Los escritores croatas de religión musulmana

Ferid Karihman

Cuatro siglos desde la "Canción Croata" de Mehmed hasta "Derviche y la muerte" de Selimovic

(Elementos de la civilización islámica en la cultura nacional croata)

Pues la resonancia del idioma croata

Es capaz de conjugar,

Es capaz de aunar,

Oriente y Occidente, la canción y la mente.

(Safvet-beg Basagic)

La diversidad de las culturas nacionales se origina en los sucesos históricos y sus secuelas, que marcan y confieren la impronta particular a los procesos culturales de distintas naciones. Así también la cultura nacional croata, formada a lo largo de más de un milenio de creatividad croata y del elemento no croata en Croacia, constituye el acervo global de nuestros valores espirituales y materiales. Pero lo que da a la cultura croata un carácter específico y la diferencia de las demás culturas nacionales son los procesos y los acontecimientos históricos en una zona fronteriza. Toynbee en su investigación y clasificación de las civilizaciones, situó con acierto y sin dudar a los croatas en la cultura occidental, percibiendo a la vez su rol fronterizo en el área suroriental de esa civilización, área que luego será el escenario de luchas y conflictos de tres civilizaciones: la occidental, la islámica y la ortodoxo-oriental.

El proceso de la cultura nacional croata se desarrolla casi exclusivamente dentro de la cultura occidental hasta la penetración de los osmanlíes. Desde entonces, elementos de la cultura islámica y en parte ortodoxo-oriental se hacen sentir en el occidente croata. Luego, mientras el islamismo universal es profesado por una importante porción de la población croata, la ortodoxia penetra generalmente en virtud de las migraciones. La simbiosis posterior y los injertos de los nuevos bienes culturales en el ámbito occidentalizado croata aportan nuevos ingredientes en la cultura nacional croata, configurándola como un fenómeno culturológico excepcional, para orientarse finalmente, bajo el impacto del nacionalismo moderno y la occidentalización contemporánea, hacia una nueva fase de su desarrollo. Pese a la poderosa atracción y gran complejidad de esos fenómenos históricos, verdadero deleite para los historiadores, sociólogos y etnólogos, la ciencia todavía no esclareció varias esferas de la cultura nacional croata.

Todavía hay muchos eruditos que pasan por alto sus componentes islámicos o no les atribuyen la importancia que tienen por triviales motivos de politiquería y partidismo político. Eso se nota especialmente en el actual tratamiento absurdo del proceso cultural en la República popular de Bosnia y Herzegovina que las autoridades (igual que en la época del Imperio Austrohúngaro) se esfuerzan por separar y aislar de la vida cultural en la República Socialista de Croacia (no obstante el lema de "fraternidad y unidad"), mientras por otra parte los centralistas yugoeslavos y los granservios tratan de atemorizar a los creadores y propulsores de la cultura tanto en Zagreb como en Sarajevo, tildándolos de chovinistas, con el propósito de impedir la fraternidad y la unidad de Croacia con su provincia de Bosnia-Herzegovina.[1]

Criterios para determinar la pertenencia de la literatura croata

Cuanto acontece en el campo cultural en general, se refleja automáticamente en la literatura que es el arte de expresión de la palabra y hace a la esencia de cada cultura nacional. Ojeando las recientes historias de literatura y antologías de prosa y poesía sureslavas, como asimismo compendios y enciclopedias, parece que a muchos escritores musulmanes de Bosnia-Herzegovina se los deja en un vacío cultural y literario. Pues como no existe ni la nación bosníaca, ni el idioma bosníaco, ni la literatura bosníaca, cabe preguntarse: ¿A qué se debe eso? Alguien podría contestarnos con ligereza que se trata exclusivamente de la definición o indefinición nacional de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, según la cual quienes se declararon croatas figuran en la literatura croata, los servios en la servia y los indefinidos en ninguna. De hecho, el problema de los nacionalmente indefinidos resulta ser mucho más complejo y no es científico semejante enfoque por equivocado y superficial. Un escritor puede, en forma consciente o inconsciente, declararse nacionalmente indefinido sin que por ello su obra escape al encasillamiento y clasificación orgánica en una determinada literatura. Por ello cabe establecer criterios claros para determinar la pertenencia a una u otra literatura. En el caso de la literatura croata, tanto la antigua como la moderna o contemporánea, los siguientes criterios deben aplicarse consecuentemente:

1º - El criterio de la pertenencia nacional croata. - En la literatura croata tienen cabida todos los escritores croatas y también los que (especialmente en la literatura medieval. renacentista y romántica) usaron términos y denominaciones históricos equivalentes en aquella época al nombre croata y para quienes por lo tanto, vale la ecuación de Grabovac: croata-eslovino-ilirio. Es preciso aclarar aquí que el nombre esloveno (Slovenac) con anterioridad al siglo XVIII era para los kaikavci croatas equivalente a eslovino (Slovinac), mientras que a los eslovenos actuales se los llamaba carintios o indos. El nombre ilirio lo usó en casos excepcionales uno que otro escritor no croata, pero en este caso la aplicación de otro criterio, por ejemplo el lingüístico, decidirá acerca de su filiación literaria.

2º - El criterio de la pertenencia regional croata. - En la literatura croata deben figurar también quienes usaban para sí y para su pueblo los nombres croatas locales, regionales: Dubrovcanin (ragusino), Bosnjak (bosníaco) Dalmatin (dálmata), Slavonac (eslavonio), Bunjevac, Sokac, Istrijan (istriano), etc. La larga partición y división del territorio croata originó un acentuado regionalismo, la reducción y la limitación provisoria del nombre croata a una sola provincia que no abarcaba, ni mucho menos, la totalidad del territorio étnico croata. En el caso que un integrante de otra nacionalidad usare alguna denominación regional croata, debe aplicarse el criterio de su filiación nacional y/u otros criterios.

3º - El criterio lingüístico. - En la literatura croata entran los escritores en el idioma croata, incluyendo a quienes denominaban a su idioma con los vocablos nacionales equivalentes en su época (eslovino, ilirio) o regionales. Ese criterio es de aplicación tanto si se trata de expresiones literarias (eclesiástico-glagolíticas, la contemporánea lengua literaria croata) o dialectales (cakavski, kajkavski, stokavsko-ikavski y ijekavski). Es menester mencionar que los croatas escribían también en los idiomas de las grandes culturas (en latín, italiano, alemán, turco, árabe y persa). Por eso hablamos de los latinistas e islamistas croatas.

4º - El criterio de la pertenencia cultural. - A la literatura croata pertenecen todos los escritores croatas y los croatas que por su nacimiento u origen, o por su prolongada estadía en los centros culturales croatas tuvieron o adquirieron el sentimiento de pertenecer al círculo creador de Croacia. Aquí también se deben incluir los escritores que pertenecen a la literatura croata por conceptos puramente literarios, estéticos e ideológicos.

5º - El criterio de la escritura. - Los escritores croatas escribieron en letras glagolíticas y cirílicas croatas (bosancica), con caracteres latinos y arábigos. Todos los escritores que usaban la escritura glagolítica o bosníaca croata pertenecen a la literatura croata debido al origen croata de esas letras. A los que escribieron con las modalidades primarias de la escritura latina o arábiga, cabe aplicar otro criterio para definirlos.

6º - El criterio religioso. - A la literatura croata pertenecen también los escritores carentes de una determinada conciencia nacional, pero con acentuada filiación confesional que con frecuencia y en condiciones especiales era el factor determinante en el encuentro de la civilización en el territorio croata para determinar la nacionalidad de un escritor (por ejemplo, el catolicismo de Dubrovnik versus su retaguardia ortodoxa, el carácter aborigen de los católicos y musulmanes en Bosnia-Herzegovina versus los inmigrantes posteriores del interior de los Balcanes, etc.). Debido a la universalidad de esas religiones, debe aplicarse además del criterio confesional algún otro, como el lingüístico o regional.

7º - El criterio territorial. - Debido a la gran mezcolanza de la población y el alto número de los croatas, radicados fuera de su área étnica y estatal (los croatas de Burgenland en Austria y de Backa, los radicados en el ultramar, etc.), este criterio es aplicable únicamente en casos aislados. Por consiguiente, en la literatura croata deben figurar los escritores no importa donde vivan o donde nacieron, mientras que el criterio territorial puede aplicarse sólo en los casos de la falta de datos, de incertidumbre, duda y de rarísimos casos del paneslavismo, del yugoslavismo integral, del "magiaronismo", autonomismo y la denominación turca. Entonces, el origen del actual territorio de las repúblicas de Croacia y Bosnia-Herzegovina puede aplicarse juntamente, si es posible, con algún otro criterio, lingüístico o cultural.

El aporte de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina a las letras croatas hasta la ocupación

Conforme a los criterios expuestos, la literatura croata se parece a un riquísimo y variado mosaico, compuesto a lo largo de los siglos por los maestros de la palabra en prosa y verso, expresada en distintas escrituras hasta llegar a la actual lengua literaria. Esos escritores, en su mayoría, eran católicos y occidentalistas y en parte adherentes al islamismo, integrantes de dos grandes civilizaciones, pero creadores de una misma cultura croata.

Por célebres que fueron los musulmanes de Bosnia-Herzegovina como visires y comandantes del ejército, como estadistas y gobernadores y por ello se los agrega a la galería de croatas insignes, no debemos subestimar el número y calidad de los escritores musulmanes croatas.

La literatura croata "Allamiado"

A fines del siglo XVI aparece en Bosnia, junto con la literatura católica de los franciscanos, la literatura de los musulmanes bosníacos, escrita en stokavsko-cakavski, en dialecto ikavski, en letras arábigas y conocida como literatura allamiado croata. Esa literatura, inspirada originalmente en la poesía orientalista y luego por la poesía popular croata, se prolonga hasta la ocupación de Bosnia-Herzegovina en 1878. En su mayor parte dicha poesía es de carácter devoto y religioso (canciones ilahije), luego tenemos poemas educativo-moralistas (kaside), versos de tono quejumbroso y rogativo (versos arzulahi y mahzari) y por último encontramos versos patrióticos y amatorios. Ya alrededor de 1588/89 aparece Mehmed con su Canción Croata (Chirvat turkisi); luego, en el siglo XVII, hace su aparición Hadzi Justif Livnjak, autor de poemas-quejas; Muhamed Hevaji Uskufi, lexicógrafo (diccionario croata-turco), poeta de motetes religiosos, de invocaciones islámicas, de un poema sobre las mujeres y de una canción amatoria: Hasan Kaimija Zrinovic, derviche, autor de kaside y de un poema patriótico antiveneciano (No sean engreídos, no quemen a los croatas, pues lo pagarán muy caro cuando conquistemos Candia).

En el siglo XVIII tenemos el arzulah de Duvno, además de las composiciones de tres conocidos escritores: Muhamed Velihodzic, autor de una kasida y varias obras en prosa; Mustafa Baseskija, autor de tres poemas, entre ellos la lograda Canción Religiosa; y Ahmed Karahodza, autor de la canción popular Bosnjakusa.

En el siglo pasado los poetas musulmanes de los allamiados se hallan bajo la fuerte influencia de la poesía popular. Cabe mencionar a Sejid Vehab Ilhamija, un derviche de actitud revolucionaria (el derviche es una especie de monje entre los mahometanos, N. del T.), autor de una veintena de poesías conservadas hasta hoy y de un manual de enseñanzas religiosas; Umihana Cuvidina, la primera poetisa musulmana conocida, y autora de la canción popular "Los de Sarajevo se van a la guerra contra Serbia" (Saraljije idu na vojsku protiv Srbije); Mustafa Firakija, poeta de un extenso arzulah; Abdurahman Sirija, autor de tres poesías monacales; Hasan Travnicanin, poeta de dos epístolas versificadas; Jusuf-beg Cengic autor del poema Avdija; Fajzo Travnicanin, autor de una conocida poesía lírica; Abdulkerim Tefterdarija, autor de un poema acerca de los deberes religiosos de los mahometanos; Omer Humo, educador popular y promotor de libros y obras croatas escritos en letras arábigas; Salih Gasevic quien tradujo del turco a Mevlud, y por último Hamza Puzic, autor del poema Ibrahim Terzija. Además de las obras de los escritores consignados, hay producciones menos importantes de autores conocidos y desconocidos. Incluso después de la ocupación (1870) encuéntranse algunos autores de allamiado, pero casi exclusivamente de índole religiosa y moralista.

Islamistas croatas

Como los latinistas croatas en las partes occidentales, los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, paralelamente con la literatura croata allamiado crean también en los idiomas orientales: el turco, el árabe y el persa. Por consiguiente, conjuntamente con los latinistas croatas podemos hablar también de los islamistas croatas (a diferencia de los orientalistas croatas). Entre ellos figuran también algunos escritores en allamiado, ya mencionados.

En el siglo XVI aparece Mustafá-pasa Skenderpasíc Jurisevic, cuñado del sultán Selim I, quien canta con el seudónimo Sun'i; Hasan Cafi Turhanovic Pruscak, autor del estudio político-histórico Nezamul ulem (El ordenamiento del mundo); Ibrahim-beg Alajbegovic, conocido con el nombre Pecevi, cronista del imperio turco (1520-1641); Ali Dede, derviche, llamado Seihut-turbe, cuyas obras Es'iletulhikeni y Evadi fueron editadas varias veces en El Cairo y Estambul; Arif-beg Rizvanbegovic con seudónimo Hikmet, poeta, filósofo místico, autor de temas político-históricos y famoso jurista. Entre los poetas en ese siglo cabe citar a Feriduna (Alí Sira), Nihadija Muhamed Karamusic) y Sanija (Salih Cesljic).

En el siglo XVII desarrollan su actividad los ya mencionados escritores en allamiado Hadzi Jusuf Livnjak, itinerarista, escribe en turco; Muhamed Hevaji Uskufi, lo hace en turco, árabe y persa; Kasan Kaimija Zrinovic, en árabe y persa, es autor de Divan y Varidat en turco; luego Abdulah Bosnjak, derviche, autor de unas sesenta obras con temas místicos islámicos, escritas en turco y árabe, entre las que figura el célebre comentario El-Fusus de Ibni Arebijin, que le hizo famoso y conocido como Sarihul-Fusus (el comentarista de Fusus); Hasan (Kodza) Mostarac, autor de la historia Ahbarud duvel (Noticias estatales) y traductor al turco de Bedai-ub veka; su seudónimo poético era Hukmi; Mustafá Ejubovic, autor de 25 obras y traductor de 60 libros; Mahmud Mostarac, conocido como Bejazizade damadi, erudito, retórico y jurisconsulto, autor de la oratoria Elbediijje (sobre tropos y figuras); Mustafá Baseskija, cronista de Bosnia y de Sarajevo en turco. En el siglo XVII cabe mencionar a los siguientes poetas: Nazmi-Debe (Sejh-Hasan), Nerkesi (Muhamed Sarajlija), Resid (Muhamed), Sabit Alaudin Uzicanin), Sukeri (Zekerija) y Teverkuli-Dede.

Del siglo XVIII provienen los islamistas croatas Mohamed Jusufovic, autor de la sintaxis árabe en idioma turco; Ahmed Mostarac, excelso conocedor del derecho islámico, tema sobre el cual escribió varias obras; Mustafá Bosnjak (con el seudónimo Ledunni), autor de los comentarios de la célebre obra mística Mesnevi y autor de un libro de poesías en turco y en árabe; luego el poeta Mejli (Mehmed Kuranlija) y Zirki (Ibrahim Uzicanin).

Del siglo XIX, con anterioridad a la ocupación de Bosnia-Herzegovina, corresponde destacar a Mohamed Sacir-Kurtcehajic, director del boletín oficial Bosna, propietario y director de la revista redactada en turco Gjulseni Saraj; y por último, Habiba, hija de Alí-pasa Rizvanbegovic, poetisa en idioma turco.

Esta reseña resulta más que somera si se tiene en cuenta que más de cien poetas croatas de religión musulmana escribían y creaban en turco, árabe y persa. Sin embargo, aunque la producción literaria de los islamistas croatas es más abundante y de mejor calidad que la de los escritores en allamiado croatas, todavía falta traducir muchas obras al croata y acercar esos autores al público lector croata.

La poesía popular musulmana croata

Empero, ni los islamistas croatas ni los escritores del allamiado croata nos brindan un cuadro completo del aporte musulmán a la literatura croata antes de la ocupación de Bosnia. La existencia de una riquísima literatura popular oral entre los musulmanes nos legó un precioso tesoro, en primer lugar la poesía popular.

Las poesías populares épicas musulmanas surgieron en gran parte en la zona de la Croacia turca (del confín bosníaco) y se refieren mayormente a bodas y sus festejos, rescates de los prisioneros, duelos de héroes conocidos, combates con los cristianos, etc. Se presta atención a la descripción de las armas, trajes típicos, caballos y sus arreos, armaduras y en algunas poesías topamos incluso con la descripción paisajística. Los protagonistas más conocidos de esa poesía popular son: Djerzelez Alija, Mustajbeg Licki de Udbina, los hermanos Mujo y Alil Hrnjica de Kladusa, Bojcic Alija y sobre todo el personaje interesantísimo de Budalina Tale, quien además de su valor se destaca por sus particulares conceptos místicos. La característica de esa poesía es que "por su hondura ética y por su belleza formal pertenece a los frutos más valiosos de la poesía épica" (Stadtmüller), en ella "encontramos menos brutalidad, crueldad y bestialidad que en las poesías de otras colecciones" (Maretic), y esta poesía también "subraya la equidad y el valor de los protagonistas cristianos" (Cubelic). También muchos otros estudiosos de la poesía épica musulmana croata recalcan sus valores éticos (Jagic, Corovic, Krauss, Nametak, Schmaus, Balic, Delorko, Frndic).

Juntamente con la poesía popular épica, los musulmanes cultivaron también la poesía lírica, amatoria, baladas y romances, géneros que abundan mucho más entre los croatas (católicos y musulmanes) que entre los servios, viéndose favorecidos entre los musulmanes por el ambiente cortesano y de serrallo. La primera y más célebre balada musulmana, Hasanaginica, llega al público de Europa occidental en 1744, por intermedio de "Viaggio in Dalmazia" del abad Firtiz, y atrae el interés por la poesía popular croata de las célebres figuras europeas. Hasanaginica figura en "Stimmer der Volker in Liedern" y según Balic fue traducida o comentada por Goethe, Merimée, Walter Scott, Byron, Pushkin, Lermontov, Gerber, Jacobo Grimm, Lamartine, Mickiewicz y Kopitar. Por otra parte, la influencia de la sensibilidad y la sensualidad orientales entre los musulmanes croatas encontró su manifestación más cabal y completa en sevdalinke, la excepcional poesía de amor bosniaco, que une a sus elementos folklóricos el colorido de la exquisitez y delicadeza lírica oriental. Las sevdalinke testimonian más que nada la honda sensibilidad y emotividad de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina.

Al final cabe mencionar también los cuentos populares, adagios y acertijos, sobresaliendo numerosos cuentos y anécdotas sobre el simpático personaje Nasrudinhodza. Si bien este protagonista es de tipo oriental, de hecho se manifiesta en él el narrador popular y nos habla de muchas realidades de la vida al abrigo de sus bromas y peripecias.

El aporte de los musulmanes a las letras croatas en la última centuria

El resurgimiento croata penetraba a duras penas en Bosnia-Herzegovina debido a la situación imperante en esas dos provincias bajo el dominio turco. La labor literaria de ese movimiento renovador se limita a los jóvenes frailes, "ilirios", mientras que al principio en el ambiente musulmán no encuentra mucho eco. Recién después de la ocupación de Bosnia y Herzegovina en 1878 y a fines del siglo pasado, los musulmanes empiezan a integrarse al movimiento literario croata post-resurgimiento.

Entre los primeros nos encontramos con Mehmed-beg Kapetanovic-Ljubusak, con el acervo folklórico y las traducciones de los idiomas islámicos orientales ("El tesoro nacional" y "El tesoro orienta]"). En la revista "Prosvjeta" y en las ediciones de Matica Hrvatska empiezan a colaborar Safvet-beg Basagic (Mirza Safvet) y Osman Aziz Osman Nuri Hadzic e Ivan Milicevic). Con la fundación del periódico "Nada"(dirigido por Silvio Strahimir Kranjcevic, los escritores nombrados se tornan más activos, intensificando su labor al fundar "Behar", gaceta familiar musulmana para "La educación y entretenimiento" (1º de mayo de 1900). Esta publicación estaba destinada a difundir conocimientos entre los musulmanes bosníacos y herzegovinos, instruirlos en el espíritu occidentalista y despertar la conciencia nacional croata.

Todo eso se hacía con precaución, puesto que la educación de los musulmanes era harto patriarcal; eran muy conservadores en materia religiosa, desconfiados de todo lo proveniente de los "infieles", de modo que eso realza la abnegada labor de los escritores musulmanes. Se suele clasificar entre los realistas croatas a Osman Hadzic (1869-1937). Edhem Mulabdic (1862-1954) y Hamid Sahinovic "Ekrem" (1882-1936), los dos primeros novelistas y el tercero comediógrafo de piezas populares. Tratan a menudo los problemas de Bosnia con tendencias patrióticas, culturales y sociales sin que sus obras alcancen todavía la calidad artística del realismo croata.

Algunos historiadores de la literatura sitúan al multifacético y meritorio Safvet-beg Basagic (1870-1934), poeta, traductor, estudioso, orientalista, propulsor social y político, en las filas de los escritores realistas croatas, mientras que otros lo consideran integrante de la Moderna croata. En su tiempo se apreciaba mucho su obra poética, mientras que hoy se valora más su labor de erudito, orientalista e historiador de la cultura.

Es un renovador y reformador musulmán croata que ejerció gran influencia en las nuevas generaciones musulmanas.

A la Moderna croata pertenece también el típico poeta bohemio Musa Cazim Catic (1878-1915) quien es uno de los primeros en liberarse de los anticuados esquemas y formas románticos de la escuela tradicionalista, seguidos por los poetas musulmanes. Especialmente tras frecuentar a Matos, Ujevic y Galovic en Zagreb, se destaca su poesía de acentos amorosos en la que se conjugan las concepciones poéticas modernistas con la sensibilidad, la exquisitez emocional y la sensualidad orientales. Sus obras son: Poesías (1914), Poesías escogidas (1928), Poesías seleccionadas (1965).

En la literatura croata entre las dos guerras los escritores musulmanes de Bosnia y Herzegovina no quedan a la zaga de ninguna corriente literaria y sus producciones son variadísimas, excelsas y de alto vuelo. Por supuesto, tratan mayormente la problemática y la temática de su región, pero los hay que se ocuparon también de los problemas sociales y universales. El más viejo entre ellos es Hivzi Bjelevac (1886), prolífico e injustamente olvidado novelista (Minka, 1917; René Logotides, 1920; Melika, 1937; La construcción del hogar feliz, 1934, etc.). Su temática se centra en el exótico mundo islámico y por tal razón fue calificado "el Pierre Loti musulmán".

En cuanto a edad, le sigue Ahmed Muradbegovic (1898), principal autor dramático del grupo expresionista y experimentalita (Madre, 1934; En el camino de Dios, 1936; Husejin beg Gradascevic, 1942), luego el narrador de temas bosníacos (libros de cuentos: El arca de Noé, 1924; Los cuentos del harén, 1924; El mundo en zapatillas, 1936; En los aposentos del visir, 1941). Entre los poetas figuran Salih Alic (1906), un lírico de imágenes impresionistas, rebosantes de "color, música y luz" (Acuarelas líricas, 1941; El diario lírico, 1953), y el menos conocido Husejin Cengic. Muy productivo e inspirado por los problemas de Bosnia y Herzegovina es Alija Nametak (1906), reconocido maestro en el cuento y la novela, extraordinario conocedor y destacado representante de los escritores musulmanes (cuentos: Bajram de los sacrificios, 1931; Los buenos bosníacos, 1937; Por la cara 1942; Los cuentos de Ramadan, 1941). También inspirados por la temática de Bosnia y Herzegovina están Semsudin Sarajlic, autor de los cuentos De la romántica bosníaca (1931) y Los caminos cicatrizados (1944), y Enver Colakovic, autor de la lograda y popular Leyenda sobre Alí Bajá.

El representante más destacado de la literatura social croata y el conductor de los escritores musulmanes "izquierdistas" es Hasan Kikic (1905-1942), poeta, cuentista (La provincia en la retaguardia, 1935) y novelista (Horuk, 1936, Hayas, 1938). Es un prosista reconocido de estilo acabado, sobre todo cuando escribe acerca de los obreros forestales y los pobres bosníacos con acentos y ribetes dinámicos que trasuntan cierta influencia de Miroslav Krleza. Integrante de la literatura social es también Zijo Dizdarevic (1916-1942), poeta y escritor de cuentos breves en los que pinta el ambiente de las casuchas bosníacas.

Respecto a las revistas literarias musulmanas su pionero es Behar 1900-1910, y sus directores: Basagic, Mulabdic, Causevic, Dvornikovic, Salhinovic), luego seguida por Biser de Mostar (1912-1914, 1918, ed. Kalajdzic, director Catic). Entre las dos guerras salen tres revistas literarias: Novi Behar (1927-1944, directores: A. Nametak y otros) y Novi Vijek (Nuevo siglo) de corta vida (1920, director Hivzi Bjelevac) y Putokaz (1937-1939, director Kikic, colaboradores Safet Krupic, Rizo Ramic y otros). Alrededor de Novi Behar se reunieron escritores musulmanes de orientación patriótica croata y religiosa, mientras que los colaboradores de Putokaz eran izquierdistas. Pese a esta división ideológica, todos los escritores musulmanes creaban dentro de la literatura croata, salvo Hamza Humo (1895), quien se inclinó hacia Belgrado.

La literatura de la posguerra

Durante la segunda guerra mundial, tanto entre los musulmanes de Bosnia y Herzegovina como en Croacia se opera la polarización de los nacionalistas croatas por una parte y los izquierdistas comunistas por la otra. Algunos de los escritores mueren por sus ideales, tal como Munir Sahinovic Ekremov, quien al ser ocupada Zagreb (capital de Croacia) por los guerrilleros comunistas, sale a la calle en uniforme de oficial del ejército croata y lo matan; Hasan Kikic muere a manos de los nacionalistas servios chetniks, mientras que Zijo Dizdarevic sucumbe en la penitenciaría de Jasenovac donde fue internado, por comunista. Otros padecen persecuciones por sus convicciones y sentimientos patrióticos croatas e islámicos como Nametak y el grupo en torno a "Novi Behar" y transcurrieron muchos años antes de reaparecer en el escenario literario. Entre tanto algunos escritores de entre las dos guerras siguen escribiendo en la actualidad.

En la poesía quien más sobresale es Mak Dizdar (1917), quien con su libro de poesías La noche de Vidopolje (1936) sigue el camino de la poesía reflexiva. Después de la guerra, en sus poemas La nadadora (1954), El retorno (1958) y las colecciones La crueldad del círculo (1960), Las rodillas para la Virgen (1963) y Miniaturas (1965) se aproxima a su obra cumbre: El durmiente de piedra (1966), donde en forma original une la expresión arcaica de stecak (lápida sepulcral de los bogomili, patarenos bosníacos, N. del T.) a la poesía contemporánea y enriquece la poesía croata con la contribución sumamente valiosa de su búsqueda lírica. Junto a Dizdar huelga mencionar la creación de Salih Alic (1913) y Enver Colakovic, luego Sukrija Pandza (1910), un emocionalista neto; Hamid Dizdar (1907), poeta de orientación social del grupo de la preguerra en torno a "Putokaz"; Sait Orahovac (1909).

Entre los creadores líricos jóvenes destácanse Nazif Frndic (1920), quien figura en Los cuarenta / Reseña de la joven lírica croata (1955) y Nusret Idrizovic (1930) quien luego se dedica principalmente a la prosa. La ola de los poetas musulmanes más jóvenes promete mucho, además de aportar a la poesía croata su frescura juvenil. Citaremos tan sólo algunos nombres: Nasif Kapidzic-Hadzic, Muber Pasic, Abudulah Sidran y toda una serie de poetas admiradores de Tin Ujevic, pero vinculados con ellos de una u otra manera; Meho Masic (1939) libros: Deudas sempiternas, (1966) y Bogumilke (1969); Ibrahim Ibn Kajan (1944); antologías: La Arabia de amor (1967) y Al-Sajab y El vaso de piedra (1969); luego Meyo Barakovic, Halil Dzubran, Hazim Sakic, Mehmed Cubranovic, Resad Kadic, Nudzihana Djozic, Enes, Esad y Asaf Durakovic, Avdo Halvacan y finalmente Abdul Kader Diab (1941), el interesante caso de un árabe que escribe en croata.

Dos poetas de la posguerra actúan en un principio en la literatura croata, Skender Kulenovic (1910), antes de la guerra integrante del grupo Kikic alrededor de "Putokaz" e Izet Sarajlic (1930), pero después dejan de publicar sus obras en Sarajevo o Zagreb y eligen Belgrado.

Los prosistas musulmanes, afirmados y reconocidos escritores croatas en la época de la preguerra (Nametak, Colakovic, Muradbegovic, etc.) gradualmente y con muchas dificultades se van incorporando a las corrientes de la posguerra, mientras Hamza Humo (1895), tal vez ahora menos orientado hacia Belgrado, sigue produciendo intensivamente como prosista y como poeta.

Rasim Filipovic, quien integraba el grupo izquierdista de Kikic en la revista "Putokaz", después de la guerra escribe principalmente dramas (1943-1957) con temas conspirativos y de la vida en el ambiente de la pequeña burguesía en Bosnia, siendo sus mejores obras las comedias. Sus obras en prosa de preguerra (El demonio verde, 1932; Djerzelez Alija, 1933, La araña, 1937) las continúa en las novelas publicadas recientemente: De nadie (1964); Hasta la vista, muerte (1964).

A Mehmed-Mesa Selimovic se lo considera el mejor escritor actual en prosa de Bosnia. Tras escribir novelas y cuentos (El primer destacamento, 1951; Calmas, 1961; País ajeno, 1962; Niebla y claro de luna) con temática de la preguerra y la posguerra, surge de repente con una soberbia novela mito-poética, titulada Derviche y la muerte (1966) y se ubica entre los primeros prosistas. Con medios expresivos tradicionales, con giros comunicativos y efectivos, su protagonista, Sejho Nuradin, simboliza un caso de los destinos y dilemas universales.

Camil Sijaric es actualmente uno de los más destacados narradores de Bosnia, considerado injustamente, igual que muchos otros escritores de Bosnia y Herzegovina, como regionalista por tratar los temas de su Sanjacato natal, describiendo y subrayando los rasgos patriarcales de sus coprovincianos. Su cuentos y novelas (Ram-bulja, 1953; Bihorci, 1955; El anillo verde sobre el agua, 1957; Las alondras hacen de una casa el hogar, 1962; Nuestra nuera y nosotros los mozos (1962), están entretejidos con fragmentos líricos, denotan la total comprensión de los musulmanes de Sanjacato y están escritos en un estilo ameno, sencillo y comunicativo.

De los jóvenes, cabe mencionar por lo menos a seis prosistas. Entre ellos figuran Fadil Hadzic (1922), uno de los mejores comediógrafos contemporáneos croatas y Nusret Idrizovic (1930), quien se inició como poeta para pasar luego a la prosa, en la que cultiva un estilo y expresión metafóricos y líricos. Sus novelas son: No te olvides de la flauta, Baco (1952), La muerte no es el fin (1960), La hormiga y el dragón (1961) y los cuentos: El amor de Borko (1965). Buen conocedor de la mentalidad bosníaca resulta ser Dervis Susic (1925), autor de la novela Yo, Danilo y del libro de cuentos El jueves después del viernes; es un refinado y tierno lírico; Nedzad Ibrasimovic (1940), "soñador rebelde", busca su propio camino literario.

Para que este denso panorama de la producción literaria fuese lo más completo posible, cuadra mencionar la actividad en los géneros literarios específicos, a saber: la crítica literaria, Rizo Ramic (1907); Midhat Begic (1911) y Muhsin Rizvic; autores de la literatura infantil: Hamdija Mulic y Ahmed Hromadzic; obra humorística de Enver Mehmedbasic (1925). Los historiadores literarios de la vieja y la nueva generación son: Safvet-beg Basagic, Hamdija Kresevljakovic, Sejfudin Kemura, Fekim Spaho, Mehmed Handic, Muhamed Hadzijahic, E. Sabanovic, Alija Nametak, Salko Nazecic, Mak Dizdar y Abudurahman Nametak. Los recopiladores y editores de los ciclos y libros referentes al tesoro artístico y poético popular son: Mehmed Dzelaludin Kurt, Mehmedbeg Kapetanovic-Ljubusak, Alija Nametak, Muhamed Hadzijahic, Salko Nazecic, Hamid Dizdar, Alija Bejtic, Sait Orahovac y Nasko Frndic.

En el exterior, en la emigración croata producen cuatro poetas musulmanes croatas y varios publicistas de temas literario-culturales. Colaboran casi todos en "Hrvatska Revija" (La Revista Croata), y escriben también en el idioma del país de su radicación. Alan Horic (1923), poeta, ocupa un lugar prominente; ex integrante de la Legión Extranjera, vive actualmente en Montreal, Canadá. De sus libros de poesía en francés L'aube assassinée (1958) y Blessure au flanc du ciel (1962) se ha escrito mucho y en forma elogiosa, valiéndole figurar entre los más conocidos jóvenes poetas canadienses. Pero Horic no dejó de escribir en croata y en 1959 publicó un excelente libro de poesías, Nemir duse (Inquietud del alma), en la edición "Osvit" de Madrid. Junto a él figuran dos poetas de expresión honda y espontánea: Husnija Hrustanovic (1923) y el joven Enver Mehmedagic (1929), cuyas creaciones líricas esperan todavía un concienzudo estudio. Hrustanovic vivió como emigrante en Siria, Australia y luego en Europa.

En Siria fundó y dirigió el periódico Hrvatska Volja (La voluntad croata) -1949-. En España publicó su primer libro de poesía fuera de la patria, U ponorima vremena (1965). El primer libro de Mehmedagic, Reflejos, se publicó en castellano (Editorial Los Andes, Buenos Aires, 1954), mientras el segundo libro Svijetla i sjene (Luces y sombras), escrito en croata, fue editado en Madrid en 1967. Los tres están representados en la antología de la poesía de los emigrados Pod tudjim nebom (Bajo el cielo extranjero) publicado en Buenos Aires en 1957. En "Hrvatska Revija" colaboran además Ferid Salihovic con sus poemas en verso y prosa, escritores de temas literario-culturales como Ismail Balic, Mahmud Muftic y los hermanos Alija y Hasan Suljak.

Los indefinidos nacionalmente en Bosnia y Herzegovina. Los musulmanes y la literatura contemporánea croata

Mientras la literatura en allamiado, la poesía popular musulmana, tanto lírica como épica, y los escritores nacionalmente definidos entraron en las letras croatas en virtud de su calidad creativa y por aplicación de los criterios nacionales, regionales, lingüísticos, espirituales, etc., en la literatura de la posguerra se da el "problema" de encasillamiento de los musulmanes nacionalmente no definidos en Bosnia-Herzegovina. Ese "problema" no existió hasta 1945, pues generalmente todos los escritores musulmanes pertenecían a la literatura croata, salvo casos aislados como Osman Djikic y Hamza Humo. Miroslav Vaupotic dice sobre este punto en su "Panorama de las letras croatas del siglo XX":

"El problema se complica por la necesidad de clasificar y encasillar a los escritores de Bosnia-Herzegovina, incluso hoy en día, cuando en esa república se está formando un centro literario tan importante como es Sarajevo. Ese problema es agudo y actual, claro que en medida menor. Autores de reseñas, panoramas, libros y antologías a menudo subestiman a los escritores de Bosnia y Herzegovina, acaso por dudar dónde y en qué literatura encasillarlos. Salvo casos excepcionales, los escritores servios y croatas se orientaron en el pasado hacia las literaturas respectivas por razones confesionales y religiosas, mientras los escritores musulmanes lo hicieron a veces por motivos nacionales y a veces por motivos literario-ideológicos y por concepciones estéticas..."

En este enfoque convenimos con Vaupotic que el "problema" de encasíllamiento de los escritores indefinidos nacionalmente se presenta agudo y apremiante (aunque ahora no en medida menor, sino todo lo contrario) y que los escritores de Bosnia y Herzegovina con frecuencia se ven relegados y postergados. Mas no estamos de acuerdo ni nadie puede asentir que existe una especie de escritor yugoslavo, por cuanto no existen ni la cultura yugoeslava, ni la literatura yugoeslava, ni el idioma yugoslavo ni por lo tanto un público lector yugoslavo, sino cuatro idiomas y cuatro literaturas distintas con su público lector respectivo.

Si alguien no quiere definirse desde el punto de vista nacional, puede arrogarse cierto derecho, derivado de la necesidad política circunstancial, lo que no deja de ser un absurdo y un hecho provisorio, de modo que a esas contingencias un crítico o historiador no debe tomarlas en cuenta para su encasillamiento de los escritores. Por ello, cuando un escritor por las razones que sea no se define nacionalmente, no puede quedar fuera de una literatura. La historia de la literatura croata nos enseña que en todos los casos no es necesaria la aplicación del criterio nacional, sino que caben también los criterios regionales, lingüísticos, la orientación cultural, la escritura, el criterio confesional e incluso territorial. En nuestro caso debe tenerse presente que Zagreb, si bien es el principal centro literario croata, no es el único.

En el caso de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, de origen y sangre croata, blanco del tremendo odio por parte de los serbios, no puede haber duda. Ellos hablan y escriben en croata y sus producciones literarias y artísticas corresponden y enriquecen el acervo cultural de su patria y de su nación croata. Por ello, Mesa Selimovic, aunque indefinido nacionalmente, en su excelente novela El derviche y la muerte se exaspera ante el triste destino de todos los musulmanes "indefinidos" cuya causa es precisamente esa indefinición pesimista, la indeterminación y confusión, desconocimiento de sí mismo y del propio pasado:

"-¿Qué somos entonces? ¿Locos? ¿Desgraciados?

- Los hombres más complicados en el mundo. A nadie la historia hizo tal broma como a nosotros. Hasta ayer fuimos lo que hoy queremos olvidar. Mas no nos transformamos en algo nuevo. Nos quedamos en la mitad del camino, aturdidos. No podemos ya movernos. Estamos desarraigados y sin ser injertados nuevamente, como el brazo de alguien que la corriente del río separó de su cauce, carece de estuario y fuente, demasiado pequeño para ser lago, demasiado grande para que la tierra lo seque. Con un indefinido sentido de pudor por nuestro origen y de culpa por ser renegados, no queremos mirar atrás y no sabemos dónde dirigir nuestras miradas hacia el futuro; detenemos el tiempo por el temor a cualquier solución. Nos desprecian hermanos y ajenos, y nosotros nos defendemos con el orgullo y el odio. Quisimos conservarnos y perdimos tanto que ya no sabemos ni lo qué somos. Lo trágico es que queremos esta mortaja nuestra y no queremos salir del círculo encantado".

En cambio, los musulmanes que hemos superado el complejo y la desesperanza del "brazo muerto del río madre", tenemos otro enfoque, más real, dinámico y positivo de nuestra comunidad islámica:

-¿Entonces, qué somos nosotros? Lo que fueron nuestros antepasados, croatas por nuestro origen, sangre y el sentir nacional.

-No los hombres más complicados del mundo, sino los que miran frente a frente el destino de la historia. Lo que fuimos ayer no debemos olvidarlo, eso es nuestra historia de la que debemos aprender. No tenemos que transformarnos en otra cosa, sino encontrarnos a nosotros mismos. No tenemos que quedarnos en la mitad de camino, ni consternados esperar la solución de nuestros problemas. Debemos estar con los que nos esperan como verdaderos hermanos. No estamos desarraigados y siempre seremos bien recibidos y aceptados, pero tenemos también que aceptar. No como un brazo muerto y separado del río madre, sino como un potente afluyente, tan poderoso que es capaz de completar el lago croata que la tierra no puede absorber. Con una clara conciencia de nuestro origen croata, sin vergüenza o sentimiento de culpa de ser renegados, miremos atrás con orgullo y con audacia hacia adelante, sin detener el tiempo y sin temor alguno a una salida y solución croata y natural de nuestro problema nacional. Los hermanos no nos desprecian, y los ajenos dejarán de desdeñarnos si asumimos una actitud varonil y decidida. Quisimos y debemos conservarnos, pero únicamente sabiendo lo que somos. Ya es tiempo de que no haya tantos bisexuales entre nosotros.

Bogotá, Colombia

(Tradujo al castellano: Branko Kadic)

(El original en croata de este artículo fue publicado en Hrvatska Revija (La Revista Croata), Nº 4, diciembre de 1970, pág. 983-999).

 

 



[1] Para comprender mejor la exposición del autor, destacada figura en la vida cultural de los musulmanes croatas de Bosnia, huelga señalar que en la actual división federal de Yugoeslavia, Bosnia-Herzegovina, pese a su mayoría de más del 60% entre católicos y musulmanes, no fue incorporada en la República. socialista de Croacia sino constituida como una unidad administrativa aparte, dominada totalmente por la minoría ortodoxa que se propuso imponer a todos el ideal cultural servio, ajeno a los croatas tanto musulmanes como católicos, de Bosnia-Herzegovina. (N. de la R.).