STUDIA CROATICA
Año XVIII – Enero – Junio 1977- Vol. 64-65
Democracia ilimitada y derechos humanos
El ejército yugoslavo como instrumento de la
hegemonía servia
Eslovenos y croatas - aliados en la lucha por la
independencia
El nacionalismo en Croacia desde 1964
"Martín Fierro", la Argentina y los
croatas
Acto recordatorio de la fecha patria - El 9 de
Julio
Fue organizado un comité judío por la libertad de
Croacia
Notas del país de la "unidad y la
fraternidad"
Insólita acción australiana contra dos ciudadanos
argentinos
Fallo contra los "argonautas del aire"
Michel Lespart: "Les Oustachis - terroristes
de l'idéal"
José Hernández: Martín Fierro, traducción en el
idioma croata, por Pero Tutavac.
Franjo Dujmović: Hrvatska na putu k
oslobodjenju
Acerca de las discusiones
teóricas y la necesidad de cambios prácticos
Franjo Nevistić
"Todas las cosas tienen su precio,
pero sólo el hombre tiene la dignidad". E. Kant
Se ha dicho, hace bastante tiempo, por parte de algunos renombrados teóricos, que la democracia no es otra cosa que un período histórico, una época, una forma y estilo de la vida política circunstanciales. En la opinión de otros, sin embargo, se trataría de un plan, de un proyecto político permanente como consecuencia directa de una concepción del mundo, de una cosmovisión integral. Los que sostenían o siguen sosteniendo la primera posición, seguidos por las masas indoctrinadas en el espíritu antidemocrático, creían que la problemática de la democracia ha sido superada, especialmente de la democracia liberal y parlamentaria, digna de olvido, ser tirada al trasto de la historia. Sin embargo, el reciente desarrollo de la política tanto internacional como de la de muchos países tomados individualmente, otorga crédito a la opinión contraria.
En efecto, los problemas de la
democracia vuelven a ocupar intensamente el interés de todos. El de los
teóricos igual que el de los hombres políticos.
¿De qué democracia hablamos?
¿A qué democracia nos referimos
aquí? Hay tantas, que uno queda perplejo al sólo pronunciar el nombre de la
misma. La democracia liberal, parlamentaria, capitalista, socialista, popular,
comunista, ilimitada etc. Incluso, los periódicos del régimen de Tito
(Yugoslavia) comienzan a hablar de una democracia de computadoras. Habrá que suministrar
datos necesarias a una máquina electrónica y ella nos resolvería cuestiones de
la más variada índole. En el presente artículo el término democracia lo tomamos
en su sentido más puro, originario como lo conocen la teoría y la práctica del
mundo occidental. En nuestro ambiente argentino, el académico Manuel Tagle,
dijo recientemente con cabal acierto qué es la democracia occidental. Sin
mencionar a nadie ratificó la opinión, por ejemplo, de Gabriel Marcel, filósofo
católico, quien había reconocido grandes méritos al liberalismo por su
efectividad práctica, dando formas legales -constitucionales y políticas- a la
democracia, sin tomar en consideración, incluso, prescindiendo de su posición
frente a los problemas metafísicos. "No fueron liberales los griegos ni
los romanos... no admitieron la igualdad natural de los hombres ni repararon en
que inherente a la noción de la persona es la dignidad ética, incompatible con
su sometimiento a cualquier clase de servidumbre.
El cristianismo fundó estos
conceptos sin exceder el plano abstracto de los valores que no se realizan. El
liberalismo afloró... estimulado por la viva conciencia de
"politizar" esas verdades religiosas, fijándolas en las
instituciones" ("La Prensa", Buenos Aires, 10 de agosto de
1977). Nos referimos, pues, aquí a la democracia parlamentaria, pluralista,
polipartidaria. No sin un real fundamento decía H. Bergson, que la democracia
es por su inspiración del origen evangélico. W. Churchill, a su vez, la
"definió" lúcidamente como la mejor entre las malas formas de
gobierno. Después de una amplia y casi exhaustiva crítica, de la democracia
parlamentaria -por ejemplo la del académico británico, James Bryce enfocada en
sus múltiples aspectos, desde la formación de la opinión pública, hasta la terminación
de las discusiones en la actividad legislativa y la política, de gobiernos, y
después de la práctica soviética, que tomaba al pie de la letra esa crítica y,
más tarde, del nacional-socialismo y el fascismo -menos durable- se la
consideraba por muchos como caduca y definitivamente superada por igual como
cualquier otra época histórica, superada por el tiempo y la vida.
No obstante, el momento actual
ofrece pruebas que desmienten tanto las teorías como las prácticas
antidemocráticas en el escenario internacional. Así, por ejemplo, Fridrich
August von Hayek, premio Nobel para las ciencias económicas (1974), de
orientación liberal, retoma el problema y reexamina su significado y su
alcance, proponiendo reformas que considera indispensables para la defensa de
la democracia contra totalitarismos. Además, la revisión (?) de la posición
comunista frente al problema en su versión del "eurocomunismo", nos
autoriza pensar con suficiente razón, que la democracia, en su sentido más
genuino y originario, ha recobrado la actualidad acorde con su importancia en
la vida del hombre contemporáneo.
La posición de Hayek
Como para sorprender a muchos,
el sabio alemán señala la raíz histórica de la crisis de la democracia
justamente en el sistema democrático parlamentario de Inglaterra. "La
soberbia pretensión del parlamento inglés de ser soberano y no estar
subordinado a ninguna ley en las medidas legales de su gobierno, se puede
considerar como golpe mortal tanto para la libertad individual, como también
para la democracia", escribió el mencionado sabio en "Frankfurter
Allgemeine Zeitung" del 8 de enero de 1977.
Esta "soberbia
pretensión" estriba en la errónea concepción de Francis Bacon, Thomas
Hobbes o del racionalismo de Descartes. Según su opinión común, no hay ningún
poder superior del poder de Estado. Esta concepción, por suerte, venía mitigada
por la tradición anglosajona que siempre evidenciaba una mayor
"comprensión por Common Law de un Edward Coke, Mathew Hale y de viejos
Whigs..." Para fundamentar su audaz y sorprendente afirmación -pues la
democracia británica es considerada como paradigma de la democracia en general-
Hayek explica: "Si bien existen suficientes razones para preferir un
gobierno de carácter democrático limitado a un gobierno no democrático, yo, no
obstante, debo confesar que doy la preferencia a un gobierno limitado no
democrático que a un gobierno democrático ilimitado que es, en realidad, un
gobierno sin Ley. Un gobierno, que se somete a la Ley, según mi parecer, tiene
un valor mayor que los elegidos representantes de pueblo." ( ... )
"En mi opinión toda forma de gobierno es reprochable en que cualquier
mayoría puede hacer objeto de cualquier cuestión que le guste como objeto de
las medidas de gobierno, si bien las decisiones de la mayoría acerca de todos
los problemas ... son... de la responsabilidad de sus gobiernos..."
"El antiguo ideal del Estado de derecho, de "rule of law" y del
gobierno bajo la ley -"Regierung unter dem Gesetz"- así fue
destruido. "Durante siglos, todos los esfuerzos se dirigían a restringir,
limitar el poder de gobiernos.
Pero, de repente, se creyó que el control de los gobiernos por parte de los elegidos representantes de la mayoría hacía innecesarias todas las restricciones del poder de gobiernos y que todas aquellas barreras constitucionales contra el abuso del poder, levantadas poco a poco, no eran más necesarias. De esta manera tuvo su origen la democracia ilimitada, y es ella que plantea nuestro problema actual y no precisamente la democracia en su verdadero sentido. Todas las democracias actualmente existentes son, más o menos, democracias ilimitadas". Siendo el objetivo de las leyes la protección de la libertad personal, permitiendo la coerción sólo para asegurar el uso correcto de las reglas generales, Hayek acota: "Una opresión arbitraria en forma de coerción discriminatoria, ejercida por la mayoría, en nada es mejor que la opresión arbitraria por parte de cualquier otro".
El mal consistiría,
empíricamente, en la confusión del poder legislativo y el administrativo. Para
mantener la mayoría y por su intermedio el carácter legal de sus actos, los
gobiernos que protegen sólo los intereses sectoriales, obligan la mayoría, a
votar por los mismos, mediante la presión y la corrupción permanentes.
El cuerpo legislativo se
convierte, via facti, en la legislación gobernante. "En toda la
representación popular de carácter irrestringido (omnipotente), las decisiones
estriban en el procedimiento legalizado de extorsiones y de corrupción, la que
está ya desde mucho tiempo generalmente reconocido y del cual tampoco los
mejores pueden liberarse". El "parlamento británico no tenía más ni
el tiempo ni la comprensión para los verdaderos problemas del derecho",
reproduce Hayek una autorizada opinión británica.
Por una nueva cámara legislativa
Para abandonar este camino
equivocado que la originaria legislatura adoptó, cargando con las tareas
administrativo-gubernamentales, Hayek propone crear una nueva cámara
legislativa. "Se trata de crear una verdadera representación de la opinión
dominante que estaría independiente de la presión de todos los intereses
particulares. Estaría limitada a emitir leyes (en el sentido material de la
palabra) de tal manera, que toda la disposición específica, o discriminatoria
quedara sin efecto. Su autoridad descansaría en la autolimitación de fijar
reglas generales.
La Constitución debe
proporcionar criterios al respecto, mientras las reglas deben darles cabida
convirtiéndolos en leyes en vigencia, aptas para aplicación a un sinnúmero de
los casos en el futuro, etc". Hayek prevé también cómo debería elegirse a
los representantes de esta nueva cámara legislativa y qué requisitos y virtudes
deberían tener en cuanto a su edad (45 años como mínimo), preparación
intelectual, experiencia y el renombre que gozan por parte de la opinión
pública etc. A pesar de todo esto, que reviste un carácter de gran importancia,
ello no nos interesa aquí. Para nuestro propósito nos interesa la idea final de
Hayek: "De esta manera podríamos salvar todavía la democracia y frenar la
tendencia hacia un estado que se describe como la democracia totalitaria y que
a muchos parece inevitable".
Democracia y derecho prepositivo
Hayek, evidentemente, considera
que los criterios de Constituciones son normas supremas de conducta de las
comunidades políticas, sin preguntar siquiera por el último fundamento y la
fuente de dichos criterios, si bien dice que el objetivo principal de las
Constituciones es la protección de la libertad personal. Las Constituciones y las
asambleas constituyentes reaparecen de esta manera como supremos
"productores", incluso creadores del derecho, de las leyes y la
legalidad. ¿No significa todo esto dar vuelta nuevamente a aquel "golpe
mortal", que señaló el mismo al referirse a la "soberbia"
soberana del parlamento inglés, considerándola la causa principal de la crisis
de democracia? Si estos organismos sociales son absolutamente soberanos ¿cómo
proteger los valores personales? ¿Dónde buscar el asidero de la persona humana,
de su dignidad, de sus derechos y de una democracia limitada ante la supremacía
absoluta de la democracia ilimitada y totalitaria y ante su poder irresistible?
¿En el teísmo postulatorio de Kant, que señala la peculiaridad específica de la
dignidad humana, pero la deja sin una fundamentación adecuada?
La teoría de derecho europea y
tradicional, según opiniones autorizadas, no reconoce una legislación humana
absoluta. También el poder legislativo es, a su vez, un poder ejecutivo del
derecho. No en el sentido degenerativo, como lo explica Hayek, degradándose la
legislatura en un cuerpo cada vez más administrativo en el servicio de
gobiernos, como lo confirma la democracia ilimitada, sino en un sentido bien
diferente. "La ley no es ni único ni tampoco el más alto peldaño del orden
jurídico, como lo enseñan Vedross, Kelsen y Merkle, repitiendo antiguas
verdades. Como la sentencia judicial, colocada por la doctrina tradicional en
una absoluta contraposición con la libre creación de derecho legislativa, es
también productora del derecho, así la legislatura, a su turno, es también el
poder "ejecutivo", de aplicación del derecho antes de crear un nuevo
derecho". (R. Marčić, Rechts-philosophie, pp. 222, Freiburg,
Verlag Rombach y Cía., 1969).
La legislatura sería, antes que
nada, un poder que codifica, ejecuta un derecho preexistente a toda la
codificación y la legislación organizada. Se trataría del derecho prepositivo,
fundado en el orden de las cosas - ordo rerum, "Seinsrecht", como lo
denomina la teoría jurídico-filosófica alemana. Incluso, aquel que legisla,
primero ejecuta ciertos valores, principios y criterios jurídicos y recién
entonces continúa con su actividad legislativa en el sentido común y rutinario.
San Agustín había dicho: "Noluit Deus hominem homini dominari", lo
que, en síntesis, es aquella doctrina cristiana a que alude Tagle y que quedó
dentro de los valores que no se realizaban hasta la práctica liberal. Los
padres "del nuevo mundo", subraya Marčić, formularon con un
sentido más práctico: "a government of laws and not of men". Aquí
encontramos la coincidencia de la doctrina cristiana y la de los liberales que
luego fueron fatalmente divorciadas.
Democracia y derechos humanos
La política de protección de los
derechos humanos, inaugurada por el presidente Carter, la desaparición del
régimen franquista en España y, con anterioridad, de aquel de Salazar en
Portugal, el problema de la democracia vuelve a ser de una extraordinaria
actualidad. En tal sentido es de sumo interés también la novísima posición al
respecto de los comunistas españoles y catalanes. De sumo interés, si bien no
nos atrevemos decir de interés decisivo también. Habrá que esperar el
desarrollo futuro inmediato. En efecto, en un comunicado del partido comunista
español del año 1975 se dice entre otras cosas: "El encuentro entre las
fuerzas que tienen su nacimiento en el primer movimiento de igualdad que conoce
la historia -en el cristianismo- y las del socialismo científico moderno es un
hecho de la importancia histórica...
El partido comunista catalán, a
su vez, en la Declaración de 1976 decía: "... no se puede reducir (el
credo religioso Ob.n.) a un credo pueril o a una enfermedad infantil que
terminará no más; es por eso que es necesario luchar no sólo por los intereses
inmediatos de la clase obrera sino también por las libertades del pueblo y,
entre ellas, por la libertad de la fe... En todo hombre comunista, como en cada
hombre en general, existe una zona individual en la cual nadie tiene derecho a
penetrar, incluso el mismo Partido como tal". (Le Monde Diplomatique,
enero de 1977, p. 16). Estas dos enunciaciones comunistas ¿pueden considerarse
como una inesperada fuente del optimismo político? La tradición clásica,
empezando, por ejemplo, desde Pericles, como relata Xenofonte, aconsejando a un
joven interesado en saber qué es derecho: "Todo lo que uno obliga hacer a
otro sin convencerlo, sea esto establecido por escrito o no, me parece más
violencia que la ley", pasando por la doctrina cristiana hasta lo que el
recién desaparecido filósofo de tendencia izquierdista, E. Bloch, explica en su
tratado del derecho natural y la dignidad humana, ¿no se refleja,
irreversiblemente en esta posición de los comunistas ibéricos?
Es exacto lo que dice Tagle, que
recién los cristianos y los liberales han dado la vida a la democracia, pero
tampoco se puede pasar por alto lo que heredamos en este sentido de la
filosofía y práctica, del mundo clásico griego-latino. Los cristianos han
elevado tan sólo a un grado superior la dignidad humana e introducido una luz
nueva. ¿Hay, pues, perspectivas para que la parte del mundo, subyugada por el
"socialismo científico", recupere aquella zona intocable que existe
en todos los hombres o, más bien, debemos de temer a una nueva y más astuta
extensión de la "democracia totalitaria"? El presidente Carter, al
reivindicar la vigencia de los derechos humanos, no declara la guerra a dicha
"democracia". Restablecidos éstos, piensa, se restablecería la
democracia y reafirmaría la libertad, tanto individual, como también de los
pueblos, evitando confrontaciones bélicas. Sin embargo, es nuestra inquietante
impresión de que la política de Carter sufre de una contradicción insalvable.
Mientras el régimen de Tito, por
ejemplo, considera la democracia digna del trasto de la historia en que la tiró
y sigue borrando todo el rebrote de aquella intocable zona en el hombre,
Washington sigue proporcionándole ingentes sumas de dinero, armas, víveres y un
apoyo moral y político casi incomprensibles. Dentro de este cuadro
contradictorio cae también la severísima sentencia, de la reciente fecha, de un
tribunal norteamericano contra cinco jóvenes croatas que el año pasado habían
secuestrado un avión de pasajeros de esa nacionalidad (Dos primeros condenados
a cadena perpetua, mientras los tres restantes a 30 años). El juez
norteamericano en este asunto expresó su admiración por esos jóvenes, por sus
ideales de libertad y por el sacrificio maravilloso de sus connacionales en
defenderlos, pero la pena al mismo tiempo la elevó casi al máximo previsto. Comparando
esta actitud judicial con la política del gobierno de Norteamérica ¿no se
impone inexorablemente la idea de Hayek de que la democracia norteamericana es
también una democracia ilimitada?
El juez Bartels, así se llama el
juez que pronunció el mencionado fallo, tenía las manos atadas, reconociendo la
primacía de la política de su país sobre el derecho y su propia convicción.
Aquí debe haberse producido un divorcio total entre el derecho como base
universal de toda la comunidad internacional y la política sectorial, mala ya
por el hecho de la separación de su unidad ontológica que tiene en común con el
derecho. ¿Y el poder direccional de juez? Carter no se interesa por los
derechos humanos, cuando está en el orden del día el régimen de Tito. Resultaría,
pues, sumamente útil, si los comunistas españoles dirigieran una pregunta
pública a Tito, a ver si está dispuesto reconocer un pluralismo político y
garantizar aquella zona intocable en todos los hombres de su país,
especialmente del hombre croata en su doble condición del hombre y del
integrante de su pueblo. Si no por la devoción cristiana de los -derechos
humanos, por lo menos por el sentido de la armonía y la proporción mediterránea
de las cuales habla A. Camus. Sin esta actitud, todas las reformas propuestas
por Hayek quedarán un tecnicismo sin alma.
Una ulterior
institucionalización de los valores ajenos, cuyo origen se está olvidando,
llevándonos al imperio de la democracia ilimitada o a su parienta más próxima
"la democracia totalitaria". Refiriéndose recientemente R. O. Abdala
en un inteligente comentario del apagón de Nueva York, quiso confrontar la
concepción científico-técnica del mundo con aquella filosófico-religiosa y
moral y dijo por cuenta de la primera, que bastó sólo un momento sin la luz
para que "saliera a la superficie el salvaje en estado de pureza. Por
tanto, debe quedar bien claro, que las cosas no emiten efluvios morales: la
fábrica, el pavimento, la luz artificial, son nada más que eso: luz, pavimento,
fábrica, todo en estado de absoluta inocencia. El moral, el inmoral, es el
hombre, no las cosas". ("La Prensa" del 17-VIII-1977, Bs.
Aires). Que hubo y que hay "apagones" en la historia, no es cosa
insólita. Pero si vienen de allí, de donde se espera la luz, y si tienden a una
expansión general, entonces sí que quedan pocas esperanzas para la democracia,
y para los derechos humanos.
Ivan
Babić
El ejército yugoslavo monárquico
antes de la Segunda Guerra Mundial gozaba de renombre como una fuerza militar
de consideración tanto para los amigos como también para los enemigos. Hubo
opiniones que, después de la Wehrmacht de Hitler, ese ejército era el poder
militar más importante de Europa. Los círculos políticos y militares de
Occidente, especialmente los franceses, veían en Yugoslavia la columna vertebral
de la Pequeña Entante y la defensa más eficaz contra los revisionistas del
sistema de Versalles en la Europa central y en los Balcanes. Tampoco faltaron
esfuerzos por parte de los ingleses y los norteamericanos para ligar a
Yugoslavia con las fuerzas adversarias a las potencias del Eje. En el otro
lado, el de Eje, "cuando en 1938 se puso de moda, por así decirlo, mostrar
interés por la Europa oriental, se reveló que la mayor parte de los dirigentes
alemanes inclinaban sus simpatías hacia los servios" [1].
"El mismo Hitler declaró en varias oportunidades que consideraba un
objetivo digno de anhelo la alianza con los servios, audaces y guerreros" [2].
Esta alta apreciación del poder del ejército yugoslavo por parte de Hitler se
manifestó evidente en el mes de abril de 1941, cuando para el ataque a
Yugoslavia asignó más fuerzas de las que se necesitaban.
Para el desconcierto de los
amigos y dando una sorpresa agradable a los enemigos, esta fuerza imaginaria se
deshizo en un par de días sin una batalla digna de mención, lo que significaba
no sólo la derrota militar sino también política, junto con el desmoronamiento
total de la estructura estatal. Se habló muchísimo -y sigue hablándose- acerca
de esta derrota siendo necesario arrojar un poco de luz sobre la cuestión
también por nuestra parte.
Primero, para fijar la verdad
histórica y, luego, porque el actual ejército yugoslavo, bajo el régimen
comunista, tiene en sí las idénticas características que poseía aquel
monárquico. Las mismas características generan idénticas consecuencias, lo que
nos autoriza prever -llegado el momento- que también el actual ejército será
incapaz de cumplir con su papel, natural en una fuerza militar de cualquier
Estado, es decir, defenderlo ante los enemigos externos. El ejército yugoslavo
monárquico sufría de múltiples crisis. Existía una crisis de organización,
porque su sistema quedó hasta 1941, en esencia, idéntico al de la Servia
patriarcal del tiempo de las guerras balcánicas y la Primera Guerra Mundial, lo
que es un verdadero absurdo frente a las condiciones en que se desarrolla una
guerra moderna. Existía también escasez de armamentos y de equipos, porque
aquel ejército estaba armado prevalentemente con materiales de procedencia
francesa que Servia recibió en el frente de Salónica, y de proveniencia
austro-húngara de la Primera Guerra Mundial, completados con una parte
insignificante de armamentos y medios técnicos modernos. Este conjunto formado
de tal modo era de insuficiencia evidente, tanto en cantidad como en calidad
para afrontar una guerra contra los potenciales enemigos. Los problemas de
preparación fueron más serios todavía, porque, a la falta de medios de
instrucción se sumó la incapacidad profesional y el primitivismo del equipo
superior de oficiales servias.
El ejército yugoslavo se
preparaba suponiendo que el enemigo iba a utilizar el mismo tipo de batallas,
con la misma estrategia y táctica y con armamentos similares a los suyos, es
decir que iban a emprender un tipo de guerra balcánico de hajduks -sin contar
con la posibilidad de tener que enfrentar a un enemigo con armas, estrategias y
tácticas modernas. Pero, por sobre todo esto, el ejército padecía de una grave
crisis política y moral, cuyas raíces se hallaban entroncadas en el problema
nacional sin solución. Si uno desea penetrar hasta el fondo de esta cuestión,
llegará a la inevitable conclusión de que el objetivo primario de la
"čaršija" servia (unas cuantas familias rectoras de la capital
servia, Belgrado) era mantener y capacitar al ejército en función de utilizarlo
de instrumento de la hegemonía servia y recién entonces, como algo secundario,
prepararlo para la guerra contra los enemigos de Estado. El ejército, en
efecto, funcionaba como una especie de super-gendarmería. Con esta política
hegemónica, la clase dirigente servia -política y militar- provocó contra sí
misma y también contra el ejército y el Estado la reacción de todos los pueblos
no servios en el Estado. Se corrompió a sí misma con privilegios, mientras que
el hombre servio simple era entusiasmado con promesas y mitos teniendo sus
fuerzas permanentemente tensas en un sentido equivocado sin tener por ello la
minoría nacional servia en Yugoslavia las condiciones necesarias de
desempeñarse como gendarme sobre los demás pueblos.
El primer instrumento de hegemonía: La conducción militar
El ejército yugoslavo, así como
el Estado, era de carácter multinacional. Lógicamente, su conducción habría
debido tener la misma imagen. Tal imagen se hacía necesaria por el hecho que
los pueblos de Yugoslavia, debido a circunstancias históricas, tenían
diferentes tradiciones militares, de las cuales la más importante fue la del
ejército servia ante la Primera guerra mundial, y luego la de los croatas y los
eslovenos provenientes del ex imperio austro-húngaro, donde estos pueblos,
especialmente los croatas, tenían sus privilegios -sin contar unidades enteras
croatas en el ejército del Kaiser- Hrvatsko Domobranstvo - como su propio
ejército nacional, que correspondía al espíritu y la mentalidad nacionales. Era
necesario, pues tener en cuenta dicha realidad tanto por razones políticas y
militares como sicológicas y proceder de tal modo que aquella realidad se
adaptara poco a poco sintetizando las diferencias y las tradiciones.
Una de las condiciones previas
para ello sería que el conjunto de los oficiales estuviese constituido por los
representantes de todos los pueblos y que cada una de las partes constitutivas
aportase sus tradiciones y sus experiencias. En realidad, el cuadro de
oficiales y de suboficiales del ejército yugoslavo ofrecía una imagen
totalmente contraria. Las minorías nacionales, prácticamente, estaban por
completo excluidas de la profesión de oficiales y suboficiales. Había algunos
croatas y eslovenos, pero lejos de lo que les correspondía por su poder
numérico en el Estado, por sus tradiciones y por otros factores. Los macedonios
y los montenegrinos eran lisa y llanamente declarados servios. Casi la
totalidad del cuadro de oficiales y suboficiales fue un monopolio servio,
estando en primer término inclusos los que nacieron en la Servia misma. El
hecho no fue una casualidad sino un resultado de la actividad sistemática y
planeada por parte de la clase dirigente política y militar de Belgrado
("čaršija). El objetivo estaba claramente fijado y consecuentemente
se lo traducía en la realidad: el ejército debe estar en manos servias, para
que pueda servir como respaldo a los intereses servios en los permanentes
conflictos internos frente a los anhelos no servios, es decir, debe ser el
instrumento de la hegemonía servia.
El primer paso en este sentido
fue realizado inmediatamente después de la creación de Yugoslavia, en el
momento cuando se incorporaron los oficiales del ex ejército austro húngaro al
ejército yugoslavo. A pesar de la, muchas veces acentuada,
"igualdad", el problema de la recepción de dichos oficiales y
suboficiales fue planteado teórica y prácticamente de tal manera que se los
perjudicaba sensiblemente: por múltiples dificultades de índole técnica, de
administración y de formalidades se postergaban decisiones definitivas para la
incorporación de muchos y algunos de los incorporados fueron postergados en su
grado y rango, mientras muchos, y sin razón alguna, fueran simplemente
rechazados. Posteriormente los que fueron incorporados eran sometidos a
molestias, trasladados de un lugar de servicio a otro en los cuarteles más
malos de los Balcanes, postergados en su escalonamiento y en sus derechos
adquiridos, lo que obligaba a muchos a abandonar la profesión militar. Así los
servios consiguieron reducirlo ya de por sí el pequeño número de oficiales y
suboficiales del ex ejército austro-húngaro. Se quedaron allí únicamente los
que con un extremo esfuerzo de voluntad podían soportar los maltratos, o
aquellos, que no tenían otra salida.
La misma política se repitió
cuando en el año 1919 fue reabierta la Academia militar en Belgrado. Desde 1919
hasta 1921 el porcentaje croata fue más o menos satisfactorio (promedio 80
croatas y unos 250 servios) gracias al hecho de que allí entraron los alumnos
que en 1918 ya cursaban sus estudios en las escuelas militares austro-húngaras.
Cuando en 1921 se agotó esta fuente, el porcentaje croata se vio
característicamente disminuido (cerca de 40-50 croatas contra 280-300 servios).
En los años posteriores el porcentaje de los croatas admitidos en la Academia
militar oscilaba entre 8-15%,, mientras que el de servios alcanzaba más del
80%. Así, por ejemplo en 1939, después del Avenimiento servio-croata,
terminaron estudios en la Academia militar: servios 279, croatas 59, eslovenos
47 y rusos 25 (estos actuaban en el ejército con el espíritu servio). En el
mismo año fueron admitidos en dicha academia: servios 311, croatas 52,
eslovenos 28 y rusos 11. De acuerdo con el mismo sistema se efectuaba la
serbización del ejército también por otros caminos, por ejemplo mediante la
promoción de suboficiales al grado de subtenientes o incorporando en el
servicio activo a los oficiales de reserva. Se poseen algunos datos
estadísticos de la época arriba mencionada. Sargentos elevados al grado de
subtenientes: servios 61, croatas 8 y eslovenos 10. Desde el Avenimiento servio
croata - 28 de agosto de 1939 hasta 10 de junio de 1940 fueron recibidos
oficiales de reserva en el servicio activo: servios 402, croatas católicos 41,
croatas musulmanes 9, eslovenos 15 y 8 rusos. El resultado definitivo de esa
política lo indica la tabla que reproducimos:
Nacionalidad |
Población |
conscriptos |
suboficiales |
oficiales |
generales |
|
en porcentaje |
||||
Servios y montenegrinos |
41,0 |
38,0 |
84,0 |
79,0 |
97,0 |
Croatas (católicos y
musulmanes) |
30,0 |
32,5 |
8,0 |
10,0 |
2,0 |
Eslovenos |
9,0 |
0,0 |
5,0 |
9,0 |
1,0 |
Macedonios |
6,0 |
6,5 |
1,0 |
- |
- |
Albaneses |
5,0 |
5,5 |
- |
- |
- |
Húngaros |
3,5 |
3,5 |
- |
- |
- |
Alemanes |
1,5 |
1,5 |
- |
- |
- |
Otros |
4,0 |
3,5 |
2 |
2 |
- |
Idénticos métodos fueron
aplicados en las cualificaciones para el progreso en el ejército, mediante la
recepción en varias escuelas militares y cursos, en oportunidades de rendir
exámenes etc. Aquí también los servios fueron favorecidos, en perjuicio de
todos las demás nacionalidades de Yugoslavia. Así por ejemplo, y siempre en la
época mencionada, rindieron el examen de coronel: servios 163, croatas
católicos 46, croatas musulmanes 0, eslovenos 15, rusos 5 y otros 1 (un judío).
El examen de capitán lo rindieron: servios 379, croatas católicos 42, croatas
musulmanes 4, eslovenos 24, rusos 4, otros 4 (judíos y húngaros.
Fueron admitidos a la Academia
superior militar |
|||||
Años: |
1933 |
1936 |
1937 |
1938 |
1939 |
Servios |
41 |
48 |
88 |
46 |
52 |
Croatas cat. |
1 |
3 |
8 |
2 |
5 |
Croatas musul. |
- |
- |
- |
- |
1 |
Eslovenos |
2 |
1 |
6 |
2 |
2 |
Entraron en la Academia
superior de intendencia: |
|||||
Años: |
1933 |
1936 |
1937 |
1938 |
1939 |
Servios |
7 |
8 |
7 |
8 |
sin datos |
Croatas (c, y m.) |
3 |
3 |
2 |
1 |
sin datos |
Eslovenos |
- |
- |
1 |
1 |
sin datos |
Recibidos en la Escuela militar
de geodesia:
año
1939
Servios 12
Croatas -
Eslovenos 3
Entraron para la preparación
en Cuartel General: |
|||||
Años: |
1933 |
1936 |
1937 |
1938 |
1939 |
Servios |
18 |
18 |
29 |
22 |
27 |
Croatas cat. |
2 |
1 |
1 |
6 |
2 |
Croat. musul. |
1 |
- |
- |
- |
- |
De esta manera, en el curso del
tiempo, se llegó a que del total de más de 500 generales que consiguieron el
grado de general durante 23 años, solo 15 fueron croatas (parcialmente
especialistas) y unos 10 eslovenos. Todos los demás fueron servios. En
consecuencia, toda una generación de croatas y de eslovenos fue excluida de la
conducción del país. Este hecho resulta todavía más extraño, teniendo en cuenta
que los croatas desde siempre fueron un excelente elemento militar, con un amor
y respeto desarrollados hacia la profesión militar, y que los mismos dieron al
ejército austro-húngaro algunos centenares de generales muy capaces, de los
cuales algunos llegaron a la cumbre, pero quedando siempre como buenos croatas.
Aquellos, pues, que los croatas pudieron lograr en un país ajeno, no les fue
permitido en el país que tenía que ser también su propio país. El proceso de
servización no paró sólo en los cuadros de oficiales y suboficiales, sino el
mismo sistema se extendió también a varias profesiones civiles en el servicio
del ejército. Así, desde agosto de 1939 hasta el 10 de junio de 1940, fueron
recibidos al servicio militar: Ingenieros: servios 13, croatas cat. 2, croatas
musul. 1, eslovenos 2 y rusos 5. Cabe destacar el hecho de que el número de los
rusos (de orientación proservia), es igual al de los croatas de ambas
religiones y de eslovenos tomados juntos. De otras profesiones (arquitectos,
dibujantes, aprendices, ujieres etc) Servios 180, croatas católicas 41, croatas
musulmanes 1, eslovenos 30, rusos 2 y de otras nacionalidades 8. Para el
estudio de medicina, fueron recibidos en la Universidad de Belgrado: servios 12
y rusos 2; para el estudio de veterinaria en la misma Universidad fueron
llamados: servios 7, croatas 2 y eslovenos 1. El número de sargentos recibidos
en el curso de un año para varios servicios de empleados y escribas fue:
servios 124, croatas 38 y eslovenos 15.
No obstante, el análisis que
acabamos de dar -a pesar de su carácter drástico- no constituye el único
elemento de la hegemonía servia. La misma venía realizándose también por vía
muy sutil y eficaz: eliminando a los croatas y los eslovenos y nombrando exclusivamente
a los servios en todos los puestos de importancia en el ejército. Desde la
creación hasta el derrumbamiento de Yugoslavia, ningún croata o esloveno ocupó
les siguientes cargos: del ministro del ejército, de su inmediato ayudante, del
jefe del Cuartel general, del ayudante del Comandante del ejército, del
comandante de la aviación, de su inmediato ayudante, del director de la.
Academia militar o de cualquier otra escuela militar de importancia, del
presidente de la Comisión de exámenes de oficiales, del jefe de uno u otro
Departamento de importancia en el Ministerio, el Cuartel General, del Inspector
de varias especies de armas y, para no entrar en detalles, no había croatas o
eslovenos en ningún puesto decisivo en la jerarquía militar. De más de los 200
generales, que se sucedían uno a otro. en el cargo de comandantes de división,
hubo solo 2 croatas y 2 eslovenos. Todos los demás fueron servios. Este estado
de cosas ilustra muy bien el esquema relativo a los cargos más altos y más
decisivos en el ejército con la fecha del 1 de junio de 1940 Debo señalar que
ese estado en este momento fue mejor que en cualquier época anterior porque
después del Avenimiento entre los servios y los croatas (1939), se sintió
levemente, (demasiado poco), la influencia de la parte croata en el Gobierno.
Aquí el esquema lo demuestra:
Ministerio de guerra: |
Servios |
Croatas |
Eslovenos |
Ministro |
1 |
- |
- |
Ayudante del min. (gral.
división) |
2 |
- |
- |
Jefe del gabinete (coronel) |
1 |
- |
- |
Jefes del Dep. (grals. y
cneles.) |
9 |
- |
- |
El Cuartel General: |
Servios |
Croatas |
Eslovenos |
Jefe del mismo (general de
armea) |
1 |
- |
- |
Ayudantes (grales. de
división) |
2 |
- |
- |
Jefe del gabinete (coronel) |
1 |
- |
- |
Jefe de direc. (grales. de
brig.) |
3 |
- |
- |
Jefes del dep. (grals. y
cneles. de bgda) |
6 |
- |
- |
Inspección
general militar:
Inspector
general 1 (servio, el Príncipe Pablo);
Ayudante
del inspector general: 1 (servio);
Jefe del
cuartel general: 1 (servio, general de armea);
Jefes
de Departamento: 2 (servios, generales de brigada);
Inspector
de infantería: 1 (servio, general de división);
Inspector
de artillería: 1 (servio, gral. de división);
Comandante
de ingeniería: 1 (servio, gral de división);
Inspección
de la Defensa del país:
Inspector:
1 (servio, gral. de armea);
Ayudante:
1 (servio, gral. de división);
Jefe
del Cuartel: 1 (servio, gral. de brigada);
Jefes
de Departamentos: 3 (servios, grales. de brigada).
Inspección
militar técnica:
Inspector:
1 (servio, gral. de división);
Ayudantes:
2 (un servio y un esloveno - gral. de brigada y vicealmirante respectivamente;
Referentes
principales: 5 servios, 1 croata y 1 esloveno.
Zonas
de armea: comandantes grales. armea: seis servios; ayudantes del comandante: 6
(servios, grales. de división) ;
Jefes
de cuarteles: 5 servios y un esloveno, (grales. de brigada; comandantes de la
artillería de armea, grales. división);
Ayudantes
de comandante: 15 servios y un croata (grales. de brigada);
Comandantes
de infantería: 12 servios, 2 croatas y 2 eslovenos (grales. de brigada);
Comandantes
de artillería: 11 servios, 2 croatas y 2 eslovenos (grales. de brigada);
Jefes
de cuarteles: 10 servios, 4 croatas y 2 eslovenos.
Divisiones
de caballería:
Comandantes
de división: 3 servios (generales de división);
Comandantes
de brigadas: 5 servios y un croata.
Academia
Militar:
Comandante:
1 servio (gral. de división);
Ayudantes
de la escuela superior e inferior: 2 servios.
La misma situación se repetía también en las demás instituciones militares superiores (escuelas, comisiones de examen, instituciones técnicas, etc.).
La primera, característica de la
conducción militar yugoslava fue la total hegemonía servia. La segunda fue su
corrupción e incapacidad.
La base de la organización
militar del nuevo Estado era la ley sobre la organización del ejército y la
marina del año 1904, de Servia, y que fue varias veces enmendada y ampliada. En
consecuencia Yugoslavia, después de la experiencia de la. Primera Guerra
Mundial, después de todos los progresos revolucionarios en la técnica y la
ciencia militares en los últimos años antes de la Segunda Guerra Mundial,
conservaba su modesto modelo que tenía la pequeña Servia patriarcal y
rudimentaria unos 40 años atrás.
Esta ley fue fuente de todas las
disposiciones, sobre los que descansaba la vida del ejército: su organización,
su administración, condiciones legales para escalonamiento y la selección de
los capacitados para comandante, la instrucción, el abastecimiento, sistema de
movilización, la vida interna, preparación del país para la guerra en las
regiones fuera de la jurisdicción militar, etc.
Dentro de este cuadro, resultó
difícil hacer algo bueno. Tanto más cuanto que la conducción militar servia
operaba sin plan, todo en forma fragmentaria, sin prever y apreciar qué clase
de influencia puede generar para otros campos de organización. Las ideas,
aplicadas en otros ejércitos, se rechazaban con una frase estereotipada hasta
el absurdo: "Esto no corresponde a nuestras condiciones".
Los medios financieros, que se
ponían a disposición del ejército, eran relativamente altos. El presupuesto
militar alcanzaba de dos y medio hasta 4 mil millones de dinares anualmente.
Además, el ejército recibía a menudo créditos extraordinarios y secretos. En su
totalidad, durante los 23 años de la existencia de la Yugoslavia monárquica, el
ejército recibió más de 100 mil millones de dinares, lo que, en aquellas
condiciones, era una suma muy elevada.
Pero, en la utilización de
dichos medios se revelaron las dos ya mencionadas características: la
incapacidad y la corrupción. Desde el comienzo de la existencia de Yugoslavia
hasta su derrumbe, no fue tomada ninguna medida bien meditada, para que el
país, mediante la organización de la industria militar y la ayuda de la civil y
de otras ramas de la economía, se capacitara para satisfacer las necesidades
del país, por lo menos aquellas que el país mismo podía cubrir de acuerdo con
su estructura económica. Alguna industria militar fue instalada en el triángulo
Kragujevac - Kraljevo - Kruševac, por motivos netamente servio-hegemonistas a
pesar de que aquella región carecía de condiciones naturales para un desarrollo
industrial: se hallaba lejos de la fuente de materias primas y de la fuerza
motriz; las comunicaciones de transporte eran malas, había falta de personal
especializado y de obreros calificados, etc.
Las ideas para la instalación de
una industria militar y privada, que podría ser de utilidad a las necesidades
militares, en las cercanías de Zenica, (Bosnia), Ljubia y Slavonski Brod donde
había fuentes ricas en materias primas necesarias, mejores condiciones de
transporte y una mano de obra mejor calificada caía siempre al vacío,
principalmente por la oposición del Cuartel General servio que no quiso
permitir el desarrollo económico de aquellas regiones que ya estaban más
desarrolladas que Servia. Por la oposición del mismo Cuartel General no
prosperó tampoco la oferta de Ford para levantar una fábrica moderna de
automóviles en Slavonski Brod (Croacia); el Cuartel General prefería a
Smederevo, lo que Ford no aceptó, y cuando ocupó el puesto de ministro de
industria y comercio el croata Krajač, que podía decidir meritoriamente en
este asunto, el Cuartel General escondió en su Archivo todos los antecedentes
del mismo.
La fuente principal para las
necesidades materiales del ejército yugoslavo eran las compras al extranjero.
Se empezó con toma en posesión y compras del material francés del frente de
Salónica. Luego se continuó con la recepción de las entregas alemanas en
concepto de reparaciones. Más tarde se cubrían las faltas con compras en
Checoslovaquia, Francia, Alemania., Bélgica, Austria y, parcialmente, en otros
Países como Dinamarca, Holanda, Hungría y Polonia. Así, cada una de las
unidades militares se convirtió en museo de material del más variado origen,
especie y modelo, que a menudo no se podía utilizar y que rápidamente se
gastaba e inutilizaba por falta de repuestos e imposibilidad de reparación.
Además, por los frecuentes traslados de comandantes a otros lugares de
servicio, nadie los conocía bien y tampoco sabían manejarlos.
En fin, en todas estas compras
había una gran corrupción: Las compras aseguraban gruesas provisiones
(comisiones), viajes de larga duración y bien pagados, demoras prolongadas en
el exterior con varias otras sinecuras y privilegios.
La corrupción -de carácter
material y político- se expresaba también en otro sentido:-en aquel ejército
yugoslavo no se creaban órganos para determinada función, sino para las
ambiciones personales de los individuos de influencia y para proveer a
integrantes de uno que otro grupo, y siempre con un trasfondo político
granservio y hegemonista. Para cubrir dichas "necesidades", se
formaban nuevos órganos, reformados y numéricamente aumentados los existentes
mezclando sus atribuciones de tal manera que se generó un verdadero caos.
El ejército yugoslavo tenía el
más grande número de órganos supremos- y al mismo tiempo grandes y complicados
por su sistema de la administración interna. Para poder comparar el absurdo,
puedo señalar solo el hecho de que el ejército yugoslavo tenía para el
potencial efectivo de 100.000 soldados en paz (nominalmente había más, pero por
razones de "ahorro" muchos estaban con "permiso de
licencia" que solía prolongarse sin límites) unos 220 generales activos
(efectivos), mientras el ejército italiano para un efectivo de 400.000 soldados
en época de paz tenía apenas unos 300 generales. El ejército yugoslavo en su
totalidad parecía más un cabezón con un cuerpo débil, todo con el fin de
posibilitar una vida de comodidades para la minoría servio-dirigente. Pero, sea
como fuere, la clase dirigente servia -militar o política logró su objetivo: El
aparato militar en su totalidad estaba en manos de servios como instrumento de
la hegemonía servia. Disponiendo de este instrumento, "čaršija"
-aduladora de poder- consideraba que la posición privilegiada del pueblo servio
(y todavía más de su poder) estaba asegurado también para cualquier caso de
crisis o emergencia. Que esta idea fue una quimera y una ficción es cosa
conocida por todos.
Otro instrumento de hegemonía: prestación de servicio militar fuera del propio territorio
El sistema extraterritorial
consistió en enviar a los conscriptos, que tenían que prestar su servicio
militar en un año determinado, no a los cuarteles cercanos de sus lugares de
residencia, sino a aquellos situados en lejanas partes del Estado. Por regla general,
los conscriptos fuera de Servia prestaban servicio militar en Servia, Macedonia
o en Montenegro, mientras los servios de Servia, los macedonios, los albaneses
y les montenegrinos en los cuarteles de Croacia, de Bosnia y Herzegovina como
también en Eslovenia y Vojvodina.
La justificación oficial de este
sistema fue la pretendida tendencia, de "que la joven generación de
yugoslavos conociera regiones lejanas de nuestra gran patria, para que mediante
mutuo conocimiento crearan también mutua comprensión y el común espíritu de
unidad" y otras frases por el estilo. El objetivo discreto del sistema fue
el temor de los hegemonistas que los soldados de la nacionalidad no servia
pudieran, prestando su servicio militar en contacto con la masa de descontentos
de sus connacionales, constituir un peligro para la hegemonía servia y en un
momento dado también para la existencia misma del Estado.
Alejándolos de su medio ambiente
nacional, este peligro fue excluido. Por otro lado, disponiendo de soldado,
servios en los cuarteles de las regiones no servias, bajo el comando de
oficiales servios, se creó una especie de ejército de ocupación que estaba en
condiciones de tener en jaque a la población descontenta.
Pero, mientras este objetivo
político -desde el punto de vista servio (pero no desde el punto de vista de la
totalidad y del Estado) - fue logrado, el efecto en todos los demás sentidos
fue destructivo.
Tomemos en consideración
puramente factores militares. El armamento del ejército yugoslavo, como hemos
visto, fue muy variado. En general podemos decir que en el territorio de
Servia, de Macedonia y de Montenegro el armamento era de origen francés,
mientras en las regiones occidentales (croatas y eslovenas) fue aquel de la ex
Austro-Hungría. Además del armamento, también todos los otros elementos como
ser los elementos ópticos e instrumentos auxiliares, aparatos telefónicos y sus
centrales, los equipos para cabalgaduras, cargas, de pontones y el material de
pioneros, etc. era del mismo origen que los armamentos. Los soldados, pues, de
las regiones occidentales, prestando servicio en Servia, Macedonia y
Montenegro, recibieron su instrucción con armas, aparatos y material de origen
francés, mientras los servios de Servia, prestando servicio en partes
occidentales (Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia) se familiarizaron con
elementos de origen austro-húngaro.
Poco más tarde fue uniformado en
todo el territorio estatal el armamento liviano de infantería y algunos tipos
de cañones, mientras todo lo demás se quedó en su diversidad antigua hasta el
derrumbe del Estado. En el momento de la movilización y de la guerra, como
vamos a ver más tarde, fue imposible transportar una masa de millones de
obligados a servicio a las regiones lejanas del Estado, por lo cual se quedaron
en sus regiones natales, donde había armas, aparatos y material que ellos no
conocían y que no sabían manejar por no haberlas visto nunca. Lógicamente, la
capacidad combativa de estas unidades fue casi nula. Recién poco más tarde, en
el curso de las operaciones, después de inevitables e innecesarias pérdidas de
vidas humanas y de material, pudo esperarse que iban a adquirir la necesaria
pericia en el manejo de armamentos y de material, que eran algo nuevo para
ellos y usarlos en forma debida y eficaz. Lo que vale para los conscriptos
ordinarios vale también, en gran medida, para los oficiales y suboficiales de
reserva. El sistema extraterritorial pues, fue desde el punto de vista
puramente militar, expresamente pernicioso para la capacidad combativa del ejército.
Una cosa más: para este sistema
se gasta, innecesariamente, medios financieros de consideración. Para el
traslado de nuevos conscriptos a las lejanas guarniciones, su regreso a las
casas, como también los envíos a la licencia legal, fue prevista una erogación
anual de 90 hasta 120 millones de dinares, lo que constituía entre el 3 y 4 %
del presupuesto militar. Generalmente, este importe no cubría dichos gastos,
debiendo aprobarse más tarde créditos adicionales. Además, el sistema tuvo un
efecto muy negativo para la salud de los jóvenes soldados. La estadística del
Departamento de Sanidad del Ministerio del ejército y la marina comprobó que el
cambio de clima causaba anualmente decenas de muertos, mientras algunos
centenares debían ser proclamados como permanentemente incapaces por la
enfermedad que los acompañaba por el resto de su vida. Los soldados de las
regiones montañosas, especialmente los de Montenegro, prestando servicio en las
llanuras de Vojvodina y de Eslavonia, se enfermaban en gran número de
tuberculosis.
Los de las partes occidentales,
prestando servicio en Macedonia, se enfermaban de malaria, trasplantándola en
la población civil en las regiones de Vojvodina, Eslavonia y las demás partes
de Croacia. como también en Eslovenia, especialmente en las zonas cercanas a
las ríos. Las verdaderas intenciones hegemónicas las revela mayormente la
técnica misma de la aplicación de dicho sistema. La disposición de los
conscriptos en los cuarteles, la hacía la Comisión de Reclutamiento de la sección
de movilización del Departamento operativo del Cuartel General. Desde 1935 esta
sección pertenecía al Departamento de Organización. Después del reclutamiento
realizado en el verano, los distritos militares enviaban los datos acerca del
número de los reclutados, capaces y parcialmente capaces (no beligerantes) del
servicio íntegro (18 meses) y reducido (de 9 meses). Desde el mes de septiembre
hasta el de enero del año siguiente, en esa sección se preparaba., de acuerdo
con instrucciones del Jefe del Cuartel General, la disposición de los reclutas
que se presentarían en el mes de abril. Gracias a una concurrencia de
condiciones tuve la oportunidad, recién entrado al Cuartel General en noviembre
de 1932, de conocer el mecanismo de esta disposición-"corte".
Fui, pues, en mi calidad de
candidato para el Cuartel General asignado en la Sección operativa del
Departamento operativo. Inmediatamente al lado de mi oficina estaba la Sección
de reclutamiento. Su jefe, hasta el derrumbe de Yugoslavia, fue el coronel de
infantería Živojin Petrović, oficial de "tropa" (por lo que no
podía avanzar más del grado de subcoronel). El viejo Živojin era, a pesar de su
falta de instrucción escolar, un hombre muy inteligente, pero "las
matemáticas" para él fueron un problema. La preparación de la
disposición-"corte" consistía casi exclusivamente en operaciones más
elementales de matemática: la división de acuerdo al porcentaje y la simple
suma. Debíase, pues, siguiendo las instrucciones del Jefe del Cuartel General,
dividir a los reclutas de acuerdo con el porcentaje y el número de cada
distrito militar en la especie del ejército y la especialidad (infantería,
cañonería, automovilistas, enfermeros, etc.)-. Este era uno de los
"informes". Luego tenía que dividirse todo para formar las compañías
y las unidades correspondientes, lo que constituía el otro "informe".
En los cuarteles más grandes había unidades de varios cuerpos y varias especies
de ejército, era necesario preparar un informe contando con los que quedaban.
Por fin un informe total de acuerdo con las regiones de División y de Armea.
Aparte se confeccionaba el informe relativo a los servicios íntegros y los
servicios cortos (9 meses). En cada uno de los informes había sumas parciales
en sentido horizontal -de acuerdo con rúbricas- y verticales, de acuerdo con
columnas.
Todas estas sumas debían
coincidir también, los datos de cada uno de los informes con los de los demás.
A pesar de que se trataba de operaciones de suma, era fácil cometer errores
también para la persona de experiencia, siendo después difícil encontrarlo,
especialmente porque en el Cuartel General (es difícil de creer, pero era la
verdad) no había máquina calculadora.
El "Čika" (viejo)
Živojin se complicó tanto en el cálculo de porcentajes y de sumas, que un día
me solicitó ayuda: "Juan, hermano, por Dios, ayúdame. Estoy enredado. Mi
cabeza quiere explotar. No puedo seguir adelante".
Con ganas me decidí a ayudarlo.
Pero, en el curso del trabajo llegamos al punto en que no se podía encontrar la
solución si no se estudiaba el texto de la instrucción de acuerdo con la que se
trabajaba. Con mala gana ("no debía mostrar esto ni a mi hermano nacido,
pero, Juan, aquí lo tienes") sacó "Čika Živojin" de su
cajón del escritorio "La instrucción para el "corte" de reclutas
del año 1932/1933", firmada por el Jefe del Cuartel General. En la tapa
estaba escrito "Estrictamente confidencial, sólo para uso personal, no
registrar en el protocolo diario, después del uso, devolver." La
instrucción consistía de 3 páginas escritas a máquina, en las cuales estaba
incisa la perfidia hegemonista. La disposición extraterritorial de los reclutas
no se efectuaba con un criterio uniformado y globalmente, sino de acuerdo con
una llave muy refinada.
Primero estaban enumeradas
guarniciones de Croacia, Dalmacia, en regiones de Bosnia y Herzegovina con la
preponderante población católica y musulmana como también en Kosovo. Fue
ordenado para que a aquellas guarniciones se enviara un grupo compacto de los
reclutas de un distrito militar servio. Este grupo alcanzaba el 6,0 % del total
del número de reclutas para las "guarniciones políticamente de poca
confianza" disminuyendo al 50, 40 y 30 % para las guarniciones de
"menor desconfianza". Al resto, para completar el número, se
agregaban los reclutas de otros y diferentes distritos militares no servios -un
pequeño grupo de cada uno-. El objetivo era evidente: el grupo servio de
reclutas, jóvenes del mismo distrito, jóvenes, que se conocían parcialmente,
jóvenes de la misma mentalidad y costumbres, constituía el núcleo,
espiritualmente unido y seguro en el sentido servio nacional para cualquier
crisis potencial
Pocos grupos de algunos jóvenes
de otros distritos militares -como por ejemplo de Štip, Prizren, Kičevo o
Bitolj (regiones macedonio-albanesas)- no tenían una unidad espiritual. No se
necesitaba conocer psicología para esperar normalmente que esos pequeños grupos
seguirían al numéricamente fuerte núcleo y sus comandantes servios. De esta
manera, en las regiones "nacionalmente sin confianza", se formó el
Ejército de ocupación servio siguiendo ejemplo en las regiones ocupadas
enemigas.
Diferente fue el mecanismo de
disposición de los reclutas de los distritos no servios en las guarniciones de
Servia, Macedonia y de Montenegro. La instrucción ordenada que en cada unidad
de esas guarniciones se enviara un pequeño grupo de reclutas de muchos
distritos. Había guarniciones, que recibían menos de 1.000 reclutas, pero los
mismos provenían de 20 o más distritos militares. Aquí fue aplicado el sistema
de "atomización" de los no servios, constituir grupos de gente joven,
que no se conoce entre sí, de gente con mentalidad diferente, que, a veces, mal
se entiende entre sí, por hablar diferentes dialectos y que, erradicados de su
ambiente y bajo el comando servio, en ningún caso podían causar a sus jefes
dolor de cabeza. Una vez partícipe de su gran secreto, "Čika
Živojin" se dirigía a mí todos los años para que lo ayudara o controlara
la exactitud de su trabajo. El mismo esquema de "corte" se repetía
año tras año con la variante de acuerdo con el mismo criterio, enviando a las
guarniciones individualmente determinadas a los reclutas de diferentes
distritos militares. En oportunidad de licencias -generalmente para la Navidad
de cada año-hablaba sobre el asunto a mis amigos del Partido Campesino Croata,
les llamaba la atención sobre la importancia política y el peligro del
mencionado sistema y sugería que pensaran qué era lo que se podía hacer en este
asunto. No se hizo nada, pero yo personalmente no se, si se podía hacer algo en
aquella época.
En noviembre de 1938 fui
trasladado del Cuartel General a Priština (localidad albanesa en
Servia-Kosovo). En septiembre de 1939 (inmediatamente después del Avenimiento
Maček-Cvetković) viajé con licencia de Priština y me detuve cuatro
días en Belgrado para revisarme un ojo en el Hospital principal del ejército.
Naturalmente, frecuentaba al Cuartel General y allí el
"Čika-Živojin" me mostró la reciente instrucción para el
"corte" de reclutas. La diferencia entre esta última y las anteriores
resaltaba. Por un lado fue reforzado el grupo de los reclutas compactos servios
en algunos cuarteles en Croacia. En Zagreb, Split, Varaždin y Bjelovar, el
porcentaje subió hasta el 70% del total de reclutas. En otros cuarteles había
menos. Por otro lado, la atomización de los reclutas no servios se llevó al
extremo y absurdo. No había lugar a dudas: con el refuerzo del núcleo
confidencial servio en Croacia los dirigentes políticos y militares servios
quisieron, después del Avenimiento servio-croata, asegurarse de una manera
absoluta; mediante la atomización de los no servios se quiso hacer
absolutamente imposible que los mismos expresaran su descontento en la medida
más mínima.
Este procedimiento pudo tomarse
como un indicio de que había elementos militares que desde ya preparaban un
"putsch" militar. En Zagreb me quedé en el Hospital militar, sección
oftalmológica, para curarme el ojo. Allí hice un detallado informe en base a
los datos que llevé conmigo .y que tenía de antes sobre el servicio
extraterritorial, respaldando cada argumento con citas de los documentos
oficiales, indicando los números confidenciales y muy confidenciales de los
mismos. Un ejemplar de este informe lo entregué al Dr. Maček (jefe del
Partido Campesino Croata) y el otro al Dr. Subašić (ban croata, amigo del
Dr. Maček y el hombre de confianza de la casa real servia). Ambos
entregaron ese informe al príncipe Pablo (regente servio, primo .del rey
Alejandro Karadjordjević y tutor del adolescente Pedro Karadjordjević,
luego Pedro II, muerto en el exilio). Pablo exigió el informe sobre el asunto
por parte del ministro de guerra, el general Milan Nedić. Unos 10-15 días
después me citó el Dr. Maček y me informó que tuvo una conversación con el
príncipe Pablo y el general Nedić, entre los tres.
El general Nedić rechazó
que en el criterio del servicio extraterritorial se escondiera el objetivo
político alguno y todo lo justificaba con necesidades militares, tratando
-según Maček- de desviar la conversación hacia otros temas. El Dr.
Maček dijo que no quería insistir sobre el asunto y que estaba seguro que
la aparición misma del informe creó una mala impresión, por lo que lo
consideraba como un momento impropicio para provocar crisis y esto sólo
bastaba. en aquel momento. Yo me atrevía a insinuar que ese estado de cosas
causaba inquietud y que el destino del Avenimiento y del Banato (autonomía de
Croacia como fruto máximo del Avenimiento servio-croata) pende de un hilo hasta
tanto se hallen en Zagreb y en las ciudades croatas los servios bajo el comando
de los oficiales servios, por lo que habría que plantear la cuestión del
ejército en general, cuanto antes tanto mejor. El Dr. Maček me contestó
con una exposición que merece ser anotada. Me dijo aproximadamente: "Yo he
planeado la solución de la cuestión croata, en cuatro etapas. La primera es la
creación del Banato, tal como es. La misma está ya finiquitada.
La siguiente, que inmediatamente
empezaremos, consiste en el agrandamiento de las competencias del Banato y en
primer término la subordinación de la gendarmería al poder del Ban, facultades
financieras mucho más amplias para el Banato y el refuerzo de nuestras
relaciones con las potencias extranjeras mediante consulados en Zagreb y por
intermedio de nuestros hombres en representaciones diplomáticas en el exterior.
La tercera etapa será la ampliación de los límites del Banato. El trabajo en
este sentido lo podemos empezar cuando separemos a los musulmanes de la
Comunidad Radical Yugoslava (Jugoslavenska Radikalna Zajednica) y encontremos
una posible forma de colaboración con la Coalición campesino-demócrata. Por
fin, en la cuarta etapa, se planteará el problema de ejército -una solución a
la usanza anterior, de los Domobrani o algo similar (Domobrani- los soldados
croatas en Austria-Hungría, que prestaban servicio militar exclusivamente en
Croacia, bajo el mando de los oficiales croatas y usando el idioma croata como
idioma oficial. En las tres etapas primeras nos acompañará la mayoría de los
servios en Croacia (minoría servia en Croacia).
En la cuarta la mayoría de los
mismos estará en contra nuestra, por lo cual la podremos empezar recién cuando
estemos tan fuertes como para realizarla nosotros solos. Yo advertí al Dr.
Maček que dudaba que los servios, especialmente sus círculos militares,
iban a abandonar su posición privilegiada en el ejército mediante las
tratativas, sin una especie de presión. Los mismos no son accesibles a
argumentos de clase alguna; ellos entienden sólo la fuerza. Se despertó en
ellos cierto respeto hacia los croatas recién cuando los ustaše mataron a
Alejandro y cuando el Partido Campesino Croata organizó a la Guardia Campesina
y Civil Croatas. Aceptarían el cambio en el ejército, especialmente en el
sistema del servicio extraterritorial sólo bajo alguna especie de presión. Una
forma de la misma podría ser que el Partido Campesino Croata, en base a Informe
acerca del servicio militar extraterritorial y de otros argumentos que le
prestaremos nosotros los oficiales croatas, explica al, príncipe Pablo y al ministro
de guerra, que el descontento de los croatas -como también de los demás pueblos
incluso de los mismos servios- con respecto al ejército es total; que de la
Lista del servicio militar se puede desprender que cada vez más, hay quienes no
responden al llamado del servicio militar y que de un año al otro hay cada vez
más soldados que no regresan al servicio gozando la licencia otorgada.
Hay que exigir abiertamente el
cambio del sistema de servicio extraterritorial por las pretendidas razones de
moral y espíritu del ejército, y de tal manera, desde el comienzo por lo menos
el 50% de los reclutas presten su servicio militar en cuarteles de su
residencia, aumentado más tarde este porcentaje. Discretamente amenazar que los
reclutas croatas responderán al llamado del servicio militar, únicamente si se
les da destino en los cuarteles cercanos y no responderán si se los envía a
Servia o a Macedonia. Los servias comprenderán que estarían impotentes ante una
semejante clase de ultimatum. Ellos saben que los gendarmes pueden apresar un
centenar de desertores, incluso mil, pero que el aparato estatal es impotente,
si no responden unos 30.000 reclutas croatas, a los que se asociará también un
considerable número de servios de las tierras croatas. Incluso el campesino
servio tomaría este fenómeno con simpatía porque sus hijos también prestarían
servicio militar con más gana en los cuarteles cerca de sus casas, que en una
ciudad lejana como es Zagreb, Varaždin, Sinj o Sušak. El Dr. Maček, sin
mucho pensar, pero tranquilamente, rechazó esta idea.
Dijo que un paso similar
constituiría un acto de rebeldía, revolucionario, lo que era un asunto
peligroso también en circunstancias: normales y más ahora, teniendo en cuenta
la situación extremadamente tensa (la segunda guerra mundial estaba en curso y
justamente Polonia capitulaba) y que, tal actitud podría provocar consecuencia
imprevisibles. Con esto se quedó. El sistema extraterritorial permaneció en
vigencia hasta el desmoronamiento de Yugoslavia.
Un instrumento de hegemonía malogrado: El sistema de movilización
Para gran desgracia de los
servios al efectuarse la movilización, ese sistema extraterritorial no pudo
aplicarse. Técnicamente fue imposible trasladar dentro de pocos días a unos
1.800.000 hombres de las tierras croatas a Servia y Macedonia-y viceversa. Bajo
la presión circunstancial al realizarse la movilización tuvo que ser aceptado
el principio territorial para poder completar las unidades de combate. (Desde
el punto de vista técnico, el sistema de movilización del ejército yugoslavo
fue un anacronismo, realmente era el sistema viejo de Servia de preguerra, algo
más ajustado. En la vieja Servia los presidentes de las comunas, los
empleaditos, de las mismas y los padres de las familias más destacadas, de
acuerdo con las listas de llamamientos, llevaban grupos de responsables de
servicio militar a los cuarteles más cercanos, a las unidades -en su mayoría
por lo menos- en que los movilizados se conocían. Y todo entonces andaba bien.
Pero al aumentar el número y los
problemas de técnicas (Servia no tenía aviación, como tampoco defensa antiaérea
y otras unidades técnicas) ese sistema era anticuado. No obstante, no queremos
entrar aquí en los pormenores técnicos, porque podría resultar para los no
entendidos incomprensible y molesto. Prestaremos nuestra atención a otro
asunto. La conducción militar servia introdujo también en el sistema de
movilización, asuntos políticos, incluso en el ejército movilizado que contaba
con 2.000.000 de soldados. Con una serie de órdenes estrictamente secretas, que
no fueron impresas, pero que suplantaban instrucciones escritas de
movilización, todos los llamados bajo las armas fueron divididos políticamente
en dos categorías: "Elementos eslavos" y "Elementos no eslavos".
En el primero fueron colocados servios (como tales fueron encuadrados también
montenegrinos, macedonios y válacos rumanos) croatas, eslovenos, checos,
eslovacos, rusos (blancos que habían obtenido la ciudadanía yugoslava) y
judíos. En el segundo fueron enumerados los integrantes de las minorías
nacionales, es decir: albaneses, turcos, alemanes, húngaros, italianos y otros.
"El elemento eslavo"
fue considerado, en principio (se entiende políticamente) "de
confianza". "El elemento no eslavo" fue considerado, en
principio, "de no confianza". Ni una sola unidad, cuartel o
institución no podía completarse con un 100% de elemento no eslavo de
"desconfianza". Con esta orden de rigurosa confianza fue previsto
exactamente qué porcentaje máximo de elementos no eslavos de "desconfianza"
podía haber en el conjunto de cada unidad, cuartel o institución. Este
porcentaje oscilaba de acuerdo con la importancia de la unidad con respecto a
su uso táctico o la complejidad técnica o teniendo en vista su categoría. El
resto, que superaba este máximo de elemento no eslavo y de desconfianza, tenía
que ser completado con elemento eslavo o sea con elemento "de
confianza". Como ilustración al respecto, a continuación enumero algunas
unidades y cuarteles con su máximo previsto de los de "desconfianza"
En una
unidad de infantería este máximo pudo ser del 80%;
En la
de ametralladoras el máximo del 66%;
En una
batería de cañones (artillería) del 60%;
En el
cuartel de un batallón del 75%;
En el
cuartel de un cuerpo del 50% y
En el
cuartel de división el 25% etc., etc.
Este
porcentaje oscilaba de acuerdo con las regiones.
Además, en las unidades técnicamente complicadas con muchos especialistas y un número relativamente mayor de suboficiales (artillería, ingeniería, unidades de defensa antiaérea, unidades de tanques etc.) fue previsto especialmente el mayor porcentaje de suboficiales y especialistas eslavas, más de "confianza" y menos de "desconfianza", lo que exigía todavía más de los "de confianza" en relación al total. Este sistema llegaba hasta dificultades insuperables en el completamiento de las unidades de guerra en las regiones densamente pobladas por las minorías étnicas (Kosovo, Vojvodina y algunas partes de Eslovenia como ser Maribor, Celje y Kočevje). Hablando en términos generales, había suficiente número de obligados para completar unidades de guerra, pero, por haber sido prohibido de acuerdo con "la lista, de unidad" inscribir el elemento no eslavo pasando el límite ya fijado y por falta de suficiente número de elemento eslavo, las listas de unidades quedaron sin ser completadas. Había sensible insuficiencia de oficiales reservistas y de especialistas, tanto que muchas unidades -incluso si se realizaba la movilización en paz- no estaban capacitadas para el combate. Como ejemplo al respecto, sirve la región de la División de Kosovo (Priština).
En tres distritos militares
(Priština, Prizren y Kosovska Mitrovica) había aproximadamente 70.000 obligados
al servicio militar. De este total había unos 56.000 albaneses, turcos y unos 14.000
servios y montenegrinos. Nótese, que un gran número de los
"patriotas" servios y montenegrinos habían obtenido la liberación del
servicio militar en la guerra bajo varias excusas y títulos. Para completar a
dos divisiones operativas (de Kosovo y de Ibar) y las demás partes (de armea y
de respaldo etc.) se necesitaba aproximadamente unos 54.000 enrolados. En
condiciones normales, pues había unos 16.000 de más, quienes debían ir al
llamado "Comando de reserva" (en cada región de división había uno)
que procuraba suplantar las pérdidas de guerra, servían para la instrucción de
unidades nuevas y, parcialmente, debían ser por momentos enviados a sus casas.
Pero, las listas de unidades, cuarteles e instituciones del territorio de la
División de Kosovo, podían ser completadas solo con unos 43.000 enrolados, es
decir con unos 29.000 (máximamente permitido) de elemento no eslavo y con unos
14.000 del elemento eslavo. Había así unas 11.000 vacantes en las "listas
de unidades" por falta de elemento eslavo suficiente, pero el número de
excedentes se elevó de 16.000 a 27.000. Una situación similar se repetía en
otras regiones con fuerte número de minorías nacionales.
Este fue uno de los modos que la
casta militar servia usó para paralizar el peligro eventual a su hegemonía, por
parte de las minorías nacionales movilizadas en las unidades de guerra. Pero
esto no fue todo. Si bien los croatas y los macedonios (estos últimos como
"servios") pertenecían al elemento eslavo -es decir eran de
"confianza"- ellos realmente fueron para los comandos servios
elementos de "desconfianza". Pero ya no fue posible incluirlos
formalmente en el elemento no eslavo, de desconfianza, la discriminación se
efectuó de otra manera, es decir usando "La Lista de las personas de
desconfianza". Los datos al respecto llegaban a los distritos militares
por parte de la gendarmería, de las tal llamadas organizaciones
"nacionales" y por parte de los "nacionalistas" de
confianza. Como "personas de desconfianza" no fueron rubricados los
asesinos, contrabandistas, estafadores, asaltantes etc., sino las personas que
se destacaban por su actuación política disconforme con el régimen entre los
croatas los separatistas" y entre los macedonios aquellos considerados
"probúlgaros". El número de estas "personas de
desconfianza" dependía del fervor patriótico del personal de gendarmería y
de los "nacionalistas". Había regiones en que todas las personas que
no se consideraban partidarios del régimen fueron inscriptas en las listas de
las "personas de desconfianza". Había otras en que la gendarmería
anotaba solo a las personas políticamente más destacadas.
"Las personas de
desconfianza" no debían ser anotadas en lista alguna de las unidades de
combate o en el cuartel, sino solo y únicamente en las unidades de no combate o
en la lista del Excedente". Por destacarse políticamente en su medio
social los más inteligentes y más dinámicos, y que por su inteligencia habían
obtenido el grado de sargento, de oficial de reserva o instruidos como
especialistas, las unidades de combate perdieron con ellos al mejor elemento
del cual dependía su capacidad combativa. Pero, la politiquería fue más fuerte
que los factores objetivos. La clase dirigente militar servia era consciente
que así las unidades incompletas habrían de ser, en la primera fase de la
guerra, incapaces para actividad bélica.. Pero, por no entender las
circunstancias en que iba a ser llevada a cabo la moderna guerra desde su
principio y por su convicción megalómana de que el ejército yugoslavo tal como
era, estaría en condiciones de pelear por mucho tiempo, la conducción servia
del ejército planeaba corregir éstas fallas de comienzo con la mezcla de
servias y no servios. Así, se había previsto, en principio, que los enrolados
en los comandos de reserva en las regiones no servias fuesen trasladados
masivamente de los comandos de reserva en los territorios servios y viceversa,
una vez terminada la movilización.
De tal manera se había previsto
trasladar a los albaneses y los turcos del territorio de la División de Kosovo
al Comando de reserva de la región de la División de Morava (En Prokuplje) y de
la División de Šumadija (cerca de Užica) y viceversa. Los hombres del Comando
de reserva de la División de Sava (Zagreb) debían ser enviados a la región de
la División de Vrbas (Banjaluka) y viceversa. Los enrolados en la región de la
División de Osijek debían ser trasladados a la región de la División de Drina
(Valjevo) y viceversa etc. Debo señalar que todo esto fue previsto solo en
principio y en líneas generales por el Cuartel General. Pero los planes
concretos no fueron preparados en tiempo de paz: caminos de marcha si se debía
caminar, un plan de trenes y de vagones si se podía viajar por el ferrocarril,
división por grupos, víveres y el alojamiento para pernoctar durante el viaje
etc. todo esto fue dejado a la improvisación antes de ser efectuado. La casta
militar servia planeaba, de esta manera, después de un par de semanas de guerra
mezclar a los servios y no servios bajo el comando de oficiales y suboficiales,
en mayoría servios, formar -según su parecer- unidades de combate dignas de
confianza. Es de conocimiento público cómo se desarrolló la guerra y cómo este
plan "genial" cayó al agua. Esto es el pasado.
No obstante, no es de sobra
decirlo, conocerlo y tenerlo en la memoria. Es necesario saberlo especialmente,
porque también hoy en la tan llamada Armea Nacional Yugoslava permanecen casi
idénticas circunstancias a las del ejército monárquico. Hoy, todavía., las
minorías nacionales (llamadas "nacionalidades") permanecen como
elemento de desconfianza. Son de desconfianza también los pueblos no servios,
especialmente los croatas. Hoy, todavía, la conducción de ese Ejército está
mayormente en manos servias y lo sigue usando como el instrumento de la
hegemonía servia. Permanece en vigencia, también, el sistema del servicio
militar de exterritorialidad, en verdad, un poco suavizado, porque una parte de
conscriptos presta el servicio en el territorio de su república, pero en los
cuarteles lejanos de su residencia natal.
Hoy la conducción hegemonista
militar favorece y arma mejor con equipos a las así llamadas unidades
territoriales en las regiones servias que a las regiones croatas tratando de
mantener a todos en jaque mediante la "autodefensa social", que en
realidad es un sistema general de espionaje de todos por cada uno. Pero, si
examinamos críticamente la situación actual en Yugoslavia, como también las
perspectivas con respecto a su futuro, podemos -sin un optimismo exagerado-
esperar que las fuerzas vivas de las naciones y "nacionalidades" de
desconfianza -totalmente centrífugas- serán más fuertes que los instrumentes
hegemonistas en el ejército y el pasto de represión fuera del mismo, y que la
Yugoslavia de hoy, en la primera crisis que surge, repetirá el destino de su
predecesora. Bastará un solo impacto para que desaparezca ese Estado que es,
"como la comunidad de sus pueblos en muchos aspectos una anomalía" [3]
y que "desde que fue creada contiene en sí una dosis de lo increíble,
insegura de si y de su futuro" [4].
(El original croata de este
estudio fue publicado en "Hrvatska Revija" Nº 4/1976, Munich.
Barcelona. Versión castellana por F. N.).
Franc Jeza
(Trieste)
Los regímenes centralistas y
dictatoriales de Belgrado, tanto en la Yugoslavia monárquica como en la actual,
intentaban abiertamente atraer a los políticos eslovenos, con una táctica de
menores concesiones, para que los ayudasen política y moralmente en sostener la
hegemonía servia sobre el pueblo croata. Algunos políticos, preferentemente del
denominado Partido liberal, incluido en el Partido Nacional Yugoslavo del
carácter granservio -el famoso partido JNS- permitieron para que se los
explotara en ese sentido, pero ante todo por sus intereses personales. El
pueblo esloveno sin embargo en su totalidad nunca permitió llevarse a este
sendero, porque sabía bien y lo sentía instintivamente de que esta política.
redundaría en su propio perjuicio, siendo a la vez contrario a la tradición
histórica eslovena.
El pueblo esloveno y el croata
son ya casi mil años aliados en las luchas armadas o políticas por su
existencia y la libertad nacionales. El enemigo que amenazaba a uno casi al
mismo tiempo ponía en peligro también al otro. Los des pueblos pelearon contra
los ávaros, francos, húngaros, turcos, vieneses y en los tiempos recientes
contra el centralismo en Austria, el imperio austro-húngaro y luego contra el
centralismo y la dictadura en la vieja Yugoslavia. Los eslovenos del litoral y
los croatas de Istria lucharon casi veinte años contra el fascismo italiano.
Actualmente, a su vez, ambos pueblos son nuevamente aliados no sólo por la
tradición histórica sino también por la necesidad en la lucha contra el
granservismo y el totalitarismo de carácter nacional-comunista, unidos en el
régimen de Tito para someter y mantener al pueblo croata y esloveno en el
estado de explotación colonial.
La defensa y la lucha comunes
La alianza en la lucha contra el
enemigo común no niega la individualidad ni de uno ni del otro de los dos pueblos,
porque la mencionada lucha tiene como su verdadero objetivo defender su
identidad nacional y continuar luchando hasta el fin cuando van a ver lograda
su independencia estatal que les garantizará plenamente la independencia y la
libertad. No se trata aquí de un nuevo "ilirismo" o
"eslavismo", sino de una alianza bien meditada y necesaria de dos
puebles formados durante largos siglos históricos, concientes de la necesidad
de la alianza de esta índole, que es muy útil y que, unidas, estarían más
fuertes, ayudándose recíprocamente. De esta manera conseguirían más fácil su
objetivo que luchando separados cada uno por su cuenta. En esta lucha cada uno
de los dos pueblos reserva para si la completa autonomía de acción y
programación para su Estado independiente.
Nosotros los eslovenos que nos
sentimos responsable por la suerte de nuestro pueblo, luchamos por un Estado
totalmente independiente y democrático, señalando que el Estado esloveno se
comportaría en la política internacional ante todo de acuerdo con sus intereses
propios concordantes con principios morales, y en la política, interior se
atendería a los principios de la libertad democrática para con todos los
partidos políticos y concepciones que estarían en concordancia con la
diversificación ideológica y política de la comunidad eslovena con excepción de
los movimientos totalitarios, dirigidos contra la existencia del Estado
esloveno y contra la democracia. No hay ni la menor duda de que un Estado
democrático idéntico es el objetivo del movimiento de liberación croata.
Nosotros los eslovenos tenemos una completa, confianza en las fuerzas
democráticas croatas y estamos convencidos que ellas -y sólo ellas- eliminarían
fenómenos que mostraran la tentación de un régimen totalitario cualquiera. En
cuanto a ciertas tendencias de esta índole en la política croata en este
momento, esto se debe a la prolongada opresión en la. Yugoslavia monárquica y
actualmente en la de Tito, que se precipitó sobre el pueblo croata,
especialmente sobre su joven generación. Estas tendencias son la expresión de
una desesperación que encontramos también en el caso de los vascos, de los
irlandeses de la Irlanda del Norte, de los palestinos, los curdos etc. y de
todos los pueblos que viven en condiciones de una prolongada subyugación, donde
no están permitidos medios legales de lucha por la independencia. Cada pueblo
se libera de esta tendencia sólo en la libertad, en la democracia y en su
Estado propio, cuando su existencia no está más en peligro. Lo mismo vale para
el pueblo esloveno. Una democracia real, la libertad nacional, la existencia y
el bienestar económico le serán garantizados, sólo en su Estado propio. Esto
pondría fin a la división del pueblo esloveno en dos bandos opuestos, en que
fue dividido en la guerra civil en los años 1941-1945.
Liquidar a Yugoslavia
El sendero hacia el Estado
esloveno como también hacia el Estado croata, el movimiento esloveno
democrático por la independencia estatal, lo ve sólo en que los pueblos en
Yugoslavia, en el momento oportuno, se pongan tranquila y racionalmente de
acuerdo para liquidar el Estado yugoslavo que nunca fue y nunca será otra cosa
que la dictadura y la. opresión para todos ellos, incluso para los servios
mismos, y organizar sus Estados propios, teniendo presente el ejemplo de los
pueblos escandinavos. Este objetivo hay que lograrlo con una lucha política
decisiva que lleva directamente a la alianza del pueblo croata y esloveno como
también de todas las demás fuerzas democráticas, que exigen la libertad' para
todos en aquella cárcel del pueblo, denominada Yugoslavia.
Tanto más que entre los
eslovenos y los croatas nunca había grandes diferencias políticas -al
contrario, la frontera esloveno-croata es la única estable durante siglos- por
lo que nadie puede decir que el pueblo esloveno y el croata no se conocen bien.
Esto vale especialmente en la actualidad. Pero, si había en el pasado de los
eslovenos y los croatas conflictos directos, tanto políticos como militares en los
tiempos de su lucha común contra los turcos, como también culturales y
periodísticos en el siglo XIX, hoy podemos decir sin más que tales contactos
son muy raros. Así tanto en la vieja Yugoslavia como en la actual, la opinión
pública esloveno recibía y sigue recibiendo informaciones sobre Croacia a
través de la agencia oficial yugoslava de prensa. En la vieja Yugoslavia se
llamaba "Avala", y hoy "Tanjug". El sistema informativo de
"Tanjug" es rigurosamente centralizado y dirigido desde Belgrado y en
el idioma servio. De mi experiencia personal se que "Tanjug" está
completamente en el servicio del granservismo, posiblemente mejor que cualquier
otra institución en Yugoslavia excepto el ejército. Eso es comprensible porque
un idioma en que las propalan y quienes son dueños absolutos de
"Tanjug", influenciar sobre la mentalidad pública y así, poco a poco,
infiltrar a los croatas y a los eslovenos una y única mentalidad
"yugoslava", como también la interpretación de los acontecimientos e imponer
un solo idioma. Para los eslovenos eso significa que todas las redacciones
prácticamente deben traducir informaciones de "Tanjug" al esloveno
como las demás informaciones de las agencias extranjeras lo que se convierte en
la Principal fuente de "infección" del idioma periodístico y
literario esloveno, corno también del hablar diario, porque no todos los
traductores son igualmente capaces, por lo cual existe una gran influencia del
idioma servio en el esloveno y, con ella, de la mentalidad servia.
Se pasa por alto la individualidad nacional
Los regímenes centralistas y dictatoriales de Belgrado, tanto en la Yugoslavia monárquica como en la actual, intentaban abiertamente atraer a los políticos eslovenos, con una táctica de menores concesiones, para que los ayudasen política y moralmente en sostener la hegemonía servia sobre el pueblo croata. Algunos políticos, preferentemente del denominado Partido liberal, incluido en el Partido Nacional Yugoslavo del carácter granservio -el famoso partido JNS- permitieron para que se los explotara en ese sentido, pero ante todo por sus intereses personales. El pueblo esloveno sin embargo en su totalidad nunca permitió llevarse a este sendero, porque sabía bien y lo sentía instintivamente de que esta política. redundaría en su propio perjuicio, siendo a la vez contrario a la tradición histórica eslovena. El pueblo esloveno y el croata son ya casi mil años aliados en las luchas armadas o políticas por su existencia y la libertad nacionales. El enemigo que amenazaba a uno casi al mismo tiempo ponía en peligro también al otro. Los des pueblos pelearon contra los ávaros, francos, húngaros, turcos, vieneses y en los tiempos recientes contra el centralismo en Austria, el imperio austro-húngaro y luego contra el centralismo y la dictadura en la vieja Yugoslavia. Los eslovenos del litoral y los croatas de Istria lucharon casi veinte años contra el fascismo italiano. Actualmente, a su vez, ambos pueblos son nuevamente aliados no sólo por la tradición histórica sino también por la necesidad en la lucha contra el granservismo y el totalitarismo de carácter nacional-comunista, unidos en el régimen de Tito para someter y mantener al pueblo croata y esloveno en el estado de explotación colonial. La defensa y la lucha comunes La alianza en la lucha contra el enemigo común no niega la individualidad ni de uno ni del otro de los dos pueblos, porque la mencionada lucha tiene como su verdadero objetivo defender su identidad nacional y continuar luchando hasta el fin cuando van a ver lograda su independencia estatal que les garantizará plenamente la independencia y la libertad. No se trata aquí de un nuevo "ilirismo" o "eslavismo", sino de una alianza bien meditada y necesaria de dos puebles formados durante largos siglos históricos, concientes de la necesidad de la alianza de esta índole, que es muy útil y que, unidas, estarían más fuertes, ayudándose recíprocamente. De esta manera conseguirían más fácil su objetivo que luchando separados cada uno por su cuenta. En esta lucha cada uno de los dos pueblos reserva para si la completa autonomía de acción y programación para su Estado independiente. Nosotros los eslovenos que nos sentimos responsable por la suerte de nuestro pueblo, luchamos por un Estado totalmente independiente y democrático, señalando que el Estado esloveno se comportaría en la política internacional ante todo de acuerdo con sus intereses propios concordantes con principios morales, y en la política, interior se atendería a los principios de la libertad democrática para con todos los partidos políticos y concepciones que estarían en concordancia con la diversificación ideológica y política de la comunidad eslovena con excepción de los movimientos totalitarios, dirigidos contra la existencia del Estado esloveno y contra la democracia. No hay ni la menor duda de que un Estado democrático idéntico es el objetivo del movimiento de liberación croata. Nosotros los eslovenos tenemos una completa, confianza en las fuerzas democráticas croatas y estamos convencidos que ellas -y sólo ellas- eliminarían fenómenos que mostraran la tentación de un régimen totalitario cualquiera. En cuanto a ciertas tendencias de esta índole en la política croata en este momento, esto se debe a la prolongada opresión en la. Yugoslavia monárquica y actualmente en la de Tito, que se precipitó sobre el pueblo croata, especialmente sobre su joven generación. Estas tendencias son la expresión de una desesperación que encontramos también en el caso de los vascos, de los irlandeses de la Irlanda del Norte, de los palestinos, los curdos etc. y de todos los pueblos que viven en condiciones de una prolongada subyugación, donde no están permitidos medios legales de lucha por la independencia. Cada pueblo se libera de esta tendencia sólo en la libertad, en la democracia y en su Estado propio, cuando su existencia no está más en peligro. Lo mismo vale para el pueblo esloveno. Una democracia real, la libertad nacional, la existencia y el bienestar económico le serán garantizados, sólo en su Estado propio. Esto pondría fin a la división del pueblo esloveno en dos bandos opuestos, en que fue dividido en la guerra civil en los años 1941-1945. Liquidar a Yugoslavia El sendero hacia el Estado esloveno como también hacia el Estado croata, el movimiento esloveno democrático por la independencia estatal, lo ve sólo en que los pueblos en Yugoslavia, en el momento oportuno, se pongan tranquila y racionalmente de acuerdo para liquidar el Estado yugoslavo que nunca fue y nunca será otra cosa que la dictadura y la. opresión para todos ellos, incluso para los servios mismos, y organizar sus Estados propios, teniendo presente el ejemplo de los pueblos escandinavos. Este objetivo hay que lograrlo con una lucha política decisiva que lleva directamente a la alianza del pueblo croata y esloveno como también de todas las demás fuerzas democráticas, que exigen la libertad' para todos en aquella cárcel del pueblo, denominada Yugoslavia. Tanto más que entre los eslovenos y los croatas nunca había grandes diferencias políticas -al contrario, la frontera esloveno-croata es la única estable durante siglos- por lo que nadie puede decir que el pueblo esloveno y el croata no se conocen bien. Esto vale especialmente en la actualidad. Pero, si había en el pasado de los eslovenos y los croatas conflictos directos, tanto políticos como militares en los tiempos de su lucha común contra los turcos, como también culturales y periodísticos en el siglo XIX, hoy podemos decir sin más que tales contactos son muy raros. Así tanto en la vieja Yugoslavia como en la actual, la opinión pública esloveno recibía y sigue recibiendo informaciones sobre Croacia a través de la agencia oficial yugoslava de prensa. En la vieja Yugoslavia se llamaba "Avala", y hoy "Tanjug". El sistema informativo de "Tanjug" es rigurosamente centralizado y dirigido desde Belgrado y en el idioma servio. De mi experiencia personal se que "Tanjug" está completamente en el servicio del granservismo, posiblemente mejor que cualquier otra institución en Yugoslavia excepto el ejército. Eso es comprensible porque un idioma en que las propalan y quienes son dueños absolutos de "Tanjug", influenciar sobre la mentalidad pública y así, poco a poco, infiltrar a los croatas y a los eslovenos una y única mentalidad "yugoslava", como también la interpretación de los acontecimientos e imponer un solo idioma. Para los eslovenos eso significa que todas las redacciones prácticamente deben traducir informaciones de "Tanjug" al esloveno como las demás informaciones de las agencias extranjeras lo que se convierte en la Principal fuente de "infección" del idioma periodístico y literario esloveno, corno también del hablar diario, porque no todos los traductores son igualmente capaces, por lo cual existe una gran influencia del idioma servio en el esloveno y, con ella, de la mentalidad servia. Se pasa por alto la individualidad nacional Junto a esto que es ante todo un problema lingüístico, todavía peor es que "Tanjug ignora sistemáticamente y hace silenciar la individualidad nacional del pueblo croata y de la del esloveno, excluyendo de sus informaciones todo lo que recordaría la importancia de algo para el pueblo croata en su historia, su propia cultura, su literatura, su economía, etc. Así les eslovenos no pueden fácilmente conocer problemas nacionales croatas tanto políticos como tampoco económicos u otros. Para "Tanjug" no existe historia croata sino sólo "nuestra", es decir historia yugoslava. especialmente una historia colectiva de los pueblos yugoslavos. Así existe justamente "nuestra literatura", es decir literatura yugoslava. En este sentido dice "Tanjug": "nuestro escritor Krleža", "nuestro Vuk Karadžić", "traducción de nuestra poesía", "el concierto de nuestra música", "exposición de nuestro arte yugoslavo" etc. Los eslovenos no pueden así ver lo específico y real del pueblo croata, como tampoco los croatas pueden ver lo específico y real del pueblo esloveno o de otro pueblo en Yugoslavia. La consecuencia de este manejo es una idea muy confusa que tiene un esloveno común -después de medio siglo de ese procedimiento acerca del pueblo croata, de sus problemas y anhelos, lo que fácilmente podemos afirmar igualmente con respecto a una idea del croata común relativa al pueblo esloveno y a sus problemas.
Bogdan Radica
Este artículo
es la contribución de nuestro colaborador, el profesor Bogdan Radica, en el
libro sinóptico del editor George W. Simmonds, titulado "El nacionalismo
en la URSS y Europa Oriental en la era de Breshnev y Kosygin". (University
of Detroit Press, 4001 W. Me Nichols, Detroit, Michigan 8221, año 1977 - (N.
R.).
Permítaseme destacar al comienzo
de este estudio sobre el desenvolvimiento en Croacia, que la elección para este
Simposio del período referente al Nacionalismo en la USSR y Europa Oriental, es
la más acertada y significativa en cuanto concierne a Croacia. Fue exactamente
durante estos últimos diez años que tuvieron lugar en Croacia los más
dramáticos acontecimientos desde que los partidos comunistas impusieron su
gobierno en Croacia, en toda Yugoslavia y en la restante área en la cual se
halla ubicado ese Estado multinacional. Fue precisamente durante esos años que
Croacia en su búsqueda por la independencia nacional ha intentado nuevamente
lograr una mayor, si no completa, realización de esa independencia, sea dentro
o fuera del estrecho marco del Estado yugoslavo. Nuevas y dinámicas fuerzas,
sociales y culturales se abrieron paso por entre las estultas y
sobreburocratizadas estructuras del Estado y Partido, quienes victoriosamente
sostenían en el pasado y siguen sosteniendo en el presente de haber resuelto el
problema fundamental de Yugoslavia -la cuestión nacional-. Pero, no cabe
ninguna duda, que hoy, como también desde sus comienzos hace unos sesenta años,
esta cuestión hace de Yugoslavia una casa dividida, repleta de tendencias de
secesión y separación que jamás se apagaron por completo, de casi todas las
naciones que la constituyen, y entre las cuales Croacia es decididamente una de
las más importantes.
Éxitos y fracasos
A fin de comprender el
significado de la permanente crisis que causaron varios nacionalismos en
Yugoslavia y los trágicos sucesos que ocurrieron, están ocurriendo y que
podrían todavía ocurrir, y el papel que el Partido Comunista de Yugoslavia ha
jugado desde sus comienzos, es necesario pasar revista -por lo menos en
términos generales- a las vicisitudes de sus ocasionales éxitos y más aún de
sus frecuentes fracasos en resolver la profunda división nacional entre las
naciones yugoslavas, nacionalidades y grupos étnicos. No hay duda que un
observador objetivo de este proceso, en el cual el Partido Comunista de
Yugoslavia, hoy oficialmente llamado la Liga de los Comunistas (LCY), se
esforzó primero en unir Yugoslavia en una nación y más tarde en una comunidad
de naciones -que son les períodos del centralismo y federalismo
respectivamente- tendría que llegar a, la conclusión de que el Partido ha sido
tan desafortunado como lo fueren los así llamados partidos burgueses antes de
la guerra. Así, Yugoslavia ha quedado desde 1918 hasta 1941 como desde 1945
hasta el presente, muy lejos de la meta principal de la unidad nacional que el
liderazgo en poder durante ambas épocas intentó alcanzar mediante consenso
popular. En efecto, durante menos de seis décadas de su existencia, Yugoslavia
pudo sobrevivir solamente ejerciendo el poder absoluto que antes de la guerra
se basaba en la primitiva hegemonía monárquica, semi-feudal y brutal que
emanaba de un centro de poder, o sea de la real y pretorial corte servia en
Belgrado, y después de la guerra, mediante el ejercicio del poder absoluto y
absorbente del secretariado del Partido Comunista, también ubicado en el mismo
centro de poder -Belgrado.
Entre las dos guerras la LCY se
desplazaba de una posición política a la otra en búsqueda de la más apropiada
solución para la permanente crisis nacional. Al comienzo, el partido -estando
todavía libre para obrar legalmente- optó por el punto de vista oficialmente
sostenido que Yugoslavia era una nación unitaria y que debía ser gobernada
desde un solo centro. Ni bien empezó a crecer en Croacia la oposición contra la
agresiva hegemonía servia, que con el tiempo causó el alejamiento de Croacia de
Yugoslavia y el asesinato del líder campesino Stjepan Radić, la LCY
decidió cambiar radicalmente su política.
El Partido, en aquel entonces en
la clandestinidad en la cual se quedó hasta el colapso de la primera
Yugoslavia, simpatizó y cooperó con el movimiento croata, cuyo programa era por
lo menos una mayor autonomía si no la completa independencia de Croacia. Esta
cuestión alcanzó tan criticas proporciones que hasta el "Comintern"
consideró que debía ser, discutido. En los últimos años de la década del
veinte, condenó el punto de vista hegemónico servio referente a la cuestión
nacional que defendía el secretario general de LCY de entonces, el Dr. Sima
Marković. Contrario al punto de vista de Marković, el de Stalin era
que la nación croata tenía derecho a un propio Estado independiente.
Marković era de la opinión de que tanto el nacionalismo croata como el
servio eran producto de dos burguesías nacionales que luchaban por el poder. En
ambas naciones la clase trabajadora era la víctima de dos fuerzas sociales y
económicas similares dominadas por la burguesía servia y croata que usaban los
respectivos nacionalismos para asegurar el control económico de la sociedad.
Según Stalin, la solución se encontraba en la fórmula basada en el bien
conocido y desusado principio, que el Estado en cuanto a su forma, debe ser
nacional, y socialista por su contenido. Esta fórmula no difiere
sustancialmente de aquellas usadas en todas las Constituciones yugoslavas de
postguerra que la incorporan, usando más o menos un lenguaje parecido. Así
pues, sobre el papel cada república socialista tiene derecho a abandonar la
unión libremente.
Fiel al modelo soviético
Les recientes sucesos en Croacia
demuestran claramente -lo que vamos a ver más tarde- que el régimen está
dispuesto a utilizar la fuerza, incluso el ejército, para impedir el ejercicio
de este derecho.
El colapso de la primera.
Yugoslavia, la guerra y sus postrimerías han demostrado que el Partido
Comunista ha quedado fundamentalmente fiel a la fórmula stalinista respecto a
la federación de Yugoslavia. Se ha aplicado el modelo federal soviético en este
Estado multinacional, dividiéndolo en seis repúblicas socialistas que,
teóricamente, poseen los mismos e iguales derechos. Ella son: Croacia,
Bosnia-Hercegovina, Macedonia, Montenegro, Eslovenia y Servia, y dos regiones
autónomas Kosovo-Metohija (como reconocimiento jurídico de la existencia de la
nacionalidad albanesa) y Vojvodina (como reconocimiento de la nacionalidad
húngara). A primera vista esto podría haber sido la solución más adecuada. La
dominación pan-servia y servia pudo haber sido reducida a sus fronteras
preyugoslavas.
Sin embargo, el principio del -centralismo
democrático, propugnado desde Belgrado -desde hace un siglo la capital de
Servia y luego de Yugoslavia- hizo posible para los servios que ganaran casi el
mismo control sobre la totalidad de la nueva Yugoslavia como lo tenían sobre la
vieja. El punto de vista de los círculos (dirigentes) servios de que todo el
Estado de Yugoslavia, estructurado unitaria o federalmente, es, en primer
lugar, un Estado servio, en el cual los servios tienen la "sagrada"
responsabilidad de dirigirlo y preservarlo, ha encontrado una posición harto
dura en algunas repúblicas, especialmente en Macedonia y en el Kosovo albanés.
Los croatas, a su vez, parece, sabían por la experiencia que los servios iban a
tratar de concentrar en el nuevo Estado multinacional tanto poder en sus manos
como lo habían hecho en el viejo.
El rápido acomodo de la
inteligentzia servia en las nuevas estructuras estatales y su desbordante
presencia no sólo en la administración de la república de Servia, sino también
en la de Croacia, Bosnia y Herzegovina, en el ejército, en la policía, en el
gobierno federal, y, finalmente en el control económico y financiero del país,
transformó el Estado multinacional en un Estado, en que los servios dominan a
todas las demás naciones, especialmente a los croatas.
La tradicional habilidad
política de los servios de identificarse con el Estado y de hacer uso de su
poder de monopolización para promover su-, intereses personales y nacionales,
ha enajenado inevitablemente al mayor partícipe potencial en el Estado, a los
croatas. Desde el mismo comienzo los servios propagaron la opinión, muy
conveniente para ellos, de que los croatas debían ser controlados desde el
centro del poder, o sea, desde Belgrado. Tanto en la vieja como en la presente
Yugoslavia los croatas han sido sospechados y tildados de una nación contraria
a la existencia del Estado.
El Partido Comunista se halla
ahora, en cuanto a los croatas, esencialmente en la misma situación como
aquella que agobiaba a la monarquía servia antes de la guerra. Los servios
transfigurados en comunistas descubrieron en los croatas no solamente a
enemigos de Yugoslavia sino también al principal opositor de su supremacía en
este Estado multinacional. Por otro lado, los croatas contemporáneos
descubrieron en los servios el obstáculo principal para su igualitaria
participación en el ejercicio del poder. Los croatas se creen estar en la
posición de ciudadanos de segunda o hasta de tercera clase en un Estado que
pretenda garantizar la plena igualdad de todas las naciones que forman parte
del mismo. En ambas Yugoslavias los círculos dirigentes servios han manifestado
su habilidad de alejar a todas las demás naciones negándose compartir el poder
con ellas.
La Yugoslavia de Tito inició su
política interna con una radical oposición al deseo jamás apagado de la
independencia nacional, propia a todos los croatas en las repúblicas de Croacia
y de Bosnia-Herzegovina. No sólo que la promesa de igualdad en Croacia jamás se
había cumplido, sino que esta república ha sido escogida de entre las seis
repúblicas yugoslavas que debe ser especialmente vigilada no sólo desde el
punto de vista de les intereses de la comunidad sino también de aquellos de
Servia, llamada "república dominante" en Yugoslavia.
El pecado original croata fue la
restauración del Estado Independiente de Croacia, por lo cual los comunistas
mataron en Bleiburg (en Austria) durante la primavera de 1945, a más de
doscientos mil croatas: soldados, oficiales, civiles, hombres, mujeres y niños.
Este crimen -apropiadamente llamado "Operación Matadero"
("Operation Slaughterhouse" es el título del libro de testimonios de
los testigos oculares), perpetrado por los partisanos comunistas y el liderazgo
de su Partido, lo que se hizo público cuando se permitió el acceso a los
documentos de guerra británicos y que ocurrió de la siguiente manera.
El comando militar británico
entregó a los partisanos el ejército y los civiles croatas que pedían
protección y refugio británicos. Los partisanos habían prometido juzgar y
castigar solamente a los criminales de guerra, pero las grandes masas de los
refugiados fueron liquidadas indiscriminadamente en el acto, los demás fueron
obligados regresar al país donde perecieron en las así llamadas marchas de
muerte [5].
Advertencia sobre un mal futuro
La masacre en Bleiburg y muchos
acontecimientos similares que se han sucedido, fueron una advertencia a la
nación croata de que su existencia más adelante, en Yugoslavia, sería sujeta a
un control de tipo especial. El ánimo nacional croata debía ser oprimido metódicamente,
si no hasta apagado. Por eso la historia de Croacia en Yugoslavia comunista se
puede dividir en dos partes, la primera cubre el período desde la organización
del nuevo Estado (1945) hasta 1964. Aquí puedo presentar brevemente los más
importantes eventos que tuvieron lugar durante este período.
Esencialmente, toda la vida
nacional croata llevada a cabo por las personalidades e instituciones más
destacadas, en aquel entonces, estaba sujeta a serias restricciones o a la
desaparición total. Prácticamente, cada uno de los prominentes miembros de los
intelectuales croatas estaba sujetos a una especial selección policial y a las
maneras de investigación y maltratos más viciosos y criminales. Prisiones y
campos de concentración estaban llenos de prominentes intelectuales y miembros
del clero.
A diferencia de la inteligentzia
servia o de otros yugoslavos, los croatas se encontraron frente a dificultades
insuperables al tratar de integrarse al nuevo orden. Tan solo más tarde,
después de la ruptura con Stalin, un mayor número de esta inteligentzia
encontró trabajo en las nuevas instituciones culturales, entre las cuales el
Instituto Lexicográfico era el más generoso. Eso fue posible gracias al
destacado escritor croata marxista, Miroslav Krleža, quien luego de su
readmisión y rehabilitación por parte del Comité Central del Partido, pudo
ejercer alguna influencia. Sin embargo, era obvia la política de discriminación
contra los croatas.En Croacia, por ejemplo el más importante y el más viejo
diario, de tendencia liberal. "Obzor", aunque censurado durante la
guerra, no le fue permitido reaparecer, mientras que en Servia el diario
"Politika", bien conocido por sus ideas gran-servias, pudo reanudar
su publicación inmediatamente. La misma política discriminatoria se observa en
la manera de cómo se trataban las casas editoras nacionales de renombre.
-Matice Srpska y Srpska Književna Zadruga pudieron reanudar sus actividades.
Matica Hrvatska, en cambio, estaba proscripta y durante mucho tiempo estuvo
inactiva. Una política parecida fue puesta en práctica respecto a las revistas
literarias, o sea, a las de Servia fue permitido reaparecer mientras que las de
Croacia estaban sin este permiso.La historiografía servia fue no sólo revivida
sino que siguió glorificando el nacionalismo y la expansión servios, mientras
que en Croacia la historiografía fue desalentada y hasta prohibida. En pocas
palabras, la vida cultural de la nación croata estaba seriamente sofocada y
amenazada de extinción [6].
La violenta persecución de la
Iglesia Católica Romana en Croacia por parte del régimen es un otro ejemplo del
tratamiento discriminatorio de Croacia en la nueva Yugoslavia. Mientras que en
Servia la Iglesia Ortodoxa Servia fue sólo superficialmente censurada, la
actitud hacia la Iglesia Católica en Croacia ha sido totalmente diferente.
Varios miles de clérigos seculares, frailes franciscanos, mayormente de
Herzegovina, religiosas y laicos católicos fueron ejecutados. Al arzobispo de
Zagreb, capital de Croacia, cardenal Aloysius Stepinac le fue hecho un proceso
de burla, condenado a prisión y, finalmente, confinado en su aldea natal, donde
murió después de haber sido maltratado y torturado. Este martirio del clero
croata entró en la historia como una de las páginas más, siniestras del régimen
comunista en Croacia. Los clérigos croatas musulmanes fueren perseguidos con la
misma ferocidad en ambas repúblicas croatas. Luego de "liberar" a
Zagreb, los partisanos colgaron al Muftí de esa ciudad en la puerta principal
de la mezquita de la capital croata[7].
La cruel persecución de la
Iglesia en Croacia fue acompañada de purgas en la esfera política. El régimen
trató especialmente de destruir a todos los líderes del Partido Campesino
Croata, el cual en la Croacia de preguerra era el partido político y fuerza
principal de la nación croata. En los distritos rurales, las actividades del
Partido Campesino fueron prohibidas de inmediato y los líderes campesinos,
removidos de sus puestos, arrestados y después de un breve juicio de mofa,
enviados a campos de concentración[8].
El intento de rectificación fracasó
El Partido Comunista y sus
líderes croatas, como el Dr. Vladimir Bakarić, necesitaron casi dos
décadas para percatarse de que esta situación crítica en Croacia revestía un
problema grave para el desenvolvimiento futuro del país. El Dr. Bakarić,
un hombre astuto, íntimamente devoto de Tito, entonces secretario del P. C. de
Croacia y ahora uno de los hombres de mando, quienes, se supone, asumirían el
poder después de Tito, salió con una declaración sorpresiva en el semanario de
Belgrado "Nin", el 8 de marzo de 1964.Por primera vez Bakarić
admitió que los comunistas no lograron resolver el problema nacional, o sea,
que el problema estaba resuelto tan solo en la teoría, mientras que en la
práctica trataban de imponer un integralismo yugoslavo semejante al impuesto
por la Corte del rey Alejandro, antes de la guerra. En la opinión de
Bakarić, el centralismo había reemplazado completamente al federalismo
nacional constitucionalmente proclamado.La más notable admisión de que mucho
mal se ha hecho, fue expresada por Bakarić en su conmovedor llamamiento a
los servios para. que dejasen de considerar a Croacia como una "república
aislada". En esta nieva idea, cansado sin duda por la horrenda situación
de Croacia, Bakarić puso de relieve el hecho de que, debido a que Croacia
era económicamente la república más desarrollada, con el mayor número de
obreros y emigrados en el exterior, debería formularse y ejecutarse una
política exterior específicamente croata para que sus intereses croatas en el
exterior puedan ser protegidos por ellos mismos.
La significativa declaración de
Bakarić fue publicada en vísperas del Octavo Congreso del Partido, en
diciembre de 1964. Para entonces, la Liga Comunista Yugoslava estaba abiertamente
dividida conforme al criterio nacional. Tito y sus íntimos colaboradores
trataron durante cierto tiempo, de espantar al espectro del conflicto nacional,
negando su existencia. Pero hacia fines de 1964 los conflictos nacionales
alcanzaron proporciones tan alarmantes que se habían convertido en el tema
predominante en las deliberaciones en el Octavo Congreso del Partido. El
Congreso se ocupó de la profunda crisis nacional ocasionada por el
enajenamiento de Croacia de Yugoslavia. Estaba dividido en cuanto a la cuestión
de cómo Yugoslavia debería ser gobernada.Por el unitarismo integral abogaron
los servios y por el federalismo los croatas y los demás comunistas no servios.
Tito admitió con tristeza que la política de la integración nacional yugoslava,
es decir, de tratar de crear una conciencia nacional cohesiva, había sufrido un
serio revés. Los conflictos nacionales, según palabras de Tito, "se han
vuelto hasta más violentos que jamás anteriormente, habían afectado al mismo
Partido". "Tales aberraciones -continuó Tito-, serían comprensibles
hasta cierto grado en los primeros años del gobierno comunista pero que se
manifiestan después de veinte años y que el chauvinismo está levantando la
cabeza, es nuestra culpa y testimonio de la falta de vigilancia". A muchos
tomó por sorpresa al condenar los empeños servios de imponer un integralismo
yugoslavo. El principio básico sobre el cual ha sido concebida Yugoslavia, el
de "hermandad y unidad", se estaba rápidamente desgastando [9].
El liderazgo comunista repetidas
veces ordenaba a los organismos del Partido, después del Congreso, de respetar
las individualidades históricas e identidades culturales de las naciones de
Yugoslavia. Además, se ha instruido al Partido de reunir las naciones y las
nacionalidades en torno del Estado comunista y de la consigna del
"patriotismo socialista". Pero, a pocos meses del Octavo Congreso del
Partido, en la primavera de 1965, Tito reconoció en su discurso en Varaždin, en
Croacia, que los conflictos nacionales habían empeorado hasta tal punto que
ponen en peligro la existencia misma de Yugoslavia. Muchas veces se lamentó de
que el "nacionalismo burgués" se había abierto el camino en el
Partido y el aparato estatal. Los tempestuosos acontecimientos antes, durante y
después del Octavo Congreso del Partido lo confirman, sostuvo Tito.
Una fuerte oposición al
centralismo de Belgrado vino de entre los croatas a los que se plegaron esta
vez los eslovenos. Ambas naciones querían reforzar sus vínculos económicos con
la Europa occidental y hasta estaban ansiosos de atraer el capital privado
occidental para inversiones industriales y otros fomentos en Croacia y
Eslovenia. Esta y otras medidas formaban parte de una verdadera reforma
económica, destinada a corregir las deformaciones económicas que habían
originado dos décadas de la economía centralista, llevada a cabo sin
eficiencia. Sin embargo, los comunistas servios desconfiaban de esta reforma.
Ellos temían que el capital occidental, directamente invertido en las
repúblicas occidentales yugoslavas, habría podido menguar inversiones en
Belgrado y aumentarlas en las repúblicas individuales, debilitando de tal modo
el control servio en todo el país. Algunos alegaban que la reforma podía
alentar el eventual retiro de Croacia y Eslovenia de la comunidad.
Por este motivo, muchos de les
comunistas servios de primera línea trataban y hasta sabotearon la reforma,
apoyando la acusación de Tito que ellos (los croatas y eslovenos - Obs. del
traductor) venían violando el sagrado principio leninista del centralismo
democrático, que requiere de todos los miembros del Partido ejecutar las
directivas aún cuando discrepen de ellas. La rebelión alcanzó tal grado que
Alejandro Ranković, prominente comunista servio, segundo en aquel entonces
después de Tito, por mucho tiempo jefe de la policía secreta Ozna y Udba, llamó
la atención del Comité Central sobre el alarmante resurgimiento del chauvinismo
en Servia. "Es absolutamente absurdo y muy peligroso", dijo con toda
franqueza, "para los servios tratar de imponer el centralismo" [10].
Las declaraciones de
Ranković, especialmente sus acciones, provocaron una profunda crisis en el
Comité Central. No solamente los croatas, sino también los eslovenos, les
macedonios, los montenegrinos y algunos servios de Bosnia y Herzegovina se
unieron para expulsar a Ranković de la más alta posición en el Comité
Central del Partido. La expulsión tuvo lugar el 1° de julio de 1966 durante la
cuarta sesión plenaria del Comité Central de la LCY en la isla de Broini,
lujoso balneario donde Tito pasa la mayor parte del tiempo en su vejez.
La eliminación de Ranković
de una de las posiciones más fuertes en la estructura del poder ha sido una
sorpresa tanto para el país como para el exterior, pues él ha sido el hombre
más fuerte detrás de Tito y se presumía generalmente que iba a ser su sucesor.
Sin embargo, eliminando a Ranković, Tito reconoció públicamente que él
había desempeñado un papel muy importante en la así llamada guerra de
liberación nacional y en la creación del sistema de seguridad estatal, o sea,
de UDBA, o policía secreta yugoslava. Tito reprochó al supremo liderazgo del
Partido por haber permitido a Ranković actuar sólo, sin ningún control o
consejo. Tito no insistió en que Ranković fuese castigado aunque los
miembros del Partido en las regiones no servias del país hubiesen aceptado
gustosamente su ejecución.
Después de la eliminación de
Ranković del poder, se supo por doquier y fue públicamente revelado que su
vigilancia policial había sido mayormente concentrada sobre Croacia y la
población croata de Bosnia y Herzegovina y, hasta cierto punto sobre Eslovenia
y Macedonia y, en sumo grado, sobre el Kosovo albanés. Ahora es harto conocido
que en la documentación de OZNA y UDBA había expedientes sobre un millón
trescientos mil croatas. Sus movimientos dentro y fuera del país han sido
registrados y analizados. Eso significa que capa quinto croata ha sido
considerado políticamente sospechoso por parte del gobierno de Belgrado y por
ende candidato virtual para la prisión o campo de concentración. Los comunistas
han sido incluidos en esta masiva vigilancia. Se dice que el mismo Tito había
dicho a algunos miembros del Comité Central que todas sus conversaciones
telefónicas han sido grabadas y su residencia, hasta su dormitorio, provistos
de micrófonos. ¿Han vigilado a Tito por ser croata de origen, aunque es cierto
que él jamás omitió de destacar que su nacionalidad es yugoslava, o por haber
sido un obstáculo para Ranković en su avance hacia el poder?
El movimiento croata masivo
El alejamiento de Ranković
del supremo liderazgo de Partido y de gobierno hizo posible para el liderazgo
comunista croata intentar llevar a cabo los principios básicos garantizados por
la Constitución federal y las respectivas constituciones de las repúblicas. También
el principio de autogestión se convirtió en una nueva dinámica
"idea-fuerza".Los comunistas croatas pensaron que a través de la
aplicación más consecuente de la autogestión y debido a que Croacia es
económicamente independiente. Croacia podría alcanzar la igualdad con Servia y
de tal modo conseguir atributo para su status como Estado, garantizado por la
Constitución.
En este esfuerzo los
intelectuales croatas mostraron muchísimo sentido común, responsabilidad y
energía. En efecto, el período desde 1965 hasta 1971 fue caracterizado por el
resurgimiento nacional, político, económico y especialmente cultural y es
conocido como período de la "Primavera Croata" o "maspok",
o sea "movimiento masivo", en el cual la mayoría del liderazgo
croata, el Partido y el pueblo en general habían tomado parte con gran
entusiasmo y buena voluntad. La juventud croata de ambas repúblicas croatas
R.S. de Croacia y R.S. Bosnia-Herzegovina, aportaron al movimiento el
entusiasmo y energía propios de esta generación. De repente revivieron todos
los valores del ser nacional croata, levantándose -según lo dirían los antiguos
griegos- como fénix de las cenizas. Tuvo lugar un renacimiento del espíritu
nacional en la política, la economía y la cultura, difícil de imaginar con
anterioridad, como lo fue durante estos años. Este período de la historia
croata se podría comparar con el renacimiento nacional en Croacia a mediados
del siglo pasado, aunque las circunstancias han sido, naturalmente, por
completo diferentes. Esta vez la liberación de Croacia significaba
esencialmente la liberación de la dominación gran-servia, como los croatas
acostumbraron a ver la administración del Partido Comunista Yugoslavo.
Como he dicho, en este
movimiento participó no solamente el Partido croata y los intelectuales fuera
del mismo sino también el liderazgo del Partido comunista croata. Los más
destacados han sido Mika Tripaldo, la Dra. Savka Dabčević-Kučar,
Haramija, P. Pirker, I. Šibl y otros. Ellos estaban apoyados por la mayoría en
el Comité Central y por las organizaciones partidarias locales de la LCC. Entre
los escritores e intelectuales, los más prominentes eran Petar Šegedin, Franjo
Tudjman, Iva Franjea, Zlatko Tomičić, Šime Djodan, Marko Vaselica,
Vlado Gotovac y muchos otros. La mayoría de esta gente está fuera del poder o
en la prisión. La filosofía política básica que enfatizaban los líderes
políticos en sus declaraciones, discursos y proclamas era la necesidad para la
nación croata de transformar sus Estados, las repúblicas de Croacia y de Bosnia
y Herzegovina, de Estados ficticios en las verdaderas repúblicas socialistas
soberanas a fin de ser iguales e independientes frente a su socio servio .y
otros socios en la comunidad yugoslava de naciones, como se suele a menudo
llamar a este Estado. "Sea croata", "No tengas miedo en llamarte
por tu propio nombre nacional-croata", era la repetida exclamación de la
señora Dabćević-Kučar y de Mika Tripalo, cuyas asambleas
populares masivas atrajeron los sectores más amplios del pueblo croata en todas
las regiones croatas. Un notable despertar nacional tuvo lugar hasta en
aquellas regiones a lo largo de la costa adriática y en las islas, donde la
juventud de repente empezó a manifestar la conciencia de su origen croata y de
la identificación nacional. Aunque estas regiones han sido cuna del reino
croata medieval, de las mismas ha venido un gran número de hombres y mujeres de
orientación pan-eslava o yugoslava y algunos de ellos preferían no
considerarlas tierras croatas. En los años sesenta y setenta, los más destacados
patriotas croatas provenían de la costa croata y de sus islas. Los mismos
requerían y siguen requiriendo con insistencia a los extranjeros no asignar a
su región como "Dalmatia" sino como Croacia del Sur. [11]
La más notable decisión, tomada
por parte del mundo literario croata, fue la "Declaración sobre el nombre
y la posición del idioma literario croata", publicada el 15 de marzo de
1967 en Zagreb, capital de Croacia. Fue firmada por diecinueve de las más
calificadas instituciones filológicas y literarias, como Matica Hrvatska, la
Sociedad Filológica Croata, el Departamento de Filología y Literatura de la
Academia Yugoslava de Ciencias y Artes, y por todos los catedráticos de la
vieja y la moderna literatura de la Universidad de Zagreb. La Declaración
destacó el hecho de que el idioma literario croata es una unidad en sí y no
debe ser llamada ni servia-croata no croata-servio como habían convenido en
Novi Sad, en 1954, algunos filólogos croatas y servios. La Declaración la firmó
también Miroslav Krleža, quien estuvo presente en esta histórica reunión que
rompió la unión lingüística forzada de los croatas y servios. En cuanto a las
literaturas nacionales, no existía la necesidad de destacar sus diferencias, ya
que desde sus comienzos ellas han sido entidades separadas que carecían casi
totalmente de vínculos entre sí. Los escritores croatas, siguiendo la misma
tendencia, abandonaron la Asociación de Escritores Yugoslavos y formaron su
propia Asociación de Escritores Croatas.
El período en discusión ha sido
muy prolífero en nuevas creaciones literarias; un grupo notable de revistas
comenzó a publicarse en muchas ciudades croatas. Entre éstas las más
importantes fueron Kritika, Hrvatski Tjednik, Hrvatski Knjizevni List,
el pionero este último en el despertar de la conciencia nacional croata. El
énfasis fue puesto sobre asuntos públicos croatas y en restablecimiento de
valores nacionales. La historiografía se ha orientado fuertemente hacia una
reevaluación de la medieval y reciente historia croata. En su libro
"Velike Ideje i Mali Narodi" (Grandes ideas y naciones pequeñas), el
Dr. Franjo Tudjman proporcionó la justificación para la formación del Estarlo
Independiente de Croacia durante la última guerra. No pudo esperarse que los
croatas defendieran a Yugoslavia, en que todos sus derechos nacionales han sido
negados.
La Matica Hrvatska empezó con la
publicación de la serie "Cinco Siglos de la Literatura Croata",
incluyendo todas las obras de mayor importancia desde los tiempos medievales
hasta el presente. Esta selección es muy útil y popular, facilitando a las
nuevas generaciones croatas a conocer el tesoro literario croata ya que la
mayoría de ellos lo desconocían. La Matica empezó también a fundar en muchas
ciudades clubes especiales cuyo fin era la difusión de la literatura y cultura
croatas, despertando así la conciencia nacional entre las generaciones jóvenes
que no estaban en condiciones durante los años de posguerra de conocer su
pasado cultural. [12]
Para comprender el significado
de este despertar, es suficiente referirse a algunas de las confesiones más
conmovedoras de algunos de los importantes escritores croatas. Petar Šegedin,
integrante del Partido y de la Academia, criticó el concepto de "una
nación dominante", es decir, la justificación para el monopolio del poder
servio y su control sobre el desarrollo de otras naciones en Yugoslavia. En uno
de esos momentos de sinceridad dijo: "Durante toda mi vida he tenido la
sensación de ser un objeto, no tanto como persona, sino como miembro de un
pueblo del cual no puedo decir que no es mío. Renegar de mi pueblo y aceptar
otro que podría ser más feliz, mejor o más fuerte. Traicionarlo- no me parece
una actitud honesta... Cuando me privaban de mi idioma, lo hacía a estos que me
rodeaban, así que nosotros teníamos que llamar nuestra lengua
"nuestra" y a aquellos que nos privaban de nuestra lengua teníamos
que llamarlos "ellos". "Ellos" conquistaban y
"nosotros" -los demás nos convertimos en el objeto de la
conquista". La única manera en que Šegedin y los demás pensaban cambiar de
objetos en sujetos, era comenzando a llamarse croatas. Otra escritora, Smiliana
Rendić, sostuvo que el idioma y la cultura croatas están expuestas al
"peligro de colonización radical" como consecuencia de la hegemonía
servia. El idioma oficial servio-croata, argüía ella, se ha convertido en
"una tortura... un primitivo mestizo lingüístico que brutal y
agresivamente envenenaba la prensa, la radio y la TV y por ende a la mayoría
del pueblo que tuvo que leer y escuchar". Al rechazar el idioma oficial e
impuesto, la escritora lo describió como un "mestizo servo-ruso" que
horrorizó no solamente a la elite literaria sino también al pueblo en general.
Esta rebelión general contra las restricciones oficialmente impuestas sobre la
lengua y la cultura ha instigado a la inteligentzia croata a continuar su
búsqueda de una independencia cultural genuina [13].
En Croacia apareció una nueva
historiografía que hacía hincapié en la continuidad de la lucha croata por la
independencia. El yugoslavismo fue tildado de "mitología" o
"mitomanía", un disfraz debajo del cual, en realidad, se practicaba
la dominación gran-servia.
Los cambios en el estado de la
policía secreta después de la eliminación de Ranković y sus secuaces,
habían posibilitado violentos debates sobre los delicados problemas económicos.
De modo que los problemas económicos recibieron una enorme publicidad. Uno de
los prominentes economistas croatas, el Dr. Šime Djodan, profesor de la
Universidad de Zagreb, todavía en la prisión (ahora en libertad N. de T.) ha
probado que Croacia, siendo la república con el mayor monto de divisas ganadas
por su propia industria, turismo y las remesas de sus obreros en los países de
Europa occidental, pudo utilizar para sus necesidades, en constante aumento,
sólo el 10%, mientras que el 90% era absorbido vía Belgrado por Servia y otras
regiones subdesarrolladas.
Djodan concluyó que Croacia fue
explotada en la Yugoslavia socialista con menos misericordia que en el Imperio
Austro-húngaro. Eso significaba, según este economista, una clara negación del
marxismo, que se opone a la explotación del hombre por el hombre y del pueblo
por el pueblo. El consenso de los economistas croatas era que en Yugoslavia se
practicaba el colonialismo y que Croacia fue su primera víctima.[14].
Además, los economistas croatas
revelaron que la disponibilidad de empleos en Yugoslavia, la colocación de
fondos de inversiones, la distribución de reservas de divisas ganadas por las
repúblicas individuales, la competencia desleal por los préstamos del Occidente
y los contratos de negocios con el Occidente, representaban una clara forma de
discriminación y explotación de croatas por parte del gobierno federal,
dominado por los servios y las empresas con sede en Belgrado. Lógicamente,
muchos croatas llegaron a la conclusión de que el maltrato de Croacia en la
esfera económica era parte de la política servia de mantenerla bajo el control
riguroso para que no pudiera separarse de la comunidad. Conforme a Hrvatski
Tjednik del 3 de diciembre de 1971, el número de los obreros empleados
aumentó entre 1961 y 1971 en Servia en 258.000 y en Croacia solamente en
114.000.
Algunas de estas críticas fueron por primera vez expresadas en los periódicos científicos y dentro de los límites de las reuniones de Legislatura y de Partido. Hasta 1970 las controversias alcanzaron a los medios masivos, fueron discutidas extensamente por intelectuales y estudiantes y sus críticas del status quo fueron llevadas a la atención de la opinión pública, croata. Apoyados por la abrumadora mayoría de croatas, quienes estaban altamente a favor de cambios más radicales y soluciones de la cuestión nacional en forma más equitativa, algunos de los líderes del partido se mostraron todavía más atrevidos y más francos. En 1970-71 los elementos más radicales, que operaban debajo de las alas de la dirección del Partido en Zagreb, daban ejemplo. Ellos expresaron sus puntos de vista a través de los medios masivos de información, cooperaron con la Universidad de Zagreb, donde la más amplia mayoría de profesores y estudiantes se había plegado al movimiento.
Entre otros reclamos, los
comunistas croatas ahora exigían que los reclutas prestaran servicio en sus
propias repúblicas y bajo el comando militar croata. Hay que tener presente que
durante todos estos años el cuartel general del ejército y los oficiales a
cargo de la policía secreta en Croacia eran, como por regular, de origen
servio. A los reclamos croatas por unidades separadas de ejército, seguía el
reclamo que el cuartel general de la marina sea trasladado a Split, y que se
cambie el nombre del ejército de manera tal que refleje la naturaleza
confederal del sistema constitucional. Todas estas exigencias fueron recibidas
con sospecha y alarma por parte de les servios, quienes, mientras discutían
públicamente con los croatas los detalles, trabajaban en secreto para convencer
a Tito que actuase contra el masivo movimiento croata.
El conflicto llega a su cenit
Sin embargo, en septiembre de
1971, durante su visita a Zagreb, Tito, prosiguiendo su ambigua política,
declaró que no pudo percatarse de "chauvinismo croata" y en una forma
tibia dio su beneplácito a los acontecimientos de allí. Con anterioridad,
empero, en verano de 1971, fue a Zagreb para, impulsar al Comité Central croata
a combatir el movimiento nacional croata y las "tendencias
nacionalistas". Ambos líderes comunistas croatas,
Dabčević-Kučar y Tripalo, estaban convencidos de que no existía
el peligro de su separación. Al contrario, ellos insistían en que el movimiento
había sido el único camino para Croacia de salir de la posición de inferioridad
y alcanzar la igualdad con Servia. Pero el conflicto entre los croatas y los
servios crecía en intensidad en este año. Tiempo atrás, el 20-30 de abril y el
2 de junio, en Brioni y Belgrado respectivamente, fueron convocadas dos
reuniones de la Liga Comunista Yugoslava con el fin de discutir la situación en
Croacia. En Brioni los servios atacaron a las croatas como traidores del
Estado. Llegaron tan lejos que acusaron a los comunistas croatas de haber
establecido relaciones con algunos emigrantes croatas con el propósito de
elaborar una política para el desmembramiento de Yugoslavia.
Entretanto, la situación en
Croacia ha seguido su curso dinámico. En julio se efectuó en Zagreb una
espectacular manifestación. Los estudiantes croatas de la Universidad de Zagreb
organizaron una celebración conmemorativa del aniversario del nacimiento de
Stjepan Radić, seguida por una gran demostración pública, a la que
acudieron no solamente los estudiantes sino también grandes masas de
trabajadores, ciudadanos de Zagreb. Cantaban canciones patrióticas y
desplegaban transparentes, reclamando la independencia para Croacia. A esta
manifestación siguió la huelga masiva de estudiantes que comenzó el 22 de
noviembre. El motivo de la huelga fue la promulgación de la ley según la cual
cada república tenía que pagar a la Federación una parte de sus ganancias
provenientes del comercio exterior, del turismo y las remesas efectuadas por
los obreros en el exterior.
Dado que la República Socialista
de Croacia tiene solamente el 22% de la población total de Yugoslavia y visto
que su comercio exterior, el turismo y las remesas de obreros aportan el 40% de
todas las divisas extranjeras de Yugoslavia, quedando para ella solamente el
5,5% del total, los estudiantes consideraban que la huelga era necesaria para
reparar la injusticia que el régimen de Belgrado hacía a Croacia.
Aunque la huelga se cumplió sin
incidentes -no se atacó a ningún edificio universitario ya que los estudiantes
creyeron que Tito cumpliría con los reclamos populares por un reajuste de la
posición económica de Croacia- las unidades blindadas del ejército tuvieron
cercada la ciudad de Zagreb por varios días, los líderes del Partido comunista
local fueron eliminados y un gran número de estudiantes arrestados. La
intervención militar, conducida por los generales servios, ha convencido a la
juventud croata y al pueblo en general de que estaban ocupados por un poder
extranjero. Un fin violento se puso a la "Primavera Croata", de la
misma manera como ha sido apagada la "primavera" en Checo-Eslovaquia.
El golpe de Tito
El 1° de diciembre de 1971, en
Karadjordjevo -la elección de la fecha y del lugar no podía ser más
desafortunada por evocar amargas memorias en la mente de los croatas- Tito
convocó al Comité Central para condenar el liderazgo del Partido comunista
croata y al pueblo de Croacia. Él acusó a los líderes croatas de haber
sucumbido al "liberalismo podrido" y al "nacionalismo
chauvinista". Más, él sostenía que el Partido croata mostró debilidad al
permitir la huelga estudiantil. Acusó la prensa y especialmente la prestigiosa
Matica Hrvatska de encontrarse en las manos de los anti-socialistas,
anti-autogestionistas y elementos anticonstitucionales, encabezados por un
"comité revolucionario de cincuenta", el cual, decía, tramaba la
contrarrevolución. Tito acusó también al liderazgo del Partido croata de haber
querido ganarse el consenso de las masas, mientras que ningún partido comunista
en el poder necesitaba tal consenso. En Karadjordjevo todos los comunistas
croatas importantes y el íntegro gobierno ejecutivo fueron destituidos. Tripalo
y Dabčević-Kučar fueron obligados a retractarse y a renunciar a
sus puestos. También el ejército fue purificado; los generales croatas fueron
alejados de sus puestos y tres de ellos murieron poco más tarde o se
suicidaron. Dražen Budiša, Ivan Čičak y otros líderes estudiantiles
como también muchos estudiantes, fueron arrestados, juzgados y condenados a la
pena de prisión de hasta siete años. Varios destacados intelectuales marxistas,
entre ellos F. Tudjman, M. Veselica, S. Djodan, V. Gotovac,
Ivičević-Bakulić, A. B. Bulić y otros, como también
millares de partidarios menos conocidos del movimiento de masa fueron enviados
a la prisión, mientras que sus puestos fueron ocupados por los elementos
completamente desconocidos del Partido o stalinistas de vieja data.
Contrariamente a la promesa de Tito de que no habría persecución política, el
nuevo portavoz del Partido destacó la necesidad de vigilancia política, de la
decidida lucha contra varias manifestaciones de nacionalismo en toda Yugoslavia
y de purificación en la Liga Comunista de Yugoslavia[15].
Los más importantes puestos en
el gobierno croata fueron asumidos por los miembros del Partido de calidad
inferior y por servios de Croacia. Dušan Dragosavac se convirtió en el portavoz
de los servios de Croacia y de los mismos croatas. El período de
post-Karadjordjevo se caracteriza por el persistente reclamo de Tito de que el
principio de "centralismo democrático" sea llevado a cabo y que la
política de "hermandad y unidad" sea proseguida con un vigor
renovado. En otras palabras, el retorno de la política de Stalin en el partido,
y del unitarismo en el gobierno. La violenta represión en Croacia después de la
reunión de Karadjordjevo fue acompañada con rigidez ideológica.
Esta ideología está expresada en
la famosa carta de Tito dirigida a la Liga Comunista. Yugoslava el día 18 de
septiembre de 1972. En la misma requería él que debían ser expulsados todos
aquellos elementos que sostenían opiniones "contrarias a la ideología y
política de la LCY".
La Carta puso de relieve la
necesidad de controlar el pensamiento y la opinión de cada miembro. Se efectuó
una purga general de editores y otros que tenían a su cargo los medios de
comunicación masivos, no solamente en Croacia sino en toda Yugoslavia. La
mayoría de las revistas literarias y políticas fueron obligadas a dejar de
aparecer. Aunque la revista Praxis y el movimiento a tono de ella, no estaba en
favor del despertar nacional croata, estaba también acusada de hallarse bajo la
influencia de liberales occidentales.[16].
El año 1974, el año del Décimo
Congreso del Partido, el cual entre otros cambios introdujo una nueva
Constitución, no resultó de ningún mejoramiento considerable. Sus propósitos
eran probar al mundo que no podía haber transformación básica interna,
destinada a socavar "el centralismo democrático", el cual continúa
siendo la política fundamental del Partido. La LCY debe oponerse a todos los
esfuerzos para lograr una liberalización y democratización del sistema. Al
mismo tiempo se continuó con la política del completo control y vigilancia de
todo intento de las repúblicas para separarse. Llevando a cabo esa política, el
régimen prefiere las medidas policiales y militares en lugar de la persuasión.
Todas las repúblicas, entre ellas en primer lugar Croacia, deben ser impedidas
de obtener su existencia separada y deben ser fuertemente vigiladas por el
centro de poder en Belgrado. Con excepción de ciertas pequeñas concesiones
económicas que Belgrado hizo a Croacia, o sea elevando un poco el porcentaje de
divisas que la república podría retener, el control político y policial quedó
en las manos de les servios.
Tres características de la política yugoslava
Los acontecimientos de esta
última década en la historia croata son consecuencia de tres permanentes
características de la política yugoslava Primero, la cuestión nacional sigue
siendo el problema más decisivo, incitando a los croatas a pelear contra los
servios. Eso hace de Yugoslavia un Estado de muy dudosa viabilidad. Al
conflicto entre estas dos más grandes naciones hay que agregar la creciente
tendencia de los albaneses en Kosovo-Metohija trabajando por una eventual unificación
con la madre patria Albania. Asimismo, existen numerosos grupos en Macedonia
que se sienten más ligados a Bulgaria que a Belgrado. Segundo, el hecho que los
líderes y activistas del actual despertar en Croacia son todos hombres y
mujeres jóvenes, quienes recibieron toda su educación sea como partisanos de
Tito sea como sus pioneros, prueba que la política de "hermandad y
unidad" ha fracasado completamente. Tercero, la LCY, que, ostentando el
poder, ha tratado de unir el país para la misma causa por la cual la monarquía
estaba "unificándolo", ha fracasado en primer lugar porque usó los
mismos, si no peores, métodos de gobierno, los cuales a las naciones no servias
de Yugoslavia deben indudablemente parecer como opresión servia mal disfrazada.
Desilusiones definitivas
Después de 1971, es decir
después del golpe en Karadjordjevo, no hay croatas de importancia que podrían
imaginarse su destino como nación dentro de Yugoslavia. Esta verificación trae
a la memoria la amarga experiencia de tres generaciones de croatas que tomaron
parte en la formación y desarrollo de Yugoslavia como firmes creyentes de que
el progreso y la felicidad de Croacia sería mejor garantizada en la unión con
los eslovenos y servios en un Estado común. Tengo la edad suficiente como para
recordar la primera generación de los fundadores de Yugoslavia: Trumbić,
Supilo, Mestrović y una serie de intelectuales croatas de la convicción
yugoslava. Todos ellos murieron desilusionados, viendo como la hegemonía servia
destruía sus sueños de igualdad nacional y finalmente comprendieron que la
única posibilidad para Croacia era la creación de su propio Estado
independiente, ya que todos los esfuerzos para realizar una sociedad de
igualdad con los servios a través de la unión federal, era bloqueada por una
violenta resistencia servia. La segunda generación de croatas, esa de Stjepan
Radić y Vlatko Maček, líderes del Partido Campesino Croata, creían en
la posibilidad de una vaga unión de los Estados yugoslavos, han vivido para ver
cómo desaparecía esta esperanza. Radić murió a causa de las balas servias
disparadas contra él en el parlamento de Belgrado, mientras que la obra de
Maček fue destruída por la guerra en la cual tanto los nacionalistas
servios como los croatas hicieron imposible la comunidad. La tercera generación
croata, los marxistas, creían en una comunidad de las soberanas repúblicas de
eslavos del Sur, basada en la soberanía de la clase trabajadora, pero llegaron a
las misma conclusiones que las dos generaciones "burguesas". La
esperanza reciente (en los años sesenta) revivida de esta generación de que era
posible, mediante la autogestión, a las repúblicas de Croacia y de Bosnia y
Herzegovina, alcanzar la posición de igualdad con Servia, ha sido destrozada
con el golpe en Karadjordjevo, en diciembre de 1971.
Se necesitaría un análisis
histórico más extenso para explicar el porqué la coexistencia entre los croatas
y los servios era, es y quizás siempre será una experiencia vana. No puedo
imaginarme el modo, mejor y más breve para explicar este fenómeno, que
parafraseando a Gaetano Mosca, un renombrado científico y político, quien una
vez dijo: Es prácticamente imposible que estas dos naciones -los servios,
educados en la cultura bizantina, y los croatas desarrollados en el oeste
romano-católico- jamás logren la integración y la unificación.
¿Y después de Tito?
Y ahora ¿qué? Todo el mundo está
conjeturando qué es lo que ocurrirá después de Tito. Tito mismo es consciente
de este hecho. No pasa una semana en que él no asegure al mundo que Yugoslavia
sobrevivirá a su desaparición. Por otro lado, la experiencia del pasado y del
presente ha sido tan mala para todas sus naciones, especialmente para los
croatas, que parece no haber otra solución para el problema fundamental del
país -la cuestión nacional- que poner en práctica el derecho de
auto-determinación garantizado por su Constitución. Los croatas en Yugoslavia
han vigorizado su convicción de que su único futuro, incluso su supervivencia
como nación está firmemente unido con la realización de su secular deseo -el
Estado croata-. A pesar de la ideología, todos los croatas demócratas,
liberales, nacionalistas y marxistas están unidos en la creencia de que ellos
solamente en una Croacia independiente estarían en condiciones de sobrevivir,
prosperar y ser felices. Al cierre de este siglo, esto aparece como una
síntesis de todas las alternativas croatas, de todos sus propósitos y de todas
sus metas. Seguramente, está también en el interés de los servios trabajar en
pro de una separación pacífica de estas dos naciones.
En la actual crisis en el
Mediterráneo, Croacia desempeñará seguramente un papel mayor. Su posición
mediterránea es de importancia vital para la libertad de esta parte del mundo.
Una Croacia subyugada por Belgrado jamás acompañará voluntariamente los
intereses servios y sus designios en los Balcanes. Cualquier conflicto mundial
encontrará a Croacia exactamente en la misma posición en la cual se hallaba, en
1941, cuando las potencias del Eje invadieron a Yugoslavia.
En la actualidad hay numerosas alternativas que se ciernen sobre el desarrollo futuro de Yugoslavia.. ¿Invadirá la Unión Soviética este país a fin de alcanzar el Adriático (Mar Adriático) y asegurarse el control definitivo del Mediterráneo? Parece que se descarta una repetición de la invasión de Checoslovaquia en 1968. La influencia soviética es fuerte en las filas del Partido y en el ejército entre los servios y los montenegrinos. Ellos podrían simplemente llamar a la URSS para que los vuelva a aceptar en el seno de Moscú. Un conflicto interno entre les servios y los croatas podrían imponer a la Unión Soviética la obligación de salvar a un Estado socialista de la desintegración. En tal caso, los adeptos de Alejandro Ranković resultarían de las más grande utilidad para los rusos. Si Tito hubiera continuado la política de aceptar los razonables reclamos de los croatas, la conquista -soviética no serla una tarea fácil. Los que sostienen que la influencia soviética en Yugoslavia es más fuerte que la del Occidente, están convencidos que el equilibrio de fuerzas es tal que la toma del poder por parte de les soviéticos es tan posible como probable.
En el caso de una conquista soviética, seguramente Moscú intentaría atraer a los albaneses, dándoles la oportunidad de unirse con Albania y eliminando de tal manera a los chinos del país. Bulgaria estaría en la posición de conquistar a Macedonia, una tierra que jamás ha dejado de considerar como suya. Tal situación no dejaría de animar a los croatas para emprender su propio camino. Dado que los croatas son los más disconformes y los más fuertes de las naciones no servias en Yugoslavia, la satisfacción de sus exigencias nacionales reduciría considerablemente la posibilidad de una conquista soviética, pues una Croacia independiente de Belgrado, no prestaría oído a las promesas de independencia de ninguna fuente, incluyendo a los soviéticos. Las inmediatas exigencias croatas son la organización de su propio ejército territorial, su independencia económica de Belgrado y la eliminación de les obstáculos artificiales para su más estrecha cooperación con la otra república croata, Bosnia y Herzegovina. Estos dos países son tan dependientes uno del otro que la economía y la defensa de una es imposible si es aislada de la otra. Dejar que Yugoslavia se estanque y atrofie en su actual situación, mientras espera la muerte de Tito, parece poner en peligro, en sumo grado, la existencia de sus pueblos y lleva la seguridad del Mediterráneo a un indudable colapso.
(Traducción del inglés por M.
B.)
Solemne presentación de la obra
maestra literaria argentina, traducida al idioma croata.
En el Club Cultural
Croata-Argentino fue presentada, el día 20 de julio de 1977 por el presidente
del Centro Argentino del PEN Club, señor José Isaacson, el destacado poeta y
martinfierrista, la primera traducción de "Martín Fierro" al idioma
croata, realizada por el lingüista, escritor y periodista Pero Tutavac -
naturalizado argentino.
La conducción del acto estuvo a
cargo del presidente del C.C.C.A., profesor Ante Gazzari, asistiendo un
centenar de intelectuales de distintas nacionalidades, como ser: argentinos,
armenios, austríacos, eslovenos, franceses, israelíes, italianos, ucranianos y
croatas, desde luego, así corno los representantes del periodismo local.
Además del presentante, usaron
de la palabra el conocido filósofo el Prof. Dr. Francisco Kustberger, la
secretaría del Instituto Superior de Enseñanza "William C. Morris",
señora profesora María A. S. de Louxe y el traductor de "Martín
Fierro" al esloveno, el Prof. Dr. Tine Debeljak. Al final la poetisa,
escritora y periodista Yderla Anzoátegui recitó unos cuantos versos del
original castellano del "Martín Fierro", haciendo lo mismo en la
versión croata el Prof. Gazzari.
El profesor A. Gazzari, después
de haber saludado a los presentes y señalado la importancia del acto, dijo
textualmente: "Pedro Tutavac, la colectividad croata de este Club, se
enorgullece con la presencia en este acto del Sr. José Isaacson, poeta,
escritor, filósofo y le agradecemos sinceramente, con todos nuestros afectos,
por la generosa aceptación de hablar en esta oportunidad.
"Que me sea permitido, en
brevísimos rasgos, presentar y rememorar algunos datos sobre su vida y obra.
"José Isaacson como poeta
encabeza la corriente neohumanista de la poesía argentina, tal como lo han
reconocido los críticos Guillermo Ara en "Summa Poética Argentina" y
Nélida Salvador en "Nueva Poesía Argentina". Han escrito ¡importantes
ensayos sobre la poesía de José Isaacson, Carlos Mastronardi en la revista
"Sur", Alfredo de la Guardia en "La Nación". En cuanto a su
obra como ensayista han escrito sobre Isaacson, Víctor Massuh en la
"Gaceta de Tucumán", Gregorio Weinberg en "Sur", entre
otros importantes testimonios sobre la obra de Isaacson. En el decimoséptimo
Congreso Nacional de Sociología realizado en México y dedicado al tema
"Sociología del arte", Isaacson, delegado argentino al mismo, leyó en
una de las sesiones plenarias, el trabajo: "El poeta en la sociedad de
masa", que inicia el libro homónimo en el cual desarrolla una nueva
estética que titula Antropología literaria. Por la misma recibe la máxima
distinción en el orden nacional, el Primer Premio Nacional en Ciencia del
Lenguaje correspondiente al sexenio 1958/1973.
Libros publicados: Poesía:
"Las canciones de Ele-in (1952) ; "El metal y la voz" (1956);
"Amor y amar" (1960); Elogio de la poesía" (-963); "El
pasajero" (1969); "Oda a Buenos Aires" 1970) y "Cuaderno
Spinoza" recién aparecido, un poema extenso de fibra filosófica. Es un
diálogo con el filósofo y revolucionario del espíritu Baruch Spinoza. El
recensista de esta obra, Delfín Leocadio Garasa, observa en "La
Nación": "es un poema agónico, rebosante de dramatismo. Es un
enfrentamiento, desde sus personales circunstancias entre un hombre del siglo
17 y un hombre del siglo 20", así el recensista Baruch Spinoza, tan
discutido filósofo, máximo exponente de la filosofía racionalista junto con
Descartes y Leibniz, nació en 1632 en Amsterdam pero de ascendencia hispánica,
de una familia judía, y murió en La Haya en 1677.
Ensayos escritos. José Isaacson
escribió los siguientes ensayos y Antologías críticas": ya mencionado
"El poeta en la sociedad de masas" (1969) "Kafka", la
impasibilidad como proyecto" (1974) ; "40 años de la poesía argentina
- de Tejada a Lugones", en colaboración, y "Martín Fierro
Centenario" (1962) editado por el Ministerio de Cultura y Educación como
libro de homenaje y distribuido fuera de comercio a embajadas y universidades
extranjeras.
Los premios otorgados:
"Primer Premio Municipal de Poesía" (1963); "Primer Premio de
Ensayo" (1969) ; "Primer Premio Nacional en Ciencias de
Lenguaje" (ya mencionado) y "Gran Premio de Honor" de la SADE
1976.
Isaacson integró comisiones
directivas de la SADE. Fue secretario del V Congreso de Escritores Argentinos
reunidos por la SADE en Paraná (1965), vicepresidente del Centro Argentino del
PEN Club Internacional, y actual presidente del mismo Centro del PEN Club.
Y al final, un dato menos
conocido: El Sr. Isaacson egresó como ingeniero mecánico y electricista de la
Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata.
Es docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos
Aires y profesor del Departamento de Cultura de la Universidad Tecnológica
Nacional. Nació en Buenos Aires en 1922.
Luego el profesor Gazzari invitó
al Sr. Isaacson a usar de la palabra. A continuación reproducimos el texto de
la disertación del distinguido escritor.
Habla José Isaacson
La primera generación romántica
argentina y los poetas gauchescos fueron eslabones decisivos en la
configuración de una literatura nacional y con la consolidación de la
conciencia nacional argentina. Cuando, en 1872, aparece la primera parte del
Martín Fierro, los argentinos logran no sólo una obra maestra de la literatura
en castellano sino también un breviario con las penurias de esa peculiar clase
de la Argentina pastoril que el gaucho Martín Fierro representaba de modo tan
ejemplar. La sabiduría del Martín Fierro, su insuperable frescura, la armonía
entre expresión e intención marcan el definitivo ingreso de lo popular en lo
culto y nos entrega nuestro poema nacional.
Hay libros cuya aparición es
difícilmente explicable según pautas literarias corrientes, pues su autor, más
que un hombre aislado, es el espíritu encarnado de un país, de un pueblo, un
libro que emite las palabras con las que un pueblo se siente representado.
Cuando se produce esa identificación entre escritor y país, el perfil del
escritor suele esfumarse detrás de criatura: es el caso de Cervantes, es el
caso, Martín Fierro es una de esas raras obras- que parecen el resultado de una
gestación colectiva, asimismo, de José Hernández.
Martín Fierro es una de esas
raras obras que parecen el resultado de una gestación colectiva. Su belleza
surge como esplendor de la verdad y su texto es un ejemplo irrebatible de que
cada contenido impone su propia forma, pues si la forma es, desde un punto de
vista ontológico el límite del ser, desde un punto de vista estético,
parafraseando la expresión anterior podemos decir que la forma es parte
indisoluble del contenido. De aquí proviene, justamente, el carácter único que
sólo las verdaderas obras de arte alcanzan a asumir como definición de su
esencia.
Varias y muy distintas son las
interpretaciones y valorizaciones que se han hecho de la obra, pero, en
definitiva, fue el pueblo, el gauchaje de la campaña, ese que leía o, mejor,
escuchaba las desventuradas aventuras del héroe que los representaba, el que en
forma insólita en nuestro país y no sólo en nuestro país, impuso de su
difusión. Más tarde, dos figuras esenciales de la cultura española, Miguel de
Unamuno y Marcelino Menéndez y Pelayo, advirtieron algunas de las virtudes del
libro excepcional, y le dieron ciudadanía en el mundo de habla hispana. En
"Muerte y transfiguración de Martín Fierro", Ezequiel Martínez
Estrada señala como antecedentes de lo gauchesco la novela picaresca a y los
romances viejos. "Iban, dice refiriéndose a los poetas gauchescos, a lo
anónimo, a lo del pueblo al que pertenecían también las coplas, iban a lo
español puro". Esta afirmación explica y justifica sobradamente que el poema
haya sido reconocido por escritores peninsulares antes que por muchos
argentinos. La limpieza de su óptica no estaba enturbiada por factores
extraliterarios que distorsionaban las imágenes y que impedían a sectores
cultos nacionales percibir lo que el pueblo había ya incorporado a su intima
esencia. Bastaría recordar tan sólo que al aparecer en 1879 la segunda parte
del poema, eran ya 11 las ediciones que habían aparecido de la primera.
Leopoldo Lugones y Ricardo Rojas
serían quienes ubicarían al poema en el plano adecuado que le corresponde como
poema nacional de los argentinos.
Se ha señalado que los grandes
méritos de una obra literaria suele residir en la organización de sus elementos
extraliterarios. Es que lo literario en si se relaciona con aspectos técnicos
que no le interesan mayormente a los lectores, mientras que lo extraliterario
es, justamente, la sustancia de nuestros sueños o, dicho de una manera más
ajustada, el tema del discurso.
El tema del Martín Fierro,
tampoco tiene que ver en lo esencial con lo literario y sí con la sociedad que
lo hizo posible. Menéndez y Pelayo lo tiene en cuenta cuando escribe: "El
soplo de la pampa argentina corre por sus desgreñados, bravíos y pujantes
versos, en los que estalla todas las energías de la pasión indómita y
primitiva, en lucha con el mecanismo social que inútilmente comprime los
ímpetus del protagonista y acaba por lanzarla a la vía libre del desierto, no
sin que sienta alguna nostalgia por el mundo civilizado que lo arroja de su
seno".
Martínez Estrada con esos
relámpagos de lucidez que suelen proyectarse sobre un ya trasfondo desgarrado y
sombrío escribió: "El peso de la máquina, como el peso de la civilización,
debe hallar soportes sólidos en la sociedad. Ninguna máquina se asienta en la
tierra sino sobre los hombros de un estado de civilización. El autor de
Radiografía de la pampa, señala aquí la imprescindible necesidad de tan proceso
cultural sin el cual podrá hablarse de injertos, pero nunca de desarrollos.
Este proceso originó, precisamente, el Martín Fierro. Ninguna fracción ruede
reclamarlo para sí y su amplitud, en extensión e intensidad excede asfixiantes
límites. Se lo ha calificado de epopeya, de dilatado poema lírico, se ha
documentado la influencia que sobre él ejerció el romanticismo y hasta se lo ha
querido asimilar al género novelístico. Todo está quizá sea parcialmente
cierto, pero en conjunto el poema desborda a sus exegetas y a sus detractores.
Su texto es demasiado rico y tan íntegramente argentino que nadie puede decir
es mío. Sólo cabe y corresponde decir, es nuestro. Por eso Martín Fierro es el
poema nacional de los argentinos.
La cultura es, como se ha dicho,
la herencia cultural de la humanidad y es, asimismo, una categoría del ser. Las
características de la cultura, en tanto que proceso, resultan de una sucesión
de operaciones personales que al cabo de sucesivas etapas van engrosando la
herencia social. La poesía gauchesca, aun cuando históricamente procede en más
de un siglo a la sociedad de consumo, ejemplifica brillantemente acerca de la
diferencia que se puede establecer entre cultura popular y cultura de masas. La
cultura de masas, según lo explicó brillantemente el filósofo Theodor W.
Adorno, sólo tiene que ver con la industria cultural; mientras que una cultura
auténticamente popular sólo puede desarrollarse antes de que el pueblo pierda
sus caracteres, esos que lo identifican y lo distinguen de los otros pueblos de
la tierra, para convertirse en una masa da contextura uniforme que en todas las
latitudes responde a los mismos estímulos sabiamente condicionados según las
necesidades del sistema.
Es conocida la célebre payada entre Juan Sin Ropa, o Juan Poca Ropa, como dicen otros, y Santos Vega. En el símbolo, Juan Sin Ropa representa al diablo, más ajustadamente, según otro símbolo, Juan Sin Ropa representa la inmigración de los agricultores sin tierra que por necesidad histórica debía enfrentarse con Santos Vega el gaucho de a caballo, desconocedor de alambrados y cuyos únicos límites, indefinidos por cierto, eran los del siempre inalcanzable horizonte.
Mi gloria es vivir tan libre
como el pájaro en el cielo;
no hago nido en este suelo
ande hay tanto que sufrir,
y naides me ha de seguir
cuando yo remuento el vuelo.
Así dicen los célebres versos.
Pero es Juan Sin Ropa quien, en la payada simbólica se adjudica el triunfo. No obstante el espíritu del gaucho Santos Vega habría de adueñarse del espíritu de la tierra y de sus nuevos pobladores, al punto que los valores del criollismo se imponían a quienes desde muy lejos llegaban a la pampa bárbara, con muy distintas pautas culturales. Este fenómeno es el que explica la permanente vigencia del Martín Fierro e incluso que algunos de sus exégetas más aplicados ostenten apellidos que significan el triunfo de la ley de la tierra sobre la ley de la sangre.
Por representar como ningún otro
texto el espíritu de nuestro país y por sus excepcionales valores literarios,
el Martín Fierro a sido traducido ya a numerosas lenguas. Una lengua nueva para
el Martín Fierro, recibe a nuestro gaucho inmortal. La lengua croata le abre
sus espacios verbales y este es el feliz motivo que aquí nos congrega.
El milenario pueblo croata cuyos
orígenes se remontan al siglo VII de la era cristiana ha conocido muchas horas
de gloria y de exaltación y muchas vicisitudes. El trabajo del Dr. Alejandro
Dussaut, titulado "Croacia y los eslavos del sud", es sumamente
ilustrativo en este sentido ya que en densas y excelentemente sintetizadas
páginas ofrece un friso histórico objetivo y prolijamente informado. No es este
quizá el momento ni la oportunidad para referirnos a Croacia en perspectiva
histórica, tan sólo quiero destacar que su presencia en la Argentina ha sido y
es notablemente fructífera. Sin pretender agotar la nómina y sí tan sólo con el
deseo de dar algunos ejemplos notables citaré en primer término a un activo
participarte en la conquista del desierto, el mayor Buratovic, a cuyo cargo
estuvo el tendido de la primera línea telegráfica hasta la ciudad de Azul,
luego prolongada hasta Carhué y Bahía Blanca. El nombre del mayor Buratovic se
ha incorporado a la toponimia bonaerense, dándole su nombre a un pueblo situado
en el partido de Villarino. Entre otros croatas que han sido pioneros en sus
respectivas actividades corresponde mencionar a los hermanos Nicolás y Miguel
Mihanovic, fundadores de la flota mercante argentina. Otro croata eminente que
ha prestado memorables servicios al país es Juan Vucetich, el creador del
sistema de impresión dactiloscópica e identificación antropométrica. Entre los
contemporáneos citemos tan solo al Dr. José Balen, ex profesor de la
Universidad de Zagreb, conocido experto en materia de forestación, quien con un
grupo de científicos croatas, asimismo especialistas en la materia fundó la
primera Facultad de forestación en la Universidad Nacional de Tucumán.
Los vínculos de los croatas con
la imprenta puede decirse que datan casi desde su invención. Recordemos que la
célebre Biblia de Gutenberg aparece en Maguncia en 1455. Muy poco después en
1482 ya existía en Croacia la primera imprenta con caracteres glagolíticos, es
decir caracteres que corresponden al alfabeto autóctono croata. No es casual,
entonces, que los croatas herederos de una cultura multisecular, pero
firmemente enraizados en su Patria Nueva, hayan querido dar testimonio de su
amor mediante la traducción al croata del mayor poema argentino, labor
realizada por Pero Tutavac conocido escritor, lingüista y periodista. Redactó
los periódicos "El Progreso" y "Croacia" y a partir de
1967, en colaboración con los profesores Zvonimir Frzop y Antonio Gazzari,
dirige la revista "Svitlenik" ("El Faro"). En 1963 publicó
su primer libro aparecido en la Argentina: un diccionario señalando las
diferencias entre los idiomas croata y serbio, y en 1971 aparece "Ortografía
del idioma croata". En ocasión del Centenario de la Primera parte del
Martín Fierro, es decir, en 1972, publica una plaqueta con dos cantos del
poema. Son trece las cantos del poema que ahora aparecen en esta primera
versión del Martín Fierro al croata, que se publican en una cuidada edición
adecuadamente ilustrada por Karmen Rojnica, con cubierta de Teresa Elizalde.
En una advertencia preliminar
aparecida en la revista "El Faro" se señalan con acierto que si
gaucho equivale a campesino, pampa equivale a tierra. O sea: "La vida y
obra de José Hernández está espiritualmente consustanciada con el gaucho y su
pampa", lo que equivale a decir: "con el hombre y la tierra
fusionados e inseparables". De aquí resulta la universalidad del Martín
Fierro. Es que, como bien se señala: "Todos somos hijos de una misma
tierra. La misma tierra nos ha enseñado a cantar y llorar, pensar y actuar,
vivir y luchar por la supervivencia. De donde, pues, Martín Fierro es un tanto
croata también".
Estas observaciones permiten
conjeturar, aún sin un mayor conocimiento de la lengua croata, las excelencias
de una versión que ha sido regida por ideas centrales que hacen del humanismo
la única posibilidad de que los hombres, de cualquier origen y latitud, pueden
hermanarse al punto que cualquiera de ellos, y de pronto, un prototipo desde
tantos ángulos y en tantos sentidos tan desdichado como nuestro Martín Fierro
pueda erigirse en un héroe literario, pero que alienta con un pulso vital y de
ahí su permanencia al cabo ya de un siglo, y sea capaz de emocionar no solo a
sus paisanos, sino a hombres que en otras tierras son capaces de reconocerse en
ese espejo argentino:
Pues son mis dichas desdichas,
las de todos mis hermanos;
ellos guardarán ufanos
en su corazón mi historia;
me tendrán en su memoria
para siempre mis paisanos.
Felicitamos a Pero Tutavac por la ardua tarea que ha emprendido como "homenaje a la obra mayor de la literatura argentina" y en nombre de los escritores argentinos le expreso mi agradecimiento porque nuestro poema máximo pueda ser leído en lengua croata. Asimismo debe extenderse este reconocimiento al Sr. Juan Rojnica quien ha hecho posible la edición de la obra. Debe señalarse, además, que el Sr. Rojnica no se acerca a la literatura por la única vía del mecenazgo. También él es responsable por dos libros aparecidos en croata: "Encuentros y acontecimientos", de 1969 es de carácter autobiográfico, y "Panorama de la historia argentina y el aporte de los croatas", aparecido en 1974, que también reviste un carácter de homenaje a su Patria Nueva.
La presentación de la versión al
croata del Martín Fierro realizada por el escritor Pero Tutavac, implica,
asimismo, el reconocimiento de lo que, en los distintos aspectos de su
quehacer, brindan los croatas y sus descendientes argentinos a la comunidad
nacional. Inmejorable ocasión esta en la que recibimos en el mundo de los
libros al gaucho Martín Fierro vertido a una lengua que ni él ni nosotros
entendemos, pero en la que, estamos seguros, sus dichos, sus dichas y sus
desdichas se expresan con la fluidez y con la destreza propias del gaucho, de
su habilidad y de su ligereza.
Antes y después del Martín
Fierro la literatura argentina ha dado importantes frutos, pero ningún otro
libro, salvo el Facundo, su hermano en la prosa, puede aspirar a ser tan
acabadamente, el ritmo respiratorio, el estilo, la carne viva, el profundo modo
de ser, la sabiduría popular, la situación de nuestro pueblo en un momento dado
de su historia. Más que un escritor, José Hernández fue el medium a través del
cual el pueblo se expresó a sí mismo. Por eso, el fenómeno de la aparición del
Martín Fierro excede lo literario. Su voz y su ritmo se confunden con los
nuestros y con ese mar de tierra que es la pampa, esa ilimitada planicie que
otros poetas poblarían de pájaros y en las que la figura de un hombre se yergue
sobre las adversidades; el hombre capaz de sobrevivir a todas las desesperanzas
y capaz de recomenzar su historia, si es preciso a partir del desierto. Croatas
amigos: Muchas gracias por esta nueva versión del Martín Fierro. Desde hoy
nuestro gaucho recio y viril cabalga sobre la ancha y acogedora pampa de la
lengua croata.
(La concurrencia saludó
calurosamente al disertante).
Mientras que el presentante,
Prof. Isaacson, en su alocución destacaba el carácter de la obra de Hernández,
diciendo que: "Martín Fierro es una de esas raras obras que parecen el
resultado de una gestación colectiva... ", el rector de la Academia
Argentina de Altos Estudios Orientales, el Dr. Kustberger, sobre la base
puramente científica, desenmascaraba el así llamado "serviocroata"
como una falsedad absurda, subrepticiamente introducida en el campo lingüístico
- con fines políticos. "En realidad -subrayaba el orador- en esa área
sudoriental de Europa existe un idioma participar del pueblo croata, fácilmente
identificable y bien diferente del servio".
En representación de los
activistas culturales eslovenos el prof. Debeljak saludó a P. Tutavac y le
expresó el reconocimiento de todos por el éxito final, pues la traducción del
Martín Fierro no es una cosa fácil. T. Debeljak ha traducido la misma obra al
idioma esloveno, lo que le autoriza a opinar al respecto.
Por fin habló Pero Tutavac.
Después de agradecer a todos -especialmente a los señores Isaacson, Kustberger,
Rojnica, Gazzari y Kalebic- pronunció el siguiente discurso:
Giovanni Paplni, en su obra
"Dante Vivo" definió la poesía con las siguientes palabras:
La poesía -dice- es inspiración
y pensamiento, pero es también arte, es decir materia trabajada y elaborada en
maneras determinadas. Es también, para decir las cosas como son, oficio. De la
misma manera con que el artista utiliza el oficio para manifestar sus visiones,
se reveló tan sólo su práctica y su pericia, sino también la cualidad de su
genio y la fisonomía de su alma. Las palabras y las imágenes no son elegidas al
acaso: el que tiene pequeña imaginación y corazón sordo podrá utilizar los más
solemnes y retumbantes vocablos que duermen en los diccionarios, pero su prosa
parecerá un mosaico muerto y en poesía será vacía o tonta como su espíritu. Si
el alma es sorda, también la materia será más sorda que de costumbre[17].
En luz de esta definición
papiniana el opus de Hernández, pues, está brillando de cualidades que lo
acreditan para ser considerado como un poema ejemplar.
La obra de atributos universales
Por otro lado, en un ensayo
sobre la Literatura Argentina [18],
Ernesto Sábato escribe textualmente: "Si Martín Fierro tiene importancia
no es porque trate de gauchos, ya que también las novelas de Gutiérrez lo hacen
sin que por eso sobrepasen los límites del folletín pintoresco; tiene
importancia porque Hernández no se quedó en el mero gauchismo, porque en las
angustias y contradicciones de su protagonista, en sus generosidades y
mezquindades, en su soledad y en sus esperanzas, en sus sentimientos frente al
infortunio y la muerte, encarnó atributos universales del hombre."
Salvando las distancias, me
permito mencionar que las características citadas del Poema fueron precisamente
el movens principal de mis intentos para traducirlo al idioma croata.
El homenaje a la Argentina
Pero, además de las
consideraciones precedentes, que a Martín Fierro lo hacen digno de traducir a.
cualquier idioma, mi labor tuvo un otro propósito, hasta ahora no confesarlo:
rendir un homenaje particular a la República Argentina.
Resulta, pues, que, a
consecuencia de los acontecimientos bélicos, en el mes de mayo del año 1945,
más de medio millón de croatas: hombres, mujeres y niños fuimos expulsados de
nuestros hogares por las fuerzas invasoras y echados en ese torbellino dantesco
que nos retorcía entre las ruinas del Viejo Continente. De la noche a la
mañana, Europa se había transformado en una jungla enorme donde los hombres fueron
perseguidos como fieras salvajes, cazados y llevados al matadero más allá de
Trieste. (Las expresiones son graves, pero obedecen al imperativo de llamar las
cosas por su nombre.) Los que por azar eludimos el genocidio del Bleiburg (o
Super-Katyn croata - como lo definen internacionalmente) deambulábamos de un
lado a otro - sin rumbo, meta ni fin alguno, salvo las procuraciones de
esquivar la muerte, que de una u otra manera nos acechaba por todos los
rincones y a cada paso. Así "vivieron" millones de seres humanos
hasta que un día en el horizonte de gran oscuridad apareció el Sol del Sur.
Argentina fue el primer país del
Mundo que abrió sus puertas a los humillados y denigrados europeos de la
posguerra. Tal gesto no puede olvidarlo ningún europeo que se aprecie. Y
gracias a esta magnanimidad argentina, muchos croatas llegamos a Tierra Bendita
- donde encontramos la paz (¡tan anhelada:), conseguimos trabajo y de nuevo
empezarnos a comer el pan de cada día, corno fruto de sudor de nuestra frente.
En pocas palabras: reconquistamos en Argentina la dignidad humana.
Desde entonces todos los croatas
(no solamente de Argentina, sino de todas partes) no dejan de hacer votos y
promesas solemnes, en cuanta oportunidad se les presente, de erigir monumentos
de gratitud a la Argentina en Croacia - apenas sea liberada.
Mas, los años se van pronto. Ya
pasaron tres décadas desde el término de la Segunda Guerra - sin que los
invasores se retiraran de nuestra tierra. A pesar de todas las proclamas sobre
los derechos del hombre y las autodeterminaciones de los pueblos - nuestra,
querida Croacia sigue siendo ocupada por un extranjero...
No pudimos, pues, en tales
circunstancias, cumplir con nuestro deber, levantando monumentos de bronce (o
de mármol de nuestro Brac) a la Argentina. en Zagreb, Split, Sarajevo y otras
ciudades croatas, nosotros "esculpimos" aquí (en Mendoza y en Buenos
Aires) un monumento de sustancia inmaterial: trasladando la sublime creación
del genio argentino a la dulce lengua materna de los croatas. De suerte que ya
no hay fuerza alguna capaz de impedir la colocación de este monumento en la
memoria y corazón de los croatas.
Y todo esto no tiene nada de
ficticio, ya que, por más barreras que levante el invasor (como, p. ej. mandar
de vuelta libros de Edición Argentina, calificándolos de "no
admisibles") muchos ejemplares de la obra de Hernández han de llegar a
Croacia: Jer gdi drugi Trvat može proci/ i Martin ce Fierro znat i moci. (Mas
ande otro criollo pasa/ Martin Fierro ha de pasar.)
Arribará "El gaucho Martín
Fierro" a la orilla oriental del Adriático, con toda seguridad, para
arraigarse en las llanuras de Panonia, por los bosques de Bosnia y entre las
rocas de Dalmacia: esa cuna de Vucetic y Mihanovic, de Meštrovic, de Marulic, y
San Jerónimo. Y se afincará para siempre en el Reino de las letras Croatas - de
las cuales desde esta noche forma parte.
Agradezco, pues, una vez más a
todos ustedes que han tenido la gentileza de venir al Club Cultural
Argentino-Croata para ser testigos de la entrega de esta Obra que desde ahora
en adelante será un lazo espiritual (y por ende inquebrantable) entre
Argentina, y Croacia.
José Hernández- "Martín
Fierro"
Tradujo al croata Pero Tutavac
Una de las más hermosas formas,
posiblemente la mejor, de la que los pueblos del mundo rinden homenaje a los
grandes escritores y poetas consiste en traducir sus obras a la lengua de esos
mismos pueblos. Tal sucede desde hace muchas décadas con "Martín Fierro"
de José Hernández, libro que, tiempo hace, cruzó las fronteras argentinas para
echar raíces en otras latitudes y, mediante su traducción, convertirse en un
poema de aceptación universal. De alguna manera, en algún sentido, estas
manifestaciones espontáneas de interés y simpatía por el poema gaucho tal vez
supere en importancia a los galardones con los que diferentes instituciones y
fundaciones premian, con toda justicia, a los hombres del mundo que se
destacaron en el campo de la ciencia, física, el pacifismo y, también de la
literatura, pues son los pueblos mismos los que como en el caso de "Martín
Fierro", dan su veredicto.
Hasta hace poco fueron veintidós
las traducciones con las que los diferentes pueblos rendían homenaje al poeta
argentino, enriqueciendo sus arcas literarias con su obra. A estas traducciones
hoy hay que agregar una más: la croata, llevada a cabo por el periodista,
escritor y filólogo Pero Tutavac. Con esto también los croatas se suman al
homenaje universal a Hernández.
Tutavac, que contó con el apoyo
material de un mecenas de su misma nacionalidad, es merecedor del mejor de los
elogios. Con un sacrificio apenas perceptible en algunos de los pasajes del
original, y en la estructura de las estrofas -sacrificio, por otra parte, común
en cualquiera traducción-, él ha conseguido convertir a "Martín
Fierro" poco menos que en un poema netamente croata. Este logro se lo debe
al traductor al fortuito hecho de que ciertas características del gaucho son
notables también en el hombre de la aldea de Croacia. Si bien este factor
posibilitó el "traslado" del hombre de las pampas a la aldea croata,
no faltaron inconvenientes que dificultaban su esforzada tarea: el medio
ambiente en el que surge el drama gaucho, y el momento histórico de éste; el
lenguaje gauchesco que no tiene similar en pueblo alguno, más el problema de la
lengua en sí, pues el croata es totalmente ajeno al castellano.
En la medida en que ello ha sido
posible, Tutavac ha conseguido suavizar en forma notable esos escollos. Gracias
a que el idioma croata también es rico y expresivo, esa riqueza fue volcada en
la traducción, y con tal resultado que no pocas estrofas tienen la misma
vitalidad y valor literario que las que surgen de esas mismas estrofas del
original.
Tutavac presenta su traducción en
la ancestral lengua croata tal como la escribían los poetas croatas desde los
principios de sus letras hace muchos siglos. El primer libro del Padre de la
Literatura Croata, Marko Marulic, fue escrito así: con la distintiva
"ikavica" en el año 1521. Y el primer trabajo realizado por los
croatas residentes en el extranjero en esta lengua vernácula es la traducción
de "Martín Fierro" llevada a cabo por Pero Tutavac.
Ivo Boric
El poeta chileno Antonio Rendic
Ivanovic, médico en Antofagasta, Chile, nació en Croacia, en la Isla de Brach,
en 1896. Su seudónico es Ivo Serge. Su último opúsculo lirico,
"Resurrexit", es una tierna poesía de alto vuelo y, a la vez, una
firme expresión de su fe católica.
El Arzobispo de Antofagasta,
Mons. Carlos Oviedo Cavada, presenta esta poesía del Dr. Rendic con este
prefacio: "La poesía del Dr. Antonio Rendic (Ivo Serge) revela el alma de
un contemplativo de Dios y del hombre, casi un místico.
Su palabra clara y fácil permite
llegar -con este mensaje de profundidad- hasta las personas más sencillas;
precisamente entre las que él prodiga su caridad y sus humanitarios servicios.
"Resurrexit" hace
revivir la Pasión Dolorosa de Cristo, pasando por la humanidad, para llegar al
destino glorioso, de tiempo, que permite vivir "en el corazón de
Dios". - Antofagasta, 15 de junio de 1976.
Mons. Roberto Bahamonde
Barrientos expresa en su texto que acompaña "Resurrexit" que éste
"refleja la sensibilidad y la pureza del alma de poeta, de creyente
católico y admirador profundo de los misterios de la Pasión de Cristo".
Luka Fertilio
El que tiene una madre,
tiene la bendición del cielo.
¡Qué pena! tan grande que tengo,
yo tengo dos, y estoy de duelo.
Mi orfandad cobija Argentina,
mi madre, la adoptiva.
Por la que gime estoy de duelo,
Croacia, mi madre, la cautiva.
Ana Blažeković
De acuerdo con las noticias que
hemos recibido, el 20 de julio del año en curso, el Tribunal Federal de
Brooklyn (EE.UU.) pronunció un fallo contra Z. Bušić, su esposa
norteamericana Julienne y otros tres, sus compañeros -Petar Matanić,
Slobodan Marko Vlašić y Franjo Pešut- condenando a los dos primeros a
cadena perpetua y a los tres últimos a prisión de treinta años.
Como es de conocimiento público,
los condenados jóvenes croatas habían secuestrado en octubre de 1976 un avión
norteamericano, obligándolo cambiar el rumbo de su viaje previsto para Chicago
y dirigirse, vía Canadá, a Europa. Los secuestradores habían obligado también a
la compañía, propietaria del avión, arrojar sus volantes sobre Chicago, Nueva
York, Londres y París, amenazando hacer estallar el avión con sus pasajeros, si
varios periódicos considerados los más importantes de Norteamérica no publican
el texto de su proclama que dirigieron a la opinión pública mundial en general
y la norteamericana en especial. La investigación oficial de las autoridades
norteamericanas, efectuada después de la entrega de dichos jóvenes en París, ha
comprobado que no estaban provistos de armas mortíferas. Los artefactos que
tenían de formas de verdaderas armas con que estaban "armadas", eran
unos juguetes inofensivos hechos de arcilla. La explosión de una bomba en Nueva
York, oportunidad en que murió un policía de dicha ciudad, quedó envuelta en un
misterio tanto respecto a quien la colocó cuanto a la manera de causar dicha
muerte, pues hubo una advertencia de los secuestradores sobre la bomba colocada
en el determinado lugar de Nueva York.
"Studia Croatica"
también informó brevemente a sus lectores sobre el hecho. Incluso le dedicó su
artículo de fondo, titulado "Los piratas del aire croatas ¿son
verdaderamente piratas?" (en el número 62-63-76), invocando principios
inmutables de derecho a favor de nuestros compatriotas, quienes con su audacia
y el espíritu de sacrificio hasta de sus propias vidas dieron un documento a la
opinión pública mundial sobre el gravísimo estado de opresión en que vive
nuestro pueblo croata bajo el régimen comunista de Tito. La magnitud de
sufrimientos del pueblo y la increíble confabulación internacional de silencio
al respecto llevaron a dichos jóvenes a medidas de carácter insólito y extremo.
Ellos, y nosotros con ellos,
teníamos confianza en la imparcialidad de los tribunales norteamericanos.
Depositábamos nuestra fe en un poder judicial que goza de renombre de
neutralidad política y que se atiene a los más altos principios e ideales de
derecho. Desgraciadamente, nuestra fe fue sólo una ilusión más. El fallo contra
nuestros hermanos supera todo lo que podía esperarse con razón. En lugar del
Derecho se ha tomado como principio decisivo el oportunismo político,
inspirado, en gran medida, por el régimen comunista y opresor de Tito. La
condena es más que severa. Es exagerada, dolorosa tanto por los términos de su
duración como también y, más todavía, por el impacto que produce la completa
confusión en las mentes amantes de la justicia y la libertad. Resulta difícil
comprender el veredicto a un millón de los croatas en los EE.UU. y todavía más
difícil defender la posición tomada por parte de las autoridades de ese gran
país, tanto político-administrativas como judiciales. Podríamos repetir las
palabras de Ortega y Gasset, dirigidas a cuenta de Gran Bretaña durante la
última guerra mundial, cuando escribió: "Tu quoque!, decía yo dentro de mí
a Inglaterra..." cuando vio que un país "como Inglaterra colaboraba a
fondo en la destrucción del último y mínimo derecho que quedaba";
podríamos, digo, volver a dirigir las mismas palabras a los EE.UU. ¿A quién
dirigirse en el caso de opresión tan implacable como lo es, sin duda alguna, el
caso croata, si los EE.UU. destruyen el mínimo derecho que quedaba?
Hay todavía una esperanza y un
consuelo. La esperanza estriba en la revisión del fallo, que reexaminarán
instancias judiciales superiores del gigante norteamericano. También queda como
último recurso la benevolencia del jefe administrativo y político de la tierra
de Washington.
Los que creemos y contra la fe,
no desesperamos. Si no, podríamos repetir ese cuento alegórico de antorcha y de
cántaro, escrito hace mucho tiempo, y aplicarlo a este caso de la
administración de justicia. "San Luis el rey mandó a Ivo, obispo de
Chartres, en embajada, y este le refirió que en el camino encontró a una
matrona grave y airosa, con una antorcha en una mano y un cántaro en la otra;
y, notando que su aspecto era melancólico, religioso y fantástico, le preguntó
qué significaban esos símbolos y qué se proponía hacer con su fuego y su agua.
Replicó: el agua es para apagar el Infierno; el fuego para incendiar el
Paraíso. Quiero que los hombres amen a Dios por el amor de Dios". (Jeremy
Taylor 1613-1667 - citado por J. L. Borges y A. Bioy Casares en el Libro del
Cielo y del Infierno).
Nosotros los croatas no
podríamos formular mejor nuestra disconformidad respecto al fallo contra Z.
Bušić y sus compañeros. Hay que apagar el infierno a que están condenados
e incendiar el reino de justicia que no lo es. ¿Resulta, de verdad, tan difícil
discernir el derecho de su negación? ¿La justicia de la injusticia?
El consuelo consiste en un comentario
de la televisión de Nueva York. Según el periódico croata "Danica"
(Chicago) del 1° de agosto de este año, el Sr. Abend en su comentario ha dicho,
que la lucha de esos jóvenes es justificada. Al destacar que el método de lucha
que han elegido, era erróneo, agregó: "El mensaje que han dirigido a
América es bueno. En él se asevera que Croacia debe ser un Estado libre e
independiente. Quien conoce la historia de los croatas, debe estar de
acuerdo". Luego el Dr. Abend continuó: ". . . Sus derechos humanos
están en peligro, lo que los norteamericanos ignoran a pesar de que sostiene la
lucha por los derechos humanos. Es por eso que los croatas y su lucha merecen
la comprensión y ayuda de todos los ciudadanos norteamericanos".
Agradecemos estas palabras tan
acertadas y confiamos en la democracia norteamericana que debe ser la voluntad
"de todos los ciudadanos norteamericanos". Asimismo protestamos
contra este fallo excesivamente severo, inmerecido e injusto. Especialmente si
tenemos en cuenta otros casos del verdadero terror y de consecuencias
incomparablemente peores, donde la justicia norteamericana procedió con una
clemencia inesperada, chocante con la severidad también inesperada en este caso
croata.
F. N.
En el Club Cultural Croata
Argentino hubo este año un solemne acto dedicado a la fiesta patria argentina,
el 9 de Julio, oportunidad en que después dé las palabras inaugurales del
presidente Prof. A. Gazzari, habló el Dr. Alejandro Dussaut (hijo), como
invitado especial del Club. Aquí el texto de su discurso:
"La invitación de vuestra
parte, que me llega a través de mi padre, tan consustanciado con vuestra causa,
me confiere a mi, el alto honor de ser escuchado por el grupo selecto que tiende
esta mesa para conmemorar la efemérides de nuestra patria, que también la han
hecho vuestra, de lo cual ha dado inequívocas pruebas a través de una conducta
ejemplar que ha trascendido, y la integración con la sociedad argentina cuyo
mejor testimonio es el numeroso conjunto que ha adquirido esta nacionalidad.
"El elevado concepto que
inspira el disperso pueblo croata, resultante del avasallamiento que transformó
en cautivo a ese benemérito y tradicional país, que por espacio de 400 años fue
asociado al imperio Austro-Húngaro, que termina víctima de una incomprensible
maniobra de la política. internacional, que los entrega con las manos atadas al
comunismo, simbolizada por la "Tragedia de Bleiburg", vergonzoso episodio
criminal que caracteriza al comunismo que todavía no hemos enfrentado.
"La diáspora a que condujo
ese inhumano sojuzgamiento distribuyó por el mundo occidental a cientos de
croatas, particularmente en los Estados Unidos, inspirando allí el mismo concepto,
el mismo respeto que este conjunto de croatas nos inspiran y a quienes debemos
agradecerles que hayan elegido a la nuestra como patria de adopción y que, como
Mihanovich, Buratovich y Vucetich, pioneros en nuestra organización nacional,
ustedes con los mismos afanes y espíritu de trabajo contribuyen a nuestro
progreso.
"Es para mí, motivo de
satisfacción, que mi padre en conferencia que pronunciara en el Instituto
Popular de Conferencias de "La Prensa", titulada "Croacia y los
eslavos del Sud", el 31 de julio de 1970, puso a Croacia en el nivel que
justicieramente le corresponde. País occidentalista, de elevado nivel cultural
y fundamentalmente católico, en franca antinomia con la Yugoslavia del Este
ortodoxa, prorusa y culturalmente deplorable, pretendiendo hacer de ambos
sectores un solo país.
"Pero, entrando en materia
con el motivo que nos ha convocado, nuestra fecha patria el 9 de Julio o de
liberación, cabe señalar que con el 25 de Mayo constituyen dos episodios de un
mismo proceso y de igual importancia, como enseguida veremos.
"En conferencia pronunciada
por el Dr. Estanislao del Campo Wilson, en circunstancia como ésta, que se
titulaba "Emancipación e Independencia de la Argentina", al suponer
que puede ser juzgada redundancia, expresa: "Para algunos el 25 de Mayo de
1810 es la fecha importante en que nació la Patria y que el 9 -de Julio, por lo
tanto, solamente fue su sello legal, sólo una ratificación, porque ya todo
estaba hecho."
"Otros en cambio, creen
que. el 9 de.Julio de 1816. nuestra patria se emancipó considerando algunos de
ellos que estábamos todavía sumamente fieles a España y a Fernando VII. En la
Declaración de la Independencia que figura en el volumen "El Congreso de
Tucumán" el autor citado se refiere a esas dos fechas como sigue: "El
25 de Mayo de 1810 nuestra patria se emancipó, salió de la sujeción a España en
que se encontraba y estableció su primer gobierno propio, aunque reconociendo
un vinculo de dependencia con el rey Fernando VII. Este lazo de unión con el monarca
seria como el que mantienen las naciones del Commonwealth, como Canadá y
Australia, que son países independientes, pero -que - admiten como símbolo de
unión a la Corona Británica y se cumple así con el lema: "El rey reina,
pero no gobierna".
"El Congreso de Tucumán
ratificó jurídicamente nuestra emancipación e hizo cesar nuestra dependencia
del rey Fernando VII, adquiriendo el 9 de Julio de 1816, plena personalidad
jurídica internacional, como Estado con jurisdicción propia, lo que vulgarmente
se llama soberano, pero que en el término preciso de la palabra vale decir la
Jura de la Independencia."
"Como dijimos al principio,
fueron dos episodios de un mismo proceso: el 25 de Mayo se emancipa, el 9 de
Julio se independiza.
"En 1810 comienza la
revolución, organizando al país y preparándolo para ser absolutamente libre, se
debatieron proyectos constitucionales, se dictaron numerosas leyes, se crearon
tribunales de justicia, se enviaron numerosas delegaciones al interior, se
solicitaron a las provincias que mandaran legítimos representantes, se
reorganizaron las fuerzas armadas y se esperó el momento oportuno para el paso
final: el 9 de Julio de 1816 que hoy conmemoramos.
"Y, sería incompleta esta
pincelada histórica, si omitiéramos en este medio el Preámbulo de nuestra
Constitución de 1853, que dice:
"Nos, los representantes
del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente
por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de
Pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar
la justicia, consolidar la paz interior, promover a la defensa común, promover
el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros,
para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar
el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y
justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación
Argentina."
"Al amparo de esta generosa
Carta Magna, inmigrantes del mundo contribuyeron a nuestro progreso, y nosotros
los argentinos por nacimiento nos congratulamos con la representación de este
noble país que comparte nuestros sentimientos de patria, como lo demuestra el
acto de esta noche en conmemoración a la más significativa epopeya que nutre
nuestra historia.
"Señoras y señores, sea
esta ocasión propicia para memorar vuestra patria cautiva, que la injusticia de
los hombres, por intereses bastardos, entregaron al monstruo de la misma
inspiración de quienes le precedieron; fácil es advertir que me refiero al
nazifascismo, todos los cuales nos depararon más de medio siglo de injusticias
y crímenes horrendos, en contraste con la pretendida civilización que a veces
blasonamos.
"Levantemos nuestras copas
para brindar por el futuro, por la libertad de los oprimidos y porque la
justicia escriba páginas gloriosas de esa realidad que anhelamos como norma
inviolable, transitando por los senderos inequívocos de los principios humanos
tan olvidados, pero que, aunque cueste sudor y lágrimas, habrá que recuperar.
"Porque estos afanes
venturosos alcancen particularmente a vuestra querida patria, y si la nuestra,
vuestra patria de adopción, mitiga en alguna medida vuestra angustiosa
expectativa, nosotros vuestros amigos, fraternizaremos en cordial y
significativo abrazo, el triunfo de los principios a que aspiramos.
"Por Croacia libre, por el
reencuentro de tanto croata disperso, por la felicidad de todos, por el futuro
de nuestra Argentina que, al evocarla por vuestra iniciativa, compromete
nuestro reconocimiento. Por la felicidad de todos los presentes".
El Dr. Dussaut habló durante la
comida de camaradería y en la presencia de numerosos socios del Club, quienes
la aplaudieron vivamente.
Una noticia proveniente de Nueva
York, publicada en Nova Hrvatska, nr. 12/77, Londres, informa en los siguientes
términos:
"Con una conferencia de
prensa, realizada el día 28 de mayo último pasado en el hotel Taft de Nueva
York, comenzó su actividad el Comité Judío por la libertad de Croacia. La
conferencia fue inaugurada por la señora Nina Radica (hija de G. Ferrero, obs.
de la Redacción de SC) quien luego dio uso de la palabra al joven intelectual
croata de origen judío prof. Mladen Schwartz, presidente del Comité.
"El profesor Schwartz habló
con argumentos acerca de los intereses comunes de los pueblos israelita y
croata. Entre otras cosas destacó lo fundamental que nos une: "Toda la
historia croata está dominada por la idea de un Estado nacional libre. La misma
idea la vivió el pueblo judío y culminó por fin en la restauración de su Estado
nacional. La identidad de los intereses de los dos pueblos está todavía más
pronunciada en los trágicos destinos cuando fueron sometidos al genocidio, al
intento de su exterminio general".
"El prof. Schwartz
describió a los presentes también los actuales nexos de ambos pueblos,
señalando el ejemplo en que el régimen de Tito aprovechó y está aprovechando a
la Croacia ocupada como uno de los polígonos soviéticos militares,
especialmente durante las guerras árabe-israelitas.
"Por esta exposición
mostraron gran interés los periodistas presentes como también corresponsales
reporteros de radio y televisión, quienes, una vez terminada la conferencia,
formularon numerosas preguntas al disertante.
"Inmediatamente después de
su creación, el Comité judío por la liberación de Croacia desarrolló una
dinámica labor. Así están entreabriendo lentamente a la idea estatal croata la
puerta incluso allí, donde hasta ahora estaba firmemente cerrada. En tal
sentido los representantes del Comité tomaron varios e importantes contactos
con destacados judíos americanos como también con los representantes de las
organizaciones e instituciones culturales judío-norteamericanas.
"Uno de los más grandes
éxitos en este breve lapso de su actividad es la firma del contrato con una
casa editorial norteamericana de renombre que publicará un libro inglés en que
será presentada la historia croata, su lucha por la libertad actual, como
también anhelos de las generaciones croatas por un Estado croata moderno y
democrático.
"El objetivo fundamental de
este Comité judío por la libertad de Croacia es hacer conocer, real y
verdaderamente por el público extranjero las posiciones croatas ante el pueblo
judío y crear así una amistad firme y recíproca entre ambos pueblos. El Comité
judío por la libertad de Croacia ha previsto como uno de sus fines también
desenmascarar las mentiras de Belgrado cuando maliciosamente intenta explotar
los sufrimientos judíos durante la segunda guerra mundial para enlodar la
actual lucha por la liberación de Croacia. A juzgar por las primeras
reacciones, el Comité está encaminado por un buen sendero en que no faltarán
éxitos.
"Una de las actividades
permanentes del Comité será proporcionar en el idioma inglés elementos
necesarios a los medios de información. En el nr. del 10 de mayo de "Press
Release", las primeras páginas fueron cedidas al conocido investigador de
los Balcanes, especialmente de la historia militar croata, a Michael McAdams.
En su notable estudio "La Diáspora Croata" está descripta la
inclusión forzosa de Croacia en Yugoslavia y su vida en la misma hasta hoy. El
caso que de tres croatas uno vive en el exilio, ilustra nuestro inquietante y
tremendo éxodo, en que hay que incluir algunos centenares de miles de los
croatas a quienes, al intentar abandonar a su patria, terminada la Segunda
guerra mundial, el régimen de Tito quitó la vida. No se omite tampoco el gran
número de los obreros croatas en el extranjero, quienes, por la situación
imperante en su patria no pueden trabajar en la misma.
"McAdams en su informe para
la prensa escribe también lo siguiente: "Como los judíos así también los
croatas están más unidos y sus filas más estrechadas cuando se trata de la
cuestión de su Estado. Los croatas sienten a su patria como una prolongación de
su propio corazón y de su propia alma... En comparación con los judíos, quienes
fueron, durante dos mil años, exilados y sin su propia patria sin que por eso
perdieran su personalidad nacional, su idioma o su cultura la diáspora croata
de 50 años es corta, pero no menos dolorosa...".
"El autor termina su
artículo con los siguientes palabras: "El año que viene en Zagreb!
variando el antiguo saludo judío ¡El año que viene, en Jerusalem! esta no es
solamente la esperanza croata, es una promesa dada."
Sobre la vida colonial en Croacia
En el semanal croata "Danica",
Chicago, USA, nr. 17 del 2 de mayo de 1977, el joven periodista Zlatko Markus,
exilado después de 1971, escribe entre otras cosas también lo siguiente:
"Leí hace poco en la edición zagrabiense de "Borba" (Organo
central del Partido Comunista Yugoslavo que se edita en Belgrado en caracteres
cirílicos y en Zagreb en caracteres latinos) de que la edificación de viviendas
en Zagreb "falla incluso en planos". Es decir, no sólo que se está
edificando muy poco sino también se planea muy poco en comparación con las
necesidades más mínimas.
"Este problema de
edificación de viviendas tiene sólo en apariencia un carácter de organización y
de producción. Se trata aquí, y lo debemos decir claramente, de una subversión
bien meditada contra Croacia y contra el pueblo croata; de un método muy
pérfido con que impedir para que el hombre croata alcance uno de los elementos
fundamentales de vida. Es lógico que, para alguien quien tiene todas las cartas
en sus manos y tiene todos los hilos de poder en Croacia, no resultó difícil
calcular que la población en Croacia no habrá de crecer sino decrecer, si no
habrá viviendas necesarias. Decrecerá por razones de emigración y de
disminución de la natalidad. Si alguien de nosotros haya visto como lo vi yo
cómo un padre vivía con tres hijos en una pieza subalquilada en Zagreb, este
comprendería bien de qué cosa se trata. Ese hombre fue y permaneció ser un
héroe con sus tres hijos. Pero los héroes son cosa rara. .. Que la cuestión de
viviendas en Zagreb no es la cuestión técnica sino una cuestión política
confirma, precisamente "grita" el mismo periodismo comunista
yugoslavo. Los periódicos de Zagreb -"Vjesnik" y "VUS"-
publican regularmente cada tres meses, un cúmulo de datos y de fotografías
referentes a las edificaciones en Servia. Sólo en Belgrado se edifica más
viviendas que en "repúblicas" enteras. Por cierto más que en Croacia
tomada en su totalidad. Pero estos periódicos de Zagreb publican dichos datos
como prueba del "triunfo" y las "victorias de trabajo" en
dicho caso y en otros, pero siempre en favor de otros.
"Lo que Zagreb tiene
suficiente son las conferencias partidarias que se ocupan en que
"debería" edificarse más en Zagreb. Y esto es todo. De aquí no se
hace ni un paso adelante. Si por casualidad no hubiera dinero croata, ganado en
Alemania, las viviendas se edificarían en Zagreb sólo y únicamente para la
oficialidad militar servia, para los milicianos de UDBA (famosa policía
secreta) para los comerciantes y los inspectores, porque para esta clase de
gente siempre hay viviendas en la capital croata y las hubo desde 1918 hasta
hoy..Los croatas construyen sus viviendas con dinero propio a pesar de que
deben luchar con las autoridades comunales que les hacen toda clase de
dificultades y los despojan de mil maneras. Para conformar la veracidad de lo
que acabamos de decir, podría citar miles de detalles y casos. No lo hago
porque los hombres, cuyos casos tengo presentes, viven allí con firme intención
de continuar a vivir en Croacia a toda costa. Por otro lado, y esta afirmación
la declaro como mi desafío a las autoridades actuales en Croacia, hay el 95% de
los casos en las ciudades croatas en que los "encargados" para estas
cuestiones de viviendas son servios o montenegrinos. Si no es así, que sea
libre cualquiera para desmentirme. Tengo una lista de dichos encargados para
esta maldita cuestión en las comunas de Zagreb y en ella no hay ni un solo
croata. Se trata de una verdad absoluta, de un hecho oscuro que debemos
completar en su carácter oscuro añadiendo que dichos encargados, por la misma
naturaleza de rebaño y de organización patriarcal de clases, distribuyen y
asignan las viviendas en Zagreb, Rijeka, Split y Osijek (incluso en Varaždin) a
sus paisanos (servio-montenegrinos. Ob. De la Redacción de SC). El hombre que
procura con sumo cuidado para que las viviendas sean dadas a los servios y los
montenegrinos, es Milutin Baltić (servio de la minoría servia en Croacia,
presidente de los sindicatos obreros en Croacia. Obs. de la Redacción de SC).
Es él quien tiene la lista del asunto, quien se comunica con esa gente y quien
le da instrucción "de trabajo".
"Mencioné y argumenté aquí
sólo uno de esos detestables hechos del amplio panorama de nuestra vida
colonial. Olvidemos hechos ya conocidos según los cuales la Servia actual -sobre
esto se escribió públicamente y revelado los datos- edifica a cuenta de otros
hidrocentrales, carreteras, fábricas y vías férreas. Todavía no pasaron los
tiempos, cuando en Croacia se preparaban planos para una nueva fábrica: o la
reconstrucción de la existente y se los enviaba a Belgrado para su aprobación.
Esperándola, las nuevas fábricas y las modernizaciones de las viejas surgían en
Servia. En este tiempo y en estas condiciones vive todavía Croacia...".
Una política verdaderamente
socialista, "igualitaria y de fraternidad", digna del. elogio de
todos los elementos "progresistas" del mundo libre.
Entre la doctrina y la realidad
"Ost-Dienst", servicio
de información periodístico alemán, que dedica una especial atención a la
política en los países del oriente europeo, redactado por el conocido
periodista Hans-Peter Rullmann, en su edición -N° 28-77- analiza la situación
económico-política del país de Tito. En cuanto a la desocupación que se
registra en aquella tierra de "autogestión", OST-DIENST escribe:
"El número de los
ciudadanos yugoslavos desocupados aumenta constantemente: de 200.000 en 1971
subió a 700.000 que actualmente están registrados en la Bolsa de trabajo. Pero
en este número no están incluidos los integrantes de las familias que debían,
por la presión inflacionaria, desempañarse en otros puestos de trabajo, como
tampoco obreros estacionales que ya regresan a su patria. El órgano principal
de la economía yugoslava "Ekonomska Politika" calcula hasta 930.000
el número de desocupados en la actualidad: tomando en consideración él total de
los que trabajan, esto significa que el 16% están sin trabajo -más del 13% que
se registra en Irlanda.
El periódico de Zagreb, VUS, ha
ido aún más lejos: calcula que un millón hasta un millón y medio de yugoslavos
en el campo y 500.000 en las empresas socializadas realmente sobran:
"Podrían ser despedidos sin que la producción disminuya". Junto con
este "sobrante tecnológico", el número de los obreros yugoslavos que
buscan trabajo asciende a casi 3 millones.
Los cálculos y la realidad
Los planes de ocupación
yugoslavos parten del punto de que se podría cada año crear 150.000 nuevos
puestos de trabajo; a estos hay que agregar más 100.000, creados por el retiro
de agentes anteriores dejándolos a nuevos. Pero frente a estas ofertas hay
anualmente 150.000 nuevos jóvenes que salen a la plaza de trabajo... Para un
millón de obreros temporarios yugoslavos, número que eleva a cuatro millones a
los yugoslavos desocupados, queda sólo la desesperación, si no hay en la patria
una combinación especial, una otra oportunidad.
La propuesta por parte de
algunos obreros estacionales en el sentido de crear ellos mismos puestos de
trabajo, fue recibida en Belgrado con entusiasmo. Es verdad, con ciertas
reservas ideológicas: ¿no resurgirá así el fenómeno de las sociedades por
acciones, lo que es contrario a la sociedad socialista? ¿Se puede después de
todo considerar una sociedad como socialista donde los puestos de trabajo se
deben comprar? Hubo también reservas de carácter constitucional: Siendo todos
los ciudadanos iguales, de acuerdo con la ley, debería permitirse también a los
campesinos más pudientes, que viven en Yugoslavia, comprar puestos de trabajo
para sus hijos y no sólo a los obreros que disponen con abundantes divisas.
¿Esto no causaría dentro de poco en la plaza de trabajo una verdadera bolsa
negra? Realmente extraña que actualmente en Djakovo (uno de los distritos más
ricos a su tiempo en Croacia. Ob. del traductor) se ofrece por un puesto de
trabajo 10.000 DM (marcos alemanes).
Sin embargo, por falta de
disponibilidad financiera de las empresas y por la desocupación masiva, lo que
se convierte en un problema social, se superan todos estas reservas y consideraciones.
La nueva Constitución yugoslava prevé expresamente en su artículo 28 el derecho
de los ciudadanos a unir capitales privados para fundar una empresa. Los
argumentos para proceder así encubren la nueva propiedad de los medios de
producción: los aportes obreros en dinero se consideran como un crédito, están
sujetos al pago de intereses y, después de un cierto tiempo se los devuelve de
tal manera que el socialismo nuevamente regresa a las empresas.
La buena voluntad capitalista
Pero también en el occidente
esta propuesta para que los obreros temporarios podrían fundar con sus ahorros
nuevas empresas despertó evidente admiración. Una emisión radial alemana elogió
el experimento como una elasticidad especial del comunismo yugoslavo.
Inmediatamente se creó un plan en la Europa occidental de acuerdo con el cual
resultaría posible hacer regresar a sus respectivas patrias a muchas manos de
obra auxiliar y superflua. El gobierno de Holanda ofreció millones de florines
para asegurar nuevos puestos de trabajo en Yugoslavia. Los empresarios de
Alemania Occidental pagan a cada uno de los obreros temporarios que
voluntariamente entregue su puesto de trabajo un importe de indemnización de 3
a 9.000 marcos alemanes, dinero suficiente para que cada uno se incorpore en
una nueva empresa en Yugoslavia. Tratándose de los obreros yugoslavos que son
en su 75% obreros sin preparación profesional se elaboró magnánimamente un plan
de capacitación en Alemania occidental, que pudo entrar en vigencia recién
cuando la parte alemana se decidió cubrir los gastos requeridos: Continuando
con el pago del 70% de sus últimos sueldos y manteniendo la cobertura de
seguros, los obreros yugoslavos por ejemplo en Stuttgart pueden cursar durante
seis meses la preparación er la soldadura eléctrica; en Yugoslavia misma se
puede agregar tres meses más y bajo las mismas condiciones. Lógicamente: de los
6.000 obreros yugoslavos desocupados en la provincia Baden-Wurttemberg se han
presentado sólo 20 para este curso. Ellos, pues, no quieren regresar a la
patria socialista: malas experiencias preavisan.
Un proceso autogestionario sin aferranzas
En la región de Imotski, una de
las más atrasadas en Croacia, viven 150.000 hombres casi sin ninguna
posibilidad de empleo. Miles y miles se fueron al exterior en busca del
trabajo, dos mil de ellos se asociaron para formar con dinero propio puestos de
trabajo para sí y para sus familiares. Como fruto de sus esfuerzos surgió una
fábrica textil a la cual se unieron dos plantas más. En Metković (localidad
de la orilla del Adriático) con 2 millones de marcos alemanes -dinero de los
obreros temporarios- se organizó una fábrica de productos plásticos por valor
de 6 millones de marcos, cubriendo la diferencia los barcos yugoslavos. Después
de la inauguración de una fábrica mas de los obreros estacionales en la región
cársica de Dalmacia se había creado 2.000 nuevos puestos de trabajo. Pero casi
no pudo hacerse más: porque la inversión de los obreros temporarios más famosa
en Imotski ya está en quiebra. Que la nueva empresa produjo más de 10 millones
de pérdidas, salió a la luz recién cuando su director fue depuesto: había
edificado para si en su localidad natal un chalet. El último golpe recibe esta
iniciativa de obreros estacionales justamente ahora: Checoslovaquia se negó a
pagarle una gran cantidad de mercadería por su mala calidad. El capital
invertido de los obreros -en término medio 5.000 DM- se perdió junto con
puestos de trabajo."
¿Por que Vogel evitó ver a
Croacia?
Vista esta situación económica
del socialismo de autogestión de Tito, OST-DIENST relata sobre la visita del
Dr. Bernhard Vogel, presidente del Consejo Federal Alemán, a Belgrado. Fue
recibido en el aeropuerto de Belgrado por Zoran Polić, funcionario de
posición similar a la del Dr. Vogel. "El federalismo de los dos países se
diferencia esencialmente siendo el de Yugoslavia muy restringido por la
existencia de un partido único severamente centralizado".
El Dr. Vogel, sin ver la cara
del presidente Tito, discutía varios problemas de la política internacional en
Belgrado y en Ljubljana, capital eslovena, especialmente "sobre los nuevos
deseos financieros de los comunistas yugoslavos hambrientos de créditos e
inversiones, pero el tema principal de su visita fue, de acuerdo con sus
propias palabras", el intercambio de experiencias sobre la organización
del federalismo "en los dos países". Para conocer el complicado
carácter de Yugoslavia, visitó también además de Servia a la más pequeña
república que es Montenegro como también Eslovenia, la república más desarrollada,
y el hogar de los pobres o sea la región de Kosovo donde vive la mayoría
albanesa, pero la verdadera zona explosiva de las relaciones reciprocas en
Yugoslavia, la república socialista de Croacia, la vio sólo sobrevolándola en
avión. El verdadero objetivo de su visita: conocer la estructura y las
dificultades del orden federalista de Yugoslavia falló. Es lo mismo como si una
delegación yugoslava viniese a Ruhr para ver "el milagro económico
alemán" sin que viera realmente su industria.
Si los políticos extranjeros
visitan la capital de Croacia, Zagreb, en Belgrado se observa con recelo.
Porque toda visita a Croacia entraña para Belgrado un aliento del nacionalismo
croata y un índice de que el interés por una división posterior de Yugoslavia no
se apagó todavía en el exterior. Muchos políticos tuvieron que oír, a raíz de
sus intensas relaciones con el gobierno local de Croacia, reprimendas desde
Belgrado: cuando con anterioridad los líderes croatas, después depuestos por
Tito, viajaban a menudo a Munich, les reprochó el segundo hombre de Tito, E.
Kardelj, que aspiraban a un "Anschluss" (una especie de unión) con
Baviera. Recién hace poco y ron mirada retrospectiva, el encumbrado dirigente
croata de la línea de Belgrado, Jure Bilić, criticó al ex presidente de
los EE.UU. Richard Nixon por su visita que hizo a Zagreb. Así el Dr. Vogel,
tomando en consideración a Belgrado, pudo tener buenas razones para no
encontrarse con los croatas: la alusión de Bonn a las dificultades en cuanto a
las fechas no hay que tomarlas en serio.
Mucho más agresiva se presentó
en los Balcanes la Unión Soviética: mientras el Dr. Vogel bailaba un baile
sobre huevos alrededor de Croacia, una calificada delegación ucraniana se
sentía a sus anchas promoviendo una alianza fraternal entre Kiev y la capital
croata y proponiendo una ampliación de la colaboración entre las dos
repúblicas. Cuando los altos funcionarios todavía estaban descansando en la
Opatija croata, Tito convocó apresuradamente a los dirigentes croatas más
destacados para que se presentaran ante él en la isla adriática de Brioni:
quería saber qué era lo que los soviéticos habían ofrecido en Zagreb.
Es verdad que la Unión soviética
también, mientras Tito vive, como lo hace el Occidente y la República Federal
Alemana, apuesta a las cartas de Belgrado. Suposiciones, de que Moscú favorecía
las tendencia separatistas en Croacia, son rechazadas enojosamente. Conforme a
esto, no cambiará nada inmediatamente después de la muerte de Tito. Calculando
sus oportunidades Moscú opina que después de la muerte de Tito, con la ayuda de
sus débiles sucesores en Belgrado, podría poner a Yugoslavia bajo su control y
apuesta a la carta de la integridad de ese Estado plurinacional. Pero así no
debe permanecer para siempre: Cundo se formó en Belgrado artes de la segunda
guerra mundial un gobierno antisoviético, se colaboró abiertamente con los
nacionalistas croatas. También Tito, como agente del Komintern a su tiempo, se
ajustaba a la línea de Moscú que pretendía la división de Yugoslavia. Incluso
en el momento de estallar la segunda guerra mundial, cuando fue organizado el
Estado Independiente de Croacia con ayuda alemana e italiana, Moscú expresó su
intención de otorgar a ese Estado Ustachi su reconocimiento diplomático. Ese
coqueteo con el nacionalismo croata se marchitó recién después del ataque
alemán a la Unión Soviética.
Una repetición no debe excluirse
totalmente: los nacionalistas croatas, desilusionados profundamente de los
EE.UU. y de la República Federal Alemana, han ofrecido desde mucho tiempo atrás
contactos a los soviéticos y Moscú, por su parte, no omite la oportunidad para
mostrar su interés substancial. Si la carta de Belgrado, después de la muerte
de Tito no corre, entonces el nacionalismo croata completamente anticomunista podría
estar dispuesto a ofrecer a los soviéticos lo que ellos aspiran a conseguir
desde hace mucho: una salida militar al Adriático y por ende al Mediterráneo.
El juego doble soviético es muy
arriesgado y entraña la posibilidad de nuevos malentendidos en la línea
Moscú-Belgrado. Pero se trata de una política de vastos horizontes que toma en
consideración todos los factores políticos en Yugoslavia, incluso, la política
del Occidente necesita nuevos reexámenes: si no se quiere exponer al peligro de
encontrarse ante la puerta cerrada en una Belgrado sin Tito y ser rechazado por
parte de Croacia, aliado tradicional del Occidente en los Balcanes, por haber
desestimado durante años sus intereses nacionales".
"Paris Match" sobre la crisis de Yugoslavia
En su edición del 17 de
diciembre de 1976, este renombrado semanal francés escribió en el artículo:
"Le Mystére de l'aprés-titisme", entre otras cosas, lo siguiente:
"Tito representa triple poder: él es al mismo tiempo jefe del Partido, jefe
del gobierno y comandante supremo militar. Esta posición excepcional se ha
cristalizado de su prestigio que nadie, después de él, podrá tener. No
obstante, tampoco él pudo suprimir fricciones nacionales, que hoy son más
virulentas que jamás en el pasado. Los pueblos sienten instintivamente que
Yugoslavia se desliza hacia su derrumbe, especialmente en Croacia, donde el
nacionalismo es el más fuerte. En el barril de pólvora balcánico está la bomba
croata.
Los croatas tienen la misma
cruel sonrisa y el mismo fuego en su sangre que los servios. En 1934 han matado
al rey servio. Fueron los ustachi. En el mes de septiembre de 1973 los
luchadores por la libertad de Croacia desviaron un avión Boeing a través del
Atlántico. Evidentemente tenemos que ver hoy con los mismos croatas. A lo largo
de 1.000 años -el último rey croata cayó en 1097- ningún imperio pudo dominar
en forma definitiva a los croatas: ni el bizantino, ni el turco, ni el
austro-húngaro, ni tampoco lo puede Tito. Es un pueblo que muchas veces
sucumbió, pero siempre resurgió por sus propias fuerzas.
Tampoco Tito pudo dominar a los
croatas, pese a su opresión comunista, a la policía secreta y a la sangrienta
persecución, que desde 1945 está sojuzgando a Croacia. Las calles de Zagreb
fueron, muchas veces, salpicadas por la sangre croata. Monarquistas, católicos
y tradicionalistas nunca renunciarán a la independencia croata. Durante la
última guerra mundial se pusieron del lado de la Alemania. Esta actitud provocó
en 1945 acusaciones y violencia por parte de los partidarios de Tito, mientras
para los croatas esto es un razón más de enemistad para con cualquier
Yugoslavia.
El Comité Nacional Croata
(H.N.O.), una de las organizaciones del movimiento por la liberación croata,
desilusionado con la política norteamericana, se dirigió a Moscú. Ella prometió
a ese movimiento la independencia de Croacia a cambio de giiá los croatas
cedieran a los soviéticos las bases marítimas en Dalmacia. Al presidente de
Francia fueron mostrados en Belgrado libros referentes al espíritu combativo
servio, pero esto no dejó en él ninguna impresión especial. Giscard ve que
Yugoslavia es un barril de pólvora con la bomba croata". (Traducido de la
versión en esloveno, publicada en Sij Siovenske Svobode, del 15 de mayo de
1977, Buenos Aires).
La Prensa, Buenos Aires, del 3
de marzo de 1977.
Por Raúl Oscar Abdala
Alguna vez abordamos, en esta
misma página, el terna de la ilusión que en algunos espíritus despierta la
publicitada existencia de vías no stalinistas, no bolcheviques para llevar a la
realidad los presupuestos básicos del comunismo. Según esa ilusión -a cuya
creación ha contribuido, en parte, el ex best seller Herber- se trataría de
rumbos que no pasan por la tiranía del partido-gobierno y que, en el terreno
exclusivamente económico, soslayan, sin caer en el régimen capitalista, las
injurias y deficiencias de la concentración de toda la propiedad en manos del
Estado.
Algunos teóricos se han quemado
las cejas consultando hasta en sus más recatados entresijos los textos del
marxismo, a fin de demostrar que esta jauja es la más pura expresión de la
ortodoxia, y, como tal, la recomiendan a esa vasta comunidad de creyentes y
simpatizantes que en los últimos tiempos empiezan a sentirse defraudados por
las versiones soviética y china del comunismo.
Titoísmo: la vía ideal
Aun cuando se ha hablado mucho
acerca de vías como la de Fidel Castro, Allende y alguna otra surgidas por ahí,
lo cierto es que la de Tito continúa figurando como- la más eminente de las
alternativas. Puede decirse que es la vía ideal, la más indicada para atraer,
como el imán a las limaduras, la encantadiza atención de quienes viven en
Babia. Si usted es anticapitalista, pero al mismo tiempo encuentra que el
comunismo ruso y chino representan una grave desviación doctrinaria y un
régimen casi peor que el de cuño liberal (hay allí, por ejemplo,
colectivizaciones a palos, Infatigable persecución de disidentes, sangrientas
lindezas del tipo de la "revolución cultural" maoísta) entonces lo
que usted debe hacer es pasarse con armas y bagajes al sistema de Tito. Allí se
paladean las delicias propias de todo ordenamiento colectivista inducido por un
estado paternal, sin verse forzado a pagar el alto precio de injusticia,
lágrimas y miseria exigido por el comunismo de la vieja guardia.
Pero es el caso que si uno
sumerge la sonda en la sociedad edificada por el camarada Tito, resulta que es
aproximadamente lo contrario de lo que se nos tiene dicho.
El caso yugoslavo
Vamos a dejar a un lado -porque
esto pertenece en cierto modo a otro orden de cosas- el hecho repudiable de la
saña que caracteriza al gobierno de Tito contra algunas de las nacionalidades
integrantes de la nación yugoslava y que, en lo concerniente la persecución
sistemática consumada a diario contra los croatas, documenta con amplitud una
excelente revista -"Studia Croatica"- editada en Buenos Aires por
intelectuales de esa emigración. Lo que aquí nos interesa de manera principal
es el régimen comunista de Tito en cuanto a tal, la praxis que resulta de la
doctrina.
La prometida y proclamada
igualdad en el bienestar se traduce en una notoria disparidad en los salarios
de la que ilustra suficientemente este ejemplo: la camarera de hotel gana 50
dólares y el director 250 (por supuesto que en las grandes empresas estatales o
autogestionarias esa disparidad, mucho mayor, sobrepasa el límite de lo
irritante). Pero hay más: la escasez está a la orden del día y afecta a
distintos rubros sin excluir a los más vitales como el de la leche líquida y en
polvo. Asimismo, como en la URSS, como en el Perú de Velasco, como bajo la
experiencia "inédita" de Allende, en Yugoslavia se han comprobado
importantes negociados: uno de los más conocidos fue cometido con tierras
destinadas a la construcción de viviendas. Tal como acontece en todo sistema
que ha liquidado por completo o en gran parte la iniciativa privada y el lucro,
el de Tito anda a los tumbos y cada tanto tiempo recurre a los más diversos
expedientes para tratar de solucionar de alguna manera los graves aprietos
ocasionados por la economía con mando estatal. Así, por ejemplo, hace unos años
se ensayó descentralizar la economía --conceder un mayor margen de autonomía a
las empresas-, sin por eso entregarla a manos privadas; pero los índices no
acusaron notable mejoría; entonces se impuso parcialmente, y como un audaz paso
adelante, el sistema de autogestión que, conforme lo dijimos en un artículo
reciente, dio por resultado una acentuación de las diferencias salariales, ausentismo,
huelgas y despidos. Por consiguiente, el comunismo yugoslavo, como todo
comunismo que se respete, dispuso la expansión subrepticia o abierta de la
esfera de influencia estatal en todo el proceso económico.
Una fuerte tentación
Véase cómo las falacias teóricas
que son el piso sobre el que se asienta el marxismo conduce a todo régimen
surgido de ese riñón a un sinfín de marchas y contramarchas que. por supuesto,
jamás cristalizan en un aceptable nivel de vida. A pesar de las soberbias
cientificistas del marxismo, la mente comunista no da para más.
Quiere decir que a cada vuelta
completa del proceso marcha-contramarcha, asistimos a una revigorización del
poder gubernativo. Se trata, si bien se mira, de una tentación demasiado fuerte
en todo sistema erigido sobre la abolición de la economía de mercado. Los
comunistas "alternativos" de la casta de Tito pueden jugar un tiempo
a la descentralización, a la llamada "democracia económica" de la
co-gestión y de la auto-gestión; pero en tanto sigan considerándose a sí mismos
comunistas, el centralismo despótico seguirá funcionando en su mente con el
imperativo de una fatalidad biológica. Como dice el sentencioso Viejo Vizcacha:
Al que nace barrigón
es al ñudo que lo fajen.
Por eso las "nuevas políticas económicas" del estilo de la adoptada por Lenin ante los primeros inevitables desastres de la economía soviética, o los métodos basados en los incentivos morales de que han echado mano, a su debido tiempo, todos los gobernadores comunistas, están destinados a chisporrotear fugazmente como los fuegos artificiales, para luego sumirse en las tinieblas del olvido.
Las esporádicas concesiones que
en forma parcial, se entiende, efectuó el mariscal yugoslavo a la economía de
mercado sirvieron para demostrar, aunque en medida muy restringida, los
beneficios del sistema liberal y, simultáneamente, los graves perjuicios del
sistema totalitario; por tanto, es evidente que tales concesiones se harán
siempre con cuentagotas, y por eso no alcanzarán a devolver la salud a la economía
de aquel país, viciada por la brutal y extendida injerencia del gobierno.
¿Otra o la misma?
Por otra parte, y por si fuera
poco, bien sabemos que en Yugoslavia no existe libertad de expresión, que en la
enseñanza rige la cartilla ideológica oficial, que el partido único impera
sobre la nación y que Tito, a su vez, impera sobre el partido único, lo cual
significa, siguiendo el curso de un razonamiento silogístico, que el socialista
Tito manda sobre su nación de una manera mucho más gravitante que cualquier
primer ministro, que cualquier presidente y, por supuesto, que cualquier
monarca del mundo occidental.
Todo lo dicho aquí referente al
gobierno de Tito, así como cuanto pueda revelarse sobre otra administración
comunista incorporada o no a las grandes centrales ideológicas, nos pone en la
pista de la verdadera cuestión, de la cuestión capital: más allá de si una
experiencia comunista es capaz de subsistir al margen del campo gravitacional
de URSS o China -lo que se llama "comunismo nacional"-, lo que
realmente interesa es llegar a cierto grado satisfactorio de claridad acerca de
si con los ingredientes doctrinarios del comunismo, más su metodología de
asalto al poder y de conservación de ese poder, es posible construir una
sociedad justa, próspera y libre.
Todo cuanto hasta ahora sabemos
-y sabemos bastante- indica categóricamente que no. El caso de Tito demuestra
que operando con el instrumental comunista es imposible arribar a una meta
sustancialmente diferente de la stalinista de la maoista, de la castrista. Para
decirlo de una manera cortante, con muy pocas palabras y que oficie a manera de
telón de este artículo: la "otra" vía es, después de todo, la
"misma" vía.
"Extensión" espacial
de los derechos humanos bajo la "protección" de Tito:
Por Guillermo Martínez Márquez,
corresponsal de "La Prensa"
Nueva York, 14 (UP). - Dos
ciudadanos argentinos que viajaban como turistas hacia Australia fueron
detenidos en Nueva Zelanda y obligados a regresar a Buenos Aires bajo la
acusación de pertenecer a una "banda de terroristas" formulada por la
embajada yugoslava en Canberra.
Juan Rojnica -nacido en Croacia
hace más de sesenta años y ciudadano argentino hace un cuarto de siglo- viajaba
en compañía de su esposa Ana y del profesor universitario Vjekoslav Vrancic
hacia Sydney (Australia), cuando inesperadamente, durante una escala del avión
en Auckland (Nueva Zelandia), fueron rodeados por agentes policiales,
despojados de su equipaje y su pasaporte, incomunicados y retenidos por las
autoridades de inmigración, sin previa explicación.
Sólo al cabo de varias horas de
incertidumbre y protestas pudieron saber que habían sido detenidos en virtud de
una denuncia formulada por la representación de Belgrado en Canberra. A pesar
de la visa legal que autorizaba su entrada en Australia, se les impidió
completar el viaje planeado, y se les retuvo e incomunicó como presuntos
delincuentes, no obstante las garantías ofrecidas por la embajada de la
Argentina en Australia. La influencia del gobierno comunista de Yugoslavia fue
decisiva en este insólito suceso.
La breve permanencia en Nueva
York del protagonista del episodio, permite agregar algunos detalles y formular
siquiera sea un ligero juicio de lo ocurrido, que en estos momentos, en que
tanto se habla de derechos humanos y garantías individuales, tiene especial
significación.
Denuncia absurda
Juan Rojnica dice: "Hace
más de 18 años que en mi condición de empresario argentino viajo por todo el
mundo, y jamás me había ocurrido algo semejante. Cuesta trabajo creer lo
sucedido. Realmente no tiene explicación. Australia dio crédito a una denuncia
absurda en la que ni siquiera se daban nombres. Desconoció las visas que sus
representantes en Buenos Aires nos habían otorgado. Ignoró las garantías que
los diplomáticos argentinos les ofrecieron. Ni siquiera nos permitió demostrar
nuestra inocencia. Violó las normas más elementales de la sana convivencia
internacional, y se empecinó en mantener su arbitraria decisión".
"Ahora -prosigue- ejerzo mi
derecho a reclamar que comprueben su errar, declaren que somos inocentes de los
cargos que nos han hecho sin siquiera mencionar nuestros nombres y lleguen a la
conclusión de que han actuado como agentes de los máximos opresores de todos
los derechos humanos que gobiernan Yugoslavia".
A Rojnica le hiere que lo hayan
tenido como terrorista.
"Nací en Croacia -precisa-
soy hombre libre y apoyo el movimiento de los croatas dispersos por el mundo en
favor de la independencia de la tierra.,donde nací, que tiene derecho a ser
soberana, y a determinar su destino. Pero nunca he recurrido ni recurriré a
acciones criminales, porque pugnan con mis creencias religiosas y contra los
derechos humanos que -defiendo. Como rotario, cultives la solidaridad entre los
hombres, y como croata trato de unir a mis viejos compatriotas."
La prensa internacional no ha
dado importancia al suceso, pero el viajero muestra recortes de la prensa de
Auckland, Canberra, Sydney y otras ciudades de Nueva Zelanda y Australia, donde
se destaca la trascendencia que dieron al enojoso incidente. "Misión
terrorista en Sydney", informa el "Sun". "La política
mantiene en secreto a los croatas detenidos", agrega el "Star".
"Los croatas dicen que son sólo turistas", advierte el
"Herald".
En carta al editor del
"Herald", una lectora habla de la tremenda equivocación del gobierno
de Australia, y aclara que el gobierno comunista de Yugoslavia ha arrojado del
país a millones de croatas". Otro comentarista aclara que hay en Australia
más de doscientos mil croatas, y que las autoridades lamentarán lo sucedido.
"¿Dónde está el juego limpio tradicional de los británicos?",
inquiere un tercero.
Apoyo
argentino
"Resido en Argentina hace
treinta años y soy ciudadano hace un cuarto de siglo -repite Rojnica-. Me
siento muy satisfecho del apoyo que me ofrecieron los diplomáticos argentinos y
el Ministerio de Relaciones Exteriores. En mis viajes más recientes he leído lo
que se publica sobre mi patria adoptiva.
A todos los que me preguntan les
respondo que no hay en el mundo entero una gran capital donde pueda una dama
pasear después de cierta hora de la noche, sin peligro alguno, como en mi
querido Buenos Aires".
Su voz se torna emocionada al
agregar: "Tengo dos hijas: una nació en Croacia, otra en Argentina. Y las
quiero a las dos igual que a las patrias donde nacieron". Para terminar,
recuerda al gran escritor ruso Solzhenitsyn, en su conocida anécdota sobre Lenin
y los demócratas. Cuenta Solzhenitsyn, que una vez Lenin dijo que había que
ahorcar a todos los burgueses de Occidente, y cuando uno de los presentes le
preguntó dónde iban a encontrar tanta soga, Lenin le respondió: "No te
preocupes... ¡Ellos mismos nos las van a facilitar".
"¿Cómo un país libre y
rico, como Australia puede con facilidad olvidar sus principios y ponerse al
servicio del comunismo internacional, como acaban de hacer con nosotros las
autoridades australianas, por una simple nota sin fundamento, alguno que les
hiciera llegar la embajada roja de Belgrado?", pregunta Rojnica al término
de su conversación.
El día 4 de mayo de 1977
falleció en Buenos Aires el reverendo Padre Dr. Mateo –Mate– Luketa a la edad
de 66 años.
Nacido en la provincia croata de
Dalmacia estudió teología en Ljubljana y Zagreb y ordenado sacerdote, se dedicó
a la labor pastoral en varias parroquias, muy preocupado, además, por los
problemas sociales y económicos de los campesinos y pescadores que estaban a su
cuidado. Desde entonces proviene su inclinación por el cooperativismo y la
solidaridad humana, que durante el torbellino de la Segundo Guerra Mundial se
manifestara por su abnegada labor entre los obreros croatas, radicados en
Alemania y después de la guerra por su empeño y prontitud en ayudar a los
numerosos refugiados políticos de su país, primero en Austria e Italia y
después en la República Argentina. En Buenos Aires funda Caritas Croata,
renunciando a la cátedra de profesor de teología en la ciudad de Santa Fe.
Paralelamente con esta intensa
obra social que se exteriorizará también en su activa participación en la
promoción de la Cooperativa Croata, el Dr. M. Luketa dedicó sus desvelos a las
publicaciones culturales y políticas de la colonia croata en la República
Argentina. En Santa Fe publicó un opúsculo sobre la vida y obra del cardenal
Luis Stepinac mártir de la Iglesia Católica y de su nación croata. Cabe
destacar su activa participación y considerable aporte financiero en la
fundación y mantenimiento de la revista Studia Croatica durante su primer
decenio.
Numerosos amigos se despidieron
de sus restos en el cementerio de Olivos, suburbio de Buenos Aires.
B. K.
Lo perdimos inesperadamente.
Hace pocos meses lo vimos componer las últimas páginas de nuestra revista. A
pesar de sus 71 años de vida daba la impresión de un hombre robusto, fuerte,
sin signos de agotamiento o de una grave enfermedad. Ex marinero en su país
ocupado -Croacia- conservó la fortaleza física a pesar de una vida no muy
fácil. Cuando el régimen monárquico de Yugoslavia oprimía sin piedad al pueblo
croata, culminando en la matanza de los diputados croatas, conducidos por
Esteban Radić (1928) en el mismo parlamento de Belgrado, junto con varias
olas de los croatas que abandonaban a sus hogares paternos, también nuestro
Jure emprende el viaje rumbo al mundo desconocido. Su aldea natal quedó allí
lejos en los montes de Dalmacia -distrito de Imotski- donde no hay otra cosa
que "croatas y víboras", como lo dice un poeta. Su nueva patria la
Argentina lo esperaba. Pero no todo es la poesía patriótica. Sin preparación
especial y sin conocimiento del idioma, la realidad de vida amarga también al
amor y el patriotismo más sinceros.
Pero Jure es el hombre de fe y
de trabajo. Lo atrae la palabra escrita. Piensa de su patria Croacia y sus
problemas. Quería aprender el arte gráfico. Trabajando durante el día, de noche
se preparaba para linotipista. Logró su propósito. Único entre tantos croatas
inmigrados. Se asocia al "Domobran Croata" -defensa del Hogar Croata-
y durante casi cuarenta años lucha por sus ideales. Volantes, periódicos y
libros que editan los croatas en este largo período, pasan, en su mayoría, por
sus manos. El premio, si se puede hablar de premios, con que lo honró la
colectividad, fue su elección como presidente del "Hogar Croata,
S.A.".
La incurable enfermedad apareció
de repente. En vano fueron los esfuerzos médicos, de la familia y de amigos. La
ley inexorable de la vida y la muerte paró los latidos de un corazón patriótico
y quitó a las manos y los dedos composiciones que defendían a Croacia y nutrían
una esperanza.
Studia Croatica, también todos los croatas que aman a su patria,
guardarán un caro recuerdo de su hermano Jure. A su señora esposa y las hijas,
nuestro pésame fraternal. La R. Argentina cobija los restos de quien le
sacrificó la mayor parte de sus fuerzas vitales, trabajando con ahínco y
lealtad. R. in P.
F. N.
Muy estimados señores:
Como las organizaciones
centrales de los exiliados de origen de centro oriental europeo y como
ciudadanos suizos, nos permitimos la libertad de dirigirnos a Uds. en favor de
nuestros connacionales oprimidos en el centro y este europeos con motivo de la
Conferencia de Belgrado, prevista para el reexamen de la Declaración final de
Helsinki.
Los documentos de Helsinki han
provocado un nuevo proceso de agitación en la Europa central y oriental como
también en la Unión Soviética. Los intrépidos ciudadanos organizan varios
comités de acción con el fin de exigir que se acaten las obligaciones
internacionales asumidas por sus gobiernos y el respeto a los derechos de la
libertad, garantizados por la Constitución y la legislación de los Estados
comunistas.
Estando nuestros connacionales
en la imposibilidad de expresar su libre voluntad, ellos esperan que nosotros
que hemos encontrado nuestra segunda patria en los Estados libres de Occidente,
nos hagamos sus defensores y que advirtamos a los gobiernos de Occidente sobre
el estado real en nuestros países. Cumplimos con esta obligación y nos
permitimos la libertad, muy estimados señores, atraer su atención sobre los
momentos más importantes de la opresión actual:
1. - Treinta y dos años después
de la finalización de la Segunda guerra mundial los países de la Europa
oriental y la central están todavía ocupados por la Unión Soviética o, mejor
dicho, están bajo su poder. También en Yugoslavia, desde 1971, tuvo el comienzo
una nueva estalinización, creciendo la influencia soviética con la mayor
opresión de los pueblos y las minorías nacionales en aquel país multinacional
2. - A nuestras naciones les
sigue siendo denegado el derecho de autodeterminación. Los derechos humanos y
las libertades fundamentales no existen. Los partidos comunistas minoritarios
que tomaron el poder merced a la presencia y el apoyo soviético, excluyen toda
posibilidad de un cambio pacífico de gobierno de acuerdo con la voluntad de
pueblos.
3. - El ejercicio sistemático de
opresión de las individualidades nacionales y de minorías (por ejemplo de los
no rusos en la Unión Soviética, no servios en Yugoslavia, no rumanos en Rumania
etc.) constituye, a largo plazo, la liquidación espiritual de los pueblos. La
conservación de la identidad nacional es la parte constitutiva de los derechos
humanos.
4. - La libertad de conciencia y
de fe, garantizada en las constituciones comunistas de nuestros países, está
suprimida en la práctica del poder. La abrumadora mayoría de nuestras naciones
está obstaculizada en el ejercicio de este derecho fundamental.
5. - El derecho de libre
expresión de opiniones está limitado arbitrariamente. Las expresiones que
podrían poner en peligro el monopolio del partido comunista, son consideradas
un delito.
6. - No hay libertad de prensa.
Los medios de información masiva están exclusivamente en manos de los
comunistas.
7. - El derecho de las libres
reuniones y organizaciones es permitido sólo en el interés del partido
dominante.
8. - La libertad de intercambio
de ideas e informaciones, proclamada en el tercer "canasto" de la Declaración
de Helsinki, está imposibilitada por las medidas restrictivas.
9. - El principio de la libertad
individual para abandonar cualquier país incluso el propio, lo que está
amparado por la Convención del 16 de diciembre de 1966, referente a los derechos
políticos y cívicos, está conculcado también por las prescripciones
restrictivas. A los ciudadanos de nuestras patrias les está denegada o limitada
la posibilidad de libre salida y del libre regreso a su patria, como también el
derecho de la libre elección del lugar o del país de su residencia. Se retiran
documentos de viaje a toda una clase de personas o de grupos de población.
10. - Las personas que en
nuestros países piden la aplicación de las disposiciones referentes a los
derechos humanos contenidos en la Carta de la Organización de las Naciones
Unidas, en la Declaración de dicho organismo del 10/XII/1948 sobre los derechos
humanos y en la Convención del 16/XII/1966 sobre los derechos civiles y
humanos, como también en la Declaración de Helsinki, están expuestas a
persecuciones, arrestos, reclusión en clínicas de enfermedades mentales, a
condenas de pérdida de la libertad y están discriminadas mediante la
prohibición de ejercer sus oficios profesionales.
Advertimos de modo inequívoco
que las persecuciones, los arrestos y las condenas de los autores y
protagonistas de la aplicación y la protección de los derechos humanos en los
países del bloque oriental, incluida Yugoslavia, constituyen una lesión á las
obligaciones internacionales contraídas, en las declaraciones que mencionamos,
estando además en una directa oposición a los intentos de la política de
entendimiento.
Es nuestra firme convicción que
la política de aflojamiento de las tensiones que desean todos los pueblos de
Europa, como también la seguridad en ella, puede concretarse sólo si se
garantiza la aplicación de los derechos humanos y las libertades fundamentales
también en los países todavía dictatoriales y totalitarios.
Bien convencidos de esto,
apelarnos al Consejo Federal para que intervenga con toda la fuerza moral de
Suiza en el sentido de dar la prioridad a los postulados del séptimo capítulo
del primer Canasto y el tercer Canasto de la Declaración de Helsinki en el
momento de las discusiones respectivas en Belgrado. Una evidente disminución de
la importancia de estos postulados hallaría un eco desfavorable en la atmósfera
necesaria para asegurar la política de distensión. La paz en nuestra época
puede estar asegurada únicamente mediante el resguardo de las libertades
fundamentales para todos los hombres y pueblos.
Gracias a su tradición, a su
neutralidad fundada en 1815 y a su defensa de la libertad y de esfuerzos de
humanización, también hoy en día en la época de las superpotencias, Suiza está
gozando de un alto prestigio en todos los pueblos del mundo. Abrigamos la
esperanza de que la delegación de Suiza, en las discusiones de Belgrado, fiel a
la herencia del Consejo Federal hará todo lo que está a su alcance para
garantizar la aplicación de los principios de los derechos humanos y las
libertades fundamentales.
Los informes referentes al
estado en cada uno de los países del centro y oriente europeos se adjuntan por
separado.
La parte libre de Europa está
todavía en peligro por parte de la misma superpotencia que en los tiempos de postguerra
sojuzgó a nuestras naciones. Siendo tanto la libertad como la esclavitud
indivisibles, creemos que la ampliación de las condiciones de libertad en el
Oriente tendrá como consecuencia el resguardo de la paz.
Guiados por esta fe, les
reiteramos las expresiones, muy estimados señores, de nuestra más alta
consideración.
Firmantes: La Federación de las
organizaciones polacas en Suiza, presidente M. Respond. La Federación de las
organizaciones húngaras en Suiza, presidente Dr. A. Czettler. La Federación de
las organizaciones checoslovacas en Suiza, presidente J. Hajek. La Comunidad
lituana en Suiza, plenipotenciario Dr. A. Gerutis. La Sociedad de Estonia en
Suiza, presidente M. Klaar. La Sociedad de Letonia en Suiza, presidente E.
Imobersteg. La Liga Búlgara por los derechos humanos, sección en Suiza,
presidente J. Zagorski. La Sociedad de los amigos de Eslovaquia en Suiza,
presidente A. Zelenay. La Sociedad Croata en Suiza, presidente Dr. J.
Petričević. La Sociedad de los amigos de Ucrania, presidente Dr. R.
Prokop, y por los Eslovenos en Suiza, Dr. K. Vojska.
En testimonio de nuestra
solidaridad compartimos plenamente este memorandum de los representantes de las
naciones del oriente y centro europeos en Suiza sobre la lesión a los derechos
humanos en los Estados de la Europa central y oriental.
Solicitamos al Consejo Federal
preste su preferente atención al memorandum. Prof. Dr. J. Ehrest, Basel; Prof.
Dr. W. Kägi, Zurich; Dr. F. Leu, ex diputado en el Cantón de Lucerna; el
instituto "La fe en un otro mundo", el cura párroco E. Voss, director
del Instituto; La Acción Suiza por la Autodeterminación de todos los pueblos,
presidente Ernst R. Borer; La Sociedad Suiza de Estado, presidente primero, Dr.
U. Flúckiger y el Prof. Dr. S. Treshsel, Bern.
Zurich, 21 de mayo de 1977.
Minutos antes de concluir la
redacción del presente volumen de "Studia Croatica", hemos recibido
fragmentos del discurso del juez John Bartels, quien pronunció el fallo contra
nuestros "argonautas del aire". A continuación reproducimos en
castellano dos de dichos fragmentos:
"Supongo que una abrumadora
mayoría de los norteamericanos desde el fondo de su corazón protestan contra la
persecución y la opresión del pueblo croata como también contra la. violenta
supresión del idioma y la cultura croatas por parte de las autoridades
yugoslavo-servias...
"En todo caso y para que no
se produzca confusión en la mente de cualquier representante del gobierno
yugoslavo que pueda estar presente aquí, las penas que se declararán esta
mañana y al día siguiente, son las penas por la lesión cometida a las leyes de
este país y no porque los acusados están en favor de la lucha por la
independencia croata, considera también por parte de este tribunal como noble y
de alto valor...".
"Studia Croatica"
tendrá la posibilidad de informar más ampliamente al respecto y analizar el
caso en su totalidad como fenómeno jurídico-político de importancia. Desde ya,
agradecemos al Sr. Juez sus palabras de elogio para nuestros connacionales y
para la lucha croata por la independencia nacional.
(Los Ustashis - terroristas por
un ideal). Editions de la Pensée Moderne (98 rue de Vaugirard, París 750066),
P. 282, 1977.
El hasta ahora desconocido autor
de la primera obra de la serie "C'était des hommes' (Estos eran hombres)
que dirige Dominique Venner, se basa en una bibliografía bastante extensa en
francés, inglés, alemán y castellano. Su fuente en castellano la constituyen
los volúmenes de la revista "Studia Croática" del periodo 1968-1972.
La obra se divide en dos partes
principales, abarcando la primera casi todo el libro, y se divide, a su vez, en
cuatro períodos con sus capítulos, cuyos títulos claramente aluden al tema o
acontecimiento tratado.
Esta obra, que describe los 70
años de la dura y revolucionaria realidad política en los Balcanes, no trata
solamente de los ustashis, como lo denota el título de la obra, sino también de
los chetniks servios, cuyo rostro barbudo adorna -quizás por error- la tapa del
libro, y, al final trata de los partisanos de Tito y de los miembros de la VMRO
macedonia. El estilo del autor es fluido, narrativo, a veces dialogante y a
pesar de abundantes errores, fascinante, por lo cual se lee como una novela en
la cual no hay un solo héroe o dos, un solo protagonista principal, sino una
serie de hombres "que despiertan nostalgia por una época en la cual los
héroes no se sentían cansados".
No sin motivo comienza el autor
su narración con la descripción de la "noche roja en Belgrado",
cuando -en cumplimiento de la profecía del pastor Mitar Tabarić del año
1868- fue asesinado, en 1903, el rey servio Alejandro Obrerović y su esposa
Draga Mašin Lunjevica. El asesinato lo perpetraron los partidarios de la
dinastía servia de los Karageorgević bajo la conducción del coronel
Dragutin Dimitrijević "Apis", exterminando para siempre la
dinastía servia de los Obrenović. Con motivo de este crimen Inglaterra
cortó las relaciones diplomáticas con Servia como 'nación que no castiga a los
regicidas'.
A título de introducción al
segundo periodo, que abarca los años 1922-1939, el autor designa a Bosnia,
Servia, Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslovenia como tierras abandonadas por
Dios a la codicia de hombres, donde las razas, religiones, costumbres, culturas
y las barbaries se entremezclan y chocan entre sí, y hace mención de las
asociaciones clandestinas como La Mano Blanca, La Mano Negra, V.M.R.O.
macedonia, que -según el autor- paulatinamente desaparecieron de la escena
política, quedando tan sólo los "ustashi", los insurgentes croatas,
que de una u otra manera, después de treinta años, hacen sentir su presencia e
impiden que caigan en el olvido. Sin embargo, y eso hay que tener siempre
presente, cuando el autor habla de los "ustashi", este término lo usa
indistintamente para designar o referirse a las demás formaciones de las fuerzas
armadas del Estado Independiente de Croacia durante la Segunda Guerra Mundial.
El segundo personaje después del
coronel Dragutin Dimitrijević "Apis", al que el autor dedica el
primer capítulo del segundo período (1922-1939) es el "lobo de
Vardar", o sea Vlado Vladimirov Cernozemski, miembro de la V.M.R.O.
macedonia, encabezada todavía por el legendario Vancha Mihajlov, quien será el
futuro asesino del rey Alejandro de Yugoslavia en MIrsella, en 1934, o como lo
dice Lespart: quien en 1932, después de la huída de la cárcel, "iniciará
un camino solitario, camino de su propio destino y del destino de un rey".
Luego de una descripción muy
sumaria del atentado de Puniša Račić, diputado montenegriro de la
tendencia granservia, en el parlamento de Belgrado contra Esteban Radié, líder
de la oposición croata y presidente del Partido Campesino Croata, perpetrado el
20 de junio de 1928 por La Mano Blanca, por orden del rey Alejandro y con la
connivencia del presidente del consejo de ministros y del presidente del
parlamento, el autor pasa al relato de las persecuciones de los líderes croatas
mediante atentados callejeros (Dr. Sufflay, Dr. Budak) o encarcelaciones
(coronel Begić, Dr. V. Maček) y de la fundación del Movimiento
Libertador de Croacia por parte del Dr. Ante Pavelić, diputado nacional
por la ciudad de Zagreb en el parlamento de Belgrado y condenado a la pena de
muerte -in contumaciam- por un discurso pronunciado en Sofía, Bulgaria, y por
su defensa de los revolucionarios macedonios en un proceso en Skoplje,
Yugoslavia. El punto de partida de todo este desenvolvimiento político
constituye la implantación de la dictadura personal del rey Alejandro, el 6 de
enero de 1929, con la complicidad del gobierno francés. El autor recalca que el
Dr. Ante Pavelić como diputado y abogado bregaba por la autonomía de
Croacia dentro del conjunto de Yugoslavia, en cambio, como proscrito y puesto
fuera de la ley anhelaba la creación del Estado croata independiente,
completamente separado de Servia. La guerra entre el rey Alejandro y el Dr.
Pavelić fue declarada.
Los tres restantes capítulos de
este segundo período están dedicados al adiestramiento de la gente e
información sobre la creación del plan y la ejecución del atentado de Marsella,
el 9 de octubre de 1934.
En el capítulo "Los
reclutas de la muerte" (1932) el autor se refiere a la fundación de la muy
cerrada organización, más cerrada que la V.M.R.O. macedonia, la que el Dr.
Pavelić denomina "Ustasha"; luego menciona la formación de las "colonias
rurales" cerca de Ancona, Brescia, Piacenza en Italia y Nagy Kanizsa en
Hungría -Janka Pusztapara el entrenamiento militar de los ustashi. El
instructor de los atentadores Petar Oreb y Josip Begović, actores del
fallido atentado contra el rey en Zagreb, es Vlado Černozemski. Italia
disuelve oficialmente las "colonias rurales" y Alemania, a su vez,
prohibe la publicación de la prensa del Dr. Pavelić. Oreb y Begović,
aunque no arrojaron las bombas, fueron ahorcados.
Louis Barthou, el ministro de
relaciones exteriores de Francia, planea crear un "cordón sanitaire"
en torno de Alemania y para ello necesita una serie de pactos. En primer
término Alejandro Karageorgević debería conciliarse con Italia y ponerse
de acuerdo con los soviéticos. A tal fin el rey Alejandro tiene que venir a
París. Pero, a París llega también el grupo compuesto por Ivan Raić, Mijo
Kralj y Zvonirnir Pospišil, conducidos por Eugen "Dido" Kvaternik a
quien acompaña Vlado Černozemski, el Macedonio. Todo ello lo relata
minuciosamente el autor en el capítulo "Los caminos de la venganza'
(1934), para proseguir la descripción con todos los detalles de la ejecución
del "Atentado". María Vondraček, "la belle slave",
cuyo papel y la desaparición constituyen un misterio hasta hoy en día, trae las
armas para Raić y Pospišil, que se quedan en París para terminar el
trabajo si fuera necesario, y para Vlado Černozemski y Kralj quienes,
junto con "Dido" y seguidos por María, viajan a Aix-en-Provence.
Mientras "Dido" vuelve
a Italia el día 8 de octubre, el día 9 se esfuma María para siempre desde su
hotel. Černozemski y Kmlj, descendiendo del omnibus procedente del Aix se
mezclan con el público en la avenida Canebiére que aclama al rey que acaba de
desembarcar del destructor yugoslavo "Dubrovnik". El coche, un coupé
Delage 1927, tenía estribos "anchos como veredas", dice Lespart. A
las 16.15 Vlado el Macedonlo cumple con su cometido. El rey muere en el acto,
Louis Barthou se desangra herido en la mano buscando un taxi y el atentador,
gravemente herido a sablazos del general Georges, muere a las 19 horas sin
haber pronunciado una sola palabra. Una vez más se cumplió la profecía del
pastor Mitar Tabarić.
Aunque la muerte del rey odiado
tuvo el sabor de la venganza, empero no significaba ninguna victoria para los
ustachi. El Dr. Pavelić se equivocó. El había pensado que la eliminación
de un hombre puede derrocar un régimen y cambiar el destino de un pueblo, como
lo pensaba también Bakunin y Nechaev. El Dr. Pavelič también se imaginaba,
dice el autor, que un grupo reducido de hombres decididos y armados, actuando
de afuera pueden inducir a la gente a levantarse. Sin embargo, en Croacia nadie
se movió. Italia encarcela al Dr. Pavelić junto con Dido Kvaternik para
salvarlos de la justicia francesa, dice Lespart. Para salvar a su patria Pavelić
está dispuesto a aliarse con el mismo diablo. En conclusión, el detonador para
la bomba que debía destruir Yugoslavia y que el Dr. Pavelíć supuso
encontrar en el asesinato del rey, tenía otro nombre: la guerra.
El tercer período, con sus seis
capítulos, comprende los acontecimientos desde abril de 1941 hasta mayo de
1945.
Después de relatar lo sucedido
durante y después del "putch" de Belgrado que culminó con el
"derrumbre de un reino" en abril de 1941, el autor destaca muy
acertadamente que el partido comunista bajo el liderazgo de "Tito" no
participó ni en la propaganda ni en los disturbios de los días críticos. La
Unión Soviética y la Alemania de Hitler en aquel momento eran todavía potencias
aliadas que repartieron entre si los territorios de la Polonia subyugada.
Pavelić no tenía la
intención de formar un partido. El apoyo popular en forma de una organización
que le faltaba, lo encontró en la Iglesia católica, en sus fieles y su clero,
dice Lespart. La jerarquía eclasiástica superior favorecía al Dr. Maček,
el clero menor en cambio prestó su apoyo al Dr. Pavelíć. En la apreciación
de la actuación de este clero, el autor parece haber sucumbido a las
generalizaciones de cierta literatura a la que recurrió.
"La era de Poglavnik -
1941", o sea el segundo capítulo de este tercer período, la inicia el
autor con una cita, a título de epígrafe, extraída del libro de Ante Ciliga
("La Yougoslavie sous la menace intérieure et extérieure", París
1951) que dice: "Pavelić ha sido el fruto de la política de Alejandro
... y su contrapeso." En la descripción de los acontecimientos del día 10
de abril de 1941 Lespart comete varios errores. Es conocida la fuente a la cual
obedece el erróneo traslado del acto de la proclamación de la radio de Zagreb a
la Plaza Jelačić, donde la presencia del Dr. Edmund Veesenmayer,
representante oficial alemán, era más que elocuente ("He was standing
behind Kvaternik and he made it quite clear that it was he who had brought the
new State into being", escribe Wilhelm Hoettl en la versión inglesa de su
obra "Die Geheime Front", o sea "The Secret Front - The Story of
Nazi Political Espionage", London 1953, pág. 152). El hecho histórico es
que el coronel croata Slavko Kvaternik proclamó la independencia de Croacia por
la radio emisora de Zagreb, donde se encontraba también el Dr. E. Veesenmayer,
pues éste jugaba un papel muy importante en aquellos días, sin embargo no en
público, como lo pretende el autor. Tampoco nadie vio en las calles de Zagreb
aquel día "la milicia en los uniformes italianos y húngaros con los
cascos, gorra militar o fez en la cabeza". Más grave error lo constituye
la afirmación del autor que las nuevas autoridades introdujeron "el viejo
nombre Agram" en lugar de Zagreb, desconociendo que en el idioma alemán
Zagreb es Agram. Si el autor hubiera consultado la obra biográfica del Dr.
Maček, "In the Struggle for Freedom" (New York, 1956), no
hubiera dejado sin contestación la pregunta: si el Dr. Maček de veras
declinó las propuestas alemanas de proclamar la independencia croata, o si los
alemanes, después de una cierta fecha, desistieron de sus proposiciones. Este
libro biográfico demuestra que el Dr. Maček no quiso acceder a las mismas
y proclamar la independencia en las condiciones de aquel entonces.
En el mismo capítulo el autor
intenta hacer una apreciación de la personalidad del Dr. Pavelić y formula
juicios que en definitiva pueden atribuirse a todos los líderes de la época y
del ambiente centroeuropeo para los cuales no hubo ninguna salida favorable,
desde ningún punto de vista, si no ganaban la guerra.
Refiriéndose a las insaciables
pretensiones territoriales de Mussolini, el autor alega que éste hasta
"hizo sugerir" a Poglavnik Pavelić la necesidad de continuar
"con las viejas tradiciones europeas de monarquías electivas" para
que Pavelić ofreciera la corona croata al príncipe Aimone de Saboya, duque
de Spoleto, lo que éste hizo. A quién se debe la iniciativa en este sentido
podría ser discutible, aunque los documentos del embajador alemán en Zagreb,
Siegfried Kasche dejan testimonio de que se trata de la iniciativa italiana.
Sin embargo, no existe duda alguna de que -contrario a lo que escribe Lespart-
el príncipe jamás ha sido coronado como rey croata, menos aún
"solemnemente en la sala del trono del Quirinal", lugar donde se
produjo sólo su designación como rey de Croacia.
Después de haber firmado sendos
contratos de delimitación y consolidado la organización, especialmente
restableciendo el parlamento croata, el Sabor, el autor sostiene que el Dr.
Pavelić en su legislación se conforma con copiar los principios en vigor
en la Italia mussoliniana, demostrando así adonde van sus "profundas
simpatías". Es muy superficial y errónea tal aseveración como lo es
también cuando dice "Hecho todo ello y puestos los fundamentos del Estado,
el jurista y diplomático se convierte en un guerrero ... guerra que el 10 de
diciembre de 1941 declara a Gran Bretaña y Estados Unidos de América." No
menciona que la declaración de guerra ha sido un acto colectivo de todos los
adherentes y firmantes del Pacto Tripartito y comete el error de fechas pues
los días 11-XII-1941 declararon la guerra a Estados Unidos Alemania e Italia,
el 12-XII-1941 lo hicieron Hungría, Rumania, Bulgaria y Eslovaquia, y el Estado
Independiente de Croacia lo hizo el día 13-XII-1941 a Gran Bretaña y a Estados
Unidos de América.
Los adversarios del nuevo orden
de cosas son los chetniks servios y los partisanos guerrilleros comunistas. El
autor acertadamente denuncia como mentira propagandística la supuesta
resistencia comunista previo al ataque alemán a la Unión Soviética, el
22-VI-1941, y describe el régimen de terror en los territorios bajo el dominio
esporádico o permanente de los partisanos. En cuanto a los chetniks menciona su
colaboración y alianza con las tropas alemanas e italianas y la masacre por
parte de los chetniks de 70.000 a 150.000 (en otros lugares de su libro habla
de unos 100.000) musulmanes de Sandžak y de Bosnia oriental, lo que conducirá a
una afluencia masiva de los musulmanes a las unidades bosniácas de Waffen-SS
alemanes. "La danza infernal se desató. La danza de horrores y espantos en
la cual la lucha contra el ocupante -eso hay que destacar, guste o no guste- no
jugaba el papel primordial", concluye Lespart este capítulo.
"Los caminos del Oriente -
1941-1942" es el título del tercer capítulo. Está dedicado a la presencia
de las fuerzas armadas croatas en el frente del Este, o sea de los voluntarios
croatas en la lucha contra el comunismo, cuyo número tomó de sorpresa a las
autoridades pues había sobrepasado el contingente deseado. Se trata del
Regimiento de infantería 369 de voluntarios al mando del coronel Ivan Markulj,
de una escuadrilla de cazas a las órdenes del coronel Džal, de una escuadrilla
de bombarderos y una flotilla de la marina en el Mar Negro y Azov al mando del
capitán de fragata Stjepan de Rumenović. La descripción de las actuaciones
de las fuerzas croatas es amena y agradable a veces muy detallada, a punto que
menciona hasta los nombres de oficiales que se destacaron, como por ejemplo al
teniente Juraj Murković y el teniente Bakarac en el "salto a Perekop.
En homenaje al teniente Bakarac mencionemos su muerte en la batalla en el
recodo del Río Don a mediados del año 1942.
Con mucha simpatía Lesaart
menciona el rol de la pequeña flotilla croata en las costas del Mar de Azov y
en el Mar Negro cerca de Nikolajev durante la ofensiva del XI Ejército alemán
de von Manstein en dirección a Sebastopol, Feodosia, Parpach y Kerch,
oportunidad en la cual un bote de combate croata, al mando del teniente N. de
27 años, sacrificándose a si mismo y a sus hombres, impidió el ataque de
cañoneras soviéticas contra Berdjansk. Un breve relato de la ofensiva del X1
Ejército soviético al mando del general Kuznetzov a fines de 1941, cuando
también los marineros croatas tuvieron que participar en la batalla con
40" bajo cero, el autor concluye con aseveración patética: "La
ofensiva soviética finalmente fue detenida cerca de Parpach, pero la flotilla
croata del Mar de Azev no existía más". Sin embargo no fue así, pues la
flotilla siguió peleando y combatiendo durante toda la guerra, terminando, por
lo menos en parte, en Trieste en 1945.
El invierno de los años
1941-1942 fue terriblemente frío. El Bajram musulmán y la Navidad cristiana
coincidieron este año y fueron celebrados dignamente en el frente del Este a
pesar de carecer de vestimenta y demás provisiones, sin noticias y
comunicaciones, y casi sin comandante debido a la enfermedad del coronel
Markulj - "muy a menudo se sentían abandonados por los hombres y por
Dios", dice Lespart.
En este marco descriptivo de las
batallas en el Este sitúa el autor las dificultades del Dr. Pavelić en
Croacia, a las que se refiere en el cuarto capítulo - "El gran cambio
1942". La lucha de los chetniks el autor la tilda de "bluff",
pues no luchan contra los comunistas sino contra los labradores, pescadores
croatas y pastores musulmanes en Bosnia. Los partisanos de Tito se reagrupan
durante el invierno, forman la primera brigada proletaria y aterrorizan a los
campesinos. A cada uno de los partícipes en las luchas mutuas el autor atribuye
crueldades que les son propias y sin preferencias por unos en detrimento de
otros. En Servia los alemanes crean el campo de concentración en Banjica, el 5-VII-1941,
en Croacia se instituye otro -Jasenovac- de triste memoria. El Estado croata,
con el cual soñaron generaciones de croatas, apenas fundado ya empieza a
debilitarse, piensa el autor y enumera los desacuerdos hasta en las cimas del
poder, imputando erróneamente a la familia Kvaternik, en la disputa con el Dr.
Pavelić por el ofrecimiento de la corona croata de Zvonimir al duque de
Spoleto, las aspiraciones dinásticas, trayendo a colación a un antepasado de
los Kvaternik, Eugenio, revolucionario croata del año 1871 contra los
Habsburgo, del cual dice completamente equivocado "que se proclamó rey de
Croacia con el nombre de Eugenio Primero", obviamente tomando un poema
patriótico como fuente de hechos históricos. Sobre los Kvaternik cae el ostracismo,
al Dr. Maček le toca la prisión. Pavelić se siente cada vez más
aislado. No tiene confianza en nadie. Se notan cambios en cuanto a su físico y
a su carácter. Una víctima de tal situación es Vlado Singer, su amigo y jefe de
los servicios de seguridad. Morirá en el campo de concentración Jasenovac y
jamás se sabrá si lo ultimaron los guardias o los que él mismo había despachado
a este campo.
De todo ello, por suerte -sigue
relatando el autor- los voluntarios croatas en el frente del Este no saben nada
y muchos de ellos nunca lo sabrán pues participarán "modesta pero
gloriosamente" en la ejecución de la orden de Hitler Nro. 41, formando
parte de la 100ava división de cazas a pie del VI Ejército alemán del general
von Paulus, con la tarea de encerrar Stalingrado para proteger el flanco en
dirección de Taganrog y más adelante hacia Cáucaso. El O.K.W. (Informe del
Comando Supremo del Ejército alemán) del 31 de mayo de 1942 menciona que la
legión croata sola trajo 5.000 prisioneros soviéticos. Sin embargo, en las luchas
por el cruce del Don, del regimiento croata quedaron apenas tantos como para
formar un batallón. Se esperaban los refuerzos de Croacia. Aprovechando la
llegada de estos refuerzos, en su mayoría los musulmanes de Bosnia, Ante
Pavelić visita a los voluntarios croatas en el frente del Este. El enemigo
parece estar en franca retirada. Los honores se suceden a los festejos. El
general von Paulus pide el privilegio de ser recibido por Pavelić a fin de
felicitarlo por el heroísmo de sus soldados. Todo eso le hace "olvidar sus
preocupaciones". La victoria está al alcance y con ella la lucha con los
partisanos en Croacia. Pero, Pavelić se equivoca, dice Lespart, como se
equivoca una gran parte de Europa: "...la guerra en el Este no ha terminado
pues el destino había dispuesto otro...". Y, aunque el teniente croata
tomó prisionero a un general soviético con todo su cuartel, y a pesar de haber
efectuado los cazas del coronel Franjo Džal 1200 salidas bélicas y cosechando
un apreciable número de cruces de hierro, y aunque el día 25 de septiembre de
1942 las unidades de la 100ava. división y con ellas las del regimiento croata
369, penetraron en la ciudad de Stalingrado, todo terminó en el fracaso: las
fuerzas soviéticas perforaron la parte rumana del frente en el Don, quedando
Stalingrado encerrada. La agonía de los voluntarios croatas durará sesenta y
cuatro días; su número es cada vez menor. Caído el coronel Pavičić,
quien reemplazó al enformo coronel Markulj, asume el mando el coronel Marko
Mesić. El sorteo decidió quién de los encerrados saldrá con el último
avión para llevar el saludo de todos a la patria. Eso fue el 22 de enero de
1943. Al igual como el general von Paulus, también el coronel Marko Mesić,
capturado el 2 de febrero de 1943, se adhiere a los comunistas y en marzo de
1944 obtiene el mando de las "unidades yugoslavas" dentro del
ejército soviético.
La actitud del coronel
Mesić no ha sido única, dice Lespart y agrega que "hasta hubo
deserciones simples de las unidades croatas y de jefes ustashis a las filas de
los guerrilleros comunistas y de unidades proletarias", citando como
ejemplo el caso del "coronel ustashi" Sulejman Filipović quien
con su regimiento cambió de bando, en octubre de 1943, plegándose a los
partisinos; luego el caso del comandante de la escuadra en el frente del Este,
coronel Franko Pirec, el del vicegobernador en Travnik, Muhamed Sudžuka, y
finalmente el caso de los 5.000 "soldados ustashi" quienes se
rindieron el 20 de abril de 1944. Al respecto hay que destacar uno de los
fundamentales errores del autor que es su identificación de las unidades de
voluntarios y de los 'domobrani' con las unidades ustashi, o sea, designado con
el nombre 'ustashi' a todos los componentes de las fuerzas armadas croatas
durante la última guerra sin ninguna distinción. Por eso pudo ocurrir que el
coronel Sulejman Filipović, otrora coronel yugoslavo incorporado al
ejército croata (domobrani) se convierta en un "coronel ustashi", la
traición de Franko Pirec -un no croata, probablemente- ha sido premeditada, y
unos centenares de 'domobrani' capturados en Tuzla por engaño, se convierten en
5.000 "soldados ustashi". Es muy extraña esta confusión en vista del
hecho harto conocido que los desertores de entre los comandantes y funcionarios
ustashi, como así la rendición de los mismos a los guerrilleros, son un
fenómeno casi completamente desconocido, pues la rendición o captura de un
ustashi equivalía a una muerte segura.
Este capítulo lo concluye el
autor con la afirmación que "de día a día la debilidad del movimiento
ustashi, sociedad secreta sin ideal profundo, partido político sin ideología
precisa, se mostraba más evidente." Lo cierto es que el movimiento con sus
tropas jóvenes y disciplina férrea siguió aparentando una fuerza importante.
Este coloso sobre los pies de arcilla pudo tumbarse con el menor viento, opina
Lespart y concluye que el único quien no lo sabía era el mismo Ante
Pavelić.
El quinto capítulo, titulado
"Runa y yatagan - 1942-1943", está dedicado a las luchas contra los
"partisanos" en Croacia y fuera de ella. En este contexto el autor se
ocupa de la persona de Tito, su biografía y origen enigmático, y luego de la
organización de la SS, división de montaña de voluntarios "Prinz
Eugen", el 1 de marzo de 1942, compuesta de integrantes del grupo étnico
alemán en Croacia (Volksdeutsche) al mando del SS-general Artur Phleps. A los
chetniks servios los caracteriza diciendo "...por odio al comunismo,
afanes de intriga o de puro interés, alegremente pasan de un bando al otro,
adhiriéndose a los italianos contra los dálmatas, a los alemanes contra los
partisanos, a los partisanos contra los musulmanes bosníacos, masacrando y
traicionando como si fuera por gusto." "Los partisanos, dice Lespart,
aplican la táctica de la "tierra arrasada"; la SS destruye las aldeas
después de haberse aprovisionado ... los partisanos torturan a los prisioneros
y matan a los heridos, la SS cuelga a los sospechosos y fusila a los
rehenes..." Ese es el clima en que comenzaron las operaciones
"Weiss" y "Schivarz" en enero y mayo de 1943,
respectivamente. Los resultados de estas dos operaciones incitaron a los
alemanes a cambiar de táctica y de elemento humano para combatir el terrorismo.
Con el consentimiento de Poglavnik se crea el 1 de marzo de 1943 una
"SS-división croata de voluntarios". La componen los musulmanes
bosniacos casi exclusivamente. La venganza de los 100.000 musulmanes de Bosnia
oriental, masacrados por los chetniks de Mihajlovic, en otoño de 1941, explica
el enorme eco del llamado a las filas de la nueva división y no la lucha por
algún orden o Estado, explica Lespart. Pero, Pavelić considera la Bosnia
musulmana, que es étnicamente croata (" ...mais est d'ethnie croate",
dice también Lespart) como pilar más importante de su Estado, teme la
influencia de la SS sobre la población musulmana y emite la orden de arresto
para los que toman parte en el asunto de reclutamiento. Según el general
Phleps, dice el autor, "los campos de concentración de Nova Gradiška y
Jasenovac están repletos de jóvenes que intentaron entrar en la
Waffen-SS". Himmler está enoado y requiere de Konstantin Kammerhofer,
SS-führer policial en Croacia, para que efectúe una protesta ante el gobierno
croata. Las relaciones entre el Movimiento Ustashi y el embajador alemán se
tornan tensas. A pesar de ello, o debido a ello. Adolf Hitler invita
oficialmente a Poglavnik. La entrevista tiene lugar el 27-X-1943. Los nuevos
reclutas prestan ahora juramento a Fiihrer y a Poglavnik. Sin embargo, los
alemanes va habían decidido trasladar esta nueva unidad a Francia para que
prosiga con su entrenamiento. La división se llama "SS-división de montaña
de voluntarios croatas" lo que es en Waffen-SS la división 13.
En julio de1943, esta nueva
división, ahora con el nombre "Handžar"-división
("hand-zar" - yatagán), llega a las cercanías de la localidad de Puy,
en Francia, de donde fue trasladada a Mende en Lozére. En
Villefranche-de-Rouergue, en setiembre de 1943, unos mil voluntarios se
amotinan y matan a sus instructores alemanes sin que se sepa por qué, relata
Lesnart y menciona el nuevo traslado de la división a Neuhammer en Silesia, lo
que posibilitó que el Gran Mufti de Jerusalen, Amin El Husseini, pasara revista
de una "delegación bosníaca" a tal efecto trasladada a Berlin.
De vuelta en Croacia, en febrero
de 1944, la división tuvo activa participación en las luchas, en Bosnia
septentrional. Estas operaciones militares, escribe Lespart, solían convertirse
muchas veces en venganzas personales sangrientas y -refiriéndose al informe de
un médico neozelandés en las filas de los partisanos, Lindsay S. Rogers-
explica el origen del relato de Curcio Malaparte en su obra "Kaputt"
sobre un "canasto de ojos humanos". El mencionado médico relata haber
visto a un musulmán capturado quien cargaba con una "bolsa llena de ojos
humanos... que consideraba ostras arrancadas de sus conchas..." "Eso.
sin lugar a dudas -escribe Lespart- originó la famosa leyenda de Malaparte,
sobre un "canasto de ostras de Dalmacia sobre el escritorio de Ante
Pavelić". Es verdaderamente loable que Michel Lespart no haya
sucumbido a la influencia de "París Match" (25-1V-1957) o de "Le
Nouvel Observateur" (28-1I-1938 - 5-III-1968) los cuales, sin la más
mínima reserva siguen vendiendo las fantasmagorías malaparteanas como verdad
histórica.
Luego de la descripción de la
fallida operación "Rösselsprung" (salto de caballito), el 25-V-1944,
en Drvar, cuyo fin fue capturar a Tito vivo, el autor se propone describir las
tratativas del Dr. Pavelić para salvar el Estado croata. No es aceptable
el relato según el cual el Dr. Pavelić habría encargado a sus ministros
Lorkovic y Vokić negociar con el Dr. Maček, quien habría entablado
contactos con los británicos y los norteamericanos y quien, en el caso de
asumir el poder, estaría en condiciones de negociar con los Aliados
occidentales en el sentido de que el Estado croata sobreviva en la esfera
occidental. Lamentablemente no es cierto que Pavelić habría ordenado a sus
ministros tales negociaciones, ni tampoco es cierto que el Dr. Maček
hubiera establecido relaciones con los Aliados. Aun menos es cierto que
"las autoridades alemanas hicieran detener a los ministros antes de
iniciar las negociaciones y que el Dr. Pavelić no estaba en condiciones de
salvarlos." Hubo negociaciones, es cierto, pero sin participación del Dr.
Pavelić. El servicio secreto alemán no había descubierto nada y tampoco
hubo autoridades alemanas en Croacia con poder de arrestar a nadie menos a dos
activos ministros croatas. La mejor prueba de ello es el libro de Wilhelm Höttl
(Walter Hagen), "Die Geheime Front" (El frente secreto) que sirvió
muy a menudo al autor como fuente de información, y que ni siquiera menciona el
drama Lorković-Vokić. Este episodio fue un asunto netamente croata
que tuvo un desenlace trágico, no esclarecido todavía fehacientemente en todos
sus pormenores.
Otro intento de salvar el Estado
croata -y un "error in persona' del autor es el viaje del Dr. Branko
Benzon, que fuera el primer embajador croata en Berlín, a España a instigación
de Pavelić, a fin de negociar directamente con los ingleses. El error del
autor consiste en hablar del Dr. Branko Jelić a quien atribuye el carácter
de cónsul general croata en Berlín, desconociendo el hecho de que Branko Jelic
ya en 1939 fue apresado en Gibraltar y trasladado a Inglaterra, donde permaneció
hasta el fin de la guerra. El libro "Die Geheime Front" menciona el
viaje del Dr. Benzon a España sin atribuirle la misión aludida; sin embargo, al
Dr. Jelić ni siquiera lo nombra, y con razón, ya que estaba internado.
Este capítulo, intitulado
"Las columnas de muerte - 1944-1945", concluye Lespart con la
descripción del "gran éxodo de los croatas" que finalizó con la
matanza conocida con el nombre de "La tragedia de Bleiburg" cuando
unas doscientas mil vidas croatas se extinguieron a manos de los partisanos de
Tito. A pesar de algunas inexactitudes de poca significación, la descripción es
bastante fiel a los hechos conocidos, tanto en su fase preliminar (un
intermezzo en Celje, donde el profesor Daniel Crijen logró paso libre por parte
de los partisanos a las columnas croatas), tanto en su fase final, o sea en las
negociaciones en el castillo de Bleiburg, ocasión en la cual el general inglés
declinó aceptar la rendición del ejército croata. El autor cita extensamente
las palabras del profesor Crljen dirigidas al general inglés con el propósito
de advertirlo sobre las consecuencias de su actitud (según la revista "La
Croatie", N° 7-1967). Las matanzas que tuvieron lugar seguidamente después
de la forzada rendición a las tropas comunistas de Tito, Lespart las atribuye a
unos crímenes del adversario masacrado cometidos con anterioridad. Lástima que
no se había enterado de la declaración de Milovan Djilas que decía: que el
ejército croata tuvo que perecer para que Yugoslavia pudiera vivir! De acuerdo
con un memorandum de los refugiados croatas, dirigido a la Cruz Roja
Internacional, alrededor de 250.000 personas han sido liquidadas en mayo de
1945 cuyos despojos corporales es están descomponiendo en las fosas de Maribor,
Kočevlje, Težno Selo, Huda Luknja etc. El gobierno del mariscal Tito
constantemente rehusaba la formación de una comisión investigadora que podría
rechazar o corroborar tales manifestaciones o acusaciones -concluye Lespart.
"Brasas bajo las
cenizas" es el titulo del cuarto periodo desde 1945 hasta 1972. El autor
vuelve a ocuparse de la suerte del Dr. Pavelić desde su desaparición en
Europa, dedicando breves reseñas de su llegada a la Argentina, al atentado
contra él, el día 10-IV-1957, su huída y su muerte acaecida en Madrid el
28-XII-1959.
Dentro de este contexto es
errónea la aseveración que Pavelić había fundado en el exilio el Consejo
Nacional Croata con sede en Nueva York, con un diario, milicia y "fondos
que provienen en su mayor parte de la porción croata del Banco Nacional
Yugoslavo, y, también, del pillaje de los monasterios ortodoxos y robos
cometidos en Servia." Tales aseveraciones serían incomprensibles si no se
tomara en exenta la propaganda titista de posguerra que muy poco tiene que ver con
la realidad histórica, o sea, que las fuerzas armadas croatas jamás franquearon
la frontera servio-croata, ni pisaron el territorio de Servia que se encontraba
bajo la ocupación militar alemana.
La lucha por la independencia
nacional, dice Lespart, es aquella brasa no apagada, que están avivando tres
grupos políticos principales que actualmente también luchan entre sí por la
predominación política. Estos grupos son "El Movimiento Libertador
Croata" (Hrvatski Oslobodilački. Pokret - HOP), "La Resistencia
Nacional Croata" (Hrvatski Narodni Odpor) y "El Comité Nacional
Croata" (Hrvatski Narodni Odbor): Al describirlos y caracterizarlos, el
autor comete algunos graves errores. Por ejemplo, refiriéndose a HOP lo designa
como "El Consejo Nacional Croata en exilio" (Hrvatsko Narodno
Vijeće) y sostiene que lo conducen el "abogado Volksdeutsch Andreas
Hefner", en vez del Dr. Stjepan Hefer -croata a pesar de su apellido
alemán- y el musulmán bosníaco Ibrahim Džinić-Beg, en vez del Ing. Hilmija
Bešlagić. Es evidente que el autor ha confundido los primeros líderes del
HOP, después del fallecimiento del Dr. Pavelić, con el Consejo Nacional
Croata, fundado en Nueva York, en 1962, bajo la presidencia del Dr. Ibrahim
Bey-Džinić.
Finalmente, luego de mencionar
algunas matanzas mutuas perpetradas por los integrantes de la emigración
ustashi y de las embajadas yugoslavas, el autor muy por encima toca los sucesos
llamados "La primavera croata" para terminar con una referencia a los
contactos del Dr. Branimir Jelić, a que sigue designando equivocadamente
"el cónsul general de Croacia en Berlín", con los agentes del
servicio secreto de la Unión Soviética, que, según Jelić, estaría
dispuesta a reconocer una Croacia libre a precio de incorporar a Servia en el
marco del Pacto de Varsovia. Esta aseveración un tanto atrevida la concluye
Lespart diciendo: "Hoy, también el Dr. Jelić está muerto, pero nadie
de la parte soviética jamás desmintió sus palabras."
Terminando su libro, Lespart
constata que el "mariscal Tito tiene ochenta y cuatro años...",
insinuando así que este hecho y sus consecuencias, en un futuro no lejano,
serían de gran importancia para la vida de los croatas en la patria y en el
mundo.
Por ello, este libro -a pesar de
sus numerosos errores, unos eludibles otros quizás inevitables- llega en un
momento apropiado y en un idioma en el cual no hay casi nada escrito con
simpatía hacia la lucha croata por su independencia estatal. Aunque está obra
no es una historia, y a pesar de la abundancia de inexactitudes históricas, no
cabe duda de que su autor siempre trató de presentar los hechos históricos con
imparcialidad. A pesar de la literatura a la que recurre, escrita en francés,
inglés, italiano, etc., el autor logró formar y mantener una actitud objetiva
respecto al problema croata. En esta obra, los ustashi, o las fuerzas armadas
croatas, no son la "béte noire" como en la propaganda comunista
yugoslava. El autor conoce un sólo criterio para juzgar a los ustashi, los
chetniks y los partisanos cuando se trata de ciertos atavismos balcánicos. No
se salvan ni los alemanes, cuando se trata de sus represalias.
El material ilustrativo es
conocido proviene de distintas fuentes fidedignas. Sin embargo, es lamentable
que lo mismo no puede decirse de las ilustraciones en la tapa y la contratapa.
En la tapa aparece una figura barbuda de un típico guerrillero chetnik servio
bajo el título del libro "Les Oustachis". En la contratapa vemos un
conocido fotomontaje de procedencia yugoslava.
Milan Blažeković
Buenos Aires, 1976, talleres
gráficos "Vilko". Edición técnica preparada por arquitecta Carmen
Rojnica, y Teresa Elizalde.
A las 22 traducciones existentes
en la actualidad de la obra máxima de la poesía argentina gauchesca, el Martín
Fierro de José Hernández, debemos agregar ahora, con sumo placer, la efectuada
por Pero Tutavac al idioma croata. Esta nueva versión, editada en marzo del año
pasado, comprende tan solo la primera parte del poema, o sea la titulada
"El Gaucho Martín Fierro", quedando excluida la segunda parte:
"La vuelta de Martín Fierro".
En el excelente prólogo de esta
traducción, escrito por Duško Kalebić, se brinda a los lectores de habla
croata una visión, que no por reducida deja de ser completa, de lo que
significa la poesía gauchesca y el Martin Fierro en especial dentro de la
literatura mundial, confrontándolo con la poesía popular croata. La ilustración
de Teresa Elizalde conjuga el espíritu telúrico de la obra con la representación
gráfica de sus personajes.
Traducir a otro idioma una obra
como el Martin Fierro de José Hernández no es tarea fácil. Y no lo es porque
precisamente ella se caracteriza por la eficacia expresiva de un estilo que
refleja la honda adecuación del autor a las modalidades de pensamiento y vida
de su protagonista gaucho. Hay en J. Hernández conciencia del valor lingüístico
que se advierte en la gran seguridad con que intenta reflejar, fiel y
verazmente, el habla coloquial de los personajes matizada con una filosofía
popular llena de gracia, de dinamismo, de emoción telúrica y de orgullo humano.
La lengua gauchesca utilizada por Hernández no es sino una variante del español
arcaico de los conquistadores mezclado con voces indígenas, propalado en el
medio campesino por tradición oral y del que sólo quedan actualmente ciertas
voces y modismos pintorescos. Por eso, desde este punto de vista, se puede
decir que el Martín Fierro es casi intraducible.
En razón de ello el trabajo del
traductor es arduo pesado. Por sí solo debe crear una obra de arte, para estar
a la altura del original, donde volcar el significado, los valores y los rasgos
denunciadores del poema que nació bajo la advocación de la libertad y la
rebeldía y que se ha encaramado en las torres de labra sino por la
trascendencia del mensaje irradiado. Y esto es lo que ha hecho Pero Tutavac. A
pesar de las limitaciones derivadas del texto original mismo la traducción
responde y resume la temática del Martín Fierro.
El trabajo llevado a cabo por
Tutavac tiene por finalidad acercar al lector croata lo que José Hernández
acercó, hace ya más de un siglo, a sus compatriotas. Para ello recurre a la
estrofa compuesta de 4 versos de arte mayor: el decasílabo, utilizado por los
poetas croatas en las poesías populares y épicas. Esta métrica, en lugar de
chocar con la de José Hernández, heredada del romance octosílabo, aborigen y
privativo de la lengua castellana, acerca al Martin Fierro a la sabiduría
popular croata. El idioma empleado, quizá por los mismos motivos que la
métrica, no es el lenguaje culto de la literatura croata, sino el que se usó
por primera vez en las creaciones populares croatas, el idioma que tal vez
hablaba el hombre común y el campesino croata cuando J. Hernández escribía su
obra máxima: "la ikavica". Si alguna crítica se podría hacer a esta
hermosísima traducción tal vez seria a de por qué el traductor eludió el idioma
erudito y culto de la literatura croata. Sin embargo es probable que la
musicalidad y el ritmo que le da la "ikavica" no se hubiera logrado
de otro modo; de otro modo no se hubiera conservado el sentido idiomático del
poema.
De esta manera la traducción de
Tutavac responde perfectamente a lo que el propio autor de Martin Fierro, en su
prólogo a la segunda parte del mismo, señalaba: "Un libro destinado a
servir de provechoso recreo, después de fatigosas tareas... debe ajustarse
estrictamente a los usos y costumbres de esos lectores, rendir sus ideas e
interpretar sus sentimientos en su mismo lenguaje, en sus frases más usuales
... a fin de que el libro se identifique con ellos de una manera tan estrecha e
íntima que su lectura no sea sino una continuación natural de su
existencia." Y por otro lado esto es lo que debe ser una traducción de una
obra a su versión original: ambos deben identificarse perfectamente.
El lector que domina ambos
idiomas, el de Hernández y el de Tutavac, que ha leído el poema en su lengua
original, que ha captado el mensaje de su protagonista, para quien vivir era un
acto significativo y trascendente de fe individualista: la defensa de su
decoro, de su dignidad, de su libertad, no puede menos que reconocer con
emoción que es eso exactamente lo que también le trasmite la versión croata. Y
esto es, quizá, lo mejor que pueda decirse de la misma.
Blažena Bezina
(Croacia en el camino de su
liberación), Editorial ZIRAL, Chicago, pp. 580, en croata.
La agresión granservia es
tratada por la literatura política croata en una serio de obras científicamente
sólidas, ente las cuales se destacan las obras de D. Mandić, V. Murvar, e
I. Degrel como también en múltiples estudios de los escritores políticos croatas,
publicados en los periódicos "Hrvatska Revija", "Nova
Hrvatske", "Danica", y, especialrnente, en "Studia
Croatica".
A estas publicaciones se agrega
ahora el libro del periodista, hombre político e intelectual, Franjo
(Francisco) Dujmović, con el título que mencionamos en el epígrafe.
La comparación de los Balcanes
con un barril de pólvora que en cualquier momento puede estallar, no es una
exageración: los Balcanes permanecieron hasta hoy un foco de peligrosas crisis
políticas, que pueden causar conflictos de dimensiones mundiales.
Una de las causas principales
del peligro balcánico, e indirectamente, mundial es el expansionismo
gran-servio tendiente a apropiarse de las regiones étnicas de sus vecinos, en
primer término en perjuicio de los croatas.
Este fenómeno patológico en la
vida de un pequeño pueblo balcánico como son los servios, que supera su propia
fuerza y lo obliga a aventuras políticamente peligrosas alcanzó su cenit en la
Yugoslavia comunista en la que el pueblo croata está obligado a luchar por su
mera existencia nacional.
La política servia anticroata en
el Imperio austro-húngaro, el atentado de Sarajevo del año 1914, el atentado
contra los diputados nacionales croatas en la Yugoslavia monárquica 1928, la
posterior dictadura del rey Alejandro y la formación, más tarde, de la
Yugoslavia comunista, la tragedia de Bleiburg, que constituye un caso de los
más grandes y más repulsivos crímenes de genocidio en la historia mundial, las
"marchas de la muerte" y las persecuciones de los patriotas croatas,
la condena vergonzosa del cardenal Luis Stepinac y la muerte violenta del líder
comunista croata Andrija (Andrés) Hebrang, luego la penetración servia en las
regiones croatas, graves obstáculos al uso del idioma literario croata y a sus
manifestaciones culturales en general, la supresión brutal de la
"primavera croata" -es decir la liberalización y democratización del
régimen- la difamación sistemática de los croatas ante la opinión mundial,
constituyen eslabones del mismo plan cuyo objetivo es el exterminio del pueblo
croata.
El libro de Dujmović versa
sobre todos estos problemas y es una de las mejores contribuciones
literario-periodísticas en esta materia. El autor posee gran experiencia
política y conocimientos sólidos, lo que le posibilita una segura orientación
en la complicada problemática de la política croata desde los comienzos de este
siglo hasta los acontecimientos más recientes. La obra de Dujmović no es
una apología unilateral sino una presentación objetiva de las corrientes y anhelos
políticos croatas, basados en rica documentación, donde hay datos de
importancia poco conocidos o que de esta manera se comunican por primera vez al
público. Un estilo vivaz, periodístico, accesible a amplios sectores no lo
induce al autor a las declamaciones patéticas y frases convencionales, sin
eludir, no obstante, señalar errores de les hombres políticos croatas aún
cuando se trata de un círculo más reducido de sus propios correligionarios.
Pero su crítica es, en cada momento, de carácter constructivo y sin caer jamás
en el pesimismo. De cada página de su libro brota una profunda fe en un futuro
mejor del pueblo croata, que, a pesar de todos los contratiempos en su historia
milenaria logró conservar su espíritu de lucha y su anhelo por la libertad.
Dichas cualidades hacen de esta obra un faro luminoso en un mar de
mistificaciones y falsificaciones, con que los chovinistas granservios intentan
encubrir el verdadero estado de cosas.
El abundante material reunido en
el libro de Dujmović confirma, en forma fehaciente, el hecho de que la
mayoría del pueblo croata era contraria al Estado común con los servios,
formado el 1918. El proceso político posterior demostró claramente que el
pueblo croata habría votado plebiscitariamente por un Estado independiente
croata, si se le hubiera dado la oportunidad. Pero también aquellos políticos
croatas, elegidos en base al derecho de elección restringido que estaba en
vigor en la Monarquía danubiana postfeudal aceptaron la idea de unión con los
servios suponiendo que el nuevo Estado iba a ser organizado sobre los
principios democráticos que garantizarían al pueblo croata el pleno goce de la
libertad e igualdad. Esta esperanza quedó trunca. Croacia, desde los primeros
días de la existencia de Yugoslavia, fue ocupada por el ejército servio y quedó
en este estado casi colonial hasta el derrumbamiento de la Yugoslavia
monárquica. El país era regido por el ejército servio, cuya plana mayor es un
circulo cerrado, una especie de mafia a la que el acceso de los croatas quedó
prohibido; luego organizaciones servias terroristas, la "čaršia"
de Belgrado (un grupo de familias privilegiadas de la capital servia)
encabezados por el rey Alejandro Karageorgević quien odiaba profundamente
a los croatas y fue uno de los factores más importantes de la política
anticroata. Esta política se presentaba con las apariencias de una falsa
democracia con el fin de engañar al mundo exterior. Dicho estado de cosas
empeoró con la organización de la Yugoslavia comunista en la cual los
chovinistas servios están a disposición de todos los medios de represión de un
régimen totalitario como es el de Tito. La pseudodemocracia de la Yugoslavia
monárquica fue sustituida por la "organización federalista" de Tito
que no garantiza a los croatas ninguna clase de amparo contra el arbitrario
poder central de Belgrado. Tito no consiguió dar una solución viable al
conflicto nacional croata-servio. Incluso, bajo su régimen, éste se agudizó aún
más. Yugoslavia sigue siendo un edificio a punto de derrumbarse, manteniéndose
en pie sólo por la violencia y el terror policial.
Los croatas en la Yugoslavia
monárquica lucharon, adoptando métodos parlamentarios. Recién entonces, cuando
su líder democrático, Esteban Radić, fue muerto por orden del rey
Alejandro, una parte de los croatas decidió recurrir a la lucha revolucionaria.
Pero, incluso ahora, sus líderes políticos primero intentaron convencer a las
potencias occidentales de las justificadas reivindicaciones croatas y recién
entonces, al no encontrar la necesaria comprensión, recurrieron a otros métodos
y caminos de lucha.
Los croatas, de orientación
occidental durante toda su historia, habrían preferido luchar, por ejemplo, en
la Segunda Guerra Mundial del lado de los estados democráticos, si el Occidente
les hubiera ofrecido la ayuda en la lucha por su liberación.
La cuestión croata es un
problema internacional. Resulta imposible, en consecuencia, relegarlo al plano
secundario y dejar a gusto de Tito y de su camarilla granservia para que
decidan arbitrariamente sobre el destino del pueblo croata. La Yugoslavia
multinacional, donde todo el poder está concentrado en manos de la minoría
servia, no puede regirse de acuerdo con los principios de la democracia de tipo
occidental. En ella puede existir solo la "democracia bizantina" al
estilo del rey Alejandro, la democracia "progresista" de Tito u otra
forma de la dictadura abierta o disimulada que nada tiene en común con la
verdadera democracia occidental. Los croatas, pues, no luchan por ninguna clase
de la Yugoslavia democrática, porque en ella volvería a repetirse el mismo
juego. Teniendo presente su mala experiencia en el pasado, los croatas están
luchando actualmente por un Estado propio, libre y soberano, basado en los
principios liberales del Occidente democrático, única condición que puede
garantizarles un desarrollo pacífico en la comunidad de los países libres.
Cualquier otra solución llevaría en sí un germen de nuevos e inevitables
conflictos.
Resultaría útil traducir algunas
partes del libro de Dujmović a los idiomas universales, o que el autor
mismo preparara una edición abreviada de su obra para el público extranjero,
pues muchos problemas tratados se refieren a los asuntos internos y domésticos,
que no interesan tanto a un lector foráneo. Una edición de este carácter podría
estimular a algún publicista extranjero para prestar su atención al tema de
tanto interés ya que después de la muerte de Tito esa zona cobrará una
actualidad candente.
Ivo Hühn
[1] Wilhelm Hoettl "The Secret Front", Weidenfeld y Nicolson, London, p. 133.
[2] Idem, p. 135.
[3] Richard Foster, The Yugoslav Concert of General People Defense - Strategic Studies Center, Stanford Research Institute.
[4] The Economist, London, 27-8-1971, p.V.
[5] John Prcela and Stanko Guldescu, ed. "Operation
Slaughterhouse - Eyewitness Account of Postwar Massacres in Yugoslavia". Philadelphia. 1970 (Ver
reseña en "Studia Croatica" N. 43-43/1971 p. 2 1/2 - N. del Trad.) Lord Nicholas Bethell, "The Last Secret",
London, 1975. Documentos Británicos, Archivo del Foreign Office. Londres, (F. O. 371 (48920) R 13674/728/92). - Ivo
Omrcanin, "The Pro-Allied Putch in Croatia in 1944 and the Massacre of
Croatians by Tito Communists in 1945", Philadelphia, 1975. (Ver reseña en
"Studia Croatica" No 58-59/1975, pp. 185-189 - N. del Trad.).
[6] Bogdan Radica, "Hrvatska 1945" (Croacia 1945),
Munich, 1974.
[7] Bogdan Radica, "Stepinac and Tito", The
Commonweal, Vol. LVII, N 25, marzo 27, 1953.
[8] Cong. Trent Lott, "Churches under fire in Tito's
Yugoslavia" East Europe, Vol. 24, No 2, junio 1975, p. 6. "Croatian
Christian Martyres", id. Vol. 23, No 2, agosto 1974, p. 12.
[9] Bogdan Raditsa, "Tito's Final Test", The
New Leader, Vol. XLIX, N. 14, julio 4, 1966, p. 7.
[10] B. Raditsa, id. p. 8.
[11] Las publicaciones que trajeron los más significativos
ensayos y artículos sobre el vimiento masivo" croata han sido
"Kritika", "Hrvatski Tjednik" (El Semanario Croata), y
"Hrvatski Knizevni List" (Gaceta Literaria Croata). Así, el
31/10/1971, el "Hrvatski Tjednik" publicó la noticia que en la
concentración masiva de los estudiantes en Zagreb, en octubre de 1971, uno de
los más prominentes oradores urgía que Croacia entrara en la ONU como entidad
separada y que el Banco Nacional de Croacia fuera establecido a fin de frenar
el flujo de dinero a Belgrado.
[12] "Hrvatska Revija" (La Revista Croata), Año
XVII, N9 1-2 (pp. 65-66), agosto 1967.
[13] Smiljana Rendic, "Salida del Genitivo o el Segundo
Renacimiento Croata", "Kritika", mayo-junio 1971.
[14] Dr. S. Djodan, "The evolution of the economic system of Yugoslavia and the economic position of Croatia", Journal of Croatian Studies, No 13/1972, p. 3.
[15] La Liga Internacional por los - Derechos del Hombre condena
la represión de Derechos Humanos en Yugoslavia. Croatia Press, Revista y
Noticiero. Vol. XXVI. Abril-junio 1973. Nro. 1-2 (pp. 173-74).
[16] El 15 de septiembre de 1971 declaró Tito que era
"absurdo" pensar que un "gran chauvinismo está floreciendo"
en Croacia. Sin embargo, un miembro del Comité Central de la Liga de los
Comunistas de Croacia explicó aseveración, en diciembre de 1972, insinuando que
la señora Dabčević y Mika Tripalo encañaron a Tito con respecto a la
situación en Croacia. El NIN (un prominente semanario de Belgrado - N. del
Trad.) del 9/12/1972, p. 13. Tito fue criticado por no haber procedido contra
los nacionalistas croatas con anterioridad a diciembre de 1971. Se justificó y
se defendió al declarar en enero de 1972 que "seis meses antes muy pocos
ciudadanos en Croacia hubieran comprendido" la necesidad de liquidación de
"el socialismo con cara humana" en Croacia. (VUS - Vjesnik u Srijedu,
semanario de Zagreb - N. del Trad.), edición de ultramar, 2/2/1972, p. 59.
[17] Editorial "Tor" Buenos Ares. Pág . 258-259.
[18] "La cultura en la encrucijada nacional". Ed.
"Sudamericana" - Buenos Aires, 1976. p. 33.