencias fueron decisivas. Los croatas
padecieron la discriminación en las altas esferas de la política personal del
Partido y el Estado. En el ejército, en el aparato policial y el servicio
diplomático, con extrema dificultad los croatas pudieron poner su pie.
Incluso en
Croacia Rankovic cubrió posiciones claves con servios... El idioma croata tuvo
que denominarse "croata-servio"... La historiografía croata fue
estancada -hasta hoy no hay una nueva reseña general de la historia
croata..." -"Junto con este proceso sobrevino una política económica
que agotaba a Croacia y Eslovenia en provecho de otras repúblicas
subdesarrolladas: sólo de Croacia y Eslovenia podían obtenerse capitales, a
veces sin ninguna consideración económica, para proyectos de fábricas, represas
y vías de comunicación y similares construcciones representativas en el sur de
la República. El liderazgo partidario croata se doblegó ante esta política
durante dos decenios. Recién en 1966 logró, junto con el liderazgo macedonio,
derribar a Rankovic. Desde ese momento se puede observar -lógicamente siempre
bajo el control de la Central- el andar hacia adelante de los croatas. Para el
Partido croata no se trató con ello de obtener la preeminencia en la
Federación. Tomando en consideración la constelación de fuerzas, ese partido no
pudo, no lo deseó ni lo desea. Su objetivo es, más bien, eliminar las
consecuencias de la política anterior de la Central e impedir su
repetición".[12]
El intento de
reforma y el carácter de la rebelión
La nueva
Constitución, enmendada durante 1971, tuvo que eliminar dichas consecuencias e
impedir su repetición. Pero no era posible. La "marcha hacia
adelante" de los croatas, como dice Reissmüller, controlada por la
Central, es decir por el aparato burocrático estatal y partidario de Belgrado
donde el mayor y desproporcionado número de puestos y posiciones claves están
en manos servias, fue frenada. Viendo la posibilidad de perder algunos de sus
privilegios, injustos a todas luces, aquellos organismos, instrumentos de la
política granservia, continuaron la norma anterior. El empobrecimiento de
Croacia se acentuaba cada vez más. La emigración masiva de obreros, y
particularmente de la mano de obra especializada, amenazan
doblemente a Croacia. Su industria dentro del país no podrá reemplazar con
nuevo personal especializado la mano de obra saliente (jubilaciones, muerte,
etc.), lo que repercutirá en su rendimiento y estancamiento inevitables.
Además, de aproximadamente 650.000 obreros en el extranjero, casi el 60% son
croatas. Las consecuencias negativas son múltiples. En primer término, la
destrucción de familias y el irreversible y rápido decrecimiento de la
población en Croacia. Las remesas monetarias de esa masa obrera terminan en las
arcas de Belgrado. La capital servia las manipula a su antojo, pero siempre en
perjuicio del pueblo croata.
Es justamente
aquí donde y cuando apareció la acción directa de los universitarios croatas.
Con el ímpetu característico de la juventud, los universitarios declararon la
huelga general. El hecho alarmó no sólo a la opinión pública del país sino
también de todo el mundo. El prestigio de Tito, su "solución
definitiva" del problema nacional en Yugoslavia y su "camino especial
hacia el comunismo" recibieron un rudo golpe. Todo cayó como un castillo
de naipes.
En las múltiples
interpretaciones de aquella reacción de la juventud croata, hubo voces que
intentaron disminuir, desprestigiar y desvalorizar ese movimiento reduciéndolo
a motivos puramente materiales. "En Europa, dice L'Europeo del 6 de
febrero de 1972, proclamaron a vuestra huelga como la "huelga croata de
dólar". Es la primera vez que la juventud de un país lucha contra el poder
central por motivos económicos. "¿No tienen miedo de que ésta, vuestra
actitud, pueda hacerlos impopulares...?", preguntó a un grupo de
estudiantes Aldo Santini, corresponsal de dicho periódico.
Una posible
interpretación tergiversada del acontecimiento fue el motivo principal del
título que hemos dado al presente trabajo.
¿Se trata en
realidad de una rebelión económica o de una rebelión nacional? ¿Son sus motivos
materialistas, oportunistas, o son de carácter altamente ético?
Escuchemos, pues,
lo que dicen los líderes de aquella rebelión juvenil. El presidente de la Liga
de los estudiantes de Zagreb, Drazen Budisa, al declararse la huelga, dijo
entre otras cosas: "Los universitarios croatas, con su huelga general en
la Universidad, no sólo destruyen la legalidad tambaleante en nuestro país,
sino y ante todo dejan de reconocer como razonable, justificado, moral y
conducente al objetivo, el juego deshonesto que se viene haciendo ya desde
demasiado largo tiempo con este pueblo y esta Universidad para poder soportarlo
más con tranquilidad y con paciencia. Nuestra decisión exige el mínimo de
dignidad humana que nosotros, los estudiantes a pesar de la degradación de los
valores morales en nuestro ambiente social-político, hemos conseguido salvar...
Nada importante puede ocurrir con resoluciones y programas únicamente, si
después no se realiza una acción real y radical. No es más aceptable el
lamentar y sólo lamentar las condiciones de la crisis. Llegó ya el momento en
que debemos liberarnos de lo que se convirtió en costumbre -enjuiciar el
radicalismo exclusivamente según el radicalismo de las palabras-. El liderazgo
político de Croacia, cuyas exigencias radicales se han estando eludiendo
durante años, está atacando ahora la huelga en la Universidad". Pero
"si nuestros líderes comunistas, desean seguir siéndolo, no deben litigar
con nuestro movimiento a causa de la diferencia de la táctica política. Si
desean tener la confianza del pueblo, a su vez deben tener confianza en el
pueblo..."
En el mismo
número de Studentski List (La Gaceta Estudiantil) del 23 de noviembre de
1971 en un artículo, después de describir el caso de la fábrica Nikola Tesla,
una de las más grandes de Croacia, gravemente perjudicada por la importancia de
aparatos del exterior, se continúa: "¡Ojalá que sea este el único caso!
Podemos enumerar muchísimos ejemplos, muchos más de lo que podríamos y
deberíamos pensar: con nuestras divisas se está comprando manteca en el
exterior y de esta manera se destruye nuestra industria lechera. Con nuestro
dinero se edifican fábricas que después, por estar exentas de las
contribuciones públicas impuestas a las nuestras, penetran, alimentadas con
nuestro dinero, en nuestros mercados y amenazan a nuestra industria.
"¿Desean
saber algo más drástico? Las casas editoriales de Belgrado obtienen créditos
(de la "común caja" con que las nuestras pueden solamente soñar. Los
créditos les hacen posibles grandes tirajes, Estos a su vez, bajan el precio
del libro, que por ser barato se vende en grandes cantidades. Como es fácil
comprender, las grandes ventas permiten las grandes ganancias y con éstas se
logran mayores créditos. Esta actividad editorial así subvencionada no sólo
causa daño a nuestras editoriales sino que -y esto es todavía peor- hace que
muchas traducciones baratas (a menudo de baja calidad) lleguen a manos del
hombre croata. Esto no sería tan perjudicial si llegara a manos de un hombre ya
formado, de un adulto consciente de las diferencias idiomáticas, pero ¿qué
sucede si este hombre (y eso es en la mayoría de los casos) es un estudiante o
un alumno secundario? ¿Qué idioma hablará él? Aquí, en consecuencia, tenemos
una brutal y desconsiderada desnacionalización. El pueblo croata se
desnacionaliza gracias a sus propios capitales entregados a la caja
federal..."
Para diferenciar
al movimiento actual de aquel de 1968 que en Yugoslavia fue guiado y controlado
por la política oficial, es necesario conocer, por lo menos, algunos trozos de
los textos sobre el tema: "Digamos desde ya, el movimiento actual no tiene
ninguna similitud con aquel de 1968, exceptuando el entusiasmo, aliento y deseo
ardiente de cambiar las estructuras de la sociedad". Contrariamente, pues,
a lo que se quiso en aquel momento -interesar a los estudiantes croatas por
algo ajeno, por una "metafísica metanacional"- ahora se defienden
intereses nacionales: "Porque el pueblo que durante mil años llenaba la
olla ajena... y cuyo éxodo actual estremece; porque alguien, dentro de poco,
podría hablar de un "ex pueblo", para un tal pueblo la fundamentación
nacional (de la lucha y la actividad política, Obs. n.) es un imperativo.
Ante los niños de
Zagorje (alrededores septentrionales de la capital croata, obs. nuestra) y los
de Herzegovina, cuyos padres están golpeando a las puertas de los empresarios
de todo el mundo; vistos los campos y hogares abandonados... caen en el vacío
toda nuestra metafísica y sobre metafísica. ¿Qué significado pueden tener aquí
las acusaciones contra los hombres de aquellas regiones? Sus niños abandonados
al azar y la "ganga" (un tipo de cantar popular en aquella provincia)
de sus padres cantada en la pena sobre la madre Croacia (todavía), para mí son
la señal de intentar su salvación y no la señal de alarma llena de odio, contra
un pretendido chovinismo diabólico. La pena de los desgraciados que se
convirtieron en tales en esta nuestra sociedad monopolista, puede otorgar peso
humano a cada actitud política y en especial a nuestro proceder estudiantil.
Aquí está el punto de nuestras disidencias, y el hacer un compromiso en su
perjuicio significaría traicionarlo". (Del discurso de D. Budisa,
pronunciado en febrero de 1971 en la Universidad de Zagreb).
"El sendero
de conocimiento y de maduración llevó a nuestra juventud intelectual desde 1968
en adelante, mediante la intuición de las razones esenciales de nuestras
dificultades actuales, y ella entendió que la vía más corta para llegar al mundo,
es la vía hacia el propio ser. Cómo puede compadecerse uno de Vietnam, si
ecuánimemente se presencian dramas de miles y miles de familias croatas,
destrozadas y divididas entre los padres que están realizando trabajos pesados
en un lugar lejano de Europa y sus hijos, que crecen en la patria y terminan
cursos escolares sin esperanza de que después puedan ganarse el pan y que
mañana tendrán que seguir el sendero de sus padres en esa búsqueda del pan al
exterior, dejando para siempre a sus hermosa y potencialmente rica
patria".
El rector de la
Universidad croata, Dr. Ivan Supek, eminencia en ciencias naturales -física y
física nuclear-, agrega a su vez: "A pesar de que fui uno de los
iniciadores de los "Ciudadanos del Mundo", tuve siempre desconfianza
de aquellos internacionalistas que fácilmente se desprendían de la existencia y
tradición nacionales, como la tengo también de los que enaltecen a su patria
por sobre todo el mundo... Lo universal está arraigado en el terruño de cada
uno de nosotros y, penetrando en las profundidades del mismo, nos remontamos
hasta la compresión y respeto de todo lo humano". (Todas las citas de la
edición: Renacimiento de los estudiantes croatas, Zagreb 1971).
Aquí otra vez las
palabras de los estudiantes mismos. Aldo Santini en su artículo ya mencionado
en L'Europeo sintetiza su opinión: "Por cierto, nosotros ensalzamos
la bandera económica, pero detrás de la misma hay muchas otras cosas. El pueblo
croata lo sabe bien. Es un hecho que el socialismo de Tito nunca anduvo bien. También
es un hecho que Croacia alimentaba a otras repúblicas. Es una verdad
indiscutible que Servia pisoteaba constantemente nuestros derechos y que su
oscura burocracia paralizaba nuestro pleno desarrollo. Es un hecho que Belgrado
no arregló durante un cuarto de siglo cuestiones monetarias. La famosa
autogestión yugoslava, inventada por Tito después de la ruptura con Moscú, tuvo
que encubrir un vacío ideológico y abrir un sendero entre dos bloques, ruso y
americano. Pero este tercer sendero quedó en pura teoría... Palabras y sólo
palabras. El Estado... retenía el 60-70% de nuestras ganancias y las invertía
en las fábricas ineficientes de las repúblicas del sur. Croacia contribuye con
el 30% de la renta nacional y recibe del Estado sólo el 10%. Aquí está el sentido
de nuestra lucha. Hemos dicho: ¡basta con la explotación de Croacia! Nosotros
los croatas somos los que más trabajamos, los que más dinero ganamos, nuestra
república tiene la industria turística más fuerte y no obstante... sacamos la
peor parte. Belgrado nos quita nuestros dólares y nos paga con la humillación,
odio y terror... Nosotros sacamos una conclusión lógica apoyados en la tan
llamada autogestión de dos decenios...".
Marc Valle, en
Combat del 31 de enero de 1972 dice entre otras cosas: "No, de ningún modo
es casual que se esté rebelando Zagreb y no Belgrado. Porque en Croacia
presenciamos el desarrollo, de un día al otro, de un verdadero movimiento de
liberación nacional. Aquí no es solamente el Partido que está luchando contra
la dictadura, aquí está una nación, humillada durante más de medio siglo y que
desea, a todo precio, restablecer nuevamente su dignidad".
El diario alemán Die
Welt (en un artículo que firma Walter Günzel) comentando el fenómeno dice:
"Como una de las claves de comprensión de este drama... puede servirnos la
declaración de un especialista en estadísticas. Croacia tuvo 398 mil millones
de dinares de déficit en su comercio exterior durante los diez primeros meses
de 1971, mientras el déficit de Servia es diez veces más grande: 3.434 mil
millones de dinares. Cada uno de los croatas con quienes hablé, miembros del
Partido o no, trátese de un mozo o vendedor en los comercios artísticos,
hablaron con indignación del hecho que en Croacia se esté trabajando duramente
y que las mercaderías de calidad superior estén destinadas a la exportación,
para que "aquellos servios" que producen menos... saquen para sí
ganancias realmente fantásticas y guarden el dinero de las liquidaciones de
divisas para ellos.
El hombre me
llevó con su Fiat hasta el aeródromo y me contó durante el viaje: "A lo
largo de la orilla adriática, los servios compraron casi todos los terrenos
aptos para edificación. Ante nuestra presencia compran terrenos y edifican
hoteles para el turismo: hoteles de muchos pisos; ya sabe cómo proceden. Una
vez terminado el edificio, todo lo necesario, incluso el último kilo de carne,
conservas, vinos y aguardientes, llegan de Servia, mientras a nosotros nos
dejan solamente puestos de mozos. Las divisas así ganadas, se marchan a Belgrado.
Cuando nosotros compramos allí, por ejemplo, vuestros marcos, los pagamos 10
dinares por uno y aunque a regañadientes debemos callarnos, sabiendo que la
cotización oficial es el 50% más barata!"
"Si ese
hombre en aquellas palabras desahoga su "nacionalismo", es que de
repente lo atacó un incontenible 'chovinismo', levantando a menudo sus manos
del volante y cruzándolas sobre el pecho decía: 'Un congolés puede decir qué
es, un birmano también, un lotaringio, un valón, un irlandés pueden alardear de
su nacionalidad, pero cuando nosotros decimos que somos croatas, eso está muy
mal. Debemos ser yugoslavos. Pero ¿por qué no justamente croatas?'..."
Aparentemente se
trataría de una lucha económica, pero no lo es. Se trata de una rebelión
nacional en defensa de sus derechos y valores indiscutibles. Hay que tener
presente de que el pueblo croata vive en un Estado marxista. Aquí lo económico
es primordial. Todo lo demás sería sólo sobre estructura. Reconquistar los
derechos económicos de un pueblo significaría lo esencial de su existencia. Por
eso tanta insistencia en los problemas económicos. El pueblo respira esa
atmósfera marxista. Esta condición y la constelación política internacional,
preocupada también por el status quo en aquella parte del mundo, no aconsejaban
el planteo del problema en el sentido de la autodeterminación plena. Recuperar
el fruto del trabajo propio -primum vivere deinde philosophari- para poder
vivir y desarrollar el propio ser nacional, es el objetivo inmediato de aquella
lucha, cuyos protagonistas fueron jóvenes universitarios. "Haber o no
haber, esta es la cuestión... Haber o no haber: esto debe estar ligado de
alguna manera con los átomos de nuestro ser, influir sobre la cantidad de su
masa, sobre la naturaleza de su tensión, sobre el rumbo de su movimiento y la
tendencia de su asociación, obrando desde allí en dirección a nuestra
conciencia para determinar su actitud práctica frente a la realidad", dice
Kresimir Brant en el artículo: El Momento Actual de la Economía, refiriéndose
al estado general de la economía de aquel país, en la revista Kritika,
Zagreb, 2 de junio de 1969.
Además de
ratificar así la importancia de la economía en el sentido marxista, el autor
nos plantea también el problema de la justicia en sus orígenes humanos más
profundos -empírico-sicológicos-. Si el verdadero hombre es el homo ludens y no
el homo laborans y si, por otro lado, es la verdad: "ganarás tu pan con el
sudor de tu frente", lo que, en términos marxistas, significa vivir en el
"reino de la necesidad", pero con el insofocable deseo de remontarse
hacia las alturas de la libertad sin necesidad o sea hacia el ideal del hombre
que juega y no trabaja -homo ludens et non laborans- ¿Puede haber casos
más claros y más flagrantes de la lesión de la justicia de aquél en que otro
nos priva del fruto del propio trabajo con que hacemos esfuerzos extremos para
lograr el estado de homo ludens, es decir, superar al reino de necesidad y
asegurarnos la posibilidad de una vida superior de cultura y civilización? ¡El
dinero croata a los servios, y los hijos croatas masivamente a la emigración!
"Partamos,
dice R. Ruyer, en primer lugar, del tan simple principio que si el otro llega a
gastar en nuestro lugar nuestro propio dinero, uno mismo no lo puede ya gastar
cualquiera sea la manera en que el otro se lo haya apropiado".[13]
Este es el
verdadero caso del conflicto nacional entre los croatas y los servios en la
época de las "democracias populares" y el socialismo "de
autogestión". En cuanto a la "manera de apropiación" del dinero croata,
hemos dicho ya bastante. El exterminio del ejército croata -potencial defensivo
y biológico, y la liquidación de la independencia de Croacia-, el supremo valor
político-nacional, en una palabra; en las condiciones de la total opresión
política. Marcuse mismo, si es consecuente consigo mismo o sus principios,
reconocerá el caso, "la oportunidad dada", cuando están reunidas
todas las condiciones para pedir de la humanidad la abolición de aquella
opresión política y explotación económica. Tenemos un caso clásico de conflicto
entre dos Derechos: el positivo y el "natural" entre la
"violencia institucionalizada" y la violencia de un derecho superior,
el "más sagrado de la civilización occidental".
Si Marcuse
reconoce a la nueva izquierda el derecho de rebelión en la sociedad americana
que funciona bien, dice, y sólo en casos extremos recurre al terror, ¿qué
decir, en consecuencia, del caso croata, donde hay una clara discriminación
nacional, opresión política y explotación económica con el terror como amenaza
permanente?
La contestación
stalinista de Tito
Tito dio la
contestación de acuerdo con el "estilo" de la política del
"centralismo democrático". Millares de los estudiantes fueron
heridos, arrestados, expulsados de la Universidad, internados en campos de
concentración, mientras a sus líderes se les está preparando un espectacular
proceso judicial, después de la renuncia al cargo, de tantos jueces, al
acusarlos Tito por su "apego a la ley como el borracho a la pared".
La suerte de los estudiantes tocó también a la élite de los intelectuales
croatas. ¡De un plumazo removió Tito, ese "demócrata" balcánico, a 10
diputados nacionales; los líderes del Partido croata fueron excluidos; millares
de funcionarios obligados a renunciar si no habían renunciado voluntariamente!
Las familias de los arrestados han quedado sin recursos económicos, una de las
medidas inhumanas en manos del "centralismo democrático" para
presionar sobre los sin libertad, desanimarlos, humillarlos y llevarlos al
borde de la desesperación.
¿Cómo justifica
el régimen de Tito este procedimiento? Contestamos con las palabras de una
autoridad indiscutible: "El sistema de los reconocimientos es más o menos
el siguiente: aquél que no está de acuerdo con el Comité Central o el
Secretario del Partido Comunista se comporta como el enemigo del comunismo...
Cualquiera que está en la oposición, debilita al Comité Central y en
consecuencia, el proletariado. El que así procede se comporta como enemigo, es
decir como un traidor... Para hacerlo más comprensible: no hay diferencia entre
comportarse como enemigo y ser enemigo, basta imaginar que Zinoviev, Kamenev,
Bukharin o Trotsky estaban en relación con la GESTAPO. Así se llega al punto
final. Se ha partido del significado político de una conducta determinada pero,
no existiendo los actos que simbolizarían esta conducta, se los inventa para
confirmar el significado que se atribuye a la actitud opositora. En su
discurso, el señor Kruschev dijo casi lo mismo que les estoy explicando. He
aquí sus palabras: "Stalin fue al principio creador de la noción 'el
enemigo del pueblo'. Este término hizo posible la utilización de la represión
más cruel contra todo el que no estaba de acuerdo con Stalin, sin preguntar en
qué forma se produjo esto.[14]
Si substituimos
el nombre de Stalin por el nombre del "antistalinista" Tito, y en
lugar de Zinoviev, Kamenev, etc. ponemos Savka Dabcevic-Kucar, Tripalo, Pirker,
Tudjman, Gotovac o de Budisa, Paradzik o Cicak, tendremos la contestación más
adecuada. Se les acusa de contrarrevolucionarios, "chovinistas", de
"liberalismo podrido" y de contacto con la emigración
"fascista" y contrarrevolucionaria. Para inventar hechos
comprobatorios, se tejió una red de agentes alrededor de un exilado (ahora ya
muerto) político croata en Alemania y se lo hizo creer en la "ayuda
soviética" y el apoyo de los comunistas croatas, opositores al
"centralismo democrático" de Tito y Belgrado. Creyendo, erróneamente,
de haber hecho un substrato suficiente, Tito efectuó con sus generales servios
el 10 de diciembre de 1971 el golpe de Estado. Ahora, después de seis meses
empiezan los "procesos".
Para
"afianzar" su valor, escuchemos qué dice una otra autoridad en la
materia: "¿Cuál fue la composición del XVII Congreso del Partido
Comunista? Se sabe que el 80% de votantes del mismo habían adherido al Partido
durante los años de conspiración que precedieron a la revolución y durante la
guerra civil, es decir, antes del año 1921; desde el punto de vista del origen
social, los delegados del Congreso fueron especialmente obreros (60% de los
votantes). Por esta razón fue inconcebible que un Congreso compuesto de esa
manera eligiera a un Comité Central cuya mayoría se revelase como enemiga del
Partido. La sola razón por la cual el 70% de los candidatos elegidos en el XVII
Congreso fueran denunciados de enemigos del Partido y del pueblo, fue que los
honestos comunistas fueron calumniados, que las acusaciones contra los mismos
fueron falsas y que la legalidad revolucionaria fue lesionada. La misma suerte
fue reservada no solamente a los miembros del Comité Central, sino también a la
mayoría de los delegados del Congreso. De 1.966 delegados con derecho de voto o
solamente de voz, 1.108 personas, es decir más de mitad, fueron arrestadas bajo
acusación de crimen contrarrevolucionario" [15].
Sintiendo bien la
atmósfera del "centralismo democrático" de Belgrado, D. Budisa
formuló ya en febrero de 1971, casi un año antes de su arresto: "¿Hay algo
más fácil que desacreditar a su adversario política y moralmente ante la
comunidad que distanciarlo artificialmente de los principios políticos de esta
sociedad? ¿Hay alguien a quien resultaría más fácil hacerlo que a aquellos que
desde su posición oficial en la estructura de dicha sociedad y por este mismo
hecho tienen "derecho" a determinar lo que es la verdadera actitud
política de acuerdo con su propio juicio?".
Todo este ideario
gastado, lo reencontramos en el caso que nos inquieta. Por eso nos parece
perfectamente exacta la opinión de quienes consideran terminado "el camino
especial yugoslavo hacia el comunismo". Los elementos humanitarios
liberalizantes desaparecieron y la reestalinización avanza a grandes pasos.
No obstante, el
fenómeno no es tan sencillo. Las persecuciones desatadas actualmente en Croacia
tienen un trasfondo muy complicado. Junto con los dedos del "centralismo
democrático" de Belgrado, se entrevén también los del moscovita. Moscú y
Belgrado tienen interés en aniquilar el "liberalismo" en Croacia.
Cada uno por su cuenta. Sin lesionar visiblemente el status quo internacional,
los dos "enemigos" han conseguido él objetivo: el proceso de
disgregación del monolitismo fue parado. Las cuentas sin saldar entre las dos
capitales se arreglarán más tarde. Moscú, con la reinstalación del stalinismo
real en Belgrado, ha ganado el primer round. El antistalinismo oficial y formal
vigente todavía en Belgrado, acabará de acuerdo con el desenlace de muchos
factores de carácter internacional enredados en torno a aquel país. Las fuerzas
que están detrás del curso actual, son simpatizantes de la solución pro
soviética. Ellas están en mejores condiciones para desprenderse también del
antistalinismo formal. Con un placet de Moscú y desde la posición de poder, lo
hará Belgrado. No es, pues, Croacia, ni sus comunistas recientemente
"depurados", ni el pueblo croata quienes podrían llamar a los rusos
en su ayuda, según erróneamente cree el señor Salvador De Madariaga, y así
facilitar a Moscú dar "un paso gigante hacia el Mediterráneo" y la
conquista del continente europeo (****).
Son las fuerzas servias que ya lo hicieron. Depende solamente de las
circunstancias para que esto sea claro también a los más obstinados optimistas.
No es Croacia -nunca lo fue- el lugar de donde amenaza el peligro para el mundo
libre. El epicentro de ese peligro está en Belgrado.
Al comienzo de
este artículo hemos destacado el deseo de revelar la verdad del caso, pedir la
comprensión y la simpatía de la "mayoría silenciosa" del mundo
entero. Es por esto que no nos dirigimos, en primer término a los estadistas,
políticos y gobernantes. No obstante, para que esta voz no quede vox clamantis
in deserto y que resulte de alguna manera a favor de nuestros hermanos que
están sufriendo, nos dirigimos a la Comisión Internacional de Juristas. Al
deplorar la violencia en Irlanda la misma dijo públicamente: "La Comisión
nunca ha aceptado la teoría de que los asuntos relacionados con graves alegados
sobre violaciones de los derechos humanos están únicamente dentro de la
jurisdicción del país afectado y, por mucho tiempo, ha demandado vehementemente
el establecimiento de una maquinaria internacional apropiada para la
investigación de tales hechos, ya sea por medio de las Naciones Unidas o por
medio de organizaciones regionales".
¿Hay, pues,
posibilidad de una declaración o una intervención de esa honorable Comisión en
el caso croata?
¿Podemos dirigir
una semejante sugestión a la diplomacia vaticana? Ella, según nuestro parecer,
no debería tener otro objetivo que desempeñarse como diplomacia de los
principios y valores morales. "Hemos podido medir, dice el Sínodo Mundial
de Obispos, efectuado a fin del año pasado, la inmensidad de la injusticia que
teje alrededor de los hombres de esta tierra una red de dominaciones,
opresiones y explotaciones que asfixian las libertades e impiden a la gran
mayoría de la humanidad participar en la creación y el goce de un universo
humanizado para la realización de todos... La Iglesia tiene el derecho y el
deber de proclamar la justicia (a escala social, nacional e internacional) y a
denunciar las situaciones concretas de injusticia cuando los derechos
fundamentales y la salvación misma del hombre lo exigen". (En "La
Opinión", Buenos Aires, 17 de diciembre de 1971, pág. 4).
Creemos que lo
expuesto puede convencer a todos de que en este caso de la rebelión croata hay
una "oportunidad dada" para invocar un derecho superior al positivo.
Los croatas viven en un Estado que nunca reconocieron como suyo y bajo un
régimen de clara opresión nacional, política y cultural, y en condiciones duras
de explotación económica. Se trata de hechos indiscutibles, claros, accesibles
a toda mente humana recta. Sin necesidad de recurrir a las teorías jurídicas,
políticas o filosóficas de moda.
Studia Croatica
se siente servir a la humanidad con la interpretación auténtica de la rebelión
de los universitarios croatas y de sus motivos nacionales, ubicándolo dentro de
los términos que acabamos de transcribir y explicar. Pero ¿qué es de esperar?
¿Hay detrás de las palabras solemnes también el valor necesario para
respaldarlas?
Tihomil Radja
Tanto en su teoría como en su aplicación el concepto y la práctica de la autogestión se hallan lejos de ser precisos y elaborados, de modo que todo ese sistema está nebuloso y en pañales. Los pensadores socialistas de todos los tiempos raras veces se abocaron a ese problema y menos aún los teóricos burgueses. Conforme a las investigaciones realizadas, parece que acerca de la autogestión se ocupó más extensamente Alejandro I. Herzen (1812-1870), filósofo y crítico ruso, influenciado por Proudhom y Bakunin. En cambio, Marx y sobre todo Engels y Lenin repudiaron enérgicamente a Herzen y sus ideas concernientes a la autogestión[16].
Entre los autores
yugoslavos el primero en referirse a la autogestión fue Boris Kindric en el V
Congreso del Partido Comunista de Yugoslavia, y más tarde en un trabajo teórico
titulado Desde los socialistas utópicos hasta los consejos obreros.[17]
Ya el título resulta característico, por cuanto parte de los llamados socialistas-utopistas
y no del socialismo "científico" de Marx, Engels y otros. En general,
en la literatura yugoslava sobre la autogestión siempre se recurría al lema
"las fábricas a los obreros", que Marx supuestamente habría recalcado
en el Manifiesto Comunista ya en 1848. Pero como de los lemas no se vive ni se
produce, era necesario hallar el justificativo teórico y las soluciones
prácticas a la vida económica dentro del marco de la autogestión. En ese
sentido hubo varios intentos en la Yugoslavia comunista. En el campo empírico
resultan más importantes los estudios publicados por M. Korac y J. Zupanov,
colaboradores del Instituto económico de Zagreb.[18]
Entre los
trabajos teóricos cabe destacar los de Sime Djodan[19]
y de Eduardo Kardelj[20],
aunque los de este último tienen más bien carácter político que
científico-analítico.
En cambio,
algunos economistas norteamericanos, particularmente Jaros Vanek[21],
enfocaron con más criterio científico el problema de la autogestión obrera
desde el punto de vista económico.
Por otra parte,
la aplicación concreta y la experiencia histórica de la autogestión en la
sociedad industrial (por ej. ciertas "communautés de travail" como
"Boimondo" cerca de Valence en Francia) son muy contadas y sin
mayores alcances o a menudo negativas como lo enseña la historia del
cooperativismo de consumo, de producción de otras formas. Pensando en esos
problemas, siempre me acuerdo de la frase del economista francés, Charles Gide,
gran teórico y entusiasta promotor del movimiento cooperativista, que reza:
"C'est comme au cortége, á la tete il y a la musique et a la queue
marchent les pompiers!" Por consiguiente, en el enfoque teórico del
cooperativismo (también en la autogestión) hallamos mucho entusiasmo y en la
práctica sólo desilusiones.
Se impone pues
estudiar la historia del cooperativismo mundial y especialmente del croata
(zadrugarstvo) para vislumbrar las posibilidades y los límites de la
autogestión en la Croacia de mañana. A modo de una constatación preliminar,
cabe acotar aquí que tanto el cooperativismo de consumo como de producción en
Occidente a menudo se transformó, de uno u otro modo en mayor o menor grado, en
el sistema capitalista de la producción y distribución de bienes. Análogas
experiencias se extraen de la aplicación de la participación obrera en las
empresas capitalistas, siendo el mejor ejemplo la experiencia tenida por el
complejo industrial Volkswagen en Alemania, donde la mayoría de los obreros muy
pronto vendió las acciones que les había regalado la empresa. En cuanto a las
experiencias occidentales y otras en autogestión y, en general, en la
participación obrera en la forma que sea, los logros varían conforme al país,
el grado de industrialización, la mentalidad, etc. Si no me equivoco, Francia y
Alemania llevan la delantera en ese sentido, pues en dichos países los comités
obreros gozan de amplios derechos, desde la facultad de revisar las operaciones
financieras de las empresas hasta la administración de todos los servicios
sociales, lo que obliga a los patrones a cuidar los aspectos humanos y sociales
en la labor común y no mirar exclusivamente el lucro de sus empresas.
Es menester
recalcar que si bien en los países libres la participación obrera se opera en
las condiciones de libertad, tanto en el cooperativismo como en las demás
formas de la cogestión obrera se observan numerosos fracasos, una evolución
lenta e incluso retrocesos. Por cierto que aquí no cabe culpar "al
ambiente capitalista" ni tampoco la mentalidad "capitalista",
subyacente en cada uno, sino en primer lugar la mentalidad del obrero quien
ante todo busca la seguridad en el empleo y la mejor remuneración y no el
riesgo, congénito a toda empresa de la economía del mercado. Además se tropieza
con serios inconvenientes en la administración, ya que numerosos y demasiado
amplios cuerpos directivos no pueden conducir con éxito a una empresa. Por
último, y por cierto no sin sobradas razones, varios sindicatos no miran con
beneplácito distintas formas de participación en la propiedad y la dirección de
las empresas. Visto con amplitud, el problema de la autogestión afecta la
sociología, la política, la economía, la técnica conductiva de una empresa, la
teoría y la función del Estado, la teoría económica e incluso la moral y la
filosofía. Por lo tanto, el problema de la autogestión resulta muy complejo y
no puede resolverse con determinados lemas o el cambio constante de las normas
relativas a la gestión económica como ocurre en la Yugoslavia comunista.
El experimento
"yugoslavo"
Veamos ahora lo
que pasó en la Yugoslavia comunista con la tan promocionada autogestión.
Implantada a principios de 1950, se debió más a la necesidad de los dirigentes
comunistas de presentarse en el conflicto con Stalin "más papista que el
Papa" que al resultado de las necesidades concretas de la economía
nacional en ese momento. Por lo demás, introduciendo aunque sea formalmente la
llamada autogestión obrera, los comunistas yugoslavos en esos años estaban
destruyendo radicalmente los predios rurales familiares, la artesanía e
industria casera que han sido y siguen siendo mejor modelo de autogestión que
lo logrado por los comunistas yugoslavos hasta la fecha[22].
Según ya mencioné, la base teórica de la autogestión faltó y no pudo darse en
el marco de una estrecha ideología marxista, salvo una que otra acotación
marginal en los escritos de Marx y de otros teóricos. En cambio, se debatían en
una aguda contradicción entre el concepto de una economía planificada de tipo
stalinista, y la realidad de una empresa económica y sus necesidades
impostergables. En contraste con una empresa privada, cuya función fundamental
es la producción y la venta de los productos fabricados para asegurar su
existencia y progreso como también el trabajo y el pan para su personal, la
empresa "de autogestión" de tipo yugoslavo, seguía siendo la parte
integrante de un plan global que regía también para las empresas. Dicho
sistema, no pudo ser otro que la economía planificada de tipo centralista, por
cuanto primero se concibió como instrumento para la creación de una nueva
sociedad y luego fue el esquema organizativo de la vida económica y social.
Aprisionados en
esta contradicción de la que no lograron zafarse todavía, en lugar del anterior
plan centralista aparecieron otras estructuras también centralistas como
bancos, entidades exportadoras, etc., pues también hoy una empresa "de
autogestión" depende de esos centros de poder, como los países satélites
de Moscú, lo que podríamos resumir como sigue: Lo principal es que las empresas
cumplan la voluntad de los factores gobernantes y sirvan a sus intereses,
aunque fueran dirigidas en forma irracional, antieconómica y al fin de cuentas
en desmedro de los intereses obreros.
Eso sería lo
principal y lo fundamental en el experimento actual yugoslavo. Es innegable que
en todo ese proceso hubo también aciertos y resultados positivos, pero lo que
acabo de decir es el hilo conductor de dicho proceso. De ahí los demás fracasos
del comunismo yugoslavo en todos los ámbitos de la vida pública. En síntesis:
-Prometían una
sociedad sin diferencias de clases y ahora las hay más que antes.
-Prometían un
inaudito progreso económico y lo que realizaron lo hubiera hecho con menos
sacrificios y padecimientos el gobierno "burgués" más incapaz.
-Prometían la
justicia social y la igualdad, observándose ahora más injusticia y más
desigualdad que en ninguna otra época.
-Presumían haber
resuelto el problema nacional, y no son capaces de otorgar a Croacia el margen
de libertad y de autonomía que tenía en las postrimerías del régimen monárquico
dictatorial.
-Se jactaban de
la autogestión y los obreros viven en el nivel más bajo de los proletarios
europeos. Tal es el balance negativo de comunismo yugoslavo, en el que no
pueden sustituir todos los slogans acerca de la autogestión obrera, ya que se
trata del monopolio de distintas estructuras y centros de poder, que todo lo
supeditan a sus propios intereses. Lo fundamental queda y las contingencias se
rigen conforme al viejo adagio francés: "Plus ca change, plus c'est la
méme chose".
De ese modo tras
los fracasos catastróficos de la dirección rígida y burocrática de la economía
hasta los comienzos de los años 1950, desde entonces y hasta 1965 la llamada
"comuna" reemplazó a la burocracia directa planificada y se convirtió
en la cinta trasportadora de la voluntad de la clase dirigente del partido
comunista en el campo económico. En dicho período todo estaba sometido al
control comunal: el régimen arancelario y operativo, el programa de producción,
la política de "bases", la aplicación de las leyes en empresas, la
distribución de las ganancias, la gestión de créditos, etc. Después de 1965, es
decir, con la introducción de la Reforma (económica) en lugar de la comuna (que
en el ínterin va adquiriendo los atributos del clásico municipio burgués)
aparecen nuevas estructuras bancarias y financieras, desempeñando desde
entonces el papel de intermediario entre la empresa y las estructuras
gobernantes. Esa nueva estructura -analizada con lucidez y perspicacia por
Hrvoje Sisic en su libro Las cuentas limpias, subrayando su perniciosa tutela
sobre la economía croata- -se está transformando en algo que cabría definir no
como la autogestión sino como socialismo financiero, cuyo peligro advertían
desde hace tiempo los socialistas austríacos cuando se referían al
"Finanzsozialismus". Para ilustrar mejor esta situación relativamente
nueva, consignaré un solo dato. Mientras en 1966 las empresas entregaban a los
bancos el 32% de lo que les quedaba al pagar todas sus obligaciones, ese
porcentaje en 1969 era de 50% y va en constante aumento.
En semejante
situación no cuesta imaginar los conflictos potenciales entre las empresas y el
banco por una parte y las empresas y sus obreros, por la otra. Por ese motivo y
por otras razones, sobre todo las de orden organizativo, la autogestión se
concentra en las empresas pequeñas, se convierte en el refugio de los débiles e
impotentes de la democracia, de los obreros, estudiantes, intelectuales,
campesinos y de otros desamparados en el marco de una sociedad, dominada por el
neocapitalismo salvaje y el "socialismo financiero" donde rigen
exclusivamente la ley del más fuerte y la estructura gobernante. Por otra
parte, las perspectivas de semejante "autogestión" no son nada
halagüeñas. El dirigente Jakov Sirotkovic en un acto reciente en la Facultad de
Ciencias Económicas de Zagreb reconoció sin tapujos que la autogestión estaba
degenerándose en capitalismo de grupo, mientras que Eduardo Kardelj (teórico
comunista yugoslavo y uno de los principales jerarcas) en el Congreso de los
dirigentes de la autogestión, celebrado en Sarajevo, apenas vislumbró y
prometió una sociedad nueva como una imprecisa visión del futuro. En contraste
con los organismos dirigentes, los estudiantes croatas sustentan la idea de la
autogestión con la aplicación inmediata, igual que los intelectuales y otras
clases, no sólo por razones tácticas como una defensa contra los centros
gobernantes sino como un modelo de organización de la futura sociedad croata.
Las estructuras
gobernantes, es decir los círculos que por los años 1965 sometieron a su control
e intereses, a los bancos y las finanzas, el comercio exterior e interno, etc.,
de hecho están saboteando la autogestión y de esos centros del poder económico
y financiero provienen las demandas más insistentes por la competencia libre,
el movimiento libre de capitales, por la necesidad de que se afirmen los más
capaces, etc., en el sentido de los atributos fundamentales del capitalismo
clásico que, de hecho, no existe más en Occidente. En eso consiste precisamente
el carácter reaccionario de las ideas y acciones sociales, económicas y
políticas de las estructuras gobernantes. Los estudiantes, intelectuales y
otras clases croatas con razón rechazan el retorno al capitalismo y en la
situación actual ven la oportunidad histórica para organizar la futura sociedad
croata de conformidad con las ideas progresistas, alineando de ese modo a
Croacia con las naciones más avanzadas, con los precursores del modelo social
que se implantaría en el siglo próximo. No cabe duda que esos afanes tienen
mucho de utópico, pero lo esencial es que las élites croatas figuran entre las
más progresistas del mundo, confiriendo a las aspiraciones nacionales y
sociales croatas un carácter vanguardista.
Por ello, el
problema de la autogestión debe tratarse con seriedad, pues considerando la
composición nacional de Yugoslavia y el imperialismo enano de Servia, el
sistema de autogestión constituye, en la etapa actual, el escudo y la defensa
de los intereses individuales y nacionales, mayor autonomía de cada república.
Por otra parte, el proceso global de la economía croata de la posguerra indica
que en los cambios económicos futuros se dará mayor énfasis a la dirección y al
funcionamiento del sistema económico que al problema de la propiedad. Idéntica
tendencia se observa en los países capitalistas, donde hoy es más importante si
los directores se portan como propietarios prescindiendo de quien es el
propietario. En la Croacia actual se actualiza este problema, pues las fórmulas
vigentes y el concepto de "la propiedad social" no significan nada y
automáticamente crean las condiciones de trabajo y de conducción, en las que
nadie es responsable de los fracasos y quebrantos. En general, en la economía
de Croacia reina tal irresponsabilidad que es un milagro que los quebrantos no
hayan sido mayores.
Por lo tanto, la
problemática de la autogestión debe proyectarse hacia el futuro no a través de
la lente de la situación momentánea, sino de lo que quedará de ella. Me
limitaré aquí a ciertos aspectos funcionales y tipológicos de la autogestión en
Croacia. Desde el punto de vista funcional se plantean los problemas
siguientes:
1º - Si el
beneficio (la ganancia, profit) es el
móvil de una empresa capitalista, la empresa de autogestión aspirará a lograr
mayores ganancias y ese afán será su fuerza motriz. Dicho sin cortapisas, el
capitalismo maximiza la ganancia y la autogestión el beneficio. Para los
consumidores eso significa la tendencia a incrementar los precios en ambos
casos, especialmente si una empresa es un monopolio. En ambos casos se plantea
el problema de cómo obtener los medios para las nuevas inversiones, sobre todo
para la renovación tecnológica. El capitalismo moderno resuelve esos problemas
como puede, y seguramente una empresa de autogestión procederá de modo análogo.
2º - Se plantea
también el problema de la circulación de informaciones en la compleja
estructura de una moderna empresa industrial. Mientras, por ejemplo, en un
pequeño establecimiento industrial cada obrero comprenderá sin dificultad los
aspectos técnicos y comerciales del negocio, en las empresas grandes eso no
ocurre. Por eso, necesariamente en una empresa de autogestión se crea un grupo
de dirigentes tecnócratas que fácilmente puede chocar con la masa obrera. En
consecuencia, las atribuciones económico-técnicas de los dirigentes se
convierten en poder económico y político. Por ese motivo me parece que también
en la sociedad de autogestión serán tan necesarios los sindicatos obreros como
en la actual sociedad capitalista.
3º - En el
estricto sentido socialista, la autogestión no constituye para los obreros el
marco social más importante, por ser todavía tradicional la familia monogámica,
mientras que el obrero aspirará a maximizar el ingreso de su familia y pasar el
mayor tiempo posible en el seno de familia y el menor en la empresa.
4º - Si
imaginamos la autogestión en el marco de un sector económico -digamos la
industria del calzado-, cabe una o varias empresas. Si hay una sola y grande,
entonces es un monopolio y sus secuelas serán negativas para el consumidor, sea
la empresa capitalista o de autogestión. En ambos casos el consumidor reclamará
la intervención estatal. Si hay varias empresas y de menor capacidad
productiva, se impone la diferenciación y en última instancia las mejores
empresas absorberán a las más débiles. Aquí surge el problema no sólo de cómo
dirigir a una empresa de autogestión sino cómo regular las relaciones entre una
"buena" empresa de autogestión con otra "mala". Sé que
caben varias soluciones técnicas, pero queda el problema fundamental, es decir
si las "buenas" empresas repartirán los beneficios con las
"malas". Claro que para impedir la diferenciación del proceso, el
Estado podría prohibir el cierre de las empresas "deficitarias" y la
creación de empresas grandes, lo que se reduce a que los buenos pagan por los
malos y en definitiva es el consumidor quien paga los platos rotos, etc.
Por todas esas
razones objetivas y muchas otras no consignadas, los más destacados economistas
croatas recomiendan abordar el problema de la autogestión con enfoques
pragmáticos y conforme a las necesidades concretas de la economía croata y
menos desde el punto de vista técnico e ideológico. Marcos Veselica (*) en el referido acto conmemorativo de la
Facultad de Ciencias Económicas dijo entre otras cosas: "Ante todo es
necesario explicar en forma teórica y práctica lo que es la moderna economía
croata y en qué lógica productiva-social-económica está desarrollándose".
Tal enfoque demostrará, entre otras cosas, que el problema de la autogestión se
planteará de una forma en la agricultura y de otra en la industria. A su vez,
dentro de la agricultura este problema se encarará de un modo en la hacienda
individual campesina y de modo distinto en los extensos complejos agrícolas.
Dicho paso, no veo cómo la autogestión podrá resolver el problema de las
complejas relaciones entre los consorcios agrícolas y las propiedades
campesinas individuales, siendo ambos sistemas de vital importancia para la
economía croata.
Además, el
problema de la autogestión se planteará de un modo en la industria grande y de
otro en la pequeña. Paralelamente se planteará también el problema de la
propiedad. El problema de la propiedad y la iniciativa privada surgirán sobre
todo en los sectores de artesanía, el turismo, el pequeño comercio y en
distintos servicios, basados más o menos en la mano de obra familiar.
Lo antedicho me
lleva a extraer las conclusiones siguientes:
1º - La
autogestión, en su esencia, es una concepción de las relaciones sociales; como
tal la interpreta y acepta el pueblo croata, de modo que no cabe su aplicación
en condiciones de "un ambiente antidemocrático" como es el caso en la
Croacia actual. La prueba de ello es que hoy en Croacia, como lo destaqué más
arriba, la autogestión es la teoría. y la práctica de
los débiles y los desamparados.
2º - Por ser un
sistema democrático, la autogestión presupone las reglas democráticas del juego
en todos los niveles y sectores de la vida social.
3º - Por su
carácter democrático la autogestión necesariamente debe ser tolerante y aceptar
también otras formas económicas: la capitalista, la de pequeña propiedad, la
del capitalismo estatal, etc. Lo fundamental es que cada una de esas formas
económicas debe ser igual para los impuestos y gravámenes estatales. La
tolerancia no es sólo uno de los atributos del juego democrático, sino que está
incluida en el principio de la coexistencia pacífica y del pluralismo político.
4º - En los
futuros cambios y reestructuraciones de la economía croata, el sector de la
autogestión tendrá un punto de partida mejor y más amplio que las demás formas
de la vida económica. Será incluso más fuerte que el sector estatal, puesto que
el Estado suele administrar los establecimientos no rentables. Por lo tanto, la
autogestión tendrá el deber de demostrar y probar su vitalidad en una
competencia, libre e igual con los demás sistemas económicos.
No debemos
olvidar aquí que muy poco progresaron intentos parecidos experimentados en
Occidente pese al régimen democrático imperante. Acaso lo impida el mismo
carácter del capitalismo. No lo sé, pero opino que la autogestión en Croacia
debe tener en cuenta esos hechos, pues puede ocurrir que se está experimentando
algo que ya tiene sus precedentes y por lo tanto se malgastan esfuerzos, dinero
y tiempo.
Como pensamiento
final de esta exposición sumaria, opino que las discusiones acerca de la futura
reestructuración de la economía croata no debe obnubilar nuestros ojos,
impidiéndonos ver el bosque a causa de un árbol. El bosque es la economía
nacional croata que debemos sacar del tremendo atolladero en que se halla, y
ofrecer trabajo y pan a todos los croatas y en primer lugar a centenares de
miles de jóvenes que desde varios años están trabajando en Europa occidental,
construyendo con sus mejores energías el bienestar de otros pueblos, mientras
la economía croata está en ruinas.(**)
(Traducido del
croata por Branko Kadic)
Tihomil Radja
En lugar de la
convertibilidad, una nueva devaluación del dinar
A pesar de que se
está acercando la época más activa del turismo, los bancos occidentales
(Frankfurt, Zürich, Trieste) siguen comprando dinares yugoslavos según el
cambio de 15-16 pfenings alemanes (centésimos) por cada nuevo dinar, lo que nos
dice claramente que el promedio de esta cotización real está por debajo en un
16% del oficial.
La cotización
interna del dinar es más baja todavía, lo que reconoce también Vjesnik (del 19 de abril de 1972)
abogando por "la defensa permanente del valor real" del signo
monetario yugoslavo. Por otra parte, es ya de dominio público que el Comité
Ejecutivo Federal (gobierno central) comunicó oficialmente el 27 de diciembre
de 1971 que el dinar iba a ser devaluado nuevamente cuando se produjera una
baja real del 12% (Ekonomska Politika del 19 de enero de 1972). De acuerdo con
esta información, en círculos especializados se espera con razón que el dinar
sufra una devaluación ulterior del 15 al 20%.
Lógicamente,
Belgrado intenta evitar con todo una nueva devaluación, la tercera en los
últimos 15 meses. Para obtener divisas necesarias y de esta manera postergar
provisoriamente la devaluación inevitable, Belgrado está intensificando su
propaganda turística en Occidente, tratando de convencer a nuestros obreros en
el exterior y a otros exilados para que continúen remitiendo más divisas a la
patria y, por órdenes de Belgrado, una propaganda similar está desarrollando
también el actual gobierno satélite de Zagreb (VUS del 19 de abril de 1972,
Suplemento especial para el exterior).
Nadie se opone al
envío de divisas a la patria, pero sí en las condiciones económicas y políticas
actuales. Si podría, y cuando, mejorar el actual estadio político-económico,
depende de una serie de factores. Ante todo, hay que esperar y ver cómo será la
nueva ley sobre la actividad financiera con el exterior y especialmente cómo
serán los reglamentos relativos a la cotización del dinar. El gobierno satélite
actual de Zagreb, propuso para tal propósito condiciones mínimas, de forma tal
que la voz croata en estos asuntos "de común acuerdo e
interrepublicano" resulta la más débil. Los eslovenos, por el contrario,
formulan categóricamente sus exigencias ante Belgrado coincidiendo en medida
considerable con los intereses croatas en este tan sensible sector financiero.
En consecuencia, si el gobierno de Zagreb sostiene las exigencias eslovenas y
todo se acepta, entonces redundará a favor de les que, obligados a solventar
los gastos de sus familias, deben remitir divisas a la patria.
Esta sería la
primera condición, pero no la más importante, la que sería asegurar la
convertibilidad plena del dinar ante signos monetarios occidentales, es decir,
asegurar su libre cambio con marcos, dólares, francos, etc. tanto en la patria
como en el exterior y de acuerdo con una cotización firme y no como hasta
ahora, en que los bancos occidentales lo compraban por un precio muy inferior
al oficial y los bancos yugoslavos vendían divisas por un precio muy superior
al del valor oficial.
Sin embargo,
resulta difícil creer que el régimen de Belgrado -de generales y policías-
podría aceptar y cumplir estas condiciones esenciales para una actividad
financiera normal.
En efecto, este
régimen tiene sus variadas razones para no hacerlo así. Primero, si los
generales y UDBA (aparato policial-partidario) aceptan leyes de una actividad
financiera normal, no podrían manipular más el proceso económico valiéndose de
actos ilegales de la burocracia federal, a cuenta de la cual el señor Ivan
Atelsek, el ex director de la gran empresa eslovena "Gorenje",
declaró recientemente: "Se trata de un mal sistema de medidas, donde es
posible que un funcionario con un plumazo decida la suerte de una empresa,
incluso de una rama entera de la economía. Uno puede enviar decenas de cartas,
pero la contestación por parte de la administración federal no llega, a pesar
de que de esta contestación depende la producción" (VUS, 19 de abril de
1972)
Segundo: si los
generales y la UDBA aceptan la convertibilidad del dinar entonces el ministro
de Guerra, general N. Ljubicic, no podría presionar más sobre el SIV, (gobierno
federal) y sobre el Banco Nacional de Yugoslavia para que sigan emitiendo más
billetes sin medida y control porque la convertibilidad exige la aceptación de
cierta disciplina monetaria.
De esta manipulación
real habla de una manera más clara el hecho que la burocracia federal en estos
últimos años venía aumentando el circulante en un 25% anual que se empleó
principalmente para cubrir los fondos militares, policiales y otros,
denominados oficialmente como "Balance Federal Extrapresupuestario".
La tercera y la
más importante de estas razones es que la convertibilidad del dinar reforzaría
necesariamente las relaciones económicas (lo que quiere decir también
políticas) con el mundo occidental. Los jefes militares y policiales de mayor
envergadura es decir, los que realmente detentan el poder en Belgrado, no
quieren estas relaciones sólidas con Occidente bajo condición alguna.
Lógicamente, las mismas son menos deseadas todavía por los amigos y protectores
de Belgrado en Moscú".
Después de la
visita de Brezhnev a Belgrado en septiembre del año pasado, las relaciones
soviético-yugoslavas están desarrollándose con ritmo acelerado. Ya en diciembre
del año pasado, el vicepresidente del gobierno soviético N. I. Bajbakov regresó
a Belgrado donde, junto con el ministro de Economía yugoslavo, J. Sirotkovic,
formó una comisión mixta, para la cooperación recíproca de los dos países. La
misma puede considerarse como reactivación de las ex sociedades mixtas
soviético-yugoslavas del período anterior al año 1948, cuando se produjo el
conflicto entre Stalin y Tito.
Paralelamente con
numerosas delegaciones yugoslavas, en Moscú estuvo también en marzo pasado el
secretario federal de Economía, B. Dimitrijevic, que mantuvo conversaciones
sobre la cooperación entre la industria pesada soviética y su similar
yugoslava. Por fin fue firmado (3 de abril de 1972) un convenio, entre otras
actividades del comité mixto, relativo al intercambio de mercaderías por un
valor de 4 mil millones de dólares en el período de 1971-1975.
De esta manera la
Unión Soviética se convierte en el principal cliente del comercio exterior
yugoslavo: cerca del 20% del comercio exterior de Yugoslavia desde ahora
corresponderá a Rusia.
Es interesante
destacar que el intercambio anterior entre Rusia y Yugoslavia fue calculado por
un monto de 2,7 millones de dólares. En diciembre último pasado Bajbakov exigió
aumentarlo por más de 600 millones y, en las recientes tratativas en Moscú, el
mismo agregó otros 700 millones de dólares. El monto total de intercambio
alcanza ahora la cifra imponente de 4 mil millones de dólares. Además, están
previstos otros varios créditos por parte de los soviéticos como también inversiones
directas en la economía de Yugoslavia. En este rubro no se consiguió todavía
consenso definitivo con excepción del crédito para la industria del aluminio
(120 millones de dólares) y para la financiación de obras ferroviarias en la
línea Belgrado-Bar.
Los convenios
relativos a las inversiones soviéticas fueron previstos para marzo pasado, pero
se los postergó para el otoño próximo. De acuerdo con ciertas interpretaciones,
la postergación fue debida a que muchas empresas (yugoslavas) no desean
inversiones soviéticas, aduciendo para ello muchas y variadas excusas. Así, por
ejemplo, sería éste el caso de INA de Zagreb (nafta) y de ISKRA (Eslovenia). La
misma razón, siempre de acuerdo con la opinión mencionada, motivó la renuncia
de 20 directores de las diferentes empresas eslovenas.
El reciente
protocolo soviético-yugoslavo prevé además la intensificación del intercambio
turístico, calculándose en breve una afluencia a Yugoslavia de 100.000 turistas
soviéticos en el curso de este año.
Lógicamente, todo
esto inquieta a los círculos democráticos tanto en la patria como en el
extranjero, porque resulta evidente que las relaciones entre Moscú y Belgrado
están robusteciéndose después de la caída de los líderes croatas (comunistas en
el mes de diciembre de 1971).
(Los dos
artículos traducidos del periódico Nova Hrvatska (Nueva Croacia), Londres, mayo
de 1972, pág. 15 y 19, firmados por T. R.)
Traducción: F. N.
A continuación transcribimos en castellano la opinión de un esloveno quien observó personalmente los acontecimientos al estallar la crisis en Yugoslavia en noviembre-diciembre del año pasado. Esta opinión, en forma de informe, fue publicada en el periódico esloveno en Buenos Aires "Smer v Slovensko Drzavo" (Rumbo hacia el Estado esloveno), Nº 43/72, cuyo director es el Dr. Tine Duh:
El ataque a
Croacia fue preparado por Tito
Lo que sucedió en
Zagreb, en Croacia y (en Yugoslavia en su totalidad) creo que está dirigido
hacia un golpe de Estado en dos etapas.
La primera
consiste en que Tito sorprendió -sin aconsejarse previamente con alguno de los
líderes políticos, por lo menos con aquellos que suponía, no iban a dar su
consentimiento- con el proyecto de crear la Presidencia del Estado. Así dio
vida a un organismo sin subordinación y que no tiene responsabilidad alguna
ante nadie, ni siquiera ante el Parlamento. De esta manera, puede personalmente
decidir según su antojo. El objetivo fue el poder absoluto y no la preocupación
de Tito por su sucesión, como lo explicaron algunos comentaristas. La
Presidencia constituye un cuerpo colectivo, mientras Tito, en calidad de
presidente, mantiene en sus manos todo el poder, lo que se reveló claramente en
ese momento.
Ya con
anterioridad hizo lo mismo con el partido al crear la Presidencia del gabinete
ejecutivo. El Estado, gracias a este organismo, es idéntico en su cúspide que
el Partido. Es muy probable que dichos cambios le fueran sugeridos a Tito, y
según opinión general, por parte de la camarilla, perdió terreno en el abierto
proceso de liberalización, especialmente después de la eliminación de Rankovic
(famoso jefe del aparato terrorista policial después de la guerra, hasta 1966.
-N. obs.). Ayuda de la "Carsija" (camarilla) de Belgrado y del
ejército
Quiénes son los
que integran esta camarilla, es la cuestión del momento. Se cree que se trata
del vórtice, del punto central y el más elevado del granservismo, cuyo
representante actual es el ministro de Defensa, el general Ljubicic, con un
grupo de los generales más encumbrados y ex funcionarios de la UDBA (policía
secreta), de orientación granservia, encabezados por el mismo Rankovic en su
deseo de recuperar las posiciones perdidas.
Maniobraron con
cautela, paso a paso hasta que obtuvieron la influencia suficiente. Ante todo
conquistaron posiciones claves en el ejército. A estas dos agrupaciones -aun
cuando hablamos de dos, en realidad se trata de una sola- se ha unido el grupo
de viejos stalinistas, que antes de la guerra y durante la misma hasta 1947
constituían el punto más débil del stalinismo, hombres imbuidos por las ideas
de Stalin en cuanto a la solución violenta de los problemas, aplicando
decisiones administrativas, etc. Uno de ellos -y el peor- es Tito.
En Yugoslavia
solamente es posible la dictadura
Tito observó con
desagrado los recientes "ruidos" en el Estado que él ideó y organizó
en 1945, completamente centralizado a imagen y semejanza de la Unión Soviética,
a pesar de la formal existencia de las "repúblicas". Tito toleró la
eliminación de Rankovic, pero nunca se adhirió a ella sin reservas. Lo que
influyó decisivamente sobre su actitud ambigua fue el hecho que Rankovic
pusiera micrófonos también en sus habitaciones particulares. Tito vio que la
eliminación de Rankovic no servía tanto a sus propósitos como al de aquellos
que intrigaban contra Rankovic. Fueron los progresistas del Partido que ahora
están eliminados -los líderes croatas, algunos eslovenos y macedonios
(Crvenkovski) y quizás, Kardelj que ansiaba la herencia del poder y que no
congeniaba en todo con Rankovic-. Es posible que tuviera miedo de que le
ocurriese algo semejante a lo que le ocurrió a Boris Krajgher (esloveno).
Esta versión me
la contó un miembro no esloveno del Partido. Me dijo que Krajgher fue designado
para la presidencia del gobierno, pero que la "carsija" de Belgrado y
el ejército no le tenían confianza, considerándolo su adversario común. Se sabe
bien que él quiso aplicar consecuentemente la reforma económica (1965) y, por
su carácter enérgico, romper el poder de la "carsija" y de la camarilla
granservia militar. Eso lo demostró con anterioridad al negarse a visitar la
exposición de la "Armia Yugoslava" efectuada en Ljubljana, porque
todas las inscripciones y carteles estaban en serbio. Poco antes de tomar el
cargo, se mató accidentalmente con su auto, cerca de Belgrado, junto con su
hijo, en un viaje que efectuaba desde Eslovenia. El papel que Kardelj desempeñó
en el golpe de Estado, por ahora no se sabe, pero se creo que Ljubicic no lo
consultó.
Tito
personalmente fue quien prohibió el proceso judicial contra Rankovic, cosa que
pidieron algunos diputados en el Parlamento y suspendió también toda la campaña
publicitaria contra él de tal manera que no se habló más de Rankovic por lo
menos en la prensa diaria.
El sabotaje de la
camarilla granservia
Estos núcleos que
conquistaban y se aseguraban posiciones claves en el Partido y en Belgrado,
obstaculizaron realmente el proyecto fundamental de las reformas
constitucionales, las que quedaron solamente en esbozo -una vez más solamente
formalidades y declaraciones- para empezar nuevamente a manejar a Tito,
octogenario dentro de poco -en mayo tendrá 80 años- y quien está realmente
viejo, en todo sentido. Tuve la oportunidad de contemplarlo por televisión
antes de Navidad. En esa oportunidad pronunció un discurso muy combativo en una
pequeña localidad de Bosnia con motivo de celebrarse el 30 aniversario de la
fundación de la I brigada proletaria.
Amenazó, con su
voz senil y con rodillas inseguras, balanceándose detrás del pupitre oratorio y
golpeando impotente con su puño sobre la mesa, repitiendo cada palabra tres
veces, y recayendo evidentemente en su dialecto kajkaviano (de la región de su
aldea natal). Algunos piensan que está muy débil y bajo la influencia de su
mujer, una servia, posiblemente instrumento de los granservios. En todo caso es
un hecho que Tito se convirtió, como nunca lo fuera antes, en el instrumento de
la política granservia.
Motivo del golpe
de Estado
El motivo para el
desencadenamiento de los acontecimientos en Croacia lo dio la oposición de la minoría
serbia -realmente de los válacos, que fueron recibidos y protegidos por los
croatas en suelo propio durante las guerras contra los turcos y que, luego,
bajo la influencia de la Iglesia ortodoxa serbia se proclamaron serbios- a la
introducción del idioma croata en las escuelas y la vida pública en general. El
idioma no tenía que denominarse más como servio-croata o croata-servio sino
únicamente croata, mientras los manuales escolares deberían ser
"croatizados", apoyándose sobre el habla actual en Croacia y su
literatura nacional antigua. En los manuales de historia tenía que ponerse el
acento ante todo sobre la historia croata y así impedir la desproporcionada
influencia serbia en Croacia.
Hay que destacar
que los válacos constituyen en Croacia una minoría que no alcanza al 15% y que,
no obstante, en Zagreb, casi todos los directores de las escuelas secundarias
son serbios, al igual que el 60% de la milicia policial, así como también los
directores de las empresas económicas y los presidentes de las organizaciones
sindicales.
A fines del
pasado verano, los croatas quisieron realizar esta reforma. Pero los válacos se
opusieron, es decir, abandonaron las comisiones de reforma. Los serbios dominan
las organizaciones de los ex combatientes comunistas, porque éstos se
reclutaban en su mayoría en las regiones serbias. Los sindicatos, como hemos ya
dicho, están también en manos de los serbios y ex miembros de la policía
secreta (UDBA). Desde allí empezaron sus primeros ataques, eliminando a los
destacados representantes de la orientación nacional (croata), como Veselica y
el vicepresidente de los sindicatos Saric, y luego centraron sus ataques desde
los organismos de ex combatientes. Así, por ejemplo, el distrito de Sibenik (en
Croacia litoral, obs. n.) los serbios prepararon la oposición armada contra el
gobierno en Zagreb. Por fin comenzó a presionar el general Ljubicic -el asunto
fue bien sincronizado- en su calidad de ministro de Defensa nacional, convenciendo
a Tito para que se decidiese a intervenir personalmente.
Después del
partido, el ejército serbio
Círculos bien
informados me confirmaron que el poder decisivo lo tiene el general Ljubicic y
que es él quien tomaría las cosas en sus manos si hoy o mañana sucede algo con
Tito.
Mirando con
realismo, en Yugoslavia no es posible esperar otra cosa que la dictadura
militar-comunista -claro de orientación stalinista- al terminar la época de
Tito, porque cualquier otra alternativa significaría la disgregación de
Yugoslavia.
De acuerdo con
las informaciones que pude obtener, el general Ljubicic restablecerá un
gobierno de mano dura con hombres flexibles, manejables por él. Este gobierno
traerá lo peor que los pueblos de Yugoslavia pueden esperar. En efecto, a los
serbios no les importa mucho la democracia y la libertad, porque están
interesados en su hegemonía. La policía secreta (UDBA) recuperará nuevamente su
poder anterior, si no lo tiene ya.
En Croacia y
Eslovenia se han prohibido muchos periódicos y revistas, están arrestados todos
los líderes de las organizaciones universitarias croatas y muchos estudiantes.
En una palabra, sobre Croacia pesa el terror. La gente tiene miedo de hablar en
alta voz, porque una sola palabra dicha con buena intención, podría entenderse
como una crítica de lo que está pasando.
Además, la gente
tiene miedo de que un fanático serbio pueda apuñalarlo o pegarle un tiro. La
gente me dice que hasta se podría perder la vida incluso en la televisión si
alguien osase defender allí a la Dra. Dabcevic-Kucar, por ejemplo. La sesión
del Comité Central del P. K. de Croacia, en que ésta entregó su renuncia, fue
transmitida por la televisión. Tal era la psicosis en aquel momento en Croacia.
¿Cuál es el
estado de ánimo, en consecuencia, de la gente en Eslovenia? Debo reconocer que
la mayoría, especialmente la parte culta, enseguida se dio cuenta de lo que
pasaba, cuando la propaganda granservia de la UDBA preparó todo para que los
eslovenos se alistasen en la persecución de los croatas. Su argumento principal
fue de que el liderazgo croata del Partido se había ligado con los rusos y que
había planeado entregar Rijeka a los húngaros. Cada serbio residente en
Eslovenia, difundía esta propaganda.
La
democratización del régimen yugoslavo es un mito
Hoy no caben
dudas en el público del país o del mundo de que los "slogans" acerca
de la democracia en Yugoslavia son un simple mito. En efecto, en los Estados
comunistas, al igual que en la Unión Soviética, se han desprendido con más
decisión de los métodos stalinistas después de la muerte de Stalin, que en
Yugoslavia.
En la Rusia
Soviética hubo muchos procesos y condenas revisados en el período
poststaliniano, mientras en Yugoslavia hasta ahora no hubo uno solo con
excepción en el último mes, cuando retiraron la acusación o liberaron algunos
de sus partidarios (L. Mrzel, quien, mientras tanto murió, V. Kopac y algunos
otros). De qué naturaleza es el régimen de Tito y cómo fácilmente reincide en
los viejos métodos "administrativos" puede verse ahora cuando
"decapitó" a la jefatura del partido de Croacia. Según mi opinión, el
dictador, un viejo de casi 80 años, cometió con esto un grave error político.
La humillación
del pueblo croata
Tito ha humillado
y castigado al pueblo croata de una manera absolutamente inmerecida y demostrado que el régimen yugoslavo en Croacia en realidad
es un régimen de ocupación. En efecto, cuando los rusos ocuparon a Checo-Eslovaquia se comportaron con más consideración y no
arrestaron a los estudiantes como tampoco eliminaron la totalidad de sus
líderes.
Dudo que con esta
opresión se pueda asfixiar el movimiento de liberación y de progresismo en
Croacia; más bien, se acumulará una tensión política enorme que estallará con
facilidad en rebeliones sangrientas y con un arreglo de cuentas con los
serbios. Todo esto, lógicamente, es viento en la popa de los ustacha,
sirviéndoles como prueba de que con una oposición democrática interna y legal
nada se puede conseguir de Belgrado.
¿Y los eslovenos?
Tengo la
impresión que nosotros los eslovenos estamos como paralizados ante estos
acontecimientos sin preparar una sola reunión o asamblea para deliberar sobre
lo que deberíamos hacer. Parece que vamos a esperar pasivamente hasta que los
serbios y los croatas resuelvan su conflicto para luego acercar nuestra sartén
a las brazas.
¿De qué sirve si
nosotros eslovenos tenemos ahora un gran número de grupos en sí aislados en
todos los continentes, cuando deberíamos tener un movimiento de liberación
fuerte en el mundo? No veo claro, qué es lo que nos impide reunirnos y dar
impulso a un movimiento más amplio. ¿No será, quizás, que nuestras cualidades
personales nos impiden reconocer la importancia de los demás? ¿0 será que
cultivamos la esperanza de desempeñarnos individualmente como factor de la
liberación eslovena? ¿O, por fin, tal vez, la persistencia en la propia
ideología política o de concepción de vida?
Hemos pagado
amargamente ya dos veces por Yugoslavia y no obstante soñamos con una tercera,
según viejo adagio, en nombre de la afinidad idiomática, la fraternidad, la
unidad, la economía común o del mercado común, la defensa, etc., a pesar de que
todo esto lo hemos sentido ya en carne propia. Tengo la firme impresión de que
a nosotros como pueblo nos han quebrado la columna vertebral y que caminamos
como rengos. No veo claro cuándo sucedió esto, quizás ya en el medioevo, quizás
en la borrachera del paneslavismo, o en 1918 o, tal vez, después de las
matanzas de 1945. Cualquiera sea la razón es un hecho que nos comportamos como
si estuviésemos mentalmente disminuidos y que no sabemos qué estamos haciendo o
gozando en nuestra propia humillación.
La juventud
universitaria
Debo reconocer
que quedé realmente sorprendido cuando me contaron cuán heroicamente se
comportaron los líderes de la juventud universitaria croata en los
acontecimientos de público conocimiento. En todas las reuniones acentuaban que
bien sabían qué clase de suerte les esperaba y que estaban preparados para todo
en defensa del honor, orgullo y derechos del pueblo croata.
La juventud
universitaria eslovena, en cambio, se comportó inexpresivamente y en realidad
se ponía del lado de Belgrado, convencida que su actitud era
"progresista" y que la lucha por los derechos nacionales es
"reaccionaria", "antirrevolucionaria" y "antisocialista".
Alguien dice que el régimen tuvo suerte por hacer de una gran parte de la
juventud eslovena, una juventud nacionalmente sin conciencia, de orientación
yugoslava o internacional, extremadamente oportunista. Aquella parte de la
misma, con conciencia religiosa, aun cuando se siente eslovena, no le interesan
los problemas políticos, sino solamente los problemas internos de la Iglesia
Católica y de su papel social, etc.
Visto todo esto,
no podríamos decir que están sin información e instrucción necesarias porque
circula en Eslovenia en abundancia la literatura foránea que cualquiera puede
obtener de tener algún interés.
El régimen que
corrompe
Nosotros en el
exterior nos equivocamos al subestimar el aparato de propaganda del régimen. Si
los alemanes fueron lo que fueron en la época de 1934-1945, ello se debió a la
propaganda hitleriana del régimen.
En Eslovenia,
especialmente después de 1945, se opuso la generación más vieja, esperando un
pronto cambio; fue oportunista, optando por un mal menor, temiendo un nuevo
regreso al stalinismo, mientras los jóvenes, en su mayoría, sucumbieron a la
ideología del régimen. No para convertirse en comunistas, sino que se sintieron
imbuidos de "ideas" de que era retrógrado todo lo que es nacional, y
progresista todo que es del régimen. A veces pienso que Jurcec (periodista,
publicista y escritor esloveno en la Argentina, director del quincenal
"Sij Slovenske Slobode" muy bien redactado -n. obs.), se equivoca
cuando afirma que el pueblo esloveno es el mismo de 1935 o 1944. No, es diferente,
un pueblo cambiado (incluso individualmente). Yo los siento a los eslovenos
aquí, en Europa, como ajenos, extranjeros. Son fríos calculadores de bienes
materiales, balcaneses incluso hasta en su modo de hablar.
Los eslovenos en
el exterior ¿somos culpables?
Evidentemente es
culpa nuestra porque no les ofrecemos alternativa alguna al jugar egoístamente
a "líderes" sin preocuparnos por el pueblo de la patria, y sin ideas,
mirando sólo hacia nosotros mismos. Según mi parecer estamos, como pueblo, en
disgregación justamente por esto, porque no tenemos elaborada nuestra idea
nacional y estatal. Nosotros somos la primera generación eslovena en el
exterior que podría fácilmente elaborarla. ¿Y qué estamos haciendo? Cada uno
cultiva "su pequeña idea" peleando con todos, declinando colaborar
con los demás, ofreciendo solamente su variante. Todo esto parece infantil.
Estamos inmaduros tanto políticamente como en nuestra calidad de hombres. Creo
que hoy no hay un esloveno preparado para arriesgar apenas 24 horas de arresto
policial.
Créanme que no
estoy acusando a los eslovenos como tales, porque en la última guerra hemos
dado prueba de nuestra valentía y sacrificio, sino estoy acusando al régimen.
La podredumbre ha invadido al Estado entero, especialmente, a nuestro pueblo, que
fue políticamente el más inocente e inexperto y por eso el menos resistente.
Todo nos dice que la podredumbre del régimen está pasando al pueblo y que los
regímenes podridos son como un cáncer en el cuerpo del pueblo. Es evidente que
pueden liquidar a esos pueblos, disgregarlos y sacarles la fuerza y fe en sí
mismos, sea para siempre o por un cierto tiempo.
Son necesarios
acción y sacrificios
Ustedes dirán que
soy pesimista, pero no es exacto. Por el contrario, estoy convencido que existe
una solución, pero que para lograrla hay que contribuir a ella. Ante todo sería
necesario para que nos unamos en el exterior, que abandonemos el juego de
partidos y movimientos y elaboremos una "carta magna" de la política
eslovena en el futuro, con pocos puntos pero claros.
Pienso que
estamos atrasados y es mi presentimiento que nos acercamos a una nueva
catástrofe nacional si no nos preparamos a tiempo. ¿Quién se encargara de los
asuntos de la suerte del pueblo, si no lo hacemos nosotros? Aquellos pocos que
en la patria sienten inquietud por eso, están aislados, incluso ni se atreven
hablar acerca del asunto y menos para organizarse. Algunos honestos socios del
Partido están bloqueados, encadenados por la colaboración en el aparato
partidario que en cualquier momento puede inutilizarlos como sucedió en
Croacia. Por eso nos toca a nosotros. Estoy convencido que desde aquí empezará
a surgir una fuerza sana, vivificante, como, a la inversa, está manando ahora
la podredumbre moral del centro de Belgrado y Ljubljana,
(Traducido del
esloveno por F. Nevistic)
Hechos
registrados por la prensa chilena en 1903 con motivo de celebrarse el 73
aniversario de Francisco José I de Habsburgo
Prvislav
Weissenberger
Visión panorámica
desde el "centro del mundo"
Chile, país de
"geografía loca"[23],
ofrece, bajo varios aspectos, valioso material para el estudio de las
relaciones internacionales.
En lo que sigue,
se dedica especial atención a la prensa como fuente de información. Debido a la
extensión desproporcionada del territorio nacional a lo largo del Pacífico, en
la prensa, chilena, la que tiene una tradición distinguida entre la del subcontinente
americano[24],
es precisamente donde se encuentra una respuesta al desafío de los complejos de
aislamiento, creados por la distancia de los centros de desarrollo económico y
adelanto cultural. Parafraseando la declaración del visionario economista chileno,
Manuel de Salas, dada en vísperas de la Independencia[25]
que "abriendo nuestros puertos al tráfico con todas las naciones, nos
podemos considerar ubicados en el centro del mundo", podría aplicarse el
mismo criterio a la prensa chilena: conectándonos con las fuentes de
comunicación -en una época más avanzada principalmente a través de los cables
internacionales- estaremos bien informados de todos los acontecimientos del
orbe, aunque ubicados en el último rincón de la tierra.
La prensa chilena
registra de una manera prolija los principales sucesos internacionales del año
1903.
Las relaciones
con la República Argentina, después del acertado arbitraje de S.M.B. en el
litigio fronterizo (Canal Beagle), al entrar en una fase de fecunda
colaboración mutua, ocupan, desde luego, el primer lugar del interés público,
culminando en los festejos de la inauguración de la estatua del Cristo Redentor
en la cima más elevada del paso de los Andes (marzo de 1904). Les siguen en
importancia los problemas aún pendientes con los otros dos vecinos: Bolivia (un
tratado definitivo de paz) y el Perú (el futuro de Tacna y Arica). La amistad
tradicional con el Brasil, el que junto con la Argentina forma el núcleo de una
integración en varios campos de actividad, absorbe a menudo las columnas de la
prensa (Estados ABC). La tirantez de los EE.UU. de Norteamérica a causa del
Istmo de Panamá, así como la situación en Venezuela, México, Cuba y Puerto Rico
preocupan a la opinión pública, interesada en el respeto al principio de
solidaridad de los estados americanos.
Según la prensa,
la suerte de los boers perseguidos afecta mucho a los chilenos, que miran con
gran simpatía los planes de una eventual colonización en el sur del país de
elementos tan valiosos que podrían bien suplir la penuria de una inmigración
selecta.
La efervescencia
en el Lejano Oriente, donde el avance de las construcciones rusas choca con los
crecientes recelos de los japoneses, lo que pronto desembocará en un conflicto
armado, se relaciona directamente con los debates públicos sobre la
conveniencia de la venta de dos acorazados chilenos, todavía en construcción en
los astilleros ingleses, al Japón, pues a raíz del avenimiento con la República
Argentina en cuanto a la reducción recíproca de los armamentos navales, podía prescindirse
de las adquisiciones recientes para utilizar los fondos disponibles de la venta
en urgentes obras públicas.
La muerte del
anciano y aristocrático Papa León XIII y la elección del nuevo Pontífice, S.S.
Pío X, de humilde origen, ofrecieron a la prensa ocasión para amplios
comentarios, inclusive en lo tocante a las relaciones entre la Iglesia y el
Estado; pero fue sobre todo un insólito incidente el que tuvo resonancia aun en
el exterior: la oración fúnebre en el Templo Metropolitano de Santiago a cargo
de un locuaz presbítero, quien no escatimó en lanzar invectivas contra las
grandes potencias europeas, provocando así comprensibles protestas del Cuerpo
diplomático residente.
El interés
chileno por los Balcanes
Los disturbios en
los Balcanes, punto neurálgico ("el barril de pólvora"), donde se
entrecruzaban los intereses de las grandes potencias europeas, adquirían el
carácter de preludio de un conflicto mundial. La publicidad de los sucesos
balcánicos despertaba gran interés de los chilenos en general, pero de una
manera especial en la región productora del salitre, donde, además, vivían
núcleos de inmigración croata.[26]
El levantamiento de los cristianos contra el yugo turco en Macedonia hacía ya
percibir rasgaduras en el sistema creado para los Balcanes en el Congreso de
Berlín (1878).
Bulgaria apoyaba
las reclamaciones de sus connacionales en Macedonia; Serbia tampoco podía
quedarse indiferente por lo que sucedía en aquel crisol de razas, más aún
después del regicidio en Belgrado, el 11 de junio de 1903, que puso fin a la
dinastía Obrenovic, tildada de austrófila. Los sucesos sangrientos en Serbia,
por lo horroroso del procedimiento, habían estremecido a todo el mundo
civilizado. El auge repentino de los círculos militares conspiradores -cuya
influencia era manifiesta bajo la nueva dinastía de los Karageorgevich-, de
orientación rusófila, despertaban una viva preocupación en Chile, quizás más de
lo que podría suponerse por la distancia que le separa del escenario de los
acontecimientos.
Austria-Hungría,
la "monarquía a plazo" obligada periódicamente a prorrogar el Arreglo
del año 1867, entra en el año 1903 en una fase crítica, en vista de la tenaz
resistencia de la oposición húngara a la prorrogación de la ley de
reclutamiento y el presupuesto de los gastos comunes (ejército y marina,
relaciones exteriores y finanzas comunes). El Partido de Independencia (Kossuth
o el Partido de 1848), apoyado por otros opositores, exige la magyarización del
ejército reclutado en Hungría como condición previa para aprobar la cuota
húngara de reclutas, ya de por sí bastante baja en vista de la necesidad
imprescindible de aumentar el armamento al ritmo de las otras potencias.[27]
La amenaza magyar toca en los fundamentos del Arreglo austro-húngaro
(Ausgleich) del año 1867, por el cual el imperio de los Habsburgo consintió en
la partición de la Monarquía danubiana en dos estados con tal de preservar la
unidad del ejército y la política exterior, dos pilares de apoyo de la dinastía
en su afán de no dejar menoscabado el prestigio propio ni el de la Monarquía en
el concierto europeo.
El corolario de
la lucha entre Austria y Hungría lo presenta Croacia (*), la que, por su parte, lleva una
encarnizada oposición a la política del gobierno húngaro, abusador de una
posición de poder, en abierta contravención a las estipulaciones explícitas en
el Arreglo húngaro-croata (Nagodba) del año 1868. Las demostraciones en Croacia
y Dalmacia contra Hungría, reprimidas con excesiva violencia, revisten
proporciones alarmantes. Cuando los diputados croatas de Dalmacia o Istria, en
acto de solidaridad nacional, recurren a la intervención del Emperador en
Viena, y no encuentran el apoyo apetecido del monarca en un vibrante llamado se
dirigen a la opinión pública mundial[28].
La medida, tomada en un momento de desesperación, surte su efecto y tendrá
resonancia a largo plazo, contribuyendo a que la política croata se realizara,
distanciándose de la dinastía habsburguesa.
La reacción de
los croatas en Chile
Los croatas en
Chile, en su mayoría súbditos austriacos de Dalmacia e Istria, y un núcleo
menor proveniente del Litoral croata al sur de Rijeka, los que forman casi la
totalidad de los "austro-húngaros" en Chile[29],
reaccionarán de una manera espontánea y vigorosa en favor de la patria
oprimida, secundados en sus anhelos con evidente benevolencia por la mayor
parte de la prensa chilena.
Por lo tanto, la
memorable fecha, el 18 de agosto de 1903, el 73º aniversario del nacimiento de
S. M. Francisco José I, ofrece, a través de la prensa chilena, una prueba bien
evidente de la reacción croata libre de trabas; no existiendo censura de prensa
en Chile, tanto la política oficial-diplomática como el desborde de los
sentimientos sinceros de los croatas, en acto de solidaridad con la patria lejana,
tienen en la prensa su expresión adecuada y contribuyen al esclarecimiento de
los sucesos en aquel año crucial.
Por haber
transcurrido más de cien años del Arreglo húngaro-croata (1868), en una
perspectiva histórica pueden calificarse de funestas las consecuencias de la
desvirtuada aplicación de aquel convenio. Al mismo tiempo, ateniéndose a lo
acaecido en Chile -donde, por coincidir varios factores favorables, quizás más
que en cualquier otro lugar del exterior- la fuerte reacción de los inmigrantes
croatas ha tenido influencia sobre los mismas políticos croata-dálmatas,
quienes, alentados por sus connacionales en tierras lejanas, tomarán la
iniciativa años después para dar otro rumbo a las reivindicaciones nacionales,
tendiente a la emancipación completa de Viena y Budapest.
Establecimiento
de las relaciones diplomáticas Chile-Austria
En 1903 se
establecieron las relaciones diplomáticas entre Chile y Austria-Hungría[30],
cuyo primer Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario, conde Leonardo
Starzénski, acreditado ante el gobierno de Chile, con residencia fija en
Santiago, presentó sus credenciales a S. E. el Presidente de la República de
Chile, don Germán Riesco (1901-1906), el 16 de marzo de 1903. En su discurso en
tal ocasión, el conde Starzénski destacó que "el vivo interés con que el
Emperador y Rey, mi augusto soberano, sigue el desarrollo y el progreso
constante que se manifiesta en la República de Chile, ha determinado a Su
Majestad a establecer una Legación Imperial y Real con esta residencia".[31]
No se trata, por
supuesto, de una frase convencional, ya que Chile experimentó un progreso
indiscutible en los decenios después de haber incorporado a su soberanía las
provincias de Antofagasta y de Tarapacá" (1879), consiguiendo, en base a
la creciente producción, controlar el mercado internacional del salitre.
La población
subió de 2.527.041 en 1885 a 3.249.279 en 1907 [32]
y al mismo tiempo creció el número de los extranjeros en Chile de 87.077 a
134.524, lo que evidencia la atracción que ejercía en el exterior el auge de la
economía chilena.[33]
La provincia de
Antofagasta (departamentos de Antofagasta, Tocapilla y Taltal) donde se
registra el mayor número de "austriacos" en el Norte[34],
tenía en 1885 un total de 16.549 habitantes. La población subió en el próximo
decenio a 21.678, para experimentar después un aumento acelerado, alcanzando la
cifra de 69.978 habitantes en el año 1907. La población de la ciudad de
Antofagasta subió de 7.588 en 1885 a 32.496 en 1907.
La provincia de
Tarapacá (departamentos de Tarapacá y Pisagua) tenía en 1885: 45.086
habitantes, en 1895: 89.751 y en 1907: 110.036, lo que da una idea del
desarrollo de esta provincia (Iquique, la capital de Tarapacá, tenía, en el año
1907, 40.171 habitantes).
La población del
Territorio de Magallanes, en el extremo sur, aunque había progresado en el
anterior decenio, alcanzaba en 1885 sólo la modesta cifra de 2.085 habitantes,
pero subió a 5.170 en 1895 y, según el censo de 12 años después, aumentó más de
tres veces, a 17.330 en 1907.
Los inmigrantes
de Austria-Hungría en 1885 no representaban ni un décimo de alemanes en Chile,
esto es, 674 (alemanes 6.808, italianos 4.114), pero ya 10 años después, en
1895, son 1.550 (alemanes 7.560, italianos 7.797), y, según el censo de 1907,
ascendieron a 3.813.
En 1907, en la
provincia de Antofagasta había un total de 890 austriacos (766 hombres y 124
mujeres), mientras en la provincia de Tarapacá había 415 (355 hombres y 49
mujeres).
Entre un total de
la población urbana del Territorio de Magallanes (Punta Arenas) de 12.199 en el
año 1907, hay 4.354 extranjeros y de ellos 1.217 austriacos (817 hombres y 400
mujeres), los que ocupan el primer lugar entre los extranjeros, seguidos de 846
españoles, 610 británicos, 317 italianos, 271 alemanes, etc., mientras entre la
población rural hay 544 austriacos (467 hombres y 77 mujeres), lo que da un
total de 1.761 austriacos entre 6.499 extranjeros en el Territorio de
Magallanes. Entre los pobladores rurales, los austriacos tienen casi la misma
participación que los británicos (574) y los españoles (551).
En Valparaíso y
Santiago, las provincias más pobladas, los datos para el año 1907, registran
218 y 207 súbditos de la Monarquía danubiana, respectivamente, y es probable
que este aumento se realizó después de los años 1900-1903, ya que, según
noticias del año 1900, al constituirse la primera Sociedad austro-húngara de
socorros mutuos en Valparaíso, la forman 38 caballeros austro-húngaros, en su
mayor parte con apellidos croatas[35].
En la capital,
Santiago, al reunirse la colonia austro-húngara para recibir en la estación al
Ministro, conde Starzénski, se mencionan en los diarios los señores: Rodolfo
von Braun, Catone Nicoreanu, Rosenfeld, Wahlrath, Schmoelzer, Isakiewicz, etc.,
pero no figura entre ellos ni uno con apellido croata, por lo que es probable
que la colonia en la capital fuera bastante reducida en aquel momento[36].
En las provincias
de Valdivia y Llanquihue, regiones agrícolas y forestales, adjudicadas
primordialmente a la colonización alemana, el Censo del año 1907 incluye 75
austro-húngaros (57 hombres y 18 mujeres), y 62 (28 hombres y 34 mujeres),
respectivamente, pero en los informes diplomáticos, en cuanto accesibles, jamás
se hace mención de esos austro-alemanes, de Silesia, quienes junto a los grupos
de alemanes del Reich, a través de los agentes de inmigración chilenos en
Hamburgo, fueron atraídos a Chile, en un plan reiterado de colonización en las
regiones sureñas, en los años 1871-1872, viajando sin pasaportes o con un
pasaporte colectivo, y siendo alemanes acudían, en caso de necesidad, a las
representaciones consulares del Reich alemán. Una huella durable de estos
austriacos se encuentra en el nombre de la aldea Neu Braunau, pues procedían de
Braunau y sus alrededores (quizás inclusive allende de la frontera), de la
Silesia austriaca, lo que no hay que confundir con Braunau en Alta Austria,
lugar de nacimiento de Adolfo Hitler.
La inauguración
de la residencia de la Legación austríaca - 73º natalicio del emperador
Francisco José
El primer
Ministro de Austria-Hungría acreditado en Chile tenía el mismo encargo para
Bolivia y el Perú, pero debido a varias epidemias en los puertos del Pacífico
(peste bubónica, viruela, etc.) y las cuarentenas que se aplicaban para el
caso, tuvo que aplazar el viaje al Norte hasta octubre, no teniendo así la
ocasión de establecer antes contacto personal con las colonias austriacas en
Antofagasta, Iquique y Taltal. Su actividad, por lo tanto, se reducía a la organización
paulatina del servicio diplomático y consular, cumpliendo con ello las
reiteradas solicitudes de las colonias.
De acuerdo con
las costumbres diplomáticas, la fiesta nacional, el 73º aniversario del
natalicio del Emperador y Rey, ofrecía una propicia oportunidad para inaugurar:
públicamente la residencia de la Legación, brindando un recibimiento a las
autoridades, el Cuerpo Diplomático y las relaciones sociales.
El diario de la
tarde, Las Ultimas Noticias de El Mercurio, en su columna
dedicada a la vida social, da a conocer, ya el 12 de agosto de 1903, que
"con motivo de ser el 18 del presente mes el aniversario del natalicio de
S. M., el Emperador de Austria, el Enviado Extraordinario de ese país ante el
nuestro, señor conde de Starzénski y su distinguida esposa(**), recibirán al Cuerpo Diplomático y a
sus numerosas relaciones, en gran recepción la noche de ese día. La fiesta
tendrá el carácter de un baile y asistirán a ella distinguidas personalidades
de nuestro mundo político y social".
Estas noticias y
las de los siguientes días sobre el mismo tema son comunicadas por telegrama a
las redacciones de los diarios en las provincias, y aparecen, en extracto, en
los diarios de Valparaíso, Punta Arenas, Antofagasta, Iquique y aun en Taltal.
El mismo vespertino,
el 17 de agosto, rectifica la anterior noticia, subrayando "que la
recepción de los señores de Starzénski no tendrá enteramente el carácter de lo
que entre nosotros se llama un baile, sino más bien lo que los ingleses
designan con el nombre de at hom", y el día siguiente aparece la noticia:
"Esta noche tendrá lugar en la Legación de Austria-Hungría un gran
banquete", dando a conocer los invitados, entre ellos S.E. el Presidente
de la República y los ministros del Interior y Relaciones Exteriores.
El diario de
mayor tirada y circulación en todo el país, El Mercurio de Santiago,
publica, el 18 de agosto, un artículo editorial, bajo el título "El
natalicio del Emperador de Austria-Hungría -Recuerdos de su vida", el que
ofrece un ejemplo de un bien documentado informe, amén de un juicio acertado,
características inconfundibles de esa redacción periodística a través de
decenios[37].
Es probable que al siguiente artículo le haya precedido alguna entrevista con
el diplomático austro-húngaro, interesado en que sus compaisanos se percataran
de la importancia de la fiesta patria. El relato refleja un espíritu
conciliador, tendiente a familiarizar al lector en lo posible, con la
"idea austríaca" arraigada principalmente en la dinastía. En las
declaraciones ulteriores del conde Starzénski así como en las noticias de
inspiración oficial que aparecerán en el Norte, hay una afinidad con el
conmemorativo artículo editorial:
"S. M.
Francisco José I, Emperador de Austria, Rey de Hungría y de Bohemia, cuyo
natalicio se celebra hoy, nació el 18 de agosto de 1830 y es hijo mayor del
archiduque Francisco Carlos, 2º hijo del Emperador Francisco I. Su madre era la
archiduquesa Sofía, hija de Maximiliano I Rey de Baviera.
"En 1835,
subió al trono el Emperador Fernando, hombre que ni física ni moralmente era
capaz de desempeñar ese cargo. En 1848, Fernando abdicó y el trono pasó a su
hermano Francisco Carlos, quien lo renunció en favor de su hijo Francisco José.
Fernando vivió todavía largos años y murió en 1875.
"Los
primeros años del reinado de Francisco José sufrieron las perturbaciones
comunes en aquella época a casi todos los estados europeos. Las agitaciones en
Hungría provocadas en cierto modo por la vigorosa política del príncipe de
Schwarzenberg, opusieron serias dificultades al joven monarca.
"En 1853, un
húngaro llamado Libeny, quiso asesinar al Emperador y lo hirió gravemente con
un puñal.
"Posteriormente,
el Gobierno de Francisco José ha sido más feliz y de él puede decirse que es
uno de los pocos monarcas constitucionales que han conservado autoridad
efectiva e influencia real. Ha tenido en sus manos no sólo el nombramiento de
los ministros sino también la dirección de la política. Posee gran conocimiento
de los negocios, extraordinaria actividad y claridad de entendimiento.
"Aunque
respetuoso del sistema parlamentario, no ha dejado nunca de ser el verdadero
director de la política internacional, financiera y administrativa de sus
países.
"La guerra
con Prusia, en 1866, tan desgraciada para Austria, se sabe que fue resistida por
el Emperador hasta donde el honor de su país se lo permitió.
"A su
talento se debe la posición que Austria ocupa hoy en el equilibrio europeo,
aliada con Alemania e Italia.
"En su vida
privada, Francisco José ha sido víctima de terribles catástrofes.
"Su hermano
Maximiliano, héroe de la aventura imperial de México, murió fusilado en
Querétaro.
"Su hijo
mayor, el archiduque Rodolfo, cayó envuelto en la horrible tragedia de
Mayerling. Hasta hoy es un misterio cómo murieron el príncipe Rodolfo y la
hermosa baronesa Vetzchera a quien amaba.
."La ilustre
Emperatriz Isabel, mujer de un talento y hermosura excepcionales, fue
miserablemente asesinada en Ginebra por un anarquista.
"La viuda
del archiduque Rodolfo, Estefanía, se casó en 1900 con el conde Lonyaj,
sacrificando su rango y su posición con grave disgusto del anciano Emperador.
"Otro de los
miembros de la familia, el archiduque José Salvador, huyó en 1887 de la corte
de Austria, y con el nombre de Juan Orth, tomó el mando de un buque a vela.
Nunca se ha sabido qué suerte corrió. La hipótesis más aceptada en Viena, es
que naufragó en el Cabo de Hornos en un viaje de Buenos Aires a Valparaíso, en
1896.
"En medio de
estas desgracias, el ilustre anciano ha podido conservar la entereza de su
ánimo para seguir gobernando con sabiduría a su pueblo. Es hoy uno de los
soberanos más queridos de sus súbditos; en Austria y en Hungría se reconocen
sus virtudes y su talento.
"Francisco
José cumple hoy 73 años. Es el más anciano de los monarcas europeos después del
Rey de Dinamarca. Tiene una constitución vigorosa y lleva una vida metódica y
activa que permiten al Imperio austro-húngaro esperar que todavía su existencia
se prolongue por muchos años.
"Al saludar
el aniversario de su natalicio, hacemos los votos más fervientes por la
felicidad personal del Emperador y la prosperidad de los pueblos que forman su
Imperio.
"Por primera
vez, Francisco José está representado en Chile por un Enviado Extraordinario y
Ministro Plenipotenciario; y la elección que para ese cargo hizo de un
diplomático tan distinguido como el conde de Starzénski, prueban que tuvo el
deseo de fundar sobre una buena base las amistosas relaciones entre el poderoso
Imperio y nuestra República".
El más antiguo
diario santiaguino, El Ferrocarril fundado en el año 1855, entre sus
notas del día, registra el "Día onomástico de un soberano", dando a
conocer brevemente unos datos biográficos de Francisco José, destacando que
"su reinado, que alcanza ya 55 años, es uno de los más largos de la
historia", y en "vida social" apunta, con más precisión que los
otros, que "a las 91/2 p.m. tendrá lugar en la Legación una tertulia, a la
que han sido invitados el Cuerpo Diplomático y las relaciones del señor
Ministro".
El Ferrocarril,
con su excelente servicio de corresponsales en las provincias, se adelantó a
otros periódicos de la capital al publicar, el mismo día 18, un telegrama de
Iquique, expedido el 17. La noticia, no cabe duda, habrá provocado la primera
sorpresa desagradable al Ministro austro-húngaro pues revela nada menos que
"los comerciantes croatas cerrarán mañana poniendo el siguiente letrero:
"Por duelo patriótico" como protesta por la actitud de Francisco José
en los asuntos de Croacia".
La sorpresa no habrá
sido menor para los atentos lectores de El Ferrocarril, los que seguían
en la página literaria los últimos capítulos de la azarosa historia de
"María Teresa en Hungría" del Conde de Locmaria (traducida por El
Ferrocarril), pues en ella se exaltan a las tropas croatas que se
distinguieron por su valor y lealtad al trono. Fue el Sabor croata (Parlamento)
el que en el año 1712, anterior e independientemente de Hungría, aceptó la
Sanción Pragmática, propugnada por el último varón de los Habsburgo, padre de
María Teresa, la que establece la sucesión al trono en el caso de extinguirse
la línea masculina, asegurando así a su hija la herencia.[38]
El diario
radical, La Lei, fundado en 1894, así como el vocero del partido
conservador, El Diario Ilustrado, no traen el día 18 de agosto ninguna
noticia referente al onomástico de Francisco José. Estos diarios, de carácter
partidista, concentran su atención en la renuncia del Gabinete, presentada el
día anterior por la tarde.
El Diario
Ilustrado, por su parte,
parece haberse percatado de la omisión, ya que el día siguiente, el 19, después
de insertar en la primera página arriba las fotografías de los seis ministros
dimisionarios, "El ministerio que se va"[39],
publica un reciente retrato de Francisco José I, en vistoso traje de magnate
húngaro, poniendo de relieve en el breve texto, además de las virtudes
cristianas del festejado, los tristes sucesos familiares de los Habsburgo, los
que despertaban tanto el interés como la compasión del público chileno:
¡Imposible
saberlo! Puede que algún historiador futuro logre dar con la causa en algún
rancio mamotreto. Nuestros hijos lo sabrán por nosotros.
"La colonia
austriaca celebró ayer el natalicio de su Emperador que nació el l8 de agosto
de 1830 y que a pesar de su edad es uno de los reyes que promete más larga
vida. En su vida, sucesos trágicos han probado su resignación y su piedad
cristiana. Hermano suyo era el desgraciado Maximiliano, Emperador de México; su
esposa Isabel fue villanamente asesinada en 1898, en septiembre.[40]
"Francisco José se distingue por la nobleza de su carácter y su caridad. Numerosas historias se cuentan de él, tan edificantes por la bondad como por el valor y la grandeza de ánimo que las inspira.
"Es el
soberano que lleva tras de sí el amor y el respeto de su pueblo.
"Saludamos a
su representante en Chile, señor Starzénski".
Sobre el
desarrollo de la jornada conmemorativa, el amplio informe en El Mercurio,
el 19 de agosto, ofrece todos los pormenores conforme con el protocolo y al
gusto de la época, los que no carecen de interés, por tratarse del primer
recibimiento oficial y por el contraste con el ambiente en el que los súbditos
de la Doble monarquía, en su mayor parte, recordaron la misma fecha.
"Las fiestas
en la Legación de Austria-Hungría en conmemoración del 73º aniversario del
natalicio de S. M. Francisco José, se verificaron ayer en forma que habíamos
anunciado y con el más brillante éxito.
"En la
tarde, el señor Ministro recibió la visita del Encargado de Negocios de
Bélgica, señor J. van der Heyden y su secretario, de la mayor parte de los
súbditos austriacos y toda la colonia húngara residente en Santiago.
"En la noche
se verificó el banquete que anunciamos en nuestra edición de la tarde de ayer.
"El elegante
comedor de la casa que ocupan los condes de Starzénski, estaba soberbiamente
engalanado con las más hermosas flores de la estación. En vasos de cristal y en
ricas piezas de plata había una gran profusión de violetas blancas y moradas.
En la testera principal de la sala, sobre la amplia chimenea en madera, se veía
un retrato del Emperador y Rey Francisco José.
"Se sentaron
a la mesa, además de los dueños de casa, las siguientes personas:
"S. E. el
Presidente de la República, señor don Germán Riesco y señora, señor don Rafael
Sotomayor y señora, señor don Máximo del Campo [41]
y señora, señor don Agustín Baeza E. y señora, señor don Manuel Recabarren[42]
y señora, Excmo señor Pietro Monti, decano del Cuerpo Diplomático y secretario;
general señor don José Manuel Ortúzar, general señor don Jorge Boonen Rivera;
señor conde Trauttmansdorff, secretario de la Legación[43]
y señor don Rodolfo von Braun.[44]
"A los
postres, el señor conde Starzénski, hizo un afectuoso recuerdo de su Soberano,
invitando a los presentes a beber en su salud.
"Después del
banquete los salones comenzaron a llenarse de una concurrencia distinguidísima
que acudía a saludar al Ministro de Austria y su esposa.
"Las
diversas salas ofrecían un aspecto hermosísimo, decoradas con enormes bouquets
de violetas y juncos distribuidos en artísticas jardineras. Llamaban la
atención los ricos muebles, las obras de arte y la disposición general de los
salones arreglados con el mejor gusto. Debemos mencionar especialmente la
valiosa colección de viejos grabados en piedra y en madera que poseen los
señores Starzénski y que es acaso única en su género en Chile.
"Aun cuando
no se trataba propiamente de un baile, sino de una recepción en la forma
acostumbrada en Europa, algunas parejas aprovecharon los valses que una
espléndida orquesta ejecutaba en los intermedios de algunas piezas de
concierto.
"La
toilettes de las señoras eran lujosísimas. Muchos de los vestidos denunciaban
claramente grandes firmas parisienses. La mano de Doucet, Paquia, Redfern,
había pasado por allí.
"Eran más de
las 2 de la madrugada, cuando los invitados se despedían de los dueños de casa,
encantados de las formas tan delicadas y de tan buen gusto que había tenido la
fiesta de nuestro mundo diplomático y oficial".[45]
Desórdenes en Croacia y en Antofagasta
El mismo día, en
el diario de la tarde Las Ultimas Noticias de El Mercurio,
aparece, bajo el título "Manifestaciones hostiles en la Croacia" un
cablegrama, expedido de Viena en la misma fecha, que dice:
"La
celebración del aniversario del natalicio del Emperador y Rey Francisco José,
efectuada ayer, ha sido causa de grandes desórdenes en Croacia.
"Se
organizaron numerosos meetings de protesta; reuniones concluyeron en verdaderos
motines populares.
"Hubo en
varios puntos choques entre los manifestantes.
"Las
autoridades no pudieron impedir estos desórdenes.
"Resultaron
de estos choques cinco muertos y veinte heridos".
Ese diario
publica el día siguiente, el 20 de agosto, un telegrama de Antofagasta,
"Divergencias entre austriacos y eslavos" enviado el 19, en el que se
da a conocer brevemente lo acaecido en el puerto norteño: "Ayer, el
intendente de la provincia, de orden del señor Ministro de Relaciones
Exteriores, ordenó arriar la bandera eslava que flameaba a media asta y
enlutada en el edificio que ocupa la sociedad de esta colectividad. Había sido
izada en señal de protesta por los sucesos en Croacia.
"Esta medida
de la autoridad lleva alguna agitación en los círculos eslavos y dio origen a
algunas disputas entre Juan Balarin, austríaco y Mateo Vlahovic, eslavo; el
primero hirió con una bala de revólver al segundo.
"Se cree que
no tendrá mayor consecuencia en esta ciudad la divergencia entre austriacos y
eslavos".
El 20 de agosto,
todos los diarios santiaguinos registran que "el señor Ministro de
Austria-Hungría, conde de Starzénski, visitó ayer al señor Ministro de
Relaciones Exteriores para agradecer la visita que en nombre del Supremo
Gobierno le hicieron anteayer el señor subsecretario de Relaciones Exteriores y
el señor edecán de S. E. con motivo del natalicio de S. M. Francisco José I y El
Diario Ilustrado, al referirse a la visita, nos da a conocer que
"mientras se practican las gestiones para organizar un nuevo Ministerio,
los señores Ministros dimisionarios continúan asistiendo a sus oficinas y
firmando el despacho diario de sus respectivos departamentos". La visita
diplomática quizás se debe a la situación de emergencia, creada por los sucesos
en Antofagasta, los que en el caso del joven Vlahovic tendrán un desenlace
trágico que quedará silenciado en la prensa del país, con excepción de
Antofagasta.
Los croatas en Valparaíso cerraron sus negocios
En Valparaíso,
puerto principal y centro comercial-financiero de Chile, donde la colonia
austro-húngara residente tenía su sociedad de socorros mutuos, desde 1900, la
prensa local se limita a avisar a sus lectores, el 18 de agosto, que habrá
fiesta en la Legación de Austria-Hungría, situada "en la calle Miraflores
esquina N. O. de Huérfanos". El Mercurio de Valparaíso sorprende
por su laconismo, pues no hace ninguna referencia a los inmigrantes respectivos
y termina su crónica conmemorativa en tono oficial: "en este día de júbilo
para Austria-Hungría, cumpliendo con el grato deber de enviar un respetuoso
saludo al ilustre monarca S. M. Francisco José I, y uno muy cariñoso al primer Enviado
Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de esos países en Chile, el Excmo
señor conde de Starzénski".
El día siguiente,
el 19, aparece en El Mercurio de Valparaíso un telegrama de Antofagasta,
bajo el título "Los comerciantes croatas" que dice: "Los
comerciantes croatas en esta plaza cerraron hoy sus negocios en señal de
protesta por los acontecimientos últimamente desarrollados en Croacia y por la
actitud que asumió ante ellos el Emperador Francisco José".
El diario porteño
no trae, en los próximos días, ninguna noticia más de Antofagasta, debido
probablemente a la escasez de espacio, pues los festejos de despedida en honor
del Ministro de la República Argentina, señor don José Antonio Terry, quien fue
nombrado Ministro de Relaciones Exteriores en el país vecino, así como la
crisis ministerial absorbían por completo las páginas en aquel momento.
Los croatas en las regiones norteñas de Chile
El ya insinuado
cuadro sincrónico de los acontecimientos en Antofagasta, Iquique y en Croacia,
registrándose víctimas en el mismo día onomástico de Francisco José, exige una
breve explicación en cuanto al lugar especial que ocupa la colonia croata en
las regiones norteñas de Chile: el punto principal de su actividad es la ciudad
de Antofagasta, cuya importancia resalta aún más por su conexión con el
interior y, allende la cordillera con otra colonia igualmente próspera, la de
Oruro en Bolivia.
La provincia de
Antofagasta es la más estéril de Chile, pero abundan minerales de cobre, plata
y bórax y en aquel tiempo, sobre todo, sobresale la explotación del salitre,
dando gran incremento a la industria y comercio. El ferrocarril de Antofagasta
a Oruro, construido en 1889, en una extensión de 922 kilómetros, de los cuales
441 se encuentran en el territorio chileno, ha contribuido a que Antofagasta
fuera además el puerto para el comercio con el sur de Bolivia, donde también se
registran años de prosperidad notable:
"En el
período que comienza en 1900 hubo acontecimientos decisivos para la economía
boliviana. Las posibilidades que había abierto la construcción del primer
ferrocarril para el desarrollo de la minería, entraron en su fase de
realización. A partir del indicado año, el estaño constituyó la base de la
economía boliviana, habiendo sustituido a la de plata. Las cifras de su
exportación, que en el año 1895 habían sido 3.749 toneladas, subieron, en 1901,
a 21.816 toneladas".[46]
Para los inmigrantes croatas, Antofagasta no es solamente el centro de actividad económica sino también el del movimiento nacional de solidaridad con la madre patria. El hecho se explica por varias razones. Se trata de un núcleo compacto, proveniente, en su gran mayoría, de las islas Brac, Hvar y Vis, frente a Split, la ciudad más importante de Dalmacia y centro del movimiento nacional croata, bajo la guía de su alcalde, el Dr. Ante Trumbic, diputado en la Dieta dálmata de Zadar y en el Parlamento de Viena. Los pobladores de aquellas villas y aldeas isleñas, las que tenían el carácter más bien de pequeñas ciudades, con sus círculos de lectura, gozaban de un nivel cultural relativamente alto en comparación con las localidades dálmatas en el interior de la costa. Es un hecho que se refleja entre los inmigrantes croatas en esta región, donde ocupan una posición social de clase media y bien acomodada. En el departamento de Antofagasta, según el Séptimo censo general del año 1891, clasificados por profesiones, entre los 172 austro-húngaros, había 111 comerciantes y 41 empleados particulares (además: albañiles 4, herreros 2, ingenieros 2, mecánicos 4, mineros 1, pintores 1, etc.), lo que nos explica la reacción de este grupo, pues es la clase media por doquiera el sostén del movimiento nacional y progresista, y en el caso concreto de Chile, los inmigrantes tienen presentes los ideales que creían ver realizados en Chile (responsabilidad del gobierno ante el Parlamento, libertad de prensa, posibilidades de un ascenso social por méritos propios, etc.) que coinciden con el programa del Partido Croata del Derecho, cuya línea seguían fielmente.
Otro hecho de gran
importancia es la aparición en Antofagasta de un periódico en lengua croata, Sloboda
(Libertad), el 19 de marzo de 1902, como órgano de la colectividad eslava en
Antofagasta, el que es, al mismo tiempo, el único periódico de ese género en
Hispanoamérica.[47]
"Este
periódico es el primero que ve la luz pública -dice el editor en su primer
artículo, en castellano- en esta hospitalaria tierra, y como se nota en el
título y en la figura que se destaca en primer término[48],
es la encarnación en este caso de la libertad que nosotros los eslavos
deseamos".
"Su divisa
sería obtener la independencia, por la que lucharon los chilenos en 1810, tarea
magna que ha de ser simpática a cuantos no han renunciado a sus verdaderas
prerrogativas de hombres".
En los últimos párrafos, el mensaje inaugural reitera la hazaña misionaria: "Y por servir los intereses de la patria querida, de los particulares y de la colectividad aquí residente, nace Sloboda, modesto centinela que espera no cansarse en el puesto que voluntariamente ha escogido".
Al finalizar, en
tonos vibrantes, tiende Sloboda un puente hacia la tierra de los padres:
"Desde aquí, desde este apartado rincón del mundo, en donde las artes, la
ciencia, el comercio y la industria han hallado ancho campo para su desarrollo;
desde aquí, donde los derechos del hombre han encontrado inmensa esfera de
acción; desde aquí, donde no hay castas privilegiadas ni distinciones odiosas,
Sloboda, órgano de los eslavos, envía al suelo patrio las manifestaciones de
nuestros sentimientos y la voz de confianza y anhelo, que han de ser como rocío
bienhechor en el corazón de nuestros hermanos del suelo natal".
Entre los
periódicos de Antofagasta, el diario de la tarde, El Comercio, fundado
en el año 1897, parece el más propicio a la causa croata -no solamente por
dedicarle mayor espacio de lo que podría esperarse, por lo exótico del tema que
se ventilaba en un ambiente chileno con fuerte dosis cosmopolita- sino también
por su disposición de entrar en sendas polémicas en defensa de la actitud algo
doctrinal de los croatas.
En víspera del
onomástico, El Comercio publica en extenso en su página editorial, la
decisión tomada en la asamblea del Comité croata[49],
el domingo 16 de agosto de 1903, además de los discursos pronunciados, dos
hechos significativos, que pueden considerarse como una expresión genuina de
los sentimientos que animaban a la mayoría de los croatas en Chile. Por las
condiciones específicas, el momento y la forma en que fueron formuladas esas
declaraciones, ofrecen al investigador del movimiento nacional croata en el
exterior un punto de apoyo que le facilite comprender la actitud ulterior
frente a los cambios que experimentará la política croata, a iniciativa de los
croatas-dálmatas, y que redundarán en la Resolución de Rijeka, el 3 de octubre
de 1905, cuando la política croata se desprende de su aislamiento y encauza el
rumbo hacia una solución "sureslava" -balcánica.
Bajo el título: Los eslavos - Su reunión de ayer - Acuerdos patrióticos sigue el informe de El Comercio:
Desde días atrás
los diarios locales venían publicando un aviso por el cual se citaba a una
reunión de todos los eslavos residentes en este puerto.
"La reunión
se efectuó ayer con una concurrencia numerosa de eslavos y algunas otras
personas expresamente invitadas.
"Don Juan
Karstulovic, redactor y propietario de Sloboda, en idioma croata,
declaró formada la asamblea, a la cual presentó el Comité croata, compuesto por
los señores Esteban Bartucevic, Juan Ivanovic, Fernando Kevesic, Cosme
Giustinianovic y él, quienes formaron la mesa directiva. Hizo presente a los
asistentes, que la reunión tenía por objeto indicar y determinar el modo en el
cual se debe manifestar el duelo, por los muertos en Croacia, víctimas de la
tiranía del verdugo gobernador Carlos Khuen-Héderváry, Ban de Croacia,
Eslavonia y Dalmacia.
"Propuso a
los asistentes la elección como presidente de la asamblea del señor E.
Bartucevic, lo que fue unánimemente aceptado.
"El señor
Cosme Giustinianovic propuso como secretario al señor Juan Karstulovic, siendo
también aprobado por unanimidad.
"El
presidente señor Bartucevic indicó el objeto de la reunión, deplorando lo que
ha sucedido en la patria por culpa del Gobierno austro-húngaro y declaró
abierta la reunión concediendo la palabra.
La solicitó el
señor Kevesic quien en un brillante discurso, con el cual honramos hoy nuestras
columnas, pintó con mano maestra y lleno de ardiente amor patrio la actual
situación en las provincias croatas.
"Remitimos a
nuestros lectores a ese bello discurso que reproducimos más abajo.
"Tomó
después la palabra el señor Karstulovic, quien habló en idioma croata,
explicando las tristes condiciones en que se halla Croacia, bajo el dominio
déspota de Austria-Hungría. En breves términos describió la historia del reino
croata, el cual políticamente existe desde el año 903 por haber la nación
croata creado un rey de propia sangre, llamado Tomislav. El reino croata duró
200 años y tuvo su fin con la muerte del último rey croata Pedro Svacic en el
año 1102. Desde entonces, los croatas fueron dominados por los húngaros y
austriacos.
"Según el
tratado del año 1102 entre Hungría y Croacia, esta última debía reconocer como
rey croata, al rey húngaro Koloman, pero siendo siempre libre e independiente
en su propia administración y finanzas, debiendo solamente ayudar a pagar los
gastos comunes, y en caso de guerra socorrer a su aliada, Hungría.
"El tratado
fue renovado y aprobado el año 1868, pero el Gobierno húngaro nunca ha
respetado el tratado, sino que ha considerado al reino croata como dominio
propio absoluto.
"La arruinó
económica y políticamente, usando toda clase de barbaries, que la nación croata
no pudo más tolerar viendo atropellados sus derechos y los tratados de
1102-1868.
"En el mes
de abril del presente año se sublevó en contra del tirano gobernador
Khuen-Héderváry, ciego cumplidor del Gobierno húngaro y del rey croata porque
se les robaba millones a Croacia y se atrevían a poner emblemas húngaros en
tierra croata.[50]
"Querido
conde Pejacsevich: A propuesta de mi ministro presidente húngaro, lo nombro a
Ud. por la presente Ban de los reinos de Croacia, Eslavonia y Dalmacia".
Por debajo de la firma del rey figura la firma de Dragutin grof
Khuen-Héderváry; cfr. Antun Radic, o. c., T. V, pág. 188.
Es posible que
las sociedades croatas en Antofagasta o Iquique, al recibir el manifiesto de
los diputados de Dalmacia e Istria a la opinión pública mundial y los
comentarios respectivos que aparecieron en la prensa europea -tal como, p. e.,
el artículo de La Sera de Milán- hayan decidido de antemano concentrar sus
protestas contra Francisco José en el mismo día de su cumpleaños pero evitaron
después referirse a los cambios interinamente ocurridos con el propósito de no
quitar fuerza a sus argumentos que se fundaban en los recientes sucesos sangrientos.
Hay que tomar también en consideración que los croatas en Chile tenían motivos
para creer que el rey, al entregar el Gobierno de Hungría a un individuo a
quien se hacía responsable de los males de Croacia durante los últimos 20 años,
desde 1883, reiterándole la confianza, se solidarizaba con la política del
antigua ban y veían en ello un mal augurio para el futuro de Croacia bajo la
Corona de San Esteban.
"El
gobierno, o más bien el ciego cumplidor Ban, hizo desparramar tantísima sangre,
para sostener el abuso criminal trazado por el Gobierno húngaro, y que era lo
que originaba esa reunión".
Concluyó el señor
Karstulovic, que fue aplaudido calurosamente, como el señor Kevesic,
proponiendo a la asamblea la aprobación de la siguiente
Protesta
"Considerando
que las provincias de Croacia y Eslavonia, que forman parte del reino de
Croacia, Eslavonia y Dalmacia se encuentran en lamentable estado económico,
comercial, financiero por los abusos de ley y del principio social y
humanitario;
"Considerando
que el crimen cometido por el gobernador de Croacia, Ban de Croacia, Eslavonia
y Dalmacia, por haber hecho derramar sangre, aprisionando hombres, niños,
señoras y señoritas, redactores de diarios y curas, comandando a gendarmes,
policías y tropas de línea disparar contra la masa, habiendo además ahorcado a
dos padres de familia cuyas esposas se volvieron locas por el dolor;
"Considerando
que con esa tiránica medida se provocó mayormente la revolución en dichas
provincias y todo eso con aprobación del tiránico Gobierno austro-húngaro
expresa su sentimiento de protesta en forma siguiente:
"1. -
Protesta contra el Gobierno de Hungría por no haber respetado el tratado de
1102 entre el reino croata y húngaro, confirmado en el año 1868;
"2. -
Protesta contra el Gobierno húngaro por haber procurado el empobrecimiento de
la Croacia y Eslavonia, usurpar los millones de coronas invirtiendo estos
fondos a favor del reino húngaro;
"3. -
Protesta contra el Gobierno húngaro por haber publicado un mapa en el cual no
se nota la existencia de las dichas dos provincias croatas, para formar parte
de tierra húngara;
"4. -
Protesta contra el Gobierno y Ban de Croacia por no haber permitido, por medios
ilegales, abusos y fuerzas, la formación de asambleas populares, las cuales tendrían
como único objeto defender con protestas los sagrados derechos de la nación, de
reclamar que se observen las leyes y no se abuse de ellas;
"5. -
Protesta contra el Gobierno húngaro por tener él la culpa de la colosal
emigración croata, como que el pobre trabajador no puede hallar su sustento en
el patrio suelo, un día tan rico y próspero;
"6. -
Protesta contra el Gobierno de Austria-Hungría el cual autorizó y aprobó las
órdenes impartidas por el verdugo cumplidor Ban de Croacia, Eslavonia y
Dalmacia, de que la milicia, policía y gendarmes usen tan cruelmente de las
armas, matando e hiriendo a inocentes, como por haber injustamente y
bárbaramente usado de la horca;
"7. -
Protesta contra el Gobierno de Austria-Hungría por la abusiva y forzosa
introducción de los idiomas húngaro y alemán en las provincias croatas y
eslavas;
"8. -
Protesta contra el Gobierno austro-húngaro por el abuso de violar cartas
privadas, domicilios y suspender la entrega de telegramas privados y de interés
para la nación;
"9. - Protesta
contra el Gobierno de Austria-Hungría por no respetar la libertad de imprenta;
"10. -
Protesta contra el Gobierno de Austria-Hungría por las violaciones de derechos
en las elecciones de diputados y municipales, obligando a los funcionarios de
estado a votar en favor de candidatos que serían instrumentos ciegos del
gobierno con graves perjuicios a la nación;
"11. -
Protesta contra el ministro presidente de Austria, Koerber, por haber éste
cooperado a que el Emperador de Austria y Rey de Croacia, Eslavonia y Dalmacia
no quisiera recibir en audiencia los diputados que expresa y unánimemente
concurrieron a Viena para implorar su mediación a que no se derrame tanta
sangre de un pueblo tan fiel y defensor de la casa de Habsburgo, y que sea
respetada la ley por el mismo Emperador mencionado.
"Después de
aprobarse por aclamación los anteriores acuerdos, hicieron uso de la palabra
los señores Cosme Giustinianovic, Francisco Petrinovic (**) y el representante de este diario.
En seguida el
presidente señor Bartucevic encareció a sus compatriotas contribuir con un
óbolo para socorrer a las viudas e hijos de las víctimas de la hazaña del
tirano emperador de Austria.
"Además se
acordó clausurar mañana todas las oficinas y comercio de los croatas y mantener
en la sociedad eslava el pabellón a media asta durante ocho días.
"Al darse
por terminada la reunión, se vivó frenéticamente por la patria lejana y por su
independencia.
"Como
republicanos e hijos de un pueblo libre -comenta El Comercio al final de
su informe sobre la asamblea croata-, no podemos menos que aplaudir sin
reservas la actitud de la laboriosa y distinguida colonia eslava".
El discurso del F. Kevesic
Del largo
discurso del señor Fernando Kevesic, que publica El Comercio, será
conveniente dar a conocer algunos acápites que completan las anteriores
declaraciones:
"Los que de años vivimos en esta tierra, hemos aprendido a gozar de la más amplia libertad que nación alguna europea puede conceder ni jamás ha concedido: la prensa libre, la libertad de pensamiento no tiene trabas y a nadie debemos obligadas genuflexiones, a no ser las que la cortesía nos obliga.
"En nuestra
tierra la prensa debe callar todo lo que al gobierno no le conviene; la crítica
de sus actos no es permitida; la libertad del pensamiento no conocida, porque
¡ay! de aquel que osare expresarse en términos que no fuesen encomiásticos a
los actos de sus gobernantes; nuestros pasos son espiados, en fin, nosotros no
somos dueños en nuestra tierra ni de mirar, sin la voluntad y permiso de
nuestras "bondadosas" autoridades, que por felicidad nos concedieron
el ostracismo voluntario".
Pasando a los
problemas económicos, los que han provocado el descontento por el descuido de
los gobiernos de invertir en las tierras croatas, el orador los pone de
relieve:
"Bien lo
sabemos, compatriotas, que a nuestro cristiano y protector gobierno
austro-húngaro le debemos tan sólo las miserias que sufren nuestras familias en
las provincias eslavas. Los habitantes de ella no son súbditos; son vasallos,
son sus esclavos. El gobierno austro-húngaro jamás ha invertido en sus
provincias el 2% de las contribuciones que de ellas ha percibido, y millones de
ellas han ido a la Corte para incrementar el lujo, la holgazanería de tantos
príncipes y duques que solo viven del sudor, sangre y lágrimas de los eslavos y
para corromper con nuestro propio dinero la conciencia de muchos.
"Yo no me
doy cuenta cómo han podido soportar los eslavos ese yugo tiránico de
Austria-Hungría y no me explico cómo conociéndoles su valor no han imitado a
nuestros vecinos, los montenegrinos, servios[51],
y búlgaros. No me explico cómo los eslavos pueden admitir puestos honoríficos
del gobierno austro-húngaro, a no ser que haya que reconocérseles la más supina
ignorancia, una torpe ambición de figurar en puestos que lejos de sí debieran
arrojar[52].
"Señores:
Los eslavos de Austria-Hungría formamos más de la mitad de la Población de esa
decrépita monarquía, y bien lo saben los austriacos y los húngaros que no les conviene
darnos participación en el gobierno a que tenemos derecho por nuestro número y
por nuestra fuerza. Nos conocen tan bien, como nosotros a ellos, y de ahí
proviene en gran parte que cualquiera idea nuestra, de obtener algunas
ventajas, o impedir absurdas imposiciones, las obstruyan y acallen al nacer.
Pero han de aprender muy bien que, en el siglo actual, avanzan junto con los
progresos materiales los intelectuales, y que lo posible veinte años atrás, hoy
es imposible.
"Somos
grandes por el número, grandes por nuestra firmeza, grandes por nuestro
patriotismo, como también son grandes nuestras miserias. Todos unidos seremos
fuertes y respetados, y yo confío que esa unión que hoy veo perdurará y nos
alentará a seguir el camino que nos hemos trazado: ante la ignorancia, si no
debemos ser libres venga la muerte mil veces, que es preferible".
Al terminar su
discurso, Kevelic lanzó un grito en croata:
"¡Zivio
hrvatski narod! (¡Viva la nación croata!)".
El Comercio trae al final la lista de los asistentes, en total 45.
En su crónica del
18 de agosto, bajo el título "Natalicio" El Comercio registra:
"Con motivo
de ser hoy el natalicio del emperador de Austria-Hungría, los consulados y la
intendencia han mantenido izados sus respectivos pabellones".
A renglón seguido aparece otra noticia, bajo el título "Comercio clausurado":
"Respetando
el acuerdo tomado por la mayoría de los miembros de la colonia eslava, los
comerciantes de esa nacionalidad han mantenido hoy sus puertas cerradas en
señal de protesta contra el gobierno austriaco por los asesinatos y vejaciones
cometidas de su orden entre la gente del pueblo croata.
"En las puertas de esos establecimientos se ha colocado un letrero que dice:
"Duelo por
las víctimas de Croacia"
Conflicto
diplomático por la bandera croata
El Comercio del día siguiente, el 19 de agosto, publica en la página
3, bajo el título "Comentarios del público" la aclaración de los
hechos acaecidos:
"La falta de
espacio nos impidió ayer dar cuenta de un hecho que ha sido el tema de todas
las conversaciones y que generalmente se lo ha comentado con amargura.
"Referiremos
los hechos tal cual los hemos obtenido y de cuya veracidad garantizamos.
"A raíz de
la reunión celebrada el domingo último por casi totalidad de la colonia eslava
en la cual se tomó el acuerdo de izar la bandera de la sociedad de beneficencia
y socorros mutuos que tiene constituida en este puerto como protesta por los
atropellos y barbaries cometidos por las autoridades austriacas contra sus
connacionales el vicecónsul austriaco, don Jorge Sabioncello, pasó una nota al
señor intendente de la provincia pidiéndole ordenase arriar esa bandera, puesto
que, a su juicio, constituía un verdadero desacato al gobierno que
representaba.
"El señor intendente,
dando una vez más muestra de la cordura y buen tino que ha empleado desde que
se hizo cargo de su delicado puesto, contestó esa nota manifestando que ello no
era posible, por tratarse de una sociedad que poseía personaría jurídica en el
país y cuyo emblema o bandera no tenía nada que ver con la austriaca.
"El señor
Sabioncello se dirigió entonces al ministro austriaco acreditado ante el
gobierno de Chile quien, a su vez, se presentó al nuestro de Relaciones
Exteriores para pedirle ordenase el inmediato retiro de esa bandera enlutada.
"Y el
ministro caído, el ministro renunciante, obtuvo de su colega, el jefe del
gabinete, la ambicionada orden!
"Ella llegó
al caer la tarde y el señor intendente tuvo que hacerla obedecer.
"Serían las
5 p.m. cuando un piquete de policía, siguiendo a la primera autoridad de la
provincia -el representante del gobierno- intimaba arriar la bandera social de
una institución legalmente constituida en el país.
"No menos de
doscientas personas presenciaron esa escena que habla muy poco en favor de un
pueblo tan republicano y libre como es Chile.
"Y es
menester agregar que la bandera no fue arriada por ningún eslavo, que ninguno
se hubiera prestado para ello, sino por un oficial que obedecía órdenes
superiores.
"Y aquí
acaban estos comentarios. ¿Tiene el gobierno el derecho de allanar una casa
particular sin anuencia u orden de la justicia? ¿Dónde están las garantías
individuales? ¿Por qué el señor intendente se prestó para hacer un papel tan
deslucido, en lugar de enviar al prefecto de la policía o cualquiera otra
persona que lo representase? ¿Por qué se hizo un despliegue de fuerza que el
caso no requería?
"Puntos son
estos que han hecho subir a los labios de cuantos presenciaron esa escena las
más amargas protestas.
"En ningún
país culto, en ningún país libre hay ejemplo de un hecho semejante al que
narramos.
"Queremos
creer que ello haya sido causa del desgobierno que existe en el país y también
la falta de conocimiento de cómo se estilan las cosas por el norte.
"Aquí la
colonia eslava está compuesta por más de cuatrocientos miembros, y no alcanzan
a diez los que se han humillado al trono austro-húngaro. Luego, pues, es la
totalidad de la colonia eslava a la que se ha herido en sus más caros afectos,
en sus más íntimos sentimientos.
"Y se hace
necesario decir que la colonia eslava es la que más intereses posee en este
puerto y la que cuenta con más generales simpatías por su acendrado amor a
Chile, país en que se consideran verdaderamente libres, país que les ha
brindado franca hospitalidad y donde hasta hoy sólo tenían palabras de elogio.
"Pero estos
hijos de Dalmacia, Croacia e Istria no perderán su afecto al país que les da
albergue, por la torpeza de un ministro que ha desconocido por completo las
leyes de Chile y pisoteado la carta fundamental del Estado.
"Desde
luego, los eslavos pueden contar con la simpatías y con el cariño de todos los
hijos libres de este país, cuyo lema es
Libertad,
igualdad y fraternidad.
"Y para
terminar vayan nuestras censuras para aquellos que, siendo hijos de un pueblo
que puede ser libre, prefieren verlo aherrojado y pendiente de ominosa
cadena".
En la misma página, entre "Remitidos" aparece bajo el título "Antofagasta en estado de sitio" una aclaración del miembro del Comité croata, señor Cosme Giustinianovic, poniendo en duda la legalidad del paso tomado por las autoridades chilenas al sostener, entre otros argumentos, "debo decir que el señor Intendente de la provincia, al llegar personalmente acompañado de un piquete de la guardia del orden público, a arriar la bandera de la Sociedad eslava, se ha avenido a representar en este acto a S. E. el Presidente de la República de Chile, a cuyo mandatario no le corresponde ejecutar por su gusto semejante acto; porque para ello está el poder que le corresponde y como he dicho, judicial y no ejecutivo, el cual obra en el caso actual".
El diario
matutino, El Industrial de Antofagasta, fundado en el año 1880, registra
en su crónica del día 18 de agosto, que "con motivo de ser hoy el 73º
aniversario del natalicio del emperador de Austria-Hungría, Francisco José, la
intendencia y los consulados acreditados en esta ciudad, han mantenido izados
sus respectivos pabellones. Al recordar tan fausta fecha para Austria-Hungría, saludamos
a su representante en ésta, señor Jorge Sabioncello y por intermedio de él, a
la colonia austriaca residente en esta ciudad".
"Dada la
tensión que reinaba en la colonia eslava en Antofagasta, extraña el artículo
que aparece en la misma crónica, a continuación, bajo el título "Soberanos
y jefes de naciones asesinados":
"A propósito
del doble regicidio en Serbia, país habitado por salvajes, según sus acciones e
instintos, encontramos en el diario El Eco de Berlín, la siguiente
nómina de los soberanos y presidentes de estado, asesinados en el curso de los
últimos cien años...
"El total de
asesinados, según el cuadro adjunto, asciende a diez reyes, dos emperatrices,
una reina y ocho presidente de la república.
Al terminar su
exposición, El Industrial se pregunta: "Y después del último rey servio,
¿qué otros soberanos o presidentes caerán bajo el alevoso puñal del
asesino?"
El Industrial, el
19 de agosto, dedica un corto artículo al "Natalicio del emperador de
Austria-Hungría", destacando que "bajo su gobierno continuó (1848) la
guerra que podríamos llamar civil, aunque tuvo el carácter nacional porque
Hungría invocaba su constitución y libertades".
"Los
húngaros se sostuvieron con admirable heroísmo, y no obstante el apoyo de Rusia
a Austria, consiguieron victorias memorables, hasta que debilitados en muchas
batallas, hubieron de someterse, aunque de mal grado, por la inesperada
capitulación del dictador Görgey en Vilagos".
"A Francisco
José I se deben instituciones fundamentales del imperio, la unión de Austria y
de Hungría, y la Constitución vigente de 1861.[53]
"Varios
jóvenes de la colonia tuvieron un espléndido almuerzo ayer, en conmemoración
del natalicio de su augusto emperador, Francisco José I. Reinó en él mucho
entusiasmo. Hizo uso de la palabra don Jorge Garafulic, brindando por la
felicidad del emperador y por el cónsul, señor Jorge Sabioncello.
"El señor
Antonio Sabioncello contestó al señor Luksic, dándole las gracias y
felicitándose por la prosperidad y engrandecimiento de la madre patria.
"Todos los
invitados se retiraron complacidos de la manifestación".
El imperial y
real vicecónsul, señor Sabioncello[54],
acaudalado comerciante con ramificados negocios en toda la región, inclusive
Bolivia, tenía empeño, luciéndose por primera vez en el cargo honorífico, de
contrarrestar las protestas de sus compatriotas a través de manifestaciones de
lealtad dinástica, dándoles la correspondiente publicidad. Así, entre las
insertaciones en El Industrial, el 19 de agosto, aparece una lista de
súbditos austriacos, precedida por el siguiente acápite:
"Los
infrascritos, miembros de la colonia austriaca, residentes en este puerto,
vienen a tributar por medio de las presentes líneas y por conducto de nuestro
digno representante el cónsul señor Jorge Sabioncello, el saludo más sincero a
la madre patria, con motivo del natalicio de Su Majestad Francisco José,
nuestro augusto emperador".[55]
En el mismo
número del diario, el artículo editorial "El incidente de la Sociedad
Eslava" creía conveniente aclarar el procedimiento oficial, ya que "a
varios comentarios se ha prestado la intervención de la autoridad
administrativa por hacer arriar la bandera eslava.
"Muchos
sostienen que aquella intervención no es legítima, porque es atentatoria a la
libertad de que en Chile -república democrática- gozan sus habitantes, sean
nacionales o extranjeros.
"Es
conveniente establecer las cosas en su verdadero terreno para deducir las
conclusiones justas y convenientes".
El espíritu democrático de la prensa chilena
A continuación,
el articulista, guiado por razones de estado, aunque en tono algo polémico
(frente al punto de vista sostenido por El Comercio), asume una actitud
bastante prudente, mostrando aun comprensión para la causa nacional croata:
"Pero antes,
queremos dejar constancia que no nos guía ningún propósito hostil ni de
antipatía para con la numerosa colonia eslava de este puerto. Comprendemos bien
que el patriotismo herido se manifieste aún en forma violenta, lejos de la
patria natal, cuando hasta el confín del mundo llegan los ayes de duelo de un
pueblo oprimido: es un impulso del alma para el cual no existe marco alguno que
lo detenga.
"Ligado
Chile con lazos de estrechas relaciones diplomáticas con el Imperio
austro-húngaro, no podía desentenderse de la reclamación entablada por su representante
en Santiago; y de ahí, que el señor intendente de la provincia, en
obedecimiento de órdenes impartidas por el ministerio de Relaciones Exteriores,
haya impartido las órdenes para arriar la bandera eslava sin que esto importa
hostilidad para los eslavos de Antofagasta.
"Había,
pues, un deber ineludible que cumplir, para salvar al país mismo de futuras
complicaciones con un gobierno amigo. La misma colonia eslava que tanto cariño
profesa a nuestro suelo, en donde muchos han formado junto con la fortuna el
hogar de sus hijos, no estaría dispuesta por precipitación o inexperiencia a
lanzar al país que cariñosamente los cobija, en los azares de una reclamación
diplomática de la cual no serían ellos los responsables, sino el país mismo.
"Como
republicanos -termina el artículo editorial- miramos con marcada simpatía los
anhelos de gobierno democrático de la colonia eslava y nos inspiran gran
respeto sus manifestaciones de patriotismo, herido por sucesos desgraciados
ocurridos en la región eslava, pero deseamos que estas manifestaciones, en
forma conveniente, no lleguen a comprometer el nombre de Chile.[56]
El conflicto dentro de la colonia croata degenera en violencia
Por el carácter
festivo, amén de agitado, que tuvo el cumpleaños del emperador y rey en Antofagasta,
la excitación que reinaba en el ambiente se prolongó hasta avanzada la noche.
La memorable jornada desembocará por fin en "Un hecho sangriento" al
tomar contacto unos grupos de jóvenes procedentes de los dos bandos; El
Industrial será el primero que lo registra en su crónica del día 19 de agosto:
"Anoche se
ha desarrollado en una casa de tolerancia un grave suceso que muy bien puede
costarle la vida a un honrado obrero, de nacionalidad austriaca.
"El hecho se
desarrolló a causa del licor y parece que fue casual, pero para no entrar en
detalles, por nuestra cuenta publicamos a continuación el parte pasado al
juzgado al respecto:
"Doy cuenta
a VS. que anoche a las 11 p.m. se produjo un desorden
en la casa de tolerancia de Carmen Pérez, 14 de febrero 92, de cuyo desorden
resultó herido en el abdomen con revólver Mateo Vlajovich al parecer de
gravedad.
"Se
encontraron presentes las siguientes personas: Francisco Franulich, Juan
Duvich, Antonio Lucksich, Antonio Ivanovich, Lorenzo Glasinovich, Juan y Jorge
Garafulich y Juan Balarin.
"Tan pronto
como se tuvo conocimiento del hecho, fue aprendido Juan de Balarin, el cual
pongo a disposición de VS., por el subinspector señor Rafael Villar y el agente
Manuel Garin por indicaciones de las mujeres de dicha casa que dicen haber
visto a Balarin trabar pendencia con Esteban Bersalovich y dispararle a éste un
balazo, el cual se erró, dándoselo a Vlajovich que se encontraba a poca
distancia del lugar del suceso.
"Interrogado
Balarin en el cuerpo de guardia por el señor prefecto en presencia del que
suscribe y del subinspector señor Valdés, negó redondamente ser el autor de
este hecho.
"El herido
fue conducido al hospital de esta ciudad para su curación.
"Las mujeres
de dicha casa Rosa Araya, Isabel Campos, Blanca González, Petronilla Villanueva
y la dueña de la casa han quedado citadas para comparecer ante VS. hoy a la hora de audiencia".
Vº Bº J. del C.
Muñoz Ismael Valenzuela
"El herido
-añade la crónica- se encuentra gravemente enfermo en el Hospital y se cree no
libre con la vida, pues como dice el parte, la bala le penetró en el abdomen
promoviendo una hemorragia interna y que es peligrosísima".
El Comercio, del mismo día por la tarde, relata: "Las escenas
de sangre", dando una versión algo diferente y en el desenlace ulterior
del del caso se muestra, igual que en el incidente de la bandera, propenso a la
causa croata:
"Fue el
sitio del suceso la cantina y casa de tolerancia que una mujer llamada Carmen
Pérez tiene en la calle de 14 de febrero.
"A las 11 de anoche se encontraban allí reunidos en bromas y tertulia varios comerciantes eslavos de la localidad.
"Entre ellos
se empezó a tratar el asunto de actualidad para los eslavos aquí residentes,
esto es el natalicio del soberano austriaco y de la protesta que se hizo en
señal de duelo por los sucesos en Croacia.
"Esteban
Versalovic y Juan Balarin habían iniciado una discusión muy acalorada. Los
ánimos se exaltaron desagradablemente, y parece que en medio de la
efervescencia a que la discusión había llegado, de Balarin amenazó con un
revólver a su contendor.
"Los espíritus estaban sumamente acalorados y el alboroto debió ser grande. Sea por un incidente casual o no, el arma de Balarin se disparó yendo a herir en el abdomen a uno de los eslavos allí presentes, don Mateo Vlahovic.
"El
desgraciado herido cayó al suelo. La alharaca fue grande y las mujeres
alborotaron la casa como un gallinero, dando gritos desesperados. En medio del
desorden, a la mujerona dueña de casa se le ocurrió que era preciso avisar a la
policía.
"Llegada
ésta a la casa de la Pérez, hizo conducir al hospital al herido y aprehendió al
desgraciado Balarin".
A continuación de
este relato, El Comercio publica el mencionado informe al juzgado.
En el mismo
número, El Comercio publica un telegrama recibido de Iquique, el que
comunica que "la colonia eslava de esa ciudad bajó y destrozó las banderas
austriacas que se habían izado en el cuartel de la bomba austro-húngara y en el
club".[57]
El Industrial, siempre bien informado, se apresura en relatar, el 21 de agosto. "El fin de un drama de sangre":
"El pueblo
conoce el grave suceso que se desarrolló el martes 18 de la presente semana en
una casa de tolerancia y en el cual fueron víctimas dos honorables jóvenes de
la colonia austriaca.
"El que fue
herido a bala se llamaba Mateo Vlahovic y que se medicinaba en el Hospital,
falleció hoy a las 4 a.m., a consecuencia de la herida recibida esa noche.
"El extinto
tenía 26 años de edad y era hermano del conocido comerciante en esta plaza,
señor Jorge Vlahovic.
"He aquí un
hecho que ha venido a llenar de luto un hogar y asumir en un juicio al presunto
autor del balazo que recibió Vlahovic.
"Los
funerales del extinto tendrán lugar mañana después de una misa que se celebrará
en la iglesia parroquial.
"El señor
intendente ha facilitado a la colonia eslava, graciosamente, la banda del
Esmeralda para conducir al cementerio al desaparecido Vlahovic.
"Lamentando
tan sensible acontecimiento, enviamos nuestro pésame a la familia del
extinto".
El Comercio, del mismo día, es más corto en relatar el
"Desenlace fatal" de la "escena de sangre que se
desarrolló" y en la cual "fue víctima el joven eslavo don Mateo
Vlahovic. Enviamos nuestro pésame a la familia del extinto y a la colonia
eslava".
Sin embargo, El
Comercio se prestó para publicar a continuación los telegramas del Comité
croata, en los que culmina la amargura que se había producido en la respectiva
colonia a raíz de los sucesos del 18 de agosto:
"Los
siguientes telegramas han sido enviados a las personas que se expresa y cuyo
contenido se nos ruega publicar:
"Editores El Mercurio, La Ley y El Ferrocarril, Santiago. Hoy, tres mañana, falleció Mateo Vlahovic herido anteanoche de bala por Juan Balarin, austriaco, empleado en policía de pesquisas de Antofagasta. Estos son los frutos obtenidos del consulado y ministro Starzénski"
Hrvatski Comite
"Circular
telegráfica a la colonia eslava: Los austro-húngaros imitan bien aquí a los
policías asesinos de Croacia.
"El empleado
de pesquisas, Juan Balarin, asalariado de antemano, es el asesino de Mateo
Vlahovic, primera víctima fallecida en tierra lejana de la Patria, hoy a las
tres de la mañana.
"Acompáñennos
en el duelo. Comuniquen compatriotas"
Hrvatski Comite
"Señor
Ministro Austria, Santiago.
"Cárguese a
su cuenta el asesinato de Mateo Vlahovic fallecido hoy. Usted es el
responsable. Maldita sea su llegada si éstos han de ser sus frutos.
Hrvatski Comite (Comité croata)".
El Comercio, no obstante su simpatía para los croatas, no creía
conveniente respaldar la actitud injuriosa del Comité croata en su totalidad y
por lo tanto expresa sus reservas:
"Los
anteriores telegramas son de la responsabilidad del Comité eslavo y sólo como
una deferencia a esa colonia, pues no podemos hacernos solidarios de las frases
que en ellos se vierten contra el representante de un país amigo, que los
publicamos".
Por razones
obvias, ninguno de los anteriores telegramas tuvo publicidad en la prensa de la
capital ni fue registrado en otros periódicos de las provincias.
El Comercio dedica amplio espacio al "Sepelio" el 22 de
agosto, pues trae en su crónica el discurso fúnebre a cargo del ya conocido
orador, señor Kevesic, quien hizo un elogio del "malogrado compatriota y
amigo, don Mateo Vlahovic, muerto por bala disparada por un mercenario
asesino".
Pasando al
curriculum del difunto, quizás resulte algo rara la
interpretación de los "deberes cívicos":
"Nacido y
criado en pobre pero honrado hogar, se le inculcaron por sus padres y en la
escuela los verdaderos deberes cívicos que al hombre corresponden en la vida, y
es así como, antes de servir forzosamente en el ejército de un gobierno
despótico y salvaje, prefirió abandonar su patria natal para adoptar a este
Chile, como su segunda patria".
"En sus
palabras, al final, el orador invoca el fervor patriótico, prestando juramento
"ante tu yerto cadáver, en nombre de tus compañeros de ideas que en vida
has sustentado, que aunque nos espere a nosotros igual fin que el tuyo, iremos
de frente, y mientras nos quede un átomo todavía de vida, lucharemos como
hombres, no como asesinos, por la independencia y libertad de nuestra patria
común".
El Industrial
registra también, en su crónica, el 22 de agosto, que "hoy en la mañana
fueron inhumados los restos del que fue Mateo Vlahovic, muerto desgraciadamente
por una bala que no iba dirigida a él, según se dice.
"El cortejo,
que era numeroso, lo formaba toda la colonia eslava. La carroza había sido
adornada con flores y coronas".
A continuación de
la crónica, El Industrial, consecuente con la línea conocida, cree
necesario poner "La verdad en su lugar" y dice:
"Ayer en un diario local se dijo que el joven austriaco, don Juan Balarin, presunto o probable autor de la muerte de Mateo Vlahovic, era empleado de policía. Pues estamos autorizados por el señor prefecto de la policía, señor Muñoz, para declarar que el tal Balarin no pertenece a la sección de pesquisa ni a la policía de seguridad de esta ciudad.
"Hacemos
esta declaración a petición del señor prefecto de policía y para lo que pueda
suceder, quedando al mismo tiempo, la verdad en su lugar".
Con el desenlace
trágico del 18 no cesa el interés, expresado a través de la prensa, para los
asuntos de Croacia. En los próximos días, el 24 de agosto, El Comercio
trae el extracto de una carta del eminente profesor italiano Luigi Pavia,
publicada en La Sera de Milán, el 15 de junio, y reproducida en El Tarapacá de
Iquique, el 18 de agosto, bajo el título "Por los croatas y la
justicia".
"Dado el
carácter de los chilenos, propensos a mirar las cosas también desde el lado
jocoso, no sorprende que un listo comerciante de la plaza, propietario de la
tienda "La Primavera" uno de los pocos austriacos convencidos
(croata, oriundo del interior de la costa dálmata), se aproveche de la
disposición de los ánimos para dar la mayor publicidad a la liquidación por
cambio de temporada; un aviso de inusitado tamaño, 25 x 15 cm., aparece en El
Comercio, desde el 2 hasta el fin de septiembre, bajo el llamado título
"Guerra entre Austria y Croacia... en La Primavera". El día de
la despedida aparece el aviso en un lugar de preferencia, ¡por debajo de los
cablegramas del exterior!
La voz de los croatas en la provincia de Tarapacá
Por los
telegramas llegados de Iquique, publicados en la prensa de la capital y de las
provincias, se desprende ya que también en la provincia de Tarapacá había
protestas de los comerciantes croatas contra Francisco José en el día de su
cumpleaños.
La estructura
social de la colonia en esta provincia no difiere mucho de la contigua
Antofagasta, aunque no forma un grupo tan homogéneo en cuanto a su
proveniencia. En esta provincia había unos núcleos de inmigrantes del distrito
de Dubrovnik (ya antes de la Guerra del Pacífico) y otros distritos de
Dalmacia, Istria y el Litoral croata. Según el censo del año 1895, había en la
provincia de Tarapacá 444 austro-húngaros (417 alemanes, 854 italianos, 1.151
ingleses), de los cuales 423 hombres y 21 mujeres[58].
En el departamento de Tarapacá (Iquique), según las estadísticas por
profesiones, había 89 comerciantes y 37 empleados particulares, entre un total
de 184 profesionales austro-húngaros, lo que da una idea aproximativa de la
importancia que reviste la colonia respectiva.[59]
En el diario de
la mañana, El Nacional de Iquique, fundado en el año 1889, aparece el 18
de agosto un artículo, en la página editorial, en conmemoración de la fecha.
Después de unos datos biográficos, sigue el comentario, probablemente inspirado
en la fuente oficial (consulado):
"Francisco
José es un monarca conciliador por excelencia, que gracias al amor que lo
profesan sus súbditos, puede mantener casi artificialmente puede decirse, la
unidad de su vasto y poderoso imperio, mezcla de muchas razas, idiomas,
costumbres y religiones.
"Con su prestigio
de soberano y de hombre honrado y conciliador, ha sabido siempre imponerse a
todos los antagonismos de partido o de nacionalidad que agitan siempre la
opinión de sus vastos dominios, y de esta suerte, no sólo es objeto de las
mayores simpatías y muestras de respeto y cariño de sus pueblos, sino que su
existencia es necesaria para la paz y cohesión de Austria-Hungría.
"Hoy, con
motivo de las fiestas de su cumpleaños el cónsul austro-húngaro, señor J. L.
Masseur, obsequiará con un banquete de cuarenta cubiertos a varias de sus
relaciones en el Club de la Unión. Por nuestra parte cumplimos gustosamente
nuestro más entusiasta saludo a la colonia austro-húngara y su digno cónsul en
el día de hoy".[60]
El otro diario de
la mañana, El Tarapacá de Iquique, también en la página editorial, pero
entre "inserciones" publica el siguiente artículo, bajo el título
"Duelo":
"Los eslavos
de Austria residentes en este puerto han acordado mantener clausurados sus
negocios durante el día de hoy, en señal de duelo patriótico por los
fusilamientos injustos de sus compatriotas, cometidos por las tropas
austriacas.
"Hubiéramos
preferido dedicar este día al regocijo nacional por el natalicio de su rey, que
vestirse de luto recordando hechos sangrientos que despiertan en el corazón de
todo buen patriota, sólo el odio y la venganza. Una nación heterogénea como lo
es la monarquía austro húngara no puede existir, por la razón de que cada una
de las partes, de que se compone, exige igualdad de leyes y no permite
supremacías.
"En los hechos
sangrientos que se han producido últimamente en el reino de Croacia en contra
del despótico gobierno de Hungría, se ha visto que el emperador de Austria
trató el asunto con mucha parcialidad y como aprobando las matanzas, negando
audiencia a los representantes del pueblo, que fueron a Viena para solicitar su
intervención para poner término a los abusos que comete el Gobierno húngaro en
Croacia, contraviniendo abiertamente a lo dispuesto en el Art. 30 de la
Constitución, que trata sobre la autonomía administrativa del reino de
Croacia.(***)
"No hay
necesidad de repetir lo que la historia dice sobre los croatas y dálmatas;
basta decir que éstos en muchas ocasiones con su sangre han defendido la
dinastía de los Habsburgo y la integridad del imperio. Hoy, esta dinastía le
paga su fidelidad con mandar fusilar, ahorcar y encarcelar a los descendientes
de tantos héroes como Subic-Zrinski, Jelacic, etc. y las principales familias
de Zagreb, capital de Croacia, están encarceladas, todo por el delito de no
aceptar el yugo ignominioso con que los húngaros pretenden sujetarlos,
quitándoles hasta su idioma, haciendo de Croacia una provincia meramente
húngara.
"S. M. el
emperador Francisco José I, antes de morir, ha deseado que sus soldados manchen
calles de Zagreb y de otras ciudades de Croacia y Dalmacia, con la sangre
inocente de sus nobles defensores.
"Los
croatas, a quienes los pontífices de Roma llamaron "Antemurale
Christianitatis" por su valor y resistencia contra las invasiones turcas,
sabrán también defender ahora su raza y sus tradiciones, despreciando a
aquellos que los denigran porque quieren ser libres.
Odbor (Comité)
Iquique, agosto
18 de 1903".
Luigi Pavia: Por los croatas y la justicia
A continuación,
entre "inserciones", sigue un artículo del profesor italiano Luigi
Pavia, que apareció en el diario La Sera de Milán, el 15 de junio, y que
se reproduce ahora bajo el título "Por los croatas y la justicia". Es
un eco del llamado a la opinión pública mundial, lanzado en Viena por los
diputados de Dalmacia e Istria, al haberles sido negada la audiencia con el
emperador. El artículo del profesor Pavia habrá producido aun en Italia una
sorpresa, pues la redacción misma del diario La Sera le añade una nota,
que dice: "Publicamos este artículo por un deber de imparcialidad.
Ciertamente hubiéramos preferido que fuese favorable a la nación amiga, más
bien que a Croacia que tantos dolores nos ha hecho sufrir ($), pero por encima de las amistades y
simpatías está la justicia. Cuanto simpática pareció al mundo frustrado la
lucha por la independencia de Hungría, así es severamente juzgada la conducta
tiránica de estos mismos magyares, los que después de haber derramado torrentes
de sangre por su libertad y la de los otros, olvidan hoy que la libertad no es
privilegio de pocos, sino un derecho de todos".
El Nacional, en la crónica del siguiente día, trae un amplio informe
sobre el banquete en el Club de la Unión, no olvidándose mencionar los
asistentes y el suntuoso menú. En total había 32 invitados que asistieron al
banquete, aunque se había previsto 40 cubiertos. Entre ellos no figura ni uno
con apellido eslavo.
El cónsul
honorario, señor Masseur, a la hora del tradicional champagne habló de las
virtudes públicas y privadas que adornaban a su soberano. "Francisco José
a los 18 años dijo adiós a la juventud y a la felicidad para consagrarse por
completo a las tareas de su alto cargo de responsabilidad, y durante los 55
años de su reinado no ha dejado de dar ejemplo de completa consagración a esas
tareas, ni de soportar desgracias inmerecidas.
"Soberano de
18 diferentes Estados, se ha necesitado toda la habilidad y todo el prestigio
de hombre bueno y virtuoso, para que ellos no rompan su unión, tan necesaria
para el engrandecimiento común; jefe de una nobilísima familia, ha visto
amargados sus días con el asesinato de su esposa, el suicidio de su heredero, y
la muerte trágica de varios parientes cercanos suyos. Pero ni las dificultades
de su puesto, ni los golpes recibidos por su corazón le han impedido seguir
consagrándose paternalmente a labrar la felicidad y el bienestar de todos sus
súbditos, que al día de su cumpleaños celebran anualmente una verdadera fiesta
nacional, corno justiciero homenaje a sus merecimientos y como significativa
demostración de la unidad nacional que él representa.
"Por esto
sentí -agregó- que varios de sus connacionales no se hubieran unido este año a
la celebración del aniversario del natalicio del Emperador y Rey, por quien
pedía una copa a sus amigos".
El Tarapacá, por su parte, registra en la crónica también el
suntuoso banquete, pero no se olvida, en el mismo rubro, mencionar lo que
"por el aniversario" acaeció dentro de la colonia:
"Los
súbditos austriacos residentes en la provincia, que en su mayoría son eslavos,
cerraron ayer herméticamente las puertas de sus casas de comercio colocando un
rótulo que decía: Cerrado por duelo patriótico. Idéntica cosa se hizo en todos
los pueblos de la pampa y en Pisagua.
"En los
locales de la bomba Nº 5 y la Sociedad de socorros mutuos austro-húngara se izó
la bandera; pero la colonia eslava, reunida al efecto, protestó y acordó hacer
arriar las banderas, lo que se efectuó.
"Como se
sabe, ayer fue el aniversario del natalicio de S. M. el Emperador de Austria y
Hungría, Francisco José, quien ha sido objeto de esta contra manifestación de
sus súbditos en la provincia, a consecuencia de los sangrientos sucesos
desarrollados últimamente en Croacia, cuya explicación puede verse en los
artículos que publicó este diario ayer en la sección de inserciones".
En el
departamento de Taltal, provincia de Antofagasta, entre un total de 2477
extranjeros había, según el Censo del año 1907, 143 austro-húngaros (315
alemanes, 173 italianos). El diario noticioso y comercial de la tarde La Voz
del Taltal, publica en su crónica, el 18 de agosto, bajo el título
"Reunión eslava" a continuación de un comentario que apareció en El
Industrial en vísperas de la reunión de la Sociedad Eslava de Beneficencia
en Antofagasta, "para tratar de asuntos concernientes a su patria"
unos acápites que se refieren a la colonia de Taltal:
"Los eslavos
residentes en Taltal, como los de Antofagasta, se han preocupado también estos
últimos días de los luctuosos sucesos ocurridos últimamente en la Croacia,
donde han fusilado y ahorcado horrorosamente más de una veintena de sus
compatriotas y centenares reducidos a prisión, entre los que hay abogados,
médicos, señoras y niños.
"Con tal
motivo, siendo hoy el cumpleaños del emperador de Austria, ninguno de los
eslavos residentes en Taltal han izado la bandera de esa nación, como
acostumbraban hacerlo en esta fecha.
El sentimiento
unánime de la colonia eslava en Taltal es, pues, bien justificado y digno de
esa valiente y generosa raza".
La situación en el sur de Chile
La colonia
austro-húngara en el Territorio de Magallanes había progresado rápidamente
entre los censos del año 1895 y 1907, pues en 1885, entre un total de 2.085
habitantes, había tan sólo 9 "austro-húngaros". El auge repentino se
debe a los lavaderos de oro, cuya explotación se empezó en 1892. Un inmigrante
rumano (no austriaco), el ingeniero Julio Pepper[61]
reunió un grupo de croatas, oriundos de Dalmacia, en Buenos Aires, para su
empresa de explotación de oro en Tierra del Fuego, de donde acudieron a la
región magallánica chilena. La corriente inmigratoria ulterior se debe, en gran
parte, a la afluencia de marinos, obreros y artesanos a través de los puertos
del Río de la Plata. Después de la desilusión aurífera, un buen número de
buscadores de oro se dispersó, pero quedaron otros, que se adaptaron a las
condiciones de un ambiente duro, tanto por el clima como por los recursos
naturales. Punta Arenas se estaba transformando en un centro importante como
estación para el abastecimiento de carbón, pertrechos, carne y agua y se
estaban organizando los primeros astilleros para la reparación de los barcos
que sufrían averías en el peligroso estrecho de Magallanes. Trabajo no faltaba
y se hace una selección natural, así que estos grupos de inmigrantes en el
extremo sur del continente tienen el carácter de colonizadores, lo que se puede
comprobar en la bastante equilibrada proporción entre los dos sexos, a
diferencia de los croatas en el norte, que podrían calificarse más bien de
emprendedores, en parte fluctuantes, según la oportunidad del momento. La
colonia de Magallanes, en cuanto a su estructura social, difiere también de la
norteña, pues, con raras excepciones, fluctúa dentro de unos limites
modestos. Es suficiente comparar los avisos comerciales en los periódicos de
los dos extremos, para darse cuenta a primera vista de este hecho en aquel
entonces.[62]
La primera
organización social, al ejemplo de otros grupos étnicos, la constituye la
Sociedad austriaca de socorros mutuos, cuyas bases remontan al año 1896, con 76
miembros al principio, siendo representados en el directorio, además de los
eslavos, italianos y alemanes. El 16 de diciembre de 1900, un grupo de
inmigrantes de Dalmacia y del Litoral croata formaron la Sociedad croata de
beneficencia y esta tomará después la iniciativa para formar otras
instituciones patrióticas: el Salón croata de lectura (Hrvatska Citaonica), la
Compañía de bomberos voluntarios, Centro musical y teatral, etc.[63]
"Los
descendientes, pasan de cinco mil, aproximadamente; han nacido bajo el cielo
austral, y son chilenos".
Entre las dos
sociedades de beneficencia había algunas escaramuzas, según se desprende a
veces en la prensa local, pero jamás conflictos serios. En el año 1903, cuando
la colonia contaba cerca de 1.500 miembros, parece que el número de los socios
de la Sociedad austriaca fuera superior al de la Sociedad croata y también
disponía de mayores capitales.[64]
Así, por el hecho
de que la colonia no formaba un grupo homogéneo y por la diferente estructura
social, se explicaría que la reacción de los croatas a los acontecimientos en
la madre patria no adquieren las proporciones que se registran en Antofagasta e
Iquique con ocasión del cumpleaños de Francisco José. Sin embargo, los croatas
de Punta Arenas, según el periódico local, El Magallanes de fecha 30 de
junio de 1903, se habían reunido para considerar los lamentables hechos
acaecidos en Croacia en los últimos días de mayo. En señal de duelo y en
homenaje a las inocentes víctimas de la revolución, en contra de la tiranía
húngara del gobierno de Khuen-Héderváry, la Sociedad croata de beneficencia
levantaba la bandera a media asta. Se nombraba una comisión de hombres y
mujeres, para hacer erogaciones en ayuda de las viudas y de los huérfanos
caídos en el movimiento. Se reunió el importe de 1.304 pesos, lo que producía
una letra de 88 libras esterlinas, a favor del diputado croata en el Parlamento
de Viena, Jorge Biankini, quien fue encargado de distribuir los fondos. Entre
la colonia, en El Porvenir, se reunieron otros 675 pesos.
El 18 de agosto, El
Magallanes publica un aviso en croata, dirigido a la colonia residente, firmado, por Hrvat (croata). En él se pedía, conforme a las
instrucciones telegráficas recibidas desde Antofagasta, solidarizar con todos
los hermanos en Chile, absteniéndose de la celebración del 18, en señal de
protesta contra el Gobierno de Aquel (en croata: Protiv vlade Onoga, es decir,
de Francisco José, para evitar las sanciones por ofensa de lesa majestad).
Otro diario de
Punta Arenas, El Comercio, había publicado ya el 15 de agosto un
telegrama de Santiago, haciendo saber que "el ministro de Austria en esta
capital conde Starzénski, está repartiendo numerosas invitaciones en la alta
sociedad de la capital, para la recepción y baile en la regia mansión que ocupa
en la calle Huérfanos, festejando el 73º aniversario del natalicio del
emperador Francisco José. Esta fiesta, termina el telegrama, promete hacer
época en los anales sociales santiaguinos.
En la crónica del
día 19 de agosto, El Comercio registra que, "Celebrando un natalicio":
"El señor Pedro Perusich, perteneciente a la colonia dálmata, festejó
anoche en su casa particular el natalicio de Francisco José I, en medio de
numerosos compatriotas.
"La casa
estaba muy bien iluminada y al exterior se veían los escudos de Austria y
Chile.
"Hubo banquete y baile en los que reinó gran animación, pronunciándose patrióticos brindis".
El día siguiente,
El Comercio publica un telegrama de Santiago, dando a conocer: "Muy
visitado ha sido por las autoridades el Ministro austriaco conde Starzénski,
con motivo del natalicio de Francisco José".
Habrían de pasar
dos semanas, para que apareciera en El Comercio, el 2 de septiembre, la
noticia sobre "Divergencias entre austriacos y eslavos" precedida de
un comentario de la redacción:
"Leemos en
un diario del Norte el siguiente telegrama de Antofagasta.
"Debemos
dejar constancia de que, a pesar de sus escisiones políticas, los austriacos y
eslavos de Punta Arenas han dado muestra de gran moderación y cultura
"Antofagasta,
Agosto 20. El martes (18 de agosto), el señor intendente de la provincia de
orden del señor ministro de Relaciones Exteriores, ordenó arriar la bandera
eslava que flameaba a media asta y enlutada en el edificio que ocupaba la
sociedad de esta colectividad. Había sido izada en esa forma en señal de
protesta por los sucesos en Croacia.
"Esta medida
de la autoridad llevó alguna agitación a los círculos eslavos y dio origen a
algunas disputas entre éstos y algunos austriacos. Anoche, después de una
disputa entre Juan Balarin, austriaco, y Mateo Vlahovic, eslavo, el primero
hirió con una bala de revólver al segundo.
"Se cree que
no tendrá mayor consecuencia en esta ciudad la divergencia entre austríacos y
eslavos".[65]
Confrontación
parcial de la opinión de la prensa chilena con la del diplomático austriaco
Después de estos
antecedentes, registrados por la prensa chilena, hubiera sido de gran provecho
compararlos con los informes al respecto, que el conde Starzénski enviara a su
ministro de Relaciones Exteriores, el conde Agenor von Goluchowski. Es
lamentable que en los archivos de Viena faltan
precisamente los documentos que se refieren a aquellos días. Por suerte, hay un
informe que relata sobre su viaje a Bolivia y el Perú, tocando de paso los
puertos de Taltal, Antofagasta, e Iquique, y que puede, en parte, llenar el
hueco sensible en la historia de la actividad del primer representante de
Austria-Hungría en Chile.
Tenemos también
las crónicas de los diarios locales, las que facilitan datos en cuanto al
primer contacto del diplomático con las colonias respectivas.
Su primera escala
la hizo el conde Starzénski en Taltal.
En su crónica, el
14 de octubre de 1903, La Voz de Taltal publica, bajo el título "El
Ministro de Austria-Hungría" las siguientes líneas:
"En el vapor Imperial, llegado en la tarde de ayer a este puerto, iba de paso para el norte el señor Ministro de Austria-Hungría, conde Leonardo de Starzénski, acompañado de su digno secretario, señor conde Trauttmansdorff.
"Sabedores
los miembros de la distinguida colonia croata de este puerto de la pasada del
señor Ministro, se apresuraron en nombrar un comité compuesto de los señores
Pedro Marinkovic, Juan Radeljak y Antonio Katalinic para que fueran a bordo a
saludar al señor Starzénski, representante de su rey croata Francisco José I en
nombre de la colonia y del Club Croata.
"A bordo del
Imperial el señor Radeljak le dio la bienvenida y lo invitó a bajar a tierra a
conocer el puerto de Taltal y a los miembros de la colonia, a lo que accedió el
señor Ministro, para cuyo efecto se puso a su disposición la falúa de la
capitanía.
"En tierra,
el señor Starzénski y su honorable secretario fueron objeto de las más
cariñosas manifestaciones de la colonia tanto en el Club Croata como en el Club
Taltal. También se le llevó a visitar el establecimiento Arturo Prat.
"Después de
otras manifestaciones, los ilustres visitantes fueron acompañados a bordo por
gran número de croatas de este puerto.[66]
En ningún lugar
hay alusión a las ideas del archiduque Francisco Fernando, presunto heredero al
trono, quien propugnaba una mano firme frente a las pretensiones magyares,
dando a conocer sus simpatías para los croatas y otras nacionalidades
postergadas bajo Hungría. Quizás la actitud de los croatas en Taltal, tal como
se refleja en la anterior crónica, pueda relacionarse con la adhesión de un
grupo de croatas a los planes de "trialismo" los que se atribuían en
aquel entonces al sobrino de Francisco José. Cfr. Rudolf Kiszling, Erzherzog
Franz Ferdinand, Verlag Roehlau, Graz-Koeln, 1953, pág. 84 ss.
La alocución del
conde Starzénski a los croatas de Antofagasta, así como su informe del 30 de
noviembre, después de haber visitado las colonias croatas en Chile, Bolivia y
el Perú, podrían quizás interpretarse en el sentido que tenía interés en que la
efervescencia nacional de las colonias llegara al conocimiento de la oficina
del archiduque en el Belvedere.
El señor
Starzénski -termina la crónica- es Ministro acreditado ante los gobiernos de
Chile, Bolivia y Perú, con residencia en Santiago".
Intentos para
calmar los espíritus, pero ...
Después de los
incidentes con ocasión del cumpleaños del Emperador y Rey, el contacto del
conde Starzénski con la colonia. de Antofagasta
adquiere gran importancia en cuanto a su misión en Chile, y es conveniente
comparar lo que aparece en la crónica con el informe que enviara el diplomático
visitante.
El Comercio da la
bienvenida al "Huésped distinguido", el 14 de octubre. Después de los
saludos protocolares del vicecónsul, señor Sabioncello, los diplomáticos se
dirigieron al Hotel de France et d'Engleterre, etc. y el siguiente día el mismo
diario llena casi toda la página con la "Manifestación" de que fueron
objeto, dando además a conocer el texto del discurso del conde Starzénski, "dirigido
a un distinguido grupo de la colonia eslava que se le acercó".
Cumplidas las
salutaciones de estilo, el Ministro de Austria-Hungría dirigió a los
manifestantes un discurso "que fue recibido con unánimes manifestaciones
de aceptación y aplauso".
"Señores:
"Han acudido
Uds. a este recinto para saludar al representante de Su Majestad, nuestro
Augusto Emperador y Rey.
"Vuestra
presencia me ha causado tanto mayor agrado como que he podido constatar en esta
ocasión que las desconsoladoras demostraciones acaecidas aquí el 18 de agosto,
sólo se puede atribuir a violencias pasajeras de los ánimos.
"Entre tanto
se habrán convencido Uds. mismos que el comportamiento de una parte de nuestra
colonia en el día del Augusto natalicio de Su Majestad ha perjudicado
profundamente la fama croata a la vez que ha ofendido en lo más íntimo los
sagrados sentimientos de la mayoría de la nación croata.
"Nuestros
paisanos en la monarquía y fuera de ella lo saben y lo experimentan como todos
los demás pueblos reunidos bajo el cetro benéfico de Habsburgo, que Su Majestad
ha dedicado sus 54 años de gobierno única y exclusivamente el bienestar y
satisfacción de sus pueblos.
"Con
verdadero amor paterno y dedicación Su Majestad mantiene reunidos bajo su
cariño todos los pueblos de su monarquía y en nada menos a los bizarros y
valientes croatas.
"Es este el
motivo para que en cada 18 de agosto se reúnan todos los súbditos de Su
Majestad con entusiasmo unánime en mutua competencia para demostrar la gratitud
y expresar el cariño y veneración para su bondadoso Monarca.
"Tanto más
doloroso es para todos nosotros si justamente ese mismo día ha sido profanado
por demostraciones indignas.
"Nuestra
colonia en Chile hasta la fecha ha sobresalido por medio de su labor honrada y
productiva.
"Desde el
principio más modesto ha llegado a una florescencia de importancia.
"Este éxito
consolador como consecuencia de la concordia acostumbrada hasta la fecha y
sentimientos de legalidad se debe a la circunstancia de que los esfuerzos en el
trabajo y producción no han sido paralizados mediante agitaciones inútiles de
política.
"Si ustedes,
señores, no piensan renunciar para siempre de los frutos, del éxito,
manténganse ustedes alejados de la política dándola al cuidado de los hombres
llamados para ésta.
"El pueblo
croata tiene sus dignos y expertos representantes en la Dieta y Congreso y en
ellos únicamente les incumbe defender y velar por los intereses del pueblo.
"El
tratamiento de las cuestiones políticas por inexpertos y las demostraciones
callejeras jamás han conducido a un fin útil y al contrario han ocasionado
varias veces catástrofes y desgracias incalculables.
"Cubramos
entonces, señores, estos acontecimientos con el velo del olvido y en adelante
la única divisa de nuestra colonia será en Chile: ¡Trabajo!
"Trabajo para
el bienestar propio, para cimentar la felicidad de vuestras familias y en honor
de la patria querida y lejana.
"Si ustedes
aceptan de corazón este consejo de buena fe, será en el porvenir la colonia lo
que fue hasta la fecha: Una colonia modelo".[67]
El discurso
conciliador del diplomático austro-polaco, procedente de la carrera consular,
revela la voz de su amo, el conde Agenor von Goluchowski, quien acostumbraba
sazonar sus pláticas con argumentos económicos,[68]
pero en cuanto a los bien intencionados consejos de abstenerse de la política
no tomó lo suficiente en consideración la mentalidad de aquellos fieles
secuaces del Partido Croata de Derecho. No extraña, pues, que su reacción
inmediata, rechazando "el velo del olvido" cobra formas que excede a
los ataques en público, aún no olvidados, de hace dos meses.
El Comercio, con fecha 16 de octubre, publica en la página
editorial, aunque entre "inserciones" un largo artículo
"Aclaración necesaria" firmado por "Los eslavos de
Antofagasta".
El artículo da al
comienzo una explicación pues "muchas personas, nacionales y extranjeras,
se han acercado a nosotros para preguntarse la razón del glacial recibimiento
que los eslavos de Antofagasta le han hecho al señor conde Leonardo de
Starzénski; muchos también han visto en ese indiferentismo de los eslavos una
falta grave de cultura hacia un diplomático". Siguen las explicaciones y
se repiten los temas ya ventilados en la asamblea convocada por el Comité
croata en vísperas del cumpleaños de Francisco José. Esta primera parte de la
aclaración termina planteando al diplomático visitante la pregunta: "¿O el
señor Starzénski no sabía que en Austria y en China, en Croacia y Chile, y en
todas partes del mundo, cuando un pueblo entero se levanta contra sus
opresores, lo hace en defensa de sus intereses más caros, de sus ideales, en
interés de su Patria? ¿Acaso los eslavos emigrados, los más por no querer
servir en el ejército de un déspota, no tienen derecho de compartir la alegría
o bienestar de su tierra natal, como también las miserias y desgracias que
afligen a su Patria?"
Pasando a otro
asunto, la aclaración destaca:
"A fin de
que todos se convenzan que esta aclaración no es la voz ni la opinión de una
parte cualquiera de la colonia, sino de la totalidad, pues los siete que en la
recepción figuran no pueden tenerse como entidad apreciable entre los
quinientos eslavos que la componen, tome nota el público imparcial de los
nombres que en la recepción figuran y verá que son todos anónimos en la
colectividad.[69]
"El señor
Starzénski al pisar Antofagasta, probablemente se ha creído los inciertos
informes remitidos a él a Santiago por el cónsul, y creyó, en consecuencia,
numerosos serían los eslavos que irían a darle la bienvenida".
Refiriéndose a
las declaraciones del Ministro, "tenemos entonces dos puntos de que tomar
nota:
"1º - El
señor Starzénski reconoce que a quien hablaba eran croatas, luego no eran
austriacos.
"2º - La
buena fama de los croatas no ha sido herida en lo más mínimo; antes, al
contrario, se ha afianzado; pues el que no es buen ciudadano, es mal padre, mal
hijo, mal esposo, y el que sabe defender sus derechos políticos y su
independencia, es digno de respeto y de la admiración de todo el mundo. Esto
hicieron los croatas y es lógico que a los austriacos, a los magyarosones, a
los vendidos, no les plazca ese carácter firme, que hace desmoronar y lo hará a
esa vetusta y decrépita monarquía.
"Las
protestas de los patriotas son dignas; ellas revelan la cultura y el civismo;
en cambio la adulación se alberga tan sólo en las almas pobres de espíritu y de
inteligencia, en la última clase social: en los serviles.
"Es bien
cierto que en Chile la colonia eslava ha sobresalido por medio de su labor
honrada y productiva y lo que debe tener en cuenta el señor Starzénski, es que
no le debe nada a ese patriarcal gobierno austro-húngaro, y que ha progresado y
vivido en perfecta armonía sin necesidad de ministros fantoches, ni cónsules
fantoches y mas ignorantes.
"Los eslavos
residentes en Chile, ahora y antes se han preocupado siempre de lo que
concierne a sus provincias, y si hoy levantan más el grito, ha sido para
hacerle comprender al gobierno de que los eslavos desde las más remotas
regiones del globo siguen paso a paso los retrocesos de sus connacionales.
"Todo eslavo
debe y tiene la obligación de inmiscuirse y debatir la política que a ellos
concierne, y el que no lo hace es indigno de llamarse tal, porque eso es
desconocer los más elementales derechos del hombre, cual es procurarse el
gobierno que más le cuadre a la comunidad".
En aquellos
momentos de renovada tirantez en la colonia, el otro diario de Antofagasta, El
Industrial, no podía quedarse indiferente, pues trae, bajo el significativo
título: "¡Hasta cuándo, señores eslavos!" el 19 de octubre, un
comentario desde el punto de vista chileno y más bien oficialista.
"Hemos
querido mirar -dice el articulista- que firma con el nombre abreviado [70]
P. K. Dor., con indiferencia las disensiones que existen en la colonia
austríaca en este puerto.
"Comprendiendo
la inmensa influencia moral que llevan al espíritu del público, los artículos
de la prensa, hoy como chilenos no debemos permanecer indiferentes ante los
ataques que, a pretexto de rencillas entre los de la colonia, los que llevan el
pandero de ésta en Antofagasta en el elemento subversivo, hacen a nuestras
autoridades y a nosotros mismos".
Volviendo a los
sucesos anteriores, el articulista no encuentra excusa, pues, "el 18 de
agosto, día del emperador Francisco José, el elemento subversivo de la colonia
eslava, tuvo la avilantez de izar a media asta y con crespón negro la bandera
eslava en el centro de la ciudad, en los momentos mismos, en que los edificios
públicos del país alzaban la insignia nacional en señal de júbilo y respetuoso
saludo a la nación amiga; en los momentos mismos en que S. E. el Presidente de
la República de Chile, en representación de nuestra soberanía, alzaba la copa
de champaña saludando con cariño, respeto y sinceridad a la nación
austro-húngara, en la persona de su representante.
"Y, a esta
falta de criterio, se unió la audacia de censurar a nuestra primera autoridad
porque tuvo la discreción de hacer bajar esa bandera, que, colocada en tales
circunstancias, significaba un grosero insulto a nuestra soberanía, y a las
relaciones de amistad que nos ligan con aquella gran nación".
No satisfecho de
defender tan solo el punto de vista oficial, el articulista se cree poderlo
generalizar: "Tengan presentes esos señores, que todos los chilenos, sin
excepción en ésta, han aplaudido la conducta de la autoridad, así como hemos
censurado sin embozo el acuerdo de Uds., de alzar en duelo la noble bandera
eslava, el día en que todos los nacionales saludábamos a la nación amiga que ha
traído a nuestra patria tan buen elemento colonizador como Uds."
Partiendo del
supuesto, que los sucesos se deben a la influencia de unos pocos, el
articulista termina su filípica diciendo: "Y no oculten con el anónimo las
pasiones; las pasiones sólo animan a unos pocos de la grande colonia eslava,
para así dejar establecidas las responsabilidades de quien las tenga".
Las escaramuzas a
través de la prensa siguen en Antofagasta y aun en Iquique, donde el conde
Starzénski, de regreso de su misión, hizo escala. Fue agasajado con un regio
banquete por el señor cónsul Masseur, en el Club de la Unión. Entre los
invitados brillaban por su ausencia otra vez los austriacos de apellido eslavo.[71]
El informe del conde Starzénski
Al regresar a
Santiago, el conde Starzénski se apresura a enviar a su ministro de Relaciones
Exteriores el informe concerniente a "Nuestras colonias en Chile, Perú y
Bolivia" Nº XXI-a-d, de fecha 30 de noviembre de 1903, el que completa, en
parte, los anteriores datos y nos ofrece sus impresiones y sugestiones sobre
las colonias visitadas:
"Durante mi
viaje que acabo de realizar a Bolivia y el Perú a lo largo de la costa norte de
Chile, he tenido ocasión de tomar contacto con nuestras colonias allí radicadas
y ocuparme más detalladamente de sus condiciones.
"En viaje de
ida a La Paz, visité las tres más importantes colonias croatas: Taltal,
Antofagasta y Oruro.
"En Taltal,
donde nuestro barco quedó anclado un día entero, una delegación de la colonia
subió a bordo para saludarme y después me acompañó a tierra, donde fui saludado
en el nuevo Club local, en presencia de casi todos sus miembros, con una
alocución leal y patriótica, y festejado con verdadero entusiasmo.
"Esta
colonia se compone exclusivamente de croatas dálmatas y cuenta con unas 60
familias, de aproximadamente 120 almas; todos son comerciantes y empresarios y
de buen vivir. La actitud leal de la colonia merece aún más reconocimiento,
puesto que también aquí los caudillos conspiradores por una Gran Croacia en
Antofagasta habían intentado provocar a nuestros paisanos para que se
abstuviera demostrativamente de cualquier recibimiento con ocasión de mi
tránsito por ese puerto.
"En
Antofagasta, donde la excitación de los ánimos aún no se había calmado, desde
los sucesos relatados en mi muy respetuoso informe Nº 9 B del 7 de septiembre
ppdo., tenía que estar preparado para una acogida extremadamente fría. Allí,
los cabecillas conspiradores habían ni más ni menos
que aterrorizado a nuestra colonia y habían recurrido a todos los medios a fin
de que se desistiera de cualquier recepción. Para contrarrestar este movimiento
y tener la oportunidad de dirigir unas palabras serias de advertencia a la
colonia, me he preocupado de dar a conocer, por conducto del cónsul
Sabioncello, que recibiría a los miembros de la colonia que deseasen verme y
atendería a sus eventuales deseos y quejas.
"Así y todo,
a la hora fijada se habían reunido tan sólo ocho croatas, aunque el número de
los paisanos allí residentes alcanza unas 400 almas.
"Mi
propósito, empero, había sido con ello conseguido, ya que pude dirigir a los
que se presentaron la alocución que me permito muy respetuosamente adjuntar.
Para que la misma llegara también al conocimiento de otros miembros de la
colonia, dispuse que se la publicara en los diarios. Por haber continuado el
día siguiente mi viaje a Oruro y La Paz, no tuvo más oportunidad en el mismo
lugar de averiguar el efecto inmediato de las palabras de advertencia dirigida
a la colonia. El periódico instigador Sloboda, de lenguaje violento, y
un "remitido" de un agitador croata, publicado en el diario español Comercio,
se habían ocupado de mi alocución y pretendieron excusar los sucesos del 18 de
agosto, censurados por mi parte, aduciendo a la supuesta opresión del grupo
étnico croata en la Monarquía. No obstante, la gran masa de la colonia parece
haber tomado a pecho mis amonestaciones. Tuve, pues, la satisfacción en el
viaje de regreso, al tocar Antofagasta, de recibir un mensaje de adhesión y
lealtad provisto de 107 firmas. El cónsul Sabioncello además me notificó que
otros 100 croatas más estuvieron dispuestos a firmarlo, pero por falta de
tiempo no pudieron hacerlo oportunamente. El cónsul añadió que en la colonia se
nota una evidente tranquilidad y que apenas se podría temer que se repitieran
de igual modo los lamentables incidentes.
"He
encargado al señor Sabioncello, después también al señor cónsul Masseur en
Iquique, de vigilar estrictamente a los principales jefes conspiradores e
instigadores del movimiento, y a los mismos, en cuanto no cambiaran su actitud,
negarles, en el caso dado, toda protección; que me enviara una lista con los
nombres de los respectivos individuos y dentro de lo posible con indicación
precisa de las correspondientes características personales. Me permitiré
oportunamente enviar a S. E. estas listas para eventual información de las autoridades
del país. He autorizado a los mencionados cónsules a que dieran a conocer estas
disposiciones lo que tendría que asustar a los jefes conspiradores y, en
cambio, alentar a los bien intencionados e indecisos elementos.
"A
continuación de mi viaje desde Antofagasta, el más hermoso recibimiento me
había tributado la colonia en Oruro. Los señores Santiago Franicevic y Santiago
Sabioncello se habían aquí preocupado para que las tentativas, iniciadas
también en su origen en Antofagasta, por hacer fracasar una acogida festiva de
parte de la colonia, consiguieran precisamente un efecto opuesto. En el
recibimiento no faltó ni un solo miembro de la colonia. Se organizó también un
gran banquete en honor mío y del conde Trauttmansdorff, el que transcurrió en
un ambiente animadísimo, y en el que los sentimientos de lealtad y entusiasmo
patriótico de ésta, la mejor entre nuestras colonias croatas en la costa
occidental de Sudamérica, se manifestaron en numerosos brindis. La colonia
austro-húngara en Bolivia está concentrada casi exclusivamente en el distrito
minero de Oruro y cuenta alrededor de 150 almas. La aplicación, perseverancia y
sobriedad de esta gente deben considerarse ni más ni menos que dignas de
admiración, cuando uno ha llegado a conocer estas desconsoladas regiones, donde
en un radio de centenares de kilómetros no crece ningún árbol, ningún arbusto y
apenas una hoja de hierba.
"Las
regiones de Taltal, Antofagasta e Iquique acusan, desde luego, la misma falta
de vegetación, pero aquí, por lo menos, el ojo tiene una recompensa parcial con
la vista del mar.
"En el
recorrido de La Paz a Lima tocamos Arequipa, donde viven solamente dos o tres
austriacos, los que dan poco que hacer al cónsul Herrschmann.
"En Lima se
nos ha preparado una calurosa acogida de parte de la colonia no muy numerosa y
se organizó en nuestro honor un hermoso banquete, el que tomó un curso digno y
ensalzador. Sobre el actual gerente del Imperial y Real Consulado General,
señor vicecónsul Jutus, me he permitido relatar a S. E. en mi muy respetuoso
informe Nº XX, fechado en Lima el 13 de noviembre.
"En el viaje
de regreso de Lima a Valparaíso, tocamos también Iquique, donde se encuentra
radicada la colonia croata más numerosa del Norte -la que cuenta con unas 600
almas- y donde el 18 de agosto habían tenido lugar demostraciones parecidas a
las de Antofagasta. Mientras tanto también aquí, por suerte, ha disminuido la
excitación y fui saludado por una delegación de la colonia en el local de la
Sociedad austriaca de bomberos voluntarios con una alocución festiva y leal. Se
me entregó también un diploma en virtud del cual fui nombrado por unanimidad
miembro de honor de la respectiva corporación.
"No poco ha
contribuido al apaciguamiento de los ánimos la actitud prudente del señor
cónsul Masseur. Los elementos turbulentos, los que siembran odio y discordia en
nuestra colonia, son desgraciadamente, también numerosos como en Antofagasta.
Pero yo tengo la firme confianza de que en todas nuestras colonias en Chile
prevalecerá en el futuro el buen genio y que no hay que temer una repetición de
los lamentables sucesos del 18 de agosto ppdo".[72]
El pronóstico del
diplomático austro-húngaro se cumplió, pues las demostraciones croatas del 18
de agosto de 1903 en Chile no se repitieron hasta el estallido de la Primera
Guerra Mundial.
Las conocidas
organizaciones croatas, aunque habían, mientras tanto, evolucionado en su
programa politico-nacional, reflejando con ello las condiciones imperantes en
la madre patria, asumirán un papel importante en la lucha por la emancipación
definitiva de las tierras croatas de Viena y Budapest, apoyando moral y
materialmente al Comité Yugoslavo, fundado en París, en 1915, bajo el liderazgo
del prominente político dálmata-croata, Dr. Ante Trumbic, y el escultor de fama
mundial Ivan Mestrovic.[73]
Los consejeros
imperiales y reales del Ballhausplatz,[74]
al recibir los informes del Ministro austro-húngaro en Chile y confrontándolos
con los datos anteriores de los que disponían[75],
se habrán percatado de la importancia que reviste la reacción de los núcleos de
"emigrantes selectos". Al contrario de lo que se imaginaban los
chilenos a través de la prensa más bien oficialista, preocupados por las buenas
relaciones con el "poderoso imperio", el comportamiento de los
croatas no las han perjudicado.
Al estudiar esas
relaciones, uno no se puede desprender de la impresión de que los diplomáticos
imperiales y reales se empeñaban en desarrollarlas en lo más posible, quizás
con el propósito subyacente de desmentir aquellas palabras memorables (1880),
de Gladstone: "No hay un punto en todo el mapa, donde Ud. podría poner el
dedo y decir: aquí hizo Austria algo bueno".[76]
Bajo este enfoque
probablemente sean más comprensibles los buenos deseos que animaban a los
factores competentes de fomentar los intereses mutuos en las relaciones entre
Austria-Hungría y Chile, hasta que la conflagración bélica, en 1914, les puso
un punto final.[77]
Luigi Pavia
"El
Tarapacá" Iquique, 18 de agosto de 1903
(Extracto de la
carta del eminente profesor italiano Luigi Pavia, publicada en La Sera
de Milán del 15 de junio de 1903).
"Las actuales agitaciones en Croacia contra la Hungría derivan de gran malestar, casi odio, que el dominio magiar ha despertado en esa provincia. Estas agitaciones subversivas se manifiestan por ahora aquí y allá como llamas que anuncian un gran incendio, el que indudablemente estallará violento y general tan pronto que se presente una favorable oportunidad. Los servas (servios), antiguos y fieros antagonistas de los croatas por razones de rito religioso, fraternizan con ellos en las demostraciones hostiles a los magiares, mientras los limítrofes eslovenos, no sometidos a éstos, toman el partido de los oprimidos hermanos. Sí, oprimidos: por cuanto teniendo en cuenta los cambios en las condiciones políticas de los pueblos y los sistemas de gobierno, el régimen magiar que pesa sobre los croatas es peor del que pesaba sobre la Lombardía y El Veneto. Por tanto, esta causa altamente nacional, aún sea croata debe interesar a todos los que tienen amor de patria y sentimiento nacional.
"Quien
escribe estas líneas no tiene por cierto nada común con Croacia; es un milanés
pura sangre; pero a él le agrada tratar las cuestiones objetivamente, con
absoluta independencia de prevenciones tradicionales, y en consecuencia, está
dispuesto a declararse en contra del Croacia y en favor de Hungría cuando
estuviesen invertidas las situaciones de los dos pueblos. Tanto más que, como
ha podido convencerse personalmente estando en el lugar de los acontecimientos
y frecuentado con autorizados personajes, Croacia no es la de antes; desde 40
años hasta hoy Croacia ha hecho enormes progresos, desde la literatura al
desarrollo de su sentimiento nacional; tiene solamente obstaculizada su
economía por los gravámenes que le tiene impuesto el magiar. Y si el pueblo
croata conserva aún algunos defectos de los pueblos nuevos respectivamente al
sistema civil nuestro, tiene todas las sanas energías propias de ellos, que
esperan solamente el sol de la libertad para expandirse debidamente. No hay que
olvidar que a los eslavos, de los cuales los croatas son genuina rama, les
corresponde fatalmente en Europa un gran porvenir; por la fuerza de su vigor
físico y renacimiento intelectual.
"En Italia
no se tiene generalmente exacto conocimiento de Croacia y de su pueblo, ni de
las condiciones en que está sometida a la Hungría: por los acontecimientos de
1848 la Hungría está considerada entre nosotros como una nación caballeresca y
como un viviente antagonista del Austria en sus relaciones políticas
nacionales. Pero no son así las cosas.
"La
desgraciada Croacia, aun cuando reino autónomo, con propio virrey, propio
parlamento, propia administración de los negocios internos, de la justicia,
culto e instrucción pública, tiene con Hungría comunes las finanzas y los
trabajos públicos y con Austria respectivamente los negocios exteriores, la
guerra y marina.
"Lo que es
más doloroso para la Croacia es no poder, contra todo derecho, administrar
directamente sus finanzas, y que la Hungría explote en beneficio propio los
dineros de los croatas, cuya tierra sería rica si no hubiera dos condiciones
que la impiden: la falta de la libertad y la indolencia de la población,
consecuencia quizás la segunda de la primera. Lo que es verdad... irritante es
la cruel ironía con la cual el gobierno húngaro trata a la Croacia:
administramos vuestro dinero -dice la Hungría- porque vosotros no lo sabéis
hacer.
"El Dr.
Frank valiente diputado al parlamento croata, escribió el año próximo pasado en
su Nuntium al parlamento húngaro, sin que nadie pudiera contradecirle:
"Nosotros damos todo a la Hungría y nada recibimos; la Hungría nos toma
todo y nada nos da".
"Y si esto
no fuese suficiente, otros dos graves hechos (ignorados del extranjero) sirven
a explicar el odio al gobierno magiar y la animosidad contra el representante
el Ban Khuen Hedervary, que gobierna la Croacia desde un cuarto de siglo.
"El ban
(gobernador) no es como un individuo una mala persona; pero él es húngaro y
debe uniformar su criterio al del gobierno de Buda-Pest. Ha podido desde mucho
tiempo hacer y deshacer en Croacia a su capricho, y supo formarse un partido de
los nombrados magjarones, es decir croatas que tienden al gobierno extranjero,
los que consiguieron el poder con artimañas y apoyos de los que más bien vale
no recordar.
"Que las
actuales manifestaciones de los croatas sean justificadas, lo demuestra entre
otras tantas razones el hecho de que el ministro Koerber impidió que el
emperador recibiese en audiencia a los diputados que querían someterle las
justas quejas del pueblo. Motivo especioso de rehusar la audiencia fue que los
negocios internos correspondientes a la corona húngara no podían ser objeto de
una reclamación en Austria. Como si por el mismo asunto no hubiese otorgado el
emperador pocos días antes audiencia al ban Hedervary, y como si en momentos de
graves agitaciones conviniera esperar que el emperador y rey se transforme en
rey solamente con residencia accidental en Hungría para tratar de negocios
importantísimos a una de sus coronas.
"Por cierto
que Koerber y el gobierno húngaro temieron el buen sentido y rectitud del
emperador. No se pueden silenciar otros dos hechos que reflejan las condiciones
de la situación: el de haber rehusado el general comandante militar de Zagreb
de conceder tropas para combatir al pueblo, y el otro de haberse negado un
regimiento de infantería de mandar en contra de los insurreccionados.
"Ahora uno
de tantos otros casos, que demuestran claramente como la Hungría trata a la
Croacia.
"Varios años
hace, sea por indiscreción de algún empleado o bien porque ciertas cosas no
pueden quedar secretas, se supo en Zagreb -la espléndida capital de Croacia-
que el Ban Hedervary había remitido de noche por ferrocarril a Buda-Pest varias
cajas que contenían documentos de Estado, sustraídas sigilosamente de los
archivos nacionales.
"En el parlamento croata esta noticia levantó una tempestad; el Ban fue atrozmente insultado y tuvo que retirarse de la sala de sesiones echado a empellones por un diputado. Por esta causa hubo un proceso contra los diputados que se mostraron más violentos, que terminó con la condena de varios, entre ellos el profesor Eugen Kumicic, uno de los más distinguidos y brillantes literatos de la Croacia moderna. Pero como amenazaba la revolución por el inaudito robo de los documentos de Estado, estos han debido ser devueltos al archivo de Zagreb.
"Como se ve,
la cuestión es bien grave; y así se explica que las actuales manifestaciones
revolucionarias sean el resultado de varias causas, las que no pueden dejar de
llamar la atención del público, y cautivar las simpatías de un pueblo oprimido
por un gobierno extranjero e injusto. -Profesor Luigi Pavia".
Nota de la
redacción de La Sera: Publicamos este artículo por un deber de
imparcialidad. Ciertamente hubiéramos preferido que fuese favorable a la nación
amiga más bien que a Croacia que tantos dolores nos ha hecho sufrir, etc.
"Único
pecado nuestro es: amar a Croacia"
Hrvatski Tjednik (Semanario Croata) fue la publicación de la "Matica
Hrvatska" la organización cultural croata más antigua. Después de un largo
silencio impuesto al pueblo croata por el régimen granservio comunista en 1945,
los intelectuales croatas -comunistas y no comunistas- agrupados en dicha
institución comenzaron a principios del año 1971, editar dicho periódico. Con
extraordinario ímpetu creador de un pueblo dura y largamente oprimido, el
periódico obtuvo un enorme éxito cultural y de difusión. En sus páginas se
reflejaban inquietudes nacionales de toda índole: económicas, culturales,
históricas, lingüístico-literarias, científicas, filosóficas, etc. Además, a
pesar de las trabas que le ponían las autoridades comunistas de Belgrado, el
número de los abonados creció rápidamente, alcanzando en contados meses un
tiraje que superaba a 140.000 ejemplares. Pero el régimen "liberal"
de Tito impuso su supresión, lo que afectó también a toda una serie de
publicaciones croatas en los primeros meses de este año. Matica Hrvatska fue
intervenida policialmente, debiendo su Comisión Directiva renunciar al cargo,
al igual que el cuerpo de redactores bajo la presión de las autoridades de Belgrado.
En el texto que a
continuación transcribimos, el cuerpo de redacción cesante, en el último número
que fue prohibido -diciembre de 1971- envía un mensaje al pueblo croata y al
mundo. Su dramaticidad es extraordinaria. Un pueblo y sus intelectuales creen
en los ideales más elevados, mientras la realidad les niega incluso el derecho
a gozar de una región de la tierra que se llama Croacia para poder allí vivir
libres y en armonía con todo el mundo. Sin perder la esperanza, las palabras de
los redactores obligados a renunciar expresan la amargura más profunda de su
pueblo en los términos siguientes:
"Ya nada más
podemos decir. Mayores argumentaciones por nuestra parte aumentarían el
malentendido existente o daría vida a otra incomprensión. Ante este hecho irracional
hemos quedado impotentes. ¡El viento histórico confundió las palabras! Las
mismas palabras tienen muchos y diferentes significados y, además, nosotros no
podemos decidir. Sabemos de qué estamos hablando, pero ignoramos lo qué los
demás oyen: no existe una manera para lograr reducir todas estas palabras a un
mismo significado, acercarlas lo suficiente como para impedir mayores
malentendidos.
"Para nada
nos sirvió la evidencia, como tampoco la trivialidad: alguien tergiversaba
continuamente nuestros proyectos. Tampoco nos ayudaron nuestros argumentos o
aclaraciones: siempre hubo quien explicara al revés su contenido o su objetivo.
¡No hay ideas tan simples o deseos tan elementales que no pueden convertirse en
subversivos por el solo hecho de que los defendemos nosotros!
"El único
derecho del que podemos sentirnos seguros fue el derecho a las últimas
cuestiones (del sentido de la vida). El universo nos fue dado para la
meditación sin malentendidos de clase alguna. ¡Pudimos admirar libremente la
grandeza de otros y, en cambio, comportarnos con nosotros mismos como
masoquistas!
"Todo el
dominio de lo irreal nos fue dejado para nuestro uso y nuestros encuentros con
amigos. ¡Habíamos obtenido aquellos derechos que nada piden de nadie! El
idealismo croata pudo desencadenarse hasta el suicidio, hasta la propia
evaporización.
Pero el infinito
es demasiado frío para el cuerpo. En su pureza, allí el hombre está condenado a
la desesperación. La tierra no es solamente el lugar de nuestro origen: ella es
la materia de nuestra vida entera, su medida, el único espacio en que realmente
existe.
"No importa
cuán maravillosos sean los espectáculos del cielo que nos mira, nos interesa
solamente la región tan querida por nosotros y los derechos que tenemos a ella.
Dicha región es Croacia. En ella y con ella comienza la historia de nuestro
corazón y de nuestra alma: primeras enseñanzas de la tierra y el mundo. Pues
tan pronto intuya el cielo, ¡el hombre a la vez comparte lo universal! ¡Vano es
todo intento de negarlo, de eliminarlo: porque cada uno de nosotros lo que
podría es solamente desfigurar el infinito en sí mismo! Por eso hemos imaginado
en todo momento a muestra patria en sueños y utopías con todos: ¡cómo una
cuestión que interesa al mundo entero!
"Repetíamos
esto en nuestros programas, lo examinábamos en nuestros textos de crítica. No
hacíamos otra cosa que examinar, escrutar sencillamente hechos sencillos.
"Los
malentendidos que surgieron no estaban en nuestras preguntas, como tampoco en
el material con que nos ocupábamos. ¡Fueron consecuencia de una postura desde
que se nos consideró sólo y exclusivamente como culpables!
Por eso no hubo diálogo, por eso nuestro monólogo quedó hecho trizas, envuelto
en interpretaciones que ahora nos acusan.
"El único
pecado que descubrimos en nosotros es el amar a Croacia. Porque únicamente ella
no cubre, en todos los puntos, los mismos intereses. ¡Todo lo demás -desde la
libertad hasta la autogestión y el progreso del socialismo- lo aceptamos
igualmente cada uno de nosotros, si hay que creer en las palabras de
cualquiera! Sin Croacia no hubo malentendidos. En relación con ella empieza
nuestro error según todas las acusaciones levantadas contra nosotros.
"Pero
nosotros sabemos que buscábamos algo nuevo, que defendíamos razones que sin
reserva considerábamos propias también de los demás: en nuestra comunidad y en
el mundo. "El Espíritu sopla donde quiera", dice la Sagrada
Escritura.
"Esto para
nosotros es una metáfora en que nuestra convicción se fortalece sabiendo que
estamos trabajando para el futuro de todos.
"Pero
¡cuánto más elevada sea una idea, más mentiras provoca! Así, meses y meses de
malicia y de tergiversación de nuestras actitudes, se están haciendo en
definitiva convincentes y más eficaces que todas nuestras declaraciones, que todos
nuestros argumentos: nuestra labor se vio condenada desde el punto más alto de
nuestra comunidad federativa.
"No obstante, no sabemos defender de otra manera aquellos programas que consideramos novedosos y progresistas para la sociedad entera y para nuestra patria: la libertad y la justicia, en el socialismo de autogestión. Por esta razón hemos entregado la renuncia a la Editorial de nuestro periódico. Al aceptarla, el Comité Ejecutivo de Matica Hrvatska decidió continuar publicándolo con otro cuerpo de redacción.
"Separándonos
del Hrvatski Tjednik (El Semanario Croata), nosotros no abandonamos la
esperanza que nos había unido. Estamos convencidos que ella nos es común a
todos los que consideramos el futuro de nuestro país y del mundo como una época
de libertad y justicia, única época que puede asegurar el sentido de los sueños
de hombre, de su historia: desde el primer contacto con la materia hasta la
última mirada a la luz del cielo.
"Por cuanto,
¡ni la muerte hace silenciar a todos los muertos, ni el silencio anula toda la
esperanza!''
Zagreb, 11 de
diciembre de 1971.
Tradujo: F. N.
Mensaje navideño
del Arzobispo de Zagreb, Mons. Dr. F. Kuharic a los feligreses del pueblo
croata
Poco después del
golpe de Estado que efectuó Tito en diciembre de 1971, en un clima muy pesado,
el monseñor Kuharic se dirigió a su pueblo en los siguientes términos:
En mi calidad del
arzobispo de Zagreb me dirijo en éste, mi mensaje navideño, a los feligreses de
mi arzobispado y a todos los fíeles del pueblo croata. Dios amó tanto al mundo
que el Hijo eterno del Padre se hizo hombre. De la profundidad del misterio
indescifrable llega a nosotros en las manos de la Madre Virgen. Dios viene para
ser nuestro hermano en pequeñas alegrías y grandes sufrimientos. Participa con
nosotros en nuestra pobreza, sufrimientos y en la muerte, guiándonos hacia la
Resurrección. Mediante Cristo, con Él y en Él, el hombre se convierte en valor
supremo del mundo visible; se eleva la libertad humana, se le ofrece al hombre
garantías y se lo conduce para que sepa decidirse por la justicia y la verdad.
Jesucristo nació
en una familia modesta, pobre. Este hecho revela la dignidad de la familia
humana. La familia es la cuna de la fidelidad, el amor, la aceptación magnánima
de la vida, la fuerza que protege.
Pero la familia
no es una comunidad aislada. Ella está inmersa en la comunidad mayor que se
llama pueblo. Jesucristo es también hijo de su pueblo. El santificó también el
patriotismo. Imitando a Cristo, cada hombre es miembro de su familia y de su
pueblo, contribuyente y heredero de la conciencia y la historia nacionales,
participante de su presente. El hombre está ligado con su pueblo en una suerte
común, una preocupación, un amor y un sufrimiento y esperanza comunes.
Jesucristo lloró por la suerte de la ciudad de su pueblo. El pueblo tiene
también su razón de ser y su dignidad. Todos los derechos con que nace el
hombre, son derechos también de su pueblo. Todos bajo el sol deben tener
derecho a su lugar y su patria, a la vida y la libertad, a su pan y su idioma,
a la seguridad y el respeto garantizados. Este es fundamento de la paz entre
las naciones.
Cristo libera y
santifica al hombre para la vida que alcanzará la plenitud en la Eternidad,
pero le garantiza la plenitud más completa también aquí, en la tierra.
La Navidad es la
manifestación del amor de Dios y la dignidad humana.
La Navidad está
enclavada profundamente en el corazón del pueblo croata. De generación en
generación vivimos la Navidad como la alegre fiesta de la esperanza. Nuestras
canciones navideñas expresan la fe que ha sido la fuerza de nuestros padres
durante siglos de sufrimiento. Por eso es que, a pesar de nuestra historia tan
angustiosa, disfrutamos de una Navidad tan rica en canciones.
Pero la Navidad
no es solamente la Revelación, es también la invitación a la vida de dignidad.
El amor que se ofrece a todos, invita a cada uno a vivir su dignidad. Esta, su
dignidad, el hombre la realiza aceptando el Verbo de Dios con todas sus
consecuencias.
Y qué otra cosa
puedo transmitir en el mensaje con motivo de esta Navidad a los feligreses de
mi pueblo sino el deseo de vivir unidos, en consonancia total, nuestra propia
fidelidad. Con el corazón entristecido, pero fieles a la verdad en la gran
comunidad de la Iglesia Católica, haciendo el bien, viviendo con dignidad.
¡Vivamos la
dignidad familiar! Que cada una de nuestras familias sea sana, firme y llena de
fe. Tal familia es el refugio del pueblo, la garantía de su futuro. La familia
fértil y fiel transmite la historia del pueblo fiel de generación en
generación.
¡Vivamos la
dignidad de nuestra comunidad nacional y social! Cada uno en su puesto, cada
uno con su responsabilidad, respetando a los demás y exigiendo de ellos nuestro
propio respeto.
Deseo a todos
feliz Navidad y feliz año nuevo 1972. ¡A todos, especialmente a aquellos que no
pueden festejarlo en el seno de su familia!
Zagreb, 1971.
Francisco
Kuharic, Arzobispo de Zagreb
Un fragmento del "diálogo" entre cristianos y marxistas:
"No sólo de
pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"
I
"Amados
feligreses, hermanos y hermanas:
"A la luz de
las palabras de Jesús que acabamos de escuchar en el Evangelio para la primera
semana de Cuaresma tratemos, durante la misma, de reflexionar con el Espíritu
Santo sobre el hombre, su vida, su destino y su relación con Dios.
"Es un hecho
innegable que el hombre está ante sí mismo y su vida enfrentándose con su
problema más grande. Se negaría a sí mismo si no se preguntara por sí y si no
lo inquietara su destino.
"El hombre
inevitablemente busca la verdad de sí mismo. ¿Qué es en realidad el hombre?
¿Qué sentido tiene su vida? ¿Tiene el hombre, en todos los tiempos, la misma
esencia y el mismo sentido? La Constitución Conciliar "Gaudium. et Spes" plantea la cuestión: "¿Pero qué es el
hombre? El ser humano ha dicho de sí muchas y variadas cosas y opiniones,
diferentes y contradictorias, en que a veces se enaltece tanto que se considera
como medida absoluta y otras se humilla hasta la desesperación, sintiéndose
angustiado y confundido. Estas dificultades la Iglesia las siente
profundamente" (Gaudium et Spes, Nº 12).
"Seguro es
que sobre las contestaciones a dichas grandes preguntas se edifica la vida del
hombre. El tejido de su destino no puede ser separado de la respuesta que
descubre acerca de sí mismo. Así se llega hasta la cuestión de Hamlet: ser o no
ser, esta es la cuestión.
"Las
contestaciones tienen su lógica de vida. La historia del pensamiento humano nos
proporciona el testimonio de que el hombre en todo momento buscó la respuesta
sobre el sentido de todo y de sí mismo. Las interpretaciones fueron múltiples.
Pese a esta multiplicidad de los sistemas filosóficos, sus opiniones las
podemos reducir a dos grupos opuestos con matices específicos. Un grupo de
pensadores considera al hombre como un producto accidental de la evolución de
la materia, negándole la realidad espiritual. Esta opinión -sin consideración a
qué época pertenece- encierra al hombre, exclusivamente y sin esperanza, dentro
de los límite del tiempo y de la tierra; reconoce legítimo preguntar o no por
el sentido de la vida humana solamente dentro de dichos límites.
"Otro grupo
-en el que podemos incluir también las religiones naturales- afirma o, por lo
menos presiente, que el hombre no sería únicamente el producto de la
casualidad; no provendría del seno del caos para que en él desaparezca. Esta
clase de pensadores buscan la fuente y el origen del hombre en la voluntad y la
existencia del Ser Absoluto que creó todo y orienta el sentido del hombre hacia
la Eternidad. No deseamos entrar aquí en las representaciones e ideas que
acompañan sus dilucidaciones.
"La Iglesia
nos da su respuesta, edifica su convicción y su fe no solamente sobre el pensar
del hombre, sino, en primer término, sobre la Revelación, sobre el gran
Misterio de Jesucristo: "Enseñada -dice el Concilio- por la revelación
divina, está en condiciones de dar la respuesta en que se refleja la posición
real del hombre y que así entiende su debilidad y, a la vez, reconoce su
dignidad y vocación" (G. y S. Nº 12).
"Nosotros
creemos que es únicamente Dios que nos puede dar una respuesta completa y
verdadera. Por esta misma razón la verdad acerca del hombre está ligada con la
verdad acerca de Dios. La existencia de Dios tiene para nosotros una
importancia tan decisiva como la de nuestra misma existencia.
"Si Dios no
existe, entonces muchas cuestiones resultan superfluas... Pero seguro es que la
razón humana está abierta hacia lo Infinito y Absoluto. Mediante grandes
esfuerzos, siempre buscó la verdad última y no se dejó encerrar, podríamos
decir, en la celda solitaria del mundo visible. Si Dios no existe, resultan de
sobra dichos esfuerzos. Si Dios no existe, entonces la única verdad acerca del
hombre es la siguiente: surgió accidentalmente del caos y al caos regresa. El
mismo, en estas condiciones, decide por su cuenta si debe o no reconocer algo
como el sentido de su vida. Siguiendo por el camino de esta concepción, por la
sola fuerza de la lógica debe terminar por reconocer que todo es: ¡Sin sentido!
Pese a la existencia de algo en el hombre que se opone al sin sentido, al fin y
al cabo, el destino humano termina en el sin sentido. En esta suposición no hay
otra esperanza ni fundamento de vida.
"¿Puede el
hombre conciliarse con tal posición? ¡Es un hecho innegable que la Humanidad
acariciaba y está acariciando una esperanza superior!
II
"La fe nos
revela, con la garantía divina, el enigma definitivo del hombre. Apoyado sobre
esta fe "el hombre no se equivoca realmente -dice el Concilio- cuando se
considera superior a elementos materiales e irreductible a una mera partícula
de la naturaleza o a un elemento anónimo de la sociedad humana". En el
interior de su vida el hombre, en realidad, supera la totalidad de las cosas:
en estas profundidades entra el hombre, cuando regresa a su corazón, donde lo
está esperando Dios, que escruta el corazón y donde el hombre en presencia de
Dios solo decide sobre su destino.
Por eso,
reconociendo en sí el alma espiritual e inmortal, no se siente víctima de una
falsa imaginación, "sino, por el contrario, alcanza la misma profunda
verdad de las cosas". (G. et S. Nº
14).
Para nosotros,
feligreses, la existencia de Dios es una verdad fundamental y absoluta. Dios
existe y es una Santidad Absoluta, es Justicia y Amor. Él es Creador de todo lo
visible e invisible. Al crear al hombre, tuvo con él intenciones dignas de
Dios. Las mismas otorgan fundamento a la dignidad humana, convirtiéndose en el
sentido del ser humano y de su vida
"La fe nos
enseña que el destino final del hombre es su eterna alegría en comunidad de
amor con Dios, en comunidad con la gran familia de los bienaventurados ángeles
y hombres. "A su imagen creó Dios al hombre" para que le regalase de
su vida y lo haga partícipe de su eternidad. Esta es la oferta y la invitación
de Dios.
"Creyendo en
la inmortalidad del alma y la resurrección de la carne, y para esto tenemos la
garantía en la palabra de Dios que con su seguridad supera a todas las
filosofías humanas, creemos en la inmutable verdad acerca del hombre. Esta
verdad es tan grande y conmovedora que a muchos, por desgracia, parece
improbable. Por eso la rechazan. No obstante, este sentido proviene de la
lógica misma del amor de Dios.
Si es así, y
nosotros creemos que es así, entonces es verdadera la respuesta de Jesús al
Tentador: "No sólo de pan vive el hombre" (Mt. 4. 3).
"La
esperanza humana no la puede colmar solamente el pan. El sentido de la vida
humana no puede ser la materia. El destino humano no puede terminar en la nada
"De lo dicho
surge inmediatamente que la dignidad humana descansa sobre la dignidad divina.
La vida humana está ubicada sobre un fundamento absoluto. La eternidad es su
sentido.
"Por ésta,
su esperanza de eternidad, la fe fue rehusada por algunos pensadores como si
fuera opio. A los cristianos se los acusa por negligencia en los problemas del
hombre en la tierra. Por el interés de la vida terrenal, dicen, hay que
renunciar a la esperanza de eternidad.
"Por el
contrario, contestamos, tampoco es posible edificar íntegramente la vida
terrenal del hombre sin esta esperanza y su sentido final. ¿Por qué? Porque es
posible edificar la vida en su verdad para el bien del hombre únicamente sobre
la verdad acerca del hombre. Esta verdad, a su vez, se confirma por la verdad
acerca de Dios. De esta manera la verdad acerca de Dios y del hombre se
convierte en el fundamento para la vida del individuo, la familia, el pueblo y
la humanidad. Sobre esta verdad descansan todas las relaciones humanas con una
seguridad permanente. En ella hallan su justificación y sus exigencias; la
misma excluye de todas las relaciones humanas el egoísmo y el derecho del más
fuerte; gracias a ella la libertad humana tiene su verdadero sentido; esta
verdad armoniza el derecho con la obligación. La gran fraternidad recibe su
sentido y halla su fundamento en la gran Paternidad de Dios.
"Proporcionar
solamente condiciones materiales de la vida corpórea no significa en sí crear
condiciones de felicidad humana. Si alguien desea la felicidad del hombre, debe
tomarlo en su integridad, en su realidad corpóreo-espiritual y, por fin, en su
orientación hacia lo eterno.
"Es un hecho
que la civilización contemporánea, con todos los medios que pone a disposición
del hombre, no llena su corazón de felicidad. No soluciona sus grandes
cuestiones; no lo libera de la angustia. Los aparatos electrónicos no pueden
sustituir lo que puede y debe realizar en el corazón humano. El corazón humano
no puede sentirse tranquilo sin la verdad, la bondad, la justicia, el amor y la
gracia.
""No
solamente de pan vive el hombre".
"Justamente
por nuestra fe y por nuestra esperanza eterna, no podemos ser indiferentes ante
él destino del hombre, la familia, nuestro pueblo y la humanidad entera.
"La Iglesia,
justamente por su fe en Dios y el sentido de la existencia humana, incita y
aprecia los honestos esfuerzos humanos para que la tierra se convierta en una
morada bendita del hombre dentro lo posible, dadas la condición de la tierra,
el tiempo y el hombre mismo.
"Los
feligreses están invitados por su fe a edificar el mundo en que no habrá
injusticia, odio, ni violencia del hombre contra el hombre. Los cristianos se
sienten obligados en conciencia a cumplir con su deber de tal manera que con el
amor ayuden al hombre y promuevan el bien común. La esperanza eterna no sólo no
impide esto, sino por el contrario obliga a un amor efectivo.
"La Iglesia
por su convicción religiosa se compromete por los derechos inalienables y la
dignidad de la persona que -según las palabras del Concilio- "superan
todas las cosas, siendo sus derechos y obligaciones de carácter universal e
intocables. En consecuencia, hay que hacer alcanzable al hombre todo lo que es
necesario para su vida realmente humana, a saber: alimentos, vestimenta,
derecho a información, trabajo de acuerdo con su recta conciencia, derecho a la
protección en la esfera de su vida privada y la libertad necesaria en la esfera
religiosa". (G. et S. Nº 26).
"Es por eso
que los feligreses nunca se pueden conciliar con la idea de que el hombre se
cree disminuido por su fe y su conciencia. Nosotros no podemos renegar de
nosotros mismos como tampoco de nuestro derecho inalienable a vivir lo que
somos y como somos en plena libertad y tranquilidad.
"El Concilio
en varios documentos basados sobre la doctrina eclesiástica acerca del hombre,
subraya también el derecho a la educación. El niño nace de sus padres como
persona humana. Antes y después del nacimiento posee la plena dignidad humana.
Es un fruto del amor de Dios y de sus padres. Los padres son los primeros
responsables por la educación de sus hijos de acuerdo con los preceptos de su
fe. Este es su derecho sagrado y su sagrada obligación. La educación pertenece
a los padres.
"Los padres
creyentes se sienten profundamente lesionados en su conciencia si alguien
impone a sus hijos la convicción contraria a su fe quitándoles así el alma de
sus hijos. Nunca los padres creyentes podrán aceptar la idea de que en las
escuelas se inculque a sus hijos el ateísmo como la concepción del mundo. Un
proceder semejante es contrario al derecho de la libertad del hombre.
"Para
nosotros la ciencia y el materialismo no tienen límites idénticos. La ciencia
debe permanecer abierta hacia lo infinito y hacia la realidad, hacia la
realidad total que involucra cosas visibles e invisibles. Cerrar a la ciencia
las perspectivas para lo infinito, significa cortarle las alas. El
materialismo, a su vez, es una determinada filosofía que no reconoce ninguna
realidad trascendente y que puede ser científicamente justificable como todas
las demás filosofías. En el campo de la ciencia, la evidencia de la verdad
descansa solamente sobre los argumentos evidentes. El materialismo, como
filosofía, no puede tener argumentos evidentes contra la existencia de Dios
como tampoco contra la inmortalidad del alma humana. Lo que hace es simplemente
negar a priori dichas posibilidades.
"Lo mismo
vale para los programas políticos y sistemas sociales. Los mismos pueden
referirse sólo parcialmente a las esferas de la vida humana -que nunca están
exentas de las normas éticas- y se los puede justificar únicamente en la medida
de sus éxitos que posibiliten una vida digna para cada uno y para la comunidad
entera. El único juez al respecto puede ser la realidad de la vida. Pero los
programas políticos y los sistemas sociales traspasan constantemente sus
límites al intentar imponerse como concepciones del mundo. Esto no les corresponde.
Aquí se trata de otra esfera. La política no es la religión. La obligación del
poder político es asegurar en la sociedad -cualquier sistema que sea- la
protección del espacio legal de la libertad de cada hombre para que pueda en
plena libertad y honestidad colaborar con otros hombres y realizar su vida en
cooperación en el bien común. Es el deber de toda autoridad organizar las
condiciones de vida política asegurando el trabajo para todos, el pan para
todos, la seguridad para todos. Ella debe cargarse con el deber de la
protección de la vida y la dignidad humana. Para el bien común son importantes
el trabajo, la especialización profesional y la honestidad de cada uno. El
hombre está obligado de dar todo esto a la comunidad. Bajo ninguna condición
los portadores de la responsabilidad pública pueden imponer, mediante
instrumentos del poder, a los ciudadanos convicciones filosóficas y
concepciones del mundo. De igual manera consideramos desde el punto de vista de
la verdad integral acerca del hombre, que el acceso a ciertos servicios y
profesiones no pueden estar condicionados por la
profesión de determinada filosofía. Por la fuerza no se puede imponer ni
creencia ni no creencia. De esto se ocupa especialmente el Decreto conciliar:
"Declaración sobre la libertad humana".
"Nuestra
esperanza eterna nos impone, a nosotros los feligreses, amar a nuestro pueblo.
Nos estremecen sus desplazamientos emigratorios, nos llenan de preocupación sus
problemas morales y económicos, familiares y sociales, presentes tan dolorosamente
en la vida del pueblo croata.
"Desde la
postura de nuestra fe entendemos que las relaciones justas con otros pueblos
son necesarias, pero también posibles solamente a condición de ser factible
desplegarlas con la justicia, en la libertad y el respeto de los derechos
legítimos y las obligaciones auténticas. Es decir, que la fe y la eterna
esperanza no alejan de la vida concreta sino, más bien, nos incluyen en ella
con la fuerza de los principios objetivos de justicia, honestidad y amor. La fe
en Dios y la dignidad del hombre nos incorporan a la vida.
III
"Así que no
solamente de pan vive el hombre. ¿Qué más necesita para vivir dignamente? La
respuesta de Jesús al Tentador continúa, y dice: "No solamente de pan vive
el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
"El hombre,
pues, no puede vivir su verdad sin relación con Dios. No puede vivir como si
Dios no existiese. Para una vida completa del hombre hace falta la palabra de
Dios.
"Esta
palabra significa mucho y contiene mucho. Todo lo que es necesario para la
salvación del hombre...
Explicado el
significado del bautismo en la vida de la Iglesia, el arzobispo prosigue:
"Por cuanto más se debilita en el hombre la conciencia de la grandeza de
Dios, de su santidad, justicia y amor, tanto más se debilita, también su
conocimiento de la tragedia del pecado y de su mal. Hoy en día se acepta cada
vez más, también por algunos cristianos, la idea de que al hombre todo está
permitido si lo considera útil y agradable. Los hombres modernos rechazan cada
vez más el valor permanente de los principios morales, que tendrían su vigor
perdurable y su obligación para las conciencias. En cuanto, no obstante,
existen algunos (principios) serían de común convenio humano, pero un juez o
una sanción trascendente no existen. Incluso los mismos cristianos se excusan:
Así vive todo el mundo, así proceden todos y ¿qué nos queda para nosotros?
¡Así, pues, como si el mal pudiera convertirse en el bien por obra de la
mayoría! Con esta opinión entramos en el caos moral donde no hay diferencia
alguna entre el mal y el bien, cuando todo está librado a las disposiciones
subjetivas, opiniones y pasiones humanas. Este relativismo y subjetivismo abren
la puerta a las fuerzas del mal que pueden desmenuzar al hombre. Por eso mismo son
inconciliables con la verdad acerca de Dios y el hombre.
"Jesús no
mandó a los apóstoles para que instruyesen a los hombres a vivir como viven los
demás... sino dijo: "Enseñadles a observar todas las cosas que yo os he
mandado" (Mat. 28,20).
"La verdad obliga
a rechazar todo el chantaje por cuenta de los principios de Dios. El pecado
queda siempre como tal, siempre mal y desgracia para el hombre. Es un mal con
caras y máscaras múltiples. Seduce a los pequeños, viola la pureza de los
inocentes, destruye familias, deshonra la santidad de matrimonios, explota a
los más débiles, persigue a inocentes, condena a justos, oprime al pobre. El
pecado se opone constantemente a la verdad. Ya el profeta Jeremías clamaba:
"La mentira y no la verdad domina la tierra... Uno está engañando al otro,
no están diciendo la verdad, porque su lengua está aguzada para la
mentira" (Jer. 9, 2, 4). "Se dejan llevar por su corazón
depravado" (Jer. 9, 13),. El pecado es el padre
de toda la desesperación y la madre de todas las injusticias. Es un grave
problema de toda la historia. En este siglo XX, nuestro siglo, que ha
proclamado como su objetivo la liberación del hombre de Dios" recobra una
fuerza especial. No son, quizás, el fruto del pecado las guerras, los campos de
concentración, los suplicios, millones de muertos, mutilados. El hombre se hizo
blasfemo de Dios y verdugo de sí mismo... El pecado hace la vida humana
irreparablemente frustrada.
"Pero
también a nuestra generación Dios está hablando: "Tu malicia te condenará,
y gritará contra ti tu apostasía. Reconoce y advierte cuán mala y amarga cosa
es el haber tú abandonado al Señor Dios tuyo, y el no haberme temido a mi"
(Jer. 2,19), También nos habla por el profeta Ezequiel: "Volveos y
convertios de todas vuestras transgresiones... Arrojad lejos de vosotros todas
vuestras prevaricaciones que habéis cometido, y formaos un corazón nuevo, y un
nuevo espíritu... Convertios y viviréis" (Ezequiel, 18 - 31, 32).
"La
conversión no queda en la superficie como una manera refinada. Ella penetra
hasta la médula del hombre y profundamente cambia su vida. En ella está
presente el vigor de Dios. Se trata de la actitud del Espíritu Santo en la
conciencia humana. La conversión es la luz en los pensamientos humanos, el amor
de Pentecostés en el corazón humano, la fuerza de Pentecostés en la decisión
del hombre de ser el amigo de Dios en todos sus pensamientos, palabras y obras.
El cambio se opera en el interior, y en la profundidad de la conciencia.
Pensamientos malos engendran obras malas. Solamente los pensamientos buenos y
puros pueden traer el fruto de obras buenas..."
Continuando con
el tema de la conversión del hombre, monseñor Kuharic agrega: "La
conversión pues no es un acto acabado. Se trata de un proceso en el interior
del hombre para que todos los días sea el hombre de Dios. La conversión no es
posible sin la gracia divina. Nuestra conversión debe estar alimentada
constantemente con la oración. Sin una oración humilde, sincera y profundamente
vivida, la vida cristiana es imposible, la fuerza divina se nos da en los
sacramentos.
"Al
subestimar el pecado, se empezó subestimar también la confesión. Pero ella es
el medicamento divino para nuestra debilidad humana. En ella Jesucristo
depositó Su misericordia divina, pero espera también nuestra contricción,
sinceridad y decisión seria para que volvamos sobre el camino de Dios, todos
los días. A un alma limpia, la Eucaristía se le da como un alimento verdadero
para la vida eterna. "No solamente de pan vive el hombre sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios" (Mat. 14,14). Sin estos regalos no
deberíamos quedarnos en esta Cuaresma. Nuestro Redentor Jesucristo por su
padecimiento y resurrección nos invita a una resurrección espiritual. Esta será
la alegre luz de la fiesta de Resurrección. Nos habló Dios otra vez por boca
del profeta: "..Yo te he amado con perpetuo amor,
por eso, misericordioso, te atraigo a mí" (Jer. 30,3). "He aquí que
yo curaré sus llagas, y les volveré la salud, y remediaré sus males, y les haré
gozar de paz y fidelidad, conforme ellos han pedido" (Jer. 32,6).
"Unidos con
la Madre de Dios y la comunidad de los Santos en una oración humilde, oremos
para que así sea. La bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con
todos ustedes y como fundamento de la alegría de la Resurrección.
Zagreb,
27/11/1972.
Franjo Kuharic,
Arzobispo de Zagreb
Traducido por: F.
N.
"Vjesnik",
el periódico oficial comunista del gobierno títere de Zagreb se burla de la
Carta Cuaresmal del primado de Croacia
"En la Carta
cuaresmal de Franjo Kuharic resulta difícil no ver un salto desmedido fuera de
las normas de conducta convenida en el Protocolo entre Yugoslavia y la Santa
Sede.
"Podría
decirse que el arzobispo de Zagreb se deja conducir en su carta cuaresmal
"No sólo de pan vive el hombre" (leída con gran pompa en todas las
iglesias de la diócesis de Zagreb entre el 12 y el 19 de marzo de 1972) no sólo
por las palabras divinas sino también por los aforismos del extinto satírico
polaco J. Lee. Hay una publicación de éste denominada: "¿Quizás dios quiso
que yo fuese ateísta?". Así también Franjo Kuharic dispone las cosas en su
Carta cuando, según nuestra opinión, traspasa en forma sensible y provocativa
los límites naturales y convenidos de la actividad y el predicamento puramente
eclesiásticos y confesionales. Podría decirse que él entiende su deber pastoral
en forma expansiva y ofensiva, deseando agrandar las competencias sobre la
totalidad de nuestro sistema, especialmente sobre el sector tan complejo de la
educación de nuestras jóvenes generaciones. Podríamos decir que se deja llevar
por Lee: posiblemente, supone F. Kuharic, el mismo dios quiso que se formase
aquí en nuestro país un Estado obrero, socialista y de autogestión y justamente
sobre los principios de la visión marxista de la organización social, pero F.
Kuharic, el arzobispo de Zagreb, se impuso a sí mismo la tarea de modificar un
poco aquella proyección yugoslava de la voluntad divina sobre la tierra, o
mejor, para que también a las ovejas marxistas extraviadas, ateístas y
neutrales, comunistas y no comunistas, con su bastoncito pastoral las obligase
a entrar en su redil arzobispal.
"Se diría y
debe ser así, si sabemos todo lo que dijo a su grey espiritual F. Kuharic en la
Carta Cuaresmal. Se trata de una compilación filosófica acerca del hombre y el
sentido de su vida, pero en un nivel popular y con una batalladora proyección
de los deseos profanos de la Iglesia, que nosotros creíamos -y fue esta nuestra
credulidad- archivados, gracias especialmente a los documentos del II Concilio
Vaticano. También en el Protocolo firmado en 1966 entre Yugoslavia y la Santa
Sede, se dice bien que "la actividad de los sacerdotes católicos, en el
cumplimiento de sus deberes, debe desarrollarse dentro de los límites
eclesiástico-religiosos y que, de acuerdo con lo dicho, no deben abusar de sus
funciones religiosas y eclesiásticas para lograr objetivos que tendrían
realmente un carácter político.
"A ver, pues
qué es lo que quiere el arzobispo de Zagreb, F. Kuharic. Si a su Carta
Cuaresmal la despojamos de la ya mencionada simplificación filosófica
(destinada) para el pueblo, dentro de la cual el arzobispo resuelve muy rápida
y fácilmente grandes problemas, hipo-statizando las contestaciones
eclesiásticas y luego sobre su base, condenando en block al mundo moderno (como
si no hubiera habido durante 2000 años "guerras, campos de concentración,
suplicios, mutilados, frutos desesperados del pecado", es decir, como si
la Iglesia, los hubiera podido impedir y hoy no lo puede hacer debido al
materialismo y el marxismo), Si, repito, eliminamos esta limonada filosófica,
que no podría resistir una polémica un poco más sistemática, entonces
descubrimos la espada del belicoso arzobispo bajo su agradable palio pastoral.
""Nosotros
no podemos ser ecuánimes ante el destino del hombre, la familia, nuestro pueblo
y la humanidad entera", dice Kuharic, justamente "por nuestra fe en
el sentido del hombre y por nuestra esperanza eterna". Esto es el punto de
partida que podemos aceptar, aún cuando está claro de antemano que el pueblo,
según Kuharic, está definido por su fe. "De aquí se sigue que los
feligreses nunca pueden conciliarse con la idea de que al hombre se lo
considere disminuido por su convicción y su fe atiza el fuego Kuharic ¡como si
hubiera sido proclamado algo semejante en nuestra sociedad! Pero, esta tensión
ideológico-social sirve solamente de peldaños a Kuharic para subir hasta su
tema, es decir "el derecho a la educación". "Los padres son los
primeros llamados y responsables para educar a sus hijos de acuerdo con las
exigencias de su fe y de su conciencia", pero "los padres creyentes
se sienten profundamente lesionados en su conciencia, si alguien impone a su
hijo la convicción contraria a su fe quitándoles así el alma de sus hijos".
Esto es ya un sofisma, pero no sin malicia en su actitud confusa e intrigante.
Primero, nadie niega a los padres el derecho a la educación como la deseen y
quieran y, segundo, es pura mentira que la escuela "impone a los niños el
ateísmo como la concepción del mundo".
"En nuestras
escuelas, en cuanto conocemos el asunto, se explica el desarrollo de la
sociedad científicamente en el sentido materialista, dialéctico y marxista,
mientras en el curso de filosofía, en cuanto sabemos, todas las demás concepciones
idealistas, de tinte religioso, no marxistas, etc. se explican sin preferencia
o discriminación. Cada uno tiene libertad de orientación, lo que es evidente,
si sabemos que las iglesias permanecen abiertas y frecuentadas y que ciertos
jóvenes están agrupándose bajo el patrocinio eclesiástico. Francisco Kuharic,
pues, patéticamente y con desprecio tergiversa el estado real de las cosas.
"Cierto es
que él algo quiere decir, pero está envolviéndose en el velo de su falsa
retórica: "Lo mismo vale para los programas políticos y los sistemas
sociales. Ellos pueden sólo parcialmente abarcar la esfera de la vida humana..."
¡pero, "siempre traspasan los límites cuando se
imponen como concepciones del mundo. Ellos no lo pueden hacer. Esta es otra
esfera. Por cuanto la política no es la religión".
"Se trata,
pues, de política y no de religión; se habla de las pretensiones políticas de
la Iglesia, es decir de la implicación de su dignidad eclesiástica en el
sistema político-social. ¿Cómo? Es que el arzobispo de Zagreb F. Kuharic quería
que nosotros olvidemos que en todo el mundo avanzado la Iglesia está separada
del Estado. La posibilidad de diálogo entre marxistas y creyentes, sin saber
qué hacer con los ciudadanos que no son ni marxistas, ni comunistas, ni feligreses
por lo cual no tienen con quien "dialogar". F. Kuharic entiende que
esta es la oportunidad para delimitar nuevamente el campo de actividad: a
ustedes marxistas, el cuerpo del hombre, a nosotros, pastores, su alma.
"Aquí Franjo
Kuharic está grandemente equivocado y nos extraña que él no sepa que la Iglesia
moderna ha renunciado, hace bastante tiempo, a tales pretensiones. Nuestra
escuela ofrece conocimientos científicos, pero dejando la posibilidad de libre
opción. Sin embargo, ¡las funciones políticas en nuestro país están
determinadas por el sistema social! Nosotros somos un Estado obrero,
socialista, organizado sobre los principios del socialismo de autogestión, que
es nuestra concepción política del mundo. Esto quiere decir que negamos a la
Iglesia el derecho de mezclarse en el sistema político y en aquel momento,
cuando ella, como lo quiere F. Kuharic, penetra en la estructura social pasando
los límites de las cuestiones religiosas, entonces ella está mezclándose
realmente en la política. Nuestra sociedad no es una sociedad ideológicamente
neutral, lo que debe estar claro. La Iglesia era una organización demasiado
política para no saber lo que haría también ahora si siguiese las ideas de F.
Kuharic.
"Algo más:
F. Kuharic habla como si triunfara porque los programas políticos y los
sistemas sociales "pueden, solamente en forma parcial, abarcar la esfera
de la vida humana". Y ¿qué otra cosa? El marxismo no es una filosofía
totalitaria, especialmente este nuestro, abierto y democrático. Basándose en
nuestra práctica social y política, nosotros edificamos una sociedad libre en
que la política no es, no debe ser y no puede ser la "fe". Ella es la
práctica efectiva de los seres humanos libres, conscientes de su inocencia por
el nacimiento, conscientes que todo está en sus manos. Si Kuharic insiste tanto
sobre la cuestión del sentido de la vida, nosotros también podríamos decir que
lo estamos penosamente buscando y lo vemos en la realización de la libertad
siempre más completa.
"La libertad
es una cuestión política. F. Kuharic quiere que el hombre viva en el miedo y
humildad, en "el conocimiento de la tragedia del pecado y de su mal".
Por eso quiere que nuestra sociedad le entregue a él la educación de nuestras
nuevas generaciones, lo que es una pretensión eminentemente política y profana
de la Iglesia. Quiere imponer a los ciudadanos "convicciones filosóficas y
concepciones del mundo" pero, por otro lado, esto mismo lo niega a
"los portadores de la responsabilidad pública y social". Esta es,
pues, la inútil lucha de Kuharic por el poder en nuestro sistema, donde está
proclamado claramente, que la clase obrera está en el poder, encabezada por la
Liga Comunista y que la misma, en este sentido, rechaza la cooperación con la
Iglesia. Dentro de sus límites, recibiendo hombres, niños, mujeres, juventud y
ancianos que libremente se orientan, ella puede cultivar todas sus enseñanzas,
pero no puede -y a esto renunció, lo que el arzobispo de Zagreb, parece
olvidar- pedir mayores competencias sociales.
"Franjo
Kuharic, evidentemente, plantea exigencias que lo desacreditan como miembro de
la Iglesia moderna y en el espíritu de las buenas relaciones entre Yugoslavia y
la Santa Sede. No le resulta claro que tanto feligreses como no feligreses
tienen los mismos derechos, pero que los primeros, desempeñando una función
pagada por el Estado (educadores, profesores, etc.) no pueden abusar de estas
funciones para hacer propaganda de concepciones contrarias a las posiciones
fundamentales de nuestro sistema. Esto no le está claro a F. Kuharic -lo que
lamentamos- o está pescando en río revuelto.
"El ama
"patéticamente a su pueblo" como si este asunto fuese solamente de
él. Así regresamos al punto del que partió Kuharic: "Nos conmueve su
desplazamiento emigratorio, de preocupación nos llenan tantos problemas
morales, y económicos, familiares; y sociales, presentes en la vida de nuestro
pueblo croata". A esto falta solamente agregar "Bog i Hrvati" -
Dios y los Croatas- para que sea definitivamente claro lo que Kuharic desea
(Bog i Hrvati - Dios y los croatas es el lema del Partido de Derecho Croata,
creado por el Dr. Ante Starcevic, considerado el Padre de la patria croata e
intrépido luchador por la independencia de Croacia. - Obs. de
la Red.). Como si fuese una condición previa ser arzobispo para que nos
conmoviesen todos aquellos problemas y como con anterioridad, cuando la Iglesia
tenía el control sobre la vida social, moral y política en nuestro país,
especialmente sobre la educación de las generaciones jóvenes, no hubiese habido
semejantes problemas.
"La conducta
farisaico-samaritana del arzobispo de Zagreb se manifiesta así, al comienzo, y
al fin de su carta, como un salto desmedido fuera de las normas convenidas para
un destacado funcionario de la Iglesia católica en nuestro país. Todo lo bueno
que nuestra sociedad hizo y edificó, con muchos esfuerzos y buena voluntad, en
las relaciones entre Yugoslavia y la Santa Sede -y todos sabemos que dichas
relaciones se están desarrollando a satisfacción de ambas partes- el arzobispo
de Zagreb parece como si quisiese ponerlo todo otra vez en cuestión. Si es
verdad que el hombre no sólo de pan vive, tampoco la Iglesia moderna se rige -y
no se regirá, pensamos, en el futuro- de acuerdo can las recetas de F.
Kuharic".
Traducido por F.
N.
El texto de estos
dos documentos los trascribimos del periódico "Ognjiste" "El
Hogar" Buenos Aires, Nº 5 (49)/1972, cuyo director es el padre fray Lino
Pedisic, director espiritual al mismo tiempo de la colectividad croata en la
Argentina. El periódico publica también en el mismo número una extensa emisión
de la Radio Vaticana, sección croata, en defensa del arzobispo de Zagreb y
reprochando la redacción de "Vjesnik" por haber procedido realmente
fuera de lo permitido por las normas convenidas entre la Santa Sede y el régimen
de Belgrado a que apela con tanta insistencia. Es inaudita la osadía del
periódico comunista que está al servicio de Belgrado -comunista y ortodoxo- y
del gobierno local croata, satélite absoluto después de la caída de los líderes
croatas comunistas que dieron prueba real de su preocupación por los problemas
del pueblo croata, lo que fue el principal motivo de su
"decapitación" por parte de los neostalinistas, encabezados por el
"liberal" Tito, y sus generales servios. Resulta evidente, pues, que
las -relaciones eclesiástico-yugoslavo-comunistas dejan mucho que desear.
Parece asomarse un nuevo conflicto, cuya gravedad, con todas sus consecuencias,
recaen nuevamente sobre la jerarquía eclesiástica croata y sobre su pueblo. En
el mismo sentido formula sus preocupaciones, dicho periódico croata en la
Argentina, permitiéndonos entrever que sus formulaciones no son pura invención.
Reconocemos que no siempre la buena voluntad halla su confirmación en los
acontecimientos del futuro, pero es verdad también que "Studia
Croatica", desde la firma del Protocolo hasta el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Belgrado, tomó una postura muy
escéptica. ¡Ojalá que el desarrollo en este sentido no tome aspectos peores! A
los ataques de "Vjesnik" secundan los periódicos de Belgrado,
especialmente "Nin", órgano, según dicen, del aparato
policial-militar, lo que no podemos considerar como buen presagio, aun cuando
bien sabemos que el verdadero interlocutor con el monseñor Kuharic no se halla en
Zagreb sino en Belgrado también en ese "diálogo prologoménico".
El profesor Vinko
Nikolic es una personalidad poco común en la emigración croata. Podríamos decir
una personalidad singular. Raras veces, pues, se emparejan en el mismo hombre
talentos tan dispares como son realmente el poeta y el organizador. Gracias a
esta extraña combinación de talentos, Nikolic, un trabajador incansable,
aseguró ya una envidiable herencia para la historia cultural y política de
Croacia. Sus talentos no quedaron enterrados y escondidos. Tampoco quedan
frustradas las esperanzas que su pueblo deposita en cada uno de sus
intelectuales. Son ellos que, en tiempos difíciles, encienden luces e iluminan senderos
de esperanza y de liberación.
La vida y la
actividad creativa de Nikolic comienza con la época
más trágica de la larga historia croata. En 1918, entrando Croacia a formar
parte de la Yugoslavia monárquica, se interrumpió la continuidad milenaria de su
vida estatal independiente. Desde ese momento -exceptuando el período de
1941-1945, cuando ese pueblo sostuvo una tremenda guerra contra el comunismo
internacional y el Partido comunista yugoslavo la situación de Croacia viene
empeorando. Con la restauración de la Yugoslavia comunista en 1945, empieza el
verdadero calvario croata. Actualmente los croatas están sometidos a un régimen
neostalinista y granservio que por su rigor totalitario nada tiene que envidiar
a su modelo stalinista.
Esta tragedia con
hecatombes de vidas inocentes se refleja en la vida del poeta Nikolic. Con
amargura en el corazón, Nikolic está literalmente vagando por el mundo. Pero su
amargura no es aquella que mata. En su corazón patriótico y de poeta, ella
actúa como un inagotable incentivo, un factor que no paraliza, sino eleva a una
potencia inusitada el natural dinamismo de este simpático nuestro sexagenario.
Nacido en 1912 en
la ciudad de Sibenik fundada por el rey croata Kresimir hace más de 900 años,
Nikolic en ningún momento olvida a su ciudad natal y a la Croacia de Kresimir
que lucha por recuperar su independencia y soberanía. Nikolic es un excelente
soldado en esta lucha. Después de 20 años de trabajo en la Argentina, se
trasladó a Francia. De allí fue expulsado por la exigencia del régimen
comunista y granservio de Belgrado y la policía destruyó el material de
composición gráfico de su revista "Hrvatska Revija" (La Revista
Croata) que durante 15 años se publicaba en la Argentina sin obstáculos de
clase alguna. Actualmente, y después de una verdadera odisea de Nikolic,
continúa trabajando en Europa.
Sus obras
principales: En Croacia hasta 1945 cuatro libros de poesía y en el exilio otros
cuatro. Ha publicado dos tomos (I pág. 407 y II pág. 586) titulados Pred
Vratima Domovine (Ante la Puerta de la Patria), conteniendo sus pláticas y
conversaciones mantenidas con los hombres más destacados en la cultura o la
política croatas en el exilio. Allí, junto con una síntesis sumamente
interesante de las opiniones de otros, hay también observaciones originales y
agudas del autor, incitando constantemente a trabajar por la libertad. Nikolic
edita, como ya dijimos, la mejor revista croata en el idioma nacional,
"Hrvatska Revija" - La Revista Croata. Ella es el verdadero espejo de
las opiniones culturales y políticas de numerosísimos intelectuales croatas,
tanto en el exilio, como también últimamente en la patria ocupada. Veintidós
años de su vida constituyen un orgullo de la conciencia nacional, la
responsabilidad y la cultura de los intelectuales croatas en una época por
demás trágica. No hay una sola revista en Croacia en el período
yugoslavo-comunista que haya sobrevivida diez años, pese a los subsidios
oficiales. "La Revista Croata" de Nikolic, hoy ya de todos nosotros,
a pesar de todas las oposiciones políticas, económicas, técnicas, etc., vive y
prospera hace ya más de 22 años sin disminución de su vigor. Sus volúmenes
quedarán para siempre como un maravilloso testimonio del espíritu creador de
los croatas y especialmente de Nikolic. Aquí se reveló su gran talento
organizador. Además, Nikolic organizó la Editorial de la Revista Croata. Hasta
ahora ha publicado toda una serie de libros histórico-científicos, políticos y
literarios. Entre sus autores figura también el nombre del Dr. D. Mandic, el
más grande historiador croata en la actualidad.
El Instituto
Croata Latino Americano de Cultura y la revista Studia Croatica, con
motivo de cumplirse el 60º aniversario de su miembro fundador y colaborador
Nikolic, le desean, felicitándole, el mejor de los éxitos también en el futuro
y que sus nuevas realizaciones se incorporen a la ya rica herencia que acumuló
para la posteridad croata, tanto en el exilio como en la patria, Croacia, que
está esperando su libertad por la que luchamos, hombro a hombro, junto a él.
La Redacción de
S. C.
Croacia y la
actual crisis de Yugoslavia
Freie Presse, diario alemán en Buenos Aires, en su edición del 20 de
abril de 1972, en la rúbrica Das Buch - Los Libros, refiriéndose a la edición
especial Croacia y la actual crisis de Yugoslavia - de la revista Studia
Croatica con motivo de la actual crisis de la Yugoslavia comunista, dijo lo
siguiente:
"Studia Croatica", periódico croata en el idioma español que se edita en Buenos Aires desde 1960, publicó como edición especial un opúsculo de 40 páginas, titulado Croacia y la actual crisis de Yugoslavia, prestando atención a la reciente y grave crisis de Yugoslavia y al esclarecimiento del fenómeno que tanto interesó a la prensa mundial.
La actual crisis,
que conmovió los cimientos de la comunidad política de Tito, debe reducirse al
problema nacional sin solución que la Yugoslavia comunista heredó de la
monárquica.
Los comunistas
que desde 1945 están en el poder del país, continúan, bajo otras condiciones,
la misma política granservia de opresión y explotación de otros pueblos de ese
país multinacional. El descontento y la desilusión se acumularon de tal manera
que los mismos líderes comunistas croatas exigen más libertad, justicia e
igualdad para su pueblo, que es el más oprimido y económicamente más explotado.
Los autores del
libro invocan el derecho de autodeterminación tanto para el pueblo croata como
también para los demás pueblos que viven allí en las condiciones similares.
También proponen una solución práctica: la separación de Croacia y Servia así
como se procedió a su tiempo separándose Suecia y Noruega".
La Prensa de Buenos Aires, del 3 de abril de 1972, publicó la
siguiente nota: "Studia Croatica- ha sido distribuida una edición especial
de la revista Studia Croatica, que se edita en esta capital, en castellano, con
un folleto titulado "Croacia y la reciente crisis de Yugoslavia".
La publicación,
de 40 páginas de texto, incluye una explicación histórico-política y
económico-social de la mencionada crisis y la trascripción in extenso de los
ecos y comentarios publicados sobre el tema por destacados periódicos de Europa
y América".
El decano de la
prensa de Córdoba Los Principios del 16 de enero de 1972 se refirió a
Studia Croatica en los siguientes términos:
"Con las
características de las publicaciones que están dedicadas a forjar la exacta
visión de un pueblo, "Studia Croatica", que se edita en Buenos Aires,
da a conocer otra de sus ediciones. Tiene ésta particular interés, puesto que
aparecen varias notas en las que son considerados temas de actualidad
relacionados con Croacia y la Argentina, como así también otros asuntos de significación.
Las relaciones entre el Vaticano y Croacia dan motivo a F. Nevistic para una
rememoración circunstanciada de cómo se han conducido las vinculaciones
diplomáticas a lo largo del tiempo y se hace de ellas una valoración afirmada
en numerosos antecedentes.
Sime Djodan
aborda "La situación económica de Croacia" es una radiografía de la
actividad de aquel pueblo, acerca del cual el autor opina que necesita una
urgente industrialización. Narciso Binayán Carmona desempolva informaciones de
los primeros croatas en la Argentina, y con prolijidad digna de sus desvelos de
investigador nos recuerda a Miguel de Aragoces, que con ansiedad marinera llegó
a las costas del Plata en 1536 y fue de los primeros fundadores de Buenos
Aires. Pasa después a definir la figura de un soldado, Andrea, y luego la de
Nicolás Plantich y José Radik.
""El
revolucionario Eugenio, Kvaternik" es el título de un artículo de Branko
Kadic, activa voluntad en favor de Croacia. Otras notas dan relieve también a
las páginas de "Studia Croatica", que logran interesar de modo muy
acentuado al lector".
El Instituto
Croata Latinoamericano de Cultura y el Club Cultural Croata Argentino en Buenos
Aires, efectuaron el día 18 de diciembre (1971) una conferencia de prensa,
refiriéndose a la crisis que estalló violentamente en aquel momento en la
Yugoslavia comunista. El presidente del Instituto refutó como falsas las
acusaciones oficiales de Belgrado contra los líderes comunistas croatas y los
estudiantes en huelga de "chovinistas, separatistas y
contrarrevolucionarios". Lo que se quiso era una reforma de la comunidad
en el espíritu democrático de igualdad entre los pueblos de aquella federación,
desmantelando el centralismo y la hegemonía granservia que perduran, en varias
formas, desde hace más de medio siglo. La actual crisis de aquel país revela la
imposibilidad de su existencia, pues fueron los comunistas croatas los últimos
de entre aquel pueblo que creían lo contrario. Después de la desilusión de
éstos, que lucharon en las filas de los guerrilleros de Tito para organizar a
la Yugoslavia comunista, resulta claro que la única solución de aquella crisis
que amenaza la paz y la seguridad del mundo, es el derecho a la
autodeterminación de los pueblos allí oprimidos, especialmente del pueblo
croata. "La Prensa", "Freie Presse" "La Razón" y
"Clarín" informaron ampliamente sobre el acto, publicando las dos
primeras la fotografías del conferenciante y sus dos
acompañantes. El texto de la conferencia fue enviado, por carta aparte, a las
representaciones diplomáticas extranjeras en la República Argentina,
La Dirección y la
Redacción de Studia Croatica publicaron en marzo último un opúsculo de 40
páginas, Croacia y la actual crisis de Yugoslavia, explicando históricamente la
actual crisis de Yugoslavia. En él se denuncia la hegemonía granservia como
fuente principal del descontento, y reproduce extensamente las opiniones de los
más destacados periódicos mundiales que confirman la exactitud del diagnóstico
formulado en este folleto. Más de 2.000 ejemplares fueron distribuidos y
enviados a las instituciones culturales y políticas del mundo entero. Las
delegaciones de la UNACTED que efectuaban en abril pddo una reunión
internacional en Santiago de Chile han recibido también la mencionada publicación.
El Instituto
Croata Latinoamericano de Cultura, aprovechando la presencia del Secretario
General de las Naciones Unidas en Buenos Aires, le entregó un Memorandum sobre
la situación actual en Croacia agregando también el opúsculo Croacia y la
actual crisis en Yugoslavia. Es de esperar que el Dr. Kurt Waldheim, oriundo de
Austria y buen conocedor de los problemas nacionales en la cuenca del Danubio,
dará en momento oportuno, prueba de comprensión del problema croata.
-
El señor José
Garo, gran amigo de los croatas, ex cónsul argentino en la Yugoslavia
monárquica, murió el 9 de mayo de 1972 en Buenos Aires a los 86 años de vida.
Una personalidad de amplia cultura y conocimientos, cultivó la amistad con la
colectividad croata en Buenos Aires, frecuentando nuestras instituciones e,
incluso, pronunciando conferencias. Nuestra colectividad deplora la muerte de
su sincero y excelente amigo, formulando también de esta manera pésame a su
señora esposa y demás familiares.
-
Los Solistas de
Zagreb, conjunto musical de fama mundial, fiel a su tradición, actuó varias
veces en Buenos Aires durante el mes de junio de 1972. Los organizadores de los
conciertos fueron el Teatro Colón y el Mozarteum. El público y la crítica
especializada han recibido y apreciado la actuación de este conjunto croata con
entusiasmo y elegios superlativos.
-
El Dr. Branimir
Jelic, médico y político croata falleció en Berlín occidental el 30 de mayo de
1972. Más de 40 años continuos los pasó en el exilio. Enemigo acérrimo de la
Yugoslavia monárquica, Jelic fue obligado a salir de su patria, desplegando en
el exilio una notable actividad contra la tiranía y la hegemonía granservia del
rey Alejandro Karageorgevich. Estuvo en ambas Américas, organizando a los
inmigrantes croatas para contribuir en la ardua lucha de la liberación y la
emancipación de su patria oprimida. En Buenos Aires fundó la Defensa del Hogar
Croata. Terminada la última guerra, que pasó en Inglaterra, se radicó en
Alemania, donde desplegó una actividad política caracterizada por su dinamismo
personal y excesivo individualismo. Ultimamente, ante la cerrada incomprensión
por parte de las grandes potencias occidentales del acuciante problema croata y
de la justa y natural aspiración del pueblo croata a vivir en su estado libre,
independiente y democrático, intentó interesar a los círculos diplomáticos
soviéticos a raíz del creciente descontento que se observaba en Croacia. Sin
embargo, éstos, sus sondeos tácticos, cuyo objetivo principal era provocar una
reacción positiva de Washington, debido a las intrigas y tergiversaciones de
Belgrado se utilizan ahora como una prueba de que supuestamente la lucha que
libra el pueblo croata para conquistar mayor libertad política, nacional y
económica serviría a los fines antidemocráticos. Típico ejemplo del victimario
que acusa a su víctima.
-
"Siroko
d'hivier" así se titula la película que en el curso del mes de junio el
público de Buenos Aires tuvo la oportunidad de ver. El autor húngaro Miklos
Jancso y su ensemble artístico fueron recibidos con grandes elogios por parte
de la crítica. Los croatas que la hemos visto, reconociendo todo esto y más
-especialmente las reflexiones espontáneas sobre el sentido de la lucha por una
comunidad humana mejor que despierta- regresamos a nuestros hogares con cierta
desilusión. La fábula" del film es muy pobre, poco clara y casi no toca el
doloroso problema de la opresión política de Croacia. Ciertos detalles -mujeres
desnudas y perversas- no cuadran absolutamente dentro del ambiente de aquellos
revolucionarios, reclutados principalmente entro los campesinos física y
moralmente sanos. No obstante hay que agradecer a los segundos porque supieron
ponerse a la altura de la tarea que les tocó cumplir.
-
¿Signum Temporis
- el signo de nuestro tiempo? Asistimos a la primera conferencia del cardenal
Danielou efectuada en la Catedral de Buenos Aires el 2 de abril de 1972. El
público asistente era en su mayoría absoluta personas de edad. A pesar del
renombre del conferenciante -presidente de la Comisión Teológica Internacional en
Roma- y a pesar de su reconocido interés por la juventud "barbuda" de
hoy, su ausencia fue casi total. ¿Adónde está navegando el mundo occidental, si
su juventud no tiene interés ni siquiera en oír a una autoridad tan preclara en
el corazón misma de su sociedad? ¿0 somos realmente un mundo
posteristiano"?
-
El Dr. Dinko
Tomasic, ex docente de la Universidad de Zagreb y actual profesor de la
Universidad Indiana, U.S.A., cumplió 70 años de vida. El renombrado sociólogo
es también colaborador de Studia Croatica. Ya en la Yugoslavia
monárquica Tomasic publicó varios estudios sobre la vida aldeana y los
campesinos croatas. En América
publicó varios libros en inglés como por ejemplo:
"Peasants" 1955, "The Impact of Russian Culture in Soviet
Communism", "National Communism and Soviet Strategy", etc. Innovador en muchos aspectos y original en sus juicios
sociológicos Tomasic es, a menudo, o atacado por sus adversarios, o alabado por
sus partidarios. Studia Croatica formula votos de felicitación a su excelente
colaborador y científico que no omite en sus trabajos mencionar a Croacia y los
verdaderos problemas nacionales de su pueblo.
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El Dr Esteban
Sakac, profesor del Instituto Oriental Pontificio en Roma, cumple en este año
su 80 aniversario de vida. El modesto jesuita croata es considerado como uno de
los más asiduos investigadores también de la antigua historia croata. La teoría
irania sobre el origen nacional croata agradece al Dr. Sakac sus argumentos más
sólidos. Studia Croatica de esta manera expresa públicamente sus felicitaciones
al reconocido teólogo e historiador.
Transcribimos del
libro "Croacia y la actual crisis de Yugoslavia"
La huelga general
de unos 35.000 estudiantes universitarios croatas entre el 23 de noviembre y el
4 de diciembre de 1971, desencadenó una gravísima crisis política en la
Yugoslavia comunista. "La más grave -dicen algunos observadores- después
de la ruptura de 1948 con Stalin". La crisis cuyo epicentro está en
Croacia, sorprendió a todo el mundo. Tito, la máxima autoridad del país, acusó
a los líderes comunistas croatas de nacionalismo, "chovinismo, separatismo
y liberalismo podrido". Después de una crítica muy dura los obligó a
renunciar. Contra los estudiantes ordenó aplicar sin hesitación medidas
administrativas, es decir, policiales. Mientras los tanques tenían cercada a la
capital croata, Zagreb, la policía procedió con rigor, arrestando masivamente a
estudiantes.
La génesis del
caso
En efecto,
Yugoslavia es una creación política de fecha histórica relativamente reciente.
Fue formada el 19 de diciembre de 1918. Oficialmente se la llamó Reino de los
Servios, los Croatas y los Eslovenos. Se ignoró desde
el comienzo la existencia de los pueblos macedonio y montenegrino, sin
mencionar a las muy fuertes minorías albanesas, húngara y alemana. Macedonia y
Montenegro fueron tácitamente "tragados" como partes integrantes
-étnica y territorialmente- del pueblo servio. Los tres pueblos -el servio, el
croata y el esloveno- más importantes de la nueva comunidad, nunca, durante más
de un milenio, habían convivido. Sus historias nacionales -política, cultural y
económica- corrían separadas y diferentes unas de otras: como son diferentes la
civilización occidental y la oriental. No obstante, en vísperas del
desmembramiento de la monarquía danubiana y enfrentados con el injusto
irredentismo italiano, algunos idealistas croatas y eslovenos creyeron poder
organizar una comunidad política plurinacional y de carácter democrático, donde
se hallaría la coincidencia de los intereses comunes y la protección de las
particularidades de cada uno de sus pueblos. (Cabe destacar aquí, que los
croatas gozaban en la monarquía de los Habsburgo de una autonomía
jurídico-política más amplia que ningún otro de sus pueblos con excepción de
los alemanes y los húngaros). Para abreviar, dichos pueblos se encontraron por
primera vez en 1918 en un Estado común, cuya denominación diplomática, como
dijimos, revelaba su carácter plurinacional. Este hecho, lógicamente,
involucraba una problemática nacional harto compleja y enmarañada. En realidad,
se dio así la oportunidad a algunos de ignorar las realidades históricas e
intentar superar los contrastes de culturas tan diferentes una con su epicentro
religioso-cultural en Roma y Viena (los croatas y los eslovenos) y la otra con
gravitación hacia Bizancio y Moscú (los servios). Estos últimos, vencedores al
finalizar la primera guerra mundial, gracias a las victorias de sus aliados
occidentales ignoraron, en efecto, desde el comienzo el carácter multinacional
de la nueva comunidad, considerándola como un simple engrandecimiento de
Servia. El "voluntarismo" servio, pues, y el deseo de dominación se
erigieron en obstáculo insuperable para la realización de la comunidad
plurinacional democrática, soñada y anhelada especialmente por ciertos croatas.
Belgrado, sede del nuevo Estado, inauguró una política y un régimen granservio,
entregándose al sueño de convertir a los demás pueblos, especialmente a los
croatas, en una y sola nación servia. En lugar de un régimen democrático,
celoso de los valores peculiares de cada uno de sus pueblos, persiguió la
política de la integración forzosa. Esta política recibió desde el comienzo el
nombre de: unitarismo. A tal fin, el rey dictador servio Alejandro Karageorgevich
rebautizó la comunidad en 1929 con el nombre de Yugoslavia, pues así la
política del unitarismo contaría con una base presuntamente legal y formal.
Pero la proclamación oficial de la nacionalidad yugoslava no tuvo su corolario
en la vida. Esta tuvo que orientarse y subordinarse exclusivamente a los
intereses de la nacionalidad servia. La dinastía, la iglesia ortodoxa nacional
y el ejército fueron la columna vertebral del Estado. Con esos tres factores,
apoyados además por el aparato policial, administrativo y diplomático, los
servios fueron dueños absolutos. La soñada comunidad democrática de los
pueblos, étnica y lingüísticamente afines, se convirtió en la hegemonía y
dictadura de uno de ellos: el servio.
(Los croatas y
los serbios, dos antiguos y diferentes pueblos), en croata, Barcelona,
Ediciones de la "Revista Croata", pág. 280, 1971.
Hay pocas
historiografías nacionales si las hay que desde su comienzo tuvieron un panorama
total e integral del desarrollo histórico de sus pueblos respectivos. Para
conseguirlo se necesita un trabajo continuado y prolongado. De una generación a
otra. Los historiadores posteriores deben continuar las investigaciones de los
anteriores. El descubrimiento, a veces, de un solo documento nuevo, la
interpretación más exacta del conjunto, la crítica de los anteriores y las
nuevas combinaciones entre los resultados conseguidos de esta manera, cambian
constantemente el panorama histórico de la vida de los entes que acostumbramos
llamar pueblos, naciones.
Desde este punto
de vista la tarea de la historiografía es casi inagotable. Las fuentes
históricas de conocimiento (Erkenntnisquellen) nunca son completas. Un
documento hasta ayer desconocido, a menudo puede, por sus datos personales,
locales o de fecha, corregir grandemente la imagen del pasado que se creía
hasta entonces como definitiva.
Se trata, pues,
de las dificultades objetivas que obstaculizan un conocimiento exacto,
similares a aquéllas en otros campos del conocer y la ciencia humanos.
Pero hay algo más
que se opone al intento y esfuerzo humano para conseguir la exactitud, exigida
por los problemas que se le plantean al hombre. Podríamos denominarlas
dificultades subjetivas. Y con esta expresión querríamos abarcar mucho más. No
sólo la subjetividad de los historiadores mismos -intelectual, moral, acceso a
las fuentes históricas, etc.- sino también la actitud subjetiva general en un
ambiente social o político en que los historiadores despliegan su actividad. La
interacción de estas dos subjetividades, posiblemente, halla lugar más
propicio, quizás, en el dominio de la historiografía, para no decir ciencia
histórica.
Justamente, sobre
ella convergen y presionan muchas actitudes interesadas. Si es la historia
escrita la que proporciona argumentos científicos para una concepción política,
para una u otra nación en sus disputas acerca de un territorio, un derecho o
una obra o personalidad de significado histórico, resulta obvio que ese
subjetivismo podríamos decir "objetivo" presiona sobre el
subjetivismo del historiador mismo. El interés político moviliza a otros de
carácter nacional-político, de ventajas económicas, de posiciones sociales,
etc. De aquí, en consecuencia, la seudo historia, el falsear de los hechos y
los resultados de la investigación; interpretaciones que, por la autoridad del
historiador renombrado, se identifican aparentemente como verdades
indiscutibles a pesar que la realidad es otra.
Este último caso
está de manera especial presente en la historiografía croata. Ya el primer
historiador croata -sistemático y científico- Juan Lucic (1604-1697) escribe en
la atmósfera del subjetivismo como lo intentamos determinar más arriba. Tuvo
que luchar entre la verdad histórica proveniente de los documentos, no siempre
agradable para sus amos políticos venecianos, la presión política justamente de
Venecia y el sentimiento nacional del autor, súbdito en aquel momento de
Venecia. De esta manera, pese a sus grandes méritos para la historiografía croata,
Lucic subestimó las fuentes directas croatas, dando preferencia a las
extranjeras, especialmente al Constantino Porfirogeneto, lo que perjudicó
gravemente no sólo a la ciencia histórica sino también a los intereses
políticos de su pueblo croata.
Algo similar pasó
también con algunos otros historiadores croatas de relieve. Unos escribían en
la atmósfera "subjetivista" austriaca, otros en la húngara o,
recientemente, yugoslava (F. Racki, F. Sisic, etc.). Últimamente, como lo
atestiguan también observadores extranjeros, la pretendida idea yugoslava de
unidad en su interpretación monopolista granserbia, los croatas no pudieron,
después de 1945, publicar ni una sola reseña de su historia a pesar de la
imperiosa necesidad y el descubrimiento de muchas nuevas fuentes y documentos
desconocidos. En esta época "de la unidad y la fraternidad" incluso
las personalidades históricas más preclaras se consideran sospechosas y por eso
dejadas en el olvido.
Si no tuviésemos
presente esta dolorosa verdad, resultaría una verdadera paradoja, que la
historia croata no sólo se está escribiendo en el exilio sino que las mejores
obras aparecen justamente en el extranjero. El reciente golpe neostalinista de
Belgrado (diciembre de 1971) cayó como una inesperada helada sobre la vida entera
del pueblo croata, incluyendo también su vida cultural. "La primavera de
Croacia" que hace un año prometía una abundante cosecha también para la
historiografía del país, terminó con el arresto de uno de sus historiadores más
destacados (F. Tudjman) y en la censura más rigurosa de todo que se está
editando, si es que algo se edita. La "grandeza" de Tito no deja ya
lugar en los libros, ni en las plazas públicas para figuras tan relevantes como
un Jelacic o S. Radic.
Como por designio
de la Providencia, en el exilio vive (83 años) el Dr. Dominik Mandic, uno de
los más grandes historiadores croatas. Sus últimos 20 años de vida los consagró
a la historiografía de su pueblo. Toda una serie de obras -monografías o
compendios sistemáticos- son el fruto de esta intensa actividad de un
historiador por vocación. Bosnia-Herzegovina, la Croacia rubra -Herzegovina
oriental, Montenegro y la parte de Albania- constituyen el interés primordial
de éste, nuestro eximio historiador. La revalorización crítica de los antiguos
documentos históricos en el idioma nacional, la organización del Estado croata
medieval y sus fronteras, el bautismo del pueblo croata y la restauración de la
diócesis de Split -iglesia metropolitana de Croacia- las primeras Dietas
(Sabor, Asambleas) generales y la importancia que revisten en la vida del
pueblo, el origen de los ortodoxos y válacos en territorios croatas, etc.,
etc., son los temas que Mandic esclarece con una precisión casi matemática y
una claridad que brilla naturalmente de todas las verdades para quien sabe
descubrir y comunicarlas.
Su presente obra
es la magnífica síntesis de los resultados de una prolongada actividad
científico-investigadora. Es una nueva y clara visión panorámica de la historia
de los croatas. Una visión científica, liberada de toda presión política o
consideración oportunista. Además, es una historia croata escrita paralelamente
con la de Serbia. Mil cuatrocientos años de vida llena de acontecimientos,
ofrece un testimonio irrefutable de la diferencia substancial, justamente
nacional, entre el pueblo croata y el pueblo serbio, entre Croacia y Serbia.
En las 280
páginas de la obra del Dr. Mandic, de una manera maravillosa, condensada y
sobre la base de un mar de documentos de suma importancia y en varios idiomas,
examinados a la luz de una crítica rigurosa, llega a la siguiente conclusión:
"Los croatas y los serbios son dos antiguos y diferentes pueblos por su
diferente génesis y desarrollo étnicos, por su diferente vida estatal e
histórica, por su diferente cultura y mentalidad y por su diferente conciencia
nacional y estatal".
En consecuencia,
todo intento de imponerse uno de los dos pueblos al otro en nombre de la
pretendida unidad nacional debe inevitablemente chocar contra la realidad y
desembocar en conflictos y luchas con las perspectivas más horrorosas. Su
separación, de acuerdo con el principio de autodeterminación nacional, crearía
una de las condiciones esenciales para un futuro mucho mejor, que merecen ambos
pueblos, víctimas en el pasado de invasores, y de luchas recíprocas despiadadas
en la actualidad.
La traducción de
la presente obra del Dr. Mandic o de uno de sus libros sistemáticos sobre
Bosnia-Herzegovina, nos parece una de las tareas primordiales de la actividad
croata en el exilio. El Prof. Nikolic merece un especial elogio por la
publicación de la obra y por su presentación gráfica muy elegante.
Franjo Nevistic
Ed. Veljko Gortan
y VIadimir Vratovic. Zora, Matica Hrvatska; I-II 742-1024 pág., Zagreb
1969-1970.
En la conocida
colección Pet stoljeca hrvatske knjizevnosti (Cinco siglos de la literatura
croata) que conjuntamente publican "Zora" y "Matica
Hrvatska" se incluyen ahora los latinistas croatas. El primer tomo
comprende a cuantos escribieron durante el Renacimiento, mientras que el
segundo incluye a los latinistas que se destacaron desde siglo XVII hasta los
comienzos del XIX.
Durante el
resurgimiento nacional croata, el llamado movimiento ilirio de mediados del
siglo pasado, reinó gran interés por la literatura y el pasado cultural de
Croacia, limitado casi exclusivamente a las obras vernáculas. La conocida
colección Stari pisci hrvatski (Los antiguos escritores croatas) fue dedicada a
quienes escribieron en croata; los estudiosos y los críticos literarios se
ocuparon de quienes escribieron en la lengua materna, apenas mencionando a los
demás.
Sin embargo,
hacia fines del siglo pasado se evidenció cierto interés por los autores que
escribieron también en latín o sólo en latín. Después de la segunda guerra
mundial, la Academia de Ciencias y Artes de Zagreb empezó a publicar
sistemáticamente a los latinistas croatas. El primer tomo contenía la
disertación que Vinko Pribojevic leyó en Hvar, su ciudad natal, en 1523, sobre
los orígenes y la historia de los eslavos (De origine successibusque Slavorum,
Venecia, 1532; Zagreb 1951); los volúmenes posteriores incluían los poemas
(Elegiae et epigrammata, Zagreb 1951) de Ianus Pannonius (Ivan Cesmicki), quien
actuó en la corte de Matías Corvino, y las elegías de Juraj Sizgoric, de
Sibenik, quien se quejó de las embestidas turcas contra sus connacionales
(Elegiae et carmina, Venecia 1477; Zagreb 1966). (En la misma colección fue
publicado también el último poeta barroco de importancia Ignjat Djurdevic
(Poetici lusus varii, Zagreb 1956). Sizgoric, Pannonius y Djurdevic fueron
traducidos por Nikola Sop, cuyas versiones sobresalen no sólo por la exactitud
sino también por la maestría de un poeta que supo traducir el espíritu del
original. Veljko Gortan tradujo a Pribojevic y Krcelic, cuyas Annuae (Zagreb
1901; 1952) constituyen una fuente importante de información sobre la historia
de la Croacia septentrional a mediados del siglo XVIII. Vitezica tradujo Catalogus
testium veritatis (Basilea 1556; Zagreb 1960) de Vlacic (Flacius Ilyricus) en
el cual este reformador de Istria cita a quienes en el pasado se habían opuesto
a la autoridad papal.
Ahora los seis
autores citados se ven ilustrados por selectos extractos; se les agregan 31
escritores, y la mayoría de ellos están traducidos por primera vez. Además de
las versiones poéticas de Sop y de las traducciones en prosa de Gortan y
Vratovic, se encuentran las versiones magistrales de los profesores Ivsic,
Torbarina y Katicic. Tomislav Ladan, "humanista" versátil (quien
recientemente tradujo al croata los difíciles Cantos de Ezra Pound) evidenció
ser un profundo conocedor del latín y de la poesía croata.
Marko Marulic de
Split, considerado padre de la literatura croata, autor del poema épico Judith
(1501), escrito en "versos croatas", en su tiempo fue más conocido
por sus numerosas obras en latín y particularmente por su epos Davidias,
descubierto no hace mucho en Turín y publicado en dos ediciones sucesivas
(1954, 1957).
En esta
voluminosa antología de los latinistas croatas Marulic está precedido por sus
antecesores, Sizgoric y Cesmicki, ambos del siglo XV; el primero ensalzó la
poesía popular nativa y describió las devastaciones y deportación de los
jóvenes por parte de las hordas turcas, mientras que Cesmicki (Pannonius),
quien acompañó a Matías Corvino en sus campañas militares, nos dejó un relato
ocular sobre la conquista turca de Bosnia en 1463. Ambos poetas conocían la
disciplina militar turca y la desunión occidental; sus poemas trasuntan la
desesperación.
Estos poetas
latinistas de la Dalmacia septentrional y de Panonia eran en lo político y lo
nacional más conscientes que los de la República de Dubrovnik, que disfrutaba
de una libertad relativa. Mientras Karlo Pucic describe la hermosura
irresistible de Inés (que lo atormentó más que la enfermedad), Ilija Crijevic
(el famoso Aelius Lampridius Cervinus) evoca su embeleso y desencanto con la
seductora pero infiel Flavia. Jaltov Bunic, en cambio, era más cerebral que
emocional y en sus poemas épicos relató primero el descenso de Hércules al
Infierno y luego al mismo Cristo (1526, nueve años antes que Christias de
Girolamo Vida).
Durante el
período barroco los poetas que escribieron en croata (Ivan Gundulic, Ivan Bunic
y Junije Palmotic) eran superiores a los que seguían escribiendo en latín, pero
a los fines del siglo XVII apareció Ignjat Djurdevic quien dejó versos
finamente cincelados en ambos idiomas. Tiene también el mérito de ser el
primero en compilar los datos histórico-bibliográficos acerca de los
prominentes literatos de Dubrovnik (Vitae Illustrium Rhacusinorum); en esta
labor lo siguió Saro Crijevic cuya Bibliotheca Ragusina es la fuente principal
de los escritores de Dubrovnik que vivieron hasta mediados del siglo XVIII.
Entre los
latinistas croatas había varios filósofos, astrónomos y físicos. Franjo Petric
(Patritius) se oponía acerbamente a Aristóteles y a la filosofía escolástica
peripatética, pues estaba persuadido de que las ideas de Platón se acercaban
más a la doctrina cristiana (Nova de universis philosophia, Ferrara 1591).
Benito Stay, a veces llamado "segundo Lucretius", expuso en versos
elegantes la filosofía de Descartes ("Gallus homo nobis ea mente animoque
sagaci omnia pervidi") y la teoría cósmica de Newton. Rudjer Boskovic era
el más famoso entre los filósofos y físicos croatas cuyas teorías sobre la
materia, el espacio y el movimiento son apreciadas por la ciencia atómica
actual. Su obra fundamental (Philosophiae naturalis theoria, Viena 1758) fue
publicada varias veces y tuvo dos ediciones en la traducción inglesa (J. M.
Child, 1922 y 1966).
Cabe mencionar
también a algunos excelentes traductores al latín: Marulic tradujo el primer
canto del Infierno de Dante; Brno Dzamanjic tradujo del croata el poema cómico
Radonja (VI. Mencetic) y sólo 32 líneas del quinto canto de Osman (Ivan
Gundulic); el mismo Dzamanjic se hizo célebre por su traducción de la Odisea de
Homero, mientras que su maestro Raimundo Kunic (Cunichius) todavía goza de fama
de ser el mejor traductor al latín de la Iliada (Roma, 1776). Aunque el editor
Vratovic tuvo en gran aprecio los epigramas satíricos y la poesía amorosa a
Lyda de Kunic, me parece a mí igual que a muchos historiadores de literatura,
que Vittorio Alfieri tenía razón cuando deploraba que un latinista de tanta
talla escribiera tonterías ("Che peccato di si bella latinitá sprecata in
tanti nienti").
Desde los tiempos
del humanista Sizgoric, traductor de los proverbios populares al latín, hasta
fines del siglo XVIII, durante el llamado período prerromántico, hubo
latinistas que mostraron gran interés por la poesía popular. El más meritorio
era Djuro Feric (1739-1820) quien en su Epístola a Johannes Müller (Dubrovnik,
1798) incluyó sus traducciones de 37 poesías populares y una de ellas
("Asan-Aginica") se hizo mundialmente famosa gracias a Alberto Fortis
(Viaggio in Dalmazia, Venecia, 1774). Feric dejó en manuscrito (guardado en
Cavtat) Slavica poematia Latine reddita; hay traducciones de poemas populares líricos
y épicos y también de la Plática amena (Razgovor ugodni) de Kacic-Miosic. Feric
era un admirador entusiasta y recopilador de la poesía popular que llamó
"oro puro" (purum aurum) en un Epístola a Bajamonti, quien destacó la
similitud entre la poesla popular y Homero. El editor Vratovic debió mencionar
a otro recopilador de la poesía popular, al cónsul francés Marc Bruére
(Bruerovic), quien con avidez escuchaba y copiaba las poesías de los campesinos
bosníacos. Bruére fue uno de los últimos poetas croatas en latín.
Tomando en
consideración que hasta ahora se publicaron pocos y con frecuencia inadecuados
estudios preliminares, que "se encuentran pocas monografías sobre autores
y no muchas sobre sus obras" (II, 1019), la antología que comentamos
resulta pionera y única. Durante dos meses pasaba mis tardes libres hojeándola
y todavía me embargan sentimientos de admiración, respeto y honda gratitud.
Desde la
Introducción, en la que Gortan y Vratovic discurren "los aspectos básicos,
de los latinistas croatas", a través de la presentación erudita y sucinta
de cada escritor, hasta las últimas páginas donde consignan "fuentes"
(fontes) de textos y traducciones, todo está hecho con sumo cuidado, con una
exposición lógica y el juicio acertado. Índices exhaustivos, en croata y en
latín, de todas las personas y localidades mencionadas, en los textos y
traducciones están incluidos. Los editores trataron de presentar a los
escritores más significativos, luego las más características de sus obras y,
por último, los fragmentos que reflejen mejor las calidades literarias y
fascinen al lector por su temática insólita. Eludieron la monotonía y nos
brindaron una orquestación polifónica. Su mayor preocupación era demostrar que,
in continuum, con flujos y reflujos obvios, los croatas han producido una
literatura rica tanto en su idioma nativo como en latín. Los que escribieron
sólo en latín no se olvidaron de su origen, sino que a menudo actuaron como
campeones de sus intereses nacionales.
La impresión de
estos dos tomos es casi impecable y las ilustraciones bien ejecutadas.
Me he enterado
que las traducciones en croata serán reemplazadas por otras en inglés y la
entera selección pronto sería publicada fuera de Croacia (probablemente por la
editorial Mouton, Holanda). Si eso ocurriera, séame permitido hacer las
siguientes sugestiones: las bibliografías relativas a ciertos autores, sobre
todo a los más conocidos en Occidente, no deberían limitarse a las
investigaciones hechas en Croacia; al mencionarse las fuentes, debería
indicarse donde se guardan los manuscritos o en que biblioteca se encuentran
los libros raros, para ayudar a los interesados a tener un panorama más
completo sobre ciertos escritores. La guía valiosa de Brlek Rukopisi knjiznice
male brace u Dubrovniku (Zagreb, 1952) se menciona de vez en cuando, pero el
excelente manual de Juric (Opera scriptorum Latinorum natione Croatarum,
Zagreb, 1968) ni siquiera fue citado en bibliografías ni en
"fuentes". Estas sugestiones, desde luego, son pequeños detalles en
una magnífica obra.
Bloomington,
Indiana
Ante Kadic
(Traducido del inglés: B.K.)
(Los jesuitas y
el pueblo croata), Tomo I. Su labor en el siglo XVI. El colegio de Zagreb. Ed.
del Instituto filosófico teológico de la Sociedad de Jesús en Zagreb, 1969,
pág. XXXIX-541, con 60 ilustraciones fuera del texto.
Trátase del
primer tomo de la obra principal del jesuita croata Miroslav Vanino
(1879-1965), doctor en filosofía, teología y ciencia histórica, historiador,
profesor de teología en el seminario mayor de Sarajevo (1928-1945) y luego en
el Instituto filosófico-teológico de Zagreb, iniciador y director de varias
revistas especializadas (Zivot, 1919 en Zagreb, Croatia Sacra, 1930 en Zagreb,
Fontes et Studia, 1932 en Sarajevo), estudioso de la historia eclesiástica y
cultural croata y miembro corresponsal de la Academia de Ciencias y Artes de
Zagreb. El Padre Vanino no tuvo la suerte de ver en vida publicada su obra más
importante, debido a que en 1945 los comunistas se apoderaron del gobierno en
Croacia, haciendo casi imposible la impresión de obras relacionadas con los
temas religiosos y eclesiásticos. Huelga destacar que este tomo fue ordenado
por sus alumnos de Zagreb, capital de Croacia, y que fue publicado en 1969 con
motivo del 300 aniversario de la fundación de la primera universidad croata. Es
menester recordar que precisamente el Instituto jesuita de Zagreb es el núcleo
formativo de la universidad croata. Dicho instituto fue aprobado en 1669 por el
emperador austriaco y el rey de Croacia, Leopoldo I, y dotado de los
privilegios de los institutos universitarios, como se solía hacer en esa época
en Europa. Fue el jesuita Felipe Kausic, oriundo de Burgenland, colonia croata
en Austria, quien consiguió la referida aprobación y privilegio. El pueblo
croata abrazó, hace trece siglos, la fe católica. Debido a las vicisitudes
históricas, una minoría del pueblo croata profesa el credo musulmán, otra el
cristianismo ortodoxo, algunos son adherentes de otras religiones, siendo la
gran mayoría fiel al catolicismo. Las órdenes religiosas en Croacia, al igual
que en otros países cristianos, eran un importante factor religioso y cultural.
Sobre los benedictinos en Croacia se publicó en aquel país no hace mucho un
libro muy valioso y documentado. Existen obras documentadas sobre la labor de
los franciscanos y otras órdenes religiosos. Los jesuitas, desde la fundación
de su sociedad hasta su abolición en 1773, y luego de su restitución en 1814,
desempeñaron un papel importante en la historia espiritual y cultural de
Croacia.
Los padres Belic
y Fucek resumieron en la introducción los orígenes y la estructura de la obra
de Vanino (pág. XXIII-XXXIX), publicando también la nómina de sus fuentes
conocidas e inéditas como así también su bibliografía. Vanino escribió la
historia de la Compañía de Jesús en Croacia hasta 1773, no alcanzando a
esclarecer el período de su renovación. Los redactores de esta edición
distribuyeron el material, actualizaron las formas lingüísticas, anotaron los
nuevos descubrimientos en ese campo, agregaron un detallado mapa geográfico,
especificando los lugares en que existieron las instituciones jesuíticas y su
período. Además, al final insertaron un amplio resumen en inglés para que la
obra sea accesible a los estudiosos extranjeros. Acaso hubiera sido oportuno
agregar otro resumen en latín, que todavía se usa en la Iglesia y en los
círculos científicos e históricos, tanto más por cuanto casi la totalidad del
material que sirvió al autor está escrito en latín. El latín fue el idioma
oficial en Croacia hasta 1848.
La variedad y
amplitud de este tono nos permiten dar un escueto panorama de su contenido. El
libro consta de dos partes; la primera se ocupa de los jesuitas en Croacia en
el siglo XVI (pág. 1-75) y la segunda del colegio jesuítico de Zagreb y de sus
dependencias (pág. 77-508).
Todavía en vida
de San Ignacio en su comunidad figuraban varios croatas (pág. 3-13), siendo el
más conocido Tomás Zdelaric, oriundo de los alrededores de Zagreb, quien
ingresó en la Compañía en 1554, actuó fuera de Croacia y murió en Vilna,
Lituania, en 1572. Cabe mencionar también a Bartol Sfondrati, nacido en
Dubrovnik, quien ingresó en la Compañía en Roma, se desempeñó en Kotor y en
Loreto, acompañó al visitador papal por las comarcas croatas y vecinas,
sometidas al imperio otomano y murió en Temisvar en 1583. Dubrovnik fue la
primera ciudad libre croata en que se establecieron los jesuitas (pág. 14-31).
Dubrovnik era la ciudad-estado libre croata, muy próspera, mantenía intensos vínculos
con Italia, Roma y España y todavía mientras vivía San Ignacio sus autoridades
solicitaron que su orden se estableciese en forma permanente en la ciudad. Por
cierto, Nicolás Bobadilla, compañero de San Ignacio, tras breve labor misionera
en Pula y Zadar en 1559 actuó en Dubrovnik en 1560-1561. Varias veces los
jesuitas volvieron a Dubrovnik, fundando una residencia en 1604, suprimida poco
después en 1612.
La República de
Dubrovnik protegía a los cristianos en el imperio turco y se esforzaron por
llevar a los jesuitas a Constantinopla (pág. 41-49) donde se fundó una
residencia en 1583, cuyo jefe era el italiano Julio Mancinelli en colaboración
con el croata Marin Temperica y el francés Honorato Casa. Temperica recomendaba
al general de los jesuitas la fundación de un colegio en Dubrovnik para la
educación de los misioneros que actuarían entre los cristianos, sometidos al
imperio turco. Temperica salió de Constantinopla en 1585. Alejandro Komulovic,
croata, diplomático vaticano, como visitador apostólico fue en 1584 a Albania,
Serbia y Bulgaria. Entre 1593-1598 Komulovic cumplió otra importante misión
papal en Transilvania, Valaquia, Moldavia y Rusia tratando de convencer a sus
respectivos gobernantes de la imperiosa necesidad de una alianza contra los otomanos
(pág 50-75). Los jesuitas acompañaron también al visitador apostólico Agustín
Valier, obispo de Verona, a través de Dalmacia, provincia meridional de
Croacia. La visitación concluyó con el sínodo obispal de dicha provincia en
Zadar, resolviéndose fundar por lo menos un colegio de jesuitas, lo que no se
concretó, ya que Gregorio XIII fundó en 1580 en Loreto el "colegio
ilirico" (croata), confiándolo a los jesuitas.
La segunda parte
de la obra en cuestión se refiere a la historia del colegio de los jesuitas en
Zagreb. Ya en 1601 el municipio de la libre ciudad real de Zagreb quiso que los
jesuitas fundaran una escuela secundaria en la capital de Croacia, que por ese
entonces, debido a las incesantes guerras con los invasores turcos, pasaba por
trances harto difíciles. Los primeros jesuitas llegaron a Zagreb el 28 de
octubre de 1606 (pág. 84) y el colegio fue inaugurado en 1607 (pág. 88). Los
jesuitas hallaron amigos sinceros no sólo en el obispo Bratulic y el virrey
Draskovic, sino también en los nobles croatas y los miembros de la Dieta, lo
que era de vital importancia en vista de la insistencia húngara en impedir la
actividad de los jesuitas en Croacia (pág. 94). En 1614 se fundó en Zagreb la
Congregación de María, la primera en Croacia. En 1615 el colegio contaba ya con
400 alumnos (pág. 107).
La escuela fue
organizada de acuerdo al sistema jesuítico, la llamada "ratio
studiorum" (pág. 140), con modificaciones y adecuaciones a la situación y
las necesidades imperantes entonces en Croacia. Enseguida se fundó también un
instituto filosófico, inaugurado en 1662, muy activo por cierto, ya que su
profesor Francisco Jambrekovic editó en Viena en 1669 el primer manual
filosófico croata -"Philosophia peripatetica"-, es decir, al mismo
tiempo que el emperador Leopoldo I reconocía al instituto jesuítico de Zagreb
los derechos y los privilegios de la universidad (pág. 169-170). Cuando los
jesuitas solicitaron la ratificación de ese documento imperial, la Dieta croata
lo hizo en forma unánime (pág. 171). Era necesario ampliar también la facultad
de teología, si bien ciertas disciplinas se dictaban ya desde 1633,
especialmente las de moral, derecho eclesiástico y derecho canónico. El tiempo
y la activa cooperación de las autoridades eclesiásticas y civiles posibilitaron
el perfeccionamiento y la ampliación de esta escuela o academia, de modo que al
suprimirse la orden habla en Zagreb profesores de ambos Testamentos, el Antiguo
y el Nuevo, de la historia de la Iglesia, de retórica, de hebreo y griego. Los
profesores, además de dictar cursos, escribieron textos y estudios (p.
201-224).
Los jesuitas
fundaron en Zagreb en 1628 el convicto o seminario de San José para la
educación de los alumnos pobres. Es interesante que junto a los hijos pobres encontramos en ese convicto también a los descendientes de
las familias nobles (pág. 227-258). La actividad cultural y educativa de los
jesuitas salía del marco escolar y religioso, pues fundaron el primer teatro
escolar en Croacia propiamente dicha. Durante dos siglos de su existencia ese
teatro representó 400 piezas, cuyos temas fueron sacados de la mitología
greco-romana, de la historia, de las Sagradas Escrituras, de la vida de la
Iglesia y de sus santos, de la historia croata y de la vida contemporánea, de
la historia de los pueblos eslavos y de las invasiones turcas. Las
representaciones se daban en latín y en croata. La primera tuvo efecto durante
los días de carnaval de 1618 (pág. 261-288).
Los jesuitas
organizaron en 1614 la Congregación de María, denominándola "de la
Anunciación de María" para una educación espiritual y la consagración de
la juventud mediante la adoración de la Madre de Dios, según la tradición de la
Orden en otros países. Esta congregación promovía distintas obras de
beneficencia: cuidado de los enfermos, enseñanza de la doctrina cristiana,
peregrinaciones al santuario de la Virgen en Remete, cerca de Zagreb,
ejercicios espirituales, la lucha contra los vicios populares, contra las
supersticiones, la blasfemia, el alcoholismo, etcétera (pág. 289-308). Cuando se
inauguró la academia filosófica, para los más jóvenes se organizó la
Congregación de María, de la Ascensión de la Virgen (pág. 309-314).
Fieles a su lema
-Ad maiorem Dei gloriam- los jesuitas además de la docencia se dedicaban a la
labor pastoral en sus múltiples aspectos, tratando además de reconciliar los
dos bandos rivales de Zagreb, editando libros y recopilaciones de oraciones y
sermones (pág. 315-359).
A efectos de
promover el amor cristiano y la comprensión fraternal, fundaron en 1623 la
Congregación de María para los ciudadanos. En aquella época eran frecuentes las
rebeliones del pueblo contra la nobleza, el odio se extendía y la Congregación
contribuyó a difundir la verdadera "fraternidad mariana" (p.
360-369).
Para los
campesinos los jesuitas fundaron en 1625 la Cofradía de San Isidro Labrador,
transformada en 1672 en la Congregación homónima que perduró hasta 1773 (pág.
370-389). Para todas las clases sociales se fundó en 1653 la Cofradía de la
Pasión y Muerte del Salvador.
La parroquia
Stenjevac fue cedida a los jesuitas en 1615 como beneficio y así fue hasta
1653.
A continuación el
autor historia la construcción del edificio del colegio en Zagreb, de la
iglesia académica de Santa Catalina, de la capilla loretana, anexa a la iglesia
mencionada y por último del templo de San Francisco Javier en la bellísima
periferia zagrabiense. Aquí se manifiesta el celo y los constantes esfuerzos de
los jesuitas, el espíritu noble y religioso de los croatas. La iglesia de Santa
Catalina fue destruida e incendiada varias veces y otras
tantas reconstruida y hoy sirve a sus fines, mientras que el templo de
San Ignacio Javier, prohibida la orden en 1773, pasó a depender del obispado y
en 1925 fue confiada a los franciscanos.
Cabe aquí
recalcar el cuidado, el buen criterio y el gusto refinado de los editores
alumnos del autor. Deseamos que muy pronto sea publicado el segundo tomo de
este meritorio historiador croata. El que escribe estas líneas no puede menos
sino evocar con gratitud y cariño el recuerdo de su eminente profesor Vanino
quien supo inculcar a sus alumnos el amor a la verdad histórica, a la exactitud
científica y el rigor y el método en las investigaciones.
Roma, 1972. Ivan
Tomas
Venetis, apud
Nicolaum Morettum 1595, Reimpresión Zagreb 1971, pág. 135.
"Una forma
veraz, innegable, efectiva de engrandecer la cultura de un pueblo, está en la
ardua, noble y sacrificada tarea de divulgar la obra de sus grandes valores
nacionales". Este pensamiento rector de los Editores de Cultura Popular de
Lima, Perú, figura en su segunda edición (1967) de los Comentarios reales de
los Incas del Inca Garcilaso de la Vega. La misma idea ha de haber estimulado a
los componentes del Instituto para la Ciencia de la Literatura de Zagreb,
Croacia, al concebir la serie de reimpresiones del Liber Croaticus y, como
primera obra de esta serie, publicar el diccionario de los cinco idiomas más
notables de la Europa culta de su época: latín, italiano, alemán, croata y
húngaro, del autor croata y contemporáneo del Inca Garcilaso de la Vega, Fausto
Vrancic.
Vrancic nació en
1551, de una notable familia patricia de Sibenik. Su tío, Antonio Vrancic
(1504-1573) fue obispo de Pecuh, arzobispo de Ostorgom, consejero de Juan
Zapolya y Fernando I (reyes rivales en el trono húngaro-croata) y cardenal en
el momento de su muerte. Después de hacer sus primeras letras con su tío,
Fausto cursó estudios superiores en Viena, Venecia y Roma. Escribió sobre las
máquinas, los eslavos y sármatas y sobre la historia de Dalmacia. En su obra
publicada en 1595, Maquinae novae, anticipó una serie de nuevos inventos. En
1606 publicó en Roma, en croata La vida de algunas vírgenes selectas (Zivot
nikoliko izabranih divic) en la cual también abordó problemas de ortografía.
Pero la obra que le valió reputación europea es sin duda su Diccionario de los
cinco idiomas europeos más notables de su tiempo. Murió en 1617, en Venecia.
El Diccionario en
sí, abarca 117 paginas de cinco columnas cada una, con unas 5.500 palabras
latinas y sus equivalentes en los restantes cuatro idiomas, en sus formas
nominativo e infinitivo para las palabras variables. En 39 palabras latinas
falta el equivalente croata, por error o por desconocimiento del autor, quien
de niño abandonó su patria croata. Las páginas 118 a 122 contienen la lista
alfabética de unos 300 "vocabula dalmatica quae Ungari sibi
usurperunt" o sea los trescientos vocablos que los húngaros usurparon del
idioma croata. Sin embargo, su grafía -más avanzada que la grafía de los demás
escritores croatas contemporáneos- muestra la evidente influencia de la grafía
húngara. El valor e interés especial de esta obra lexicográfica, estriba en el
hecho de que proporciona una muestra del idioma croata y de los demás idiomas
en su uso diario en la época, al traer en las páginas 123 hasta 128 el decálogo
en cinco idiomas bajo el título Institutio christiana y el Credo, Padre nuestro
y Ave María, bajo el título Symbolum apostolarum.
El Diccionario de
Fausto Vrancic se distingue por varias características y ventajas. A diferencia
del latín, italiano y alemán, para los cuales había suficientes fuentes y
antecedentes, para los idiomas croata y húngaro el Diccionario es una obra
independiente y original. Por lo tanto, la obra de Vrancic es el primer
diccionario croata y de los demás eslavos del Sur, en general, como así también
el primer gran diccionario húngaro. Con el evidente permiso del autor y con
ciertas enmiendas, esta obra sirvió a Loderecker para publicar en 1605, en
Praga, el Dictionarium septem diversarum linguarum, videlicet, Latine, Italice,
Dalmatice, Bohemice, Polonice, Germanice et Ungarice, con prefacio del mismo
Fausto Vrancic de Sibenik. Así, la edición de Praga resulta ser la segunda
edición del Diccionario de Vrancic y reviste un interés especial, puesto que -a
diferencia de su primera edición- explica que bajo la expresión
"dálmata" entiende "croata", o sea que las palabras latinas
"dalmata, Dalmatia, dalmatice" traduce en la parte croata como
"Hrvat, Harvatska zemlja, harvatski" (croata, Croacia, croata).
En realidad, la
actual edición del Diccionario en su versión del Liber Croaticus es la cuarta,
pues la precede la edición de José Török en Pozum, en 1834, que es la tercera.
El texto léxico
está precedido por ocho páginas del texto latino con la Dedicatoria (reverendo
viro D. Alfonso Carrillio), con las Palabras al Lector (Author benigno lectori
salutem) en que explica su grafía en varios idiomas y el por qué del idioma
"dálmata" como representante de los idiomas eslavos y, por fin, con
un poema laudatorio del cual desprendemos que el autor del Diccionario es
Faustus Verantius (Faust Vrancic), puesto que la portada no lo dice.
Las páginas 129 a
135 de la presente edición contienen un comentario general sobre la obra, por
prof. Ljudevit Jonke, autoridad en lingüística croata, y una nota del redactor
técnico referente al original utilizado para la presente reproducción. Un
diccionario croata-latino, confeccionado, por el profesor Putanec y agregado
como "separata" hace posible su uso también en la actualidad. Con
sumo interés se espera el próximo volumen del Liber Croaticus.
Milan Blazekovic
(Fundamentos de
la Democracia - Su crisis y su renacimiento), Roma 1971 (Ediciones IRAL, pág.
274 - en croata).
La presente obra,
por su contenido jurídico-filosófico y jurídico-político, presenta un fenómeno
singular en la publicística croata en el exilio. En vano buscaríamos una obra
de esta índole entre los libros de origen croata publicados fuera de nuestra
patria y registrados en la bibliografía del Prof. G. Prpic (The Croatian
Publications After 1939 - A Bibliography, by George J. Prpic, John Carroll
University, Cleveland, 1969, Ohio). Nos sorprende un poco el dato que nos
proporciona el autor al decir que sus Fundamentos de la Democracia los había
empezado a escribir en 1945 en Austria y terminado en Roma en 1946. Desde ese
momento, dice, el texto quedó casi sin alteraciones. Impresionado por el caos
europeo y mundial inmediatamente después de la Segunda guerra mundial, cuando
se habló tanto del triunfo de la democracia el autor cotidianamente se
planteaba el problema: "¿Qué es la democracia?" El problema lo atormentaba
especialmente por el hecho de que entre los vencedores, el bolchevismo ocupó
principalísima posición. ¿Es compatible la democracia con un régimen comunista?
¿Qué es lo que se entiende por democracia, por régimen democrático en Occidente
y cómo conciben esto los bolcheviques? La coalición de las democracias
occidentales con el bolchevismo y su común triunfo ¿es garantía del triunfo de
la democracia o es un signo alarmante de su debilidad, incluso de enfermedad
mortal?
Las condiciones
económicas y sociales en que se encontró el autor al llegar a la Argentina
postergaron la publicación de la obra. Atraído por la "política
práctica" dentro de la colectividad croata en este país, Nevistic se
dedicó siempre más al periodismo. Organizó con amigos el periódico Hrvatska
-Croacia para separarse de él después de dos años y medio. Desde ese momento
escribe -ya durante 20 años- artículos de fondo del semanario croata de Chicago
Danica. Esta actividad lo aparta parcialmente de su interés primordial pero sin
olvidarlo por completo. Estudios esporádicos del tema y la experiencia por
observación, unidos con la orientación fundamental desde el comienzo, se
reflejan en los centenares de sus artículos publicados en el semanario
mencionado o en otras publicaciones croatas en el exilio. Su colaboración en
Studia Croatica lleva también la impronta de este interés y estudio. Reunidos
dichos artículos en uno o varios libros y sistematizados por temas,
presentarían un interesante panorama analítico de los acontecimientos mundiales
y de Croacia en su condición de un país ocupado y sometido al régimen
comunista. Así -de acuerdo con nuestra opinión- tendríamos un documento
especial de un miembro de nuestra generación sobre el tiempo en que vivimos, y
que justificaría las palabras del autor cuando afirma -y este es uno de los
principales motivos de la publicación del presente trabajo- "relinquamus
aliquid quo nos vixisse testemur". Pero aun así Nevistic nos deja el
testimonio de sus esfuerzos para edificar la propia concepción de vida y, desde
su punto de vista, tomar posiciones y actitudes ante la múltiple realidad que
nos rodea.
La obra está
dividida en cuatro capítulos (pág. 17-222), la Conclusión (pág. 223-239) y el
Epílogo (pág. 241-261).
La primera parte
trata el problema del origen de la democracia, de su esencia y sus
instituciones. El autor la llama parte analítica. En cuanto al origen de la
democracia -prescindiendo de la democracia directa griega- considera que los
americanos fueron los primeros en realizarla, mientras los filósofos franceses
y británicos prepararon su clima político-social. No obstante, Nevistic no
omite destacar que la teoría igual que la práctica democrática fueron
inspiradas por los principios cristianos de la libertad personal y social.
Tratando el problema de la esencia de la democracia, el autor expone, analiza y
critica la concepción kelseniana. Los instintos de libertad y de igualdad
serían como el fundamento natural psicológico que postula una sociedad
democrática, libre. Kelsen, evidentemente, edifica sobre las concepciones
sicológicas de Freud. A pesar de su opinión de que Kelsen representaría uno de
los más brillantes intentos de fundamentar científica y filosóficamente el
régimen democrático, el autor considera que dentro de su concepción no es posible
una conciliación entre el instinto de libertad e igualdad por una parte y la
autoridad de la sociedad por otra. El principio de la representación, la
mayoría, las garantías constitucionales, etc., no eliminan satisfactoriamente
el conflicto de la libertad y la autoridad.
El autor concluye
esta primera y analítica parte con la afirmación de que la mayoría de los
escritores políticos y jurídicos concuerdan en determinar la esencia de la
democracia, como también en el hecho de que las opiniones acerca de su vigor
vital para el futuro, su superación definitiva y su inactualidad, son casi
todas de tinte pesimista.
En el segundo
capítulo (49-95) -Crisis de la democracia- se explica cómo se llegó a esta
opinión generalizada de carácter pesimista, especialmente después de la Primera
guerra mundial. El fascismo en Italia y el bolchevismo niegan el valor de los
principios democráticos y de su práctica, siguiendo su pauta la derecha o la
izquierda en casi todos los países del mundo. Estos hechos generalizaron la
creencia de la crisis de la democracia, convirtiéndose en uno de los serios
problemas de la ciencia jurídica y filosófica. Las causas de la crisis se
agrupan en tres clases: económicas, sociales y filosófico-políticas. El autor
somete cada una de ellas a un análisis especial. Las dos primeras las examina a
la luz del normal desarrollo económico y técnico, mientras en la tercera lo
hace en el contexto del positivismo científico que, negando la posibilidad de
la metafísica, termina en el materialismo dogmático-marxista. De esta manera,
quedando en el antropocentrismo y mediante análisis de la vida instintiva del
hombre y de su vida espiritual como sobrestructura de la primera (Freud) fue
creado el clima, es decir el positivismo científico y el inmanentismo antropológico,
lo que el autor rechaza como inaceptable, afirmando que este factor es el más
fundamental de la actual crisis de la democracia. Su exteriorización más
visible halla su comienzo en Rusia en 1917, luego en Italia en 1922 y en
Alemania en 1931, continuando con el mismo proceder la Rusia soviética y sus
satélites después de la última gran guerra.
En la tercera
parte de su libro (pág. 97-145) el autor trata de encontrar la respuesta a la
cuestión de porqué tuvo que producirse la oposición a la democracia y el
parlamentarismo concebidos y realizados por la democracia liberal en la forma
de los regímenes personales y administrativos.
Omitiendo el tipo
del Estado judicial, Nevistic analiza al Estado parlamentario o legislativo y
administrativo. La ideología del Estado liberal democrático (parlamentario,
legislativo) descansa sobre dos pilares: la libertad y la igualdad. No
obstante, su sistema axiológico es un relativismo absoluto. Por carecer de un
valor propio, indiscutible, la democracia o el tipo del Estado liberal, hace
posible que todas las opiniones participen en la lucha por el poder y que lo
conquisten legalmente sin consideración a su doctrina o modo y forma de
gobierno posteriores. Así el fascismo y el nacionalismo llegaron al poder
utilizando las instituciones democráticas legales para implantar posteriormente
sus regímenes antidemocráticos y dictatoriales, en nombre de "su"
verdad y su filosofía, fruto de la antropología positivista y naturalista
similar a la del marxismo-comunismo.
De entre los
adversarios de la democracia, sobrevivió la Segunda guerra mundial solamente el
bolchevismo. Pero ¿el régimen bolchevique es también democracia como lo
declaran sus ideólogos? Según nuestro autor, el comunismo no es ni puede ser
democracia, porque su instrumento de la conquista del poder es la violencia y
por la violencia se mantiene en él después de haberlo conquistado.
Sintetizando la
doctrina del neocomunismo, leninismo, tanto en la teoría como en la práctica,
el autor concluye que las corrientes marxistas (de Lenin o de Kautsky)
reconocen "que la dictadura del proletariado nada tiene en común con la
democracia" y que el marxismo significa la negación completa de la
dignidad y de todas las libertades del hombre (p. 141). Por eso, arguye, no se
pudo hablar al finalizar la última guerra del triunfo de la democracia, porque
el bolchevismo no es y no puede ser democracia. No obstante, por parte de
muchos estadistas, políticos, publicistas o periodistas en Occidente fue,
permanentemente y con insistencia, considerado como un sistema progresivo,
democrático, que lucha por la humanización de las relaciones humanas a escala
individual, nacional o internacional. A pesar de todo, acepta Nevistic que la
fuerza del comunismo no reside tanto en el valor de su sistema como en una
corriente inexplicable de opinión dentro de una parte de la burguesía, que
aceptó en sus medios de difusión esa falsa propaganda como una verdad que
descansa sobre la razón y la voluntad del pueblo. Por eso, parece que es exacto
lo que se dijo de la aristocracia burguesa al calificársela de la más estúpida
de cuantas han existido. Ella como si se conciliase con la idea de capitulación
ante su adversario" (p. 144).
El cuarto
capítulo -Valor de la democracia (p.147-222)- por su contenido y por la
inclinación del autor, representa la parte más filosófica del libro. Mediante
un análisis de la filosofía axiológica, Nevistic trata de hallar la respuesta a
la cuestión de si es posible oponerse con éxito al bolchevismo y, en caso
positivo, cómo hay que hacerlo. ¿Existe, quizás, la posibilidad de una síntesis
del mundo actual, dividido en dos frentes enemigos?
La primera parte
de este capítulo está dedicada "al problema del valor en general" (p.
147-169). Partiendo de la conciencia humana, donde hallamos múltiples elementos
de la dinámica de vida, el autor termina también en la conciencia, porque en
ella está el fuero -justamente nuestra conciencia valorativa que decide de
acuerdo con los valores superiores, oponiéndose, muchísimas veces, a los
instintos. Nuestra actitud verdaderamente axiológica empieza con la voluntad.
Pero aquí no decide el sentimiento del valor (Reinniger) que nos llevaría a un
subjetivismo y relativismo absolutos. Hay que encontrar un criterio firme,
racional. Partiendo del teísmo postulatorio de Kant que apunta a la existencia
de Dios, supremo fin y premio del alma inmortal, el autor expresa "que no
solamente la exigencia de la voluntad, sino también el conocimiento racional
garantiza la existencia de Dios, del reino de los valores eternos, hacia los
que ansía todo nuestro ser con su fuerza elemental de un ser espiritual"
remitiendo a sus lectores a la lectura de las obras "Fundamentos del
conocimiento de la realidad" (Madrid 1966) y "¿Por qué creo yo?"
(Madrid 1969) del filósofo croata Kvirin Vasilj.
Según nuestro
autor "sólo un acto de voluntad, rompiendo la ciega ley de causalidad y
estableciendo la ley de libertad, ley de la decisión libre a la luz de la
realización racional del sentido de la existencia, significa un verdadero valor
(p. 168). Por cuenta del subjetivismo y el relativismo axiológico el autor
dice: "La filosofía axiológica, que no nos ofrece la medida para una
escala de valores, resta a sí misma el fundamento de existencia y la base
insustituible para una vida con sentido. De esta manera, toma una grave
responsabilidad en la vida privada y pública. Justamente privándola de lo
esencial, orientándola hacia la inseguridad, la incertidumbre y el caos. Le
resta el pilar más firme sobre el que se puede con seguridad levantar el
edificio de la comunidad humana" (p. 196).
En la parte
"La libertad - valor de la democracia" (p. 169-182)- hay un panorama
de opiniones (Kelsen, Laun, Radbruch, etc.) que intentaron conciliar la
libertad y la sociedad, la libertad y el dogma de soberanía nacional dentro del
relativismo axiológico y noético, con pretensión de fundamentar y salvar la
democracia. Nuestro autor considera imposible este esfuerzo, porque dicho
sistema no conoce el valor de la libertad en sí. Sólo a condición de que la
libertad tenga su fundamentación por sobre todos los demás valores sociales en
un fundamento de carácter absoluto, se puede hablar de la fundamentación de la
libertad y la democracia como el régimen de libertad. De aquí las instituciones
democráticas (Constitución, partidos, parlamento, discusiones
extraparlamentarias, libertad de conciencia, palabra, ciencia, fe religiosa,
etc.) creadas y organizadas en la época liberal de la vida política de las
naciones civilizadas, reciben su fuerza vital (p. 181).
Contra el
"instinto de libertad", es decir contra la concepción naturalista de
la libertad de los pensadores liberales relativistas, en los párrafos
siguientes -Dos concepciones diferentes de la libertad- el autor intenta
dilucidar la concepción espiritual de la libertad humana, considerándola como
el fundamento último e insustituible de la democracia. Si la sociedad es la
negación de la libertad y ésta, a su vez, en su significado naturalista, la
negación de la sociedad, es menester encontrar una especie de libertad, que no
niegue sino afirme y robustezca a la sociedad (p. 190). Esta sería la libertad
espiritual, descansando "sobre la unidad axiológica, la homogeneidad
espiritual de los hombres como partes y ciudadanos de la comunidad
política" (p. 196). El principio de igualdad, se agrega, proviene de la
verdad cristiana acerca de la libertad e igualdad humana. Por eso, el autor
acepta la idea de Bergson de que el cristianismo habría puesto los fundamentos
de la democracia, porque "únicamente el personalismo cristiano proporciona
la garantía para la igualdad y la libertad". La libertad, en este sentido,
significa decisiones a la luz de la razón, o mejor, la adopción de una actitud
axiológica en concordancia con el sentido de vida: el racionalismo ético. Por
eso hay que proyectarse racionalmente y con necesidad lógica hasta la causa
eficiente de todo lo que existe, agregando: "La razón halla en el hombre
un principio que rompe la cadena de causalidad de la naturaleza y establece la
ley de la libertad espiritual, es decir halla decisiones regidas por el sentido
y el significado. A este principio lo denominamos el alma espiritual e
inmortal. Ella, en su calidad creativa y conciente descubre el mundo visible en
su total contingencia, en su existencia innecesaria" (p. 207). Existiendo
dentro de este mundo visible también el hombre, un ser capaz de pensar, razonar
y obrar fuera y contra las medidas y criterios de los instintos y la ley de
causalidad natural, esto debe significar "que aquella causa eficiente del
mundo y la existencia del hombre en él, no sólo que es vida sino también de
naturaleza espiritual, justamente personal". En consecuencia, todos los
hombres tienen la misma y común naturaleza -espiritual, libre e inmortal- y su
objetivo final es idéntico a todos. Sin conseguir este objetivo, la vida humana
se torna sin sentido. Es evidente, pues, que no lo podemos conseguir
sometiéndonos exclusivamente a la mera ley de la causalidad natural. La
consecución del objetivo espiritual del hombre es posible aceptando la ley de
la libertad. Únicamente por medio de la misma aseguramos la homogeneidad de la
sociedad, condición previa para una sociedad democrática, lugar en que surge la
posibilidad de representación y de autoridad. Desde el seno de esta concepción
aflora el postulado indeclinable de reconocer a cada hombre, en su calidad de
ser espiritual, cierta independencia de pensar y tomar propias decisiones. Nos
encontramos así en la zona sagrada que la sociedad y el Estado deben respetar.
Examinando el
comportamiento de varios tipos de ideologías y sociedades en relación con esta
zona infranqueable, el autor opta por una concepción cristiana que con su
doctrina relativista acerca del relativismo político, es decir con la doctrina
acerca del carácter absoluto del sentido de la vida y el carácter relativo de
vías, métodos y medios para la realización del bienestar y la paz social y
política ofrece a las partes divididas y en litigio la idea y el fundamento de
conciliación "la medida más grande de la libertad, personal y social, pero
dentro de la justicia general, proveniendo ambas del "absolutismo"
revelado, confirmando la identidad de la naturaleza y el objetivo final de
todos los seres humanos" (p. 222).
En la Conclusión
de la obra, el autor se ocupa del problema de la democracia en el futuro.
Rechaza la concepción marxista según la cual la democracia sería sólo una
"época histórica, justamente burguesa, que debe desaparecer" (p.
229). No obstante, cree en la posibilidad de una síntesis del mundo, hoy tan
peligrosamente dividido. Mayores concesiones a la justicia dentro de la órbita
del liberalismo occidental y apenas perceptibles pasos hacia la libertad dentro
del mundo totalitario oriental pueden encontrar una síntesis democrática
superior a condición de aceptar la verdad acerca del origen común y el destino
final común de todos los hombres. Para robustecer su optimismo, Nevistic nos
recuerda las ideas de Theilhard de Chardin en cuanto al desarrollo inmediato
del mundo (p. 239). El sabio francés afirma: "Parece que la humanidad en
nosotros está acercándose al punto crítico de socialización" (P. 139).
Anticipando
eventuales reproches por no haber tomado en consideración novísimas
investigaciones y resultados de la ciencia político-social y filosófica en la
materia, el autor, además de excusarse por lo esencial e inalterable del
problema que es la materia de su trabajo, analiza también dos casos especiales
de la práctica y teoría social-política actuales. Se
trata del "régimen de los directores" y la apreciación del mismo por
León Blum como también del socialismo de "autogestión" yugoslavo. A
este último lo considera, hasta ahora, un colosal truco. La explotación del
hombre por el hombre y el pueblo por el pueblo quedan intactos. En las
relaciones entre los pueblos, la hegemonía serbia continúa sin cambio. Según la
apreciación de algunos observadores yugoslavos de relieve, para un sistema
semejante faltan casi todas las condiciones subjetivas y objetivas. Si alguna
vez fuera factible realizar las objetivas (industrialización y producción de
alto nivel) la élite -la condición subjetiva- haría todo lo posible para
permanecer siendo "el cerebro y el puño de acero" de la sociedad. El
autor subraya una vez más que sin el fundamento metafísico de la libertad no
hay condiciones aceptables para los regímenes de libertad (pág. 260).
Uno puede ponerse
de acuerdo o no con el autor, y aquí no tenemos espacio para entrar en toda la
problemática, por cierto muy compleja, que aborda este libro, pero está fuera
de duda que, para la afirmación de la libertad, es necesario una permanente
lucha. A fortiori, esta lucha tiene lugar en el mundo democrático, cuyas
teorías y práctica, muy a menudo, están marchando a pasos dispares, tanto que
el mismo Churchill dijo: "La democracia es la peor forma de gobierno
imaginable, si exceptuamos todas las otras que el hombre ha ensayado".
No obstante,
luchando por la libertad, hay que participar en el optimismo moderado de
Nevistic. Su libro está dedicado a los jóvenes croatas de hoy y su publicación,
justamente en este momento, la consideramos un poco providencial. La idea de
libertad, aun dentro de la sociedad socialista de tipo oriental en Croacia,
sufrió a fines del año 1971 un rudo golpe. Desde este momento, regresando a
"los fundamentos de la democracia" se torna indispensable emprender
un nuevo esfuerzo y sacrificio para reconquistar la libertad y la democracia en
la patria de los croatas.
La obra termina
con el elenco de los autores y las obras usadas por el autor (71 autores y 87
obras). A pesar, no se menciona obra determinada alguna de Laun aunque se citan
y comentan sus ideas. Este inconveniente, posiblemente, se debe a que la
editorial "lRAL" se decidió por la forma de bolsillo del libro.
Habrán prevalecido razones de economía, perjudicando un poco al lector. Este no
podrá siempre y con facilidad diferenciar el origen de las ideas que se
entrelazan en el desarrollo del contenido de estos Fundamentos de la Democracia
de nuestro autor.
Milan Blazekovic
(Deutschsprachiges archäologisches und historisches Schriftum über
Bosnien und Herzegovina vom Beginn des 19. Jahrhunderts bis 1918.), separata
de "Südostforschungen", Volumen XXX. 1971,
R. Oldenbourg, Munich, pág. 197-244.
Con la ocupación
militar austro-húngara en 1878, no sólo se abrieron estas dos provincias
croatas a las influencias del moderno desenvolvimiento europeo sino también a
la exploración e investigación científica del país y de su población, desde
todo punto de vista. Estas investigaciones redundaron en una copiosa
literatura, en varios idiomas europeos, sobre geografía, historia, cultura,
etnografía, etc. de estas provincias.
La bibliografía
de los escritos en idioma alemán, sobre Bosnia y Herzegovina, del orientalista
croata, prof. Dr. Smail Balic, representa a su vez un complemento a la
bibliografía histórica preparada por Matija Lopac y publicada en "Glasnik
Zemaljskog muzeja u Sarajevu" (Vocero del museo regional de Sarajevo), en
los años 1953-1955 y a la bibliografía arqueológico-epigráfica publicada en
1956 y 1957, en el mismo periódico, por cuanto dichas bibliografías de los
escritos en idioma alemán acusan muchas deficiencias y lagunas.
Los 845 ítems
registrados, o sea libros y artículos publicados en 68 revistas y periódicos
que el autor enumera con sus respectivas abreviaturas (199-202), están
agrupados en tres divisiones principales con sus respectivas subdivisiones, a
saber:
I - Arqueología,
epigrafía, numismática (202-210) con las subdivisiones: generalidades,
prehistoria, época romana, medioevo, época contemporánea.
II - Historia y
política, incluso diplomática, paleografía y heráldica (210-234) con sus
subdivisiones: periódicos y diarios histórico-políticos y eclesiásticos;
compendios; época turca; ocupación de Bosnia y Herzegovina, 1878; Bosnia y
Herzegovina bajo la administración austro-húngara 1878 - 7/10/1908; desde la
anexión de Bosnia y Herzegovina el 7/10/1908 hasta el estallido de la primera
guerra mundial; Bosnia y Herzegovina en la primera guerra mundial y su
unificación con Yugoslavia (!).
III - Iglesias y
religiones (235-238).
En las páginas
238 hasta 243 sigue el registro de personas, mientras que el registro de
lugares abarca las páginas 243-244, lo que facilita enormemente el uso de la
bibliografía. Sin embargo, hubiese sido muy útil una referencia en cada ítem,
respecto al lugar de ubicación del mismo, ya sea en la Biblioteca Nacional
Austriaca en Viena o en las bibliotecas universitarias de Viena, Graz o Zagreb,
o en la Biblioteca Nacional o en el Museo Regional de Sarajevo.
Si bien el autor
destaca que su bibliografía no puede ser completa debido a la gran cantidad de
revistas y periódicos marginados de consideración, no es explicable la omisión,
en la división II, subdivisión compendios, de la obra de L. v. Südland (Dr. Ivo
Pilar) "Die Südslawische Frage und der Weltkrieg" -publicada a fines
del año 1918- y que en su sección cuarta trata de "Bosnia y formación. del Estado bosníaco" (Bosnien und bosnische
Staatsbildung). a lo largo de unas cien páginas. Es
cierto que el gobierno serbio, inmediatamente de terminada la primera guerra
mundial había comprado casi toda la edición de esta obra por intermedio de sus
agentes y que por tal motivo probablemente la obra no figure en las bibliotecas
arriba mencionadas. Sin embargo, existe la segunda edición del voluminoso libro
de Südland, publicada en Zagreb en 1944 y que, en cuanto a su contenido,
sustituye a la primera edición que corrió una suerte poco común en el mundo
civilizado.
Salvo tal
limitación, la bibliografía del Prof. Smail Balic es un valioso aporte al
estudio de "bosniología" y hay que esperar que encontrará
continuadores en cuanto a los escritos sobre Bosnia y Herzegovina en otros
idiomas.
Milan
Blazekovic
Annual Review of the Croatian Academy of America, Inc., Nueva York, pág. 208.
La Academia
Croata de Estados Unidos de América, fiel a su propósito de servir de nexo
entre la nación croata y la norteamericana, publicó su anuario correspondiente
al bienio 1970-71.
El presente tomo,
igual que los anteriores, contiene abundante material, estudios políticos,
históricos, literarios, documentos, notas e informaciones de distinta índole
que merece una reseña, necesariamente breve por razones de espacio.
Branko Peselj,
actualmente profesor adjunto de derecho en la Universidad de Georgetown,
EE.UU., en su documentado estudio titulado "El Compromiso serbio-croata de
1939 y la política exterior norteamericana", nos brinda un análisis
exhaustivo de los orígenes, génesis, causas y alcances del avenimiento
croata-serbio, firmado en vísperas de la segunda conflagración mundial y su
repercusión en la acción diplomática de Washington.
Tras el fracaso
del acuerdo de Munich, la situación europea se tornaba cada día más explosiva y
se avecinaba la tormenta bélica. Deseando tener de su lado a una Yugoslavia
unida, tanto las potencias aliadas como las del Eje aconsejaron al regente Pablo
una pronta solución de la cuestión croata. El nuevo gobierno en su declaración
inaugural subrayó como su propósito primordial (16/2/1939) solucionar la
cuestión croata y de ese modo consolidar el Estado multinacional yugoslavo.
Tras dilatadas y arduas negociaciones, pocos días antes de estallar la segunda
guerra mundial se firmó el compromiso (acuerdo, Sporazum) sobre la constitución
de la Banovina Hrvatska, vale decir sobre la autonomía de Croacia dentro del
Reino de Yugoslavia. Dicho acuerdo preveía además una reestructuración total
del estado y la creación de análogas unidades autónomas para Serbia, Eslovenia
y eventualmente, para Bosnia y Vojvodina. Este compromiso a nadie satisfizo.
Los croatas se sintieron defraudados, por cuanto la autonomía acordada era
limitada en sus atribuciones y se extendía sobre un territorio nacional
reducido, quedando separadas las provincias croatas de
Bosnia y Herzegovina, mientras que Boka Kotorska y Srijem no integraban la
nueva unidad político-administrativa. La camarilla granserbia, el ejército y la
Iglesia ortodoxa serbia, temiendo por sus privilegios, tocaron a rebato
alegando que la nación serbia y el estado heterogéneo de Yugoslavia corrían
peligro mortal. A pedido de Vladko Macek, líder democrático croata y presidente
del Partido Campesino Croata, el Parlamento fue disuelto, pero las nuevas
elecciones previstas no se celebraron ni se procedió a la reorganización
estatal debido a la segunda conflagración mundial y a la virulenta y megalómana
resistencia serbia.
La creación de la
Banovina Hrvatska era para Macek el comienzo del quebrantamiento de una
Yugoslavia unitarista y el primer paso hacia una igualdad total, la auténtica
autonomía y la libertad de Croacia en la multinacional comunidad estatal de los
pueblos sureslavos.
Peselj,
colaborador íntimo y asesor de Macek, dio cabal cumplimiento al doble propósito
que lo guió en su trabajo: a) reseñar en forma sintética los antecedentes y el
carácter político y constitucional del Compromiso; b) demostrar, en base a los
documentos examinados en los Archivos del Departamento del Estado, en
Washington, el interés y la posición de los Estados Unidos hacia dicho acuerdo
y los múltiples problemas de política interior y exterior involucrados durante
su negociación, después de su concertación y la cancelación compulsiva a raíz
del golpe militar producido en Belgrado el 27 de marzo de 1941.
Refiriéndose en
la primera parte de su estudio a los fundamentos de la disputa serbio-croata,
Peselj enumera las diferencias que separan a esas dos viejas naciones europeas
y la hegemonía atroz que implantó Belgrado desde la creación inconsulta del
Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos en 1918, denominado luego por el
decreto del rey dictador, Alejandro, Reino de Yugoslavia. Los croatas, por
supuesto, se opusieron vigorosamente a las prácticas hegemónicas y
dictatoriales de Serbia, esgrimiendo los argumentos siguientes:
1º - El pueblo
croata y sus tierras no fueron liberados por los serbios a fines de la Primera
guerra mundial. Los croatas fueron incorporados compulsivamente en el nuevo
estado, sin ser consultados si querían la unión con Serbia y, en el caso
afirmativo, en qué condiciones.
2º - Croacia fue,
mucho antes de constituirse Yugoslavia, a lo largo del milenio de su historia,
una reconocida entidad nacional y soberana. En la monarquía austro-húngara, en
1868, Croacia pudo conseguir un status constitucional distinto y se
consideraba, de conformidad con el derecho de la autodeterminación nacional,
igual a Serbia como una nación separada y soberana.
3º - En caso de
que el pueblo croata decidiese libremente unirse con Serbia, esta unión
-sostenían los croatas- debería organizarse en los principios de una igualdad
plena y garantizada de ambas naciones, de ambos países y de sus centros políticos
y culturales, Zagreb y Belgrado.
Los serbios,
empero, permanecieron desafiantes rechazando estos argumentos y el compromiso
con los croatas.
La muerte
violenta del rey dictador, Alejandro (Marsella, 9/10/1934), significó la
desaparición del protagonista principal de la hegemonía panserbia. El partido
campesino de Esteban Radic, asesinado alevosamente en el recinto del Parlamento
de Belgrado en 1928, y conducido después por Vladko Macek, encarcelado durante
varios años, ganó en sucesivos comicios la mayoría abrumadora de los votos en
Croacia. A medida que se cernía la tormenta bélica sobre Europa y a instancias
de las potencias occidentales, Belgrado consideró oportuno otorgar
provisoriamente a los croatas una autonomía restringida en los asuntos administrativos
y formar un gobierno con la activa participación de los representantes croatas.
A continuación
Peselj analiza el contenido del acuerdo logrado, sus aspectos políticos,
legales y constitucionales. "Macek consideraba -subraya Peselj- que las
concesiones obtenidas con el Compromiso eran el mínimo, tanto en lo que
concierne al territorio de Croacia como a las atribuciones acordadas al
gobierno de Zagreb. Insistió en que en la reorganización definitiva de
Yugoslavia, el territorio de Croacia debería ser aumentado y ampliada la
jurisdicción del gobierno de Zagreb. Cuál sería el posible status de Croacia
como estado libre y soberano dependería, en primer lugar -sostenía Macek- de la
forma y del alcance de la reconstrucción de Yugoslavia como estado multinacional".
Por otra parte,
la clase gobernante serbia, el ejército, la Iglesia ortodoxa serbia y los
círculos e instituciones culturales serbios, temerosos de perder la posición
dominante en todos los ámbitos, consideraban el Compromiso como una
contingencia provisoria y temporal, impuesta por la situación exterior, ya que
para ellos Yugoslavia debía seguir siendo la Serbia engrandecida. Por eso, muy
pronto toda la estructura político-administrativa, basada en el Compromiso
serbio-croata se desmoronó con motivo del golpe de estado del 27/3/1941,
tramado y llevado a cabo por un grupo de oficiales serbios con el apoyo total
de los círculos más arriba consignados.
"Como razón
formal de este golpe -subraya Peselj con criterio acertado- se adujo la
adhesión de Yugoslavia al Pacto Tripartito, firmada dos días antes en Viena. La
verdad es que el golpe fue dirigido no sólo contra la política exterior del
príncipe Pablo y el manejo del gobierno Macek-Cvetkovic de los asuntos
exteriores, sino igualmente, y acaso mucho más, contra la política interna del
príncipe Pablo, contra su persona y el Compromiso del 26/8/1939, detestado por
los círculos políticos serbios. Los integrantes serbios del gobierno de Simovic
eran adversarios notorios del nuevo enfoque del arreglo serbio-croata y
objetaron acerbamente el status logrado por Croacia".
A renglón seguido
Peselj informa sobre "la diplomacia norteamericana y el Compromiso".
El servicio diplomático norteamericano evidenció gran interés en las relaciones
serbio-croatas y en los problemas involucrados. Comprendiendo que el conflicto
serbio-croata era no sólo el mayor obstáculo para la consideración de
Yugoslavia, sino también una de las causas potenciales de los disturbios en el
sureste europeo, los diplomáticos norteamericanos en Belgrado y en las
capitales de los países vecinos se esforzaron por tener informado al
Departamento de Estado de todos los aspectos e implicancias de este espinoso
problema. Desde fines de 1938 y hasta el derrumbe de Yugoslavia en abril de
1941, más de 140 telegramas, despachos e informes fueron remitidos por los
representantes oficiales de Washington a su jefe notificándole de las distintas
fases de la negociación del Compromiso, de los problemas surgidos después del
acuerdo y de las dificultades originadas por la abrupta ruptura del acuerdo.
Peselj cita y hace referencia a muchos documentos de carácter confidencial y
secreto.
En cuatro
apéndices el autor transcribe en versión inglesa: 1) El mensaje del Dr. Vladko
Macek a Franklin D. Roosevelt, fechado en Zagreb el 18/1/1939; 2) El discurso
de V. Macek, pronunciado en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional
Croata en Zagreb el 8/5/1939; 3) El texto del Compromiso serbio-croata del
20/8/1939); 4) El decreto constitucional por el cual se establece la autonomía
de Croacia; 5) informe de John James Meily, cónsul norteamericano en Zagreb, al
Secretario del Estado sobre el establecimiento de la independencia de Croacia,
fechado el 13/6/1941.
Del objetivo y
documentado estudio de Branko Peselj, el atento lector colegirá fácilmente que
siendo Yugoslavia un heterogéneo conglomerado estatal, desavenido y antagónico,
siempre regido por regímenes dictatoriales, sea monárquico o comunista, es
aconsejable la separación pacífica de Croacia y Serbia en beneficio de los
pueblos respectivos y de la paz y la seguridad en esta área europea. Un
precedente auspicioso lo ofrecen Suecia y Noruega cuando se separaron y ahora
conviven en paz e íntima cooperación. La grave crisis, desatada en diciembre
último en Yugoslavia y cuyos alcances ulteriores son imprevisibles, indican que
es urgente e impostergable un arreglo pacifico del conflicto serbio-croata, ya
que bajo el disfraz comunista de una supuesta "unidad y fraternidad"
tratase de la explotación económica de carácter colonial, de la opresión
nacional por parte del imperialismo serbio, coincidente en muchos puntos con
los planes expansionistas soviéticos.
Cristóbal
Spalatin, profesor de idiomas modernos en la Universidad de Marquette,
Milwaukee, se ocupa del difícil y acuciante tema "Idioma y política en
Yugoslavia" a la luz de los sucesos ocurridos desde marzo de 1967 hasta
marzo de 1969. Dada la similitud morfológica y fonética entre el croata y el
serbio, desde hace más de un siglo se viene esgrimiendo el argumento, caro a los
románticos, pero anticientífico y ya superado, de que el idioma constituye la
base de la afinidad y unidad de ambos pueblos. La verdad es que se trata de dos
idiomas distintos, si bien afines, cada uno con su propio desarrollo histórico
y con su propia literatura, lo que quedó subrayado en la Declaración sobre el
nombre y la posición del idioma literario croata, firmada
en marzo de 1967 por las principales instituciones culturales y literarias
croatas. El autor pormenoriza este problema, lamentando sus innecesarias
implicancias políticas. Los recientes acontecimientos en Yugoslavia indican,
sin embargo, que se seguirá en todos los sectores de la vida pública con la
imposición del idioma serbio, lo que en realidad se traduce en un premeditado
genocidio cultural para los croatas.
Antun Nizeteo,
novelista y poeta croata, radicado en Estados Unidos, en un enjundioso estudio
expone la influencia y la repercusión que tuvo la poesía de Walt Whitman en
Croacia. Se refiere especialmente al máximo poeta croata de nuestro siglo, Tin
Ujevic (1891-1955), quien en varias oportunidades escribió sobre la obra de
Whitman y tradujo al croata varios de sus poemas. Nizeteo traza interesantes
semblanzas entre ambos escritores líricos, subrayando sus afinidades,
coincidencias y divergencias. También reproduce varios poemas de Whitman en su
original y su magistral versión al croata, hecha por Tin Ujevic.
Louis A. Gebhard,
profesor de historia europea moderna, en su trabajo titulado "Los croatas,
la monarquía de los Habsburgo y la marina austro-húngara", suministra
ciertos datos interesantes sobre la composición nacional de los tripulantes en
las naves de guerra de Austria-Hungría y sus repercusiones políticas. Por
ejemplo, el porcentaje de los croatas en el cuerpo de oficiales en 1901
importaba sólo el 7% del total, mientras que los marineros representaban el
36%. Esta desproporción era irritante y los diputados croatas en Viena trataban
de mejorar esta situación, por cuanto las bases navales y los arsenales de la
monarquía danubiana, de la que Croacia formaba parte como reino asociado, se
hallaban ubicados en la costa oriental del Adriático, es decir en Croacia. Al
término de la primera guerra mundial, la flota del desmembrado imperio de los
Habsburgo no fue entregada a sus naturales y legítimos sucesores y herederos,
sino que fue repartida entre las potencias vencedoras. La nave capitana Viribus
Unitis, al mando del almirante Janko Vukovic de Podkapelski, quien obedecía las
órdenes de las autoridades de Zagreb, fue destruida por los saboteadores
italianos yéndose a pique con su capitán y los 350 tripulantes.
Este nuevo tomo
constituye un valioso aporte para el esclarecimiento de los problemas croatas,
tanto pasados como presentes, y es evidente testimonio de los constantes
esfuerzos de los redactores y colaboradores de esta publicación, editada en
inglés.
Branko Kadic
Zagreb 1969, pág.
XXX + 1103; II Parte: Croato-serbio - alemán, Zagreb 1970, p. XXXIV + 1576.
En la revista
trimestral para la eslavística, "Die Welt der Slaven" (El mundo
eslavo), año XVI, vol. 2, pág. 217/8 (que publica Otto Harrassovitz -Wiesbaden,
Alemania Occidental), Branko Franolic, de París, publicó una reseña del
"Diccionario Técnico" de V. Dabac. De dicha reseña se desprende que
el diccionario contiene 80.000 palabras simples y 30.000 palabras compuestas, o
sea en total 110.000 términos técnicos por lo que verdaderamente representa un
"thesaurus linguae tecnicae". Una larga lista de 93 colaboradores y
consejeros son una garantía adicional de la solidez de la obra de Dabac.
"Si el
Léxicon de Dabac, es un instrumento indispensable tanto para el técnico como
para el traductor, también resulta sumamente interesante para el lingüista, ya
que le posibilita extraer un balance del desarrollo de la terminología técnica
y científica croata durante el siglo 20". Así concluye Franolic, después
de mencionar inicialmente al primer diccionario croata de terminología
científica, el de B. Sulek del año 1874, en croata, alemán e italiano (pág.
XXVI + 1369), publicado en Zagreb.
M. B.
Separata de
"East European Quarterly", Vol. IV, Nº 3, pág. 343-356.
El propósito de este
artículo del profesor de la Universidad de Calgary, V. Markotic, es
proporcionar una información sobre la estructura de las instituciones de
Arqueología y sus publicaciones científicas en Europa Oriental, o sea en
Albania, Bulgaria, Checo-Eslovaquia, Alemania Oriental, Hungría, Polonia,
Rumania y Yugoslavia.
A diferencia de
la América del norte, donde la arqueología es una subdivisión de la
antropología, en Europa Oriental configura una disciplina independiente o, en
todo caso, asociada a la historia. La tendencia general, en esta región, sigue
siendo la de separar la prehistoria de la etnología y antropología física y de
relacionarla con la arqueología histórica. Recién a principio del siglo 19, al
organizarse los primeros museos, se comenzó con la labor científica en
arqueología con métodos modernos. Poco más tarde se la introdujo como materia
de estudio en las universidades, academias y asociaciones científicas. El autor
proporciona una tabla cronológica de la fundación de las universidades, museos y
academias más notables desde el año 1348, en que el rey Carlos funda la
universidad de Praga, hasta el año 1957, fundación de la de Tirana. En cuando a
Croacia, en la tabla figura la fundación de la universidad de Zagreb en 1669
(reorganizada en 1874), del Museo Nacional de Zagreb en 1821, del Museo de
Split en 1821, del Museo de Zadar en 1830, del Museo de Zagreb en 1846, de la
Academia de Zagreb en 1867 y del Museo de Sarajevo en 1888.
La arqueología se
enseña en Europa Oriental en las universidades y, sin embargo, la investigación
se efectúa principalmente por intermedio de instituciones científicas y
sociedades de eruditos. La financiación de la mayoría de las excavaciones, en
cambio, parece ser la responsabilidad más de los museos nacionales que de las academias
y demás instituciones. Esta tendencia parece favorecer a la centralización de
las actividades arqueológicas. A este respecto, Yugoslavia constituye una
excepción, dice el autor, pues allí casi todas las actividades arqueológicas
son descentralizadas. Por ello el autor describe estas actividades
regionalmente, manteniendo el siguiente orden alfabético: Bosnia y Herzegovina,
Croacia, Kosovo y Metohija, Macedonia, Montenegro, Serbia, Eslovenia y
Vojvodina. Aunque en forma muy sucinta, el lector interesado en la materia
encontrará en el artículo del profesor Markotic suficiente orientación sobre
las instituciones y publicaciones consecuentes de Arqueología, de Europa
Oriental.
M. B.
& Ver Croacia y la actual crisis de Yugoslavia, Ed.
especial de Studia Croatica, Buenos Aires, marzo de 1972.
[1] Ver, por ejemplo, Raymond Aron, Démocratie et
Totalitarisme, Gallimard, París 1965, pág. 61-62. Después de recordar la
definición weberiana de Estado como "el monopolio a usar legítimamente de
la violencia", el autor agrega: "Presentar al soberano como jefe de
policía no significa atentar contra su dignidad y prestigio. La policía debe
gozar de respeto por parte de la ciudadanía, porque la policía, como organismo,
detenta legítimamente el monopolio de usar la violencia... Reservar a un
organismo especial el derecho a emplear la violencia, es una conquista de la
civilización.
[2] G.
Marcel, Los Hombres Contra lo Humano, Hachette S.A., Buenos Aires, 1955,
pág. 57-61.
[3] Item, Ibid., pág. 34.
[4] Croacia
fue derrotada en 1945 por fuerzas aliadas al comunismo internacional,
encabezadas por la Rusia Soviética. El Partido Comunista de Yugoslavia fue su
instrumento principal en la lucha contra la independencia de Croacia y por la
restauración de la Yugoslavia comunista dentro de las mismas fronteras de la
Yugoslavia monárquica pero el Partido Comunista de Yugoslavia, según el
reconocimiento de los servios mismos, fue un partido servio, el portavoz de la
idea nacional y estatal del pueblo servio. La ínfima parte de los comunistas
croatas que militaban en él, fue considerada como "centrífuga" (Ver Nasa
Rec - Our World), una revista mensual servia en Londres, número 235, mayo
de 1972, el artículo: "El Movimiento Croata Masivo" escrito por
Desimir Tosic, donde el autor dice que "la idea nacional de los servios
fue incluida, contenida en el mismo programa estatal del Partido Comunista
Yugoslavo", mientras los representantes de otros pueblos
"yugoslavos" -croatas, eslovenos, macedonios y parcialmente, montenegrinos-
militaban allí por oposición a la Yugoslavia monárquica, pero fueron
considerados permanentemente como "centrífugos". Al finalizar la
última gran guerra, las fuerzas "centrífugas", es decir el Partido
Comunista Yugoslavo como instrumento de la idea nacional y estatal servia,
consideró necesario exterminar al ejército croata, el más firme garante de la
tendencia "centrífuga" croata., es decir, de la soberanía del pueblo
croata, y hacer prevalecer las fuerzas "centrípetas" o sea las que
deben aceptar la sujeción de Croacia a Servia y otorgar a este hecho brutal el
carácter de la libre manifestación de la voluntad croata y el carácter legal a
las nuevas autoridades de Yugoslavia. En efecto, el ejército croata fue
exterminado -M. Djilas en persona exigía durante la última guerra el exterminio
del ejército croata, para que pudiese vivir Yugoslavia- en la ya conocida
Tragedia de Bleiburg. Allí, junto con el ejército, cayó también la flor de la
intelectualidad croata -es decir el potencial biológico, conciencia y la
voluntad de la comunidad nacional croata-. "Arreglado" así el
problema "centrífugo" el Partido, o sea Belgrado, inauguró la nueva
política, cínicamente llamada política de "la unidad y la
fraternidad". Ver también: Croacia y la crisis actual de Yugoslavia,
edición especial de Studia Croatica, Buenos Aires, marzo de 1972.
[5] V.
Pavletic, Introducción a "Renacimiento de los Universitarios Croatas"
en Renacimiento de los Universitarios Croatas, publicación especial de la
revista croata Kritika, Zagreb 1971, pág. 1.
[6] Herbert
Marcuse, La Fin de L'Utopie, Neuschatel, Switzerland 1968, pág. 75:
"Quand nous en appelons au droit des hommes a la paix, au droit que
l'humanité a d'abolir l'exploitation, il ne s'agit pas lá des intéréts
espéciaux d'un groupe, et définis par lui, mais bien d'un intérét général et
dont on peut démostrer l'universalité. Aussi pouvons-nous et devons-nous tenir
aujuourd'hui que jamais le droit de résistance pour davantage qu'un droit
relatif".
*
Evidentemente, Marcuse quiere recordarnos el caso de Antígona que se halla en
la época inicial de la civilización occidental. La misma idea, repetida tantas
veces después, la encontramos en L'Homme Révolté de A. Camus. El
conocimiento y el sentimiento de justicia forman en nosotros la idea de
solidaridad universal, la que formuló el desgraciado escritor francés de la
manera siguiente: "Je me révolte, donc nous sommes" (Yo me rebelo,
entonces nosotros somos). El Papa Juan XXIII, al referirse, muchas veces, al
derecho positivo, no vacila en hablar de "la violencia institucionalizada".
[7]
Idem, Ibid., pág. 49.
[8]
Camus, L'Homme Révolté, Gallimard, París, 1951 pág. 35-36.
** Claro,
se prescinde de los valores absolutos de carácter sagrado, pero no obstante se
siente su necesidad imperiosa y así reimplanta el problema de los valores
absolutos. ¿Hay o no valores absolutos? ¿Son posibles tales valores dentro de
una concepción del mundo inmanentista-materialista? Adoptando la postura de
Marcuse, quedamos en el inmanentismo materialista. Pero su sendero que nos
lleva hasta las cercanías de lo absoluto, es empírico, accesible a todos. La
interpretación final de lo que descubrimos dependerá de la Weltanschauung de
cada uno. Si dentro de la concepción materialista no podemos hablar de los
valores absolutos, podríamos hablar de los valores relativos e históricos con
pretensiones absolutas, reconocidos como tales por parte de las generaciones
determinadas de una u otra época de la historia. Ver
por ejemplo, Robert Reinninger, Wertiphilosophie und Ethik, Wien-Leipzig
1946, p. 53-54.
[9] Ver más
arriba lo que dice el servio Tosic, pág. 5.
*** Ver: Studia
Croatica, Vol. 28-31, 1968, Medio Siglo de un Poder Ilegítimo, p. 3-15.
[10] Citado
según A. Kadic, Para que se oigan también las campanas croatas, en Glas
Kanadskih Srba (El Vocero de los servios en Canadá) del 16 - II - 1972.
**** Al
lector interesado recomendamos la edición especial de S. C. ya mencionada
anteriormente: Croacia y la crisis actual de Yugoslavia.
[11] Dr. A.
Ciliga, Elaboremos, Realicemos un Frente Confederal y General Croata, en
"Bilten Hrvatske Demokratske Socijalne Akcije" - El Boletín de la
Acción Social y Democrática Croata, año XI, Nº 65, mayo de 1972, Roma, donde el
Dr. Ciliga vive como exiliado político.
[12] J. G.
Reissmüller, Jugoslawien Vielvölkerstaat zwischen Ost und West (Yugoslavia,
Estado plurinacional entre el este y el oeste), Düsseldorf-Koeln, 1971, p.
61-62.
[13] Raymond
Ruyer, Elogio de la Sociedad de consumo, Bs. Aires 1970, p. 11 y 19.
[14] R. Aron,
Op. cit. pág. 280, 1.
[15] A.
Rossi, Autopsie du Stalinisme, París, 1957, pág. 119, citado según Aron,
Op. cit., pág. 276.
**** Ver:
Salvador De Madariaga, Tito y Franco en "La Prensa" del 14 de junio
de 1972, Buenos Aires.
[16] A. I.
Herzen primero publicó sus reflexiones sobre la autogestión en su obra Vom
Anderen Ufer, impresa en Zurich en 1850; luego en el libro Le peuple russe et
le socialisme, publicado en Niza en 1851, que de hecho constituye su
correspondencia con el historiador francés Jules Michelet, luego en la obra, Du
dévelopement des idées révolutionnaires en Russie, publicada el mismo año y
dedicada a Bakunin. Por último, en Carta a Garibaldi de 1863, dirigida de Niza,
Herzen vuelve a la idea de la autogestión. Carlos Marx censuró acerbamente sus
ideas en la primera edición alemana de El capital, igual que Lenin en el
Congreso del partido ruso, celebrado en Estocolmo en 1906.
[17] Cf. Questions
actuelles du socialisme, Belgrado, enero-febrero 1952.
[18]
Samoupravljanje i drustvena moc (La autogestión y el poder social), Nase
teme, Zagreb, 1965.
[19]
Especialmente el libro de Djodan Zakon vrijednosti trzista i plana (La ley de
los valores y la relación del mercado y el plan) Matica Hrvatska, Zagreb 1969.
[20] "La
réforme, une phase nouvelle de l'autogestion" Questions actuelles du
socialisme, Belgrado, enero-marzo 1967.
[21] "Decentralization under worker's management: A theoretical
appraisal", The American Economic Review, diciembre 1969.
[22] Al
respecto, la 23a enmienda de la Constitución no admite a los campesinos
individuales organizar la producción en sus campos reducidos al mínimo.
* Marcos
Veselica arrestado en diciembre de 1971. Será procesado con un grupo de los
intelectuales croatas, acusados de chovinismo, nacionalismo y separatismo por el
régimen de Tito. (Nota de la Red.).
** Este
trabajo fue escrito con anterioridad a la grave crisis desatada en Yugoslavia
en diciembre último
[23] Título
de la conocida obra de Benjamín Subercaseaux, Chile o la loca geografía.
Editorial Ercilla S.A., Santiago de Chile, 1940.
[24] La
prensa chilena aparece en los primeros años del gobierno nacional de Chile, con
algún retraso en relación con la de los otros países hispano-americanos: La
Habana (1763), Buenos Aires (1801), Lima (1796) y México (1731) tenían periódicos
antes que Santiago, donde salió de la imprenta (traída de Norteamérica y
organizada por técnicos norteamericanos) el primer número de la Aurora de
Chile, el 13 de febrero de 1812, "para disponer la ilustración popular de
modo seguro y transcribir con el mayor escrúpulo la verdad, que solo decide de
la suerte y crédito de los gobiernos" (1812-1955), Santiago de Chile,
1956, pág. 47-49 y Raúl Silva Castro, Prensa y Periodismo en Chile (1812-1956),
Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1958, pág. 15 ss.
[25] Cfr.
Carlos Keller R., artículo Chile en Pensamiento, Económico Latinoamericano,
Fondo de Cultura Económica, México, 1945, pág. 172.
[26] En un
artículo editorial, Japón y Rusia - El fantasma de la guerra europea, el vocero
conservador, El Diario Ilustrado, Santiago, el 26 de octubre de 1903, después
de analizar las eventuales conexiones de un conflicto que se vislumbra en el
Lejano Oriente, concluye: "Si se realizaran toda una serie de suposiciones
¡adiós presupuestos chilenos! ¡Se nos acaban los compradores de salitre!"
El Presupuesto chileno, en aquel entonces, dependía, en gran parte, de los
ingresos fiscales provenientes de los derechos de aduana sobre la exportación
del salitre y del yodo. Un papel análogo desempeñan hoy los ingresos fiscales
chilenos de la exportación del cobre.
[27]
Austria-Hungría, la "monarquía militar" la que por su población
ocupaba el tercer lugar en Europa después de Rusia y el Reich alemán, iba a la
zaga de las grandes potencias en cuanto a sus gastos militares: un 1/4 de los
de Rusia y Alemania, un tercio de Francia e Inglaterra y aún menos que Italia,
Cfr. A. J. P. Taylor, The Habsburg Monarchy, 1809-1918. Penguin Books Ltda, Ed. 1964, pág.
247.
*
Cfr. Oscar Jászi, The Disolution of the Habsburg Monarchy, The
University of Chicago Press, 3a ed., 1964, pág. 348 y
"Croatia versus Hungary" pág. 366-375.
[28] Cfr. Dr.
Ante Trumbic, Suton Austro-Ugarske i Rijecka rezolucija (El ocaso de
Austria-Hungria y la resolución de Rijeka - Fiume), Tisak
"Tipografije" d. d., Zagreb, 1936, pág. 66-69, y también Oscar Jaszi,
o. c., pág. 371 ("This affront had far-reaching consequences. The
Croats, the most loyal nation of the monarchy, definitely lost confidence in
the curing of their grievances with the help of the dualistic system").
[29] También
los "austro-húngaros" en Bolivia y el Perú son del mismo origen, a
diferencia de los de las repúblicas del Atlántico -Brasil, Uruguay y Argentina-
donde están representadas todas las nacionalidades de la Monarquía danubiana.
Las estadísticas (de inmigración y censo de la población) no diferencian a los
"autro-húngaros", aunque son portadores de diferentes pasaportes:
austríacos, húngaros y croatas. Los inmigrantes de Croacia y Eslavonia tenían
pasaporte expedido en nombre de S. M. el Rey de Hungría y Rey de Croacia,
Eslavonia y Dalmacia, redactado en francés y en croata; el pasaporte estaba
cosido con un hilo tricolor (rojo-blanco-azul), correspondiente a los colores
de la bandera nacional croata.
[30] Las
representaciones consulares existían ya antes -en Valparaíso e Iquique- aunque
ningún cargo de cónsul austro-húngaro ad honorem fuera ocupado por un súbdito
de la Monarquía danubiana.
[31] Cfr. El
Diario Ilustrado, Santiago, el 17 de marzo de 1903. Según datos del Anuario
del servicio exterior (Jahrbuch des ausweartigen Dienstes, Wien 1914, Ausder
k.k. Hof-und Staatsdruckerei), el conde Leonard Starzénski nació en 1857.
Egresado de la Academia Oriental (escuela especializada para el servicio
consular que en el año 1898 fue transformada en la Academia consular) en Viena,
prestó servicios en los consulados en Sofía (Bulgaria) y Jassy (Rumania), desde
1882 a 1891; después en la Embajada en Constantinopla y en la Legación de La
Haya, para asumir una tarea especial, en 1899, en la Embajada ante la Santa
Sede. Por Decreto del 6 de diciembre de 1902 fue nombrado Ministro
Plenipotenciario y Enviado Extraordinario ante los gobiernos de Chile, Bolivia
y el Perú, con residencia fija en Santiago. De este cargo fue relevado en 1905,
quedando a disposición hasta 1911, cuando fue jubilado, obteniendo "el más
alto reconocimiento por los servicios eficientes prestados con lealtad y
abnegación". Era, además, teniente de caballería en reserva.
[32] Cfr.
Censo de la República de Chile. Levantado el 28 de noviembre de 1907. Santiago
de Chile. Sociedad Imprenta y Litografía, 1908, pág. 77 ss.
[33] Si se
descuentan los extranjeros de los países limítrofes: 27.140 peruanos, 21.968
bolivianos y 6.956 argentinos, el número de los extranjeras, según el Censo del
año 1907, resulta todavía algo modesto (en comparación, por ejemplo, con la
fuerte corriente inmigratoria hacia la Argentina): entre los europeos ocupan el
primer lugar los españoles con 18.755, seguidos por 13.023 italianos, 10.724
alemanes, 9.845 británicos, 9.800 franceses, 3.813 austro-húngaros, etc.
[34] En
pequeños núcleos, los había, en esta región así como en la de Tarapacá
(Iquique), ya antes de estallar la Guerra del Pacífico (1879).
[35] Cfr.
noticia en El Mercurio, Valparaíso, 3 de noviembre de 1900.
[36] Cfr. El
Mercurio, Santiago, 22 de febrero de 1903.
** La
Princesa Bivesco, perteneciente a la alta nobleza de Rumania; cfr. el diario El
Mercurio, Santiago de Chile, 22 de febrero de 1903, artículo "El señor
Ministro de Austria-Hungría".
[37] El
Mercurio de Valparaíso, perteneciente a la misma empresa, fue
fundado en el año 1827, mientras el de Santiago aparece desde 1900, teniendo
además una edición de la tarde: Las Ultimas Noticias de El Mercurio.
[38] La
historia termina de aparecer el día 23 de agosto con un happy end, pues se ven
por fin cumplidos felizmente los esfuerzos de aquella mujer excepcional, la
primera en el trono de los austriacos, casada con Francisco de Lorena, el
futuro Emperador del Sacro Imperio (1745-1765): "Juro de no deponer las armas
sino después de vencer a mis enemigos y colocar la corona sobre la cabeza de mi
esposo".
[39] La
siguiente glosa, dedicada a la dimisión del Gobierno, puede servir como ejemplo
de la crítica acerba al régimen parlamentario, el que provocaba tan frecuentes
cambios ministeriales: ¿Por qué se va el Ministro? Nadie lo sabe. No muere de
apoplejía; no muere como Poro el Emperador romano, de un mal rato; ni cae como
César, ni sucumbe como Prat con su buque. Dicen unos que muere de consunción,
soñando vivir; y otros que cumplió su misión sobre la tierra, resignado a
morir.
[40] No
extraña que el diario católico no menciona la tragedia de Mayerling, por
tratarse de un suicidio, aunque envuelto en misterio.
[41]
Ministros del Interior y Relaciones Exteriores, respectivamente.
[42] Subsecretario
en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
[43] El conde
Karl Trauttmansdorff-Weinsberg, nacido en 1872, pertenecía, según el Anuario
del servicio exterior de Austria-Hungría, a la carrera diplomática desde 1896;
agregado en la Embajada en Constantinopla desde entonces y secretario en la de
Londres, desde 1899, fue trasladado en el mismo cargo a Chile, en 1902. A fines
de 1903, fue enviado, desde Santiago, a la Embajada en Petersburgo.
[44]
Ingeniero austríaco al servicio de los Ferrocarriles del Estado de Chile.
[45] Sigue
una larga lista de los asistentes; entre los austriacos y húngaros figuran los
ya conocidos representantes de la colonia: von Braun, Theodoro Kantz,
Nicoreanu, Alois Flesch von Boos, quien será nombrado cónsul general ad honorum
en Valparaíso y varias veces Encargado de Negocios ad interim. No se menciona
en ninguna parte que a la recepción hubiera asistido alguien con apellido
croata.
[46] Víctor
Paz Estenssoro, artículo Bolivia en Pensamiento Económico Latinoamericano, o.
c., pág. 54 y cfr. El Mercurio de Santiago, 23 de septiembre de 1971, página
editorial: Historia del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.
[47]
Periódico bisemanal. El editor, Juan Karstulovic, oriundo de la villa
Nerezisce, isla Brac, importó una imprenta moderna de EE.UU. de Norteamérica,
fundando la empresa gráfica Imprenta dálmata. En 1904, editaba en castellano El
Almanaque Eslavo; cfr. Matica - List iseljenika Hrvatske (Colmena -Gazeta de
los emigrantes de Croacia), Zagreb, Año XVIII, marzo de 1967.
[48] La
Libertad está representada en la efigie de una mujer con la espada en la mano
derecha, a punto de cortar las cadenas. Por el lema Bog i Hrvati (Dios y los
croatas) que figura arriba del título, se desprende que el editor comparte
incondicionalmente el programa del Padre de la Patria, Ante Starcevic
(1823-1896), fundador del Partido del Derecho, en la lucha por la emancipación
croata de Viena y Budapest. En enero de 1903 se llevó a cabo la fusión del
Partido del Derecho con el Partido Nacional en el Partido Croata del Derecho,
el que dominará en la política de Dalmacia hasta el colapso de Austria. Fue
Starcevic el "Mazzini croata", quien declaró en el Sabor croata, el
26 de junio de 1861: "La nación croata conservó todavía, no obstante todas
las calamidades que injustamente sufre de parte de Austria, un bien
inapreciable, esto es, la confianza en Dios y en sus propias manos. La nación
croata cree, sin que nadie le diga, que la Providencia a ella, que ha
sobrevivido el cautiverio de tres siglos bajo Austria, a ella que con espíritu
cristiano siempre se ha sacrificado para otros, le ha destinado un hermoso
porvenir; la nación croata cree que sobre este porvenir, sobre esta misión, no
decidirá Austria, sino Dios y los croatas". Cfr. Antun Radic, Sabrana
djela (Obras reunidas, 19 tomos)., Editorial Seljacka
sloga, Zagreb, 1937, T. V. pág. 138-139.
[49] En
Antofagasta existían ya dos fuertes organizaciones de la colonia: La Primera
compañía eslava de bomberos voluntarios en América latina fue fundada en
Antofagasta, el 16 de diciembre de 1892, a raíz de los incendios y movimientos
obreros después de la revolución del 1891; la Sociedad Eslava de Socorros
Mutuos se formó el 11 de abril de 1894; cfr. Lucas Bonacic Doric B., Historia
de los yugoslavos en Magallanes, - Su vida y su cultura, 3 tomos, Punta Arenas,
1946, T. III, pág. 31.
[50] En
ninguna declaración remitida a la prensa chilena hay referencia a que el Ban
Khuen-Héderváry haya mientras tanto abandonado su cargo para asumir el de
presidente del Gobierno en Hungría. La elección de su sucesor cayó en un alto
funcionario administrativo, el conde Dr. Ma. Teodoro Pejacsevich, perteneciente
a la nobleza croata. En su carta autógrafa, escrita en idioma croata, Francisco
José notifica, con fecha 1º de julio de 1903, desde Schoebrunn, el nombramiento
al nuevo ban:
** Futuro
dueño de la afamada hacienda "Chacabuco" y socio de la poderosa
empresa industrial, marítima y financiera Baburizza, Petrinovic & Cía,
Francisco Petrinovic tuvo una gran influencia sobre la reorientación de la
colonia croata en Chile entre las dos guerras mundiales; cfr. Dr. Leonardo
Guzmán C., Don Pascual Baburizza, Santiago, 1967, Imprenta y Litografía
"Universo", pág. 60 ss. y 70.
[51] No hay
referencia en la prensa chilena en cuanto a la actitud de los croatas frente a
los cambios ocurridos en Serbia, después del regicidio, el 11 de junio de 1903,
no obstante la abundancia de los cablegramas que daban a conocer las
declaraciones del nuevo rey, Pedro Karageorgevic, en favor de un gobierno
constitucional y democrático. La política Serbia, inaugurando un curso
antiaustriaco, pondrá de relieve bien pronto lo contraproducente del régimen de
Khuen-Héderváry en Croacia-Eslavonia (1883-1903), igual que el de Benjamín von
Kallay, gobernador (1882-1903) en Bosnia-Herzegovina. Los dos corifeos magyares
favorecieron la minoría Serbia en desmedro de los intereses de los croatas,
leales a los Habsburgo, provocando con ello un desequilibrio en favor de los
servios, cuyo "irredentismo" contribuirá decididamente al derrumbe de
la Monarquía danubiana. Cfr. sobre v. Kallay la obra que trata detenidamente al
complejo problema sureslavo, y cuya primera edición apareció en 1917, L. v.
Suedland, Die suedslawische Frage und der Weltkrieg II. Auflage, Verlag
"Matica Hrvatska" Zagreb 1944, pág. 510s.s. y sobre Khuen-Hérderváry
la ya citada obra de G. Yászi The Disolution of the Habsburg Monarchy,
3a ed. 1964, The University of Chicago Press, pag. 370.
[52] Alusión
directa al vicecónsul de Austria-Hungría en Antofagasta, a quien el mismo
Kevesic dirigirá días después una carta abierta, incitándole a la renuncia de
su cargo en aras de la concordia entre la colonia residente; cfr. El Comercio,
Antofagasta, el 24 de agosto de 1903.
[53] Es
probable que el artículo conmemorativo se inspirara en fuentes liberales,
poniendo de relieve la lucha de los húngaros y no haciendo caso del Arreglo
húngaro-croata del año 1868, contra cuya desvirtuación se levantaban las
protestas de los croatas en Antofagasta.
[54] Oriundo
de la villa de Nerezisce, de donde procede el redactor del periódico Sloboda,
señor Kartulovic.
[55] Marcos
Sore, uno de los más viejos residentes de la colonia, quien encabeza la lista,
se vio obligado a publicar, en el mismo diario, el 20 de agosto, una
"aclaración": "Quizás por error aparece mi firma encabezando esa
felicitación. Enemigo de toda cuestión que tienda a producir cismas entre mis
paisanos, declaro una vez para todas, que en las disidencias que
desgraciadamente existen, no he tomado ni tomaré participación alguna, en
ningún sentido", lo que deja la impresión de que varios nombres de leales
"austriacos" aparecen tan sólo para salvar las apariencias y no
expresan una adhesión espontánea de los firmantes, cfr. El Industrial, 21 y 22
de agosto, donde, entre "remitidos", sigue una polémica entre
"varios firmantes" y el señor Sore, cuyo remitido incluye una breve
historia de las condiciones sociales de la colonia de Antofagasta.
[56] El
Comercio, en su artículo "El incidente del martes" del
mismo día toma una actitud reconciliante, publicando en él el telegrama que
recibió el intendente al respecto y concluye: "El gobierno, al ordenar se
arriara la bandera de la sociedad eslava, creyó que ella era austriaca. Con
esta aclaración los comentarios huelgan".
[57] El
Industrial, por su parte, publicó el telegrama de Iquique, el 18 de agosto,
registrado ya en la prensa de la capital."Los comerciantes croatas
cerrarán mañana las puertas de sus negocios, colocando el siguiente letrero
"Por duelo".Esta manifestación será en señal de protesta por la
actitud del emperador de Austria, Francisco José, en los asuntos de
Croacia".
[58] Cfr.
Séptimo censo general de la población de Chile. Levantado el 28 de noviembre de
1895. Oficina Central de Estadística, Santiago de Chile, T. I, 1900, pág. 45.
[59] Ibidem,
pág. 64.
[60] Es
sintomático que las grandes casas comerciales croatas en Iquique no publican en
este número de El Nacional sus avisos; tal, por ejemplo, la importante empresa
Hermanos Mitrovic, únicos agentes para Chile y Perú de motores de petroleo Campbell
Oil Engine; también agentes únicos para la provincia de Tarapacá de
Ferrocarriles portátiles, carros para caliche, etc. de fábricas alemanas. Es
una manera de expresar la protesta, solidarizando con la mayoría de la colonia.
*** Cfr. el
estudio del Dr. Milan Blazekovic, "El Centenario del Compromiso
húngaro-croata, en Studia Croatica, Buenos Aires, 1969, vol. 32-33, pág.
98-157.
$ Se
refiere a las barbaridades cometidas en 1848 en Italia septentrional por
unidades austriacas formadas por elementos válacos de Croacia -hoy servios,
enemigos. acérrimos de Croacia.
[61] Cfr.
Boleslao Lewin, Popper - Un conquistador patagónico, Editorial Candelabro,
Buenos Aires, 1967, pág. 101 s.s. El Diario de Popper; también pág. 58 s.s.,
donde Popper menciona su "ejército" de ocho robustos dálmatas.
Además: Armand Braun Méndez. Chroniques australes, París, 1961, Ed. Gallimard,
pág. 265 ss. y 269 ss.
[62] Tres
decenios después, un gran conocedor del extremo sur de Chile, Claudio Chamaro
Ch., en su obra Bajo el cielo austral, Santiago de Chile, 1936, pág. 433,
destaca la contribución de los pobladores croatas al auge de la respectiva
región: "Nos place decir que los hijos de Yugoslavia, que suman unos
2.150, más o menos, en el Territorio de Magallanes, constituyen una Colonia floreciente,
una de las primeras de la región, por las actividades que desarrollan, y por su
labor progresista. Sus miembros sienten gran afecto por aquellas comarcas
australes, en las que se han avecinado para luchar y para vencer".
[63] Cfr.
Lucas Bonacic-Doric B., o. c., T. III, pág. 32.
[64] Cfr.
Lucas Bonacic-Doric, o. c., T. III, pág. 57.
[65] La
noticia había aparecido en Las Ultimas Noticias de El
Mercurio, el 20 de agosto, en Santiago. La clausura de los negocios de los
comerciantes croatas en Antofagasta e Iquique no se registra en los periódicos
de Punta Arenas.
[66] La
atinada redacción de la crónica se debe, no cabe duda, a algún miembro del Club
Croata, pues no hay ninguna referencia a los "austriacos" o
"eslavos" para la colonia residente ni otros títulos para S. M.
Francisco José I, amén de "rey croata".
[67] El
correspondiente texto en alemán, inédito, se encuentra entre los documentos del
Haus-Hof-und Staatsarchiv de Viena.
[68]
Cfr. Richard Charmatz, Geschichte der auswaertigen Politik Oesterrichs im 19
Jahrhundert, Verlag von B. G. Teubner, Leipzig und Berlin, 1914, pág. 124.
[69] Sin
embargo, entre los siete figuran Marcos Sore, comandante del Cuerpo de
Bomberos, Antonio Rumora, propietario de la tienda "La Primavera" y
Juan Balarin, de triste recuerdo.
[70] Quizás seudónimo ¿Pecador?
[71] Cfr. El
Tarapacá, Iquique, el 21 y 22 de noviembre de 1903; y El Nacional, Iquique, el
21 y 22 de noviembre de 1903.
[72]
Traducción del texto original del alemán; documento inédito: Haus-Hof-und
Staatsarchiv de Viena.
[73] Cfr. Leo
Valiani, La dissoluzione dell'Austria Ungheria, Casa editrice Il Saggiatore,
Milano 1966, pág. 200 s.s.; Ivan Mestrovic, Uspomene na ljude i dogadjaje,
Editorial Revista Croata, Buenos Aires, 1961, pág. 52-55.
[74] Sede del
Ministerio de Relaciones Exteriores de Austria-Hungría en Viena.
[75] Ver:
Anales de la Facultad de Filosofía y Ciencias de Educación, 1967, Pontificia
Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 1967, mi artículo: Relaciones
entre Austria-Hungría y Chile, Año 1900, pág. 140-145.
[76] Cfr. la
cita en A. J. P. Taylor, o. c., pág. 180.
[77] El autor
alude a un artículo suyo de próxima aparición: Presencia dinámica de
Austria-Hungría en el Pacífico, 1912-1914 (Nota de la Redacción).