La crisis de la economía yugoslava y la política de "estabilización"

Incorporación al bloque soviético

Jure Petricevic

I. Introducción

La crisis económica de Yugoslavia se convirtió en 1972 y 1973 en el principal tema de estudio, juntamente con la reforma de la Liga Comunista y de la Constitución. La estabilización económica es el programa básico del partido y del gobierno, y el deber de todos los que participan en el proceso de la producción. La crisis económica afectó gravemente a las masas obreras y a los consumidores y se exteriorizó, en primer lugar, en una inflación galopante y en la iliquidez de las empresas. La alta tasa inflacionaria originó gran alza de precios y disminución del poder adquisitivo del pueblo, lo que equivale, a la baja del nivel de vida. La iliquidez de las empresas llevó al despido masivo de obreros, a la disminución y a la no efectivización de los salarios y al aumento del desempleo.

La estabilización económica debió reducir la tasa de inflación, eliminar la iliquidez y aumentar los empleos a punto de ocupar la mano de obra desocupada y parar la salida de los obreros al extranjero, facilitar, a la vez, el retorno de una parte de los que trabajan en el exterior, asegurándoles empleo en Yugoslavia.

La crisis económica se refleja también en las relaciones con el exterior. Se manifiesta en el creciente déficit exterior y en el crecimiento de la deuda externa. Esos dos rubros negativos aumentan en tal medida, que el creciente flujo de divisas, provenientes del turismo y de las remesas obreras, no puede compensar el incremento de la deuda. De ese modo la balanza de pagos de Yugoslavia sufre últimamente gran déficit, no obstante que algunos balances oficiales incompletos tratan de mostrar una evolución positiva.

La estabilización económica es un punto importante en todas las conclusiones y declaraciones partidarias de los dos últimos años. Es este el tema principal de la carta de Tito y de S. Dolanc, del 18 de septiembre de 1972. En ella, siguiendo el modelo de Rankovic y de los soviéticos, anuncia la implantación de un centralismo sumamente riguroso también en economía.

Lo único que se consiguió hasta ahora es cierta disminución de la iliquidez de las empresas. En cambio, el índice inflacionario sigue subiendo, el desempleo aumenta, mientras que el déficit de la balanza de pagos, en lugar de acusar alguna mejora, tiende a empeorar.

La política de estabilización no logró, pues, los objetivos propuestos. Como este fracaso forma parte integrante del sistema socio-económico y político de Yugoslavia y se relaciona con la sovietización de Yugoslavia y su ingreso al bloque soviético, es preciso analizar las causas de la nueva y honda crisis económica que afecta a las capas humildes de la población y sobre todo a la economía de Croacia.

II. Causas de la crisis económica y la política de estabilización

El Dr. Jakov Sirotkovic, vice-primer ministro del gobierno de Belgrado expuso el 4 de diciembre de 1972, ante la Asamblea Federal de Belgrado, la crisis económica y las medidas de estabilización. Lo hizo ante el mismo foro, aportando más datos concretos, el primer ministro Dzemal Bijedic el 28 de diciembre, al considerar los nuevos proyectos de ley para contener la iliquidez y sanear la economía en 1973. (Vjesnik, 5 XII y 29 XII 1972.)

Según los datos oficiales, publicados en ese momento, las pérdidas en la economía, ascendían a 4 mil millones de dinares, mientras que las obligaciones en descubierto llegaban a 10 mil millones. El aumento del costo de vida acusa, en 1972, en relación al año anterior, el 16%, (luego esa alza fue fijada en 17%). Según los datos oficiales se estima que las empresas a punto de quebrar llegaban a 300 y las personas despedidas a 200.000. Las estimaciones posteriores daban cifras mayores. A varios millares llegó la cifra de las empresas que habían quebrado. Las empresas no pudieron cumplir con sus obligaciones, se tornaron ilíquidas y las principales víctimas de esta crisis fueron los obreros y empleados. Las inversiones no económicas, la producción de mercadería poco vendible, los intereses particulares y el gran poder de los bancos y del gobierno central como acreedores, y más que nada el sistema económico burocrático y centralista, son las causas de esa gran crisis.

Como medida de saneamiento fue implantado el ahorro general, se redujeron o suspendieron los créditos, se impusieron bonos obligatorios y se rebajaron los salarios y sueldos. Según algunas estimaciones se rebajaron los salarios en un 10% a un millón de personas y a otro millón doscientos mil les fueron congelados en el mismo porcentaje, por el plazo de 6 meses a partir de principios de 1973.

La "estabilización" económica repercutió, pues, en la gran masa de obreros y empleados, cuyos ingresos se vieron reducidos o no pudieron ser aumentados conforme al alza del costo de la vida.

Al mismo tiempo, el gobierno central previó el incremento de sus gastos para 1973. Así el primer ministro D. Bijedic en su ya mencionado mensaje ante la Asamblea Federal declaró, que el presupuesto total para 1973 sería aumentado en un 12,5%, en relación al año 1972 y ascendería a unos 30 mil millones de dinares. Dicho presupuesto fue luego reajustado a 35 mil millones de dinares, o sea 31% más que el año anterior. Bijedic subrayó el incremento del presupuesto de las fuerzas armadas y de las remuneraciones de los ex combatientes.

Debido al notable incremento del presupuesto oficial, las demás medidas de estabilización resultan ilusorias. Sin embargo, en todas las conclusiones, documentos y actitudes gubernamentales y partidistas se responsabiliza de la estabilización económica al personal y a los directivos de la autogestión de empresas, como si el éxito de la nueva política dependiera de ellos y no de las medidas adoptadas por el gobierno, es decir de su política crediticia y monetaria y de su sistema socio-económico. Ese traslado de la responsabilidad a las empresas es el hilo conductor de la nueva fase de la política económica yugoslava. Según la ideología oficial yugoslava está en vigencia la autogestión obrera, responsable del desenvolvimiento de las empresas y de toda la política económica. Jakov Sirotkovic recalcó el 4-XII-1972 ante la Asamblea Federal en su exposición acerca de la política socio-económica para el año 1973 que los objetivos y cometidos básicos de la política económica para el año siguiente eran "fortalecer el papel social de la política de estabilización en todas las etapas del proceso reinversionista y en la concreción de la política de producción e inversión, y del desarrollo acelerado de las repúblicas y regiones atrasadas. La política económica para 1973 debe significar una etapa importante en la solución de las contradicciones básicas de la sociedad para subordinar el sistema y el proceso de la preinversión a los intereses y al control de la clase obrera".

La política de estabilización, pues, no dio el resultado deseado. Únicamente acentuó la prioridad de los órganos federales y fortaleció su posición. Dicha política, según los indicadores básicos, fracasó en general. Así se calcula, según la evolución de los precios de bienes y servicios indispensables, que el índice de los mismos subirá en 1973 en un 20% en relación al año anterior. La tasa de inflación mantiene su nivel anterior, definida también por Sirotkovic como de inflación galopante. Según el Boletín de la Estadística de trabajo, tercer cuatrimestre de 1973, que publica la Oficina Internacional de Trabajo en Ginebra, el número de los desocupados registrados durante los primeros cinco meses de 1973 oscilaba entre 367.204 y 402.736, o sea el 8 y 8,7% de los ocupados. Trátase, por supuesto, de los desocupados en el sector socialista. La mayor parte de la población activa no está comprendida en esta estadística, ni tampoco los desocupados en el sector privado de la agricultura, cuya cifra es alta.

La economía de la República Socialista de Croacia aporta grandes sacrificios a esta política de estabilización. Según manifestó el Dr. Velimir Rajkovic, representante del gobierno croata en la Comisión Parlamentaria para el Plan Social y las Finanzas (10. VII. 1973), "fue desacelerado el crecimiento de la producción industrial en Croacia que en este área estuvo por mucho tiempo en la vanguardia", indicando también que los ingresos personales disminuyeron en el primer semestre de 1973 en el 10% en relación al año anterior como parte del consumo restringido (VUS, N9 1117, 3-10-1973). Dicho semanario escribe que en los primeros siete meses de 1973 en Croacia, a causa de la reducción de inversiones en un 20%, la producción de la industria química acusó una baja del 2,2% y la del cuero y calzado del 10%, mientras que algo parecido ocurrió también en las industrias textil, de metales y otras.

Según la misma fuente, "como consecuencia del estancamiento de la producción y del aumento de los costos las pérdidas de la economía de Croacia en el primer semestre ascendieron a 1.025 millones de dinares, o sea el 85% más que en el mismo período del año anterior. Las pérdidas de la industria en su conjunto aumentaron en 147%, registrándose el aumento especial en algunos sectores industriales clave como la industria metalúrgica: 173%, material de construcción: 238%, industria naviera: 529% (sobre este aumento tan grande influyó la devaluación)".

Pese a la disminución de la iliquidez en la economía, según la misma fuente, en junio en Croacia estaban bloqueadas "sólo" 166 organizaciones obreras "con el importe total de bloqueos de 780 millones de dinares", cifra esta que sería 12 veces inferior a la del mismo período de 1972.

La autogestión surtiría efecto en las empresas Y en la economía, únicamente si los productos y las instituciones democráticas decidiesen con métodos democráticos sobre el uso de los recursos crediticios y monetarios, sobre la producción, sobre la política de desarrollo y en general sobre la marcha de la economía. Pero tal cosa no existe en Yugoslavia, ya que todo el sistema estatal y socio-económico se basa en el principio del gran centralismo y hegemonismo servio, contrarios a toda autogestión, democratización y descentralización. Los sucesos posteriores al golpe anticroata, que dieron Tito y los generales servios en Karadjordjevo en diciembre de 1971, lo confirman nuevamente.

La composición del producto social neto y bruto de Yugoslavia según el sector socialista o privado revela el poder que tienen los órganos federales mediante la política de inversiones, de créditos, divisas, de producción y del desarrollo económico, como asimismo mediante la política de la economía exterior. El producto social de Yugoslavia en 1971 se refleja en la tabla siguiente (El Anuario Estadístico de Yugoslavia 1973, págs. 110 y 123).

 

Producto neto social

Gastos materiales

Producto bruto social

En miles mill. de din.

%

En miles mill. de din.

%

En miles mill. de din.

%

Sector social

168,9

82,6

182,4

87,2

351,3

84,9

Sector privado

36,6

17,4

26,7

12,8

62.3

15,1

Total

204,5

100

209,1

100

413,6

100

 

El producto social de un país representa el valor total de los bienes y servicios producidos en un año. El producto bruto social de Yugoslavia alcanzó en 1971 a 414 mil millones de dinares, de los que corresponden 352 mil millones al sector socialista y 62 mil millones al privado. Sobre el sector socialista con el 85% del producto bruto ejerce el estado, o sea los órganos centrales de la federación yugoslava una influencia decisiva. Resulta enorme el poder económico y por ende político de esta ingerencia preponderante del sector socialista que las autoridades centrales usan para su interés propio y para los intereses del pueblo gobernante que es el servio.

Del producto bruto social corresponde algo más de la mitad o 209 mil millones a los gastos materiales, necesarios para el logro del producto neto de 205 mil millones. Esos gastos materiales se refieren mayormente al sector socialista con el 87,2%, con lo que nuevamente los órganos estatales centrales influyen poderosamente en la economía. Trátase de gastos materiales corrientes, mediante los cuales el Estado puede, según su capricho, promover, postergar o incluso arruinar a ciertas empresas, sectores o regiones económicos.

Ya las compras y pedidos de distintos materiales, los precios de esos materiales, la importación y la producción dentro del país proporcionan al Estado un poderoso instrumento al servicio de su política económica y de sus relaciones con los pueblos y las repúblicas que integran a Yugoslavia. Por último, del producto bruto social total más de las cuatro quintas partes, más exactamente el 83% corresponden al sector socialista. De ello alrededor de la mitad corresponde a los sueldos de los obreros y empleados.

La gran víctima del centralismo y del dirigismo de Belgrado es el campesinado y la agricultura. Yugoslavia practicó gran parte de los costosos experimentos económicos en los tiempos de la posguerra a cuenta de los campesinos. Primero la colectivización forzosa, luego los impuestos onerosos y la discriminación de los campesinos y del sector privado de la economía hicieron que la mayor parte de los productores abandonaran el campo, perdiéndose así enormes capacidades productivas. El resultado es la proletarización y el empobrecimiento del campo, unidos a la insuficiente producción agrícola. El debilitamiento del campo y de la agricultura se manifiesta también en su participación en el producto social. Mientras, según el censo de la población de 1971, la población activa en la agricultura importaba el 41,7% de la población activa total, la participación de la agricultura en el producto neto social alcanzaba el mismo año sólo el 19,7%. Si bien los datos estadísticos concernientes a la población activa son sumarios, nos ofrecen un cuadro bastante verídico sobre la situación del campo y de los campesinos. También en los países occidentales la participación de la agricultura en el producto social es menor que el porcentaje de la población activa, esa desproporción es mayor y es índice de la difícil situación de los campesinos y del atraso de la agricultura debido a la mala política económica del gobierno yugoslavo.

Incluso en el empleo del producto neto social el Estado ejerce enorme influencia. En 1971 se destinaron 110,5 mil millones de dinares, es decir el 54,1% para el consumo personal, vale decir: alimentación, vivienda, vestidos y los demás gastos para las necesidades personales de la población. Como la mayor parte de los bienes y servicios de consumo los proporciona el sector socialista, la influencia del Estado y de los órganos federales resulta muy importante en cuanto al empleo del producto social para el consumo personal, pues controlan la producción, la distribución y los precios. Los órganos centrales de Yugoslavia dirigen en forma directa la mayor parte del producto social mediante el llamado consumo general que es el consumo de las instituciones y comunidades fuera de la esfera del consumo personal y mediante las inversiones en los fondos básicos, dependientes de los órganos federales. Así en 1971 "el consumo general", según los datos oficiales, alcanzó el 17,5 miles de millones de dinares o el 8,6% del producto social neto. Al rubro de las inversiones en los fondos básicos correspondió 64,7 miles de millones de dinares o el 31,7% (El Anuario Estadístico de Yugoslavia de 1973, p. 126). El consumo general y las inversiones en los fondos básicos importaban conjuntamente en 1971 el 40,3% del producto social, parte con la que disponen los órganos de la federación. Mas esos datos no nos ofrecen todavía el cuadro verídico en la participación de la "no economía" en el producto social. Eso se colige también del monto del presupuesto de las comunidades socio-políticas (federación, repúblicas, ciudades, comunas), que para el año 1971 alcanzan 37,3 mil millones (Cfr. El Anuario Estadístico de Yugoslavia de 1973, p. 253). Tampoco es completo ese dato según lo manifiesta la Nota de la Redacción.

De las discusiones públicas y diferentes publicaciones, cabe concluir que la "no economía" gasta cerca del 40% del producto social y que dicho porcentaje está creciendo. El aumento del presupuesto federal en 12.5% y luego en 31% para 1973, con la disminución paralela de los ingresos de obreros y las pérdidas de las empresas, confirman la creciente participación de "la no economía" en el consumo del producto de las empresas. Durante la "reforma económica" de 1966-1971, los delegados de la República Socialista de Croacia sostenían que un porcentaje del 40 de la "no economía" en el producto social era demasiado alto y perjudicial.

¿Cuáles son las perspectivas para el futuro desarrollo de la autogestión obrera en la economía? La contestación la da el proyecto de la nueva constitución yugoslava, que primero ensalza verbalmente al trabajador, elevándolo al grado de soberano, para luego rebajarlo al nivel de mero instrumento en manos del partido y del estado centralista y burócrata. Los principios rectores de la nueva constitución yugoslava prometen a los trabajadores que decidirán "en forma directa e igual, con otros hombres, en el trabajo asociado, sobre todos los asuntos de la reinversión social" y que realizarán "su interés y derecho material y moral para beneficiarse con los resultados de su trabajo actual y pasado".

Según la Constitución, los obreros incluso distribuyen el ingreso (art. 19) y cabría concluir que el obrero en su empresa es el dueño y que de él dependen los ingresos de todos los empleados y obreros. Sin embargo, en el mismo artículo de la constitución esos derechos quedan limitados y el ingreso de los obreros en la "sociedad yugoslava de autogestión" no está asegurado, pues la empresa primero tiene que cumplir las obligaciones prefijadas para con el Estado, y lo que queda, eventualmente, del ingreso total de la empresa, se reparte entre los obreros. Ese sistema ya se viene aplicando en Yugoslavia, lo que confirma la reciente política de "estabilización económica" en 1973.

Con la nueva Constitución este sistema se fortalece. En primer lugar se asegura el monopolio político del partido comunista y en la política y economía se asigna la prioridad al ejército frente al obrero y a los genuinos intereses económicos. Mientras al obrero no le está asegurado con anticipación el pago de su trabajo, la nueva Constitución yugoslava asegura, en el presupuesto de la federación, en primer lugar entre los gastos, los recursos para financiar "las fuerzas armadas yugoslavas y los demás gastos de la defensa nacional" (art. 250). El Banco Nacional de Yugoslavia se compromete "a realizar todas las operaciones bancarias para las necesidades de las fuerzas armadas y las demás necesidades de la defensa nacional, establecidas por la ley federal" (art. 238 del proyecto de la Constitución).

De ese modo las fuerzas armadas se convierten en el dirigente y amo supremo de la economía. Yugoslavia con esta nueva constitución se vuelve un estado militar y no obrero.

III. El balance de las relaciones económicas de Yugoslavia con el extranjero

El balance de muchos años de intercambio económico de Yugoslavia con el exterior, junto con el estado interno de la economía, es el criterio más importante para juzgar el desarrollo y el vigor de esa economía. Pero se hace difícil componer un cuadro verídico de las relaciones con el exterior, por cuanto el gobierno yugoslavo no publica todos los datos y algunas cifras resultan falseadas y arregladas.

En base a las estadísticas oficiales yugoslavas, las declaraciones de los representantes gubernamentales, los datos publicados en la prensa del país y en la extranjera, cabe reconstruir un cuadro aproximativo. En la tabla siguiente se refleja el balance del intercambio económico de Yugoslavia con el exterior para los años 1971 y 1972.

Balance del intercambio económico de Yugoslavia con el exterior en 1971 y 1972

(en millones de US$)

 

1971 (1[1],2[2])

1972

Ingresos

Servicios

Comunicaciones y seguro

377

400 (nota 4)

Turismo

360

460 (nota 5)

Demás servicios

153

170 (nota 4)

Ingresos por transferencia

Remesas obreras

652

870 (nota 5)

Otras transferencias

145

190 (nota 4)

Ingresos de transferencias de actividades improductivas

Intereses

17

20 (nota 4)

Demás ingresos

11

15 (nota 4)

Exportación de mercaderías

1.815

2.240 (1,2)

"Endeudamiento neto en el exterior" [3]

373

-

Total

3.903

4.365

Egresos

Servicios

Comunicaciones y seguro

13

15

Turismo

218

220

Demás servicios

224

250

Egresos por transferencias

33

40

Egresos por transferencia de actividades improductivas

Intereses

147

170

Demás egresos

14

20

Importación de mercaderías

3.254

3.235 (1,2)

Superávit neto en el intercambio con el exterior

---

415

Total

3.903

4.365

 

(nota 4) Estimaciones del autor.

(nota 5) En base a los datos periodísticos.

Previo al análisis de estas cifras es preciso subrayar que en "el balance del intercambio exterior" en el Anuario Estadístico de Yugoslavia para 1973 no figura la cifra acerca del pago de las deudas de Yugoslavia contraídas con el exterior, lo que constituye su defecto. Únicamente por esta razón es positivo el balance del intercambio para 1972 con 400 millones de dólares, cifra ésta (la primera cifra provisoria importaba 350 millones de dólares) que fue lanzada tendenciosamente a la prensa mundial, para convencer a la opinión pública extranjera que la economía yugoslava está en franca mejoría y arroja resultados positivos. Más si en este balance hubiese figurado el pago de la deuda exterior, que en 1972 con los intereses llegaba a 1.300 millones de dólares entonces el "superavit oficial de 400 millones de dólares se convertiría en déficit de unos 900 millones de dólares. Ese falso dato fue lanzado para crear un clima favorable en el exterior que facilitaría la aprobación de nuevos créditos y la "cooperación" de las empresas occidentales (con la garantía de los gobiernos respectivos) con la economía yugoslava que está "liberalizándose" y "evoluciona favorablemente".

Hasta 1971 las autoridades yugoslavas retaceaban en los anuarios estadísticos la publicación de los datos referentes a los flujos y reflujos corrientes de los créditos exteriores y al pago de las deudas e intereses. Pero la diferencia entre el flujo y reflujo para los años 1969, 1970 y 1971 (Anuarios Estadístico de Yugoslavia 1972, p. 113) es presentado en forma positiva, ya que el ingreso de los créditos exteriores superó el pago de estas deudas. Esta maniobra posibilitó ópticamente un resultado positivo del endeudamiento exterior, lo que no corresponde a la realidad y constituye una grave manipulación contable. Correcto y necesario sería un cuadro consolidado que refleje el estado real, durante varios años, del endeudamiento exterior, capital e intereses. Por ello la opinión pública no pudo tener un panorama exacto de las deudas y obligaciones externas. En el Anuario Estadístico para 1973 figuran sólo los intereses que se pagan al exterior, faltando el pago del capital.

A este déficit debe añadirse otro factor aún más importante: el tipo de cambio del dólar con el dinar en el cálculo de la balanza de pagos con el exterior. Para el año 1970 y los años anteriores en el Anuario Estadístico se aplicó el curso de cambio US$ 1=12,50 dinares, para 1971 15,00 dinares y para 1972 17,00 dinares. Es sabido que Yugoslavia con el exterior utiliza al mismo tiempo distintos cursos de cambio y un observador en el exterior difícilmente puede apreciar si los cursos de cambio elegido en la balanza corresponde al promedio real. Llama la atención que el curso de cambio aplicado de 17 dinares para un dólar en el comercio exterior de 1972 es superior al curso oficial. Tal vez ese curso de cambio se justifique, tal vez no.

Para juzgar la situación económica de Yugoslavia en el mundo en base a la balanza de pagos, importan en primer lugar los valores siguientes:

1. El intercambio comercial de Yugoslavia, es decir el intercambio de mercaderías desde hace años resulta deficitario. Es un fenómeno estable. El déficit anual es muy alto: en 1971 alcanzaba 1.439 millones de dólares, en 1972 bajó, pero llegaba a mil millones, o sea 995 millones de dólares. Para 1973 se espera un crecimiento del déficit que podría llegar a 2 mil millones de dólares.

2. Otra característica fundamental del intercambio externo yugoslavo es el gran endeudamiento y las altas anualidades en cuotas e intereses para su pago. Este rubro pasivo importaba en 1972 alrededor de 1300 millones de dólares, y más que el comercio exterior deficitario constituye una pesada carga para la balanza de pagos. Es preciso recalcar que los datos oficiales referentes a la deuda exterior son incompletos o a menudo faltan totalmente. Es de suponer que el endeudamiento exterior es mayor que las cifras publicadas. Así el viceprimer ministro yugoslavo Sirotkovic manifestó que las deudas de Yugoslavia en 1972 llegaban a 3 mil millones de dólares (Cfr. NZZ, 9-1-1973), mientras que Vjesnik del 10-VII-1973 publicó que la deuda externa para el mismo año importaba alrededor de 4 mil millones de dólares. Como esta cifra fue publicada con fecha posterior, debe considerársela más fidedigna.

3. El intercambio no comercial con el exterior, o sea el turismo, las remesas obreras, otros servicios y transferencias reflejan superávit relativamente alto. En ese sector en 1971 el superávit llegaba a 1066 millones de dólares y en 1972 según los datos provisorios a 1.410 millones de dólares. Con este superávit Yugoslavia debería, a largo plazo, compensar el déficit en el comercio exterior y el pago de la deuda externa con sus intereses crecientes.

4. Los dos principales guarismos negativos en el intercambio con el exterior -el comercio y las anualidades para la deuda externa- superan a largo plazo el superávit, de modo que el saldo es negativo, la balanza de pagos es pasiva en gran medida. Lo indica el ejemplo del año 1972 cuando el déficit comercial era relativamente moderado e importaba 995 millones de dólares, y el pago de las cuotas de deudas con sus intereses 1.300 millones de dólares. Los dos guarismos dan una suma negativa de 2295 millones de dólares frente a superávit en el intercambio no comercial de 1.410 de dólares. Por lo tanto, el déficit en la total balanza de pagos ascendió en 1972 a 885 millones de dólares. Según el desarrollo económico de Yugoslavia hay que calcular que el déficit externo aumentará.

Tomando en cuenta todos estos factores, la balanza de las relaciones económicas globales de Yugoslavia con el exterior, arroja los siguientes resultados aproximativos para 1971-1973:

Saldo de la balanza de pagos 1971-1973 en millones de US$

 

Saldo comercio exterior

Anualidades deudas externas

Saldo giro deudas externas

Saldo balanza pagos

1971

-1.439

-1.200

+1.066

- 1.573

1972

- 995

-1.300

+1.410

- 885

1973(estimativo)

-1.660

-1.400

+2.100

- 60

 

5. Esos datos básicos indican que Yugoslavia es un permanente deudor con el exterior. La condición ineludible para alimentar el déficit y crear el superávit en la balanza exterior sería el saneamiento interno de la economía. En el capítulo anterior hemos visto que la evolución, en lugar de mejorar, empeora: el déficit exterior aumenta.

6. La pasividad en el intercambio comercial de Yugoslavia es un fenómeno permanente después de la guerra. Desde 1948 Yugoslavia mitigaba y solucionaba provisoriamente sus altos déficit externos con los créditos políticos, otorgados por los países occidentales. En primer lugar los Estados Unidos de América concedía a Yugoslavia gran ayuda en dinero y mercancías como premio por su "independización" frente a la Unión Soviética. Pero como últimamente Yugoslavia se inclina cada vez más hacia Moscú, incorporándose política y económicamente al gran bloque disminuyen los créditos y la ayuda directa de Occidente a Yugoslavia, mientras que su pasividad en el intercambio exterior va creciendo en forma aterradora. Es verdad que Washington presta ayuda y con su garantía también las empresas norteamericanas mediante créditos, "cooperación", comercio exterior y otros recursos. Resulta muy significativa la ayuda económica yugoslava, cuya crisis tiene hondas raíces políticas y económicas. Es característico que dentro del país la carga principal del anormal sistema estatal y económico, centralista y burocrático, la lleve las masas de obreros, empleados y consumidores, y sobre todo la economía de Croacia, mientras que en las relaciones internacionales las cuentas por el fracaso del sistema político y económico de Yugoslavia las pagaba el Occidente. Ahora la crisis política y económica en Yugoslavia culminó y se halla frente a una encrucijada. Por ello los generales servios, verdaderos amos de Yugoslavia, buscan la solución a largo plazo en un nuevo marco: buscan la protección política, militar y económica de la Unión Soviética y la incorporación de Yugoslavia al bloque soviético. De esa manera los actuales amos de Yugoslavia esperan poder "consolidar" su estado y su poder, "borrar" la cuestión croata del orden del día y "sanear" a la economía enferma.

IV. La incorporación de la economía yugoslava al bloque soviético

Después del acuerdo Brezhnev-Tito, concertado en septiembre de 1971, la colaboración económica yugoslavo-soviética comprende todos los importantes sectores económicos. Consiste en los créditos soviéticos, en la cooperación entre las empresas de ambos Estados, en la intensificación del comercio exterior, en la creciente cooperación yugoslava con el Comecón y en la coordinación general, a largo plazo, del sistema económico de Yugoslavia con el desarrollo en la Unión Soviética y el bloque soviético. La cooperación económica de Yugoslavia con Moscú es más abierta que la política, ya que en la nueva era de cooperación de Moscú con Washington y Bonn, la Unión Soviética debe proceder con cautela en cuanto a la incorporación de Yugoslavia al bloque oriental para no afectar formalmente la neutralidad y la no alineación de Yugoslavia, si bien el status quo soviético-norteamericano de posguerra respecto a Yugoslavia se debilita gradualmente sin derrumbarse todavía. Por ello, la cooperación político-militar entre la Unión Soviética y Yugoslavia se elabora discretamente. Para la opinión pública resultó espectacular la visita de Brezhnev a Yugoslavia en septiembre de 1971 y su acuerdo con Tito, luego la visita de Tito a la Unión Soviética en junio de 1972 y la visita de Kosygin a Yugoslavia, en septiembre de 1973.

En el período desde 1971 hasta el otoño de 1973, la cooperación económica soviético-yugoslava progresó tanto, que Moscú ejerce ya una influencia decisiva en la economía yugoslava. Esa cooperación se vincula especialmente con las áreas y empresas estratégicas. El centro del interés soviético son las áreas que posibiliten y aseguren acceso a la costa adriática. En buena parte se trata de la costa croata y su retaguardia.

Que la cooperación política soviético-yugoslava está íntimamente relacionada con la económica, lo demostró la guerra árabe-israelí de octubre de 1973. Entonces la Unión Soviética utilizó para sus transportes de pertrechos bélicos a los árabes, no sólo el espacio aéreo, sino también los aeropuertos y puertos de Yugoslavia. El puerto de Rijeka estuvo a disposición del transporte del material bélico soviético. Si se toma en cuenta que en el perímetro del puerto de Rijeka los astilleros "Viktor Lenac" sirven a los buques de guerra soviéticos, como base de abastecimiento y reparación, resulta obvio que el gobierno yugoslavo puso a disposición soviética el puerto de Rijeka como su base de apoyo. También Boka Kotorska sirve a la flota soviética. Durante la última guerra árabe-israelí la prensa extranjera escribió mucho acerca de los transportes soviéticos a través de Yugoslavia. Respecto a los transportes aéreos se mencionaba especialmente el aeródromo de Titograd, pero también Mostar y Dubrovnik. Parece que el puerto de Dubrovnik, junto con el de Rijeka, jugó un papel importante en el trasbordo de los transportes militares soviéticos.

Ante la opinión pública mundial la llamada no alineación de Yugoslavia se mostró en su verdadera luz. Desde el punto de vista político y económico Yugoslavia está subordinada a la Unión Soviética: hoy contra Israel, mañana contra Europa Occidental y China. Pero lo más importante es que Belgrado y su régimen servio ponga las regiones croatas a disposición de la Unión Soviética, para sus fines políticos y militares. Belgrado está convirtiendo a Croacia en una colonia soviética y en el territorio de ocupación.

En la cooperación económica soviético-yugoslava surgen también dificultades, puesto que muchas empresas preferirían colaborar con Occidente antes que con la Unión Soviética. Esta cooperación con las autoridades soviéticas se funda en el principio colonial, en la presión y la desigualdad, de manera que la resistencia a dicha colaboración resulta comprensible en las empresas que previamente habían cooperado con establecimientos occidentales. Además, la cooperación económica está impuesta por razones políticas, y como la decisión definitiva acerca de la vinculación de Yugoslavia con la Unión Soviética será tomada durante el Décimo Congreso de la Liga Comunista de Yugoslavia en 1974, varias empresas e instituciones tratan de obviar esta colaboración hasta le celebración del Congreso. Pero esa resistencia está vencida en buena parte, y la cooperación económica soviético-yugoslava adquirió en los dos últimos años, grandes proporciones de imprevisibles consecuencias.

El crédito soviético de 540 millones de dólares, al que Kosygin durante su visita a Yugoslavia en 1973 agregó otros 45 millones más, representa sólo una parte de la cooperación económico soviético-yugoslava. Además, se concluyeron acuerdos acerca de los nuevos créditos, la compra de mercaderías y cooperación, lo que supera en mucho el importe del crédito ya citado. Por otra parte, están en ejecución distintos proyectos, sin que se hayan publicado los acuerdos de la cooperación soviética, pero detrás de ellos están los intereses estratégico-políticos de la Unión Soviética. como por ejemplo la línea férrea Belgrado-Bar con el puerto de Bar, el oleoducto Omisalj-Bakar-Sisak-Bratislava.

Los transportes militares soviéticos en octubre de 1973 mostraron que la presencia soviética en Yugoslavia es permanente y que trata de transformar la costa adriática y su retaguardia, en el área de operaciones militares soviéticas. Indicaré, a continuación, algunos de los proyectos y acuerdos más importantes que ilustran los propósitos de esta cooperación de los generales servios con Moscú.

1. Aunque importante desde el punto de vista estratégico e injustificada desde el punto de vista económico, se está tendiendo la línea férrea Belgrado-Bar sin interrupción. Esto es importante para Moscú, que junto con el ejército yugoslavo, está apurando su construcción, como también la construcción del puerto de Bar, si bien hasta ahora no se ha publicado ninguna información oficial acerca de la participación soviética. Parece que la construcción de esta línea fue concertada mediante acuerdos secretos entre Moscú y Belgrado, inmediatamente después de finalizar la última Guerra Mundial, dentro del marco de la política soviética que partía de la fórmula acordada en Yalta del 50:50 de influencia compartida en Yugoslavia, que según el posterior acuerdo norteamericano-soviético iba a aplicarse de acuerdo a la división territorial de Yugoslavia en su mitad occidental y oriental (soviética). Según los planes soviéticos-servios, la línea férrea Belgrado-Bar se hallaría en Yugoslavia, desde 1966 hasta 1971, se oía muy poco de los créditos soviéticos en la mitad oriental y aseguraría a los soviéticos (también a Servia) la salida al mar Adriático.

Hoy para los soviéticos (de hecho, para los rusos, pues los pueblos no rusos en la Unión Soviética no determinan ni la política externa, ni la interna) esta solución nos parece más real, pues ya están afirmándose en el Adriático superior y tratan de abarcar a todo el territorio yugoslavo dentro de su bloque, y subordinarlo exclusivamente a sus intereses.

La construcción de la línea férrea Belgrado-Bar y del puerto de Bar es una carga para la economía yugoslava y especialmente para la croata que soporta la mayor parte de esta carga.

2. El complejo de aluminio de Titograd se está construyendo sin pausa con sus minas de bauxita, centrales eléctricas y toda la infraestructura. El acuerdo soviético-yugoslavo referente a la construcción de este complejo industrial fue conocido a principios del decenio pasado. Entonces, la prensa mencionaba que su costo superaba los 200 millones de dólares La Unión Soviética figuraba como el único acreedor. Durante la liberalización parcial de se suspendieron sus proyectos. Después del vuelco en Yugoslavia, en diciembre de 1971, los soviéticos volvieron a ser activos y forzaron la construcción de este complejo de aluminio. Con la realización de este proyecto la línea férrea Belgrado-Bar tendría, en parte, su justificación económica, siendo, sin embargo, en primer lugar, una línea estratégica.

Parte del crédito soviético de 540 millones de dólares, concertado con el acuerdo entre Moscú y Belgrado en octubre de 1972, está destinado al complejo de aluminio de Titograd. Pero, por otra parte, seguramente, afluyen otros créditos soviéticos para este proyecto, en base a los convenios anteriores sobre la construcción de este complejo.

La Unión Soviética participa en la elaboración de planos y en la construcción de distintas partes de este complejo, mediante sus técnicas e instituciones y según los datos publicados hasta el presente, dispondrá con la mayor parte de sus productos.

3. Se está construyendo un oleoducto desde la bahía de Bakar (Omisalj-Bakar), a través de Sisak y Hungría hasta Bratislava, con acceso al tramo del oleoducto soviético de "la amistad", bajo la bendición de Moscú. El tramo oriental, de Sisak, a través de Bosanski Brod hasta Pancevo con acceso a Rumania, está relegado a segundo orden en la escala de prioridades, pues, por razones políticas, este tramo no es seguro ni interesante para la Unión Soviética.

La construcción del tramo occidental, hacia Bratislava, fue acordada, según el acuerdo de las delegaciones yugoslava y húngara, en mayo de 1973, y en base a lo que concertaron Tito y Kadar en Briones, en julio de 1973. Poco después firmaron la ejecución del oleoducto estas empresas: INA Zagreb), Energoinvest (Sarajevo) y Naftagas (Novi Sad). Tras largas negociaciones se pusieron ahora de acuerdo las repúblicas de Croacia, Bosnia y Servia. Anteriores desacuerdos y desinteligencias fueron eliminados "por fuerza mayor". Como el propósito principal de este oleoducto es su acceso al oleoducto soviético de "la amistad", en Bratislava, es decir, la prolongación del oleoducto soviético hasta la costa adriática, es por demás seguro que Moscú haya exigido su rápida construcción.

Según los cálculos previos de las empresas INA, Energoinvest y Naftagas, el costo de la construcción del oleoducto en Yugoslavia, ascendería unos 200 millones de dólares. Los trabajos serán financiados por las fuentes nacionales y extranjeras (la prensa no precisa las fuentes extranjeras). El oleoducto debería estar terminado hasta 1976.

Bakar está convirtiéndose en un gran puerto naftero, con lo cual cobrará gran importancia internacional. La Unión Soviética, con el uso del comercial de Rijeka y de Martinscica para sus buques de guerra, con el puerto de Bakar y el oleoducto, obtendría, para sus objetivos militares expansionistas, una base en el Adriático superior, que le aseguraría una permanente presencia y supremacía política, económica y militar, en esta parte de Europa y del Mediterráneo.

4. La empresa de Sarajevo "Energoinvest" goza de especiales facilidades soviéticas, en forma de grandes créditos y pedidos y constituye la base soviética en Bosnia. Esta empresa y su director Blum, concluyó, en buena parte, fuera del crédito concretado oficialmente de 540 millones de dinares, acuerdos separados sobre los créditos soviéticos, la compra de materias primas y productos industriales por un monto de mil millones de dólares.

Así Emerik Blum, director general de "Energoinvest", firmó el 19 de julio de 1973, en Moscú, con la empresa soviética "Raznoimport", un acuerdo acerca de los pedidos y créditos por un valor de 500 millones de dólares (Vjesnik 20-VII-73: "Gran negocio de Energoinvest").

Trátase, en primer lugar, de seis millones de toneladas de productos, que el complejo de aluminio de Energoinvest, en Zvornik, entregará a la Unión Soviética en el período 1976-1985.

Según este acuerdo, se seguirá construyendo el complejo de aluminio "Bosnia Oriental". En la construcción de la presuntamente mayor fábrica de aluminio en Europa, la Unión Soviética participará con créditos e instalaciones. La mayor parte de las inversiones, por valor de alrededor de 160 millones de dólares, corresponde a la Unión Soviética.

Aparte de este gran negocio con la Unión Soviética, Blum concertó, dos semanas antes, un acuerdo con la empresa soviética "Masinoimport", sobre la venta de armaduras por valor de 250 millones de dólares, durante los 10 años siguientes.

Blum estima que "Energoinvest", a partir de 1976, exportará a la Unión Soviética, por un valor de 100 millones de dólares por año. "Energoinvest" exporta ahora por un valor de 12 millones de dólares, mientras que el total de las exportaciones de Yugoslavia a la Unión Soviética, en 1972, llegaba a alrededor de 300 millones de dólares.

Kosygin, con motivo de su visita a Sarajevo, a fines de septiembre de 1973, inspeccionó la fábrica de aparatos eléctricos de "Energoinvest" en Lukavica y destacó la cooperación con esta empresa que reviste más bien un carácter político y que transforma a Bosnia en la base soviética, industrial y militar.

Para completar es preciso acotar aquí que para la ampliación de la fábrica de aluminio en Sibenik, se han utilizado los créditos de Alemania Oriental, con lo que en forma indirecta se fortalece la influencia soviética, puesto que la economía de Alemania Oriental está subordinada a los intereses soviéticos. Con estos créditos alemanes se relacionan las obligaciones para la entrega de materias primas y de productos de Yugoslavia.

La Unión Soviética controla, prácticamente, toda la industria del aluminio en Yugoslavia. Este importante y gran sector de la economía se integra en el monopolio soviético y se incluye en la estrategia bélico-económica de Moscú. Ahora resulta claro, porque hace algunos años Herzegovina y Dalmacia perdieron la batalla en torno a la ubicación del centro de la industria de aluminio en favor de Montenegro, aunque los criterios objetivos hablaron en contra de la construcción del complejo en Titograd. La línea férrea Belgrado-Bar, debió tener una mayor base económica. Mediante los créditos soviéticos posteriores y sus respectivos pedidos, a través de "Energoinvest", un importante sector industrial de Bosnia se inserta en el marco de las inversiones soviéticas en el complejo de aluminio de Titograd.

5. La Unión Soviética refuerza su influencia en Bosnia, colaborando en la instalación de una planta de acero en Zenica, con la cooperación paralela de los EE.UU. (Vjesnik, 29-VII-1973, "Los pueblos unidos sobre el río Bosna"). Ambos equipos empezaron con los trabajos a principios de 1973.

Probablemente, para la ampliación de esta planta, se utilizan los créditos soviéticos, concluidos entre los gobiernos soviético y yugoslavo en noviembre de 1972. Al mismo tiempo, probablemente, se usen los créditos norteamericanos o la ayuda. de lo que da testimonio la presencia de los ingenieros norteamericanos.

El reportaje en Vjesnik está escrito con un tono idílico e ingenuo sobre la vida tranquila y amistosa de seis familias norteamericanas y cinco ingenieros rusos, que viven bajo un techo común y trabajan en concordia. Eso tendría que calmar la opinión pública, atemorizada ante la posibilidad de la invasión rusa.

6. En las relaciones soviético-yugoslavas se delinea otro sector de colaboración. Se trata del empleo de los obreros de Yugoslavia en la Unión Soviética y en los países del bloque soviético. Es conocida la tendencia de autoridades yugoslavas de convencer a los obreros, empleados en los países occidentales, para que regresen al país con la promesa de encontrar empleo, pero su intención es enviar una parte de esos obreros a la Unión Soviética. Belgrado motivó, durante la "reforma económica" y en parte durante la liberalización en 1966-1971, con su política de postergación y explotación de la economía croata, la emigración masiva de los croatas a los países occidentales en busca de trabajo y de mejor salario. Esa salida masiva era favorable desde el punto de vista político para los dirigentes servios, pues un gran número de sus oponentes dejaban el país y, al mismo tiempo, giraban remesas en divisas a sus familias, divisas necesarias al gobierno yugoslavo. Pero en la actual situación política, los dirigentes yugoslavos ven en estos centenares de miles de obreros a potenciales soldados croatas en lucha contra Yugoslavia, ya que la edad promedio de ellos es entre 25 y 35 años. Esta es la razón principal por la que Belgrado se esfuerza para que estos obreros vuelvan. Por otra parte ahora existe otra posibilidad para la emigración de los croatas, en base a los acuerdos ruso-yugosIavos, concernientes al empleo de los obreros. Esos obreros estarían en peor situación en Rusia que en los países occidentales, donde ganan más y disponen libremente de su sueldo. En la Unión Soviética su status laboral estaría regulado por el acuerdo entre dos Estados y sus empresas y los obreros vivirían como en un país colonial.

Hasta ahora únicamente Bulgaria envió obreros a la Unión Soviética. Fuera del Comecon solo Finlandia ejecuta, con sus obreros, ciertos trabajos en la Unión Soviética.

La visita de Kosygin a Yugoslavia, en septiembre de 1973, reafirmó públicamente la gran importancia política y estratégica de la cooperación económica entre Moscú y Belgrado. Kosygin destacaba en sus declaraciones y discursos que las conversaciones Tito-Brezhnev fueron "muy importantes" para el fortalecimiento de la confianza, la comprensión y la cooperación entre los dos países y los dos partidos y que la colaboración económica está desarrollándose en forma sostenida y dinámica, constituyendo los resultados logrados una buena base para el desarrollo posterior.

Con motivo de su visita a Zagreb, en la cena que en su honor dio el primer ministro del "gobierno croata", Dr. I. Persin, Kosygin, durante el brindis, desafió a los croatas y elogió a Tito y al estado yugoslavo. Dijo (según Vjesnik, 28-IX-73): "Vemos que la mayor fuerza de Yugoslavia reside en la unidad de los pueblos yugoslavos... Estimamos mucho al Tito, fundador de la federación yugoslava y unificador de los yugoslavos". En el mismo discurso Kosygin manifestó "que la Unión respeta igualmente a todas las repúblicas yugoslavas". En el brindis de la cena que en Briones organizó Tito en su honor, reafirmó su posición contraria a los anhelos de libertad e independencia nacional del pueblo croata: "Gran satisfacción tuvimos, mis compañeros y yo, por haber visto a Yugoslavia. Desde luego, es el gran logro de Yugoslavia que todas las repúblicas concuerden en cuanto a los problemas que se plantean hoy, unidas en torno al presidente Tito, en la preparación de la nueva Constitución y de nuevos documentos para el Congreso de la Liga Comunista". Luego Kosygin manifestó que al volver a la Unión Soviética con su delegación diría "que habían visto a una Yugoslavia unida, vigorosa, creadora, que lucha por los intereses del socialismo, junto con todos los países socialistas". Refiriéndose a las relaciones bilaterales entre Yugoslavia y la Unión Soviética Kosygin manifestó: "No percibimos ninguna mancha oscura en estas relaciones. Estamos convencidos que nuestra amistad se está fortaleciendo dia a día; y es esto lo que transmitiré a mis compañeros, cuando vuelva a Moscú. Nuestra recíproca comprensión y confianza existen y nada las limita (Vjesnik, 29-IX-73).

En el comunicado conjunto yugoslavo-soviético fueron subrayados dichos conceptos: "Para fortalecer la confianza, comprensión recíprocas entre ambos países y ambos partidos, eran de vital importancia las conversaciones del presidente Tito y el secretario general del Partido Comunista soviético Brezhnev en Belgrado y en Moscú en 1971 y en 1972, respectivamente" (Vjesnik, 2-X-73).

Las palabras del primer ministro soviético y el comunicado conjunto, no dejan lugar a dudas. Moscú ayuda a la política servia de opresión, persecución y explotación de los croatas, albaneses y otros pueblos no servios. La Unión Soviética asume una actitud hostil hacia la lucha de los croatas por su liberación nacional y colabora activamente en la contención de los anhelos nacionales croatas. Únicamente con el sostén de la Unión Soviética los generales servios pudieron implantar y consolidar una nueva dictadura militar-policial. Por este servicio soviético, los dirigentes yugoslavos pagaron un precio muy alto, cediendo grandes ventajas económicas y bases militares. Kosygin, como el supremo tecnócrata y manager, hizo en otoño de 1973, un viaje de inspección a través de Yugoslavia, controlando los importantes centros de interés colonial soviético.

La guerra árabe-israelí de octubre demostró adónde lleva la colaboración soviético-yugoslava. Cediendo sus aeropuertos y puertos adriáticos a los soviéticos, Yugoslavia ingresa al bloque soviético y sin ser miembro formal del Pacto de Varsovia, participa en las operaciones militares al servicio de la Unión Soviética. Belgrado y Moscú están arrastrando al territorio croata a acciones bélicas y empujan a los croatas hacia un directo peligro bélico. Esa política es una de las partes integrantes de los preparativos para ajustar cuentas con Occidente y con China.

Agravamiento de la situación económica en 1973 y perspectivas para 1974

Desde que terminé este estudio, a principios de noviembre de 1973, se publicaron varios datos sobre la evolución económica en 1973 y las perspectivas para el año 1974. Se dio a publicidad el presupuesto del gobierno yugoslavo para 1974, surgió la aguda crisis de la energía eléctrica en Croacia, aumentaron el desempleo y la carestía. A renglón seguido, reseñaremos los datos importantes, destacando su alcance para la economía de Croacia.

El presupuesto federal para 1974, aprobado por resolución de la Asamblea Federal el 27 de diciembre de 1973, aumentó considerablemente y asciende a 41 mil 513 millones de dinares. Según los datos oficiales, el presupuesto para 1974, en relación con el de 1973, aumentó en 6 millones de dinares, o sea el 19%. Sin embargo, este dato no es exacto. El presupuesto originario para 1973, aprobado por la Asamblea Federal a fines de 1972, era de 30 mil millones de dinares. Por consiguiente, el aumento total para 1974 asciende a 11,5 mil millones, o sea, el 38% y no 6 mil millones, o sea, 19%.

Este incremento en el presupuesto es la fuente principal de la inflación. Todas las demás medidas de estabilización resultan inoperantes, si el presupuesto aumenta tanto. La estabilización del presupuesto estatal debería ser la primera condición de la estabilidad económica. Pero el gobierno yugoslavo procede al revés.

A las fuerzas armadas les corresponde casi la mitad de todos los egresos del presupuesto, 19 mil 559 millones de dinares (41,1%). Los gastos para las fuerzas armadas es el rubro más importante en el presupuesto oficial yugoslavo. Si bien es posible y probable que para las fuerzas armadas están previstos, en forma encubierta, otros gastos, el dato publicado testimonia qué papel y prioridad tiene el ejército en la vida política y económica de Yugoslavia. (Los datos acerca del presupuesto fueron publicados en Vjesnik del 27 y 28-XII-1973.).

También se publicaron cifras referentes a la afluencia de divisas para los primeros 11 meses de 1973 (Vjesnik, 12-1-74). Esta afluencia, en relación al mismo período de 1972, aumentó en 3% y alcanzo la suma de 2.038 millones de dólares. Esta suma se compone de las remesas obreras por el monto de 1.209 millones de dólares, del turismo 595 millones de dólares y de de 234 millones de dólares de otras fuentes.

Aumentaron especialmente las remesas obreras y los del turismo.

Pero como habíamos visto antes, este cuadro es incompleto, pues no proporciona todos los datos importantes concernientes a la balanza de pagos, es decir, a la balanza del intercambio con el exterior. En primer lugar, esos ingresos de divisas, son ingresos en bruto, de los que hay que deducir los gastos correspondientes.

Luego para componer una balanza completa de pagos con el exterior, es preciso tomar en cuenta el comercio externo de mercaderías que en 1973 arrojara un saldo negativo y deficitario. Este déficit asciende a 1.660 millones de dólares. Luego viene el pago de cuotas e intereses de las deudas contraídas y este rubro para 1973 importará probablemente alrededor de 1400 millones de dólares. Por consiguiente, la balanza real del intercambio económico de Yugoslavia con el exterior, en base a una estimación provisoria y sumaria para 1973, se presentaría en la siguiente forma (en millones de dólares):    

 

Ingresos

Egresos

Ingresos netos de divisas

2.100

---

Déficit en el comercio con mercadería

---

1.660

Pago de las deudas externas con intereses

---

1.400

Déficit en el intercambio económico con el exterior

960

---

Total

3.060

3.060

 

El déficit total del intercambio con el exterior oscilaría, en 1973, en unos 960 millones de dólares en comparación con 885 millones para 1972. Este déficit está, en parte, cubierto por el préstamo alemán (de hecho por la indemnización por los daños de guerra) y las inversiones norteamericanas en la economía yugoslava. Más, ese modo de cobertura es un engaño óptico. El carácter deficitario de las relaciones económicas de Yugoslavia. en su conjunto, se prolonga.

Ese carácter deficitario de Yugoslavia se trata de subsanar combinando diversas medidas:

1. empleando a obreros no calificados en el exterior, principalmente a aquellos no indispensables para el ejército;

2. mediante nueva ayuda económica occidental:

3. con los ingresos provenientes del turismo;

4. con la acelerada incorporación de la economía yugoslava al bloque soviético;

5. diminuyendo los gastos en divisas (las gastos para el turismo importaban en 1972 casi 220 millones de dólares).

Un saneamiento durable de las relaciones económicas con el exterior es posible únicamente con un cambio fundamental del sistema económico entero. La reciente combinación de un liberalismo económico parcial con una economía centralista, estatista y burocrática era una improvisación sin bases sólidas, sostenida mediante créditos políticos y la ayuda económica occidental. El desarrollo después de 1971 sigue el camino del estatismo y centralismo stalinistas, con la incorporación al bloque soviético. El elemento "liberal" en la economía aún sirve como un rastro de la época de una reforma económica parcial.

Dentro del espíritu de la nueva cooperación, Yugoslavia intensifica su comercio con la Unión Soviética. Lo prueba el plan para acrecentar el intercambio comercial en mil millones de dólares para 1974, en comparación con 850 millones de dólares para el año 1973 (Vjesnik, 12-1-74). La Unión Soviética se convierte en el socio más importante de Yugoslavia en el comercio exterior. Paralelamente, pese a todas las dificultades, se está forzando el envío de obreros de Yugoslavia a trabajar a la Unión Soviética. Trátase de un comienzo modesto, pero subsiste un plan a largo plazo. "En verano del año pasado unos 200 obreros de la construcción, yugoslavos, comenzaron las obras finales en el enorme complejo hotelero en Yalta", comunica el corresponsal de Vjesnik en Moscú, y según los nuevos planes en las construcciones turísticas en Sochi "pronto serían ocupados mil obreros yugoslavos" (Vjesnik, 6/7-1-74).

Periódicamente el gobierno yugoslavo lanza noticias sobre la probable y pronta convertibilidad del dinar. Hemos vista que la balanza exterior de Yugoslavia no hace posible esta convertibilidad, debido al gran déficit, mientras que en el interior hay inestabilidad económica, cuya consecuencia son la alta tasa de inflación y el alto grado de desempleo. Artificialmente puede implantarse la convertibilidad del dinar, si ciertos estados occidentales, como EE.UU. y Alemania Occidental siguen encubriendo con créditos y la colaboración "económica" los grandes déficit externos de Yugoslavia. Se puede circunscribir la convertibilidad a un área controlada de relaciones económicas con el exterior, imitando al actual "mercado libre de divisas", que en realidad representa el comercio y el control estatal de una porción de las divisas extranjeras. Para una convertibilidad sólida del dinar faltan los presupuestos básicos a largo plazo. Probablemente las noticias sobre "la pronta convertibilidad del dinar", lanzadas con premeditación, sirven, en primer lugar, para crear una atmósfera favorable para los nuevos créditos y la cooperación económica.

El notable aumento de las remesas obreras en 1973 indica que ese año salieron más obreros al exterior en busca de trabajo que en 1972. Según los datos de S. Tadic, miembro de la Presidencia del Consejo de la Federación Sindical de Croacia, la salida de los obreros de Yugoslavia a Europa Occidental aumentó en los primeros nueve meses de 1973 en un 25% en comparación con el año anterior. Según Tadic, de cada dos obreros de Yugoslavia, uno está ocupado en Alemania Occidental y de la República Socialista Croata incluso el porcentaje llega al 70%. "Si en ese país se llegara en 1974 a despedir a los obreros extranjeros, nos afectarla seriamente..." (Vjesnik, 25-XII-73).

Según las fuentes yugoslavas, en verano de 1973 trabajan en el extranjero 700.000 ciudadanos yugoslavos. Esa cifra la mencionó también Tito en sus discursos. Empero los especialistas apuntaban a cifras más altas. Así el Ing. Santner, en el semanario suizo Die Weltwoche del l6 de enero de 1974, refuta las declaraciones de Tito y escribe: "Tito dijo sólo los dos tercios de la verdad. Según estimaciones serias, en verano y otoño de 1973, había allende las fronteras de Yugoslavia no 700.000 sino cerca de 1.1 millón de croatas, eslovenos, servios y macedonios, es decir 700.000 en Alemania Federal (con mayor exactitud: 500.000 obreros registrados y 250.000 miembros de sus familias y ocupados "ilegalmente"), 190.000 en Austria, 70.000 en Francia, 25.000 en Suecia, 13.000 en Holanda, y el resto en 65 estados europeos o de ultramar. En otros términos, eso equivale al 20% de los obreros y empleados en Yugoslavia -lógicamente no los más incapaces- que viven y trabajan en el exterior". Este porcentaje del 20% no se refiere a la totalidad de la población activa, sino al sector socialista y a los obreros y empleados registrados en el sector privado. El número de los ocupados registrados en Yugoslavia en 1972 ascendía a 4.2 millones. Según el censo de la población en 1971, el total de la población activa, incluyendo a las personas que trabajan en el exterior, llegaba a 8,9 millones Esta cifra incluye también a los campesinos.

Es comprensible que el retorno de la menor parte de obreros acrecentaría el número de por sí alto de los desocupados Y originaria nuevos problemas políticos. Se teme que por lo menos unos 200.000 obreros pierdan su empleo en el extranjero y regresen a casa. Aumentaría así el ejército de 400.000 desocupados en Yugoslavia, creando una situación incómoda para las autoridades. En lugar de 300.000 soldados de Tito que trabajan en el exterior y que Yugoslavia trata de atraer, podrían volver varios centenares de miles de desocupados y desesperados que el gobierno yugoslavo teme. Ese problema se torna muy agudo especialmente en Croacia.

Esa presión de los nuevos desocupados ocurrió al mismo que la crisis energética, debido a la falta de la corriente que afecta seriamente a la economía de Croacia. Por ello las promesas de crear nuevas fuentes de trabajo en esa república son infundadas. La crisis energética no afecta a Servia, pues esa república durante la "reforma económica" había hecho grandes inversiones en las centrales eléctricas y hoy dispone de excedentes de la corriente eléctrica. Así VUS del 2-1-74 admite que la gente en Croacia se pregunta: "¿Por qué Servia tiene suficiente corriente y no hay consumidores desconectados?", y hay observaciones significativas como por ejemplo, "ellos tienen y nosotros no tenemos", "felices de ellos que disponen de Djerdap" (Ruzica Vuger: "¿Por qué Servia tiene corriente?"). En este artículo leemos: "Con la producción del año pasado de 14 mil millones de kwh Servia, en la total producción energética, participaba con el 42,8%. Sin embargo, en 1964 cuando de la energía eléctrica se ocupó cada república, Servia participaba con el 24,3% y generaba sólo 3 mil millones kwh".

Pese a esa transferencia de la Federación a la república, Servia recibió de los fondos federales para sus plantas eléctricas enormes recursos: "Puesto que como los otros se ocuparon de este problema, en Servia invirtieron para su fomento, en el plazo de cinco años, 4,7 mil millones de dinares. De ello correspondía el 44% a los recursos federales (mayormente para Djerdap), el 35% a las contribuciones legales en dicha república y al préstamo de Servia, el 5% a los recursos energéticos y a las minas de carbón, el 2% a los consumidores y el 14% a los demás arreglos (créditos bancarios, contratistas, etc.). Con ello en 1970 se logró la producción que cubrió el consumo. Incluyendo los dos años posteriores en las usinas eléctricas se han invertido 8,2 mil millones de dinares, y se creó el 'excedente de la corriente'. Hoy ZEP es no sólo la mayor asociación eléctrica sino que ocupa el primer lugar en Yugoslavia según la concentración de los medios económicos para la producción".

Esa concentración de medios será aumentada hasta 1980 mediante nuevas inversiones de cerca de 21,8 mil millones de dinares.

Un cuadro de la producción de energía eléctrica para 1972 fue publicado por cada república. Entonces Servia produjo el 42,5% de la producción total de Yugoslavia. Ese cuadro muestra que la producción energética en Croacia y Eslovenia es casi igual y algo mayor en Bosnia-Herzegovina. El porcentaje de Servia, debido a la construcción acelerada, aumenta, y el atraso de las tres provincias occidentales se acentúa. La estructura de la producción según las repúblicas en 1972 era:

Producción de la energía eléctrica

 

millones kWh

%

Servia

13.006

42,5

Bosnia-Herzegovina

5.852

19,2

Croacia

5.152

16,9

Eslovenia

5.030

16,5

Montenegro

775

2,5

Macedonia

741

2,4

Total:

30.556

100

 

Servia forma con Macedonia y Montenegro una unidad en la producción y el consumo de la energía eléctrica. Parece que Servia exporta la corriente, pero sobre el particular no hay datos publicados.

Pese al excedente de la corriente en Servia, las tres repúblicas occidentales -Bosnia-Herzegovina, Croacia y Eslovenia- no pueden recibir la corriente necesaria de Servia debido a la falta de las instalaciones necesarias. Sobre esta "solidaridad inter-republicana" escribe Vjesnik del 16 y 17-XII-1973 lo siguiente: "En la reciente conferencia de energía eléctrica de la República Socialista de Croacia, el Director General de la Comunidad Energética Yugoslava, ing. Lazar Ljubisa, admitió que Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina están aisladas de Servia y Macedonia. Únicamente el alto conducto (Bajina Basta-Titograd que totalizan 200 MW) une los dos subsistemas ... Este conducto, por razones técnicas, en los primeros nueve meses fue desconectado ni más ni menos sino 142 veces".

En el mismo artículo de Vjesnik la situación de Croacia y la política energética de la "federación" se describe en los siguientes términos: "Esta es la crisis energética más grave y más seria hasta ahora, aunque en los últimos años ya varias veces experimentamos lo que quiere decir la reducción... Todavía faltan en Croacia casi 10 millones de kWh por día, lo que representa la mayor parte del déficit eléctrico en Yugoslavia". La causa sería la falta de lluvias, es decir de agua en las hidrocentrales. Pero la causa principal reside en la falta de inversiones imprescindibles. El pronóstico de Vjesnik para el futuro es muy desfavorable. "Ahora nos dicen que en los años próximos no habrá suficiente corriente. Se puede producir en Yugoslavia de 35 a 40 mil millones de kWh por año (depende de las lluvias), pero ya en el año próximo necesitaremos 41,5 mil millones, luego cada año más. Nos enteramos también de que en Croacia el año venidero faltarán dos mil millones de kWh de la corriente eléctrica. Quién fijaba entonces la política energética para llegar a este callejón sin salida y en la misma base de la vida económica, ya que de la corriente dependemos indirectamente todos...". En el mismo artículo queda explicada la política inversionista, fijada por los órganos del gobierno central. "Resulta difícil explicar cómo se construyen tres enormes complejos de aluminio, tres grandes consumidores de la energía eléctrica, y dos de ellos progresan más que los trabajos en hidrocentrales que deben 'alimentarlos' con la energía. Asimismo cuesta explicar porqué para la construcción de las centrales y de los altos conductos no se pueden conseguir los recursos necesarios".

Hemos visto que para el fomento de la energía eléctrica en Servia se invierten enormes sumas provenientes de los fondos federales sacados mayormente de la economía croata. Esos mismos recursos faltan para promover el sector energético en Croacia. Este ejemplo evidencia que Yugoslavia sirve a los intereses de Servia en base a la explotación y expoliación de Croacia.

Brugg, Suiza, 30-I-1974

(Versión castellana B. K.)

 

 



[1] Anuario Estadístico de Yugoslavia 1973, págs. 114 y 126.

[2] Todos los guarismos para 1971 y el comercio exterior para 1972 se publican en dinares en el Anuario Estadístico de Yugoslavia 1973. Según este Anuario y la edición para 1972, figura el tipo de cambio del dólar, según el cual son calculados los importes en dinares en "el balance de relaciones con el exterior". A este propósito se utilizó el siguiente tipo de cambio del dólar: 15,00 para 1971 y 17,00 para 1972. Según este curso de cambio hemos calculado los importes en dólares en el presente trabajo.

[3] Este término es erróneo. Significa sólo el déficit de pago según esta tabla en un año, pero sin el pago de cuotas de la deuda. Estas cuotas, y probablemente una parte de intereses para la deuda externa, no están incluídas en este balance, compuesto en base al Anuario Estadístico de Yugoslavia. Según los datos publicados en la prensa nacional y extranjera, y conforme a las declaraciones de los funcionarios yugoslavos, el pago de la deuda externa y de los intereses importaba en 1971 cerca de 100 millones de dólares por mes, y en 1972 y 1973 esa suma creció. La precedente tabla refleja sólo intereses, que en 1971 ascendieron a 147 millones de dólares. Como la deuda externa en 1972 llegaba a los 4.000 millones de dólares con la cuota anual de pago de 1,3 mil millones de dólares, incluidos los intereses (Vjesnik, 10-VII-73. B. Mejovsek: Reservas de divisas, renomé y endeudamiento), los intereses de 147 mil millones apenas representaban las obligaciones normales en intereses para con el exterior (esos intereses correspondían a la deuda de 4.000 millones, contando con la tasa de intereses del 3,7%, más baja, por cierto, incluso si se toma en cuenta que la deuda era algo inferior). Pero como las fuentes yugoslavas retacean informaciones sobre el endeudamiento externo es probable que ese endeudamiento, para 1972, supere la cifra de los 4.000 millones de dólares.