STUDIA CROATICA
Año XVII – Julio – Diciembre 1976- Vol. 62-63
cultura
noticias y comentarios
documentos
necrologios
reseña de libros
"Los piratas
del aire croatas" ¿Son realmente piratas?
Las relaciones
soviético-yugoslavas después de la conferencia cumbre de Berlin en junio de
1976
Aspectos
histórico-políticos: La Segunda Guerra Mundial en los Balcanes
Nuevas
confrontaciones en Yugoslavia
¿Fue Fausto
Vrančić el primer lexicógrafo croata?
La Argentina y los "no alineados"
La tragedia de Bleiburg y los no alineados
Sobre el avión secuestrado - documentos
Los croatas luchan por su libertad
Solidaridad croata en Buenos Aires con sus connacionales
In Memoriam Prof.
Rudolf Kiszling (1882-1976)
Murió el presidente del Consejo Nacional Croata en el
exiilio
I. Sivrić,
O.F.M.: Bishop J. G. Strossmayer — New Light on Vatican I
Kvirin Vasilj: Marksizam i Kršćanstvo — El Marxismo
y el Cristianismo
Croacia y el problema de su independencia
Franjo
Nevistić
Los hechos
"Los piratas
del aire croatas", así denominaba la mayor parte del periodismo mundial a
cuatro jóvenes croatas y a una joven norteamericana, cuando el día 10 de
septiembre ppdo. desviaron por la fuerza un avión con
pasajeros de la empresa TWA de los EE.UU., obligándolo a cambiar su ruta normal
entre Nueva York y Chicago, tomar el rumbo hacia Canadá y luego a Europa, donde
en París se entregaron a las autoridades francesas. Las mismas después de
largas conversaciones con dichos jóvenes, con el capitán del avión y el
embajador norteamericano en Francia, el señor Rush, decidieron, de común
acuerdo, hacer regresar a los responsables a los Estados Unidos para ser
sometidos a la justicia.*
Todo esto es de
dominio público mundial. La empresa de esos jóvenes croatas fue ideada y
ejecutada de una manera tan espectacular que en ningún rincón del mundo quedó
sin conocerse. Cinco diarios —los más importantes del mundo- dieron una amplia
publicación a los propósitos de los secuestradores y de acuerdo con las
exigencias de estos últimos. El periodismo del resto del mundo no dejó de hacer
lo mismo.
El asunto
actualmente está en manos del Poder Judicial de los Estados Unidos. Nosotros
los croatas en todo el mundo depositamos la esperanza de que ese Poder —el más
independiente— pronunciaría un fallo justo y objetivo, adecuado a las
circunstancias que no conspiran en contra de los intereses nacionales croatas.
Consideraciones jurídico-políticas
Prescindiendo de
la naturaleza del fallo —negativa o positiva— la cuestión de la piratería o no,
queda vigente. La controversia merece ser ventilada y esclarecida,
posiblemente, desde todos los aspectos pertinentes.
¿Cómo se la puede contestar con relación a la justicia? ¿Cómo, por ejemplo, vemos nosotros los croatas, el asunto?
En principio y
teóricamente según nuestro parecer. la contestación no
es difícil. Pues, si se buscara en las disputas políticas, jurídicas y sociales
la verdad y la justicia o la medida exacta de la importancia que debería darse
a cada uno de los factores que constituyen y configuran la realidad en
cuestión, resultaría mucho más fácil asegurar la paz tanto política como social
aquí, como también en el mundo en general. Pero, y hay que lamentarlo
profundamente, la realidad no es así. En vez de la búsqueda de la verdad y la
justicia, el escenario de disputas acerca de dichos valores, se convierte en el
campo de lucha por el poder. No se busca con ahínco y la sinceridad el
equilibrio equitativo, real y justo entre los factores que son el tejido mismo
de dicha realidad y que podrían mostrarnos el inequívoco sendero hacia la
verdad que necesitamos, sino, disimulándolo, la lucha por el poder asume
posturas y actitudes de las más variadas para promover intereses propios y
sectoriales como si fuesen universales y justos. Detrás de dichas soluciones
fifticias, falsas e injustas, para suplirlas —lo que es inadmisible— es
movilizan fuerzas y armas que no resuelven nada sino que crean un clima social
tenso, cargado de violencia, tanto en manos de los más fuertes que la ejercen
"legalmente" como en la de los menos favorecidos a las que podrían
recurirr "ilegalmente".
En efecto, una
búsqueda seria, sincera y bien intencionada de dichos valores, nos llevaría a
dos clases de solución de los problemas en discusión y que son de una
importancia trascendental. Una de ellas debería ser aceptada por todos merced a
su evidencia misma de verdad y de justicia, y la otra por no poder encontrarla
con claridad y evidencia de la primera. Ambas sostendrían la paz tan deseada.
La primera por haber encontrado lo que buscábamos y la segunda por sugerirnos
un compromiso —lógico e inevitable— ya que no podemos contar, después de tantos
esfuerzos mancomunados, con el conocimiento de todos los componentes de la
realidad "histórica" del momento y descubrir en ella la solución
adecuada a la luz de la verdad y de la justicia. Mejor, pues, reconocer cierta
impotencia propia que recurrir a la violencia en conformidad con las soluciones
ficticias y sectoriales de grupos de intereses. Es en este punto donde
deberíamos aceptar el consejo racionalista —sin optar por la filosofía
racionalista— de B. Russell cuando señala: "El hábito de basar las
convicciones que la prueba autoriza, curaría la mayoría de los males que padece
el mundo".
Así el frío y
calculador espíritu británico.
Surge
inmediatamente la pregunta: ¿se puede aplicar el mismo procedimiento
experimental de Russell cuando buscamos la comprobación de la verdad y la
justicia como valores jurídico-morales? Si lo fuera posible, es de creer que no
habría tantas discusiones acerca del asunto. Ni teóricas, que se expresan en
batallas de opiniones, como tampoco prácticas que terminan en guerras de fuego.
No obstante, el
ideal no es inalcanzable. A pesar del carácter movedizo y deslizable de la
realidad cotidiana de la vida, lo esencial de todos los casos en discusión y la
mayor parte de los factores que aportan a la determinación exacta de la
historicidad y la singularidad de los mismos, no escapan a una mente recta,
esclarecida y bien intencionada. Tal es así que lo reconocen incluso hombres
que confiesan las concepciones del mundo más opuestas. Por ejemplo H. Marcuse,
si bien se opone al sistema político-social vigente en la actualidad,
especialmente al del mundo occidental por motivos y fines que no compartimos
con él, está en una perfecta armada con los jusnaturalistas de la más pura
orientación católica. Al referirse al tan discutido derecho de resistencia,
Marcuse señala: "Es un problema muy interesante saber si aquellos que
invocan para sí el derecho de la resistencia, no han croado ellos mismos el
principio en virtud del cual oponen la resistencia al derecho vigente.
En otras
palabras: ¿la invocación de un derecho de resistencia no es ya por sí relativa?
¿No se basa ella misma sabre ,una otra cosa que no
fueran los intereses particulares de un grupo? Insisto que, históricamente, no
es éste el sentido de la doctrina de resistencia, la que permanentemente
ambicionaba que la invocación al derecho de resistencia equivalía
el apelar a una instancia superior, de validez universal; a un derecho que
sobrepasa a los derechos y los privilegios definidos sólo por un grupo dado. Es
por eso que existe un vínculo muy estrecho entre el derecho de resistencia Y el
derecho natural. Pero, ustedes me contestarán que una semejante instancia no
existe. No obstante, yo creo que existe. Nosotros no la denominamos más como
derecho natural, pero cuando actualmente decimos: lo que justifica nuestra
resistencia (...) es más que un interés relativo de un grupo particular (...) y
bien crear que lo que decimos se puede demostrar. Cuando nosotros invocamos el
derecho de los hombres a la paz, el derecho de la humanidad a la abolición de
la explotación y la opresión, no se trata de los intereses especiales de un
grupo (...) sino de un interés general, cuya universalidad se puede
demostrar". (H. Marcuse: La fin de l'utopia, Neuchatel, 1968. pág. 75).
Resulta pues
evidente, a pesar de Ias diferencias existentes entre Ias orientaciones de B.
Russell y de H. Marcuse, como cierta y plenamente aceptable la opinión de los
dos acerca de la demostrabilidad del derecho y la justicia como valores morales
de la sociedad humana. Si hay una opresión político-social en un determinado
lugar, si hay explotación económica, allí hay injusticia, allí hay lugar para
la invocación al derecho superior, a la instancia más alta que deben ser
decisivos en el conflicto entre el derecho positivo que ampara la opresión y la
explotación, y el derecho de resistencia que se le opone; entre el derecho
vigente y el derecho natural.
Rebasaría los
límites del presente artículo Y las intenciones del autor, entrar en la
historia y la validez del derecho natural y el positivo como también en las
controversias que vienen suscitando a través de los siglos. Además de
alejanrnos del caso concreto que nos ocupa, podría llevarnos al corazón mismo
de disputas que, a veces, más confunden que esclarecen el problema. Se trata de
disputas y discusiones entre dos escuelas extremas —la jusnaturalista y la
positiva— reclamando la primera los derechos inalienables del hombre basados
ontológicamente en el inalterable ser humano, y la segunda que postula la
seguridad político-social inclinándose peligrosamente hacia la voluntad, no
siempre imparcial, de los que ostentan el poder.
Para nuestro fin
basta decir que esta oposición entre las dos escuelas, sí se analiza bien y se
ahonda el derecho en su totalidad y pregunta por el último fondo de su validez,
una verdadera oposición en este sentido no existe. Basta recordar que, desde
Aristóteles, Agustín, Tomás de Aquino hasta nuestros días, este problema fue
puesto bien en claro. Por lo menos en teoría. En tal sentido, R. Marčić,
nuestro compatriota prematuramente muerto, afirma al respecto: "La
seguridad jurídica es de importancia decisiva, pero no la única y la primera.
Ella tiene preferencia sólo hasta un cierto punto en relación con los demás
aspectos: si este punto es pasado por alto, entonces la originaria cuestión
acerca del fundamento del derecho y de la validez del derecho positivo recobra
su vigor efectivo en el sentido de la incompatibilidad de las normas positivas
con el orden del derecho natural. En otras palabras, si el derecho positivo no
está amparado por el derecho natural, entonces y de acuerdo con su ser
(seinsmässig) no es derecho. Así como un Decreto que debe derivar de la Ley y
hasta encontrar su fundamento en la Constitución, así la totalidad del derecho positivo
de una comunidad debe estar íntegramente basada sobre el fundamento del derecho
natural". (...) Agustín enseña, sin equivocación, que el derecho positivo
no es derecho, si es contrario al derecho natural". (R. Marčić:
Vom Geaetzesstaat zum Richterstaat, Wien, 1957, págs. 148-9).
Para abreviar, el
problema de la validez o no de las normas positivas del derecho se plantea y
resuelve entre dos opiniones opuestas. Trasímaco fue al principio y Nietzsche
al final de la escuela positivista, voluntarista y del más fuerte, y
Aristóteles, Agustín, S. Tomás de Aquino al principio de la escuela
jusnaturalista y M. Heidegger al final de la misma. Mientras Nietzsche enuncia:
"El derecho es, la voluntad de perpetuar un causal estado de poder",
Heidegger, retrocediendo hasta las raíces mismas del derecho, agrega:
"Pero la justicia es la verdad determinada por el ser mismo de lo
existente (das Seinde)". (R. Marčić op. cit. pág. 157). Resulta
evidente la congruencia de la opinión del filósofo alemán con la de S. Tomás
Aquino cuando dijo: "Nihil potest proecipi homini contra id quod est de
iure naturali" ("Nada puede ser ordenado al hombre si es contra el
derecho natural").
El caso de la "piratería croata"
Ahora bien, ¿qué
relación tiene todo esto con la "piratería croata"? Una relación
múltiple. Están en juego los intereses y los derechos naturales del pueblo
croata, el derecho positivo yugoslavo, el derecho y el orden positivo
norteamericanos, parcialmente también el orden vigente en Canadá, Gran Bretaña
y Francia y, finalmente y sobre todo, el orden jurídico vigente internacional.
No obstante toda esta complejidad, la verdad y la justicia no son para nada
inextricables.
Es la tarea de
los tribunales examinar los pormenores de nuestro caso. Nosotros nos limitarnos
sólo a lo esencial. En efecto. todos quienes se ocupan
con sinceridad y seriamente del caso de los "piratas croatas". llegarán a la conclusión infalible de que su Declaración. esparcida por sobre los centros más importantes del mundo
libre en forma de volantes, es verídica en su totalidad, proporcionando a su
acción un fundamento legítimo contra todos los vientos y mareas. En un párrafo
de dicha Declaración se señala: "De un modo inventado se hace disminuir
sistemáticamente el número del pueblo croata. Al mismo tiempo, la parte más
vital del pueblo croata está obligada a emigrar por la explotación económica,
la opresión políticas y por el terror policial. Con esta nueva forma de
genocidio se lleva a cabo continua y sistemáticamente a la destrucción del
pueblo croata". Y en otro párrafo se expresa: "Las condenas a
trabajos forzados se extienden hasta 20 años y, a menudo, se las convierte en
penas capitales. Las formas de los suplicios —innaturales, diferentes y
sangrientos— son el medio con que usulamente se tortura a los reclusos y se
obtienen "confesiones" de culpa. En caso de necesidad se los mata.
(Ver los documentos al respecto en las páginas 162 y sig. del presente volumen
de S.C.).
Preguntamos en
consecuencia: ¿pueden darse casos más claros de la lesión al derecho natural?
Teniendo presente
que en Yugoslavia no hay un poder judicial independiente, que no hay partidos
políticos excepto el comunista, que no existe la libertad de prensa; que todos
los medios de información están en manos de dicho partido comunista, ¿a quién
puede dirigirse el pueblo croata y pedir la protección de sus derechos
naturales? En los ya lejanos tiempos de la ocupación turca, nuestro pueblo
había forjado un proverbio que caracterizaba lo triste y penoso de su situación
en aquel entonces y que rezaba: "Voy al bosque, allí están los lobos; voy
al campo, allí están los turcos". Lo mismo puede decirse perfectamente
bien sobre la situación actual del pueblo croata en la Yugoslavia comunista de
Tito. En el lugar de lobos y de turcos hay que poner a los comunistas
granservios y el cuadro está perfectamente claro.
En el
"parlamento" están los comunistas granservios. Lo mismo en el
ejército, en la policía, en los medios de información, en los consejos y las
unidades de trabajo, en las fábricas y las empresas del "socialismo
autogestionario" y finalmente —última esperanza de los perseguidos—
también en los tribunales. Un callejón sin salida, un cerco lleno de insidias
mortales.
¿No es éste un
caso para dirigirnos a las Naciones Unidas? Su Carta es una especie de
Constitución de la comunidad internacional. Allí están garantizados los
"derechos humanos", "libertades fundamentales",
"derecho de la libre determinación de los pueblos". Junto con los
contratos bilaterales entre los Estados de dicha comunidad internacional, la
Carta de las U.N., la Declaración de los Derechos Humanos y la Convención sobre
el Genocidio constituyen la base de la legalidad internacional. ¿ Dirigirse, pues, a las Naciones Unidas? Y lo hacemos
durante décadas. ¿Con qué resultado? El silencio absoluto: lisa y Llanamente,
porque la misma Carta garantiza "la igualdad soberana" de todos los
Estados-miembros de dicha comunidad internacional y prohibe "intervenir en
los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni
obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo
conforme a la presente Carta..." (Ver art. 1 y 2, de la Carta).
En cuanto a la
Convención sobre Genocidio un especialista norteamericano opina, "que la
Convención toda se basa en la presunción de gobiernos virtuosos e individuos
criminales. Lo cierto es lo contrario en proporción a la extensión del
totalitarismo y del chauvinismo desenfrenados en
cualquier país. Así, la Convención es innecesaria allí donde puede ser aplicada
(el derecho de cualquier Estado civilizado tiene suficientes disposiciones
contra cualquier acto individual del tipo enumerado en la Convención) e
inaplicable allí donde puede ser necesaria. Es un insulto a le inteligencia y
por lo demás peligrosa, puesto que los defensores desvergonzados de la raison
d'Etat pueden sostener, a contrario, que los actos enumerados en la Convención
y que no son cometidos con la intención de destruir grupos humanos como tales,
son legales". (Nehemian Robertson: La Convención Sobre Genocidio,
traducción del inglés por el Dr. Natan Lerner, Buenos Aires, 1960, pág. 45).
¿Conviene, pues,
continuar dirigiéndose a las Naciones Unidas e invocar sus disposiciones
jurídicas en cuanto a la lesión a nuestro derecho natural? Recurrir a las
instituciones yugoslavas, parte indirecta del orden internacional reconocido,
para los croatas significa tener que ver con el comunismo granservio, el
verdadero responsable de las lesiones. Dirigirnos a las Naciones Unidas es
encontrarnos otra vez con el "soberano Estado" gran-servio y
comunista que soberanamente prohibe intervenir en sus asuntos internos y que
"soberanamente" decide qué es lo "esencialmente" de su
"jurisdicción interna" o no.
"Los piratas dei aire croatas" no son piratas
Vistas las
disposiciones vigentes del derecho internacional, resulta imposible ubicar más
claramente la situación del pueblo croata en la Yugoslavia comunista y el caso
de la reciente "piratería croata". Se trata, realmente, de una
situación desesperada. ¿No se trata de un caso evidente de su sagrado derecho
de resistencia? Contestar resultaría una redundancia innecesaria. ¿Pueden ,en consecuencia, los croatas recurrir a la violencia
contra su opresor? Si la usan, ¿se trata de la verdadera violencia o el uso
legítimo de la fuerza?
"La fuerza
es un poder físico. Yo realmente no sé, qué efectos morales pueden resultar de
sus efectos", decía ya Rousseau. La Yugoslavia comunista es un caso de
violencia institucionalizada. Fue creada por fuerza en su carácter de violencia
y sólo con violencia se mantiene contra la voluntad del pueblo croata. Los
líderes políticos croatas que gozaban plebiscitariamente de la confianza y los
votos de su pueblo entre las dos guerras —el Partido Campesino Croata de
Radić— fueron muertos o desterrados. Su actual presidente, el Dr. J.
Krnjević, vive en el exilio y se solidarizó públicamente junto con sus
organizaciones, con la acción humanista de "los piratas". Los
"ustasci", la fuerza más dinámica del pueblo, denigrados como
"fascistas", fueron exterminados o viven también en el exilio.
La Iglesia de
Croacia vivía en "las catacumbas" —más de 400 sacerdotes matados—
hasta 1966, cuando sobrevino una especie de reconciliación con el Vaticano,
pues éste, suponía Belgrado, podría bien servir para la rehabilitación
internacional de su régimen de persecución. En 1971 Belgrado destituyó también
al liderazgo del Partido Comunista croata, un verdadero títere del Partido
Comunista Yugoslavo de carácter hegemónico y granservio. Centenares de ellos fueron
condenados, envenenados o desaparecidos en la "oscuridad histórica".
Si el derecho,
pues, es la expresión de los intereses naturales de un pueblo y de la voluntad
basada sobre estos intereses. dónde está en la
Yugoslavia de Tito la voluntad del pueblo croata? Simplemente no existe. ¿A quién debería dirigirse el pueblo croata para proteger la
fuerza de su derecho contra el derecho de la fuerza de Belgrado. protegida por la legalidad internacional cerrada?
El
"Codex" de Hamurabi decía que éste fue el príncipe del Derecho y que
en ésta su calidad, obedeciendo a los dioses, dio al país la legislación para
"destruir a los malos y malvados" y "para que los fuertes no,
perjudicasen a los débiles". Estos últimos pueden presentarse ante la imagen
del Príncipe del Derecho, "leer mis disposiciones, escuchar mis preciosas
palabras y entonces mis disposiciones... los van a iluminar, van a ver su
derecho y su corazón se alegrará".
¿Dónde está en la
actualidad el Príncipe del Derecho? Las Naciones Unidas intentan reunirlos en
su sede —crear de muchos a uno— pero se trata de un intento malogrado. Su Carta
y la Convención sabre Genocidio no tienen la aplicación en los Estados donde
deberían tenerla. Los Estados perversos, como diría un especialista
norteamericano ya citado, proclaman sus actos de genocidio como actos legales y
someten no sólo a los individuos sino pueblos enteros a su violencia
institucionalizada, una verdadera negación del Derecho. Es por eso que los
jóvenes croatas, conscientes de la más grave lesión a sus derechos nacionales
naturales y visto que ninguna institución internacional quiere prestar atención
a sus quejas desesperadas, emprendieron un acto del "legítimo uso de la
fuerza" (Pío XII). Incluso contra los periódicos más importantes del mundo
libre, porque deseaban conseguir la publicidad más amplia de su derecho
conculcado en Yugoslavia y advertir a los mismos que son cómplices del
encubrimiento de los crímenes del régimen de Tito, guardando silencio absoluto
a pesar de tener informaciones al respecto, como lo afirma audazmente también
el Dr. G. Martínez Márquez **. ¿Quién
en consecuencia honestamente puede acusarlos coma piratas que recurren a la
violencia? "Yo nunca he dado la equivalencia a los sentimientos
humanitarios y a la no violencia. Al contrario, yo hablé de situaciones en las
que el interés de la humanidad está vinculado con el acudir a la
violencia", acota H. Marcuse.
Consideramos que
tal es la actitud de los jóvenes croatas. Pero es menester a la: vez señalar la
diferencia entre la fuerza y la violencia. La primera es moral y jurídicamente
neutral. Si es usada contra el derecho, tenemos los casos de la violencia. Si
es usada en defensa del derecho está identificada con él. En el primer caso el
hombre degrada la fuerza, en el segundo la eleva a un grado superior, dándole
el carácter de un valor moral jurídico.
Los tribunales
estadounidenses son los más independientes en el mundo actual. Los jueces no
son unos mecanismos que automáticamente aplican las normas vigentes. Se trata
de servidores de la justicia que libremente piensan y deciden después de
enterarse, de la manera más completa, de los casos que se les presentan. Es por
eso que todos los croatas del mundo y todo el mundo que tiene interés en la
verdad y la justicia, deposita su esperanza en un fallo justo de los jueces
norteamericanos. No castigarán a los que no merecen el castigo o merecen toda
la consideración humana, si no obstante deben sufrir algún castigo. Se trata de
un caso en el cual la verdad y la justicia relucen en su pleno esplendor y la
evidencia, elevados por sobre todos los intereses particulares y toda la lucha
por el poder. Estos últimos suelen enturbiar la claridad de las primeras aún
cuando se revelan espontáneamente a nuestro conocer humano, imparcial y
objetivo, como hemos señalado al comienzo de este artículo.
Si no ¿cómo
explicar la Declaración de los "no alineados", bajo el liderazgo de
Tito, donde desde Colombo, se difundia un mensaje a todos los países para que
diesen "un apoyo plena militar, moral y material a los países árabes y al
pueblo palestino que, encabezados por la Liga Palestina de Liberación, luchan
para terminar con la agresión israelí" o cuando se dice, que los pueblos
africanos tienen "el derecho a la autodeterminación y la independencia
como también a la legitimidad de su lucha para que conquisten sus derechos con
todos los medios que están a su disposición"?, como lo dice
"VUS", vocero del ocupador granservio y comunista en Zagreb del 28 de
agosto de 1976. ¿Cómo es pues que Belgrado, defensor público del uso "de
todos los medios al alcance" —incluso las armas— contra el imperialismo de
los Estados Unidos, se convierte en el acusador, cuando se intenta por parte de
los croatas algo similar contra su poder hegemónico Y de genocidio? ¿No tiene
por lo menos el poder judicial de Norteamérica el deber y la oportunidad de
aclarar el asunto?
La piratería
croata está histórica y jurídicamente tan justificada que se torna en la
defensa de los valores más excelsos no sólo del pueblo croata sino del hombre y
de los pueblos en general. Ignorarlo, constituiría un cri-men de la lesa
majestad del Derecho.
Jure Petričević, Suiza
Los comunistas europeo-occidentaes
han hecho un gran progreso hacia la independización propia frente a Moscú como
el centro del comunismo mundial. Los representantes del Partido italiano,
español y francés, Berlinguer, Carrillo y Marchais respectivamente, en la
Conferencia de los Partidos comunistas europeos, realizada los días 29 y 30 de
junio de 1976 en Berlín, han ratificado en sus declaraciones el policentrismo
comunista existente, negando la primacía y la dominación de Moscú en el
movimiento comunista mundial aceptando asimismo el pluralismo democrático en
sus respectivos países. No la primacía y la dominación de Moscú en el
movimiento comunista mundial, obstante, dichos líderes no han condenado al
imperialismo soviético en la Europa oriental si bien Berlinguer en nombre de su
Partido criticó, al margen, la intervención soviética en Checo-Eslovaquia
(1968). Tito participó también en los preparativos de dicha Conferencia,
emprendidos por los comunistas europeo-occidentales y consiguió eliminar de la
Declaración común el término "Internacionalismo proletario" por la
"cooperación internacional". Este éxito verbal contrasta enormemente
con el hecho de que Tito después de la ruptura con Stalin por primera vez
participó en Berlín en una conferencia comunista internacional bajo la tutela
soviética. Así Tito regresó al bloque europeo-oriental. Su rehabilitación
iniciada por Brezhnev en 1971 mediante el golpe de Tito contra los croatas, ha
tomado cuerpo siempre más firmemente y a pesar de sus recientes divergencias
con la causa de la "affaire" cominformista. "La
independencia" y "camino propio" en el movimiento comunista
internacional como también la "no alineación" de Yugoslavia fueron
cuestionadas así por el mismo Tito. A diferencia de Berlinguer, Carrillo,
Marchais y de Ceausescu, Tito en su declaración en dicha Conferencia de Berlín
atacó a los EE. UU. por la intensificación de los
armamentos y la vigorización de las tensiones. Su reunión con Brezhnev en un
atmósfera de amistad antes de la apertura de la Conferencia, significó un
índice claro de la iniciación de una nueva etapa de colaboración entre
Yugoslavia y la Unión Soviética, y que asimismo también marcó el incremento de
la influencia soviética en la tan llamada Yugoslavia "no alineada" y
ajena a los bloques.
I La independencia de los comunistas europeo-occidentales. El retorno de Tito al bloque soviético
La Declaración de
los jefes del comunismo italiano y español junto con la del francés —estos
últimos hasta ahora muy rezagados en su relación con Moscú sobre el reconocimiento
de un orden democrático y sobre su voluntad de colaboración con las fuerzas
democráticas sobre la base de un pluralismo—, no es sólo una pura táctica ni la
repetición del "frente popular" político que se desempeñó antaño como
"caballo de Troya" al servicio de los intereses soviéticos. Se trata
realmente de principios políticos y la denegación de la obediencia de dichos
partidos a Moscú formando parte de los documentos de sus Congresos nacionales y
las demás resoluciones que fueron tomadas recientemente.
Esta
independencia está sólo en su comienzo y se ve gravada por hipo-tecas pesadas.
Una de éstas y la más grande, es la aceptación del imperialismo soviético en la
Europa oriental sin mencionar la ausencia total de los derechos humanos en la
Rusia Soviética misma. Para dichos partidos —con excepción de las críticas
italianas contra la intervención soviética en Checo-Eslovaquia
en 1968— la cuestión de la liberación nacional y de las libertades
fundamentales humanas en la Europa oriental se ignoraron como si no existiesen.
Los comunistas europeo-occidentales no critican por nada al imperialismo y al
expansionismo soviético en el mundo. Además, queda abierta la cuestión de
dichos comunistas en cuanto a un eventual conflicto entre la NATO y el Pacto de
Varsovia. Los comunistas europeo-occidentales hacen la crítica de la NATO pero
no del Pacto de Varsovia.
Hasta ahora se
hacen los defensores de la política del bloque de Varsovia frente a Occidente.
Además, el líder de los comunistas franceses, G. Marchais, condenó hace poco al
Partido comunista chino, a sus dirigentes y su política, alistándose así del
lado soviético. Los comunistas europeo-occidentales están apoyando también la
política de opresión nacional en Yugoslavia de Tito y aceptan su fórmula de una
solución colonial de la cuestión nacional. Los mismos cubrieron con mutismo la
intervención en Croacia de los generales yugoslavos prosoviéticos en 1971,
teniendo presente el previo entendimiento Brezhnev-Tito. En la nueva e
inmimente crisis política de Yugoslavia, los comunistas del occidente europeo
tendrán la oportunidad de demostrar el grado de su independencia en la política
internacional. La posición que tomarán respecto a las exigencias de los pueblos
no servios en Yugoslavia marcará un importante sendero hacia su ulterior
comportamiento para con los pueblos del oriente europeo.
Mientras Brezhnev
en la Conferencia de Berlín repetía las tesis de su Informe ante el Congreso
partidario soviético en febrero de 1976, insistiendo sobre el
"internacionalismo proletario" al servicio de la política soviética
—este término desapareció de la Declaración final de la Conferencia de
Berlín—Berlinguer, Carrillo y Marchais delinearon la política de independencia
de sus partidos frente a la anterior central moscovita.
E. Berlinguer fue
el más radical en este sentido. Declaró que no hay y no hace falta un órgano
internacional comunista en general. Expresó además su duda acerca del valor de
conferencias similares negando incluso la necesidad de los documentos finales
de las mismas. Berlinguer declinó también el liderazgo del Partido comunista
soviético. Propicia una nueva búsqueda del camino que conduciría hacia el
socialismo en la Europa occidental y ,en estrecha
relación con esto, aceptó en principio al euricomunismo, a pesar de que este
término no es originariamente suyo. En contraste con esta clara delimitación
frente a la pretensión soviética de liderazgo en el movimiento comunista
internacional, las declaraciones de Berlinguer acerca de la política interna
italiana resultan mucho menos claras no pudiéndose distinguir qué es táctica y
qué la política principista. Por eso tienen poco peso sus declaraciones sobre
la garantía de las libertades individuales y colectivas, acerca del pluralismo
y la posibilidad del cambio de las mayorías, sobre la autonomía sindical, la
libertad religiosa, de la cultura, la ciencia, el arte, etc. La declaración de
Berlinguer referente al res-peto de Italia de las
obligaciones internacionales especialmente concernientes al cambio unilateral
del equilibrio estratégico entre el Pacto de Varsovia y la NATO, está en
contraste abierto con la política de los comunistas italianos practicada hasta
ahora.
S. Carrillo,
líder del comunismo español, pintó emocionalmente su adhesión anterior a la
nueva Iglesia de Moscú, como también su actual denegación de obediencia a la
"Roma roja", ensalzando sus errores. Resulta interesante también el
llamamiento de Carrillo dirigido a Moscú para que retirara sus tropas de los
países extranjeros. No se trata de un nuevo llamamiento v parte de la supuesta
retirada de los efectivos norteamericanos de Europa, lo que destruiria, en las
condiciones presentes, el equilibrio a favor de la Unión Soviética; Carrillo
debe darse cuenta clara acerca de las consecuencias al respecto.
El jefe de los
comunistas franceses G. Marchais repitió la necesidad de omitir el término
"dictadura del proletariado" y en su lugar hizo énfasis sobre su ya
conocida parábola acerca de la realización del socialismo en Francia bajo la
bandera tricolor francesa. El se unió también a la opinión de Berlinguer y de
Carrillo en cuanto al no reconocimiento de un centro internacional cornunista y
la utilidad de Conferencias de aquel tipo. Pero su ataque contra la nueva
concepción de la estrategia francesa dentro del cuadro de la defensa de Europa
favorece la política de expansión y dominación soviéticas .
Por cuanto pues
estas declaraciones de los comunistas europeos occidentales, pueden parecer
audaces y de largo alcance, ellas no constituyen algo nuevo. Con la disolución
del Cominform en 1956 Moscú abrió la puerta al proceso de liquidación del
comunismo mundial pero durante el gobierno de Kruschev fue proclamada en el
movimiento comunista internacional la primacía del interés de la superpotencia
atómica de la Unión Soviética, guiado por Moscú. En la Conferencia de los
partidos comunistas, efectuada en Moscú en 1969, se convino expresamente que no
se creaba un nuevo centro comunista mundial. Pero la insistencia soviética en
"el internacionalismo proletario" significó la subordinación de todos
a la política exterior soviética. Así trata de explicar Brezhnev el
"internacionalismo proletario" y lo propio hacen los comunistas del
occidente europeo que no se conforman con ser órganos de ejecución y el arma
ciega de la Unión Soviética en la realización de sus objetivos políticos
mundiales.
No obstante la
oposición comunista europeo-occidental, Moscú y Brezhnev están contentos con
los resultados de la Conferencia de Berlín. Después de los preparativos a lo
largo de dos años, el liderazgo soviético consiguió realizar la conferencia. Un
éxito para Moscú presenta también la común Declaración final que, sin ser
firmada por todos, fue sí aprobada por todos, y la misma favorece a la política
europea y mundial de la Unión Soviética, superpotencia atómica. Las concesiones
soviéticas, según el entender de Brezhnev y de sus colaboradóres, son
aceptables en vista de este éxito final.
A este éxito hay
que agregar la reincorporación de Tito al círculo de los Partidos comunistas,
encabezados, a pesar de todos los cambios efectuados, por la central partidaria
soviética. El supuesto éxito de Tito consistiría en que el liderazgo soviético
aceptó el principio de no intervención en los acontecimientos de países ajenos
y reconoció la independencia de los Partidos comunistas en los mismos. Pero no
hay que olvidar que ya en 1955 este principio fue aprobado por Kruschev en la
conocida Declaración de Belgrado. Este mismo principio fue ratificado por
Brezhnev, con motivo de su visita a Belgrado en octubre de 1971, en una
Comunicación final soviético-yugoslava, como también en las comunicaciones
oficiales y no oficiales. Pero, no obstante todo esto, Tito personalmente hizo
posible la intervención de Brezhnev en los asuntos internos de Yugoslavia
cuando, mediante la ayuda de los generales prosoviéticos en Yugoslavia, aplastó
el movimiento nacional croata en 1971. Brezhnev y el liderazgo soviético en
general aprobaron y apoyaron expresamente el uso de la fuerza militar contra
los croatas. (Lo mismo se repitió con motivo de la visita de Brezhnev,
efectuado en noviembre ppdo. a Belgrado. S.C.).
El retorno de
Tito al círculo de los Partidos europeos, basado en el entendimiento con
Brezhnev, significa realmente la sanción de la intervención y la influencia
soviética en Yugoslavia. Con eso, Tito en persona, preparó el camino para las
intervenciones soviéticas posteriores y para el ensanchamiento de su influencia
en Yugoslavia.
La liquidación de
la "Affaire" conformista por Tito y el nuevo entendimiento
Brezhnev-Tito marcan el comienzo de la expansión soviética vigorizada en
Yugoslavia. Tito, en el espíritu de la "solidaridad
internacionalista" con la Unión Soviética y dentro del cuadro de la
"no alineación" de Yugoslavia, legalizó en la Conferencia de Berlín
la colaboración soviética en el acontecer de Yugoslavia. La coalición
Tito-Brezhnev, forjada en 1971 en la lucha contra los croatas, fue renovada y
puesta sobre una base más amplia en 1976. Esta coalición está en contra de
ledos los pueblos de Yugoslavia, amantes de la paz, y contra los intereses de
la Europa occidental.
II — El proceso contra Dapčević. Afirmación de las fuerzas prosoviéticas
Una serie de
procesos sin importancia en 1975 y 1976 en Yugoslavia contra los
"cominformistas" está caracterizada por un importante proceso contra
el stalinista montenegrino Vlado Dapčević. El mismo proceso tuvo su
comienzo en Belgrado el 21 de junio de 1976, es decir inmediatamente antes del
comienzo de la Conferencia de los Partidos comunistas europeas en Berlín. presidida por Brezhnev y con la participación de Tito, y fue
concluido el 1 de julio, mientras el fallo fue comunicado públicamente el 5 de
julio de 1976. El reingreso de Tito en el bloque soviético fue acompañado por
una severa condena de Dapčević a la pena capital cambiada luego por
20 años de prisión. Esta condena, formalmente severa, habría tenido por
objetivo acentuar la no vacilación de Tito en la lucha contra los stalinistas
y, consecuentemente, su independencia ante Moscú. Hubo en efecto tales
interpretaciones en la prensa occidental.
El comienzo del
proceso y su terminación con la condena, a pesar del carácter secreto del
mismo, se hicieron públicos en presencia de los periodistas yugoslavos y
extranjeros. oportunidad en que Vlado
Dapčević hizo declaraciones para la prensa mundial lo que significa
realmente que Dapčević había ganado moralmente el proceso. Su ataque
público a la requisitoria del fiscal y a los jueces fue un monólogo político
muy severo contra el régimen actual de Yugoslavia lo que hace inevitable una comparación
con los múltiples procesos contra los croatas, que no tuvieron los privilegios
de Dapčević para poder formular declaraciones a la prensa mundial y
acusar al orden actual político en Yugoslavia. Un comportamiento semejante de
Dapcevič pudo suceder únicamente después de una minuciosa preparación del
escenario a favor de Dapčević. Las declaraciones de
Dapčević estuvieron dirigidas contra el régimen de Tito. contra la sociedad del "socialismo de autogestión y
contra la "no alineación de Yugoslavia", confirmando muchos indicios
de que Dapčević, muy probablemente había regresado a Yugoslavia
voluntariamente previo entendimiento con sus amigos prosoviéticos en la Liga
Comunista (It Yugoslavia, en el Ejército y el Servicio de seguridad yugoslavo.
La presencia del jefe del Partido prosoviético en Yugoslavia tendrá enorme
influencia sobre el desarrollo ulterior en Yugoslavia, porque el mismo espera
substituir la actual Liga Comunista y terminar el proceso de reincorporación de
Yugoslavia al bloque soviético, iniciado abiertamente en 1971.
En diciembre de
1975 Belgrado dio una comunicación oficial según la cual V. Dapčević
estaba recluido y fue "arrestado en territorio yugoslavo, donde
desarrollara actividades enemigas y que conta el estaba preparándose el proceso
criminal por el delito de fuga y por haber cometido actividades enemigas y
otros delitos contra el pueblo y el Estado". La prensa occidental,
evidentemente de acuerdo con algunas informaciones privadas de Belgrado,
escribió que V. Dapčević fue llevado por la fuerza de la policía
secreta yugoslava de Bucarest a Yugoslavia el día 8 de agosto de 1975. lo que creó una tensa situación entre Rumania y Yugoslavia.
Al abrirse
públicamente el proceso el 21 de junio de 1976, Dapčević negó la
veracidad de la acusatoria y declaró que no habia sido arrestado en Yugoslavia
sino que había sido atacado físicamente en Bucarest el 8 de agosto de 1975,
torturado por parte de los agentes de la policia secreta yugoslava y por la
fuerza llevado a Yugoslavia. Después de su declaración. difundida
por la prensa mundial, el proceso fue declarado secreto. La comunicación de la
condena fue pública, cuando Dapčević otra vez ante los periodistas
proclamó falso y arbitrariamente construido el proceso en su totalidad. De
acuerdo con la prensa occidental. Dapčević había dicho: "Todo lo
que se hizo aqui es ilegal. A ninguno de mis testigos les fue permitido
declarar. Ninguna prueba fue válidamente aportada. Se trata simplemente de un
crimen. Ustedes lo hicieron para hacerse serviciales con los Soviets".
Mientras Dapčević intenta aqui también distanciarse de la Rusia
Soviética, el tribunal en su justificación de la condena lo aluas de que
"actuando desde las posiciones de los "cominformistas -partidarios de
Moscú) y actuando como cabeza de las organizaciones enemigas y de otros
diferentes grupos, anhelaba destruir por la fuerza la organizaciún federativa
de nuestro país, realizar la separación de partes de Yugoslavia y llevar a
nuestro pais a la posición de dependencia de otros paises". aludiendo a la alianza con la Rusia Soviética y,
probablemente, a la rectificación de las fronteras a favor de Bulgaria. Según
Paul Yankovitch, corresponsal de "Le Monde' de Paris en Belgrado, en la
explicación de la condena se destaca que Dapčević sostenía intimos
contactos con el embajador de Albania en Bucarest y de que conversaba acerca de
la cesión de Kosovo y de una parte de Macedonia a Albania. Yankovitch relata
también rumores de la calle de Belgrado de que Dapčević tenía
contactos también con los chinos.
Tanto el
distanciamiento de Dapčević de los soviéticos como también las
acusaciones contra él por suuestas tentativas con los albaneses y conexiones
con los chinos tienen por objetivo principal desligarlo de la colaboración con
la Unión Soviética y enturbiar la situación. Al mismo tipo de propaganda
pertenecen también las tentativas de los servicios de seguridad yugoslavos para
difundir insinuaciones en el sentido de que UDBA (policía secreta yugoslava)
con la ayuda de agentes soviéticos capturó a Dapčević, porque se
había alejado de Moscú y estaba defendiendo la línea rumana. Estas
insinuaciones tienden a desmentir la interpretación de "secuestro"
contra Dapčević como una maniobra convenida entre los generales
yugoslavos prosoviéticos y Dapčević con el objetivo fijo de su
regreso al país para que, en su calidad de jefe del nuevo Partido Comunista de
Yugoslavia, se encontrara en un momento determinado en el lugar de los
acontecimientos y para que participara directamente en los mismos.
Los generales
yugoslavos prosoviéticos han conseguido que Dapčević pudiese subir
dentro de un apto escenario y declarar en el proceso mismo todo el proceder
contra él como un crimen y una mentira.
Lo más importante
es que Dapčević, jefe del Partido Comunista stalinista en Yugoslavia,
se halla en el país y que, según el momento y la necesidad, fuera puesto en
libertad para continuar con la integración de Yugoslavia en el bloque
soviético, iniciada en 1971 por Tito de común acuerdo con Brezhnev para el
golpe contra los croatas.
Las autoridades
yugoslavas publican para el público occidental informaciones sobre los procesos
a los cominformistas de donde se podrá obtener la impresión de que se ha
iniciado la más amplia lucha contra las fuerzas prosoviéticas, que los
principales enemigos del régimen y del Estado serian los cominformistas y que
entre ellos hay que colocar también a los nacionalistas croatas. Sin embargo
todos estos cominformistas condenados exçepto Dapčević, so figuras
pequeñas y sin importancia. Los hombres de importancia prosoviéticos están en
la cumbre de la Liga Comunista de Yugoslavia, en el Ejército yugoslavo y en el
Servicio de seguridad. Esta gente prosoviética importante no ha visto hasta
ahora ningún peligro como tampoco fueron removidos de sus puestos. El ministro
del Interior yugoslavo, F. Herljević, en su Informe del 20 de junio de
1976 ante el Consejo Federal (gobierno) del Congreso de Yugoslavia "numera
el nacionalismo y el liberalismo como los adversarios principales del orden
constitucional. De acuerdo con sus datos se habrían descubierto en los dos
últimos años 13 grupos ilegales, abarcando 237 personas en su totalidad.
Algunos de estos grupos actuaban desde las posiciones burocrático-dogmáticas,
según Herljević. Este número relativamente pequeño de cominformistas no
está en proporción con la fragorosa propaganda anticominformista de las
autoridades yugoslavas, destinada al público occidental. El número de los
"descubiertos" en los demás grupos es mucho más grande, de acuerdo
con informaciones oficiales, pero este fenómeno se subestima y se quiere
acallar ante el público enemiga en toda Yugoslavia, es mucho menor del número
de los arrestados sólo extranjero. Además. el total de
237 personas capturadas por la actividad política enemiga en toda Yugoslavia es
mucho menor del número de los croatas arrestados sólo en Croacia en los dos
últimos años.
III — El comamdante soviético de la Marina de Guerra en puertos yugoslavos. Tito en la conferencia de los "no alineados" en Colombo
Tito como uno de
los pocos sobrevivientes iniciadores del bloque de los "no alineados"
se presentó como el patriarca y el protector espiritual de este bloque tan
heterogéneo, reunido en la Quinta Conferencia de los "no alineados",
realizada en Colombo Sri Lanka, del 10 al 19 de agosto de 1976. A pesar de que
los 86 Estados que participaron en dicha Conferencia constituyen la mayoría de
la ONU y representan una considerable fuerza de propaganda, ni el desarrollo ni
tampoco las conclusiones de dicha conferencia mostraron unanimidad en los
problemas fundamentales. Las diferencias y contrastes entre los varios socios
de ese bloque son muy grandes. De que aquí no se trata más-que parcialmente de
los paises "no alineados", lo demuestra a lo mejor el caso de Cuba
que, mediante la intervención militar, con la ayuda soviética, llevó al poder
al actual régimen prosoviético, mientras la misma Cuba sería el país anfitrión
de la próxima, sexta Conferencia de los "no alineados", a realizarse
en La Habana en 1979.
La "no
alineación" de Tito fue mejor ilustrada durante su estadía en Colombo,
visto por los nuevos hechos que indican una estrecha colaboración de
Yugoslavia, y la Unión Soviética en el campo militar. El 18 de agosto, pues
llegó a Belgrado el comandante de la Marina de guerra soviética, almirante
Sergej Gorskov, recibido ror el Secretario federal (ministro' para la defensa
nacional general Nikolás Ljubicić y, siempre de acuerdo con TANJUG, se
entrevistó con Gorskov en "una conversación cordial v de amistad".
Acerca del fin de la visita de Gorskov TANJUG se expresó brevemente así:
"la conversación versó sobre la colaboración de dos países amigos y de sus
armadas (ejércitos). El almirante Gorskov partió el miércoles por la mañana
para realizar mina visita a nuestra Marina de guerra, conduciendo la delegación
de la Marina de guerra soviética".
La prensa
occidental, como también sus radioemisoras, conectan la visita de Gorskov con
la intensificada actividad de la Marina de guerra soviética en los puertos
yugoslavos y en el Mediterráneo en general. Antes de la visita de Gorskov, a
menudo se propalaban noticias acerca de la presencia de buques de guerra
soviéticos, camuflados o no camuflados, especialmente en ln; puertos Tivat y
Bijel en Boka Kotorska, como también en Pula en el Adriático septentrional. De
acuerdo con una ley yugoslava de 1974 relativa a la posibilidad de
reabastecimiento de los buques extranjeros los buques de guerra soviéticos,
incluyendo submarinos, entraron verias veces en puertos yugoslavos. Además, la
Unión Soviética colaboró después de 1971 con créditos para la construcción de
Astilleros adriáticos y de talleres para la Marina de guerra. El astillero
"Victor Lenac" en Martinseica, junto a Rijeka, fue también ampliado
con créditos soviéticos y la colaboración técnica, sirve actualmente a la
Marina de guerra y la mercantil soviéticas, como una base de remontaje y de
abastecimiento.
Estas bases
marítimas en Yugoslavia tienen un gran papel en el refuerzo de la flota de
guerra soviética en el Mediterráneo frente a la Sexta Flota norteamericana y la
Flota francesa en el mismo mar. La importancia de los puertos yugoslavos para
la Marina de guerra soviética consiste en su papel de apoyo directo en el
Mediterráneo en comparación con el largo viaje que hasta ahora los buques
soviéticos debían efectuar desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, Gracias a
la estrecha colaboración yugoslavo-soviética tanto politica, y económica como
militar, se ofrece por primera vez a la Unión Soviética la posibilidad de un
acceso por tierra a los puertos adriáticos a través de Hangría y Bulgaria. Con
esto se debilita y expone al peligro la posición de Occidente no sólo en el mar
sino también con el hecho de que ahora, en tiempo de paz está a disposición de
las fuerzas soviéticas la puerta de Liubljana de importancia estratégica
clásica para pasar a Italia septentrional. Los asuntos de apoyo soviéticos
aéreos y terrestres en Yugoslavia posibilitan además una intervención directa
en la solución de la crisis estatal de Yugoslavia.
El almirante
Gorskov es el creador de la moderna Marina de guerra soviética, que entró en el
Mediterráneo, el Océano Indico, el Pacífico y el Atlántico con el fin de
apoderarse de las rutas y bases marítimas mundiales. El reciente cruzar del
portaaviones soviético "Kijev" por los Dardanelos al Mediterráneo y
el Océano Atlántico hizo muy visible la creciente oposición soviética a las
fuerzas militares de los EE.UU. y de la Europa occidental. El paseo del primer
portaaviones soviético anuncia una nueva época de la Marina de guerra soviética
y de su poder ante Occidente.
La visita de
Gorskov, acerca de la cual hablábamos arriba, destaca dicha política soviética
de expansión y la importancia de los puertos adriáticos y de otras bases
militares en Yugoslavia dentro de la estrategia global soviética. El Adriático
que en las relaciones regionales es sólo un brazo del Mediterráneo, se
convierte junto con la "hinterland" económico-militar en una región
de importancia vital para el potencial soviético en confrontación con el de
América del Norte y la Europa occidental. En las costas africanas del
Mediterráneo los soviets están edificando, después de la pérdida de las bases
aéreas y marítimas egipcias, las bases en Libia, que, junto con las bases de
Yugoslavia, constituyen una estrategia orgánica de cercamiento de Occidente.
En el trasfondo
de este acontecer, la aparición de Tito en Colombo y la "no
alineación" de Yugoslavia son una verdadera farsa. A esta cuidadosamente
preparada elaboración de la colaboración militar soviético-yugoslava no
pudieron encubrirlo tampoco los procesos contra unos desconocidos
cominformistas como tampoco fueron suficientes como para dar fe de la "no
alineación" de Tito y de Yugoslavia. La escepsis y la desconfianza de
Occidente respecto de esa "no alineación" han aumentado todavía más
después de la visita de Gorskov. En cuanto a la suerte de Croacia se hace cada
vez más claro adonde tratan de llevarla los generales yugoslavos prosoviéticos
en nombre de "la no alineación", del "Socialismo
autogestionario" y de Tito.
En plena preparación
de Yugoslavia para la Quinta conferencia de los no alineados en Colombo, se
sucedieron ataques muy seguidos de las autoridades yugoslavas y de sus
periodistas al periodismo occidental, a sus corresponsales en Belgrado, a las
agencias noticiosas, la televisión y la radio. Fue puesta en movimiento una
campaña, amplia y sistemática ,contra aquellos medios
masivos de comunicación de Occidente que hasta hace poco escribían
favorablemente para el "socialismo autogestionario" yugoslavo y la
política de "no alineación" de Tito. Los más prominentes diarios
"The New York Times" y "The Washington Post", hasta hace
poco defensores muy firmes de la política exterior e interior de Tito, se
convirtieron en el blanco de la campaña de Belgrado. Las víctimas ulteriores de
la misma campaña belgradense contra los "agentes de las potencias
reaccionarias" son el renombrado semanario alemán "Der Spiegel"
como también los diarios "Frankfurter Allgemeine Zeitung" y
"Süddeutsche Zeitung", "Le Figaro" de París, el diario
inglés "The Guardian", como también "Die Presse", de Viena,
luego las agencias periodísticas UPI, Reuter y DPA, la sociedad británica de
radio y televisión BBC, el Segundo programa de la televisión alemana, etc. A
los corresponsables de la prensa occidental y de las agencias periodísticas, la
prensa yugoslava, la radio y la televisión los cubren con ofensas y
difamaciones, mientras las autoridades yugoslavas les quitan el permiso de
corresponsales. La política yugoslava de "détante" en disconformidad con
el espíritu de Helsinki, desemboca en una verdadera guerra fría.
Periódicos
occidentales, agencias y sus corresponsales, después de una moderada actitud de
abstención al comienzo, toman cada vez más abiertamente una posición desde la
cual, a diferencia con su anterior comportamiento ubican a Yugoslavia en el
círculo de los países totalitarios del tipo soviético
,destacando su actitud enemiga hacia Occidente. No hubo una
confrontación semejante entre los medios masivos de información de Occidente y
Yugoslavia desde el conflicto entre Stalin y Tito de 1948.
En este conflicto
no están metidos solamente periodistas occidentales y los medios de información
masiva. Fue tocada también la política oficial americana. El motivo para esto
fue la intervención enérgica del embajador norteamericano en Belgrano, el señor
L. H. Silberman, a favor del ciudadano norteamericano Laszlo Toth, arrestado en
1975 por supuesto espionaje en una fábrica de azúcar en Vojvodina, donde
anteriormente trabajaba y con la que su empresa en los EE.UU. mantiene
relaciones de negocio ,y condenado a siete años de
prisión. Gracias a las intervenciones del embajador Silberman, Toth, fue puesto
en libertad a fines del mes de julio de 1976. En esta oportunidad Silberman en
su declaración para el periodismo censuró severamente el proceder de las
autoridades yugoslavas respecto a Toth como también la política de enemistad de
Yugoslavia hacia los EE.UU. lo que el gobierno estadounidense pasó por alto.
Silberman sometió a una crítica aguda al Ministerio de Relaciones Exteriores de
su país con cuyos funcionarios en parte no está en buenas relaciones. Silberman
fue atacado también por la prensa yugoslava interviniendo en el conflicto el
mismo Tito, quien en su conversación con TANJUG acerca de la Quinta Conferencia
de los no alineados proclamó a Silberman en realidad como "persona no
grata". Tito contestó a Silberman y a América de la siguiente manera:
"Si, en verdad casi todos los países no alineados están expuestos a muy
grandes presiones. Ustedes ven qué clase de presión está aplicándose contra
Yugoslavia. Aquí, por ejemplo, este embajador americano en Belgrado, Silberman,
promovió en su país una campaña contra nosotros. Mirad cómo se comporta. Está
declarando que vale la pena ejercer la presión sobre Yugoslavia y está
criticando a los que piensan de otra manera a la de él. Está dictando lecciones
sobre nuestra política interna y exterior, interfiere en nuestros asuntos...
Por cierto, tales presiones no provienen del pueblo, sino solamente de ciertos
cenáculos". ("Vjesnik" del 1 de julio de 1976).
El Departamento
de Estado reaccionó más tarde contra todo esto con una declaración negando que
el embajador Silberman interviniera en los asuntos internos de Yugoslavia y que
goza de la plena confianza del presidente Ford y del secretario de Estado,
Kissinger, pero al mismo tiempo agregó que el gobierno norteamericano no
mantiene campaña alguna contra Yugoslavia sino da pruebe "del respeto
cabal a aquel país" ("Vjesnik" del 2 de agosto de 1976). Con
esto fue confirmada nuevamente la política de status quo y la división
soviético-norteamericana de Europa en una esfera occidental y otra oriental,
entre las cuales Yugoslavia constituye una "zona gris". Esta postura,
por lo demás, está en consonancia con la doctrina de Sonnenfeld. Las relaciones
americano-yugoslavas no se cambiaron esencialmente pero gracias a la actitud
pública de Silberman, están un poco enturbiadas.
El movimiento de
los buques de guerra soviéticos en los puertos yugoslavos y la visita del
comandante de la Marina de Guerra soviética, el almirante Gorskov, a Yugoslavia
no aportaron por cierto al mejoramiento de dichas relaciones sino por el
contrario, están engendrando una nueva desconfianza y crean nuevas tensiones.
Brugg, Suiza, el
27 de agosto de 1976.
¿Por qué ya no
Yugoslavia sino el Estado esloveno?
Yugoslavia es,
evidentemente, la Gran Servia
Por France Jeza (*)
La respuesta es
sencilla porque Yugoslavia no es, ni puede ser, el Estado nacional esloveno.
Tampoco puede subsistir como un Estado democrático. Dentro de poco se cumplirán
60 años desde que fue creada Yugoslavia y, de todo este tiempo, sólo unos diez
años fue una especie de democracia de pluralismo político. Nosotros los
eslovenos tuvimos allí nuestros propios partidos, sólo durante diez años, es
decir, hasta el 6 de enero de 1929. Poco después de esa fecha no fueron permitidos los partidos eslovenos, como tampoco los
croatas y, mientras tanto, los croatas no dieron gran importancia a eso como lo
hicieron los leales eslovenos. Muchos olvidan esto. Todas las organizaciones
posteriores que actuaban en Eslovenia, tenían que denominarse yugoslavas y
tenían un nombre servio, actuando en Eslovenia como una parte integrante de un
partido yugoslavo, como por ejemplo la Comunidad Radical Yugoslava o como el
Partido Nacional Yugoslavo (JRZ o JNS) con los que se unieron el Partido
Esloveno del Pueblo (Católicos) y el Partido Esloveno Liberal. Pocas saben que
en Eslovenia, desde 1929, no hubo un Partido propio esloveno sino solamente los
que tenían un carácter yugoslavo general.
Después de la
segunda guerra mundial, a su vez, se reconoce sólo el Partido Comunista
Yugoslavo, o sea, la Liga Comunista Yugoslava. Los eslovenos más jóvenes que
fueron afiliados del Partido Esloveno del Pueblo hasta el 6 de enero de 1929,
ahora tienen ya 79 años de vida. Después de esa fecha no pudieron asociarse a
ningún partido esloveno, excepto el caso de su emigración y la ulterior
asociación en algún partido esloveno en el exilio en Carintia o en la región de
Trieste.
En esos únicos y
unitarios partidos, los eslovenos fueron sólo un apéndice, provincianos: el
centro de influencia estaba en otro lugar y representaba otros intereses, que a
veces, casualmente, coincidían con los intereses eslovenos, pero normalmente
eran contrarias a los mismos, teniendo como su principal objetivo suprimir
cualquier tendencia de autonomía del puebol esloveno y de los demás pueblos no
servios en Yugoslavia. Justamente para ese fin fueron organizados.
Al 6 de enero de
1929 (la fecha de la proclamación de la dictadura personal del rey servio
Alejandro) no se llegó por casualidad. Esa decisión fue la consecuencia de
comprobar que Yugoslavia no podía subsistir como un Estado democrático.
Belgrado esperaba únicamente, mediante la dictadura, estrangular o someter los
anhelos de los eslovenos y los croatas por obtener su independencia o ejercer
su propia individualidad nacional y cultural. Se entrega a la ilusión que el
notoriamente rezagado pueblo servio ,tarde o temprano,
iba a asimilar por la fuerza a todas las demás nacionalidades de la comunidad y
de esta manera realizar su objetivo político, o sea, el objetivo de muchos de
su políticos de corta visión y enfermos de megalomanía, establecer la Gran
Servia. Esos sueños fueron la verdadera maldición que pesó sobre la primera
Yugoslavia (monárquica).
A fin de cuentas
esto provocó también su caída (1941). El ataque alemán fue solamente la
oportunidad que desencadenó los acontecimientos.
El centralismo — medio de asimilación
La desilusión de los servios por el fracaso de ése su intento de asimilación, y la ineficacia de la política gran-servia, presionaban a la joven generación intelectual servia hacia la orientación ideológica comunista que, por sí misma, propiciaba un riguroso centralismo de tipo stalinista. Detrás del comunismo servio se escondía el nacionalismo servio. El comunismo se convirtó en su nuevo caballo y la ideología comunista, en una nueva ideología de centralismo y de asimilación. Lo que no podían conseguir el hegemonismo y el chovinismo servios, debería lograr ahora el totalitarismo comunista —realizar y completar el centralismo totalitario de Estado donde el pueblo servio debería constituirse en dueño y dominar como to hace el pueblo ruso en la Unión Soviética. Esta esperanza servia es bien visible en varias actitudes y, entre ellas, está la primera Constitución comunista yugoslava que fue una mera copia de la soviética. La misma entregó en manos servias todos los instrumentos de poder que aseguró a los servios el control del Estado: el centro del mismo es otra vez Belgrado: allí se concentraron todos los órganos dirigentes, incluso la sede del Partido; el supremo comando Militar, donde el idioma servio es el único reconocido, con lo cual se está alienando a todos los jóvenes del Estado. También fue anulada la poca autonomía partidaria que se gozaba en la vieja Yugoslavia. Desde ahora puede subsistir sólo un partido, el Partido Comunista de Yugoslavia o la Liga Comunista de Yugoslavia, organizado rigurosamente como centralista en donde decide sólo la punta partidaria de Belgrado. Dentro de la pseudo-federación está asegurada a Belgrado, de antemano la mitad de los votos en todos los órganos de las más altas representaciones mediante "sus dos regiones" (Vojvodina y Kosovo) Montenegro y los representantes servios en Bosnia y Hercegovina y Croacia, donde la minoría servia tiene, en el sentido político, desproporcionalmente más palabra de lo que le corresponde. Belgrado está controlando a través de la agencia noticiosa TANJUG todas las informaciones, y éstas se difunden sólo en el idioma servio.
Yugoslavia será siempre para los eslovenos una dictadura enemiga
Es ilusorio
esperar que una "tercera" Yugoslavia fuese de otra manera. Ella sería
o una dictadura o no existiría: Yugoslavia como un Estado democrático
simplemente no es posible. Porque si fuera, la democracia debería permitir que
los. croatas y los eslovenos, posiblemente también los
macedonios, se decidiesen democráticamente por la separación y la organización
de sus propios Estados. Los croatas lo harían en un instante, si eso les fuera
posible y los eslovenos harían lo mismo. La excusa de que no todos los
eslovenos apoyan un Estado independiente, se desvanecería rápidamente, porque
el pueblo esloveno en libertad votaría lo que quiere, especialmnte si la
propaganda fuese libre e independiente. Las múltiples afirmaciones de que la
mayoría de los eslovenos desee la continuación de Yugoslavia, hoy en día son
estériles, falsas y, por cierto, mal-intencionadas, porque nunca en el curso de
la historia, tanto en el Imperio austro-húngaro, comb tampoco en la vieja o la
actual Yugoslavia, fue permitido, ni por un solo instante, que alguien pudiese
propagar en Eslovenia la idea de un Estado independiente esloveno, mientras
cada uno y en todos los tiempos podía actuar contra esta idea y asustar a la
gente con ella, pintándola como la fuente de todas las dificultades e
inconvenientes posibles, obligando a los eslovenos a aceptar a un Estado ajeno,
empeznado por Austria-Hungria hasta la vieja y la nueva Yugoslavia, sin
mencionar el tiempo entre las s dos guerras. Es un hecho que, el pueblo
eslovenós tuvo durante la última guerra la mejor posibilidad, especialmente en
la ilegalidad, de discutir acerca de su Estado por lo que resulta extraño que
justamente en ese tiempo tuvo su mayor difusión y afirmación la idea de un
Estado independiente esloveno. Con anterioridad, el discutir sobre esta idea,
se interpretaba, como una blasfemia, una traición política (evidentemente de un
Estado ajeno, no esloveno) la más grande que pudo imaginarse. La alternativa
por eso podría ser una tercera Yugoslavia y consistiría en lo siguiente: si
fuere democrática, debería permitir su disgregación dentro de poco o, si
quisiera impedirla, esto resultaría (quizás) posible sólo mediante una
dictadura, nueva y permanente, sea ésta servio-militar o sea totalitaria en
nombre de una nueva ideología de "unidad" y de centralismo como por
ejemplo del maoismo, sovietismo, fascismo, etc. Nosotros los eslovenos tenemos
que elegir: a Yugoslavia, que sería una dictadura permanente y necesaria y nada
más, Is el Estado esloveno independiente, que no puede ser otra cosa que la
democracia, puesto que no es posible imaginar una dictadura militar o
totalitaria dentro de un pueblo pequeño, en el que cada unjo conoce al otro y
por eso no es posible que aparezca un conductor "mítico" a lo Tito,
Stalin o Hitler y en la cual la gente despacharía, dentro de poco, a los
dirigentes de tipo Kardelj o Stane Dolanc sin mencionar a un Ribičić.
Las figuras de este tipo se mueven fácilmente en el escenario político, sólo
ahí, donde alguien las maneja con los hilos desde atrás.
Kardelj y Cía. no
pasarían el examen ni en una discusión pública, tomando la gente un vaso de
vino en un bar popular.
Prvislav Weissenberger
La Segunda Gran
Guerra (1939-1945) tiene un aspecto verdaderamente mundial, habiendo logrado
movilizar todos los recursos materiales y humanos del planeta. Los
espectaculares adelantos técnicos, que le precedieron y acompañaron, añaden
nuevos elementos a la estrategia y táctica de los combates que afectan en
creciente proporción aún a la población civil.
En cuanto al
escenario balcánico, aunque se le considere como frente "secundario" [1],
la experiencia que ofrece es aleccionadora, pues en él se registran los más
variados matices de la guerra en su forma contemporánea:
1) La guerra a la
vieja usanza, en Albania, donde Italia, al contrario de los cálculos previstos,
tenía que aguantar durante seis meses una guerra de posiciones frente al
ejército griego, que no sólo prestó una resistencia tenaz sino que tomó la
iniciativa para avanzar en Albania[2];
2) la
"guerra relámpago" de Alemania, asociada con Bulgaria, en la campaña
contra Yugoslavia y Grecia, en abril de 1941, desencadenada simultaneamente[3]
y a continuación:
3) un episodio
nuevo, y único en su genero: Ia ocupaclón de la isla Creta; en una audaz epresa
de los paracaidistas alemanes con armas ligeras, imponiéndose a la defensa de
ias fuerzas británica y griegas, aproximadamente parejas, apoyadas por la flota
británica, la que facilitó el rescate de una buena parte de los defensores[4];
4) la guerra
naval. sobresalieron en ella por su importancia la batalla
de Matapán, el 28 de marzo de 1941, en la cual la flota británica, apoyada por
portaaviones y las fuerzas aéreas, maniobrando desde Ias bases griegas, y
disponiendo de la ventaja sobre su adversario en el uso del radar, consigue, en
un combate, infligir a la marina italiana pérdidas muy elevadas, las que
difícilmente pudo subsanear en el ulterior curso de la guerra [5];
5) la guerra en
el desierto de Libia y Egipto[6],
sincronizada en parte con las operaciones en los Balcanes;
6) la guerra de
la guerrilla o partidas, en su varios matices: desde la resistencia a las
fuerzas de ocupación, bajo diferentes divisas, hasta la guerra civil en
diversas regiones balcánicas, pero de mayor desarrollo y envergadura en las
zonas adjudicadas a Italia [7]
a lo largo del Adriático —con su hinterland— y el Mar Jónico y Egeo; y por fin:
7) el cambio de
frente de los ejércitos búlgaro[8]
y rumano[9],
que se incorporan a las huestes soviéticas y marchan a la conquista del Centro
de Europa para desempeñarse en el asedio y saqueo de Viena en los últimos días
de la guerra.
No obstante la
variedad de las operaciones bélicas, es quizá más bien en el juego diplomático
donde se libran batallas por los Balcanes, imponiéndose a veces el criterio
politico por encima de las consideraciones estrictamente militares[10]
en la conducta, y viceversa.
No extraña, pues,
para tomar un ejemplo, que el prestigioso historiador militar inglés, Liddell
Hart, somete a una severa crítica los planes del primer ministro Churchill, que
llevaron a una serie de desaciertos.
"El teatro
de los Balcanes, dice Liddell Hart[11],
hacía mucho que fascinaba al Sr. Churchill, desde su aventura, audazmente
concebida pero de tan desastrosos resultados en los Dardanelos, durante la
Primera Guerra Mundial. Ahora su imaginación se sobresaltaba por la forma en
que los griegos habían resistido a Mussolini, y se llenó de ideas para dar a
Hitler un bofetón si se atrevía a meter narices en Grecia. Las ansias del Sr.
Churchill sobrepasaban las posibilidades prácticas, y daban poca importancia a
su estrechez de recursos comparados con los de Hitler".
Esta reflexión de
Liddell Hart puede servir de leitmotiv para lo que se desarrolló en el tablero
de la política británica, tendiente a arrastrar a Yugoslavia —y si es posible
aun Turquía[12] -
en el torbellino de la guerra y que ha acarreado a aquel país tantos
sufrimientos, y su corolario: el comunismo en Yugoslavia (y en Albania, por
añadidura) aunque el país no fuera ocupado por las tropas soviéticas como los
otros paises balcánicos: Bulgaria y Rumania (y Hungría).
Este hecho
excepcional exige una explicación especial, y, por lo tanto, al caso yugoslavo
habría que dedicar más atención aun a expensas de otros países en el mismo
escenario.
***
Igual que las
tres guerras anteriores que afectan a los Balcanes (en 1912, 1913 y 1914-1945),
ni la Segunda Gran Guerra ni el relativamente largo período de 30 años que nos
separa de la última conflagración, no han dado, al parecer, una solución
satisfactoria, que garantizara una paz incuestionable. Al contrario: es en este
espacio, sobre todo, donde hay latentes focos de futuros conflictos. Mas, es
siempre aventurado lanzar pronósticos, lo que, por lo demás, no es el papel del
historiador; es preferible recurrir a los antecedentes, que nos facilitarán la
comprensión de lo acaecido en esta área: lo que caracteriza Ia historia son
cambios continuados, pero a través de los cambios se arrastran elementos
constantes que influyen sobre el presente y se deslizan hacia el futuro.
***
Los Balcanes
presentan la tercera peninsula europea en el Mediterráneo. La línea divisoria
hacia el Norte es la horizontal trazada desde la desembocadura del Danubio en
el Mar Negro hasta el Golfo de Trieste en el Adriático. Los Balcanes son eI
puente entre Europa y Asia y Africa, respectivamente. A diferencia de Italia y
la Peninsulo Ibérica, que tienen fronteras cerradas hacia el resto de Europa,
en los Balcanes quedan despejados los caminos en todas las direcciones: hacia
el Este a través de las llanuras de Valaquia y Moldavia que se pierden por
Besarabia y el inmenso espacio de Ucrania. El Danubio con sus afluyentes Sava y
Drava facilitan las comunicaciones hacia el Occidente. El Morava, afluente del
Danubio desde el Sur, a lo largo de su valle abre el camino hacia el interior
de Servia, desde donde desvía la línea de ferrocarril a través de Bulgaria
hasta el Bósforo (y su continuación por el interior del Asia Menor hasta Bagdad
y Basra). En el Sur, en su fuente, el Morava se acerca al río Vardar, que
desemboca en el Golfo de Salónica (Mar Egeo).
El río Sava
formaba durante siglos la frontera entre el Imperio turco otomano y los
territorios defendidos por los Habsburgo, reyes de Hungría y Croacia y
emperadores del Sacro imperio romano-germánico.
Las regiones
montañosas al sur del Sava entre sus tributarios Una y Drina, componen las
provincias Bosnia y Herzegovina (hoy una de las seis Repúblicas de la
Federación socialista yugoslava), que son el hinterland de la extensa faja del
litoral adriático, Dalmacia, la cuna del reino medieval croata, habitada en su
98% por croatas, aunque Dalmacia durante siglos fuera sometida al dominio de
Venecia.
Este territorio
asume una gran importancia durante la Segunda Gran Guerra, pues es el. escenario de sangrientas luchas; no sólo contra las potencias
del Eje.
Aquí estallaron
conflictos entre varias facciones de la guerra civil, que continua de una u
otra forma, cuyo desenlace es difícil prever. Mas, en
el fondo, es el problema de la salida de Rusia al Mediterráneo, por conducto de
sus satélites.
***
En la Antigüedad,
los Balcanes fueron habitados por los ilirios, griegos, macedonios, tracios y
dacios y elementos celtas. El Imperio romano extendió sus fronteras hasta el
delta del Danubio. Legionarios de varias regiones, especialmente del Africa del
Norte, se quedaron de colonizadores, lo que influyó en la formación del
elemento étnico rumano, amén que lingüístico a través de posteriores
migraciones y colonizaciones, este elemento está representado en varias
comarcas balcánicas, preferentemente en las fronteras del Imperio otomano con
el Occidente[13].
En la época de
las migraciones de los pueblos, empujados desde el Este por los hunos, serán
los godos que recorrerán todos los Balcanes. Después, con los avaros, acudirán
las diferentes estirpes de la raza eslava, qúe se extenderán desde el Adriático
(croatas y eslovenos) hasta el Mar Negro y Egeo (búlgraos), quedando en el
interior los servios. La posterior invasión de los magiares separará a los
eslavos del sur de sus congéneros al Norte y Este: eslovacos, moravios, checos,
vendos y polacos.
Debido a la
partición del Imperio romano entre el Este (Constantinopla) (Roma), que data ya
del siglo IV de nuestra era, a lo largo del río Drina, la parte occidental
estará bajo la influencia de Roma, lo que adquiere mayor relieve después del
cisma en la Iglesia, en 1054, cuando todos los pueblos al este del río Drina:
servios, griegos, búlgaros y rumanos, se someterán a la Iglesia
griego-ortodoxa, con sus ramificaciones hacia Rusia, la que recibió el
cristianismo de Bizancio. Así se formarán dos civilizaciones en el Este: 1) la
bizantina del sureste europeo y 2) la bizantina rusa; las dos se enfrentan con
la civilización occidental, a la cual pertenecen en los Balcanes los croatas y
eslovenos, mientras en el Norte se enfrentan los checos, eslovacos y polacos
con los ucranianos, rusos y bielorusos.
Con la invasión
de los turcos, pueblo islámico, la situación en los Balcanes se complica aun
más desde el siglo XIV.
Los albaneses
—presumiblemente descendientes de los ilirios—, después de la muerte de su
caudillo, Jorge Castriota-Skenderbey, en 1468, el héroe de la resistencia
cristiana, pasan, en su mayor parte al Islam. igual
que una parte de los croatas en Bosnia, bajo la influencia de su respectiva
clase dominante. Vendrán a fortalecer el elemento islámico los colonizadores
turcos en Tracia y Macedonia.
Así, en el
espacio balcánico, a diferencia de las otras dos peninsulas euro-mediterráneas,
en cuanto al inventario étnico, tenemos una variedad de razas, nacionalidades, lenguas
y dialectos, religiones y confesiones, y, por ende, el inevitable choque de
diferentes civilizaciones, lo que da el tono a la historia durante y des-pués
de la emancipación de los respectivos pueblos de los imperios supranacionales.
Turquía y Austro-Hungría, respectivamente: rumanos, búlgaros, griegos,
macedonios, albaneses, montenegrinos, croatas y eslovenos.
Para completar
este cuadro abigarrado de razas y nacionalidades, no se puede prescindir de los
gitanos [14],
presentes en todas las regiones balcánicas, igual que los judíos-sefardistas [15],
que después de haber sido expulsados de España, encontraron asilo en el Imperio
turco-otomano y conservan aún su viejo idioma castellano.
***
El humanista
liberal Salvador de Madariaga[16],
agudo observador de los acontecimientos contemporáneos, que no tomó parte en la
guerra fratricida española, en su obra magistral, "España", con gran
acierto ha caracterizado la contienda que duró casi 33 meses:
"Ganaron los
extremos y España se vio desgarrada por la guerra civil más desastrosa de su
historia. La importancia internacional que llegó a alcanzar y la intervención
activa que en ella tomaron los Estados fascistas y el Estado comunista, han
tenido que oscurecer la, índole fundamentalmente española de esta guerra civil.
Sus orígenes y aspectos españoles tienen que subrayarse debidamente para
comprender en su verdadero sentido el conflicto español aun en su carácter, que
sin duda tiene de episodio de la guerra civil europea cuyo prólogo vino a
ser".
La idea de
"episodio de la guerra civil europea cuyo prólogo vino a ser" podría,
sin más, aplicarse a los Balcanes, donde nos enfrentamos con varios focos de
"guerra civil", en la que "la intervención activa que en ella
tomaren los Estados fascistas y el Estado comunista", para servirse de las
palabras de S. de Madariaga —añadiendo algunos ingredientes locales—, esto es,
precisamente, lo que hay allí metido en el juego: los intereses de las grandes
potencias que se aprovecharon de la oportunidad para arreglar sus cuentas a
expensas de los pequeños estados balcánicos, que no lograron establecer un
equilibrio de mutua conllevancia pacífica, no obstante las amargas experiencias
del pasado.
***
En la perspectiva
de más de 30 años, hay un acontecimiento que, al parecer, no fue a su tiempo
valorizado por su envergadura: la invasión italiana, seguida por una prcnta
anexión de Albania, hecho acaecido el 7 de abril de 1939, a menos de una semana
de haberse declarado el cese de fuego en España. La invasión de Albania puede considerarse,
con más justicia que la guerra de España, como el comienzo de la Segunda Gran
Guerra.
No obstante la
situación privilegiada de Italia en el pequeño Estado balcánico —de 28.748 km2
y un millón y medio de habitantes en aquel entonces—, donde Italia tenía
inversiones, combinadas con convenios de ayuda económica, militar y técnica, la
anexión representa un acto arbitrario-unilateral: la imposición de condiciones
tendientes al aplastamiento total de la soberanía de un Estado miembro de la
Sociedad de las Naciones en Ginebra, desde 1920. Albania surgió como Estado
independiente a raiz del desmoronamiento del Imperio turco en los Balcanes, en
las guerras de 1912-1913, y la independencia de Albania fue garantizada por
acuerdos internacionales anteriores a la Primera Guera Mundial[17].
Este
procedimiento de Italia iba directamente dirigido contra el principio
"Balcanes para los pueblos balcánicos", principio defendido por los
países del Pacto balcánico: Grecia, Yugoslavia, Turquía y Rumania, si bien el
Pacto fuera concertado, en primer lugar, contra las pretensiones revisionistas
de Bulgaria, pais lindante con los cuatro miembros del Pacto.
No hay que perder
de vista que también Albania, desde su creación, es un país revisionista,
aunque fuera ayudada por Austria-Hungría e Italia, en 1912-1913, para impedir
que Servia, victoriosa en las dos guerras balcánicas, se apoderara de una faja
del territorio marítimo de Albania y de tal modo consiguiera una salida al Mar
Adriático, como exponente de los intereses de Rusia en el Mediterráneo.
Servia, sin
embargo, anexionó los territorios de Kosovo y Metohija (que forman actualmente
una región autónoma dentro de Servia, una de las seis Repúblicas de la
Federación socialista yugoslava), región habitada por albaneses, quienes junto
con los que viven en la vecina Macedonia yugoslava, según el último censo, de
31 de marzo de 1971, suman 1.350.000, con una tasa de crecimiento demográfico
que es la más alta de Euroa, quizá más de 3% frente al promedio de Yugoslavia
de 1,1%. Albania, por su parte, tiene la tasa de crecimiento de 2,9%, mientras
Grecia y Bulgaria tienen sólo el 0,7%. Este dinamismo demográfico del elemento
albanés, inasimilable, es ya un problema de por sí e incluye muchas incógnitas
en cuanto al futuro.
La incursión de
Italia en los Balcanes, poniendo pie en Albania, planteaba un abierto desafio a
Grecia, país revisionista, debido a sus pretensiones en el sur de Albania,
aunque Albania, por su parte, se cree tener derecho a una porción del Epiro[18],
que fue arrebatada por Grecia a Turquía en las guerras balcánicas de 1912-1913.
La presencia de
Italia en Albania fue un ofrecimiento de respaldo a Bulgaria, cuyas
reivindicaciones territoriales eran bien manifiestas en todos los tiempos sobre
Macedonia, para recuperarla de Yugoslavia y Grecia y conseguir de tal modo la
salida al Mar Egeo; además, reclamaba la Tracia de Turquía, y Dobrudja de
Rumania.
La ocupación de
Albania coincide con un momento de suma tensión internacional; después de la
liquidación de los restos de Checo-Eslovaquia
(Bohemia-Moravia), cuando el sistema creado en Versalles e incluso el reciente
acuerdo de Munich se encuentran desahuciados y pisoteados. Toda el área, desde
el Báltico hasta el Mediterráneo está expuesta a cambios drásticos. La próxima
amenaza se dirige evidentemente hacia Polonia, el Estado tapón entre el Reich
alemán y la Unión Soviética. Rumania y Grecia tampoco se sienten seguras contra
la inminente presión desde el exterior.
La reacción
vendrá pronto por iniciativa de Inglaterra, que ve frustrados todos sus
intentos de un arreglo contractual con el Tercer Reich, y recurre a un
expediente inusitado hasta entonces en su política exterior: ofrece garantías
de seguridad no sólo a Polonia, sino —de acuerdo con Francia— también a Rumania[19]
y Grecia, el 13 de abril de 1939, a una escasa semana de la ocupación de
Albania.
Con estos
antecedentes ya resulta claro que las garantías dadas eran un aviso a los
eventuales agresores que Gran Bretaña y Francia no retrocederán ante las
próximas amenazas; así estalló la guerra por Danzing, pero el conflicto hubiera
podido igualmente producirse en torno a los Balcanes, hacia donde se dirigirá
en 1940-1941, debido al choque en las esferas de los intereses de las grandes
potencias en esta área, lo que sucedió —y hay que tener siempre presente— en
todos los conflictos de los últimos cien años, por lo menos, relacionados con
la así llamada "Cuestión de Oriente".
***
Con la apertura
del Canal del Suez, en 1869, el Mediterráneo recupera considerablemente su
posición de otrora; es la via más breve y económica hacia el Próximo y Lejano
Oriente, Australia, Nueva Zelanda y para la exploración y aprovechamiento de la
costa oriental de Africa, hasta el extremo, el Cabo de Buena Esperanza, que
abre grandes perspectivas con sus minas de oro y diamantes. Los puertos del sur
y sureste de Europa experimentan un auge considerable; conectados con nuevas
lineas de ferrocarriles, su capacidad técnica y la organización comercial,
industrial y financiera darán aún empuje vigoroso a la marina mercante,
orientada en dirección al Canal de Suez. Un reflejo de esta tendencia dinámica
de los países rivereños se hará sentir pronto y hace despertar las energías aún
tibias en las regiones balcánicas, que vivían casi al margen del progreso
industrial de los países europeos. La construcción de los ferrocarriles por
todos lados inaugura la paulatina incorporación de los recursos balcánicos a la
economía internacional.
***
Cuando Su
Majestad Apostólica Francisco José I de Habsburgo, emperador de Austria, rey de
Bohemia, rey de Hungría y Croacia, emprendió el viaje a su provincia
periférica, en el Adriático[20],
en mayo de 1875, la población de Dalmacia le aclama como rey croata, sucesor de
Držislav el Poderoso, Krešimir el Grande y Zvonimir el Clemente[21],
que por primera vez visita la cuna del reino medieval croata. En el saludo
espontáneo y vibrante de los dálmatas se expresa la despertada conciencia
nacional y el ferviente deseo de ver realizado el sueño de la unión con los
hermanos del hinterland; no sólo los que viven en Croacia y Eslavonia,
provincias autónomas bajo la dinastía de los Habsburgo, desde 1527, sino
también con los de las vecinas Bosnia y Herzegovina, pertenecientes aún al
Imperio turco-otomano.
La visita del
emperador y rey tendrá pronto resonancia en las regiones adyacentes: a los
primeros disparos de los cristianos rebeldes en Herzegovina, en el mismo año
1875, seguirán los levantamientos en los principados de Servia y Montenegro,
reprimidos con energía por los turcos, lo que provocó una fuerte reacción entre
los eslavóficos rusos imbuidos de sentimientos de solidaridad de raza y
religićn, e influyentes círculos eclesiásticos, haciendo presión sobre el
gobierno de Zar, que se vio obligado declarar la guerra a la Sublime Puerta. La
guerra ruso-turca, con el apoyo de Rumania, aunque al principio tropieza con
dificultades, resulta victoriosa y termina con la paz de San Stéfano, por la
cual se crea la Gran Bulgaria, que abarca todo el territorio étnico búlgaro, lo
que corresponde a la actual Bulgaria y la Macedonia hasta Ochrida (esta
Macedonia forma parte hoy de la Federación socialista yugoslva). Este acuerdo
bilateral ruso-turco no concuerda con la política de las grandes potencias
europeas, viendo ellas en la Gran Bulgaria el exponente de la tendencia
expansionista de Rusia y su primer paso para adueñarse de los Balcanes y
afianzarse en el Mediterráneo.
Por medición del
canciller de Alemania, el príncipe von Bismarck, las grandes potencias se
reunieron en el Congreso de Berlin, de junio a julio de 1878, donde se traza el
nuevo mapa para los Balcanes: las estipulaciones de San Stéfano en cuanto a la
Gran Bulgaria se reducen a una modesta Bulgaria independiente, quedando la región
de Rumelia aún en relación de dependencia del Sultán; Rumania obtiene su plena
soberanía, aunque se queda sin Besarabia, que fue devuelta a Rusia; Servia,
además de su completa independencia recibe territorios hacia el Este y Sur,
mientras Austria-Hungria se hace cargo de la administración de Bosnia y
Herzegovina y del Sandyacato de Novi Pazar, que separa Servia del Montenegro,
el minúsculo y pobre principado, que salió también ganando un trozo de
territorio, Turquia conse'cvó aún Macedonia, Tracia y Albania; mas, siendo
considerada el enfermo del Bósporo, alienta el mini-imperialismo de sus
presuntos herederos en los Balcanes y los disturbios allí no cesarán: surgen
guerrillas de los comitedji bulgaros, los chetniks servios y los adretes
griegos, los que no sólo luchan contra los musulmanes, éstos, los turcos y
albaneses, sino que se disputan el campo en mutuas querellas sangrientas.
El Congreso de
Berlín fue una solución a medias de la "Cuestlón de Oriente", pues
dejó en suspenso muchos problemas, los que, por fin, después del sangriento
preludio de las dos guerras bancánicas, provocaron la Primera Guerra Mundial,
que trajo la desaparición de los cuatro imperios, en su antigua forma, con sus
intereses respectivos en los Balcanes:
El Reich del
Kaiser, con su ambicioso plan de Ferrocarril Berlín-Bagdad;
La Turquía del
Sultan. que será pronto desplazado por los
nacionalistas turcos, ba la égida de Kemal Ataturk;
La Rusia del Zar,
transformada en la Unión Soviética, que renuncia, de momento, a su sueño de apoderarse
del Bćsporo; y por fin le llegó la hora al Imperio de los Habsburgo, qua
se desmoronó completamente después de haber desempeñado durante siglos el papel
de defensor de la civilización occidental; el Estado multinacional no pudo
sobrevivir la sacudida de una larga guerra en un siglo de virulentos
nacionalismos y de radicales trastornos económicos y sociales.
En el primer
capitulo de sus memorias (Sumner Welles, Hora de decisión, o. c., pág. 34), que
lleva el significativo titulo "Lo que pudo haber sido", el
subsecretario del Departamento de Estado norteamericano hace la siguiente
reflexión al respecto:
"El
desarrollo de un nacionalismo malsano en toda la Europa Central y Oriental
convenció a las grandes potencias que dominaban el Consejo de la Liga (de las
Naciones) de que no sólo deberían posponer indefinidamente el traslado de las
pablaciones, sino que deberían abandonar también todos los esfuerzos ya
iniciados para crear una federación del Danubio de carácter económico y
financiero, que habría sido la única solución para el caos económico resultante
de la desmembración del Imperio Austro-Húngaro".
Padeciendo de
complejos de inferioridad, es comprensible que los servios, rumanos y checos
—los beati posidentes agrupados en la Pequeña Entente antirrevisionista—
abrigaran el temor de que una Federación de los pueblos danubianos alentaría a
las fuerzas centrífugas tendientes a quebrar la hegemonia política de los tres
Estados plurinacionales y, por ende, pondrían fin a la explotación sistemática
de sus territorios anexionados. Así, entre otros ejemplos aleccionadores, se
explicaría el hecho notorio que los políticos servios no tenían siquiera
interés en conservar la independencia de la pequeña Austria y dieron, sin más. su conformidad al Anschluss de Austria al Tercer Reich, en
marzo de 1938, lo que impulsó y precipitó la quiebra del ordenamiento
versallesco en la cuenca del Danubio (Munich-Sudetes, Protectorado de Bohemia y
Moravia, independencia de Eslovaquia... etc.).
***
De la herencia
austro-húngara sacaren el mayor provecho Rumania y Servia[22],
pertenecientes al bando de los vencedores, al extender su dominio hacia
Centroeuropa. Mas, con ello heredaron sendas
desventajas, transformándose en estados plurinacionales. Tampoco pudieron
absorber las ventajas de las instituciones administrativas y judiciales de un
estado modelo, mientras las ventadas de orden económico, esto es, la unión
aduanera para el territorio de 53 millones de habitantes, que facilitaba la
división intranacional del trabajo y una politica de austeridad, con un signo
monetario estable, que favorecia el ahorro y las inversiones en una economía
sólida, no tienen una contrapartida en los dos estados balcánicos: Rumania con
el 70% de rumanos y Servia, transformada en Gran Servia o Yugoslavia. con sólo el 40% de servios, sufrirán en el período entre las
dos guerras continuos trastornos políticos y económicos y, al final, en
momentos de grandes decisiones. los inconvenientes de
todo el andamiaje artificial saldrán a la superficie y no podrán resistir la
primera prueba crucial.
Al llegar Hitler
al poder, en enero de 1933. nos enfrentamos con la
depresión económica mundial en su apogeo. Todos los paises del Sureste europeo.
en su carácter de productores de articulos
agropecuarios y materias primas. son sólo un 20 al 30%
de población urbana en aquel entonces, sufrirán, amén de un desempleo excesivo,
una baja en los precios de sus productos. mucho más
acentuada que la baja de los articulos manufacturadas y de importación, y en
consecuencia se registra un descenso del nivel de vida hasta un punto
alarmante.
La política
económica de Alemania. que logra superar la enorme
cesantía, consiguió también en el intercambio comercial un éxito relevante. El
comercio exterior alemán, en virtud de convenios bilaterales con los estados
balcánicos, ofreciendo precios preferenciales-politicos, y asumiendo la
obligación de asegurar un mercado permanente para las exportaciones balcánicas,
tenían su atractivo y, no cabe duda, que los políticos del Sureste, y entre
ellos preferentemente los que se daban de economistas, — se dejaban impresionar
por el nuevo trato (en esencia, un cebo con efectos corruptores!), olvidándose
y/o prescindiendo, a veces, de aquel viejo precepto, que daba ya Montesquieu[23],
dos siglos atrás (1748), que "ia buena máxima es no excluir del comercio a
ningún Estado, si no hay para ellos razones poderosas". "Menos aun
debe un Estado comprometerse a no vender sus productos más que a un solo
comprador o a una nación determinada, so pretexto que se los tomará todos a un
precio".
Así, el camino de
la dependencia económica ha despejado paulatinamente la vía para una
colaboración siempre estrecha aún en lo referente al campo politico.
Con el éxito del
Tercer Reich en la revisión de las clausulas del Tratado de Versalles,
desplazando sus fronteras a la periferia de los estados balcánicos, el sistema
de los pactos entre Yugoslavia-Checo-Eslovaquia-Rumania, la Pequeña Entente, en
su origen dirigida contra el revisionismo de Hungria —y la restar ración de los
Habsburgo— perdió su "raison d'etre".
También el otro
Pacto, entre los cuatro estados balcánicos, en su carácter de integración
regional, que ofrecía posibilidades de fecunda colaboración mutua, perdió mucho
de su valor al acercarse Yugoslavia. bajo el gobierno
de Stojadinović, 1935-1939, a las potencias del Eje[24].
El tratado de amistad ítalo-yugoslavo, el 25 de marzo de 1937, despertó
suspicacias, especialmente en Grecia y Turquía, que se veían amenazadas por
Italia, en posesión del Dodecaneso y debido a sus crecientes ambiciones en el
Mediterráneo, después de la conquista de Abisinia y la intervención activa en
España.
Además, unas
semanas antes, en enero de 1937, fue firmado un Pacto de eterna amistad entre
Yugoslavia y Bulgaria, lo que ya contribuyó a que aflojaran los lazos que unían
a la Entente Balcánica.
No hay que perder
de vista estos antecedentes, pues de otra manera no se puede comprender el
comportamiento tan ambiguo e irresoluto en los momentos en que surgieron
amenazas concretas del exterior y no se pudo jamás establecer una coordinación
de fuerzas para ofrecer una resistencia común.
En las horas de
suma tensión en Europa, el Pacto de Moscú, el 23 de agosto de 1939, dejó
perplejos a todos los estadistas del Sureste europeo y aun más en los días
siguientes, cuando se efectuó "la cuarta partición de Polonia". Había
entonces indicios más que suficientes de las inevitables revisiones en cadena
que afectarían el área balcánica.
La siguiente
primavera con la ofensiva alemana en el Oeste y el derrumbe completo de Francia
despertó el apetito de Mussolini, tan cauteloso al principio de la guerra, pero
ahora dispuesto a sacrificar a unos millares de muertos para poder sentarse en
la mesa donde se dictaría la paz. Al dirigirse, el 10 de junio de 1940, contra
sus aliados de la Primera Guerra Mundial, el Duce inaugura una serie de
desaciertos para la suerte de Italia.
Con su presencia
en Albania, en calidad ya de beligerante, siendo Italia dueña del estrecho de
Otranto, que controla la puerta del Adriático, es una amenaza permanente para
Yugoslavia y Grecia.
Al capitular
Francia, la Unión Soviética toma la iniciativa en el Este: en un ultimátum de
24 horas exige de Rumania, el 26 de junio, no sólo la entrega de Besarabia,
sino también el Norte de Bucovina (con su capital Cernovice), que nunca formó
parte del Imperio ruso[25].
Alemania no
protesta, pero Rumania se da cuenta de su total aislamiento, ya que no puede
esperar ayuda de sus aliados del Pacto Balcánico, demasiado débiles para una
confrontación con las potencias del Pacto de Moscú. A Rumania no le queda otra
salida, bajo aquellas circunstanicas, que buscar un acercamiento al Eje;
apretada, además, por el revisionismo de Hungría, solicita el amparo y acude a
la cita en Viena, el 30 de agosto de 1940, para someterse al arbitraje, pues
dentro del "nuevo orden" tiene que revisar las cuentas con Hungría,
que ya se apoyaba en el Eje. El fallo de Belvedere adjudica a Hungría una buena
porción de Transilvania (46.000 km2), a la que ella había tenido que renunciar
en el Tratado de Trianon.
Y si fuera poco
con las dos embestidas a las adquisiciones provenientes de la Primera Guerra
Mundial, aún Bulgaria hizo valer —casi simultaneamente— sus pretensiones
territoriales, consiguiendo, en virtud del Arreglo de Craiova (septiembre de
1940), la devolución de la Dobrudja meridional (7.726 km2), que le fue
arrebatada por el Tratado de Bucarest, el 10 de agosto de 1913, al terminar la
Segunda Guerra Balcánica.
Dada la revisión
de las fronteras rumanas por tres lados, la reacción popular afecta al mismo
rey Carol II, quien se ve obligado renunciar en favor de su hijo, Miguel, y
abandonar el país. El partido progermánico se siente favorecido por los
acontecimientos y el país se entrega a la merced de Hitler, quien, interesado,
en primer lugar, en los pozos de petróleo de Ploesti, no desperdiciará la
ocasión y si cuidará de ofrecer seguridades contra las eventuales incursiones
aeréas, con lo que se prepara ya la invasión alemana de los Balcanes.
La ingerencia de
Hitler en Rumania provoca en Mussolini el deseo de emular a su contrincante y
tomará la decisión irrevocable —sin dejarse influir por sus consejeros
militares y aun sin previo aviso a su aliado— de librar la guerra por su cuenta
contra Grecia. El mariscal Badoglio[26],
en sus "Memorias", destaca también el papel que tuvo en estos planes
el yerno de Mussolini: "El genio malo de esta empresa —dice Badoglio—, fue
Ciano. Cònsideraba el sector Albania-Grecia como de su exclusiva
competencia".
En una
conversación entre Mussolini y von Ribbentrop, el 19 de septiembre de 1940, en
Roma[27]
—una de las más importantes y más reveladoras de los planes balcánicos del
Eje—, el portavoz del Führer expuso la situación muy favorable, según su
criterio, para las potencias del Eje, dando a entender que se puede contar con
la próxima adhesión de España, interesada en Gibraltar y una zona en Argelia
(Orón); declaró que el Führer consideraba la guerra ya ganada, cualquiera que
pudiera ser el desarrollo futuro de los acontecimientos. Mussolini comparte la
afirmación de Hitler.
De la reunión se
desprende que Italia tenía en aquel momento más de medio millón de hombres bajo
armas en la frontera de Yugoslavia y 200.000 en Albania. Según lo explicaba
Mussolini, los griegos significarían para Italia lo que los noruegos para
Alemania antes de la acción alemana en abril. y que
seria necesario proceder a la liquidación de Grecia, pues cuando las tropas
italianas hayan progresado en Egipto, la flota británica no podría quedarse en
Alejandria y buscaria refugio en los puertos griegos.
En esta ocasión,
von Ribbentrop explicó su plan de una alianza tripartita con el Japón, que
pronto se realizaría: el Pacto Tripartito, que traerá tan funestas
consecuencias en los Balcanes (especialmente en el caso de Yugoslavia). Según
el punto de vista alemán, el Pacto tendría la ventaja de reforzar la corriente
aislacionista contra la tesis intervencionista del presidente Roosevelt, y, por
ende, habría que presentar el Pacto ante la opinión pública internacional como
un bloque mundial contra la expansión del conflicto.
El ministro del
Reich alemán declaró que Yugoslavia y Grecia pertenecían a la esfera de los
intereses italianos, pues Alemania sólo se reservaría el derecho sobre una
porción de Estiria, el distrito de Maribor, a lo que, efectivamente, se
procedió después del desmembramiento de Yugoslavia (en abril de 1941). No
obtante estas declaraciones alentadoras del mensajero de Hitler, los alemanes
preferían proceder con precaución en los asuntos balcánicos. El embajador de
Italia en Berlín, Dino Alfieri[28],
en una carta de fecha 27 de agosto (1940), dirigida al conde Ciano, interpreta
fielmente este punto: "Alemania no quiere, de momento, complicaciones en
los Balcanes que puedan constituir una peligrosa extensión del conflicto".
Cuando Alemania,
a solicitud de Bucarest, envió una misión militar a Rumania, a la cual, a
princios de octubre, seguirá una división motorizada, la reacción de Mussolini
ante el reciente éxito de Hitler, según relata Ciano en su "Diario",
fue instantánea: "Esta vez voy a pagarle con la misma moneda. Se enterará
por los periódicos de que he ocupado Grecia. Así se establecerá el
equilibrio".
Del dicho al
hecho de "ocupar Grecia" había, sin embargo, que cumplir con varios
requisitos, pues, según el informe del mariscal Badoglio[29],
bajo el supuesto que "Bulgaria entrara en guerra y mantuviese de seis a
ocho divisiones griegas, eran necesarias 20 divisiones italianas para el ataque
a Grecia. Además, era necesario acumular víveres y municiones, a causa de la
poca potencialidad de los puer-tos de Valona y Durazzo".
Hay datos
disponibles sobre la reunión con Mussolini, el 15 de octubre, en Roma, en la
que tomaron parte Ciano, el gobernador civil de Albania, Jacomini, el
gobernador militar, general Visconti-Prasca y los representantes de las tres
fuerzas armadas. El protocolo[30]
de la reunión y el mismo mariscal Badoglio, que estuvo presente, ofrecen una
descripción de cómo se tomaron decisiones históricas bajo supuestos que
carecían de fundamento, pues ninguno de ellos se cumplió (la ayuda de Bulgaria,
la esperada revolución en Grecia, el entusiasmo de los albanses por la Lucha
contra Grecia, la posibilidad del desembarque de tres divisiones en los puertos
en el Mar Jónico para emprender la marcha triunfal sobre Atenas, etc.).
Pocos días
después, el 28 de octubre de 1940, se inició la campaña contra Grecia, ya
avanzado el otoño, la temida temporada de lluvias torrenciales[31].
Hitler, que tenía
días anteriores conversaciones con Franco —muy desilusionantes, según los
apuntes redactados por su intérprete— y con el mariscal Petain, se vio
completamente sorprendido, aunque su embajador en Roma le había avisado que se
preparara la invasión de Grecia. Pensaba disuadir al Duce, proponiéndole una
entrevista, pero al llegar a la cita, el mismo día 28, se encontró con el hecho
consumado, ya que las tropas italianas en la madrugada habían atravesado la
frontera meridional a la conquista del Epiro[32].
La invasión en
aquel momento fue un pésimo servicio a la propaganda alemana, que maniobraba
con el Pacto tripartito en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados
Unidos, donde Roosevelt postulaba su reelección en la primera semana de
noviembre; ahora, con la extensión del conflicto, la propaganda se contradecía.
En la conversación Hitler - Mussolini[33],
en Florencia, lo más característico es el silencio casi completo en cuanto al
tema Grecia.
La resistencia
griega despertó fuera de la orbita del Eje gran entusiasmo —quizá más que en el
caso de Finlandia—, pero sobre todo en Servia, antigua aliada de Grecia en las
tres últimas guerras. Sin la resonancia de la heroica lucha contra el invasor
del pequeño país, que se consideraba el miembro más débil del Pacto balcánico,
no es comprensible la reacción entre los servios contra el Pacto tripartito,
que se producirá escasos seis meses después, en vísperas de la adhesión de
Yugoslavia al Pacto, el 25 de marzo de 1941, seguida por el golpe de Estado, el
27, que provocó la expedición punitiva contra Yugoslavia con todas sus
consecuencias hasta la fecha.
A fines del año,
el ejército griego había avanzado por todos los lados en Albania; por el Sur,
se acercaba a Valona, el puerto de suma importancia estratégica.
***
En el invierno de
1941, Europa vivía en la expectativa de lo que Hitler emprenderia en la próxima
primavera. Alemania tenía estacionadas sus tropas en Rumania y, dado que la
guerra ítalo-griega en Albania se agravaba, la política exterior alemana
buscaba una salida por medio de negociaciones, las que, si no resultaran
satisfactorias, abrirían el camino a las armas. Había peligro para el Eje de
que los ingleses desembarcaran en Grecia y/o intervinieran en el Bósforo. En
ambos casos, Bulgaria era una pieza importante en los cálculos de la política
alemana frente a Grecia y Turquía.
En sus apuntes,
von Ribbentrop[34]
revela que el 17 de enero de 1941 el embajador soviético en Berlín, Dekanosov,
declaró oficialmente en el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán que la Unión
Soviética consideraba como un deber suyo cuidar que en el territorio de Bulgaria
no aparecieran fuerzas armadas extrañas al país, pues tal cosa seria
considerada como un atentado centra los interesa de la Unión Soviética.
Después de largas
conversaciones preliminares, Bulgaria decidió adherirse a] Pacto tripartito, el
10 de marzo de 1941. Cuando el día siguiente, las tropas alemanas entraron en
Bulgaria, a causa de la cuestión griega, Molotov hizo saber a los alemanes que
"habían dado un paso deplorable", paso que implicaba una
"lesión" de la seguridad de la Unión Soviética y que el Gobierno
alemán no podia contar con el apoyo de la U.R.S.S. en sus manejos en Bulgaria.
Ahora llega el
turno a Yugoslavia, que puede considerarse la pieza clave en cuanto a la guerra
y su impacto perdurable en los Balcanes.
Antes de que
Bulgaria firmara el Pacto, el primer ministro de Yugoslavia, Dragiša
Cvetković, fue invitado a Alemania para entrevistarse con Hitler[35],
el 14 de febrero de 1941; con tal ocasión el Führer había pedido a Yugoslavia
mantener-se neutral en el caso de avanzar Alemania a través de Bulgaria, pues
su política exterior procuraba obtener la seguridad de la neutralidad yugoslava
por el tiempo que dure la guerra.
Después de este
encuentro empieza una campaña sistemática, por la prensa y radio, de
inspiración inglesa y/o anglófila, con la evidente finalidad de provocar una
reacción contra la política del Gobierno yugoslavo. El famoso publicista
inglés, Wickham Steed, especializado en asuntos balcánicos, en un artículo[36],
que circulaba clandestinamente en Belgrado, titulado "La guerra puede
entrar pronto en su etapa decisiva", destaca que "entretanto, el
asunto de la politica yugoslava ha pasarlo a ser no menos importante que el de
la conducta de Bulgaria. Las miras de Hitler son de aislar Yugoslavia si no
logra sobornar o intimidar al Gobierno yugoslavo para que le conceda libre
tránsito de tropas alemanas que podrían ser enviadas a ayudar a Mussolini
contra Grecia. La suerte de Yugoslavia está comprometida. ¿Seguirá ella el
valoroso ejemplo de los griegos o arriesgará toda la defensa de su independencia
y de su libertad o llegará a un arreglo con Alemania, comprometiendo su
existencia como Estado independiente y unido?"
"Si el
pueblo yugoslavo, especialmente el servio, pudiese contestar estas preguntas,
creo saber cual sería su respuesta".
"Resistiría
la presión, las amenazas y el soborno alemanes hasta el último. Lo que el
Gobierno y el Ejército yugoslavos tienen la intención de hacer es algo que no
pretendo conocer".
***
Mientras tanto,
la situación italiana en Libia tampoco registra sucesos bajo el mando del
mariscal Graziani; no tardará mucho y tendrá que retroceder ante el empuje de
las tropas británicas, reforzadas por las divisiones de Australia, Nueva
Zelanda, e India. La ofensiva del general Wavell alcanza Benghasi, consiguiendo
un gran número de prisioneros y considerable cantidad de armas y pertrechos.
Sin embargo, tiene que renunciar al avance a lo largo del Golfo de Sirta,
debido a la intromisión de los politicos, que dejan en suspenso y debilitan el
escenario en Africa, y buscan organizar la resistencia al Eje en los Balcanes,
ofreciendo promesas de ayuda a Grecia, y, en lo posible, en combinación con
Turquía y Yugoslavia[37].
El ministro de
Asuntos Exteriores, Mr. Eden, por encargo del primer ministro Churchill,
entabla negociaciones en Atenas y Ankara; a las primeras acuden también los
representantes del Estado Mayor de Yugoslavia, el 8 y el 9 de marzo[38].
En aquel momenta estaba Yugoslavia ya bajo la presión ineludible para que
firmara el Pacto, al cual ya se había adherido Bulgaria, dejando el camino
libre a las divisiones alemanas. Turquía y Yugoslavia esquivan tomar
compromisos que las conducirían declararse abiertamente hostiles a las
potencias del Eje, pero consideran el caso de defenderse, si fueran atacadas
sin provocar ellas mismas la guerra.
Grecia, por su
parte, está dispuesta a recibir ayuda de Gran Bretaña, pero bajo la condición
de que la ayuda fuera eficaz, pues de otra manera sería contraproducente y.
redundaría en graves pérdidas para Gran Bretaña, sin haber servido de provecho
a Grecia en su lucha de resistencia. En virtud del acuerdo logrado, se esperaba
el pronto desembarque de las tropas británicas en Grecia, aunque los militares
tenían dudas en cuanto al éxito de la participación británica[39],
pues quedaba pendiente la incógnita respecto a la actitud de Yugoslavia y la
suerte que la esperaba.
Alemania,
mientras tanto, estaba interesada en conseguir un éxito diplomático, atrayendo
a Yugoslavia al Pacto antes de que emprendiera sus proyectadas campañas de
primavera. Simultáneamente, Gran Bretaña recurría a la guerra sicológica,
divulgando noticias alarmantes, a través de la BBC de Londres, con el propósito
de crear una oposición al Gobierno yugoslavo, cuya política se justificaba en
aquellas circunstancias en el sentido de evitar un mal mayor, esto es, la
guerra y los sufrimientos, sin especular con el resultado final, siempre
incierto y muchas veces cargado de sospresas catastróficas.
El gran interés
que tenía Mr. Churchill en no perder de sus manos a Yugoslavia, lo revela su
telegrama el 22 de marzo, al primer ministro yugoslavo, en visperas de la firma
del Pacto, expresándole la opinión que "la derrota total y definitiva de
Hitler y Mussolini es segura. Ningún hombre prudente y de visión puede dudar de
esto en vista de los propósitos declarados de las democracias norteamericana y
británica" [40].
Unos días antes,
la prensa internacional daba a conocer que el embajador de Yugoslavia en
Washington[41]
había visitado tres veces en una semana al Departamento de Estado. Este hecho,
que quizá no haya sido debidamente ponderado, hay que relacionarlo con el
ulterior desarrollo de los eventos, pues las noticias provenientes de aquella
fuente aseguraban que la intervención norteamericana en favor de Gran Bretaña
sería incuestionable y, por lo tanto, la única salida para Yugoslavia
—"creación versallesca", que se exponía a una revisión drástica
dentro del "nuevo orden"—, para conservar su integridad de Estado
plurinacional, consistiría en no apartarse de los aliados, no obstante los
sacrificios que habría que tomar en cálculo, incluso el riesgo de una guerra.
El dilema de
Yugoslavia en aquel entonces era: ceder a las combinadas exigencias del Eje;
compartir la suerte de Rumania y Bulgaria, consideradas por Gran Bretaña ya
corno países adversarios, lo que, en esencia, equivaldría a una ocupación
pacífica, o prestar resistencia a Alemania, con pocas probabilidades de evitar
una pronta ocupación bélica. El golpe de Estado, el 27 de marzo de 1941, optó
para la segunda alternativa, provocando la guerra y el desmebramiento del país.
La descripción
que ofrece Mr. Churchill del pronunciamiento militar, que abolió la Regencia y
proclamó ai joven rey, Pedro II, mayor de edad, corresponde tan sólo
aproximadamente a los hechos y no revela toda la participación británica en
ellos: "El plan había sido, según él [42],
realizado y ejecutado por un circulo estrecho de oficiales nacionalistas
servios que se habían identificado con el verdadero sentir del pueblo". Se
entiende, desde luego, que se refiere al "pueblo servio", pues el
derrocado gobierno de coalición —con una base bastante sólida en las regiones
fuera de Servia—, que adhirió al Pacto tripartito, representaba a la mayoría de
los ciudadanos, deseosos de evitar en aquel momento cualquier aventura bélica.
Un testigo
ocular, el profesor inglés Cecil Parrott, preceptor del rey adolescente, Pedro
II, en sus memorias (The Tightrope), opina al respecto: "There would
certainly have been no coup d'etat if the British had not planned it". Mr.
Parrott pone de relieve, además, los motivos y los
propósitos de los conspiradores servios: "The conspirators were for the
most part irresponsible Serb officers, who had little sympathy for the Croats
and Slovenes, and whose obect, apart from personal ambitión, was conduct a
policy which was exclusively in the Serb interest". Citado en el artículo "Hrvatsko dozrijevanje"
(Maduración croata), publicado en el periódico semanal croata.
"Danica" (The Morning Star), Chicago, USA, Año LV, N° 36, 8 de
septiembre de 1976.
Después del golpe
de Estado estallaron en Belgrado demostraciones antialemanas. "El ministro
alemán —dice Mr. Churchill—, fue insultado públicamente y la multitud escupió
su automóvil". Según él, "la hazaña militar habia levantado una ola
de vitalidad nacional", pero se olvida siquiera aludir a un hecho
relevante, cuya exactitud fue luego comprobada, que fueron los comunistas,
además del clero servio-ortodoxo, que engrosaron las filas en los disturbios de
Belgrado; eran comunistas los principales agentes provocadores, para quienes
sólo la guerra, el caos, la destrucción del aparato estatal y la eliminación de
sus contrincantes indeseables puede ofrecer la oportunidad de implantar su
régimen sobre las ruinas de una permanente guerra civil, siguiendo fielmente
las enseñanzas de su gran maestro y apóstol: Lenin.
A Mr. Eden que
había llegado a Malta, envió Mr. Churchill[43]
instrucciones para que cambiara sus planes, al 27 de marzo: "En vista del
golpe de Estado en Servia. ahora sin duda, es el
momento de atraer a Turquía y formar un frente unido en los Balcanes..."
Se decidió que
Mr. Eden fuera a Atenas y que el general Bill fuese a Belgrado. "Era fácil
ver —lo concede el mismo Mr. Churchill— que la situación de Yugoslavia era
desesperada, a menos que todas las potencias interesadas presentaran
inmediatamente un frente común". "Había afín —dice—, para Yugoslavia
la probabilidad de descargar un golpe mortal sobre la desnuda retaguardia de
los desorganizados ejércitos italianos en Albania".
Ahora sabemos que
el mismo Hitler, habiendo decidido liquidar a Yugoslavia, que estropeó sus
planes balcánicos, avistó el peligro del frente albanés y en un mensaje a Mussolini [44],
le encomendó: "Considero necesario que usted proteja y cubre los pasos más
importantes, desde Yugoslavia a Albania, con todas las fuerzas disponibles.
Estas medidas no son para un largo lapso; sólo son medidas auxiliares
ten-dientes a evitar, por lo menos durante dós o tres semanas, que surja una
crisis".
Estaba a la vista
la "guerra relámpago" alemana contra Yugoslavia y Grecia, que
estallará el domingo, 6 de abril (de 1941), que terminó con Grecia en tres
semanas, mientras Yugoslavia capituló en 10 dias (el 17), sin haber librado
siquiera una batalla, provocando esta campaña, tan corta y pobre de eventos,
una verdadera decepción en el campo aliado.
***
¿Cómo se explica
el fracaso de un país que disponía de 30 divisiones [45]
y cuyo presupuesto de las fuerzas militares absorbía durante más de 20 años del
25 al 30% del presupuesto nacional?
En la
interpretación que dará la historiografía yugoslava, inspirada en la enseñanza
marxista-leninista, es el derrumbe de un sistema corrupto y burgués que no
estaba en condiciones de resolver los problemas de la unión de los pueblos,
dentro de un Estado plurinacional.
Yugoslavia, o el
Estado de los servios, croatas y eslovenos, surgió de la unión de Servia y
Montenegro con las regiones habitadas por los eslavos del sur y otras minorias
nacionales que formaban parte, hasta 1918, de Austria-Hungría. La Constitución
del flamante Estado, votada en la Asamblea Constituyente por simple mayoría, el
28 de junio de 1921, introdujo el centralismo, lo que sancionó la
preponderancia de los servios, que representan sólo el 40%, sobre otras
nacionalidades. Los croatas, que gozaban antes de una autonomía (asuntos de
administración interior, justicia y enseñanza; tenían, además, un ejército
territorial, con el mando en su propia lengua) se vieron postergados en el
nuevo estado; se abstuvieron casi todo el tiempo entre las dos guerras de
acudir al Parlamento de Belgrado, exigiendo la autonomía dentro de una eventual
organización federal.
Un observador
perspicaz de las relaciones internacionales balcánicas (ex ministro
plenipotenciario en Sofía) e historiador francés, René Ristelhueber (Historia
de los paises balcánicos, Ediciones Castilla S. A., Madrid, 1962, págs. 316
s.s.), interpreta acertadamente la tensa situación que se creó en el Sureste
europeo a raiz de la Primera Guerra Mundial: "Los servios no ocultaban su
intención de trasformar el conjunto de territorios reunidos en una gran ciudad,
cuyo centro nervioso sería Belgrado. Para ellos Yugoslavia era una Servia
grande centralizada. Los croatas, en cambio, deseaban la constitución de un
Estado federal en el que cada parte gozaría de completa autonomía. La oposición
de puntos de vista era completa y no podía conducir más que a un
conflicto". — "Los delegados de Croacia pretendían negociar su unión
a Servia en términos de igualdad. Pero Belgrado no estaba dispuesta
a ello. Como era de prever, los grupos de población repartidos entre cinco
soberanías diferentes —Servia, Montenegro, Austria, Hungría y Turquía—, se
daban cuenta de las serias diferencias de nivel cultural, aspiraciones e
intereses, que les separaban. Los recién llegados se quejaban de ser oprimidos
por el excesivo centralismo y la burocracia de Belgrado «Los puestos para los
servios —decían y los impuestos para nosotros». Efectivamente, como poseían más
recursos que ellos, la nueva población tenía que soportar más impuestos.
Estimaban que los fondos recogidos en las nuevas provincias se utilizaban
especialmente para mejorar el estado relativamente atrasado de Servia,
empeorado por las devastaciones de la guerra, para dotarla de carreteras y
ferrocarriles; en una palabra, para ponerla al nivel de regiones cuya economía
hasta entonces próspera, se hallaba descuidada. Sus voces se levantaban con
tanta más autoridad, cuanto estaban sólidamente agrupados alrededor de
Radić, jefe del Partido Campesino (croata), quien a causa de sus
actividades, fue encarcelado por dos veces". Una vez en libertad,
Radić emprendió una gira por Francia e Inglaterra, estableciendo contacto
con estadistas occidentales, quienes le aconsejaron que volviera a Croacia para
luchar dentro del Parlamento del Reino de los servios, croatas y eslovenos en
defensa de los intereses de su Patria. Su buena disposición de contribuir a la
pacificación y la consolidación del nuevo Estado pagó Radić con la vida,
pues un diputado servio, perteneciente a la mayoría gubernamental, mató a tiros
en plena sesión de la Asamblea nacional (Narodna Skupština), el 20 de junio de
1928, a dos diputados croatas e hirió martalmente a Radić.
Las tensiones
entre Croacia y Servia, registradas por el eminente diplomático francés,
perduran en la actualidad no obstante haber el régimen comunista adoptado una
constitución federal (seis repúblicas nacionales y dos regiones autónomas. Mas
la supervigilancia de la economía desde Belgrado, a través del sistema bancario
(especialmente la política de divisas y la distribución de las inversiones del
capital foráneo) equivale a una explotación sistemática de las regiones
periféricas en favor de Servia.
La crisis del
parlametarismo desembocó en la dictadura del rey Alejandro, en 1929, quien fue
asesinado en Marsella, el 9 de octubre de 1934, por un nacionalista macedonio.
Los comunistas, que fueron admitidos, por primera y última vez, en las
elecciones parlamentarias (para la Asamblea Constitucional, se aprovecharon
para imponer su criterio en cuanto a la organización federal del nuevo estado,
obteniendo, en 1920. 200.000 votos y 58 diputados, esto es, el 16% del total de
los vetos emitidos [46].
Ofreciendo el cebo federal, los comunistas consiguieron atraer a los macedonios
y montenegrinos (que no tenían admitidas las listas federales) y alcanzaron el
36 y el 40% de los votos respectivos, mientras en las regiones croatas los
comunistas estaban con le respaldo de sólo el 6,5% del electorado (el Partido
republicano campesino obtuvo siempre la mayoría absoluta en Croacia) y en en
Bosnia y Herzegovina, donde hay una mayoría croata entre los elementos
musulmanes y católicos, que forman juntos la mayoría absoluta, los comunistas
registraron el menor éxito en Yugoslavia. con un 5% de
la totalidad de los votos emitidos. Hay que fijarse en estos hechos, pues serán
los comunistas que penetrarán en estas regiones croatas durante la guerra para
imponer su régimen en duras luchas; tanto los croatas católicos como los
musulmanes, en defensa de su libertad e independencia, se mostraron siempre
reacios a los comunistas y siguen actualmente prestándoles la máxima
resistencia entre todas las regiones.
Debido a las
tensiones en el Centro de Europa y el peligro de que el revisionismo de los
tratados internacionales podría traer consecuencias catastróficas para la
integridad del país, la regencia, encabezada por el príncipe Pablo de
Yugoslavia, primo del asesinado rey Alejandro, hizo unos esfuerzos para atraer
a los croatas, concediéndoles el Estatuto de una autonomía, bastante modesta,
el 26 de agosto de 1939, a una escasa semana antes de que estallara la Segunda
Guerra Mundial. El anterior gobierno del Dr. Stojadinović, quien fue
destituido el 4 de febrero de 1939, confiaba en que después de Munich (sept.
1938) no habría cambios en Europa y, apoyándose en el Eje, no procedió
oportunamente para arreglar los asuntos internos. Tal contemporización
favorecía a los extremos, que no se dieron por satisfechos con el arreglo
tardío de la cuestión croata y, al estallar la campaña en los Balcanes, se
apresuraron para tomar la iniciativa y proclamar la independencia croata[47],
lo que, por cierto, fue siempre el ideal de la nación, pero en aquellas
circunstancias excepcionales traía consigo el riesgo de quedarse a la postre en
el bando de los vencidos. Esta es la tragedia de la nación croata, dentro de la
tragedia de la guerra de por sí, que aprovecharon los comunistas, que contaban,
según propias declaraciones dadas después, con sólo 12.000 miembros al estallar
la guerra (más 30.000 jóvenes; en su mayoría alumnos de la enseñanza media).
Los comunistas tenían las recetas del Frente Popular en su programa de acción;
entre ellos, había un grupo de combatientes en la Guerra civil española, que
fueron repatriados, desde Francia, bajo el patrocinio de las embajadas
soviéticas. a varias regiones de Yugoslavia. Estos
agentes comunistas serán los principales conductores de las guerrillas bajo el
disfraz de Movimiento de Liberación Nacional.
Los primeros
núcleos de resistencia se registraron en otoño de 1941 en Servia y son
dirigidos principalmente a provocar actos de sabotaje contra las lineas de
comunicaciones hacia Salónica (Ferrocarril Belgrado-Niš-Skopie).
Cuando los
alemanes, en una acción de limpieza, presionaron con energía contra los insurgentes,
los guerrilleros servios, chetniks, bajo el mando del coronel Draža
Mihajlović, se abrieran el camino por un terreno montañoso hacia el Novi
Pazar y Montenegro, mientras los partisanos, esto es, los partidarios del
comunista Tito, penetraron en Bosnia (pero ellos también tenían ya núcleos en
Montenegro. donde se habían apoderado de unos depósitos de armas). De tal
manera los dos grupos trasladaron su campo de acción al territorio croata,
provocando una verdadera guerra civil, dado el conflicto de divergentes
intereses que estaban metidos en el juego.
Los chetniks de
Mihajlović representaban la idea de la Gran Servia: propugna-ban la
organización —yugoslava de nombre, pero de hecho servia—, para asumir el. poder del país después de la victoria de los aliados.
Aprovechándose de la circunstancia de que los croatas se encontraban al lado de
las potencias del Eje, podrían los servios someterlos a sus planes
hegemonísticos de un modo aun más vigoroso que en la época entre las dos
guerras.
El general
Simović, que había dado el golpe de Estado. provocando
con ello la liquidación de Yugoslavia, ahora presidente del Gobierno yugoslavo
en exilio, en Londres, había sido, al principio, partidario de un arreglo entre
los grupos de insurgentes de Mihajlović y los partizanos de Tito, pero en
eso no tuvo éxito, debido a la oposición de los ministros servios; ellos
querían sacar el máximo provecho político y nacional-servio, respaldando
exclusivamente al grupo de Mihajlović, quien por aquel entonces gozaba de
gran prestigio entre los aliados. La consecuencia de estos conflictos fue la
formación de un nuevo gobierno yugoslavo en Londres, del cual formaba parte
Mihajlović, ahora ascendido a general de brigada, en su calidad de
ministro de Guerra. La finalidad de este nombramiento fue no sólo darle a
Mihajlović más autoridad, como representante del rey y del gobierno en los
territorios ocupados, sino también asegurarse, para el caso de la próxima
victoria de los aliados, la continuación del régimen prebélico y afianzar aún
más la preponderancia servia sobre todo el territorio de Yugoslavia.
Durante el año
1942, la principal tarea de Mihajlović fue concentrar y organizar las
fuerzas para el caso de una invasión aliada en los Balcanes, evitando conflicto
con las fuerzas de ocupación; mas, a rio revuelto y siguiendo la línea de menor
resistencia, llevó a cabo, apoyado en el suministro de armas por los italianos,
despiadada campaña de exterminio de elementos croatas en Bosnia (musulmanes y
católicos).
Los partisanos de
Tito por su parte, fieles a las instrucciones del Partido comunista y de
acuerdo con la política del Frente Popular —aplicada desde 1935 en España y
otros países—, con su táctica de guerrillas. tomaban
la iniciativa para una lucha sin cesar, no obstante los sacrificios y las
represalias a las que se exponía la población civil.
Esta diferencia
entre el concepto de la guerrilla más las maquinaciones subrepticias habían
creado aun mayor abismo entre Ios dos grupos de guerrilleros, los chetniks y
los partisanos, en vista de los planes divergentes que cada grupo, por su
parte, forjaba para el futuro.
Que los ingleses
se daban perfectamente cuenta de la situación creada por los procedimientos de
Mihajlović, lo revela uno de los documentos[48],
que no figura entre los publicados en las memorias de Mr. Churchill (La Segunda
Guerra Mundial) y que es muy significativo, en consideración de la politica que
el premier británico aplicó después, ayudando a los comunistas para instalarse
y afianzarse en toda Yugoslavia.
En una nota de
fecha 29 de marzo de 1943, enviada por Mr. Churchill al presidente del Gobierno
yugoslavo, profesor Slobodan Jovanović, de cuyo contenido, bastante
extenso, se citan a continuación algunos acápites, se dice:
"Tengo el
honor de informar a usted que el Gobierno de S. M. se siente seriamente
inquieto a causa de los recientes desarrollos de los asuntos yugoslavos, y cada
vez está más preocupado por el futuro, si no se toman las medidas
convenientes..."
"Los
informes que el Gobierno de S. M. ha recibido de su oficial de enlace ante el
general Mihajlović, como también de otras frentes, no dejan lugar a duda
de que allí no existe la mínima unión entre los diversos elementos de
resistencia y que las fuerzas del general Mihajlović, con sus chetniks por
un lado, y otras unidades de resistencia por el otro, se encuentran realmente
en una guerra civil, y que el mismo general Mihajlović está directa o
indirectamente comprometido con los ejércitos italianos en su lucha. Estos
informes fueron confirmados por el mismo general Mihajlović en su discurso
que pronunció en un mitin que tuvo lugar en un pueblo el 28 de febrero (de
1943) y sobre el cual informó el coronel Bailey, quien asistió al acto".
"El general
Mihajlović dijo en su discurso que los servios habían quedado
completamente sin amigos; que los ingleses por conveniencia de sus propios
intereses estratégicos los empujan a efectuar operaciones sin la menor
intención de ayudarlos ni- ahora ni en el futuro... y que los ingleses están
luchando al presente en Yugoslavia hasta la extinción del último
servio..." "Que está muy lejos (de ser cierto) de que el rey y el
Gobierno de Yugoslavia fueran huéspedes de los ingleses, ya que ellos son de
hecho unos prisioneros, siendo olvidados y confinados..." "...Que la
BBC (emisora inglesa) con irritante cinismo ha interrumpido su apoyo a la
sacrosanta causa de los servios..."; que la codicia aliada ha sido
satisfecha por el engaño con la anticipada e hipócrita y antiyugoslava
actuación de los partisanos, pero que los aliados han de saber que, aunque
hagan lo que hagan y amenacen cuanto quieran, no podrán disuadir a los servios
de su solemne y sagrada obligación de liquidar a los partisanos" "Que
los aliados no podrán hacer nada para que cambie su actitud para con ellos; que
sus enemigos son los partisanos, los ustashi, los musulmanes y los croatas; que
cuando liquidemos a éstos, nos dirigiremos contra los italianos y los
alemanes..."
"El Gobierno
de S. M. —destaca Mr. Churchill en su nota—, no podrá nuca justificar ante el
público británico o ante sus aliados una futura ayuda al movimiento cuyo jefe
no teme manifestar en público que sus enemigos son sus aliados (no importa si
lo son temporal o establemente) y que sus enemigos no son los alemanes y los
italianos, invasores de su tierra, sino los conciudadanos yugoslavos y, entre
ellos, en primer lugar, hombres que en estos momentos están luchando y están
dando sus vidas para liberar a su tierra del yugo de los extranjeros".
La nota termina
con la advertencia de la posibilidad de que se suspenda el apoyo a
Mihajlović, ministro de Guerra del Gobierno en exilio.
"Usted
comprenderá, estoy seguro, que si el general Mihajlović no estuviera
dispuesto a cambiar su política, tanto en lo que se refiere al enemigo italiano
como a sus conciudadanos yugoslavos, para el Gobierno de S. M. será necesario
en absoluto revisar su actual política de ayuda al general Mihajlović, sin
suspender, por supuesto, la ayuda a los otros movimientos beligerantes
yugoslavos".
En vista que las
operaciones de los aliados en el Mediterráneo entreban en una fase en que podía
considerarse inminente una ofensiva de mayor envergadura, el Comando supremo
británico en el Cercano Oriente tenía gran interés en que se estableciera una
estrecha cooperación con todas las fuerzas de la resistencia y, por ende, tomó
la decisión de apartar a Mihajlović hacia el territorio de Servia. Sin
embargo, Mihajlović, en un informe enviado al Gobierno en exilio, de junio
de 1943, protesta contra las disposiciones que tendría que limitar su acción al
área entre Belgrado y Skopie, pues esto, para él, significaba abandonar
"el resto del territorio a los comunistas, bajo el mando del delincuente
Josip Broz Tito".
El descontento de
los ingleses con los torpes manejos de Mihajlović tuvo también repercusiones
en el Gobierno yugoslavo en Londres. Para salvar a Mihajlović, en lo que
insistian los ministros servios, había forzosamente que revisar el programa
político, abandonando la política que caracterizaba a Yugoslavia entre las des
guerras, es decir, el rígido centralismo de Belgrado. Una declaración en tal
sentido, prometiendo un amplio federalismo en la estructuración nacional
después de la guerra, no tuvo éxito. Se formó otro gobierno que tampoco se
adaptó semejantes propuestas, dimitiendo después de dos semanas. Así se formó
el gobierno de funcionarios, presidido por el Dr. Purić, diplomático, en
el que Mihajlović siguió ocupando el cargo de ministro de Guerra.
Los últeriores
acontecimientos en los Balcanes se encuentran apuntados en las memorias de Mr.
Churchill.
Ya en mayo de
1943, la ayuda británica tomo otro rumbo, cuando fue enviada una misión al
cuartel del comunista Tito, de quien se sabía que no fuera solamente enemigo de
los alemanes, sino también que ostentaba enemistad para la monarquía servia, y
Mihajlović.
***
La repentina
caída de Mussolini, después de más de 20 años de régimen autoritario (octubre
1922 - julio 1943), siendo reemplazado por el mariscal Eadogiio, había ya
provocado serios trastornos en las guarniciones italianas en los Balcanes [49].
Mas, fue gracias a la siguiente capitulación de Badoglio, a los 45 días de
vacilaciones, que dio un decisivo impulso a las guerrillas en el occidental
escenario balcánico[50].
Fueron los
partisanos de Tito, en primer lugar, los beneficiarios del colapso de las
fuerzas armadas de Italia, consiguiendo en Montenegro. Albania, Novi Pazar y en
algunas partes de Croacia (Bosnia-Herzegovina. Dalmacia) considerables
cantidades de armas y pertrechos para equipar a los reclutados partidarios y
afianzar su poder aún escaso en aquel entonces.
Por cierto,
también el ejército de Croacia, desprendiéndose de la tutela italiana,
consiguió apoderarse de una buena parte del armamento italiano y estuvo en
condiciones de oponerse con éxito a los crecientes empujes de los partisanos de
Tito y de los chetniks de Mihajlović.
Tito logró. además, incorporar en sus filas un número bastante elevado
de prisioneros italianos, formando, al ejemplo de las Brigadas internacionales
en la Guerra civil española, un destacamento "Garibaldi", que tomó
parte en la lucha y registró sensibles bajas[51].
La resistencia de
Croacia, debido al hueco que se produjo por deserción italiana, adquiere mayor
importancia y no extraña que irá recibiendo apoyo de Alemania para organizar
sus tropas motorizadas, de las que antes disponia en muy escasa medida. Croacia
luchará en defensa de su libertad e independencia, al lado de las tropas
alemanas que ahora se ven obligadas a defender incluso el sector occidental de
los Balcanes, desde Creta a Trieste[52].
***
En la reunión de
los tres grandes (Roosevelt, Stalin, Churchill) en Teheran, el 1' de diciembre
de 1943, fu decidido que en interés de las relaciones interaliadas, la ayuda
para la campaña de guerrillas se otorgaría exclusivamente al Ejército del
Movimiento Nacional, esto es, al Frente Popular de Tito.
De regreso de
Teheran. Mr. Churchill paró en El Cairo, donde tuvo una entrevista con el rey
Pedro II y el Dr. Purić, presidente del gobierno yugoslavo. Con tal
ocasión solicitó que el general Mihajlović fuera alejado del gobierno,
pues, como lo ha registrado en sus memorias, la única esperanza para el regreso
al país, la que queda al rey, es que, por mediación británica y sin demora,
consiguiera un arreglo con Tito, aunque fuera provisional, y eso antes de que los
partisanos afiancen aún más su poder en el territorio liberado.
Unos cuantos
meses después, el gobierno presidido por el Dr. Subašić (ex
bano-gobernador de Croacia), tuvo el encargo de poner en práctica esas
sugerencias británicas.
Mr. Churchill
mismo estableció contacto con Tito, por correspondencia y enviando a su hijo
Randolf al cuartel de Tito[53].
La
correspondencia Churchill-Tito pertenece a la antología del "gran
engaño". Como un botón de muestra, unos acápites de la carta que recibió
Mr. Churchill [54] el
3 de febrero de 1944, la que ilustra el método de obrar en la política del
Frente Popular, manejado por los comunistas:
"En la
actualidad todos nuestros esfuerzos —dice Tito— tienden en una dirección que
es:
1) Congregar
todos los elementos patrióticos y honrados, a fin de hacer la lucha contra el
invasor más eficaz posible;
2) crear la unión
y la fraternidad de las naciones yugoslavas, que no existía antes de la guerra,
y cuya falta causó la catástrofe del país;
3) crear condiciones para establecer un Estado en que todas las
naciones de Yugoslavia se sientan dichosas y que sea una Yugoslavia
verdaderamente democrática, una Yugoslavia federal".
Mr. Churchill
confirma la carta; está de acuerdo con el programa de Tito y "sin duda
—dice— tendrá usted el apoyo del Gobierno de S. M. en todo esto".
Después de 30
años tenemos una visión más clara[55]
de la manera como se desenvolvió el Movimiento de Liberación Nacional bajo el
cual se disfrazaba —y sigue disfrazándose— el Frente Popular; no sólo en
Yugoslavia sino en todos los paises balcánicos, con excepción de Grecia,
salvada por intervención milagrosa de los "comandos" británicos y
gracias a la ayuda abundante de Estados Unidos, si bien Grecia tuvo que
aguantar una larga guerra civil, que terminó recién en 1949.
Con pocas
variantes las divergencias entre los dos principales grupos de resistencia en
Grecia eran la réplica de los acontecimientos en Yugoslavia, manejados por Tito
y Mihajlović, respectivamente. Según lo expone René Ristelhueber, o. c.,
pág. 361, "bajo el nombre de Frente Nacional de Liberación (E. A. M.), se
habían reunido los elementos de izquierda anteriormente opuestos a la dictadura
de Metaxas, que no manifestaron un verdadero espíritu de resistencia hasta la
entrada de Rusia en guerra. En el orden militar, estaban representados por un
ejército de frente popular( E. L. A. S.), en el que
las tendencias comunistas pronto no ofrecieron ya duda. Después de algún
tiempo. por reacción se formaron otros grupos,
llamados E. D. E. S. (Ejército Helénico Democrático), que se componía de
elementos partidarios de la monarquía, a los que se unieron miembros del
ejército regular, bajo el mando del general Zervas" — "Al igual que
el gobierno yugoslavo, la existencia del gobierno griego estuvo llena de vicisitudes,
incluso en el exilio". Estas Organizaciones continuaron a combatirse en
una sangrienta guerra civil, hasta 1949.
Al llegar al
poder, los comunistas yugoslavos, y otros, bien pronto eliminaron a los
indeseables colaboradores, los compañeros de ruta, quedándose dueños absolutos
de todas las regiones de Yugoslavia, no obstante haber conservado las
apariencias de un Estado federal socialista. En virtud de las disposiciones de
Yalta, los comunistas yugoslavos consiguieron que los británicos les entregaran
no sólo la totalidad de los prisioneros, en formaciones completas del ejército
de Croacia, que se habían retirado al finalizar la guerra en el territorio de
Austria, sino también a la población civil croata que quería evitar las
represalias de los comunistas, en su mayoría servios. Las investigaciones sobre
la suerte de las tropas regulares y los civiles croatas, revelaron una de las
más grandes masacres, perpetrada en Bleiburg y otros lugares de Austria y en
"la marcha de muerte" desde la frontera austríaca hasta los límites
con Rumania. Según cálculos muy prudentes, la cifra total de victimas croatas
del perpetrado genocidio sólo en esta acción vengativa sobrepasa la cifra de
150.000 almas[56].
***
En cuanto al
federalismo, que tenía un papel tan importante en el programa del Frente
Popular, habría que destacar que las "repúblicas populares" y
"socialistas" tienen una forma de gobierno unitario con cierta
descentralización o cesión de competencias limitadas a las "repúblicas
nacionales", pero incluso esta descentralización está modificada por el
hecho que el Partido comunista —bajo cuyo control rígido está el gobierno— se
encuentra completamente centralizado.
Según las
constituciones de los estados comunistas plurinacionales. que
fueron redactadas de acuerdo con el modelo de la constitución soviética de
1936, en todos los países que cayeron en la órbita soviética, "las
repúblicas" tienen hasta el derecho de separarse.
Así, por ejemplo,
la Constitución yugoslava del 31 de enero de 1946 (las modificaciones
posteriores no cambian en este punto lo esencial), dice lo siguiente: "La
República Federativa Popular es un Estado federal de forma republicana, una
comunidad de pueblos iguales en derecho que, en virtud del derecho de los
pueblos a disponer de ellos mismos, incluyendo el derecho de secesión, han
expresado la voluntad de vivir unidos en un Estado Federal"
[57].
Sin embargo, cualquier persona que se atreviera a obrar en favor de la secesión
del régimen totalitario, se convertiría en culpable de "actividad contrarrevolucionaria",
pues, según el art. 43 de la Constitución yugoslava, "...se considera
ilegal y sujeta a pena la utilización de los derechos cívicos para cambiar y
violar el orden constitucional con un fin antidemocrático"
[58].
Los gobiernos
centrales, igual que los gobiernos de las "repúblicas nacionales" se
ajustan a un régimen rígido, sujeto a la dictadura del Partido comunista.
El caso de
Yugoslavia —incluso Albania—, por encontrarse en la parte occidental de los
Balcanes, con su orientación hacia el Mediterráneo, no habiendo experimentado
la incursión del ejército soviético —a diferencia de Bulgaria y Rumania—, es
muy aleccionador en cuanto al éxito de la política del Frente Popular; podría
caracterizarse de desquite por la derrota sufrida en España: "Ganaron los
extremos", como dijo bien Salvador de Madariaga; mas, aquí se da el caso a
la inversa: Tito versus Franco.
***
Frente a la
incógnita en cuanto al futuro, nos quedan los antecedentes de los Balcanes para
reflexionar, y mientras tanto nos fijamos en las cuatro versiones del comunismo
que se registran actualmente en el área balcánica:
1) el titoismo[59]
que se enfrenta con el problema de la herencia del jefe carismático;
2) el comunismo
albanés[60]
de tipo chino (Enver Hoxha), que quizá haya perdido algo de su virulencia al
entrar la China continental en las Naciones Unidas; mas, no obstante, presenta
un desafío a la política de la Unión Soviética;
3) el comunismo
ortodoxo, marxista-leninista-stalinista de Bulgaria[61],
siempre lista al servicio de la "Madre Rusia", incluso en su reciente
doctrina Breshnev, lo que, por cierto, incluye riesgo en el futuro para sus
vecinos;
4) el comunismo
rumano[62],
con simpatía prochina, sospechoso a los ojos del poderoso vecino en Besarabia y
el delta del Danubio, siempre alerto para dar la solución final al axioma de su
constante política exterior: la salida al Mediterráneo.
¿Será esto a
través de la política de distensión o por conducto de una Tercera Guerra
Mundial? No lo sabemos ni pretendemos saberlo, pero si que nos consta, que la
guerra empezó y que la guerra sigue[63]
en los Balcanes.
Jure Petričević, Brugg - Suiza
Después del
sofocamiento de la "primavera croata" y de la destitución del
liderazgo comunista croata a intervención de Tito y de los generales
prosoviéticos yugoslavos en 1971, fueron puestas marionetas de segunda mano a
la cabeza de la Liga comunista en Croacia. La conducción fue tomada por los
croatas Milka Planinc, Josip Vrhovac, Jakov Blažević, Sirotković,
Perisin y otros bajo el mando de los servios de Croacia encabezados por Dušan
Dragosavac (secretario del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia),
Milutin Baltić (presidente de los sindicatos de Croacia) y los generales
servios.
El nuevo equipo
croata comprobó rápidamente su impotencia en Croacia ante la dictadura de
Servia y de la minoria servia en Croacia como también ante la explotación de la
economia croata. El terror en Croacia, los encarcelamientos y procesos masivos,
una nueva ola de exilados croatas hacia los paises occidentales, la crisis
económica y un alto porcentaje de desempleo, la prolongación de la destrucción
de aldeas y de campesinos croatas constittuyen la principal característica de
la nueva era del "socialismo de autogestión" en Croacia.
Cuatro años
después de la subida al poder, el nuevo equipo de comunistas croatas reconoce
públicamente su impotencia y considera la actual situación en Croacia sin
solución. Este reconocimiento lo encontramos en el libro Suvremeni Hrvatski
Nacionalizam — El Nacionalismo Croata contemporáneo, escrito por el Dr.
Ivan Perić, director del "Centro del Comité Central de la Liga
Comunista de Croacia para la actividad ideológico-teórica", y es una
"monografia", preparada dentro del cuadro del proyecto
científico-investigador: El carácter multinacional de la comunidad yugoslava y
su transformación socialista de autogestión. Este proyecto está realizándose en
el seno del Centro para las investigaciones sociales del Comité Central de la
Liga Comunista Yugoslava". De acuerdo con esta observación que se halla en
el comienzo de dicho Iibro parece que, dentro del mencionado proyecto del
Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia, también las demás repúblicas
y regiones autónomas de Yugoslavia están elaborando sus monografias del mismo
tenor. Este estudio tiene carácter de posición oficial de la Liga Comunista de
Croacia, referente al problema nacional croata.
El problema
central de dicho elaborado es la cuestión nacional croata. A pesar de las
afirmaciones de que dicha cuestión estaria solucionada, el análisis del libro
de Perić llega a la conclusión que Tito y su Yugoslavia no han solucionado
ese problema nacional. sino que allí impera el
granservismo y el unitarismo. En la pág. 146 de dicho libro con relación a la
falta de solución del problema nacional croata se expresa:
"En la
actual Yugoslavia existe una tendencia que en las condiciones de pos-guerra
(presión exterior y la inevitable centralización de medios para una rápida
industrialización) llegó a realizarse en gran medida. Se trata del unitarismo
yugoslavo. El portador de esta tendencia es la cúspide estatal federal y tiene
sus protagonistas en todas las repúblicas. Desvirtuar esta tendencia redunda en
el interés de Yugoslavia. de todos sus pueblos. Es
asimismo una condición necesaria para la estabilización y el desarrollo del
socialismo. La insistencia en la idea del granservismo como en la expresión del
unitarismo yugoslavo no sólo tiene su fundamento en la concepción de los
problemas actuales como se los concebía entre las dos guerras, sino que está
orientada también hacia la negación de Yugoslavia como el cuadro dentro del que
resultaría imposible la existencia de Croacia y de los demás pueblos no servios
en su calidad de individualidades nacionales. La llamada oposición democrática
croata no considera a la actual Yugoslavia como una comunidad estatal en la que
todos los pueblos que viven en ella podrían sentirla como su comunidad y no se
identifican con ella, sino que la consideran como una comunidad forzada bajo la
dominación servia, y por eso se dirige a los servios como el factor fundamental
que, según su opinión, mantiene esta comunidad forzada. Hacemos un llamado a
los representantes de Servia y de los servios en general, para que reconozcan
el derecho de autodetrminación a los pueblos no servios en Yugoslavia y para
que no obstaculicen la concreción de su libertad nacional.
El espíritu de
comprensión servia podría llegar a ser un sólido fundamento para el futuro,
mientras que no podrá impedir su liberación y empeoraría y envenenaría más aún
las relaciones por un largo tiempo[64].
Aquí tenemos el verdadero sentido con el que señala al granservismo como el
obstáculo principal para la realización de las aspiraciones
"nacionales" de los croatas y de otros pueblos no servios en
Yugoslavia. Se hace una apelación a los representantes de los servios para que
permitan la destrucción de Yugoslavia. Si esto lo desean los croatas y los
demás pueblos que viven en ella, no se cuestione, sino que simplemente se lo
presupone como un hecho cabal".
De acuerdo con lo
antedicho, el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia llega a
las mismas conclusiones a que llegó la oposición democrática croata en su
Programa del año 1968, citado varias veces por Perić, como "la solución
occidental" del problema croata en caso del derrumbe de Yugoslavia. Este
programa, de acuerdo con el elaborado por el "Centro del Comité Central de
la Liga Comunista Croata para la actividad ideológica - teórica",
representaría, en caso de una partición de Yugoslavia, una solución
progresista, y democrática tanto para los croatas como para los servios y las
demás minorías en el Estado croata, incluyendo también a los pueblos del
"complejo adriático-danubiano". Esto constituiría, según dicho documento
del Comité Central de la Liga Comunista Croata, la cumbre de la evolución del
nacionalismo croata moderno en el espíritu democrático y de Una sociedad
social-económica adelantada. Para el autor dei libro y el Comité Central de la
Liga Comunista de Croacia con cuyo permiso fue elaborada
la mencionada monografía para la central partidaria comunista en Belgrado, está
claro que ese programa parte desde la partición de Yugoslavia y se encamina
hacia la solución del problema croata fuera de Yugoslavia.
El trabajo de
Perić señala que el programa de la oposición democrática croata fue el
fruto de la colaboración de las fuerzas externas (la emigración) y las internas
de oposición en Croacia", y reconoce la actualidad de su posición con
respecto a la "creación de las posibilidades de afirmación de una
categoría de hombres, portadores de la orientación del mercado libre,
respetando las capacidades económicas organizadas socialmente, con sacrificios
del pueblo entero" (pág. 173).
Tierras y límites de Croacia
El territorio del
futuro Estado croata, el papel de las actuales repúblicas de Croacia y de
Bosnia-Herzegovina como también la solución del problema servio dentro de los
límites del Estado croata ocupan un lugar importante en el estudio del Comité
Central de la Liga Comunista Croata sobre la cuestión nacional croata. En
contraposición a la actual solución que desmenuza el territorio croata, en el
libro "El Nacionalismo Croata Actual", se expone la solución de
acuerdo con el Programa de la oposición democrática croata. Este programa está
acompañado por el comentario del escritor (Perić) de la siguiente manera:
"La emigración política (que no tiene en cuanto a la expresión y
formulación de sus posturas limitación alguna impuesta por las soluciones
constitucionales en Yugoslavia, presenta en este sentido aspiraciones más
amplias. El Estado croata debe abarcar a la república de Croacia y las partes
separadas por la fuerza; a saber: a Srijem, Bačka, Boka Kotorska Además,
la solución actual de las dos repúblicas, es decir de Croacia y de
Bosnia-Herzegovina, territorio en que los católicos y los musulmanes
constituyen una enorme mayoría, es la base concreta para el arreglo del Estado
croata en que entraría Bosnia-Herzegovina como una unidad separada y de acuerdo
con la voluntad democrática libremente expresada por la mayoría de la población
de Bosnia-Herzegovina. (El Programa de la oposición democrática croata). Aquí
tenemos la idea de la homogeneidad territorial de Croacia en su aspecto más
extremo. Pero, justamente esta extensión no es posible, ya que el definir el
territorio croata, se insistiría literalmente en el principio de la
homogeneidad étnica también. Naturalmente, la política "ustacha" que
este principio representaba al pie de la letra, con las consecuencias conocidas,
significa una carga pesada que hay que rechazar. Pero, en la formulación de
estas pretensiones territoriales dei nacionalismo croata no pudo pasarse por
alto el hecho de que dentro de dichos territorios viven grandes
individualidades étnicas no croatas y que era indispensable determinar la
posición ante este hecho. El Estado croata debe garantizar los derechos
fundamentales a las minorías, entre las cuales la mayor es la servia. Los
servios, antiguos pobladores en algunas regiones croatas constituyen una parte
integrante de la tierra y la vida croatas, nuestra patria Croacia es también su
patria (Ibidem)".
El análisis de la
cuestión croata que se halla en el segundo capítulo "El nacionalismo como
continualción y reproducción del pasado", termina con una cita del
Programa de la oposición democrática croata sobre la organización del Estado
croata apoyándose sobre Occidente: "Posiciones más radicales aún de ese
documento que las que formularían las fuerzas burguesas (cívicas) en el
interior, se refieren a la negación de Yugoslavia. Se insiste en la necesidad
de su disgregación para formar después de la misma un nuevo complejo
"adriático-danubiano".
El curso que
seguirá la partición de Yugoslavia según Programa de la oposición democrática
el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia en su capitulo
tercero y final lo describe de la siguiente manera: "Croacia, con
Bosnia-Herzegovina (que debe ser incluida en Croacia) y Eslovenia como una
república in-dependiente. forman un bloque natural
frente a Servia. Aquí se hace presente la famosa idea del entendimiento
Stalin-Churchill, referent a la limitación de las esferas de influencia en
Yugoslavia (50:50), o mejor dicho, se especula con la posibilidad de su
reactualización (pág. 205).
Este proyecto del
Comité Central de la Liga Comunista de Croacia destaca la existencia de una
coincidencia entre los puntos de vista en Croacia y en su emigración en cuanto
a los problemas fundamentales y a su solución: "Dos casi idénticas
opiniones acerca de las posibilidades de Croacia están formuladas por parte de
los representantes del nacionalismo croata en las filas de la emigración como
también en el país. Tal interpretación de las posibilidades de Croacia se hace
tanto en función de la idea de desintegración de Yugoslavia, como también en
función de otra concepción: la incorporación de Croacia en el complejo
capitalista europeo occidental" (pág. 205/206). Con el aálisis de la idea
que incluye a Croacia dentro del mundo occidental termina la principal parte
del libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia y expresa las
siguientes formulaciones: "Croacia se desarrolla realmente en el complejo
euro-occidental. Ella recibía de Europa y daba a su vez (en proporciones
modestas) su contribución al desarrollo de la cultura y la civilización
europeo-occidental. Pero, el nacionalismo croata ignora el hecho de la
existencia de Yugoslavia durante más de medio siglo. Dentro de su territorio, a
pesar de las condiciones desfavorables y de inigualdad de los pueblos no
servios antes de 1941, durante todo el tiempo de su existencia, desenvuelve la
comunicación entre los pueblos que viven en ella, y Croacia es una parte de esa
conformación participa en el intercambio de bienes culturales y de otras
conquistas y contribuye de esta manera a la creación de una cultura general
"yugoslava". El énfasis especial que se da a la idea de la
pertenencia al círculo cultural occidental a que, por cierto, pertenece también
Yugoslavia en su conglomerado desde su comienzo, se dá en función de la desintegración
de Yugoslavia y de la obstaculización de los procesos de integración espiritual
entre los pueblos que allí viven. La Yugoslavia actual es un espacio y un
cuadro dentro de los cuales están organizados procesos de formación de las
relaciones socialistas. La tendencia de su desintegración tiene como finalidad
justamente imposibilitar la misma. La integración de Croacia y de las demás
partes occidentales de la Yugoslavia desintegrada en el bloque occidental
capitalista es otro aspecto de la misma tendencia. Tal es el proyecto que se ha
formulado en el Programa de la oposición democrática croata, que anuncia la
integración de Croacia, con sus vecinos en Europa y el resto del mundo. La
unión aduanera entre Bačka y Srijem, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia, como
la primera fase de la futura creación de los Estados esloveno y croata
respectivamente y su inclusión en "una gran comunidad económica en el
espacio adriático-danubiano", está expresamente dicho en el mencionado
proyecto" (pág. 206/207).
La actualidad del problema
Así termina el
último capítulo del documento del Comité Central de la Liga Comunista de
Croacia — "El Nacionalismo Croata Contemporáneo" dirigido a la
dirección del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia. Este
documento-petición de los comunistas croatas en el poder a la Liga Granservia
Comunista de Yugoslavia llega a la misma conclusión: nosotros somos impotentes,
nuestra y vuestra solución a la cuestión croata, signada como "fraternidad
y unidad" o como el "socialismo de autogestión" vio su fracaso.
En Yugoslavia domina "el granservisrno como la expresión del
unitarismo", nosotros estamos al borde de nuestras posibilidades y de
nuestras fuerzas. Como una alternativa y una solución de la cuestión croata
actual los comunistas proponen a la opinión pública el Programa de la oposición
democrática croata. El meollo de esta solución consiste en la partición de
Yugoslavia en dos partes y en la incorporación de la mitad occidental con el
Estado croata y de Eslovenia en la Europa Occidental o en la comunidad
adriático-danubiana.
El problema es de
gran actualidad y el elaborado del Comité Central de la Liga Comunista de
Croacia no pudo pasarlo por alto. Su actualidad es tanto más grande por cuanto
el equilibrio muy precario de las fuerzas dentro del cuadro del orden de
posguerra creado en el espíritu del convenio de los Estados Unidos, la Gran
Bretaña y la Unión Soviética, está desequilibrado. La intervención soviética en
los asuntos de Yugoslavia en 1971 y una progresiva integración de Yugoslavia en
el bloque soviético llevan a la revisión del orden
imperante hasta ahora. La posibilidad que más se impone en la situación actual,
es la particición de Yugoslavia en la parte oriental y la occidental. Esto
surge como muy claro, leyendo el elaborado del Comité Central de la Liga
Comunista de Croacia, denominado, como ya dijimos varias veces "El
nacionalismo croata contemporráneo".
A fin de
solucionar este problema pacíficamente, hace falta dialogar entre Bel-grado y
Servia por un lado y los representantes de Croacia, Bosnia-Herzegovina,
Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Vojvodina y Macedonia por el otro. ¿Aceptarán
Belgrado y Servia el diálogo sobre esta base? Lo dirá el futuro. Pero el
problema está claramente planteado. Soluciones nuevas son necesarias e
inevitables.
El mismo problema
fue formulado en una forma más suave en 1971. Belgrado dio su respuesta por
intermedio de los generales con respaldo soviético y bajo la égida de Tito,
usando primero la fuerza en Croacia, luego en Eslovenia, Macedonia, Servia y en
otras regiones. Los comunistas liberales y los nacionalistas fueron destituidos
del poder. Esta vez la situación es mucho más grave y más complicada. En el
interior de Yugoslavia, como también en el campo internacional c n formándose y
confrontando fuerzas opuestas de consideración.
Bloques contrarios
En cuanto a la
cuestión nacional sin solución, se enfrentan dos bloques: 1) las fuerzas que
militan por sostener a la Yugoslavia granservia y su régimen, 2) las fuerzas
que propician una reforma de Yugoslavia o partición. En la primera categoría
entran estas tres agrupaciones: 1) La Liga Comunista Yugoslava de Tito que
retiene la mayor parte del poder, pero que está fuertemente infiltrada por
elementos prosoviéticos. 2) El Partido comunista prostalinista encabezado por
Vlado Dapčević, que está en la opes::ción,
pero que a la vez retiene puestos de poder muy importante. 3) El bloque
socialista granservio de orientación prooccidental. cuyo
ideólogo es Milovan Djilas y que, apoyado por los círculos tradicionales
granservios y montenegrinos, tiene también gran participación en las esferas de
poder del régi-men actual.
Todas estas
agrupaciones desean mantener la hegemonía servia sobre los croatas. La actual
Liga Comunista de Yugoslavia —y el régimen de Tito— tratan de salvar la
existente estructura estatal como también el poder, apoyándose cada vez más en
la Unión Soviética, pero continuando también su colaboración con los Estados
Unidos y contando con su ayuda tanto política como material. El nuevo Partido comunista
stalinista fundado sobre una concepción expresamente granservia y deja
eventualmente a los soviéticos una "solución" ulterior de la cuestión
nacional en Yugoslavia. La concepción de Djilas sobre el arreglo de Yugoslavia,
contando con Occidente, incluye a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en
Servia, mientras reconoce a los croatas, a los eslovenos y los macedonios el
derecho, en principio, a sus propios Estados, pero hace todo por mantenerlos
dentro de Yugoslavia. También esta concepción de Djilas cuenta con el
mantenimiento de Yugoslavia mediante la ayuda extranjera, concretamente con la
americana. Si. no obstante. se
produjera la partición de Yugoslavia, entonces la concepción de Dilas,
incluyendo a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en Servia, provocaría un
enfrentamiento con los intereses de Occidente, porque los soviéticos obtendrían
por la incorporación de las partes orientaies (Servia agrandada y Macedonia) no
sólo la salida al Adriático sino también una importante base económica y estratégica.
La actual
politica de Tito, como asi también los programas del Partido Comunista
Stalinista, junto con la solución del problema nacional de Djilas, se enfrentan
con los intereses de Croacia, de Bosnia-Herzegovina. de
Kosovo. de Montenegro, de Eslovenia y de Vojvodina. El
conflicto más agudo se plantea con los croatas, los albaneses y los eslovenos.
Todas las tres variantes de solución del problema nacional basándose en la
política granservia llevarían necesariamente a grandes conflictos internos. Eso
resulta visible de la "solución definitiva" del problema nacional de
Tito.
A diferencia de
la intervención de los generales prosoviéticos y de Tito en 1971 en la
República de Croacia, la actual crisis debe sacudir a todas las repúblicas y
regiones incluso a Macedonia a causa de la necesidad de un arreglo con
Bulgaria.
El factor francés
Dentro de los
cauces políticos exteriores en Yugoslavia se entrecruzan los intereses de la
Unión Soviética y de los Estados Unidos o mejor, de la NATO. Como un factor en
aquel espacio aparece Francia, a la que podemos considerar como representante
de la solución de la crisis actual del problema nacional en Yugoslavia dentro
del ámbito europeo, en vez de aquel americano-soviético. La dinámica política
francesa en la Europa oriental y en el Mediterráneo (traslado de la sede de la
Marina de guerra francesa de Brest a Tulon, adaptación de la política francesa
de defensa de Europa) vio justamente en el cm-so de este año una importante
metamorfósis en el interés de Europa. En tal sentido se abandonó la concepción
estratégica de De Gaulle de la defensa en dirección de "todos los
asimutos" y se señaló como punto más importante de la defensa de Europa en
el mar al Mediterráneo y en la tierra firme los límites orientales de la República
Federal de Alemania. Francia en esta línea suplanta sola a las fuerzas del
Pacto de la NATO y para esta política global cuenta con el apoyo de China con
sus aliados europeos — Rumania y Albania.
En caso de
aplicarse la fórmula Stalin-Churchill (50% - 50%) en cuanto a las zonas de
influencia, existe la posibilidad en la actual crisis de la repartición
territorial de Yugoslavia de acuerdo con un nuevo entendimiento de Washington y
Moscú en la parte oriental y la occidental, con la correspondiente influencia
de las dos superpotencias. De acuerdo con la intención francesa y su
influencia, existe la posibilidad y una mayor probabilidad de que se llegue a
la división de Yugoslavia en lo que respecta al derecho de autodeterminación y
de creación de los Estados neutrales en el espacio de la actual Yugoslavia.
Esta solución cabría dentro de las soluciones europeas en lugar de la
repartición en zonas de influencias americana y soviética respectivamente.
El Mediterráneo
constituye hoy el centro de la crisis política en Europa y de la posible
confrontación de Occidente con el bloque soviético. Dentro del marco de esta
crisis y el conflicto de intereses, tendrá su lugar también la solución del
problema nacional en Yugoslavia. Una vez más la suerte de aquellos pueblos será
decidida, y por un tiempo mucho más largo.
Dentro del dicho
marco de las confrontaciones de las fuerzas internas y externas, se replantea
en una forma muy aguda el problema croata. Por el estado actual insostenible,
el equipo dirigente de los comunistas croatas en Zagreb hace una constancia
pública y en un documento oficial, como es el libro de Perić, declara que
es absolutamente necesario buscar una nueva solución a la cuestión croata. Se
trata de un mensaje público de los comunistas croatas a la Liga Comunista de
Yugoslavia, esta última de carácter granservio y con sede en Belgrado. Por
parte de los croatas están señaladas las fuerzas, el
programa y las posibilidades con que los representantes de Servia deben contar,
si desean la paz y un futuro feliz para su propio pueblo. El libro de
Perić ubica claramente por parte de los croatas las fuerzas democráticas
fuera y dentro de la Liga Comunista de Croacia con las que los representantes
servios deberían entablar conversaciones. Dichas conversaciones, inauguradas en
Zagreb y Sarajevo sobre una nueva posible solución del problema nacional en
base al derecho de autodeterminación, deberían ampliarse y llevarse a cabo
paralelamente con los albaneses de Kosovo. con los
eslovenos, con los macedonios, como también con los representantes de
Vojvodina.
De esta manera
resultaria más factible evitar la intervención desde el exterior. A cada uno de
esos pueblos debe reconocérseles el derecho de la
libre decisión sobre su futuro marco estatal y sobre su orden interno. Cualquier
tentativa de recurrir al uso de la fuerza por la parte servia, provocaría
automáticamente no sólo conflictos abiertos internos sino también la
intervención extranjera. Los que realmente tienen en sus manos las riendas del
poder en Yugoslavia o sea, los representantes servios, deben examinar bien
hacia donde llevaría a su país y a su pueblo una guerra con los croatas y los
otros pueblos no servios que viven actualmente en Yugoslavia.
La reaparición de
Brezhnev en 1976 como nuevo aliado de Tito después de su intervención en
Yugoslavia de 1971, hace conjeturar que podría continuar la política fatal de
Moscú, de los generales prosoviéticos y de Tito con un nuevo intento de
intervenir por la fuerza en los acontecimientos. La crisis no se resolverá
"pacíficamente" como en 1971. Esta vez tomarán parte activa en la
solución de la crisis todos los pueblos y el triángulo de Ias fuerzas
extranjeras —la Unión Soviética, los Estados Unidos y Francia con China—. En efecto,
las consecuencias dentro del marco de la activación de todas las fuerzas
internas y externas en el trasfondo del conflicto servio con los pueblos no
servios en Yugoslavia, están fuera del campo visual.
Branko Franolić
En 1971 fue
reimpreso en Zagreb mediante el proceso fotostático el Dictionarium Quinque
Nobilissimarum Europae Linguarum Fausti Verantii.[65]
Este diccionario plurilingüe, publicado primero en Venecia en 1595 apud Nicalaum Morettum, es considerado como primer diccionario de la lengua croata y su autor, Fausto Vrančić (1551-1617) como padre de la lexicografía croata. Sin duda alguna la obra de Vrančić constituye un importantísimo mojón en la historia de la lexicografia y en realidad de la historia europea, pero otros lexicógrafiso croatas, anteriores a Vranéié, hicieron esfuerzos similares, si bien en una escala mucho menor.
El Diccionario de
Vrančić se peasenta en un volumen asaz delgado, pero repleto del
material lexicográfico. En cada página, en cinco columnas paralelas, figuran
las equivalencias lingüísticas de idénticos términos en cinco idiomas
diferentes. La primera columna contiene las palabras latinas, la segunda
italianas, la tercera alemanas, la cuarta croatas y la
quinta húngaras. La suposición básica, subyacente en semejante esfuerzo, es que
existen ciertas variantes sintácticas y semánticas que hacen que las
comparaciones lingüísticas de esta índole sean posibles y fructíferas. En
total, Vrančić registró más de cinco mil unidades lexicológicas en
cada uno de los cinco idiomas, lado a lado. Los sustantivos de las lenguas
declinables vienen en su forma nominativa y los verbos en el infinitivo. El
croata de Vrančić se basa en el dialecto čakavski [66]
de su Dalmacia natal, donde ese dialecto se sigue hablando hasta. nuestros días. Incidentalmente. el
idioma literario croata más antiguo se basaba en el dialecto čakavski y.
ya en el siglo XVI. la literatura escrita en este
dialecto alcanzó su "siglo de oro" con una intensa actividad
literaria que se llevaba a cabo en todas las importantes ciudades adriáticas de
la Croacia meridional desde Senj hasta Kotor.
Dado que Vrančić nació en Šibenik, Dalmacia, el čakavski fue el dialecto que el conocía y recordaba bien durante su larga ausencia de su patria. De hecho, pasó la mayor parte de su vida fuera de su Croacia: en Viena, Venecia, Roma y en varios lugares de Hungría.
Es interesante
resaltar que en las páginas 118-122 de Diccionario Vrančić anota 304
palabras húngaras que él considera que son de origen croata (Vocabula Dalmatica
que Ungari sibi usurparunt). En consecuencia este Diccionario debe ser
considerado como una de los primeros intentos para estudiar la etimología de
las palabras prestadas de un idioma al otro, como resultado —como en este caso—
de un prolongado contacto lingüístico. Aquí cabe recordar que en 1102 Croacia
entró en la unión política con el Reino de Hungria, unión que duró ocho siglos.
Esta unión se basó en un tratado, según el cual los croatas, tras la derrota
militar que les infligieron los húngaros, consideraron en aceptar al rey
húngaro, pero retuvieron una considerable autonomia interna. Eso explica el
hecho de que en la época en que Vranéié estaba componiendo su Diccionario ya
había un gran número de palabras prestadas del croata en la lengua húngara y
viceversa.
Obviamente
Vrančić sabía el húngaro muy bien y resulta interesante notar que su
Diccionario fuera también el primer léxico importante de la lengua húngara. Es
probable que aprendió el húngaro cuando joven, pues en parte fue educado y
subvencionado por su tío Antun Vrančić (1504-1573), un distinguido
clérigo y erudito quien pasó la mayor parte de su vida en Hungría. Antun fue
consejero del rey Zapolia y en 1573 fue designado Primado de Hungría. El mismo
Fausto Vrančić fue ordenado sacerdote después de la muerte de su
mujer en 1600 y fue nombrado obispo de la diócesis húngara de Casnád.
Analizando el
material lexicográfico del Diccionario de Vrančić, con referencia
especial al húngaro, el eminente lexicógrafo Janos Melich observa con razón
"que este diccionario, en todos los aspectos, representa una obra
independiente y original, que da gran; crédito a la historia tanto de la
lexicografia húngara como croata". opina tembién
que Vrančić recopiló su Diccionario antes de 1586, es decir mientras
todavía vivia Esteban Báthory, Rey de Polonia entre 1575 y 1586. Debido a la
gran importaria para la lexicografia húngara, el Diccionario de
Vrančić fue reimpreso en 1834 en Bratislava por el estudioso húngaro
José Thewrewkunder, bajo el título de Dictionarium pentaglottum, con la
biografia de Vrančić escrita por Georgius Gyurikovits[67].
Pero lo que es
todavia más interesante e importante es que el Diccionario de Vrančić
alentó esfuerzos similares de otros lingüistas. Así su Diccionario sirvió al
monje benedictino checo Pedro Loderecker como base para su propio Dictionarium
septem diversarum linguarum, videlicet Latine, Italice, Dalmatice, Bohemice,
Polonice, Germanice et Ungarica, publicado en Praga en 1605.[68]
Este diccionario lleya un prefacio en croata, escrito por el mismo Fausto
Vrančić. En realidad el Diccionario de Loderecker fue esencialmente
el propio Dictionarium quinque nobilissimarum Europae linguarum de
Vrančić de 1595, revisado y ampliado por Loderecker para incluir el
checo y el polaco con los índices agregados en latín para cada idioma. En este
Diccionario de Loderecker-Vrančić los términos Dalmata, Dalmatia,
Dalmatice se explican como Harvat (croata) Harvatska zemija (Croacia), lo que
nos autoriza no sólo desde el punto de vista lingüístico sino también histórico
referirnos a la "lingua dalmatica" de este Diccionario como
"croata"; ya que "dálmata" es una designación geográfica y
no étnica aunque, tomando en cuenta la situación política de Croacia en aquella
época, esta circunstancia se conocía mejor en el extranjero donde actuaba
Vrančić.
Hay otro detalle
importante que debe mencionarse cuando se discute el significado del
Diccionario de Vrančić para la historia del idioma croata, es decir
que en las seis últimas páginas de su libro Vrančić anotó el texto
croata íntegro de los Diez Mandamientos, del Padre Nuestro, del Credo
Apostólico y del Ave María. Se trata de muestras inapreciables del croata
vernáculo tal como se hablaba en el siglo XVI en Dalmacia.
Recién en los
últimos tiempos en un primoroso estudio fueron examinados detalladamente los
términos croatas, arctados en el Diccionario de Vrančić, con
referencia al lugar y al tiempo en que se compiló el diccionario[69].
El registro de los equivalentes lexicográficos croata-latinos, contenidos en el
diccionario de Vrančić, nos los suministró V. Putanec en su edición
de 1971 que ayudará considerablemente en el estudio del léxico croata. Este
Registro es un inventario de todas las palabras lexicográficas croatas que
pueden encontrarse en el diccionario de Vrančić y se indica también
la frecuencia de cada palabra croata. El diccionario de Vrančić
contiene 5467 items lexicográficos en latín, mientras que en el Registro
croata-latino de Putanec hay 3581 palabras croatas.
Fausto
Vrančić (1551-1617) es renombrado en el mundo de la ciencia como
autor de Machinae novae, Venecia 1595.[70]
Asimismo es recordado por sus obras filosóficas Logica nova, Venecia
1616 y Ethica christiana.
Sin embargo,
Vrančić no es de modo alguno el primer lexicógrafo croata como a
menudo se piensa debido a ia inmensa importancia filológica de su diccíonario.[71]
La primera lista
impresa de palabras croatas se encuentra, realmente, en Opera nuova che
insegna a parlare la lingua schiavonesca alli grandi, alli piccoli et alle
donne, publicada en 1527, muy probablemente en Ancona. Esta obra contiene
un pequeño glosario italiano-croata de 196 anotaciones italianas y 328 vocablos
croatas con algunos textos de conversación y un modelo de carta. Su autor es
probablemente el judío español Pietro Lupis (López) Valentiano quien huyó de
España en 1492 y luego se estableció en Ancona (Italia) como mercader. Desde
Italia comerciaba con Dalmacia y tuvo estrechos contactos con la gente que
vivía en las ciudades del litoral croata. Por eso, igual que Vranćić,
él utiliza el dialecto čakavski ikavski en la parte croata de su obra[72].
Diecisiete años
después de la publicación de Opera nuova, Bartholomaeus Djurdiević
(Georgević) tuvo la idea de complementar su obra en latín De
Affiictione tam captivorum quam etiam sub Turcae tributo viventium
Christianorum (Amberes 1544), con un diccionario sistemático, analítico
croata-latino (Vocabula Sclavonica, 52 palabras y frases), precedido por
un diálogo en croata y en latín. Vocabula Sclavonica están agrupados analiticamente
bajo cinco epígrafes: Coelestia (12), Terrena (19), Fructuum
(8), "frases verbales" (8), Nomina vestimentorum (5). Editada
en un tomo, De Affiictione contiene también versión francesa y holandesa
del texto latino. En consecuencia, aquí tenemos también el primer vocabulario
croata-francés y croata-holandés.[73]
Este tomo contiene asimismo Dominica Oratio (el Padre Nuestro), Salutatio
Angelica (Ave María) y Symbolum Apostolorum (Credo Apostólico) en el
dialecto čakavski y los numerales croatas de uno al cien y mil con sus
equivalentes en latín, francés y holandés.
El Padre Nuestro,
Ave María y el ya mencionado diálogo croata traducido al inglés (A Salutinge
dialogue in the Sclavone tounge), aparecen también en la obra de
Djurdjević The Ofspring of the house of Ottomanno, impresa en
Londres en 1570(?)[74].
El dialecto croata usado por Djurdjević es el čakavski ikavski[75]
que comprueba en forma concluyente que Djurdjević nació en la zona del
habla čakavski de Croacia. Realmente había nacido en Mala Mlaka alrededor
de 1506 y murió en Roma en 1566.[76]
Sin embargo
pueden encontrarse otros glosarios y colecciones de palabras anteriores a la
obra de Lupis Valentiano. Así cerca de 1496-99 Arnold von Harff de Colonia en
su viaje a través de Croacia registró unas 56 palabras croatas. Este cuerpo de
palabras quedó sin publicar hasta 1860, cuando el libro de viajes de Harff fue
publicado por fin por E. Groote.[77]
Se conservan en manuscrito también dos diccionarios más del siglo XV, uno de
los cuales es el diccionario trilingüe árabe-persa-croata.[78]
Todos estos
conjuntos de palabras, anteriores a la obra de Vrančić, deben ser
reconocidos como los primeros intentos lexicográficos en Croacia y merecen que
se les preste una atención constante.
- - - -
La obra
"L'influence de la langue française en Croatie d'après les mots
empruntés" que el año pasado publicó el erudito filólogo croata Branko
Franolić en París ha encontrado amplio eco en la prensa francesa.
Así Claude Lorne
en Ecrits de Paris (abril 1976), revista mensual de cuestiones actuales, reseña
la obra de Franolić y en el mismo extenso artículo bajo el título "Le
Café de l'Europe" est mort, vive le snack! reproduce una nota divertida
del conocido humorista inglés Auberon Waugh. quien
actualmente preside la Sociedad Anglo-Croata de Londres, cuyo secretario es el
profesor Branko Franolić. Extraños encuentros de los humanos!
El semanario
parisiense Rivarol (6 de mayo de 1976) expresa "que esas relaciones
milenarias (franco-croatas) tuvieron que dejar una huella profunda y nadie
mejor que el eminente lingüista Branko Franolić para estudiar la
influencia (cultural) y (por ende parcialmente política), ejercida sobre la
lengua croata y sobre el pueblo croata al que debemos la ... cravata",
para terminar, que el prolijo estudio de Franolić nos prueba "pese a
cierto folklore que Croacia" —si bien reputada como germanófila y por eso
despreciada—culturalmente nos resulta más próxima, incluso más que la Servia
"francófila". (Vea S.C., vol. 60-61, pág. 88).
De acuerdo con la
noticia registrada en el vol. 58-59 de Studia Croatica, pág. 154
(Micronoticiero), el 8 de octubre de 1975 el Episcopado Croata proclamó el año
Mariano en Croacia que terminaría el 8 de septiembre de 1976. La fiesta final
se haría en Solin (Salona) donde hace mil años la reina croata Helena construyó
el primer santuario dedicado a la Virgen María. En la misma fecha deberían
conmemorarse los 1300 años dei Cristianismo en Croacia.
En efecto,
después de las múltiples celebraciones durante todo el año realizadas en
numerosas santuarios marianos diseminados por tierras croatas en Yugoslavia, el
8 de septiembre ppdo. unas 100.000 personas
congregadas alrededor del Episcopado en la mencionada localidad Solin,
efectuaron la solemne clausura de dichas dos conmemoraciones de la historia
croata. Allí, con los croatas católicos presenciaron también el solemne acto la
delegación musulmana croata, encabezada por el Reis-ul-ulema Naim ef.
Hadžiabdić y la servia ortodoxa por el obispo Stefan Boca. Hubo también
numerosas delegaciones extranjeras. La francesa, conducida por el cardenal y
arzobispo de Paris, François Marty, la austriaca, presidida por el Cardenal y
el arzobispo de Viena, Franz König; la polaca con su metropolita Gulbinowicz,
quien leyó la carta de felicitaciones del cardenal polaco Wyzynsky; la húngara
con el Cardenal Lazslo Lekai, luego el obispo de Fátima (Portugal) Alberto
Cosmodo Amaral; el cardenal y patriarca de Venecia, arzobispo Luciani y el
supremo jefe de la Orden Benedictina, el abad Rember Weakiand. Señalamos
especialmente la presencia del obispo Esteban Laszlo de Burgeland, Austria,
región central de la minoría croata en aquel país. El anfitrión fue el
arzobispo de Split, monseñor Frano Franić, y el Delegado Extraordinario de
Su Santidad Paolo VI fue el cardenal Franjo Šeper, prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe. Cada uno de los altos dignatarios eclesiásticos,
tanto croatas como extranjeros, se dirigieron a la multitud de unos 100.000
feligreses, destacando de una u otra manera las dos fechas milenarias de la
historia croata, desde cuando este pueblo entró en la familia occidental
europea permaneciendo fiel a su tradición tanto religiosa cama a la
civilización de este signo. Es verdad que, durante 400 años de ocupación turca
de Bosnia-Hercegovina, muchos croatas abrazaron el Islam, pero durante todo
este largo tiempo, los lazos de sangre, idioma, y muchas costumbres quedaron
inmutables en la mayoria católica y la minoría musulmana del pueblo croata. El
Reis-ul-ulema ef. Hadiiabdić, a pesar de las circunstancias actuales en
que Belgrado prohibe una orientación política croata a los musulmanes, dijo:
"Siento una alegría especiar como supremo jefe religioso de los musulmanes
en Yugoslavia con poder expresar sinceras felicitaciones a los hermanos croatas
católicos...". Por falta de espacio, a continuación reproduciremos sólo la
noticia referente a dichas solemnidades, del "L'Osservatore Romano",
edición francesa, junto con la Carta-nombramiento Enviado Extraordinario para
el Cardenal croata F. Šeper por parte del Papa Paulo VI.
L'Osservatore Romano "sobre la celebración de los 1300 años del cristianismo en Croacia"
"L'Osservatore
Romano" vocero semioficial del Vaticano en su edición francesa del 19 de
octubre ppdo., ha publicado las siguientes noticias:
"La
población croata celebra 1300 años de cristianismo", título de la primera
y que transcribimos íntegramente en castellano: "La población croata ha
celebrado en el curso de una semana muy laboriosa e intensa de devoción
dedicada a la Madre de Dios, Los 1000 años de la existencia del célebre
santuario de la Virgen de la Isla —Gospa od Otoka— edificada por la reina
Helena.
El Santo Padre se
hizo presente por intermedio del Cardenal croata Franjo Šeper, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de Fe. Se lamentó muchisimo que la Madre Teresa,
invitada a esta fiesta no pudo ir por sus obligaciones de carácter caritativo y
social. La madre Teresa nació en realidad en la región de Kosovo, de padres
albaneses.
La semana se
caracterizó por las múltiples celebraciones religiosas y por un gran congreso
nacional croata mariano y mariológico con que culminó el "Año Mariano de
Croacia", inaugurado el 8 de septiembre de 1975 para recordar loe 1300
años del cristianismo en Croacia. Entre los numerosos grupos de peregrinos
organizados para esa oportunidad, hay que señalar especialmente el de unos 500
jóvenes franceses, irlandeses e italianos que visitaron los principales
santuarios croatas, dedicados a la Virgen. Esta peregrinación fue organizada
por la Unión General de Obras para la Pastorización de la Juventud, cuyo
presidente, M. A. Balestrier, había invitado a los jóvenes peregrinos admirar
el testimonio de su fidelidad inquebrantable a Dios y a la Iglesia que esa
tierra cristiana no deja de dar.
El domingo, 12 de
septiembre, con una gran fiesta, presidida por el cardenal Franjo Šeper y en la
cual participaron numerosos arzobispos y obispos yugoslavos y extranjeros, fue
concluido solemnemente el Año Santo Mariano de Croacia".
Texto del Mensaje del Santo Padre al Cardenal Franjo Šeper
A nuestro
venerable Hermano Franjo S.R.E. Cardenal Šeper. Como estamos informados vuestra
patria conmemora con devotas celebraciones el milenario de la muerte de la
reina Helena de Croacia "madre del reino y protectora de huérfanos y de
viudas" y que construyó el primer santuario de Solin (localidad adyacente
a Split. Ob. del traduc.) dedicado a la Bienaventurada
Virgen María "ab ínsula" —de la Isla—; ella celebra también el
trigésimo siglo cumplido de las primeras tratativas que abrieron el sendero al
cristianismo. En septiembre próximo se concluirán las solemnes celebraciones
que vienen desarrollándose a lo largo de un año entero proclamado "Año
Mariano".
Se trata pues,
muy evidentemente, menos de conmemorar los sucesos pasados que pertenecen a la
historia, que de invocar los hechos que han contribuido al desarrollo de la
devoción y dado un elan efectivo, cuya eficiencia beneficia todavía a la vida
cristiana actual.
Deseando, pues,
contribuir al efecto de la solemne conclusión de dichas conmemoraciones y para
que nosotros presenciemos allí de cierta manera, nombramos a Vos, venerable
hermano, como nuestro enviado extraordinario, para que presida las mismas.
Esta doble
conmemoración hace a las almas felizmente sensibles al vínculo que existe entre
la forma generada del bautismo y que inserta a los hombres en el misterio
pascual de Cristo y los incorpora en la Iglesia y la piedad hacia la
Bienaventurada Virgen María: "lo que está íntimamente ligado a la
naturaleza del culto cristiano" (Exort. Apostólica Mariales Cultus.
AAS. LXVI., p. 162).
Nos alegramos
realmente del hecho que los croatas, durante largos siglos, han dado
constantemente el testimonio de una especialísima devoción hacia la Madre de
Dios invocada como "Reina de Croacia" y "Protectora de
Croacia"; la prueba de todo esto la encontramos en numerosos santuarios
dedicados a María en Croacia y en un gran número de peregrinaciones que se
practican allí en honor de la Virgen Madre de Dios para implorar sus favores.
Nosotros creemos que por igual debemos alabar a aquel pueblo por la
indefectible fidelidad de todas sus generaciones para con nuestra Sede
Apostólica que administra universalmente la caridad (of. St.
Ignace, M., Ad Rom., Praef.; Ed. Funk, I 252).
Que puedan pues,
gracias a estas celebraciones, los fieles cristianos de Croacia sentirse como
atraídos a ser testimonio ferviente y dignos herederos de la religión católica
que les fue transmitida por sus antecesores, sin jamás debilitar los lazos que
los unen con los Sucesores de Pedro y con sus Obispos.
Nosotros deseamos
calurosamente, por fin, que los frutos espirituales de estas celebraciones sean
numerosas y substanciales. Para tal fin, nosotros
damos de todo nuestro corazón, venerable Hermano, a Ti, a tus arzobispos,
obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas como también a los feligreses
quienes, animados por la piedad, emprenden, con motivo de estas celebraciones,
la peregrinación al Santuario de Salona, tanto para aquellos de Croacia como
aquellos de Yugoslavia, unidos, por la misma fe y el mismo amor, nuestra
bendición apostólica, prenda de gracia y de fuerzas celestiales.
Cittá del
Vaticano, el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Bienaventurada Virgen
Maria, del año 1976, décimo cuarto de nuestro Pontificado.
PAULUS PP.VI
"¿Qué dijo
al respecto "Clarín" de Buenos Aires?;Nada,
absolutamente nada! Los 1.300 años del cristianismo en Croacia ¿qué importancia
tiene? Pero sí, el mencionado matutino dedicó un amplio espacio al asunto de la
"piratería croata" y agregó un "condimiento" a su gusto
"informando" sobre la pretendida y denigrante actividad de
prostitución a que se dedicarían exilados croatas en Alemania y Honlanda.
Ofendidos con
este tipo de "información" indigno, de un evidente abuso de la
libertad de prensa. los integrantes del Instituto
Croata Latinoamericano de Cultura, por intermedio de su Comisión Directa
enviaron a "Clarín" Ia siguiente nota:
Buenos Aires.
16/9; 76.
Señora Directora
de "Clarín":
Es muy
interesante el artículo ¿Qué se juega en Yugoslavia? publicado el 14 del
corriente mes en "Clarín". Prescindamos del problema de quién es su
autor, pues formalmente se trata de EFE. El autor pone acertadamente el dedo en
la llaga al señalar el peligro que actualmente amenaza a Yugoslavia, pero
comete también gravísimos errores. Es exacta, por ejemplo, su opinión acerca
del contraste entre los croatas y los servios como un mal congénito de aquel
país, pero el espíritu con que se aborda el problema de Yugoslavia —con todas
sus consecuencias tanto reales como posibles, internas igual que
externas—denota una tremenda parcialidad a perjuicio de los croatas.
Omitamos también
el abominable problema de prostitución y de crímenes "entre
malhechores", lo que se atribuye arbitrariamente a los "fascistas
croatas" y que desentona profundamente con la gravedad de los problemas a
tratar y prestemos la atención justamente a esta calumnia de que los croatas
serían fascistas. Tito resultaria aceptable por todos sin mencionar por nada
injusticias que está cometiendo su régimen contra el pueblo croata y que
conforman un verdadero crimen de genocidio. Incluso, el reciente caso de
"los piratas del aire croatas" sería aventura del espíritu fascista
croata.
Si dichos
"piratas" declaran: "Luchamos para que Croacia sea para todo su
pueblo una presencia y una patria amada", exponiendo por este ideal sus
vidas de jóvenes al más grave castigo, ¿quién honesto puede hablar del
fascismo? Más bien su desesperado acometido remite a la gravedad de la
situación del pueblo croata bajo el régimen de Tito. ¡Qué absurdo lo del
fascismo: croatas llegaron al corazón de la gran democracia para jugar allí de
fascistas! ¡Y todo eso en pro de causa nacional croata!
Después de
lamentar la muerte de un policía norteamericano, la carta continúa:
Una cosa más de
suma importancia: El autor del mencionado artículo excluye el caso croata del
complejo de guerrillas amparado por Moscú, dejándole desubicado y en suspenso.
Acertó perfectamente en la primera parte de su opinión y en cuanto a la otra
podemos asegurar que se trata de la actitud que tiene por fin conseguir Ia
libertad nacional croata de corte genuino occidental.
Señora Directora,
le agradeceríamos infinitamente la inserción de estas lineas en su distinguido
diario, pues son de interés público y sirven a la verdad. Aprovechamos la
oportunidad para saludar a Ud. con nuestra consideración.
Secretario: M.
RAKOVAC
Presidente: F.
NEVISTIĆ
¿Qué contestó
"Clarín"? Nada. ¡Un silencio absoluto! Posiblemente su actitud está
de acuerdo con la escala de sus valores. En efecto, leímos en "La
Prensa" del 24 del noviembre ppdo. las siguientes
ideas de André Malraux: "Distinguí dos lenguajes que oía simultáneamente
desde hacía treinta años (...) el lenguaje de lo efímero. Y el de la Verdad, el
lenguaje de lo eterno y lo sagrado. El arte no revela que Ios pueblos dependan
de lo efímero de sus casas y sus muebles, sino de la Verdad que les tocó crear.
Todo arte sagrado se opone a la muerte, porque no adorna su civilización sino
que la expresa según su valor supremo".
MUTATIS MUTANDIS,
podríamos decir que todo el lenguaje —incluso del periodismo—, debería ser la
expresión de su valor supremo. Este lenguaje de "Clarín" —también
cuando guarda silencio— resulta evidentemente ser la expresión de un valor
efimero —casas, muebles, avisos— y no de un valor supremo de la sagrada Verdad.
¿Tiene actualmente la Humanidad un valor supremo común, un valor
indiscutiblemente elevado sobre lo efimero?
La crónica de una
apasionada polémica
La V Conferencia
de los "no alineados", efectuada a fines del mes de agosto de este
año en Colombo, Sri Lanka, ha promovido una interesantisirna reacción en el
periodismo argentino. El diario "Clarín" habla registrado a
principios del mes de julio la presencia en nuestro país de Mirko Ostojić,
delegado especial de Tito. El mismo difundió el significado de dicha presencia.
Promover una acción solidaria del "tercer mundo" en cuanto a la
política internacional o interna a seguir en común y preparar los borradores
para los documentos que la Conferencia habría de aprobar y difundir a la
opinión pública mundial según los planes ideados por los promotores de la
Conferencia. Además, el delegado comunista yugoslavo propuso ideas para
impulsar, con más ímpetu la colaboración económico-comercial entre la Argentina
y aquel país comunista.
Fue "La
Prensa" que reaccionó en sus ediciones del 9 y 10 de julio, censurando la
política "tercermundista" argentina. La iniciativa al respecto
provino de "La Junta por los Ideales de Mayo" que para tal fin habían
preparado una Declaración especial. "La nota señala —según «La Prensa»— la
inexistencia de derechos huma-nos y nacionales en Yugoslavia..." El mismo
distinguido diario volvió a tomar posición en este asunto al dia siguiente -10
de julio de 1976. En su artículo de fondo se decía: "Entre los actos
políticos dei gobierno anterior, uno de los que más hondamente
]esicnó la sensibilidad nacional fue el giro dado a la política exterior
del pais, contrariando su tradicional coincidencia con los principios de
dignidad y libertad propios de la civilización occidental". Refiriéndose a
la visita que el delegado de Tito efectuó a la Cancillería argentina y las
declaraciones posteriores del mismo sobre la "conciencia" entre los
dos países, "La Prensa" comentó: "No es fácil interpretar cuáles
pueden ser los «puntos de coincidencia» del gobierno argentino con las
eventuales declaraciones que se produzcan en Sri Lanka. El enviado que nos
visita, cualquiera sea la posición de autonomía frente a la Unión Soviética
asumida por su país, es un representante de la doctrina política
marxista-leninista. De ahí la dificultad de imaginar las ccoincidencias», en el
plano multilateral, con la República Argentina". El intrépido defensor de
la libertad humana y nacional, "La Prensa", concluyó su comentario:
"La situación, interna y externa, exige inequívoca claridad cuando se
adoptan posiciones fundamentales. El presente estado del mundo pone en claro el
error de no haber adoptado oportunamente la determinacional de oponerse a las
desviaciones reclamadas por la audacia imperialista. Asistimos ahora a una
reacción general contra ese sentido. Esta es la hora menos indicada para
ratificar decisiones tan ineptas como la que condujo a mirar con buenos ojos la
maliciosa farsa del «tercermundismo». Debemos salir alguna vez de la
contradictoria desubicación en que seguimos debatiéndonos sin objeto".
Otro gran diario
argentino, "La Nación", en su edición del 11 de julio, reprobó
decididamente la política argentina tercermundista y de los "no
alineados" para volver a imprimir en su edición del 12 del mismo mes la
SOLICITADA de "LA JUNTA POR LOS IDEALES DE MAYO" en su totalidad y
que reproduciremos íntegramente a continuación:
SOLICITADA
A la opinión
pública
La JUNTA POR LOS
IDEALES DE MAYO se dirige a la opinión pública para su conocimiento que
mientras el Mariscal Tito de Yugoslavia en la conferencia "cumbre"
del comunismo internacional en Berlín, forjaba con Brezhnev una nueva
estrategia para llevar al poder el comunismo en los países donde dicho sistema
de esclavitud no se ha impuesto todavia, un delegado especial de su gobierno
visitaba a nuestro país.
¿Con qué fin?
Supuestamente el
de hacer preparativos para otra conferencia "cumbre" de los no
alineados, que se efectuaría en agosto próximo en Colombo, Sri Lanka. Según
dicho delegado de Tito, un tal Mirko Ostojić, tres son los documentos que
desde allí deberían ser difundidos por el mundo y que engendrarían una solución
salvadora para la humanidad entera. Son los siguientes:
1 — Una
Declaración política en la que se fijarían los principios comunes, inspirados
de una política planeada tanto nacional como internacional de los no alineados.
2 — Un programa
de acción, determinando la estrategia y la táctica comunes, y
3 — Un mensaje a
todo el mundo señalado cómo fomentar y realizar la paz internacional.
El delegado de
Tito visitó también a nuestro canciller, oportunidad en que sugirió uniformar
los criterios en el sentido arriba mencionado y expresó el deseo de su. gobierno de incrementar la colaboración económico-comercial
entre nuestro país y la Yugoslavia comunista. En consecuencia
Preguntamos
públicamente
¿Son compatibles
los principios de la historia, la cultura, la civilización y la política actual
argentina con los de la mayoría de los no Alineados, cuyo patrocinio se
atribuye a sí mismo el Mariscal Tito?
¿ No fue la
colaboración estrecha económico-comercial de Tito eon la hermana República de
Chile la que contribuyó a la instalación allí subrepticiamente, de un régimen
comunista-totalitario que hizo necesaria la intervención militar? ¿No fue el
equipo de "expertos y consejeros" de Tito, encabezados por Branko
Horvat, el precursor del régimen peligrosamente izquierdizante en Perú? ¿No
fueron los mismos "expertos" de Tito los que infiltraron en nuestro
país la fracasada autogestión comunista de Tito, amenazando con la paralización
casi total de nuestra economía y la comunización de nuestra sociedad? ¿No fue
ésta la principal causa de la inevitable intervención de la FF.AA.?
¿ Pertenece realmente la R. Argentina al Tercer Mundo?
Los derechos
humanos y nacionales en Yugoslavia no existen. La opresión de la clase obrera
ha obligado a un millón de obreros a buscar trabajo en los países de Europa
Occidental, mientras otros 500.000 están sin trabajo en el país líder de los
"no alineados" (léase servidores conscientes del comunismo
internacional, bajo uno de sus tantos disfraces).
Los sindicatos,
en esencia los defensores naturales de los intereses de su afiliados, no son
más que uno de los tantos tentáculos del partido comunista gobernante para
mantenerse en el poder.
¿Por qué hay en
Yugoslavia más de 8.000 personas en prisión por desear la independencia de su
patria?
¿ Fueron necesarios los
asesinatos de cientos de miles de personas para que Tito pudiera establecer su
dictadura marxista en un país al que ahora llama no alineado?
¿ Pueden no ser
execrados, acaso las matanzas de inocentes en Munich durante las últimas
olimpiadas, las bombas plantadas por doquier, los secuestros de aviones y
asesinatos de rehenes cometidos por "no alineados" de los cuales Tito
es socio y pretende ser líder?
La República
Argentina no tiene nada que ver con este mundo "no alineado" que
encabeza el comunismo yugoslavo. Sus delegados, lobos disfrazados de ovejas,
deben tomar el camino de regreso. Su régimen injusto, opresor, totalitario,
hegemónico, que niega los básicos sentimientos humanitarios, destruye al
individuo, a la familia, ataca a los credos, pisotea las nacionalidades, ¿qué
ejemplo de bien pude dar a los demás?
La paz que nos
promete el comunismo, el de Moscú, o el "no alineado" de Tito es la
paz que degrada la dignidad humana.
Las ideas y
métodos comunistas, o de su quinta columna los "no alineados", son
totalmente opuestas a nuestro ser nacional.
La Argentina
nunca ha sido, no es y no será jamás parte de este plan del comunismo
internacional para esclavizar a la humanidad.
ALEJANDRO DUSSAUT
Presidente
ERNESTO
SAMMARTINO Vocal
NORBERTO FANO
Vocal
BORIS
VAINSTEIN Vocal
JOSE ANTONIO
ABUIN Vocal
HECTOR VARELA
Secretario
OSCAR LOMAZZI
Vocal
JOSE F. SIVORI
Vocal
JOSE GREGORIO PAZ
Vocal
MANUEL SUSSINI
Vocal
GREGORIO
TOPOLEVSKY Vocal
El diario
"La Razón" de gran difusión en el país el 14 de julio de 1976
imprimió a su vez dicha Declaración en su totalidad y en una forma
periodísticamente espectacular con un previo comentario en la edición de la
fecha anterior.
El
"Clarín", evidentemente tocado por sus colegas periodísticos, publicó
en la edición del 20 de julio de 1976 un artículo titulado: Motivos por los que
nuestro país irá a la reunión de no alineados. Después de hacer formulado
algunos juicios infundados a favor de la politica "moderadora de
Tito", "Clarín agrega: "Fuentes diplomáticas consultadas por
"Clarín" revelaron que nuestro país no va a Colombo a servir de
cortejo de ningún sistema reñido con nuestras tradiciones. Su presencia obedece
al propósito de no prescindir de la oportunidad de hacer escuchar en este foro
—como en cualquier otro cónclave similar— los argumentos que fundan dos de sus
más caras aspiraciones: la reivindicación de la soberania nacional en las
Malvinas y el apoyo a nuestra tesis del régimen de consulta sobre los recursos
naturales compartidos", subrayando el apoyo que en tal sentido brindó y
brindará "el raquete may -agio de votos en Ias Naciones Unidas".
Bien lo dice
"Clarín" poniendo énfasis sobre la independiente política argentina,
su cauteloso proceder y su pragmetismo, pero no hay que olvidar que aquel
"paquete de votos mayoritarios" conocen bien el principie: Do ut des
y que ya están dando a nuestro pais su preciosa contribución en una guerrilla
implacable, cuyo último objetivo es la destrucción de le "soberania y sus
propias definiciones", que "Clarín" ('estaca come campos
inaccesibics a la acción subversiva de los "no alineados" y de los
"tercermundistas".
Pero la polémica
no tirminó aqui. "La Nación" del 24 de agosto ppdo. dedicó su articulo de fondo al mismo asunto, donde
certeramente dijo: "La asistencia de una delegación argentina nc tiene
explicación valedera ante lo previsible del ritmo que ha tomado la acción de
los NO ALINEADOS. No son suficientes, en efecto, ciertas manifestaciones —por
otra parte bastante anodinas— respecto de nuestros derechos sobre la Malvinas. como justificación del viaje. En todo caso, al haber expresado
la mayoría de los representantes a la conferencia su solidaridad con los
terrorismos de diverso orden que asuelan el mundo, nuestra delegación debió
retirarse. Luchar en e] orden interno contra la acción nihilista y participar
en una reunión internacional donde se la ensalza, es una contradicción
demasiado manifiesta (...) Reconociendo la existencia de diferentes presiones
sobre los que no tienen recursos "para alcanzar la posibilidad de
subsistencia decorosa", "La Nación" concluye, "El
comportamiento de la mayor parte de los Estados adheridos a dicho nucleamiertto
y las posiciones políticas que los mismos adoptan frente a las cuestiones
ásperas mundiales, los ubican en una absoluta táctica de filiación
leninista-marxista. Contra la Unión Soviética no se habla ni se emiten
declaraciones de repudio. Cuanto más, se pasa en silencio. Esto no es ni puede
y ni debe ser la opinión de los Paises No Alineados, si lo fueran en realidad
así".
"La
Prensa" del 1° de setiembre de 1976, bajo el título de su artículo de
fondo: "La comedia de los (no alineados), vuelve a criticar la presencia
argentina en Colombo, destacando el hecho de que los (no alineados» en sus
resoluciones atacan al mundo occidental y sus simpatizantes — pidiendo,
incluso, que Israel abandone las Naciones Unidas. Una pálida amonestación a
Rusia para que sus buques abanóonen al Océano Indico es todo lo que se dijo
para encubrir sus sentimientos pro-soviéticos. Rusia a su vez, para que la
farsa fuese completa, no participó en la Conferencia. por
tratarse "de una reunión de países no alineados". Luego "La
Prensa" añade: "Tiene escasa o ninguna importancia que los «no
alineados» nos hayan halagado con una declaración contra la presencia inglesa
en las Malvinas, cuando lo que en verdad nos hubiese interesado, en este
momento especial de la vida argentina, era una resolución unánime contra la
guerrilla y el terrorismo. En cambio, esos métodos de la "lucha por la
liberación de los pueblos" gozaron en la reunión del Colombo de encendidos
elogios y fueron objeto de cálidas manifestaciones de aprobación. No podia ser
menos, tratándose de una reunión destinada a encubar, mediante reclamos contra
(explotación de los paises industrializados), la adhesión a la línea
estratégica de Moscú y a los movimientos subversivos que la alientan y
sostienen".
"La
Prensa" termina: "Si no existiese otra razón que la nacida de la
certidumbre de que esos de «no alineados» no pasa de ser una fábula burda, ella
seria suficiente para descartar desde ahora la publicidad de insistir en actos
de presencia que nos confunden ante el mundo y que en cualquier circunstancia
más grave podría llegar a descalificarnos".
***
Nos llena de una
gran satisfacción el hecho de que esta "estridente polémica" (Clarín)
fue generada por la presencia en la República Argentina del agente y delegado
especial de Tito, conductor de los «no alineados» y los «tercermundistas»,
suelen enzalsarlo sus propios medios de propaganda y, lamentablemente, unos
periódicos de renombre del propio mundo occidental. Todo cuanto se dijo en esa
oportunidad corre también, y en primer término, por cuenta de ese «carismático
líder» sin que se mencionara su nombre.
Por nuestra
cuenta croata podemos dirigirle la pregunta al mariscal: Si tantos elogios se
otorgaron al terrorismo y a la guerrilla ¿por qué Ud., o mariscal, procedes con
tanto implacable rigor y bestialidad contra los croatas, incluso cuando su
policia secreta descubrió que habían soñado solamente de una acción directa y a
todas luces justificada, contra tu régimen de opresión? — ¿ Por qué los
crímenes de tus agentes en Alemania Occidental se los estás atribuyendo a los
croatas y, so pretexto de sus supuestos crímenes con otras tantas artimañas
tejidas diplomáticamente, consiguiste la prohibición oficial para la existencia
misma de dos organizaciones croatas en aquel país? — ¿Quién mató al líder
croata Mikulić en Suecia? — ¿Quién a tu propio cónsul Zdovec? — Su
"poeta y docente" Krakar, desaparecido precipitadamente de Alemania y
su agente Bukara, de acuerdo con la opinión del periodismo libre europeo, saben
mucho de esto y de que todos los hilos llevan a su escondite en Belgrado.
Las cosas son muy
claras y se ponen cada vez más claras. Los pueblos amantes de la paz y la
libertad se dan cuenta también cada vez más de que la lucha "por la
liberación nacional de los pueblos" que propicia el "líder" de
los "no alineados", no es otra cosa que el servicio a los planes de
subyugación del mundo soviético. Por eso el pueblo croata, con los demás pueblos
no servios en Yugoslavia, sienten que no están solos y que el derecho de
autodeterminación de los pueblos tan descaradamente conculcado en el país de
Tito, tiene mucha más actualidad que en cualquier otro país por cuya
"liberación" se inquieta el "mariscal" Tito.
(S.C.)
por Alejandro
Dussaut
En el mes de
agosto ppdo. fue convocada la conferencia
"cumbre" de los no alineados o del tercer mundo, en Colombo, Sri
Lanka. La reunión fue inaugurada bajo el liderazgo de José Broz (Tito),
dictador de la Yugoslavia comunista que pretende hacer creer que es un país
neutral y agruparlo entre no alineados. Con tal motivo parece oportuno
reactualizar la figura del conductor a través del más significativo de su
despiadada actuación que hace a su vesánica imagen, y me refiera a la Tragedia
de Bleiburg.
La invasión de
Croacia por parte de las tropas comunistas se realizó sembrando el terror y
liquidando todo aquel que, con algún significado, se supnía opositor a sus
siniestros planes, hasta lo que se dio en llamar La Tragedia de Bleiburg o
Superkatyn Croata.
Al finalizar la
segunda guerra mundial un contingente de 150.000 soldados croatas atraviesa la
frontera de Austria en las proximidades de la ciudad de Bleiburg, que las
autoridades británicas, el 15 de mayo de 1945 rechazan y repatrian, entregando
el grueso de este ejército a los comunistas de Tito, que fue masacrado con
numerosos políticos fugitivos, intelectuales, campesinos, no deteniéndose ante
mujeres y niños. Episodios macabros a través de la "marcha de la muerte o
de la expiación o del hambre o de la propaganda" que escribió triste
páginas para la historia.
Así debuta Tito
con el sojuzgamiento del noble pueblo croata, cuya despiadada actuación
caracteriza su dominio, sofocando con sangre todo intento de esa anhelada
liberación que vienen alimentando desde hace tres décadas. Pretendiendo hoy
Tito constituirse en paladín de las reinvindicaciones de los países pobres
frente a los poderosos que, en definitiva logró un conjunto heterogéneo,
pretendidamente equidistante del capitalismo y del comunismo, muchos de ellos
en abierta militancia con este último, bastaria citar a Yugoslavia misma y a
Cuba que jamás desmintió su posición y muchas de las ex colonias afroasiáticas
que integran el grupo de no alineados.
Lamentablemente
la Argentina lo integra por razones públicamente explicadas, pero que no
conforman con el sentir de una gran mayoria de nuestra opinión publica.
El mismo dictador
yugoslavo que pretendió hacer creer que se liberaba de la tutela de Rusia para
formar su propio block, piloteado y maniobrado coro dica Ravines "por el
principal ideólogo del comunismo al estilo titoísta, Edward Kardelj", cuyo
primer intento en 1961 subyuga y logra la cooperación de Nehru de la India, de
Nasser de Egipto y de Sukarno de Indonesia, balandronada que fracasó ante la
distansión de las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Pero Kardelj
vuelve sobre la carga y a partir de 1961 en que tiene lugar la primera sesión
preparatoria en Belgrado, el número de miembros va aumentando hasta lograr la
asistencia de 76 países con la presencia de 50 jefes de estado a la IV
conferencia de Argel en 1973. Enfermo éste lo substituye personalmente el
dictador Tito.
No obstante todo
esto, la propaganda a favor de dicha conferencia y de sus objetivos fue
ampliamente difundida también en nuestro país. Además, nos había visitado un
delegado especial de Tito, que mantuvo prolongada conferencia con el ministro
de relaciones exteriores y hasta realizó una conferencia de prensa que mereció
muchos comentarios adversos, pues con fundadas razones, la visita de este
delegado, Mirko Ostojić, estaba intimamente relacionada con los
preparativos y los propósitos de aquel evento.
LA PRENSA del 28
de mayo del corriente año se ocupa en editorial titulado "Política
Exterior y Tercer Mundo" y entre otras cosas dice "debe ponerse
especial cuidado en no facilitar que se nos confunda en medio de los manejos
equivicos de la vanguardia izquierdista y subversiva que sigue distinguiendo el
juego de ciertas cancillerias continentales". Preguntándonos nosotros si
se puede confiar en este otro paternalista que en Yugoslavia hay más de 8.000
personas en prisión por aspirar a ia independencia de su pais, donde la opresión
de la clase obrera ha obligado a un millón de los mismos a buscar trabajo en
los países vecinos del mundo occidental y alrrededor de 500.000, en este país
"rector" está sin trabajo.
Nada parece
explicar la presencia de la Argentina en el grupo de los equivocos paises no
alineados; nos debemos al mundo occidental con compromisos reciprocos e
indisolublemente unidos por un sistema de vida que no admite transferencias, no
nos debemos prestar a equívocos, menos aún tutelados por un responsable que aún
está esperando su tribunal de Nuremberg.
La experiencia de más de medio siglo nos obliga a adoptar posiciones claras y absolutas, no nos podemos llamar a engaño; Mussolini hizo creer a muchos que el fascismo podía ser una aspiración, y Lenin aferrado a la teoría de Marx no logró que en Rusia siquiera se intentara materializar algunos de sus principios; ambos como todos los totalitarismos tienen de común el régimen policial que los caracteriza, pero la evolución de la sociedad les ha hecho comprender a los líderes que hoy es necesario presentar a los pueblos platos más apetitosos y mejor condimentados.
Estos son los
textos de los dos documentos arrojados desde avión norteamericano desviado por
cuatro jóvenes croatas y una joven norteamericana el 10/IX/1976:
"DECLARACION
DEL CUARTEL GENERAL DE LAS FUERZAS CROATAS DE LA LIBERACION NACIONAL"
"La
autodeterminación nacional es un derecho básico del hombre, universal y
fundamental, reconocido por todos los miembros de las Naciones Unidas, derecho
que no puede ser negado o retenido a ninguna nación prescindiendo de su
extensión territorial o el número de sus habitantes. Unicamente los habitantes
de un territorio históricamente determinado y limitado pueden, objetiva y
competentemente, trazar su futuro rumbo y su propio destino. Cualquier fuerza
que se imponga contra los deseos de una nación puede calificarse únicamente
como ocupación y, como se reconoce universalmente, la ocupación se mantiene
exclusivamente por fu fuerza bruta.
Este derecho
universal, natural y humano es denegado por muchas naciones, incluso por los
miembros de las Naciones Unidas, o con mayor propiedad, por los Países Unidos,
comprometidos por su firma a apoyar y acatar el principio de la autodeterminación
nacional.
En la
terminología geopolítica actual y, en la realidad, lo que esta terminología
representa, el nombre Croacia suena extraño, incluso inquietante. Rodeado de
mitos, mentiras, errores del pasado, este nombre fue empujado a un olvido
intencional o violentamente denegado. En consecuencia hoy, pese a su hasta hace
poco ininterrumpida existencia durante trece siglos y la continuidad legítima
como Estado, el Estado de Croacia sorprende a uno como si fuera leyenda, una
ficción o fantasía. Paralelamente con esta intimidatoria ignorancia o silencio
en el mundo, nuevos pueblos aparecieron en el escenario de la historia
contemporánea y nuevos Estados fueron establecidos. En lugares lejanos, de donde
nuestros periodistas y científicos escribieron acerca de las tribus extrañas y
salvajes, surgieron nuevas naciones, culturas nativas brotaron de una nada
virtual. La independencia de estas nuevas naciones fue arrebatada por la fuerza
y establecida a través de la lucha de liberación. El despertar de la conciencia
nacional, generalmente, ha sido un hondo proceso espiritual, y la batalla por
la libertad que es la continuación natural de este proceso, tiene sus raíces en
un principio moral fundamental.
Los pueblos
pequeños saben que son pequeños, pero se levantan contra las consecuencias
injustas de esta realidad: contra el desconocimiento de su importancia y contra
la fuerza con que se les dicta su destino. Las naciones pequeñas afirman su
independencia nacional mediante la Iucha por la libertad, incluso con
secuestros, bombas y asesinatos. La necesidad de conquistar la libertad resulta
más justa que la legalidad que predican las naciones poderosas, apoyando su
argumentos con la fuerza despiadada y las arman asesinan.
La realidad da la
liberación nacional, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, se
expresó mediante acciones adecuadas en todas las partes. La nación croata, que
es una de las más viejas en Europa, no puede ni quiere, que por más tiempo se
suprima su existencia ni puede eludir su responsabilidad en el mundo
contemporáneo, meramente para preservar una" incierta "paz"
imperialista. Por lo tanto, todos los prejuicios y todos los exclusivismos,
ajustando las cuentas con los errores e incomprensiones del pasado, conscientes
del hecho de que no hay otro valor más sagrado que la libertad y la fe en su
propio país, la nación croata inicia una vez más su lucha por la libertad,
recalcando las siguientes razones para su activo renacimiento:
—Después de más
de tres siglos de continuidad como un Estado legítimo, la soberanía estatal
croata fue abolida. A través del nuevo Estado de Yugoslavia, artificial e
impuesto, la nación croata fue sometida a la dictadura fascista monárquica de
los reyes servios. Al terminar la Segunda Guerra Mundial un genocidio sin igual
y sin precedente, fue perpetrado contra la nación croata con el pretexto de
"la fraternidad y unidad" y en nombre del yugoslavismo
integracionista y de un internacionalismo lóbrego e inhumano de calibre
Hitler-Stalin. El terror de la ocupación servia aflojó en 1966 para recrudecer
en 1971 con aspectos cada vez más brutales.
—Los croatas
están oprimidos, humillados e insultados debico a su orgullo y dignidad
nacional. Ni en sus hogares ni en su patria tienen derecho alguno, más bien se
ven acosados por onerosas y sin igual obligaciones. Belgrado dispone de los
bienes morales y materiales croatas según su arbitrio. A través de impuestos y
pesados gravámenes, los croatas deben soportar un régimen del cual son
víctimas.
—A parte de las
obligaciones morales e históricas impuestas, ni un país rico y poderoso respeta
la recomendación del Comité General de las Naciones Unidas para separar el
05,5/8 de su ingreso nacional para utilizarlo en los países subdesarrollados.
Desde 1945 y hasta hoy, el 85,8% del ingreso nacional croata viene siendo
extraído. Según la evaluación de ias autoridades de las Naciones Unidas, en
cada nación donde el 45,8% de su ingreso nacional es sacado sistemáticamente,
peligra seriamente el crecimiento biológico y cultural de esa nación.
—Por la mera
fuerza aplicada dentro de las fronteras de Yugoslavia, y mediante el apoyo
material, militar y de servicios de inteligencia que le prestan Oriente y
Occidente, pueblos heterogéneos tienen que convivir en forma contradictoria,
forzados a una unión, dominada por los servicios, donde las mentalidades,
culturas y sistemas son antagónicos. Habiendo ya vivido durante siglos una vida
cistinta dentre de conjuntos culturales de Estados totalmente disímiles esas
naciones han formulado sus conceptos particulares acerca del mundo. Si bien
pueden utilizar el mismo diccionario, el origen y la base de su expresión
intelectual, torna incomprensibles estas ideas a otros pueblos que con ellos
conviven.
— El estado mayor
íntegro de las fuerzas militares yugoslavas destacadas dentro del territorio
nacional croata, se compone de los integrantes del pueblo servio. Los servios
constituyen la amplia mayoría de las fuerzas policiales en Croacia. Los servios
también ocupan posiciones claves en los cuerpos judiciales, administrativos y
partidarios, como en la economía. Los croatas que trabajan en estos organismos
generalmente carecen de poder, potencia o influencia. Esta situación
contranatural e inhumana es mantenida por la fuerza y está oculta en un lema:
La Unidad del Pueblo. En este lema, continuamente repetido, nadie cree, ni
tampoco los ocupantes ni los pocos quislings, a fuer cuan bajo han caido en sus
crimenes y traición.
— Los croatas no
participan en decisión alguna; estas decisiones se les comunican "post
factum".
— Hoy, cuando se
desarrollan los dialectos, de las hace poco tribus salvajes, en idiomas
modernos, la gramática y la ortografía croata, preservadas en un monumento que
se remonta al año 1100, escrito en letras y la lengua croatas, están
prohibidas, y quemadas. Un ataque frenético, sin paralelo de tiempo ni de
lugar, se lleva a cabo contra la lengua croata, teniendo en cuenta que el
idioma, entre otros valores, es el centro de la instrucción moral que explica
la dignidad y la libertad; la energía que resiste las maniobras del destino de
uno y de los logros de uno.
— El llevar el
escudo croata, que fuera esculpido en un monumento de piedra croata en el siglo
IX, equivale a una mala acción.
— El cantar las viejas
canciones patrióticas croatas, incluso sentimentales, es considerada como un
acto conspirativo y terrorista, dirigido contra la fraternidad de las naciones
yugoslavas.
— El crecimiento
natural de la población croata se reduce sistemáticamente con premeditación.
Simultáneamente, la parte más vital de la población croata se ve obligada a
emigrar debido a la explotación económica, la presión política y el terror
policial. Mediante esta nueva forma de genocidio se viene cometiendo un
exterminio sostenida e intencional del pueblo croata.
— En todas las
escuelas croatas, los textos escolares resultan ser el epítome de la reseña
histórica y política servia, una expresión auténtica de espíritu servio tal
como se revela en el poema de Petar Petrovic Njegos donde exalta y ataba el
genocidio cometido contra la población musulmana, que siempre fue parte
integrante del pueblo croata.
— En nombre de la
fraternidad, unidad y el socialismo, estalla el Látigo sobre la cabeza de la
Croacia sufriente. La permanente colonización del ser nacional croata se
ejecuta mediante los comprobados métodos fascista-stalinistas. Según las
estadísticas de Amnesty International, la organización mundial más renombrada
que se ocupa de los prisioneros políticos, en Yugoslavia o con mayor precisión
en Croacia y en Kosmet albanés, hay más prisioneros políticos que en cualquier
otro país del Este europeo, excluyendo la Unión Soviética, cuya población
alcanza a 250 mil:ones. Estos datos fueron conformados
en una entrevista televisiva por el dictador yugoslavo José Broz, Tito, en
ocasión de su visita oficial a Suecia este año. Hay sentencias a trabajos
forzados que se extienden hasta 20 años y con frecuencia luego se transforman
en sentencias a la pena capital. Las formas sofisticadas, diversas y
sangrientas de tortura son los medios habituales con los que se aterroriza a
los prisioneros y se les saca las confesiones deseadas. Cuando se hace
necesario, los arrestados son asesinados lisa y llanamente.
La limitación de
la libertad en nombre de los fines sociales profesados es un
realidad diaria. El desacuerdo y el criticismo es el privilegio que las
potencias ocupantes reservan exclusivamente para sí mismas. Este monstruoso
estado de cosas se mantiene y prosigue mediante los fallos judiciales, el autocriticismo
y las liquidaciones y, con mucha frecuencia, mediante la ayuda militar y
política de los países occidentales democráticos.
— Debe subrayarse
asimismo que desde la creación en 1918 en Versalles de la Yugoslavia
imperialista, los croatas fueron y siguen siendo elementos indeseables en el
servicio diplomático yugoslavo. Como ilustración, veamos la composición
nacional de la embajada yugoslava en Washington, donde está destacada la
delegación yugoslava más numerosa en el mundo.
— De los doce
embajadores yugoslavos acreditados desde 1970 ocho fueron servios, dos
eslovenos, uno judío, uno montenegrino y ninguno croata. De los 19 empleados en
la embajada de Washington 15 son servios, uno montenegrino, uno sin
nacionalidad y dos croatas. (Sr. Ivan Perich y Srta. Mira Blažić, camarera
de la mujer del embajador). No es casual la selección de mucamas para las
mujeres de los embajadores entre los miembros de la ocupada nación croata. Este
hecho esclarece muchas cosas.
Todo lo que
hacemos es cuestión de deber, cuestión de una responsabilidad activa, cuestión
de haber un llamado a las Naciones Unidas y perseverar en nuestra lucha por la
libertad y la independencia nacional. Nosotros planteamos el problema de
Croacia como un problema de la libertad. El mundo no nuede vivir en paz si al
pueblo croata) se le niega los derechos reconocidos por todos los pueblos y
todas las naciones. Croacia resulta indispensable en el mundo actual mientras
que Yugoslavia como Estado no tiene derecho a existir por las razones que siguen:
— Todos los
grandes imperios y las formaciones estatales multinacionales tarde o temprano
fracasaron en sus esfuerzos integracionistas sin importar las ideologias o las
misiones universales que perpetuaban o predicaban, sencillamente porque no
ofrecían ningún tipo cultural u otro de hipótesis, para una evolución armoniosa
de las naciones que ocuparon o mantenían con la fuerza de las armas. Hasta los
tiempos presentes la historia no registra un solo ejemplo donde un ente estatal
multinacional haya solucionado con éxito y en forma continua el quemante
problema histórico, es decir el reconocimiento de la independencia y la
soberanía individual de todas las naciones.
— La moral
histórica de todos los imperios multinacionales hasta el presente es: el
despotismo fracasa, pero nunca se rectifica. Ningún cambio democrático es
posible en Yugoslavia, ni tampoco estos cambios eventuales podrían mantenerse.
Yugoslavia puede seguir existiendo, por cierto tiempo únicamente, como el
Estado policial, basado en la dominación servia y la coerción fascista -
stalinista.
— No se puede
defender a Yugoslavia con ningún criterio legal o social-filosófico,
generalmente reconocido. Aparte del hecho de que en Yugoslavia se está
perpetrando un constante genocidio contra los croatas, la población albanesa se
siente amenazada biológicamente. Belgrado mantiene bajo su ocupación, una
extensa porción del territorio nacional albanés en el cual, habita la mitad del
pueblo albanés. Las fuerzas de ocupación servias también mandan en una porción
del territorio nacional búlgaro y húngaro.
— En cuanto a su
población, su capacidad educacional y tecnológica, el pueblo servio es inepto
para subordinar a sectores de otras naciones dentro de Yugoslavia. También el
pueblo servio se está volviendo más y más descontento y opositor a la política
imperialista de su camarilla gobernante. Servir como policía en un país
extranjero no es un honor. La mayoria del pueblo servio sabe que quienes no
respetan derechos ajenos por último pierden sus propios derechos; pues no hay
libertad para quienes despojan de ella a otros. En consecuencia, el pueblo
croata no se opone al pueblo servio o a su libertad; se opone a la brutalidad
totalitaria e imperialista del granservismo, que embozado en la bandera de una
libertad aparente e imperialismo falaz, niega a
Croacia su derecho a una existencia independiente y a la libertad.
— Todos los
albaneses, prescindiendo de su credo político, desean y apoyan la consolidación
de su patria Albania. En Yugoslavia están amenazados no sólo politicamente sino
biológicamente. En la Yugoslavia multinacional los abaneses por su número
ocupan el cuarto lugar y debido a la alta tasa de natalidad muy pronto ocuparán
el tercer lugar.
— En caso de una
agresión foránea contra Yugoslavia ni un centenar de croatas se encontrarán
para combatir y morir voluntariamente por Yugoslavia.
— Como la
historia de Yugoslavia hasta hoy muestra claramente y, como lo revela el número
de loo prisionerso políticos en los campos de trabajos forzados, Yugoslavia es
material y espiritualmente la gran fuente del terrorismo en Europa.
— Croacia, en
contraste con sus vecinos rapaces del Este y Oeste, nunca exteriorizó ningún
tipo de tendencia imperialista, ni incluso cuando al comienzo del siglo X el
número de habitantes y la fuerza militar de Croacia igualaban a las de
Inglaterra de esa época. Entonces, y en los tiempos de su mayor infortunio,
Croacia reafirmó su existencia en el terreno cultural.
Croacia hizo una
contribución significativa a la formación de la civilización contemporánea. Ya
en el siglo XVIII tres croatas fueron designados miembros de la Academia
Francesa: Anselmo Banduri, bizantólogo, anticuario y numismatólogo, Lujo
Nicolić, astrónomo y Rodjer Bosković, matemático, astrónomo y
filósofo. Desde mediados del siglo XV hasta mediados del XVII diez musulmanes
croatas ocuparon los cargos más responsabels en la administración, ejército y
el servicio exterior del imperio turco, teniendo así una influencia distintiva
y poderosa en la formación de la civilización islámica y su universalidad.
Croacia es la
única nación europea que entre sus ciudadanos cuenta con un considerable número
de creyentes islámicos y por ello sirve de puente más natural y apropiado entre
el mundo oriental bizantina y los Estados europeos no islámicos.
— Pese a
centenares de batallas con los ocupantes foráneos y la propaganda sin igual del
yugoslavismo; el pueblo croata ha lograda retener el 80% de su población en su
territorio histórico y cuando regresen millones de emigrados croatas este
porcentaje aumentará. El pueblo croata no es grande pero adquirió un
significativo lugar entre las naciones libres, soberanas y unidas del mundo,
gracias a su participación en la formación y la creación de la civitzación
contemporáneo, al número de sus habitantes y a su ubicación geográfiea. Del
total de 33 Estados europeos, 16 son más pequeños por el número de sus
habitantes que Croacia y 18 disponen de menor extensión geográfica. En Asia, 22
Estados tienen menor población, en Africa 35, en Sudamérica 11, en Norteamérica
2 y hasta en Oceanía 2.
— Dispersas por
todos los continentes, establecidos virtualmente en todos los Estados y países,
los emigrados croatas, no importa en que parte del mundo se hallan y que puesto
ocupan en la sociedad de su residencia, no pueden contar con país alguno que
les otorgaría refugio hasta el momento en que Croacia llegue a ser libre y
soberana. En consecuencia, y contra sus deseos, llevan la inquietud por todo el
mundo. La necesidad de luchar por Croacia surge de la obligación y del deber
para con el mundo y de la responsabiidad hacia la patria propia. La nación
croata se opone al internacionalimo forzado y el terrorismo estatal, pero apoya
los derechos humanos internacionales, la libertad y las responsabilidades.
— La colonización
sostenida y radical del territorio nacional croata no se lleva a caco sin
secuelas dañinas para el desarrollo económico, la libertad, la vida espiritual,
la creatividad de otras naciones en Yugoslavia y los intelectuales servios,
detentores del poder, conciben y afirman este punto de vista:
La vida
espiritual de los pueblos de Yugoslavia es manejada por los más triviales
motivos de poder; el producto nacional se consume apenas producido y la
realidad histórica de este país no puede definirse con otra perspectiva sino
una acumulación de crisis, conveniente para los que están en el poder, pero muy
peligrosa para la cultura, sin la cual no podemos sobrevivir. Tenemos una
agricultura atrasada, una industria que no puede competir con las demás, una
baja productividad que decae día a día, un bajo y desorganizado nivel de salud,
educación que pertenece al siglo XIX, analfabetismo masivo, desempleo,
exportación de la mano de obra e importación del capital, rápido enriquecimiento
de un reducido número de individuos y empobrecimiento general de las masas
populares, hiperproducción de capital, delincuencia, prostitución y corrupción,
mentira como medio de comunicación, un sistema falso de información, Eso no es
ni el capitalismo ni el socialismo, es una vegetación falaz desde lo más bajo
de una forma semibárbara de la civilización europea, propensa a repercusiones
más salvajes.
Hemos destacado
las razones principales de nuestro descontento con esta unidad estatal impuesta
y con la pérdida de la libertad y ahora delinearemos los proyectos
fundamentales de nuestra lucha en la que perseveraremos hasta nuestro último
aliento y la victoria definitiva, compartiendo las esperanzas y los temores del
inundo y aceptando nuestra parte y nuestra responsabilidad en su destino.
Nosotros luchamos
por el Estado nacional croata unificado, en el cual la la soberanía croata es
indivisible, inalienable y en perpetua evolución. Para las minorías nacionales
que viven juntamente con el pueblo croata en una unión y en la misma patria, la
soberanía unida, indivisible e inalienable de la nación croata es la base
primaria e inviolable de su historia común y la constitución política y legal
que, se entiende, otorga su reconocimiento correcto e inevitable y la garantía
de igualdad para todos, en derechos y obligaciones, sin distingo de
nacionalidad, religión, raza y creencias politicas.
Nosotros
presentamos la causa croata como la causa de la libertad, de una nueva forma de
cooperación. Croacia, en nuestra concepción, es un Estado de gente libre de una
sociedad justa, fuera de todo bloque ideológico, politico, económico o militar
como un voluntario punto de encuentro entre Este y Oeste.
Croacia no está para las cosas apuestas en una subasta internacional, sino que juega una parte integral en el destino del mundo, y por lo tanto, nosotros luchamos por Croacia que será, para todo el mundo, una presencia apreciada o una patria amada.
Traducido por
B.K. del texto inglés, The New York Times, 12-9-76.
***
El pueblo
norteamericano proclamó, en 1776 en la Declaración de la Independencia, que
todo pueblo tiene derecho a la autoderterminación nacional, que luego inspiró a
los protagonistas de la Revolución Francesa en su formulación de la "Declaración
de los derechos humanos", y ha servido, a lo largo de los años. de modelo a muchos otros pueblos que se esforzaron por
liberarse de Ias fuerzas colonialistas o imperialistas.
Se puede decir,
francamente, que la descolonización mundial empezó cuando las 13 colonias
primitivas proclamaron su independencia de Gran Bretaña. Luego Woodrow Wilson
perpetuará ese principio rector en la politica norteamericana, dando su apoyo a
la autodeterminación nacional de los pueblos en la Conferencia de Paz de Versalles
en 1919, posición que EE. UU. de América siguió
apoyando y honrando en 1941, en la Carta del Atlántico.
De acuerdo con
varios altos funcionarios, esta filosofía sigue en vigor, teóricamente, en la
politica norteamericana. Henry Kissinger, secretario de Estado, declaró
recientemente, según The New York Times del 28 de abril de 1976, que
"no cabe duda de que los Estados Unidos respetan los principios de su
Declaración de Independencia. Nosotros respaldamos la autodeterminación".
Estos son los principios gobernantes, incluidos en la Carta de las Naciones Unidas, que proveen la base sobre la que debería fundarse la política de las Naciones Unidas.
Con motivo del
25° aniversario de las Naciones Unidas, esta declaración que detalló y formuló,
hasta sus pormenores, el derecho inalienable de la autodeterminación nacional,
fue aceptada unánimemente. En principio, el derecho inalienable de los pueblos
que exhiben un legítimo título al mismo, es decir la autodeterminación, en caso
de ser denegada, se mantiene y defiende, incluso con la resistencia armada, en
el caso de ser necesario.
Desgraciadamente,
los informes remitidos a todas partes del mundo informando sobre la situación
insoportable de la explotación económica, cultural y politica en Croacia fueron
ignorados en la mayoría de los casos.
Recientemente,
sin embargo, el Departamento de Estado dio su contestación en un caso concreto.
La respuesta dice que los Estados Unidos en el futuro apoyarán y respetarán la
"integridad y la unidad del Estado de Yugoslavia".
También fuimos
informados que Henry Kissinger, Secretario de Estado, había remitido una carta
con idéntico contenido a Yugoslavia. Esta carta fue leída en voz alta ante el
Presidium yugoslavo, dando a este gobierno artificial un respaldo adicional
para continuar con su politica de opresión, que es el epítome del granservismo,
totalitarismo, stalinismo y del terror nazista.
Los Estados
Unidos apoyan el sometimiento colonialista de los pueblos no servios, dentro de
Yugoslavia. Una repugnante paradoja surge cuando se percibe que, en cuanto al
principio de autodeterminación, choca la teoría con la práctica.
Tanto los países
democráticos como los comunistas, o con mayor precisión sus gobiernos, a menudo
justifican el uso de la fuerza contra las naciones pequeñas con la misma
terminología, incluso utilizan términos idénticos a los empleados por Hitler,
Mussolini y por otros ideólogos y teóricos nazis.
Caesta criticar a
muchos políticos norteamericanos y, especialmente, al pueblo norteamericano por
el hecho de que su política oficial no revela ni conocimiento ni simpatía en
cuanto a los deseos de los pequeños pueblos ocupados. Eso parece claro y
comprensible a quienes conocen la historia norte-americana, por cuanto EE. UU. de América en su historia de 200 años, ni una sola vez,
experimentó en forma alguna los problemas nacionales, problemas que conocieron
Europa y otras partes del mundo y que todavía siguen enfrentando.
Como ilustración,
para quienes no están familiarizados con la real situación imperante en
Yugoslavia y para que puedan comprenderla, hagamos una analogía instructiva e
interesante.
Yugoslavia, que
quiere decir Sureslavia, es un producto de la imposición de. las
Grandes Potencias que unificaron a las pueblos sureslavos; croatas, servios,
eslovenos, macedonios y montenegrinos; por ser algo artificial, sigue el terror
y el permanente engaño ideológico y expansionista.
Si la formación
de Sureslavia ha solucionado los problemas entre los pueblos sureslavos y
creado un "ideal histórico", mediante esta consolidación forzosa,
¿por qué las Grandes Potencias no siguen este brillante ejemplo formando en el
Medio Oriente, coma en Sureslavia, la pretendida unión voluntaria entre los
sirios, palestinos, judíos, jordanos, libios y egipcios?
Mediante la
creación de un Estado unificado, la sección Medio Oriente del Departamento de
Estado, podría evitar, entonces, nuevos disturbios en esta área, designaria
simplemente a uno de esos pueblos como la fuerza gobernante, como Ios servios
en Sureslavia, con suprema autoridad sobre los demás pueblos, y suministraría a
ese pueblo elegido, todas las armas necesarias para defender al nuevo estado de
toda oposición o para que imponga su voluntad a los demás.
Esta idea
burlesca no hallará apoyo alguno de ninguna facción ni de gobierno alguno,
pero, sin embargo, un apoyo total a Sureslavia es a menudo más que obvio. Si
Sureslavia no es un absurdo criminal y político, entonces un Estado que abarca
todo el Medio Oriente lo es menos.
Decidimos
emprender esta acción peculiar por muchas razones. Primero, nuestro propósito
era presentar un cuadro exacto de la brutal opresión que tiene lugar en
Yugoslavia. Cuando un posible alzamiento contra el imperialismo servio empiece,
el pueblo norteamericano no permitirá que lo manejen más en cuanto a lo justificado
de tal suceso.
Luego, decidimos
usar este método para esclarecer la idea de que, de veras, hay valores más
nobles que la preservación de Yugoslavia, esta creación sanguinaria,
totalitaria e imperialista. ¿Es que la libertad de Croacia es menos importante
o necesaria que la libertad de los demás pueblos?
Los croatas
intentaron con optimismo, y reiteradas veces, realizar cambios legales en el
opresivo clima politico de Yugoslavia. Radich, fundador del Partido Campesino
Croata y un pacifista a carta cabal, fue asesinado en el parlamento de Belgrado
en 1928. En la primavera de 1971, el Comité Central del Partido Comunista
Croata, encabezado por Miko Tripalo y Savka Dapčević-Kučar fueron militarmente despojados del poder por el gobierno de
Belgrano, con el total apoyo de Washington y Moscú.
Millares y
millares de croatas fueron encarcelados, sin intentar calcular la cifra de los
que emigraron como consecuencia de ese acontecimiento.
No abrigamos
ilusiones de que el imperialismo servio permitirá, por cuanto el imperialismo
por su naturaleza se lo prohibe, la autodeterminación croata; no alentamos
ilusión alguna que comprenderá en el futuro, pues falló en el pasado, otro
método de resistencia que los que emplea en su ocupación de Croacia y en el
mantenimiento de esa ocupación.
La última
cuestión que nos viene a la mente es: ¿por qué tomamos un avión norteamericano?
Los Estados Unidos sistemáticamente proveyeron al régimen de Belgrado con
billones de dólares en ayuda económica y militar como un obsequio, prescindiendo
de que Yugoslavia es un Estado multinacional y las
armas destinadas a prevenir una invasión de afuera no serán, en caso de
desasosiegos internos, usadas contra el agresor extranjero.
Los ocho pueblos
no servios, bajo ninguna condición, defenderán, a Yugoslavia contra cualquier
invasor, proveniente del Este o del Oeste, sino que más bien aprovecharán la
primera oportunidad para lograr su independencia nacional.
Los Estados
Unidos, según expresó recientemente el New York Times, prohibe la venta
de armas a las naciones que no apoyan los derechos básicos humanos. Este es
otro ejemplo llamativo de la discrepancia entre el aspecto teórico y práctico
de la política estadounidense.
Este pues, fue el
único método posible al que recurrimos para dirigirnos al pueblo norteamericano
y protestar contra el envío de cualquier clase de ayuda al imperialista régimen
de Belgrado. Tres millones de norteamericanos de ascendencia croata, quienes
cumplieron con sus obligaciones como ciudadanos norteamericanos, obligaciones
de orden militar, económico y especialmente político, tienen el derecho moral
de exigir un cambia radical en la politica norteamericana respecto a la Croacia
ocupada.
Reconocemos que
todas las fuerzas "amantes de la paz" en el mundo, nos describen como
terroristas, criminales y asesinos. Desde los tiempos de César, pasando por
Hitler, Stalin, Franco y Salazar, incluyendo también a numerosos gobiernos
coloniales y neocoloniales, los combatientes por la liberación nacional fueron
siempre tildados con esos términos.
Ultimamente, un
diplomático en las Naciones Unidas expresó esta idea, declarando que hoy, sólo
una mínima parte de los diplomáticos, nunca fue encarcelada y senteciada por
actos terroristas y criminales. Terrorista para uno es patriota para otros, eso
depende solamente de los objetivos nacionales y políticos y la conveniencia de
cada uno.
La cuestión aquí,
evidentemente, no es tratar de definir el "terrorismo", tarea
imposible e innecesaria, sino más bien explicar la necesidad fundamental de
nuestra decisión extrema y pedir a los demás que juzguen esta decisión con
objetividad y sin emoción.
Debemos recordar
que los "terroristas" de hoy son los factores políticos del mañana,
habiendo participado en la formación de un nuevo Estado independiente. Tal fue
el caco de los partidarios de la Declaración de la Independencia después que
las colonias americanas fueron liberadas de la subyugación británica. Por ello,
el que no tiene éxito sigue siendo "terrorista", pero tras el éxito
es solicitado por todos los eobierecA. Con era realidad pendular, que puede
cambiar de un día rara otro, toda reacción ética y moral contra los llamados
actos "terroristas" es necesariamente irracional.
Acciones ilegales
contra un gobierno se verifican en todos los paises, prescindiendo del régimen
de gobierno. Sin embargo, donde existe la posibilidad para un cambio
constructivo a través de los canales legales, donde existe un foro para la
discusión y la aportunidad para hacer público su descontento, la violencia y el
terror raras veces se condonan y los grupos que practican la violencia en tales
condiciones pocas veces disfrutan del apoyo popular. Por ello, los grupos
marginales como SLA, el Frente de Liberación del Nuevo Mundo o la Familia de la
Guerrilla Roja puede obtener un éxito publicitario,
pero fracasa en reclutar suficientes miembros y en ganarse la simpatía para
llevar a cabo sus objetivos.
En los países en
los que no hay oportunidad para un cambio democrático,,
para la discusión pacífica o la publicación del punto de vista libres,
necesariamente, otro método debe emplearse. Sean Mc Bride, ganador del premio
Nobel de la paz, expresó bien esa idea:
"Si la
opresión llega al genocidio... la gente tiene derecho a contragolpear. Los
contructores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo admitieron;
en la Declaración subrayaron que a menos que los derechos humanos estén
amparados bajo el imperio de la ley, la gente será impulsada a la
violencia."
Conscientes del
hecho de que la violencia, incluso cuando está justificada, todavía
temporariamente evoca miedo y reacción entre ciertos sectores de la población,
nosotros usaremos el mínima necesario de la violencia
para conseguir nuestras demandas. Como esas demandas son dé muy fácil
cumplimiento e implican nada más que esparcir una información verídica, todo se
desarrollará sin dificultades y terminará satisfactoriamente. Si se cumple
nuestro objetivo, gustosamente aceptamos el castigo que sea y consideramos que
nuestras ideas merecen que se sufra por ellas. Si no se cumplen nuestras
demandas, se producirán acciones que francamente no podrán achacársenos a
nosotros, sino a los que se hallan en la posición de hacer cumplir demandas tan
triviales.
Nosotros hemos
emprendido esta acción con extrema seriedad, conscientes de todas sus
consecuencias posibles y de su efecto trascendente sobre la paz mundial.
Este texto fue
publicado en inglés en LOS ANGELES TIMES del 11-9-76 juntamente con las
demandas siguientes:
1) Ambos textos
deben aparecer integralmente en las ediciones matutinas en los siguientes
diarios. New York Times, las tres ediciones, Los Angeles Times, Chicago
Tribune, International Herald Tribune y Washington Post.
2) Por los menos la tercera parte de cada texto debe imprimirse en la primera página de la primera sección y el resto en la primera sección.
3) Por un código
preestablecido nosotros nos enteramos si estas demandas fueron cumplidas a más
tardar mañana. Si no se cumplen, otro artefacto explosivo, colocado en un lugar
muy transitado, será activado. En caso de que estos textos se publiquen según
las instrucciones, dicho dispositivo será desactivado.
4) La suerte de
mucha gente está en juego si se hace cualquier intento para trampear nuestras
instrucciones.
Firmado: Combatientes
por la Croacia Libre (Traducción: B K.)
Las noticias y
comentarios que se refieren a estos documentos y el suceso mismo del secuestro
de un avión norteamericano de pasajeros llenarían en su totalidad un volumen
especial de Studia Croatica. Hay entre los mismos
opiniones favorables y desfavorables. Como siempre, y de acuerdo con las
simpatías o antipatías, relacionado con el conocimiento del problema nacional
croata o con la falta del mismo, conforme con los intereses de los
comentaristas o del órgano en que trabajan y para que trabajan. Por falta de
espacio, nosotros reproduciremos en parte dos de dichos comentarios. Uno
favorable y otro según lo comprenda el lector.
El renombrado
periodista alemán, Carl Gustaf Strohm —buen conocedor de la Yugoslavia de Tito,
autor, entre otras publicaciones, del libro "Entre Hruscov y Mao",
publicó en "Die Welt" del 16-9-76 (Bonn) el artículo "El Orgullo
Nacional Croata Sacude los Fundamentos de Yugoslavia". Reproducimos una
parte de este artículo de acuerdo con lo que se publicó en "Nova
Hrvatska", Londres, nr. 20-76, pág. 14: "La cuestión croata"
reaparece como uno de los problemas más graves de la Yugoslavia comunista al
final de la época de Tito. ,Los croatas con sus 4,5
mitones de habitantes son la segunda nación en este orden después de los
servios. (Aquí hay que corregir este dato con la estadística oficial yugoslava
del año 1971. El señor Strohm con toda razón considera a los musulmanes de
Bosnia-Hercegovina como croatas. Agregando pues 1.480.000 musulmanes, a 4
millones y medio de croatas católicos, el número de los croatas en Yugoslavia
sube a 5.980.000 por lo menos, sin contar los croatas ortodoxos, tomados por la
estadística oficial servia como servios. Efectivamente, según esta estadística
oficial, hay 4.920.000 croatas y 1.480.000 musulmanes lo que da el número de
6.000.000 de croatas entre los católicos y los musulmanes). Los servios y los
croatas hablan un idioma casi idéntico, pero se diferencian por su origen, por
su mentalidad, la tradición y la religión. Los croatas son católicos (con
excepción de los musulmanes de Bosnia, que fueron islamizados bajo la
dominación turca); los servios pertenecen a la Iglesia ortodoxa oriental,
mientras los croatas durante siglos fueron pre-fortificación de Occidente; los
servios al contrario vivían en la tradición política y religiosa de Bizancio y
fueron súbditos del imperio otomano hasta el siglo 19.
Después de la
invasión turca, el resto del Estado croata se convirtió en "antemurale
christianitatis". Los croatas fueron "soldados de confines" y
del emperador de Viena. Los mismos combatieron en todos los campos de batal',a europeos en defensa de Austria y, cuando en 1843 estalló
la revolución en Viena y en Hungría, el ban croata Jelacić con sus tropas
salvó la dinastía Habsburgo, lo que motivó que Carl Marx difamase a los croatas
llamándolos "pueblo contrarevolucionario".
La esperanza de
los croatas de obtener su independencia de los Habsburgos especialmente la
separación de Hungría, no se cumplió. A esto hay que agregar que la conciencia
nacional croata despertada en el siglo 19 no encontró un objetivo único: una
parte de la inteligencia croata se encaminó por el sendero del
"yugoslavismo" y propiciaba la unión con los servios, que se habían
liberado de los turcos y restablecido su propio principado (más tarde
convertido en Reino). La idea yugoslava, incluso el nombre mismo
"Yugoslavia" proviene de hombres que, como el obispo croata católico
Strossmayer, soñaba con la unión de los servios y los croatas.
Su adversario fue
Ante Starčević, fundador del "Partido Croata de Derecho".
Starcevié se opuso a los "eslavo-servios". El no veía la salvación de
Croacia en Viena y Budapest, pero tampoco en Belgrado. Croacia debía ser
independiente y el pueblo croata dueño de su casa propia. También un pequeño
país puede vivir feliz y contento. Su pregunta a los croatas del año 1881 tiene
una connotación profética: "¿No resulta mejor ser un ciudadano de San
Marino que, por ejemplo, de Rusia?
En la dialéctica
de la unidad yugoslava y del anhelo croata por la independencia, es decir,
entre Strossmayer y Starčević, pasó la historia de los croatas de los
100 años últimos historia tensa y ensombrecida por catástrofes. Una vez más
apareció un hombre que intentó reducir a una síntesis dichas
tensiones: Esteban Radić, el legendario líder de los campesinos croatas
luchó por el derecho al voto y buscó su propio camino entre el capitalismo y el
socialismo.
Al desmoronarse
en 1918 la Monarquía danubiana, Croacia formó parte del nuevo reino yugoslavo.
Pero en esta oportunidad los soldados y burócratas servios se comportaron como
vencedores de los croatas. Croacia en el nuevo centralismo de Belgrado perdió
también sus modestos derechos de autonomía que tenían en la Monarquía de
Habsburgo. En 1928 cayó Esteban Radić como víctima de un atentado en el
Parlamento de Belgrado, ejecutado por un tiro de pistola por un político
nacionalista servio. Con ese acto se romrpieron los lazos entre Belgrado y
Zagreb.
Unos días más
tarde después de la muerte de Radić, un hombre joven, precisamente Ante
Pavelić fundó al Movimiento Ustasa: una organización nacionalista extrema
y revolucionaria. Radić era un demócrata y su partido luchó por los votos
de los croatas obteniendo en las elecciones el 80% de los mismos. El grupo
Pavelić optó por el terror y la violencia. Los "ustachi"
alcanzaron su objetivo en 1941... Ellos empezaron a tomar venganza contra el
odiado Balkan con métodos balcánicos. Empezó la guerra de la exterminación
recíproca.
Aquí encontraron
su oportunidad los comunistas y los partizanos rojos. Tito encontró asi la
alternativa bajo el slogan "unidad y fraternidad" en lugar de la
guerra fratricida... Pero, los comunistas no pudieron evitar la tentación de
vengarse sangrientamente de los ustachi y contra los supuestos ustachi. Este
hecho se convirtió en una nueva materia inflamable la que más tarde iba a
inflamarse. Realmente, cuando a mediados de la década del 60 empezó la
liberalización económica y política de Yugoslavia, los problemas reprimidos
reaparecieron en la superficie. Esta vez fueron los comunistas croatas
encabezados por Savka Dabčević-Kučar y Mika Tripalo, que
exigieron la igualdad de Croacia dentro de la federación yugoslava y acusaron
al centralismo de Belgrado. En los años 1970-71 estas corrientes en Croacia tomaban
cuerpo cada vez más: estudiantes, intelectuales y casi la totalidad de la
población llegaron a un estado del renacimiento nacional. Cuando en 1971 los
estudiantes croatas pidieron su propio ejército croata y su representación en
la ONU, Tito golpeó y destituyó a los lideres
"nacionales-liberales" del Partido comunista croata. Después de la
euforia nacional sobrevino otra vez la disciplina comunista, pero nadie sabe
por qué sendero se va a encaminar en el futuro el nacionalismo croata".
Esta es la
primera opinión que reproducimos.
Y la otra. ¿es también favorable?
Comentando la
hazaña de los "piratas" croatas, el periodista nortemericano Harvey
Ford, después de relatar y enjuiciar el hecho, acota con cierta simpatía y
comprensión para los croatas: "A los croatas no les queda otra cosa que
tener la paciencia y esperar una otra conflagración internacional, tratando de
hallarse del lado de los vencedores".
¿Quién no ve en
estas palabras que el derecho es el derecho del más fuerte? No obstante, Ford
manifiesta la simpatía por la lucha y los derechos nacionales croatas a través
de un realismo pragmatista norteamericano. Pero, ¿cómo saber quiénes serían los
vencedores en una eventual conflagración futura? Si el Derecho es la emanación
del más fuerte, el derecho de los más débiles permanece inseguro, cuestionable
y azaroso. ¿Son éstos los fundamentos que servirán para el edificio de la
comunidad internacional con que está soñando la humanidad?
¡Ojalá nos
equivoquemos!
Guillermo
Martinez Marquez
En EL UNIVERSAL,
de Caracas, sábado 18 de septiembre de 1976, escribe:
La aventura de
los cinco nacionalistas croatas que desviaron hacia París a un avión de la TWA
ha sido calificada con dureza por casi todos los medios informativos
norteamericanos.
"Aterrizaron
en el aeropuerto Kennedy los terroristas", puntualiza el "News".
"Los cinco secuestradores regresaron para enfrentarse a la acusación de
piratería aérea", dice "Times".
"Los
secuestradores ante la pena de muerte", es el titulo del "New York
Post".
Ninguno de los
colegas de esta ciudad menciona en sus titulares que los
"terroristas" no llevaban armas cuando fueron apresados por la
policía francesa, ni que en vez de exigir millonarios rescates, se limitaron a
declarar que todo lo que deseaban era poner a los ojos del mundo libre la
desgraciada condición de su patria esclavizada por el comunismo yugoslavo.
Lo que subrayan
es que ellos mismos dijeron haber colocado una bomba explosiva en el aeropuerto
La Guardia, y que el artefacto estalló cuando había sido removido por la
policía, ocasionando la muerte de un cabo e hiriendo a varios compañeros.
Pero en los
reportes que los diarios y radioemisoras ofrecieron al público en los momentos
que siguieron al regreso de los secuestrados, abundan detalles que permiten
diferenciar este suceso de otros hechos precedentes. Ni malos tratos, ni
amenazas de muerte, ni gritos frenéticos, ni golpes, ni siquiera ostentación de
armas hubo de parte de los secuestradores.
"Se
mostraron muy solícitos con nosotros", relató a Franay Gupie, del
"Times", el pasajero del avión secuestrado. Robert Goldstein,
residente de Nueva York.
"No vimos
arma alguna", añadió la señorita Norrino Collins, también de esta ciudad.
"No hicieron
nada contra nosotros", precisó Warren Benson, director de una fundación en
el Estado de Arizona, a Clyde H. Farnswirth, de la redacción del "Times''.
Según Mark Liff,
dos de los cinco nacionalistas croatas tienen una larga historia de luchas
politicas, siempre en favor de la liberación de su Croacia nativa. Son ellos:
Zvonko Busić, de treinta años, y su esposa Julienne, de veinte y ocho.
"Primero amé al hombre y después a su filosofia", advirtió la joven.
Dos años después de su matrimonio, Julienne y una condiscípula norteamericana,
fueron a Yugoslavia, viajaron hasta Zagreb, la capital de la nación croata. y repartieron unas hojas de carácter subversivo en la
catedral de San Estéfano. Fueron arrestadas y luego deportadas a Estados
Unidos.
Es muy posible
que la mayoría de los lectores de los diarios norteamericanos ignoren que
Croacia tiene una historia de luchas por su independencia que ha durado siglos.
A Yugoslavia la conocen por Tito, y a Tito por sus cambios políticos y su
dudosa rebeldia contra Moscú.
Hay cerca de un
millón de croatas residentes en Estados Unidos. Desde hace años organizan
periódicamente desfiles de autos con lemas alusivos a sus ansias de
independencia. "Somos croatas libres", "rechazamos el
regionalismo colonial de Yugoslavia", "Croacia vivirá siempre",
rezan los carteles.
Los que
esclavizan a Yugoslavia son los mismos que apoyan a los que les hablan de
independencia a los puertorriqueños. Tito fue guerrillero y es comunista, igual
que Castro. Pero muchos americanos ignoran por igual diferencias y semejanzas.
Y los que conocen estos detalles guardan un silencio cómplice.
***
En una reunión de
los representantes de las organizaciones croatas en Buenos Aires, efectuada en
el mes de noviembre del año en curso, los mismos dieron a la opinión pública el
siguiente documento:
DECLARACION PUBLICA CROATA:
Con motivo de la
iniciación en Nueva York del juicio contra los jóvenes croatas que se
apoderaron de un avión de pasajeros norteamericano, los representantes de las
organizaciones croatas en Buenos Aires
MANIFIESTAN:
1 — Que la
libertad y el respeto a la persona humana constituyen la base de una
convivencia civilizada.
2 — Que, sin
embargo, desde la creación de Yugoslavia en 1918, ello fue negado a los
croatas. Con excepción del breve período comprendido entre 1941 y 1945 en que
fuera reestablecido el Estado Croata, el pueblo croata no pudo gozar de sus
derechos humanos naturales y civiles en el Estado de Yugoslavia, no pudiendo
tampoco ejercer su derecho a la autodeterminación. Antes y después del breve
periodo indicado, Croacia estuvo y está sometida a distintos regímenes
dictatoriales y hegemónicos. Está obligada a formar parte de Yugoslavia, sin
que se haya permitido a su pueblo expresar si desea integrar Ypgoslavia u optar
por el ejercicio de su soberanía e independencia nacional. El régimen impuesto
a partir de 1945 por los comunistas yugoslavos supera la opresión impuesta por
su predecesor monárquico.
3 — Ante la total
indiferencia demostrada por los organismos internacionales a los cuales vienen
dirigiéndose en los últimos treinta años grupos croatas en el exilio, no debe
sorprender que las nuevas generaciones croatas —nacidas y educadas bajo el
régimen de Tito— estén completamente desilusionados y hayan perdido su fe en los
caminos y métodos seguidos hasta el presente.
4— En efecto,
esta juventud croata, educada en Ias escuelas yugoslavas en Ias que se pregona
permanentemente la violencia como expresión máxima del valor cívico y que
posteriormente es obligada a emigrar por la discriminación que sufre en su
propio país, se enfrente en el mundo libre con una insidiosa propaganda
internacional en favor de los movimientos guerrilleros marxistas, terminando
por creer que la violencia es realmente el único camino abierto a los pueblos
que luchan por su libertad.
5° — Es en este
contexto de ideas y antecedentes que debe juzgarse la conducta de los jóvenes
croatas que el 10 de septiembre de 1976 secuestraron un avión norteamericano,
obligando a su piloto a llevarlos a Europa y a la empresa propietaria del avión
a lanzar volantes sobre varias ciudades grandes reclamando la libertad y la
independencia para Croacia, convencidos de que era ésta la única manera de
hacer oir la voz de su pueblo sojuzgado y oprimido.
6 — Pese a que
mediante su accionar formalmente se cometió un delito, no pueden pasarse por
alto sus elevados ideales ni la consideración ejemplar quo; en todo momento se
mostró con los pasajeros, víctimas inocentes de la de-mostración, cuyas vidas,
sin embargo, en ningun momento peligraron. Aquéllos a que hoy se somete a
juicio no pedían nada para sí. No estaban armados y sólo arriesgaban su
libertad para dar testimonio a favor de su pueblo que lucha para reconquistar
su libertad perdida.
La muerte de un
oficial de policia de Nueva York, lamentada tanto por ellos mismos como por
todos los Croatas que viven en el mundo libre, fue una
desgracia totalmente ajena a sus propósitos e intenciones.
7 — Por lo
expuesto, hacemos votos para que el Tribunal que ha de juzgarles, tome en
cuenta los elevados objetivos por los que luchai estos jóvenes y el cuidado que
demostraron en no lesionar a terceros.
— HACEMOS UN
LLAMAMIENTO A LA OPINION PUBLICA DE TODOS LOS PUEBLOS AMANTES DE LA LIBERTAD
PARA QUE SE UNA A NOSOTROS PARA PEDIR UNA AMNISTIA QUE ELLOS REALMENTE MERECEN.
UN ACTO MAGNANIMO DE TAL INDOLE POR PARTE DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS,
REPRESENTARIA UNA PRUEBA CABAL DE QUE —PESE A LAS APARIENCIAS EN CONTRARIO— EL
CAMINO PACIFICO HACIA LA LIBERTAD Y LA INDEPENDENCIA DE CROACIA NO ESTA CERRADO
Y QUE TODAVIA EN EL MUNDO DE HOY, TAMBIEN HAY JUSTICIA PARA LOS PUEBLOS
OPRIMIDOS.
Buenos Aires,
noviembre de 1976.
El dia 26 de
octubre del año en curso, murió el prof. L. Ružička, Premio Nobel de
Química del año 1939. Según la "Neue Zürcher Zeitung", el nonagenario
profesor nació en Croacia el 12 de septiembre de 1887, en la localidad de
Vukovar. Terminados los estudios secundarios en Croacia, obtuvo en 1910 los
títulos de doctor e ingeniero en Química de la Universidad de Karlsruhe,
Alemania. Posteriormente se habilitó como profesor universitario en Utrecht y
luego en Zürich, donde permaneció hasta la muerte. En 1917 obtuvo la ciudadanía
suiza y en aquel pequeño-gran país desarrolló su actividad científica con la
que logró obtener el Premio Nobel. Los periódicos de Yugoslavia, registrando su
muerte, señalan que se trata de un suizo de "origen yugoslavo",
mientras los de Suiza no omiten mencionar su origen croata. Si el difunto
hubiera desarrollado su actividad contra el carácter hegemónico de los
regímenes de Belgrado en Croacia, dichos periódicos no faltarían en llamarlo
croata y "ustasa", pero como su renombre y celebridad se originan en
su destacada actividad científica, resulta "lógico", que los méritos
de Ružička corren por cuenta "yugoslava". Nacido en Croacia y
ciudadano suizo antes de la creación de Yugoslavia excluyen una cuenta formal
servia a todas luces. Pero las dos cuentan —la gran-servia y la yugoslava— en
las condiciones del país de Tito y de su predecesor Alejandro Karageorgevich
son idénticas.
-
"Carlos",
alias de Ramón Sánchez Ilić, conocido terrorista internacional de origen
venezolano, halla la protección y el amparo de las autoridades yugoslavas.
Desde Belgrado envía armas para los terroristas, que actúan contra los
intereses del mundo occidental. Su protección por parte de Tito ha empeorado
sensiblemerte las relaciones norteamericano-yugoslavas. El fenómeno coincide
cronologicamente con las histéricas protestas de Belgrado contra la
"piratería del aire croata".
-
A principios de
octubre ppdo. el ministro de relaciones exteriores de
Tito. M. Minić, visitó al Secretario de Estado H. Kissinger. Según
informaciones fidedignas, el principal tema de conversaciones fue la
"pirateria croata". Hay que limitar el proceso al "crimen
cometido" sin entrar a divulgar los verdaderos motivos del descontento
croata en Yugoslavia. Es de esperar que este evidente intento del totalitarismo
de Belgrado de presionar sobre la independencia del Poder Judicial
norteamericano será enérgicamente rehusado. De no ser
así. quedará como un triste signo de nuestro tiempo
sediento de Justicia.
-
En el mes octubre
ppdo. frieron acusados y condenados dos eslovenos por
su "actividad separatista". Victor Blažić y France
Miklavčić. un periodista y un juez
respectivamente son dos primeros eslovenos, condenados por promover la
separación de Eslovenia de la Federación Yugoslava. El "separatismo"
hasta ahora era una patente croata, albanesa o macedonia. Por el resurgiente
separatismo esloveno, Tito puede declarar enfáticamente que su pais nunca
estuvo tan unido, firme y decidido para defenderse contra "cualquier
agresor".
-
También en el mes
de octubre ppdo. fue liberado, a insistencia de la
representación diplomática francesa en Belgrado, el poeta croata y profesor
Mirko Vidović. El talentoso poeta, ciudadano francés, fue arrestado en
1971 al visitar a su madre moribunda y condenado a 6 años y medio por
"actividad enemiga" contra el régimen de Belgrado. Después de 5 años
de "expiación", Vidović pudo unirse con sus cuatro hijos, y su
esposa francesa. Según "Nova Hrvatska", Londres, N" 19/76,
Vidović prometió escribir un libro sobre sus vivencias en las cárceles de
Tito, anticipando: "El 3 de agosto de 1973 fui tirado en una celda semioscura
con el suelo podrido, con una cama tambaleante de madera, con un jarro
perforado y "con un "kiblá" (un vaso de noche) en el que hacia
todas mis necesidades, incluso mi aseo personal y el lavado del «cubierto». Me
fue prohibido durante el dia sentarme o acostarme sobre la mencionada cama y la
ventana debía estar cerrada y (lo que era más penoso, pues a ese «vaso de
noche» podía vaciarlo solo una vez por semana (sábados) y se trata en realidad
de una lata de 20 litros) por lo que vivía prácticamente en una cámara séptica,
sin derecho a salir a pasear al patio, bañarme o recibir libros o diarios
durante los tres primeros meses".
-
El Dr. J.
Krnjević, Dr. M. Zorkin, Mehmed Bašić y Z. Kunek, como líderes
auténticos del Partido Campesino Croata en el exilio, han enviado a la
Presidencia de la Quinta Conferencia de los no Alineados, celebrada en Colombo,
un telegrama, en el que, entre otras cosas, se señala: "El papel que
desempeña Tito entre las naciones no alineadas, es un mal augurio porque Tito, hace
ya 30 años, amparado por un grupo militar granservio mantiene a nuestra patria
Croacia en las garras de la esclavitud y de la explotación".
-
El Prof. B.
Radica, jefe de la sección relaciones internacionales del Consejo Nacional
Croata Mundial, ha enviado una carta a THE INTERNATIONAL HERALD TRIBUNE en que
enérgicamente defiende al pueblo croata contra ias denigraciones de dicho
periódico en la edición del 23 de junio de este año. El mismo periódico publicó
el 2 de julio del mismo año la carta del Prof. Radica en su totalidad que
termina así: "A pesar de todos vuestros indignos ataques contra los
croatas, ellos no se pararán y no desistirán de su lucha secular por la
independencia y la libertad, que les están denegadas en Yugoslavia". El
mismo Prof. Radica ha enviado una carta al Secretario de Estado H. Kissinger,
sugiriendo la política a adoptar referente a la crisis yugoslava actual que
tiende a agravarse y que podría estallar en una guerra civil e internacional
después de la muerte de Tito. Para impedir esta desastrosa posibilidad y el
retorno completo de aquel país bajo el poder soviético, Radica inteligentemente
sugiere etapas de liberalización del régimen actual que debe, sin intervención
extranjera, conducir al pleno derecho de autodeterminación de todos los pueblos
allí subyugados, el factor indispensable para la paz y la seguridad en aquel
sensible panto del mundo actual.
El día 8 de mayo
de 1976 falleció en Viena a los 95 años de edad, el profesor Rudolf Kiszling,
general de ejército en retiro y director general del Archivo del Estado de
Viena. Con su muerte desaparece no solamente un militar de destacada actuación
en su tiempo y un historiador especializado en la historia de la Europa Central
y del Sur, sino también un verdadero amigo del pueblo croata y un colaborador
de nuestra revista Studia Croatica.
El difunto nació
en 1882. Desde 1902 en adelante fue oficial del ejército imperial de
Austria-Hungría. Entre 1914 y 1918 se desempeñaba como jefe del Estado Mayor de
distintas divisiones y como intendente general del grupo del ejército del
mariscal del campo Svetozar Borojević. De ahí su interés especial y un
profundo conocimiento del pasado y de la política croata dentro de la Doble
Monarquía.
En 1956 publicó
el libro "Die Kroaten — Der Schicksalsweg Bines Südslawenvolkes"
(Verlag Hermann Böhlaus Nachf., Graz-Köln (de 266 páginas. La revista STUDIA
CROATICA publicó un artículo sobre la historia militar croata de la Segunda
guerra mundial bajo el título "El Ejército del Estado Independiente de
Croacia 1941-1945" (Vol. 22-23, año VII (1966), págs. 307-316). Con estos
trabajos Rudolf Kiszling se ha hecho acreedor de la permanente memoria entre
los croatas.
(Milan
Blažeković)
El profesor
Stanko Vujica, primer presidente del Consejo Nacional Croata en el exilio,
murió repentinamente el 5 de septiembre ppdo. (1976) al pronunciar una
alocución a sus connacionales congregados con motivo de realizarse un
campeonato deportivo en la ciudad de London, Ontario, Canadá.
S. Vujica fue
electo por unanimidad para presidir dicho organismo como la más representativa
organización política de Ios croatas en el exilio. Las divergencias que
caracterizan también a la emigración política croata, naturales por la edad,
cultura y ambientes político-sociales en que viven los croatas radicados en
varios continentes, fueron un gran obstáculo para la organización de un centro
común a todos. Por esta causa la lucha por la liberación de su país, ocupado
por los servios y sometido a un régimen totalitario comunista, no pudo
prosperar y surtir los efectos deseados, a pesar de la identidad del objetivo
final de todo: la restauración de independencia político-nacional de Croacia.
Vujica, un hombre de amplia cultura personal, de convicciones profundamente
democráticas, una personalidad conciliatoria e imparcial en cuanto a las
facciones existentes y rivalizantes, supo superar inconvenientes, unir la
mayoría de sus compatriotas organizados en el exilio y tomar la delantera en la
conducción de la política común , mediante el Consejo
Nacional Croata creado en 1975 en la ciudad de Toronto, Canada.
El prematuramente
desaparecido presidente era profesor de Filosofía en HIGH COLLEGE de Wilkes -
Barre, Pennsylvania, EE.UU. Allí había organizado el Departamento de Filosofía
y gozaba de gran prestigio como educador tanto por parte de las autoridades del
Colegio, como también del alumnado. Le fue dada una beca especial con la que
fue en 1960-61. a estudiar la historia y el carácter
de las religiones en general en India y Pakistán, donde a la vez disertó en varias
Universidades de dichos países. Es autor de una serie de estudios acerca de
problemas de carácter filosófico y religioso, aparecidos en publicaciones
norteamericanas de estas especialidades. Un manuscrito, titulado Historia de
las religiones. quedó inédito, y cuyo primer original
se había perdido al producirse, hace un lustro, una grave inundación en la
localidad de Wilkes - Barre, en la que residía, lo que el autor lamentaba
muchísimo debiendo rehacer esta voluminosa obra en que volcó sus principales
conocimientos y energías.
Impresionado por
el terror del régimen de Tito sobre el pueblo croata, especialmente después de
su golpe de Karadjordjevo en 1971, con la reimplantación dal "centralismo
democrático". Vujica renunció a su tranquilidad académica de profesor y de
filósofo para dedicar el resto de su vida, también, a la política de los
croatas en el exilio y aportar de esta manera a la liberación de Croacia. Como
período preparatorio para su actividad politica, le sirvió su colaboración en
varios periódicos y revistas croatas de la emigración. De los artículos allí
publicados, Vujica, al seleccionarlos y reunirlos por su afinidad temática,
editó dos libros titulados: Consideraciones sobre el presente de Croacia (Chicago,
1968) y Mirando a través del prisma de emigrante (Edición de Hrvatska
Revija - La Revista Croata, Muenchen - Barcelona, 1972). Los artículos se
distinguen por la seriedad, la claridad de estilo y el profundo conocimiento de
la materia sobre la que escribía su autor.
La crítica y los
lectores han recibido estos dos libros, como un pequeña compendio sobre los
problemas de la politica croata actual, tratados desde un punto de vista
superior. Vujica, además de sus conocimientos, dio a esta problemática,
también, todo el calor de un patriota herido y ferviente que ama a su pueblo y
trata de ayudarlo en la lucha por la justicia y la libertad, indicando
serenamente sugerencias personales de cómo hay que proceder para conseguirlas.
El profesor
Vujica fue miembro de la Sociedad de Profesores Universitarios de Ios EE.UU.,
de la Sociedad Filosófica Norteamericana y de la Academia Croata de América,
desempeñándose durante varios años como presidente de esta última.
En 1966 los
alumnos de su Colegio le dedicaron un libro —Anuario— y en 1973 fue distinguido
con un Diploma norteamericano, reconociéndole el título: "Destacado
Educador de América".
Vujica nació en
una pequeña aldea de Bosnia, cerca de Travnik, ciudad mundialmente conocida por
Ias obras literarias de Ivo Andrić, su más célebre compatriota vecino. La
muerte del profesor Vujica que lo sorprendió a los 67 años de edad, representa
una sensible pérdida para la emigración croata.
Su memoria
quedará profundamente grabada en los corazones de cuantos lo conocieron
personalmente, de la emigración croata en general y del pueblo en la Croacia
ocupada, que depositaba grandes esperanzas en este hombre que supe con su
inteligencia equilibrada sacrificarse para el bien de todos y morir como un
soldado que cae cumpliendo con su deber nacional.
Sus restos
mortales descansan en el cementerio de Wilkes - Barre después de homenajes
postreros por parte de numerosos croatas, especialmente sus colaboradores
políticos, del colegio donde trabajó casi treinta años y de la ciudadanía de
Wilkes - Barre, que lo conocía como a un hombre de bien en todo sentido. ¡Requiescat
in pace!
F. N.
A fin del mes de
mayo ppdo. falleció en Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, donde tenía su residencia, el profesor Ivo
Degrel, conocido compositor croata en la Argentina. Nació en 1909 en Zupanja,
Croacia. Por sus estudios fue jurista y, desde su temprana edad, sintió
inclinación por la música. Estudió en el Conservatorio de Zagreb bajo ia
dirección del músico, compositor y organista de la catedral de la capital
croata, el profesor Franjo Dugan (padre).
Degrel escribió
diversas obras de carácter sacro y profano para solistas, coros, piano y
orquesta. Su obra más apreciada es la "Obertura Pastoral", escrita en
la Argentina y estrenada por Radio Nacional de Buenos Aires en la
interpretación de la orquesta sinfónica, dirigida por el profesor Bruno Bandini
y, luego, hace dos años, interpretada también por la Orquesta Juvenil. Sus
composiciones corales se caracterizaron por ritmos, armonías y colores del
folklore croata. Degrel se dedicaba también a la teoría de la música,
legándonos un libro titulado "Actuales problemas de la música" (en
croata).
En la Argentina,
Degrel actuó durante varios años como director del Coro Croata
"Jadran", cuyos conciertos realizados en el Teatro Nacional
Cervantes, así como también, los efectuados en Ias provincias de Santa Fe y
Córdoba fueron elogiados por la crítica especializada. En Croacia, Degrel
perteneció a la redacción del diario de orientación católica "Hrvatska
Straža" que entre las dos grandes guerras defendió la idea de la
Independencia de Croacia, luchando contra la dictadura granservia y militar.
Durante la guerra, en el Estado Independiente de Croacia, actuó como periodista
con un sentido politico moderado, de inclinación neta hacia las potencias
occidentales. En la República Argentina y continuando su actividad
periodística, además de colaborar en varias publicaciones croatas, como por
ejemplo la "Revista Croata", escribió un libro titulado "El Año
Fatal 1918", analizando los acontecimientos que condujeron a la fundación
de la Yugoslavia monárquica. El trabajo se destaca por la claridad de sus ideas,
por la elección de documentos, de suma importancia al respecto y por una
apreciación de los mismos, comprobando la falacia de que en 1918 se efectuó la
liberación de Croacia y de los demás pueblos no servios en Yugoslavia y que fue
proclamado como la unión democrática de los servios, los croatas y los
eslovenos, raíz profunda y última de Ias tragedias que acosaron a dichos
pueblos, llevándolos a la actual esclavitud bajo el régimen granservio y
totalitario comunista.
Degrel, junto a
su esposa, que llegó con dos hijas a la Argentina muchos años después de su
esposo y padre, descansa en Florencio Varela, vinculando a Croacia, con un lazo
más, a la Argentina. ¡Vaya a sus dos hijas, huérfanas, nuestro sentimiento más
fraternal de consuelo! — (V. Ciprin).
Ivan Perić:
Suvremeni Hrvatski Nacionalizam; izrori i izrazi
— El Nacionalismo
croata contemporáneo, fuentes y expresiones, Edic. "August
Cesarec", Zagreb 1976. págs. 215.
Mientras se sigue
expandiendo con todo furor ia persecución política, cultural y económica del
pueblo croata, mientras la Comisión Internacional para los derechos del hombre
afirma, sobre la base de datos oficiales, que Yugoslavia es el segundo país en
número de presos politicos, aparece un libro trata extensamente y "sin
restricciones" el problema croata, aportando amplio material documental y
estadístico. El autor del libro, un re-nombrado teórico comunista croata,
demuestra un gran conocimiento y, hay que reconocerlo. un
celo de objetividad, ya que en la amplia documentación sobre el tema transcribe
las opiniones de todos los lineamientos políticos, incluyendo a las politicos e
intelectuales en el exilio.
Como lo indica la
nota preliminar, el libro está elaborado dentro del marco de un proyecto
cientifico-analítico sobre la característica multinacional de la sociedad
yugoslava y de la reforma de su autogestión socialista. Este proyecto se
desarrolla en el Centro de indagaciones sociales que depende del Comité Central
del Partido Comunista Yugoslavo. Esta circunstancia suscita varios
interrogantes: Qué significado politico real tiene este libro, que no rehuye
citar ampliamente las ideas de los políticos croatas que en el año 1971 han
sido oficial y "legalmente" condenados y llevados a largos año de
prisión y trabajos forzados, condena que cumplen aún hoy, momento en que se
publica este "proyecto científico-analítico"? ¿Ha madurado en la
cúpula partidaria del Comité Central del Partido Comunista, realizador de la
conducción panservia de Yugoslavia, la idea de que el camino del unitarismo
servio conduce al desmembramiento del Estado yugoslavo y consecuentemente a la
pérdida de todos los privilegios de la nación favorecida, o se trata nuevamente
de arrojar a los croatas un hueso de esperanza para engañarlos y desmoralizarlos?
En cualquiera de los casos la aparición de este libro, cinco años después de
que se proclamaba oficialmente la erradicación del movimiento nacional croata
conducido por los líderes del partido comunista croata y por destacados
combatientes comunistas croatas unidos a otras agrupaciones y tendencias
políticas en un movimiento de masas (MASPOK), demuestra indirectamente que las
ideas políticas de este movimiento popular croata siguen vigentes y actuales.
Más aún, como veremos más adelante, estas ideas, bajo la critica oficialista
del autor y debido a omisiones significativas de algunos hechos políticos
evidentes, recobran relieve y justificativo.
Como es sabido,
dice el autor en la Introducción de su libro, el nacionalismo en Croacia tomó
importantes proporciones en las últimos años y fue un factor significativo de
la crisis y de la inestabilidad de la sociedad yugoslava en su conjunto (p.
12-13). Luego nos proporciona una reseña de la evolución del nacionalismo
croata contemporáneo a partir de 1960, situando sus primeras manifestaciones en
la esfera cultural. En el año 1967 aparece la conocida Declaración sobre el
Idioma Croata ("Deklaracija o polozaju i nazivu hrvatskog knjizevnog
jezika"). que constituye en realidad, como afirma
el autor, un evidente acto politico. Se pide la igualdad de empleo del idioma
croata que, en la vida pública se elimina paulatinamente, con la aparición de
un "idioma estatal" que, en realidad, es el idioma servio. La
posición oficialista del autor sobre el "abuso" de los
"problemas lingüísticos" utilizados para fines políticos por parte de
los croatas, la omnipotencia de los servios en lo politico y en lo económico
empieza a expandirse hacia lo cultural. Una vez exterminada, biológicamente, la
fuerza combativa e intelectual del pueblo croata después de la toma del poder
por parte de los comunistas en el año 1945 (véase "La Tragedia de
Bleiburg", Studia Croatica, año 1963, número especial) una vez
establecido el terrorismo político y un verdadero colonialismo económico, se
procede al definitivo subyugamiento croata: el propósito de sacarles su idioma
con el pretexto de tener una raíz lingüística común con el idioma servio. Estas
conclusiones, que omite el autor, las confirma el hecho de que la
"Declaración" haya sido firmada por los ilustres representantes de
los comunistas croatas, entre ellos el veterano ideólogo y renombrado escritor
Miroslav Krleža ¿Es posible que un "problema lingüístico" haya podido
reunir en una declaración trascendental a todas las corrientes políticas
croatas: comunistas, socialistas, católicos, liberales, nacionalistas, y dar
origen a todo un movimiento nacional?
En el primer
capítulo describe el autor "Las bases económicas de la individualidad
nacional de Croacia", aportando numerosas estadísticas que atestiguan la
importancia de la misma en el marco global de la economía de Yugoslavia. La
característica particular de la estructura económica croata, dice el autor,
está dada por lo específico de su posición geográfica: Croacia comprende el 84%
de la costa marítima y casi el 100 % del largo total de las costas de las
islas, actualmente dentro del estado yugoslavo. A esto se suma la existencia de
la importantísima industria naviera, proveedora de divisas y riquezas de primer
orden, junto con el turismo, casi totalmente en manos croatas. Sin embargo, los
frutos de estas riquezas nacionales no benefician a los croatas, no se utilizan
ni para su propio mantenimiento y menos aún, para la construcción de nuevas
industrias y reinversiones que permitan ampliar la producción de las actuales.
De esto habla tímidamente el autor del presente estudio; dice: "En el
período comprendido entre 1968 a 1972 la flota mundial ha crecido en un 8% y la
nuestra tan sólo en un 2%" (p. 41). Luego agrega: "Los créditos
bancarios comienzan a ser el factor dominante en el desarrollo económico"
(p. 42). "Los datos respecto a la ubicación de los bancos crediticios
indican que éstos están mayormente ubicados fuera de la SRH" — República
Socialista de Croacia (p. 44). Estos centros del poder económico y financiero,
dice el autor, no se benefician solamente con los intereses en la valuta
yugoslava sino que se apoderan de "una parte importante de las divisas
provenientes del turismo" (p. 43).
Todo esto genera
otro grave problema de la Croacia actual: la emigración económica, "que
estimula forzosamente los conceptos y los sentimientos nacionalistas sobre la
situación de Croacia dentro de Yugoslavia" (p. 47). El autor trata de
restarle importancia al fenómeno de la emigración económica diciendo que es
normal que la gente de los sectores retrasados o sub-desarrollados emigre a
países de más prosperidad. ¿Cómo se explica entonces, que la emigración
económica se dé en su mayor grado en Croacia (33,5% del total) que es el país
más desarrollado dentro de Yugoslavia? Es evidente que las causas tienen su
raíz en la política económica global del unitarismo yugoslavo. Más adelante
reconoce el autor: "Es posible la interpretación de este hecho como la
consecuencia de la desfavorable situación de Croacia dentro de Yugoslavia"
(p. 50). Luego reproduce el pensamiento de Šime Dodan afirmando que la
circunstancia de que la emigración económica provenga en mayor volumen de
Croacia, es la consecuencia de la sistemática y abusiva explotación de la
economía croata y que con lo que se ha extraído en algunos decenios de Croacia,
se podrían crear tal cantidad de fuentes de trabajo que podrían absorber a
todos los que trabajan actualmente en el extranjero.
En el capitulo
siguiente el autor analiza el racionalismo bajo el aspecto de la
"afirmación y reproducción del pasado". Describe los principales
acontecimientos y los principales movimientos politicos croatas, y nos da una
explicación de los hechos históricos desde el punto de vista de un ortodoxo
marxista, pero un marxista croata. Es notable su libertad de opinión tratando
temas históricos; asi, por ejemplo, al referirse a las "relaciones
croatas-servios, que actúan como un factor positivo o negativo en todos los
movimientos politicos dentro de Croacia" (p. 89), menciona los conflictos
producidos entre ambos y reproduce el contenido de un articulo aparecido en el
"Boletín literario servio" en el año 1902 en Belgrado: -En éste no se
reconoce a los croatas la individualidad nacional y se les niega en forma
grosera su conciencia nacional, destacando por el contrario a los servios come
un pueblo formado, quien, en el futuro, debe asimilar a los croatas" (p.
91). Refiriéndose a los acontecimientos del año 1918 dice: "En este año la
clase gobernante de la sociedad croata rompió las relaciones constitucionales
que unían Croacia a Austro-Hungria, pero al mismo tiempo subordinó Croacia a la
monarquia servia de los Karadjordjević y a los círculos gobernantes
pan-servios" (subrayado por R.L) (p. 83). Evidentemente el autor se
permite esta libertad de expresión por tratarse de un hecho histórico pasado:
sin embargo, esta frase puede aplicarse perfectamente a lo que ocurre
actualmente en Croacia. Lo mismo del año 1918 se repitió en 1945, pero con
mayor perfección: bajo un disfraz de "repúblicas nacionales" unidas
"libremente" en una "República Federal Yugoslava", y con
mayor firmeza ya que los "círculos gobernantes panservios" se
organizaron esta vez en un poderoso y despiadado partido comunista.
El autor analiza,
extensamente, el movimiento de los hermanos Radić y su partido campesino
croata. La influencia de éste, "después de la capitulación de los
gobernantes croatas frente a los dirigentes panservios" (p. 98),
"crece rápidamente y se transforma en una fuerza política nacional"
(p. 99). Las ideas de S. Radić han sido ampliamente acogidas por parte de
loa ideólogos del movimiento nacional croata contemporáneo, lo que se considera
como una prueba más de su desviación de la línea "socialista", ya que
estas ideas "en su conjunto representan los intereses y las tendencias de
la pequeña y mediana burguesía" (p. 112).
Luego el autor
analiza los conceptos del fundador del "Partido Croata de Derecho",
Dr. Ante Starčević. "El punto de partida de la orientación
programática del partido es el individualismo estatal de Croacia, fundado en
los derechos garantizados en base a los convenios, por intermedio de los cuales
Croacia, o sea su aristocracia como portadora de la continuidad integral
estatal, participa en igualdad de derecho como sujeto institucional frente a la
parte gobernante. La individualidad de Croacia tiene su fundamento en el
concepto del derecho constitucional; de ahí el nombre del partido" (p.
118-119). La influencia de este partido histórico es notable en todos los
movimientos nacionales croatas hasta la fecha. El mismo movimiento Ustashi,
dice el autor, ha sido formado por los lideres de este partido, cuando éstos
tuvieron que partir al exilio después del atentado a Radić en el año 1928
y la introducción de la dictadura monárquico-fascista (p. 126). Es notable que
el nacionalismo croata contemporáneo, representado por los lideres comunistas,
esté fuertemente influido por las mismas ideas del "individualismo estatal
de Croacia" que siglos atrás representara la aristocracia, "portadora
en aquel entonces", como dice el autor de este libro ambiguo, "de la
continuidad integral estatal" (p. l8). ¿Por qué no se detiene el autor
sobre este hecho tan significativo? Es imposible pensar que él no hubiese
notado esta tremenda continuidad que une la Edad Media croata, representada por
su aristocracia, con la generación actual representada por los hombres nacidos
y educados bajo el comunismo yugoslavo. Ellos han exigido, afirma el autor,
"que en los agregados a la Constitución de la República Socialista de Croacia
se defina previamente la existencia de Estado Nacional Croata en sus
características actuales, es decir, independientemente de la revolución
socialista yugoslava, y luego se decida respecto a su incorporación a la
Federación Yugoslava" (p. 144). "No se pide que la Constitución
defienda los regímenes bajo los cuales se ha realizado históricamente el estado
croata, sino que se tome en cuenta el hecho histórico de la existencia secular
del estado y de la patria croata" (p. 150).
Sigue la
descripción del "Movimiento Revolucionario Obrero". Es notable el
siguiente reconocimiento: "En los comienzos de su actuación en el nuevo
estado (Yugoslavia), el Movimiento Revolucionario Obrero demostró su limitación
e inmadurez en la comprensión del problema nacional. En los primeros documentos
del Movimiento este problema está simplemente ignorado" (p. 138). En el
III y IV Congreso del año 1934, este punto de vista es formalmente corregido:
"Yugoslavia se concibe como un estado multinacional sin ideas de un
posible proceso de integración en una nación. Se insiste en el principio de
derecho de cada nación a la autodeterminación hasta la separación" (p.
140). ¿Qué valor práctico tiene esta "corrección" del punto de vista
inicial del Partido Comunista Yugoslava? Es evidente que desde la toma del
poder en el año 1945 hasta la fecha, cada día es una desmentida elocuente de la
frase sobre el "derecho de cada nación a la autodeterminación hasta la
separación".
El segundo
capítulo termina con un párrafo que se titula: "Las fuerzas vencidas en la
revolución armada socialista", por las que se entiende la emigración
política. (p. 172). Es notable que toda la crítica de la emigración croata resulta en realidad un elogio para ella. El autor la define
así: "Esta emigración es el portador directo de la continuidad de los
valores y de las ideas de la sociedad capitalista en Croacia" (p. 172).
Interpretando correctamente la terminología comunista, los portadores de las
ideas de la "sociedad capitalista" son indudablemente en nuestro caso
los portadores de las ideas históricas croatas, ya que el aludido Movimiento
Campesino Croata, al que el autor reconoce un carácter nacional, es también
definido por él mismo como un movimiento capitalista de la pequeña y mediana
burguesía. Después de las críticas oficialistas el autor reconoce que el
contacto de la emigración económica con la política ha suavizado la aislación
de esta última y que así, se han producido las condiciones para "el
mantenimiento y la reproducción de esta emigración" (p. 173) (subrayado por
R. L.). Otro reconocimiento importante es éste: con los años la emigración
política croata, en lugar de ir extinguiéndose como ha sido el destino de la
mayoría de las emigraciones políticas, va tomando contacto con la emigración
económica proveniente del país y así se mantiene y "reproduce".
Nuevamente el autor no analiza, o no debe hacerlo, el significado de esta
circunstancia política que demuestra cabalmente que la emigración política
croata no representa "las fuerzas vencidas" sino todo lo contrario:
las fuerzas políticas en pleno resurgimiento. Estas fuerzas no representan
solamente las ideas del pasado sino una continuidad: las ideas del presente y
del futuro inmediato aportadas y llevadas por las generaciones que emigran
diariamente por causas de necesidad económica, pero que en realidad representan
un grave problema político. "Dos opiniones casi idénticas sobre las
posibilidades de Croacia están formuladas por los portadores del nacionalismo
contemporáneo croata en la emigración y en el país: en las filas de la
emigración se ha destacado la afirmación de que la Croacia independiente podría
producir una inmensa expansión de sus posibilidades y que en nada se quedaría
atras de Austria o Finlandia. (Bogdan Radica, Hrvatska Revija, München, N° 4,
1970). Los portadores de la orientación nacionalista en el país, han
pronosticado una tasa de crecimiento económico en Croacia del 12% y un nivel de
desarrollo económico igual al de la Suecia contemporánea dentro de los 12 a 15
años siguientes, obviamente con la condición de que se cambie su estado actual,
al espíritu de los conceptos nacionalistas. (Vladimir Veselica, en
"Hrvatski Gospodarski Glasnik", Nro. 9, 1971) "
(p. 205-206).
En el último
capítulo, "El contenido y las tendencias básicas del nacionalismo en
Croacia", el autor resume lo expuesto anteriormente. Sostiene que "la
idea del estado nacional como suprema y total expresión de la convivencia
humana, está particularmente acentuada por parte de los protagonistas del
nacionalismo contemporáneo en Croacia" II). 182). Sobre esta idea se ha
formado y desarrollado el movimiento conocido con el nombre de "Movimiento
Nacional de Masas" (p. 182).
Considero
importante citar textualmente la conclusión final del autor sobre el problema
nacional croata: "Los enfoques sobre la situación de Croacia dentro de la
Yugoslavia contemporánea por parte de las fuerzas nacionalistas internas y en
la emigración son casi idénticos. Se presentan dos variantes en cuanto a la
relación hacia Yugoslavia pero entre estas variantes no existe tanta diferencia
como pueda parecer a primera vista. La primera invoca la formación de
repúblicas en Yugoslavia como entes completos en cuanto a los factores
económicos, politicos y otros. Postula para cada república una economia
independiente, que no se incluya en un mercado único sino en un mercado común,
con un mecanismo autodefenstvo para la protección de su espacio económico
propio, contra la expansión de los otros, y atributos estatales reales tales
como defensa, representaciones consulares, y también participación en las
Naciones Unidas —estos constituyen los requisitos para una completa
independización de Yugoslavia, es decir, para una rápida descomposición de la
misma en un momento oportuno—. La segunda variante parte de la base de que no hace
falta crear las condiciones para la desintegración de Yugoslavia, ya que ellas
están dadas en el descontento acumulado de los croatas, como también de otras
naciones no-servias en Yugoslavia. Se considera que las repúblicas existentes
en Yugoslavia representan ias bases reales desde las cuales se puede iniciar la
desintegración de Yugoslavia. Croacia, junto con Bosnia y Hercegovina (que
deben incluirse dentro de Croacia) y Slovenia, como república independiente,
forman un bloque natural frente a Servia. (Jure
Petričević, Hrvatska Revija, München, Nro. 4, 1970). Aquí se percibe la presencia de la famosa. idea del convenio Stalin-Churchill sobre la partición de las
esferas de interés en Yugoslavia (50:50), o sea, se cuenta con la posibilidad
de su actualización." (p. 205).
De la amplia
documentación de hechos históricos y de actualidad que contiene este libro,
¿qué conclución final saca el autor?: Afirma que "es fundamental en este
estudio la noción de que Croacia, como también otras naciones en Yugoslavia, está
constituida como una individualidad nacional. Ella no es solamente 'emancipada'
(como fuera característico para ella antes de la revolución armada socialista
en Yugoslavia) sino que es libre", (p. 209). El nacionalismo croata
contemporáneo es una desviación de la linea del socialismo. Sus ideas fueron
básicamente formuladas por las fuerzas de la burguesía encontrando luego
resonancia dentro de las filas del partido comunista croata. En resumen, todo
el complejo problema nacional se reduce para el autor al problema del correcto
y eficiente funcionamiento de la autogestión socialista. (p. 209).
¿Cómo explicar
esta conclusión sorpresiva y en realidad contradictoria con los hechos
históricos, los datos económicos y politicos de la actualidad, y con las opiniones
de la gran mayoría de los representantes de todos los sectores políticos
croatas citados por el propio autor? Se explica, únicamente por el sistema de
la ortodoxia comunista que subordina todo a los dogmas marxistas. Bajo ningún
concepto se puede permitir el fracaso del comunismo, que no ha podido
solucionar los problemas de las naciones dentro de Yugoslavia. No se debe
reconocer que las ideas nacionales sean incomparablemente mas fuertes que las
ideas oficiales socialistas, y que Servia, la nación rectora de Yugoslavia, no
actúe en función de promotora de la "revolución y autogestión
socialista" sino en función de su arraigado afán de dominación nacional en
los Balcanes, lo que conduce a los enfrentamientos históricos y actuales con
casi todas Ias naciones componentes de la actual Yugoslavia y, particularmente,
con los croatas y albaneses. Se produce así una constante y aguda crisis que
comienza ya en la Yugoslavia del 1918 y continúa bajo el régimen comunista
hasta la actualidad. Está demostrado por los hechos que esta crisis no tiene
solución, ya que Servia, que desde el principio es poseedora absoluta del poder
politico y económico, no acepta participación real de otras naciones en el
poder y en las riquezas nacionales, excluyendo toda posibilidad de convivencia
política. Se impone pues, como única solución, el desmembramiento de este
estado artificial en sus partes componentes. A esta conclusión nos conduce
indirectamente el libro del Dr. Ivan Perić, a pesar de su planteamiento
oficialista.
Radovan Latković
— J. Juraj
Strossmayer —Nueva Luz sobre el Concilio Vaticano I, Ed. "Ziral",
Roma - Chicago 1975, págs. 320.
Según nos dice el
autor en el Prólogo, éste ha sido pensado en un primer momento como un estudio
de la actuación del obispo J. G. Strossmayer en el Concilio Vaticano I. Pero
pronto se dio cuenta que, encarar a este prelado con este solo enfoque, no
sería justo ni con respecto a aquél ni con respecto a los lectores. Por un lado
se trata de una personalidad cuya actividad sobrepasaba en mucho el ámbito del
Concilio y, por otro, se le presentaba seriamente la cuestión de sí era posible
que la minoría, formada por tantos otros prelados de personalidad descollante y
que se oponía a la proclamación del dogma de la infalibilidad papal, no haya
tenido otras miras que la sola resistencia a este dogma. Por consiguiente, el
autor se decidió indagar profundamente en las ideas sobre la teología, la eclesiología
y el ecumenismo de Strossmayer que era uno de los leaders de ese grupo, para
descubrir de esta manera los pensamientos de aquellos padres conciliares que
compartían sus puntos de vista. Al mismo tiempo y partiendo de la premisa de
que nada hay nuevo en la Iglesia que no haya tenido su siembra en el pasado, el
autor ha decidido mostrar a sus estudiantes de la eclesiología que varias de
las ideas que Strossmayer y su grupo expusieron en el Vaticano I, han sido
tratadas y, en parte, aceptadas por el Concilio Vaticano II.
José Jorge
Strossmayer nacido en Croacia en 1815, fue consagrado como obispo de Djakovo
(Croacia) en 1849, es decir, a la edad de 34 años. Durante su larga vida (murió
en 1905) desarrolló una muy destacada actividad religiosa, cultural y política
de tal manera que fue una de las más prominentes personalidades de la Croacia
en la segunda mitad del siglo pasado. En el ámbito internacional se ha
destacado, especialmente, en el Concilio Vaticano I, donde aparte de su
actividad con respecto al dogma de la infalibilidad del papa ha propugnado la
descentralización del gobierno central de la Iglesia, el ecumenismo y ha dado
la iniciativa para la discusión de muchos otros problemas, en sus notables
discursos e intervenciones en las sesiones de esa gran asamblea eclesiástica.
En la política internacional ha desarrollado una intensiva actividad en favor
de Francia en ocasión de la guerra franco-alemana de 1870 como también con
respecto a la eventual intervención rusa en los Balcanes en vista de la
liberación de los eslavos del sur bajo el dominio turco.
Para comprender
mejor a Stroessmayer sobre el que se ha escrito mucho "sin que nadie haya
conseguido abarcar su personalidad entera y nadie haya tratado de hacer una
síntesis de sus ideas y actividades", el autor ha expuesto en un capítulo
bajo el titulo "Pensamientos y proposiciones", las ideas que aquél
tenía sobre la conciencia humana, sobre la libertad en general, la libertad de
las naciones, de la Iglesia y del Papa. En este lugar como también en todo el
libro, el autor cita directamente al obispo y de esta manera nos acerca más a
esta personalidad tan interesante. A veces parece querer solamente describirlo.
Así leemos en una carta a su amigo intimo, historiógrafo y académico croata,
sacerdote Francisco Rački ..."una clara
conciencia es voz de la majestad divina, a la cual toda otra majestad debe ser
sometida". O en otra oportunidad: "Debo permanecer fiel a mis
convicciones para salvar mi conciencia y honestidad delante de Dios y la
humanidad". A éstos sus conceptos, se debe la inflexibilidad cuando se
trataba de cuestiones en los que su conciencia, le mandaba proceder sin mirar
las circunstancias, y así procedió por ejemplo: en su confrontación con el
Emperador Francisco José en defensa de las instituciones croatas, quien le
amenazó en esta ocasión de tomar represalias contra él, "si se opusiera a
su voluntad y órdenes". "Yo no cambio mis convicciones por nada en el
mundo" —escribía en esa oportunidad,—"y como
puedo luchar contra esta fuerza brutal. Por consiguiente no hay otra
alternativa para mí que ir por un tiempo a Francia...", país que tanto
quería. Y se fue por unos meses, hasta que se aplacó la ira del Emperador.
El problema de la
libertad, tanto individual como de las naciones, era uno de los principales
temas tratados por Strossmayer, sea en sus cartas pastorales o en sus
discursos, porque este tema fue la gran pasión de su vida. En ocasión de su
instalación como obispo, pronunció un discurso del cual el autor reproduce esta
parte: "En cuanto concierne a la libertad, verdad es que el hombre ha sido
creado para gozarla; igualmente es cierto que la dignidad del hombre no puede
ser reconciliada con la esclavitud; verdad es, que la tiranía de un hombre
sobre el otro es crimen; verdad es, que el hombre ha sido llamado a la
existencia por Dios con el don de la voluntad libre; verdad es, que la
Redención y su gracia —ganada por Cristo— están moderadas, que ella nunca
perturba la libertad de la voluntad humana; verdad es, que sin la libertad de elección
no se puede hablar de las virtudes y los méritos; verdad es, que el
cristianismo protege a la libertad en tanto que considera al hombre como hijo
de Dios, hermano de Cristo y el templo del Espíritu Santo ...verdad es, que
todos los gobiernos deben tomar en consideración la misión del Cristianismo,
como también, esta dignidad humana si quieren aportar beneficios a la sociedad
y ser bendecidos por Dios". Sobre este tema de la libertad el autor trae
varias citas y dice que el obispo estaba "casi obsesionado por el deseo de
encontrar un equilibrio del poder en cada instancia, sea en el Estado, sea
dentro de la Iglesia", y piensa que esta actitud se deba a su profundo
conocimiento de las debilidades del hombre y su egoísmo y que, es "difícil
resistir la tentación de decir que él ha llevado sus convicciones políticas o
sociales a la estructura de la Iglesia".
Las innovaciones
que proponía Strosmayer durante sus intervenciones en el Concilio, se referían
a muchos tópicos: al Colegio de Cardenales que debería ser compuesto "en
tanto y cuanto eso fuera realizable, por todos los pueblos y naciones",
igual que las Congregaciones Romanas deberían tener también, un carácter
universalista; a los sínodos de las provincias y las diócesis, a la elección de
los obispos, proponiendo que no se les dé derecho alguno en la elección y
nombramiento de los obispos a los gobernantes y a los gobiernos. Todo esto
porque creía, firmemente, en la separación del Estado de la Iglesia; en la
educación de los sacerdotes a los que había que preparar para poder sostener la
lucha que tienen que llevar con los enemigos modernos de la Iglesia.
Junto con esto,
va su gran interés por las instituciones científicas. El era el fundador de la
Academia de Ciencias y Artes de Zagreb, capital de Croacia, y principal
promotor de la creación de las nuevas facultades de la Universidad de Zagreb.
En cuanto a la relación de la religión y la ciencia, la ha descripto en su
alocución con motivo de la inauguración de la Galería de Arte, en Zagreb,
también fundada por él y para la cual compraba valiosos cuadros en toda Europa:
"...no hay contradicción alguna entre la santa fe por un lado y la ciencia
y el arte por el otro. Si de vez en cuando surgen algunas oposiciones entre
ellas, éstas no son ocasionadas por sus naturalezas, sino son más bien, los
resultados de la pasión, debilidad y el fanatismo humanos. Ambas, fe y ciencia,
son descendientes de Dios, y debido a su común origen y a sus verdaderas
naturalezas, ellas están dirigidas una hacia la otra para el amor mutuo, la
armonía y el sostén". Y en cuanto a la libertad de la ciencia decía el
obispo en la misma oportunidad: "Después de la fe y la conciencia, ninguna
otra cosa necesita de la libertad y la independencia, como la ciencia y el
arte. Ciencia y arte son rayos de la luz eterna. Como los rayos del sol
necesitan toda la atmósfera para calentar la tierra y despertarla, para que dé
cosecha, del mismo modo, la luz de la ciencia y el arte necesitan de la
libertad para iluminar el espíritu humano y elevar los corazones humanos hacia
las empresas sublimes; en otras palabras: la ciencia, el arte y la fe pueden,
debida y beneficiosamente, prosperar únicamente bajo la protección de la fe y
la autonomía".
Para penetrar más
profundamente en los pensamientos de Strossmayer y descubrir las motivaciones
de sus comportamientos, el autor en un amplio capitulo trata sobre los
conceptos teológicos y eclesiológicos del obispo. Según el autor, todas las
acciones culturales y políticas de Strossmayer en Croacia, como también su actividad
referente a la reunión de la Iglesia oriental con la occidental, eran
inspiradas por sus conceptos eclesiológicos. Después de un exhaustivo análisis,
el autor llega a la conclusión que la teología y la eclesiología de Strossmayer
contienen ideas originales, lo que se hace evidente,
sobre todo, cuando se comparan esos conceptos con la teologia moderna. En lo
que se refiere especialmente a su idea del sacerdocio general de los creyentes
de la Iglesia, Strossmayer se adelantó, por varias décadas, a la Encíclica
"Mediator Dei" sobre el sacerdocio de los laicos, que Pío XII ha
publicado en 1947.
El capítulo sobre
Strossmayer en el Concilio Vaticano, el autor ha pre-cedido con las siguientes
palabras del obispo, escritaa durante el mismo concilio, a su ya mencionado
amigo Dr. Racki: "En este Concilio no hay ni libertad, ni verdad, ni
honestidad".
Destacarlo así
significa que el autor ha decidido no rehusar a los juicios fuertes,
necesarios, según su opinión, para describirnos la atmósfera del Concilio y los
principales actores.
Desde la
iniciación del Concilio, el 8-12-1869, se formó un grupo de prelados, en su
mayoría austriacos, alemanes. franceses e ingleses que tenían opiniones
diferentes a la mayoría de los prelados italianos y españoles en cuanto a los derechos
de los obispos en el Concilio, la validez de las conclusiones del mismo y otros
y. especialmente, una opinión contraria a la declaración de la infalibilidad
papal. Uno de los más importantes en este grupo de prelados y —puede decirse—su
portavoz, era el obispo Strossmayer. Dice el autor, que Strossmayer ha
formulado varias veces acusaciones de que los obispos habían sido privados de
la libertad que les "debería ser acordada con sus derechos divinos y la
prácticas de los anteriores concilios" y que estaba "indignado hasta
eI fin del Concilio con respecto a los procedimientos y Ias prácticas
conciliares". En cuanto a la infalibilidad del Papa, p. Sivrić dice
que Strossmayer ha sido contrario a la declaración de la misma por razones de
carácter eclesiológico, dogmático y religioso-social.
Es conocido su
entusiasmo por el ecumenismo y la reunificación de la Iglesia oriental con la
occidental y ésta fue la razón más fuerte que lo empujaba a estar contra la
declaración de ese dogma. El autor habla sobre varias y más importantes
intervenciones de Strossmayer y sobre sus relaciones con otros prelados, para
conducirnos hasta el día de la solemne proclamación del Dogma en la sesión del
18 de Julio de 1870, pero sin la asistencia de aquellos prelados que se manifestaron
en contra de la declaración de la infalibilidad, entre ellos y la de
Strossmayer.
Como es sabido,
Strossmayer no se separó de Roma y aceptó más tarde al Dogma. En cuanto a la
fecha en que esto ocurrió, el autor no está de acuerdo con lo que generalmente
consideran los historiadores de este Concilio y dice que Strossmayer
explícitamente ha aceptado al Dogma durante el reinado del Pío IX. Como
Strossmayer nunca ha escrito una sola palabra al respecto, es difícil penetrar
en las profundidades de su alma para ver su lucha interna. Pero considera que
se puede decir que, en el tiempo de la elección del Papa León XIII, ya había
superado sus dificulta-des y abrazado el dogma, como surge de su Carta Pastoral
del 22 de febrero de 1878, escrita en ocasión de la ascensión al trono del
mencionado papa.
En esta carta
pastoral Strossmayer se refiere al Concilio Vaticano I como el acontecimento
más importante y sigrificativo del siglo 19 y que debería ser repetido. Y en
sus otras cartas pastorales del año 1881 acepta, definitivamente el dogma de la
infalibilidad: "infalibilidad de la Iglesia y aquella del Pontífice es una
misma cosa: nadie en la Iglesia de Dios puede separar el cuerpo de la cabeza, o
la cabeza (el Papa) del cuerpo", para citar sólo una de las tantas expresiones
con las cuales Strossmayer, confirma su aceptación del Dogma. Conociendo el
carácter del obispo, nadie puede pensar que ése su cambio, es el resultado de
un oportunismo o de una presión sobre él.
Al contrario, hay
que llegar a la conclusión que esta aceptación fue tanto más sincera, cuanto
más tiempo necesitaba Strossmayer para cambiar su convicción anterior. El habrá
comprendido, también, que en la época de relativismo como era el siglo XIX, la
proclamación de este dogma significaba la afirmación de valores absolutos,
mientras que antes pensaba, como muchos otros, que no era el momento oportuno
para tal declaración, aunque la infalibilidad del papa era una creencia
contenida en la tradición de la Iglesia.
Como se ha dicho,
Strossmayer ha tenido una importante participación en la vida política de su
pais, pero esa actividad se proyectaba --igual que en el plano religioso— fuera
de los límites de su patria natal y de la Austro-Hungría cuya parte integrante
formaba también la Croacia de entonces. Se escribió mucho sobre su supuesto
paneslavismo y yugoslavismo. El autor dice que no se puede decir que
Strossmayer fuera en este sentido un exclusivista, y aunque creía en el
mesianismo de Rusia y de los eslavos del sur, no hey ningún documento del cual se
podría deducir que desease una protección rusa sabre los mismos. En cuando al
yugoslavismo, Sivrić acota que Strossmayer lo concebía, en primer término,
en el sentido de la unión cultural, manteniendo cada nación su nombre histórico
y quedando independiente cada una dentro de sus límites históricos. "Es
realmente inconcebible, dice, que el Obispo de Djakovo haya entendido bajo
yugoslavismo la unión nacional y política de los eslavos del Sur. Esto hubiese
estado en conflicto directo con su noción de la independencia nacional en la
cual hay dos factores decisivos: uno es histórico y el otro
...consiste en el deseo ...de vivir separada e independientemente.
En lo que se
refiere a conceptos de Strossmayer respecto a Austria-Hunaria, él ha quedado
siempre fiel a la Dinastía y al destino y la misión de la Monarquía en Europa,
lo que resulta de su "promemoria" al Gobierno ruso y de su
correspondencia con el Lord W. Gladstone, pero también estaba convencido que ni
la Dinastía austriaca ni la Monarquía misma serían capares de cumplir su
misión, si a cada nación que la componían, no se diera plena libertad. "La
monarquía austro-húngara, escribe Strossmayer a Lord Gladstone, parece tener la
noble misión de mediador entre las grandes naciones. para
prevenir los conflictos y proveer la solución de los más intrincados problemas,
lo que será para el bien y la felicidad de Europa". Y en cuanto a
Inglaterra dice en la misma carta: "Dios ha situado a Inglaterra en Europa
de tal manera, que está ligado a ella por miles de lazos, peso al mismo tiempo
por su posición insular está al margen de las pequeñas pasiones y disputas
europeas, y por ello está mejor calificada para ser el árbitro en todas las
difíciles cuestiones".
Según la opinión
de Strossmayer, Alemania era un peligro potencial para Europa. El escribe al
Gobierno ruso: " Hay peligro de que los alemanes —gracias a sus recientes
triunfos y muy resonantes éxitos nunca oídos—se vuelvan tan soberbios para
empezar a pensar en su exclusiva dominación de toda Europa, y existen muchas
razones para creer que esto podría crear en ellos un otro, mórbido e insano,
deseo de extender las fronteras de su reino sobre todo el mundo". Más
adelante se expresa: "Si este irracional deseo de los alemanes no es
controlado por su gran inteligencia y prudencia, ellos van a llevar toda Europa
a las ruinas pero al final también a el mismos".
Sobre Rusia
Strossmayer ha dicho, en muchas oportunidades, que ella está predestinada por
la Providencia Divina a jugar un papel importantísimo en Europa.
No olvidemos que
estamos en vísperas del Congreso de Berlín y que Strossmayer deseaba que Rusia
ejerciera su influencia especialmente en favor de los eslavos del sur que
todavía estaban bajo la ocupación turca. Y para que pueda cumplir con éxito su
misión, Rusia debería concluir un concordato con la Santa Sede. Pero
Strossmayer ha sido conciente de los defectos de Rusia, y dijo al Gobierno ruso
que, en caso de la presencia rusa en los asuntos auropeos, toda Europa sería
presa del horror y el miedo, en razón de que Rusia oprime la libertad de
religión y de conciencia.
El libro está
escrito sobre la base de una literatura y documentación abundante, también de
reciente aparición. Consideramos que el autor ha realizado bien el propósito
señalado en el comienzo de su libro, por lo cual será de gran utilidad para
todos los que van a estudiar la compleja personalidad del obispo J. G.
Strossmayer y sus actuaciones, especialmente aquellas relativas al Concilio
Vaticano I.
Božidar
Latković
Ed. de "La
Revista Croata", Barcelona, 1976, p. 205.
Se trata de un
libro gráficamente muy bien armado. La tapa con solapas ilustrada por el pintor
croata Pero Maruna, que vive en España, tiene una perfecta armonía con el contenido.
En cuanto a este último, es una mina de ideas y problemas sublimes acerca del
sentido de la existencia humana. Su autor es el franciscano croata que vive,
estudia y escribe en los EE. UU.
Vasilj es un
filósofo por excelencia. Renuncia a toda carrera profesional de filósofo, para
dedicarse enteramente a la tarea del pensador —los filósofos escriben la
filosofía, los profesores interpretan y hacen la historia de la filosofía. Por
su voluminoso Opus, lo podemos considerar no sólo como el más productivo sino
también como el más destacado filósofo croata en el exilio, y, por cuanto
podemos ver, también en la patria ocupada. Por su originalidad y un espíritu
casi "revolucionario", supera, quizás a todos los escritores croatas
filosóficos a partir de Roger Bošković. Este
última escribió en el latín, por lo que tenía, y tiene todavía, un público de
lectores más numeroso y un renombre casi universal por ser, a la vez, un
matemático, astrónomo, física y precursor de la ciencia actual del átomo.
Vasilj escribe en croata, hecho que delimita el número de lectores sin decir
que la filosofia es por sí una materia poco accesible al público en general.
Una vez presentada su obra filosófico-teológica en un idioma grande y moderno,
no cabe duda de que se reconocería a Vasilj no sólo como a un pensador
"apasionado" sino también pensador de altas cualidades filosóficas.
La presente obra
está dividida en siete capítulas, prefacio y epílogo. El primer capítulo lleva
el título: Objeto de la filosofía, el segundo: La existencia de Dios, el
tercero: El cristianismo como religión sobrenatural, el cuarto: Biblia y su
Lógica inferna, el quinto versa sobre: La filosofía acerca del hombre, el sexto
está dedicado a: La lectura (estudio) de la Biblia desde varios puntos de vista
y el séptimo y último, trata: El pluralismo en la teoría y la práctica.
Realmente se
trata de un largo y profundo diálogo entre Vasilj y el prof. de filosofía en la
Universidad de Zagreb Branko Bošnjak, filósofo marxista. Este había publicado
en 1965 una obra voluminosa, titulada La Filosofía y el Cristianismo, negando
al cristianismo el valor específico de la solución del sentido de la vida. Su
autor acepta la opinión sobre la imposibilidad de conocer al Ser supremo que
llamamos Dios y proclama, como una ilusión, la fe cristiana que intenta
consolarnos ante la tragedia de la muerte. Con su ilusión en vez de liberarnos,
duplicaría la tragedia: la muerte y lo ilusorio de la fe, Bošnjak adopta la
filosofía del materialismo dialéctico.
Su libro había
despertado una reacción inusitada dentro de la precaria libertad religiosa en
la Yugoslavia comunista después del conocido Protocolo y el restablecimiento de
las relaciones diplomáticas entre el Centro del Catolicismo y su astuto enemigo
con sede en Belgrado. Las tesis y posiciones de B. Bošnjak fueron sometidas,
entre otras, también a la importante crítica del filósofo esloveno J.
Janžković. Incluso hubo una discusión directa y pública —un diálogo, entre
el prof. Bošnjak y el obispo auxiliar de Zagreb—. el
jesuita M. Škvorc, también profesor de filosofía.
A pesar de que
Vasilj había escrito una extensa crítica de Bošnjak en la Revista Croata, junio
de 1968, pp. 172-203, en la obra a que nos referimos ahora, Vasilj volvió a
retomar el tema, ampliándolo con algunas opiniones del mencionado obispo con
quien no está siempre de acuerdo y profundizando sus opiniones formuladas con
anterioridad. Por eso, esta obra de Vasilj podemos considerarla como un diálogo
no sólo entre él y el prof. Bošnjak, sino un diálogo sumamente inteligente
entre la filosofía marxista general y la cristiana, inseparable de la cultura y
la civilización occidentales.
Para resaltar
mejor las diferencias. Vasilj reproduce en su libro las opiniones de Bosnjak en
las mismas páginas junto con sus tesis y opiniones, refutando a Bošnjak o
completando las opiniones del obispo donde y cuando lo consideraba necesario.
Para nosotros,
los dos primeros capítulos son de mayor importancia. Determinar el objeto de la
filosofía y probar la existencia de Dios constituyen la inevitable tarea y el
indispensable presupuesto para todo lo que se va a discutir en otros capítulos.
Si el objeto de la filosofía es sólo y exclusivamente el ser visible,
existente, la metafísica es imposible, la inexistencia de Dios comprobada.
Frente al ser visible estaría el no-ser, lo que es la nada. La filosofía
crítica —así Bošnjak llama a su filosofía— apenas se aleja del ser visible, se
mueve en suposiciones y presupuestos que no son ni filosofía, ni un verdadero
criticismo filosófico. Suposiciones, según Bošnjak, caracterizarían al pensar
cristiano, religioso y acritico, ilusorio. "La filosofía como pensar
crítico y racionalmente justificado, es decir como un pensar que proviene del
pensar, no puede entrar en presupuestos a pesar de que ella misma tampoco puede
decir por qué hay alga en general y no nada", dice Bošnjak.
Vasilj, en primer
término, reprocha a Bošnjak por proclamar sólo a su filosofía como realista,
negando el mismo cerácter a le filosofía cristiana. Toda la filosofía, según su
propósito e intención, está buscando el sentido de la vida. Si es realista o
no, si lo con-sigue o no y en qué medida, no depende de la intención de los
filósofos ni de su proclamación del autorrealismo, sino del resultado a que
llegan y de las razones que presentan. Bošnjak, además, comete un gravísimo
error al no atenerse, consecuentemente, a la subtancíal diferencia entre el
orden lógico de los seres y el orden de los seres reales (Entes corpora
habentes). Partiendo desde los primeros no podemos comprobar la existencia de
los segundos, pero tampoco, podemos negarla. Bošnjak invoca el caso de S.
Anselmo que, desde el orden lógico de los seres concluyó afirmando la
existencia de Dios, lo que una filosofia realista no puede aceptar. San
Anselmo, pasando por alto este realismo, cayó en tautología al decir "la
última causa es la última causa", explicando al mundo desde el orden de
los seres lógicos.
Vasilj reconoce
la debilidad del proceder de Anselmo y de todos los filósofos y los teólogos
cristianos que se identifican con él. Pero la filosofía cristiana realista no
cayó en dicha tautología, porque procede desde el orden de los seres reales. En
la tautología caen aquellos filósofos y teólogos que aceptan la idea de
Aristóteles acerca del "primer móvil inmóvido" porque no distinguen
debidamente la actuación de los seres de su ser mismo. Dios, que moviera a los
seres, seria un Dios material, suprimiendo la actuación de los seres que actúan
según su ser formando al mundo natural con sus leyes propias, especialmente, con
la ley profísica de causalidad. Dios no es un ser más y el primero, en la
cadena de los seres en movimiento, sino el creador de todos los seres en su ser
mismo. Los seres actúan necesariamente según la totalidad de su ser y no
necesitan de un primer móvil. Pero los seres que actúan en serie, tienen su
principilo y su fin en el tiempo, lo que indica que tienen un creador, un Ser
por sí. Nosotros lo conocemos necesariamente sobre la base de la actividad
temporal de los seres-entes, formando nuestras nociones mediante la intuición
directa sensorial-intelectual o mediante juicios sístoles que se basan sobre
esta experiencia superándola en cogniciones de carácter metafísico y universal,
sin alejarse del ser, como diría Bošnjak, y sin contar únicamente con "suposiciones".
Deberíamos
escribir una nueva monografía si quisiéramos exponer las ideas, opiniones y
argumentos de nuestros dos contrincantes Bošnjak afirma por ejemplo, que todo
humano hablar de Dios es nuestro hablar de Dios, nuestro hablar de nosotros
mismos, de lo que imaginamos ser Dios. Por eso la teología teísta es en
realidad antite.ismo tanto filosófico como teológico. Para poder conoces a
Dios, deberíamos ser iguales a El. Vasilj refuta esta tesis como absurda. El
hombre conoce seres naturales-reales teniendo en sí la capacidad y la
equivalencia sobrefísica de dichos seres mediante las cuales los conoce,
sintéticamente, en sus percepciones fenomenológicas y en sus juicios que
superan a los fenómenos puros. Pero en ésta su actitud cognitiva, la razón humana
se conoce también a si misma como a un ser creado, como un ser que no tiene
autosuficiencia para su ser, descubriéndose coma un subequivalente metafísico
de un Ser por sí. "Por poseer en sí el equivalente sobrefísico de los
seres naturales, el hombre con su conocimiento de la historicidad de su ser,
conoce también la realidad del SER por sí somo creador de los seres naturales
en su ser general. En con-;ecuencia, nosotros los
hombres pode-mos conocer la real existencia del SER por sí. Para tal fin no necesitamos
ser iguales a Dios. Nosotros aumentamos nuestra capacidad del conocer median-te
nuestro conocimiento sintético de la realidad natural, elevándonos has-ta el
SER mismo sin negarlo o identificarnos con EL.
La filosofía del
metarialismo dialéctico de Bošnjak termina, según el mis-mo, en un sinsentido,
en un nihilismo del hombre como fenómeno cósmico, tratando de superarlo en la
historia mediante tareas de humanización de las condiciones en que vive y en
una sociedad socialista.
Vasilj, agudo
observador de esa sociedad socialista, refiriéndose a la opinión
anticreacionista de Vuko Pavičević, correligionario filosófico
marxista de Bošnjak, dice que no tiene nada contra su derecho de pensar al
respecto lo que quiera y que le parezca mejor, pero sí está decididamente
contra su posición monopolista en cuanto ésta, su opinión, se convierte en la
filosofía oficial de su gobierno comunista y que por la fuerza se impone
"a la gente joven" en las escuelas. "Ya no se trata de la
actitud crítica o no, sino de la cultura y la honestidad intelectual",
dice textualmente Vasilj.
El capitulo La
Filosofía acerca del hombre retorna intensa y específicamente las problemas
de los dos primeros. Aqui Vasilj pone en descubierto, lógico y práctico. la pretendida filosofia crítica de Basu jaI y del marxismo
en general que. con su "racionalismo", con
su logos, privan al hambre no sólo del verdadero conociraiento del mundo, sino
también:e quitan todos los sentimientos capaces de inspirar y coadyuvar a la
razón humana y a su voluntad en el afán de dar y llenar la vida del sentido.
Vasii termina su libro con las dos siguientes afirmaciones, sintesis de un
profundo y largo discurrir acerca de los fundamentales problemas de la
existencia humana: "Mirando desde la perspectiva física —lo que es un
punto de vista marxista (n. Obs.)—, empezamos con protoplasma y terminamos en
la tumba. Visto desde el punto de vista religioso, provenimos de Dios y a El
retornamos, para vivir con El eternamente".
Vale la pena
reproducir algunos casi aforismos de Vasilj. que le
afloran espontáneamente comparando el tipo de vida social marxista con aquel
inspirada en la filosofia y la religión cristianas. "Por eso, dice nuestro
autor, el hombre religioso no sólo que no da menos sentido a su vida y a la del
mundo en que vive que el hombre no religioso. sino le
da más sentido a la vida en general. E! hombre
religioso da sentido a les sufrimientos y a la muerte. Al soportar la
injusticia y la fuerza física, a lo que un hombre no religioso no puede dar
sentido alguno en su vida. Un hombre no religioso puede, por cierto, hallar
algún sentido en la fuerza física con que mantiene a sus adversarios
encadenados. Pero él mismo no puede avizorar sentido alguno en la violencia que
lo mantendría a él mismo en cadenas".
Es sumamente
interesante lo que Vasilj dice sobre el pueblo judio, su carácter religioso y
los sufrimientos que padeció por su religiosidad": El pueblo judío llevó
en sí la fuerte idea de un pueblo elegido. Desterrados de su propia patria
después de la caída de Jerusalen (70) y dispersados por todo el mundo después
de la revolución de Berhoba (132) y diseminados por entre todos los pueblos y
todos los continentes: perseguidos por cristianos y musulmanes, cuyos credos
religiosos surgieron, en parte, de sus libros sagrados; incapacitados por el
sistema tendal para poseer tierras y por Ias corporaciones artesanales
excluídos del artesanado y la industria; recluidos en los ghetos sobrepoblados;
rechazados y marginados, ofendidos y humillados, pero no obstante, sin estructura
política alguna, con la constricción legal a la unidad social, sin el idioma
común, este pueblo conservó su pureza cultural y de raza, salvó sus ritos
antiguos y se hizo famoso por sus contribuciones en todos los campos del
progreso humano y reconquistó, triunfalmente, su Estado nacional después de dos
mil años de vagar por el mundo. ¿Cuál drama humano es igual a dichos
sufrimientos, a diferentes aspectos de ese espectáculo y, también, al
merecimiento de su gloria y de la justicia?"
La lectura del libro
de Vasilj ilumina e instruye. Ilumina para las cosas superiores de la vida e
instruye capacitándonos para entender y tomar posiciones frente a la cotidiana
práctica. política y social de un poder ciego que nos
agobia tanto a todos.
El prof. Bošnjak
perteneció al grupo de filósofos marxistas de Yugoslavia que publicaba la
renombrada y suprimida revista "Praxis". Se Ios consideraba
"liberales", secuaces del joven Marx. No obstante, Bašnjak afirma ia
incompatibilidad de la religión con el marxismo.
"El socialismo
y la religión están en contradicción y se excluyen recíprocamente. No es una
solución, si la religión se declara un hecho particular, a pesar de que por
ahora es la única posición lógica... Si el socialismo se conciliase en su
esencia con la religión, esto significaria que no está fundado sobre el
conocimiento racional o científico del mundo y la historia. La religión tiende
a salir de la esfera privada y asumir un papel social, mientras la sociedad se
opone y trata de reducir el área de la religión como el de un hecho privado.
"Entre ellos
no se puede dar la coexistencia ideológica: resultaría absurda. Con su idea del
hombre entendido como totalidad y del patrón de la historia, el socialismo
excluye a la religión"... ¿A quién creer? Al esloveno Ribičić y
a su patrón Tito, quienes repiten el "slogan" de la coexistencia
marxista-cristiana o a la sinceridad de Bošnjak quien la niega con una lógica
clara a todas luces? Resulta evidente que la
coexistencia es sólo una fase táctica —muchas veces sólo formal—para que el
poder comunista llegue con más seguridad a la altura en que podría implantar
todo el rigor de su "socialismo científico" y la filosofía
racionalista. La Unión Soviética lo practica y, la Yugoslavia de Tito, vacila
tácticamente aguardando el ideal soviético.
El libro de
Vasilj facilita la comprensión de dicho cientificismo y la filosofía
presuntamente racionalista y crítica, ofreciéndonos contrargumentos y
reforzando nuestra resistencia ante la avalancha marxista en boga.
LA NACION, del 21
de septiembre de 1976, Buenos Aires, escribe:
Los croatas se
establecieron a comienzos del siglo VII en el noreste de la peninsula
balcánica, en el lado oriental del Adriático, se organizaron como Estado hacia
el 800 y como reino en 835. En 1102 el trono recayó en los monarcas húngaros
manteniéndose desde entonces una unión entre ambos países en la persona del
soberano magiar. Bosnia, al sur, mantuvo sus propios reyes hasta ser
conquistada por los turcos en el siglo XV. Los húngaros desarrollaron una
intensa acción tratando de asimilar a la nación croata y a partir de 1848
surgió un fuerte movimiento de independencia. Al caer en 1918 el Imperio
Austro-Húngaro, Croacia se unió al reino de Servia, en un solo Estado llamado
"de los servios, croatas y eslovenos", y desde 1929, Yugoslavia. En
los primeros tiempos servios y croatas colaboraron estrechamente pero luego el
rey Alejandro I, servio, impuso una política fuertemente centralista y las
relaciones quedaron rotas al ser asesinado en el Parlamento el lider croata
Radich (1928). A partir de allí la situación degeneró con violencia creciente
que costó la vida al mismo rey asesinado en Marsella en 1934.
No encontrando
apoyo en sus reivindicaciones los dirigentes croatas buscaron la alianza de
Italia, y al invadir los alemanes Yugoslavia en 1941 aprovecharon la situación
para declarar su independencia. Pero la habían vinculado con la causa del Eje y
la victoria aliada en 1945 acarreó una dura eliminación de los elementos nacionalistas
y el fin de esa independencia. Sin embargo, luego se formaron dos repúblicas
croatas dentro de la Federación Yugoslava: Croacia propiamente dicha, que
incluye Dalmacia, y Bosnia.
En los últimos años, ante un recrudecimiento del centralismo servio, en detrimento de los demás pueblos federados, surgió en Croacia una nueva inquietud separatista entre la juventud que no había alcanzado a participar de los acontecimientos de treinta años atrás. Nacieron importantes grupos opositores, llamándose a ese brote "la primavera de Croacia". Mika Tripalo, que había sido secretario del partido oficial y Savka Dabčević, ambos comunistas de importancia y totalmente radiados de todo cargo en la actualidad, son en general considerados como cabezas de ese vasto movimiento en el mismo país. Muchos jóvenes fueron detenidos y juzgados en un proceso que se encuentra en plena fermentación.
Es imposible
saber a ciencia cierta si estos jóvenes comparten o discrepan con la ideología
marxista implantada en su patria, desde la Segunda guerra mundial, pero no cabe
duda que lo substancial de su pensamiento es la defensa de la integridad
nacional de su pueblo. Idéntica inquietud entre la juventud de la emigración
croata ha provocado episodios como el reciente secuestro de un avión
norteamericano por un grupo de personas nacidas todas ellas después del fin del
conflicto mundial.
Croacia tiene
4.500.000 habitantes y Bosnia 3.800.000 o sea 8.300.000 entre ambas. Unos dos
millones de servios habitan en enclaves dentro dentro del territorio croata. La
capital es Zagreb.
* Desgraciadamente, por pura casualidad, fue muerto en esa oportunidad un
policía norteamericano. A pesar de que los secuestradores habían avisado a las
autoridades policiales sobre la bomba depositada con sus volantes en un
determinado punto de Nueva York, para que la pudiesen desactivar sin peligro
para nadie, de ser satisfechas sus exigencias. Los policías no tomaron ninguna
medida de precaución prevista para los casos de esta naturaleza, lo cual puede
considerarse como la causa principal del lamentable suceso.
** Ver su
artículo en la pág. 172 de este volumen de S.C.
* Este
artículo fue publicado en el periódico ESLOVENO SMER V SLOVENSKO DRZAVO - RUMBO
HACIA EL ESTADO ESLOVENO, Buenos Aires, 15/4/76. Su autor, France Jeza, es un
politico y publicista esloveno, autor de dos libros: "La nueva servidumbre
del pueblo esloveno" y "El origen escandinavo de los eslovenos".
F. Jeza vive en el exilio, desarrollando su actividad en Trieste. (Traducido
por: F.N.).
* Texto de
la conferencia pronunciada en el Salón de honor de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, Santiago, el 23 de junio de 1975, dentro del ciclo de 15
temas sobre la Segunda Guerra Mundial, organizado por la Vicerrectoría de
comunicaciones y el Instituto de Historia del mencionado plantel universitario
al que pertenece el conferenciante.
[1]
"Secundario" en el sentido de que la decisión final no cayó en el
escenario balcánico. Sin embargo, según lo destaca Albert Speer, ministro de
Armamentos en el Tercer Reich, en sus "Memorias" (Plaza & Janés
S. A., Edit., Barcelona, 1974, págs. 453 s.s.), los suministros de materias
primas de los Balcanes eran de vital importancia para la continuación de la
guerra, pues "esto significa, ni más ni menos, que la guerra tendrá que
terminar unos diez meses después de la pérdida de los Balcanes".
[2] Cfr.
Mario Cervi: Storia della guerra di Grecia, Edit. Mondatori, 1969. Según datos
oficiales del ministerio italiano de Defensa, las pérdidas italianas en la
campaña de Grecia se elevan a 13.755 muertos, 52.108 heridos, 12.368 víctimas
de las heladas. — El número de griegos se eleva a 13.408 muertos y 42.858
heridos; cfr. Cervi, o. c., págs. 346-347.
[3] Cfr. B.
H. Liddell Hart: Historia de la Segunda Guerra Mundial, 2 tomos, Luis de
Caralt, Barcelona, 1972; T. I., cap. 11, págs. 153-162;
también: Luis L. Snyder, The War 1939-1945, J. Messner Inc. N. York, 1960; cap.
Dunkirk II: Greece, págs. 155-157.
[4]
Cfr. B. H. Lidell Hart, o. c., págs. 157 s.s. y Snyder, o. c., págs. 157-160 (Dunkirk III: Crete).
[5] Cfr.
Almirante Angelo Iachino: Gaudo y Matapan (Storia di un'operazione della guarra
navale nel Mediterráneo 27-28-29 marzo 1941). Ed Mondatori, 34 ed., 1963;
especialmente los capítulos dedicados a la acción naval de Gaudo (págs.
109-136) y a la reconstrucción de la batalla naval de Matapn (págs. 226-263).
[6] Cfr. B.
H. Liddell Hrt, o. c., cap. 9: Contraataque en Egipto, págs. 153-162; cap. 10,
págs. 143-149; cap. 14: La presencia de Rommel en Africa, págs. 195-206.
[7]
Cfr. Ivan Babić Military History, en Francis H. Eterovich &
Christopher Spalatin (Edit.): Croatia (Land, People, Culture), Vol. 1,
University of Toronto Press, Oxford-London-N. York-París, 1960;
cap. La guerre de liberation nationale en rougoslavie (1941-1945) par le Lieu. Col.
Dimitrye Brajušković, págs. 298-346.
[8]
Cfr. Robert Lee Wolff, cap. 11, Bulgaria, pág. 279, en
Stephen D. Kertesz, (Edit.): The Fate of East Central Europe (Hopes and
Failures of American Foreign Policy), University of Notre Dame Press, 1956.
[9] Cfr.
Robert Lee Wolff, cap. 10, Rumania, en Kertesz, o. c., pág. 252.
[10] Un ejemplo ilustrativo nos ofrece Mr. Eden, en su misiva
al primer ministro Churchill. el 7 de marzo de 1941, expresando su opinión en
cuanto a Grecia: "Sin duda, nuestro prestigio sufrirá un rudo golpe si se
nos expulsa ignominiosamente, pero en cualquier caso haber luchado y sufrido en
Grecia sería menos dañoso para nosotros que haber dejado Grecia librada a su
propio destino". Citado en Winston S. Churchill: La Segunda Guerra Mundial
(6 tomos), La Gran Alianza, Peuser, Bue-nos Aires, 8' edición, 1961, pág. 99.
Por su parte, el subsecretario del Departamento de Estado norteamericano.
Sumner Welles, en sus memorias, publicadas a fines del año 1944 (edición en
castellano: Hora de decisión, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1945, págs.
201-202) recalca la importancia extraordinaria de la intervención británica en
Grecia:
"Recuerdo que muchos funcionarios en Washington deploraron con tono
doctoral esta determinación y censuraron como un disparate estratégico de los
ingleses. Creo sin embargo, como lo creía entonces, que esta decisión,
aconsejada, según parece, por Anthony Eden, es una de las más acertadas que se
han tomado durante la guerra. En primer lugar, si Gran Bretaña no hubiera
respetado su compromiso de ayudar a sus aliados en momentos de tan grave
peligro, sobre todo después de haber resistido tan valientemente a Italia,
habría provocado una indignación muy justificada no sólo en Grecia sino también
en las otras pequeñas potencias de Europa; además, la ayuda británica contuvo
el avance alemán a través de Grecia hacia las islas del Mediterráneo oriental
el tiempo suficiente para que los ingleses pudieran dominar la revuelta
provocada por Alemania en el Irak, permitiendo así frustrar la campaña contra
el Mar Rojo y el Golfo Pérsico a través de Turquía o Siria que indudablemente
habría lanzado Hitler si hubiera logrado la rápida ocupación de Grecia y el
triunfo de la revuelta en Irak".
S. Welles completa, desde luego, su razonamiento,
añadiéndole: "Cierto es que el envío de tropas a Grecia facilitó el avance
de Rommel y puso a Alejandría al borde de ser ocupada por el Eje. Pero la
gravedad de la situación justificaba el riesgo".
[11] B. H.
Lidell Hart: La Defensa de Europa, Ediciones "Ateneo", México, D. F.,
1947, pág. 21. — Después de la derrota sufrida en Grecia, en abril-mayo de
1941, Mr. Churchill no consiguió el consenso de sus aliados para abrir un
frente "paralelo" en los Balcanes, no obstante sus repetidos
requerimientos. Con un desembarque oportuno en la costa oriental del Adriático,
los ejércitos occidentales se habrían adelantado a las tropas soviéticas en la
ocupación del centro de Europa. En tal caso es bastante probable que la
delimitación de las esferas de influencia entre el Báltico y el Mediterráneo
hubiesen tenido otro aspecto: una relación de fuerzas más equitativa y que
quizás brindara mayores garantías para salvaguardar la paz que la
"dis-tensión" tan precariamente conseguida después de 30 años
(Helsinki).
[12] Para los
planes balcánicos de Mr. Churchill son características sus sugerencias, de
fecha 6 de enero de 1941, al general Ismay para el Comité de Jefes de Esta-do
Mayor: "La actitud de Yugoslavia puede muy bien ser determinada por el
apoyo que demos a Grecia y por la suerte que corra ante de Valona..."
"Si Yugoslavia se mantiene firme y no es molestada, si los griegos toman
Valona y se mantienen en Albania, si Turquía se transforma en nuestro aliado
activo, la actitud de Rusia puede cambiar en sentido favorable". Churchill, o. c., pág. 21. Huelga
decir que los hechos no corroboraron ninguno de los elementos tomados en
cálculo por Churchill.
[13] Cfr. D.
Mandić: La historia étnica y religiosa de Bosnia y Herzegovina, en Studia
Croatica, Revista trimestral de estudios politicos y culturales, Año XIV, 1973,
vol. 150-151, págs. 132-156; especialmente el capitulo: La colonización romana
de los moros en los Balcanes, págs. 148 s.s.
[14] Los
gitanos que vinieron a Chile, antes de la Primera Guerra Mundial, son oriundos
de Servia; tienen nombres y apellidos servios y conservan su idioma, el servio,
aunque mezclado con palabras turcas.
[15] Cfr.
Felipe Torroba Bernaldo de Quíros: Historia de los sefarditas, Editorial
Universitaria de Buenos Aires, 1968, págs. 291-321.
[16] Salvador
de Madariaga, España, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 4° ed., 1944, pág.
458.
[17] Cfr. Stavro Skendi: cap. 12, Albania, en Kertesz, o. c.,
págs. 297 s.s.
[18] En
cuanto al Epiro, el problema de las mutuas reivindicaciones fue tema de discusión
en la UN (1948); cfr. Stavro Skendi, o.c., pág. 311.
[19] Cfr.
Grigore Gafencu: Guerra en el Este, Ediciones Morata Argentina, Buenos Aires,
1945, pág. 246.
[20]
Cfr. Ernest Bauer: Brei Leopardenkepfe in Gold. Oesterreich in
Dalmatien (Tres cabezas de leopardo en oro. Austria en Dalmacia), Verlag
Herold, Wien-München, 1973, pág. 234.
[21] Reyes
croatas: Esteban Držislav (969-995); Pedro Krešimir IV el Grande (1056-1074) y
Dmitar Zvonimir (1076-1089); cfr. Ivo Omrčanin: Diplomatic and Political
History of Croatia, Dorrance & Company, Philadelphia, 1972, págs. 85-94.
[22] Por su
extensión territorial, Austria-Hungría, con 676.615 km2, era el segun-do país
europeo después de Rusia; su población ascendia, en 1914, a 52.750.000 almas.
Al desmoronarse el Imperio de los Habsburgo, en 1918, su área se repartió, en
virtud de los tratados de Versalles (1919), Saint Germain (1919) y Trianon
(1920) entre siete herederos: Austria 83.800 km2 (entre paréntesis: número de
habitantes, en millones, 6,4); Hungria 93.000 km2 (7,9); Checoeslovaquia
142.000 km2 (13,7); Polonia 81.000 km2 (7,7); Rumania 112.400 km2 (6,2);
Yugoslavia 143.000 km2 (7,5) e Italia 23.000 km2 (1,6). Cfr. Oesterreich-Lexikon, Wien,
1966, T. I., págs. 864-865.
[23] Montesquieu:
El espíritu de las leyes, Ediciones "Libertad", Buenos Aires, 1944,
pág. 294.
[24] Cfr. mi
artículo: El impacto de la Guerra civil española sobre la política exterior e
interior de Yugoslavia y Croacia, Studia Croatica, Vol. 54/55, 1974,
págs. 150-160.
[25] Cfr.
Gafencu, o. c., pág. 204.
[26] Cfr.
Memorias de Pietro Badoglio, mariscal de Italia y ex jefe de gobierno, S. A.
Editora Bell, Buenos Aires, 1947, pág. 46.
[27] Cfr. el
texto del respectivo protocolo en Cervi, o. c., págs. 353-356.
[28] Cfr.
Cervi, o. c., págs. 351-352.
[29]
Badoglio, o. c., pág. 47.
[30]
Badoglio, o. c., págs. 47-48 y Cervi, o. c., págs. 358-366 (texto del protocolo
de la reunión en Roma, 15 de octubre de 1940).
[31] Cfr.
Cervi, o. c., págs. 151 s.s. "I primi tre giorni della campagna il vero
nemico dei reparti a italiani fue il maltempo", Cfr. también Eddy Bauer:Historia controvertida de la Segunda Guerra Mundial,
1939-1945. Ediciones Rialp, S. A., Madrid-México-Bs. Aires-Pamplona, 1967, 7
tomosé T. II. págs. 300-301.
[32] Cfr.
Andreas Hillgruber: Les entretiens secrets de Hitler (setiembre 1939 -
deciembre 1941), Fayard, Paris, 1969; entrevista Hitler-Franco, en Hendaya, el
23 de octubre de 1940, págs. 272-278; además, Hitler-Petain, el 24 de octubre
de 1940, págs. 278-285.
[33] Cfr. Hillgruber, o. c., págs. 286-298.
[34] Cfr.
Joachim von Ribbentrop: Entre Londres y Moscú (Recuerdos y últimos escritos
publicados por Annelies von Ribbentrop), Ediciones Destino, Barcelona, 1955,
págs. 210-211; también en Churchill: La Segunda Guerra Mundial, La Gran
Alianza, o. c., pág. 37.
[35]
Conversaciones Hitler-Cvetković, cfr. Hillgruber, o. c., págs. 463-477.
[36] Cfr.
"El Mercurio", Santiago de Chile, 20 de febrero de 1941, página
editorial (3).
[37] Cfr.
Liddell Hart, La Defensa, o. c., págs. 21-22; "Pensaba el, Comandante grieal
respecto: "Es inmoral hacer promesas cuando en la práctica éstas no se
pueden cumplir del modo en que el receptor las espera..."
[38] Cfr. las
declaraciones de D. Cvetković en el "Figaro", París, abril de
1950, reproducidas (en la traducción al servio) en el folleto Istina o 25. i
27. martu (La verdad sobre el 25 y el 27 de marzo de 1941), París, 1951,
Imprimerie de la S.N.I.E., 32. rue de Manílmontant, París), págs. 27-32.
[39] B. H.
Liddell Hart, en Defensa, o. c., pág. 66, hace una amarga observación go (general
Papagos) que los británicos obrarían cuerdamente si completaban su victoria en
Noráfrica antes de intentar algo nuevo. Dividir los esfuerzos era estrategia
muy pobre".
[40] Cfr.
Churchill: La Segunda Guerra Mundial, La Gran Alianza, o. c., pág. 147.
[41] "El
Mercurio". Santiago de Chile, 23 de marzo de 1941; cablegrama de la U.P.
referente a la entrevista Fotitsch (embajador de Yugoslavia en Washington) y
Sumner \Valles (secretario de Estado de U.S.A.).
[42] Churchill, o. c., pág. 149.
[43] Churchill, o. c., pág. 154.
[44] Churchill, o. c., pág. 151.
[45] Para
mayores detalles sobre el potencial bélico de Yugoslavia cfr. Ivan Babić,
o. c., págs. 151-154.
[46] Para los
pormenores en cuanto a la primera y única participación del Parti-do comunista
en las elecciones parlamentarias del Estado de los serios, croatas y eslovenos
(Yugoslavia), cfr. D. A. Tomašić: National Communism and Soviet Strategy,
Public Affairs Press, Washington D. C., 1957, págs. 14 s.s.
[47] El
Estado Independiente de Croacia, proclamado el 10 de abril de 1941, antes de
que entraran las tropas alemanas en Zagreb, capital de la nación adherió luego
al Pacto tripartito y envió unos destacamentos de sus fuerzas armadas, recién
creadas, al frente de Este (infantería, artillería, aiación y marina de
guerra). Croacia fue pronto reconocida por el Tercer Reich, Italia, España,
Hungría, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Finlandia, el Japón, Manchuko y Siam
(Tailandia), estableciendo con todos los mencionados estados normales
relaciones diplomáticas. También tenía Croacia contacto con la Santa Sede,
Suiza y el Gobierno de Vichy, a través de delegados especiales.
[48] Cfr. el
estudio de A. Pavelić Smith: Los ingleses y Draža Mihajlović (en
croata), en Hrvatska Revija (Revista Croata), Año VII, v. 3, Buenos
Aires, setiembre, 1957, págs. 235-253.
[49] Cfr.
Badoglio, o. c., págs. 87-108.
[50] Cfr.
Ivan Babić, o.c.,, págs. 155-164. 59 Cfr. Ivan
Babić, o. c., págs. 155-164.
[51] Cfr.
Badoglio, o. c., págs. 125-126; Apéndice N° 1: El real ejército italiano, págs.
215-217.
[52] Dr. V.
Vrančić: Postrojenje i brojčano stanje hrvatskih oruianih
snaga (Formación y efectivos de las Fuerzas armadas de Croacia en los años
1941-1945; en croata), Buenos Aires, 1953 (separata del Anuario de la
organización "La Defensa del Hogar Croata", año 1953, pás. 141-167).
En otoño de 1944, cuando ya habían capitulado Rumania y Bulgaria, los
efectivos de las fuerzas armadas de Croacia, bajo el mando croata, eran 235.000
soldados mobilizados; además, las formaciones croatas que se encontraban en
aquel momento bajo el mando alemán alcanzabán una división —Hanžar— de 18.000
hombres y una división de gendarmería (compuesta de croatas y alemanes) de
5.000 hombres.
Al replegarse los alemanes de los Balcanes, las tropas croatas defendieron
cada pedazo de su tierra; mas, por falta de municiones y no disponiendo de
suficiente aviación, no pudieron prestar mayor resistencia a los comunistas,
mejor equipados y apoyados eficazmente por Ias fuerzas aéreas aliadas. Al
acercarse el final de la contienda, las tropas croatas se retiraron en
formaciones completas y bien disciplinadas a través de Elovenia, pasando a
Carintia y Estiria, donde capitularon ante el 8vo. Ejército británico. Cfr.
nota 55 y nota 56.
[53] El
cambio decisivo en la política británica se puede percibir a fines del año 1943,
de acuerdo con sugerencias del embajador británico ante el Gobierno yugoslavo,
Mr. Stevenson, en un telegrama enviado al Foreign Office, el 25 de diciembre:
"Nuestra política debe basarse en tres factores: Las partidas de
guerrilleros van a ser dueños de Yugoslavia. Tienen para nosotros tanto valor
desde el punto de vista militar, que debemos apoyarlas hasta el máximo,
subordinando las consideraciones políticas a Ias militares. Es muy dudosa que
podamos seguir mirando la monarquía como un elemento unificador en
Yugoslavia". Cfr. Churchill: La Segunda Guerra Mundial, o. c., El cerco se
cierra, pág. 396.
[54] Cfr. Churchill, Ibidem, pág. 399.
[55] En una
perspectiva de más de 30 años, la defensa de las tropas alemanas en el Norte de
Italia (general Kesselring), por un lado, y la actividad defensiva de las
fuerzas armadas croatas, por otro, merecería una adecuada valorización. Sin la
resistencia prestada en el el "frente paralelo", esto es, si se
hubiera hundido antes el frente en Croacia (tal como fue el caso con los otros
aliados del Reich: Rumania, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Finlandia e Italia,
desde luego), es probable que toda Europa entonces hubiera caído bajo el
control de los comunistas y compartido la suerte que corrieron los países al
Este de la línea Lübeck, en el Báltico, hasta las puertas de Trieste, en el
Mediterráneo.
[56] Cfr. F.
Nevistić: ¿Hay justicia en el mundo? Reflexiones con motivo del trigésimo
aniversario de la tragedia de Bleiburg, en Studia Croatica, Buenos Aires, Año
XVI, junio de 1975, Nros. 56-57, págs. 3-11; Tragedia de Bleiburg, edición
especial de Stud a. Croatica, Buenos Aires, 1936, pág. 391é luego: Operation
Slanghterhouse, Edición de J. Prcela y S. Guldescu, Dorrence y Cía.,
Philadelphia, 1970, 557 páginas, y Lord Nicholas Bethell, The last secret -
forcible repatriation to Russia 1944-47, Andres Deutsch, London, 1974,
especialmente págs. 87-88, referente al caso croata.
[57] Cfr. J. Djordjevich: Yugoslavia, democracia socialista.
Fondo de Cultura Económica, México, 1960, pág. 239.
[58]
Cfr. J. Djordjevich, o. c., pág. 245.
[59] Cfr. Alex Dragnich, cap. 15 Yugoslavia, en Kertesz, o.
c., págs. 358 s.s. La Asamblea Constituyente, al terminar la guerra, abolió la
monarquía y estableció la República Federal Socialista, controlada por los comunistas,
cuyo caudillo, Tito, fue depués nombrado presidente vitalicio, conservando el
cargo de secretario general del Partido comunista. Los elementos no-comunistas,
que formaban parte del Frente Popular durante las guerrillas, fueron eliminados
completamente del poder.
Con el apoyo diplomático de la U.R.S.S., Yugoslavia donsiguió fortalecer su
situación estratégica y económica en el Adriático frente a Italia, anexionando
Zadar, Rijeka (Fiume), Istria, las islas adyacentes y una parte de la provincia
Venecia Julia. A estos territorios, habitados por croatas y eslovenos, tenia
que renunciar el Estado de los servios, croatas y eslovenos en el Tratado de
Rapallo (12 de octubre de 1920), en negociaciones directas con Italia, pues los
anteriores Tratados de paz '—con Austria (en Saint Germain, 1919) y Hungría
(Trianón, 1920— no lograron resolver las cuestiones fronterizas pendientes, no
estando Italia dispuesta a aceptar el principio de autodeterminación de los
pueblos, proclamado por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson. Con
las nuevas adquisiciones, Yugoslavia aumentó su extensión territorial de
247.500 a 255.804 km2.
El curso independiente que tomó Yugoslavia después (1948)
de la ruptura con la U.R.S.S., cambió, en lo esencial, la doctrina comunista yugoslava.
La preponderancia que tienen los servios y montenegrinos en el ejército y la
policía, hacen pre-ver que en la era postitista los gobernantes buscarán el
respaldo en la Unión Soviética para perpetuar su hegemonía en el Estado
plurinacional; mas, dada su estructura artificial, no se excluye la posibilidad
de un reajuste radical, de inspiración soviética, para poner término a las
permamentes tensiones en estos puntos más neurálgicos de los Balcanes.
[60] Las
guerrillas comunistas, al principio una minoría insignificante, bajo el mando
de Enver Hoxha, contando con el apoyo de los partisanos yugoslavos, se
apoderaron del país al retirarse las tropas alemanas de Albania, a fines de
1944. También en Albania se había formado un Frente Nacional de resistencia
(Balli Kombetar), pero fue después despiadadamente, liquidado, igual que en el
caso de los otros países balcánicos. En 1946 se proclamó la República Popular,
controlada por el Partido de Trabajo (Albanés), bajo cuyo disfraz se afianzó el
comunismo de orientación radical hacia el leninismo-maoismo. Cfr. Stavro Skendi, o. c., págs. 300 s.s.
[61] Bulgaria luchó al lado de Alemania contra Grecia y
Yugoslavia; declaró la guerra a Gran Bretaña y Estados Unidos, pero se abstuvo
de tomar parte contra la Unión Soviética. Esta, sin embargo, al penetrar en los
Balcanes, declaró la guerra a Bulgaria y, después del armisticio, la presionó
para que se volviera contra Alemania. A raíz de los cambios efectuados, los
elementos de izquierda lograron afianzar cada dia más su poder dentro de los
gobiernos que siguieron y, por fin, en el plebiscito del 8 de setiembre de 1946
(a dos años de la capitulación) fue abolida la monarquia e implantada la
República Popular. Cfr. Robert Lee Wolff, o. c., págs. 279 S.S.
Contando con la actitud benévola de la Unión Soviética,
Bulgaria conservó la Dobrudja meridional y así aumentó su extensión territorial
prebélica de 103.100 a 110.800 km2.
[62] Rumania, que luchó al lado del Tercer Reich contra la
Unión Soviética desde el 22 de junio de 1941, capítulo frente a esta el 28 de
agosto de 1944, volviéndose pronto contra Alemania. Los cambios en los
gobiernos que siguieron a la deserción rumana, afianzaron paulatinamente a los
elementos de izquierda. El rey Miguel I fue destituido y se proclamó la República
Popular el 31 de diciembre de 1947, gobernada por los comunistas, Cfr. Robert
Lee Wolff, o. c. págs. 254 s.s.
Habiendo recuperado la pérdida de Transilvania, pero
teniendo que renunciar definitivamente a Besarabia y Bucovina en favor de la
Unión Soviética y a la Dohrudja meridional, cedida a Bulgaria, la extensión
territorial de Rumania se redužo a raiz de la Segunda Guerra Mundial de 295.000
a 237.500km2.
[63] Frente a la perspectiva sombría de un ensanchamiento del
dominio soviético en los Balcanes, no habría que descartar la posibilidad de
que los pueblos balcánicos, desprendiéndose de la tutela de la Unión Soviética
y aleccionados por la experiencia del pasado, recurrieran a nuevas formas de
mutua conllevancia. Así se cumpliría también para ellos la célebre profecía de
Renan, lanzada en 1870, en cuanto a un porvenir pacífico dentro de una eventual
organización de los Estados ITnidos de Europa: "Se verá el final de la
guerra cuando, al principio de las nacionalidades, se añada el principio que es
su correctivo, el de la federación europea, superior a todas las
nacionalidades". Citado en Georges Weill: La Europa del siglo XIX y la
idea de la nacionalidad. Ediciones UTEHA, México, 1961, pág. 317.
Dada la situación geopolítica de Croacia —salida natural al Mediterráneo
para los países de la cuença del Danubio y del hinterland balcnánico—, los
croatas pertenecientes a la clilización occidental, fueron siempre partidarios
de una solución federal europea (según el concepto de Esteban Radié, croacia,
"República humanitaria neutral", sería;una
necesidad europea!), en el más amplio sentido. No extraña pues que siguieran y:
siguen con simpatia e interés todos los intentos de emancipación de los pueblos
hacia la autonomía y/o independencia completa (Irlanda, Cataluña, Eslovaquia,
Albania, Macedonia, etc.). El Estatuto de Cataluña (15 de setiembre de 1932),
bajo la Segunda República Española (1931-1936), sirvió, hasta cierto punto, de
modelo para la autonomía de Croacia, conseguida, aunque en escala más modesta,
el 26 de agosto de 1939, a una semana antes de que estallara la Segunda Guerra
Mundial.
Los patriotas croatas recuerdan la memorable declaración del presidente del
Gobierno español, Don Manuel Azaña, referente al Estatuto de Cataluña, que
alentaba también las esperanzas croatas:
"El hecho que celebramos no es un hecho catalán,
sino un hecho español, y más diré: un hecho de la historia universal, y es
probable que sea la República española, con su soluciones autonomistas, la que
en adelante señale los caminos a seguir a otros pueblos europeos en situación
más o menos semejante a la nuestra".
[64] El Programa de la oposición
democrática croata exterior e interna. El manuscrito mimeografiado, en la
Documentación del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, pág. 10.
[65] Fausto
Vrančić, Dictionarium quinque Nobilissimarum Europae Linguarum,
Latinae, Italicae, Germanicae, Dalmaticae & Ungaricae, Zagreb, 1971,
Liber de la Prensa de la Universidad, pág. 135.
[66] El
croata tiene tres dialectos principales, denominados según las diferentes
formas del pronombre interragativo "qué", o što en el dialecto
štokavski, kaj en el kajkavski y ča en el čakavski. El dialecto
čakavski se habla en la Croacia meridional y occidental (en Istria, en la
costa dálmata, en las islas, en Lika y en Gorski Kotar).
[67] Hay una
copia de esta edición en la Biblioteca del Museo Británico, Catálogo General,
anaquel 1333 g 21.
[68] Una
copia de este diccionario puede encontrarse en la Biblioteca del Museo
Británico; anaquel 12901. bb. 45.
[69] Cf. V. Putanec, Apostile uz
Dictionarium Quinque nobilissimarum Europae Linguarum Fausta Vrančića,
en Čakavska Rič, 2, Split (1871) pp. 5-18.
[70] Cf. Dictionary
of Scientific Biography, Nueva York, Scribner, 1976, vol. XIII,
613-614.
[71] Marko Marulić de Split
(1450-1524), el autor de "Judita" es conocido como el primer poeta
croata de mayor importancia. Puesto que "Judita" fue la primera obra
de una concepción más amplia, dominada por una idea concientemente patriótica,
Marulić fue considerado generalmente como el fundador del arte poético
croata. Es por esa razón que retuvo ese título de honor hasta hoy si bien le
precedieron en el tiempo petrarquistas conocidos y desconocidos de Dubrovnik.
[72] Opera nuova che
insegna a parlare la lingua schiavonesca fue descubierta
hace pocos años por el erudito Jan Petr. Cf. J. Petr. Itallsko-ćakavska
jazyková priručka, 2 r. 1527, en Slavia, Praga (1973), págs. 44-67.
[73] Una copia de esta obra (De
Afflictione...) se halla en la Biblioteca del Museo Británico en la póliza c.
32. a.6. (2.) Catálogo General.
[74] Esta obra está registrada en el
Catálogo General del Museo Británico bajo la asignación 280.b.35.
[75] Cf. Baudouin
de Courtenay, Das Slavische in den Werken von B. Georgievics, Archiv für
Slavische Philologie, 1888.
[76] Cf. F.
Kikrić, Bartholomaeus Gjorgjević, biographische und
bibliographische Zuzammenfassung, 1920.
[77] Cf. M. Pajk,
en Archiv für slavische Philologie. Berlin, XXI (1899), pp. 639-640.
[78] Cf. M. Resetar, en Archiv für
slavische Philologie, XXVI (1904), 158-366 y Caferoglu, Revue des études
balkaniques, II, 185-190.