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STUDIA CROATICA

Año XVII – Julio – Diciembre 1976- Vol. 62-63

cultura

noticias y comentarios

o   Los croatas celebraron los 1.300 años de su cristianismo y los 1.000 años del santuario edificado por su reina Helena

documentos

necrologios

reseña de libros

 

"Los piratas del aire croatas" ¿Son realmente piratas?

Las relaciones soviético-yugoslavas después de la conferencia cumbre de Berlin en junio de 1976

Los eslovenos y Yugoslavia

Aspectos histórico-políticos: La Segunda Guerra Mundial en los Balcanes

Nuevas confrontaciones en Yugoslavia

¿Fue Fausto Vrančić el primer lexicógrafo croata?

Noticias y comentarios

Los croatas celebraron los 1300 años de su cristianismo y los 1000 años del santuario edificado por su reina Helena

"Clarín" y Croacia

La Argentina y los "no alineados"

La tragedia de Bleiburg y los no alineados

Documentos

Sobre el avión secuestrado - documentos

Llamado al pueblo americano

Los croatas luchan por su libertad

Solidaridad croata en Buenos Aires con sus connacionales

Micronoticiero

Necrologios

In Memoriam Prof. Rudolf Kiszling (1882-1976)

Murió el presidente del Consejo Nacional Croata en el exiilio

In Memoriam a Ivo Degrel

Reseña de libros

I. Sivrić, O.F.M.: Bishop J. G. Strossmayer — New Light on Vatican I

Kvirin Vasilj: Marksizam i Kršćanstvo — El Marxismo y el Cristianismo

Croacia y el problema de su independencia

 


"Los piratas del aire croatas" ¿Son realmente piratas?

Franjo Nevistić

Los hechos

"Los piratas del aire croatas", así denominaba la mayor parte del periodismo mundial a cuatro jóvenes croatas y a una joven norteamericana, cuando el día 10 de septiembre ppdo. desviaron por la fuerza un avión con pasajeros de la empresa TWA de los EE.UU., obligándolo a cambiar su ruta normal entre Nueva York y Chicago, tomar el rumbo hacia Canadá y luego a Europa, donde en París se entregaron a las autoridades francesas. Las mismas después de largas conversaciones con dichos jóvenes, con el capitán del avión y el embajador norteamericano en Francia, el señor Rush, decidieron, de común acuerdo, hacer regresar a los responsables a los Estados Unidos para ser sometidos a la justicia.*

Todo esto es de dominio público mundial. La empresa de esos jóvenes croatas fue ideada y ejecutada de una manera tan espectacular que en ningún rincón del mundo quedó sin conocerse. Cinco diarios —los más importantes del mundo- dieron una amplia publicación a los propósitos de los secuestradores y de acuerdo con las exigencias de estos últimos. El periodismo del resto del mundo no dejó de hacer lo mismo.

El asunto actualmente está en manos del Poder Judicial de los Estados Unidos. Nosotros los croatas en todo el mundo depositamos la esperanza de que ese Poder —el más independiente— pronunciaría un fallo justo y objetivo, adecuado a las circunstancias que no conspiran en contra de los intereses nacionales croatas.

Consideraciones jurídico-políticas

Prescindiendo de la naturaleza del fallo —negativa o positiva— la cuestión de la piratería o no, queda vigente. La controversia merece ser ventilada y esclarecida, posiblemente, desde todos los aspectos pertinentes.

¿Cómo se la puede contestar con relación a la justicia? ¿Cómo, por ejemplo, vemos nosotros los croatas, el asunto?

En principio y teóricamente según nuestro parecer. la contestación no es difícil. Pues, si se buscara en las disputas políticas, jurídicas y sociales la verdad y la justicia o la medida exacta de la importancia que debería darse a cada uno de los factores que constituyen y configuran la realidad en cuestión, resultaría mucho más fácil asegurar la paz tanto política como social aquí, como también en el mundo en general. Pero, y hay que lamentarlo profundamente, la realidad no es así. En vez de la búsqueda de la verdad y la justicia, el escenario de disputas acerca de dichos valores, se convierte en el campo de lucha por el poder. No se busca con ahínco y la sinceridad el equilibrio equitativo, real y justo entre los factores que son el tejido mismo de dicha realidad y que podrían mostrarnos el inequívoco sendero hacia la verdad que necesitamos, sino, disimulándolo, la lucha por el poder asume posturas y actitudes de las más variadas para promover intereses propios y sectoriales como si fuesen universales y justos. Detrás de dichas soluciones fifticias, falsas e injustas, para suplirlas —lo que es inadmisible— es movilizan fuerzas y armas que no resuelven nada sino que crean un clima social tenso, cargado de violencia, tanto en manos de los más fuertes que la ejercen "legalmente" como en la de los menos favorecidos a las que podrían recurirr "ilegalmente".

En efecto, una búsqueda seria, sincera y bien intencionada de dichos valores, nos llevaría a dos clases de solución de los problemas en discusión y que son de una importancia trascendental. Una de ellas debería ser aceptada por todos merced a su evidencia misma de verdad y de justicia, y la otra por no poder encontrarla con claridad y evidencia de la primera. Ambas sostendrían la paz tan deseada. La primera por haber encontrado lo que buscábamos y la segunda por sugerirnos un compromiso —lógico e inevitable— ya que no podemos contar, después de tantos esfuerzos mancomunados, con el conocimiento de todos los componentes de la realidad "histórica" del momento y descubrir en ella la solución adecuada a la luz de la verdad y de la justicia. Mejor, pues, reconocer cierta impotencia propia que recurrir a la violencia en conformidad con las soluciones ficticias y sectoriales de grupos de intereses. Es en este punto donde deberíamos aceptar el consejo racionalista —sin optar por la filosofía racionalista— de B. Russell cuando señala: "El hábito de basar las convicciones que la prueba autoriza, curaría la mayoría de los males que padece el mundo".

Así el frío y calculador espíritu británico.

Surge inmediatamente la pregunta: ¿se puede aplicar el mismo procedimiento experimental de Russell cuando buscamos la comprobación de la verdad y la justicia como valores jurídico-morales? Si lo fuera posible, es de creer que no habría tantas discusiones acerca del asunto. Ni teóricas, que se expresan en batallas de opiniones, como tampoco prácticas que terminan en guerras de fuego.

No obstante, el ideal no es inalcanzable. A pesar del carácter movedizo y deslizable de la realidad cotidiana de la vida, lo esencial de todos los casos en discusión y la mayor parte de los factores que aportan a la determinación exacta de la historicidad y la singularidad de los mismos, no escapan a una mente recta, esclarecida y bien intencionada. Tal es así que lo reconocen incluso hombres que confiesan las concepciones del mundo más opuestas. Por ejemplo H. Marcuse, si bien se opone al sistema político-social vigente en la actualidad, especialmente al del mundo occidental por motivos y fines que no compartimos con él, está en una perfecta armada con los jusnaturalistas de la más pura orientación católica. Al referirse al tan discutido derecho de resistencia, Marcuse señala: "Es un problema muy interesante saber si aquellos que invocan para sí el derecho de la resistencia, no han croado ellos mismos el principio en virtud del cual oponen la resistencia al derecho vigente.

En otras palabras: ¿la invocación de un derecho de resistencia no es ya por sí relativa? ¿No se basa ella misma sabre ,una otra cosa que no fueran los intereses particulares de un grupo? Insisto que, históricamente, no es éste el sentido de la doctrina de resistencia, la que permanentemente ambicionaba que la invocación al derecho de resistencia equivalía el apelar a una instancia superior, de validez universal; a un derecho que sobrepasa a los derechos y los privilegios definidos sólo por un grupo dado. Es por eso que existe un vínculo muy estrecho entre el derecho de resistencia Y el derecho natural. Pero, ustedes me contestarán que una semejante instancia no existe. No obstante, yo creo que existe. Nosotros no la denominamos más como derecho natural, pero cuando actualmente decimos: lo que justifica nuestra resistencia (...) es más que un interés relativo de un grupo particular (...) y bien crear que lo que decimos se puede demostrar. Cuando nosotros invocamos el derecho de los hombres a la paz, el derecho de la humanidad a la abolición de la explotación y la opresión, no se trata de los intereses especiales de un grupo (...) sino de un interés general, cuya universalidad se puede demostrar". (H. Marcuse: La fin de l'utopia, Neuchatel, 1968. pág. 75).

Resulta pues evidente, a pesar de Ias diferencias existentes entre Ias orientaciones de B. Russell y de H. Marcuse, como cierta y plenamente aceptable la opinión de los dos acerca de la demostrabilidad del derecho y la justicia como valores morales de la sociedad humana. Si hay una opresión político-social en un determinado lugar, si hay explotación económica, allí hay injusticia, allí hay lugar para la invocación al derecho superior, a la instancia más alta que deben ser decisivos en el conflicto entre el derecho positivo que ampara la opresión y la explotación, y el derecho de resistencia que se le opone; entre el derecho vigente y el derecho natural.

Rebasaría los límites del presente artículo Y las intenciones del autor, entrar en la historia y la validez del derecho natural y el positivo como también en las controversias que vienen suscitando a través de los siglos. Además de alejanrnos del caso concreto que nos ocupa, podría llevarnos al corazón mismo de disputas que, a veces, más confunden que esclarecen el problema. Se trata de disputas y discusiones entre dos escuelas extremas —la jusnaturalista y la positiva— reclamando la primera los derechos inalienables del hombre basados ontológicamente en el inalterable ser humano, y la segunda que postula la seguridad político-social inclinándose peligrosamente hacia la voluntad, no siempre imparcial, de los que ostentan el poder.

Para nuestro fin basta decir que esta oposición entre las dos escuelas, sí se analiza bien y se ahonda el derecho en su totalidad y pregunta por el último fondo de su validez, una verdadera oposición en este sentido no existe. Basta recordar que, desde Aristóteles, Agustín, Tomás de Aquino hasta nuestros días, este problema fue puesto bien en claro. Por lo menos en teoría. En tal sentido, R. Marčić, nuestro compatriota prematuramente muerto, afirma al respecto: "La seguridad jurídica es de importancia decisiva, pero no la única y la primera. Ella tiene preferencia sólo hasta un cierto punto en relación con los demás aspectos: si este punto es pasado por alto, entonces la originaria cuestión acerca del fundamento del derecho y de la validez del derecho positivo recobra su vigor efectivo en el sentido de la incompatibilidad de las normas positivas con el orden del derecho natural. En otras palabras, si el derecho positivo no está amparado por el derecho natural, entonces y de acuerdo con su ser (seinsmässig) no es derecho. Así como un Decreto que debe derivar de la Ley y hasta encontrar su fundamento en la Constitución, así la totalidad del derecho positivo de una comunidad debe estar íntegramente basada sobre el fundamento del derecho natural". (...) Agustín enseña, sin equivocación, que el derecho positivo no es derecho, si es contrario al derecho natural". (R. Marčić: Vom Geaetzesstaat zum Richterstaat, Wien, 1957, págs. 148-9).

Para abreviar, el problema de la validez o no de las normas positivas del derecho se plantea y resuelve entre dos opiniones opuestas. Trasímaco fue al principio y Nietzsche al final de la escuela positivista, voluntarista y del más fuerte, y Aristóteles, Agustín, S. Tomás de Aquino al principio de la escuela jusnaturalista y M. Heidegger al final de la misma. Mientras Nietzsche enuncia: "El derecho es, la voluntad de perpetuar un causal estado de poder", Heidegger, retrocediendo hasta las raíces mismas del derecho, agrega: "Pero la justicia es la verdad determinada por el ser mismo de lo existente (das Seinde)". (R. Marčić op. cit. pág. 157). Resulta evidente la congruencia de la opinión del filósofo alemán con la de S. Tomás Aquino cuando dijo: "Nihil potest proecipi homini contra id quod est de iure naturali" ("Nada puede ser ordenado al hombre si es contra el derecho natural").

El caso de la "piratería croata"

Ahora bien, ¿qué relación tiene todo esto con la "piratería croata"? Una relación múltiple. Están en juego los intereses y los derechos naturales del pueblo croata, el derecho positivo yugoslavo, el derecho y el orden positivo norteamericanos, parcialmente también el orden vigente en Canadá, Gran Bretaña y Francia y, finalmente y sobre todo, el orden jurídico vigente internacional. No obstante toda esta complejidad, la verdad y la justicia no son para nada inextricables.

Es la tarea de los tribunales examinar los pormenores de nuestro caso. Nosotros nos limitarnos sólo a lo esencial. En efecto. todos quienes se ocupan con sinceridad y seriamente del caso de los "piratas croatas". llegarán a la conclusión infalible de que su Declaración. esparcida por sobre los centros más importantes del mundo libre en forma de volantes, es verídica en su totalidad, proporcionando a su acción un fundamento legítimo contra todos los vientos y mareas. En un párrafo de dicha Declaración se señala: "De un modo inventado se hace disminuir sistemáticamente el número del pueblo croata. Al mismo tiempo, la parte más vital del pueblo croata está obligada a emigrar por la explotación económica, la opresión políticas y por el terror policial. Con esta nueva forma de genocidio se lleva a cabo continua y sistemáticamente a la destrucción del pueblo croata". Y en otro párrafo se expresa: "Las condenas a trabajos forzados se extienden hasta 20 años y, a menudo, se las convierte en penas capitales. Las formas de los suplicios —innaturales, diferentes y sangrientos— son el medio con que usulamente se tortura a los reclusos y se obtienen "confesiones" de culpa. En caso de necesidad se los mata. (Ver los documentos al respecto en las páginas 162 y sig. del presente volumen de S.C.).

Preguntamos en consecuencia: ¿pueden darse casos más claros de la lesión al derecho natural?

Teniendo presente que en Yugoslavia no hay un poder judicial independiente, que no hay partidos políticos excepto el comunista, que no existe la libertad de prensa; que todos los medios de información están en manos de dicho partido comunista, ¿a quién puede dirigirse el pueblo croata y pedir la protección de sus derechos naturales? En los ya lejanos tiempos de la ocupación turca, nuestro pueblo había forjado un proverbio que caracterizaba lo triste y penoso de su situación en aquel entonces y que rezaba: "Voy al bosque, allí están los lobos; voy al campo, allí están los turcos". Lo mismo puede decirse perfectamente bien sobre la situación actual del pueblo croata en la Yugoslavia comunista de Tito. En el lugar de lobos y de turcos hay que poner a los comunistas granservios y el cuadro está perfectamente claro.

En el "parlamento" están los comunistas granservios. Lo mismo en el ejército, en la policía, en los medios de información, en los consejos y las unidades de trabajo, en las fábricas y las empresas del "socialismo autogestionario" y finalmente —última esperanza de los perseguidos— también en los tribunales. Un callejón sin salida, un cerco lleno de insidias mortales.

¿No es éste un caso para dirigirnos a las Naciones Unidas? Su Carta es una especie de Constitución de la comunidad internacional. Allí están garantizados los "derechos humanos", "libertades fundamentales", "derecho de la libre determinación de los pueblos". Junto con los contratos bilaterales entre los Estados de dicha comunidad internacional, la Carta de las U.N., la Declaración de los Derechos Humanos y la Convención sobre el Genocidio constituyen la base de la legalidad internacional. ¿ Dirigirse, pues, a las Naciones Unidas? Y lo hacemos durante décadas. ¿Con qué resultado? El silencio absoluto: lisa y Llanamente, porque la misma Carta garantiza "la igualdad soberana" de todos los Estados-miembros de dicha comunidad internacional y prohibe "intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta..." (Ver art. 1 y 2, de la Carta).

En cuanto a la Convención sobre Genocidio un especialista norteamericano opina, "que la Convención toda se basa en la presunción de gobiernos virtuosos e individuos criminales. Lo cierto es lo contrario en proporción a la extensión del totalitarismo y del chauvinismo desenfrenados en cualquier país. Así, la Convención es innecesaria allí donde puede ser aplicada (el derecho de cualquier Estado civilizado tiene suficientes disposiciones contra cualquier acto individual del tipo enumerado en la Convención) e inaplicable allí donde puede ser necesaria. Es un insulto a le inteligencia y por lo demás peligrosa, puesto que los defensores desvergonzados de la raison d'Etat pueden sostener, a contrario, que los actos enumerados en la Convención y que no son cometidos con la intención de destruir grupos humanos como tales, son legales". (Nehemian Robertson: La Convención Sobre Genocidio, traducción del inglés por el Dr. Natan Lerner, Buenos Aires, 1960, pág. 45).

¿Conviene, pues, continuar dirigiéndose a las Naciones Unidas e invocar sus disposiciones jurídicas en cuanto a la lesión a nuestro derecho natural? Recurrir a las instituciones yugoslavas, parte indirecta del orden internacional reconocido, para los croatas significa tener que ver con el comunismo granservio, el verdadero responsable de las lesiones. Dirigirnos a las Naciones Unidas es encontrarnos otra vez con el "soberano Estado" gran-servio y comunista que soberanamente prohibe intervenir en sus asuntos internos y que "soberanamente" decide qué es lo "esencialmente" de su "jurisdicción interna" o no.

"Los piratas dei aire croatas" no son piratas

Vistas las disposiciones vigentes del derecho internacional, resulta imposible ubicar más claramente la situación del pueblo croata en la Yugoslavia comunista y el caso de la reciente "piratería croata". Se trata, realmente, de una situación desesperada. ¿No se trata de un caso evidente de su sagrado derecho de resistencia? Contestar resultaría una redundancia innecesaria. ¿Pueden ,en consecuencia, los croatas recurrir a la violencia contra su opresor? Si la usan, ¿se trata de la verdadera violencia o el uso legítimo de la fuerza?

"La fuerza es un poder físico. Yo realmente no sé, qué efectos morales pueden resultar de sus efectos", decía ya Rousseau. La Yugoslavia comunista es un caso de violencia institucionalizada. Fue creada por fuerza en su carácter de violencia y sólo con violencia se mantiene contra la voluntad del pueblo croata. Los líderes políticos croatas que gozaban plebiscitariamente de la confianza y los votos de su pueblo entre las dos guerras —el Partido Campesino Croata de Radić— fueron muertos o desterrados. Su actual presidente, el Dr. J. Krnjević, vive en el exilio y se solidarizó públicamente junto con sus organizaciones, con la acción humanista de "los piratas". Los "ustasci", la fuerza más dinámica del pueblo, denigrados como "fascistas", fueron exterminados o viven también en el exilio.

La Iglesia de Croacia vivía en "las catacumbas" —más de 400 sacerdotes matados— hasta 1966, cuando sobrevino una especie de reconciliación con el Vaticano, pues éste, suponía Belgrado, podría bien servir para la rehabilitación internacional de su régimen de persecución. En 1971 Belgrado destituyó también al liderazgo del Partido Comunista croata, un verdadero títere del Partido Comunista Yugoslavo de carácter hegemónico y granservio. Centenares de ellos fueron condenados, envenenados o desaparecidos en la "oscuridad histórica".

Si el derecho, pues, es la expresión de los intereses naturales de un pueblo y de la voluntad basada sobre estos intereses. dónde está en la Yugoslavia de Tito la voluntad del pueblo croata? Simplemente no existe. ¿A quién debería dirigirse el pueblo croata para proteger la fuerza de su derecho contra el derecho de la fuerza de Belgrado. protegida por la legalidad internacional cerrada?

El "Codex" de Hamurabi decía que éste fue el príncipe del Derecho y que en ésta su calidad, obedeciendo a los dioses, dio al país la legislación para "destruir a los malos y malvados" y "para que los fuertes no, perjudicasen a los débiles". Estos últimos pueden presentarse ante la imagen del Príncipe del Derecho, "leer mis disposiciones, escuchar mis preciosas palabras y entonces mis disposiciones... los van a iluminar, van a ver su derecho y su corazón se alegrará".

¿Dónde está en la actualidad el Príncipe del Derecho? Las Naciones Unidas intentan reunirlos en su sede —crear de muchos a uno— pero se trata de un intento malogrado. Su Carta y la Convención sabre Genocidio no tienen la aplicación en los Estados donde deberían tenerla. Los Estados perversos, como diría un especialista norteamericano ya citado, proclaman sus actos de genocidio como actos legales y someten no sólo a los individuos sino pueblos enteros a su violencia institucionalizada, una verdadera negación del Derecho. Es por eso que los jóvenes croatas, conscientes de la más grave lesión a sus derechos nacionales naturales y visto que ninguna institución internacional quiere prestar atención a sus quejas desesperadas, emprendieron un acto del "legítimo uso de la fuerza" (Pío XII). Incluso contra los periódicos más importantes del mundo libre, porque deseaban conseguir la publicidad más amplia de su derecho conculcado en Yugoslavia y advertir a los mismos que son cómplices del encubrimiento de los crímenes del régimen de Tito, guardando silencio absoluto a pesar de tener informaciones al respecto, como lo afirma audazmente también el Dr. G. Martínez Márquez **. ¿Quién en consecuencia honestamente puede acusarlos coma piratas que recurren a la violencia? "Yo nunca he dado la equivalencia a los sentimientos humanitarios y a la no violencia. Al contrario, yo hablé de situaciones en las que el interés de la humanidad está vinculado con el acudir a la violencia", acota H. Marcuse.

Consideramos que tal es la actitud de los jóvenes croatas. Pero es menester a la: vez señalar la diferencia entre la fuerza y la violencia. La primera es moral y jurídicamente neutral. Si es usada contra el derecho, tenemos los casos de la violencia. Si es usada en defensa del derecho está identificada con él. En el primer caso el hombre degrada la fuerza, en el segundo la eleva a un grado superior, dándole el carácter de un valor moral jurídico.

Los tribunales estadounidenses son los más independientes en el mundo actual. Los jueces no son unos mecanismos que automáticamente aplican las normas vigentes. Se trata de servidores de la justicia que libremente piensan y deciden después de enterarse, de la manera más completa, de los casos que se les presentan. Es por eso que todos los croatas del mundo y todo el mundo que tiene interés en la verdad y la justicia, deposita su esperanza en un fallo justo de los jueces norteamericanos. No castigarán a los que no merecen el castigo o merecen toda la consideración humana, si no obstante deben sufrir algún castigo. Se trata de un caso en el cual la verdad y la justicia relucen en su pleno esplendor y la evidencia, elevados por sobre todos los intereses particulares y toda la lucha por el poder. Estos últimos suelen enturbiar la claridad de las primeras aún cuando se revelan espontáneamente a nuestro conocer humano, imparcial y objetivo, como hemos señalado al comienzo de este artículo.

Si no ¿cómo explicar la Declaración de los "no alineados", bajo el liderazgo de Tito, donde desde Colombo, se difundia un mensaje a todos los países para que diesen "un apoyo plena militar, moral y material a los países árabes y al pueblo palestino que, encabezados por la Liga Palestina de Liberación, luchan para terminar con la agresión israelí" o cuando se dice, que los pueblos africanos tienen "el derecho a la autodeterminación y la independencia como también a la legitimidad de su lucha para que conquisten sus derechos con todos los medios que están a su disposición"?, como lo dice "VUS", vocero del ocupador granservio y comunista en Zagreb del 28 de agosto de 1976. ¿Cómo es pues que Belgrado, defensor público del uso "de todos los medios al alcance" —incluso las armas— contra el imperialismo de los Estados Unidos, se convierte en el acusador, cuando se intenta por parte de los croatas algo similar contra su poder hegemónico Y de genocidio? ¿No tiene por lo menos el poder judicial de Norteamérica el deber y la oportunidad de aclarar el asunto?

La piratería croata está histórica y jurídicamente tan justificada que se torna en la defensa de los valores más excelsos no sólo del pueblo croata sino del hombre y de los pueblos en general. Ignorarlo, constituiría un cri-men de la lesa majestad del Derecho.

 


Las relaciones soviético-yugoslavas después de la conferencia cumbre de Berlin en junio de 1976

Jure Petričević, Suiza

Los comunistas europeo-occidentaes han hecho un gran progreso hacia la independización propia frente a Moscú como el centro del comunismo mundial. Los representantes del Partido italiano, español y francés, Berlinguer, Carrillo y Marchais respectivamente, en la Conferencia de los Partidos comunistas europeos, realizada los días 29 y 30 de junio de 1976 en Berlín, han ratificado en sus declaraciones el policentrismo comunista existente, negando la primacía y la dominación de Moscú en el movimiento comunista mundial aceptando asimismo el pluralismo democrático en sus respectivos países. No la primacía y la dominación de Moscú en el movimiento comunista mundial, obstante, dichos líderes no han condenado al imperialismo soviético en la Europa oriental si bien Berlinguer en nombre de su Partido criticó, al margen, la intervención soviética en Checo-Eslovaquia (1968). Tito participó también en los preparativos de dicha Conferencia, emprendidos por los comunistas europeo-occidentales y consiguió eliminar de la Declaración común el término "Internacionalismo proletario" por la "cooperación internacional". Este éxito verbal contrasta enormemente con el hecho de que Tito después de la ruptura con Stalin por primera vez participó en Berlín en una conferencia comunista internacional bajo la tutela soviética. Así Tito regresó al bloque europeo-oriental. Su rehabilitación iniciada por Brezhnev en 1971 mediante el golpe de Tito contra los croatas, ha tomado cuerpo siempre más firmemente y a pesar de sus recientes divergencias con la causa de la "affaire" cominformista. "La independencia" y "camino propio" en el movimiento comunista internacional como también la "no alineación" de Yugoslavia fueron cuestionadas así por el mismo Tito. A diferencia de Berlinguer, Carrillo, Marchais y de Ceausescu, Tito en su declaración en dicha Conferencia de Berlín atacó a los EE. UU. por la intensificación de los armamentos y la vigorización de las tensiones. Su reunión con Brezhnev en un atmósfera de amistad antes de la apertura de la Conferencia, significó un índice claro de la iniciación de una nueva etapa de colaboración entre Yugoslavia y la Unión Soviética, y que asimismo también marcó el incremento de la influencia soviética en la tan llamada Yugoslavia "no alineada" y ajena a los bloques.

I La independencia de los comunistas europeo-occidentales. El retorno de Tito al bloque soviético

La Declaración de los jefes del comunismo italiano y español junto con la del francés —estos últimos hasta ahora muy rezagados en su relación con Moscú sobre el reconocimiento de un orden democrático y sobre su voluntad de colaboración con las fuerzas democráticas sobre la base de un pluralismo—, no es sólo una pura táctica ni la repetición del "frente popular" político que se desempeñó antaño como "caballo de Troya" al servicio de los intereses soviéticos. Se trata realmente de principios políticos y la denegación de la obediencia de dichos partidos a Moscú formando parte de los documentos de sus Congresos nacionales y las demás resoluciones que fueron tomadas recientemente.

Esta independencia está sólo en su comienzo y se ve gravada por hipo-tecas pesadas. Una de éstas y la más grande, es la aceptación del imperialismo soviético en la Europa oriental sin mencionar la ausencia total de los derechos humanos en la Rusia Soviética misma. Para dichos partidos —con excepción de las críticas italianas contra la intervención soviética en Checo-Eslovaquia en 1968— la cuestión de la liberación nacional y de las libertades fundamentales humanas en la Europa oriental se ignoraron como si no existiesen. Los comunistas europeo-occidentales no critican por nada al imperialismo y al expansionismo soviético en el mundo. Además, queda abierta la cuestión de dichos comunistas en cuanto a un eventual conflicto entre la NATO y el Pacto de Varsovia. Los comunistas europeo-occidentales hacen la crítica de la NATO pero no del Pacto de Varsovia.

Hasta ahora se hacen los defensores de la política del bloque de Varsovia frente a Occidente. Además, el líder de los comunistas franceses, G. Marchais, condenó hace poco al Partido comunista chino, a sus dirigentes y su política, alistándose así del lado soviético. Los comunistas europeo-occidentales están apoyando también la política de opresión nacional en Yugoslavia de Tito y aceptan su fórmula de una solución colonial de la cuestión nacional. Los mismos cubrieron con mutismo la intervención en Croacia de los generales yugoslavos prosoviéticos en 1971, teniendo presente el previo entendimiento Brezhnev-Tito. En la nueva e inmimente crisis política de Yugoslavia, los comunistas del occidente europeo tendrán la oportunidad de demostrar el grado de su independencia en la política internacional. La posición que tomarán respecto a las exigencias de los pueblos no servios en Yugoslavia marcará un importante sendero hacia su ulterior comportamiento para con los pueblos del oriente europeo.

Mientras Brezhnev en la Conferencia de Berlín repetía las tesis de su Informe ante el Congreso partidario soviético en febrero de 1976, insistiendo sobre el "internacionalismo proletario" al servicio de la política soviética —este término desapareció de la Declaración final de la Conferencia de Berlín—Berlinguer, Carrillo y Marchais delinearon la política de independencia de sus partidos frente a la anterior central moscovita.

E. Berlinguer fue el más radical en este sentido. Declaró que no hay y no hace falta un órgano internacional comunista en general. Expresó además su duda acerca del valor de conferencias similares negando incluso la necesidad de los documentos finales de las mismas. Berlinguer declinó también el liderazgo del Partido comunista soviético. Propicia una nueva búsqueda del camino que conduciría hacia el socialismo en la Europa occidental y ,en estrecha relación con esto, aceptó en principio al euricomunismo, a pesar de que este término no es originariamente suyo. En contraste con esta clara delimitación frente a la pretensión soviética de liderazgo en el movimiento comunista internacional, las declaraciones de Berlinguer acerca de la política interna italiana resultan mucho menos claras no pudiéndose distinguir qué es táctica y qué la política principista. Por eso tienen poco peso sus declaraciones sobre la garantía de las libertades individuales y colectivas, acerca del pluralismo y la posibilidad del cambio de las mayorías, sobre la autonomía sindical, la libertad religiosa, de la cultura, la ciencia, el arte, etc. La declaración de Berlinguer referente al res-peto de Italia de las obligaciones internacionales especialmente concernientes al cambio unilateral del equilibrio estratégico entre el Pacto de Varsovia y la NATO, está en contraste abierto con la política de los comunistas italianos practicada hasta ahora.

S. Carrillo, líder del comunismo español, pintó emocionalmente su adhesión anterior a la nueva Iglesia de Moscú, como también su actual denegación de obediencia a la "Roma roja", ensalzando sus errores. Resulta interesante también el llamamiento de Carrillo dirigido a Moscú para que retirara sus tropas de los países extranjeros. No se trata de un nuevo llamamiento v parte de la supuesta retirada de los efectivos norteamericanos de Europa, lo que destruiria, en las condiciones presentes, el equilibrio a favor de la Unión Soviética; Carrillo debe darse cuenta clara acerca de las consecuencias al respecto.

El jefe de los comunistas franceses G. Marchais repitió la necesidad de omitir el término "dictadura del proletariado" y en su lugar hizo énfasis sobre su ya conocida parábola acerca de la realización del socialismo en Francia bajo la bandera tricolor francesa. El se unió también a la opinión de Berlinguer y de Carrillo en cuanto al no reconocimiento de un centro internacional cornunista y la utilidad de Conferencias de aquel tipo. Pero su ataque contra la nueva concepción de la estrategia francesa dentro del cuadro de la defensa de Europa favorece la política de expansión y dominación soviéticas .

Por cuanto pues estas declaraciones de los comunistas europeos occidentales, pueden parecer audaces y de largo alcance, ellas no constituyen algo nuevo. Con la disolución del Cominform en 1956 Moscú abrió la puerta al proceso de liquidación del comunismo mundial pero durante el gobierno de Kruschev fue proclamada en el movimiento comunista internacional la primacía del interés de la superpotencia atómica de la Unión Soviética, guiado por Moscú. En la Conferencia de los partidos comunistas, efectuada en Moscú en 1969, se convino expresamente que no se creaba un nuevo centro comunista mundial. Pero la insistencia soviética en "el internacionalismo proletario" significó la subordinación de todos a la política exterior soviética. Así trata de explicar Brezhnev el "internacionalismo proletario" y lo propio hacen los comunistas del occidente europeo que no se conforman con ser órganos de ejecución y el arma ciega de la Unión Soviética en la realización de sus objetivos políticos mundiales.

No obstante la oposición comunista europeo-occidental, Moscú y Brezhnev están contentos con los resultados de la Conferencia de Berlín. Después de los preparativos a lo largo de dos años, el liderazgo soviético consiguió realizar la conferencia. Un éxito para Moscú presenta también la común Declaración final que, sin ser firmada por todos, fue sí aprobada por todos, y la misma favorece a la política europea y mundial de la Unión Soviética, superpotencia atómica. Las concesiones soviéticas, según el entender de Brezhnev y de sus colaboradóres, son aceptables en vista de este éxito final.

A este éxito hay que agregar la reincorporación de Tito al círculo de los Partidos comunistas, encabezados, a pesar de todos los cambios efectuados, por la central partidaria soviética. El supuesto éxito de Tito consistiría en que el liderazgo soviético aceptó el principio de no intervención en los acontecimientos de países ajenos y reconoció la independencia de los Partidos comunistas en los mismos. Pero no hay que olvidar que ya en 1955 este principio fue aprobado por Kruschev en la conocida Declaración de Belgrado. Este mismo principio fue ratificado por Brezhnev, con motivo de su visita a Belgrado en octubre de 1971, en una Comunicación final soviético-yugoslava, como también en las comunicaciones oficiales y no oficiales. Pero, no obstante todo esto, Tito personalmente hizo posible la intervención de Brezhnev en los asuntos internos de Yugoslavia cuando, mediante la ayuda de los generales prosoviéticos en Yugoslavia, aplastó el movimiento nacional croata en 1971. Brezhnev y el liderazgo soviético en general aprobaron y apoyaron expresamente el uso de la fuerza militar contra los croatas. (Lo mismo se repitió con motivo de la visita de Brezhnev, efectuado en noviembre ppdo. a Belgrado. S.C.).

El retorno de Tito al círculo de los Partidos europeos, basado en el entendimiento con Brezhnev, significa realmente la sanción de la intervención y la influencia soviética en Yugoslavia. Con eso, Tito en persona, preparó el camino para las intervenciones soviéticas posteriores y para el ensanchamiento de su influencia en Yugoslavia.

La liquidación de la "Affaire" conformista por Tito y el nuevo entendimiento Brezhnev-Tito marcan el comienzo de la expansión soviética vigorizada en Yugoslavia. Tito, en el espíritu de la "solidaridad internacionalista" con la Unión Soviética y dentro del cuadro de la "no alineación" de Yugoslavia, legalizó en la Conferencia de Berlín la colaboración soviética en el acontecer de Yugoslavia. La coalición Tito-Brezhnev, forjada en 1971 en la lucha contra los croatas, fue renovada y puesta sobre una base más amplia en 1976. Esta coalición está en contra de ledos los pueblos de Yugoslavia, amantes de la paz, y contra los intereses de la Europa occidental.

II — El proceso contra Dapčević. Afirmación de las fuerzas prosoviéticas

Una serie de procesos sin importancia en 1975 y 1976 en Yugoslavia contra los "cominformistas" está caracterizada por un importante proceso contra el stalinista montenegrino Vlado Dapčević. El mismo proceso tuvo su comienzo en Belgrado el 21 de junio de 1976, es decir inmediatamente antes del comienzo de la Conferencia de los Partidos comunistas europeas en Berlín. presidida por Brezhnev y con la participación de Tito, y fue concluido el 1 de julio, mientras el fallo fue comunicado públicamente el 5 de julio de 1976. El reingreso de Tito en el bloque soviético fue acompañado por una severa condena de Dapčević a la pena capital cambiada luego por 20 años de prisión. Esta condena, formalmente severa, habría tenido por objetivo acentuar la no vacilación de Tito en la lucha contra los stalinistas y, consecuentemente, su independencia ante Moscú. Hubo en efecto tales interpretaciones en la prensa occidental.

El comienzo del proceso y su terminación con la condena, a pesar del carácter secreto del mismo, se hicieron públicos en presencia de los periodistas yugoslavos y extranjeros. oportunidad en que Vlado Dapčević hizo declaraciones para la prensa mundial lo que significa realmente que Dapčević había ganado moralmente el proceso. Su ataque público a la requisitoria del fiscal y a los jueces fue un monólogo político muy severo contra el régimen actual de Yugoslavia lo que hace inevitable una comparación con los múltiples procesos contra los croatas, que no tuvieron los privilegios de Dapčević para poder formular declaraciones a la prensa mundial y acusar al orden actual político en Yugoslavia. Un comportamiento semejante de Dapcevič pudo suceder únicamente después de una minuciosa preparación del escenario a favor de Dapčević. Las declaraciones de Dapčević estuvieron dirigidas contra el régimen de Tito. contra la sociedad del "socialismo de autogestión y contra la "no alineación de Yugoslavia", confirmando muchos indicios de que Dapčević, muy probablemente había regresado a Yugoslavia voluntariamente previo entendimiento con sus amigos prosoviéticos en la Liga Comunista (It Yugoslavia, en el Ejército y el Servicio de seguridad yugoslavo. La presencia del jefe del Partido prosoviético en Yugoslavia tendrá enorme influencia sobre el desarrollo ulterior en Yugoslavia, porque el mismo espera substituir la actual Liga Comunista y terminar el proceso de reincorporación de Yugoslavia al bloque soviético, iniciado abiertamente en 1971.

En diciembre de 1975 Belgrado dio una comunicación oficial según la cual V. Dapčević estaba recluido y fue "arrestado en territorio yugoslavo, donde desarrollara actividades enemigas y que conta el estaba preparándose el proceso criminal por el delito de fuga y por haber cometido actividades enemigas y otros delitos contra el pueblo y el Estado". La prensa occidental, evidentemente de acuerdo con algunas informaciones privadas de Belgrado, escribió que V. Dapčević fue llevado por la fuerza de la policía secreta yugoslava de Bucarest a Yugoslavia el día 8 de agosto de 1975. lo que creó una tensa situación entre Rumania y Yugoslavia.

Al abrirse públicamente el proceso el 21 de junio de 1976, Dapčević negó la veracidad de la acusatoria y declaró que no habia sido arrestado en Yugoslavia sino que había sido atacado físicamente en Bucarest el 8 de agosto de 1975, torturado por parte de los agentes de la policia secreta yugoslava y por la fuerza llevado a Yugoslavia. Después de su declaración. difundida por la prensa mundial, el proceso fue declarado secreto. La comunicación de la condena fue pública, cuando Dapčević otra vez ante los periodistas proclamó falso y arbitrariamente construido el proceso en su totalidad. De acuerdo con la prensa occidental. Dapčević había dicho: "Todo lo que se hizo aqui es ilegal. A ninguno de mis testigos les fue permitido declarar. Ninguna prueba fue válidamente aportada. Se trata simplemente de un crimen. Ustedes lo hicieron para hacerse serviciales con los Soviets". Mientras Dapčević intenta aqui también distanciarse de la Rusia Soviética, el tribunal en su justificación de la condena lo aluas de que "actuando desde las posiciones de los "cominformistas -partidarios de Moscú) y actuando como cabeza de las organizaciones enemigas y de otros diferentes grupos, anhelaba destruir por la fuerza la organizaciún federativa de nuestro país, realizar la separación de partes de Yugoslavia y llevar a nuestro pais a la posición de dependencia de otros paises". aludiendo a la alianza con la Rusia Soviética y, probablemente, a la rectificación de las fronteras a favor de Bulgaria. Según Paul Yankovitch, corresponsal de "Le Monde' de Paris en Belgrado, en la explicación de la condena se destaca que Dapčević sostenía intimos contactos con el embajador de Albania en Bucarest y de que conversaba acerca de la cesión de Kosovo y de una parte de Macedonia a Albania. Yankovitch relata también rumores de la calle de Belgrado de que Dapčević tenía contactos también con los chinos.

Tanto el distanciamiento de Dapčević de los soviéticos como también las acusaciones contra él por suuestas tentativas con los albaneses y conexiones con los chinos tienen por objetivo principal desligarlo de la colaboración con la Unión Soviética y enturbiar la situación. Al mismo tipo de propaganda pertenecen también las tentativas de los servicios de seguridad yugoslavos para difundir insinuaciones en el sentido de que UDBA (policía secreta yugoslava) con la ayuda de agentes soviéticos capturó a Dapčević, porque se había alejado de Moscú y estaba defendiendo la línea rumana. Estas insinuaciones tienden a desmentir la interpretación de "secuestro" contra Dapčević como una maniobra convenida entre los generales yugoslavos prosoviéticos y Dapčević con el objetivo fijo de su regreso al país para que, en su calidad de jefe del nuevo Partido Comunista de Yugoslavia, se encontrara en un momento determinado en el lugar de los acontecimientos y para que participara directamente en los mismos.

Los generales yugoslavos prosoviéticos han conseguido que Dapčević pudiese subir dentro de un apto escenario y declarar en el proceso mismo todo el proceder contra él como un crimen y una mentira.

Lo más importante es que Dapčević, jefe del Partido Comunista stalinista en Yugoslavia, se halla en el país y que, según el momento y la necesidad, fuera puesto en libertad para continuar con la integración de Yugoslavia en el bloque soviético, iniciada en 1971 por Tito de común acuerdo con Brezhnev para el golpe contra los croatas.

Las autoridades yugoslavas publican para el público occidental informaciones sobre los procesos a los cominformistas de donde se podrá obtener la impresión de que se ha iniciado la más amplia lucha contra las fuerzas prosoviéticas, que los principales enemigos del régimen y del Estado serian los cominformistas y que entre ellos hay que colocar también a los nacionalistas croatas. Sin embargo todos estos cominformistas condenados exçepto Dapčević, so figuras pequeñas y sin importancia. Los hombres de importancia prosoviéticos están en la cumbre de la Liga Comunista de Yugoslavia, en el Ejército yugoslavo y en el Servicio de seguridad. Esta gente prosoviética importante no ha visto hasta ahora ningún peligro como tampoco fueron removidos de sus puestos. El ministro del Interior yugoslavo, F. Herljević, en su Informe del 20 de junio de 1976 ante el Consejo Federal (gobierno) del Congreso de Yugoslavia "numera el nacionalismo y el liberalismo como los adversarios principales del orden constitucional. De acuerdo con sus datos se habrían descubierto en los dos últimos años 13 grupos ilegales, abarcando 237 personas en su totalidad. Algunos de estos grupos actuaban desde las posiciones burocrático-dogmáticas, según Herljević. Este número relativamente pequeño de cominformistas no está en proporción con la fragorosa propaganda anticominformista de las autoridades yugoslavas, destinada al público occidental. El número de los "descubiertos" en los demás grupos es mucho más grande, de acuerdo con informaciones oficiales, pero este fenómeno se subestima y se quiere acallar ante el público enemiga en toda Yugoslavia, es mucho menor del número de los arrestados sólo extranjero. Además. el total de 237 personas capturadas por la actividad política enemiga en toda Yugoslavia es mucho menor del número de los croatas arrestados sólo en Croacia en los dos últimos años.

III — El comamdante soviético de la Marina de Guerra en puertos yugoslavos. Tito en la conferencia de los "no alineados" en Colombo

Tito como uno de los pocos sobrevivientes iniciadores del bloque de los "no alineados" se presentó como el patriarca y el protector espiritual de este bloque tan heterogéneo, reunido en la Quinta Conferencia de los "no alineados", realizada en Colombo Sri Lanka, del 10 al 19 de agosto de 1976. A pesar de que los 86 Estados que participaron en dicha Conferencia constituyen la mayoría de la ONU y representan una considerable fuerza de propaganda, ni el desarrollo ni tampoco las conclusiones de dicha conferencia mostraron unanimidad en los problemas fundamentales. Las diferencias y contrastes entre los varios socios de ese bloque son muy grandes. De que aquí no se trata más-que parcialmente de los paises "no alineados", lo demuestra a lo mejor el caso de Cuba que, mediante la intervención militar, con la ayuda soviética, llevó al poder al actual régimen prosoviético, mientras la misma Cuba sería el país anfitrión de la próxima, sexta Conferencia de los "no alineados", a realizarse en La Habana en 1979.

La "no alineación" de Tito fue mejor ilustrada durante su estadía en Colombo, visto por los nuevos hechos que indican una estrecha colaboración de Yugoslavia, y la Unión Soviética en el campo militar. El 18 de agosto, pues llegó a Belgrado el comandante de la Marina de guerra soviética, almirante Sergej Gorskov, recibido ror el Secretario federal (ministro' para la defensa nacional general Nikolás Ljubicić y, siempre de acuerdo con TANJUG, se entrevistó con Gorskov en "una conversación cordial v de amistad". Acerca del fin de la visita de Gorskov TANJUG se expresó brevemente así: "la conversación versó sobre la colaboración de dos países amigos y de sus armadas (ejércitos). El almirante Gorskov partió el miércoles por la mañana para realizar mina visita a nuestra Marina de guerra, conduciendo la delegación de la Marina de guerra soviética".

La prensa occidental, como también sus radioemisoras, conectan la visita de Gorskov con la intensificada actividad de la Marina de guerra soviética en los puertos yugoslavos y en el Mediterráneo en general. Antes de la visita de Gorskov, a menudo se propalaban noticias acerca de la presencia de buques de guerra soviéticos, camuflados o no camuflados, especialmente en ln; puertos Tivat y Bijel en Boka Kotorska, como también en Pula en el Adriático septentrional. De acuerdo con una ley yugoslava de 1974 relativa a la posibilidad de reabastecimiento de los buques extranjeros los buques de guerra soviéticos, incluyendo submarinos, entraron verias veces en puertos yugoslavos. Además, la Unión Soviética colaboró después de 1971 con créditos para la construcción de Astilleros adriáticos y de talleres para la Marina de guerra. El astillero "Victor Lenac" en Martinseica, junto a Rijeka, fue también ampliado con créditos soviéticos y la colaboración técnica, sirve actualmente a la Marina de guerra y la mercantil soviéticas, como una base de remontaje y de abastecimiento.

Estas bases marítimas en Yugoslavia tienen un gran papel en el refuerzo de la flota de guerra soviética en el Mediterráneo frente a la Sexta Flota norteamericana y la Flota francesa en el mismo mar. La importancia de los puertos yugoslavos para la Marina de guerra soviética consiste en su papel de apoyo directo en el Mediterráneo en comparación con el largo viaje que hasta ahora los buques soviéticos debían efectuar desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, Gracias a la estrecha colaboración yugoslavo-soviética tanto politica, y económica como militar, se ofrece por primera vez a la Unión Soviética la posibilidad de un acceso por tierra a los puertos adriáticos a través de Hangría y Bulgaria. Con esto se debilita y expone al peligro la posición de Occidente no sólo en el mar sino también con el hecho de que ahora, en tiempo de paz está a disposición de las fuerzas soviéticas la puerta de Liubljana de importancia estratégica clásica para pasar a Italia septentrional. Los asuntos de apoyo soviéticos aéreos y terrestres en Yugoslavia posibilitan además una intervención directa en la solución de la crisis estatal de Yugoslavia.

El almirante Gorskov es el creador de la moderna Marina de guerra soviética, que entró en el Mediterráneo, el Océano Indico, el Pacífico y el Atlántico con el fin de apoderarse de las rutas y bases marítimas mundiales. El reciente cruzar del portaaviones soviético "Kijev" por los Dardanelos al Mediterráneo y el Océano Atlántico hizo muy visible la creciente oposición soviética a las fuerzas militares de los EE.UU. y de la Europa occidental. El paseo del primer portaaviones soviético anuncia una nueva época de la Marina de guerra soviética y de su poder ante Occidente.

La visita de Gorskov, acerca de la cual hablábamos arriba, destaca dicha política soviética de expansión y la importancia de los puertos adriáticos y de otras bases militares en Yugoslavia dentro de la estrategia global soviética. El Adriático que en las relaciones regionales es sólo un brazo del Mediterráneo, se convierte junto con la "hinterland" económico-militar en una región de importancia vital para el potencial soviético en confrontación con el de América del Norte y la Europa occidental. En las costas africanas del Mediterráneo los soviets están edificando, después de la pérdida de las bases aéreas y marítimas egipcias, las bases en Libia, que, junto con las bases de Yugoslavia, constituyen una estrategia orgánica de cercamiento de Occidente.

En el trasfondo de este acontecer, la aparición de Tito en Colombo y la "no alineación" de Yugoslavia son una verdadera farsa. A esta cuidadosamente preparada elaboración de la colaboración militar soviético-yugoslava no pudieron encubrirlo tampoco los procesos contra unos desconocidos cominformistas como tampoco fueron suficientes como para dar fe de la "no alineación" de Tito y de Yugoslavia. La escepsis y la desconfianza de Occidente respecto de esa "no alineación" han aumentado todavía más después de la visita de Gorskov. En cuanto a la suerte de Croacia se hace cada vez más claro adonde tratan de llevarla los generales yugoslavos prosoviéticos en nombre de "la no alineación", del "Socialismo autogestionario" y de Tito.

En plena preparación de Yugoslavia para la Quinta conferencia de los no alineados en Colombo, se sucedieron ataques muy seguidos de las autoridades yugoslavas y de sus periodistas al periodismo occidental, a sus corresponsales en Belgrado, a las agencias noticiosas, la televisión y la radio. Fue puesta en movimiento una campaña, amplia y sistemática ,contra aquellos medios masivos de comunicación de Occidente que hasta hace poco escribían favorablemente para el "socialismo autogestionario" yugoslavo y la política de "no alineación" de Tito. Los más prominentes diarios "The New York Times" y "The Washington Post", hasta hace poco defensores muy firmes de la política exterior e interior de Tito, se convirtieron en el blanco de la campaña de Belgrado. Las víctimas ulteriores de la misma campaña belgradense contra los "agentes de las potencias reaccionarias" son el renombrado semanario alemán "Der Spiegel" como también los diarios "Frankfurter Allgemeine Zeitung" y "Süddeutsche Zeitung", "Le Figaro" de París, el diario inglés "The Guardian", como también "Die Presse", de Viena, luego las agencias periodísticas UPI, Reuter y DPA, la sociedad británica de radio y televisión BBC, el Segundo programa de la televisión alemana, etc. A los corresponsables de la prensa occidental y de las agencias periodísticas, la prensa yugoslava, la radio y la televisión los cubren con ofensas y difamaciones, mientras las autoridades yugoslavas les quitan el permiso de corresponsales. La política yugoslava de "détante" en disconformidad con el espíritu de Helsinki, desemboca en una verdadera guerra fría.

Periódicos occidentales, agencias y sus corresponsales, después de una moderada actitud de abstención al comienzo, toman cada vez más abiertamente una posición desde la cual, a diferencia con su anterior comportamiento ubican a Yugoslavia en el círculo de los países totalitarios del tipo soviético ,destacando su actitud enemiga hacia Occidente. No hubo una confrontación semejante entre los medios masivos de información de Occidente y Yugoslavia desde el conflicto entre Stalin y Tito de 1948.

En este conflicto no están metidos solamente periodistas occidentales y los medios de información masiva. Fue tocada también la política oficial americana. El motivo para esto fue la intervención enérgica del embajador norteamericano en Belgrano, el señor L. H. Silberman, a favor del ciudadano norteamericano Laszlo Toth, arrestado en 1975 por supuesto espionaje en una fábrica de azúcar en Vojvodina, donde anteriormente trabajaba y con la que su empresa en los EE.UU. mantiene relaciones de negocio ,y condenado a siete años de prisión. Gracias a las intervenciones del embajador Silberman, Toth, fue puesto en libertad a fines del mes de julio de 1976. En esta oportunidad Silberman en su declaración para el periodismo censuró severamente el proceder de las autoridades yugoslavas respecto a Toth como también la política de enemistad de Yugoslavia hacia los EE.UU. lo que el gobierno estadounidense pasó por alto. Silberman sometió a una crítica aguda al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país con cuyos funcionarios en parte no está en buenas relaciones. Silberman fue atacado también por la prensa yugoslava interviniendo en el conflicto el mismo Tito, quien en su conversación con TANJUG acerca de la Quinta Conferencia de los no alineados proclamó a Silberman en realidad como "persona no grata". Tito contestó a Silberman y a América de la siguiente manera: "Si, en verdad casi todos los países no alineados están expuestos a muy grandes presiones. Ustedes ven qué clase de presión está aplicándose contra Yugoslavia. Aquí, por ejemplo, este embajador americano en Belgrado, Silberman, promovió en su país una campaña contra nosotros. Mirad cómo se comporta. Está declarando que vale la pena ejercer la presión sobre Yugoslavia y está criticando a los que piensan de otra manera a la de él. Está dictando lecciones sobre nuestra política interna y exterior, interfiere en nuestros asuntos... Por cierto, tales presiones no provienen del pueblo, sino solamente de ciertos cenáculos". ("Vjesnik" del 1 de julio de 1976).

El Departamento de Estado reaccionó más tarde contra todo esto con una declaración negando que el embajador Silberman interviniera en los asuntos internos de Yugoslavia y que goza de la plena confianza del presidente Ford y del secretario de Estado, Kissinger, pero al mismo tiempo agregó que el gobierno norteamericano no mantiene campaña alguna contra Yugoslavia sino da pruebe "del respeto cabal a aquel país" ("Vjesnik" del 2 de agosto de 1976). Con esto fue confirmada nuevamente la política de status quo y la división soviético-norteamericana de Europa en una esfera occidental y otra oriental, entre las cuales Yugoslavia constituye una "zona gris". Esta postura, por lo demás, está en consonancia con la doctrina de Sonnenfeld. Las relaciones americano-yugoslavas no se cambiaron esencialmente pero gracias a la actitud pública de Silberman, están un poco enturbiadas.

El movimiento de los buques de guerra soviéticos en los puertos yugoslavos y la visita del comandante de la Marina de Guerra soviética, el almirante Gorskov, a Yugoslavia no aportaron por cierto al mejoramiento de dichas relaciones sino por el contrario, están engendrando una nueva desconfianza y crean nuevas tensiones.

Brugg, Suiza, el 27 de agosto de 1976.

 


Los eslovenos y Yugoslavia

¿Por qué ya no Yugoslavia sino el Estado esloveno?

Yugoslavia es, evidentemente, la Gran Servia

Por France Jeza (*)

La respuesta es sencilla porque Yugoslavia no es, ni puede ser, el Estado nacional esloveno. Tampoco puede subsistir como un Estado democrático. Dentro de poco se cumplirán 60 años desde que fue creada Yugoslavia y, de todo este tiempo, sólo unos diez años fue una especie de democracia de pluralismo político. Nosotros los eslovenos tuvimos allí nuestros propios partidos, sólo durante diez años, es decir, hasta el 6 de enero de 1929. Poco después de esa fecha no fueron permitidos los partidos eslovenos, como tampoco los croatas y, mientras tanto, los croatas no dieron gran importancia a eso como lo hicieron los leales eslovenos. Muchos olvidan esto. Todas las organizaciones posteriores que actuaban en Eslovenia, tenían que denominarse yugoslavas y tenían un nombre servio, actuando en Eslovenia como una parte integrante de un partido yugoslavo, como por ejemplo la Comunidad Radical Yugoslava o como el Partido Nacional Yugoslavo (JRZ o JNS) con los que se unieron el Partido Esloveno del Pueblo (Católicos) y el Partido Esloveno Liberal. Pocas saben que en Eslovenia, desde 1929, no hubo un Partido propio esloveno sino solamente los que tenían un carácter yugoslavo general.

Después de la segunda guerra mundial, a su vez, se reconoce sólo el Partido Comunista Yugoslavo, o sea, la Liga Comunista Yugoslava. Los eslovenos más jóvenes que fueron afiliados del Partido Esloveno del Pueblo hasta el 6 de enero de 1929, ahora tienen ya 79 años de vida. Después de esa fecha no pudieron asociarse a ningún partido esloveno, excepto el caso de su emigración y la ulterior asociación en algún partido esloveno en el exilio en Carintia o en la región de Trieste.

En esos únicos y unitarios partidos, los eslovenos fueron sólo un apéndice, provincianos: el centro de influencia estaba en otro lugar y representaba otros intereses, que a veces, casualmente, coincidían con los intereses eslovenos, pero normalmente eran contrarias a los mismos, teniendo como su principal objetivo suprimir cualquier tendencia de autonomía del puebol esloveno y de los demás pueblos no servios en Yugoslavia. Justamente para ese fin fueron organizados.

Al 6 de enero de 1929 (la fecha de la proclamación de la dictadura personal del rey servio Alejandro) no se llegó por casualidad. Esa decisión fue la consecuencia de comprobar que Yugoslavia no podía subsistir como un Estado democrático. Belgrado esperaba únicamente, mediante la dictadura, estrangular o someter los anhelos de los eslovenos y los croatas por obtener su independencia o ejercer su propia individualidad nacional y cultural. Se entrega a la ilusión que el notoriamente rezagado pueblo servio ,tarde o temprano, iba a asimilar por la fuerza a todas las demás nacionalidades de la comunidad y de esta manera realizar su objetivo político, o sea, el objetivo de muchos de su políticos de corta visión y enfermos de megalomanía, establecer la Gran Servia. Esos sueños fueron la verdadera maldición que pesó sobre la primera Yugoslavia (monárquica).

A fin de cuentas esto provocó también su caída (1941). El ataque alemán fue solamente la oportunidad que desencadenó los acontecimientos.

El centralismo — medio de asimilación

La desilusión de los servios por el fracaso de ése su intento de asimilación, y la ineficacia de la política gran-servia, presionaban a la joven generación intelectual servia hacia la orientación ideológica comunista que, por sí misma, propiciaba un riguroso centralismo de tipo stalinista. Detrás del comunismo servio se escondía el nacionalismo servio. El comunismo se convirtó en su nuevo caballo y la ideología comunista, en una nueva ideología de centralismo y de asimilación. Lo que no podían conseguir el hegemonismo y el chovinismo servios, debería lograr ahora el totalitarismo comunista —realizar y completar el centralismo totalitario de Estado donde el pueblo servio debería constituirse en dueño y dominar como to hace el pueblo ruso en la Unión Soviética. Esta esperanza servia es bien visible en varias actitudes y, entre ellas, está la primera Constitución comunista yugoslava que fue una mera copia de la soviética. La misma entregó en manos servias todos los instrumentos de poder que aseguró a los servios el control del Estado: el centro del mismo es otra vez Belgrado: allí se concentraron todos los órganos dirigentes, incluso la sede del Partido; el supremo comando Militar, donde el idioma servio es el único reconocido, con lo cual se está alienando a todos los jóvenes del Estado. También fue anulada la poca autonomía partidaria que se gozaba en la vieja Yugoslavia. Desde ahora puede subsistir sólo un partido, el Partido Comunista de Yugoslavia o la Liga Comunista de Yugoslavia, organizado rigurosamente como centralista en donde decide sólo la punta partidaria de Belgrado. Dentro de la pseudo-federación está asegurada a Belgrado, de antemano la mitad de los votos en todos los órganos de las más altas representaciones mediante "sus dos regiones" (Vojvodina y Kosovo) Montenegro y los representantes servios en Bosnia y Hercegovina y Croacia, donde la minoría servia tiene, en el sentido político, desproporcionalmente más palabra de lo que le corresponde. Belgrado está controlando a través de la agencia noticiosa TANJUG todas las informaciones, y éstas se difunden sólo en el idioma servio.

Yugoslavia será siempre para los eslovenos una dictadura enemiga

Es ilusorio esperar que una "tercera" Yugoslavia fuese de otra manera. Ella sería o una dictadura o no existiría: Yugoslavia como un Estado democrático simplemente no es posible. Porque si fuera, la democracia debería permitir que los. croatas y los eslovenos, posiblemente también los macedonios, se decidiesen democráticamente por la separación y la organización de sus propios Estados. Los croatas lo harían en un instante, si eso les fuera posible y los eslovenos harían lo mismo. La excusa de que no todos los eslovenos apoyan un Estado independiente, se desvanecería rápidamente, porque el pueblo esloveno en libertad votaría lo que quiere, especialmnte si la propaganda fuese libre e independiente. Las múltiples afirmaciones de que la mayoría de los eslovenos desee la continuación de Yugoslavia, hoy en día son estériles, falsas y, por cierto, mal-intencionadas, porque nunca en el curso de la historia, tanto en el Imperio austro-húngaro, comb tampoco en la vieja o la actual Yugoslavia, fue permitido, ni por un solo instante, que alguien pudiese propagar en Eslovenia la idea de un Estado independiente esloveno, mientras cada uno y en todos los tiempos podía actuar contra esta idea y asustar a la gente con ella, pintándola como la fuente de todas las dificultades e inconvenientes posibles, obligando a los eslovenos a aceptar a un Estado ajeno, empeznado por Austria-Hungria hasta la vieja y la nueva Yugoslavia, sin mencionar el tiempo entre las s dos guerras. Es un hecho que, el pueblo eslovenós tuvo durante la última guerra la mejor posibilidad, especialmente en la ilegalidad, de discutir acerca de su Estado por lo que resulta extraño que justamente en ese tiempo tuvo su mayor difusión y afirmación la idea de un Estado independiente esloveno. Con anterioridad, el discutir sobre esta idea, se interpretaba, como una blasfemia, una traición política (evidentemente de un Estado ajeno, no esloveno) la más grande que pudo imaginarse. La alternativa por eso podría ser una tercera Yugoslavia y consistiría en lo siguiente: si fuere democrática, debería permitir su disgregación dentro de poco o, si quisiera impedirla, esto resultaría (quizás) posible sólo mediante una dictadura, nueva y permanente, sea ésta servio-militar o sea totalitaria en nombre de una nueva ideología de "unidad" y de centralismo como por ejemplo del maoismo, sovietismo, fascismo, etc. Nosotros los eslovenos tenemos que elegir: a Yugoslavia, que sería una dictadura permanente y necesaria y nada más, Is el Estado esloveno independiente, que no puede ser otra cosa que la democracia, puesto que no es posible imaginar una dictadura militar o totalitaria dentro de un pueblo pequeño, en el que cada unjo conoce al otro y por eso no es posible que aparezca un conductor "mítico" a lo Tito, Stalin o Hitler y en la cual la gente despacharía, dentro de poco, a los dirigentes de tipo Kardelj o Stane Dolanc sin mencionar a un Ribičić. Las figuras de este tipo se mueven fácilmente en el escenario político, sólo ahí, donde alguien las maneja con los hilos desde atrás.

Kardelj y Cía. no pasarían el examen ni en una discusión pública, tomando la gente un vaso de vino en un bar popular.

 


Aspectos histórico-políticos: La Segunda Guerra Mundial en los Balcanes *

 

Prvislav Weissenberger

La Segunda Gran Guerra (1939-1945) tiene un aspecto verdaderamente mundial, habiendo logrado movilizar todos los recursos materiales y humanos del planeta. Los espectaculares adelantos técnicos, que le precedieron y acompañaron, añaden nuevos elementos a la estrategia y táctica de los combates que afectan en creciente proporción aún a la población civil.

En cuanto al escenario balcánico, aunque se le considere como frente "secundario" [1], la experiencia que ofrece es aleccionadora, pues en él se registran los más variados matices de la guerra en su forma contemporánea:

1) La guerra a la vieja usanza, en Albania, donde Italia, al contrario de los cálculos previstos, tenía que aguantar durante seis meses una guerra de posiciones frente al ejército griego, que no sólo prestó una resistencia tenaz sino que tomó la iniciativa para avanzar en Albania[2];

2) la "guerra relámpago" de Alemania, asociada con Bulgaria, en la campaña contra Yugoslavia y Grecia, en abril de 1941, desencadenada simultaneamente[3] y a continuación:

3) un episodio nuevo, y único en su genero: Ia ocupaclón de la isla Creta; en una audaz epresa de los paracaidistas alemanes con armas ligeras, imponiéndose a la defensa de ias fuerzas británica y griegas, aproximadamente parejas, apoyadas por la flota británica, la que facilitó el rescate de una buena parte de los defensores[4];

4) la guerra naval. sobresalieron en ella por su importancia la batalla de Matapán, el 28 de marzo de 1941, en la cual la flota británica, apoyada por portaaviones y las fuerzas aéreas, maniobrando desde Ias bases griegas, y disponiendo de la ventaja sobre su adversario en el uso del radar, consigue, en un combate, infligir a la marina italiana pérdidas muy elevadas, las que difícilmente pudo subsanear en el ulterior curso de la guerra [5];

5) la guerra en el desierto de Libia y Egipto[6], sincronizada en parte con las operaciones en los Balcanes;

6) la guerra de la guerrilla o partidas, en su varios matices: desde la resistencia a las fuerzas de ocupación, bajo diferentes divisas, hasta la guerra civil en diversas regiones balcánicas, pero de mayor desarrollo y envergadura en las zonas adjudicadas a Italia [7] a lo largo del Adriático —con su hinterland— y el Mar Jónico y Egeo; y por fin:

7) el cambio de frente de los ejércitos búlgaro[8] y rumano[9], que se incorporan a las huestes soviéticas y marchan a la conquista del Centro de Europa para desempeñarse en el asedio y saqueo de Viena en los últimos días de la guerra.

No obstante la variedad de las operaciones bélicas, es quizá más bien en el juego diplomático donde se libran batallas por los Balcanes, imponiéndose a veces el criterio politico por encima de las consideraciones estrictamente militares[10] en la conducta, y viceversa.

No extraña, pues, para tomar un ejemplo, que el prestigioso historiador militar inglés, Liddell Hart, somete a una severa crítica los planes del primer ministro Churchill, que llevaron a una serie de desaciertos.

"El teatro de los Balcanes, dice Liddell Hart[11], hacía mucho que fascinaba al Sr. Churchill, desde su aventura, audazmente concebida pero de tan desastrosos resultados en los Dardanelos, durante la Primera Guerra Mundial. Ahora su imaginación se sobresaltaba por la forma en que los griegos habían resistido a Mussolini, y se llenó de ideas para dar a Hitler un bofetón si se atrevía a meter narices en Grecia. Las ansias del Sr. Churchill sobrepasaban las posibilidades prácticas, y daban poca importancia a su estrechez de recursos comparados con los de Hitler".

Esta reflexión de Liddell Hart puede servir de leitmotiv para lo que se desarrolló en el tablero de la política británica, tendiente a arrastrar a Yugoslavia —y si es posible aun Turquía[12] - en el torbellino de la guerra y que ha acarreado a aquel país tantos sufrimientos, y su corolario: el comunismo en Yugoslavia (y en Albania, por añadidura) aunque el país no fuera ocupado por las tropas soviéticas como los otros paises balcánicos: Bulgaria y Rumania (y Hungría).

Este hecho excepcional exige una explicación especial, y, por lo tanto, al caso yugoslavo habría que dedicar más atención aun a expensas de otros países en el mismo escenario.

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Igual que las tres guerras anteriores que afectan a los Balcanes (en 1912, 1913 y 1914-1945), ni la Segunda Gran Guerra ni el relativamente largo período de 30 años que nos separa de la última conflagración, no han dado, al parecer, una solución satisfactoria, que garantizara una paz incuestionable. Al contrario: es en este espacio, sobre todo, donde hay latentes focos de futuros conflictos. Mas, es siempre aventurado lanzar pronósticos, lo que, por lo demás, no es el papel del historiador; es preferible recurrir a los antecedentes, que nos facilitarán la comprensión de lo acaecido en esta área: lo que caracteriza Ia historia son cambios continuados, pero a través de los cambios se arrastran elementos constantes que influyen sobre el presente y se deslizan hacia el futuro.

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Los Balcanes presentan la tercera peninsula europea en el Mediterráneo. La línea divisoria hacia el Norte es la horizontal trazada desde la desembocadura del Danubio en el Mar Negro hasta el Golfo de Trieste en el Adriático. Los Balcanes son eI puente entre Europa y Asia y Africa, respectivamente. A diferencia de Italia y la Peninsulo Ibérica, que tienen fronteras cerradas hacia el resto de Europa, en los Balcanes quedan despejados los caminos en todas las direcciones: hacia el Este a través de las llanuras de Valaquia y Moldavia que se pierden por Besarabia y el inmenso espacio de Ucrania. El Danubio con sus afluyentes Sava y Drava facilitan las comunicaciones hacia el Occidente. El Morava, afluente del Danubio desde el Sur, a lo largo de su valle abre el camino hacia el interior de Servia, desde donde desvía la línea de ferrocarril a través de Bulgaria hasta el Bósforo (y su continuación por el interior del Asia Menor hasta Bagdad y Basra). En el Sur, en su fuente, el Morava se acerca al río Vardar, que desemboca en el Golfo de Salónica (Mar Egeo).

El río Sava formaba durante siglos la frontera entre el Imperio turco otomano y los territorios defendidos por los Habsburgo, reyes de Hungría y Croacia y emperadores del Sacro imperio romano-germánico.

Las regiones montañosas al sur del Sava entre sus tributarios Una y Drina, componen las provincias Bosnia y Herzegovina (hoy una de las seis Repúblicas de la Federación socialista yugoslava), que son el hinterland de la extensa faja del litoral adriático, Dalmacia, la cuna del reino medieval croata, habitada en su 98% por croatas, aunque Dalmacia durante siglos fuera sometida al dominio de Venecia.

Este territorio asume una gran importancia durante la Segunda Gran Guerra, pues es el. escenario de sangrientas luchas; no sólo contra las potencias del Eje.

Aquí estallaron conflictos entre varias facciones de la guerra civil, que continua de una u otra forma, cuyo desenlace es difícil prever. Mas, en el fondo, es el problema de la salida de Rusia al Mediterráneo, por conducto de sus satélites.

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En la Antigüedad, los Balcanes fueron habitados por los ilirios, griegos, macedonios, tracios y dacios y elementos celtas. El Imperio romano extendió sus fronteras hasta el delta del Danubio. Legionarios de varias regiones, especialmente del Africa del Norte, se quedaron de colonizadores, lo que influyó en la formación del elemento étnico rumano, amén que lingüístico a través de posteriores migraciones y colonizaciones, este elemento está representado en varias comarcas balcánicas, preferentemente en las fronteras del Imperio otomano con el Occidente[13].

En la época de las migraciones de los pueblos, empujados desde el Este por los hunos, serán los godos que recorrerán todos los Balcanes. Después, con los avaros, acudirán las diferentes estirpes de la raza eslava, qúe se extenderán desde el Adriático (croatas y eslovenos) hasta el Mar Negro y Egeo (búlgraos), quedando en el interior los servios. La posterior invasión de los magiares separará a los eslavos del sur de sus congéneros al Norte y Este: eslovacos, moravios, checos, vendos y polacos.

Debido a la partición del Imperio romano entre el Este (Constantinopla) (Roma), que data ya del siglo IV de nuestra era, a lo largo del río Drina, la parte occidental estará bajo la influencia de Roma, lo que adquiere mayor relieve después del cisma en la Iglesia, en 1054, cuando todos los pueblos al este del río Drina: servios, griegos, búlgaros y rumanos, se someterán a la Iglesia griego-ortodoxa, con sus ramificaciones hacia Rusia, la que recibió el cristianismo de Bizancio. Así se formarán dos civilizaciones en el Este: 1) la bizantina del sureste europeo y 2) la bizantina rusa; las dos se enfrentan con la civilización occidental, a la cual pertenecen en los Balcanes los croatas y eslovenos, mientras en el Norte se enfrentan los checos, eslovacos y polacos con los ucranianos, rusos y bielorusos.

Con la invasión de los turcos, pueblo islámico, la situación en los Balcanes se complica aun más desde el siglo XIV.

Los albaneses —presumiblemente descendientes de los ilirios—, después de la muerte de su caudillo, Jorge Castriota-Skenderbey, en 1468, el héroe de la resistencia cristiana, pasan, en su mayor parte al Islam. igual que una parte de los croatas en Bosnia, bajo la influencia de su respectiva clase dominante. Vendrán a fortalecer el elemento islámico los colonizadores turcos en Tracia y Macedonia.

Así, en el espacio balcánico, a diferencia de las otras dos peninsulas euro-mediterráneas, en cuanto al inventario étnico, tenemos una variedad de razas, nacionalidades, lenguas y dialectos, religiones y confesiones, y, por ende, el inevitable choque de diferentes civilizaciones, lo que da el tono a la historia durante y des-pués de la emancipación de los respectivos pueblos de los imperios supranacionales. Turquía y Austro-Hungría, respectivamente: rumanos, búlgaros, griegos, macedonios, albaneses, montenegrinos, croatas y eslovenos.

Para completar este cuadro abigarrado de razas y nacionalidades, no se puede prescindir de los gitanos [14], presentes en todas las regiones balcánicas, igual que los judíos-sefardistas [15], que después de haber sido expulsados de España, encontraron asilo en el Imperio turco-otomano y conservan aún su viejo idioma castellano.

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El humanista liberal Salvador de Madariaga[16], agudo observador de los acontecimientos contemporáneos, que no tomó parte en la guerra fratricida española, en su obra magistral, "España", con gran acierto ha caracterizado la contienda que duró casi 33 meses:

"Ganaron los extremos y España se vio desgarrada por la guerra civil más desastrosa de su historia. La importancia internacional que llegó a alcanzar y la intervención activa que en ella tomaron los Estados fascistas y el Estado comunista, han tenido que oscurecer la, índole fundamentalmente española de esta guerra civil. Sus orígenes y aspectos españoles tienen que subrayarse debidamente para comprender en su verdadero sentido el conflicto español aun en su carácter, que sin duda tiene de episodio de la guerra civil europea cuyo prólogo vino a ser".

La idea de "episodio de la guerra civil europea cuyo prólogo vino a ser" podría, sin más, aplicarse a los Balcanes, donde nos enfrentamos con varios focos de "guerra civil", en la que "la intervención activa que en ella tomaren los Estados fascistas y el Estado comunista", para servirse de las palabras de S. de Madariaga —añadiendo algunos ingredientes locales—, esto es, precisamente, lo que hay allí metido en el juego: los intereses de las grandes potencias que se aprovecharon de la oportunidad para arreglar sus cuentas a expensas de los pequeños estados balcánicos, que no lograron establecer un equilibrio de mutua conllevancia pacífica, no obstante las amargas experiencias del pasado.

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En la perspectiva de más de 30 años, hay un acontecimiento que, al parecer, no fue a su tiempo valorizado por su envergadura: la invasión italiana, seguida por una prcnta anexión de Albania, hecho acaecido el 7 de abril de 1939, a menos de una semana de haberse declarado el cese de fuego en España. La invasión de Albania puede considerarse, con más justicia que la guerra de España, como el comienzo de la Segunda Gran Guerra.

No obstante la situación privilegiada de Italia en el pequeño Estado balcánico —de 28.748 km2 y un millón y medio de habitantes en aquel entonces—, donde Italia tenía inversiones, combinadas con convenios de ayuda económica, militar y técnica, la anexión representa un acto arbitrario-unilateral: la imposición de condiciones tendientes al aplastamiento total de la soberanía de un Estado miembro de la Sociedad de las Naciones en Ginebra, desde 1920. Albania surgió como Estado independiente a raiz del desmoronamiento del Imperio turco en los Balcanes, en las guerras de 1912-1913, y la independencia de Albania fue garantizada por acuerdos internacionales anteriores a la Primera Guera Mundial[17].

Este procedimiento de Italia iba directamente dirigido contra el principio "Balcanes para los pueblos balcánicos", principio defendido por los países del Pacto balcánico: Grecia, Yugoslavia, Turquía y Rumania, si bien el Pacto fuera concertado, en primer lugar, contra las pretensiones revisionistas de Bulgaria, pais lindante con los cuatro miembros del Pacto.

No hay que perder de vista que también Albania, desde su creación, es un país revisionista, aunque fuera ayudada por Austria-Hungría e Italia, en 1912-1913, para impedir que Servia, victoriosa en las dos guerras balcánicas, se apoderara de una faja del territorio marítimo de Albania y de tal modo consiguiera una salida al Mar Adriático, como exponente de los intereses de Rusia en el Mediterráneo.

Servia, sin embargo, anexionó los territorios de Kosovo y Metohija (que forman actualmente una región autónoma dentro de Servia, una de las seis Repúblicas de la Federación socialista yugoslava), región habitada por albaneses, quienes junto con los que viven en la vecina Macedonia yugoslava, según el último censo, de 31 de marzo de 1971, suman 1.350.000, con una tasa de crecimiento demográfico que es la más alta de Euroa, quizá más de 3% frente al promedio de Yugoslavia de 1,1%. Albania, por su parte, tiene la tasa de crecimiento de 2,9%, mientras Grecia y Bulgaria tienen sólo el 0,7%. Este dinamismo demográfico del elemento albanés, inasimilable, es ya un problema de por sí e incluye muchas incógnitas en cuanto al futuro.

La incursión de Italia en los Balcanes, poniendo pie en Albania, planteaba un abierto desafio a Grecia, país revisionista, debido a sus pretensiones en el sur de Albania, aunque Albania, por su parte, se cree tener derecho a una porción del Epiro[18], que fue arrebatada por Grecia a Turquía en las guerras balcánicas de 1912-1913.

La presencia de Italia en Albania fue un ofrecimiento de respaldo a Bulgaria, cuyas reivindicaciones territoriales eran bien manifiestas en todos los tiempos sobre Macedonia, para recuperarla de Yugoslavia y Grecia y conseguir de tal modo la salida al Mar Egeo; además, reclamaba la Tracia de Turquía, y Dobrudja de Rumania.

La ocupación de Albania coincide con un momento de suma tensión internacional; después de la liquidación de los restos de Checo-Eslovaquia (Bohemia-Moravia), cuando el sistema creado en Versalles e incluso el reciente acuerdo de Munich se encuentran desahuciados y pisoteados. Toda el área, desde el Báltico hasta el Mediterráneo está expuesta a cambios drásticos. La próxima amenaza se dirige evidentemente hacia Polonia, el Estado tapón entre el Reich alemán y la Unión Soviética. Rumania y Grecia tampoco se sienten seguras contra la inminente presión desde el exterior.

La reacción vendrá pronto por iniciativa de Inglaterra, que ve frustrados todos sus intentos de un arreglo contractual con el Tercer Reich, y recurre a un expediente inusitado hasta entonces en su política exterior: ofrece garantías de seguridad no sólo a Polonia, sino —de acuerdo con Francia— también a Rumania[19] y Grecia, el 13 de abril de 1939, a una escasa semana de la ocupación de Albania.

Con estos antecedentes ya resulta claro que las garantías dadas eran un aviso a los eventuales agresores que Gran Bretaña y Francia no retrocederán ante las próximas amenazas; así estalló la guerra por Danzing, pero el conflicto hubiera podido igualmente producirse en torno a los Balcanes, hacia donde se dirigirá en 1940-1941, debido al choque en las esferas de los intereses de las grandes potencias en esta área, lo que sucedió —y hay que tener siempre presente— en todos los conflictos de los últimos cien años, por lo menos, relacionados con la así llamada "Cuestión de Oriente".

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Con la apertura del Canal del Suez, en 1869, el Mediterráneo recupera considerablemente su posición de otrora; es la via más breve y económica hacia el Próximo y Lejano Oriente, Australia, Nueva Zelanda y para la exploración y aprovechamiento de la costa oriental de Africa, hasta el extremo, el Cabo de Buena Esperanza, que abre grandes perspectivas con sus minas de oro y diamantes. Los puertos del sur y sureste de Europa experimentan un auge considerable; conectados con nuevas lineas de ferrocarriles, su capacidad técnica y la organización comercial, industrial y financiera darán aún empuje vigoroso a la marina mercante, orientada en dirección al Canal de Suez. Un reflejo de esta tendencia dinámica de los países rivereños se hará sentir pronto y hace despertar las energías aún tibias en las regiones balcánicas, que vivían casi al margen del progreso industrial de los países europeos. La construcción de los ferrocarriles por todos lados inaugura la paulatina incorporación de los recursos balcánicos a la economía internacional.

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Cuando Su Majestad Apostólica Francisco José I de Habsburgo, emperador de Austria, rey de Bohemia, rey de Hungría y Croacia, emprendió el viaje a su provincia periférica, en el Adriático[20], en mayo de 1875, la población de Dalmacia le aclama como rey croata, sucesor de Držislav el Poderoso, Krešimir el Grande y Zvonimir el Clemente[21], que por primera vez visita la cuna del reino medieval croata. En el saludo espontáneo y vibrante de los dálmatas se expresa la despertada conciencia nacional y el ferviente deseo de ver realizado el sueño de la unión con los hermanos del hinterland; no sólo los que viven en Croacia y Eslavonia, provincias autónomas bajo la dinastía de los Habsburgo, desde 1527, sino también con los de las vecinas Bosnia y Herzegovina, pertenecientes aún al Imperio turco-otomano.

La visita del emperador y rey tendrá pronto resonancia en las regiones adyacentes: a los primeros disparos de los cristianos rebeldes en Herzegovina, en el mismo año 1875, seguirán los levantamientos en los principados de Servia y Montenegro, reprimidos con energía por los turcos, lo que provocó una fuerte reacción entre los eslavóficos rusos imbuidos de sentimientos de solidaridad de raza y religićn, e influyentes círculos eclesiásticos, haciendo presión sobre el gobierno de Zar, que se vio obligado declarar la guerra a la Sublime Puerta. La guerra ruso-turca, con el apoyo de Rumania, aunque al principio tropieza con dificultades, resulta victoriosa y termina con la paz de San Stéfano, por la cual se crea la Gran Bulgaria, que abarca todo el territorio étnico búlgaro, lo que corresponde a la actual Bulgaria y la Macedonia hasta Ochrida (esta Macedonia forma parte hoy de la Federación socialista yugoslva). Este acuerdo bilateral ruso-turco no concuerda con la política de las grandes potencias europeas, viendo ellas en la Gran Bulgaria el exponente de la tendencia expansionista de Rusia y su primer paso para adueñarse de los Balcanes y afianzarse en el Mediterráneo.

Por medición del canciller de Alemania, el príncipe von Bismarck, las grandes potencias se reunieron en el Congreso de Berlin, de junio a julio de 1878, donde se traza el nuevo mapa para los Balcanes: las estipulaciones de San Stéfano en cuanto a la Gran Bulgaria se reducen a una modesta Bulgaria independiente, quedando la región de Rumelia aún en relación de dependencia del Sultán; Rumania obtiene su plena soberanía, aunque se queda sin Besarabia, que fue devuelta a Rusia; Servia, además de su completa independencia recibe territorios hacia el Este y Sur, mientras Austria-Hungria se hace cargo de la administración de Bosnia y Herzegovina y del Sandyacato de Novi Pazar, que separa Servia del Montenegro, el minúsculo y pobre principado, que salió también ganando un trozo de territorio, Turquia conse'cvó aún Macedonia, Tracia y Albania; mas, siendo considerada el enfermo del Bósporo, alienta el mini-imperialismo de sus presuntos herederos en los Balcanes y los disturbios allí no cesarán: surgen guerrillas de los comitedji bulgaros, los chetniks servios y los adretes griegos, los que no sólo luchan contra los musulmanes, éstos, los turcos y albaneses, sino que se disputan el campo en mutuas querellas sangrientas.

El Congreso de Berlín fue una solución a medias de la "Cuestlón de Oriente", pues dejó en suspenso muchos problemas, los que, por fin, después del sangriento preludio de las dos guerras bancánicas, provocaron la Primera Guerra Mundial, que trajo la desaparición de los cuatro imperios, en su antigua forma, con sus intereses respectivos en los Balcanes:

El Reich del Kaiser, con su ambicioso plan de Ferrocarril Berlín-Bagdad;

La Turquía del Sultan. que será pronto desplazado por los nacionalistas turcos, ba la égida de Kemal Ataturk;

La Rusia del Zar, transformada en la Unión Soviética, que renuncia, de momento, a su sueño de apoderarse del Bćsporo; y por fin le llegó la hora al Imperio de los Habsburgo, qua se desmoronó completamente después de haber desempeñado durante siglos el papel de defensor de la civilización occidental; el Estado multinacional no pudo sobrevivir la sacudida de una larga guerra en un siglo de virulentos nacionalismos y de radicales trastornos económicos y sociales.

En el primer capitulo de sus memorias (Sumner Welles, Hora de decisión, o. c., pág. 34), que lleva el significativo titulo "Lo que pudo haber sido", el subsecretario del Departamento de Estado norteamericano hace la siguiente reflexión al respecto:

"El desarrollo de un nacionalismo malsano en toda la Europa Central y Oriental convenció a las grandes potencias que dominaban el Consejo de la Liga (de las Naciones) de que no sólo deberían posponer indefinidamente el traslado de las pablaciones, sino que deberían abandonar también todos los esfuerzos ya iniciados para crear una federación del Danubio de carácter económico y financiero, que habría sido la única solución para el caos económico resultante de la desmembración del Imperio Austro-Húngaro".

Padeciendo de complejos de inferioridad, es comprensible que los servios, rumanos y checos —los beati posidentes agrupados en la Pequeña Entente antirrevisionista— abrigaran el temor de que una Federación de los pueblos danubianos alentaría a las fuerzas centrífugas tendientes a quebrar la hegemonia política de los tres Estados plurinacionales y, por ende, pondrían fin a la explotación sistemática de sus territorios anexionados. Así, entre otros ejemplos aleccionadores, se explicaría el hecho notorio que los políticos servios no tenían siquiera interés en conservar la independencia de la pequeña Austria y dieron, sin más. su conformidad al Anschluss de Austria al Tercer Reich, en marzo de 1938, lo que impulsó y precipitó la quiebra del ordenamiento versallesco en la cuenca del Danubio (Munich-Sudetes, Protectorado de Bohemia y Moravia, independencia de Eslovaquia... etc.).

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De la herencia austro-húngara sacaren el mayor provecho Rumania y Servia[22], pertenecientes al bando de los vencedores, al extender su dominio hacia Centroeuropa. Mas, con ello heredaron sendas desventajas, transformándose en estados plurinacionales. Tampoco pudieron absorber las ventajas de las instituciones administrativas y judiciales de un estado modelo, mientras las ventadas de orden económico, esto es, la unión aduanera para el territorio de 53 millones de habitantes, que facilitaba la división intranacional del trabajo y una politica de austeridad, con un signo monetario estable, que favorecia el ahorro y las inversiones en una economía sólida, no tienen una contrapartida en los dos estados balcánicos: Rumania con el 70% de rumanos y Servia, transformada en Gran Servia o Yugoslavia. con sólo el 40% de servios, sufrirán en el período entre las dos guerras continuos trastornos políticos y económicos y, al final, en momentos de grandes decisiones. los inconvenientes de todo el andamiaje artificial saldrán a la superficie y no podrán resistir la primera prueba crucial.

Al llegar Hitler al poder, en enero de 1933. nos enfrentamos con la depresión económica mundial en su apogeo. Todos los paises del Sureste europeo. en su carácter de productores de articulos agropecuarios y materias primas. son sólo un 20 al 30% de población urbana en aquel entonces, sufrirán, amén de un desempleo excesivo, una baja en los precios de sus productos. mucho más acentuada que la baja de los articulos manufacturadas y de importación, y en consecuencia se registra un descenso del nivel de vida hasta un punto alarmante.

La política económica de Alemania. que logra superar la enorme cesantía, consiguió también en el intercambio comercial un éxito relevante. El comercio exterior alemán, en virtud de convenios bilaterales con los estados balcánicos, ofreciendo precios preferenciales-politicos, y asumiendo la obligación de asegurar un mercado permanente para las exportaciones balcánicas, tenían su atractivo y, no cabe duda, que los políticos del Sureste, y entre ellos preferentemente los que se daban de economistas, — se dejaban impresionar por el nuevo trato (en esencia, un cebo con efectos corruptores!), olvidándose y/o prescindiendo, a veces, de aquel viejo precepto, que daba ya Montesquieu[23], dos siglos atrás (1748), que "ia buena máxima es no excluir del comercio a ningún Estado, si no hay para ellos razones poderosas". "Menos aun debe un Estado comprometerse a no vender sus productos más que a un solo comprador o a una nación determinada, so pretexto que se los tomará todos a un precio".

Así, el camino de la dependencia económica ha despejado paulatinamente la vía para una colaboración siempre estrecha aún en lo referente al campo politico.

Con el éxito del Tercer Reich en la revisión de las clausulas del Tratado de Versalles, desplazando sus fronteras a la periferia de los estados balcánicos, el sistema de los pactos entre Yugoslavia-Checo-Eslovaquia-Rumania, la Pequeña Entente, en su origen dirigida contra el revisionismo de Hungria —y la restar ración de los Habsburgo— perdió su "raison d'etre".

También el otro Pacto, entre los cuatro estados balcánicos, en su carácter de integración regional, que ofrecía posibilidades de fecunda colaboración mutua, perdió mucho de su valor al acercarse Yugoslavia. bajo el gobierno de Stojadinović, 1935-1939, a las potencias del Eje[24]. El tratado de amistad ítalo-yugoslavo, el 25 de marzo de 1937, despertó suspicacias, especialmente en Grecia y Turquía, que se veían amenazadas por Italia, en posesión del Dodecaneso y debido a sus crecientes ambiciones en el Mediterráneo, después de la conquista de Abisinia y la intervención activa en España.

Además, unas semanas antes, en enero de 1937, fue firmado un Pacto de eterna amistad entre Yugoslavia y Bulgaria, lo que ya contribuyó a que aflojaran los lazos que unían a la Entente Balcánica.

No hay que perder de vista estos antecedentes, pues de otra manera no se puede comprender el comportamiento tan ambiguo e irresoluto en los momentos en que surgieron amenazas concretas del exterior y no se pudo jamás establecer una coordinación de fuerzas para ofrecer una resistencia común.

En las horas de suma tensión en Europa, el Pacto de Moscú, el 23 de agosto de 1939, dejó perplejos a todos los estadistas del Sureste europeo y aun más en los días siguientes, cuando se efectuó "la cuarta partición de Polonia". Había entonces indicios más que suficientes de las inevitables revisiones en cadena que afectarían el área balcánica.

La siguiente primavera con la ofensiva alemana en el Oeste y el derrumbe completo de Francia despertó el apetito de Mussolini, tan cauteloso al principio de la guerra, pero ahora dispuesto a sacrificar a unos millares de muertos para poder sentarse en la mesa donde se dictaría la paz. Al dirigirse, el 10 de junio de 1940, contra sus aliados de la Primera Guerra Mundial, el Duce inaugura una serie de desaciertos para la suerte de Italia.

Con su presencia en Albania, en calidad ya de beligerante, siendo Italia dueña del estrecho de Otranto, que controla la puerta del Adriático, es una amenaza permanente para Yugoslavia y Grecia.

Al capitular Francia, la Unión Soviética toma la iniciativa en el Este: en un ultimátum de 24 horas exige de Rumania, el 26 de junio, no sólo la entrega de Besarabia, sino también el Norte de Bucovina (con su capital Cernovice), que nunca formó parte del Imperio ruso[25].

Alemania no protesta, pero Rumania se da cuenta de su total aislamiento, ya que no puede esperar ayuda de sus aliados del Pacto Balcánico, demasiado débiles para una confrontación con las potencias del Pacto de Moscú. A Rumania no le queda otra salida, bajo aquellas circunstanicas, que buscar un acercamiento al Eje; apretada, además, por el revisionismo de Hungría, solicita el amparo y acude a la cita en Viena, el 30 de agosto de 1940, para someterse al arbitraje, pues dentro del "nuevo orden" tiene que revisar las cuentas con Hungría, que ya se apoyaba en el Eje. El fallo de Belvedere adjudica a Hungría una buena porción de Transilvania (46.000 km2), a la que ella había tenido que renunciar en el Tratado de Trianon.

Y si fuera poco con las dos embestidas a las adquisiciones provenientes de la Primera Guerra Mundial, aún Bulgaria hizo valer —casi simultaneamente— sus pretensiones territoriales, consiguiendo, en virtud del Arreglo de Craiova (septiembre de 1940), la devolución de la Dobrudja meridional (7.726 km2), que le fue arrebatada por el Tratado de Bucarest, el 10 de agosto de 1913, al terminar la Segunda Guerra Balcánica.

Dada la revisión de las fronteras rumanas por tres lados, la reacción popular afecta al mismo rey Carol II, quien se ve obligado renunciar en favor de su hijo, Miguel, y abandonar el país. El partido progermánico se siente favorecido por los acontecimientos y el país se entrega a la merced de Hitler, quien, interesado, en primer lugar, en los pozos de petróleo de Ploesti, no desperdiciará la ocasión y si cuidará de ofrecer seguridades contra las eventuales incursiones aeréas, con lo que se prepara ya la invasión alemana de los Balcanes.

La ingerencia de Hitler en Rumania provoca en Mussolini el deseo de emular a su contrincante y tomará la decisión irrevocable —sin dejarse influir por sus consejeros militares y aun sin previo aviso a su aliado— de librar la guerra por su cuenta contra Grecia. El mariscal Badoglio[26], en sus "Memorias", destaca también el papel que tuvo en estos planes el yerno de Mussolini: "El genio malo de esta empresa —dice Badoglio—, fue Ciano. Cònsideraba el sector Albania-Grecia como de su exclusiva competencia".

En una conversación entre Mussolini y von Ribbentrop, el 19 de septiembre de 1940, en Roma[27] —una de las más importantes y más reveladoras de los planes balcánicos del Eje—, el portavoz del Führer expuso la situación muy favorable, según su criterio, para las potencias del Eje, dando a entender que se puede contar con la próxima adhesión de España, interesada en Gibraltar y una zona en Argelia (Orón); declaró que el Führer consideraba la guerra ya ganada, cualquiera que pudiera ser el desarrollo futuro de los acontecimientos. Mussolini comparte la afirmación de Hitler.

De la reunión se desprende que Italia tenía en aquel momento más de medio millón de hombres bajo armas en la frontera de Yugoslavia y 200.000 en Albania. Según lo explicaba Mussolini, los griegos significarían para Italia lo que los noruegos para Alemania antes de la acción alemana en abril. y que seria necesario proceder a la liquidación de Grecia, pues cuando las tropas italianas hayan progresado en Egipto, la flota británica no podría quedarse en Alejandria y buscaria refugio en los puertos griegos.

En esta ocasión, von Ribbentrop explicó su plan de una alianza tripartita con el Japón, que pronto se realizaría: el Pacto Tripartito, que traerá tan funestas consecuencias en los Balcanes (especialmente en el caso de Yugoslavia). Según el punto de vista alemán, el Pacto tendría la ventaja de reforzar la corriente aislacionista contra la tesis intervencionista del presidente Roosevelt, y, por ende, habría que presentar el Pacto ante la opinión pública internacional como un bloque mundial contra la expansión del conflicto.

El ministro del Reich alemán declaró que Yugoslavia y Grecia pertenecían a la esfera de los intereses italianos, pues Alemania sólo se reservaría el derecho sobre una porción de Estiria, el distrito de Maribor, a lo que, efectivamente, se procedió después del desmembramiento de Yugoslavia (en abril de 1941). No obtante estas declaraciones alentadoras del mensajero de Hitler, los alemanes preferían proceder con precaución en los asuntos balcánicos. El embajador de Italia en Berlín, Dino Alfieri[28], en una carta de fecha 27 de agosto (1940), dirigida al conde Ciano, interpreta fielmente este punto: "Alemania no quiere, de momento, complicaciones en los Balcanes que puedan constituir una peligrosa extensión del conflicto".

Cuando Alemania, a solicitud de Bucarest, envió una misión militar a Rumania, a la cual, a princios de octubre, seguirá una división motorizada, la reacción de Mussolini ante el reciente éxito de Hitler, según relata Ciano en su "Diario", fue instantánea: "Esta vez voy a pagarle con la misma moneda. Se enterará por los periódicos de que he ocupado Grecia. Así se establecerá el equilibrio".

Del dicho al hecho de "ocupar Grecia" había, sin embargo, que cumplir con varios requisitos, pues, según el informe del mariscal Badoglio[29], bajo el supuesto que "Bulgaria entrara en guerra y mantuviese de seis a ocho divisiones griegas, eran necesarias 20 divisiones italianas para el ataque a Grecia. Además, era necesario acumular víveres y municiones, a causa de la poca potencialidad de los puer-tos de Valona y Durazzo".

Hay datos disponibles sobre la reunión con Mussolini, el 15 de octubre, en Roma, en la que tomaron parte Ciano, el gobernador civil de Albania, Jacomini, el gobernador militar, general Visconti-Prasca y los representantes de las tres fuerzas armadas. El protocolo[30] de la reunión y el mismo mariscal Badoglio, que estuvo presente, ofrecen una descripción de cómo se tomaron decisiones históricas bajo supuestos que carecían de fundamento, pues ninguno de ellos se cumplió (la ayuda de Bulgaria, la esperada revolución en Grecia, el entusiasmo de los albanses por la Lucha contra Grecia, la posibilidad del desembarque de tres divisiones en los puertos en el Mar Jónico para emprender la marcha triunfal sobre Atenas, etc.).

Pocos días después, el 28 de octubre de 1940, se inició la campaña contra Grecia, ya avanzado el otoño, la temida temporada de lluvias torrenciales[31].

Hitler, que tenía días anteriores conversaciones con Franco —muy desilusionantes, según los apuntes redactados por su intérprete— y con el mariscal Petain, se vio completamente sorprendido, aunque su embajador en Roma le había avisado que se preparara la invasión de Grecia. Pensaba disuadir al Duce, proponiéndole una entrevista, pero al llegar a la cita, el mismo día 28, se encontró con el hecho consumado, ya que las tropas italianas en la madrugada habían atravesado la frontera meridional a la conquista del Epiro[32].

La invasión en aquel momento fue un pésimo servicio a la propaganda alemana, que maniobraba con el Pacto tripartito en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Roosevelt postulaba su reelección en la primera semana de noviembre; ahora, con la extensión del conflicto, la propaganda se contradecía. En la conversación Hitler - Mussolini[33], en Florencia, lo más característico es el silencio casi completo en cuanto al tema Grecia.

La resistencia griega despertó fuera de la orbita del Eje gran entusiasmo —quizá más que en el caso de Finlandia—, pero sobre todo en Servia, antigua aliada de Grecia en las tres últimas guerras. Sin la resonancia de la heroica lucha contra el invasor del pequeño país, que se consideraba el miembro más débil del Pacto balcánico, no es comprensible la reacción entre los servios contra el Pacto tripartito, que se producirá escasos seis meses después, en vísperas de la adhesión de Yugoslavia al Pacto, el 25 de marzo de 1941, seguida por el golpe de Estado, el 27, que provocó la expedición punitiva contra Yugoslavia con todas sus consecuencias hasta la fecha.

A fines del año, el ejército griego había avanzado por todos los lados en Albania; por el Sur, se acercaba a Valona, el puerto de suma importancia estratégica.

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En el invierno de 1941, Europa vivía en la expectativa de lo que Hitler emprenderia en la próxima primavera. Alemania tenía estacionadas sus tropas en Rumania y, dado que la guerra ítalo-griega en Albania se agravaba, la política exterior alemana buscaba una salida por medio de negociaciones, las que, si no resultaran satisfactorias, abrirían el camino a las armas. Había peligro para el Eje de que los ingleses desembarcaran en Grecia y/o intervinieran en el Bósforo. En ambos casos, Bulgaria era una pieza importante en los cálculos de la política alemana frente a Grecia y Turquía.

En sus apuntes, von Ribbentrop[34] revela que el 17 de enero de 1941 el embajador soviético en Berlín, Dekanosov, declaró oficialmente en el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán que la Unión Soviética consideraba como un deber suyo cuidar que en el territorio de Bulgaria no aparecieran fuerzas armadas extrañas al país, pues tal cosa seria considerada como un atentado centra los interesa de la Unión Soviética.

Después de largas conversaciones preliminares, Bulgaria decidió adherirse a] Pacto tripartito, el 10 de marzo de 1941. Cuando el día siguiente, las tropas alemanas entraron en Bulgaria, a causa de la cuestión griega, Molotov hizo saber a los alemanes que "habían dado un paso deplorable", paso que implicaba una "lesión" de la seguridad de la Unión Soviética y que el Gobierno alemán no podia contar con el apoyo de la U.R.S.S. en sus manejos en Bulgaria.

Ahora llega el turno a Yugoslavia, que puede considerarse la pieza clave en cuanto a la guerra y su impacto perdurable en los Balcanes.

Antes de que Bulgaria firmara el Pacto, el primer ministro de Yugoslavia, Dragiša Cvetković, fue invitado a Alemania para entrevistarse con Hitler[35], el 14 de febrero de 1941; con tal ocasión el Führer había pedido a Yugoslavia mantener-se neutral en el caso de avanzar Alemania a través de Bulgaria, pues su política exterior procuraba obtener la seguridad de la neutralidad yugoslava por el tiempo que dure la guerra.

Después de este encuentro empieza una campaña sistemática, por la prensa y radio, de inspiración inglesa y/o anglófila, con la evidente finalidad de provocar una reacción contra la política del Gobierno yugoslavo. El famoso publicista inglés, Wickham Steed, especializado en asuntos balcánicos, en un artículo[36], que circulaba clandestinamente en Belgrado, titulado "La guerra puede entrar pronto en su etapa decisiva", destaca que "entretanto, el asunto de la politica yugoslava ha pasarlo a ser no menos importante que el de la conducta de Bulgaria. Las miras de Hitler son de aislar Yugoslavia si no logra sobornar o intimidar al Gobierno yugoslavo para que le conceda libre tránsito de tropas alemanas que podrían ser enviadas a ayudar a Mussolini contra Grecia. La suerte de Yugoslavia está comprometida. ¿Seguirá ella el valoroso ejemplo de los griegos o arriesgará toda la defensa de su independencia y de su libertad o llegará a un arreglo con Alemania, comprometiendo su existencia como Estado independiente y unido?"

"Si el pueblo yugoslavo, especialmente el servio, pudiese contestar estas preguntas, creo saber cual sería su respuesta".

"Resistiría la presión, las amenazas y el soborno alemanes hasta el último. Lo que el Gobierno y el Ejército yugoslavos tienen la intención de hacer es algo que no pretendo conocer".

***

Mientras tanto, la situación italiana en Libia tampoco registra sucesos bajo el mando del mariscal Graziani; no tardará mucho y tendrá que retroceder ante el empuje de las tropas británicas, reforzadas por las divisiones de Australia, Nueva Zelanda, e India. La ofensiva del general Wavell alcanza Benghasi, consiguiendo un gran número de prisioneros y considerable cantidad de armas y pertrechos. Sin embargo, tiene que renunciar al avance a lo largo del Golfo de Sirta, debido a la intromisión de los politicos, que dejan en suspenso y debilitan el escenario en Africa, y buscan organizar la resistencia al Eje en los Balcanes, ofreciendo promesas de ayuda a Grecia, y, en lo posible, en combinación con Turquía y Yugoslavia[37].

El ministro de Asuntos Exteriores, Mr. Eden, por encargo del primer ministro Churchill, entabla negociaciones en Atenas y Ankara; a las primeras acuden también los representantes del Estado Mayor de Yugoslavia, el 8 y el 9 de marzo[38]. En aquel momenta estaba Yugoslavia ya bajo la presión ineludible para que firmara el Pacto, al cual ya se había adherido Bulgaria, dejando el camino libre a las divisiones alemanas. Turquía y Yugoslavia esquivan tomar compromisos que las conducirían declararse abiertamente hostiles a las potencias del Eje, pero consideran el caso de defenderse, si fueran atacadas sin provocar ellas mismas la guerra.

Grecia, por su parte, está dispuesta a recibir ayuda de Gran Bretaña, pero bajo la condición de que la ayuda fuera eficaz, pues de otra manera sería contraproducente y. redundaría en graves pérdidas para Gran Bretaña, sin haber servido de provecho a Grecia en su lucha de resistencia. En virtud del acuerdo logrado, se esperaba el pronto desembarque de las tropas británicas en Grecia, aunque los militares tenían dudas en cuanto al éxito de la participación británica[39], pues quedaba pendiente la incógnita respecto a la actitud de Yugoslavia y la suerte que la esperaba.

Alemania, mientras tanto, estaba interesada en conseguir un éxito diplomático, atrayendo a Yugoslavia al Pacto antes de que emprendiera sus proyectadas campañas de primavera. Simultáneamente, Gran Bretaña recurría a la guerra sicológica, divulgando noticias alarmantes, a través de la BBC de Londres, con el propósito de crear una oposición al Gobierno yugoslavo, cuya política se justificaba en aquellas circunstancias en el sentido de evitar un mal mayor, esto es, la guerra y los sufrimientos, sin especular con el resultado final, siempre incierto y muchas veces cargado de sospresas catastróficas.

El gran interés que tenía Mr. Churchill en no perder de sus manos a Yugoslavia, lo revela su telegrama el 22 de marzo, al primer ministro yugoslavo, en visperas de la firma del Pacto, expresándole la opinión que "la derrota total y definitiva de Hitler y Mussolini es segura. Ningún hombre prudente y de visión puede dudar de esto en vista de los propósitos declarados de las democracias norteamericana y británica" [40].

Unos días antes, la prensa internacional daba a conocer que el embajador de Yugoslavia en Washington[41] había visitado tres veces en una semana al Departamento de Estado. Este hecho, que quizá no haya sido debidamente ponderado, hay que relacionarlo con el ulterior desarrollo de los eventos, pues las noticias provenientes de aquella fuente aseguraban que la intervención norteamericana en favor de Gran Bretaña sería incuestionable y, por lo tanto, la única salida para Yugoslavia —"creación versallesca", que se exponía a una revisión drástica dentro del "nuevo orden"—, para conservar su integridad de Estado plurinacional, consistiría en no apartarse de los aliados, no obstante los sacrificios que habría que tomar en cálculo, incluso el riesgo de una guerra.

El dilema de Yugoslavia en aquel entonces era: ceder a las combinadas exigencias del Eje; compartir la suerte de Rumania y Bulgaria, consideradas por Gran Bretaña ya corno países adversarios, lo que, en esencia, equivaldría a una ocupación pacífica, o prestar resistencia a Alemania, con pocas probabilidades de evitar una pronta ocupación bélica. El golpe de Estado, el 27 de marzo de 1941, optó para la segunda alternativa, provocando la guerra y el desmebramiento del país.

La descripción que ofrece Mr. Churchill del pronunciamiento militar, que abolió la Regencia y proclamó ai joven rey, Pedro II, mayor de edad, corresponde tan sólo aproximadamente a los hechos y no revela toda la participación británica en ellos: "El plan había sido, según él [42], realizado y ejecutado por un circulo estrecho de oficiales nacionalistas servios que se habían identificado con el verdadero sentir del pueblo". Se entiende, desde luego, que se refiere al "pueblo servio", pues el derrocado gobierno de coalición —con una base bastante sólida en las regiones fuera de Servia—, que adhirió al Pacto tripartito, representaba a la mayoría de los ciudadanos, deseosos de evitar en aquel momento cualquier aventura bélica.

Un testigo ocular, el profesor inglés Cecil Parrott, preceptor del rey adolescente, Pedro II, en sus memorias (The Tightrope), opina al respecto: "There would certainly have been no coup d'etat if the British had not planned it". Mr. Parrott pone de relieve, además, los motivos y los propósitos de los conspiradores servios: "The conspirators were for the most part irresponsible Serb officers, who had little sympathy for the Croats and Slovenes, and whose obect, apart from personal ambitión, was conduct a policy which was exclusively in the Serb interest". Citado en el artículo "Hrvatsko dozrijevanje" (Maduración croata), publicado en el periódico semanal croata. "Danica" (The Morning Star), Chicago, USA, Año LV, N° 36, 8 de septiembre de 1976.

Después del golpe de Estado estallaron en Belgrado demostraciones antialemanas. "El ministro alemán —dice Mr. Churchill—, fue insultado públicamente y la multitud escupió su automóvil". Según él, "la hazaña militar habia levantado una ola de vitalidad nacional", pero se olvida siquiera aludir a un hecho relevante, cuya exactitud fue luego comprobada, que fueron los comunistas, además del clero servio-ortodoxo, que engrosaron las filas en los disturbios de Belgrado; eran comunistas los principales agentes provocadores, para quienes sólo la guerra, el caos, la destrucción del aparato estatal y la eliminación de sus contrincantes indeseables puede ofrecer la oportunidad de implantar su régimen sobre las ruinas de una permanente guerra civil, siguiendo fielmente las enseñanzas de su gran maestro y apóstol: Lenin.

A Mr. Eden que había llegado a Malta, envió Mr. Churchill[43] instrucciones para que cambiara sus planes, al 27 de marzo: "En vista del golpe de Estado en Servia. ahora sin duda, es el momento de atraer a Turquía y formar un frente unido en los Balcanes..."

Se decidió que Mr. Eden fuera a Atenas y que el general Bill fuese a Belgrado. "Era fácil ver —lo concede el mismo Mr. Churchill— que la situación de Yugoslavia era desesperada, a menos que todas las potencias interesadas presentaran inmediatamente un frente común". "Había afín —dice—, para Yugoslavia la probabilidad de descargar un golpe mortal sobre la desnuda retaguardia de los desorganizados ejércitos italianos en Albania".

Ahora sabemos que el mismo Hitler, habiendo decidido liquidar a Yugoslavia, que estropeó sus planes balcánicos, avistó el peligro del frente albanés y en un mensaje a Mussolini [44], le encomendó: "Considero necesario que usted proteja y cubre los pasos más importantes, desde Yugoslavia a Albania, con todas las fuerzas disponibles. Estas medidas no son para un largo lapso; sólo son medidas auxiliares ten-dientes a evitar, por lo menos durante dós o tres semanas, que surja una crisis".

Estaba a la vista la "guerra relámpago" alemana contra Yugoslavia y Grecia, que estallará el domingo, 6 de abril (de 1941), que terminó con Grecia en tres semanas, mientras Yugoslavia capituló en 10 dias (el 17), sin haber librado siquiera una batalla, provocando esta campaña, tan corta y pobre de eventos, una verdadera decepción en el campo aliado.

***

¿Cómo se explica el fracaso de un país que disponía de 30 divisiones [45] y cuyo presupuesto de las fuerzas militares absorbía durante más de 20 años del 25 al 30% del presupuesto nacional?

En la interpretación que dará la historiografía yugoslava, inspirada en la enseñanza marxista-leninista, es el derrumbe de un sistema corrupto y burgués que no estaba en condiciones de resolver los problemas de la unión de los pueblos, dentro de un Estado plurinacional.

Yugoslavia, o el Estado de los servios, croatas y eslovenos, surgió de la unión de Servia y Montenegro con las regiones habitadas por los eslavos del sur y otras minorias nacionales que formaban parte, hasta 1918, de Austria-Hungría. La Constitución del flamante Estado, votada en la Asamblea Constituyente por simple mayoría, el 28 de junio de 1921, introdujo el centralismo, lo que sancionó la preponderancia de los servios, que representan sólo el 40%, sobre otras nacionalidades. Los croatas, que gozaban antes de una autonomía (asuntos de administración interior, justicia y enseñanza; tenían, además, un ejército territorial, con el mando en su propia lengua) se vieron postergados en el nuevo estado; se abstuvieron casi todo el tiempo entre las dos guerras de acudir al Parlamento de Belgrado, exigiendo la autonomía dentro de una eventual organización federal.

Un observador perspicaz de las relaciones internacionales balcánicas (ex ministro plenipotenciario en Sofía) e historiador francés, René Ristelhueber (Historia de los paises balcánicos, Ediciones Castilla S. A., Madrid, 1962, págs. 316 s.s.), interpreta acertadamente la tensa situación que se creó en el Sureste europeo a raiz de la Primera Guerra Mundial: "Los servios no ocultaban su intención de trasformar el conjunto de territorios reunidos en una gran ciudad, cuyo centro nervioso sería Belgrado. Para ellos Yugoslavia era una Servia grande centralizada. Los croatas, en cambio, deseaban la constitución de un Estado federal en el que cada parte gozaría de completa autonomía. La oposición de puntos de vista era completa y no podía conducir más que a un conflicto". — "Los delegados de Croacia pretendían negociar su unión a Servia en términos de igualdad. Pero Belgrado no estaba dispuesta a ello. Como era de prever, los grupos de población repartidos entre cinco soberanías diferentes —Servia, Montenegro, Austria, Hungría y Turquía—, se daban cuenta de las serias diferencias de nivel cultural, aspiraciones e intereses, que les separaban. Los recién llegados se quejaban de ser oprimidos por el excesivo centralismo y la burocracia de Belgrado «Los puestos para los servios —decían y los impuestos para nosotros». Efectivamente, como poseían más recursos que ellos, la nueva población tenía que soportar más impuestos. Estimaban que los fondos recogidos en las nuevas provincias se utilizaban especialmente para mejorar el estado relativamente atrasado de Servia, empeorado por las devastaciones de la guerra, para dotarla de carreteras y ferrocarriles; en una palabra, para ponerla al nivel de regiones cuya economía hasta entonces próspera, se hallaba descuidada. Sus voces se levantaban con tanta más autoridad, cuanto estaban sólidamente agrupados alrededor de Radić, jefe del Partido Campesino (croata), quien a causa de sus actividades, fue encarcelado por dos veces". Una vez en libertad, Radić emprendió una gira por Francia e Inglaterra, estableciendo contacto con estadistas occidentales, quienes le aconsejaron que volviera a Croacia para luchar dentro del Parlamento del Reino de los servios, croatas y eslovenos en defensa de los intereses de su Patria. Su buena disposición de contribuir a la pacificación y la consolidación del nuevo Estado pagó Radić con la vida, pues un diputado servio, perteneciente a la mayoría gubernamental, mató a tiros en plena sesión de la Asamblea nacional (Narodna Skupština), el 20 de junio de 1928, a dos diputados croatas e hirió martalmente a Radić.

Las tensiones entre Croacia y Servia, registradas por el eminente diplomático francés, perduran en la actualidad no obstante haber el régimen comunista adoptado una constitución federal (seis repúblicas nacionales y dos regiones autónomas. Mas la supervigilancia de la economía desde Belgrado, a través del sistema bancario (especialmente la política de divisas y la distribución de las inversiones del capital foráneo) equivale a una explotación sistemática de las regiones periféricas en favor de Servia.

La crisis del parlametarismo desembocó en la dictadura del rey Alejandro, en 1929, quien fue asesinado en Marsella, el 9 de octubre de 1934, por un nacionalista macedonio. Los comunistas, que fueron admitidos, por primera y última vez, en las elecciones parlamentarias (para la Asamblea Constitucional, se aprovecharon para imponer su criterio en cuanto a la organización federal del nuevo estado, obteniendo, en 1920. 200.000 votos y 58 diputados, esto es, el 16% del total de los vetos emitidos [46]. Ofreciendo el cebo federal, los comunistas consiguieron atraer a los macedonios y montenegrinos (que no tenían admitidas las listas federales) y alcanzaron el 36 y el 40% de los votos respectivos, mientras en las regiones croatas los comunistas estaban con le respaldo de sólo el 6,5% del electorado (el Partido republicano campesino obtuvo siempre la mayoría absoluta en Croacia) y en en Bosnia y Herzegovina, donde hay una mayoría croata entre los elementos musulmanes y católicos, que forman juntos la mayoría absoluta, los comunistas registraron el menor éxito en Yugoslavia. con un 5% de la totalidad de los votos emitidos. Hay que fijarse en estos hechos, pues serán los comunistas que penetrarán en estas regiones croatas durante la guerra para imponer su régimen en duras luchas; tanto los croatas católicos como los musulmanes, en defensa de su libertad e independencia, se mostraron siempre reacios a los comunistas y siguen actualmente prestándoles la máxima resistencia entre todas las regiones.

Debido a las tensiones en el Centro de Europa y el peligro de que el revisionismo de los tratados internacionales podría traer consecuencias catastróficas para la integridad del país, la regencia, encabezada por el príncipe Pablo de Yugoslavia, primo del asesinado rey Alejandro, hizo unos esfuerzos para atraer a los croatas, concediéndoles el Estatuto de una autonomía, bastante modesta, el 26 de agosto de 1939, a una escasa semana antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. El anterior gobierno del Dr. Stojadinović, quien fue destituido el 4 de febrero de 1939, confiaba en que después de Munich (sept. 1938) no habría cambios en Europa y, apoyándose en el Eje, no procedió oportunamente para arreglar los asuntos internos. Tal contemporización favorecía a los extremos, que no se dieron por satisfechos con el arreglo tardío de la cuestión croata y, al estallar la campaña en los Balcanes, se apresuraron para tomar la iniciativa y proclamar la independencia croata[47], lo que, por cierto, fue siempre el ideal de la nación, pero en aquellas circunstancias excepcionales traía consigo el riesgo de quedarse a la postre en el bando de los vencidos. Esta es la tragedia de la nación croata, dentro de la tragedia de la guerra de por sí, que aprovecharon los comunistas, que contaban, según propias declaraciones dadas después, con sólo 12.000 miembros al estallar la guerra (más 30.000 jóvenes; en su mayoría alumnos de la enseñanza media). Los comunistas tenían las recetas del Frente Popular en su programa de acción; entre ellos, había un grupo de combatientes en la Guerra civil española, que fueron repatriados, desde Francia, bajo el patrocinio de las embajadas soviéticas. a varias regiones de Yugoslavia. Estos agentes comunistas serán los principales conductores de las guerrillas bajo el disfraz de Movimiento de Liberación Nacional.

Los primeros núcleos de resistencia se registraron en otoño de 1941 en Servia y son dirigidos principalmente a provocar actos de sabotaje contra las lineas de comunicaciones hacia Salónica (Ferrocarril Belgrado-Niš-Skopie).

Cuando los alemanes, en una acción de limpieza, presionaron con energía contra los insurgentes, los guerrilleros servios, chetniks, bajo el mando del coronel Draža Mihajlović, se abrieran el camino por un terreno montañoso hacia el Novi Pazar y Montenegro, mientras los partisanos, esto es, los partidarios del comunista Tito, penetraron en Bosnia (pero ellos también tenían ya núcleos en Montenegro. donde se habían apoderado de unos depósitos de armas). De tal manera los dos grupos trasladaron su campo de acción al territorio croata, provocando una verdadera guerra civil, dado el conflicto de divergentes intereses que estaban metidos en el juego.

Los chetniks de Mihajlović representaban la idea de la Gran Servia: propugna-ban la organización —yugoslava de nombre, pero de hecho servia—, para asumir el. poder del país después de la victoria de los aliados. Aprovechándose de la circunstancia de que los croatas se encontraban al lado de las potencias del Eje, podrían los servios someterlos a sus planes hegemonísticos de un modo aun más vigoroso que en la época entre las dos guerras.

El general Simović, que había dado el golpe de Estado. provocando con ello la liquidación de Yugoslavia, ahora presidente del Gobierno yugoslavo en exilio, en Londres, había sido, al principio, partidario de un arreglo entre los grupos de insurgentes de Mihajlović y los partizanos de Tito, pero en eso no tuvo éxito, debido a la oposición de los ministros servios; ellos querían sacar el máximo provecho político y nacional-servio, respaldando exclusivamente al grupo de Mihajlović, quien por aquel entonces gozaba de gran prestigio entre los aliados. La consecuencia de estos conflictos fue la formación de un nuevo gobierno yugoslavo en Londres, del cual formaba parte Mihajlović, ahora ascendido a general de brigada, en su calidad de ministro de Guerra. La finalidad de este nombramiento fue no sólo darle a Mihajlović más autoridad, como representante del rey y del gobierno en los territorios ocupados, sino también asegurarse, para el caso de la próxima victoria de los aliados, la continuación del régimen prebélico y afianzar aún más la preponderancia servia sobre todo el territorio de Yugoslavia.

Durante el año 1942, la principal tarea de Mihajlović fue concentrar y organizar las fuerzas para el caso de una invasión aliada en los Balcanes, evitando conflicto con las fuerzas de ocupación; mas, a rio revuelto y siguiendo la línea de menor resistencia, llevó a cabo, apoyado en el suministro de armas por los italianos, despiadada campaña de exterminio de elementos croatas en Bosnia (musulmanes y católicos).

Los partisanos de Tito por su parte, fieles a las instrucciones del Partido comunista y de acuerdo con la política del Frente Popular —aplicada desde 1935 en España y otros países—, con su táctica de guerrillas. tomaban la iniciativa para una lucha sin cesar, no obstante los sacrificios y las represalias a las que se exponía la población civil.

Esta diferencia entre el concepto de la guerrilla más las maquinaciones subrepticias habían creado aun mayor abismo entre Ios dos grupos de guerrilleros, los chetniks y los partisanos, en vista de los planes divergentes que cada grupo, por su parte, forjaba para el futuro.

Que los ingleses se daban perfectamente cuenta de la situación creada por los procedimientos de Mihajlović, lo revela uno de los documentos[48], que no figura entre los publicados en las memorias de Mr. Churchill (La Segunda Guerra Mundial) y que es muy significativo, en consideración de la politica que el premier británico aplicó después, ayudando a los comunistas para instalarse y afianzarse en toda Yugoslavia.

En una nota de fecha 29 de marzo de 1943, enviada por Mr. Churchill al presidente del Gobierno yugoslavo, profesor Slobodan Jovanović, de cuyo contenido, bastante extenso, se citan a continuación algunos acápites, se dice:

"Tengo el honor de informar a usted que el Gobierno de S. M. se siente seriamente inquieto a causa de los recientes desarrollos de los asuntos yugoslavos, y cada vez está más preocupado por el futuro, si no se toman las medidas convenientes..."

"Los informes que el Gobierno de S. M. ha recibido de su oficial de enlace ante el general Mihajlović, como también de otras frentes, no dejan lugar a duda de que allí no existe la mínima unión entre los diversos elementos de resistencia y que las fuerzas del general Mihajlović, con sus chetniks por un lado, y otras unidades de resistencia por el otro, se encuentran realmente en una guerra civil, y que el mismo general Mihajlović está directa o indirectamente comprometido con los ejércitos italianos en su lucha. Estos informes fueron confirmados por el mismo general Mihajlović en su discurso que pronunció en un mitin que tuvo lugar en un pueblo el 28 de febrero (de 1943) y sobre el cual informó el coronel Bailey, quien asistió al acto".

"El general Mihajlović dijo en su discurso que los servios habían quedado completamente sin amigos; que los ingleses por conveniencia de sus propios intereses estratégicos los empujan a efectuar operaciones sin la menor intención de ayudarlos ni- ahora ni en el futuro... y que los ingleses están luchando al presente en Yugoslavia hasta la extinción del último servio..." "Que está muy lejos (de ser cierto) de que el rey y el Gobierno de Yugoslavia fueran huéspedes de los ingleses, ya que ellos son de hecho unos prisioneros, siendo olvidados y confinados..." "...Que la BBC (emisora inglesa) con irritante cinismo ha interrumpido su apoyo a la sacrosanta causa de los servios..."; que la codicia aliada ha sido satisfecha por el engaño con la anticipada e hipócrita y antiyugoslava actuación de los partisanos, pero que los aliados han de saber que, aunque hagan lo que hagan y amenacen cuanto quieran, no podrán disuadir a los servios de su solemne y sagrada obligación de liquidar a los partisanos" "Que los aliados no podrán hacer nada para que cambie su actitud para con ellos; que sus enemigos son los partisanos, los ustashi, los musulmanes y los croatas; que cuando liquidemos a éstos, nos dirigiremos contra los italianos y los alemanes..."

"El Gobierno de S. M. —destaca Mr. Churchill en su nota—, no podrá nuca justificar ante el público británico o ante sus aliados una futura ayuda al movimiento cuyo jefe no teme manifestar en público que sus enemigos son sus aliados (no importa si lo son temporal o establemente) y que sus enemigos no son los alemanes y los italianos, invasores de su tierra, sino los conciudadanos yugoslavos y, entre ellos, en primer lugar, hombres que en estos momentos están luchando y están dando sus vidas para liberar a su tierra del yugo de los extranjeros".

La nota termina con la advertencia de la posibilidad de que se suspenda el apoyo a Mihajlović, ministro de Guerra del Gobierno en exilio.

"Usted comprenderá, estoy seguro, que si el general Mihajlović no estuviera dispuesto a cambiar su política, tanto en lo que se refiere al enemigo italiano como a sus conciudadanos yugoslavos, para el Gobierno de S. M. será necesario en absoluto revisar su actual política de ayuda al general Mihajlović, sin suspender, por supuesto, la ayuda a los otros movimientos beligerantes yugoslavos".

En vista que las operaciones de los aliados en el Mediterráneo entreban en una fase en que podía considerarse inminente una ofensiva de mayor envergadura, el Comando supremo británico en el Cercano Oriente tenía gran interés en que se estableciera una estrecha cooperación con todas las fuerzas de la resistencia y, por ende, tomó la decisión de apartar a Mihajlović hacia el territorio de Servia. Sin embargo, Mihajlović, en un informe enviado al Gobierno en exilio, de junio de 1943, protesta contra las disposiciones que tendría que limitar su acción al área entre Belgrado y Skopie, pues esto, para él, significaba abandonar "el resto del territorio a los comunistas, bajo el mando del delincuente Josip Broz Tito".

El descontento de los ingleses con los torpes manejos de Mihajlović tuvo también repercusiones en el Gobierno yugoslavo en Londres. Para salvar a Mihajlović, en lo que insistian los ministros servios, había forzosamente que revisar el programa político, abandonando la política que caracterizaba a Yugoslavia entre las des guerras, es decir, el rígido centralismo de Belgrado. Una declaración en tal sentido, prometiendo un amplio federalismo en la estructuración nacional después de la guerra, no tuvo éxito. Se formó otro gobierno que tampoco se adaptó semejantes propuestas, dimitiendo después de dos semanas. Así se formó el gobierno de funcionarios, presidido por el Dr. Purić, diplomático, en el que Mihajlović siguió ocupando el cargo de ministro de Guerra.

Los últeriores acontecimientos en los Balcanes se encuentran apuntados en las memorias de Mr. Churchill.

Ya en mayo de 1943, la ayuda británica tomo otro rumbo, cuando fue enviada una misión al cuartel del comunista Tito, de quien se sabía que no fuera solamente enemigo de los alemanes, sino también que ostentaba enemistad para la monarquía servia, y Mihajlović.

***

La repentina caída de Mussolini, después de más de 20 años de régimen autoritario (octubre 1922 - julio 1943), siendo reemplazado por el mariscal Eadogiio, había ya provocado serios trastornos en las guarniciones italianas en los Balcanes [49]. Mas, fue gracias a la siguiente capitulación de Badoglio, a los 45 días de vacilaciones, que dio un decisivo impulso a las guerrillas en el occidental escenario balcánico[50].

Fueron los partisanos de Tito, en primer lugar, los beneficiarios del colapso de las fuerzas armadas de Italia, consiguiendo en Montenegro. Albania, Novi Pazar y en algunas partes de Croacia (Bosnia-Herzegovina. Dalmacia) considerables cantidades de armas y pertrechos para equipar a los reclutados partidarios y afianzar su poder aún escaso en aquel entonces.

Por cierto, también el ejército de Croacia, desprendiéndose de la tutela italiana, consiguió apoderarse de una buena parte del armamento italiano y estuvo en condiciones de oponerse con éxito a los crecientes empujes de los partisanos de Tito y de los chetniks de Mihajlović.

Tito logró. además, incorporar en sus filas un número bastante elevado de prisioneros italianos, formando, al ejemplo de las Brigadas internacionales en la Guerra civil española, un destacamento "Garibaldi", que tomó parte en la lucha y registró sensibles bajas[51].

La resistencia de Croacia, debido al hueco que se produjo por deserción italiana, adquiere mayor importancia y no extraña que irá recibiendo apoyo de Alemania para organizar sus tropas motorizadas, de las que antes disponia en muy escasa medida. Croacia luchará en defensa de su libertad e independencia, al lado de las tropas alemanas que ahora se ven obligadas a defender incluso el sector occidental de los Balcanes, desde Creta a Trieste[52].

***

En la reunión de los tres grandes (Roosevelt, Stalin, Churchill) en Teheran, el 1' de diciembre de 1943, fu decidido que en interés de las relaciones interaliadas, la ayuda para la campaña de guerrillas se otorgaría exclusivamente al Ejército del Movimiento Nacional, esto es, al Frente Popular de Tito.

De regreso de Teheran. Mr. Churchill paró en El Cairo, donde tuvo una entrevista con el rey Pedro II y el Dr. Purić, presidente del gobierno yugoslavo. Con tal ocasión solicitó que el general Mihajlović fuera alejado del gobierno, pues, como lo ha registrado en sus memorias, la única esperanza para el regreso al país, la que queda al rey, es que, por mediación británica y sin demora, consiguiera un arreglo con Tito, aunque fuera provisional, y eso antes de que los partisanos afiancen aún más su poder en el territorio liberado.

Unos cuantos meses después, el gobierno presidido por el Dr. Subašić (ex bano-gobernador de Croacia), tuvo el encargo de poner en práctica esas sugerencias británicas.

Mr. Churchill mismo estableció contacto con Tito, por correspondencia y enviando a su hijo Randolf al cuartel de Tito[53].

La correspondencia Churchill-Tito pertenece a la antología del "gran engaño". Como un botón de muestra, unos acápites de la carta que recibió Mr. Churchill [54] el 3 de febrero de 1944, la que ilustra el método de obrar en la política del Frente Popular, manejado por los comunistas:

"En la actualidad todos nuestros esfuerzos —dice Tito— tienden en una dirección que es:

1) Congregar todos los elementos patrióticos y honrados, a fin de hacer la lucha contra el invasor más eficaz posible;

2) crear la unión y la fraternidad de las naciones yugoslavas, que no existía antes de la guerra, y cuya falta causó la catástrofe del país;

3) crear condiciones para establecer un Estado en que todas las naciones de Yugoslavia se sientan dichosas y que sea una Yugoslavia verdaderamente democrática, una Yugoslavia federal".

Mr. Churchill confirma la carta; está de acuerdo con el programa de Tito y "sin duda —dice— tendrá usted el apoyo del Gobierno de S. M. en todo esto".

Después de 30 años tenemos una visión más clara[55] de la manera como se desenvolvió el Movimiento de Liberación Nacional bajo el cual se disfrazaba —y sigue disfrazándose— el Frente Popular; no sólo en Yugoslavia sino en todos los paises balcánicos, con excepción de Grecia, salvada por intervención milagrosa de los "comandos" británicos y gracias a la ayuda abundante de Estados Unidos, si bien Grecia tuvo que aguantar una larga guerra civil, que terminó recién en 1949.

Con pocas variantes las divergencias entre los dos principales grupos de resistencia en Grecia eran la réplica de los acontecimientos en Yugoslavia, manejados por Tito y Mihajlović, respectivamente. Según lo expone René Ristelhueber, o. c., pág. 361, "bajo el nombre de Frente Nacional de Liberación (E. A. M.), se habían reunido los elementos de izquierda anteriormente opuestos a la dictadura de Metaxas, que no manifestaron un verdadero espíritu de resistencia hasta la entrada de Rusia en guerra. En el orden militar, estaban representados por un ejército de frente popular( E. L. A. S.), en el que las tendencias comunistas pronto no ofrecieron ya duda. Después de algún tiempo. por reacción se formaron otros grupos, llamados E. D. E. S. (Ejército Helénico Democrático), que se componía de elementos partidarios de la monarquía, a los que se unieron miembros del ejército regular, bajo el mando del general Zervas" — "Al igual que el gobierno yugoslavo, la existencia del gobierno griego estuvo llena de vicisitudes, incluso en el exilio". Estas Organizaciones continuaron a combatirse en una sangrienta guerra civil, hasta 1949.

Al llegar al poder, los comunistas yugoslavos, y otros, bien pronto eliminaron a los indeseables colaboradores, los compañeros de ruta, quedándose dueños absolutos de todas las regiones de Yugoslavia, no obstante haber conservado las apariencias de un Estado federal socialista. En virtud de las disposiciones de Yalta, los comunistas yugoslavos consiguieron que los británicos les entregaran no sólo la totalidad de los prisioneros, en formaciones completas del ejército de Croacia, que se habían retirado al finalizar la guerra en el territorio de Austria, sino también a la población civil croata que quería evitar las represalias de los comunistas, en su mayoría servios. Las investigaciones sobre la suerte de las tropas regulares y los civiles croatas, revelaron una de las más grandes masacres, perpetrada en Bleiburg y otros lugares de Austria y en "la marcha de muerte" desde la frontera austríaca hasta los límites con Rumania. Según cálculos muy prudentes, la cifra total de victimas croatas del perpetrado genocidio sólo en esta acción vengativa sobrepasa la cifra de 150.000 almas[56].

***

En cuanto al federalismo, que tenía un papel tan importante en el programa del Frente Popular, habría que destacar que las "repúblicas populares" y "socialistas" tienen una forma de gobierno unitario con cierta descentralización o cesión de competencias limitadas a las "repúblicas nacionales", pero incluso esta descentralización está modificada por el hecho que el Partido comunista —bajo cuyo control rígido está el gobierno— se encuentra completamente centralizado.

Según las constituciones de los estados comunistas plurinacionales. que fueron redactadas de acuerdo con el modelo de la constitución soviética de 1936, en todos los países que cayeron en la órbita soviética, "las repúblicas" tienen hasta el derecho de separarse.

Así, por ejemplo, la Constitución yugoslava del 31 de enero de 1946 (las modificaciones posteriores no cambian en este punto lo esencial), dice lo siguiente: "La República Federativa Popular es un Estado federal de forma republicana, una comunidad de pueblos iguales en derecho que, en virtud del derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos, incluyendo el derecho de secesión, han expresado la voluntad de vivir unidos en un Estado Federal" [57]. Sin embargo, cualquier persona que se atreviera a obrar en favor de la secesión del régimen totalitario, se convertiría en culpable de "actividad contrarrevolucionaria", pues, según el art. 43 de la Constitución yugoslava, "...se considera ilegal y sujeta a pena la utilización de los derechos cívicos para cambiar y violar el orden constitucional con un fin antidemocrático" [58].

Los gobiernos centrales, igual que los gobiernos de las "repúblicas nacionales" se ajustan a un régimen rígido, sujeto a la dictadura del Partido comunista.

El caso de Yugoslavia —incluso Albania—, por encontrarse en la parte occidental de los Balcanes, con su orientación hacia el Mediterráneo, no habiendo experimentado la incursión del ejército soviético —a diferencia de Bulgaria y Rumania—, es muy aleccionador en cuanto al éxito de la política del Frente Popular; podría caracterizarse de desquite por la derrota sufrida en España: "Ganaron los extremos", como dijo bien Salvador de Madariaga; mas, aquí se da el caso a la inversa: Tito versus Franco.

***

Frente a la incógnita en cuanto al futuro, nos quedan los antecedentes de los Balcanes para reflexionar, y mientras tanto nos fijamos en las cuatro versiones del comunismo que se registran actualmente en el área balcánica:

1) el titoismo[59] que se enfrenta con el problema de la herencia del jefe carismático;

2) el comunismo albanés[60] de tipo chino (Enver Hoxha), que quizá haya perdido algo de su virulencia al entrar la China continental en las Naciones Unidas; mas, no obstante, presenta un desafío a la política de la Unión Soviética;

3) el comunismo ortodoxo, marxista-leninista-stalinista de Bulgaria[61], siempre lista al servicio de la "Madre Rusia", incluso en su reciente doctrina Breshnev, lo que, por cierto, incluye riesgo en el futuro para sus vecinos;

4) el comunismo rumano[62], con simpatía prochina, sospechoso a los ojos del poderoso vecino en Besarabia y el delta del Danubio, siempre alerto para dar la solución final al axioma de su constante política exterior: la salida al Mediterráneo.

¿Será esto a través de la política de distensión o por conducto de una Tercera Guerra Mundial? No lo sabemos ni pretendemos saberlo, pero si que nos consta, que la guerra empezó y que la guerra sigue[63] en los Balcanes.

 


Nuevas confrontaciones en Yugoslavia

Jure Petričević, Brugg - Suiza

Después del sofocamiento de la "primavera croata" y de la destitución del liderazgo comunista croata a intervención de Tito y de los generales prosoviéticos yugoslavos en 1971, fueron puestas marionetas de segunda mano a la cabeza de la Liga comunista en Croacia. La conducción fue tomada por los croatas Milka Planinc, Josip Vrhovac, Jakov Blažević, Sirotković, Perisin y otros bajo el mando de los servios de Croacia encabezados por Dušan Dragosavac (secretario del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia), Milutin Baltić (presidente de los sindicatos de Croacia) y los generales servios.

El nuevo equipo croata comprobó rápidamente su impotencia en Croacia ante la dictadura de Servia y de la minoria servia en Croacia como también ante la explotación de la economia croata. El terror en Croacia, los encarcelamientos y procesos masivos, una nueva ola de exilados croatas hacia los paises occidentales, la crisis económica y un alto porcentaje de desempleo, la prolongación de la destrucción de aldeas y de campesinos croatas constittuyen la principal característica de la nueva era del "socialismo de autogestión" en Croacia.

Cuatro años después de la subida al poder, el nuevo equipo de comunistas croatas reconoce públicamente su impotencia y considera la actual situación en Croacia sin solución. Este reconocimiento lo encontramos en el libro Suvremeni Hrvatski Nacionalizam — El Nacionalismo Croata contemporáneo, escrito por el Dr. Ivan Perić, director del "Centro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia para la actividad ideológico-teórica", y es una "monografia", preparada dentro del cuadro del proyecto científico-investigador: El carácter multinacional de la comunidad yugoslava y su transformación socialista de autogestión. Este proyecto está realizándose en el seno del Centro para las investigaciones sociales del Comité Central de la Liga Comunista Yugoslava". De acuerdo con esta observación que se halla en el comienzo de dicho Iibro parece que, dentro del mencionado proyecto del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia, también las demás repúblicas y regiones autónomas de Yugoslavia están elaborando sus monografias del mismo tenor. Este estudio tiene carácter de posición oficial de la Liga Comunista de Croacia, referente al problema nacional croata.

El problema central de dicho elaborado es la cuestión nacional croata. A pesar de las afirmaciones de que dicha cuestión estaria solucionada, el análisis del libro de Perić llega a la conclusión que Tito y su Yugoslavia no han solucionado ese problema nacional. sino que allí impera el granservismo y el unitarismo. En la pág. 146 de dicho libro con relación a la falta de solución del problema nacional croata se expresa:

"En la actual Yugoslavia existe una tendencia que en las condiciones de pos-guerra (presión exterior y la inevitable centralización de medios para una rápida industrialización) llegó a realizarse en gran medida. Se trata del unitarismo yugoslavo. El portador de esta tendencia es la cúspide estatal federal y tiene sus protagonistas en todas las repúblicas. Desvirtuar esta tendencia redunda en el interés de Yugoslavia. de todos sus pueblos. Es asimismo una condición necesaria para la estabilización y el desarrollo del socialismo. La insistencia en la idea del granservismo como en la expresión del unitarismo yugoslavo no sólo tiene su fundamento en la concepción de los problemas actuales como se los concebía entre las dos guerras, sino que está orientada también hacia la negación de Yugoslavia como el cuadro dentro del que resultaría imposible la existencia de Croacia y de los demás pueblos no servios en su calidad de individualidades nacionales. La llamada oposición democrática croata no considera a la actual Yugoslavia como una comunidad estatal en la que todos los pueblos que viven en ella podrían sentirla como su comunidad y no se identifican con ella, sino que la consideran como una comunidad forzada bajo la dominación servia, y por eso se dirige a los servios como el factor fundamental que, según su opinión, mantiene esta comunidad forzada. Hacemos un llamado a los representantes de Servia y de los servios en general, para que reconozcan el derecho de autodetrminación a los pueblos no servios en Yugoslavia y para que no obstaculicen la concreción de su libertad nacional.

El espíritu de comprensión servia podría llegar a ser un sólido fundamento para el futuro, mientras que no podrá impedir su liberación y empeoraría y envenenaría más aún las relaciones por un largo tiempo[64]. Aquí tenemos el verdadero sentido con el que señala al granservismo como el obstáculo principal para la realización de las aspiraciones "nacionales" de los croatas y de otros pueblos no servios en Yugoslavia. Se hace una apelación a los representantes de los servios para que permitan la destrucción de Yugoslavia. Si esto lo desean los croatas y los demás pueblos que viven en ella, no se cuestione, sino que simplemente se lo presupone como un hecho cabal".

De acuerdo con lo antedicho, el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia llega a las mismas conclusiones a que llegó la oposición democrática croata en su Programa del año 1968, citado varias veces por Perić, como "la solución occidental" del problema croata en caso del derrumbe de Yugoslavia. Este programa, de acuerdo con el elaborado por el "Centro del Comité Central de la Liga Comunista Croata para la actividad ideológica - teórica", representaría, en caso de una partición de Yugoslavia, una solución progresista, y democrática tanto para los croatas como para los servios y las demás minorías en el Estado croata, incluyendo también a los pueblos del "complejo adriático-danubiano". Esto constituiría, según dicho documento del Comité Central de la Liga Comunista Croata, la cumbre de la evolución del nacionalismo croata moderno en el espíritu democrático y de Una sociedad social-económica adelantada. Para el autor dei libro y el Comité Central de la Liga Comunista de Croacia con cuyo permiso fue elaborada la mencionada monografía para la central partidaria comunista en Belgrado, está claro que ese programa parte desde la partición de Yugoslavia y se encamina hacia la solución del problema croata fuera de Yugoslavia.

El trabajo de Perić señala que el programa de la oposición democrática croata fue el fruto de la colaboración de las fuerzas externas (la emigración) y las internas de oposición en Croacia", y reconoce la actualidad de su posición con respecto a la "creación de las posibilidades de afirmación de una categoría de hombres, portadores de la orientación del mercado libre, respetando las capacidades económicas organizadas socialmente, con sacrificios del pueblo entero" (pág. 173).

Tierras y límites de Croacia

El territorio del futuro Estado croata, el papel de las actuales repúblicas de Croacia y de Bosnia-Herzegovina como también la solución del problema servio dentro de los límites del Estado croata ocupan un lugar importante en el estudio del Comité Central de la Liga Comunista Croata sobre la cuestión nacional croata. En contraposición a la actual solución que desmenuza el territorio croata, en el libro "El Nacionalismo Croata Actual", se expone la solución de acuerdo con el Programa de la oposición democrática croata. Este programa está acompañado por el comentario del escritor (Perić) de la siguiente manera: "La emigración política (que no tiene en cuanto a la expresión y formulación de sus posturas limitación alguna impuesta por las soluciones constitucionales en Yugoslavia, presenta en este sentido aspiraciones más amplias. El Estado croata debe abarcar a la república de Croacia y las partes separadas por la fuerza; a saber: a Srijem, Bačka, Boka Kotorska Además, la solución actual de las dos repúblicas, es decir de Croacia y de Bosnia-Herzegovina, territorio en que los católicos y los musulmanes constituyen una enorme mayoría, es la base concreta para el arreglo del Estado croata en que entraría Bosnia-Herzegovina como una unidad separada y de acuerdo con la voluntad democrática libremente expresada por la mayoría de la población de Bosnia-Herzegovina. (El Programa de la oposición democrática croata). Aquí tenemos la idea de la homogeneidad territorial de Croacia en su aspecto más extremo. Pero, justamente esta extensión no es posible, ya que el definir el territorio croata, se insistiría literalmente en el principio de la homogeneidad étnica también. Naturalmente, la política "ustacha" que este principio representaba al pie de la letra, con las consecuencias conocidas, significa una carga pesada que hay que rechazar. Pero, en la formulación de estas pretensiones territoriales dei nacionalismo croata no pudo pasarse por alto el hecho de que dentro de dichos territorios viven grandes individualidades étnicas no croatas y que era indispensable determinar la posición ante este hecho. El Estado croata debe garantizar los derechos fundamentales a las minorías, entre las cuales la mayor es la servia. Los servios, antiguos pobladores en algunas regiones croatas constituyen una parte integrante de la tierra y la vida croatas, nuestra patria Croacia es también su patria (Ibidem)".

El análisis de la cuestión croata que se halla en el segundo capítulo "El nacionalismo como continualción y reproducción del pasado", termina con una cita del Programa de la oposición democrática croata sobre la organización del Estado croata apoyándose sobre Occidente: "Posiciones más radicales aún de ese documento que las que formularían las fuerzas burguesas (cívicas) en el interior, se refieren a la negación de Yugoslavia. Se insiste en la necesidad de su disgregación para formar después de la misma un nuevo complejo "adriático-danubiano".

El curso que seguirá la partición de Yugoslavia según Programa de la oposición democrática el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia en su capitulo tercero y final lo describe de la siguiente manera: "Croacia, con Bosnia-Herzegovina (que debe ser incluida en Croacia) y Eslovenia como una república in-dependiente. forman un bloque natural frente a Servia. Aquí se hace presente la famosa idea del entendimiento Stalin-Churchill, referent a la limitación de las esferas de influencia en Yugoslavia (50:50), o mejor dicho, se especula con la posibilidad de su reactualización (pág. 205).

Este proyecto del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia destaca la existencia de una coincidencia entre los puntos de vista en Croacia y en su emigración en cuanto a los problemas fundamentales y a su solución: "Dos casi idénticas opiniones acerca de las posibilidades de Croacia están formuladas por parte de los representantes del nacionalismo croata en las filas de la emigración como también en el país. Tal interpretación de las posibilidades de Croacia se hace tanto en función de la idea de desintegración de Yugoslavia, como también en función de otra concepción: la incorporación de Croacia en el complejo capitalista europeo occidental" (pág. 205/206). Con el aálisis de la idea que incluye a Croacia dentro del mundo occidental termina la principal parte del libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia y expresa las siguientes formulaciones: "Croacia se desarrolla realmente en el complejo euro-occidental. Ella recibía de Europa y daba a su vez (en proporciones modestas) su contribución al desarrollo de la cultura y la civilización europeo-occidental. Pero, el nacionalismo croata ignora el hecho de la existencia de Yugoslavia durante más de medio siglo. Dentro de su territorio, a pesar de las condiciones desfavorables y de inigualdad de los pueblos no servios antes de 1941, durante todo el tiempo de su existencia, desenvuelve la comunicación entre los pueblos que viven en ella, y Croacia es una parte de esa conformación participa en el intercambio de bienes culturales y de otras conquistas y contribuye de esta manera a la creación de una cultura general "yugoslava". El énfasis especial que se da a la idea de la pertenencia al círculo cultural occidental a que, por cierto, pertenece también Yugoslavia en su conglomerado desde su comienzo, se dá en función de la desintegración de Yugoslavia y de la obstaculización de los procesos de integración espiritual entre los pueblos que allí viven. La Yugoslavia actual es un espacio y un cuadro dentro de los cuales están organizados procesos de formación de las relaciones socialistas. La tendencia de su desintegración tiene como finalidad justamente imposibilitar la misma. La integración de Croacia y de las demás partes occidentales de la Yugoslavia desintegrada en el bloque occidental capitalista es otro aspecto de la misma tendencia. Tal es el proyecto que se ha formulado en el Programa de la oposición democrática croata, que anuncia la integración de Croacia, con sus vecinos en Europa y el resto del mundo. La unión aduanera entre Bačka y Srijem, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia, como la primera fase de la futura creación de los Estados esloveno y croata respectivamente y su inclusión en "una gran comunidad económica en el espacio adriático-danubiano", está expresamente dicho en el mencionado proyecto" (pág. 206/207).

La actualidad del problema

Así termina el último capítulo del documento del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia — "El Nacionalismo Croata Contemporáneo" dirigido a la dirección del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia. Este documento-petición de los comunistas croatas en el poder a la Liga Granservia Comunista de Yugoslavia llega a la misma conclusión: nosotros somos impotentes, nuestra y vuestra solución a la cuestión croata, signada como "fraternidad y unidad" o como el "socialismo de autogestión" vio su fracaso. En Yugoslavia domina "el granservisrno como la expresión del unitarismo", nosotros estamos al borde de nuestras posibilidades y de nuestras fuerzas. Como una alternativa y una solución de la cuestión croata actual los comunistas proponen a la opinión pública el Programa de la oposición democrática croata. El meollo de esta solución consiste en la partición de Yugoslavia en dos partes y en la incorporación de la mitad occidental con el Estado croata y de Eslovenia en la Europa Occidental o en la comunidad adriático-danubiana.

El problema es de gran actualidad y el elaborado del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia no pudo pasarlo por alto. Su actualidad es tanto más grande por cuanto el equilibrio muy precario de las fuerzas dentro del cuadro del orden de posguerra creado en el espíritu del convenio de los Estados Unidos, la Gran Bretaña y la Unión Soviética, está desequilibrado. La intervención soviética en los asuntos de Yugoslavia en 1971 y una progresiva integración de Yugoslavia en el bloque soviético llevan a la revisión del orden imperante hasta ahora. La posibilidad que más se impone en la situación actual, es la particición de Yugoslavia en la parte oriental y la occidental. Esto surge como muy claro, leyendo el elaborado del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, denominado, como ya dijimos varias veces "El nacionalismo croata contemporráneo".

A fin de solucionar este problema pacíficamente, hace falta dialogar entre Bel-grado y Servia por un lado y los representantes de Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Vojvodina y Macedonia por el otro. ¿Aceptarán Belgrado y Servia el diálogo sobre esta base? Lo dirá el futuro. Pero el problema está claramente planteado. Soluciones nuevas son necesarias e inevitables.

El mismo problema fue formulado en una forma más suave en 1971. Belgrado dio su respuesta por intermedio de los generales con respaldo soviético y bajo la égida de Tito, usando primero la fuerza en Croacia, luego en Eslovenia, Macedonia, Servia y en otras regiones. Los comunistas liberales y los nacionalistas fueron destituidos del poder. Esta vez la situación es mucho más grave y más complicada. En el interior de Yugoslavia, como también en el campo internacional c n formándose y confrontando fuerzas opuestas de consideración.

Bloques contrarios

En cuanto a la cuestión nacional sin solución, se enfrentan dos bloques: 1) las fuerzas que militan por sostener a la Yugoslavia granservia y su régimen, 2) las fuerzas que propician una reforma de Yugoslavia o partición. En la primera categoría entran estas tres agrupaciones: 1) La Liga Comunista Yugoslava de Tito que retiene la mayor parte del poder, pero que está fuertemente infiltrada por elementos prosoviéticos. 2) El Partido comunista prostalinista encabezado por Vlado Dapčević, que está en la opes::ción, pero que a la vez retiene puestos de poder muy importante. 3) El bloque socialista granservio de orientación prooccidental. cuyo ideólogo es Milovan Djilas y que, apoyado por los círculos tradicionales granservios y montenegrinos, tiene también gran participación en las esferas de poder del régi-men actual.

Todas estas agrupaciones desean mantener la hegemonía servia sobre los croatas. La actual Liga Comunista de Yugoslavia —y el régimen de Tito— tratan de salvar la existente estructura estatal como también el poder, apoyándose cada vez más en la Unión Soviética, pero continuando también su colaboración con los Estados Unidos y contando con su ayuda tanto política como material. El nuevo Partido comunista stalinista fundado sobre una concepción expresamente granservia y deja eventualmente a los soviéticos una "solución" ulterior de la cuestión nacional en Yugoslavia. La concepción de Djilas sobre el arreglo de Yugoslavia, contando con Occidente, incluye a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en Servia, mientras reconoce a los croatas, a los eslovenos y los macedonios el derecho, en principio, a sus propios Estados, pero hace todo por mantenerlos dentro de Yugoslavia. También esta concepción de Djilas cuenta con el mantenimiento de Yugoslavia mediante la ayuda extranjera, concretamente con la americana. Si. no obstante. se produjera la partición de Yugoslavia, entonces la concepción de Dilas, incluyendo a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en Servia, provocaría un enfrentamiento con los intereses de Occidente, porque los soviéticos obtendrían por la incorporación de las partes orientaies (Servia agrandada y Macedonia) no sólo la salida al Adriático sino también una importante base económica y estratégica.

La actual politica de Tito, como asi también los programas del Partido Comunista Stalinista, junto con la solución del problema nacional de Djilas, se enfrentan con los intereses de Croacia, de Bosnia-Herzegovina. de Kosovo. de Montenegro, de Eslovenia y de Vojvodina. El conflicto más agudo se plantea con los croatas, los albaneses y los eslovenos. Todas las tres variantes de solución del problema nacional basándose en la política granservia llevarían necesariamente a grandes conflictos internos. Eso resulta visible de la "solución definitiva" del problema nacional de Tito.

A diferencia de la intervención de los generales prosoviéticos y de Tito en 1971 en la República de Croacia, la actual crisis debe sacudir a todas las repúblicas y regiones incluso a Macedonia a causa de la necesidad de un arreglo con Bulgaria.

El factor francés

Dentro de los cauces políticos exteriores en Yugoslavia se entrecruzan los intereses de la Unión Soviética y de los Estados Unidos o mejor, de la NATO. Como un factor en aquel espacio aparece Francia, a la que podemos considerar como representante de la solución de la crisis actual del problema nacional en Yugoslavia dentro del ámbito europeo, en vez de aquel americano-soviético. La dinámica política francesa en la Europa oriental y en el Mediterráneo (traslado de la sede de la Marina de guerra francesa de Brest a Tulon, adaptación de la política francesa de defensa de Europa) vio justamente en el cm-so de este año una importante metamorfósis en el interés de Europa. En tal sentido se abandonó la concepción estratégica de De Gaulle de la defensa en dirección de "todos los asimutos" y se señaló como punto más importante de la defensa de Europa en el mar al Mediterráneo y en la tierra firme los límites orientales de la República Federal de Alemania. Francia en esta línea suplanta sola a las fuerzas del Pacto de la NATO y para esta política global cuenta con el apoyo de China con sus aliados europeos — Rumania y Albania.

En caso de aplicarse la fórmula Stalin-Churchill (50% - 50%) en cuanto a las zonas de influencia, existe la posibilidad en la actual crisis de la repartición territorial de Yugoslavia de acuerdo con un nuevo entendimiento de Washington y Moscú en la parte oriental y la occidental, con la correspondiente influencia de las dos superpotencias. De acuerdo con la intención francesa y su influencia, existe la posibilidad y una mayor probabilidad de que se llegue a la división de Yugoslavia en lo que respecta al derecho de autodeterminación y de creación de los Estados neutrales en el espacio de la actual Yugoslavia. Esta solución cabría dentro de las soluciones europeas en lugar de la repartición en zonas de influencias americana y soviética respectivamente.

El Mediterráneo constituye hoy el centro de la crisis política en Europa y de la posible confrontación de Occidente con el bloque soviético. Dentro del marco de esta crisis y el conflicto de intereses, tendrá su lugar también la solución del problema nacional en Yugoslavia. Una vez más la suerte de aquellos pueblos será decidida, y por un tiempo mucho más largo.

Dentro del dicho marco de las confrontaciones de las fuerzas internas y externas, se replantea en una forma muy aguda el problema croata. Por el estado actual insostenible, el equipo dirigente de los comunistas croatas en Zagreb hace una constancia pública y en un documento oficial, como es el libro de Perić, declara que es absolutamente necesario buscar una nueva solución a la cuestión croata. Se trata de un mensaje público de los comunistas croatas a la Liga Comunista de Yugoslavia, esta última de carácter granservio y con sede en Belgrado. Por parte de los croatas están señaladas las fuerzas, el programa y las posibilidades con que los representantes de Servia deben contar, si desean la paz y un futuro feliz para su propio pueblo. El libro de Perić ubica claramente por parte de los croatas las fuerzas democráticas fuera y dentro de la Liga Comunista de Croacia con las que los representantes servios deberían entablar conversaciones. Dichas conversaciones, inauguradas en Zagreb y Sarajevo sobre una nueva posible solución del problema nacional en base al derecho de autodeterminación, deberían ampliarse y llevarse a cabo paralelamente con los albaneses de Kosovo. con los eslovenos, con los macedonios, como también con los representantes de Vojvodina.

De esta manera resultaria más factible evitar la intervención desde el exterior. A cada uno de esos pueblos debe reconocérseles el derecho de la libre decisión sobre su futuro marco estatal y sobre su orden interno. Cualquier tentativa de recurrir al uso de la fuerza por la parte servia, provocaría automáticamente no sólo conflictos abiertos internos sino también la intervención extranjera. Los que realmente tienen en sus manos las riendas del poder en Yugoslavia o sea, los representantes servios, deben examinar bien hacia donde llevaría a su país y a su pueblo una guerra con los croatas y los otros pueblos no servios que viven actualmente en Yugoslavia.

La reaparición de Brezhnev en 1976 como nuevo aliado de Tito después de su intervención en Yugoslavia de 1971, hace conjeturar que podría continuar la política fatal de Moscú, de los generales prosoviéticos y de Tito con un nuevo intento de intervenir por la fuerza en los acontecimientos. La crisis no se resolverá "pacíficamente" como en 1971. Esta vez tomarán parte activa en la solución de la crisis todos los pueblos y el triángulo de Ias fuerzas extranjeras —la Unión Soviética, los Estados Unidos y Francia con China—. En efecto, las consecuencias dentro del marco de la activación de todas las fuerzas internas y externas en el trasfondo del conflicto servio con los pueblos no servios en Yugoslavia, están fuera del campo visual.

 


¿Fue Fausto Vrančić el primer lexicógrafo croata?

Branko Franolić

En 1971 fue reimpreso en Zagreb mediante el proceso fotostático el Dictionarium Quinque Nobilissimarum Europae Linguarum Fausti Verantii.[65]

Este diccionario plurilingüe, publicado primero en Venecia en 1595 apud Nicalaum Morettum, es considerado como primer diccionario de la lengua croata y su autor, Fausto Vrančić (1551-1617) como padre de la lexicografía croata. Sin duda alguna la obra de Vrančić constituye un importantísimo mojón en la historia de la lexicografia y en realidad de la historia europea, pero otros lexicógrafiso croatas, anteriores a Vranéié, hicieron esfuerzos similares, si bien en una escala mucho menor.

El Diccionario de Vrančić se peasenta en un volumen asaz delgado, pero repleto del material lexicográfico. En cada página, en cinco columnas paralelas, figuran las equivalencias lingüísticas de idénticos términos en cinco idiomas diferentes. La primera columna contiene las palabras latinas, la segunda italianas, la tercera alemanas, la cuarta croatas y la quinta húngaras. La suposición básica, subyacente en semejante esfuerzo, es que existen ciertas variantes sintácticas y semánticas que hacen que las comparaciones lingüísticas de esta índole sean posibles y fructíferas. En total, Vrančić registró más de cinco mil unidades lexicológicas en cada uno de los cinco idiomas, lado a lado. Los sustantivos de las lenguas declinables vienen en su forma nominativa y los verbos en el infinitivo. El croata de Vrančić se basa en el dialecto čakavski [66] de su Dalmacia natal, donde ese dialecto se sigue hablando hasta. nuestros días. Incidentalmente. el idioma literario croata más antiguo se basaba en el dialecto čakavski y. ya en el siglo XVI. la literatura escrita en este dialecto alcanzó su "siglo de oro" con una intensa actividad literaria que se llevaba a cabo en todas las importantes ciudades adriáticas de la Croacia meridional desde Senj hasta Kotor.

Dado que Vrančić nació en Šibenik, Dalmacia, el čakavski fue el dialecto que el conocía y recordaba bien durante su larga ausencia de su patria. De hecho, pasó la mayor parte de su vida fuera de su Croacia: en Viena, Venecia, Roma y en varios lugares de Hungría.

Es interesante resaltar que en las páginas 118-122 de Diccionario Vrančić anota 304 palabras húngaras que él considera que son de origen croata (Vocabula Dalmatica que Ungari sibi usurparunt). En consecuencia este Diccionario debe ser considerado como una de los primeros intentos para estudiar la etimología de las palabras prestadas de un idioma al otro, como resultado —como en este caso— de un prolongado contacto lingüístico. Aquí cabe recordar que en 1102 Croacia entró en la unión política con el Reino de Hungria, unión que duró ocho siglos. Esta unión se basó en un tratado, según el cual los croatas, tras la derrota militar que les infligieron los húngaros, consideraron en aceptar al rey húngaro, pero retuvieron una considerable autonomia interna. Eso explica el hecho de que en la época en que Vranéié estaba componiendo su Diccionario ya había un gran número de palabras prestadas del croata en la lengua húngara y viceversa.

Obviamente Vrančić sabía el húngaro muy bien y resulta interesante notar que su Diccionario fuera también el primer léxico importante de la lengua húngara. Es probable que aprendió el húngaro cuando joven, pues en parte fue educado y subvencionado por su tío Antun Vrančić (1504-1573), un distinguido clérigo y erudito quien pasó la mayor parte de su vida en Hungría. Antun fue consejero del rey Zapolia y en 1573 fue designado Primado de Hungría. El mismo Fausto Vrančić fue ordenado sacerdote después de la muerte de su mujer en 1600 y fue nombrado obispo de la diócesis húngara de Casnád.

Analizando el material lexicográfico del Diccionario de Vrančić, con referencia especial al húngaro, el eminente lexicógrafo Janos Melich observa con razón "que este diccionario, en todos los aspectos, representa una obra independiente y original, que da gran; crédito a la historia tanto de la lexicografia húngara como croata". opina tembién que Vrančić recopiló su Diccionario antes de 1586, es decir mientras todavía vivia Esteban Báthory, Rey de Polonia entre 1575 y 1586. Debido a la gran importaria para la lexicografia húngara, el Diccionario de Vrančić fue reimpreso en 1834 en Bratislava por el estudioso húngaro José Thewrewkunder, bajo el título de Dictionarium pentaglottum, con la biografia de Vrančić escrita por Georgius Gyurikovits[67].

Pero lo que es todavia más interesante e importante es que el Diccionario de Vrančić alentó esfuerzos similares de otros lingüistas. Así su Diccionario sirvió al monje benedictino checo Pedro Loderecker como base para su propio Dictionarium septem diversarum linguarum, videlicet Latine, Italice, Dalmatice, Bohemice, Polonice, Germanice et Ungarica, publicado en Praga en 1605.[68] Este diccionario lleya un prefacio en croata, escrito por el mismo Fausto Vrančić. En realidad el Diccionario de Loderecker fue esencialmente el propio Dictionarium quinque nobilissimarum Europae linguarum de Vrančić de 1595, revisado y ampliado por Loderecker para incluir el checo y el polaco con los índices agregados en latín para cada idioma. En este Diccionario de Loderecker-Vrančić los términos Dalmata, Dalmatia, Dalmatice se explican como Harvat (croata) Harvatska zemija (Croacia), lo que nos autoriza no sólo desde el punto de vista lingüístico sino también histórico referirnos a la "lingua dalmatica" de este Diccionario como "croata"; ya que "dálmata" es una designación geográfica y no étnica aunque, tomando en cuenta la situación política de Croacia en aquella época, esta circunstancia se conocía mejor en el extranjero donde actuaba Vrančić.

Hay otro detalle importante que debe mencionarse cuando se discute el significado del Diccionario de Vrančić para la historia del idioma croata, es decir que en las seis últimas páginas de su libro Vrančić anotó el texto croata íntegro de los Diez Mandamientos, del Padre Nuestro, del Credo Apostólico y del Ave María. Se trata de muestras inapreciables del croata vernáculo tal como se hablaba en el siglo XVI en Dalmacia.

Recién en los últimos tiempos en un primoroso estudio fueron examinados detalladamente los términos croatas, arctados en el Diccionario de Vrančić, con referencia al lugar y al tiempo en que se compiló el diccionario[69]. El registro de los equivalentes lexicográficos croata-latinos, contenidos en el diccionario de Vrančić, nos los suministró V. Putanec en su edición de 1971 que ayudará considerablemente en el estudio del léxico croata. Este Registro es un inventario de todas las palabras lexicográficas croatas que pueden encontrarse en el diccionario de Vrančić y se indica también la frecuencia de cada palabra croata. El diccionario de Vrančić contiene 5467 items lexicográficos en latín, mientras que en el Registro croata-latino de Putanec hay 3581 palabras croatas.

Fausto Vrančić (1551-1617) es renombrado en el mundo de la ciencia como autor de Machinae novae, Venecia 1595.[70] Asimismo es recordado por sus obras filosóficas Logica nova, Venecia 1616 y Ethica christiana.

Sin embargo, Vrančić no es de modo alguno el primer lexicógrafo croata como a menudo se piensa debido a ia inmensa importancia filológica de su diccíonario.[71]

La primera lista impresa de palabras croatas se encuentra, realmente, en Opera nuova che insegna a parlare la lingua schiavonesca alli grandi, alli piccoli et alle donne, publicada en 1527, muy probablemente en Ancona. Esta obra contiene un pequeño glosario italiano-croata de 196 anotaciones italianas y 328 vocablos croatas con algunos textos de conversación y un modelo de carta. Su autor es probablemente el judío español Pietro Lupis (López) Valentiano quien huyó de España en 1492 y luego se estableció en Ancona (Italia) como mercader. Desde Italia comerciaba con Dalmacia y tuvo estrechos contactos con la gente que vivía en las ciudades del litoral croata. Por eso, igual que Vranćić, él utiliza el dialecto čakavski ikavski en la parte croata de su obra[72].

Diecisiete años después de la publicación de Opera nuova, Bartholomaeus Djurdiević (Georgević) tuvo la idea de complementar su obra en latín De Affiictione tam captivorum quam etiam sub Turcae tributo viventium Christianorum (Amberes 1544), con un diccionario sistemático, analítico croata-latino (Vocabula Sclavonica, 52 palabras y frases), precedido por un diálogo en croata y en latín. Vocabula Sclavonica están agrupados analiticamente bajo cinco epígrafes: Coelestia (12), Terrena (19), Fructuum (8), "frases verbales" (8), Nomina vestimentorum (5). Editada en un tomo, De Affiictione contiene también versión francesa y holandesa del texto latino. En consecuencia, aquí tenemos también el primer vocabulario croata-francés y croata-holandés.[73] Este tomo contiene asimismo Dominica Oratio (el Padre Nuestro), Salutatio Angelica (Ave María) y Symbolum Apostolorum (Credo Apostólico) en el dialecto čakavski y los numerales croatas de uno al cien y mil con sus equivalentes en latín, francés y holandés.

El Padre Nuestro, Ave María y el ya mencionado diálogo croata traducido al inglés (A Salutinge dialogue in the Sclavone tounge), aparecen también en la obra de Djurdjević The Ofspring of the house of Ottomanno, impresa en Londres en 1570(?)[74]. El dialecto croata usado por Djurdjević es el čakavski ikavski[75] que comprueba en forma concluyente que Djurdjević nació en la zona del habla čakavski de Croacia. Realmente había nacido en Mala Mlaka alrededor de 1506 y murió en Roma en 1566.[76]

Sin embargo pueden encontrarse otros glosarios y colecciones de palabras anteriores a la obra de Lupis Valentiano. Así cerca de 1496-99 Arnold von Harff de Colonia en su viaje a través de Croacia registró unas 56 palabras croatas. Este cuerpo de palabras quedó sin publicar hasta 1860, cuando el libro de viajes de Harff fue publicado por fin por E. Groote.[77] Se conservan en manuscrito también dos diccionarios más del siglo XV, uno de los cuales es el diccionario trilingüe árabe-persa-croata.[78]

Todos estos conjuntos de palabras, anteriores a la obra de Vrančić, deben ser reconocidos como los primeros intentos lexicográficos en Croacia y merecen que se les preste una atención constante.

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La obra "L'influence de la langue française en Croatie d'après les mots empruntés" que el año pasado publicó el erudito filólogo croata Branko Franolić en París ha encontrado amplio eco en la prensa francesa.

Así Claude Lorne en Ecrits de Paris (abril 1976), revista mensual de cuestiones actuales, reseña la obra de Franolić y en el mismo extenso artículo bajo el título "Le Café de l'Europe" est mort, vive le snack! reproduce una nota divertida del conocido humorista inglés Auberon Waugh. quien actualmente preside la Sociedad Anglo-Croata de Londres, cuyo secretario es el profesor Branko Franolić. Extraños encuentros de los humanos!

El semanario parisiense Rivarol (6 de mayo de 1976) expresa "que esas relaciones milenarias (franco-croatas) tuvieron que dejar una huella profunda y nadie mejor que el eminente lingüista Branko Franolić para estudiar la influencia (cultural) y (por ende parcialmente política), ejercida sobre la lengua croata y sobre el pueblo croata al que debemos la ... cravata", para terminar, que el prolijo estudio de Franolić nos prueba "pese a cierto folklore que Croacia" —si bien reputada como germanófila y por eso despreciada—culturalmente nos resulta más próxima, incluso más que la Servia "francófila". (Vea S.C., vol. 60-61, pág. 88).


Noticias y comentarios

Los croatas celebraron los 1300 años de su cristianismo y los 1000 años del santuario edificado por su reina Helena

De acuerdo con la noticia registrada en el vol. 58-59 de Studia Croatica, pág. 154 (Micronoticiero), el 8 de octubre de 1975 el Episcopado Croata proclamó el año Mariano en Croacia que terminaría el 8 de septiembre de 1976. La fiesta final se haría en Solin (Salona) donde hace mil años la reina croata Helena construyó el primer santuario dedicado a la Virgen María. En la misma fecha deberían conmemorarse los 1300 años dei Cristianismo en Croacia.

En efecto, después de las múltiples celebraciones durante todo el año realizadas en numerosas santuarios marianos diseminados por tierras croatas en Yugoslavia, el 8 de septiembre ppdo. unas 100.000 personas congregadas alrededor del Episcopado en la mencionada localidad Solin, efectuaron la solemne clausura de dichas dos conmemoraciones de la historia croata. Allí, con los croatas católicos presenciaron también el solemne acto la delegación musulmana croata, encabezada por el Reis-ul-ulema Naim ef. Hadžiabdić y la servia ortodoxa por el obispo Stefan Boca. Hubo también numerosas delegaciones extranjeras. La francesa, conducida por el cardenal y arzobispo de Paris, François Marty, la austriaca, presidida por el Cardenal y el arzobispo de Viena, Franz König; la polaca con su metropolita Gulbinowicz, quien leyó la carta de felicitaciones del cardenal polaco Wyzynsky; la húngara con el Cardenal Lazslo Lekai, luego el obispo de Fátima (Portugal) Alberto Cosmodo Amaral; el cardenal y patriarca de Venecia, arzobispo Luciani y el supremo jefe de la Orden Benedictina, el abad Rember Weakiand. Señalamos especialmente la presencia del obispo Esteban Laszlo de Burgeland, Austria, región central de la minoría croata en aquel país. El anfitrión fue el arzobispo de Split, monseñor Frano Franić, y el Delegado Extraordinario de Su Santidad Paolo VI fue el cardenal Franjo Šeper, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Cada uno de los altos dignatarios eclesiásticos, tanto croatas como extranjeros, se dirigieron a la multitud de unos 100.000 feligreses, destacando de una u otra manera las dos fechas milenarias de la historia croata, desde cuando este pueblo entró en la familia occidental europea permaneciendo fiel a su tradición tanto religiosa cama a la civilización de este signo. Es verdad que, durante 400 años de ocupación turca de Bosnia-Hercegovina, muchos croatas abrazaron el Islam, pero durante todo este largo tiempo, los lazos de sangre, idioma, y muchas costumbres quedaron inmutables en la mayoria católica y la minoría musulmana del pueblo croata. El Reis-ul-ulema ef. Hadiiabdić, a pesar de las circunstancias actuales en que Belgrado prohibe una orientación política croata a los musulmanes, dijo: "Siento una alegría especiar como supremo jefe religioso de los musulmanes en Yugoslavia con poder expresar sinceras felicitaciones a los hermanos croatas católicos...". Por falta de espacio, a continuación reproduciremos sólo la noticia referente a dichas solemnidades, del "L'Osservatore Romano", edición francesa, junto con la Carta-nombramiento Enviado Extraordinario para el Cardenal croata F. Šeper por parte del Papa Paulo VI.

L'Osservatore Romano "sobre la celebración de los 1300 años del cristianismo en Croacia"

"L'Osservatore Romano" vocero semioficial del Vaticano en su edición francesa del 19 de octubre ppdo., ha publicado las siguientes noticias:

"La población croata celebra 1300 años de cristianismo", título de la primera y que transcribimos íntegramente en castellano: "La población croata ha celebrado en el curso de una semana muy laboriosa e intensa de devoción dedicada a la Madre de Dios, Los 1000 años de la existencia del célebre santuario de la Virgen de la Isla —Gospa od Otoka— edificada por la reina Helena.

El Santo Padre se hizo presente por intermedio del Cardenal croata Franjo Šeper, prefecto de la Congregación para la Doctrina de Fe. Se lamentó muchisimo que la Madre Teresa, invitada a esta fiesta no pudo ir por sus obligaciones de carácter caritativo y social. La madre Teresa nació en realidad en la región de Kosovo, de padres albaneses.

La semana se caracterizó por las múltiples celebraciones religiosas y por un gran congreso nacional croata mariano y mariológico con que culminó el "Año Mariano de Croacia", inaugurado el 8 de septiembre de 1975 para recordar loe 1300 años del cristianismo en Croacia. Entre los numerosos grupos de peregrinos organizados para esa oportunidad, hay que señalar especialmente el de unos 500 jóvenes franceses, irlandeses e italianos que visitaron los principales santuarios croatas, dedicados a la Virgen. Esta peregrinación fue organizada por la Unión General de Obras para la Pastorización de la Juventud, cuyo presidente, M. A. Balestrier, había invitado a los jóvenes peregrinos admirar el testimonio de su fidelidad inquebrantable a Dios y a la Iglesia que esa tierra cristiana no deja de dar.

El domingo, 12 de septiembre, con una gran fiesta, presidida por el cardenal Franjo Šeper y en la cual participaron numerosos arzobispos y obispos yugoslavos y extranjeros, fue concluido solemnemente el Año Santo Mariano de Croacia".

Texto del Mensaje del Santo Padre al Cardenal Franjo Šeper

A nuestro venerable Hermano Franjo S.R.E. Cardenal Šeper. Como estamos informados vuestra patria conmemora con devotas celebraciones el milenario de la muerte de la reina Helena de Croacia "madre del reino y protectora de huérfanos y de viudas" y que construyó el primer santuario de Solin (localidad adyacente a Split. Ob. del traduc.) dedicado a la Bienaventurada Virgen María "ab ínsula" —de la Isla—; ella celebra también el trigésimo siglo cumplido de las primeras tratativas que abrieron el sendero al cristianismo. En septiembre próximo se concluirán las solemnes celebraciones que vienen desarrollándose a lo largo de un año entero proclamado "Año Mariano".

Se trata pues, muy evidentemente, menos de conmemorar los sucesos pasados que pertenecen a la historia, que de invocar los hechos que han contribuido al desarrollo de la devoción y dado un elan efectivo, cuya eficiencia beneficia todavía a la vida cristiana actual.

Deseando, pues, contribuir al efecto de la solemne conclusión de dichas conmemoraciones y para que nosotros presenciemos allí de cierta manera, nombramos a Vos, venerable hermano, como nuestro enviado extraordinario, para que presida las mismas.

Esta doble conmemoración hace a las almas felizmente sensibles al vínculo que existe entre la forma generada del bautismo y que inserta a los hombres en el misterio pascual de Cristo y los incorpora en la Iglesia y la piedad hacia la Bienaventurada Virgen María: "lo que está íntimamente ligado a la naturaleza del culto cristiano" (Exort. Apostólica Mariales Cultus. AAS. LXVI., p. 162).

Nos alegramos realmente del hecho que los croatas, durante largos siglos, han dado constantemente el testimonio de una especialísima devoción hacia la Madre de Dios invocada como "Reina de Croacia" y "Protectora de Croacia"; la prueba de todo esto la encontramos en numerosos santuarios dedicados a María en Croacia y en un gran número de peregrinaciones que se practican allí en honor de la Virgen Madre de Dios para implorar sus favores. Nosotros creemos que por igual debemos alabar a aquel pueblo por la indefectible fidelidad de todas sus generaciones para con nuestra Sede Apostólica que administra universalmente la caridad (of. St. Ignace, M., Ad Rom., Praef.; Ed. Funk, I 252).

Que puedan pues, gracias a estas celebraciones, los fieles cristianos de Croacia sentirse como atraídos a ser testimonio ferviente y dignos herederos de la religión católica que les fue transmitida por sus antecesores, sin jamás debilitar los lazos que los unen con los Sucesores de Pedro y con sus Obispos.

Nosotros deseamos calurosamente, por fin, que los frutos espirituales de estas celebraciones sean numerosas y substanciales. Para tal fin, nosotros damos de todo nuestro corazón, venerable Hermano, a Ti, a tus arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas como también a los feligreses quienes, animados por la piedad, emprenden, con motivo de estas celebraciones, la peregrinación al Santuario de Salona, tanto para aquellos de Croacia como aquellos de Yugoslavia, unidos, por la misma fe y el mismo amor, nuestra bendición apostólica, prenda de gracia y de fuerzas celestiales.

Cittá del Vaticano, el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Bienaventurada Virgen Maria, del año 1976, décimo cuarto de nuestro Pontificado.

PAULUS PP.VI

 

"Clarín" y Croacia

"¿Qué dijo al respecto "Clarín" de Buenos Aires?;Nada, absolutamente nada! Los 1.300 años del cristianismo en Croacia ¿qué importancia tiene? Pero sí, el mencionado matutino dedicó un amplio espacio al asunto de la "piratería croata" y agregó un "condimiento" a su gusto "informando" sobre la pretendida y denigrante actividad de prostitución a que se dedicarían exilados croatas en Alemania y Honlanda.

Ofendidos con este tipo de "información" indigno, de un evidente abuso de la libertad de prensa. los integrantes del Instituto Croata Latinoamericano de Cultura, por intermedio de su Comisión Directa enviaron a "Clarín" Ia siguiente nota:

Buenos Aires. 16/9; 76.

Señora Directora de "Clarín":

Es muy interesante el artículo ¿Qué se juega en Yugoslavia? publicado el 14 del corriente mes en "Clarín". Prescindamos del problema de quién es su autor, pues formalmente se trata de EFE. El autor pone acertadamente el dedo en la llaga al señalar el peligro que actualmente amenaza a Yugoslavia, pero comete también gravísimos errores. Es exacta, por ejemplo, su opinión acerca del contraste entre los croatas y los servios como un mal congénito de aquel país, pero el espíritu con que se aborda el problema de Yugoslavia —con todas sus consecuencias tanto reales como posibles, internas igual que externas—denota una tremenda parcialidad a perjuicio de los croatas.

Omitamos también el abominable problema de prostitución y de crímenes "entre malhechores", lo que se atribuye arbitrariamente a los "fascistas croatas" y que desentona profundamente con la gravedad de los problemas a tratar y prestemos la atención justamente a esta calumnia de que los croatas serían fascistas. Tito resultaria aceptable por todos sin mencionar por nada injusticias que está cometiendo su régimen contra el pueblo croata y que conforman un verdadero crimen de genocidio. Incluso, el reciente caso de "los piratas del aire croatas" sería aventura del espíritu fascista croata.

Si dichos "piratas" declaran: "Luchamos para que Croacia sea para todo su pueblo una presencia y una patria amada", exponiendo por este ideal sus vidas de jóvenes al más grave castigo, ¿quién honesto puede hablar del fascismo? Más bien su desesperado acometido remite a la gravedad de la situación del pueblo croata bajo el régimen de Tito. ¡Qué absurdo lo del fascismo: croatas llegaron al corazón de la gran democracia para jugar allí de fascistas! ¡Y todo eso en pro de causa nacional croata!

Después de lamentar la muerte de un policía norteamericano, la carta continúa:

Una cosa más de suma importancia: El autor del mencionado artículo excluye el caso croata del complejo de guerrillas amparado por Moscú, dejándole desubicado y en suspenso. Acertó perfectamente en la primera parte de su opinión y en cuanto a la otra podemos asegurar que se trata de la actitud que tiene por fin conseguir Ia libertad nacional croata de corte genuino occidental.

Señora Directora, le agradeceríamos infinitamente la inserción de estas lineas en su distinguido diario, pues son de interés público y sirven a la verdad. Aprovechamos la oportunidad para saludar a Ud. con nuestra consideración.

Secretario: M. RAKOVAC

Presidente: F. NEVISTIĆ

¿Qué contestó "Clarín"? Nada. ¡Un silencio absoluto! Posiblemente su actitud está de acuerdo con la escala de sus valores. En efecto, leímos en "La Prensa" del 24 del noviembre ppdo. las siguientes ideas de André Malraux: "Distinguí dos lenguajes que oía simultáneamente desde hacía treinta años (...) el lenguaje de lo efímero. Y el de la Verdad, el lenguaje de lo eterno y lo sagrado. El arte no revela que Ios pueblos dependan de lo efímero de sus casas y sus muebles, sino de la Verdad que les tocó crear. Todo arte sagrado se opone a la muerte, porque no adorna su civilización sino que la expresa según su valor supremo".

MUTATIS MUTANDIS, podríamos decir que todo el lenguaje —incluso del periodismo—, debería ser la expresión de su valor supremo. Este lenguaje de "Clarín" —también cuando guarda silencio— resulta evidentemente ser la expresión de un valor efimero —casas, muebles, avisos— y no de un valor supremo de la sagrada Verdad. ¿Tiene actualmente la Humanidad un valor supremo común, un valor indiscutiblemente elevado sobre lo efimero?

 

La Argentina y los "no alineados"

La crónica de una apasionada polémica

La V Conferencia de los "no alineados", efectuada a fines del mes de agosto de este año en Colombo, Sri Lanka, ha promovido una interesantisirna reacción en el periodismo argentino. El diario "Clarín" habla registrado a principios del mes de julio la presencia en nuestro país de Mirko Ostojić, delegado especial de Tito. El mismo difundió el significado de dicha presencia. Promover una acción solidaria del "tercer mundo" en cuanto a la política internacional o interna a seguir en común y preparar los borradores para los documentos que la Conferencia habría de aprobar y difundir a la opinión pública mundial según los planes ideados por los promotores de la Conferencia. Además, el delegado comunista yugoslavo propuso ideas para impulsar, con más ímpetu la colaboración económico-comercial entre la Argentina y aquel país comunista.

Fue "La Prensa" que reaccionó en sus ediciones del 9 y 10 de julio, censurando la política "tercermundista" argentina. La iniciativa al respecto provino de "La Junta por los Ideales de Mayo" que para tal fin habían preparado una Declaración especial. "La nota señala —según «La Prensa»— la inexistencia de derechos huma-nos y nacionales en Yugoslavia..." El mismo distinguido diario volvió a tomar posición en este asunto al dia siguiente -10 de julio de 1976. En su artículo de fondo se decía: "Entre los actos políticos dei gobierno anterior, uno de los que más hondamente ]esicnó la sensibilidad nacional fue el giro dado a la política exterior del pais, contrariando su tradicional coincidencia con los principios de dignidad y libertad propios de la civilización occidental". Refiriéndose a la visita que el delegado de Tito efectuó a la Cancillería argentina y las declaraciones posteriores del mismo sobre la "conciencia" entre los dos países, "La Prensa" comentó: "No es fácil interpretar cuáles pueden ser los «puntos de coincidencia» del gobierno argentino con las eventuales declaraciones que se produzcan en Sri Lanka. El enviado que nos visita, cualquiera sea la posición de autonomía frente a la Unión Soviética asumida por su país, es un representante de la doctrina política marxista-leninista. De ahí la dificultad de imaginar las ccoincidencias», en el plano multilateral, con la República Argentina". El intrépido defensor de la libertad humana y nacional, "La Prensa", concluyó su comentario: "La situación, interna y externa, exige inequívoca claridad cuando se adoptan posiciones fundamentales. El presente estado del mundo pone en claro el error de no haber adoptado oportunamente la determinacional de oponerse a las desviaciones reclamadas por la audacia imperialista. Asistimos ahora a una reacción general contra ese sentido. Esta es la hora menos indicada para ratificar decisiones tan ineptas como la que condujo a mirar con buenos ojos la maliciosa farsa del «tercermundismo». Debemos salir alguna vez de la contradictoria desubicación en que seguimos debatiéndonos sin objeto".

Otro gran diario argentino, "La Nación", en su edición del 11 de julio, reprobó decididamente la política argentina tercermundista y de los "no alineados" para volver a imprimir en su edición del 12 del mismo mes la SOLICITADA de "LA JUNTA POR LOS IDEALES DE MAYO" en su totalidad y que reproduciremos íntegramente a continuación:

SOLICITADA

A la opinión pública

La JUNTA POR LOS IDEALES DE MAYO se dirige a la opinión pública para su conocimiento que mientras el Mariscal Tito de Yugoslavia en la conferencia "cumbre" del comunismo internacional en Berlín, forjaba con Brezhnev una nueva estrategia para llevar al poder el comunismo en los países donde dicho sistema de esclavitud no se ha impuesto todavia, un delegado especial de su gobierno visitaba a nuestro país.

¿Con qué fin?

Supuestamente el de hacer preparativos para otra conferencia "cumbre" de los no alineados, que se efectuaría en agosto próximo en Colombo, Sri Lanka. Según dicho delegado de Tito, un tal Mirko Ostojić, tres son los documentos que desde allí deberían ser difundidos por el mundo y que engendrarían una solución salvadora para la humanidad entera. Son los siguientes:

1 — Una Declaración política en la que se fijarían los principios comunes, inspirados de una política planeada tanto nacional como internacional de los no alineados.

2 — Un programa de acción, determinando la estrategia y la táctica comunes, y

3 — Un mensaje a todo el mundo señalado cómo fomentar y realizar la paz internacional.

El delegado de Tito visitó también a nuestro canciller, oportunidad en que sugirió uniformar los criterios en el sentido arriba mencionado y expresó el deseo de su. gobierno de incrementar la colaboración económico-comercial entre nuestro país y la Yugoslavia comunista. En consecuencia

Preguntamos públicamente

¿Son compatibles los principios de la historia, la cultura, la civilización y la política actual argentina con los de la mayoría de los no Alineados, cuyo patrocinio se atribuye a sí mismo el Mariscal Tito?

¿ No fue la colaboración estrecha económico-comercial de Tito eon la hermana República de Chile la que contribuyó a la instalación allí subrepticiamente, de un régimen comunista-totalitario que hizo necesaria la intervención militar? ¿No fue el equipo de "expertos y consejeros" de Tito, encabezados por Branko Horvat, el precursor del régimen peligrosamente izquierdizante en Perú? ¿No fueron los mismos "expertos" de Tito los que infiltraron en nuestro país la fracasada autogestión comunista de Tito, amenazando con la paralización casi total de nuestra economía y la comunización de nuestra sociedad? ¿No fue ésta la principal causa de la inevitable intervención de la FF.AA.? ¿ Pertenece realmente la R. Argentina al Tercer Mundo?

Los derechos humanos y nacionales en Yugoslavia no existen. La opresión de la clase obrera ha obligado a un millón de obreros a buscar trabajo en los países de Europa Occidental, mientras otros 500.000 están sin trabajo en el país líder de los "no alineados" (léase servidores conscientes del comunismo internacional, bajo uno de sus tantos disfraces).

Los sindicatos, en esencia los defensores naturales de los intereses de su afiliados, no son más que uno de los tantos tentáculos del partido comunista gobernante para mantenerse en el poder.

¿Por qué hay en Yugoslavia más de 8.000 personas en prisión por desear la independencia de su patria?

¿ Fueron necesarios los asesinatos de cientos de miles de personas para que Tito pudiera establecer su dictadura marxista en un país al que ahora llama no alineado?

¿ Pueden no ser execrados, acaso las matanzas de inocentes en Munich durante las últimas olimpiadas, las bombas plantadas por doquier, los secuestros de aviones y asesinatos de rehenes cometidos por "no alineados" de los cuales Tito es socio y pretende ser líder?

La República Argentina no tiene nada que ver con este mundo "no alineado" que encabeza el comunismo yugoslavo. Sus delegados, lobos disfrazados de ovejas, deben tomar el camino de regreso. Su régimen injusto, opresor, totalitario, hegemónico, que niega los básicos sentimientos humanitarios, destruye al individuo, a la familia, ataca a los credos, pisotea las nacionalidades, ¿qué ejemplo de bien pude dar a los demás?

La paz que nos promete el comunismo, el de Moscú, o el "no alineado" de Tito es la paz que degrada la dignidad humana.

Las ideas y métodos comunistas, o de su quinta columna los "no alineados", son totalmente opuestas a nuestro ser nacional.

La Argentina nunca ha sido, no es y no será jamás parte de este plan del comunismo internacional para esclavizar a la humanidad.

ALEJANDRO DUSSAUT Presidente

ERNESTO SAMMARTINO Vocal

NORBERTO FANO Vocal

BORIS VAINSTEIN Vocal

JOSE ANTONIO ABUIN Vocal

HECTOR VARELA Secretario

OSCAR LOMAZZI Vocal

JOSE F. SIVORI Vocal

JOSE GREGORIO PAZ Vocal

MANUEL SUSSINI Vocal

GREGORIO TOPOLEVSKY Vocal

El diario "La Razón" de gran difusión en el país el 14 de julio de 1976 imprimió a su vez dicha Declaración en su totalidad y en una forma periodísticamente espectacular con un previo comentario en la edición de la fecha anterior.

El "Clarín", evidentemente tocado por sus colegas periodísticos, publicó en la edición del 20 de julio de 1976 un artículo titulado: Motivos por los que nuestro país irá a la reunión de no alineados. Después de hacer formulado algunos juicios infundados a favor de la politica "moderadora de Tito", "Clarín agrega: "Fuentes diplomáticas consultadas por "Clarín" revelaron que nuestro país no va a Colombo a servir de cortejo de ningún sistema reñido con nuestras tradiciones. Su presencia obedece al propósito de no prescindir de la oportunidad de hacer escuchar en este foro —como en cualquier otro cónclave similar— los argumentos que fundan dos de sus más caras aspiraciones: la reivindicación de la soberania nacional en las Malvinas y el apoyo a nuestra tesis del régimen de consulta sobre los recursos naturales compartidos", subrayando el apoyo que en tal sentido brindó y brindará "el raquete may -agio de votos en Ias Naciones Unidas".

Bien lo dice "Clarín" poniendo énfasis sobre la independiente política argentina, su cauteloso proceder y su pragmetismo, pero no hay que olvidar que aquel "paquete de votos mayoritarios" conocen bien el principie: Do ut des y que ya están dando a nuestro pais su preciosa contribución en una guerrilla implacable, cuyo último objetivo es la destrucción de le "soberania y sus propias definiciones", que "Clarín" ('estaca come campos inaccesibics a la acción subversiva de los "no alineados" y de los "tercermundistas".

Pero la polémica no tirminó aqui. "La Nación" del 24 de agosto ppdo. dedicó su articulo de fondo al mismo asunto, donde certeramente dijo: "La asistencia de una delegación argentina nc tiene explicación valedera ante lo previsible del ritmo que ha tomado la acción de los NO ALINEADOS. No son suficientes, en efecto, ciertas manifestaciones —por otra parte bastante anodinas— respecto de nuestros derechos sobre la Malvinas. como justificación del viaje. En todo caso, al haber expresado la mayoría de los representantes a la conferencia su solidaridad con los terrorismos de diverso orden que asuelan el mundo, nuestra delegación debió retirarse. Luchar en e] orden interno contra la acción nihilista y participar en una reunión internacional donde se la ensalza, es una contradicción demasiado manifiesta (...) Reconociendo la existencia de diferentes presiones sobre los que no tienen recursos "para alcanzar la posibilidad de subsistencia decorosa", "La Nación" concluye, "El comportamiento de la mayor parte de los Estados adheridos a dicho nucleamiertto y las posiciones políticas que los mismos adoptan frente a las cuestiones ásperas mundiales, los ubican en una absoluta táctica de filiación leninista-marxista. Contra la Unión Soviética no se habla ni se emiten declaraciones de repudio. Cuanto más, se pasa en silencio. Esto no es ni puede y ni debe ser la opinión de los Paises No Alineados, si lo fueran en realidad así".

"La Prensa" del 1° de setiembre de 1976, bajo el título de su artículo de fondo: "La comedia de los (no alineados), vuelve a criticar la presencia argentina en Colombo, destacando el hecho de que los (no alineados» en sus resoluciones atacan al mundo occidental y sus simpatizantes — pidiendo, incluso, que Israel abandone las Naciones Unidas. Una pálida amonestación a Rusia para que sus buques abanóonen al Océano Indico es todo lo que se dijo para encubrir sus sentimientos pro-soviéticos. Rusia a su vez, para que la farsa fuese completa, no participó en la Conferencia. por tratarse "de una reunión de países no alineados". Luego "La Prensa" añade: "Tiene escasa o ninguna importancia que los «no alineados» nos hayan halagado con una declaración contra la presencia inglesa en las Malvinas, cuando lo que en verdad nos hubiese interesado, en este momento especial de la vida argentina, era una resolución unánime contra la guerrilla y el terrorismo. En cambio, esos métodos de la "lucha por la liberación de los pueblos" gozaron en la reunión del Colombo de encendidos elogios y fueron objeto de cálidas manifestaciones de aprobación. No podia ser menos, tratándose de una reunión destinada a encubar, mediante reclamos contra (explotación de los paises industrializados), la adhesión a la línea estratégica de Moscú y a los movimientos subversivos que la alientan y sostienen".

"La Prensa" termina: "Si no existiese otra razón que la nacida de la certidumbre de que esos de «no alineados» no pasa de ser una fábula burda, ella seria suficiente para descartar desde ahora la publicidad de insistir en actos de presencia que nos confunden ante el mundo y que en cualquier circunstancia más grave podría llegar a descalificarnos".

***

Nos llena de una gran satisfacción el hecho de que esta "estridente polémica" (Clarín) fue generada por la presencia en la República Argentina del agente y delegado especial de Tito, conductor de los «no alineados» y los «tercermundistas», suelen enzalsarlo sus propios medios de propaganda y, lamentablemente, unos periódicos de renombre del propio mundo occidental. Todo cuanto se dijo en esa oportunidad corre también, y en primer término, por cuenta de ese «carismático líder» sin que se mencionara su nombre.

Por nuestra cuenta croata podemos dirigirle la pregunta al mariscal: Si tantos elogios se otorgaron al terrorismo y a la guerrilla ¿por qué Ud., o mariscal, procedes con tanto implacable rigor y bestialidad contra los croatas, incluso cuando su policia secreta descubrió que habían soñado solamente de una acción directa y a todas luces justificada, contra tu régimen de opresión? — ¿ Por qué los crímenes de tus agentes en Alemania Occidental se los estás atribuyendo a los croatas y, so pretexto de sus supuestos crímenes con otras tantas artimañas tejidas diplomáticamente, consiguiste la prohibición oficial para la existencia misma de dos organizaciones croatas en aquel país? — ¿Quién mató al líder croata Mikulić en Suecia? — ¿Quién a tu propio cónsul Zdovec? — Su "poeta y docente" Krakar, desaparecido precipitadamente de Alemania y su agente Bukara, de acuerdo con la opinión del periodismo libre europeo, saben mucho de esto y de que todos los hilos llevan a su escondite en Belgrado.

Las cosas son muy claras y se ponen cada vez más claras. Los pueblos amantes de la paz y la libertad se dan cuenta también cada vez más de que la lucha "por la liberación nacional de los pueblos" que propicia el "líder" de los "no alineados", no es otra cosa que el servicio a los planes de subyugación del mundo soviético. Por eso el pueblo croata, con los demás pueblos no servios en Yugoslavia, sienten que no están solos y que el derecho de autodeterminación de los pueblos tan descaradamente conculcado en el país de Tito, tiene mucha más actualidad que en cualquier otro país por cuya "liberación" se inquieta el "mariscal" Tito.

(S.C.)

 

La tragedia de Bleiburg y los no alineados

por Alejandro Dussaut

En el mes de agosto ppdo. fue convocada la conferencia "cumbre" de los no alineados o del tercer mundo, en Colombo, Sri Lanka. La reunión fue inaugurada bajo el liderazgo de José Broz (Tito), dictador de la Yugoslavia comunista que pretende hacer creer que es un país neutral y agruparlo entre no alineados. Con tal motivo parece oportuno reactualizar la figura del conductor a través del más significativo de su despiadada actuación que hace a su vesánica imagen, y me refiera a la Tragedia de Bleiburg.

La invasión de Croacia por parte de las tropas comunistas se realizó sembrando el terror y liquidando todo aquel que, con algún significado, se supnía opositor a sus siniestros planes, hasta lo que se dio en llamar La Tragedia de Bleiburg o Superkatyn Croata.

Al finalizar la segunda guerra mundial un contingente de 150.000 soldados croatas atraviesa la frontera de Austria en las proximidades de la ciudad de Bleiburg, que las autoridades británicas, el 15 de mayo de 1945 rechazan y repatrian, entregando el grueso de este ejército a los comunistas de Tito, que fue masacrado con numerosos políticos fugitivos, intelectuales, campesinos, no deteniéndose ante mujeres y niños. Episodios macabros a través de la "marcha de la muerte o de la expiación o del hambre o de la propaganda" que escribió triste páginas para la historia.

Así debuta Tito con el sojuzgamiento del noble pueblo croata, cuya despiadada actuación caracteriza su dominio, sofocando con sangre todo intento de esa anhelada liberación que vienen alimentando desde hace tres décadas. Pretendiendo hoy Tito constituirse en paladín de las reinvindicaciones de los países pobres frente a los poderosos que, en definitiva logró un conjunto heterogéneo, pretendidamente equidistante del capitalismo y del comunismo, muchos de ellos en abierta militancia con este último, bastaria citar a Yugoslavia misma y a Cuba que jamás desmintió su posición y muchas de las ex colonias afroasiáticas que integran el grupo de no alineados.

Lamentablemente la Argentina lo integra por razones públicamente explicadas, pero que no conforman con el sentir de una gran mayoria de nuestra opinión publica.

El mismo dictador yugoslavo que pretendió hacer creer que se liberaba de la tutela de Rusia para formar su propio block, piloteado y maniobrado coro dica Ravines "por el principal ideólogo del comunismo al estilo titoísta, Edward Kardelj", cuyo primer intento en 1961 subyuga y logra la cooperación de Nehru de la India, de Nasser de Egipto y de Sukarno de Indonesia, balandronada que fracasó ante la distansión de las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Pero Kardelj vuelve sobre la carga y a partir de 1961 en que tiene lugar la primera sesión preparatoria en Belgrado, el número de miembros va aumentando hasta lograr la asistencia de 76 países con la presencia de 50 jefes de estado a la IV conferencia de Argel en 1973. Enfermo éste lo substituye personalmente el dictador Tito.

No obstante todo esto, la propaganda a favor de dicha conferencia y de sus objetivos fue ampliamente difundida también en nuestro país. Además, nos había visitado un delegado especial de Tito, que mantuvo prolongada conferencia con el ministro de relaciones exteriores y hasta realizó una conferencia de prensa que mereció muchos comentarios adversos, pues con fundadas razones, la visita de este delegado, Mirko Ostojić, estaba intimamente relacionada con los preparativos y los propósitos de aquel evento.

LA PRENSA del 28 de mayo del corriente año se ocupa en editorial titulado "Política Exterior y Tercer Mundo" y entre otras cosas dice "debe ponerse especial cuidado en no facilitar que se nos confunda en medio de los manejos equivicos de la vanguardia izquierdista y subversiva que sigue distinguiendo el juego de ciertas cancillerias continentales". Preguntándonos nosotros si se puede confiar en este otro paternalista que en Yugoslavia hay más de 8.000 personas en prisión por aspirar a ia independencia de su pais, donde la opresión de la clase obrera ha obligado a un millón de los mismos a buscar trabajo en los países vecinos del mundo occidental y alrrededor de 500.000, en este país "rector" está sin trabajo.

Nada parece explicar la presencia de la Argentina en el grupo de los equivocos paises no alineados; nos debemos al mundo occidental con compromisos reciprocos e indisolublemente unidos por un sistema de vida que no admite transferencias, no nos debemos prestar a equívocos, menos aún tutelados por un responsable que aún está esperando su tribunal de Nuremberg.

La experiencia de más de medio siglo nos obliga a adoptar posiciones claras y absolutas, no nos podemos llamar a engaño; Mussolini hizo creer a muchos que el fascismo podía ser una aspiración, y Lenin aferrado a la teoría de Marx no logró que en Rusia siquiera se intentara materializar algunos de sus principios; ambos como todos los totalitarismos tienen de común el régimen policial que los caracteriza, pero la evolución de la sociedad les ha hecho comprender a los líderes que hoy es necesario presentar a los pueblos platos más apetitosos y mejor condimentados.

 


Documentos

Sobre el avión secuestrado - documentos

Estos son los textos de los dos documentos arrojados desde avión norteamericano desviado por cuatro jóvenes croatas y una joven norteamericana el 10/IX/1976:

"DECLARACION DEL CUARTEL GENERAL DE LAS FUERZAS CROATAS DE LA LIBERACION NACIONAL"

"La autodeterminación nacional es un derecho básico del hombre, universal y fundamental, reconocido por todos los miembros de las Naciones Unidas, derecho que no puede ser negado o retenido a ninguna nación prescindiendo de su extensión territorial o el número de sus habitantes. Unicamente los habitantes de un territorio históricamente determinado y limitado pueden, objetiva y competentemente, trazar su futuro rumbo y su propio destino. Cualquier fuerza que se imponga contra los deseos de una nación puede calificarse únicamente como ocupación y, como se reconoce universalmente, la ocupación se mantiene exclusivamente por fu fuerza bruta.

Este derecho universal, natural y humano es denegado por muchas naciones, incluso por los miembros de las Naciones Unidas, o con mayor propiedad, por los Países Unidos, comprometidos por su firma a apoyar y acatar el principio de la autodeterminación nacional.

En la terminología geopolítica actual y, en la realidad, lo que esta terminología representa, el nombre Croacia suena extraño, incluso inquietante. Rodeado de mitos, mentiras, errores del pasado, este nombre fue empujado a un olvido intencional o violentamente denegado. En consecuencia hoy, pese a su hasta hace poco ininterrumpida existencia durante trece siglos y la continuidad legítima como Estado, el Estado de Croacia sorprende a uno como si fuera leyenda, una ficción o fantasía. Paralelamente con esta intimidatoria ignorancia o silencio en el mundo, nuevos pueblos aparecieron en el escenario de la historia contemporánea y nuevos Estados fueron establecidos. En lugares lejanos, de donde nuestros periodistas y científicos escribieron acerca de las tribus extrañas y salvajes, surgieron nuevas naciones, culturas nativas brotaron de una nada virtual. La independencia de estas nuevas naciones fue arrebatada por la fuerza y establecida a través de la lucha de liberación. El despertar de la conciencia nacional, generalmente, ha sido un hondo proceso espiritual, y la batalla por la libertad que es la continuación natural de este proceso, tiene sus raíces en un principio moral fundamental.

Los pueblos pequeños saben que son pequeños, pero se levantan contra las consecuencias injustas de esta realidad: contra el desconocimiento de su importancia y contra la fuerza con que se les dicta su destino. Las naciones pequeñas afirman su independencia nacional mediante la Iucha por la libertad, incluso con secuestros, bombas y asesinatos. La necesidad de conquistar la libertad resulta más justa que la legalidad que predican las naciones poderosas, apoyando su argumentos con la fuerza despiadada y las arman asesinan.

La realidad da la liberación nacional, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, se expresó mediante acciones adecuadas en todas las partes. La nación croata, que es una de las más viejas en Europa, no puede ni quiere, que por más tiempo se suprima su existencia ni puede eludir su responsabilidad en el mundo contemporáneo, meramente para preservar una" incierta "paz" imperialista. Por lo tanto, todos los prejuicios y todos los exclusivismos, ajustando las cuentas con los errores e incomprensiones del pasado, conscientes del hecho de que no hay otro valor más sagrado que la libertad y la fe en su propio país, la nación croata inicia una vez más su lucha por la libertad, recalcando las siguientes razones para su activo renacimiento:

—Después de más de tres siglos de continuidad como un Estado legítimo, la soberanía estatal croata fue abolida. A través del nuevo Estado de Yugoslavia, artificial e impuesto, la nación croata fue sometida a la dictadura fascista monárquica de los reyes servios. Al terminar la Segunda Guerra Mundial un genocidio sin igual y sin precedente, fue perpetrado contra la nación croata con el pretexto de "la fraternidad y unidad" y en nombre del yugoslavismo integracionista y de un internacionalismo lóbrego e inhumano de calibre Hitler-Stalin. El terror de la ocupación servia aflojó en 1966 para recrudecer en 1971 con aspectos cada vez más brutales.

—Los croatas están oprimidos, humillados e insultados debico a su orgullo y dignidad nacional. Ni en sus hogares ni en su patria tienen derecho alguno, más bien se ven acosados por onerosas y sin igual obligaciones. Belgrado dispone de los bienes morales y materiales croatas según su arbitrio. A través de impuestos y pesados gravámenes, los croatas deben soportar un régimen del cual son víctimas.

—A parte de las obligaciones morales e históricas impuestas, ni un país rico y poderoso respeta la recomendación del Comité General de las Naciones Unidas para separar el 05,5/8 de su ingreso nacional para utilizarlo en los países subdesarrollados. Desde 1945 y hasta hoy, el 85,8% del ingreso nacional croata viene siendo extraído. Según la evaluación de ias autoridades de las Naciones Unidas, en cada nación donde el 45,8% de su ingreso nacional es sacado sistemáticamente, peligra seriamente el crecimiento biológico y cultural de esa nación.

—Por la mera fuerza aplicada dentro de las fronteras de Yugoslavia, y mediante el apoyo material, militar y de servicios de inteligencia que le prestan Oriente y Occidente, pueblos heterogéneos tienen que convivir en forma contradictoria, forzados a una unión, dominada por los servicios, donde las mentalidades, culturas y sistemas son antagónicos. Habiendo ya vivido durante siglos una vida cistinta dentre de conjuntos culturales de Estados totalmente disímiles esas naciones han formulado sus conceptos particulares acerca del mundo. Si bien pueden utilizar el mismo diccionario, el origen y la base de su expresión intelectual, torna incomprensibles estas ideas a otros pueblos que con ellos conviven.

— El estado mayor íntegro de las fuerzas militares yugoslavas destacadas dentro del territorio nacional croata, se compone de los integrantes del pueblo servio. Los servios constituyen la amplia mayoría de las fuerzas policiales en Croacia. Los servios también ocupan posiciones claves en los cuerpos judiciales, administrativos y partidarios, como en la economía. Los croatas que trabajan en estos organismos generalmente carecen de poder, potencia o influencia. Esta situación contranatural e inhumana es mantenida por la fuerza y está oculta en un lema: La Unidad del Pueblo. En este lema, continuamente repetido, nadie cree, ni tampoco los ocupantes ni los pocos quislings, a fuer cuan bajo han caido en sus crimenes y traición.

— Los croatas no participan en decisión alguna; estas decisiones se les comunican "post factum".

— Hoy, cuando se desarrollan los dialectos, de las hace poco tribus salvajes, en idiomas modernos, la gramática y la ortografía croata, preservadas en un monumento que se remonta al año 1100, escrito en letras y la lengua croatas, están prohibidas, y quemadas. Un ataque frenético, sin paralelo de tiempo ni de lugar, se lleva a cabo contra la lengua croata, teniendo en cuenta que el idioma, entre otros valores, es el centro de la instrucción moral que explica la dignidad y la libertad; la energía que resiste las maniobras del destino de uno y de los logros de uno.

— El llevar el escudo croata, que fuera esculpido en un monumento de piedra croata en el siglo IX, equivale a una mala acción.

— El cantar las viejas canciones patrióticas croatas, incluso sentimentales, es considerada como un acto conspirativo y terrorista, dirigido contra la fraternidad de las naciones yugoslavas.

— El crecimiento natural de la población croata se reduce sistemáticamente con premeditación. Simultáneamente, la parte más vital de la población croata se ve obligada a emigrar debido a la explotación económica, la presión política y el terror policial. Mediante esta nueva forma de genocidio se viene cometiendo un exterminio sostenida e intencional del pueblo croata.

— En todas las escuelas croatas, los textos escolares resultan ser el epítome de la reseña histórica y política servia, una expresión auténtica de espíritu servio tal como se revela en el poema de Petar Petrovic Njegos donde exalta y ataba el genocidio cometido contra la población musulmana, que siempre fue parte integrante del pueblo croata.

— En nombre de la fraternidad, unidad y el socialismo, estalla el Látigo sobre la cabeza de la Croacia sufriente. La permanente colonización del ser nacional croata se ejecuta mediante los comprobados métodos fascista-stalinistas. Según las estadísticas de Amnesty International, la organización mundial más renombrada que se ocupa de los prisioneros políticos, en Yugoslavia o con mayor precisión en Croacia y en Kosmet albanés, hay más prisioneros políticos que en cualquier otro país del Este europeo, excluyendo la Unión Soviética, cuya población alcanza a 250 mil:ones. Estos datos fueron conformados en una entrevista televisiva por el dictador yugoslavo José Broz, Tito, en ocasión de su visita oficial a Suecia este año. Hay sentencias a trabajos forzados que se extienden hasta 20 años y con frecuencia luego se transforman en sentencias a la pena capital. Las formas sofisticadas, diversas y sangrientas de tortura son los medios habituales con los que se aterroriza a los prisioneros y se les saca las confesiones deseadas. Cuando se hace necesario, los arrestados son asesinados lisa y llanamente.

La limitación de la libertad en nombre de los fines sociales profesados es un realidad diaria. El desacuerdo y el criticismo es el privilegio que las potencias ocupantes reservan exclusivamente para sí mismas. Este monstruoso estado de cosas se mantiene y prosigue mediante los fallos judiciales, el autocriticismo y las liquidaciones y, con mucha frecuencia, mediante la ayuda militar y política de los países occidentales democráticos.

— Debe subrayarse asimismo que desde la creación en 1918 en Versalles de la Yugoslavia imperialista, los croatas fueron y siguen siendo elementos indeseables en el servicio diplomático yugoslavo. Como ilustración, veamos la composición nacional de la embajada yugoslava en Washington, donde está destacada la delegación yugoslava más numerosa en el mundo.

— De los doce embajadores yugoslavos acreditados desde 1970 ocho fueron servios, dos eslovenos, uno judío, uno montenegrino y ninguno croata. De los 19 empleados en la embajada de Washington 15 son servios, uno montenegrino, uno sin nacionalidad y dos croatas. (Sr. Ivan Perich y Srta. Mira Blažić, camarera de la mujer del embajador). No es casual la selección de mucamas para las mujeres de los embajadores entre los miembros de la ocupada nación croata. Este hecho esclarece muchas cosas.

Todo lo que hacemos es cuestión de deber, cuestión de una responsabilidad activa, cuestión de haber un llamado a las Naciones Unidas y perseverar en nuestra lucha por la libertad y la independencia nacional. Nosotros planteamos el problema de Croacia como un problema de la libertad. El mundo no nuede vivir en paz si al pueblo croata) se le niega los derechos reconocidos por todos los pueblos y todas las naciones. Croacia resulta indispensable en el mundo actual mientras que Yugoslavia como Estado no tiene derecho a existir por las razones que siguen:

— Todos los grandes imperios y las formaciones estatales multinacionales tarde o temprano fracasaron en sus esfuerzos integracionistas sin importar las ideologias o las misiones universales que perpetuaban o predicaban, sencillamente porque no ofrecían ningún tipo cultural u otro de hipótesis, para una evolución armoniosa de las naciones que ocuparon o mantenían con la fuerza de las armas. Hasta los tiempos presentes la historia no registra un solo ejemplo donde un ente estatal multinacional haya solucionado con éxito y en forma continua el quemante problema histórico, es decir el reconocimiento de la independencia y la soberanía individual de todas las naciones.

— La moral histórica de todos los imperios multinacionales hasta el presente es: el despotismo fracasa, pero nunca se rectifica. Ningún cambio democrático es posible en Yugoslavia, ni tampoco estos cambios eventuales podrían mantenerse. Yugoslavia puede seguir existiendo, por cierto tiempo únicamente, como el Estado policial, basado en la dominación servia y la coerción fascista - stalinista.

— No se puede defender a Yugoslavia con ningún criterio legal o social-filosófico, generalmente reconocido. Aparte del hecho de que en Yugoslavia se está perpetrando un constante genocidio contra los croatas, la población albanesa se siente amenazada biológicamente. Belgrado mantiene bajo su ocupación, una extensa porción del territorio nacional albanés en el cual, habita la mitad del pueblo albanés. Las fuerzas de ocupación servias también mandan en una porción del territorio nacional búlgaro y húngaro.

— En cuanto a su población, su capacidad educacional y tecnológica, el pueblo servio es inepto para subordinar a sectores de otras naciones dentro de Yugoslavia. También el pueblo servio se está volviendo más y más descontento y opositor a la política imperialista de su camarilla gobernante. Servir como policía en un país extranjero no es un honor. La mayoria del pueblo servio sabe que quienes no respetan derechos ajenos por último pierden sus propios derechos; pues no hay libertad para quienes despojan de ella a otros. En consecuencia, el pueblo croata no se opone al pueblo servio o a su libertad; se opone a la brutalidad totalitaria e imperialista del granservismo, que embozado en la bandera de una libertad aparente e imperialismo falaz, niega a Croacia su derecho a una existencia independiente y a la libertad.

— Todos los albaneses, prescindiendo de su credo político, desean y apoyan la consolidación de su patria Albania. En Yugoslavia están amenazados no sólo politicamente sino biológicamente. En la Yugoslavia multinacional los abaneses por su número ocupan el cuarto lugar y debido a la alta tasa de natalidad muy pronto ocuparán el tercer lugar.

— En caso de una agresión foránea contra Yugoslavia ni un centenar de croatas se encontrarán para combatir y morir voluntariamente por Yugoslavia.

— Como la historia de Yugoslavia hasta hoy muestra claramente y, como lo revela el número de loo prisionerso políticos en los campos de trabajos forzados, Yugoslavia es material y espiritualmente la gran fuente del terrorismo en Europa.

— Croacia, en contraste con sus vecinos rapaces del Este y Oeste, nunca exteriorizó ningún tipo de tendencia imperialista, ni incluso cuando al comienzo del siglo X el número de habitantes y la fuerza militar de Croacia igualaban a las de Inglaterra de esa época. Entonces, y en los tiempos de su mayor infortunio, Croacia reafirmó su existencia en el terreno cultural.

Croacia hizo una contribución significativa a la formación de la civilización contemporánea. Ya en el siglo XVIII tres croatas fueron designados miembros de la Academia Francesa: Anselmo Banduri, bizantólogo, anticuario y numismatólogo, Lujo Nicolić, astrónomo y Rodjer Bosković, matemático, astrónomo y filósofo. Desde mediados del siglo XV hasta mediados del XVII diez musulmanes croatas ocuparon los cargos más responsabels en la administración, ejército y el servicio exterior del imperio turco, teniendo así una influencia distintiva y poderosa en la formación de la civilización islámica y su universalidad.

Croacia es la única nación europea que entre sus ciudadanos cuenta con un considerable número de creyentes islámicos y por ello sirve de puente más natural y apropiado entre el mundo oriental bizantina y los Estados europeos no islámicos.

— Pese a centenares de batallas con los ocupantes foráneos y la propaganda sin igual del yugoslavismo; el pueblo croata ha lograda retener el 80% de su población en su territorio histórico y cuando regresen millones de emigrados croatas este porcentaje aumentará. El pueblo croata no es grande pero adquirió un significativo lugar entre las naciones libres, soberanas y unidas del mundo, gracias a su participación en la formación y la creación de la civitzación contemporáneo, al número de sus habitantes y a su ubicación geográfiea. Del total de 33 Estados europeos, 16 son más pequeños por el número de sus habitantes que Croacia y 18 disponen de menor extensión geográfica. En Asia, 22 Estados tienen menor población, en Africa 35, en Sudamérica 11, en Norteamérica 2 y hasta en Oceanía 2.

— Dispersas por todos los continentes, establecidos virtualmente en todos los Estados y países, los emigrados croatas, no importa en que parte del mundo se hallan y que puesto ocupan en la sociedad de su residencia, no pueden contar con país alguno que les otorgaría refugio hasta el momento en que Croacia llegue a ser libre y soberana. En consecuencia, y contra sus deseos, llevan la inquietud por todo el mundo. La necesidad de luchar por Croacia surge de la obligación y del deber para con el mundo y de la responsabiidad hacia la patria propia. La nación croata se opone al internacionalimo forzado y el terrorismo estatal, pero apoya los derechos humanos internacionales, la libertad y las responsabilidades.

— La colonización sostenida y radical del territorio nacional croata no se lleva a caco sin secuelas dañinas para el desarrollo económico, la libertad, la vida espiritual, la creatividad de otras naciones en Yugoslavia y los intelectuales servios, detentores del poder, conciben y afirman este punto de vista:

La vida espiritual de los pueblos de Yugoslavia es manejada por los más triviales motivos de poder; el producto nacional se consume apenas producido y la realidad histórica de este país no puede definirse con otra perspectiva sino una acumulación de crisis, conveniente para los que están en el poder, pero muy peligrosa para la cultura, sin la cual no podemos sobrevivir. Tenemos una agricultura atrasada, una industria que no puede competir con las demás, una baja productividad que decae día a día, un bajo y desorganizado nivel de salud, educación que pertenece al siglo XIX, analfabetismo masivo, desempleo, exportación de la mano de obra e importación del capital, rápido enriquecimiento de un reducido número de individuos y empobrecimiento general de las masas populares, hiperproducción de capital, delincuencia, prostitución y corrupción, mentira como medio de comunicación, un sistema falso de información, Eso no es ni el capitalismo ni el socialismo, es una vegetación falaz desde lo más bajo de una forma semibárbara de la civilización europea, propensa a repercusiones más salvajes.

Hemos destacado las razones principales de nuestro descontento con esta unidad estatal impuesta y con la pérdida de la libertad y ahora delinearemos los proyectos fundamentales de nuestra lucha en la que perseveraremos hasta nuestro último aliento y la victoria definitiva, compartiendo las esperanzas y los temores del inundo y aceptando nuestra parte y nuestra responsabilidad en su destino.

Nosotros luchamos por el Estado nacional croata unificado, en el cual la la soberanía croata es indivisible, inalienable y en perpetua evolución. Para las minorías nacionales que viven juntamente con el pueblo croata en una unión y en la misma patria, la soberanía unida, indivisible e inalienable de la nación croata es la base primaria e inviolable de su historia común y la constitución política y legal que, se entiende, otorga su reconocimiento correcto e inevitable y la garantía de igualdad para todos, en derechos y obligaciones, sin distingo de nacionalidad, religión, raza y creencias politicas.

Nosotros presentamos la causa croata como la causa de la libertad, de una nueva forma de cooperación. Croacia, en nuestra concepción, es un Estado de gente libre de una sociedad justa, fuera de todo bloque ideológico, politico, económico o militar como un voluntario punto de encuentro entre Este y Oeste.

Croacia no está para las cosas apuestas en una subasta internacional, sino que juega una parte integral en el destino del mundo, y por lo tanto, nosotros luchamos por Croacia que será, para todo el mundo, una presencia apreciada o una patria amada.

Traducido por B.K. del texto inglés, The New York Times, 12-9-76.

***

Llamado al pueblo americano

El pueblo norteamericano proclamó, en 1776 en la Declaración de la Independencia, que todo pueblo tiene derecho a la autoderterminación nacional, que luego inspiró a los protagonistas de la Revolución Francesa en su formulación de la "Declaración de los derechos humanos", y ha servido, a lo largo de los años. de modelo a muchos otros pueblos que se esforzaron por liberarse de Ias fuerzas colonialistas o imperialistas.

Se puede decir, francamente, que la descolonización mundial empezó cuando las 13 colonias primitivas proclamaron su independencia de Gran Bretaña. Luego Woodrow Wilson perpetuará ese principio rector en la politica norteamericana, dando su apoyo a la autodeterminación nacional de los pueblos en la Conferencia de Paz de Versalles en 1919, posición que EE. UU. de América siguió apoyando y honrando en 1941, en la Carta del Atlántico.

De acuerdo con varios altos funcionarios, esta filosofía sigue en vigor, teóricamente, en la politica norteamericana. Henry Kissinger, secretario de Estado, declaró recientemente, según The New York Times del 28 de abril de 1976, que "no cabe duda de que los Estados Unidos respetan los principios de su Declaración de Independencia. Nosotros respaldamos la autodeterminación".

Estos son los principios gobernantes, incluidos en la Carta de las Naciones Unidas, que proveen la base sobre la que debería fundarse la política de las Naciones Unidas.

Con motivo del 25° aniversario de las Naciones Unidas, esta declaración que detalló y formuló, hasta sus pormenores, el derecho inalienable de la autodeterminación nacional, fue aceptada unánimemente. En principio, el derecho inalienable de los pueblos que exhiben un legítimo título al mismo, es decir la autodeterminación, en caso de ser denegada, se mantiene y defiende, incluso con la resistencia armada, en el caso de ser necesario.

Desgraciadamente, los informes remitidos a todas partes del mundo informando sobre la situación insoportable de la explotación económica, cultural y politica en Croacia fueron ignorados en la mayoría de los casos.

Recientemente, sin embargo, el Departamento de Estado dio su contestación en un caso concreto. La respuesta dice que los Estados Unidos en el futuro apoyarán y respetarán la "integridad y la unidad del Estado de Yugoslavia".

También fuimos informados que Henry Kissinger, Secretario de Estado, había remitido una carta con idéntico contenido a Yugoslavia. Esta carta fue leída en voz alta ante el Presidium yugoslavo, dando a este gobierno artificial un respaldo adicional para continuar con su politica de opresión, que es el epítome del granservismo, totalitarismo, stalinismo y del terror nazista.

Los Estados Unidos apoyan el sometimiento colonialista de los pueblos no servios, dentro de Yugoslavia. Una repugnante paradoja surge cuando se percibe que, en cuanto al principio de autodeterminación, choca la teoría con la práctica.

Tanto los países democráticos como los comunistas, o con mayor precisión sus gobiernos, a menudo justifican el uso de la fuerza contra las naciones pequeñas con la misma terminología, incluso utilizan términos idénticos a los empleados por Hitler, Mussolini y por otros ideólogos y teóricos nazis.

Caesta criticar a muchos políticos norteamericanos y, especialmente, al pueblo norteamericano por el hecho de que su política oficial no revela ni conocimiento ni simpatía en cuanto a los deseos de los pequeños pueblos ocupados. Eso parece claro y comprensible a quienes conocen la historia norte-americana, por cuanto EE. UU. de América en su historia de 200 años, ni una sola vez, experimentó en forma alguna los problemas nacionales, problemas que conocieron Europa y otras partes del mundo y que todavía siguen enfrentando.

Como ilustración, para quienes no están familiarizados con la real situación imperante en Yugoslavia y para que puedan comprenderla, hagamos una analogía instructiva e interesante.

Yugoslavia, que quiere decir Sureslavia, es un producto de la imposición de. las Grandes Potencias que unificaron a las pueblos sureslavos; croatas, servios, eslovenos, macedonios y montenegrinos; por ser algo artificial, sigue el terror y el permanente engaño ideológico y expansionista.

Si la formación de Sureslavia ha solucionado los problemas entre los pueblos sureslavos y creado un "ideal histórico", mediante esta consolidación forzosa, ¿por qué las Grandes Potencias no siguen este brillante ejemplo formando en el Medio Oriente, coma en Sureslavia, la pretendida unión voluntaria entre los sirios, palestinos, judíos, jordanos, libios y egipcios?

Mediante la creación de un Estado unificado, la sección Medio Oriente del Departamento de Estado, podría evitar, entonces, nuevos disturbios en esta área, designaria simplemente a uno de esos pueblos como la fuerza gobernante, como Ios servios en Sureslavia, con suprema autoridad sobre los demás pueblos, y suministraría a ese pueblo elegido, todas las armas necesarias para defender al nuevo estado de toda oposición o para que imponga su voluntad a los demás.

Esta idea burlesca no hallará apoyo alguno de ninguna facción ni de gobierno alguno, pero, sin embargo, un apoyo total a Sureslavia es a menudo más que obvio. Si Sureslavia no es un absurdo criminal y político, entonces un Estado que abarca todo el Medio Oriente lo es menos.

Decidimos emprender esta acción peculiar por muchas razones. Primero, nuestro propósito era presentar un cuadro exacto de la brutal opresión que tiene lugar en Yugoslavia. Cuando un posible alzamiento contra el imperialismo servio empiece, el pueblo norteamericano no permitirá que lo manejen más en cuanto a lo justificado de tal suceso.

Luego, decidimos usar este método para esclarecer la idea de que, de veras, hay valores más nobles que la preservación de Yugoslavia, esta creación sanguinaria, totalitaria e imperialista. ¿Es que la libertad de Croacia es menos importante o necesaria que la libertad de los demás pueblos?

Los croatas intentaron con optimismo, y reiteradas veces, realizar cambios legales en el opresivo clima politico de Yugoslavia. Radich, fundador del Partido Campesino Croata y un pacifista a carta cabal, fue asesinado en el parlamento de Belgrado en 1928. En la primavera de 1971, el Comité Central del Partido Comunista Croata, encabezado por Miko Tripalo y Savka Dapčević-Kučar fueron militarmente despojados del poder por el gobierno de Belgrano, con el total apoyo de Washington y Moscú.

Millares y millares de croatas fueron encarcelados, sin intentar calcular la cifra de los que emigraron como consecuencia de ese acontecimiento.

No abrigamos ilusiones de que el imperialismo servio permitirá, por cuanto el imperialismo por su naturaleza se lo prohibe, la autodeterminación croata; no alentamos ilusión alguna que comprenderá en el futuro, pues falló en el pasado, otro método de resistencia que los que emplea en su ocupación de Croacia y en el mantenimiento de esa ocupación.

La última cuestión que nos viene a la mente es: ¿por qué tomamos un avión norteamericano? Los Estados Unidos sistemáticamente proveyeron al régimen de Belgrado con billones de dólares en ayuda económica y militar como un obsequio, prescindiendo de que Yugoslavia es un Estado multinacional y las armas destinadas a prevenir una invasión de afuera no serán, en caso de desasosiegos internos, usadas contra el agresor extranjero.

Los ocho pueblos no servios, bajo ninguna condición, defenderán, a Yugoslavia contra cualquier invasor, proveniente del Este o del Oeste, sino que más bien aprovecharán la primera oportunidad para lograr su independencia nacional.

Los Estados Unidos, según expresó recientemente el New York Times, prohibe la venta de armas a las naciones que no apoyan los derechos básicos humanos. Este es otro ejemplo llamativo de la discrepancia entre el aspecto teórico y práctico de la política estadounidense.

Este pues, fue el único método posible al que recurrimos para dirigirnos al pueblo norteamericano y protestar contra el envío de cualquier clase de ayuda al imperialista régimen de Belgrado. Tres millones de norteamericanos de ascendencia croata, quienes cumplieron con sus obligaciones como ciudadanos norteamericanos, obligaciones de orden militar, económico y especialmente político, tienen el derecho moral de exigir un cambia radical en la politica norteamericana respecto a la Croacia ocupada.

Reconocemos que todas las fuerzas "amantes de la paz" en el mundo, nos describen como terroristas, criminales y asesinos. Desde los tiempos de César, pasando por Hitler, Stalin, Franco y Salazar, incluyendo también a numerosos gobiernos coloniales y neocoloniales, los combatientes por la liberación nacional fueron siempre tildados con esos términos.

Ultimamente, un diplomático en las Naciones Unidas expresó esta idea, declarando que hoy, sólo una mínima parte de los diplomáticos, nunca fue encarcelada y senteciada por actos terroristas y criminales. Terrorista para uno es patriota para otros, eso depende solamente de los objetivos nacionales y políticos y la conveniencia de cada uno.

La cuestión aquí, evidentemente, no es tratar de definir el "terrorismo", tarea imposible e innecesaria, sino más bien explicar la necesidad fundamental de nuestra decisión extrema y pedir a los demás que juzguen esta decisión con objetividad y sin emoción.

Debemos recordar que los "terroristas" de hoy son los factores políticos del mañana, habiendo participado en la formación de un nuevo Estado independiente. Tal fue el caco de los partidarios de la Declaración de la Independencia después que las colonias americanas fueron liberadas de la subyugación británica. Por ello, el que no tiene éxito sigue siendo "terrorista", pero tras el éxito es solicitado por todos los eobierecA. Con era realidad pendular, que puede cambiar de un día rara otro, toda reacción ética y moral contra los llamados actos "terroristas" es necesariamente irracional.

Acciones ilegales contra un gobierno se verifican en todos los paises, prescindiendo del régimen de gobierno. Sin embargo, donde existe la posibilidad para un cambio constructivo a través de los canales legales, donde existe un foro para la discusión y la aportunidad para hacer público su descontento, la violencia y el terror raras veces se condonan y los grupos que practican la violencia en tales condiciones pocas veces disfrutan del apoyo popular. Por ello, los grupos marginales como SLA, el Frente de Liberación del Nuevo Mundo o la Familia de la Guerrilla Roja puede obtener un éxito publicitario, pero fracasa en reclutar suficientes miembros y en ganarse la simpatía para llevar a cabo sus objetivos.

En los países en los que no hay oportunidad para un cambio democrático,, para la discusión pacífica o la publicación del punto de vista libres, necesariamente, otro método debe emplearse. Sean Mc Bride, ganador del premio Nobel de la paz, expresó bien esa idea:

"Si la opresión llega al genocidio... la gente tiene derecho a contragolpear. Los contructores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo admitieron; en la Declaración subrayaron que a menos que los derechos humanos estén amparados bajo el imperio de la ley, la gente será impulsada a la violencia."

Conscientes del hecho de que la violencia, incluso cuando está justificada, todavía temporariamente evoca miedo y reacción entre ciertos sectores de la población, nosotros usaremos el mínima necesario de la violencia para conseguir nuestras demandas. Como esas demandas son dé muy fácil cumplimiento e implican nada más que esparcir una información verídica, todo se desarrollará sin dificultades y terminará satisfactoriamente. Si se cumple nuestro objetivo, gustosamente aceptamos el castigo que sea y consideramos que nuestras ideas merecen que se sufra por ellas. Si no se cumplen nuestras demandas, se producirán acciones que francamente no podrán achacársenos a nosotros, sino a los que se hallan en la posición de hacer cumplir demandas tan triviales.

Nosotros hemos emprendido esta acción con extrema seriedad, conscientes de todas sus consecuencias posibles y de su efecto trascendente sobre la paz mundial.

Este texto fue publicado en inglés en LOS ANGELES TIMES del 11-9-76 juntamente con las demandas siguientes:

1) Ambos textos deben aparecer integralmente en las ediciones matutinas en los siguientes diarios. New York Times, las tres ediciones, Los Angeles Times, Chicago Tribune, International Herald Tribune y Washington Post.

2) Por los menos la tercera parte de cada texto debe imprimirse en la primera página de la primera sección y el resto en la primera sección.

3) Por un código preestablecido nosotros nos enteramos si estas demandas fueron cumplidas a más tardar mañana. Si no se cumplen, otro artefacto explosivo, colocado en un lugar muy transitado, será activado. En caso de que estos textos se publiquen según las instrucciones, dicho dispositivo será desactivado.

4) La suerte de mucha gente está en juego si se hace cualquier intento para trampear nuestras instrucciones.

Firmado: Combatientes por la Croacia Libre (Traducción: B K.)

Las noticias y comentarios que se refieren a estos documentos y el suceso mismo del secuestro de un avión norteamericano de pasajeros llenarían en su totalidad un volumen especial de Studia Croatica. Hay entre los mismos opiniones favorables y desfavorables. Como siempre, y de acuerdo con las simpatías o antipatías, relacionado con el conocimiento del problema nacional croata o con la falta del mismo, conforme con los intereses de los comentaristas o del órgano en que trabajan y para que trabajan. Por falta de espacio, nosotros reproduciremos en parte dos de dichos comentarios. Uno favorable y otro según lo comprenda el lector.

El renombrado periodista alemán, Carl Gustaf Strohm —buen conocedor de la Yugoslavia de Tito, autor, entre otras publicaciones, del libro "Entre Hruscov y Mao", publicó en "Die Welt" del 16-9-76 (Bonn) el artículo "El Orgullo Nacional Croata Sacude los Fundamentos de Yugoslavia". Reproducimos una parte de este artículo de acuerdo con lo que se publicó en "Nova Hrvatska", Londres, nr. 20-76, pág. 14: "La cuestión croata" reaparece como uno de los problemas más graves de la Yugoslavia comunista al final de la época de Tito. ,Los croatas con sus 4,5 mitones de habitantes son la segunda nación en este orden después de los servios. (Aquí hay que corregir este dato con la estadística oficial yugoslava del año 1971. El señor Strohm con toda razón considera a los musulmanes de Bosnia-Hercegovina como croatas. Agregando pues 1.480.000 musulmanes, a 4 millones y medio de croatas católicos, el número de los croatas en Yugoslavia sube a 5.980.000 por lo menos, sin contar los croatas ortodoxos, tomados por la estadística oficial servia como servios. Efectivamente, según esta estadística oficial, hay 4.920.000 croatas y 1.480.000 musulmanes lo que da el número de 6.000.000 de croatas entre los católicos y los musulmanes). Los servios y los croatas hablan un idioma casi idéntico, pero se diferencian por su origen, por su mentalidad, la tradición y la religión. Los croatas son católicos (con excepción de los musulmanes de Bosnia, que fueron islamizados bajo la dominación turca); los servios pertenecen a la Iglesia ortodoxa oriental, mientras los croatas durante siglos fueron pre-fortificación de Occidente; los servios al contrario vivían en la tradición política y religiosa de Bizancio y fueron súbditos del imperio otomano hasta el siglo 19.

Después de la invasión turca, el resto del Estado croata se convirtió en "antemurale christianitatis". Los croatas fueron "soldados de confines" y del emperador de Viena. Los mismos combatieron en todos los campos de batal',a europeos en defensa de Austria y, cuando en 1843 estalló la revolución en Viena y en Hungría, el ban croata Jelacić con sus tropas salvó la dinastía Habsburgo, lo que motivó que Carl Marx difamase a los croatas llamándolos "pueblo contrarevolucionario".

La esperanza de los croatas de obtener su independencia de los Habsburgos especialmente la separación de Hungría, no se cumplió. A esto hay que agregar que la conciencia nacional croata despertada en el siglo 19 no encontró un objetivo único: una parte de la inteligencia croata se encaminó por el sendero del "yugoslavismo" y propiciaba la unión con los servios, que se habían liberado de los turcos y restablecido su propio principado (más tarde convertido en Reino). La idea yugoslava, incluso el nombre mismo "Yugoslavia" proviene de hombres que, como el obispo croata católico Strossmayer, soñaba con la unión de los servios y los croatas.

Su adversario fue Ante Starčević, fundador del "Partido Croata de Derecho". Starcevié se opuso a los "eslavo-servios". El no veía la salvación de Croacia en Viena y Budapest, pero tampoco en Belgrado. Croacia debía ser independiente y el pueblo croata dueño de su casa propia. También un pequeño país puede vivir feliz y contento. Su pregunta a los croatas del año 1881 tiene una connotación profética: "¿No resulta mejor ser un ciudadano de San Marino que, por ejemplo, de Rusia?

En la dialéctica de la unidad yugoslava y del anhelo croata por la independencia, es decir, entre Strossmayer y Starčević, pasó la historia de los croatas de los 100 años últimos historia tensa y ensombrecida por catástrofes. Una vez más apareció un hombre que intentó reducir a una síntesis dichas tensiones: Esteban Radić, el legendario líder de los campesinos croatas luchó por el derecho al voto y buscó su propio camino entre el capitalismo y el socialismo.

Al desmoronarse en 1918 la Monarquía danubiana, Croacia formó parte del nuevo reino yugoslavo. Pero en esta oportunidad los soldados y burócratas servios se comportaron como vencedores de los croatas. Croacia en el nuevo centralismo de Belgrado perdió también sus modestos derechos de autonomía que tenían en la Monarquía de Habsburgo. En 1928 cayó Esteban Radić como víctima de un atentado en el Parlamento de Belgrado, ejecutado por un tiro de pistola por un político nacionalista servio. Con ese acto se romrpieron los lazos entre Belgrado y Zagreb.

Unos días más tarde después de la muerte de Radić, un hombre joven, precisamente Ante Pavelić fundó al Movimiento Ustasa: una organización nacionalista extrema y revolucionaria. Radić era un demócrata y su partido luchó por los votos de los croatas obteniendo en las elecciones el 80% de los mismos. El grupo Pavelić optó por el terror y la violencia. Los "ustachi" alcanzaron su objetivo en 1941... Ellos empezaron a tomar venganza contra el odiado Balkan con métodos balcánicos. Empezó la guerra de la exterminación recíproca.

Aquí encontraron su oportunidad los comunistas y los partizanos rojos. Tito encontró asi la alternativa bajo el slogan "unidad y fraternidad" en lugar de la guerra fratricida... Pero, los comunistas no pudieron evitar la tentación de vengarse sangrientamente de los ustachi y contra los supuestos ustachi. Este hecho se convirtió en una nueva materia inflamable la que más tarde iba a inflamarse. Realmente, cuando a mediados de la década del 60 empezó la liberalización económica y política de Yugoslavia, los problemas reprimidos reaparecieron en la superficie. Esta vez fueron los comunistas croatas encabezados por Savka Dabčević-Kučar y Mika Tripalo, que exigieron la igualdad de Croacia dentro de la federación yugoslava y acusaron al centralismo de Belgrado. En los años 1970-71 estas corrientes en Croacia tomaban cuerpo cada vez más: estudiantes, intelectuales y casi la totalidad de la población llegaron a un estado del renacimiento nacional. Cuando en 1971 los estudiantes croatas pidieron su propio ejército croata y su representación en la ONU, Tito golpeó y destituyó a los lideres "nacionales-liberales" del Partido comunista croata. Después de la euforia nacional sobrevino otra vez la disciplina comunista, pero nadie sabe por qué sendero se va a encaminar en el futuro el nacionalismo croata".

Esta es la primera opinión que reproducimos.

Y la otra. ¿es también favorable?

Comentando la hazaña de los "piratas" croatas, el periodista nortemericano Harvey Ford, después de relatar y enjuiciar el hecho, acota con cierta simpatía y comprensión para los croatas: "A los croatas no les queda otra cosa que tener la paciencia y esperar una otra conflagración internacional, tratando de hallarse del lado de los vencedores".

¿Quién no ve en estas palabras que el derecho es el derecho del más fuerte? No obstante, Ford manifiesta la simpatía por la lucha y los derechos nacionales croatas a través de un realismo pragmatista norteamericano. Pero, ¿cómo saber quiénes serían los vencedores en una eventual conflagración futura? Si el Derecho es la emanación del más fuerte, el derecho de los más débiles permanece inseguro, cuestionable y azaroso. ¿Son éstos los fundamentos que servirán para el edificio de la comunidad internacional con que está soñando la humanidad?

¡Ojalá nos equivoquemos!

 

Los croatas luchan por su libertad

Guillermo Martinez Marquez

En EL UNIVERSAL, de Caracas, sábado 18 de septiembre de 1976, escribe:

La aventura de los cinco nacionalistas croatas que desviaron hacia París a un avión de la TWA ha sido calificada con dureza por casi todos los medios informativos norteamericanos.

"Aterrizaron en el aeropuerto Kennedy los terroristas", puntualiza el "News". "Los cinco secuestradores regresaron para enfrentarse a la acusación de piratería aérea", dice "Times".

"Los secuestradores ante la pena de muerte", es el titulo del "New York Post".

Ninguno de los colegas de esta ciudad menciona en sus titulares que los "terroristas" no llevaban armas cuando fueron apresados por la policía francesa, ni que en vez de exigir millonarios rescates, se limitaron a declarar que todo lo que deseaban era poner a los ojos del mundo libre la desgraciada condición de su patria esclavizada por el comunismo yugoslavo.

Lo que subrayan es que ellos mismos dijeron haber colocado una bomba explosiva en el aeropuerto La Guardia, y que el artefacto estalló cuando había sido removido por la policía, ocasionando la muerte de un cabo e hiriendo a varios compañeros.

Pero en los reportes que los diarios y radioemisoras ofrecieron al público en los momentos que siguieron al regreso de los secuestrados, abundan detalles que permiten diferenciar este suceso de otros hechos precedentes. Ni malos tratos, ni amenazas de muerte, ni gritos frenéticos, ni golpes, ni siquiera ostentación de armas hubo de parte de los secuestradores.

"Se mostraron muy solícitos con nosotros", relató a Franay Gupie, del "Times", el pasajero del avión secuestrado. Robert Goldstein, residente de Nueva York.

"No vimos arma alguna", añadió la señorita Norrino Collins, también de esta ciudad.

"No hicieron nada contra nosotros", precisó Warren Benson, director de una fundación en el Estado de Arizona, a Clyde H. Farnswirth, de la redacción del "Times''.

Según Mark Liff, dos de los cinco nacionalistas croatas tienen una larga historia de luchas politicas, siempre en favor de la liberación de su Croacia nativa. Son ellos: Zvonko Busić, de treinta años, y su esposa Julienne, de veinte y ocho. "Primero amé al hombre y después a su filosofia", advirtió la joven. Dos años después de su matrimonio, Julienne y una condiscípula norteamericana, fueron a Yugoslavia, viajaron hasta Zagreb, la capital de la nación croata. y repartieron unas hojas de carácter subversivo en la catedral de San Estéfano. Fueron arrestadas y luego deportadas a Estados Unidos.

Es muy posible que la mayoría de los lectores de los diarios norteamericanos ignoren que Croacia tiene una historia de luchas por su independencia que ha durado siglos. A Yugoslavia la conocen por Tito, y a Tito por sus cambios políticos y su dudosa rebeldia contra Moscú.

Hay cerca de un millón de croatas residentes en Estados Unidos. Desde hace años organizan periódicamente desfiles de autos con lemas alusivos a sus ansias de independencia. "Somos croatas libres", "rechazamos el regionalismo colonial de Yugoslavia", "Croacia vivirá siempre", rezan los carteles.

Los que esclavizan a Yugoslavia son los mismos que apoyan a los que les hablan de independencia a los puertorriqueños. Tito fue guerrillero y es comunista, igual que Castro. Pero muchos americanos ignoran por igual diferencias y semejanzas. Y los que conocen estos detalles guardan un silencio cómplice.

***

Solidaridad croata en Buenos Aires con sus connacionales

En una reunión de los representantes de las organizaciones croatas en Buenos Aires, efectuada en el mes de noviembre del año en curso, los mismos dieron a la opinión pública el siguiente documento:

DECLARACION PUBLICA CROATA:

Con motivo de la iniciación en Nueva York del juicio contra los jóvenes croatas que se apoderaron de un avión de pasajeros norteamericano, los representantes de las organizaciones croatas en Buenos Aires

MANIFIESTAN:

1 — Que la libertad y el respeto a la persona humana constituyen la base de una convivencia civilizada.

2 — Que, sin embargo, desde la creación de Yugoslavia en 1918, ello fue negado a los croatas. Con excepción del breve período comprendido entre 1941 y 1945 en que fuera reestablecido el Estado Croata, el pueblo croata no pudo gozar de sus derechos humanos naturales y civiles en el Estado de Yugoslavia, no pudiendo tampoco ejercer su derecho a la autodeterminación. Antes y después del breve periodo indicado, Croacia estuvo y está sometida a distintos regímenes dictatoriales y hegemónicos. Está obligada a formar parte de Yugoslavia, sin que se haya permitido a su pueblo expresar si desea integrar Ypgoslavia u optar por el ejercicio de su soberanía e independencia nacional. El régimen impuesto a partir de 1945 por los comunistas yugoslavos supera la opresión impuesta por su predecesor monárquico.

3 — Ante la total indiferencia demostrada por los organismos internacionales a los cuales vienen dirigiéndose en los últimos treinta años grupos croatas en el exilio, no debe sorprender que las nuevas generaciones croatas —nacidas y educadas bajo el régimen de Tito— estén completamente desilusionados y hayan perdido su fe en los caminos y métodos seguidos hasta el presente.

4— En efecto, esta juventud croata, educada en Ias escuelas yugoslavas en Ias que se pregona permanentemente la violencia como expresión máxima del valor cívico y que posteriormente es obligada a emigrar por la discriminación que sufre en su propio país, se enfrente en el mundo libre con una insidiosa propaganda internacional en favor de los movimientos guerrilleros marxistas, terminando por creer que la violencia es realmente el único camino abierto a los pueblos que luchan por su libertad.

5° — Es en este contexto de ideas y antecedentes que debe juzgarse la conducta de los jóvenes croatas que el 10 de septiembre de 1976 secuestraron un avión norteamericano, obligando a su piloto a llevarlos a Europa y a la empresa propietaria del avión a lanzar volantes sobre varias ciudades grandes reclamando la libertad y la independencia para Croacia, convencidos de que era ésta la única manera de hacer oir la voz de su pueblo sojuzgado y oprimido.

6 — Pese a que mediante su accionar formalmente se cometió un delito, no pueden pasarse por alto sus elevados ideales ni la consideración ejemplar quo; en todo momento se mostró con los pasajeros, víctimas inocentes de la de-mostración, cuyas vidas, sin embargo, en ningun momento peligraron. Aquéllos a que hoy se somete a juicio no pedían nada para sí. No estaban armados y sólo arriesgaban su libertad para dar testimonio a favor de su pueblo que lucha para reconquistar su libertad perdida.

La muerte de un oficial de policia de Nueva York, lamentada tanto por ellos mismos como por todos los Croatas que viven en el mundo libre, fue una desgracia totalmente ajena a sus propósitos e intenciones.

7 — Por lo expuesto, hacemos votos para que el Tribunal que ha de juzgarles, tome en cuenta los elevados objetivos por los que luchai estos jóvenes y el cuidado que demostraron en no lesionar a terceros.

— HACEMOS UN LLAMAMIENTO A LA OPINION PUBLICA DE TODOS LOS PUEBLOS AMANTES DE LA LIBERTAD PARA QUE SE UNA A NOSOTROS PARA PEDIR UNA AMNISTIA QUE ELLOS REALMENTE MERECEN. UN ACTO MAGNANIMO DE TAL INDOLE POR PARTE DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, REPRESENTARIA UNA PRUEBA CABAL DE QUE —PESE A LAS APARIENCIAS EN CONTRARIO— EL CAMINO PACIFICO HACIA LA LIBERTAD Y LA INDEPENDENCIA DE CROACIA NO ESTA CERRADO Y QUE TODAVIA EN EL MUNDO DE HOY, TAMBIEN HAY JUSTICIA PARA LOS PUEBLOS OPRIMIDOS.

Buenos Aires, noviembre de 1976.

 

Micronoticiero

El dia 26 de octubre del año en curso, murió el prof. L. Ružička, Premio Nobel de Química del año 1939. Según la "Neue Zürcher Zeitung", el nonagenario profesor nació en Croacia el 12 de septiembre de 1887, en la localidad de Vukovar. Terminados los estudios secundarios en Croacia, obtuvo en 1910 los títulos de doctor e ingeniero en Química de la Universidad de Karlsruhe, Alemania. Posteriormente se habilitó como profesor universitario en Utrecht y luego en Zürich, donde permaneció hasta la muerte. En 1917 obtuvo la ciudadanía suiza y en aquel pequeño-gran país desarrolló su actividad científica con la que logró obtener el Premio Nobel. Los periódicos de Yugoslavia, registrando su muerte, señalan que se trata de un suizo de "origen yugoslavo", mientras los de Suiza no omiten mencionar su origen croata. Si el difunto hubiera desarrollado su actividad contra el carácter hegemónico de los regímenes de Belgrado en Croacia, dichos periódicos no faltarían en llamarlo croata y "ustasa", pero como su renombre y celebridad se originan en su destacada actividad científica, resulta "lógico", que los méritos de Ružička corren por cuenta "yugoslava". Nacido en Croacia y ciudadano suizo antes de la creación de Yugoslavia excluyen una cuenta formal servia a todas luces. Pero las dos cuentan —la gran-servia y la yugoslava— en las condiciones del país de Tito y de su predecesor Alejandro Karageorgevich son idénticas.

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"Carlos", alias de Ramón Sánchez Ilić, conocido terrorista internacional de origen venezolano, halla la protección y el amparo de las autoridades yugoslavas. Desde Belgrado envía armas para los terroristas, que actúan contra los intereses del mundo occidental. Su protección por parte de Tito ha empeorado sensiblemerte las relaciones norteamericano-yugoslavas. El fenómeno coincide cronologicamente con las histéricas protestas de Belgrado contra la "piratería del aire croata".

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A principios de octubre ppdo. el ministro de relaciones exteriores de Tito. M. Minić, visitó al Secretario de Estado H. Kissinger. Según informaciones fidedignas, el principal tema de conversaciones fue la "pirateria croata". Hay que limitar el proceso al "crimen cometido" sin entrar a divulgar los verdaderos motivos del descontento croata en Yugoslavia. Es de esperar que este evidente intento del totalitarismo de Belgrado de presionar sobre la independencia del Poder Judicial norteamericano será enérgicamente rehusado. De no ser así. quedará como un triste signo de nuestro tiempo sediento de Justicia.

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En el mes octubre ppdo. frieron acusados y condenados dos eslovenos por su "actividad separatista". Victor Blažić y France Miklavčić. un periodista y un juez respectivamente son dos primeros eslovenos, condenados por promover la separación de Eslovenia de la Federación Yugoslava. El "separatismo" hasta ahora era una patente croata, albanesa o macedonia. Por el resurgiente separatismo esloveno, Tito puede declarar enfáticamente que su pais nunca estuvo tan unido, firme y decidido para defenderse contra "cualquier agresor".

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También en el mes de octubre ppdo. fue liberado, a insistencia de la representación diplomática francesa en Belgrado, el poeta croata y profesor Mirko Vidović. El talentoso poeta, ciudadano francés, fue arrestado en 1971 al visitar a su madre moribunda y condenado a 6 años y medio por "actividad enemiga" contra el régimen de Belgrado. Después de 5 años de "expiación", Vidović pudo unirse con sus cuatro hijos, y su esposa francesa. Según "Nova Hrvatska", Londres, N" 19/76, Vidović prometió escribir un libro sobre sus vivencias en las cárceles de Tito, anticipando: "El 3 de agosto de 1973 fui tirado en una celda semioscura con el suelo podrido, con una cama tambaleante de madera, con un jarro perforado y "con un "kiblá" (un vaso de noche) en el que hacia todas mis necesidades, incluso mi aseo personal y el lavado del «cubierto». Me fue prohibido durante el dia sentarme o acostarme sobre la mencionada cama y la ventana debía estar cerrada y (lo que era más penoso, pues a ese «vaso de noche» podía vaciarlo solo una vez por semana (sábados) y se trata en realidad de una lata de 20 litros) por lo que vivía prácticamente en una cámara séptica, sin derecho a salir a pasear al patio, bañarme o recibir libros o diarios durante los tres primeros meses".

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El Dr. J. Krnjević, Dr. M. Zorkin, Mehmed Bašić y Z. Kunek, como líderes auténticos del Partido Campesino Croata en el exilio, han enviado a la Presidencia de la Quinta Conferencia de los no Alineados, celebrada en Colombo, un telegrama, en el que, entre otras cosas, se señala: "El papel que desempeña Tito entre las naciones no alineadas, es un mal augurio porque Tito, hace ya 30 años, amparado por un grupo militar granservio mantiene a nuestra patria Croacia en las garras de la esclavitud y de la explotación".

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El Prof. B. Radica, jefe de la sección relaciones internacionales del Consejo Nacional Croata Mundial, ha enviado una carta a THE INTERNATIONAL HERALD TRIBUNE en que enérgicamente defiende al pueblo croata contra ias denigraciones de dicho periódico en la edición del 23 de junio de este año. El mismo periódico publicó el 2 de julio del mismo año la carta del Prof. Radica en su totalidad que termina así: "A pesar de todos vuestros indignos ataques contra los croatas, ellos no se pararán y no desistirán de su lucha secular por la independencia y la libertad, que les están denegadas en Yugoslavia". El mismo Prof. Radica ha enviado una carta al Secretario de Estado H. Kissinger, sugiriendo la política a adoptar referente a la crisis yugoslava actual que tiende a agravarse y que podría estallar en una guerra civil e internacional después de la muerte de Tito. Para impedir esta desastrosa posibilidad y el retorno completo de aquel país bajo el poder soviético, Radica inteligentemente sugiere etapas de liberalización del régimen actual que debe, sin intervención extranjera, conducir al pleno derecho de autodeterminación de todos los pueblos allí subyugados, el factor indispensable para la paz y la seguridad en aquel sensible panto del mundo actual.

 

Necrologios

In Memoriam Prof. Rudolf Kiszling (1882-1976)

El día 8 de mayo de 1976 falleció en Viena a los 95 años de edad, el profesor Rudolf Kiszling, general de ejército en retiro y director general del Archivo del Estado de Viena. Con su muerte desaparece no solamente un militar de destacada actuación en su tiempo y un historiador especializado en la historia de la Europa Central y del Sur, sino también un verdadero amigo del pueblo croata y un colaborador de nuestra revista Studia Croatica.

El difunto nació en 1882. Desde 1902 en adelante fue oficial del ejército imperial de Austria-Hungría. Entre 1914 y 1918 se desempeñaba como jefe del Estado Mayor de distintas divisiones y como intendente general del grupo del ejército del mariscal del campo Svetozar Borojević. De ahí su interés especial y un profundo conocimiento del pasado y de la política croata dentro de la Doble Monarquía.

En 1956 publicó el libro "Die Kroaten — Der Schicksalsweg Bines Südslawenvolkes" (Verlag Hermann Böhlaus Nachf., Graz-Köln (de 266 páginas. La revista STUDIA CROATICA publicó un artículo sobre la historia militar croata de la Segunda guerra mundial bajo el título "El Ejército del Estado Independiente de Croacia 1941-1945" (Vol. 22-23, año VII (1966), págs. 307-316). Con estos trabajos Rudolf Kiszling se ha hecho acreedor de la permanente memoria entre los croatas.

(Milan Blažeković)

 

Murió el presidente del Consejo Nacional Croata en el exilio

El profesor Stanko Vujica, primer presidente del Consejo Nacional Croata en el exilio, murió repentinamente el 5 de septiembre ppdo. (1976) al pronunciar una alocución a sus connacionales congregados con motivo de realizarse un campeonato deportivo en la ciudad de London, Ontario, Canadá.

S. Vujica fue electo por unanimidad para presidir dicho organismo como la más representativa organización política de Ios croatas en el exilio. Las divergencias que caracterizan también a la emigración política croata, naturales por la edad, cultura y ambientes político-sociales en que viven los croatas radicados en varios continentes, fueron un gran obstáculo para la organización de un centro común a todos. Por esta causa la lucha por la liberación de su país, ocupado por los servios y sometido a un régimen totalitario comunista, no pudo prosperar y surtir los efectos deseados, a pesar de la identidad del objetivo final de todo: la restauración de independencia político-nacional de Croacia. Vujica, un hombre de amplia cultura personal, de convicciones profundamente democráticas, una personalidad conciliatoria e imparcial en cuanto a las facciones existentes y rivalizantes, supo superar inconvenientes, unir la mayoría de sus compatriotas organizados en el exilio y tomar la delantera en la conducción de la política común , mediante el Consejo Nacional Croata creado en 1975 en la ciudad de Toronto, Canada.

El prematuramente desaparecido presidente era profesor de Filosofía en HIGH COLLEGE de Wilkes - Barre, Pennsylvania, EE.UU. Allí había organizado el Departamento de Filosofía y gozaba de gran prestigio como educador tanto por parte de las autoridades del Colegio, como también del alumnado. Le fue dada una beca especial con la que fue en 1960-61. a estudiar la historia y el carácter de las religiones en general en India y Pakistán, donde a la vez disertó en varias Universidades de dichos países. Es autor de una serie de estudios acerca de problemas de carácter filosófico y religioso, aparecidos en publicaciones norteamericanas de estas especialidades. Un manuscrito, titulado Historia de las religiones. quedó inédito, y cuyo primer original se había perdido al producirse, hace un lustro, una grave inundación en la localidad de Wilkes - Barre, en la que residía, lo que el autor lamentaba muchísimo debiendo rehacer esta voluminosa obra en que volcó sus principales conocimientos y energías.

Impresionado por el terror del régimen de Tito sobre el pueblo croata, especialmente después de su golpe de Karadjordjevo en 1971, con la reimplantación dal "centralismo democrático". Vujica renunció a su tranquilidad académica de profesor y de filósofo para dedicar el resto de su vida, también, a la política de los croatas en el exilio y aportar de esta manera a la liberación de Croacia. Como período preparatorio para su actividad politica, le sirvió su colaboración en varios periódicos y revistas croatas de la emigración. De los artículos allí publicados, Vujica, al seleccionarlos y reunirlos por su afinidad temática, editó dos libros titulados: Consideraciones sobre el presente de Croacia (Chicago, 1968) y Mirando a través del prisma de emigrante (Edición de Hrvatska Revija - La Revista Croata, Muenchen - Barcelona, 1972). Los artículos se distinguen por la seriedad, la claridad de estilo y el profundo conocimiento de la materia sobre la que escribía su autor.

La crítica y los lectores han recibido estos dos libros, como un pequeña compendio sobre los problemas de la politica croata actual, tratados desde un punto de vista superior. Vujica, además de sus conocimientos, dio a esta problemática, también, todo el calor de un patriota herido y ferviente que ama a su pueblo y trata de ayudarlo en la lucha por la justicia y la libertad, indicando serenamente sugerencias personales de cómo hay que proceder para conseguirlas.

El profesor Vujica fue miembro de la Sociedad de Profesores Universitarios de Ios EE.UU., de la Sociedad Filosófica Norteamericana y de la Academia Croata de América, desempeñándose durante varios años como presidente de esta última.

En 1966 los alumnos de su Colegio le dedicaron un libro —Anuario— y en 1973 fue distinguido con un Diploma norteamericano, reconociéndole el título: "Destacado Educador de América".

Vujica nació en una pequeña aldea de Bosnia, cerca de Travnik, ciudad mundialmente conocida por Ias obras literarias de Ivo Andrić, su más célebre compatriota vecino. La muerte del profesor Vujica que lo sorprendió a los 67 años de edad, representa una sensible pérdida para la emigración croata.

Su memoria quedará profundamente grabada en los corazones de cuantos lo conocieron personalmente, de la emigración croata en general y del pueblo en la Croacia ocupada, que depositaba grandes esperanzas en este hombre que supe con su inteligencia equilibrada sacrificarse para el bien de todos y morir como un soldado que cae cumpliendo con su deber nacional.

Sus restos mortales descansan en el cementerio de Wilkes - Barre después de homenajes postreros por parte de numerosos croatas, especialmente sus colaboradores políticos, del colegio donde trabajó casi treinta años y de la ciudadanía de Wilkes - Barre, que lo conocía como a un hombre de bien en todo sentido. ¡Requiescat in pace!

F. N.

 

In Memoriam a Ivo Degrel

A fin del mes de mayo ppdo. falleció en Florencio Varela, Pcia. de Buenos Aires, donde tenía su residencia, el profesor Ivo Degrel, conocido compositor croata en la Argentina. Nació en 1909 en Zupanja, Croacia. Por sus estudios fue jurista y, desde su temprana edad, sintió inclinación por la música. Estudió en el Conservatorio de Zagreb bajo ia dirección del músico, compositor y organista de la catedral de la capital croata, el profesor Franjo Dugan (padre).

Degrel escribió diversas obras de carácter sacro y profano para solistas, coros, piano y orquesta. Su obra más apreciada es la "Obertura Pastoral", escrita en la Argentina y estrenada por Radio Nacional de Buenos Aires en la interpretación de la orquesta sinfónica, dirigida por el profesor Bruno Bandini y, luego, hace dos años, interpretada también por la Orquesta Juvenil. Sus composiciones corales se caracterizaron por ritmos, armonías y colores del folklore croata. Degrel se dedicaba también a la teoría de la música, legándonos un libro titulado "Actuales problemas de la música" (en croata).

En la Argentina, Degrel actuó durante varios años como director del Coro Croata "Jadran", cuyos conciertos realizados en el Teatro Nacional Cervantes, así como también, los efectuados en Ias provincias de Santa Fe y Córdoba fueron elogiados por la crítica especializada. En Croacia, Degrel perteneció a la redacción del diario de orientación católica "Hrvatska Straža" que entre las dos grandes guerras defendió la idea de la Independencia de Croacia, luchando contra la dictadura granservia y militar. Durante la guerra, en el Estado Independiente de Croacia, actuó como periodista con un sentido politico moderado, de inclinación neta hacia las potencias occidentales. En la República Argentina y continuando su actividad periodística, además de colaborar en varias publicaciones croatas, como por ejemplo la "Revista Croata", escribió un libro titulado "El Año Fatal 1918", analizando los acontecimientos que condujeron a la fundación de la Yugoslavia monárquica. El trabajo se destaca por la claridad de sus ideas, por la elección de documentos, de suma importancia al respecto y por una apreciación de los mismos, comprobando la falacia de que en 1918 se efectuó la liberación de Croacia y de los demás pueblos no servios en Yugoslavia y que fue proclamado como la unión democrática de los servios, los croatas y los eslovenos, raíz profunda y última de Ias tragedias que acosaron a dichos pueblos, llevándolos a la actual esclavitud bajo el régimen granservio y totalitario comunista.

Degrel, junto a su esposa, que llegó con dos hijas a la Argentina muchos años después de su esposo y padre, descansa en Florencio Varela, vinculando a Croacia, con un lazo más, a la Argentina. ¡Vaya a sus dos hijas, huérfanas, nuestro sentimiento más fraternal de consuelo! — (V. Ciprin).

 

Reseña de libros

 

Ivan Perić: Suvremeni Hrvatski Nacionalizam; izrori i izrazi

— El Nacionalismo croata contemporáneo, fuentes y expresiones, Edic. "August Cesarec", Zagreb 1976. págs. 215.

Mientras se sigue expandiendo con todo furor ia persecución política, cultural y económica del pueblo croata, mientras la Comisión Internacional para los derechos del hombre afirma, sobre la base de datos oficiales, que Yugoslavia es el segundo país en número de presos politicos, aparece un libro trata extensamente y "sin restricciones" el problema croata, aportando amplio material documental y estadístico. El autor del libro, un re-nombrado teórico comunista croata, demuestra un gran conocimiento y, hay que reconocerlo. un celo de objetividad, ya que en la amplia documentación sobre el tema transcribe las opiniones de todos los lineamientos políticos, incluyendo a las politicos e intelectuales en el exilio.

Como lo indica la nota preliminar, el libro está elaborado dentro del marco de un proyecto cientifico-analítico sobre la característica multinacional de la sociedad yugoslava y de la reforma de su autogestión socialista. Este proyecto se desarrolla en el Centro de indagaciones sociales que depende del Comité Central del Partido Comunista Yugoslavo. Esta circunstancia suscita varios interrogantes: Qué significado politico real tiene este libro, que no rehuye citar ampliamente las ideas de los políticos croatas que en el año 1971 han sido oficial y "legalmente" condenados y llevados a largos año de prisión y trabajos forzados, condena que cumplen aún hoy, momento en que se publica este "proyecto científico-analítico"? ¿Ha madurado en la cúpula partidaria del Comité Central del Partido Comunista, realizador de la conducción panservia de Yugoslavia, la idea de que el camino del unitarismo servio conduce al desmembramiento del Estado yugoslavo y consecuentemente a la pérdida de todos los privilegios de la nación favorecida, o se trata nuevamente de arrojar a los croatas un hueso de esperanza para engañarlos y desmoralizarlos? En cualquiera de los casos la aparición de este libro, cinco años después de que se proclamaba oficialmente la erradicación del movimiento nacional croata conducido por los líderes del partido comunista croata y por destacados combatientes comunistas croatas unidos a otras agrupaciones y tendencias políticas en un movimiento de masas (MASPOK), demuestra indirectamente que las ideas políticas de este movimiento popular croata siguen vigentes y actuales. Más aún, como veremos más adelante, estas ideas, bajo la critica oficialista del autor y debido a omisiones significativas de algunos hechos políticos evidentes, recobran relieve y justificativo.

Como es sabido, dice el autor en la Introducción de su libro, el nacionalismo en Croacia tomó importantes proporciones en las últimos años y fue un factor significativo de la crisis y de la inestabilidad de la sociedad yugoslava en su conjunto (p. 12-13). Luego nos proporciona una reseña de la evolución del nacionalismo croata contemporáneo a partir de 1960, situando sus primeras manifestaciones en la esfera cultural. En el año 1967 aparece la conocida Declaración sobre el Idioma Croata ("Deklaracija o polozaju i nazivu hrvatskog knjizevnog jezika"). que constituye en realidad, como afirma el autor, un evidente acto politico. Se pide la igualdad de empleo del idioma croata que, en la vida pública se elimina paulatinamente, con la aparición de un "idioma estatal" que, en realidad, es el idioma servio. La posición oficialista del autor sobre el "abuso" de los "problemas lingüísticos" utilizados para fines políticos por parte de los croatas, la omnipotencia de los servios en lo politico y en lo económico empieza a expandirse hacia lo cultural. Una vez exterminada, biológicamente, la fuerza combativa e intelectual del pueblo croata después de la toma del poder por parte de los comunistas en el año 1945 (véase "La Tragedia de Bleiburg", Studia Croatica, año 1963, número especial) una vez establecido el terrorismo político y un verdadero colonialismo económico, se procede al definitivo subyugamiento croata: el propósito de sacarles su idioma con el pretexto de tener una raíz lingüística común con el idioma servio. Estas conclusiones, que omite el autor, las confirma el hecho de que la "Declaración" haya sido firmada por los ilustres representantes de los comunistas croatas, entre ellos el veterano ideólogo y renombrado escritor Miroslav Krleža ¿Es posible que un "problema lingüístico" haya podido reunir en una declaración trascendental a todas las corrientes políticas croatas: comunistas, socialistas, católicos, liberales, nacionalistas, y dar origen a todo un movimiento nacional?

En el primer capítulo describe el autor "Las bases económicas de la individualidad nacional de Croacia", aportando numerosas estadísticas que atestiguan la importancia de la misma en el marco global de la economía de Yugoslavia. La característica particular de la estructura económica croata, dice el autor, está dada por lo específico de su posición geográfica: Croacia comprende el 84% de la costa marítima y casi el 100 % del largo total de las costas de las islas, actualmente dentro del estado yugoslavo. A esto se suma la existencia de la importantísima industria naviera, proveedora de divisas y riquezas de primer orden, junto con el turismo, casi totalmente en manos croatas. Sin embargo, los frutos de estas riquezas nacionales no benefician a los croatas, no se utilizan ni para su propio mantenimiento y menos aún, para la construcción de nuevas industrias y reinversiones que permitan ampliar la producción de las actuales. De esto habla tímidamente el autor del presente estudio; dice: "En el período comprendido entre 1968 a 1972 la flota mundial ha crecido en un 8% y la nuestra tan sólo en un 2%" (p. 41). Luego agrega: "Los créditos bancarios comienzan a ser el factor dominante en el desarrollo económico" (p. 42). "Los datos respecto a la ubicación de los bancos crediticios indican que éstos están mayormente ubicados fuera de la SRH" — República Socialista de Croacia (p. 44). Estos centros del poder económico y financiero, dice el autor, no se benefician solamente con los intereses en la valuta yugoslava sino que se apoderan de "una parte importante de las divisas provenientes del turismo" (p. 43).

Todo esto genera otro grave problema de la Croacia actual: la emigración económica, "que estimula forzosamente los conceptos y los sentimientos nacionalistas sobre la situación de Croacia dentro de Yugoslavia" (p. 47). El autor trata de restarle importancia al fenómeno de la emigración económica diciendo que es normal que la gente de los sectores retrasados o sub-desarrollados emigre a países de más prosperidad. ¿Cómo se explica entonces, que la emigración económica se dé en su mayor grado en Croacia (33,5% del total) que es el país más desarrollado dentro de Yugoslavia? Es evidente que las causas tienen su raíz en la política económica global del unitarismo yugoslavo. Más adelante reconoce el autor: "Es posible la interpretación de este hecho como la consecuencia de la desfavorable situación de Croacia dentro de Yugoslavia" (p. 50). Luego reproduce el pensamiento de Šime Dodan afirmando que la circunstancia de que la emigración económica provenga en mayor volumen de Croacia, es la consecuencia de la sistemática y abusiva explotación de la economía croata y que con lo que se ha extraído en algunos decenios de Croacia, se podrían crear tal cantidad de fuentes de trabajo que podrían absorber a todos los que trabajan actualmente en el extranjero.

En el capitulo siguiente el autor analiza el racionalismo bajo el aspecto de la "afirmación y reproducción del pasado". Describe los principales acontecimientos y los principales movimientos politicos croatas, y nos da una explicación de los hechos históricos desde el punto de vista de un ortodoxo marxista, pero un marxista croata. Es notable su libertad de opinión tratando temas históricos; asi, por ejemplo, al referirse a las "relaciones croatas-servios, que actúan como un factor positivo o negativo en todos los movimientos politicos dentro de Croacia" (p. 89), menciona los conflictos producidos entre ambos y reproduce el contenido de un articulo aparecido en el "Boletín literario servio" en el año 1902 en Belgrado: -En éste no se reconoce a los croatas la individualidad nacional y se les niega en forma grosera su conciencia nacional, destacando por el contrario a los servios come un pueblo formado, quien, en el futuro, debe asimilar a los croatas" (p. 91). Refiriéndose a los acontecimientos del año 1918 dice: "En este año la clase gobernante de la sociedad croata rompió las relaciones constitucionales que unían Croacia a Austro-Hungria, pero al mismo tiempo subordinó Croacia a la monarquia servia de los Karadjordjević y a los círculos gobernantes pan-servios" (subrayado por R.L) (p. 83). Evidentemente el autor se permite esta libertad de expresión por tratarse de un hecho histórico pasado: sin embargo, esta frase puede aplicarse perfectamente a lo que ocurre actualmente en Croacia. Lo mismo del año 1918 se repitió en 1945, pero con mayor perfección: bajo un disfraz de "repúblicas nacionales" unidas "libremente" en una "República Federal Yugoslava", y con mayor firmeza ya que los "círculos gobernantes panservios" se organizaron esta vez en un poderoso y despiadado partido comunista.

El autor analiza, extensamente, el movimiento de los hermanos Radić y su partido campesino croata. La influencia de éste, "después de la capitulación de los gobernantes croatas frente a los dirigentes panservios" (p. 98), "crece rápidamente y se transforma en una fuerza política nacional" (p. 99). Las ideas de S. Radić han sido ampliamente acogidas por parte de loa ideólogos del movimiento nacional croata contemporáneo, lo que se considera como una prueba más de su desviación de la línea "socialista", ya que estas ideas "en su conjunto representan los intereses y las tendencias de la pequeña y mediana burguesía" (p. 112).

Luego el autor analiza los conceptos del fundador del "Partido Croata de Derecho", Dr. Ante Starčević. "El punto de partida de la orientación programática del partido es el individualismo estatal de Croacia, fundado en los derechos garantizados en base a los convenios, por intermedio de los cuales Croacia, o sea su aristocracia como portadora de la continuidad integral estatal, participa en igualdad de derecho como sujeto institucional frente a la parte gobernante. La individualidad de Croacia tiene su fundamento en el concepto del derecho constitucional; de ahí el nombre del partido" (p. 118-119). La influencia de este partido histórico es notable en todos los movimientos nacionales croatas hasta la fecha. El mismo movimiento Ustashi, dice el autor, ha sido formado por los lideres de este partido, cuando éstos tuvieron que partir al exilio después del atentado a Radić en el año 1928 y la introducción de la dictadura monárquico-fascista (p. 126). Es notable que el nacionalismo croata contemporáneo, representado por los lideres comunistas, esté fuertemente influido por las mismas ideas del "individualismo estatal de Croacia" que siglos atrás representara la aristocracia, "portadora en aquel entonces", como dice el autor de este libro ambiguo, "de la continuidad integral estatal" (p. l8). ¿Por qué no se detiene el autor sobre este hecho tan significativo? Es imposible pensar que él no hubiese notado esta tremenda continuidad que une la Edad Media croata, representada por su aristocracia, con la generación actual representada por los hombres nacidos y educados bajo el comunismo yugoslavo. Ellos han exigido, afirma el autor, "que en los agregados a la Constitución de la República Socialista de Croacia se defina previamente la existencia de Estado Nacional Croata en sus características actuales, es decir, independientemente de la revolución socialista yugoslava, y luego se decida respecto a su incorporación a la Federación Yugoslava" (p. 144). "No se pide que la Constitución defienda los regímenes bajo los cuales se ha realizado históricamente el estado croata, sino que se tome en cuenta el hecho histórico de la existencia secular del estado y de la patria croata" (p. 150).

Sigue la descripción del "Movimiento Revolucionario Obrero". Es notable el siguiente reconocimiento: "En los comienzos de su actuación en el nuevo estado (Yugoslavia), el Movimiento Revolucionario Obrero demostró su limitación e inmadurez en la comprensión del problema nacional. En los primeros documentos del Movimiento este problema está simplemente ignorado" (p. 138). En el III y IV Congreso del año 1934, este punto de vista es formalmente corregido: "Yugoslavia se concibe como un estado multinacional sin ideas de un posible proceso de integración en una nación. Se insiste en el principio de derecho de cada nación a la autodeterminación hasta la separación" (p. 140). ¿Qué valor práctico tiene esta "corrección" del punto de vista inicial del Partido Comunista Yugoslava? Es evidente que desde la toma del poder en el año 1945 hasta la fecha, cada día es una desmentida elocuente de la frase sobre el "derecho de cada nación a la autodeterminación hasta la separación".

El segundo capítulo termina con un párrafo que se titula: "Las fuerzas vencidas en la revolución armada socialista", por las que se entiende la emigración política. (p. 172). Es notable que toda la crítica de la emigración croata resulta en realidad un elogio para ella. El autor la define así: "Esta emigración es el portador directo de la continuidad de los valores y de las ideas de la sociedad capitalista en Croacia" (p. 172). Interpretando correctamente la terminología comunista, los portadores de las ideas de la "sociedad capitalista" son indudablemente en nuestro caso los portadores de las ideas históricas croatas, ya que el aludido Movimiento Campesino Croata, al que el autor reconoce un carácter nacional, es también definido por él mismo como un movimiento capitalista de la pequeña y mediana burguesía. Después de las críticas oficialistas el autor reconoce que el contacto de la emigración económica con la política ha suavizado la aislación de esta última y que así, se han producido las condiciones para "el mantenimiento y la reproducción de esta emigración" (p. 173) (subrayado por R. L.). Otro reconocimiento importante es éste: con los años la emigración política croata, en lugar de ir extinguiéndose como ha sido el destino de la mayoría de las emigraciones políticas, va tomando contacto con la emigración económica proveniente del país y así se mantiene y "reproduce". Nuevamente el autor no analiza, o no debe hacerlo, el significado de esta circunstancia política que demuestra cabalmente que la emigración política croata no representa "las fuerzas vencidas" sino todo lo contrario: las fuerzas políticas en pleno resurgimiento. Estas fuerzas no representan solamente las ideas del pasado sino una continuidad: las ideas del presente y del futuro inmediato aportadas y llevadas por las generaciones que emigran diariamente por causas de necesidad económica, pero que en realidad representan un grave problema político. "Dos opiniones casi idénticas sobre las posibilidades de Croacia están formuladas por los portadores del nacionalismo contemporáneo croata en la emigración y en el país: en las filas de la emigración se ha destacado la afirmación de que la Croacia independiente podría producir una inmensa expansión de sus posibilidades y que en nada se quedaría atras de Austria o Finlandia. (Bogdan Radica, Hrvatska Revija, München, N° 4, 1970). Los portadores de la orientación nacionalista en el país, han pronosticado una tasa de crecimiento económico en Croacia del 12% y un nivel de desarrollo económico igual al de la Suecia contemporánea dentro de los 12 a 15 años siguientes, obviamente con la condición de que se cambie su estado actual, al espíritu de los conceptos nacionalistas. (Vladimir Veselica, en "Hrvatski Gospodarski Glasnik", Nro. 9, 1971) " (p. 205-206).

En el último capítulo, "El contenido y las tendencias básicas del nacionalismo en Croacia", el autor resume lo expuesto anteriormente. Sostiene que "la idea del estado nacional como suprema y total expresión de la convivencia humana, está particularmente acentuada por parte de los protagonistas del nacionalismo contemporáneo en Croacia" II). 182). Sobre esta idea se ha formado y desarrollado el movimiento conocido con el nombre de "Movimiento Nacional de Masas" (p. 182).

Considero importante citar textualmente la conclusión final del autor sobre el problema nacional croata: "Los enfoques sobre la situación de Croacia dentro de la Yugoslavia contemporánea por parte de las fuerzas nacionalistas internas y en la emigración son casi idénticos. Se presentan dos variantes en cuanto a la relación hacia Yugoslavia pero entre estas variantes no existe tanta diferencia como pueda parecer a primera vista. La primera invoca la formación de repúblicas en Yugoslavia como entes completos en cuanto a los factores económicos, politicos y otros. Postula para cada república una economia independiente, que no se incluya en un mercado único sino en un mercado común, con un mecanismo autodefenstvo para la protección de su espacio económico propio, contra la expansión de los otros, y atributos estatales reales tales como defensa, representaciones consulares, y también participación en las Naciones Unidas —estos constituyen los requisitos para una completa independización de Yugoslavia, es decir, para una rápida descomposición de la misma en un momento oportuno—. La segunda variante parte de la base de que no hace falta crear las condiciones para la desintegración de Yugoslavia, ya que ellas están dadas en el descontento acumulado de los croatas, como también de otras naciones no-servias en Yugoslavia. Se considera que las repúblicas existentes en Yugoslavia representan ias bases reales desde las cuales se puede iniciar la desintegración de Yugoslavia. Croacia, junto con Bosnia y Hercegovina (que deben incluirse dentro de Croacia) y Slovenia, como república independiente, forman un bloque natural frente a Servia. (Jure Petričević, Hrvatska Revija, München, Nro. 4, 1970). Aquí se percibe la presencia de la famosa. idea del convenio Stalin-Churchill sobre la partición de las esferas de interés en Yugoslavia (50:50), o sea, se cuenta con la posibilidad de su actualización." (p. 205).

De la amplia documentación de hechos históricos y de actualidad que contiene este libro, ¿qué conclución final saca el autor?: Afirma que "es fundamental en este estudio la noción de que Croacia, como también otras naciones en Yugoslavia, está constituida como una individualidad nacional. Ella no es solamente 'emancipada' (como fuera característico para ella antes de la revolución armada socialista en Yugoslavia) sino que es libre", (p. 209). El nacionalismo croata contemporáneo es una desviación de la linea del socialismo. Sus ideas fueron básicamente formuladas por las fuerzas de la burguesía encontrando luego resonancia dentro de las filas del partido comunista croata. En resumen, todo el complejo problema nacional se reduce para el autor al problema del correcto y eficiente funcionamiento de la autogestión socialista. (p. 209).

¿Cómo explicar esta conclusión sorpresiva y en realidad contradictoria con los hechos históricos, los datos económicos y politicos de la actualidad, y con las opiniones de la gran mayoría de los representantes de todos los sectores políticos croatas citados por el propio autor? Se explica, únicamente por el sistema de la ortodoxia comunista que subordina todo a los dogmas marxistas. Bajo ningún concepto se puede permitir el fracaso del comunismo, que no ha podido solucionar los problemas de las naciones dentro de Yugoslavia. No se debe reconocer que las ideas nacionales sean incomparablemente mas fuertes que las ideas oficiales socialistas, y que Servia, la nación rectora de Yugoslavia, no actúe en función de promotora de la "revolución y autogestión socialista" sino en función de su arraigado afán de dominación nacional en los Balcanes, lo que conduce a los enfrentamientos históricos y actuales con casi todas Ias naciones componentes de la actual Yugoslavia y, particularmente, con los croatas y albaneses. Se produce así una constante y aguda crisis que comienza ya en la Yugoslavia del 1918 y continúa bajo el régimen comunista hasta la actualidad. Está demostrado por los hechos que esta crisis no tiene solución, ya que Servia, que desde el principio es poseedora absoluta del poder politico y económico, no acepta participación real de otras naciones en el poder y en las riquezas nacionales, excluyendo toda posibilidad de convivencia política. Se impone pues, como única solución, el desmembramiento de este estado artificial en sus partes componentes. A esta conclusión nos conduce indirectamente el libro del Dr. Ivan Perić, a pesar de su planteamiento oficialista.

Radovan Latković

 

I. Sivrić, O.F.M.: Bishop J. G. Strossmayer — New Light on Vatican I

— J. Juraj Strossmayer —Nueva Luz sobre el Concilio Vaticano I, Ed. "Ziral", Roma - Chicago 1975, págs. 320.

Según nos dice el autor en el Prólogo, éste ha sido pensado en un primer momento como un estudio de la actuación del obispo J. G. Strossmayer en el Concilio Vaticano I. Pero pronto se dio cuenta que, encarar a este prelado con este solo enfoque, no sería justo ni con respecto a aquél ni con respecto a los lectores. Por un lado se trata de una personalidad cuya actividad sobrepasaba en mucho el ámbito del Concilio y, por otro, se le presentaba seriamente la cuestión de sí era posible que la minoría, formada por tantos otros prelados de personalidad descollante y que se oponía a la proclamación del dogma de la infalibilidad papal, no haya tenido otras miras que la sola resistencia a este dogma. Por consiguiente, el autor se decidió indagar profundamente en las ideas sobre la teología, la eclesiología y el ecumenismo de Strossmayer que era uno de los leaders de ese grupo, para descubrir de esta manera los pensamientos de aquellos padres conciliares que compartían sus puntos de vista. Al mismo tiempo y partiendo de la premisa de que nada hay nuevo en la Iglesia que no haya tenido su siembra en el pasado, el autor ha decidido mostrar a sus estudiantes de la eclesiología que varias de las ideas que Strossmayer y su grupo expusieron en el Vaticano I, han sido tratadas y, en parte, aceptadas por el Concilio Vaticano II.

José Jorge Strossmayer nacido en Croacia en 1815, fue consagrado como obispo de Djakovo (Croacia) en 1849, es decir, a la edad de 34 años. Durante su larga vida (murió en 1905) desarrolló una muy destacada actividad religiosa, cultural y política de tal manera que fue una de las más prominentes personalidades de la Croacia en la segunda mitad del siglo pasado. En el ámbito internacional se ha destacado, especialmente, en el Concilio Vaticano I, donde aparte de su actividad con respecto al dogma de la infalibilidad del papa ha propugnado la descentralización del gobierno central de la Iglesia, el ecumenismo y ha dado la iniciativa para la discusión de muchos otros problemas, en sus notables discursos e intervenciones en las sesiones de esa gran asamblea eclesiástica. En la política internacional ha desarrollado una intensiva actividad en favor de Francia en ocasión de la guerra franco-alemana de 1870 como también con respecto a la eventual intervención rusa en los Balcanes en vista de la liberación de los eslavos del sur bajo el dominio turco.

Para comprender mejor a Stroessmayer sobre el que se ha escrito mucho "sin que nadie haya conseguido abarcar su personalidad entera y nadie haya tratado de hacer una síntesis de sus ideas y actividades", el autor ha expuesto en un capítulo bajo el titulo "Pensamientos y proposiciones", las ideas que aquél tenía sobre la conciencia humana, sobre la libertad en general, la libertad de las naciones, de la Iglesia y del Papa. En este lugar como también en todo el libro, el autor cita directamente al obispo y de esta manera nos acerca más a esta personalidad tan interesante. A veces parece querer solamente describirlo. Así leemos en una carta a su amigo intimo, historiógrafo y académico croata, sacerdote Francisco Rački ..."una clara conciencia es voz de la majestad divina, a la cual toda otra majestad debe ser sometida". O en otra oportunidad: "Debo permanecer fiel a mis convicciones para salvar mi conciencia y honestidad delante de Dios y la humanidad". A éstos sus conceptos, se debe la inflexibilidad cuando se trataba de cuestiones en los que su conciencia, le mandaba proceder sin mirar las circunstancias, y así procedió por ejemplo: en su confrontación con el Emperador Francisco José en defensa de las instituciones croatas, quien le amenazó en esta ocasión de tomar represalias contra él, "si se opusiera a su voluntad y órdenes". "Yo no cambio mis convicciones por nada en el mundo" —escribía en esa oportunidad,—"y como puedo luchar contra esta fuerza brutal. Por consiguiente no hay otra alternativa para mí que ir por un tiempo a Francia...", país que tanto quería. Y se fue por unos meses, hasta que se aplacó la ira del Emperador.

El problema de la libertad, tanto individual como de las naciones, era uno de los principales temas tratados por Strossmayer, sea en sus cartas pastorales o en sus discursos, porque este tema fue la gran pasión de su vida. En ocasión de su instalación como obispo, pronunció un discurso del cual el autor reproduce esta parte: "En cuanto concierne a la libertad, verdad es que el hombre ha sido creado para gozarla; igualmente es cierto que la dignidad del hombre no puede ser reconciliada con la esclavitud; verdad es, que la tiranía de un hombre sobre el otro es crimen; verdad es, que el hombre ha sido llamado a la existencia por Dios con el don de la voluntad libre; verdad es, que la Redención y su gracia —ganada por Cristo— están moderadas, que ella nunca perturba la libertad de la voluntad humana; verdad es, que sin la libertad de elección no se puede hablar de las virtudes y los méritos; verdad es, que el cristianismo protege a la libertad en tanto que considera al hombre como hijo de Dios, hermano de Cristo y el templo del Espíritu Santo ...verdad es, que todos los gobiernos deben tomar en consideración la misión del Cristianismo, como también, esta dignidad humana si quieren aportar beneficios a la sociedad y ser bendecidos por Dios". Sobre este tema de la libertad el autor trae varias citas y dice que el obispo estaba "casi obsesionado por el deseo de encontrar un equilibrio del poder en cada instancia, sea en el Estado, sea dentro de la Iglesia", y piensa que esta actitud se deba a su profundo conocimiento de las debilidades del hombre y su egoísmo y que, es "difícil resistir la tentación de decir que él ha llevado sus convicciones políticas o sociales a la estructura de la Iglesia".

Las innovaciones que proponía Strosmayer durante sus intervenciones en el Concilio, se referían a muchos tópicos: al Colegio de Cardenales que debería ser compuesto "en tanto y cuanto eso fuera realizable, por todos los pueblos y naciones", igual que las Congregaciones Romanas deberían tener también, un carácter universalista; a los sínodos de las provincias y las diócesis, a la elección de los obispos, proponiendo que no se les dé derecho alguno en la elección y nombramiento de los obispos a los gobernantes y a los gobiernos. Todo esto porque creía, firmemente, en la separación del Estado de la Iglesia; en la educación de los sacerdotes a los que había que preparar para poder sostener la lucha que tienen que llevar con los enemigos modernos de la Iglesia.

Junto con esto, va su gran interés por las instituciones científicas. El era el fundador de la Academia de Ciencias y Artes de Zagreb, capital de Croacia, y principal promotor de la creación de las nuevas facultades de la Universidad de Zagreb. En cuanto a la relación de la religión y la ciencia, la ha descripto en su alocución con motivo de la inauguración de la Galería de Arte, en Zagreb, también fundada por él y para la cual compraba valiosos cuadros en toda Europa: "...no hay contradicción alguna entre la santa fe por un lado y la ciencia y el arte por el otro. Si de vez en cuando surgen algunas oposiciones entre ellas, éstas no son ocasionadas por sus naturalezas, sino son más bien, los resultados de la pasión, debilidad y el fanatismo humanos. Ambas, fe y ciencia, son descendientes de Dios, y debido a su común origen y a sus verdaderas naturalezas, ellas están dirigidas una hacia la otra para el amor mutuo, la armonía y el sostén". Y en cuanto a la libertad de la ciencia decía el obispo en la misma oportunidad: "Después de la fe y la conciencia, ninguna otra cosa necesita de la libertad y la independencia, como la ciencia y el arte. Ciencia y arte son rayos de la luz eterna. Como los rayos del sol necesitan toda la atmósfera para calentar la tierra y despertarla, para que dé cosecha, del mismo modo, la luz de la ciencia y el arte necesitan de la libertad para iluminar el espíritu humano y elevar los corazones humanos hacia las empresas sublimes; en otras palabras: la ciencia, el arte y la fe pueden, debida y beneficiosamente, prosperar únicamente bajo la protección de la fe y la autonomía".

Para penetrar más profundamente en los pensamientos de Strossmayer y descubrir las motivaciones de sus comportamientos, el autor en un amplio capitulo trata sobre los conceptos teológicos y eclesiológicos del obispo. Según el autor, todas las acciones culturales y políticas de Strossmayer en Croacia, como también su actividad referente a la reunión de la Iglesia oriental con la occidental, eran inspiradas por sus conceptos eclesiológicos. Después de un exhaustivo análisis, el autor llega a la conclusión que la teología y la eclesiología de Strossmayer contienen ideas originales, lo que se hace evidente, sobre todo, cuando se comparan esos conceptos con la teologia moderna. En lo que se refiere especialmente a su idea del sacerdocio general de los creyentes de la Iglesia, Strossmayer se adelantó, por varias décadas, a la Encíclica "Mediator Dei" sobre el sacerdocio de los laicos, que Pío XII ha publicado en 1947.

El capítulo sobre Strossmayer en el Concilio Vaticano, el autor ha pre-cedido con las siguientes palabras del obispo, escritaa durante el mismo concilio, a su ya mencionado amigo Dr. Racki: "En este Concilio no hay ni libertad, ni verdad, ni honestidad".

Destacarlo así significa que el autor ha decidido no rehusar a los juicios fuertes, necesarios, según su opinión, para describirnos la atmósfera del Concilio y los principales actores.

Desde la iniciación del Concilio, el 8-12-1869, se formó un grupo de prelados, en su mayoría austriacos, alemanes. franceses e ingleses que tenían opiniones diferentes a la mayoría de los prelados italianos y españoles en cuanto a los derechos de los obispos en el Concilio, la validez de las conclusiones del mismo y otros y. especialmente, una opinión contraria a la declaración de la infalibilidad papal. Uno de los más importantes en este grupo de prelados y —puede decirse—su portavoz, era el obispo Strossmayer. Dice el autor, que Strossmayer ha formulado varias veces acusaciones de que los obispos habían sido privados de la libertad que les "debería ser acordada con sus derechos divinos y la prácticas de los anteriores concilios" y que estaba "indignado hasta eI fin del Concilio con respecto a los procedimientos y Ias prácticas conciliares". En cuanto a la infalibilidad del Papa, p. Sivrić dice que Strossmayer ha sido contrario a la declaración de la misma por razones de carácter eclesiológico, dogmático y religioso-social.

Es conocido su entusiasmo por el ecumenismo y la reunificación de la Iglesia oriental con la occidental y ésta fue la razón más fuerte que lo empujaba a estar contra la declaración de ese dogma. El autor habla sobre varias y más importantes intervenciones de Strossmayer y sobre sus relaciones con otros prelados, para conducirnos hasta el día de la solemne proclamación del Dogma en la sesión del 18 de Julio de 1870, pero sin la asistencia de aquellos prelados que se manifestaron en contra de la declaración de la infalibilidad, entre ellos y la de Strossmayer.

Como es sabido, Strossmayer no se separó de Roma y aceptó más tarde al Dogma. En cuanto a la fecha en que esto ocurrió, el autor no está de acuerdo con lo que generalmente consideran los historiadores de este Concilio y dice que Strossmayer explícitamente ha aceptado al Dogma durante el reinado del Pío IX. Como Strossmayer nunca ha escrito una sola palabra al respecto, es difícil penetrar en las profundidades de su alma para ver su lucha interna. Pero considera que se puede decir que, en el tiempo de la elección del Papa León XIII, ya había superado sus dificulta-des y abrazado el dogma, como surge de su Carta Pastoral del 22 de febrero de 1878, escrita en ocasión de la ascensión al trono del mencionado papa.

En esta carta pastoral Strossmayer se refiere al Concilio Vaticano I como el acontecimento más importante y sigrificativo del siglo 19 y que debería ser repetido. Y en sus otras cartas pastorales del año 1881 acepta, definitivamente el dogma de la infalibilidad: "infalibilidad de la Iglesia y aquella del Pontífice es una misma cosa: nadie en la Iglesia de Dios puede separar el cuerpo de la cabeza, o la cabeza (el Papa) del cuerpo", para citar sólo una de las tantas expresiones con las cuales Strossmayer, confirma su aceptación del Dogma. Conociendo el carácter del obispo, nadie puede pensar que ése su cambio, es el resultado de un oportunismo o de una presión sobre él.

Al contrario, hay que llegar a la conclusión que esta aceptación fue tanto más sincera, cuanto más tiempo necesitaba Strossmayer para cambiar su convicción anterior. El habrá comprendido, también, que en la época de relativismo como era el siglo XIX, la proclamación de este dogma significaba la afirmación de valores absolutos, mientras que antes pensaba, como muchos otros, que no era el momento oportuno para tal declaración, aunque la infalibilidad del papa era una creencia contenida en la tradición de la Iglesia.

Como se ha dicho, Strossmayer ha tenido una importante participación en la vida política de su pais, pero esa actividad se proyectaba --igual que en el plano religioso— fuera de los límites de su patria natal y de la Austro-Hungría cuya parte integrante formaba también la Croacia de entonces. Se escribió mucho sobre su supuesto paneslavismo y yugoslavismo. El autor dice que no se puede decir que Strossmayer fuera en este sentido un exclusivista, y aunque creía en el mesianismo de Rusia y de los eslavos del sur, no hey ningún documento del cual se podría deducir que desease una protección rusa sabre los mismos. En cuando al yugoslavismo, Sivrić acota que Strossmayer lo concebía, en primer término, en el sentido de la unión cultural, manteniendo cada nación su nombre histórico y quedando independiente cada una dentro de sus límites históricos. "Es realmente inconcebible, dice, que el Obispo de Djakovo haya entendido bajo yugoslavismo la unión nacional y política de los eslavos del Sur. Esto hubiese estado en conflicto directo con su noción de la independencia nacional en la cual hay dos factores decisivos: uno es histórico y el otro ...consiste en el deseo ...de vivir separada e independientemente.

En lo que se refiere a conceptos de Strossmayer respecto a Austria-Hunaria, él ha quedado siempre fiel a la Dinastía y al destino y la misión de la Monarquía en Europa, lo que resulta de su "promemoria" al Gobierno ruso y de su correspondencia con el Lord W. Gladstone, pero también estaba convencido que ni la Dinastía austriaca ni la Monarquía misma serían capares de cumplir su misión, si a cada nación que la componían, no se diera plena libertad. "La monarquía austro-húngara, escribe Strossmayer a Lord Gladstone, parece tener la noble misión de mediador entre las grandes naciones. para prevenir los conflictos y proveer la solución de los más intrincados problemas, lo que será para el bien y la felicidad de Europa". Y en cuanto a Inglaterra dice en la misma carta: "Dios ha situado a Inglaterra en Europa de tal manera, que está ligado a ella por miles de lazos, peso al mismo tiempo por su posición insular está al margen de las pequeñas pasiones y disputas europeas, y por ello está mejor calificada para ser el árbitro en todas las difíciles cuestiones".

Según la opinión de Strossmayer, Alemania era un peligro potencial para Europa. El escribe al Gobierno ruso: " Hay peligro de que los alemanes —gracias a sus recientes triunfos y muy resonantes éxitos nunca oídos—se vuelvan tan soberbios para empezar a pensar en su exclusiva dominación de toda Europa, y existen muchas razones para creer que esto podría crear en ellos un otro, mórbido e insano, deseo de extender las fronteras de su reino sobre todo el mundo". Más adelante se expresa: "Si este irracional deseo de los alemanes no es controlado por su gran inteligencia y prudencia, ellos van a llevar toda Europa a las ruinas pero al final también a el mismos".

Sobre Rusia Strossmayer ha dicho, en muchas oportunidades, que ella está predestinada por la Providencia Divina a jugar un papel importantísimo en Europa.

No olvidemos que estamos en vísperas del Congreso de Berlín y que Strossmayer deseaba que Rusia ejerciera su influencia especialmente en favor de los eslavos del sur que todavía estaban bajo la ocupación turca. Y para que pueda cumplir con éxito su misión, Rusia debería concluir un concordato con la Santa Sede. Pero Strossmayer ha sido conciente de los defectos de Rusia, y dijo al Gobierno ruso que, en caso de la presencia rusa en los asuntos auropeos, toda Europa sería presa del horror y el miedo, en razón de que Rusia oprime la libertad de religión y de conciencia.

El libro está escrito sobre la base de una literatura y documentación abundante, también de reciente aparición. Consideramos que el autor ha realizado bien el propósito señalado en el comienzo de su libro, por lo cual será de gran utilidad para todos los que van a estudiar la compleja personalidad del obispo J. G. Strossmayer y sus actuaciones, especialmente aquellas relativas al Concilio Vaticano I.

Božidar Latković

 

Kvirin Vasilj: Marksizam i Kršćanstvo — El Marxismo y el Cristianismo

Ed. de "La Revista Croata", Barcelona, 1976, p. 205.

Se trata de un libro gráficamente muy bien armado. La tapa con solapas ilustrada por el pintor croata Pero Maruna, que vive en España, tiene una perfecta armonía con el contenido. En cuanto a este último, es una mina de ideas y problemas sublimes acerca del sentido de la existencia humana. Su autor es el franciscano croata que vive, estudia y escribe en los EE. UU.

Vasilj es un filósofo por excelencia. Renuncia a toda carrera profesional de filósofo, para dedicarse enteramente a la tarea del pensador —los filósofos escriben la filosofía, los profesores interpretan y hacen la historia de la filosofía. Por su voluminoso Opus, lo podemos considerar no sólo como el más productivo sino también como el más destacado filósofo croata en el exilio, y, por cuanto podemos ver, también en la patria ocupada. Por su originalidad y un espíritu casi "revolucionario", supera, quizás a todos los escritores croatas filosóficos a partir de Roger Bošković. Este última escribió en el latín, por lo que tenía, y tiene todavía, un público de lectores más numeroso y un renombre casi universal por ser, a la vez, un matemático, astrónomo, física y precursor de la ciencia actual del átomo. Vasilj escribe en croata, hecho que delimita el número de lectores sin decir que la filosofia es por sí una materia poco accesible al público en general. Una vez presentada su obra filosófico-teológica en un idioma grande y moderno, no cabe duda de que se reconocería a Vasilj no sólo como a un pensador "apasionado" sino también pensador de altas cualidades filosóficas.

La presente obra está dividida en siete capítulas, prefacio y epílogo. El primer capítulo lleva el título: Objeto de la filosofía, el segundo: La existencia de Dios, el tercero: El cristianismo como religión sobrenatural, el cuarto: Biblia y su Lógica inferna, el quinto versa sobre: La filosofía acerca del hombre, el sexto está dedicado a: La lectura (estudio) de la Biblia desde varios puntos de vista y el séptimo y último, trata: El pluralismo en la teoría y la práctica.

Realmente se trata de un largo y profundo diálogo entre Vasilj y el prof. de filosofía en la Universidad de Zagreb Branko Bošnjak, filósofo marxista. Este había publicado en 1965 una obra voluminosa, titulada La Filosofía y el Cristianismo, negando al cristianismo el valor específico de la solución del sentido de la vida. Su autor acepta la opinión sobre la imposibilidad de conocer al Ser supremo que llamamos Dios y proclama, como una ilusión, la fe cristiana que intenta consolarnos ante la tragedia de la muerte. Con su ilusión en vez de liberarnos, duplicaría la tragedia: la muerte y lo ilusorio de la fe, Bošnjak adopta la filosofía del materialismo dialéctico.

Su libro había despertado una reacción inusitada dentro de la precaria libertad religiosa en la Yugoslavia comunista después del conocido Protocolo y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Centro del Catolicismo y su astuto enemigo con sede en Belgrado. Las tesis y posiciones de B. Bošnjak fueron sometidas, entre otras, también a la importante crítica del filósofo esloveno J. Janžković. Incluso hubo una discusión directa y pública —un diálogo, entre el prof. Bošnjak y el obispo auxiliar de Zagreb—. el jesuita M. Škvorc, también profesor de filosofía.

A pesar de que Vasilj había escrito una extensa crítica de Bošnjak en la Revista Croata, junio de 1968, pp. 172-203, en la obra a que nos referimos ahora, Vasilj volvió a retomar el tema, ampliándolo con algunas opiniones del mencionado obispo con quien no está siempre de acuerdo y profundizando sus opiniones formuladas con anterioridad. Por eso, esta obra de Vasilj podemos considerarla como un diálogo no sólo entre él y el prof. Bošnjak, sino un diálogo sumamente inteligente entre la filosofía marxista general y la cristiana, inseparable de la cultura y la civilización occidentales.

Para resaltar mejor las diferencias. Vasilj reproduce en su libro las opiniones de Bosnjak en las mismas páginas junto con sus tesis y opiniones, refutando a Bošnjak o completando las opiniones del obispo donde y cuando lo consideraba necesario.

Para nosotros, los dos primeros capítulos son de mayor importancia. Determinar el objeto de la filosofía y probar la existencia de Dios constituyen la inevitable tarea y el indispensable presupuesto para todo lo que se va a discutir en otros capítulos. Si el objeto de la filosofía es sólo y exclusivamente el ser visible, existente, la metafísica es imposible, la inexistencia de Dios comprobada. Frente al ser visible estaría el no-ser, lo que es la nada. La filosofía crítica —así Bošnjak llama a su filosofía— apenas se aleja del ser visible, se mueve en suposiciones y presupuestos que no son ni filosofía, ni un verdadero criticismo filosófico. Suposiciones, según Bošnjak, caracterizarían al pensar cristiano, religioso y acritico, ilusorio. "La filosofía como pensar crítico y racionalmente justificado, es decir como un pensar que proviene del pensar, no puede entrar en presupuestos a pesar de que ella misma tampoco puede decir por qué hay alga en general y no nada", dice Bošnjak.

Vasilj, en primer término, reprocha a Bošnjak por proclamar sólo a su filosofía como realista, negando el mismo cerácter a le filosofía cristiana. Toda la filosofía, según su propósito e intención, está buscando el sentido de la vida. Si es realista o no, si lo con-sigue o no y en qué medida, no depende de la intención de los filósofos ni de su proclamación del autorrealismo, sino del resultado a que llegan y de las razones que presentan. Bošnjak, además, comete un gravísimo error al no atenerse, consecuentemente, a la subtancíal diferencia entre el orden lógico de los seres y el orden de los seres reales (Entes corpora habentes). Partiendo desde los primeros no podemos comprobar la existencia de los segundos, pero tampoco, podemos negarla. Bošnjak invoca el caso de S. Anselmo que, desde el orden lógico de los seres concluyó afirmando la existencia de Dios, lo que una filosofia realista no puede aceptar. San Anselmo, pasando por alto este realismo, cayó en tautología al decir "la última causa es la última causa", explicando al mundo desde el orden de los seres lógicos.

Vasilj reconoce la debilidad del proceder de Anselmo y de todos los filósofos y los teólogos cristianos que se identifican con él. Pero la filosofía cristiana realista no cayó en dicha tautología, porque procede desde el orden de los seres reales. En la tautología caen aquellos filósofos y teólogos que aceptan la idea de Aristóteles acerca del "primer móvil inmóvido" porque no distinguen debidamente la actuación de los seres de su ser mismo. Dios, que moviera a los seres, seria un Dios material, suprimiendo la actuación de los seres que actúan según su ser formando al mundo natural con sus leyes propias, especialmente, con la ley profísica de causalidad. Dios no es un ser más y el primero, en la cadena de los seres en movimiento, sino el creador de todos los seres en su ser mismo. Los seres actúan necesariamente según la totalidad de su ser y no necesitan de un primer móvil. Pero los seres que actúan en serie, tienen su principilo y su fin en el tiempo, lo que indica que tienen un creador, un Ser por sí. Nosotros lo conocemos necesariamente sobre la base de la actividad temporal de los seres-entes, formando nuestras nociones mediante la intuición directa sensorial-intelectual o mediante juicios sístoles que se basan sobre esta experiencia superándola en cogniciones de carácter metafísico y universal, sin alejarse del ser, como diría Bošnjak, y sin contar únicamente con "suposiciones".

Deberíamos escribir una nueva monografía si quisiéramos exponer las ideas, opiniones y argumentos de nuestros dos contrincantes Bošnjak afirma por ejemplo, que todo humano hablar de Dios es nuestro hablar de Dios, nuestro hablar de nosotros mismos, de lo que imaginamos ser Dios. Por eso la teología teísta es en realidad antite.ismo tanto filosófico como teológico. Para poder conoces a Dios, deberíamos ser iguales a El. Vasilj refuta esta tesis como absurda. El hombre conoce seres naturales-reales teniendo en sí la capacidad y la equivalencia sobrefísica de dichos seres mediante las cuales los conoce, sintéticamente, en sus percepciones fenomenológicas y en sus juicios que superan a los fenómenos puros. Pero en ésta su actitud cognitiva, la razón humana se conoce también a si misma como a un ser creado, como un ser que no tiene autosuficiencia para su ser, descubriéndose coma un subequivalente metafísico de un Ser por sí. "Por poseer en sí el equivalente sobrefísico de los seres naturales, el hombre con su conocimiento de la historicidad de su ser, conoce también la realidad del SER por sí somo creador de los seres naturales en su ser general. En con-;ecuencia, nosotros los hombres pode-mos conocer la real existencia del SER por sí. Para tal fin no necesitamos ser iguales a Dios. Nosotros aumentamos nuestra capacidad del conocer median-te nuestro conocimiento sintético de la realidad natural, elevándonos has-ta el SER mismo sin negarlo o identificarnos con EL.

La filosofía del metarialismo dialéctico de Bošnjak termina, según el mis-mo, en un sinsentido, en un nihilismo del hombre como fenómeno cósmico, tratando de superarlo en la historia mediante tareas de humanización de las condiciones en que vive y en una sociedad socialista.

Vasilj, agudo observador de esa sociedad socialista, refiriéndose a la opinión anticreacionista de Vuko Pavičević, correligionario filosófico marxista de Bošnjak, dice que no tiene nada contra su derecho de pensar al respecto lo que quiera y que le parezca mejor, pero sí está decididamente contra su posición monopolista en cuanto ésta, su opinión, se convierte en la filosofía oficial de su gobierno comunista y que por la fuerza se impone "a la gente joven" en las escuelas. "Ya no se trata de la actitud crítica o no, sino de la cultura y la honestidad intelectual", dice textualmente Vasilj.

El capitulo La Filosofía acerca del hombre retorna intensa y específicamente las problemas de los dos primeros. Aqui Vasilj pone en descubierto, lógico y práctico. la pretendida filosofia crítica de Basu jaI y del marxismo en general que. con su "racionalismo", con su logos, privan al hambre no sólo del verdadero conociraiento del mundo, sino también:e quitan todos los sentimientos capaces de inspirar y coadyuvar a la razón humana y a su voluntad en el afán de dar y llenar la vida del sentido. Vasii termina su libro con las dos siguientes afirmaciones, sintesis de un profundo y largo discurrir acerca de los fundamentales problemas de la existencia humana: "Mirando desde la perspectiva física —lo que es un punto de vista marxista (n. Obs.)—, empezamos con protoplasma y terminamos en la tumba. Visto desde el punto de vista religioso, provenimos de Dios y a El retornamos, para vivir con El eternamente".

Vale la pena reproducir algunos casi aforismos de Vasilj. que le afloran espontáneamente comparando el tipo de vida social marxista con aquel inspirada en la filosofia y la religión cristianas. "Por eso, dice nuestro autor, el hombre religioso no sólo que no da menos sentido a su vida y a la del mundo en que vive que el hombre no religioso. sino le da más sentido a la vida en general. E! hombre religioso da sentido a les sufrimientos y a la muerte. Al soportar la injusticia y la fuerza física, a lo que un hombre no religioso no puede dar sentido alguno en su vida. Un hombre no religioso puede, por cierto, hallar algún sentido en la fuerza física con que mantiene a sus adversarios encadenados. Pero él mismo no puede avizorar sentido alguno en la violencia que lo mantendría a él mismo en cadenas".

Es sumamente interesante lo que Vasilj dice sobre el pueblo judio, su carácter religioso y los sufrimientos que padeció por su religiosidad": El pueblo judío llevó en sí la fuerte idea de un pueblo elegido. Desterrados de su propia patria después de la caída de Jerusalen (70) y dispersados por todo el mundo después de la revolución de Berhoba (132) y diseminados por entre todos los pueblos y todos los continentes: perseguidos por cristianos y musulmanes, cuyos credos religiosos surgieron, en parte, de sus libros sagrados; incapacitados por el sistema tendal para poseer tierras y por Ias corporaciones artesanales excluídos del artesanado y la industria; recluidos en los ghetos sobrepoblados; rechazados y marginados, ofendidos y humillados, pero no obstante, sin estructura política alguna, con la constricción legal a la unidad social, sin el idioma común, este pueblo conservó su pureza cultural y de raza, salvó sus ritos antiguos y se hizo famoso por sus contribuciones en todos los campos del progreso humano y reconquistó, triunfalmente, su Estado nacional después de dos mil años de vagar por el mundo. ¿Cuál drama humano es igual a dichos sufrimientos, a diferentes aspectos de ese espectáculo y, también, al merecimiento de su gloria y de la justicia?"

La lectura del libro de Vasilj ilumina e instruye. Ilumina para las cosas superiores de la vida e instruye capacitándonos para entender y tomar posiciones frente a la cotidiana práctica. política y social de un poder ciego que nos agobia tanto a todos.

El prof. Bošnjak perteneció al grupo de filósofos marxistas de Yugoslavia que publicaba la renombrada y suprimida revista "Praxis". Se Ios consideraba "liberales", secuaces del joven Marx. No obstante, Bašnjak afirma ia incompatibilidad de la religión con el marxismo.

"El socialismo y la religión están en contradicción y se excluyen recíprocamente. No es una solución, si la religión se declara un hecho particular, a pesar de que por ahora es la única posición lógica... Si el socialismo se conciliase en su esencia con la religión, esto significaria que no está fundado sobre el conocimiento racional o científico del mundo y la historia. La religión tiende a salir de la esfera privada y asumir un papel social, mientras la sociedad se opone y trata de reducir el área de la religión como el de un hecho privado.

"Entre ellos no se puede dar la coexistencia ideológica: resultaría absurda. Con su idea del hombre entendido como totalidad y del patrón de la historia, el socialismo excluye a la religión"... ¿A quién creer? Al esloveno Ribičić y a su patrón Tito, quienes repiten el "slogan" de la coexistencia marxista-cristiana o a la sinceridad de Bošnjak quien la niega con una lógica clara a todas luces? Resulta evidente que la coexistencia es sólo una fase táctica —muchas veces sólo formal—para que el poder comunista llegue con más seguridad a la altura en que podría implantar todo el rigor de su "socialismo científico" y la filosofía racionalista. La Unión Soviética lo practica y, la Yugoslavia de Tito, vacila tácticamente aguardando el ideal soviético.

El libro de Vasilj facilita la comprensión de dicho cientificismo y la filosofía presuntamente racionalista y crítica, ofreciéndonos contrargumentos y reforzando nuestra resistencia ante la avalancha marxista en boga.

 

Croacia y el problema de su independencia

LA NACION, del 21 de septiembre de 1976, Buenos Aires, escribe:

Los croatas se establecieron a comienzos del siglo VII en el noreste de la peninsula balcánica, en el lado oriental del Adriático, se organizaron como Estado hacia el 800 y como reino en 835. En 1102 el trono recayó en los monarcas húngaros manteniéndose desde entonces una unión entre ambos países en la persona del soberano magiar. Bosnia, al sur, mantuvo sus propios reyes hasta ser conquistada por los turcos en el siglo XV. Los húngaros desarrollaron una intensa acción tratando de asimilar a la nación croata y a partir de 1848 surgió un fuerte movimiento de independencia. Al caer en 1918 el Imperio Austro-Húngaro, Croacia se unió al reino de Servia, en un solo Estado llamado "de los servios, croatas y eslovenos", y desde 1929, Yugoslavia. En los primeros tiempos servios y croatas colaboraron estrechamente pero luego el rey Alejandro I, servio, impuso una política fuertemente centralista y las relaciones quedaron rotas al ser asesinado en el Parlamento el lider croata Radich (1928). A partir de allí la situación degeneró con violencia creciente que costó la vida al mismo rey asesinado en Marsella en 1934.

No encontrando apoyo en sus reivindicaciones los dirigentes croatas buscaron la alianza de Italia, y al invadir los alemanes Yugoslavia en 1941 aprovecharon la situación para declarar su independencia. Pero la habían vinculado con la causa del Eje y la victoria aliada en 1945 acarreó una dura eliminación de los elementos nacionalistas y el fin de esa independencia. Sin embargo, luego se formaron dos repúblicas croatas dentro de la Federación Yugoslava: Croacia propiamente dicha, que incluye Dalmacia, y Bosnia.

En los últimos años, ante un recrudecimiento del centralismo servio, en detrimento de los demás pueblos federados, surgió en Croacia una nueva inquietud separatista entre la juventud que no había alcanzado a participar de los acontecimientos de treinta años atrás. Nacieron importantes grupos opositores, llamándose a ese brote "la primavera de Croacia". Mika Tripalo, que había sido secretario del partido oficial y Savka Dabčević, ambos comunistas de importancia y totalmente radiados de todo cargo en la actualidad, son en general considerados como cabezas de ese vasto movimiento en el mismo país. Muchos jóvenes fueron detenidos y juzgados en un proceso que se encuentra en plena fermentación.

Es imposible saber a ciencia cierta si estos jóvenes comparten o discrepan con la ideología marxista implantada en su patria, desde la Segunda guerra mundial, pero no cabe duda que lo substancial de su pensamiento es la defensa de la integridad nacional de su pueblo. Idéntica inquietud entre la juventud de la emigración croata ha provocado episodios como el reciente secuestro de un avión norteamericano por un grupo de personas nacidas todas ellas después del fin del conflicto mundial.

Croacia tiene 4.500.000 habitantes y Bosnia 3.800.000 o sea 8.300.000 entre ambas. Unos dos millones de servios habitan en enclaves dentro dentro del territorio croata. La capital es Zagreb.

 



* Desgraciadamente, por pura casualidad, fue muerto en esa oportunidad un policía norteamericano. A pesar de que los secuestradores habían avisado a las autoridades policiales sobre la bomba depositada con sus volantes en un determinado punto de Nueva York, para que la pudiesen desactivar sin peligro para nadie, de ser satisfechas sus exigencias. Los policías no tomaron ninguna medida de precaución prevista para los casos de esta naturaleza, lo cual puede considerarse como la causa principal del lamentable suceso.

** Ver su artículo en la pág. 172 de este volumen de S.C.

* Este artículo fue publicado en el periódico ESLOVENO SMER V SLOVENSKO DRZAVO - RUMBO HACIA EL ESTADO ESLOVENO, Buenos Aires, 15/4/76. Su autor, France Jeza, es un politico y publicista esloveno, autor de dos libros: "La nueva servidumbre del pueblo esloveno" y "El origen escandinavo de los eslovenos". F. Jeza vive en el exilio, desarrollando su actividad en Trieste. (Traducido por: F.N.).

* Texto de la conferencia pronunciada en el Salón de honor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, el 23 de junio de 1975, dentro del ciclo de 15 temas sobre la Segunda Guerra Mundial, organizado por la Vicerrectoría de comunicaciones y el Instituto de Historia del mencionado plantel universitario al que pertenece el conferenciante.

[1] "Secundario" en el sentido de que la decisión final no cayó en el escenario balcánico. Sin embargo, según lo destaca Albert Speer, ministro de Armamentos en el Tercer Reich, en sus "Memorias" (Plaza & Janés S. A., Edit., Barcelona, 1974, págs. 453 s.s.), los suministros de materias primas de los Balcanes eran de vital importancia para la continuación de la guerra, pues "esto significa, ni más ni menos, que la guerra tendrá que terminar unos diez meses después de la pérdida de los Balcanes".

[2] Cfr. Mario Cervi: Storia della guerra di Grecia, Edit. Mondatori, 1969. Según datos oficiales del ministerio italiano de Defensa, las pérdidas italianas en la campaña de Grecia se elevan a 13.755 muertos, 52.108 heridos, 12.368 víctimas de las heladas. — El número de griegos se eleva a 13.408 muertos y 42.858 heridos; cfr. Cervi, o. c., págs. 346-347.

[3] Cfr. B. H. Liddell Hart: Historia de la Segunda Guerra Mundial, 2 tomos, Luis de Caralt, Barcelona, 1972; T. I., cap. 11, págs. 153-162; también: Luis L. Snyder, The War 1939-1945, J. Messner Inc. N. York, 1960; cap. Dunkirk II: Greece, págs. 155-157.

[4] Cfr. B. H. Lidell Hart, o. c., págs. 157 s.s. y Snyder, o. c., págs. 157-160 (Dunkirk III: Crete).

[5] Cfr. Almirante Angelo Iachino: Gaudo y Matapan (Storia di un'operazione della guarra navale nel Mediterráneo 27-28-29 marzo 1941). Ed Mondatori, 34 ed., 1963; especialmente los capítulos dedicados a la acción naval de Gaudo (págs. 109-136) y a la reconstrucción de la batalla naval de Matapn (págs. 226-263).

[6] Cfr. B. H. Liddell Hrt, o. c., cap. 9: Contraataque en Egipto, págs. 153-162; cap. 10, págs. 143-149; cap. 14: La presencia de Rommel en Africa, págs. 195-206.

[7] Cfr. Ivan Babić Military History, en Francis H. Eterovich & Christopher Spalatin (Edit.): Croatia (Land, People, Culture), Vol. 1, University of Toronto Press, Oxford-London-N. York-París, 1960; cap. La guerre de liberation nationale en rougoslavie (1941-1945) par le Lieu. Col. Dimitrye Brajušković, págs. 298-346.

[8] Cfr. Robert Lee Wolff, cap. 11, Bulgaria, pág. 279, en Stephen D. Kertesz, (Edit.): The Fate of East Central Europe (Hopes and Failures of American Foreign Policy), University of Notre Dame Press, 1956.

[9] Cfr. Robert Lee Wolff, cap. 10, Rumania, en Kertesz, o. c., pág. 252.

[10] Un ejemplo ilustrativo nos ofrece Mr. Eden, en su misiva al primer ministro Churchill. el 7 de marzo de 1941, expresando su opinión en cuanto a Grecia: "Sin duda, nuestro prestigio sufrirá un rudo golpe si se nos expulsa ignominiosamente, pero en cualquier caso haber luchado y sufrido en Grecia sería menos dañoso para nosotros que haber dejado Grecia librada a su propio destino". Citado en Winston S. Churchill: La Segunda Guerra Mundial (6 tomos), La Gran Alianza, Peuser, Bue-nos Aires, 8' edición, 1961, pág. 99.

Por su parte, el subsecretario del Departamento de Estado norteamericano. Sumner Welles, en sus memorias, publicadas a fines del año 1944 (edición en castellano: Hora de decisión, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1945, págs. 201-202) recalca la importancia extraordinaria de la intervención británica en Grecia:

"Recuerdo que muchos funcionarios en Washington deploraron con tono doctoral esta determinación y censuraron como un disparate estratégico de los ingleses. Creo sin embargo, como lo creía entonces, que esta decisión, aconsejada, según parece, por Anthony Eden, es una de las más acertadas que se han tomado durante la guerra. En primer lugar, si Gran Bretaña no hubiera respetado su compromiso de ayudar a sus aliados en momentos de tan grave peligro, sobre todo después de haber resistido tan valientemente a Italia, habría provocado una indignación muy justificada no sólo en Grecia sino también en las otras pequeñas potencias de Europa; además, la ayuda británica contuvo el avance alemán a través de Grecia hacia las islas del Mediterráneo oriental el tiempo suficiente para que los ingleses pudieran dominar la revuelta provocada por Alemania en el Irak, permitiendo así frustrar la campaña contra el Mar Rojo y el Golfo Pérsico a través de Turquía o Siria que indudablemente habría lanzado Hitler si hubiera logrado la rápida ocupación de Grecia y el triunfo de la revuelta en Irak".

S. Welles completa, desde luego, su razonamiento, añadiéndole: "Cierto es que el envío de tropas a Grecia facilitó el avance de Rommel y puso a Alejandría al borde de ser ocupada por el Eje. Pero la gravedad de la situación justificaba el riesgo".

[11] B. H. Lidell Hart: La Defensa de Europa, Ediciones "Ateneo", México, D. F., 1947, pág. 21. — Después de la derrota sufrida en Grecia, en abril-mayo de 1941, Mr. Churchill no consiguió el consenso de sus aliados para abrir un frente "paralelo" en los Balcanes, no obstante sus repetidos requerimientos. Con un desembarque oportuno en la costa oriental del Adriático, los ejércitos occidentales se habrían adelantado a las tropas soviéticas en la ocupación del centro de Europa. En tal caso es bastante probable que la delimitación de las esferas de influencia entre el Báltico y el Mediterráneo hubiesen tenido otro aspecto: una relación de fuerzas más equitativa y que quizás brindara mayores garantías para salvaguardar la paz que la "dis-tensión" tan precariamente conseguida después de 30 años (Helsinki).

[12] Para los planes balcánicos de Mr. Churchill son características sus sugerencias, de fecha 6 de enero de 1941, al general Ismay para el Comité de Jefes de Esta-do Mayor: "La actitud de Yugoslavia puede muy bien ser determinada por el apoyo que demos a Grecia y por la suerte que corra ante de Valona..." "Si Yugoslavia se mantiene firme y no es molestada, si los griegos toman Valona y se mantienen en Albania, si Turquía se transforma en nuestro aliado activo, la actitud de Rusia puede cambiar en sentido favorable". Churchill, o. c., pág. 21. Huelga decir que los hechos no corroboraron ninguno de los elementos tomados en cálculo por Churchill.

[13] Cfr. D. Mandić: La historia étnica y religiosa de Bosnia y Herzegovina, en Studia Croatica, Revista trimestral de estudios politicos y culturales, Año XIV, 1973, vol. 150-151, págs. 132-156; especialmente el capitulo: La colonización romana de los moros en los Balcanes, págs. 148 s.s.

[14] Los gitanos que vinieron a Chile, antes de la Primera Guerra Mundial, son oriundos de Servia; tienen nombres y apellidos servios y conservan su idioma, el servio, aunque mezclado con palabras turcas.

[15] Cfr. Felipe Torroba Bernaldo de Quíros: Historia de los sefarditas, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1968, págs. 291-321.

[16] Salvador de Madariaga, España, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 4° ed., 1944, pág. 458.

[17] Cfr. Stavro Skendi: cap. 12, Albania, en Kertesz, o. c., págs. 297 s.s.

[18] En cuanto al Epiro, el problema de las mutuas reivindicaciones fue tema de discusión en la UN (1948); cfr. Stavro Skendi, o.c., pág. 311.

[19] Cfr. Grigore Gafencu: Guerra en el Este, Ediciones Morata Argentina, Buenos Aires, 1945, pág. 246.

[20] Cfr. Ernest Bauer: Brei Leopardenkepfe in Gold. Oesterreich in Dalmatien (Tres cabezas de leopardo en oro. Austria en Dalmacia), Verlag Herold, Wien-München, 1973, pág. 234.

[21] Reyes croatas: Esteban Držislav (969-995); Pedro Krešimir IV el Grande (1056-1074) y Dmitar Zvonimir (1076-1089); cfr. Ivo Omrčanin: Diplomatic and Political History of Croatia, Dorrance & Company, Philadelphia, 1972, págs. 85-94.

[22] Por su extensión territorial, Austria-Hungría, con 676.615 km2, era el segun-do país europeo después de Rusia; su población ascendia, en 1914, a 52.750.000 almas. Al desmoronarse el Imperio de los Habsburgo, en 1918, su área se repartió, en virtud de los tratados de Versalles (1919), Saint Germain (1919) y Trianon (1920) entre siete herederos: Austria 83.800 km2 (entre paréntesis: número de habitantes, en millones, 6,4); Hungria 93.000 km2 (7,9); Checoeslovaquia 142.000 km2 (13,7); Polonia 81.000 km2 (7,7); Rumania 112.400 km2 (6,2); Yugoslavia 143.000 km2 (7,5) e Italia 23.000 km2 (1,6). Cfr. Oesterreich-Lexikon, Wien, 1966, T. I., págs. 864-865.

[23] Montesquieu: El espíritu de las leyes, Ediciones "Libertad", Buenos Aires, 1944, pág. 294.

[24] Cfr. mi artículo: El impacto de la Guerra civil española sobre la política exterior e interior de Yugoslavia y Croacia, Studia Croatica, Vol. 54/55, 1974, págs. 150-160.

[25] Cfr. Gafencu, o. c., pág. 204.

[26] Cfr. Memorias de Pietro Badoglio, mariscal de Italia y ex jefe de gobierno, S. A. Editora Bell, Buenos Aires, 1947, pág. 46.

[27] Cfr. el texto del respectivo protocolo en Cervi, o. c., págs. 353-356.

[28] Cfr. Cervi, o. c., págs. 351-352.

[29] Badoglio, o. c., pág. 47.

[30] Badoglio, o. c., págs. 47-48 y Cervi, o. c., págs. 358-366 (texto del protocolo de la reunión en Roma, 15 de octubre de 1940).

[31] Cfr. Cervi, o. c., págs. 151 s.s. "I primi tre giorni della campagna il vero nemico dei reparti a italiani fue il maltempo", Cfr. también Eddy Bauer:Historia controvertida de la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945. Ediciones Rialp, S. A., Madrid-México-Bs. Aires-Pamplona, 1967, 7 tomosé T. II. págs. 300-301.

[32] Cfr. Andreas Hillgruber: Les entretiens secrets de Hitler (setiembre 1939 - deciembre 1941), Fayard, Paris, 1969; entrevista Hitler-Franco, en Hendaya, el 23 de octubre de 1940, págs. 272-278; además, Hitler-Petain, el 24 de octubre de 1940, págs. 278-285.

[33] Cfr. Hillgruber, o. c., págs. 286-298.

[34] Cfr. Joachim von Ribbentrop: Entre Londres y Moscú (Recuerdos y últimos escritos publicados por Annelies von Ribbentrop), Ediciones Destino, Barcelona, 1955, págs. 210-211; también en Churchill: La Segunda Guerra Mundial, La Gran Alianza, o. c., pág. 37.

[35] Conversaciones Hitler-Cvetković, cfr. Hillgruber, o. c., págs. 463-477.

[36] Cfr. "El Mercurio", Santiago de Chile, 20 de febrero de 1941, página editorial (3).

[37] Cfr. Liddell Hart, La Defensa, o. c., págs. 21-22; "Pensaba el, Comandante grieal respecto: "Es inmoral hacer promesas cuando en la práctica éstas no se pueden cumplir del modo en que el receptor las espera..."

[38] Cfr. las declaraciones de D. Cvetković en el "Figaro", París, abril de 1950, reproducidas (en la traducción al servio) en el folleto Istina o 25. i 27. martu (La verdad sobre el 25 y el 27 de marzo de 1941), París, 1951, Imprimerie de la S.N.I.E., 32. rue de Manílmontant, París), págs. 27-32.

[39] B. H. Liddell Hart, en Defensa, o. c., pág. 66, hace una amarga observación go (general Papagos) que los británicos obrarían cuerdamente si completaban su victoria en Noráfrica antes de intentar algo nuevo. Dividir los esfuerzos era estrategia muy pobre".

[40] Cfr. Churchill: La Segunda Guerra Mundial, La Gran Alianza, o. c., pág. 147.

[41] "El Mercurio". Santiago de Chile, 23 de marzo de 1941; cablegrama de la U.P. referente a la entrevista Fotitsch (embajador de Yugoslavia en Washington) y Sumner \Valles (secretario de Estado de U.S.A.).

[42] Churchill, o. c., pág. 149.

[43] Churchill, o. c., pág. 154.

[44] Churchill, o. c., pág. 151.

[45] Para mayores detalles sobre el potencial bélico de Yugoslavia cfr. Ivan Babić, o. c., págs. 151-154.

[46] Para los pormenores en cuanto a la primera y única participación del Parti-do comunista en las elecciones parlamentarias del Estado de los serios, croatas y eslovenos (Yugoslavia), cfr. D. A. Tomašić: National Communism and Soviet Strategy, Public Affairs Press, Washington D. C., 1957, págs. 14 s.s.

[47] El Estado Independiente de Croacia, proclamado el 10 de abril de 1941, antes de que entraran las tropas alemanas en Zagreb, capital de la nación adherió luego al Pacto tripartito y envió unos destacamentos de sus fuerzas armadas, recién creadas, al frente de Este (infantería, artillería, aiación y marina de guerra). Croacia fue pronto reconocida por el Tercer Reich, Italia, España, Hungría, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Finlandia, el Japón, Manchuko y Siam (Tailandia), estableciendo con todos los mencionados estados normales relaciones diplomáticas. También tenía Croacia contacto con la Santa Sede, Suiza y el Gobierno de Vichy, a través de delegados especiales.

[48] Cfr. el estudio de A. Pavelić Smith: Los ingleses y Draža Mihajlović (en croata), en Hrvatska Revija (Revista Croata), Año VII, v. 3, Buenos Aires, setiembre, 1957, págs. 235-253.

[49] Cfr. Badoglio, o. c., págs. 87-108.

[50] Cfr. Ivan Babić, o.c.,, págs. 155-164. 59 Cfr. Ivan Babić, o. c., págs. 155-164.

[51] Cfr. Badoglio, o. c., págs. 125-126; Apéndice N° 1: El real ejército italiano, págs. 215-217.

[52] Dr. V. Vrančić: Postrojenje i brojčano stanje hrvatskih oruianih snaga (Formación y efectivos de las Fuerzas armadas de Croacia en los años 1941-1945; en croata), Buenos Aires, 1953 (separata del Anuario de la organización "La Defensa del Hogar Croata", año 1953, pás. 141-167).

En otoño de 1944, cuando ya habían capitulado Rumania y Bulgaria, los efectivos de las fuerzas armadas de Croacia, bajo el mando croata, eran 235.000 soldados mobilizados; además, las formaciones croatas que se encontraban en aquel momento bajo el mando alemán alcanzabán una división —Hanžar— de 18.000 hombres y una división de gendarmería (compuesta de croatas y alemanes) de 5.000 hombres.

Al replegarse los alemanes de los Balcanes, las tropas croatas defendieron cada pedazo de su tierra; mas, por falta de municiones y no disponiendo de suficiente aviación, no pudieron prestar mayor resistencia a los comunistas, mejor equipados y apoyados eficazmente por Ias fuerzas aéreas aliadas. Al acercarse el final de la contienda, las tropas croatas se retiraron en formaciones completas y bien disciplinadas a través de Elovenia, pasando a Carintia y Estiria, donde capitularon ante el 8vo. Ejército británico. Cfr. nota 55 y nota 56.

[53] El cambio decisivo en la política británica se puede percibir a fines del año 1943, de acuerdo con sugerencias del embajador británico ante el Gobierno yugoslavo, Mr. Stevenson, en un telegrama enviado al Foreign Office, el 25 de diciembre: "Nuestra política debe basarse en tres factores: Las partidas de guerrilleros van a ser dueños de Yugoslavia. Tienen para nosotros tanto valor desde el punto de vista militar, que debemos apoyarlas hasta el máximo, subordinando las consideraciones políticas a Ias militares. Es muy dudosa que podamos seguir mirando la monarquía como un elemento unificador en Yugoslavia". Cfr. Churchill: La Segunda Guerra Mundial, o. c., El cerco se cierra, pág. 396.

[54] Cfr. Churchill, Ibidem, pág. 399.

[55] En una perspectiva de más de 30 años, la defensa de las tropas alemanas en el Norte de Italia (general Kesselring), por un lado, y la actividad defensiva de las fuerzas armadas croatas, por otro, merecería una adecuada valorización. Sin la resistencia prestada en el el "frente paralelo", esto es, si se hubiera hundido antes el frente en Croacia (tal como fue el caso con los otros aliados del Reich: Rumania, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Finlandia e Italia, desde luego), es probable que toda Europa entonces hubiera caído bajo el control de los comunistas y compartido la suerte que corrieron los países al Este de la línea Lübeck, en el Báltico, hasta las puertas de Trieste, en el Mediterráneo.

[56] Cfr. F. Nevistić: ¿Hay justicia en el mundo? Reflexiones con motivo del trigésimo aniversario de la tragedia de Bleiburg, en Studia Croatica, Buenos Aires, Año XVI, junio de 1975, Nros. 56-57, págs. 3-11; Tragedia de Bleiburg, edición especial de Stud a. Croatica, Buenos Aires, 1936, pág. 391é luego: Operation Slanghterhouse, Edición de J. Prcela y S. Guldescu, Dorrence y Cía., Philadelphia, 1970, 557 páginas, y Lord Nicholas Bethell, The last secret - forcible repatriation to Russia 1944-47, Andres Deutsch, London, 1974, especialmente págs. 87-88, referente al caso croata.

[57] Cfr. J. Djordjevich: Yugoslavia, democracia socialista. Fondo de Cultura Económica, México, 1960, pág. 239.

[58] Cfr. J. Djordjevich, o. c., pág. 245.

[59] Cfr. Alex Dragnich, cap. 15 Yugoslavia, en Kertesz, o. c., págs. 358 s.s. La Asamblea Constituyente, al terminar la guerra, abolió la monarquía y estableció la República Federal Socialista, controlada por los comunistas, cuyo caudillo, Tito, fue depués nombrado presidente vitalicio, conservando el cargo de secretario general del Partido comunista. Los elementos no-comunistas, que formaban parte del Frente Popular durante las guerrillas, fueron eliminados completamente del poder.

Con el apoyo diplomático de la U.R.S.S., Yugoslavia donsiguió fortalecer su situación estratégica y económica en el Adriático frente a Italia, anexionando Zadar, Rijeka (Fiume), Istria, las islas adyacentes y una parte de la provincia Venecia Julia. A estos territorios, habitados por croatas y eslovenos, tenia que renunciar el Estado de los servios, croatas y eslovenos en el Tratado de Rapallo (12 de octubre de 1920), en negociaciones directas con Italia, pues los anteriores Tratados de paz '—con Austria (en Saint Germain, 1919) y Hungría (Trianón, 1920— no lograron resolver las cuestiones fronterizas pendientes, no estando Italia dispuesta a aceptar el principio de autodeterminación de los pueblos, proclamado por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson. Con las nuevas adquisiciones, Yugoslavia aumentó su extensión territorial de 247.500 a 255.804 km2.

El curso independiente que tomó Yugoslavia después (1948) de la ruptura con la U.R.S.S., cambió, en lo esencial, la doctrina comunista yugoslava. La preponderancia que tienen los servios y montenegrinos en el ejército y la policía, hacen pre-ver que en la era postitista los gobernantes buscarán el respaldo en la Unión Soviética para perpetuar su hegemonía en el Estado plurinacional; mas, dada su estructura artificial, no se excluye la posibilidad de un reajuste radical, de inspiración soviética, para poner término a las permamentes tensiones en estos puntos más neurálgicos de los Balcanes.

[60] Las guerrillas comunistas, al principio una minoría insignificante, bajo el mando de Enver Hoxha, contando con el apoyo de los partisanos yugoslavos, se apoderaron del país al retirarse las tropas alemanas de Albania, a fines de 1944. También en Albania se había formado un Frente Nacional de resistencia (Balli Kombetar), pero fue después despiadadamente, liquidado, igual que en el caso de los otros países balcánicos. En 1946 se proclamó la República Popular, controlada por el Partido de Trabajo (Albanés), bajo cuyo disfraz se afianzó el comunismo de orientación radical hacia el leninismo-maoismo. Cfr. Stavro Skendi, o. c., págs. 300 s.s.

[61] Bulgaria luchó al lado de Alemania contra Grecia y Yugoslavia; declaró la guerra a Gran Bretaña y Estados Unidos, pero se abstuvo de tomar parte contra la Unión Soviética. Esta, sin embargo, al penetrar en los Balcanes, declaró la guerra a Bulgaria y, después del armisticio, la presionó para que se volviera contra Alemania. A raíz de los cambios efectuados, los elementos de izquierda lograron afianzar cada dia más su poder dentro de los gobiernos que siguieron y, por fin, en el plebiscito del 8 de setiembre de 1946 (a dos años de la capitulación) fue abolida la monarquia e implantada la República Popular. Cfr. Robert Lee Wolff, o. c., págs. 279 S.S.

Contando con la actitud benévola de la Unión Soviética, Bulgaria conservó la Dobrudja meridional y así aumentó su extensión territorial prebélica de 103.100 a 110.800 km2.

[62] Rumania, que luchó al lado del Tercer Reich contra la Unión Soviética desde el 22 de junio de 1941, capítulo frente a esta el 28 de agosto de 1944, volviéndose pronto contra Alemania. Los cambios en los gobiernos que siguieron a la deserción rumana, afianzaron paulatinamente a los elementos de izquierda. El rey Miguel I fue destituido y se proclamó la República Popular el 31 de diciembre de 1947, gobernada por los comunistas, Cfr. Robert Lee Wolff, o. c. págs. 254 s.s.

Habiendo recuperado la pérdida de Transilvania, pero teniendo que renunciar definitivamente a Besarabia y Bucovina en favor de la Unión Soviética y a la Dohrudja meridional, cedida a Bulgaria, la extensión territorial de Rumania se redužo a raiz de la Segunda Guerra Mundial de 295.000 a 237.500km2.

[63] Frente a la perspectiva sombría de un ensanchamiento del dominio soviético en los Balcanes, no habría que descartar la posibilidad de que los pueblos balcánicos, desprendiéndose de la tutela de la Unión Soviética y aleccionados por la experiencia del pasado, recurrieran a nuevas formas de mutua conllevancia. Así se cumpliría también para ellos la célebre profecía de Renan, lanzada en 1870, en cuanto a un porvenir pacífico dentro de una eventual organización de los Estados ITnidos de Europa: "Se verá el final de la guerra cuando, al principio de las nacionalidades, se añada el principio que es su correctivo, el de la federación europea, superior a todas las nacionalidades". Citado en Georges Weill: La Europa del siglo XIX y la idea de la nacionalidad. Ediciones UTEHA, México, 1961, pág. 317.

Dada la situación geopolítica de Croacia —salida natural al Mediterráneo para los países de la cuença del Danubio y del hinterland balcnánico—, los croatas pertenecientes a la clilización occidental, fueron siempre partidarios de una solución federal europea (según el concepto de Esteban Radié, croacia, "República humanitaria neutral", sería;una necesidad europea!), en el más amplio sentido. No extraña pues que siguieran y: siguen con simpatia e interés todos los intentos de emancipación de los pueblos hacia la autonomía y/o independencia completa (Irlanda, Cataluña, Eslovaquia, Albania, Macedonia, etc.). El Estatuto de Cataluña (15 de setiembre de 1932), bajo la Segunda República Española (1931-1936), sirvió, hasta cierto punto, de modelo para la autonomía de Croacia, conseguida, aunque en escala más modesta, el 26 de agosto de 1939, a una semana antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.

Los patriotas croatas recuerdan la memorable declaración del presidente del Gobierno español, Don Manuel Azaña, referente al Estatuto de Cataluña, que alentaba también las esperanzas croatas:

"El hecho que celebramos no es un hecho catalán, sino un hecho español, y más diré: un hecho de la historia universal, y es probable que sea la República española, con su soluciones autonomistas, la que en adelante señale los caminos a seguir a otros pueblos europeos en situación más o menos semejante a la nuestra".

[64] El Programa de la oposición democrática croata exterior e interna. El manuscrito mimeografiado, en la Documentación del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, pág. 10.

[65] Fausto Vrančić, Dictionarium quinque Nobilissimarum Europae Linguarum, Latinae, Italicae, Germanicae, Dalmaticae & Ungaricae, Zagreb, 1971, Liber de la Prensa de la Universidad, pág. 135.

[66] El croata tiene tres dialectos principales, denominados según las diferentes formas del pronombre interragativo "qué", o što en el dialecto štokavski, kaj en el kajkavski y ča en el čakavski. El dialecto čakavski se habla en la Croacia meridional y occidental (en Istria, en la costa dálmata, en las islas, en Lika y en Gorski Kotar).

[67] Hay una copia de esta edición en la Biblioteca del Museo Británico, Catálogo General, anaquel 1333 g 21.

[68] Una copia de este diccionario puede encontrarse en la Biblioteca del Museo Británico; anaquel 12901. bb. 45.

[69] Cf. V. Putanec, Apostile uz Dictionarium Quinque nobilissimarum Europae Linguarum Fausta Vrančića, en Čakavska Rič, 2, Split (1871) pp. 5-18.

[70] Cf. Dictionary of Scientific Biography, Nueva York, Scribner, 1976, vol. XIII, 613-614.

[71] Marko Marulić de Split (1450-1524), el autor de "Judita" es conocido como el primer poeta croata de mayor importancia. Puesto que "Judita" fue la primera obra de una concepción más amplia, dominada por una idea concientemente patriótica, Marulić fue considerado generalmente como el fundador del arte poético croata. Es por esa razón que retuvo ese título de honor hasta hoy si bien le precedieron en el tiempo petrarquistas conocidos y desconocidos de Dubrovnik.

[72] Opera nuova che insegna a parlare la lingua schiavonesca fue descubierta hace pocos años por el erudito Jan Petr. Cf. J. Petr. Itallsko-ćakavska jazyková priručka, 2 r. 1527, en Slavia, Praga (1973), págs. 44-67.

[73] Una copia de esta obra (De Afflictione...) se halla en la Biblioteca del Museo Británico en la póliza c. 32. a.6. (2.) Catálogo General.

[74] Esta obra está registrada en el Catálogo General del Museo Británico bajo la asignación 280.b.35.

[75] Cf. Baudouin de Courtenay, Das Slavische in den Werken von B. Georgievics, Archiv für Slavische Philologie, 1888.

[76] Cf. F. Kikrić, Bartholomaeus Gjorgjević, biographische und bibliographische Zuzammenfassung, 1920.

[77] Cf. M. Pajk, en Archiv für slavische Philologie. Berlin, XXI (1899), pp. 639-640.

[78] Cf. M. Resetar, en Archiv für slavische Philologie, XXVI (1904), 158-366 y Caferoglu, Revue des études balkaniques, II, 185-190.