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STUDIA CROATICA

Año XVIII – Enero – Junio 1977- Vol. 64-65

 

Democracia ilimitada y derechos humanos. 2

El ejército yugoslavo como instrumento de la hegemonía servia. 7

Eslovenos y croatas - aliados en la lucha por la independencia. 20

El nacionalismo en Croacia desde 1964.. 23

Problemas de cultura. 35

"Martín Fierro", la Argentina y los croatas. 35

Antonio Rendic: Resurrexit 42

Duelo – por Ana Blažeković. 42

Noticias y comentarios. 43

La justicia parece deambular con ojos vendados - Excesiva pena para los secuestradores croatas de un avión norteamericano.. 43

Acto recordatorio de la fecha patria - El 9 de Julio.. 44

Fue organizado un comité judío por la libertad de Croacia. 46

Notas del país de la "unidad y la fraternidad". 47

La "otra" vía. 51

Insólita acción australiana contra dos ciudadanos argentinos. 53

Necrologios. 54

Mateo Luketa - In Memoriam... 54

Jure Ivanović In Memoriam... 55

Documentos. 55

Los derechos humanos - Memorandum al gobierno federal de Suiza de la Central de las Organizaciones de Exilados del Centro y el Este europeos. 55

Fallo contra los "argonautas del aire". 58

Reseña de libros. 59

Michel Lespart: "Les Oustachis - terroristes de l'idéal". 59

José Hernández: Martín Fierro, traducción en el idioma croata, por Pero Tutavac. 66

Franjo Dujmović: Hrvatska na putu k oslobodjenju. 67

 


Democracia ilimitada y derechos humanos

Acerca de las discusiones teóricas y la necesidad de cambios prácticos

Franjo Nevistić

"Todas las cosas tienen su precio,

pero sólo el hombre tiene la dignidad". E. Kant

Se ha dicho, hace bastante tiempo, por parte de algunos renombrados teóricos, que la democracia no es otra cosa que un período histórico, una época, una forma y estilo de la vida política circunstanciales. En la opinión de otros, sin embargo, se trataría de un plan, de un proyecto político permanente como consecuencia directa de una concepción del mundo, de una cosmovisión integral. Los que sostenían o siguen sosteniendo la primera posición, seguidos por las masas indoctrinadas en el espíritu antidemocrático, creían que la problemática de la democracia ha sido superada, especialmente de la democracia liberal y parlamentaria, digna de olvido, ser tirada al trasto de la historia. Sin embargo, el reciente desarrollo de la política tanto internacional como de la de muchos países tomados individualmente, otorga crédito a la opinión contraria.

En efecto, los problemas de la democracia vuelven a ocupar intensamente el interés de todos. El de los teóricos igual que el de los hombres políticos.

¿De qué democracia hablamos?

¿A qué democracia nos referimos aquí? Hay tantas, que uno queda perplejo al sólo pronunciar el nombre de la misma. La democracia liberal, parlamentaria, capitalista, socialista, popular, comunista, ilimitada etc. Incluso, los periódicos del régimen de Tito (Yugoslavia) comienzan a hablar de una democracia de computadoras. Habrá que suministrar datos necesarias a una máquina electrónica y ella nos resolvería cuestiones de la más variada índole. En el presente artículo el término democracia lo tomamos en su sentido más puro, originario como lo conocen la teoría y la práctica del mundo occidental. En nuestro ambiente argentino, el académico Manuel Tagle, dijo recientemente con cabal acierto qué es la democracia occidental. Sin mencionar a nadie ratificó la opinión, por ejemplo, de Gabriel Marcel, filósofo católico, quien había reconocido grandes méritos al liberalismo por su efectividad práctica, dando formas legales -constitucionales y políticas- a la democracia, sin tomar en consideración, incluso, prescindiendo de su posición frente a los problemas metafísicos. "No fueron liberales los griegos ni los romanos... no admitieron la igualdad natural de los hombres ni repararon en que inherente a la noción de la persona es la dignidad ética, incompatible con su sometimiento a cualquier clase de servidumbre.

El cristianismo fundó estos conceptos sin exceder el plano abstracto de los valores que no se realizan. El liberalismo afloró... estimulado por la viva conciencia de "politizar" esas verdades religiosas, fijándolas en las instituciones" ("La Prensa", Buenos Aires, 10 de agosto de 1977). Nos referimos, pues, aquí a la democracia parlamentaria, pluralista, polipartidaria. No sin un real fundamento decía H. Bergson, que la democracia es por su inspiración del origen evangélico. W. Churchill, a su vez, la "definió" lúcidamente como la mejor entre las malas formas de gobierno. Después de una amplia y casi exhaustiva crítica, de la democracia parlamentaria -por ejemplo la del académico británico, James Bryce enfocada en sus múltiples aspectos, desde la formación de la opinión pública, hasta la terminación de las discusiones en la actividad legislativa y la política, de gobiernos, y después de la práctica soviética, que tomaba al pie de la letra esa crítica y, más tarde, del nacional-socialismo y el fascismo -menos durable- se la consideraba por muchos como caduca y definitivamente superada por igual como cualquier otra época histórica, superada por el tiempo y la vida.

No obstante, el momento actual ofrece pruebas que desmienten tanto las teorías como las prácticas antidemocráticas en el escenario internacional. Así, por ejemplo, Fridrich August von Hayek, premio Nobel para las ciencias económicas (1974), de orientación liberal, retoma el problema y reexamina su significado y su alcance, proponiendo reformas que considera indispensables para la defensa de la democracia contra totalitarismos. Además, la revisión (?) de la posición comunista frente al problema en su versión del "eurocomunismo", nos autoriza pensar con suficiente razón, que la democracia, en su sentido más genuino y originario, ha recobrado la actualidad acorde con su importancia en la vida del hombre contemporáneo.

La posición de Hayek

Como para sorprender a muchos, el sabio alemán señala la raíz histórica de la crisis de la democracia justamente en el sistema democrático parlamentario de Inglaterra. "La soberbia pretensión del parlamento inglés de ser soberano y no estar subordinado a ninguna ley en las medidas legales de su gobierno, se puede considerar como golpe mortal tanto para la libertad individual, como también para la democracia", escribió el mencionado sabio en "Frankfurter Allgemeine Zeitung" del 8 de enero de 1977.

Esta "soberbia pretensión" estriba en la errónea concepción de Francis Bacon, Thomas Hobbes o del racionalismo de Descartes. Según su opinión común, no hay ningún poder superior del poder de Estado. Esta concepción, por suerte, venía mitigada por la tradición anglosajona que siempre evidenciaba una mayor "comprensión por Common Law de un Edward Coke, Mathew Hale y de viejos Whigs..." Para fundamentar su audaz y sorprendente afirmación -pues la democracia británica es considerada como paradigma de la democracia en general- Hayek explica: "Si bien existen suficientes razones para preferir un gobierno de carácter democrático limitado a un gobierno no democrático, yo, no obstante, debo confesar que doy la preferencia a un gobierno limitado no democrático que a un gobierno democrático ilimitado que es, en realidad, un gobierno sin Ley. Un gobierno, que se somete a la Ley, según mi parecer, tiene un valor mayor que los elegidos representantes de pueblo." ( ... ) "En mi opinión toda forma de gobierno es reprochable en que cualquier mayoría puede hacer objeto de cualquier cuestión que le guste como objeto de las medidas de gobierno, si bien las decisiones de la mayoría acerca de todos los problemas ... son... de la responsabilidad de sus gobiernos..." "El antiguo ideal del Estado de derecho, de "rule of law" y del gobierno bajo la ley -"Regierung unter dem Gesetz"- así fue destruido. "Durante siglos, todos los esfuerzos se dirigían a restringir, limitar el poder de gobiernos.

Pero, de repente, se creyó que el control de los gobiernos por parte de los elegidos representantes de la mayoría hacía innecesarias todas las restricciones del poder de gobiernos y que todas aquellas barreras constitucionales contra el abuso del poder, levantadas poco a poco, no eran más necesarias. De esta manera tuvo su origen la democracia ilimitada, y es ella que plantea nuestro problema actual y no precisamente la democracia en su verdadero sentido. Todas las democracias actualmente existentes son, más o menos, democracias ilimitadas". Siendo el objetivo de las leyes la protección de la libertad personal, permitiendo la coerción sólo para asegurar el uso correcto de las reglas generales, Hayek acota: "Una opresión arbitraria en forma de coerción discriminatoria, ejercida por la mayoría, en nada es mejor que la opresión arbitraria por parte de cualquier otro".

El mal consistiría, empíricamente, en la confusión del poder legislativo y el administrativo. Para mantener la mayoría y por su intermedio el carácter legal de sus actos, los gobiernos que protegen sólo los intereses sectoriales, obligan la mayoría, a votar por los mismos, mediante la presión y la corrupción permanentes.

El cuerpo legislativo se convierte, via facti, en la legislación gobernante. "En toda la representación popular de carácter irrestringido (omnipotente), las decisiones estriban en el procedimiento legalizado de extorsiones y de corrupción, la que está ya desde mucho tiempo generalmente reconocido y del cual tampoco los mejores pueden liberarse". El "parlamento británico no tenía más ni el tiempo ni la comprensión para los verdaderos problemas del derecho", reproduce Hayek una autorizada opinión británica.

Por una nueva cámara legislativa

Para abandonar este camino equivocado que la originaria legislatura adoptó, cargando con las tareas administrativo-gubernamentales, Hayek propone crear una nueva cámara legislativa. "Se trata de crear una verdadera representación de la opinión dominante que estaría independiente de la presión de todos los intereses particulares. Estaría limitada a emitir leyes (en el sentido material de la palabra) de tal manera, que toda la disposición específica, o discriminatoria quedara sin efecto. Su autoridad descansaría en la autolimitación de fijar reglas generales.

La Constitución debe proporcionar criterios al respecto, mientras las reglas deben darles cabida convirtiéndolos en leyes en vigencia, aptas para aplicación a un sinnúmero de los casos en el futuro, etc". Hayek prevé también cómo debería elegirse a los representantes de esta nueva cámara legislativa y qué requisitos y virtudes deberían tener en cuanto a su edad (45 años como mínimo), preparación intelectual, experiencia y el renombre que gozan por parte de la opinión pública etc. A pesar de todo esto, que reviste un carácter de gran importancia, ello no nos interesa aquí. Para nuestro propósito nos interesa la idea final de Hayek: "De esta manera podríamos salvar todavía la democracia y frenar la tendencia hacia un estado que se describe como la democracia totalitaria y que a muchos parece inevitable".

Democracia y derecho prepositivo

Hayek, evidentemente, considera que los criterios de Constituciones son normas supremas de conducta de las comunidades políticas, sin preguntar siquiera por el último fundamento y la fuente de dichos criterios, si bien dice que el objetivo principal de las Constituciones es la protección de la libertad personal. Las Constituciones y las asambleas constituyentes reaparecen de esta manera como supremos "productores", incluso creadores del derecho, de las leyes y la legalidad. ¿No significa todo esto dar vuelta nuevamente a aquel "golpe mortal", que señaló el mismo al referirse a la "soberbia" soberana del parlamento inglés, considerándola la causa principal de la crisis de democracia? Si estos organismos sociales son absolutamente soberanos ¿cómo proteger los valores personales? ¿Dónde buscar el asidero de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de una democracia limitada ante la supremacía absoluta de la democracia ilimitada y totalitaria y ante su poder irresistible? ¿En el teísmo postulatorio de Kant, que señala la peculiaridad específica de la dignidad humana, pero la deja sin una fundamentación adecuada?

La teoría de derecho europea y tradicional, según opiniones autorizadas, no reconoce una legislación humana absoluta. También el poder legislativo es, a su vez, un poder ejecutivo del derecho. No en el sentido degenerativo, como lo explica Hayek, degradándose la legislatura en un cuerpo cada vez más administrativo en el servicio de gobiernos, como lo confirma la democracia ilimitada, sino en un sentido bien diferente. "La ley no es ni único ni tampoco el más alto peldaño del orden jurídico, como lo enseñan Vedross, Kelsen y Merkle, repitiendo antiguas verdades. Como la sentencia judicial, colocada por la doctrina tradicional en una absoluta contraposición con la libre creación de derecho legislativa, es también productora del derecho, así la legislatura, a su turno, es también el poder "ejecutivo", de aplicación del derecho antes de crear un nuevo derecho". (R. Marčić, Rechts-philosophie, pp. 222, Freiburg, Verlag Rombach y Cía., 1969).

La legislatura sería, antes que nada, un poder que codifica, ejecuta un derecho preexistente a toda la codificación y la legislación organizada. Se trataría del derecho prepositivo, fundado en el orden de las cosas - ordo rerum, "Seinsrecht", como lo denomina la teoría jurídico-filosófica alemana. Incluso, aquel que legisla, primero ejecuta ciertos valores, principios y criterios jurídicos y recién entonces continúa con su actividad legislativa en el sentido común y rutinario. San Agustín había dicho: "Noluit Deus hominem homini dominari", lo que, en síntesis, es aquella doctrina cristiana a que alude Tagle y que quedó dentro de los valores que no se realizaban hasta la práctica liberal. Los padres "del nuevo mundo", subraya Marčić, formularon con un sentido más práctico: "a government of laws and not of men". Aquí encontramos la coincidencia de la doctrina cristiana y la de los liberales que luego fueron fatalmente divorciadas.

Democracia y derechos humanos

La política de protección de los derechos humanos, inaugurada por el presidente Carter, la desaparición del régimen franquista en España y, con anterioridad, de aquel de Salazar en Portugal, el problema de la democracia vuelve a ser de una extraordinaria actualidad. En tal sentido es de sumo interés también la novísima posición al respecto de los comunistas españoles y catalanes. De sumo interés, si bien no nos atrevemos decir de interés decisivo también. Habrá que esperar el desarrollo futuro inmediato. En efecto, en un comunicado del partido comunista español del año 1975 se dice entre otras cosas: "El encuentro entre las fuerzas que tienen su nacimiento en el primer movimiento de igualdad que conoce la historia -en el cristianismo- y las del socialismo científico moderno es un hecho de la importancia histórica...

El partido comunista catalán, a su vez, en la Declaración de 1976 decía: "... no se puede reducir (el credo religioso Ob.n.) a un credo pueril o a una enfermedad infantil que terminará no más; es por eso que es necesario luchar no sólo por los intereses inmediatos de la clase obrera sino también por las libertades del pueblo y, entre ellas, por la libertad de la fe... En todo hombre comunista, como en cada hombre en general, existe una zona individual en la cual nadie tiene derecho a penetrar, incluso el mismo Partido como tal". (Le Monde Diplomatique, enero de 1977, p. 16). Estas dos enunciaciones comunistas ¿pueden considerarse como una inesperada fuente del optimismo político? La tradición clásica, empezando, por ejemplo, desde Pericles, como relata Xenofonte, aconsejando a un joven interesado en saber qué es derecho: "Todo lo que uno obliga hacer a otro sin convencerlo, sea esto establecido por escrito o no, me parece más violencia que la ley", pasando por la doctrina cristiana hasta lo que el recién desaparecido filósofo de tendencia izquierdista, E. Bloch, explica en su tratado del derecho natural y la dignidad humana, ¿no se refleja, irreversiblemente en esta posición de los comunistas ibéricos?

Es exacto lo que dice Tagle, que recién los cristianos y los liberales han dado la vida a la democracia, pero tampoco se puede pasar por alto lo que heredamos en este sentido de la filosofía y práctica, del mundo clásico griego-latino. Los cristianos han elevado tan sólo a un grado superior la dignidad humana e introducido una luz nueva. ¿Hay, pues, perspectivas para que la parte del mundo, subyugada por el "socialismo científico", recupere aquella zona intocable que existe en todos los hombres o, más bien, debemos de temer a una nueva y más astuta extensión de la "democracia totalitaria"? El presidente Carter, al reivindicar la vigencia de los derechos humanos, no declara la guerra a dicha "democracia". Restablecidos éstos, piensa, se restablecería la democracia y reafirmaría la libertad, tanto individual, como también de los pueblos, evitando confrontaciones bélicas. Sin embargo, es nuestra inquietante impresión de que la política de Carter sufre de una contradicción insalvable.

Mientras el régimen de Tito, por ejemplo, considera la democracia digna del trasto de la historia en que la tiró y sigue borrando todo el rebrote de aquella intocable zona en el hombre, Washington sigue proporcionándole ingentes sumas de dinero, armas, víveres y un apoyo moral y político casi incomprensibles. Dentro de este cuadro contradictorio cae también la severísima sentencia, de la reciente fecha, de un tribunal norteamericano contra cinco jóvenes croatas que el año pasado habían secuestrado un avión de pasajeros de esa nacionalidad (Dos primeros condenados a cadena perpetua, mientras los tres restantes a 30 años). El juez norteamericano en este asunto expresó su admiración por esos jóvenes, por sus ideales de libertad y por el sacrificio maravilloso de sus connacionales en defenderlos, pero la pena al mismo tiempo la elevó casi al máximo previsto. Comparando esta actitud judicial con la política del gobierno de Norteamérica ¿no se impone inexorablemente la idea de Hayek de que la democracia norteamericana es también una democracia ilimitada?

El juez Bartels, así se llama el juez que pronunció el mencionado fallo, tenía las manos atadas, reconociendo la primacía de la política de su país sobre el derecho y su propia convicción. Aquí debe haberse producido un divorcio total entre el derecho como base universal de toda la comunidad internacional y la política sectorial, mala ya por el hecho de la separación de su unidad ontológica que tiene en común con el derecho. ¿Y el poder direccional de juez? Carter no se interesa por los derechos humanos, cuando está en el orden del día el régimen de Tito. Resultaría, pues, sumamente útil, si los comunistas españoles dirigieran una pregunta pública a Tito, a ver si está dispuesto reconocer un pluralismo político y garantizar aquella zona intocable en todos los hombres de su país, especialmente del hombre croata en su doble condición del hombre y del integrante de su pueblo. Si no por la devoción cristiana de los -derechos humanos, por lo menos por el sentido de la armonía y la proporción mediterránea de las cuales habla A. Camus. Sin esta actitud, todas las reformas propuestas por Hayek quedarán un tecnicismo sin alma.

Una ulterior institucionalización de los valores ajenos, cuyo origen se está olvidando, llevándonos al imperio de la democracia ilimitada o a su parienta más próxima "la democracia totalitaria". Refiriéndose recientemente R. O. Abdala en un inteligente comentario del apagón de Nueva York, quiso confrontar la concepción científico-técnica del mundo con aquella filosófico-religiosa y moral y dijo por cuenta de la primera, que bastó sólo un momento sin la luz para que "saliera a la superficie el salvaje en estado de pureza. Por tanto, debe quedar bien claro, que las cosas no emiten efluvios morales: la fábrica, el pavimento, la luz artificial, son nada más que eso: luz, pavimento, fábrica, todo en estado de absoluta inocencia. El moral, el inmoral, es el hombre, no las cosas". ("La Prensa" del 17-VIII-1977, Bs. Aires). Que hubo y que hay "apagones" en la historia, no es cosa insólita. Pero si vienen de allí, de donde se espera la luz, y si tienden a una expansión general, entonces sí que quedan pocas esperanzas para la democracia, y para los derechos humanos.

 


El ejército yugoslavo como instrumento de la hegemonía servia

Ivan Babić

El ejército yugoslavo monárquico antes de la Segunda Guerra Mundial gozaba de renombre como una fuerza militar de consideración tanto para los amigos como también para los enemigos. Hubo opiniones que, después de la Wehrmacht de Hitler, ese ejército era el poder militar más importante de Europa. Los círculos políticos y militares de Occidente, especialmente los franceses, veían en Yugoslavia la columna vertebral de la Pequeña Entante y la defensa más eficaz contra los revisionistas del sistema de Versalles en la Europa central y en los Balcanes. Tampoco faltaron esfuerzos por parte de los ingleses y los norteamericanos para ligar a Yugoslavia con las fuerzas adversarias a las potencias del Eje. En el otro lado, el de Eje, "cuando en 1938 se puso de moda, por así decirlo, mostrar interés por la Europa oriental, se reveló que la mayor parte de los dirigentes alemanes inclinaban sus simpatías hacia los servios" [1]. "El mismo Hitler declaró en varias oportunidades que consideraba un objetivo digno de anhelo la alianza con los servios, audaces y guerreros" [2]. Esta alta apreciación del poder del ejército yugoslavo por parte de Hitler se manifestó evidente en el mes de abril de 1941, cuando para el ataque a Yugoslavia asignó más fuerzas de las que se necesitaban.

Para el desconcierto de los amigos y dando una sorpresa agradable a los enemigos, esta fuerza imaginaria se deshizo en un par de días sin una batalla digna de mención, lo que significaba no sólo la derrota militar sino también política, junto con el desmoronamiento total de la estructura estatal. Se habló muchísimo -y sigue hablándose- acerca de esta derrota siendo necesario arrojar un poco de luz sobre la cuestión también por nuestra parte.

Primero, para fijar la verdad histórica y, luego, porque el actual ejército yugoslavo, bajo el régimen comunista, tiene en sí las idénticas características que poseía aquel monárquico. Las mismas características generan idénticas consecuencias, lo que nos autoriza prever -llegado el momento- que también el actual ejército será incapaz de cumplir con su papel, natural en una fuerza militar de cualquier Estado, es decir, defenderlo ante los enemigos externos. El ejército yugoslavo monárquico sufría de múltiples crisis. Existía una crisis de organización, porque su sistema quedó hasta 1941, en esencia, idéntico al de la Servia patriarcal del tiempo de las guerras balcánicas y la Primera Guerra Mundial, lo que es un verdadero absurdo frente a las condiciones en que se desarrolla una guerra moderna. Existía también escasez de armamentos y de equipos, porque aquel ejército estaba armado prevalentemente con materiales de procedencia francesa que Servia recibió en el frente de Salónica, y de proveniencia austro-húngara de la Primera Guerra Mundial, completados con una parte insignificante de armamentos y medios técnicos modernos. Este conjunto formado de tal modo era de insuficiencia evidente, tanto en cantidad como en calidad para afrontar una guerra contra los potenciales enemigos. Los problemas de preparación fueron más serios todavía, porque, a la falta de medios de instrucción se sumó la incapacidad profesional y el primitivismo del equipo superior de oficiales servias.

El ejército yugoslavo se preparaba suponiendo que el enemigo iba a utilizar el mismo tipo de batallas, con la misma estrategia y táctica y con armamentos similares a los suyos, es decir que iban a emprender un tipo de guerra balcánico de hajduks -sin contar con la posibilidad de tener que enfrentar a un enemigo con armas, estrategias y tácticas modernas. Pero, por sobre todo esto, el ejército padecía de una grave crisis política y moral, cuyas raíces se hallaban entroncadas en el problema nacional sin solución. Si uno desea penetrar hasta el fondo de esta cuestión, llegará a la inevitable conclusión de que el objetivo primario de la "čaršija" servia (unas cuantas familias rectoras de la capital servia, Belgrado) era mantener y capacitar al ejército en función de utilizarlo de instrumento de la hegemonía servia y recién entonces, como algo secundario, prepararlo para la guerra contra los enemigos de Estado. El ejército, en efecto, funcionaba como una especie de super-gendarmería. Con esta política hegemónica, la clase dirigente servia -política y militar- provocó contra sí misma y también contra el ejército y el Estado la reacción de todos los pueblos no servios en el Estado. Se corrompió a sí misma con privilegios, mientras que el hombre servio simple era entusiasmado con promesas y mitos teniendo sus fuerzas permanentemente tensas en un sentido equivocado sin tener por ello la minoría nacional servia en Yugoslavia las condiciones necesarias de desempeñarse como gendarme sobre los demás pueblos.

El primer instrumento de hegemonía: La conducción militar

El ejército yugoslavo, así como el Estado, era de carácter multinacional. Lógicamente, su conducción habría debido tener la misma imagen. Tal imagen se hacía necesaria por el hecho que los pueblos de Yugoslavia, debido a circunstancias históricas, tenían diferentes tradiciones militares, de las cuales la más importante fue la del ejército servia ante la Primera guerra mundial, y luego la de los croatas y los eslovenos provenientes del ex imperio austro-húngaro, donde estos pueblos, especialmente los croatas, tenían sus privilegios -sin contar unidades enteras croatas en el ejército del Kaiser- Hrvatsko Domobranstvo - como su propio ejército nacional, que correspondía al espíritu y la mentalidad nacionales. Era necesario, pues tener en cuenta dicha realidad tanto por razones políticas y militares como sicológicas y proceder de tal modo que aquella realidad se adaptara poco a poco sintetizando las diferencias y las tradiciones.

Una de las condiciones previas para ello sería que el conjunto de los oficiales estuviese constituido por los representantes de todos los pueblos y que cada una de las partes constitutivas aportase sus tradiciones y sus experiencias. En realidad, el cuadro de oficiales y de suboficiales del ejército yugoslavo ofrecía una imagen totalmente contraria. Las minorías nacionales, prácticamente, estaban por completo excluidas de la profesión de oficiales y suboficiales. Había algunos croatas y eslovenos, pero lejos de lo que les correspondía por su poder numérico en el Estado, por sus tradiciones y por otros factores. Los macedonios y los montenegrinos eran lisa y llanamente declarados servios. Casi la totalidad del cuadro de oficiales y suboficiales fue un monopolio servio, estando en primer término inclusos los que nacieron en la Servia misma. El hecho no fue una casualidad sino un resultado de la actividad sistemática y planeada por parte de la clase dirigente política y militar de Belgrado ("čaršija). El objetivo estaba claramente fijado y consecuentemente se lo traducía en la realidad: el ejército debe estar en manos servias, para que pueda servir como respaldo a los intereses servios en los permanentes conflictos internos frente a los anhelos no servios, es decir, debe ser el instrumento de la hegemonía servia.

El primer paso en este sentido fue realizado inmediatamente después de la creación de Yugoslavia, en el momento cuando se incorporaron los oficiales del ex ejército austro húngaro al ejército yugoslavo. A pesar de la, muchas veces acentuada, "igualdad", el problema de la recepción de dichos oficiales y suboficiales fue planteado teórica y prácticamente de tal manera que se los perjudicaba sensiblemente: por múltiples dificultades de índole técnica, de administración y de formalidades se postergaban decisiones definitivas para la incorporación de muchos y algunos de los incorporados fueron postergados en su grado y rango, mientras muchos, y sin razón alguna, fueran simplemente rechazados. Posteriormente los que fueron incorporados eran sometidos a molestias, trasladados de un lugar de servicio a otro en los cuarteles más malos de los Balcanes, postergados en su escalonamiento y en sus derechos adquiridos, lo que obligaba a muchos a abandonar la profesión militar. Así los servios consiguieron reducirlo ya de por sí el pequeño número de oficiales y suboficiales del ex ejército austro-húngaro. Se quedaron allí únicamente los que con un extremo esfuerzo de voluntad podían soportar los maltratos, o aquellos, que no tenían otra salida.

La misma política se repitió cuando en el año 1919 fue reabierta la Academia militar en Belgrado. Desde 1919 hasta 1921 el porcentaje croata fue más o menos satisfactorio (promedio 80 croatas y unos 250 servios) gracias al hecho de que allí entraron los alumnos que en 1918 ya cursaban sus estudios en las escuelas militares austro-húngaras. Cuando en 1921 se agotó esta fuente, el porcentaje croata se vio característicamente disminuido (cerca de 40-50 croatas contra 280-300 servios). En los años posteriores el porcentaje de los croatas admitidos en la Academia militar oscilaba entre 8-15%,, mientras que el de servios alcanzaba más del 80%. Así, por ejemplo en 1939, después del Avenimiento servio-croata, terminaron estudios en la Academia militar: servios 279, croatas 59, eslovenos 47 y rusos 25 (estos actuaban en el ejército con el espíritu servio). En el mismo año fueron admitidos en dicha academia: servios 311, croatas 52, eslovenos 28 y rusos 11. De acuerdo con el mismo sistema se efectuaba la serbización del ejército también por otros caminos, por ejemplo mediante la promoción de suboficiales al grado de subtenientes o incorporando en el servicio activo a los oficiales de reserva. Se poseen algunos datos estadísticos de la época arriba mencionada. Sargentos elevados al grado de subtenientes: servios 61, croatas 8 y eslovenos 10. Desde el Avenimiento servio croata - 28 de agosto de 1939 hasta 10 de junio de 1940 fueron recibidos oficiales de reserva en el servicio activo: servios 402, croatas católicos 41, croatas musulmanes 9, eslovenos 15 y 8 rusos. El resultado definitivo de esa política lo indica la tabla que reproducimos:

 

Nacionalidad

Población

conscriptos

suboficiales

oficiales

generales

 

en porcentaje

Servios y montenegrinos

41,0

38,0

84,0

79,0

97,0

Croatas (católicos y musulmanes)

30,0

32,5

8,0

10,0

2,0

Eslovenos

9,0

0,0

5,0

9,0

1,0

Macedonios

6,0

6,5

1,0

-

-

Albaneses

5,0

5,5

-

-

-

Húngaros

3,5

3,5

-

-

-

Alemanes

1,5

1,5

-

-

-

Otros

4,0

3,5

2

2

-

 

Idénticos métodos fueron aplicados en las cualificaciones para el progreso en el ejército, mediante la recepción en varias escuelas militares y cursos, en oportunidades de rendir exámenes etc. Aquí también los servios fueron favorecidos, en perjuicio de todos las demás nacionalidades de Yugoslavia. Así por ejemplo, y siempre en la época mencionada, rindieron el examen de coronel: servios 163, croatas católicos 46, croatas musulmanes 0, eslovenos 15, rusos 5 y otros 1 (un judío). El examen de capitán lo rindieron: servios 379, croatas católicos 42, croatas musulmanes 4, eslovenos 24, rusos 4, otros 4 (judíos y húngaros.

 

Fueron admitidos a la Academia superior militar

Años:

1933

1936

1937

1938

1939

Servios

41

48

88

46

52

Croatas cat.

1

3

8

2

5

Croatas musul.

-

-

-

-

1

Eslovenos

2

1

6

2

2

 

Entraron en la Academia superior de intendencia:

Años:

1933

1936

1937

1938

1939

Servios

7

8

7

8

sin datos

Croatas (c, y m.)

3

3

2

1

sin datos

Eslovenos

-

-

1

1

sin datos

 

Recibidos en la Escuela militar de geodesia:

año 1939

Servios               12

Croatas              -

Eslovenos         3

 

Entraron para la preparación en Cuartel General:

Años:

1933

1936

1937

1938

1939

Servios

18

18

29

22

27

Croatas cat.

2

1

1

6

2

Croat. musul.

1

-

-

-

-

 

De esta manera, en el curso del tiempo, se llegó a que del total de más de 500 generales que consiguieron el grado de general durante 23 años, solo 15 fueron croatas (parcialmente especialistas) y unos 10 eslovenos. Todos los demás fueron servios. En consecuencia, toda una generación de croatas y de eslovenos fue excluida de la conducción del país. Este hecho resulta todavía más extraño, teniendo en cuenta que los croatas desde siempre fueron un excelente elemento militar, con un amor y respeto desarrollados hacia la profesión militar, y que los mismos dieron al ejército austro-húngaro algunos centenares de generales muy capaces, de los cuales algunos llegaron a la cumbre, pero quedando siempre como buenos croatas. Aquellos, pues, que los croatas pudieron lograr en un país ajeno, no les fue permitido en el país que tenía que ser también su propio país. El proceso de servización no paró sólo en los cuadros de oficiales y suboficiales, sino el mismo sistema se extendió también a varias profesiones civiles en el servicio del ejército. Así, desde agosto de 1939 hasta el 10 de junio de 1940, fueron recibidos al servicio militar: Ingenieros: servios 13, croatas cat. 2, croatas musul. 1, eslovenos 2 y rusos 5. Cabe destacar el hecho de que el número de los rusos (de orientación proservia), es igual al de los croatas de ambas religiones y de eslovenos tomados juntos. De otras profesiones (arquitectos, dibujantes, aprendices, ujieres etc) Servios 180, croatas católicas 41, croatas musulmanes 1, eslovenos 30, rusos 2 y de otras nacionalidades 8. Para el estudio de medicina, fueron recibidos en la Universidad de Belgrado: servios 12 y rusos 2; para el estudio de veterinaria en la misma Universidad fueron llamados: servios 7, croatas 2 y eslovenos 1. El número de sargentos recibidos en el curso de un año para varios servicios de empleados y escribas fue: servios 124, croatas 38 y eslovenos 15.

No obstante, el análisis que acabamos de dar -a pesar de su carácter drástico- no constituye el único elemento de la hegemonía servia. La misma venía realizándose también por vía muy sutil y eficaz: eliminando a los croatas y los eslovenos y nombrando exclusivamente a los servios en todos los puestos de importancia en el ejército. Desde la creación hasta el derrumbamiento de Yugoslavia, ningún croata o esloveno ocupó les siguientes cargos: del ministro del ejército, de su inmediato ayudante, del jefe del Cuartel general, del ayudante del Comandante del ejército, del comandante de la aviación, de su inmediato ayudante, del director de la. Academia militar o de cualquier otra escuela militar de importancia, del presidente de la Comisión de exámenes de oficiales, del jefe de uno u otro Departamento de importancia en el Ministerio, el Cuartel General, del Inspector de varias especies de armas y, para no entrar en detalles, no había croatas o eslovenos en ningún puesto decisivo en la jerarquía militar. De más de los 200 generales, que se sucedían uno a otro. en el cargo de comandantes de división, hubo solo 2 croatas y 2 eslovenos. Todos los demás fueron servios. Este estado de cosas ilustra muy bien el esquema relativo a los cargos más altos y más decisivos en el ejército con la fecha del 1 de junio de 1940 Debo señalar que ese estado en este momento fue mejor que en cualquier época anterior porque después del Avenimiento entre los servios y los croatas (1939), se sintió levemente, (demasiado poco), la influencia de la parte croata en el Gobierno.

Aquí el esquema lo demuestra:

 

Ministerio de guerra:

Servios

Croatas

Eslovenos

Ministro

1

-

-

Ayudante del min. (gral. división)

2

-

-

Jefe del gabinete (coronel)

1

-

-

Jefes del Dep. (grals. y cneles.)

9

-

-

 

El Cuartel General:

Servios

Croatas

Eslovenos

Jefe del mismo (general de armea)

1

-

-

Ayudantes (grales. de división)

2

-

-

Jefe del gabinete (coronel)

1

-

-

Jefe de direc. (grales. de brig.)

3

-

-

Jefes del dep. (grals. y cneles. de bgda)

6

-

-

 

Inspección general militar:

Inspector general 1 (servio, el Príncipe Pablo);

Ayudante del inspector general: 1 (servio);

Jefe del cuartel general: 1 (servio, general de armea);

Jefes de Departamento: 2 (servios, generales de brigada);

Inspector de infantería: 1 (servio, general de división);

Inspector de artillería: 1 (servio, gral. de división);

Comandante de ingeniería: 1 (servio, gral de división);

Inspección de la Defensa del país:

Inspector: 1 (servio, gral. de armea);

Ayudante: 1 (servio, gral. de división);

Jefe del Cuartel: 1 (servio, gral. de brigada);

Jefes de Departamentos: 3 (servios, grales. de brigada).

Inspección militar técnica:

Inspector: 1 (servio, gral. de división);

Ayudantes: 2 (un servio y un esloveno - gral. de brigada y vicealmirante respectivamente;

Referentes principales: 5 servios, 1 croata y 1 esloveno.

Zonas de armea: comandantes grales. armea: seis servios; ayudantes del comandante: 6 (servios, grales. de división) ;

Jefes de cuarteles: 5 servios y un esloveno, (grales. de brigada; comandantes de la artillería de armea, grales. división);

Ayudantes de comandante: 15 servios y un croata (grales. de brigada);

Comandantes de infantería: 12 servios, 2 croatas y 2 eslovenos (grales. de brigada);

Comandantes de artillería: 11 servios, 2 croatas y 2 eslovenos (grales. de brigada);

Jefes de cuarteles: 10 servios, 4 croatas y 2 eslovenos.

Divisiones de caballería:

Comandantes de división: 3 servios (generales de división);

Comandantes de brigadas: 5 servios y un croata.

Academia Militar:

Comandante: 1 servio (gral. de división);

Ayudantes de la escuela superior e inferior: 2 servios.

La misma situación se repetía también en las demás instituciones militares superiores (escuelas, comisiones de examen, instituciones técnicas, etc.).

La primera, característica de la conducción militar yugoslava fue la total hegemonía servia. La segunda fue su corrupción e incapacidad.

La base de la organización militar del nuevo Estado era la ley sobre la organización del ejército y la marina del año 1904, de Servia, y que fue varias veces enmendada y ampliada. En consecuencia Yugoslavia, después de la experiencia de la. Primera Guerra Mundial, después de todos los progresos revolucionarios en la técnica y la ciencia militares en los últimos años antes de la Segunda Guerra Mundial, conservaba su modesto modelo que tenía la pequeña Servia patriarcal y rudimentaria unos 40 años atrás.

Esta ley fue fuente de todas las disposiciones, sobre los que descansaba la vida del ejército: su organización, su administración, condiciones legales para escalonamiento y la selección de los capacitados para comandante, la instrucción, el abastecimiento, sistema de movilización, la vida interna, preparación del país para la guerra en las regiones fuera de la jurisdicción militar, etc.

Dentro de este cuadro, resultó difícil hacer algo bueno. Tanto más cuanto que la conducción militar servia operaba sin plan, todo en forma fragmentaria, sin prever y apreciar qué clase de influencia puede generar para otros campos de organización. Las ideas, aplicadas en otros ejércitos, se rechazaban con una frase estereotipada hasta el absurdo: "Esto no corresponde a nuestras condiciones".

Los medios financieros, que se ponían a disposición del ejército, eran relativamente altos. El presupuesto militar alcanzaba de dos y medio hasta 4 mil millones de dinares anualmente. Además, el ejército recibía a menudo créditos extraordinarios y secretos. En su totalidad, durante los 23 años de la existencia de la Yugoslavia monárquica, el ejército recibió más de 100 mil millones de dinares, lo que, en aquellas condiciones, era una suma muy elevada.

Pero, en la utilización de dichos medios se revelaron las dos ya mencionadas características: la incapacidad y la corrupción. Desde el comienzo de la existencia de Yugoslavia hasta su derrumbe, no fue tomada ninguna medida bien meditada, para que el país, mediante la organización de la industria militar y la ayuda de la civil y de otras ramas de la economía, se capacitara para satisfacer las necesidades del país, por lo menos aquellas que el país mismo podía cubrir de acuerdo con su estructura económica. Alguna industria militar fue instalada en el triángulo Kragujevac - Kraljevo - Kruševac, por motivos netamente servio-hegemonistas a pesar de que aquella región carecía de condiciones naturales para un desarrollo industrial: se hallaba lejos de la fuente de materias primas y de la fuerza motriz; las comunicaciones de transporte eran malas, había falta de personal especializado y de obreros calificados, etc.

Las ideas para la instalación de una industria militar y privada, que podría ser de utilidad a las necesidades militares, en las cercanías de Zenica, (Bosnia), Ljubia y Slavonski Brod donde había fuentes ricas en materias primas necesarias, mejores condiciones de transporte y una mano de obra mejor calificada caía siempre al vacío, principalmente por la oposición del Cuartel General servio que no quiso permitir el desarrollo económico de aquellas regiones que ya estaban más desarrolladas que Servia. Por la oposición del mismo Cuartel General no prosperó tampoco la oferta de Ford para levantar una fábrica moderna de automóviles en Slavonski Brod (Croacia); el Cuartel General prefería a Smederevo, lo que Ford no aceptó, y cuando ocupó el puesto de ministro de industria y comercio el croata Krajač, que podía decidir meritoriamente en este asunto, el Cuartel General escondió en su Archivo todos los antecedentes del mismo.

La fuente principal para las necesidades materiales del ejército yugoslavo eran las compras al extranjero. Se empezó con toma en posesión y compras del material francés del frente de Salónica. Luego se continuó con la recepción de las entregas alemanas en concepto de reparaciones. Más tarde se cubrían las faltas con compras en Checoslovaquia, Francia, Alemania., Bélgica, Austria y, parcialmente, en otros Países como Dinamarca, Holanda, Hungría y Polonia. Así, cada una de las unidades militares se convirtió en museo de material del más variado origen, especie y modelo, que a menudo no se podía utilizar y que rápidamente se gastaba e inutilizaba por falta de repuestos e imposibilidad de reparación. Además, por los frecuentes traslados de comandantes a otros lugares de servicio, nadie los conocía bien y tampoco sabían manejarlos.

En fin, en todas estas compras había una gran corrupción: Las compras aseguraban gruesas provisiones (comisiones), viajes de larga duración y bien pagados, demoras prolongadas en el exterior con varias otras sinecuras y privilegios.

La corrupción -de carácter material y político- se expresaba también en otro sentido:-en aquel ejército yugoslavo no se creaban órganos para determinada función, sino para las ambiciones personales de los individuos de influencia y para proveer a integrantes de uno que otro grupo, y siempre con un trasfondo político granservio y hegemonista. Para cubrir dichas "necesidades", se formaban nuevos órganos, reformados y numéricamente aumentados los existentes mezclando sus atribuciones de tal manera que se generó un verdadero caos.

El ejército yugoslavo tenía el más grande número de órganos supremos- y al mismo tiempo grandes y complicados por su sistema de la administración interna. Para poder comparar el absurdo, puedo señalar solo el hecho de que el ejército yugoslavo tenía para el potencial efectivo de 100.000 soldados en paz (nominalmente había más, pero por razones de "ahorro" muchos estaban con "permiso de licencia" que solía prolongarse sin límites) unos 220 generales activos (efectivos), mientras el ejército italiano para un efectivo de 400.000 soldados en época de paz tenía apenas unos 300 generales. El ejército yugoslavo en su totalidad parecía más un cabezón con un cuerpo débil, todo con el fin de posibilitar una vida de comodidades para la minoría servio-dirigente. Pero, sea como fuere, la clase dirigente servia -militar o política logró su objetivo: El aparato militar en su totalidad estaba en manos de servios como instrumento de la hegemonía servia. Disponiendo de este instrumento, "čaršija" -aduladora de poder- consideraba que la posición privilegiada del pueblo servio (y todavía más de su poder) estaba asegurado también para cualquier caso de crisis o emergencia. Que esta idea fue una quimera y una ficción es cosa conocida por todos.

Otro instrumento de hegemonía: prestación de servicio militar fuera del propio territorio

El sistema extraterritorial consistió en enviar a los conscriptos, que tenían que prestar su servicio militar en un año determinado, no a los cuarteles cercanos de sus lugares de residencia, sino a aquellos situados en lejanas partes del Estado. Por regla general, los conscriptos fuera de Servia prestaban servicio militar en Servia, Macedonia o en Montenegro, mientras los servios de Servia, los macedonios, los albaneses y les montenegrinos en los cuarteles de Croacia, de Bosnia y Herzegovina como también en Eslovenia y Vojvodina.

La justificación oficial de este sistema fue la pretendida tendencia, de "que la joven generación de yugoslavos conociera regiones lejanas de nuestra gran patria, para que mediante mutuo conocimiento crearan también mutua comprensión y el común espíritu de unidad" y otras frases por el estilo. El objetivo discreto del sistema fue el temor de los hegemonistas que los soldados de la nacionalidad no servia pudieran, prestando su servicio militar en contacto con la masa de descontentos de sus connacionales, constituir un peligro para la hegemonía servia y en un momento dado también para la existencia misma del Estado.

Alejándolos de su medio ambiente nacional, este peligro fue excluido. Por otro lado, disponiendo de soldado, servios en los cuarteles de las regiones no servias, bajo el comando de oficiales servios, se creó una especie de ejército de ocupación que estaba en condiciones de tener en jaque a la población descontenta.

Pero, mientras este objetivo político -desde el punto de vista servio (pero no desde el punto de vista de la totalidad y del Estado) - fue logrado, el efecto en todos los demás sentidos fue destructivo.

Tomemos en consideración puramente factores militares. El armamento del ejército yugoslavo, como hemos visto, fue muy variado. En general podemos decir que en el territorio de Servia, de Macedonia y de Montenegro el armamento era de origen francés, mientras en las regiones occidentales (croatas y eslovenas) fue aquel de la ex Austro-Hungría. Además del armamento, también todos los otros elementos como ser los elementos ópticos e instrumentos auxiliares, aparatos telefónicos y sus centrales, los equipos para cabalgaduras, cargas, de pontones y el material de pioneros, etc. era del mismo origen que los armamentos. Los soldados, pues, de las regiones occidentales, prestando servicio en Servia, Macedonia y Montenegro, recibieron su instrucción con armas, aparatos y material de origen francés, mientras los servios de Servia, prestando servicio en partes occidentales (Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia) se familiarizaron con elementos de origen austro-húngaro.

Poco más tarde fue uniformado en todo el territorio estatal el armamento liviano de infantería y algunos tipos de cañones, mientras todo lo demás se quedó en su diversidad antigua hasta el derrumbe del Estado. En el momento de la movilización y de la guerra, como vamos a ver más tarde, fue imposible transportar una masa de millones de obligados a servicio a las regiones lejanas del Estado, por lo cual se quedaron en sus regiones natales, donde había armas, aparatos y material que ellos no conocían y que no sabían manejar por no haberlas visto nunca. Lógicamente, la capacidad combativa de estas unidades fue casi nula. Recién poco más tarde, en el curso de las operaciones, después de inevitables e innecesarias pérdidas de vidas humanas y de material, pudo esperarse que iban a adquirir la necesaria pericia en el manejo de armamentos y de material, que eran algo nuevo para ellos y usarlos en forma debida y eficaz. Lo que vale para los conscriptos ordinarios vale también, en gran medida, para los oficiales y suboficiales de reserva. El sistema extraterritorial pues, fue desde el punto de vista puramente militar, expresamente pernicioso para la capacidad combativa del ejército.

Una cosa más: para este sistema se gasta, innecesariamente, medios financieros de consideración. Para el traslado de nuevos conscriptos a las lejanas guarniciones, su regreso a las casas, como también los envíos a la licencia legal, fue prevista una erogación anual de 90 hasta 120 millones de dinares, lo que constituía entre el 3 y 4 % del presupuesto militar. Generalmente, este importe no cubría dichos gastos, debiendo aprobarse más tarde créditos adicionales. Además, el sistema tuvo un efecto muy negativo para la salud de los jóvenes soldados. La estadística del Departamento de Sanidad del Ministerio del ejército y la marina comprobó que el cambio de clima causaba anualmente decenas de muertos, mientras algunos centenares debían ser proclamados como permanentemente incapaces por la enfermedad que los acompañaba por el resto de su vida. Los soldados de las regiones montañosas, especialmente los de Montenegro, prestando servicio en las llanuras de Vojvodina y de Eslavonia, se enfermaban en gran número de tuberculosis.

Los de las partes occidentales, prestando servicio en Macedonia, se enfermaban de malaria, trasplantándola en la población civil en las regiones de Vojvodina, Eslavonia y las demás partes de Croacia. como también en Eslovenia, especialmente en las zonas cercanas a las ríos. Las verdaderas intenciones hegemónicas las revela mayormente la técnica misma de la aplicación de dicho sistema. La disposición de los conscriptos en los cuarteles, la hacía la Comisión de Reclutamiento de la sección de movilización del Departamento operativo del Cuartel General. Desde 1935 esta sección pertenecía al Departamento de Organización. Después del reclutamiento realizado en el verano, los distritos militares enviaban los datos acerca del número de los reclutados, capaces y parcialmente capaces (no beligerantes) del servicio íntegro (18 meses) y reducido (de 9 meses). Desde el mes de septiembre hasta el de enero del año siguiente, en esa sección se preparaba., de acuerdo con instrucciones del Jefe del Cuartel General, la disposición de los reclutas que se presentarían en el mes de abril. Gracias a una concurrencia de condiciones tuve la oportunidad, recién entrado al Cuartel General en noviembre de 1932, de conocer el mecanismo de esta disposición-"corte".

Fui, pues, en mi calidad de candidato para el Cuartel General asignado en la Sección operativa del Departamento operativo. Inmediatamente al lado de mi oficina estaba la Sección de reclutamiento. Su jefe, hasta el derrumbe de Yugoslavia, fue el coronel de infantería Živojin Petrović, oficial de "tropa" (por lo que no podía avanzar más del grado de subcoronel). El viejo Živojin era, a pesar de su falta de instrucción escolar, un hombre muy inteligente, pero "las matemáticas" para él fueron un problema. La preparación de la disposición-"corte" consistía casi exclusivamente en operaciones más elementales de matemática: la división de acuerdo al porcentaje y la simple suma. Debíase, pues, siguiendo las instrucciones del Jefe del Cuartel General, dividir a los reclutas de acuerdo con el porcentaje y el número de cada distrito militar en la especie del ejército y la especialidad (infantería, cañonería, automovilistas, enfermeros, etc.)-. Este era uno de los "informes". Luego tenía que dividirse todo para formar las compañías y las unidades correspondientes, lo que constituía el otro "informe". En los cuarteles más grandes había unidades de varios cuerpos y varias especies de ejército, era necesario preparar un informe contando con los que quedaban. Por fin un informe total de acuerdo con las regiones de División y de Armea. Aparte se confeccionaba el informe relativo a los servicios íntegros y los servicios cortos (9 meses). En cada uno de los informes había sumas parciales en sentido horizontal -de acuerdo con rúbricas- y verticales, de acuerdo con columnas.

Todas estas sumas debían coincidir también, los datos de cada uno de los informes con los de los demás. A pesar de que se trataba de operaciones de suma, era fácil cometer errores también para la persona de experiencia, siendo después difícil encontrarlo, especialmente porque en el Cuartel General (es difícil de creer, pero era la verdad) no había máquina calculadora.

El "Čika" (viejo) Živojin se complicó tanto en el cálculo de porcentajes y de sumas, que un día me solicitó ayuda: "Juan, hermano, por Dios, ayúdame. Estoy enredado. Mi cabeza quiere explotar. No puedo seguir adelante".

Con ganas me decidí a ayudarlo. Pero, en el curso del trabajo llegamos al punto en que no se podía encontrar la solución si no se estudiaba el texto de la instrucción de acuerdo con la que se trabajaba. Con mala gana ("no debía mostrar esto ni a mi hermano nacido, pero, Juan, aquí lo tienes") sacó "Čika Živojin" de su cajón del escritorio "La instrucción para el "corte" de reclutas del año 1932/1933", firmada por el Jefe del Cuartel General. En la tapa estaba escrito "Estrictamente confidencial, sólo para uso personal, no registrar en el protocolo diario, después del uso, devolver." La instrucción consistía de 3 páginas escritas a máquina, en las cuales estaba incisa la perfidia hegemonista. La disposición extraterritorial de los reclutas no se efectuaba con un criterio uniformado y globalmente, sino de acuerdo con una llave muy refinada.

Primero estaban enumeradas guarniciones de Croacia, Dalmacia, en regiones de Bosnia y Herzegovina con la preponderante población católica y musulmana como también en Kosovo. Fue ordenado para que a aquellas guarniciones se enviara un grupo compacto de los reclutas de un distrito militar servio. Este grupo alcanzaba el 6,0 % del total del número de reclutas para las "guarniciones políticamente de poca confianza" disminuyendo al 50, 40 y 30 % para las guarniciones de "menor desconfianza". Al resto, para completar el número, se agregaban los reclutas de otros y diferentes distritos militares no servios -un pequeño grupo de cada uno-. El objetivo era evidente: el grupo servio de reclutas, jóvenes del mismo distrito, jóvenes, que se conocían parcialmente, jóvenes de la misma mentalidad y costumbres, constituía el núcleo, espiritualmente unido y seguro en el sentido servio nacional para cualquier crisis potencial

Pocos grupos de algunos jóvenes de otros distritos militares -como por ejemplo de Štip, Prizren, Kičevo o Bitolj (regiones macedonio-albanesas)- no tenían una unidad espiritual. No se necesitaba conocer psicología para esperar normalmente que esos pequeños grupos seguirían al numéricamente fuerte núcleo y sus comandantes servios. De esta manera, en las regiones "nacionalmente sin confianza", se formó el Ejército de ocupación servio siguiendo ejemplo en las regiones ocupadas enemigas.

Diferente fue el mecanismo de disposición de los reclutas de los distritos no servios en las guarniciones de Servia, Macedonia y de Montenegro. La instrucción ordenada que en cada unidad de esas guarniciones se enviara un pequeño grupo de reclutas de muchos distritos. Había guarniciones, que recibían menos de 1.000 reclutas, pero los mismos provenían de 20 o más distritos militares. Aquí fue aplicado el sistema de "atomización" de los no servios, constituir grupos de gente joven, que no se conoce entre sí, de gente con mentalidad diferente, que, a veces, mal se entiende entre sí, por hablar diferentes dialectos y que, erradicados de su ambiente y bajo el comando servio, en ningún caso podían causar a sus jefes dolor de cabeza. Una vez partícipe de su gran secreto, "Čika Živojin" se dirigía a mí todos los años para que lo ayudara o controlara la exactitud de su trabajo. El mismo esquema de "corte" se repetía año tras año con la variante de acuerdo con el mismo criterio, enviando a las guarniciones individualmente determinadas a los reclutas de diferentes distritos militares. En oportunidad de licencias -generalmente para la Navidad de cada año-hablaba sobre el asunto a mis amigos del Partido Campesino Croata, les llamaba la atención sobre la importancia política y el peligro del mencionado sistema y sugería que pensaran qué era lo que se podía hacer en este asunto. No se hizo nada, pero yo personalmente no se, si se podía hacer algo en aquella época.

En noviembre de 1938 fui trasladado del Cuartel General a Priština (localidad albanesa en Servia-Kosovo). En septiembre de 1939 (inmediatamente después del Avenimiento Maček-Cvetković) viajé con licencia de Priština y me detuve cuatro días en Belgrado para revisarme un ojo en el Hospital principal del ejército. Naturalmente, frecuentaba al Cuartel General y allí el "Čika-Živojin" me mostró la reciente instrucción para el "corte" de reclutas. La diferencia entre esta última y las anteriores resaltaba. Por un lado fue reforzado el grupo de los reclutas compactos servios en algunos cuarteles en Croacia. En Zagreb, Split, Varaždin y Bjelovar, el porcentaje subió hasta el 70% del total de reclutas. En otros cuarteles había menos. Por otro lado, la atomización de los reclutas no servios se llevó al extremo y absurdo. No había lugar a dudas: con el refuerzo del núcleo confidencial servio en Croacia los dirigentes políticos y militares servios quisieron, después del Avenimiento servio-croata, asegurarse de una manera absoluta; mediante la atomización de los no servios se quiso hacer absolutamente imposible que los mismos expresaran su descontento en la medida más mínima.

Este procedimiento pudo tomarse como un indicio de que había elementos militares que desde ya preparaban un "putsch" militar. En Zagreb me quedé en el Hospital militar, sección oftalmológica, para curarme el ojo. Allí hice un detallado informe en base a los datos que llevé conmigo .y que tenía de antes sobre el servicio extraterritorial, respaldando cada argumento con citas de los documentos oficiales, indicando los números confidenciales y muy confidenciales de los mismos. Un ejemplar de este informe lo entregué al Dr. Maček (jefe del Partido Campesino Croata) y el otro al Dr. Subašić (ban croata, amigo del Dr. Maček y el hombre de confianza de la casa real servia). Ambos entregaron ese informe al príncipe Pablo (regente servio, primo .del rey Alejandro Karadjordjević y tutor del adolescente Pedro Karadjordjević, luego Pedro II, muerto en el exilio). Pablo exigió el informe sobre el asunto por parte del ministro de guerra, el general Milan Nedić. Unos 10-15 días después me citó el Dr. Maček y me informó que tuvo una conversación con el príncipe Pablo y el general Nedić, entre los tres.

El general Nedić rechazó que en el criterio del servicio extraterritorial se escondiera el objetivo político alguno y todo lo justificaba con necesidades militares, tratando -según Maček- de desviar la conversación hacia otros temas. El Dr. Maček dijo que no quería insistir sobre el asunto y que estaba seguro que la aparición misma del informe creó una mala impresión, por lo que lo consideraba como un momento impropicio para provocar crisis y esto sólo bastaba. en aquel momento. Yo me atrevía a insinuar que ese estado de cosas causaba inquietud y que el destino del Avenimiento y del Banato (autonomía de Croacia como fruto máximo del Avenimiento servio-croata) pende de un hilo hasta tanto se hallen en Zagreb y en las ciudades croatas los servios bajo el comando de los oficiales servios, por lo que habría que plantear la cuestión del ejército en general, cuanto antes tanto mejor. El Dr. Maček me contestó con una exposición que merece ser anotada. Me dijo aproximadamente: "Yo he planeado la solución de la cuestión croata, en cuatro etapas. La primera es la creación del Banato, tal como es. La misma está ya finiquitada.

La siguiente, que inmediatamente empezaremos, consiste en el agrandamiento de las competencias del Banato y en primer término la subordinación de la gendarmería al poder del Ban, facultades financieras mucho más amplias para el Banato y el refuerzo de nuestras relaciones con las potencias extranjeras mediante consulados en Zagreb y por intermedio de nuestros hombres en representaciones diplomáticas en el exterior. La tercera etapa será la ampliación de los límites del Banato. El trabajo en este sentido lo podemos empezar cuando separemos a los musulmanes de la Comunidad Radical Yugoslava (Jugoslavenska Radikalna Zajednica) y encontremos una posible forma de colaboración con la Coalición campesino-demócrata. Por fin, en la cuarta etapa, se planteará el problema de ejército -una solución a la usanza anterior, de los Domobrani o algo similar (Domobrani- los soldados croatas en Austria-Hungría, que prestaban servicio militar exclusivamente en Croacia, bajo el mando de los oficiales croatas y usando el idioma croata como idioma oficial. En las tres etapas primeras nos acompañará la mayoría de los servios en Croacia (minoría servia en Croacia).

En la cuarta la mayoría de los mismos estará en contra nuestra, por lo cual la podremos empezar recién cuando estemos tan fuertes como para realizarla nosotros solos. Yo advertí al Dr. Maček que dudaba que los servios, especialmente sus círculos militares, iban a abandonar su posición privilegiada en el ejército mediante las tratativas, sin una especie de presión. Los mismos no son accesibles a argumentos de clase alguna; ellos entienden sólo la fuerza. Se despertó en ellos cierto respeto hacia los croatas recién cuando los ustaše mataron a Alejandro y cuando el Partido Campesino Croata organizó a la Guardia Campesina y Civil Croatas. Aceptarían el cambio en el ejército, especialmente en el sistema del servicio extraterritorial sólo bajo alguna especie de presión. Una forma de la misma podría ser que el Partido Campesino Croata, en base a Informe acerca del servicio militar extraterritorial y de otros argumentos que le prestaremos nosotros los oficiales croatas, explica al, príncipe Pablo y al ministro de guerra, que el descontento de los croatas -como también de los demás pueblos incluso de los mismos servios- con respecto al ejército es total; que de la Lista del servicio militar se puede desprender que cada vez más, hay quienes no responden al llamado del servicio militar y que de un año al otro hay cada vez más soldados que no regresan al servicio gozando la licencia otorgada.

Hay que exigir abiertamente el cambio del sistema de servicio extraterritorial por las pretendidas razones de moral y espíritu del ejército, y de tal manera, desde el comienzo por lo menos el 50% de los reclutas presten su servicio militar en cuarteles de su residencia, aumentado más tarde este porcentaje. Discretamente amenazar que los reclutas croatas responderán al llamado del servicio militar, únicamente si se les da destino en los cuarteles cercanos y no responderán si se los envía a Servia o a Macedonia. Los servias comprenderán que estarían impotentes ante una semejante clase de ultimatum. Ellos saben que los gendarmes pueden apresar un centenar de desertores, incluso mil, pero que el aparato estatal es impotente, si no responden unos 30.000 reclutas croatas, a los que se asociará también un considerable número de servios de las tierras croatas. Incluso el campesino servio tomaría este fenómeno con simpatía porque sus hijos también prestarían servicio militar con más gana en los cuarteles cerca de sus casas, que en una ciudad lejana como es Zagreb, Varaždin, Sinj o Sušak. El Dr. Maček, sin mucho pensar, pero tranquilamente, rechazó esta idea.

Dijo que un paso similar constituiría un acto de rebeldía, revolucionario, lo que era un asunto peligroso también en circunstancias: normales y más ahora, teniendo en cuenta la situación extremadamente tensa (la segunda guerra mundial estaba en curso y justamente Polonia capitulaba) y que, tal actitud podría provocar consecuencia imprevisibles. Con esto se quedó. El sistema extraterritorial permaneció en vigencia hasta el desmoronamiento de Yugoslavia.

Un instrumento de hegemonía malogrado: El sistema de movilización

Para gran desgracia de los servios al efectuarse la movilización, ese sistema extraterritorial no pudo aplicarse. Técnicamente fue imposible trasladar dentro de pocos días a unos 1.800.000 hombres de las tierras croatas a Servia y Macedonia-y viceversa. Bajo la presión circunstancial al realizarse la movilización tuvo que ser aceptado el principio territorial para poder completar las unidades de combate. (Desde el punto de vista técnico, el sistema de movilización del ejército yugoslavo fue un anacronismo, realmente era el sistema viejo de Servia de preguerra, algo más ajustado. En la vieja Servia los presidentes de las comunas, los empleaditos, de las mismas y los padres de las familias más destacadas, de acuerdo con las listas de llamamientos, llevaban grupos de responsables de servicio militar a los cuarteles más cercanos, a las unidades -en su mayoría por lo menos- en que los movilizados se conocían. Y todo entonces andaba bien.

Pero al aumentar el número y los problemas de técnicas (Servia no tenía aviación, como tampoco defensa antiaérea y otras unidades técnicas) ese sistema era anticuado. No obstante, no queremos entrar aquí en los pormenores técnicos, porque podría resultar para los no entendidos incomprensible y molesto. Prestaremos nuestra atención a otro asunto. La conducción militar servia introdujo también en el sistema de movilización, asuntos políticos, incluso en el ejército movilizado que contaba con 2.000.000 de soldados. Con una serie de órdenes estrictamente secretas, que no fueron impresas, pero que suplantaban instrucciones escritas de movilización, todos los llamados bajo las armas fueron divididos políticamente en dos categorías: "Elementos eslavos" y "Elementos no eslavos". En el primero fueron colocados servios (como tales fueron encuadrados también montenegrinos, macedonios y válacos rumanos) croatas, eslovenos, checos, eslovacos, rusos (blancos que habían obtenido la ciudadanía yugoslava) y judíos. En el segundo fueron enumerados los integrantes de las minorías nacionales, es decir: albaneses, turcos, alemanes, húngaros, italianos y otros.

"El elemento eslavo" fue considerado, en principio (se entiende políticamente) "de confianza". "El elemento no eslavo" fue considerado, en principio, "de no confianza". Ni una sola unidad, cuartel o institución no podía completarse con un 100% de elemento no eslavo de "desconfianza". Con esta orden de rigurosa confianza fue previsto exactamente qué porcentaje máximo de elementos no eslavos de "desconfianza" podía haber en el conjunto de cada unidad, cuartel o institución. Este porcentaje oscilaba de acuerdo con la importancia de la unidad con respecto a su uso táctico o la complejidad técnica o teniendo en vista su categoría. El resto, que superaba este máximo de elemento no eslavo y de desconfianza, tenía que ser completado con elemento eslavo o sea con elemento "de confianza". Como ilustración al respecto, a continuación enumero algunas unidades y cuarteles con su máximo previsto de los de "desconfianza"

En una unidad de infantería este máximo pudo ser del 80%;

En la de ametralladoras el máximo del 66%;

En una batería de cañones (artillería) del 60%;

En el cuartel de un batallón del 75%;

En el cuartel de un cuerpo del 50% y

En el cuartel de división el 25% etc., etc.

Este porcentaje oscilaba de acuerdo con las regiones.

Además, en las unidades técnicamente complicadas con muchos especialistas y un número relativamente mayor de suboficiales (artillería, ingeniería, unidades de defensa antiaérea, unidades de tanques etc.) fue previsto especialmente el mayor porcentaje de suboficiales y especialistas eslavas, más de "confianza" y menos de "desconfianza", lo que exigía todavía más de los "de confianza" en relación al total. Este sistema llegaba hasta dificultades insuperables en el completamiento de las unidades de guerra en las regiones densamente pobladas por las minorías étnicas (Kosovo, Vojvodina y algunas partes de Eslovenia como ser Maribor, Celje y Kočevje). Hablando en términos generales, había suficiente número de obligados para completar unidades de guerra, pero, por haber sido prohibido de acuerdo con "la lista, de unidad" inscribir el elemento no eslavo pasando el límite ya fijado y por falta de suficiente número de elemento eslavo, las listas de unidades quedaron sin ser completadas. Había sensible insuficiencia de oficiales reservistas y de especialistas, tanto que muchas unidades -incluso si se realizaba la movilización en paz- no estaban capacitadas para el combate. Como ejemplo al respecto, sirve la región de la División de Kosovo (Priština).

En tres distritos militares (Priština, Prizren y Kosovska Mitrovica) había aproximadamente 70.000 obligados al servicio militar. De este total había unos 56.000 albaneses, turcos y unos 14.000 servios y montenegrinos. Nótese, que un gran número de los "patriotas" servios y montenegrinos habían obtenido la liberación del servicio militar en la guerra bajo varias excusas y títulos. Para completar a dos divisiones operativas (de Kosovo y de Ibar) y las demás partes (de armea y de respaldo etc.) se necesitaba aproximadamente unos 54.000 enrolados. En condiciones normales, pues había unos 16.000 de más, quienes debían ir al llamado "Comando de reserva" (en cada región de división había uno) que procuraba suplantar las pérdidas de guerra, servían para la instrucción de unidades nuevas y, parcialmente, debían ser por momentos enviados a sus casas. Pero, las listas de unidades, cuarteles e instituciones del territorio de la División de Kosovo, podían ser completadas solo con unos 43.000 enrolados, es decir con unos 29.000 (máximamente permitido) de elemento no eslavo y con unos 14.000 del elemento eslavo. Había así unas 11.000 vacantes en las "listas de unidades" por falta de elemento eslavo suficiente, pero el número de excedentes se elevó de 16.000 a 27.000. Una situación similar se repetía en otras regiones con fuerte número de minorías nacionales.

Este fue uno de los modos que la casta militar servia usó para paralizar el peligro eventual a su hegemonía, por parte de las minorías nacionales movilizadas en las unidades de guerra. Pero esto no fue todo. Si bien los croatas y los macedonios (estos últimos como "servios") pertenecían al elemento eslavo -es decir eran de "confianza"- ellos realmente fueron para los comandos servios elementos de "desconfianza". Pero ya no fue posible incluirlos formalmente en el elemento no eslavo, de desconfianza, la discriminación se efectuó de otra manera, es decir usando "La Lista de las personas de desconfianza". Los datos al respecto llegaban a los distritos militares por parte de la gendarmería, de las tal llamadas organizaciones "nacionales" y por parte de los "nacionalistas" de confianza. Como "personas de desconfianza" no fueron rubricados los asesinos, contrabandistas, estafadores, asaltantes etc., sino las personas que se destacaban por su actuación política disconforme con el régimen entre los croatas los separatistas" y entre los macedonios aquellos considerados "probúlgaros". El número de estas "personas de desconfianza" dependía del fervor patriótico del personal de gendarmería y de los "nacionalistas". Había regiones en que todas las personas que no se consideraban partidarios del régimen fueron inscriptas en las listas de las "personas de desconfianza". Había otras en que la gendarmería anotaba solo a las personas políticamente más destacadas.

"Las personas de desconfianza" no debían ser anotadas en lista alguna de las unidades de combate o en el cuartel, sino solo y únicamente en las unidades de no combate o en la lista del Excedente". Por destacarse políticamente en su medio social los más inteligentes y más dinámicos, y que por su inteligencia habían obtenido el grado de sargento, de oficial de reserva o instruidos como especialistas, las unidades de combate perdieron con ellos al mejor elemento del cual dependía su capacidad combativa. Pero, la politiquería fue más fuerte que los factores objetivos. La clase dirigente militar servia era consciente que así las unidades incompletas habrían de ser, en la primera fase de la guerra, incapaces para actividad bélica.. Pero, por no entender las circunstancias en que iba a ser llevada a cabo la moderna guerra desde su principio y por su convicción megalómana de que el ejército yugoslavo tal como era, estaría en condiciones de pelear por mucho tiempo, la conducción servia del ejército planeaba corregir éstas fallas de comienzo con la mezcla de servias y no servios. Así, se había previsto, en principio, que los enrolados en los comandos de reserva en las regiones no servias fuesen trasladados masivamente de los comandos de reserva en los territorios servios y viceversa, una vez terminada la movilización.

De tal manera se había previsto trasladar a los albaneses y los turcos del territorio de la División de Kosovo al Comando de reserva de la región de la División de Morava (En Prokuplje) y de la División de Šumadija (cerca de Užica) y viceversa. Los hombres del Comando de reserva de la División de Sava (Zagreb) debían ser enviados a la región de la División de Vrbas (Banjaluka) y viceversa. Los enrolados en la región de la División de Osijek debían ser trasladados a la región de la División de Drina (Valjevo) y viceversa etc. Debo señalar que todo esto fue previsto solo en principio y en líneas generales por el Cuartel General. Pero los planes concretos no fueron preparados en tiempo de paz: caminos de marcha si se debía caminar, un plan de trenes y de vagones si se podía viajar por el ferrocarril, división por grupos, víveres y el alojamiento para pernoctar durante el viaje etc. todo esto fue dejado a la improvisación antes de ser efectuado. La casta militar servia planeaba, de esta manera, después de un par de semanas de guerra mezclar a los servios y no servios bajo el comando de oficiales y suboficiales, en mayoría servios, formar -según su parecer- unidades de combate dignas de confianza. Es de conocimiento público cómo se desarrolló la guerra y cómo este plan "genial" cayó al agua. Esto es el pasado.

No obstante, no es de sobra decirlo, conocerlo y tenerlo en la memoria. Es necesario saberlo especialmente, porque también hoy en la tan llamada Armea Nacional Yugoslava permanecen casi idénticas circunstancias a las del ejército monárquico. Hoy, todavía., las minorías nacionales (llamadas "nacionalidades") permanecen como elemento de desconfianza. Son de desconfianza también los pueblos no servios, especialmente los croatas. Hoy, todavía, la conducción de ese Ejército está mayormente en manos servias y lo sigue usando como el instrumento de la hegemonía servia. Permanece en vigencia, también, el sistema del servicio militar de exterritorialidad, en verdad, un poco suavizado, porque una parte de conscriptos presta el servicio en el territorio de su república, pero en los cuarteles lejanos de su residencia natal.

Hoy la conducción hegemonista militar favorece y arma mejor con equipos a las así llamadas unidades territoriales en las regiones servias que a las regiones croatas tratando de mantener a todos en jaque mediante la "autodefensa social", que en realidad es un sistema general de espionaje de todos por cada uno. Pero, si examinamos críticamente la situación actual en Yugoslavia, como también las perspectivas con respecto a su futuro, podemos -sin un optimismo exagerado- esperar que las fuerzas vivas de las naciones y "nacionalidades" de desconfianza -totalmente centrífugas- serán más fuertes que los instrumentes hegemonistas en el ejército y el pasto de represión fuera del mismo, y que la Yugoslavia de hoy, en la primera crisis que surge, repetirá el destino de su predecesora. Bastará un solo impacto para que desaparezca ese Estado que es, "como la comunidad de sus pueblos en muchos aspectos una anomalía" [3] y que "desde que fue creada contiene en sí una dosis de lo increíble, insegura de si y de su futuro" [4].

(El original croata de este estudio fue publicado en "Hrvatska Revija" Nº 4/1976, Munich. Barcelona. Versión castellana por F. N.).

 


Eslovenos y croatas - aliados en la lucha por la independencia

Franc Jeza (Trieste)

Los regímenes centralistas y dictatoriales de Belgrado, tanto en la Yugoslavia monárquica como en la actual, intentaban abiertamente atraer a los políticos eslovenos, con una táctica de menores concesiones, para que los ayudasen política y moralmente en sostener la hegemonía servia sobre el pueblo croata. Algunos políticos, preferentemente del denominado Partido liberal, incluido en el Partido Nacional Yugoslavo del carácter granservio -el famoso partido JNS- permitieron para que se los explotara en ese sentido, pero ante todo por sus intereses personales. El pueblo esloveno sin embargo en su totalidad nunca permitió llevarse a este sendero, porque sabía bien y lo sentía instintivamente de que esta política. redundaría en su propio perjuicio, siendo a la vez contrario a la tradición histórica eslovena.

El pueblo esloveno y el croata son ya casi mil años aliados en las luchas armadas o políticas por su existencia y la libertad nacionales. El enemigo que amenazaba a uno casi al mismo tiempo ponía en peligro también al otro. Los des pueblos pelearon contra los ávaros, francos, húngaros, turcos, vieneses y en los tiempos recientes contra el centralismo en Austria, el imperio austro-húngaro y luego contra el centralismo y la dictadura en la vieja Yugoslavia. Los eslovenos del litoral y los croatas de Istria lucharon casi veinte años contra el fascismo italiano. Actualmente, a su vez, ambos pueblos son nuevamente aliados no sólo por la tradición histórica sino también por la necesidad en la lucha contra el granservismo y el totalitarismo de carácter nacional-comunista, unidos en el régimen de Tito para someter y mantener al pueblo croata y esloveno en el estado de explotación colonial.

La defensa y la lucha comunes

La alianza en la lucha contra el enemigo común no niega la individualidad ni de uno ni del otro de los dos pueblos, porque la mencionada lucha tiene como su verdadero objetivo defender su identidad nacional y continuar luchando hasta el fin cuando van a ver lograda su independencia estatal que les garantizará plenamente la independencia y la libertad. No se trata aquí de un nuevo "ilirismo" o "eslavismo", sino de una alianza bien meditada y necesaria de dos puebles formados durante largos siglos históricos, concientes de la necesidad de la alianza de esta índole, que es muy útil y que, unidas, estarían más fuertes, ayudándose recíprocamente. De esta manera conseguirían más fácil su objetivo que luchando separados cada uno por su cuenta. En esta lucha cada uno de los dos pueblos reserva para si la completa autonomía de acción y programación para su Estado independiente.

Nosotros los eslovenos que nos sentimos responsable por la suerte de nuestro pueblo, luchamos por un Estado totalmente independiente y democrático, señalando que el Estado esloveno se comportaría en la política internacional ante todo de acuerdo con sus intereses propios concordantes con principios morales, y en la política, interior se atendería a los principios de la libertad democrática para con todos los partidos políticos y concepciones que estarían en concordancia con la diversificación ideológica y política de la comunidad eslovena con excepción de los movimientos totalitarios, dirigidos contra la existencia del Estado esloveno y contra la democracia. No hay ni la menor duda de que un Estado democrático idéntico es el objetivo del movimiento de liberación croata. Nosotros los eslovenos tenemos una completa, confianza en las fuerzas democráticas croatas y estamos convencidos que ellas -y sólo ellas- eliminarían fenómenos que mostraran la tentación de un régimen totalitario cualquiera. En cuanto a ciertas tendencias de esta índole en la política croata en este momento, esto se debe a la prolongada opresión en la. Yugoslavia monárquica y actualmente en la de Tito, que se precipitó sobre el pueblo croata, especialmente sobre su joven generación. Estas tendencias son la expresión de una desesperación que encontramos también en el caso de los vascos, de los irlandeses de la Irlanda del Norte, de los palestinos, los curdos etc. y de todos los pueblos que viven en condiciones de una prolongada subyugación, donde no están permitidos medios legales de lucha por la independencia. Cada pueblo se libera de esta tendencia sólo en la libertad, en la democracia y en su Estado propio, cuando su existencia no está más en peligro. Lo mismo vale para el pueblo esloveno. Una democracia real, la libertad nacional, la existencia y el bienestar económico le serán garantizados, sólo en su Estado propio. Esto pondría fin a la división del pueblo esloveno en dos bandos opuestos, en que fue dividido en la guerra civil en los años 1941-1945.

Liquidar a Yugoslavia

El sendero hacia el Estado esloveno como también hacia el Estado croata, el movimiento esloveno democrático por la independencia estatal, lo ve sólo en que los pueblos en Yugoslavia, en el momento oportuno, se pongan tranquila y racionalmente de acuerdo para liquidar el Estado yugoslavo que nunca fue y nunca será otra cosa que la dictadura y la. opresión para todos ellos, incluso para los servios mismos, y organizar sus Estados propios, teniendo presente el ejemplo de los pueblos escandinavos. Este objetivo hay que lograrlo con una lucha política decisiva que lleva directamente a la alianza del pueblo croata y esloveno como también de todas las demás fuerzas democráticas, que exigen la libertad' para todos en aquella cárcel del pueblo, denominada Yugoslavia.

Tanto más que entre los eslovenos y los croatas nunca había grandes diferencias políticas -al contrario, la frontera esloveno-croata es la única estable durante siglos- por lo que nadie puede decir que el pueblo esloveno y el croata no se conocen bien. Esto vale especialmente en la actualidad. Pero, si había en el pasado de los eslovenos y los croatas conflictos directos, tanto políticos como militares en los tiempos de su lucha común contra los turcos, como también culturales y periodísticos en el siglo XIX, hoy podemos decir sin más que tales contactos son muy raros. Así tanto en la vieja Yugoslavia como en la actual, la opinión pública esloveno recibía y sigue recibiendo informaciones sobre Croacia a través de la agencia oficial yugoslava de prensa. En la vieja Yugoslavia se llamaba "Avala", y hoy "Tanjug". El sistema informativo de "Tanjug" es rigurosamente centralizado y dirigido desde Belgrado y en el idioma servio. De mi experiencia personal se que "Tanjug" está completamente en el servicio del granservismo, posiblemente mejor que cualquier otra institución en Yugoslavia excepto el ejército. Eso es comprensible porque un idioma en que las propalan y quienes son dueños absolutos de "Tanjug", influenciar sobre la mentalidad pública y así, poco a poco, infiltrar a los croatas y a los eslovenos una y única mentalidad "yugoslava", como también la interpretación de los acontecimientos e imponer un solo idioma. Para los eslovenos eso significa que todas las redacciones prácticamente deben traducir informaciones de "Tanjug" al esloveno como las demás informaciones de las agencias extranjeras lo que se convierte en la Principal fuente de "infección" del idioma periodístico y literario esloveno, corno también del hablar diario, porque no todos los traductores son igualmente capaces, por lo cual existe una gran influencia del idioma servio en el esloveno y, con ella, de la mentalidad servia.

Se pasa por alto la individualidad nacional

Los regímenes centralistas y dictatoriales de Belgrado, tanto en la Yugoslavia monárquica como en la actual, intentaban abiertamente atraer a los políticos eslovenos, con una táctica de menores concesiones, para que los ayudasen política y moralmente en sostener la hegemonía servia sobre el pueblo croata. Algunos políticos, preferentemente del denominado Partido liberal, incluido en el Partido Nacional Yugoslavo del carácter granservio -el famoso partido JNS- permitieron para que se los explotara en ese sentido, pero ante todo por sus intereses personales. El pueblo esloveno sin embargo en su totalidad nunca permitió llevarse a este sendero, porque sabía bien y lo sentía instintivamente de que esta política. redundaría en su propio perjuicio, siendo a la vez contrario a la tradición histórica eslovena. El pueblo esloveno y el croata son ya casi mil años aliados en las luchas armadas o políticas por su existencia y la libertad nacionales. El enemigo que amenazaba a uno casi al mismo tiempo ponía en peligro también al otro. Los des pueblos pelearon contra los ávaros, francos, húngaros, turcos, vieneses y en los tiempos recientes contra el centralismo en Austria, el imperio austro-húngaro y luego contra el centralismo y la dictadura en la vieja Yugoslavia. Los eslovenos del litoral y los croatas de Istria lucharon casi veinte años contra el fascismo italiano. Actualmente, a su vez, ambos pueblos son nuevamente aliados no sólo por la tradición histórica sino también por la necesidad en la lucha contra el granservismo y el totalitarismo de carácter nacional-comunista, unidos en el régimen de Tito para someter y mantener al pueblo croata y esloveno en el estado de explotación colonial. La defensa y la lucha comunes La alianza en la lucha contra el enemigo común no niega la individualidad ni de uno ni del otro de los dos pueblos, porque la mencionada lucha tiene como su verdadero objetivo defender su identidad nacional y continuar luchando hasta el fin cuando van a ver lograda su independencia estatal que les garantizará plenamente la independencia y la libertad. No se trata aquí de un nuevo "ilirismo" o "eslavismo", sino de una alianza bien meditada y necesaria de dos puebles formados durante largos siglos históricos, concientes de la necesidad de la alianza de esta índole, que es muy útil y que, unidas, estarían más fuertes, ayudándose recíprocamente. De esta manera conseguirían más fácil su objetivo que luchando separados cada uno por su cuenta. En esta lucha cada uno de los dos pueblos reserva para si la completa autonomía de acción y programación para su Estado independiente. Nosotros los eslovenos que nos sentimos responsable por la suerte de nuestro pueblo, luchamos por un Estado totalmente independiente y democrático, señalando que el Estado esloveno se comportaría en la política internacional ante todo de acuerdo con sus intereses propios concordantes con principios morales, y en la política, interior se atendería a los principios de la libertad democrática para con todos los partidos políticos y concepciones que estarían en concordancia con la diversificación ideológica y política de la comunidad eslovena con excepción de los movimientos totalitarios, dirigidos contra la existencia del Estado esloveno y contra la democracia. No hay ni la menor duda de que un Estado democrático idéntico es el objetivo del movimiento de liberación croata. Nosotros los eslovenos tenemos una completa, confianza en las fuerzas democráticas croatas y estamos convencidos que ellas -y sólo ellas- eliminarían fenómenos que mostraran la tentación de un régimen totalitario cualquiera. En cuanto a ciertas tendencias de esta índole en la política croata en este momento, esto se debe a la prolongada opresión en la. Yugoslavia monárquica y actualmente en la de Tito, que se precipitó sobre el pueblo croata, especialmente sobre su joven generación. Estas tendencias son la expresión de una desesperación que encontramos también en el caso de los vascos, de los irlandeses de la Irlanda del Norte, de los palestinos, los curdos etc. y de todos los pueblos que viven en condiciones de una prolongada subyugación, donde no están permitidos medios legales de lucha por la independencia. Cada pueblo se libera de esta tendencia sólo en la libertad, en la democracia y en su Estado propio, cuando su existencia no está más en peligro. Lo mismo vale para el pueblo esloveno. Una democracia real, la libertad nacional, la existencia y el bienestar económico le serán garantizados, sólo en su Estado propio. Esto pondría fin a la división del pueblo esloveno en dos bandos opuestos, en que fue dividido en la guerra civil en los años 1941-1945. Liquidar a Yugoslavia El sendero hacia el Estado esloveno como también hacia el Estado croata, el movimiento esloveno democrático por la independencia estatal, lo ve sólo en que los pueblos en Yugoslavia, en el momento oportuno, se pongan tranquila y racionalmente de acuerdo para liquidar el Estado yugoslavo que nunca fue y nunca será otra cosa que la dictadura y la. opresión para todos ellos, incluso para los servios mismos, y organizar sus Estados propios, teniendo presente el ejemplo de los pueblos escandinavos. Este objetivo hay que lograrlo con una lucha política decisiva que lleva directamente a la alianza del pueblo croata y esloveno como también de todas las demás fuerzas democráticas, que exigen la libertad' para todos en aquella cárcel del pueblo, denominada Yugoslavia. Tanto más que entre los eslovenos y los croatas nunca había grandes diferencias políticas -al contrario, la frontera esloveno-croata es la única estable durante siglos- por lo que nadie puede decir que el pueblo esloveno y el croata no se conocen bien. Esto vale especialmente en la actualidad. Pero, si había en el pasado de los eslovenos y los croatas conflictos directos, tanto políticos como militares en los tiempos de su lucha común contra los turcos, como también culturales y periodísticos en el siglo XIX, hoy podemos decir sin más que tales contactos son muy raros. Así tanto en la vieja Yugoslavia como en la actual, la opinión pública esloveno recibía y sigue recibiendo informaciones sobre Croacia a través de la agencia oficial yugoslava de prensa. En la vieja Yugoslavia se llamaba "Avala", y hoy "Tanjug". El sistema informativo de "Tanjug" es rigurosamente centralizado y dirigido desde Belgrado y en el idioma servio. De mi experiencia personal se que "Tanjug" está completamente en el servicio del granservismo, posiblemente mejor que cualquier otra institución en Yugoslavia excepto el ejército. Eso es comprensible porque un idioma en que las propalan y quienes son dueños absolutos de "Tanjug", influenciar sobre la mentalidad pública y así, poco a poco, infiltrar a los croatas y a los eslovenos una y única mentalidad "yugoslava", como también la interpretación de los acontecimientos e imponer un solo idioma. Para los eslovenos eso significa que todas las redacciones prácticamente deben traducir informaciones de "Tanjug" al esloveno como las demás informaciones de las agencias extranjeras lo que se convierte en la Principal fuente de "infección" del idioma periodístico y literario esloveno, corno también del hablar diario, porque no todos los traductores son igualmente capaces, por lo cual existe una gran influencia del idioma servio en el esloveno y, con ella, de la mentalidad servia. Se pasa por alto la individualidad nacional Junto a esto que es ante todo un problema lingüístico, todavía peor es que "Tanjug ignora sistemáticamente y hace silenciar la individualidad nacional del pueblo croata y de la del esloveno, excluyendo de sus informaciones todo lo que recordaría la importancia de algo para el pueblo croata en su historia, su propia cultura, su literatura, su economía, etc. Así les eslovenos no pueden fácilmente conocer problemas nacionales croatas tanto políticos como tampoco económicos u otros. Para "Tanjug" no existe historia croata sino sólo "nuestra", es decir historia yugoslava. especialmente una historia colectiva de los pueblos yugoslavos. Así existe justamente "nuestra literatura", es decir literatura yugoslava. En este sentido dice "Tanjug": "nuestro escritor Krleža", "nuestro Vuk Karadžić", "traducción de nuestra poesía", "el concierto de nuestra música", "exposición de nuestro arte yugoslavo" etc. Los eslovenos no pueden así ver lo específico y real del pueblo croata, como tampoco los croatas pueden ver lo específico y real del pueblo esloveno o de otro pueblo en Yugoslavia. La consecuencia de este manejo es una idea muy confusa que tiene un esloveno común -después de medio siglo de ese procedimiento acerca del pueblo croata, de sus problemas y anhelos, lo que fácilmente podemos afirmar igualmente con respecto a una idea del croata común relativa al pueblo esloveno y a sus problemas.

 


El nacionalismo en Croacia desde 1964

Bogdan Radica

Este artículo es la contribución de nuestro colaborador, el profesor Bogdan Radica, en el libro sinóptico del editor George W. Simmonds, titulado "El nacionalismo en la URSS y Europa Oriental en la era de Breshnev y Kosygin". (University of Detroit Press, 4001 W. Me Nichols, Detroit, Michigan 8221, año 1977 - (N. R.).

Permítaseme destacar al comienzo de este estudio sobre el desenvolvimiento en Croacia, que la elección para este Simposio del período referente al Nacionalismo en la USSR y Europa Oriental, es la más acertada y significativa en cuanto concierne a Croacia. Fue exactamente durante estos últimos diez años que tuvieron lugar en Croacia los más dramáticos acontecimientos desde que los partidos comunistas impusieron su gobierno en Croacia, en toda Yugoslavia y en la restante área en la cual se halla ubicado ese Estado multinacional. Fue precisamente durante esos años que Croacia en su búsqueda por la independencia nacional ha intentado nuevamente lograr una mayor, si no completa, realización de esa independencia, sea dentro o fuera del estrecho marco del Estado yugoslavo. Nuevas y dinámicas fuerzas, sociales y culturales se abrieron paso por entre las estultas y sobreburocratizadas estructuras del Estado y Partido, quienes victoriosamente sostenían en el pasado y siguen sosteniendo en el presente de haber resuelto el problema fundamental de Yugoslavia -la cuestión nacional-. Pero, no cabe ninguna duda, que hoy, como también desde sus comienzos hace unos sesenta años, esta cuestión hace de Yugoslavia una casa dividida, repleta de tendencias de secesión y separación que jamás se apagaron por completo, de casi todas las naciones que la constituyen, y entre las cuales Croacia es decididamente una de las más importantes.

Éxitos y fracasos

A fin de comprender el significado de la permanente crisis que causaron varios nacionalismos en Yugoslavia y los trágicos sucesos que ocurrieron, están ocurriendo y que podrían todavía ocurrir, y el papel que el Partido Comunista de Yugoslavia ha jugado desde sus comienzos, es necesario pasar revista -por lo menos en términos generales- a las vicisitudes de sus ocasionales éxitos y más aún de sus frecuentes fracasos en resolver la profunda división nacional entre las naciones yugoslavas, nacionalidades y grupos étnicos. No hay duda que un observador objetivo de este proceso, en el cual el Partido Comunista de Yugoslavia, hoy oficialmente llamado la Liga de los Comunistas (LCY), se esforzó primero en unir Yugoslavia en una nación y más tarde en una comunidad de naciones -que son les períodos del centralismo y federalismo respectivamente- tendría que llegar a, la conclusión de que el Partido ha sido tan desafortunado como lo fueren los así llamados partidos burgueses antes de la guerra. Así, Yugoslavia ha quedado desde 1918 hasta 1941 como desde 1945 hasta el presente, muy lejos de la meta principal de la unidad nacional que el liderazgo en poder durante ambas épocas intentó alcanzar mediante consenso popular. En efecto, durante menos de seis décadas de su existencia, Yugoslavia pudo sobrevivir solamente ejerciendo el poder absoluto que antes de la guerra se basaba en la primitiva hegemonía monárquica, semi-feudal y brutal que emanaba de un centro de poder, o sea de la real y pretorial corte servia en Belgrado, y después de la guerra, mediante el ejercicio del poder absoluto y absorbente del secretariado del Partido Comunista, también ubicado en el mismo centro de poder -Belgrado.

Entre las dos guerras la LCY se desplazaba de una posición política a la otra en búsqueda de la más apropiada solución para la permanente crisis nacional. Al comienzo, el partido -estando todavía libre para obrar legalmente- optó por el punto de vista oficialmente sostenido que Yugoslavia era una nación unitaria y que debía ser gobernada desde un solo centro. Ni bien empezó a crecer en Croacia la oposición contra la agresiva hegemonía servia, que con el tiempo causó el alejamiento de Croacia de Yugoslavia y el asesinato del líder campesino Stjepan Radić, la LCY decidió cambiar radicalmente su política.

El Partido, en aquel entonces en la clandestinidad en la cual se quedó hasta el colapso de la primera Yugoslavia, simpatizó y cooperó con el movimiento croata, cuyo programa era por lo menos una mayor autonomía si no la completa independencia de Croacia. Esta cuestión alcanzó tan criticas proporciones que hasta el "Comintern" consideró que debía ser, discutido. En los últimos años de la década del veinte, condenó el punto de vista hegemónico servio referente a la cuestión nacional que defendía el secretario general de LCY de entonces, el Dr. Sima Marković. Contrario al punto de vista de Marković, el de Stalin era que la nación croata tenía derecho a un propio Estado independiente. Marković era de la opinión de que tanto el nacionalismo croata como el servio eran producto de dos burguesías nacionales que luchaban por el poder. En ambas naciones la clase trabajadora era la víctima de dos fuerzas sociales y económicas similares dominadas por la burguesía servia y croata que usaban los respectivos nacionalismos para asegurar el control económico de la sociedad. Según Stalin, la solución se encontraba en la fórmula basada en el bien conocido y desusado principio, que el Estado en cuanto a su forma, debe ser nacional, y socialista por su contenido. Esta fórmula no difiere sustancialmente de aquellas usadas en todas las Constituciones yugoslavas de postguerra que la incorporan, usando más o menos un lenguaje parecido. Así pues, sobre el papel cada república socialista tiene derecho a abandonar la unión libremente.

Fiel al modelo soviético

Les recientes sucesos en Croacia demuestran claramente -lo que vamos a ver más tarde- que el régimen está dispuesto a utilizar la fuerza, incluso el ejército, para impedir el ejercicio de este derecho.

El colapso de la primera. Yugoslavia, la guerra y sus postrimerías han demostrado que el Partido Comunista ha quedado fundamentalmente fiel a la fórmula stalinista respecto a la federación de Yugoslavia. Se ha aplicado el modelo federal soviético en este Estado multinacional, dividiéndolo en seis repúblicas socialistas que, teóricamente, poseen los mismos e iguales derechos. Ella son: Croacia, Bosnia-Hercegovina, Macedonia, Montenegro, Eslovenia y Servia, y dos regiones autónomas Kosovo-Metohija (como reconocimiento jurídico de la existencia de la nacionalidad albanesa) y Vojvodina (como reconocimiento de la nacionalidad húngara). A primera vista esto podría haber sido la solución más adecuada. La dominación pan-servia y servia pudo haber sido reducida a sus fronteras preyugoslavas.

Sin embargo, el principio del -centralismo democrático, propugnado desde Belgrado -desde hace un siglo la capital de Servia y luego de Yugoslavia- hizo posible para los servios que ganaran casi el mismo control sobre la totalidad de la nueva Yugoslavia como lo tenían sobre la vieja. El punto de vista de los círculos (dirigentes) servios de que todo el Estado de Yugoslavia, estructurado unitaria o federalmente, es, en primer lugar, un Estado servio, en el cual los servios tienen la "sagrada" responsabilidad de dirigirlo y preservarlo, ha encontrado una posición harto dura en algunas repúblicas, especialmente en Macedonia y en el Kosovo albanés. Los croatas, a su vez, parece, sabían por la experiencia que los servios iban a tratar de concentrar en el nuevo Estado multinacional tanto poder en sus manos como lo habían hecho en el viejo.

El rápido acomodo de la inteligentzia servia en las nuevas estructuras estatales y su desbordante presencia no sólo en la administración de la república de Servia, sino también en la de Croacia, Bosnia y Herzegovina, en el ejército, en la policía, en el gobierno federal, y, finalmente en el control económico y financiero del país, transformó el Estado multinacional en un Estado, en que los servios dominan a todas las demás naciones, especialmente a los croatas.

La tradicional habilidad política de los servios de identificarse con el Estado y de hacer uso de su poder de monopolización para promover su-, intereses personales y nacionales, ha enajenado inevitablemente al mayor partícipe potencial en el Estado, a los croatas. Desde el mismo comienzo los servios propagaron la opinión, muy conveniente para ellos, de que los croatas debían ser controlados desde el centro del poder, o sea, desde Belgrado. Tanto en la vieja como en la presente Yugoslavia los croatas han sido sospechados y tildados de una nación contraria a la existencia del Estado.

El Partido Comunista se halla ahora, en cuanto a los croatas, esencialmente en la misma situación como aquella que agobiaba a la monarquía servia antes de la guerra. Los servios transfigurados en comunistas descubrieron en los croatas no solamente a enemigos de Yugoslavia sino también al principal opositor de su supremacía en este Estado multinacional. Por otro lado, los croatas contemporáneos descubrieron en los servios el obstáculo principal para su igualitaria participación en el ejercicio del poder. Los croatas se creen estar en la posición de ciudadanos de segunda o hasta de tercera clase en un Estado que pretenda garantizar la plena igualdad de todas las naciones que forman parte del mismo. En ambas Yugoslavias los círculos dirigentes servios han manifestado su habilidad de alejar a todas las demás naciones negándose compartir el poder con ellas.

La Yugoslavia de Tito inició su política interna con una radical oposición al deseo jamás apagado de la independencia nacional, propia a todos los croatas en las repúblicas de Croacia y de Bosnia-Herzegovina. No sólo que la promesa de igualdad en Croacia jamás se había cumplido, sino que esta república ha sido escogida de entre las seis repúblicas yugoslavas que debe ser especialmente vigilada no sólo desde el punto de vista de les intereses de la comunidad sino también de aquellos de Servia, llamada "república dominante" en Yugoslavia.

El pecado original croata fue la restauración del Estado Independiente de Croacia, por lo cual los comunistas mataron en Bleiburg (en Austria) durante la primavera de 1945, a más de doscientos mil croatas: soldados, oficiales, civiles, hombres, mujeres y niños. Este crimen -apropiadamente llamado "Operación Matadero" ("Operation Slaughterhouse" es el título del libro de testimonios de los testigos oculares), perpetrado por los partisanos comunistas y el liderazgo de su Partido, lo que se hizo público cuando se permitió el acceso a los documentos de guerra británicos y que ocurrió de la siguiente manera.

El comando militar británico entregó a los partisanos el ejército y los civiles croatas que pedían protección y refugio británicos. Los partisanos habían prometido juzgar y castigar solamente a los criminales de guerra, pero las grandes masas de los refugiados fueron liquidadas indiscriminadamente en el acto, los demás fueron obligados regresar al país donde perecieron en las así llamadas marchas de muerte [5].

Advertencia sobre un mal futuro

La masacre en Bleiburg y muchos acontecimientos similares que se han sucedido, fueron una advertencia a la nación croata de que su existencia más adelante, en Yugoslavia, sería sujeta a un control de tipo especial. El ánimo nacional croata debía ser oprimido metódicamente, si no hasta apagado. Por eso la historia de Croacia en Yugoslavia comunista se puede dividir en dos partes, la primera cubre el período desde la organización del nuevo Estado (1945) hasta 1964. Aquí puedo presentar brevemente los más importantes eventos que tuvieron lugar durante este período.

Esencialmente, toda la vida nacional croata llevada a cabo por las personalidades e instituciones más destacadas, en aquel entonces, estaba sujeta a serias restricciones o a la desaparición total. Prácticamente, cada uno de los prominentes miembros de los intelectuales croatas estaba sujetos a una especial selección policial y a las maneras de investigación y maltratos más viciosos y criminales. Prisiones y campos de concentración estaban llenos de prominentes intelectuales y miembros del clero.

A diferencia de la inteligentzia servia o de otros yugoslavos, los croatas se encontraron frente a dificultades insuperables al tratar de integrarse al nuevo orden. Tan solo más tarde, después de la ruptura con Stalin, un mayor número de esta inteligentzia encontró trabajo en las nuevas instituciones culturales, entre las cuales el Instituto Lexicográfico era el más generoso. Eso fue posible gracias al destacado escritor croata marxista, Miroslav Krleža, quien luego de su readmisión y rehabilitación por parte del Comité Central del Partido, pudo ejercer alguna influencia. Sin embargo, era obvia la política de discriminación contra los croatas.En Croacia, por ejemplo el más importante y el más viejo diario, de tendencia liberal. "Obzor", aunque censurado durante la guerra, no le fue permitido reaparecer, mientras que en Servia el diario "Politika", bien conocido por sus ideas gran-servias, pudo reanudar su publicación inmediatamente. La misma política discriminatoria se observa en la manera de cómo se trataban las casas editoras nacionales de renombre. -Matice Srpska y Srpska Književna Zadruga pudieron reanudar sus actividades. Matica Hrvatska, en cambio, estaba proscripta y durante mucho tiempo estuvo inactiva. Una política parecida fue puesta en práctica respecto a las revistas literarias, o sea, a las de Servia fue permitido reaparecer mientras que las de Croacia estaban sin este permiso.La historiografía servia fue no sólo revivida sino que siguió glorificando el nacionalismo y la expansión servios, mientras que en Croacia la historiografía fue desalentada y hasta prohibida. En pocas palabras, la vida cultural de la nación croata estaba seriamente sofocada y amenazada de extinción [6].

La violenta persecución de la Iglesia Católica Romana en Croacia por parte del régimen es un otro ejemplo del tratamiento discriminatorio de Croacia en la nueva Yugoslavia. Mientras que en Servia la Iglesia Ortodoxa Servia fue sólo superficialmente censurada, la actitud hacia la Iglesia Católica en Croacia ha sido totalmente diferente. Varios miles de clérigos seculares, frailes franciscanos, mayormente de Herzegovina, religiosas y laicos católicos fueron ejecutados. Al arzobispo de Zagreb, capital de Croacia, cardenal Aloysius Stepinac le fue hecho un proceso de burla, condenado a prisión y, finalmente, confinado en su aldea natal, donde murió después de haber sido maltratado y torturado. Este martirio del clero croata entró en la historia como una de las páginas más, siniestras del régimen comunista en Croacia. Los clérigos croatas musulmanes fueren perseguidos con la misma ferocidad en ambas repúblicas croatas. Luego de "liberar" a Zagreb, los partisanos colgaron al Muftí de esa ciudad en la puerta principal de la mezquita de la capital croata[7].

La cruel persecución de la Iglesia en Croacia fue acompañada de purgas en la esfera política. El régimen trató especialmente de destruir a todos los líderes del Partido Campesino Croata, el cual en la Croacia de preguerra era el partido político y fuerza principal de la nación croata. En los distritos rurales, las actividades del Partido Campesino fueron prohibidas de inmediato y los líderes campesinos, removidos de sus puestos, arrestados y después de un breve juicio de mofa, enviados a campos de concentración[8].

El intento de rectificación fracasó

El Partido Comunista y sus líderes croatas, como el Dr. Vladimir Bakarić, necesitaron casi dos décadas para percatarse de que esta situación crítica en Croacia revestía un problema grave para el desenvolvimiento futuro del país. El Dr. Bakarić, un hombre astuto, íntimamente devoto de Tito, entonces secretario del P. C. de Croacia y ahora uno de los hombres de mando, quienes, se supone, asumirían el poder después de Tito, salió con una declaración sorpresiva en el semanario de Belgrado "Nin", el 8 de marzo de 1964.Por primera vez Bakarić admitió que los comunistas no lograron resolver el problema nacional, o sea, que el problema estaba resuelto tan solo en la teoría, mientras que en la práctica trataban de imponer un integralismo yugoslavo semejante al impuesto por la Corte del rey Alejandro, antes de la guerra. En la opinión de Bakarić, el centralismo había reemplazado completamente al federalismo nacional constitucionalmente proclamado.La más notable admisión de que mucho mal se ha hecho, fue expresada por Bakarić en su conmovedor llamamiento a los servios para. que dejasen de considerar a Croacia como una "república aislada". En esta nieva idea, cansado sin duda por la horrenda situación de Croacia, Bakarić puso de relieve el hecho de que, debido a que Croacia era económicamente la república más desarrollada, con el mayor número de obreros y emigrados en el exterior, debería formularse y ejecutarse una política exterior específicamente croata para que sus intereses croatas en el exterior puedan ser protegidos por ellos mismos.

La significativa declaración de Bakarić fue publicada en vísperas del Octavo Congreso del Partido, en diciembre de 1964. Para entonces, la Liga Comunista Yugoslava estaba abiertamente dividida conforme al criterio nacional. Tito y sus íntimos colaboradores trataron durante cierto tiempo, de espantar al espectro del conflicto nacional, negando su existencia. Pero hacia fines de 1964 los conflictos nacionales alcanzaron proporciones tan alarmantes que se habían convertido en el tema predominante en las deliberaciones en el Octavo Congreso del Partido. El Congreso se ocupó de la profunda crisis nacional ocasionada por el enajenamiento de Croacia de Yugoslavia. Estaba dividido en cuanto a la cuestión de cómo Yugoslavia debería ser gobernada.Por el unitarismo integral abogaron los servios y por el federalismo los croatas y los demás comunistas no servios. Tito admitió con tristeza que la política de la integración nacional yugoslava, es decir, de tratar de crear una conciencia nacional cohesiva, había sufrido un serio revés. Los conflictos nacionales, según palabras de Tito, "se han vuelto hasta más violentos que jamás anteriormente, habían afectado al mismo Partido". "Tales aberraciones -continuó Tito-, serían comprensibles hasta cierto grado en los primeros años del gobierno comunista pero que se manifiestan después de veinte años y que el chauvinismo está levantando la cabeza, es nuestra culpa y testimonio de la falta de vigilancia". A muchos tomó por sorpresa al condenar los empeños servios de imponer un integralismo yugoslavo. El principio básico sobre el cual ha sido concebida Yugoslavia, el de "hermandad y unidad", se estaba rápidamente desgastando [9].

El liderazgo comunista repetidas veces ordenaba a los organismos del Partido, después del Congreso, de respetar las individualidades históricas e identidades culturales de las naciones de Yugoslavia. Además, se ha instruido al Partido de reunir las naciones y las nacionalidades en torno del Estado comunista y de la consigna del "patriotismo socialista". Pero, a pocos meses del Octavo Congreso del Partido, en la primavera de 1965, Tito reconoció en su discurso en Varaždin, en Croacia, que los conflictos nacionales habían empeorado hasta tal punto que ponen en peligro la existencia misma de Yugoslavia. Muchas veces se lamentó de que el "nacionalismo burgués" se había abierto el camino en el Partido y el aparato estatal. Los tempestuosos acontecimientos antes, durante y después del Octavo Congreso del Partido lo confirman, sostuvo Tito.

Una fuerte oposición al centralismo de Belgrado vino de entre los croatas a los que se plegaron esta vez los eslovenos. Ambas naciones querían reforzar sus vínculos económicos con la Europa occidental y hasta estaban ansiosos de atraer el capital privado occidental para inversiones industriales y otros fomentos en Croacia y Eslovenia. Esta y otras medidas formaban parte de una verdadera reforma económica, destinada a corregir las deformaciones económicas que habían originado dos décadas de la economía centralista, llevada a cabo sin eficiencia. Sin embargo, los comunistas servios desconfiaban de esta reforma. Ellos temían que el capital occidental, directamente invertido en las repúblicas occidentales yugoslavas, habría podido menguar inversiones en Belgrado y aumentarlas en las repúblicas individuales, debilitando de tal modo el control servio en todo el país. Algunos alegaban que la reforma podía alentar el eventual retiro de Croacia y Eslovenia de la comunidad.

Por este motivo, muchos de les comunistas servios de primera línea trataban y hasta sabotearon la reforma, apoyando la acusación de Tito que ellos (los croatas y eslovenos - Obs. del traductor) venían violando el sagrado principio leninista del centralismo democrático, que requiere de todos los miembros del Partido ejecutar las directivas aún cuando discrepen de ellas. La rebelión alcanzó tal grado que Alejandro Ranković, prominente comunista servio, segundo en aquel entonces después de Tito, por mucho tiempo jefe de la policía secreta Ozna y Udba, llamó la atención del Comité Central sobre el alarmante resurgimiento del chauvinismo en Servia. "Es absolutamente absurdo y muy peligroso", dijo con toda franqueza, "para los servios tratar de imponer el centralismo" [10].

Las declaraciones de Ranković, especialmente sus acciones, provocaron una profunda crisis en el Comité Central. No solamente los croatas, sino también los eslovenos, les macedonios, los montenegrinos y algunos servios de Bosnia y Herzegovina se unieron para expulsar a Ranković de la más alta posición en el Comité Central del Partido. La expulsión tuvo lugar el 1° de julio de 1966 durante la cuarta sesión plenaria del Comité Central de la LCY en la isla de Broini, lujoso balneario donde Tito pasa la mayor parte del tiempo en su vejez.

La eliminación de Ranković de una de las posiciones más fuertes en la estructura del poder ha sido una sorpresa tanto para el país como para el exterior, pues él ha sido el hombre más fuerte detrás de Tito y se presumía generalmente que iba a ser su sucesor. Sin embargo, eliminando a Ranković, Tito reconoció públicamente que él había desempeñado un papel muy importante en la así llamada guerra de liberación nacional y en la creación del sistema de seguridad estatal, o sea, de UDBA, o policía secreta yugoslava. Tito reprochó al supremo liderazgo del Partido por haber permitido a Ranković actuar sólo, sin ningún control o consejo. Tito no insistió en que Ranković fuese castigado aunque los miembros del Partido en las regiones no servias del país hubiesen aceptado gustosamente su ejecución.

Después de la eliminación de Ranković del poder, se supo por doquier y fue públicamente revelado que su vigilancia policial había sido mayormente concentrada sobre Croacia y la población croata de Bosnia y Herzegovina y, hasta cierto punto sobre Eslovenia y Macedonia y, en sumo grado, sobre el Kosovo albanés. Ahora es harto conocido que en la documentación de OZNA y UDBA había expedientes sobre un millón trescientos mil croatas. Sus movimientos dentro y fuera del país han sido registrados y analizados. Eso significa que capa quinto croata ha sido considerado políticamente sospechoso por parte del gobierno de Belgrado y por ende candidato virtual para la prisión o campo de concentración. Los comunistas han sido incluidos en esta masiva vigilancia. Se dice que el mismo Tito había dicho a algunos miembros del Comité Central que todas sus conversaciones telefónicas han sido grabadas y su residencia, hasta su dormitorio, provistos de micrófonos. ¿Han vigilado a Tito por ser croata de origen, aunque es cierto que él jamás omitió de destacar que su nacionalidad es yugoslava, o por haber sido un obstáculo para Ranković en su avance hacia el poder?

El movimiento croata masivo

El alejamiento de Ranković del supremo liderazgo de Partido y de gobierno hizo posible para el liderazgo comunista croata intentar llevar a cabo los principios básicos garantizados por la Constitución federal y las respectivas constituciones de las repúblicas. También el principio de autogestión se convirtió en una nueva dinámica "idea-fuerza".Los comunistas croatas pensaron que a través de la aplicación más consecuente de la autogestión y debido a que Croacia es económicamente independiente. Croacia podría alcanzar la igualdad con Servia y de tal modo conseguir atributo para su status como Estado, garantizado por la Constitución.

En este esfuerzo los intelectuales croatas mostraron muchísimo sentido común, responsabilidad y energía. En efecto, el período desde 1965 hasta 1971 fue caracterizado por el resurgimiento nacional, político, económico y especialmente cultural y es conocido como período de la "Primavera Croata" o "maspok", o sea "movimiento masivo", en el cual la mayoría del liderazgo croata, el Partido y el pueblo en general habían tomado parte con gran entusiasmo y buena voluntad. La juventud croata de ambas repúblicas croatas R.S. de Croacia y R.S. Bosnia-Herzegovina, aportaron al movimiento el entusiasmo y energía propios de esta generación. De repente revivieron todos los valores del ser nacional croata, levantándose -según lo dirían los antiguos griegos- como fénix de las cenizas. Tuvo lugar un renacimiento del espíritu nacional en la política, la economía y la cultura, difícil de imaginar con anterioridad, como lo fue durante estos años. Este período de la historia croata se podría comparar con el renacimiento nacional en Croacia a mediados del siglo pasado, aunque las circunstancias han sido, naturalmente, por completo diferentes. Esta vez la liberación de Croacia significaba esencialmente la liberación de la dominación gran-servia, como los croatas acostumbraron a ver la administración del Partido Comunista Yugoslavo.

Como he dicho, en este movimiento participó no solamente el Partido croata y los intelectuales fuera del mismo sino también el liderazgo del Partido comunista croata. Los más destacados han sido Mika Tripaldo, la Dra. Savka Dabčević-Kučar, Haramija, P. Pirker, I. Šibl y otros. Ellos estaban apoyados por la mayoría en el Comité Central y por las organizaciones partidarias locales de la LCC. Entre los escritores e intelectuales, los más prominentes eran Petar Šegedin, Franjo Tudjman, Iva Franjea, Zlatko Tomičić, Šime Djodan, Marko Vaselica, Vlado Gotovac y muchos otros. La mayoría de esta gente está fuera del poder o en la prisión. La filosofía política básica que enfatizaban los líderes políticos en sus declaraciones, discursos y proclamas era la necesidad para la nación croata de transformar sus Estados, las repúblicas de Croacia y de Bosnia y Herzegovina, de Estados ficticios en las verdaderas repúblicas socialistas soberanas a fin de ser iguales e independientes frente a su socio servio .y otros socios en la comunidad yugoslava de naciones, como se suele a menudo llamar a este Estado. "Sea croata", "No tengas miedo en llamarte por tu propio nombre nacional-croata", era la repetida exclamación de la señora Dabćević-Kučar y de Mika Tripalo, cuyas asambleas populares masivas atrajeron los sectores más amplios del pueblo croata en todas las regiones croatas. Un notable despertar nacional tuvo lugar hasta en aquellas regiones a lo largo de la costa adriática y en las islas, donde la juventud de repente empezó a manifestar la conciencia de su origen croata y de la identificación nacional. Aunque estas regiones han sido cuna del reino croata medieval, de las mismas ha venido un gran número de hombres y mujeres de orientación pan-eslava o yugoslava y algunos de ellos preferían no considerarlas tierras croatas. En los años sesenta y setenta, los más destacados patriotas croatas provenían de la costa croata y de sus islas. Los mismos requerían y siguen requiriendo con insistencia a los extranjeros no asignar a su región como "Dalmatia" sino como Croacia del Sur. [11]

La más notable decisión, tomada por parte del mundo literario croata, fue la "Declaración sobre el nombre y la posición del idioma literario croata", publicada el 15 de marzo de 1967 en Zagreb, capital de Croacia. Fue firmada por diecinueve de las más calificadas instituciones filológicas y literarias, como Matica Hrvatska, la Sociedad Filológica Croata, el Departamento de Filología y Literatura de la Academia Yugoslava de Ciencias y Artes, y por todos los catedráticos de la vieja y la moderna literatura de la Universidad de Zagreb. La Declaración destacó el hecho de que el idioma literario croata es una unidad en sí y no debe ser llamada ni servia-croata no croata-servio como habían convenido en Novi Sad, en 1954, algunos filólogos croatas y servios. La Declaración la firmó también Miroslav Krleža, quien estuvo presente en esta histórica reunión que rompió la unión lingüística forzada de los croatas y servios. En cuanto a las literaturas nacionales, no existía la necesidad de destacar sus diferencias, ya que desde sus comienzos ellas han sido entidades separadas que carecían casi totalmente de vínculos entre sí. Los escritores croatas, siguiendo la misma tendencia, abandonaron la Asociación de Escritores Yugoslavos y formaron su propia Asociación de Escritores Croatas.

El período en discusión ha sido muy prolífero en nuevas creaciones literarias; un grupo notable de revistas comenzó a publicarse en muchas ciudades croatas. Entre éstas las más importantes fueron Kritika, Hrvatski Tjednik, Hrvatski Knjizevni List, el pionero este último en el despertar de la conciencia nacional croata. El énfasis fue puesto sobre asuntos públicos croatas y en restablecimiento de valores nacionales. La historiografía se ha orientado fuertemente hacia una reevaluación de la medieval y reciente historia croata. En su libro "Velike Ideje i Mali Narodi" (Grandes ideas y naciones pequeñas), el Dr. Franjo Tudjman proporcionó la justificación para la formación del Estarlo Independiente de Croacia durante la última guerra. No pudo esperarse que los croatas defendieran a Yugoslavia, en que todos sus derechos nacionales han sido negados.

La Matica Hrvatska empezó con la publicación de la serie "Cinco Siglos de la Literatura Croata", incluyendo todas las obras de mayor importancia desde los tiempos medievales hasta el presente. Esta selección es muy útil y popular, facilitando a las nuevas generaciones croatas a conocer el tesoro literario croata ya que la mayoría de ellos lo desconocían. La Matica empezó también a fundar en muchas ciudades clubes especiales cuyo fin era la difusión de la literatura y cultura croatas, despertando así la conciencia nacional entre las generaciones jóvenes que no estaban en condiciones durante los años de posguerra de conocer su pasado cultural. [12]

Para comprender el significado de este despertar, es suficiente referirse a algunas de las confesiones más conmovedoras de algunos de los importantes escritores croatas. Petar Šegedin, integrante del Partido y de la Academia, criticó el concepto de "una nación dominante", es decir, la justificación para el monopolio del poder servio y su control sobre el desarrollo de otras naciones en Yugoslavia. En uno de esos momentos de sinceridad dijo: "Durante toda mi vida he tenido la sensación de ser un objeto, no tanto como persona, sino como miembro de un pueblo del cual no puedo decir que no es mío. Renegar de mi pueblo y aceptar otro que podría ser más feliz, mejor o más fuerte. Traicionarlo- no me parece una actitud honesta... Cuando me privaban de mi idioma, lo hacía a estos que me rodeaban, así que nosotros teníamos que llamar nuestra lengua "nuestra" y a aquellos que nos privaban de nuestra lengua teníamos que llamarlos "ellos". "Ellos" conquistaban y "nosotros" -los demás nos convertimos en el objeto de la conquista". La única manera en que Šegedin y los demás pensaban cambiar de objetos en sujetos, era comenzando a llamarse croatas. Otra escritora, Smiliana Rendić, sostuvo que el idioma y la cultura croatas están expuestas al "peligro de colonización radical" como consecuencia de la hegemonía servia. El idioma oficial servio-croata, argüía ella, se ha convertido en "una tortura... un primitivo mestizo lingüístico que brutal y agresivamente envenenaba la prensa, la radio y la TV y por ende a la mayoría del pueblo que tuvo que leer y escuchar". Al rechazar el idioma oficial e impuesto, la escritora lo describió como un "mestizo servo-ruso" que horrorizó no solamente a la elite literaria sino también al pueblo en general. Esta rebelión general contra las restricciones oficialmente impuestas sobre la lengua y la cultura ha instigado a la inteligentzia croata a continuar su búsqueda de una independencia cultural genuina [13].

En Croacia apareció una nueva historiografía que hacía hincapié en la continuidad de la lucha croata por la independencia. El yugoslavismo fue tildado de "mitología" o "mitomanía", un disfraz debajo del cual, en realidad, se practicaba la dominación gran-servia.

Los cambios en el estado de la policía secreta después de la eliminación de Ranković y sus secuaces, habían posibilitado violentos debates sobre los delicados problemas económicos. De modo que los problemas económicos recibieron una enorme publicidad. Uno de los prominentes economistas croatas, el Dr. Šime Djodan, profesor de la Universidad de Zagreb, todavía en la prisión (ahora en libertad N. de T.) ha probado que Croacia, siendo la república con el mayor monto de divisas ganadas por su propia industria, turismo y las remesas de sus obreros en los países de Europa occidental, pudo utilizar para sus necesidades, en constante aumento, sólo el 10%, mientras que el 90% era absorbido vía Belgrado por Servia y otras regiones subdesarrolladas.

Djodan concluyó que Croacia fue explotada en la Yugoslavia socialista con menos misericordia que en el Imperio Austro-húngaro. Eso significaba, según este economista, una clara negación del marxismo, que se opone a la explotación del hombre por el hombre y del pueblo por el pueblo. El consenso de los economistas croatas era que en Yugoslavia se practicaba el colonialismo y que Croacia fue su primera víctima.[14].

Además, los economistas croatas revelaron que la disponibilidad de empleos en Yugoslavia, la colocación de fondos de inversiones, la distribución de reservas de divisas ganadas por las repúblicas individuales, la competencia desleal por los préstamos del Occidente y los contratos de negocios con el Occidente, representaban una clara forma de discriminación y explotación de croatas por parte del gobierno federal, dominado por los servios y las empresas con sede en Belgrado. Lógicamente, muchos croatas llegaron a la conclusión de que el maltrato de Croacia en la esfera económica era parte de la política servia de mantenerla bajo el control riguroso para que no pudiera separarse de la comunidad. Conforme a Hrvatski Tjednik del 3 de diciembre de 1971, el número de los obreros empleados aumentó entre 1961 y 1971 en Servia en 258.000 y en Croacia solamente en 114.000.

Algunas de estas críticas fueron por primera vez expresadas en los periódicos científicos y dentro de los límites de las reuniones de Legislatura y de Partido. Hasta 1970 las controversias alcanzaron a los medios masivos, fueron discutidas extensamente por intelectuales y estudiantes y sus críticas del status quo fueron llevadas a la atención de la opinión pública, croata. Apoyados por la abrumadora mayoría de croatas, quienes estaban altamente a favor de cambios más radicales y soluciones de la cuestión nacional en forma más equitativa, algunos de los líderes del partido se mostraron todavía más atrevidos y más francos. En 1970-71 los elementos más radicales, que operaban debajo de las alas de la dirección del Partido en Zagreb, daban ejemplo. Ellos expresaron sus puntos de vista a través de los medios masivos de información, cooperaron con la Universidad de Zagreb, donde la más amplia mayoría de profesores y estudiantes se había plegado al movimiento.

Entre otros reclamos, los comunistas croatas ahora exigían que los reclutas prestaran servicio en sus propias repúblicas y bajo el comando militar croata. Hay que tener presente que durante todos estos años el cuartel general del ejército y los oficiales a cargo de la policía secreta en Croacia eran, como por regular, de origen servio. A los reclamos croatas por unidades separadas de ejército, seguía el reclamo que el cuartel general de la marina sea trasladado a Split, y que se cambie el nombre del ejército de manera tal que refleje la naturaleza confederal del sistema constitucional. Todas estas exigencias fueron recibidas con sospecha y alarma por parte de les servios, quienes, mientras discutían públicamente con los croatas los detalles, trabajaban en secreto para convencer a Tito que actuase contra el masivo movimiento croata.

El conflicto llega a su cenit

Sin embargo, en septiembre de 1971, durante su visita a Zagreb, Tito, prosiguiendo su ambigua política, declaró que no pudo percatarse de "chauvinismo croata" y en una forma tibia dio su beneplácito a los acontecimientos de allí. Con anterioridad, empero, en verano de 1971, fue a Zagreb para, impulsar al Comité Central croata a combatir el movimiento nacional croata y las "tendencias nacionalistas". Ambos líderes comunistas croatas, Dabčević-Kučar y Tripalo, estaban convencidos de que no existía el peligro de su separación. Al contrario, ellos insistían en que el movimiento había sido el único camino para Croacia de salir de la posición de inferioridad y alcanzar la igualdad con Servia. Pero el conflicto entre los croatas y los servios crecía en intensidad en este año. Tiempo atrás, el 20-30 de abril y el 2 de junio, en Brioni y Belgrado respectivamente, fueron convocadas dos reuniones de la Liga Comunista Yugoslava con el fin de discutir la situación en Croacia. En Brioni los servios atacaron a las croatas como traidores del Estado. Llegaron tan lejos que acusaron a los comunistas croatas de haber establecido relaciones con algunos emigrantes croatas con el propósito de elaborar una política para el desmembramiento de Yugoslavia.

Entretanto, la situación en Croacia ha seguido su curso dinámico. En julio se efectuó en Zagreb una espectacular manifestación. Los estudiantes croatas de la Universidad de Zagreb organizaron una celebración conmemorativa del aniversario del nacimiento de Stjepan Radić, seguida por una gran demostración pública, a la que acudieron no solamente los estudiantes sino también grandes masas de trabajadores, ciudadanos de Zagreb. Cantaban canciones patrióticas y desplegaban transparentes, reclamando la independencia para Croacia. A esta manifestación siguió la huelga masiva de estudiantes que comenzó el 22 de noviembre. El motivo de la huelga fue la promulgación de la ley según la cual cada república tenía que pagar a la Federación una parte de sus ganancias provenientes del comercio exterior, del turismo y las remesas efectuadas por los obreros en el exterior.

Dado que la República Socialista de Croacia tiene solamente el 22% de la población total de Yugoslavia y visto que su comercio exterior, el turismo y las remesas de obreros aportan el 40% de todas las divisas extranjeras de Yugoslavia, quedando para ella solamente el 5,5% del total, los estudiantes consideraban que la huelga era necesaria para reparar la injusticia que el régimen de Belgrado hacía a Croacia.

Aunque la huelga se cumplió sin incidentes -no se atacó a ningún edificio universitario ya que los estudiantes creyeron que Tito cumpliría con los reclamos populares por un reajuste de la posición económica de Croacia- las unidades blindadas del ejército tuvieron cercada la ciudad de Zagreb por varios días, los líderes del Partido comunista local fueron eliminados y un gran número de estudiantes arrestados. La intervención militar, conducida por los generales servios, ha convencido a la juventud croata y al pueblo en general de que estaban ocupados por un poder extranjero. Un fin violento se puso a la "Primavera Croata", de la misma manera como ha sido apagada la "primavera" en Checo-Eslovaquia.

El golpe de Tito

El 1° de diciembre de 1971, en Karadjordjevo -la elección de la fecha y del lugar no podía ser más desafortunada por evocar amargas memorias en la mente de los croatas- Tito convocó al Comité Central para condenar el liderazgo del Partido comunista croata y al pueblo de Croacia. Él acusó a los líderes croatas de haber sucumbido al "liberalismo podrido" y al "nacionalismo chauvinista". Más, él sostenía que el Partido croata mostró debilidad al permitir la huelga estudiantil. Acusó la prensa y especialmente la prestigiosa Matica Hrvatska de encontrarse en las manos de los anti-socialistas, anti-autogestionistas y elementos anticonstitucionales, encabezados por un "comité revolucionario de cincuenta", el cual, decía, tramaba la contrarrevolución. Tito acusó también al liderazgo del Partido croata de haber querido ganarse el consenso de las masas, mientras que ningún partido comunista en el poder necesitaba tal consenso. En Karadjordjevo todos los comunistas croatas importantes y el íntegro gobierno ejecutivo fueron destituidos. Tripalo y Dabčević-Kučar fueron obligados a retractarse y a renunciar a sus puestos. También el ejército fue purificado; los generales croatas fueron alejados de sus puestos y tres de ellos murieron poco más tarde o se suicidaron. Dražen Budiša, Ivan Čičak y otros líderes estudiantiles como también muchos estudiantes, fueron arrestados, juzgados y condenados a la pena de prisión de hasta siete años. Varios destacados intelectuales marxistas, entre ellos F. Tudjman, M. Veselica, S. Djodan, V. Gotovac, Ivičević-Bakulić, A. B. Bulić y otros, como también millares de partidarios menos conocidos del movimiento de masa fueron enviados a la prisión, mientras que sus puestos fueron ocupados por los elementos completamente desconocidos del Partido o stalinistas de vieja data. Contrariamente a la promesa de Tito de que no habría persecución política, el nuevo portavoz del Partido destacó la necesidad de vigilancia política, de la decidida lucha contra varias manifestaciones de nacionalismo en toda Yugoslavia y de purificación en la Liga Comunista de Yugoslavia[15].

Los más importantes puestos en el gobierno croata fueron asumidos por los miembros del Partido de calidad inferior y por servios de Croacia. Dušan Dragosavac se convirtió en el portavoz de los servios de Croacia y de los mismos croatas. El período de post-Karadjordjevo se caracteriza por el persistente reclamo de Tito de que el principio de "centralismo democrático" sea llevado a cabo y que la política de "hermandad y unidad" sea proseguida con un vigor renovado. En otras palabras, el retorno de la política de Stalin en el partido, y del unitarismo en el gobierno. La violenta represión en Croacia después de la reunión de Karadjordjevo fue acompañada con rigidez ideológica.

Esta ideología está expresada en la famosa carta de Tito dirigida a la Liga Comunista. Yugoslava el día 18 de septiembre de 1972. En la misma requería él que debían ser expulsados todos aquellos elementos que sostenían opiniones "contrarias a la ideología y política de la LCY".

La Carta puso de relieve la necesidad de controlar el pensamiento y la opinión de cada miembro. Se efectuó una purga general de editores y otros que tenían a su cargo los medios de comunicación masivos, no solamente en Croacia sino en toda Yugoslavia. La mayoría de las revistas literarias y políticas fueron obligadas a dejar de aparecer. Aunque la revista Praxis y el movimiento a tono de ella, no estaba en favor del despertar nacional croata, estaba también acusada de hallarse bajo la influencia de liberales occidentales.[16].

El año 1974, el año del Décimo Congreso del Partido, el cual entre otros cambios introdujo una nueva Constitución, no resultó de ningún mejoramiento considerable. Sus propósitos eran probar al mundo que no podía haber transformación básica interna, destinada a socavar "el centralismo democrático", el cual continúa siendo la política fundamental del Partido. La LCY debe oponerse a todos los esfuerzos para lograr una liberalización y democratización del sistema. Al mismo tiempo se continuó con la política del completo control y vigilancia de todo intento de las repúblicas para separarse. Llevando a cabo esa política, el régimen prefiere las medidas policiales y militares en lugar de la persuasión. Todas las repúblicas, entre ellas en primer lugar Croacia, deben ser impedidas de obtener su existencia separada y deben ser fuertemente vigiladas por el centro de poder en Belgrado. Con excepción de ciertas pequeñas concesiones económicas que Belgrado hizo a Croacia, o sea elevando un poco el porcentaje de divisas que la república podría retener, el control político y policial quedó en las manos de les servios.

Tres características de la política yugoslava

Los acontecimientos de esta última década en la historia croata son consecuencia de tres permanentes características de la política yugoslava Primero, la cuestión nacional sigue siendo el problema más decisivo, incitando a los croatas a pelear contra los servios. Eso hace de Yugoslavia un Estado de muy dudosa viabilidad. Al conflicto entre estas dos más grandes naciones hay que agregar la creciente tendencia de los albaneses en Kosovo-Metohija trabajando por una eventual unificación con la madre patria Albania. Asimismo, existen numerosos grupos en Macedonia que se sienten más ligados a Bulgaria que a Belgrado. Segundo, el hecho que los líderes y activistas del actual despertar en Croacia son todos hombres y mujeres jóvenes, quienes recibieron toda su educación sea como partisanos de Tito sea como sus pioneros, prueba que la política de "hermandad y unidad" ha fracasado completamente. Tercero, la LCY, que, ostentando el poder, ha tratado de unir el país para la misma causa por la cual la monarquía estaba "unificándolo", ha fracasado en primer lugar porque usó los mismos, si no peores, métodos de gobierno, los cuales a las naciones no servias de Yugoslavia deben indudablemente parecer como opresión servia mal disfrazada.

Desilusiones definitivas

Después de 1971, es decir después del golpe en Karadjordjevo, no hay croatas de importancia que podrían imaginarse su destino como nación dentro de Yugoslavia. Esta verificación trae a la memoria la amarga experiencia de tres generaciones de croatas que tomaron parte en la formación y desarrollo de Yugoslavia como firmes creyentes de que el progreso y la felicidad de Croacia sería mejor garantizada en la unión con los eslovenos y servios en un Estado común. Tengo la edad suficiente como para recordar la primera generación de los fundadores de Yugoslavia: Trumbić, Supilo, Mestrović y una serie de intelectuales croatas de la convicción yugoslava. Todos ellos murieron desilusionados, viendo como la hegemonía servia destruía sus sueños de igualdad nacional y finalmente comprendieron que la única posibilidad para Croacia era la creación de su propio Estado independiente, ya que todos los esfuerzos para realizar una sociedad de igualdad con los servios a través de la unión federal, era bloqueada por una violenta resistencia servia. La segunda generación de croatas, esa de Stjepan Radić y Vlatko Maček, líderes del Partido Campesino Croata, creían en la posibilidad de una vaga unión de los Estados yugoslavos, han vivido para ver cómo desaparecía esta esperanza. Radić murió a causa de las balas servias disparadas contra él en el parlamento de Belgrado, mientras que la obra de Maček fue destruída por la guerra en la cual tanto los nacionalistas servios como los croatas hicieron imposible la comunidad. La tercera generación croata, los marxistas, creían en una comunidad de las soberanas repúblicas de eslavos del Sur, basada en la soberanía de la clase trabajadora, pero llegaron a las misma conclusiones que las dos generaciones "burguesas". La esperanza reciente (en los años sesenta) revivida de esta generación de que era posible, mediante la autogestión, a las repúblicas de Croacia y de Bosnia y Herzegovina, alcanzar la posición de igualdad con Servia, ha sido destrozada con el golpe en Karadjordjevo, en diciembre de 1971.

Se necesitaría un análisis histórico más extenso para explicar el porqué la coexistencia entre los croatas y los servios era, es y quizás siempre será una experiencia vana. No puedo imaginarme el modo, mejor y más breve para explicar este fenómeno, que parafraseando a Gaetano Mosca, un renombrado científico y político, quien una vez dijo: Es prácticamente imposible que estas dos naciones -los servios, educados en la cultura bizantina, y los croatas desarrollados en el oeste romano-católico- jamás logren la integración y la unificación.

¿Y después de Tito?

Y ahora ¿qué? Todo el mundo está conjeturando qué es lo que ocurrirá después de Tito. Tito mismo es consciente de este hecho. No pasa una semana en que él no asegure al mundo que Yugoslavia sobrevivirá a su desaparición. Por otro lado, la experiencia del pasado y del presente ha sido tan mala para todas sus naciones, especialmente para los croatas, que parece no haber otra solución para el problema fundamental del país -la cuestión nacional- que poner en práctica el derecho de auto-determinación garantizado por su Constitución. Los croatas en Yugoslavia han vigorizado su convicción de que su único futuro, incluso su supervivencia como nación está firmemente unido con la realización de su secular deseo -el Estado croata-. A pesar de la ideología, todos los croatas demócratas, liberales, nacionalistas y marxistas están unidos en la creencia de que ellos solamente en una Croacia independiente estarían en condiciones de sobrevivir, prosperar y ser felices. Al cierre de este siglo, esto aparece como una síntesis de todas las alternativas croatas, de todos sus propósitos y de todas sus metas. Seguramente, está también en el interés de los servios trabajar en pro de una separación pacífica de estas dos naciones.

En la actual crisis en el Mediterráneo, Croacia desempeñará seguramente un papel mayor. Su posición mediterránea es de importancia vital para la libertad de esta parte del mundo. Una Croacia subyugada por Belgrado jamás acompañará voluntariamente los intereses servios y sus designios en los Balcanes. Cualquier conflicto mundial encontrará a Croacia exactamente en la misma posición en la cual se hallaba, en 1941, cuando las potencias del Eje invadieron a Yugoslavia.

En la actualidad hay numerosas alternativas que se ciernen sobre el desarrollo futuro de Yugoslavia.. ¿Invadirá la Unión Soviética este país a fin de alcanzar el Adriático (Mar Adriático) y asegurarse el control definitivo del Mediterráneo? Parece que se descarta una repetición de la invasión de Checoslovaquia en 1968. La influencia soviética es fuerte en las filas del Partido y en el ejército entre los servios y los montenegrinos. Ellos podrían simplemente llamar a la URSS para que los vuelva a aceptar en el seno de Moscú. Un conflicto interno entre les servios y los croatas podrían imponer a la Unión Soviética la obligación de salvar a un Estado socialista de la desintegración. En tal caso, los adeptos de Alejandro Ranković resultarían de las más grande utilidad para los rusos. Si Tito hubiera continuado la política de aceptar los razonables reclamos de los croatas, la conquista -soviética no serla una tarea fácil. Los que sostienen que la influencia soviética en Yugoslavia es más fuerte que la del Occidente, están convencidos que el equilibrio de fuerzas es tal que la toma del poder por parte de les soviéticos es tan posible como probable.

En el caso de una conquista soviética, seguramente Moscú intentaría atraer a los albaneses, dándoles la oportunidad de unirse con Albania y eliminando de tal manera a los chinos del país. Bulgaria estaría en la posición de conquistar a Macedonia, una tierra que jamás ha dejado de considerar como suya. Tal situación no dejaría de animar a los croatas para emprender su propio camino. Dado que los croatas son los más disconformes y los más fuertes de las naciones no servias en Yugoslavia, la satisfacción de sus exigencias nacionales reduciría considerablemente la posibilidad de una conquista soviética, pues una Croacia independiente de Belgrado, no prestaría oído a las promesas de independencia de ninguna fuente, incluyendo a los soviéticos. Las inmediatas exigencias croatas son la organización de su propio ejército territorial, su independencia económica de Belgrado y la eliminación de les obstáculos artificiales para su más estrecha cooperación con la otra república croata, Bosnia y Herzegovina. Estos dos países son tan dependientes uno del otro que la economía y la defensa de una es imposible si es aislada de la otra. Dejar que Yugoslavia se estanque y atrofie en su actual situación, mientras espera la muerte de Tito, parece poner en peligro, en sumo grado, la existencia de sus pueblos y lleva la seguridad del Mediterráneo a un indudable colapso.

(Traducción del inglés por M. B.)


Problemas de cultura

"Martín Fierro", la Argentina y los croatas

Solemne presentación de la obra maestra literaria argentina, traducida al idioma croata.

En el Club Cultural Croata-Argentino fue presentada, el día 20 de julio de 1977 por el presidente del Centro Argentino del PEN Club, señor José Isaacson, el destacado poeta y martinfierrista, la primera traducción de "Martín Fierro" al idioma croata, realizada por el lingüista, escritor y periodista Pero Tutavac - naturalizado argentino.

La conducción del acto estuvo a cargo del presidente del C.C.C.A., profesor Ante Gazzari, asistiendo un centenar de intelectuales de distintas nacionalidades, como ser: argentinos, armenios, austríacos, eslovenos, franceses, israelíes, italianos, ucranianos y croatas, desde luego, así corno los representantes del periodismo local.

Además del presentante, usaron de la palabra el conocido filósofo el Prof. Dr. Francisco Kustberger, la secretaría del Instituto Superior de Enseñanza "William C. Morris", señora profesora María A. S. de Louxe y el traductor de "Martín Fierro" al esloveno, el Prof. Dr. Tine Debeljak. Al final la poetisa, escritora y periodista Yderla Anzoátegui recitó unos cuantos versos del original castellano del "Martín Fierro", haciendo lo mismo en la versión croata el Prof. Gazzari.

El profesor A. Gazzari, después de haber saludado a los presentes y señalado la importancia del acto, dijo textualmente: "Pedro Tutavac, la colectividad croata de este Club, se enorgullece con la presencia en este acto del Sr. José Isaacson, poeta, escritor, filósofo y le agradecemos sinceramente, con todos nuestros afectos, por la generosa aceptación de hablar en esta oportunidad.

"Que me sea permitido, en brevísimos rasgos, presentar y rememorar algunos datos sobre su vida y obra.

"José Isaacson como poeta encabeza la corriente neohumanista de la poesía argentina, tal como lo han reconocido los críticos Guillermo Ara en "Summa Poética Argentina" y Nélida Salvador en "Nueva Poesía Argentina". Han escrito ¡importantes ensayos sobre la poesía de José Isaacson, Carlos Mastronardi en la revista "Sur", Alfredo de la Guardia en "La Nación". En cuanto a su obra como ensayista han escrito sobre Isaacson, Víctor Massuh en la "Gaceta de Tucumán", Gregorio Weinberg en "Sur", entre otros importantes testimonios sobre la obra de Isaacson. En el decimoséptimo Congreso Nacional de Sociología realizado en México y dedicado al tema "Sociología del arte", Isaacson, delegado argentino al mismo, leyó en una de las sesiones plenarias, el trabajo: "El poeta en la sociedad de masa", que inicia el libro homónimo en el cual desarrolla una nueva estética que titula Antropología literaria. Por la misma recibe la máxima distinción en el orden nacional, el Primer Premio Nacional en Ciencia del Lenguaje correspondiente al sexenio 1958/1973.

Libros publicados: Poesía: "Las canciones de Ele-in (1952) ; "El metal y la voz" (1956); "Amor y amar" (1960); Elogio de la poesía" (-963); "El pasajero" (1969); "Oda a Buenos Aires" 1970) y "Cuaderno Spinoza" recién aparecido, un poema extenso de fibra filosófica. Es un diálogo con el filósofo y revolucionario del espíritu Baruch Spinoza. El recensista de esta obra, Delfín Leocadio Garasa, observa en "La Nación": "es un poema agónico, rebosante de dramatismo. Es un enfrentamiento, desde sus personales circunstancias entre un hombre del siglo 17 y un hombre del siglo 20", así el recensista Baruch Spinoza, tan discutido filósofo, máximo exponente de la filosofía racionalista junto con Descartes y Leibniz, nació en 1632 en Amsterdam pero de ascendencia hispánica, de una familia judía, y murió en La Haya en 1677.

Ensayos escritos. José Isaacson escribió los siguientes ensayos y Antologías críticas": ya mencionado "El poeta en la sociedad de masas" (1969) "Kafka", la impasibilidad como proyecto" (1974) ; "40 años de la poesía argentina - de Tejada a Lugones", en colaboración, y "Martín Fierro Centenario" (1962) editado por el Ministerio de Cultura y Educación como libro de homenaje y distribuido fuera de comercio a embajadas y universidades extranjeras.

Los premios otorgados: "Primer Premio Municipal de Poesía" (1963); "Primer Premio de Ensayo" (1969) ; "Primer Premio Nacional en Ciencias de Lenguaje" (ya mencionado) y "Gran Premio de Honor" de la SADE 1976.

Isaacson integró comisiones directivas de la SADE. Fue secretario del V Congreso de Escritores Argentinos reunidos por la SADE en Paraná (1965), vicepresidente del Centro Argentino del PEN Club Internacional, y actual presidente del mismo Centro del PEN Club.

Y al final, un dato menos conocido: El Sr. Isaacson egresó como ingeniero mecánico y electricista de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata. Es docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos Aires y profesor del Departamento de Cultura de la Universidad Tecnológica Nacional. Nació en Buenos Aires en 1922.

Luego el profesor Gazzari invitó al Sr. Isaacson a usar de la palabra. A continuación reproducimos el texto de la disertación del distinguido escritor.

Habla José Isaacson

La primera generación romántica argentina y los poetas gauchescos fueron eslabones decisivos en la configuración de una literatura nacional y con la consolidación de la conciencia nacional argentina. Cuando, en 1872, aparece la primera parte del Martín Fierro, los argentinos logran no sólo una obra maestra de la literatura en castellano sino también un breviario con las penurias de esa peculiar clase de la Argentina pastoril que el gaucho Martín Fierro representaba de modo tan ejemplar. La sabiduría del Martín Fierro, su insuperable frescura, la armonía entre expresión e intención marcan el definitivo ingreso de lo popular en lo culto y nos entrega nuestro poema nacional.

Hay libros cuya aparición es difícilmente explicable según pautas literarias corrientes, pues su autor, más que un hombre aislado, es el espíritu encarnado de un país, de un pueblo, un libro que emite las palabras con las que un pueblo se siente representado. Cuando se produce esa identificación entre escritor y país, el perfil del escritor suele esfumarse detrás de criatura: es el caso de Cervantes, es el caso, Martín Fierro es una de esas raras obras- que parecen el resultado de una gestación colectiva, asimismo, de José Hernández.

Martín Fierro es una de esas raras obras que parecen el resultado de una gestación colectiva. Su belleza surge como esplendor de la verdad y su texto es un ejemplo irrebatible de que cada contenido impone su propia forma, pues si la forma es, desde un punto de vista ontológico el límite del ser, desde un punto de vista estético, parafraseando la expresión anterior podemos decir que la forma es parte indisoluble del contenido. De aquí proviene, justamente, el carácter único que sólo las verdaderas obras de arte alcanzan a asumir como definición de su esencia.

Varias y muy distintas son las interpretaciones y valorizaciones que se han hecho de la obra, pero, en definitiva, fue el pueblo, el gauchaje de la campaña, ese que leía o, mejor, escuchaba las desventuradas aventuras del héroe que los representaba, el que en forma insólita en nuestro país y no sólo en nuestro país, impuso de su difusión. Más tarde, dos figuras esenciales de la cultura española, Miguel de Unamuno y Marcelino Menéndez y Pelayo, advirtieron algunas de las virtudes del libro excepcional, y le dieron ciudadanía en el mundo de habla hispana. En "Muerte y transfiguración de Martín Fierro", Ezequiel Martínez Estrada señala como antecedentes de lo gauchesco la novela picaresca a y los romances viejos. "Iban, dice refiriéndose a los poetas gauchescos, a lo anónimo, a lo del pueblo al que pertenecían también las coplas, iban a lo español puro". Esta afirmación explica y justifica sobradamente que el poema haya sido reconocido por escritores peninsulares antes que por muchos argentinos. La limpieza de su óptica no estaba enturbiada por factores extraliterarios que distorsionaban las imágenes y que impedían a sectores cultos nacionales percibir lo que el pueblo había ya incorporado a su intima esencia. Bastaría recordar tan sólo que al aparecer en 1879 la segunda parte del poema, eran ya 11 las ediciones que habían aparecido de la primera.

Leopoldo Lugones y Ricardo Rojas serían quienes ubicarían al poema en el plano adecuado que le corresponde como poema nacional de los argentinos.

Se ha señalado que los grandes méritos de una obra literaria suele residir en la organización de sus elementos extraliterarios. Es que lo literario en si se relaciona con aspectos técnicos que no le interesan mayormente a los lectores, mientras que lo extraliterario es, justamente, la sustancia de nuestros sueños o, dicho de una manera más ajustada, el tema del discurso.

El tema del Martín Fierro, tampoco tiene que ver en lo esencial con lo literario y sí con la sociedad que lo hizo posible. Menéndez y Pelayo lo tiene en cuenta cuando escribe: "El soplo de la pampa argentina corre por sus desgreñados, bravíos y pujantes versos, en los que estalla todas las energías de la pasión indómita y primitiva, en lucha con el mecanismo social que inútilmente comprime los ímpetus del protagonista y acaba por lanzarla a la vía libre del desierto, no sin que sienta alguna nostalgia por el mundo civilizado que lo arroja de su seno".

Martínez Estrada con esos relámpagos de lucidez que suelen proyectarse sobre un ya trasfondo desgarrado y sombrío escribió: "El peso de la máquina, como el peso de la civilización, debe hallar soportes sólidos en la sociedad. Ninguna máquina se asienta en la tierra sino sobre los hombros de un estado de civilización. El autor de Radiografía de la pampa, señala aquí la imprescindible necesidad de tan proceso cultural sin el cual podrá hablarse de injertos, pero nunca de desarrollos. Este proceso originó, precisamente, el Martín Fierro. Ninguna fracción ruede reclamarlo para sí y su amplitud, en extensión e intensidad excede asfixiantes límites. Se lo ha calificado de epopeya, de dilatado poema lírico, se ha documentado la influencia que sobre él ejerció el romanticismo y hasta se lo ha querido asimilar al género novelístico. Todo está quizá sea parcialmente cierto, pero en conjunto el poema desborda a sus exegetas y a sus detractores. Su texto es demasiado rico y tan íntegramente argentino que nadie puede decir es mío. Sólo cabe y corresponde decir, es nuestro. Por eso Martín Fierro es el poema nacional de los argentinos.

La cultura es, como se ha dicho, la herencia cultural de la humanidad y es, asimismo, una categoría del ser. Las características de la cultura, en tanto que proceso, resultan de una sucesión de operaciones personales que al cabo de sucesivas etapas van engrosando la herencia social. La poesía gauchesca, aun cuando históricamente procede en más de un siglo a la sociedad de consumo, ejemplifica brillantemente acerca de la diferencia que se puede establecer entre cultura popular y cultura de masas. La cultura de masas, según lo explicó brillantemente el filósofo Theodor W. Adorno, sólo tiene que ver con la industria cultural; mientras que una cultura auténticamente popular sólo puede desarrollarse antes de que el pueblo pierda sus caracteres, esos que lo identifican y lo distinguen de los otros pueblos de la tierra, para convertirse en una masa da contextura uniforme que en todas las latitudes responde a los mismos estímulos sabiamente condicionados según las necesidades del sistema.

Es conocida la célebre payada entre Juan Sin Ropa, o Juan Poca Ropa, como dicen otros, y Santos Vega. En el símbolo, Juan Sin Ropa representa al diablo, más ajustadamente, según otro símbolo, Juan Sin Ropa representa la inmigración de los agricultores sin tierra que por necesidad histórica debía enfrentarse con Santos Vega el gaucho de a caballo, desconocedor de alambrados y cuyos únicos límites, indefinidos por cierto, eran los del siempre inalcanzable horizonte.

Mi gloria es vivir tan libre

como el pájaro en el cielo;

no hago nido en este suelo

ande hay tanto que sufrir,

y naides me ha de seguir

cuando yo remuento el vuelo.

Así dicen los célebres versos.

Pero es Juan Sin Ropa quien, en la payada simbólica se adjudica el triunfo. No obstante el espíritu del gaucho Santos Vega habría de adueñarse del espíritu de la tierra y de sus nuevos pobladores, al punto que los valores del criollismo se imponían a quienes desde muy lejos llegaban a la pampa bárbara, con muy distintas pautas culturales. Este fenómeno es el que explica la permanente vigencia del Martín Fierro e incluso que algunos de sus exégetas más aplicados ostenten apellidos que significan el triunfo de la ley de la tierra sobre la ley de la sangre.

Por representar como ningún otro texto el espíritu de nuestro país y por sus excepcionales valores literarios, el Martín Fierro a sido traducido ya a numerosas lenguas. Una lengua nueva para el Martín Fierro, recibe a nuestro gaucho inmortal. La lengua croata le abre sus espacios verbales y este es el feliz motivo que aquí nos congrega.

El milenario pueblo croata cuyos orígenes se remontan al siglo VII de la era cristiana ha conocido muchas horas de gloria y de exaltación y muchas vicisitudes. El trabajo del Dr. Alejandro Dussaut, titulado "Croacia y los eslavos del sud", es sumamente ilustrativo en este sentido ya que en densas y excelentemente sintetizadas páginas ofrece un friso histórico objetivo y prolijamente informado. No es este quizá el momento ni la oportunidad para referirnos a Croacia en perspectiva histórica, tan sólo quiero destacar que su presencia en la Argentina ha sido y es notablemente fructífera. Sin pretender agotar la nómina y sí tan sólo con el deseo de dar algunos ejemplos notables citaré en primer término a un activo participarte en la conquista del desierto, el mayor Buratovic, a cuyo cargo estuvo el tendido de la primera línea telegráfica hasta la ciudad de Azul, luego prolongada hasta Carhué y Bahía Blanca. El nombre del mayor Buratovic se ha incorporado a la toponimia bonaerense, dándole su nombre a un pueblo situado en el partido de Villarino. Entre otros croatas que han sido pioneros en sus respectivas actividades corresponde mencionar a los hermanos Nicolás y Miguel Mihanovic, fundadores de la flota mercante argentina. Otro croata eminente que ha prestado memorables servicios al país es Juan Vucetich, el creador del sistema de impresión dactiloscópica e identificación antropométrica. Entre los contemporáneos citemos tan solo al Dr. José Balen, ex profesor de la Universidad de Zagreb, conocido experto en materia de forestación, quien con un grupo de científicos croatas, asimismo especialistas en la materia fundó la primera Facultad de forestación en la Universidad Nacional de Tucumán.

Los vínculos de los croatas con la imprenta puede decirse que datan casi desde su invención. Recordemos que la célebre Biblia de Gutenberg aparece en Maguncia en 1455. Muy poco después en 1482 ya existía en Croacia la primera imprenta con caracteres glagolíticos, es decir caracteres que corresponden al alfabeto autóctono croata. No es casual, entonces, que los croatas herederos de una cultura multisecular, pero firmemente enraizados en su Patria Nueva, hayan querido dar testimonio de su amor mediante la traducción al croata del mayor poema argentino, labor realizada por Pero Tutavac conocido escritor, lingüista y periodista. Redactó los periódicos "El Progreso" y "Croacia" y a partir de 1967, en colaboración con los profesores Zvonimir Frzop y Antonio Gazzari, dirige la revista "Svitlenik" ("El Faro"). En 1963 publicó su primer libro aparecido en la Argentina: un diccionario señalando las diferencias entre los idiomas croata y serbio, y en 1971 aparece "Ortografía del idioma croata". En ocasión del Centenario de la Primera parte del Martín Fierro, es decir, en 1972, publica una plaqueta con dos cantos del poema. Son trece las cantos del poema que ahora aparecen en esta primera versión del Martín Fierro al croata, que se publican en una cuidada edición adecuadamente ilustrada por Karmen Rojnica, con cubierta de Teresa Elizalde.

En una advertencia preliminar aparecida en la revista "El Faro" se señalan con acierto que si gaucho equivale a campesino, pampa equivale a tierra. O sea: "La vida y obra de José Hernández está espiritualmente consustanciada con el gaucho y su pampa", lo que equivale a decir: "con el hombre y la tierra fusionados e inseparables". De aquí resulta la universalidad del Martín Fierro. Es que, como bien se señala: "Todos somos hijos de una misma tierra. La misma tierra nos ha enseñado a cantar y llorar, pensar y actuar, vivir y luchar por la supervivencia. De donde, pues, Martín Fierro es un tanto croata también".

Estas observaciones permiten conjeturar, aún sin un mayor conocimiento de la lengua croata, las excelencias de una versión que ha sido regida por ideas centrales que hacen del humanismo la única posibilidad de que los hombres, de cualquier origen y latitud, pueden hermanarse al punto que cualquiera de ellos, y de pronto, un prototipo desde tantos ángulos y en tantos sentidos tan desdichado como nuestro Martín Fierro pueda erigirse en un héroe literario, pero que alienta con un pulso vital y de ahí su permanencia al cabo ya de un siglo, y sea capaz de emocionar no solo a sus paisanos, sino a hombres que en otras tierras son capaces de reconocerse en ese espejo argentino:

Pues son mis dichas desdichas,

las de todos mis hermanos;

ellos guardarán ufanos

en su corazón mi historia;

me tendrán en su memoria

para siempre mis paisanos.

Felicitamos a Pero Tutavac por la ardua tarea que ha emprendido como "homenaje a la obra mayor de la literatura argentina" y en nombre de los escritores argentinos le expreso mi agradecimiento porque nuestro poema máximo pueda ser leído en lengua croata. Asimismo debe extenderse este reconocimiento al Sr. Juan Rojnica quien ha hecho posible la edición de la obra. Debe señalarse, además, que el Sr. Rojnica no se acerca a la literatura por la única vía del mecenazgo. También él es responsable por dos libros aparecidos en croata: "Encuentros y acontecimientos", de 1969 es de carácter autobiográfico, y "Panorama de la historia argentina y el aporte de los croatas", aparecido en 1974, que también reviste un carácter de homenaje a su Patria Nueva.

La presentación de la versión al croata del Martín Fierro realizada por el escritor Pero Tutavac, implica, asimismo, el reconocimiento de lo que, en los distintos aspectos de su quehacer, brindan los croatas y sus descendientes argentinos a la comunidad nacional. Inmejorable ocasión esta en la que recibimos en el mundo de los libros al gaucho Martín Fierro vertido a una lengua que ni él ni nosotros entendemos, pero en la que, estamos seguros, sus dichos, sus dichas y sus desdichas se expresan con la fluidez y con la destreza propias del gaucho, de su habilidad y de su ligereza.

Antes y después del Martín Fierro la literatura argentina ha dado importantes frutos, pero ningún otro libro, salvo el Facundo, su hermano en la prosa, puede aspirar a ser tan acabadamente, el ritmo respiratorio, el estilo, la carne viva, el profundo modo de ser, la sabiduría popular, la situación de nuestro pueblo en un momento dado de su historia. Más que un escritor, José Hernández fue el medium a través del cual el pueblo se expresó a sí mismo. Por eso, el fenómeno de la aparición del Martín Fierro excede lo literario. Su voz y su ritmo se confunden con los nuestros y con ese mar de tierra que es la pampa, esa ilimitada planicie que otros poetas poblarían de pájaros y en las que la figura de un hombre se yergue sobre las adversidades; el hombre capaz de sobrevivir a todas las desesperanzas y capaz de recomenzar su historia, si es preciso a partir del desierto. Croatas amigos: Muchas gracias por esta nueva versión del Martín Fierro. Desde hoy nuestro gaucho recio y viril cabalga sobre la ancha y acogedora pampa de la lengua croata.

(La concurrencia saludó calurosamente al disertante).

Mientras que el presentante, Prof. Isaacson, en su alocución destacaba el carácter de la obra de Hernández, diciendo que: "Martín Fierro es una de esas raras obras que parecen el resultado de una gestación colectiva... ", el rector de la Academia Argentina de Altos Estudios Orientales, el Dr. Kustberger, sobre la base puramente científica, desenmascaraba el así llamado "serviocroata" como una falsedad absurda, subrepticiamente introducida en el campo lingüístico - con fines políticos. "En realidad -subrayaba el orador- en esa área sudoriental de Europa existe un idioma participar del pueblo croata, fácilmente identificable y bien diferente del servio".

En representación de los activistas culturales eslovenos el prof. Debeljak saludó a P. Tutavac y le expresó el reconocimiento de todos por el éxito final, pues la traducción del Martín Fierro no es una cosa fácil. T. Debeljak ha traducido la misma obra al idioma esloveno, lo que le autoriza a opinar al respecto.

Por fin habló Pero Tutavac. Después de agradecer a todos -especialmente a los señores Isaacson, Kustberger, Rojnica, Gazzari y Kalebic- pronunció el siguiente discurso:

Giovanni Paplni, en su obra "Dante Vivo" definió la poesía con las siguientes palabras:

La poesía -dice- es inspiración y pensamiento, pero es también arte, es decir materia trabajada y elaborada en maneras determinadas. Es también, para decir las cosas como son, oficio. De la misma manera con que el artista utiliza el oficio para manifestar sus visiones, se reveló tan sólo su práctica y su pericia, sino también la cualidad de su genio y la fisonomía de su alma. Las palabras y las imágenes no son elegidas al acaso: el que tiene pequeña imaginación y corazón sordo podrá utilizar los más solemnes y retumbantes vocablos que duermen en los diccionarios, pero su prosa parecerá un mosaico muerto y en poesía será vacía o tonta como su espíritu. Si el alma es sorda, también la materia será más sorda que de costumbre[17].

En luz de esta definición papiniana el opus de Hernández, pues, está brillando de cualidades que lo acreditan para ser considerado como un poema ejemplar.

La obra de atributos universales

Por otro lado, en un ensayo sobre la Literatura Argentina [18], Ernesto Sábato escribe textualmente: "Si Martín Fierro tiene importancia no es porque trate de gauchos, ya que también las novelas de Gutiérrez lo hacen sin que por eso sobrepasen los límites del folletín pintoresco; tiene importancia porque Hernández no se quedó en el mero gauchismo, porque en las angustias y contradicciones de su protagonista, en sus generosidades y mezquindades, en su soledad y en sus esperanzas, en sus sentimientos frente al infortunio y la muerte, encarnó atributos universales del hombre."

Salvando las distancias, me permito mencionar que las características citadas del Poema fueron precisamente el movens principal de mis intentos para traducirlo al idioma croata.

El homenaje a la Argentina

Pero, además de las consideraciones precedentes, que a Martín Fierro lo hacen digno de traducir a. cualquier idioma, mi labor tuvo un otro propósito, hasta ahora no confesarlo: rendir un homenaje particular a la República Argentina.

Resulta, pues, que, a consecuencia de los acontecimientos bélicos, en el mes de mayo del año 1945, más de medio millón de croatas: hombres, mujeres y niños fuimos expulsados de nuestros hogares por las fuerzas invasoras y echados en ese torbellino dantesco que nos retorcía entre las ruinas del Viejo Continente. De la noche a la mañana, Europa se había transformado en una jungla enorme donde los hombres fueron perseguidos como fieras salvajes, cazados y llevados al matadero más allá de Trieste. (Las expresiones son graves, pero obedecen al imperativo de llamar las cosas por su nombre.) Los que por azar eludimos el genocidio del Bleiburg (o Super-Katyn croata - como lo definen internacionalmente) deambulábamos de un lado a otro - sin rumbo, meta ni fin alguno, salvo las procuraciones de esquivar la muerte, que de una u otra manera nos acechaba por todos los rincones y a cada paso. Así "vivieron" millones de seres humanos hasta que un día en el horizonte de gran oscuridad apareció el Sol del Sur.

Argentina fue el primer país del Mundo que abrió sus puertas a los humillados y denigrados europeos de la posguerra. Tal gesto no puede olvidarlo ningún europeo que se aprecie. Y gracias a esta magnanimidad argentina, muchos croatas llegamos a Tierra Bendita - donde encontramos la paz (¡tan anhelada:), conseguimos trabajo y de nuevo empezarnos a comer el pan de cada día, corno fruto de sudor de nuestra frente. En pocas palabras: reconquistamos en Argentina la dignidad humana.

Desde entonces todos los croatas (no solamente de Argentina, sino de todas partes) no dejan de hacer votos y promesas solemnes, en cuanta oportunidad se les presente, de erigir monumentos de gratitud a la Argentina en Croacia - apenas sea liberada.

Mas, los años se van pronto. Ya pasaron tres décadas desde el término de la Segunda Guerra - sin que los invasores se retiraran de nuestra tierra. A pesar de todas las proclamas sobre los derechos del hombre y las autodeterminaciones de los pueblos - nuestra, querida Croacia sigue siendo ocupada por un extranjero...

No pudimos, pues, en tales circunstancias, cumplir con nuestro deber, levantando monumentos de bronce (o de mármol de nuestro Brac) a la Argentina. en Zagreb, Split, Sarajevo y otras ciudades croatas, nosotros "esculpimos" aquí (en Mendoza y en Buenos Aires) un monumento de sustancia inmaterial: trasladando la sublime creación del genio argentino a la dulce lengua materna de los croatas. De suerte que ya no hay fuerza alguna capaz de impedir la colocación de este monumento en la memoria y corazón de los croatas.

Y todo esto no tiene nada de ficticio, ya que, por más barreras que levante el invasor (como, p. ej. mandar de vuelta libros de Edición Argentina, calificándolos de "no admisibles") muchos ejemplares de la obra de Hernández han de llegar a Croacia: Jer gdi drugi Trvat može proci/ i Martin ce Fierro znat i moci. (Mas ande otro criollo pasa/ Martin Fierro ha de pasar.)

Arribará "El gaucho Martín Fierro" a la orilla oriental del Adriático, con toda seguridad, para arraigarse en las llanuras de Panonia, por los bosques de Bosnia y entre las rocas de Dalmacia: esa cuna de Vucetic y Mihanovic, de Meštrovic, de Marulic, y San Jerónimo. Y se afincará para siempre en el Reino de las letras Croatas - de las cuales desde esta noche forma parte.

Agradezco, pues, una vez más a todos ustedes que han tenido la gentileza de venir al Club Cultural Argentino-Croata para ser testigos de la entrega de esta Obra que desde ahora en adelante será un lazo espiritual (y por ende inquebrantable) entre Argentina, y Croacia.

José Hernández- "Martín Fierro"

Tradujo al croata Pero Tutavac

Una de las más hermosas formas, posiblemente la mejor, de la que los pueblos del mundo rinden homenaje a los grandes escritores y poetas consiste en traducir sus obras a la lengua de esos mismos pueblos. Tal sucede desde hace muchas décadas con "Martín Fierro" de José Hernández, libro que, tiempo hace, cruzó las fronteras argentinas para echar raíces en otras latitudes y, mediante su traducción, convertirse en un poema de aceptación universal. De alguna manera, en algún sentido, estas manifestaciones espontáneas de interés y simpatía por el poema gaucho tal vez supere en importancia a los galardones con los que diferentes instituciones y fundaciones premian, con toda justicia, a los hombres del mundo que se destacaron en el campo de la ciencia, física, el pacifismo y, también de la literatura, pues son los pueblos mismos los que como en el caso de "Martín Fierro", dan su veredicto.

Hasta hace poco fueron veintidós las traducciones con las que los diferentes pueblos rendían homenaje al poeta argentino, enriqueciendo sus arcas literarias con su obra. A estas traducciones hoy hay que agregar una más: la croata, llevada a cabo por el periodista, escritor y filólogo Pero Tutavac. Con esto también los croatas se suman al homenaje universal a Hernández.

Tutavac, que contó con el apoyo material de un mecenas de su misma nacionalidad, es merecedor del mejor de los elogios. Con un sacrificio apenas perceptible en algunos de los pasajes del original, y en la estructura de las estrofas -sacrificio, por otra parte, común en cualquiera traducción-, él ha conseguido convertir a "Martín Fierro" poco menos que en un poema netamente croata. Este logro se lo debe al traductor al fortuito hecho de que ciertas características del gaucho son notables también en el hombre de la aldea de Croacia. Si bien este factor posibilitó el "traslado" del hombre de las pampas a la aldea croata, no faltaron inconvenientes que dificultaban su esforzada tarea: el medio ambiente en el que surge el drama gaucho, y el momento histórico de éste; el lenguaje gauchesco que no tiene similar en pueblo alguno, más el problema de la lengua en sí, pues el croata es totalmente ajeno al castellano.

En la medida en que ello ha sido posible, Tutavac ha conseguido suavizar en forma notable esos escollos. Gracias a que el idioma croata también es rico y expresivo, esa riqueza fue volcada en la traducción, y con tal resultado que no pocas estrofas tienen la misma vitalidad y valor literario que las que surgen de esas mismas estrofas del original.

Tutavac presenta su traducción en la ancestral lengua croata tal como la escribían los poetas croatas desde los principios de sus letras hace muchos siglos. El primer libro del Padre de la Literatura Croata, Marko Marulic, fue escrito así: con la distintiva "ikavica" en el año 1521. Y el primer trabajo realizado por los croatas residentes en el extranjero en esta lengua vernácula es la traducción de "Martín Fierro" llevada a cabo por Pero Tutavac.

Ivo Boric

 

Antonio Rendic: Resurrexit

El poeta chileno Antonio Rendic Ivanovic, médico en Antofagasta, Chile, nació en Croacia, en la Isla de Brach, en 1896. Su seudónico es Ivo Serge. Su último opúsculo lirico, "Resurrexit", es una tierna poesía de alto vuelo y, a la vez, una firme expresión de su fe católica.

El Arzobispo de Antofagasta, Mons. Carlos Oviedo Cavada, presenta esta poesía del Dr. Rendic con este prefacio: "La poesía del Dr. Antonio Rendic (Ivo Serge) revela el alma de un contemplativo de Dios y del hombre, casi un místico.

Su palabra clara y fácil permite llegar -con este mensaje de profundidad- hasta las personas más sencillas; precisamente entre las que él prodiga su caridad y sus humanitarios servicios.

"Resurrexit" hace revivir la Pasión Dolorosa de Cristo, pasando por la humanidad, para llegar al destino glorioso, de tiempo, que permite vivir "en el corazón de Dios". - Antofagasta, 15 de junio de 1976.

Mons. Roberto Bahamonde Barrientos expresa en su texto que acompaña "Resurrexit" que éste "refleja la sensibilidad y la pureza del alma de poeta, de creyente católico y admirador profundo de los misterios de la Pasión de Cristo".

Luka Fertilio

 

Duelo – por Ana Blažeković

El que tiene una madre,

tiene la bendición del cielo.

¡Qué pena! tan grande que tengo,

yo tengo dos, y estoy de duelo.

Mi orfandad cobija Argentina,

mi madre, la adoptiva.

Por la que gime estoy de duelo,

Croacia, mi madre, la cautiva.

Ana Blažeković

 


Noticias y comentarios

La justicia parece deambular con ojos vendados - Excesiva pena para los secuestradores croatas de un avión norteamericano

De acuerdo con las noticias que hemos recibido, el 20 de julio del año en curso, el Tribunal Federal de Brooklyn (EE.UU.) pronunció un fallo contra Z. Bušić, su esposa norteamericana Julienne y otros tres, sus compañeros -Petar Matanić, Slobodan Marko Vlašić y Franjo Pešut- condenando a los dos primeros a cadena perpetua y a los tres últimos a prisión de treinta años.

Como es de conocimiento público, los condenados jóvenes croatas habían secuestrado en octubre de 1976 un avión norteamericano, obligándolo cambiar el rumbo de su viaje previsto para Chicago y dirigirse, vía Canadá, a Europa. Los secuestradores habían obligado también a la compañía, propietaria del avión, arrojar sus volantes sobre Chicago, Nueva York, Londres y París, amenazando hacer estallar el avión con sus pasajeros, si varios periódicos considerados los más importantes de Norteamérica no publican el texto de su proclama que dirigieron a la opinión pública mundial en general y la norteamericana en especial. La investigación oficial de las autoridades norteamericanas, efectuada después de la entrega de dichos jóvenes en París, ha comprobado que no estaban provistos de armas mortíferas. Los artefactos que tenían de formas de verdaderas armas con que estaban "armadas", eran unos juguetes inofensivos hechos de arcilla. La explosión de una bomba en Nueva York, oportunidad en que murió un policía de dicha ciudad, quedó envuelta en un misterio tanto respecto a quien la colocó cuanto a la manera de causar dicha muerte, pues hubo una advertencia de los secuestradores sobre la bomba colocada en el determinado lugar de Nueva York.

"Studia Croatica" también informó brevemente a sus lectores sobre el hecho. Incluso le dedicó su artículo de fondo, titulado "Los piratas del aire croatas ¿son verdaderamente piratas?" (en el número 62-63-76), invocando principios inmutables de derecho a favor de nuestros compatriotas, quienes con su audacia y el espíritu de sacrificio hasta de sus propias vidas dieron un documento a la opinión pública mundial sobre el gravísimo estado de opresión en que vive nuestro pueblo croata bajo el régimen comunista de Tito. La magnitud de sufrimientos del pueblo y la increíble confabulación internacional de silencio al respecto llevaron a dichos jóvenes a medidas de carácter insólito y extremo.

Ellos, y nosotros con ellos, teníamos confianza en la imparcialidad de los tribunales norteamericanos. Depositábamos nuestra fe en un poder judicial que goza de renombre de neutralidad política y que se atiene a los más altos principios e ideales de derecho. Desgraciadamente, nuestra fe fue sólo una ilusión más. El fallo contra nuestros hermanos supera todo lo que podía esperarse con razón. En lugar del Derecho se ha tomado como principio decisivo el oportunismo político, inspirado, en gran medida, por el régimen comunista y opresor de Tito. La condena es más que severa. Es exagerada, dolorosa tanto por los términos de su duración como también y, más todavía, por el impacto que produce la completa confusión en las mentes amantes de la justicia y la libertad. Resulta difícil comprender el veredicto a un millón de los croatas en los EE.UU. y todavía más difícil defender la posición tomada por parte de las autoridades de ese gran país, tanto político-administrativas como judiciales. Podríamos repetir las palabras de Ortega y Gasset, dirigidas a cuenta de Gran Bretaña durante la última guerra mundial, cuando escribió: "Tu quoque!, decía yo dentro de mí a Inglaterra..." cuando vio que un país "como Inglaterra colaboraba a fondo en la destrucción del último y mínimo derecho que quedaba"; podríamos, digo, volver a dirigir las mismas palabras a los EE.UU. ¿A quién dirigirse en el caso de opresión tan implacable como lo es, sin duda alguna, el caso croata, si los EE.UU. destruyen el mínimo derecho que quedaba?

Hay todavía una esperanza y un consuelo. La esperanza estriba en la revisión del fallo, que reexaminarán instancias judiciales superiores del gigante norteamericano. También queda como último recurso la benevolencia del jefe administrativo y político de la tierra de Washington.

Los que creemos y contra la fe, no desesperamos. Si no, podríamos repetir ese cuento alegórico de antorcha y de cántaro, escrito hace mucho tiempo, y aplicarlo a este caso de la administración de justicia. "San Luis el rey mandó a Ivo, obispo de Chartres, en embajada, y este le refirió que en el camino encontró a una matrona grave y airosa, con una antorcha en una mano y un cántaro en la otra; y, notando que su aspecto era melancólico, religioso y fantástico, le preguntó qué significaban esos símbolos y qué se proponía hacer con su fuego y su agua. Replicó: el agua es para apagar el Infierno; el fuego para incendiar el Paraíso. Quiero que los hombres amen a Dios por el amor de Dios". (Jeremy Taylor 1613-1667 - citado por J. L. Borges y A. Bioy Casares en el Libro del Cielo y del Infierno).

Nosotros los croatas no podríamos formular mejor nuestra disconformidad respecto al fallo contra Z. Bušić y sus compañeros. Hay que apagar el infierno a que están condenados e incendiar el reino de justicia que no lo es. ¿Resulta, de verdad, tan difícil discernir el derecho de su negación? ¿La justicia de la injusticia?

El consuelo consiste en un comentario de la televisión de Nueva York. Según el periódico croata "Danica" (Chicago) del 1° de agosto de este año, el Sr. Abend en su comentario ha dicho, que la lucha de esos jóvenes es justificada. Al destacar que el método de lucha que han elegido, era erróneo, agregó: "El mensaje que han dirigido a América es bueno. En él se asevera que Croacia debe ser un Estado libre e independiente. Quien conoce la historia de los croatas, debe estar de acuerdo". Luego el Dr. Abend continuó: ". . . Sus derechos humanos están en peligro, lo que los norteamericanos ignoran a pesar de que sostiene la lucha por los derechos humanos. Es por eso que los croatas y su lucha merecen la comprensión y ayuda de todos los ciudadanos norteamericanos".

Agradecemos estas palabras tan acertadas y confiamos en la democracia norteamericana que debe ser la voluntad "de todos los ciudadanos norteamericanos". Asimismo protestamos contra este fallo excesivamente severo, inmerecido e injusto. Especialmente si tenemos en cuenta otros casos del verdadero terror y de consecuencias incomparablemente peores, donde la justicia norteamericana procedió con una clemencia inesperada, chocante con la severidad también inesperada en este caso croata.

F. N.

 

Acto recordatorio de la fecha patria - El 9 de Julio

En el Club Cultural Croata Argentino hubo este año un solemne acto dedicado a la fiesta patria argentina, el 9 de Julio, oportunidad en que después dé las palabras inaugurales del presidente Prof. A. Gazzari, habló el Dr. Alejandro Dussaut (hijo), como invitado especial del Club. Aquí el texto de su discurso:

"La invitación de vuestra parte, que me llega a través de mi padre, tan consustanciado con vuestra causa, me confiere a mi, el alto honor de ser escuchado por el grupo selecto que tiende esta mesa para conmemorar la efemérides de nuestra patria, que también la han hecho vuestra, de lo cual ha dado inequívocas pruebas a través de una conducta ejemplar que ha trascendido, y la integración con la sociedad argentina cuyo mejor testimonio es el numeroso conjunto que ha adquirido esta nacionalidad.

"El elevado concepto que inspira el disperso pueblo croata, resultante del avasallamiento que transformó en cautivo a ese benemérito y tradicional país, que por espacio de 400 años fue asociado al imperio Austro-Húngaro, que termina víctima de una incomprensible maniobra de la política. internacional, que los entrega con las manos atadas al comunismo, simbolizada por la "Tragedia de Bleiburg", vergonzoso episodio criminal que caracteriza al comunismo que todavía no hemos enfrentado.

"La diáspora a que condujo ese inhumano sojuzgamiento distribuyó por el mundo occidental a cientos de croatas, particularmente en los Estados Unidos, inspirando allí el mismo concepto, el mismo respeto que este conjunto de croatas nos inspiran y a quienes debemos agradecerles que hayan elegido a la nuestra como patria de adopción y que, como Mihanovich, Buratovich y Vucetich, pioneros en nuestra organización nacional, ustedes con los mismos afanes y espíritu de trabajo contribuyen a nuestro progreso.

"Es para mí, motivo de satisfacción, que mi padre en conferencia que pronunciara en el Instituto Popular de Conferencias de "La Prensa", titulada "Croacia y los eslavos del Sud", el 31 de julio de 1970, puso a Croacia en el nivel que justicieramente le corresponde. País occidentalista, de elevado nivel cultural y fundamentalmente católico, en franca antinomia con la Yugoslavia del Este ortodoxa, prorusa y culturalmente deplorable, pretendiendo hacer de ambos sectores un solo país.

"Pero, entrando en materia con el motivo que nos ha convocado, nuestra fecha patria el 9 de Julio o de liberación, cabe señalar que con el 25 de Mayo constituyen dos episodios de un mismo proceso y de igual importancia, como enseguida veremos.

"En conferencia pronunciada por el Dr. Estanislao del Campo Wilson, en circunstancia como ésta, que se titulaba "Emancipación e Independencia de la Argentina", al suponer que puede ser juzgada redundancia, expresa: "Para algunos el 25 de Mayo de 1810 es la fecha importante en que nació la Patria y que el 9 -de Julio, por lo tanto, solamente fue su sello legal, sólo una ratificación, porque ya todo estaba hecho."

"Otros en cambio, creen que. el 9 de.Julio de 1816. nuestra patria se emancipó considerando algunos de ellos que estábamos todavía sumamente fieles a España y a Fernando VII. En la Declaración de la Independencia que figura en el volumen "El Congreso de Tucumán" el autor citado se refiere a esas dos fechas como sigue: "El 25 de Mayo de 1810 nuestra patria se emancipó, salió de la sujeción a España en que se encontraba y estableció su primer gobierno propio, aunque reconociendo un vinculo de dependencia con el rey Fernando VII. Este lazo de unión con el monarca seria como el que mantienen las naciones del Commonwealth, como Canadá y Australia, que son países independientes, pero -que - admiten como símbolo de unión a la Corona Británica y se cumple así con el lema: "El rey reina, pero no gobierna".

"El Congreso de Tucumán ratificó jurídicamente nuestra emancipación e hizo cesar nuestra dependencia del rey Fernando VII, adquiriendo el 9 de Julio de 1816, plena personalidad jurídica internacional, como Estado con jurisdicción propia, lo que vulgarmente se llama soberano, pero que en el término preciso de la palabra vale decir la Jura de la Independencia."

"Como dijimos al principio, fueron dos episodios de un mismo proceso: el 25 de Mayo se emancipa, el 9 de Julio se independiza.

"En 1810 comienza la revolución, organizando al país y preparándolo para ser absolutamente libre, se debatieron proyectos constitucionales, se dictaron numerosas leyes, se crearon tribunales de justicia, se enviaron numerosas delegaciones al interior, se solicitaron a las provincias que mandaran legítimos representantes, se reorganizaron las fuerzas armadas y se esperó el momento oportuno para el paso final: el 9 de Julio de 1816 que hoy conmemoramos.

"Y, sería incompleta esta pincelada histórica, si omitiéramos en este medio el Preámbulo de nuestra Constitución de 1853, que dice:

"Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de Pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, promover a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina."

"Al amparo de esta generosa Carta Magna, inmigrantes del mundo contribuyeron a nuestro progreso, y nosotros los argentinos por nacimiento nos congratulamos con la representación de este noble país que comparte nuestros sentimientos de patria, como lo demuestra el acto de esta noche en conmemoración a la más significativa epopeya que nutre nuestra historia.

"Señoras y señores, sea esta ocasión propicia para memorar vuestra patria cautiva, que la injusticia de los hombres, por intereses bastardos, entregaron al monstruo de la misma inspiración de quienes le precedieron; fácil es advertir que me refiero al nazifascismo, todos los cuales nos depararon más de medio siglo de injusticias y crímenes horrendos, en contraste con la pretendida civilización que a veces blasonamos.

"Levantemos nuestras copas para brindar por el futuro, por la libertad de los oprimidos y porque la justicia escriba páginas gloriosas de esa realidad que anhelamos como norma inviolable, transitando por los senderos inequívocos de los principios humanos tan olvidados, pero que, aunque cueste sudor y lágrimas, habrá que recuperar.

"Porque estos afanes venturosos alcancen particularmente a vuestra querida patria, y si la nuestra, vuestra patria de adopción, mitiga en alguna medida vuestra angustiosa expectativa, nosotros vuestros amigos, fraternizaremos en cordial y significativo abrazo, el triunfo de los principios a que aspiramos.

"Por Croacia libre, por el reencuentro de tanto croata disperso, por la felicidad de todos, por el futuro de nuestra Argentina que, al evocarla por vuestra iniciativa, compromete nuestro reconocimiento. Por la felicidad de todos los presentes".

El Dr. Dussaut habló durante la comida de camaradería y en la presencia de numerosos socios del Club, quienes la aplaudieron vivamente.

 

Fue organizado un comité judío por la libertad de Croacia

Una noticia proveniente de Nueva York, publicada en Nova Hrvatska, nr. 12/77, Londres, informa en los siguientes términos:

"Con una conferencia de prensa, realizada el día 28 de mayo último pasado en el hotel Taft de Nueva York, comenzó su actividad el Comité Judío por la libertad de Croacia. La conferencia fue inaugurada por la señora Nina Radica (hija de G. Ferrero, obs. de la Redacción de SC) quien luego dio uso de la palabra al joven intelectual croata de origen judío prof. Mladen Schwartz, presidente del Comité.

"El profesor Schwartz habló con argumentos acerca de los intereses comunes de los pueblos israelita y croata. Entre otras cosas destacó lo fundamental que nos une: "Toda la historia croata está dominada por la idea de un Estado nacional libre. La misma idea la vivió el pueblo judío y culminó por fin en la restauración de su Estado nacional. La identidad de los intereses de los dos pueblos está todavía más pronunciada en los trágicos destinos cuando fueron sometidos al genocidio, al intento de su exterminio general".

"El prof. Schwartz describió a los presentes también los actuales nexos de ambos pueblos, señalando el ejemplo en que el régimen de Tito aprovechó y está aprovechando a la Croacia ocupada como uno de los polígonos soviéticos militares, especialmente durante las guerras árabe-israelitas.

"Por esta exposición mostraron gran interés los periodistas presentes como también corresponsales reporteros de radio y televisión, quienes, una vez terminada la conferencia, formularon numerosas preguntas al disertante.

"Inmediatamente después de su creación, el Comité judío por la liberación de Croacia desarrolló una dinámica labor. Así están entreabriendo lentamente a la idea estatal croata la puerta incluso allí, donde hasta ahora estaba firmemente cerrada. En tal sentido los representantes del Comité tomaron varios e importantes contactos con destacados judíos americanos como también con los representantes de las organizaciones e instituciones culturales judío-norteamericanas.

"Uno de los más grandes éxitos en este breve lapso de su actividad es la firma del contrato con una casa editorial norteamericana de renombre que publicará un libro inglés en que será presentada la historia croata, su lucha por la libertad actual, como también anhelos de las generaciones croatas por un Estado croata moderno y democrático.

"El objetivo fundamental de este Comité judío por la libertad de Croacia es hacer conocer, real y verdaderamente por el público extranjero las posiciones croatas ante el pueblo judío y crear así una amistad firme y recíproca entre ambos pueblos. El Comité judío por la libertad de Croacia ha previsto como uno de sus fines también desenmascarar las mentiras de Belgrado cuando maliciosamente intenta explotar los sufrimientos judíos durante la segunda guerra mundial para enlodar la actual lucha por la liberación de Croacia. A juzgar por las primeras reacciones, el Comité está encaminado por un buen sendero en que no faltarán éxitos.

"Una de las actividades permanentes del Comité será proporcionar en el idioma inglés elementos necesarios a los medios de información. En el nr. del 10 de mayo de "Press Release", las primeras páginas fueron cedidas al conocido investigador de los Balcanes, especialmente de la historia militar croata, a Michael McAdams. En su notable estudio "La Diáspora Croata" está descripta la inclusión forzosa de Croacia en Yugoslavia y su vida en la misma hasta hoy. El caso que de tres croatas uno vive en el exilio, ilustra nuestro inquietante y tremendo éxodo, en que hay que incluir algunos centenares de miles de los croatas a quienes, al intentar abandonar a su patria, terminada la Segunda guerra mundial, el régimen de Tito quitó la vida. No se omite tampoco el gran número de los obreros croatas en el extranjero, quienes, por la situación imperante en su patria no pueden trabajar en la misma.

"McAdams en su informe para la prensa escribe también lo siguiente: "Como los judíos así también los croatas están más unidos y sus filas más estrechadas cuando se trata de la cuestión de su Estado. Los croatas sienten a su patria como una prolongación de su propio corazón y de su propia alma... En comparación con los judíos, quienes fueron, durante dos mil años, exilados y sin su propia patria sin que por eso perdieran su personalidad nacional, su idioma o su cultura la diáspora croata de 50 años es corta, pero no menos dolorosa...".

"El autor termina su artículo con los siguientes palabras: "El año que viene en Zagreb! variando el antiguo saludo judío ¡El año que viene, en Jerusalem! esta no es solamente la esperanza croata, es una promesa dada."

 

Notas del país de la "unidad y la fraternidad"

Sobre la vida colonial en Croacia

En el semanal croata "Danica", Chicago, USA, nr. 17 del 2 de mayo de 1977, el joven periodista Zlatko Markus, exilado después de 1971, escribe entre otras cosas también lo siguiente: "Leí hace poco en la edición zagrabiense de "Borba" (Organo central del Partido Comunista Yugoslavo que se edita en Belgrado en caracteres cirílicos y en Zagreb en caracteres latinos) de que la edificación de viviendas en Zagreb "falla incluso en planos". Es decir, no sólo que se está edificando muy poco sino también se planea muy poco en comparación con las necesidades más mínimas.

"Este problema de edificación de viviendas tiene sólo en apariencia un carácter de organización y de producción. Se trata aquí, y lo debemos decir claramente, de una subversión bien meditada contra Croacia y contra el pueblo croata; de un método muy pérfido con que impedir para que el hombre croata alcance uno de los elementos fundamentales de vida. Es lógico que, para alguien quien tiene todas las cartas en sus manos y tiene todos los hilos de poder en Croacia, no resultó difícil calcular que la población en Croacia no habrá de crecer sino decrecer, si no habrá viviendas necesarias. Decrecerá por razones de emigración y de disminución de la natalidad. Si alguien de nosotros haya visto como lo vi yo cómo un padre vivía con tres hijos en una pieza subalquilada en Zagreb, este comprendería bien de qué cosa se trata. Ese hombre fue y permaneció ser un héroe con sus tres hijos. Pero los héroes son cosa rara. .. Que la cuestión de viviendas en Zagreb no es la cuestión técnica sino una cuestión política confirma, precisamente "grita" el mismo periodismo comunista yugoslavo. Los periódicos de Zagreb -"Vjesnik" y "VUS"- publican regularmente cada tres meses, un cúmulo de datos y de fotografías referentes a las edificaciones en Servia. Sólo en Belgrado se edifica más viviendas que en "repúblicas" enteras. Por cierto más que en Croacia tomada en su totalidad. Pero estos periódicos de Zagreb publican dichos datos como prueba del "triunfo" y las "victorias de trabajo" en dicho caso y en otros, pero siempre en favor de otros.

"Lo que Zagreb tiene suficiente son las conferencias partidarias que se ocupan en que "debería" edificarse más en Zagreb. Y esto es todo. De aquí no se hace ni un paso adelante. Si por casualidad no hubiera dinero croata, ganado en Alemania, las viviendas se edificarían en Zagreb sólo y únicamente para la oficialidad militar servia, para los milicianos de UDBA (famosa policía secreta) para los comerciantes y los inspectores, porque para esta clase de gente siempre hay viviendas en la capital croata y las hubo desde 1918 hasta hoy..Los croatas construyen sus viviendas con dinero propio a pesar de que deben luchar con las autoridades comunales que les hacen toda clase de dificultades y los despojan de mil maneras. Para conformar la veracidad de lo que acabamos de decir, podría citar miles de detalles y casos. No lo hago porque los hombres, cuyos casos tengo presentes, viven allí con firme intención de continuar a vivir en Croacia a toda costa. Por otro lado, y esta afirmación la declaro como mi desafío a las autoridades actuales en Croacia, hay el 95% de los casos en las ciudades croatas en que los "encargados" para estas cuestiones de viviendas son servios o montenegrinos. Si no es así, que sea libre cualquiera para desmentirme. Tengo una lista de dichos encargados para esta maldita cuestión en las comunas de Zagreb y en ella no hay ni un solo croata. Se trata de una verdad absoluta, de un hecho oscuro que debemos completar en su carácter oscuro añadiendo que dichos encargados, por la misma naturaleza de rebaño y de organización patriarcal de clases, distribuyen y asignan las viviendas en Zagreb, Rijeka, Split y Osijek (incluso en Varaždin) a sus paisanos (servio-montenegrinos. Ob. De la Redacción de SC). El hombre que procura con sumo cuidado para que las viviendas sean dadas a los servios y los montenegrinos, es Milutin Baltić (servio de la minoría servia en Croacia, presidente de los sindicatos obreros en Croacia. Obs. de la Redacción de SC). Es él quien tiene la lista del asunto, quien se comunica con esa gente y quien le da instrucción "de trabajo".

"Mencioné y argumenté aquí sólo uno de esos detestables hechos del amplio panorama de nuestra vida colonial. Olvidemos hechos ya conocidos según los cuales la Servia actual -sobre esto se escribió públicamente y revelado los datos- edifica a cuenta de otros hidrocentrales, carreteras, fábricas y vías férreas. Todavía no pasaron los tiempos, cuando en Croacia se preparaban planos para una nueva fábrica: o la reconstrucción de la existente y se los enviaba a Belgrado para su aprobación. Esperándola, las nuevas fábricas y las modernizaciones de las viejas surgían en Servia. En este tiempo y en estas condiciones vive todavía Croacia...".

Una política verdaderamente socialista, "igualitaria y de fraternidad", digna del. elogio de todos los elementos "progresistas" del mundo libre.

Entre la doctrina y la realidad

"Ost-Dienst", servicio de información periodístico alemán, que dedica una especial atención a la política en los países del oriente europeo, redactado por el conocido periodista Hans-Peter Rullmann, en su edición -N° 28-77- analiza la situación económico-política del país de Tito. En cuanto a la desocupación que se registra en aquella tierra de "autogestión", OST-DIENST escribe:

"El número de los ciudadanos yugoslavos desocupados aumenta constantemente: de 200.000 en 1971 subió a 700.000 que actualmente están registrados en la Bolsa de trabajo. Pero en este número no están incluidos los integrantes de las familias que debían, por la presión inflacionaria, desempañarse en otros puestos de trabajo, como tampoco obreros estacionales que ya regresan a su patria. El órgano principal de la economía yugoslava "Ekonomska Politika" calcula hasta 930.000 el número de desocupados en la actualidad: tomando en consideración él total de los que trabajan, esto significa que el 16% están sin trabajo -más del 13% que se registra en Irlanda.

El periódico de Zagreb, VUS, ha ido aún más lejos: calcula que un millón hasta un millón y medio de yugoslavos en el campo y 500.000 en las empresas socializadas realmente sobran: "Podrían ser despedidos sin que la producción disminuya". Junto con este "sobrante tecnológico", el número de los obreros yugoslavos que buscan trabajo asciende a casi 3 millones.

Los cálculos y la realidad

Los planes de ocupación yugoslavos parten del punto de que se podría cada año crear 150.000 nuevos puestos de trabajo; a estos hay que agregar más 100.000, creados por el retiro de agentes anteriores dejándolos a nuevos. Pero frente a estas ofertas hay anualmente 150.000 nuevos jóvenes que salen a la plaza de trabajo... Para un millón de obreros temporarios yugoslavos, número que eleva a cuatro millones a los yugoslavos desocupados, queda sólo la desesperación, si no hay en la patria una combinación especial, una otra oportunidad.

La propuesta por parte de algunos obreros estacionales en el sentido de crear ellos mismos puestos de trabajo, fue recibida en Belgrado con entusiasmo. Es verdad, con ciertas reservas ideológicas: ¿no resurgirá así el fenómeno de las sociedades por acciones, lo que es contrario a la sociedad socialista? ¿Se puede después de todo considerar una sociedad como socialista donde los puestos de trabajo se deben comprar? Hubo también reservas de carácter constitucional: Siendo todos los ciudadanos iguales, de acuerdo con la ley, debería permitirse también a los campesinos más pudientes, que viven en Yugoslavia, comprar puestos de trabajo para sus hijos y no sólo a los obreros que disponen con abundantes divisas. ¿Esto no causaría dentro de poco en la plaza de trabajo una verdadera bolsa negra? Realmente extraña que actualmente en Djakovo (uno de los distritos más ricos a su tiempo en Croacia. Ob. del traductor) se ofrece por un puesto de trabajo 10.000 DM (marcos alemanes).

Sin embargo, por falta de disponibilidad financiera de las empresas y por la desocupación masiva, lo que se convierte en un problema social, se superan todos estas reservas y consideraciones. La nueva Constitución yugoslava prevé expresamente en su artículo 28 el derecho de los ciudadanos a unir capitales privados para fundar una empresa. Los argumentos para proceder así encubren la nueva propiedad de los medios de producción: los aportes obreros en dinero se consideran como un crédito, están sujetos al pago de intereses y, después de un cierto tiempo se los devuelve de tal manera que el socialismo nuevamente regresa a las empresas.

La buena voluntad capitalista

Pero también en el occidente esta propuesta para que los obreros temporarios podrían fundar con sus ahorros nuevas empresas despertó evidente admiración. Una emisión radial alemana elogió el experimento como una elasticidad especial del comunismo yugoslavo. Inmediatamente se creó un plan en la Europa occidental de acuerdo con el cual resultaría posible hacer regresar a sus respectivas patrias a muchas manos de obra auxiliar y superflua. El gobierno de Holanda ofreció millones de florines para asegurar nuevos puestos de trabajo en Yugoslavia. Los empresarios de Alemania Occidental pagan a cada uno de los obreros temporarios que voluntariamente entregue su puesto de trabajo un importe de indemnización de 3 a 9.000 marcos alemanes, dinero suficiente para que cada uno se incorpore en una nueva empresa en Yugoslavia. Tratándose de los obreros yugoslavos que son en su 75% obreros sin preparación profesional se elaboró magnánimamente un plan de capacitación en Alemania occidental, que pudo entrar en vigencia recién cuando la parte alemana se decidió cubrir los gastos requeridos: Continuando con el pago del 70% de sus últimos sueldos y manteniendo la cobertura de seguros, los obreros yugoslavos por ejemplo en Stuttgart pueden cursar durante seis meses la preparación er la soldadura eléctrica; en Yugoslavia misma se puede agregar tres meses más y bajo las mismas condiciones. Lógicamente: de los 6.000 obreros yugoslavos desocupados en la provincia Baden-Wurttemberg se han presentado sólo 20 para este curso. Ellos, pues, no quieren regresar a la patria socialista: malas experiencias preavisan.

Un proceso autogestionario sin aferranzas

En la región de Imotski, una de las más atrasadas en Croacia, viven 150.000 hombres casi sin ninguna posibilidad de empleo. Miles y miles se fueron al exterior en busca del trabajo, dos mil de ellos se asociaron para formar con dinero propio puestos de trabajo para sí y para sus familiares. Como fruto de sus esfuerzos surgió una fábrica textil a la cual se unieron dos plantas más. En Metković (localidad de la orilla del Adriático) con 2 millones de marcos alemanes -dinero de los obreros temporarios- se organizó una fábrica de productos plásticos por valor de 6 millones de marcos, cubriendo la diferencia los barcos yugoslavos. Después de la inauguración de una fábrica mas de los obreros estacionales en la región cársica de Dalmacia se había creado 2.000 nuevos puestos de trabajo. Pero casi no pudo hacerse más: porque la inversión de los obreros temporarios más famosa en Imotski ya está en quiebra. Que la nueva empresa produjo más de 10 millones de pérdidas, salió a la luz recién cuando su director fue depuesto: había edificado para si en su localidad natal un chalet. El último golpe recibe esta iniciativa de obreros estacionales justamente ahora: Checoslovaquia se negó a pagarle una gran cantidad de mercadería por su mala calidad. El capital invertido de los obreros -en término medio 5.000 DM- se perdió junto con puestos de trabajo."

¿Por que Vogel evitó ver a Croacia?

Vista esta situación económica del socialismo de autogestión de Tito, OST-DIENST relata sobre la visita del Dr. Bernhard Vogel, presidente del Consejo Federal Alemán, a Belgrado. Fue recibido en el aeropuerto de Belgrado por Zoran Polić, funcionario de posición similar a la del Dr. Vogel. "El federalismo de los dos países se diferencia esencialmente siendo el de Yugoslavia muy restringido por la existencia de un partido único severamente centralizado".

El Dr. Vogel, sin ver la cara del presidente Tito, discutía varios problemas de la política internacional en Belgrado y en Ljubljana, capital eslovena, especialmente "sobre los nuevos deseos financieros de los comunistas yugoslavos hambrientos de créditos e inversiones, pero el tema principal de su visita fue, de acuerdo con sus propias palabras", el intercambio de experiencias sobre la organización del federalismo "en los dos países". Para conocer el complicado carácter de Yugoslavia, visitó también además de Servia a la más pequeña república que es Montenegro como también Eslovenia, la república más desarrollada, y el hogar de los pobres o sea la región de Kosovo donde vive la mayoría albanesa, pero la verdadera zona explosiva de las relaciones reciprocas en Yugoslavia, la república socialista de Croacia, la vio sólo sobrevolándola en avión. El verdadero objetivo de su visita: conocer la estructura y las dificultades del orden federalista de Yugoslavia falló. Es lo mismo como si una delegación yugoslava viniese a Ruhr para ver "el milagro económico alemán" sin que viera realmente su industria.

Si los políticos extranjeros visitan la capital de Croacia, Zagreb, en Belgrado se observa con recelo. Porque toda visita a Croacia entraña para Belgrado un aliento del nacionalismo croata y un índice de que el interés por una división posterior de Yugoslavia no se apagó todavía en el exterior. Muchos políticos tuvieron que oír, a raíz de sus intensas relaciones con el gobierno local de Croacia, reprimendas desde Belgrado: cuando con anterioridad los líderes croatas, después depuestos por Tito, viajaban a menudo a Munich, les reprochó el segundo hombre de Tito, E. Kardelj, que aspiraban a un "Anschluss" (una especie de unión) con Baviera. Recién hace poco y ron mirada retrospectiva, el encumbrado dirigente croata de la línea de Belgrado, Jure Bilić, criticó al ex presidente de los EE.UU. Richard Nixon por su visita que hizo a Zagreb. Así el Dr. Vogel, tomando en consideración a Belgrado, pudo tener buenas razones para no encontrarse con los croatas: la alusión de Bonn a las dificultades en cuanto a las fechas no hay que tomarlas en serio.

Mucho más agresiva se presentó en los Balcanes la Unión Soviética: mientras el Dr. Vogel bailaba un baile sobre huevos alrededor de Croacia, una calificada delegación ucraniana se sentía a sus anchas promoviendo una alianza fraternal entre Kiev y la capital croata y proponiendo una ampliación de la colaboración entre las dos repúblicas. Cuando los altos funcionarios todavía estaban descansando en la Opatija croata, Tito convocó apresuradamente a los dirigentes croatas más destacados para que se presentaran ante él en la isla adriática de Brioni: quería saber qué era lo que los soviéticos habían ofrecido en Zagreb.

Es verdad que la Unión soviética también, mientras Tito vive, como lo hace el Occidente y la República Federal Alemana, apuesta a las cartas de Belgrado. Suposiciones, de que Moscú favorecía las tendencia separatistas en Croacia, son rechazadas enojosamente. Conforme a esto, no cambiará nada inmediatamente después de la muerte de Tito. Calculando sus oportunidades Moscú opina que después de la muerte de Tito, con la ayuda de sus débiles sucesores en Belgrado, podría poner a Yugoslavia bajo su control y apuesta a la carta de la integridad de ese Estado plurinacional. Pero así no debe permanecer para siempre: Cundo se formó en Belgrado artes de la segunda guerra mundial un gobierno antisoviético, se colaboró abiertamente con los nacionalistas croatas. También Tito, como agente del Komintern a su tiempo, se ajustaba a la línea de Moscú que pretendía la división de Yugoslavia. Incluso en el momento de estallar la segunda guerra mundial, cuando fue organizado el Estado Independiente de Croacia con ayuda alemana e italiana, Moscú expresó su intención de otorgar a ese Estado Ustachi su reconocimiento diplomático. Ese coqueteo con el nacionalismo croata se marchitó recién después del ataque alemán a la Unión Soviética.

Una repetición no debe excluirse totalmente: los nacionalistas croatas, desilusionados profundamente de los EE.UU. y de la República Federal Alemana, han ofrecido desde mucho tiempo atrás contactos a los soviéticos y Moscú, por su parte, no omite la oportunidad para mostrar su interés substancial. Si la carta de Belgrado, después de la muerte de Tito no corre, entonces el nacionalismo croata completamente anticomunista podría estar dispuesto a ofrecer a los soviéticos lo que ellos aspiran a conseguir desde hace mucho: una salida militar al Adriático y por ende al Mediterráneo.

El juego doble soviético es muy arriesgado y entraña la posibilidad de nuevos malentendidos en la línea Moscú-Belgrado. Pero se trata de una política de vastos horizontes que toma en consideración todos los factores políticos en Yugoslavia, incluso, la política del Occidente necesita nuevos reexámenes: si no se quiere exponer al peligro de encontrarse ante la puerta cerrada en una Belgrado sin Tito y ser rechazado por parte de Croacia, aliado tradicional del Occidente en los Balcanes, por haber desestimado durante años sus intereses nacionales".

"Paris Match" sobre la crisis de Yugoslavia

En su edición del 17 de diciembre de 1976, este renombrado semanal francés escribió en el artículo: "Le Mystére de l'aprés-titisme", entre otras cosas, lo siguiente: "Tito representa triple poder: él es al mismo tiempo jefe del Partido, jefe del gobierno y comandante supremo militar. Esta posición excepcional se ha cristalizado de su prestigio que nadie, después de él, podrá tener. No obstante, tampoco él pudo suprimir fricciones nacionales, que hoy son más virulentas que jamás en el pasado. Los pueblos sienten instintivamente que Yugoslavia se desliza hacia su derrumbe, especialmente en Croacia, donde el nacionalismo es el más fuerte. En el barril de pólvora balcánico está la bomba croata.

Los croatas tienen la misma cruel sonrisa y el mismo fuego en su sangre que los servios. En 1934 han matado al rey servio. Fueron los ustachi. En el mes de septiembre de 1973 los luchadores por la libertad de Croacia desviaron un avión Boeing a través del Atlántico. Evidentemente tenemos que ver hoy con los mismos croatas. A lo largo de 1.000 años -el último rey croata cayó en 1097- ningún imperio pudo dominar en forma definitiva a los croatas: ni el bizantino, ni el turco, ni el austro-húngaro, ni tampoco lo puede Tito. Es un pueblo que muchas veces sucumbió, pero siempre resurgió por sus propias fuerzas.

Tampoco Tito pudo dominar a los croatas, pese a su opresión comunista, a la policía secreta y a la sangrienta persecución, que desde 1945 está sojuzgando a Croacia. Las calles de Zagreb fueron, muchas veces, salpicadas por la sangre croata. Monarquistas, católicos y tradicionalistas nunca renunciarán a la independencia croata. Durante la última guerra mundial se pusieron del lado de la Alemania. Esta actitud provocó en 1945 acusaciones y violencia por parte de los partidarios de Tito, mientras para los croatas esto es un razón más de enemistad para con cualquier Yugoslavia.

El Comité Nacional Croata (H.N.O.), una de las organizaciones del movimiento por la liberación croata, desilusionado con la política norteamericana, se dirigió a Moscú. Ella prometió a ese movimiento la independencia de Croacia a cambio de giiá los croatas cedieran a los soviéticos las bases marítimas en Dalmacia. Al presidente de Francia fueron mostrados en Belgrado libros referentes al espíritu combativo servio, pero esto no dejó en él ninguna impresión especial. Giscard ve que Yugoslavia es un barril de pólvora con la bomba croata". (Traducido de la versión en esloveno, publicada en Sij Siovenske Svobode, del 15 de mayo de 1977, Buenos Aires).

La Prensa, Buenos Aires, del 3 de marzo de 1977.

 

La "otra" vía

Por Raúl Oscar Abdala

Alguna vez abordamos, en esta misma página, el terna de la ilusión que en algunos espíritus despierta la publicitada existencia de vías no stalinistas, no bolcheviques para llevar a la realidad los presupuestos básicos del comunismo. Según esa ilusión -a cuya creación ha contribuido, en parte, el ex best seller Herber- se trataría de rumbos que no pasan por la tiranía del partido-gobierno y que, en el terreno exclusivamente económico, soslayan, sin caer en el régimen capitalista, las injurias y deficiencias de la concentración de toda la propiedad en manos del Estado.

Algunos teóricos se han quemado las cejas consultando hasta en sus más recatados entresijos los textos del marxismo, a fin de demostrar que esta jauja es la más pura expresión de la ortodoxia, y, como tal, la recomiendan a esa vasta comunidad de creyentes y simpatizantes que en los últimos tiempos empiezan a sentirse defraudados por las versiones soviética y china del comunismo.

Titoísmo: la vía ideal

Aun cuando se ha hablado mucho acerca de vías como la de Fidel Castro, Allende y alguna otra surgidas por ahí, lo cierto es que la de Tito continúa figurando como- la más eminente de las alternativas. Puede decirse que es la vía ideal, la más indicada para atraer, como el imán a las limaduras, la encantadiza atención de quienes viven en Babia. Si usted es anticapitalista, pero al mismo tiempo encuentra que el comunismo ruso y chino representan una grave desviación doctrinaria y un régimen casi peor que el de cuño liberal (hay allí, por ejemplo, colectivizaciones a palos, Infatigable persecución de disidentes, sangrientas lindezas del tipo de la "revolución cultural" maoísta) entonces lo que usted debe hacer es pasarse con armas y bagajes al sistema de Tito. Allí se paladean las delicias propias de todo ordenamiento colectivista inducido por un estado paternal, sin verse forzado a pagar el alto precio de injusticia, lágrimas y miseria exigido por el comunismo de la vieja guardia.

Pero es el caso que si uno sumerge la sonda en la sociedad edificada por el camarada Tito, resulta que es aproximadamente lo contrario de lo que se nos tiene dicho.

El caso yugoslavo

Vamos a dejar a un lado -porque esto pertenece en cierto modo a otro orden de cosas- el hecho repudiable de la saña que caracteriza al gobierno de Tito contra algunas de las nacionalidades integrantes de la nación yugoslava y que, en lo concerniente la persecución sistemática consumada a diario contra los croatas, documenta con amplitud una excelente revista -"Studia Croatica"- editada en Buenos Aires por intelectuales de esa emigración. Lo que aquí nos interesa de manera principal es el régimen comunista de Tito en cuanto a tal, la praxis que resulta de la doctrina.

La prometida y proclamada igualdad en el bienestar se traduce en una notoria disparidad en los salarios de la que ilustra suficientemente este ejemplo: la camarera de hotel gana 50 dólares y el director 250 (por supuesto que en las grandes empresas estatales o autogestionarias esa disparidad, mucho mayor, sobrepasa el límite de lo irritante). Pero hay más: la escasez está a la orden del día y afecta a distintos rubros sin excluir a los más vitales como el de la leche líquida y en polvo. Asimismo, como en la URSS, como en el Perú de Velasco, como bajo la experiencia "inédita" de Allende, en Yugoslavia se han comprobado importantes negociados: uno de los más conocidos fue cometido con tierras destinadas a la construcción de viviendas. Tal como acontece en todo sistema que ha liquidado por completo o en gran parte la iniciativa privada y el lucro, el de Tito anda a los tumbos y cada tanto tiempo recurre a los más diversos expedientes para tratar de solucionar de alguna manera los graves aprietos ocasionados por la economía con mando estatal. Así, por ejemplo, hace unos años se ensayó descentralizar la economía --conceder un mayor margen de autonomía a las empresas-, sin por eso entregarla a manos privadas; pero los índices no acusaron notable mejoría; entonces se impuso parcialmente, y como un audaz paso adelante, el sistema de autogestión que, conforme lo dijimos en un artículo reciente, dio por resultado una acentuación de las diferencias salariales, ausentismo, huelgas y despidos. Por consiguiente, el comunismo yugoslavo, como todo comunismo que se respete, dispuso la expansión subrepticia o abierta de la esfera de influencia estatal en todo el proceso económico.

Una fuerte tentación

Véase cómo las falacias teóricas que son el piso sobre el que se asienta el marxismo conduce a todo régimen surgido de ese riñón a un sinfín de marchas y contramarchas que. por supuesto, jamás cristalizan en un aceptable nivel de vida. A pesar de las soberbias cientificistas del marxismo, la mente comunista no da para más.

Quiere decir que a cada vuelta completa del proceso marcha-contramarcha, asistimos a una revigorización del poder gubernativo. Se trata, si bien se mira, de una tentación demasiado fuerte en todo sistema erigido sobre la abolición de la economía de mercado. Los comunistas "alternativos" de la casta de Tito pueden jugar un tiempo a la descentralización, a la llamada "democracia económica" de la co-gestión y de la auto-gestión; pero en tanto sigan considerándose a sí mismos comunistas, el centralismo despótico seguirá funcionando en su mente con el imperativo de una fatalidad biológica. Como dice el sentencioso Viejo Vizcacha:

Al que nace barrigón

es al ñudo que lo fajen.

Por eso las "nuevas políticas económicas" del estilo de la adoptada por Lenin ante los primeros inevitables desastres de la economía soviética, o los métodos basados en los incentivos morales de que han echado mano, a su debido tiempo, todos los gobernadores comunistas, están destinados a chisporrotear fugazmente como los fuegos artificiales, para luego sumirse en las tinieblas del olvido.

Las esporádicas concesiones que en forma parcial, se entiende, efectuó el mariscal yugoslavo a la economía de mercado sirvieron para demostrar, aunque en medida muy restringida, los beneficios del sistema liberal y, simultáneamente, los graves perjuicios del sistema totalitario; por tanto, es evidente que tales concesiones se harán siempre con cuentagotas, y por eso no alcanzarán a devolver la salud a la economía de aquel país, viciada por la brutal y extendida injerencia del gobierno.

¿Otra o la misma?

Por otra parte, y por si fuera poco, bien sabemos que en Yugoslavia no existe libertad de expresión, que en la enseñanza rige la cartilla ideológica oficial, que el partido único impera sobre la nación y que Tito, a su vez, impera sobre el partido único, lo cual significa, siguiendo el curso de un razonamiento silogístico, que el socialista Tito manda sobre su nación de una manera mucho más gravitante que cualquier primer ministro, que cualquier presidente y, por supuesto, que cualquier monarca del mundo occidental.

Todo lo dicho aquí referente al gobierno de Tito, así como cuanto pueda revelarse sobre otra administración comunista incorporada o no a las grandes centrales ideológicas, nos pone en la pista de la verdadera cuestión, de la cuestión capital: más allá de si una experiencia comunista es capaz de subsistir al margen del campo gravitacional de URSS o China -lo que se llama "comunismo nacional"-, lo que realmente interesa es llegar a cierto grado satisfactorio de claridad acerca de si con los ingredientes doctrinarios del comunismo, más su metodología de asalto al poder y de conservación de ese poder, es posible construir una sociedad justa, próspera y libre.

Todo cuanto hasta ahora sabemos -y sabemos bastante- indica categóricamente que no. El caso de Tito demuestra que operando con el instrumental comunista es imposible arribar a una meta sustancialmente diferente de la stalinista de la maoista, de la castrista. Para decirlo de una manera cortante, con muy pocas palabras y que oficie a manera de telón de este artículo: la "otra" vía es, después de todo, la "misma" vía.

"Extensión" espacial de los derechos humanos bajo la "protección" de Tito:

Insólita acción australiana contra dos ciudadanos argentinos

Por Guillermo Martínez Márquez, corresponsal de "La Prensa"

Nueva York, 14 (UP). - Dos ciudadanos argentinos que viajaban como turistas hacia Australia fueron detenidos en Nueva Zelanda y obligados a regresar a Buenos Aires bajo la acusación de pertenecer a una "banda de terroristas" formulada por la embajada yugoslava en Canberra.

Juan Rojnica -nacido en Croacia hace más de sesenta años y ciudadano argentino hace un cuarto de siglo- viajaba en compañía de su esposa Ana y del profesor universitario Vjekoslav Vrancic hacia Sydney (Australia), cuando inesperadamente, durante una escala del avión en Auckland (Nueva Zelandia), fueron rodeados por agentes policiales, despojados de su equipaje y su pasaporte, incomunicados y retenidos por las autoridades de inmigración, sin previa explicación.

Sólo al cabo de varias horas de incertidumbre y protestas pudieron saber que habían sido detenidos en virtud de una denuncia formulada por la representación de Belgrado en Canberra. A pesar de la visa legal que autorizaba su entrada en Australia, se les impidió completar el viaje planeado, y se les retuvo e incomunicó como presuntos delincuentes, no obstante las garantías ofrecidas por la embajada de la Argentina en Australia. La influencia del gobierno comunista de Yugoslavia fue decisiva en este insólito suceso.

La breve permanencia en Nueva York del protagonista del episodio, permite agregar algunos detalles y formular siquiera sea un ligero juicio de lo ocurrido, que en estos momentos, en que tanto se habla de derechos humanos y garantías individuales, tiene especial significación.

Denuncia absurda

Juan Rojnica dice: "Hace más de 18 años que en mi condición de empresario argentino viajo por todo el mundo, y jamás me había ocurrido algo semejante. Cuesta trabajo creer lo sucedido. Realmente no tiene explicación. Australia dio crédito a una denuncia absurda en la que ni siquiera se daban nombres. Desconoció las visas que sus representantes en Buenos Aires nos habían otorgado. Ignoró las garantías que los diplomáticos argentinos les ofrecieron. Ni siquiera nos permitió demostrar nuestra inocencia. Violó las normas más elementales de la sana convivencia internacional, y se empecinó en mantener su arbitraria decisión".

"Ahora -prosigue- ejerzo mi derecho a reclamar que comprueben su errar, declaren que somos inocentes de los cargos que nos han hecho sin siquiera mencionar nuestros nombres y lleguen a la conclusión de que han actuado como agentes de los máximos opresores de todos los derechos humanos que gobiernan Yugoslavia".

A Rojnica le hiere que lo hayan tenido como terrorista.

"Nací en Croacia -precisa- soy hombre libre y apoyo el movimiento de los croatas dispersos por el mundo en favor de la independencia de la tierra.,donde nací, que tiene derecho a ser soberana, y a determinar su destino. Pero nunca he recurrido ni recurriré a acciones criminales, porque pugnan con mis creencias religiosas y contra los derechos humanos que -defiendo. Como rotario, cultives la solidaridad entre los hombres, y como croata trato de unir a mis viejos compatriotas."

La prensa internacional no ha dado importancia al suceso, pero el viajero muestra recortes de la prensa de Auckland, Canberra, Sydney y otras ciudades de Nueva Zelanda y Australia, donde se destaca la trascendencia que dieron al enojoso incidente. "Misión terrorista en Sydney", informa el "Sun". "La política mantiene en secreto a los croatas detenidos", agrega el "Star". "Los croatas dicen que son sólo turistas", advierte el "Herald".

En carta al editor del "Herald", una lectora habla de la tremenda equivocación del gobierno de Australia, y aclara que el gobierno comunista de Yugoslavia ha arrojado del país a millones de croatas". Otro comentarista aclara que hay en Australia más de doscientos mil croatas, y que las autoridades lamentarán lo sucedido. "¿Dónde está el juego limpio tradicional de los británicos?", inquiere un tercero.

Apoyo argentino

"Resido en Argentina hace treinta años y soy ciudadano hace un cuarto de siglo -repite Rojnica-. Me siento muy satisfecho del apoyo que me ofrecieron los diplomáticos argentinos y el Ministerio de Relaciones Exteriores. En mis viajes más recientes he leído lo que se publica sobre mi patria adoptiva.

A todos los que me preguntan les respondo que no hay en el mundo entero una gran capital donde pueda una dama pasear después de cierta hora de la noche, sin peligro alguno, como en mi querido Buenos Aires".

Su voz se torna emocionada al agregar: "Tengo dos hijas: una nació en Croacia, otra en Argentina. Y las quiero a las dos igual que a las patrias donde nacieron". Para terminar, recuerda al gran escritor ruso Solzhenitsyn, en su conocida anécdota sobre Lenin y los demócratas. Cuenta Solzhenitsyn, que una vez Lenin dijo que había que ahorcar a todos los burgueses de Occidente, y cuando uno de los presentes le preguntó dónde iban a encontrar tanta soga, Lenin le respondió: "No te preocupes... ¡Ellos mismos nos las van a facilitar".

"¿Cómo un país libre y rico, como Australia puede con facilidad olvidar sus principios y ponerse al servicio del comunismo internacional, como acaban de hacer con nosotros las autoridades australianas, por una simple nota sin fundamento, alguno que les hiciera llegar la embajada roja de Belgrado?", pregunta Rojnica al término de su conversación.

 

Necrologios

Mateo Luketa - In Memoriam

El día 4 de mayo de 1977 falleció en Buenos Aires el reverendo Padre Dr. Mateo –Mate– Luketa a la edad de 66 años.

Nacido en la provincia croata de Dalmacia estudió teología en Ljubljana y Zagreb y ordenado sacerdote, se dedicó a la labor pastoral en varias parroquias, muy preocupado, además, por los problemas sociales y económicos de los campesinos y pescadores que estaban a su cuidado. Desde entonces proviene su inclinación por el cooperativismo y la solidaridad humana, que durante el torbellino de la Segundo Guerra Mundial se manifestara por su abnegada labor entre los obreros croatas, radicados en Alemania y después de la guerra por su empeño y prontitud en ayudar a los numerosos refugiados políticos de su país, primero en Austria e Italia y después en la República Argentina. En Buenos Aires funda Caritas Croata, renunciando a la cátedra de profesor de teología en la ciudad de Santa Fe.

Paralelamente con esta intensa obra social que se exteriorizará también en su activa participación en la promoción de la Cooperativa Croata, el Dr. M. Luketa dedicó sus desvelos a las publicaciones culturales y políticas de la colonia croata en la República Argentina. En Santa Fe publicó un opúsculo sobre la vida y obra del cardenal Luis Stepinac mártir de la Iglesia Católica y de su nación croata. Cabe destacar su activa participación y considerable aporte financiero en la fundación y mantenimiento de la revista Studia Croatica durante su primer decenio.

Numerosos amigos se despidieron de sus restos en el cementerio de Olivos, suburbio de Buenos Aires.

B. K.

 

Jure Ivanović In Memoriam

Lo perdimos inesperadamente. Hace pocos meses lo vimos componer las últimas páginas de nuestra revista. A pesar de sus 71 años de vida daba la impresión de un hombre robusto, fuerte, sin signos de agotamiento o de una grave enfermedad. Ex marinero en su país ocupado -Croacia- conservó la fortaleza física a pesar de una vida no muy fácil. Cuando el régimen monárquico de Yugoslavia oprimía sin piedad al pueblo croata, culminando en la matanza de los diputados croatas, conducidos por Esteban Radić (1928) en el mismo parlamento de Belgrado, junto con varias olas de los croatas que abandonaban a sus hogares paternos, también nuestro Jure emprende el viaje rumbo al mundo desconocido. Su aldea natal quedó allí lejos en los montes de Dalmacia -distrito de Imotski- donde no hay otra cosa que "croatas y víboras", como lo dice un poeta. Su nueva patria la Argentina lo esperaba. Pero no todo es la poesía patriótica. Sin preparación especial y sin conocimiento del idioma, la realidad de vida amarga también al amor y el patriotismo más sinceros.

Pero Jure es el hombre de fe y de trabajo. Lo atrae la palabra escrita. Piensa de su patria Croacia y sus problemas. Quería aprender el arte gráfico. Trabajando durante el día, de noche se preparaba para linotipista. Logró su propósito. Único entre tantos croatas inmigrados. Se asocia al "Domobran Croata" -defensa del Hogar Croata- y durante casi cuarenta años lucha por sus ideales. Volantes, periódicos y libros que editan los croatas en este largo período, pasan, en su mayoría, por sus manos. El premio, si se puede hablar de premios, con que lo honró la colectividad, fue su elección como presidente del "Hogar Croata, S.A.".

La incurable enfermedad apareció de repente. En vano fueron los esfuerzos médicos, de la familia y de amigos. La ley inexorable de la vida y la muerte paró los latidos de un corazón patriótico y quitó a las manos y los dedos composiciones que defendían a Croacia y nutrían una esperanza.

Studia Croatica, también todos los croatas que aman a su patria, guardarán un caro recuerdo de su hermano Jure. A su señora esposa y las hijas, nuestro pésame fraternal. La R. Argentina cobija los restos de quien le sacrificó la mayor parte de sus fuerzas vitales, trabajando con ahínco y lealtad. R. in P.

F. N.

 

Documentos

Los derechos humanos - Memorandum al gobierno federal de Suiza de la Central de las Organizaciones de Exilados del Centro y el Este europeos

Muy estimados señores:

Como las organizaciones centrales de los exiliados de origen de centro oriental europeo y como ciudadanos suizos, nos permitimos la libertad de dirigirnos a Uds. en favor de nuestros connacionales oprimidos en el centro y este europeos con motivo de la Conferencia de Belgrado, prevista para el reexamen de la Declaración final de Helsinki.

Los documentos de Helsinki han provocado un nuevo proceso de agitación en la Europa central y oriental como también en la Unión Soviética. Los intrépidos ciudadanos organizan varios comités de acción con el fin de exigir que se acaten las obligaciones internacionales asumidas por sus gobiernos y el respeto a los derechos de la libertad, garantizados por la Constitución y la legislación de los Estados comunistas.

Estando nuestros connacionales en la imposibilidad de expresar su libre voluntad, ellos esperan que nosotros que hemos encontrado nuestra segunda patria en los Estados libres de Occidente, nos hagamos sus defensores y que advirtamos a los gobiernos de Occidente sobre el estado real en nuestros países. Cumplimos con esta obligación y nos permitimos la libertad, muy estimados señores, atraer su atención sobre los momentos más importantes de la opresión actual:

1. - Treinta y dos años después de la finalización de la Segunda guerra mundial los países de la Europa oriental y la central están todavía ocupados por la Unión Soviética o, mejor dicho, están bajo su poder. También en Yugoslavia, desde 1971, tuvo el comienzo una nueva estalinización, creciendo la influencia soviética con la mayor opresión de los pueblos y las minorías nacionales en aquel país multinacional

2. - A nuestras naciones les sigue siendo denegado el derecho de autodeterminación. Los derechos humanos y las libertades fundamentales no existen. Los partidos comunistas minoritarios que tomaron el poder merced a la presencia y el apoyo soviético, excluyen toda posibilidad de un cambio pacífico de gobierno de acuerdo con la voluntad de pueblos.

3. - El ejercicio sistemático de opresión de las individualidades nacionales y de minorías (por ejemplo de los no rusos en la Unión Soviética, no servios en Yugoslavia, no rumanos en Rumania etc.) constituye, a largo plazo, la liquidación espiritual de los pueblos. La conservación de la identidad nacional es la parte constitutiva de los derechos humanos.

4. - La libertad de conciencia y de fe, garantizada en las constituciones comunistas de nuestros países, está suprimida en la práctica del poder. La abrumadora mayoría de nuestras naciones está obstaculizada en el ejercicio de este derecho fundamental.

5. - El derecho de libre expresión de opiniones está limitado arbitrariamente. Las expresiones que podrían poner en peligro el monopolio del partido comunista, son consideradas un delito.

6. - No hay libertad de prensa. Los medios de información masiva están exclusivamente en manos de los comunistas.

7. - El derecho de las libres reuniones y organizaciones es permitido sólo en el interés del partido dominante.

8. - La libertad de intercambio de ideas e informaciones, proclamada en el tercer "canasto" de la Declaración de Helsinki, está imposibilitada por las medidas restrictivas.

9. - El principio de la libertad individual para abandonar cualquier país incluso el propio, lo que está amparado por la Convención del 16 de diciembre de 1966, referente a los derechos políticos y cívicos, está conculcado también por las prescripciones restrictivas. A los ciudadanos de nuestras patrias les está denegada o limitada la posibilidad de libre salida y del libre regreso a su patria, como también el derecho de la libre elección del lugar o del país de su residencia. Se retiran documentos de viaje a toda una clase de personas o de grupos de población.

10. - Las personas que en nuestros países piden la aplicación de las disposiciones referentes a los derechos humanos contenidos en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, en la Declaración de dicho organismo del 10/XII/1948 sobre los derechos humanos y en la Convención del 16/XII/1966 sobre los derechos civiles y humanos, como también en la Declaración de Helsinki, están expuestas a persecuciones, arrestos, reclusión en clínicas de enfermedades mentales, a condenas de pérdida de la libertad y están discriminadas mediante la prohibición de ejercer sus oficios profesionales.

Advertimos de modo inequívoco que las persecuciones, los arrestos y las condenas de los autores y protagonistas de la aplicación y la protección de los derechos humanos en los países del bloque oriental, incluida Yugoslavia, constituyen una lesión á las obligaciones internacionales contraídas, en las declaraciones que mencionamos, estando además en una directa oposición a los intentos de la política de entendimiento.

Es nuestra firme convicción que la política de aflojamiento de las tensiones que desean todos los pueblos de Europa, como también la seguridad en ella, puede concretarse sólo si se garantiza la aplicación de los derechos humanos y las libertades fundamentales también en los países todavía dictatoriales y totalitarios.

Bien convencidos de esto, apelarnos al Consejo Federal para que intervenga con toda la fuerza moral de Suiza en el sentido de dar la prioridad a los postulados del séptimo capítulo del primer Canasto y el tercer Canasto de la Declaración de Helsinki en el momento de las discusiones respectivas en Belgrado. Una evidente disminución de la importancia de estos postulados hallaría un eco desfavorable en la atmósfera necesaria para asegurar la política de distensión. La paz en nuestra época puede estar asegurada únicamente mediante el resguardo de las libertades fundamentales para todos los hombres y pueblos.

Gracias a su tradición, a su neutralidad fundada en 1815 y a su defensa de la libertad y de esfuerzos de humanización, también hoy en día en la época de las superpotencias, Suiza está gozando de un alto prestigio en todos los pueblos del mundo. Abrigamos la esperanza de que la delegación de Suiza, en las discusiones de Belgrado, fiel a la herencia del Consejo Federal hará todo lo que está a su alcance para garantizar la aplicación de los principios de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Los informes referentes al estado en cada uno de los países del centro y oriente europeos se adjuntan por separado.

La parte libre de Europa está todavía en peligro por parte de la misma superpotencia que en los tiempos de postguerra sojuzgó a nuestras naciones. Siendo tanto la libertad como la esclavitud indivisibles, creemos que la ampliación de las condiciones de libertad en el Oriente tendrá como consecuencia el resguardo de la paz.

Guiados por esta fe, les reiteramos las expresiones, muy estimados señores, de nuestra más alta consideración.

Firmantes: La Federación de las organizaciones polacas en Suiza, presidente M. Respond. La Federación de las organizaciones húngaras en Suiza, presidente Dr. A. Czettler. La Federación de las organizaciones checoslovacas en Suiza, presidente J. Hajek. La Comunidad lituana en Suiza, plenipotenciario Dr. A. Gerutis. La Sociedad de Estonia en Suiza, presidente M. Klaar. La Sociedad de Letonia en Suiza, presidente E. Imobersteg. La Liga Búlgara por los derechos humanos, sección en Suiza, presidente J. Zagorski. La Sociedad de los amigos de Eslovaquia en Suiza, presidente A. Zelenay. La Sociedad Croata en Suiza, presidente Dr. J. Petričević. La Sociedad de los amigos de Ucrania, presidente Dr. R. Prokop, y por los Eslovenos en Suiza, Dr. K. Vojska.

En testimonio de nuestra solidaridad compartimos plenamente este memorandum de los representantes de las naciones del oriente y centro europeos en Suiza sobre la lesión a los derechos humanos en los Estados de la Europa central y oriental.

Solicitamos al Consejo Federal preste su preferente atención al memorandum. Prof. Dr. J. Ehrest, Basel; Prof. Dr. W. Kägi, Zurich; Dr. F. Leu, ex diputado en el Cantón de Lucerna; el instituto "La fe en un otro mundo", el cura párroco E. Voss, director del Instituto; La Acción Suiza por la Autodeterminación de todos los pueblos, presidente Ernst R. Borer; La Sociedad Suiza de Estado, presidente primero, Dr. U. Flúckiger y el Prof. Dr. S. Treshsel, Bern.

Zurich, 21 de mayo de 1977.

 

Fallo contra los "argonautas del aire"

Minutos antes de concluir la redacción del presente volumen de "Studia Croatica", hemos recibido fragmentos del discurso del juez John Bartels, quien pronunció el fallo contra nuestros "argonautas del aire". A continuación reproducimos en castellano dos de dichos fragmentos:

"Supongo que una abrumadora mayoría de los norteamericanos desde el fondo de su corazón protestan contra la persecución y la opresión del pueblo croata como también contra la. violenta supresión del idioma y la cultura croatas por parte de las autoridades yugoslavo-servias...

"En todo caso y para que no se produzca confusión en la mente de cualquier representante del gobierno yugoslavo que pueda estar presente aquí, las penas que se declararán esta mañana y al día siguiente, son las penas por la lesión cometida a las leyes de este país y no porque los acusados están en favor de la lucha por la independencia croata, considera también por parte de este tribunal como noble y de alto valor...".

"Studia Croatica" tendrá la posibilidad de informar más ampliamente al respecto y analizar el caso en su totalidad como fenómeno jurídico-político de importancia. Desde ya, agradecemos al Sr. Juez sus palabras de elogio para nuestros connacionales y para la lucha croata por la independencia nacional.

 


Reseña de libros

Michel Lespart: "Les Oustachis - terroristes de l'idéal"

(Los Ustashis - terroristas por un ideal). Editions de la Pensée Moderne (98 rue de Vaugirard, París 750066), P. 282, 1977.

El hasta ahora desconocido autor de la primera obra de la serie "C'était des hommes' (Estos eran hombres) que dirige Dominique Venner, se basa en una bibliografía bastante extensa en francés, inglés, alemán y castellano. Su fuente en castellano la constituyen los volúmenes de la revista "Studia Croática" del periodo 1968-1972.

La obra se divide en dos partes principales, abarcando la primera casi todo el libro, y se divide, a su vez, en cuatro períodos con sus capítulos, cuyos títulos claramente aluden al tema o acontecimiento tratado.

Esta obra, que describe los 70 años de la dura y revolucionaria realidad política en los Balcanes, no trata solamente de los ustashis, como lo denota el título de la obra, sino también de los chetniks servios, cuyo rostro barbudo adorna -quizás por error- la tapa del libro, y, al final trata de los partisanos de Tito y de los miembros de la VMRO macedonia. El estilo del autor es fluido, narrativo, a veces dialogante y a pesar de abundantes errores, fascinante, por lo cual se lee como una novela en la cual no hay un solo héroe o dos, un solo protagonista principal, sino una serie de hombres "que despiertan nostalgia por una época en la cual los héroes no se sentían cansados".

No sin motivo comienza el autor su narración con la descripción de la "noche roja en Belgrado", cuando -en cumplimiento de la profecía del pastor Mitar Tabarić del año 1868- fue asesinado, en 1903, el rey servio Alejandro Obrerović y su esposa Draga Mašin Lunjevica. El asesinato lo perpetraron los partidarios de la dinastía servia de los Karageorgević bajo la conducción del coronel Dragutin Dimitrijević "Apis", exterminando para siempre la dinastía servia de los Obrenović. Con motivo de este crimen Inglaterra cortó las relaciones diplomáticas con Servia como 'nación que no castiga a los regicidas'.

A título de introducción al segundo periodo, que abarca los años 1922-1939, el autor designa a Bosnia, Servia, Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslovenia como tierras abandonadas por Dios a la codicia de hombres, donde las razas, religiones, costumbres, culturas y las barbaries se entremezclan y chocan entre sí, y hace mención de las asociaciones clandestinas como La Mano Blanca, La Mano Negra, V.M.R.O. macedonia, que -según el autor- paulatinamente desaparecieron de la escena política, quedando tan sólo los "ustashi", los insurgentes croatas, que de una u otra manera, después de treinta años, hacen sentir su presencia e impiden que caigan en el olvido. Sin embargo, y eso hay que tener siempre presente, cuando el autor habla de los "ustashi", este término lo usa indistintamente para designar o referirse a las demás formaciones de las fuerzas armadas del Estado Independiente de Croacia durante la Segunda Guerra Mundial.

El segundo personaje después del coronel Dragutin Dimitrijević "Apis", al que el autor dedica el primer capítulo del segundo período (1922-1939) es el "lobo de Vardar", o sea Vlado Vladimirov Cernozemski, miembro de la V.M.R.O. macedonia, encabezada todavía por el legendario Vancha Mihajlov, quien será el futuro asesino del rey Alejandro de Yugoslavia en MIrsella, en 1934, o como lo dice Lespart: quien en 1932, después de la huída de la cárcel, "iniciará un camino solitario, camino de su propio destino y del destino de un rey".

Luego de una descripción muy sumaria del atentado de Puniša Račić, diputado montenegriro de la tendencia granservia, en el parlamento de Belgrado contra Esteban Radié, líder de la oposición croata y presidente del Partido Campesino Croata, perpetrado el 20 de junio de 1928 por La Mano Blanca, por orden del rey Alejandro y con la connivencia del presidente del consejo de ministros y del presidente del parlamento, el autor pasa al relato de las persecuciones de los líderes croatas mediante atentados callejeros (Dr. Sufflay, Dr. Budak) o encarcelaciones (coronel Begić, Dr. V. Maček) y de la fundación del Movimiento Libertador de Croacia por parte del Dr. Ante Pavelić, diputado nacional por la ciudad de Zagreb en el parlamento de Belgrado y condenado a la pena de muerte -in contumaciam- por un discurso pronunciado en Sofía, Bulgaria, y por su defensa de los revolucionarios macedonios en un proceso en Skoplje, Yugoslavia. El punto de partida de todo este desenvolvimiento político constituye la implantación de la dictadura personal del rey Alejandro, el 6 de enero de 1929, con la complicidad del gobierno francés. El autor recalca que el Dr. Ante Pavelić como diputado y abogado bregaba por la autonomía de Croacia dentro del conjunto de Yugoslavia, en cambio, como proscrito y puesto fuera de la ley anhelaba la creación del Estado croata independiente, completamente separado de Servia. La guerra entre el rey Alejandro y el Dr. Pavelić fue declarada.

Los tres restantes capítulos de este segundo período están dedicados al adiestramiento de la gente e información sobre la creación del plan y la ejecución del atentado de Marsella, el 9 de octubre de 1934.

En el capítulo "Los reclutas de la muerte" (1932) el autor se refiere a la fundación de la muy cerrada organización, más cerrada que la V.M.R.O. macedonia, la que el Dr. Pavelić denomina "Ustasha"; luego menciona la formación de las "colonias rurales" cerca de Ancona, Brescia, Piacenza en Italia y Nagy Kanizsa en Hungría -Janka Pusztapara el entrenamiento militar de los ustashi. El instructor de los atentadores Petar Oreb y Josip Begović, actores del fallido atentado contra el rey en Zagreb, es Vlado Černozemski. Italia disuelve oficialmente las "colonias rurales" y Alemania, a su vez, prohibe la publicación de la prensa del Dr. Pavelić. Oreb y Begović, aunque no arrojaron las bombas, fueron ahorcados.

Louis Barthou, el ministro de relaciones exteriores de Francia, planea crear un "cordón sanitaire" en torno de Alemania y para ello necesita una serie de pactos. En primer término Alejandro Karageorgević debería conciliarse con Italia y ponerse de acuerdo con los soviéticos. A tal fin el rey Alejandro tiene que venir a París. Pero, a París llega también el grupo compuesto por Ivan Raić, Mijo Kralj y Zvonirnir Pospišil, conducidos por Eugen "Dido" Kvaternik a quien acompaña Vlado Černozemski, el Macedonio. Todo ello lo relata minuciosamente el autor en el capítulo "Los caminos de la venganza' (1934), para proseguir la descripción con todos los detalles de la ejecución del "Atentado". María Vondraček, "la belle slave", cuyo papel y la desaparición constituyen un misterio hasta hoy en día, trae las armas para Raić y Pospišil, que se quedan en París para terminar el trabajo si fuera necesario, y para Vlado Černozemski y Kralj quienes, junto con "Dido" y seguidos por María, viajan a Aix-en-Provence.

Mientras "Dido" vuelve a Italia el día 8 de octubre, el día 9 se esfuma María para siempre desde su hotel. Černozemski y Kmlj, descendiendo del omnibus procedente del Aix se mezclan con el público en la avenida Canebiére que aclama al rey que acaba de desembarcar del destructor yugoslavo "Dubrovnik". El coche, un coupé Delage 1927, tenía estribos "anchos como veredas", dice Lespart. A las 16.15 Vlado el Macedonlo cumple con su cometido. El rey muere en el acto, Louis Barthou se desangra herido en la mano buscando un taxi y el atentador, gravemente herido a sablazos del general Georges, muere a las 19 horas sin haber pronunciado una sola palabra. Una vez más se cumplió la profecía del pastor Mitar Tabarić.

Aunque la muerte del rey odiado tuvo el sabor de la venganza, empero no significaba ninguna victoria para los ustachi. El Dr. Pavelić se equivocó. El había pensado que la eliminación de un hombre puede derrocar un régimen y cambiar el destino de un pueblo, como lo pensaba también Bakunin y Nechaev. El Dr. Pavelič también se imaginaba, dice el autor, que un grupo reducido de hombres decididos y armados, actuando de afuera pueden inducir a la gente a levantarse. Sin embargo, en Croacia nadie se movió. Italia encarcela al Dr. Pavelić junto con Dido Kvaternik para salvarlos de la justicia francesa, dice Lespart. Para salvar a su patria Pavelić está dispuesto a aliarse con el mismo diablo. En conclusión, el detonador para la bomba que debía destruir Yugoslavia y que el Dr. Pavelíć supuso encontrar en el asesinato del rey, tenía otro nombre: la guerra.

El tercer período, con sus seis capítulos, comprende los acontecimientos desde abril de 1941 hasta mayo de 1945.

Después de relatar lo sucedido durante y después del "putch" de Belgrado que culminó con el "derrumbre de un reino" en abril de 1941, el autor destaca muy acertadamente que el partido comunista bajo el liderazgo de "Tito" no participó ni en la propaganda ni en los disturbios de los días críticos. La Unión Soviética y la Alemania de Hitler en aquel momento eran todavía potencias aliadas que repartieron entre si los territorios de la Polonia subyugada.

Pavelić no tenía la intención de formar un partido. El apoyo popular en forma de una organización que le faltaba, lo encontró en la Iglesia católica, en sus fieles y su clero, dice Lespart. La jerarquía eclasiástica superior favorecía al Dr. Maček, el clero menor en cambio prestó su apoyo al Dr. Pavelíć. En la apreciación de la actuación de este clero, el autor parece haber sucumbido a las generalizaciones de cierta literatura a la que recurrió.

"La era de Poglavnik - 1941", o sea el segundo capítulo de este tercer período, la inicia el autor con una cita, a título de epígrafe, extraída del libro de Ante Ciliga ("La Yougoslavie sous la menace intérieure et extérieure", París 1951) que dice: "Pavelić ha sido el fruto de la política de Alejandro ... y su contrapeso." En la descripción de los acontecimientos del día 10 de abril de 1941 Lespart comete varios errores. Es conocida la fuente a la cual obedece el erróneo traslado del acto de la proclamación de la radio de Zagreb a la Plaza Jelačić, donde la presencia del Dr. Edmund Veesenmayer, representante oficial alemán, era más que elocuente ("He was standing behind Kvaternik and he made it quite clear that it was he who had brought the new State into being", escribe Wilhelm Hoettl en la versión inglesa de su obra "Die Geheime Front", o sea "The Secret Front - The Story of Nazi Political Espionage", London 1953, pág. 152). El hecho histórico es que el coronel croata Slavko Kvaternik proclamó la independencia de Croacia por la radio emisora de Zagreb, donde se encontraba también el Dr. E. Veesenmayer, pues éste jugaba un papel muy importante en aquellos días, sin embargo no en público, como lo pretende el autor. Tampoco nadie vio en las calles de Zagreb aquel día "la milicia en los uniformes italianos y húngaros con los cascos, gorra militar o fez en la cabeza". Más grave error lo constituye la afirmación del autor que las nuevas autoridades introdujeron "el viejo nombre Agram" en lugar de Zagreb, desconociendo que en el idioma alemán Zagreb es Agram. Si el autor hubiera consultado la obra biográfica del Dr. Maček, "In the Struggle for Freedom" (New York, 1956), no hubiera dejado sin contestación la pregunta: si el Dr. Maček de veras declinó las propuestas alemanas de proclamar la independencia croata, o si los alemanes, después de una cierta fecha, desistieron de sus proposiciones. Este libro biográfico demuestra que el Dr. Maček no quiso acceder a las mismas y proclamar la independencia en las condiciones de aquel entonces.

En el mismo capítulo el autor intenta hacer una apreciación de la personalidad del Dr. Pavelić y formula juicios que en definitiva pueden atribuirse a todos los líderes de la época y del ambiente centroeuropeo para los cuales no hubo ninguna salida favorable, desde ningún punto de vista, si no ganaban la guerra.

Refiriéndose a las insaciables pretensiones territoriales de Mussolini, el autor alega que éste hasta "hizo sugerir" a Poglavnik Pavelić la necesidad de continuar "con las viejas tradiciones europeas de monarquías electivas" para que Pavelić ofreciera la corona croata al príncipe Aimone de Saboya, duque de Spoleto, lo que éste hizo. A quién se debe la iniciativa en este sentido podría ser discutible, aunque los documentos del embajador alemán en Zagreb, Siegfried Kasche dejan testimonio de que se trata de la iniciativa italiana. Sin embargo, no existe duda alguna de que -contrario a lo que escribe Lespart- el príncipe jamás ha sido coronado como rey croata, menos aún "solemnemente en la sala del trono del Quirinal", lugar donde se produjo sólo su designación como rey de Croacia.

Después de haber firmado sendos contratos de delimitación y consolidado la organización, especialmente restableciendo el parlamento croata, el Sabor, el autor sostiene que el Dr. Pavelić en su legislación se conforma con copiar los principios en vigor en la Italia mussoliniana, demostrando así adonde van sus "profundas simpatías". Es muy superficial y errónea tal aseveración como lo es también cuando dice "Hecho todo ello y puestos los fundamentos del Estado, el jurista y diplomático se convierte en un guerrero ... guerra que el 10 de diciembre de 1941 declara a Gran Bretaña y Estados Unidos de América." No menciona que la declaración de guerra ha sido un acto colectivo de todos los adherentes y firmantes del Pacto Tripartito y comete el error de fechas pues los días 11-XII-1941 declararon la guerra a Estados Unidos Alemania e Italia, el 12-XII-1941 lo hicieron Hungría, Rumania, Bulgaria y Eslovaquia, y el Estado Independiente de Croacia lo hizo el día 13-XII-1941 a Gran Bretaña y a Estados Unidos de América.

Los adversarios del nuevo orden de cosas son los chetniks servios y los partisanos guerrilleros comunistas. El autor acertadamente denuncia como mentira propagandística la supuesta resistencia comunista previo al ataque alemán a la Unión Soviética, el 22-VI-1941, y describe el régimen de terror en los territorios bajo el dominio esporádico o permanente de los partisanos. En cuanto a los chetniks menciona su colaboración y alianza con las tropas alemanas e italianas y la masacre por parte de los chetniks de 70.000 a 150.000 (en otros lugares de su libro habla de unos 100.000) musulmanes de Sandžak y de Bosnia oriental, lo que conducirá a una afluencia masiva de los musulmanes a las unidades bosniácas de Waffen-SS alemanes. "La danza infernal se desató. La danza de horrores y espantos en la cual la lucha contra el ocupante -eso hay que destacar, guste o no guste- no jugaba el papel primordial", concluye Lespart este capítulo.

"Los caminos del Oriente - 1941-1942" es el título del tercer capítulo. Está dedicado a la presencia de las fuerzas armadas croatas en el frente del Este, o sea de los voluntarios croatas en la lucha contra el comunismo, cuyo número tomó de sorpresa a las autoridades pues había sobrepasado el contingente deseado. Se trata del Regimiento de infantería 369 de voluntarios al mando del coronel Ivan Markulj, de una escuadrilla de cazas a las órdenes del coronel Džal, de una escuadrilla de bombarderos y una flotilla de la marina en el Mar Negro y Azov al mando del capitán de fragata Stjepan de Rumenović. La descripción de las actuaciones de las fuerzas croatas es amena y agradable a veces muy detallada, a punto que menciona hasta los nombres de oficiales que se destacaron, como por ejemplo al teniente Juraj Murković y el teniente Bakarac en el "salto a Perekop. En homenaje al teniente Bakarac mencionemos su muerte en la batalla en el recodo del Río Don a mediados del año 1942.

Con mucha simpatía Lesaart menciona el rol de la pequeña flotilla croata en las costas del Mar de Azov y en el Mar Negro cerca de Nikolajev durante la ofensiva del XI Ejército alemán de von Manstein en dirección a Sebastopol, Feodosia, Parpach y Kerch, oportunidad en la cual un bote de combate croata, al mando del teniente N. de 27 años, sacrificándose a si mismo y a sus hombres, impidió el ataque de cañoneras soviéticas contra Berdjansk. Un breve relato de la ofensiva del X1 Ejército soviético al mando del general Kuznetzov a fines de 1941, cuando también los marineros croatas tuvieron que participar en la batalla con 40" bajo cero, el autor concluye con aseveración patética: "La ofensiva soviética finalmente fue detenida cerca de Parpach, pero la flotilla croata del Mar de Azev no existía más". Sin embargo no fue así, pues la flotilla siguió peleando y combatiendo durante toda la guerra, terminando, por lo menos en parte, en Trieste en 1945.

El invierno de los años 1941-1942 fue terriblemente frío. El Bajram musulmán y la Navidad cristiana coincidieron este año y fueron celebrados dignamente en el frente del Este a pesar de carecer de vestimenta y demás provisiones, sin noticias y comunicaciones, y casi sin comandante debido a la enfermedad del coronel Markulj - "muy a menudo se sentían abandonados por los hombres y por Dios", dice Lespart.

En este marco descriptivo de las batallas en el Este sitúa el autor las dificultades del Dr. Pavelić en Croacia, a las que se refiere en el cuarto capítulo - "El gran cambio 1942". La lucha de los chetniks el autor la tilda de "bluff", pues no luchan contra los comunistas sino contra los labradores, pescadores croatas y pastores musulmanes en Bosnia. Los partisanos de Tito se reagrupan durante el invierno, forman la primera brigada proletaria y aterrorizan a los campesinos. A cada uno de los partícipes en las luchas mutuas el autor atribuye crueldades que les son propias y sin preferencias por unos en detrimento de otros. En Servia los alemanes crean el campo de concentración en Banjica, el 5-VII-1941, en Croacia se instituye otro -Jasenovac- de triste memoria. El Estado croata, con el cual soñaron generaciones de croatas, apenas fundado ya empieza a debilitarse, piensa el autor y enumera los desacuerdos hasta en las cimas del poder, imputando erróneamente a la familia Kvaternik, en la disputa con el Dr. Pavelić por el ofrecimiento de la corona croata de Zvonimir al duque de Spoleto, las aspiraciones dinásticas, trayendo a colación a un antepasado de los Kvaternik, Eugenio, revolucionario croata del año 1871 contra los Habsburgo, del cual dice completamente equivocado "que se proclamó rey de Croacia con el nombre de Eugenio Primero", obviamente tomando un poema patriótico como fuente de hechos históricos. Sobre los Kvaternik cae el ostracismo, al Dr. Maček le toca la prisión. Pavelić se siente cada vez más aislado. No tiene confianza en nadie. Se notan cambios en cuanto a su físico y a su carácter. Una víctima de tal situación es Vlado Singer, su amigo y jefe de los servicios de seguridad. Morirá en el campo de concentración Jasenovac y jamás se sabrá si lo ultimaron los guardias o los que él mismo había despachado a este campo.

De todo ello, por suerte -sigue relatando el autor- los voluntarios croatas en el frente del Este no saben nada y muchos de ellos nunca lo sabrán pues participarán "modesta pero gloriosamente" en la ejecución de la orden de Hitler Nro. 41, formando parte de la 100ava división de cazas a pie del VI Ejército alemán del general von Paulus, con la tarea de encerrar Stalingrado para proteger el flanco en dirección de Taganrog y más adelante hacia Cáucaso. El O.K.W. (Informe del Comando Supremo del Ejército alemán) del 31 de mayo de 1942 menciona que la legión croata sola trajo 5.000 prisioneros soviéticos. Sin embargo, en las luchas por el cruce del Don, del regimiento croata quedaron apenas tantos como para formar un batallón. Se esperaban los refuerzos de Croacia. Aprovechando la llegada de estos refuerzos, en su mayoría los musulmanes de Bosnia, Ante Pavelić visita a los voluntarios croatas en el frente del Este. El enemigo parece estar en franca retirada. Los honores se suceden a los festejos. El general von Paulus pide el privilegio de ser recibido por Pavelić a fin de felicitarlo por el heroísmo de sus soldados. Todo eso le hace "olvidar sus preocupaciones". La victoria está al alcance y con ella la lucha con los partisanos en Croacia. Pero, Pavelić se equivoca, dice Lespart, como se equivoca una gran parte de Europa: "...la guerra en el Este no ha terminado pues el destino había dispuesto otro...". Y, aunque el teniente croata tomó prisionero a un general soviético con todo su cuartel, y a pesar de haber efectuado los cazas del coronel Franjo Džal 1200 salidas bélicas y cosechando un apreciable número de cruces de hierro, y aunque el día 25 de septiembre de 1942 las unidades de la 100ava. división y con ellas las del regimiento croata 369, penetraron en la ciudad de Stalingrado, todo terminó en el fracaso: las fuerzas soviéticas perforaron la parte rumana del frente en el Don, quedando Stalingrado encerrada. La agonía de los voluntarios croatas durará sesenta y cuatro días; su número es cada vez menor. Caído el coronel Pavičić, quien reemplazó al enformo coronel Markulj, asume el mando el coronel Marko Mesić. El sorteo decidió quién de los encerrados saldrá con el último avión para llevar el saludo de todos a la patria. Eso fue el 22 de enero de 1943. Al igual como el general von Paulus, también el coronel Marko Mesić, capturado el 2 de febrero de 1943, se adhiere a los comunistas y en marzo de 1944 obtiene el mando de las "unidades yugoslavas" dentro del ejército soviético.

La actitud del coronel Mesić no ha sido única, dice Lespart y agrega que "hasta hubo deserciones simples de las unidades croatas y de jefes ustashis a las filas de los guerrilleros comunistas y de unidades proletarias", citando como ejemplo el caso del "coronel ustashi" Sulejman Filipović quien con su regimiento cambió de bando, en octubre de 1943, plegándose a los partisinos; luego el caso del comandante de la escuadra en el frente del Este, coronel Franko Pirec, el del vicegobernador en Travnik, Muhamed Sudžuka, y finalmente el caso de los 5.000 "soldados ustashi" quienes se rindieron el 20 de abril de 1944. Al respecto hay que destacar uno de los fundamentales errores del autor que es su identificación de las unidades de voluntarios y de los 'domobrani' con las unidades ustashi, o sea, designado con el nombre 'ustashi' a todos los componentes de las fuerzas armadas croatas durante la última guerra sin ninguna distinción. Por eso pudo ocurrir que el coronel Sulejman Filipović, otrora coronel yugoslavo incorporado al ejército croata (domobrani) se convierta en un "coronel ustashi", la traición de Franko Pirec -un no croata, probablemente- ha sido premeditada, y unos centenares de 'domobrani' capturados en Tuzla por engaño, se convierten en 5.000 "soldados ustashi". Es muy extraña esta confusión en vista del hecho harto conocido que los desertores de entre los comandantes y funcionarios ustashi, como así la rendición de los mismos a los guerrilleros, son un fenómeno casi completamente desconocido, pues la rendición o captura de un ustashi equivalía a una muerte segura.

Este capítulo lo concluye el autor con la afirmación que "de día a día la debilidad del movimiento ustashi, sociedad secreta sin ideal profundo, partido político sin ideología precisa, se mostraba más evidente." Lo cierto es que el movimiento con sus tropas jóvenes y disciplina férrea siguió aparentando una fuerza importante. Este coloso sobre los pies de arcilla pudo tumbarse con el menor viento, opina Lespart y concluye que el único quien no lo sabía era el mismo Ante Pavelić.

El quinto capítulo, titulado "Runa y yatagan - 1942-1943", está dedicado a las luchas contra los "partisanos" en Croacia y fuera de ella. En este contexto el autor se ocupa de la persona de Tito, su biografía y origen enigmático, y luego de la organización de la SS, división de montaña de voluntarios "Prinz Eugen", el 1 de marzo de 1942, compuesta de integrantes del grupo étnico alemán en Croacia (Volksdeutsche) al mando del SS-general Artur Phleps. A los chetniks servios los caracteriza diciendo "...por odio al comunismo, afanes de intriga o de puro interés, alegremente pasan de un bando al otro, adhiriéndose a los italianos contra los dálmatas, a los alemanes contra los partisanos, a los partisanos contra los musulmanes bosníacos, masacrando y traicionando como si fuera por gusto." "Los partisanos, dice Lespart, aplican la táctica de la "tierra arrasada"; la SS destruye las aldeas después de haberse aprovisionado ... los partisanos torturan a los prisioneros y matan a los heridos, la SS cuelga a los sospechosos y fusila a los rehenes..." Ese es el clima en que comenzaron las operaciones "Weiss" y "Schivarz" en enero y mayo de 1943, respectivamente. Los resultados de estas dos operaciones incitaron a los alemanes a cambiar de táctica y de elemento humano para combatir el terrorismo. Con el consentimiento de Poglavnik se crea el 1 de marzo de 1943 una "SS-división croata de voluntarios". La componen los musulmanes bosniacos casi exclusivamente. La venganza de los 100.000 musulmanes de Bosnia oriental, masacrados por los chetniks de Mihajlovic, en otoño de 1941, explica el enorme eco del llamado a las filas de la nueva división y no la lucha por algún orden o Estado, explica Lespart. Pero, Pavelić considera la Bosnia musulmana, que es étnicamente croata (" ...mais est d'ethnie croate", dice también Lespart) como pilar más importante de su Estado, teme la influencia de la SS sobre la población musulmana y emite la orden de arresto para los que toman parte en el asunto de reclutamiento. Según el general Phleps, dice el autor, "los campos de concentración de Nova Gradiška y Jasenovac están repletos de jóvenes que intentaron entrar en la Waffen-SS". Himmler está enoado y requiere de Konstantin Kammerhofer, SS-führer policial en Croacia, para que efectúe una protesta ante el gobierno croata. Las relaciones entre el Movimiento Ustashi y el embajador alemán se tornan tensas. A pesar de ello, o debido a ello. Adolf Hitler invita oficialmente a Poglavnik. La entrevista tiene lugar el 27-X-1943. Los nuevos reclutas prestan ahora juramento a Fiihrer y a Poglavnik. Sin embargo, los alemanes va habían decidido trasladar esta nueva unidad a Francia para que prosiga con su entrenamiento. La división se llama "SS-división de montaña de voluntarios croatas" lo que es en Waffen-SS la división 13.

En julio de1943, esta nueva división, ahora con el nombre "Handžar"-división ("hand-zar" - yatagán), llega a las cercanías de la localidad de Puy, en Francia, de donde fue trasladada a Mende en Lozére. En Villefranche-de-Rouergue, en setiembre de 1943, unos mil voluntarios se amotinan y matan a sus instructores alemanes sin que se sepa por qué, relata Lesnart y menciona el nuevo traslado de la división a Neuhammer en Silesia, lo que posibilitó que el Gran Mufti de Jerusalen, Amin El Husseini, pasara revista de una "delegación bosníaca" a tal efecto trasladada a Berlin.

De vuelta en Croacia, en febrero de 1944, la división tuvo activa participación en las luchas, en Bosnia septentrional. Estas operaciones militares, escribe Lespart, solían convertirse muchas veces en venganzas personales sangrientas y -refiriéndose al informe de un médico neozelandés en las filas de los partisanos, Lindsay S. Rogers- explica el origen del relato de Curcio Malaparte en su obra "Kaputt" sobre un "canasto de ojos humanos". El mencionado médico relata haber visto a un musulmán capturado quien cargaba con una "bolsa llena de ojos humanos... que consideraba ostras arrancadas de sus conchas..." "Eso. sin lugar a dudas -escribe Lespart- originó la famosa leyenda de Malaparte, sobre un "canasto de ostras de Dalmacia sobre el escritorio de Ante Pavelić". Es verdaderamente loable que Michel Lespart no haya sucumbido a la influencia de "París Match" (25-1V-1957) o de "Le Nouvel Observateur" (28-1I-1938 - 5-III-1968) los cuales, sin la más mínima reserva siguen vendiendo las fantasmagorías malaparteanas como verdad histórica.

Luego de la descripción de la fallida operación "Rösselsprung" (salto de caballito), el 25-V-1944, en Drvar, cuyo fin fue capturar a Tito vivo, el autor se propone describir las tratativas del Dr. Pavelić para salvar el Estado croata. No es aceptable el relato según el cual el Dr. Pavelić habría encargado a sus ministros Lorkovic y Vokić negociar con el Dr. Maček, quien habría entablado contactos con los británicos y los norteamericanos y quien, en el caso de asumir el poder, estaría en condiciones de negociar con los Aliados occidentales en el sentido de que el Estado croata sobreviva en la esfera occidental. Lamentablemente no es cierto que Pavelić habría ordenado a sus ministros tales negociaciones, ni tampoco es cierto que el Dr. Maček hubiera establecido relaciones con los Aliados. Aun menos es cierto que "las autoridades alemanas hicieran detener a los ministros antes de iniciar las negociaciones y que el Dr. Pavelić no estaba en condiciones de salvarlos." Hubo negociaciones, es cierto, pero sin participación del Dr. Pavelić. El servicio secreto alemán no había descubierto nada y tampoco hubo autoridades alemanas en Croacia con poder de arrestar a nadie menos a dos activos ministros croatas. La mejor prueba de ello es el libro de Wilhelm Höttl (Walter Hagen), "Die Geheime Front" (El frente secreto) que sirvió muy a menudo al autor como fuente de información, y que ni siquiera menciona el drama Lorković-Vokić. Este episodio fue un asunto netamente croata que tuvo un desenlace trágico, no esclarecido todavía fehacientemente en todos sus pormenores.

Otro intento de salvar el Estado croata -y un "error in persona' del autor es el viaje del Dr. Branko Benzon, que fuera el primer embajador croata en Berlín, a España a instigación de Pavelić, a fin de negociar directamente con los ingleses. El error del autor consiste en hablar del Dr. Branko Jelić a quien atribuye el carácter de cónsul general croata en Berlín, desconociendo el hecho de que Branko Jelic ya en 1939 fue apresado en Gibraltar y trasladado a Inglaterra, donde permaneció hasta el fin de la guerra. El libro "Die Geheime Front" menciona el viaje del Dr. Benzon a España sin atribuirle la misión aludida; sin embargo, al Dr. Jelić ni siquiera lo nombra, y con razón, ya que estaba internado.

Este capítulo, intitulado "Las columnas de muerte - 1944-1945", concluye Lespart con la descripción del "gran éxodo de los croatas" que finalizó con la matanza conocida con el nombre de "La tragedia de Bleiburg" cuando unas doscientas mil vidas croatas se extinguieron a manos de los partisanos de Tito. A pesar de algunas inexactitudes de poca significación, la descripción es bastante fiel a los hechos conocidos, tanto en su fase preliminar (un intermezzo en Celje, donde el profesor Daniel Crijen logró paso libre por parte de los partisanos a las columnas croatas), tanto en su fase final, o sea en las negociaciones en el castillo de Bleiburg, ocasión en la cual el general inglés declinó aceptar la rendición del ejército croata. El autor cita extensamente las palabras del profesor Crljen dirigidas al general inglés con el propósito de advertirlo sobre las consecuencias de su actitud (según la revista "La Croatie", N° 7-1967). Las matanzas que tuvieron lugar seguidamente después de la forzada rendición a las tropas comunistas de Tito, Lespart las atribuye a unos crímenes del adversario masacrado cometidos con anterioridad. Lástima que no se había enterado de la declaración de Milovan Djilas que decía: que el ejército croata tuvo que perecer para que Yugoslavia pudiera vivir! De acuerdo con un memorandum de los refugiados croatas, dirigido a la Cruz Roja Internacional, alrededor de 250.000 personas han sido liquidadas en mayo de 1945 cuyos despojos corporales es están descomponiendo en las fosas de Maribor, Kočevlje, Težno Selo, Huda Luknja etc. El gobierno del mariscal Tito constantemente rehusaba la formación de una comisión investigadora que podría rechazar o corroborar tales manifestaciones o acusaciones -concluye Lespart.

"Brasas bajo las cenizas" es el titulo del cuarto periodo desde 1945 hasta 1972. El autor vuelve a ocuparse de la suerte del Dr. Pavelić desde su desaparición en Europa, dedicando breves reseñas de su llegada a la Argentina, al atentado contra él, el día 10-IV-1957, su huída y su muerte acaecida en Madrid el 28-XII-1959.

Dentro de este contexto es errónea la aseveración que Pavelić había fundado en el exilio el Consejo Nacional Croata con sede en Nueva York, con un diario, milicia y "fondos que provienen en su mayor parte de la porción croata del Banco Nacional Yugoslavo, y, también, del pillaje de los monasterios ortodoxos y robos cometidos en Servia." Tales aseveraciones serían incomprensibles si no se tomara en exenta la propaganda titista de posguerra que muy poco tiene que ver con la realidad histórica, o sea, que las fuerzas armadas croatas jamás franquearon la frontera servio-croata, ni pisaron el territorio de Servia que se encontraba bajo la ocupación militar alemana.

La lucha por la independencia nacional, dice Lespart, es aquella brasa no apagada, que están avivando tres grupos políticos principales que actualmente también luchan entre sí por la predominación política. Estos grupos son "El Movimiento Libertador Croata" (Hrvatski Oslobodilački. Pokret - HOP), "La Resistencia Nacional Croata" (Hrvatski Narodni Odpor) y "El Comité Nacional Croata" (Hrvatski Narodni Odbor): Al describirlos y caracterizarlos, el autor comete algunos graves errores. Por ejemplo, refiriéndose a HOP lo designa como "El Consejo Nacional Croata en exilio" (Hrvatsko Narodno Vijeće) y sostiene que lo conducen el "abogado Volksdeutsch Andreas Hefner", en vez del Dr. Stjepan Hefer -croata a pesar de su apellido alemán- y el musulmán bosníaco Ibrahim Džinić-Beg, en vez del Ing. Hilmija Bešlagić. Es evidente que el autor ha confundido los primeros líderes del HOP, después del fallecimiento del Dr. Pavelić, con el Consejo Nacional Croata, fundado en Nueva York, en 1962, bajo la presidencia del Dr. Ibrahim Bey-Džinić.

Finalmente, luego de mencionar algunas matanzas mutuas perpetradas por los integrantes de la emigración ustashi y de las embajadas yugoslavas, el autor muy por encima toca los sucesos llamados "La primavera croata" para terminar con una referencia a los contactos del Dr. Branimir Jelić, a que sigue designando equivocadamente "el cónsul general de Croacia en Berlín", con los agentes del servicio secreto de la Unión Soviética, que, según Jelić, estaría dispuesta a reconocer una Croacia libre a precio de incorporar a Servia en el marco del Pacto de Varsovia. Esta aseveración un tanto atrevida la concluye Lespart diciendo: "Hoy, también el Dr. Jelić está muerto, pero nadie de la parte soviética jamás desmintió sus palabras."

Terminando su libro, Lespart constata que el "mariscal Tito tiene ochenta y cuatro años...", insinuando así que este hecho y sus consecuencias, en un futuro no lejano, serían de gran importancia para la vida de los croatas en la patria y en el mundo.

Por ello, este libro -a pesar de sus numerosos errores, unos eludibles otros quizás inevitables- llega en un momento apropiado y en un idioma en el cual no hay casi nada escrito con simpatía hacia la lucha croata por su independencia estatal. Aunque está obra no es una historia, y a pesar de la abundancia de inexactitudes históricas, no cabe duda de que su autor siempre trató de presentar los hechos históricos con imparcialidad. A pesar de la literatura a la que recurre, escrita en francés, inglés, italiano, etc., el autor logró formar y mantener una actitud objetiva respecto al problema croata. En esta obra, los ustashi, o las fuerzas armadas croatas, no son la "béte noire" como en la propaganda comunista yugoslava. El autor conoce un sólo criterio para juzgar a los ustashi, los chetniks y los partisanos cuando se trata de ciertos atavismos balcánicos. No se salvan ni los alemanes, cuando se trata de sus represalias.

El material ilustrativo es conocido proviene de distintas fuentes fidedignas. Sin embargo, es lamentable que lo mismo no puede decirse de las ilustraciones en la tapa y la contratapa. En la tapa aparece una figura barbuda de un típico guerrillero chetnik servio bajo el título del libro "Les Oustachis". En la contratapa vemos un conocido fotomontaje de procedencia yugoslava.

Milan Blažeković

 

José Hernández: Martín Fierro, traducción en el idioma croata, por Pero Tutavac

Buenos Aires, 1976, talleres gráficos "Vilko". Edición técnica preparada por arquitecta Carmen Rojnica, y Teresa Elizalde.

A las 22 traducciones existentes en la actualidad de la obra máxima de la poesía argentina gauchesca, el Martín Fierro de José Hernández, debemos agregar ahora, con sumo placer, la efectuada por Pero Tutavac al idioma croata. Esta nueva versión, editada en marzo del año pasado, comprende tan solo la primera parte del poema, o sea la titulada "El Gaucho Martín Fierro", quedando excluida la segunda parte: "La vuelta de Martín Fierro".

En el excelente prólogo de esta traducción, escrito por Duško Kalebić, se brinda a los lectores de habla croata una visión, que no por reducida deja de ser completa, de lo que significa la poesía gauchesca y el Martin Fierro en especial dentro de la literatura mundial, confrontándolo con la poesía popular croata. La ilustración de Teresa Elizalde conjuga el espíritu telúrico de la obra con la representación gráfica de sus personajes.

Traducir a otro idioma una obra como el Martin Fierro de José Hernández no es tarea fácil. Y no lo es porque precisamente ella se caracteriza por la eficacia expresiva de un estilo que refleja la honda adecuación del autor a las modalidades de pensamiento y vida de su protagonista gaucho. Hay en J. Hernández conciencia del valor lingüístico que se advierte en la gran seguridad con que intenta reflejar, fiel y verazmente, el habla coloquial de los personajes matizada con una filosofía popular llena de gracia, de dinamismo, de emoción telúrica y de orgullo humano. La lengua gauchesca utilizada por Hernández no es sino una variante del español arcaico de los conquistadores mezclado con voces indígenas, propalado en el medio campesino por tradición oral y del que sólo quedan actualmente ciertas voces y modismos pintorescos. Por eso, desde este punto de vista, se puede decir que el Martín Fierro es casi intraducible.

En razón de ello el trabajo del traductor es arduo pesado. Por sí solo debe crear una obra de arte, para estar a la altura del original, donde volcar el significado, los valores y los rasgos denunciadores del poema que nació bajo la advocación de la libertad y la rebeldía y que se ha encaramado en las torres de labra sino por la trascendencia del mensaje irradiado. Y esto es lo que ha hecho Pero Tutavac. A pesar de las limitaciones derivadas del texto original mismo la traducción responde y resume la temática del Martín Fierro.

El trabajo llevado a cabo por Tutavac tiene por finalidad acercar al lector croata lo que José Hernández acercó, hace ya más de un siglo, a sus compatriotas. Para ello recurre a la estrofa compuesta de 4 versos de arte mayor: el decasílabo, utilizado por los poetas croatas en las poesías populares y épicas. Esta métrica, en lugar de chocar con la de José Hernández, heredada del romance octosílabo, aborigen y privativo de la lengua castellana, acerca al Martin Fierro a la sabiduría popular croata. El idioma empleado, quizá por los mismos motivos que la métrica, no es el lenguaje culto de la literatura croata, sino el que se usó por primera vez en las creaciones populares croatas, el idioma que tal vez hablaba el hombre común y el campesino croata cuando J. Hernández escribía su obra máxima: "la ikavica". Si alguna crítica se podría hacer a esta hermosísima traducción tal vez seria a de por qué el traductor eludió el idioma erudito y culto de la literatura croata. Sin embargo es probable que la musicalidad y el ritmo que le da la "ikavica" no se hubiera logrado de otro modo; de otro modo no se hubiera conservado el sentido idiomático del poema.

De esta manera la traducción de Tutavac responde perfectamente a lo que el propio autor de Martin Fierro, en su prólogo a la segunda parte del mismo, señalaba: "Un libro destinado a servir de provechoso recreo, después de fatigosas tareas... debe ajustarse estrictamente a los usos y costumbres de esos lectores, rendir sus ideas e interpretar sus sentimientos en su mismo lenguaje, en sus frases más usuales ... a fin de que el libro se identifique con ellos de una manera tan estrecha e íntima que su lectura no sea sino una continuación natural de su existencia." Y por otro lado esto es lo que debe ser una traducción de una obra a su versión original: ambos deben identificarse perfectamente.

El lector que domina ambos idiomas, el de Hernández y el de Tutavac, que ha leído el poema en su lengua original, que ha captado el mensaje de su protagonista, para quien vivir era un acto significativo y trascendente de fe individualista: la defensa de su decoro, de su dignidad, de su libertad, no puede menos que reconocer con emoción que es eso exactamente lo que también le trasmite la versión croata. Y esto es, quizá, lo mejor que pueda decirse de la misma.

Blažena Bezina

 

Franjo Dujmović: Hrvatska na putu k oslobodjenju

(Croacia en el camino de su liberación), Editorial ZIRAL, Chicago, pp. 580, en croata.

La agresión granservia es tratada por la literatura política croata en una serio de obras científicamente sólidas, ente las cuales se destacan las obras de D. Mandić, V. Murvar, e I. Degrel como también en múltiples estudios de los escritores políticos croatas, publicados en los periódicos "Hrvatska Revija", "Nova Hrvatske", "Danica", y, especialrnente, en "Studia Croatica".

A estas publicaciones se agrega ahora el libro del periodista, hombre político e intelectual, Franjo (Francisco) Dujmović, con el título que mencionamos en el epígrafe.

La comparación de los Balcanes con un barril de pólvora que en cualquier momento puede estallar, no es una exageración: los Balcanes permanecieron hasta hoy un foco de peligrosas crisis políticas, que pueden causar conflictos de dimensiones mundiales.

Una de las causas principales del peligro balcánico, e indirectamente, mundial es el expansionismo gran-servio tendiente a apropiarse de las regiones étnicas de sus vecinos, en primer término en perjuicio de los croatas.

Este fenómeno patológico en la vida de un pequeño pueblo balcánico como son los servios, que supera su propia fuerza y lo obliga a aventuras políticamente peligrosas alcanzó su cenit en la Yugoslavia comunista en la que el pueblo croata está obligado a luchar por su mera existencia nacional.

La política servia anticroata en el Imperio austro-húngaro, el atentado de Sarajevo del año 1914, el atentado contra los diputados nacionales croatas en la Yugoslavia monárquica 1928, la posterior dictadura del rey Alejandro y la formación, más tarde, de la Yugoslavia comunista, la tragedia de Bleiburg, que constituye un caso de los más grandes y más repulsivos crímenes de genocidio en la historia mundial, las "marchas de la muerte" y las persecuciones de los patriotas croatas, la condena vergonzosa del cardenal Luis Stepinac y la muerte violenta del líder comunista croata Andrija (Andrés) Hebrang, luego la penetración servia en las regiones croatas, graves obstáculos al uso del idioma literario croata y a sus manifestaciones culturales en general, la supresión brutal de la "primavera croata" -es decir la liberalización y democratización del régimen- la difamación sistemática de los croatas ante la opinión mundial, constituyen eslabones del mismo plan cuyo objetivo es el exterminio del pueblo croata.

El libro de Dujmović versa sobre todos estos problemas y es una de las mejores contribuciones literario-periodísticas en esta materia. El autor posee gran experiencia política y conocimientos sólidos, lo que le posibilita una segura orientación en la complicada problemática de la política croata desde los comienzos de este siglo hasta los acontecimientos más recientes. La obra de Dujmović no es una apología unilateral sino una presentación objetiva de las corrientes y anhelos políticos croatas, basados en rica documentación, donde hay datos de importancia poco conocidos o que de esta manera se comunican por primera vez al público. Un estilo vivaz, periodístico, accesible a amplios sectores no lo induce al autor a las declamaciones patéticas y frases convencionales, sin eludir, no obstante, señalar errores de les hombres políticos croatas aún cuando se trata de un círculo más reducido de sus propios correligionarios. Pero su crítica es, en cada momento, de carácter constructivo y sin caer jamás en el pesimismo. De cada página de su libro brota una profunda fe en un futuro mejor del pueblo croata, que, a pesar de todos los contratiempos en su historia milenaria logró conservar su espíritu de lucha y su anhelo por la libertad. Dichas cualidades hacen de esta obra un faro luminoso en un mar de mistificaciones y falsificaciones, con que los chovinistas granservios intentan encubrir el verdadero estado de cosas.

El abundante material reunido en el libro de Dujmović confirma, en forma fehaciente, el hecho de que la mayoría del pueblo croata era contraria al Estado común con los servios, formado el 1918. El proceso político posterior demostró claramente que el pueblo croata habría votado plebiscitariamente por un Estado independiente croata, si se le hubiera dado la oportunidad. Pero también aquellos políticos croatas, elegidos en base al derecho de elección restringido que estaba en vigor en la Monarquía danubiana postfeudal aceptaron la idea de unión con los servios suponiendo que el nuevo Estado iba a ser organizado sobre los principios democráticos que garantizarían al pueblo croata el pleno goce de la libertad e igualdad. Esta esperanza quedó trunca. Croacia, desde los primeros días de la existencia de Yugoslavia, fue ocupada por el ejército servio y quedó en este estado casi colonial hasta el derrumbamiento de la Yugoslavia monárquica. El país era regido por el ejército servio, cuya plana mayor es un circulo cerrado, una especie de mafia a la que el acceso de los croatas quedó prohibido; luego organizaciones servias terroristas, la "čaršia" de Belgrado (un grupo de familias privilegiadas de la capital servia) encabezados por el rey Alejandro Karageorgević quien odiaba profundamente a los croatas y fue uno de los factores más importantes de la política anticroata. Esta política se presentaba con las apariencias de una falsa democracia con el fin de engañar al mundo exterior. Dicho estado de cosas empeoró con la organización de la Yugoslavia comunista en la cual los chovinistas servios están a disposición de todos los medios de represión de un régimen totalitario como es el de Tito. La pseudodemocracia de la Yugoslavia monárquica fue sustituida por la "organización federalista" de Tito que no garantiza a los croatas ninguna clase de amparo contra el arbitrario poder central de Belgrado. Tito no consiguió dar una solución viable al conflicto nacional croata-servio. Incluso, bajo su régimen, éste se agudizó aún más. Yugoslavia sigue siendo un edificio a punto de derrumbarse, manteniéndose en pie sólo por la violencia y el terror policial.

Los croatas en la Yugoslavia monárquica lucharon, adoptando métodos parlamentarios. Recién entonces, cuando su líder democrático, Esteban Radić, fue muerto por orden del rey Alejandro, una parte de los croatas decidió recurrir a la lucha revolucionaria. Pero, incluso ahora, sus líderes políticos primero intentaron convencer a las potencias occidentales de las justificadas reivindicaciones croatas y recién entonces, al no encontrar la necesaria comprensión, recurrieron a otros métodos y caminos de lucha.

Los croatas, de orientación occidental durante toda su historia, habrían preferido luchar, por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial del lado de los estados democráticos, si el Occidente les hubiera ofrecido la ayuda en la lucha por su liberación.

La cuestión croata es un problema internacional. Resulta imposible, en consecuencia, relegarlo al plano secundario y dejar a gusto de Tito y de su camarilla granservia para que decidan arbitrariamente sobre el destino del pueblo croata. La Yugoslavia multinacional, donde todo el poder está concentrado en manos de la minoría servia, no puede regirse de acuerdo con los principios de la democracia de tipo occidental. En ella puede existir solo la "democracia bizantina" al estilo del rey Alejandro, la democracia "progresista" de Tito u otra forma de la dictadura abierta o disimulada que nada tiene en común con la verdadera democracia occidental. Los croatas, pues, no luchan por ninguna clase de la Yugoslavia democrática, porque en ella volvería a repetirse el mismo juego. Teniendo presente su mala experiencia en el pasado, los croatas están luchando actualmente por un Estado propio, libre y soberano, basado en los principios liberales del Occidente democrático, única condición que puede garantizarles un desarrollo pacífico en la comunidad de los países libres. Cualquier otra solución llevaría en sí un germen de nuevos e inevitables conflictos.

Resultaría útil traducir algunas partes del libro de Dujmović a los idiomas universales, o que el autor mismo preparara una edición abreviada de su obra para el público extranjero, pues muchos problemas tratados se refieren a los asuntos internos y domésticos, que no interesan tanto a un lector foráneo. Una edición de este carácter podría estimular a algún publicista extranjero para prestar su atención al tema de tanto interés ya que después de la muerte de Tito esa zona cobrará una actualidad candente.

Ivo Hühn

 



[1] Wilhelm Hoettl "The Secret Front", Weidenfeld y Nicolson, London, p. 133.

[2] Idem, p. 135.

[3] Richard Foster, The Yugoslav Concert of General People Defense - Strategic Studies Center, Stanford Research Institute.

[4] The Economist, London, 27-8-1971, p.V.

[5] John Prcela and Stanko Guldescu, ed. "Operation Slaughterhouse - Eyewitness Account of Postwar Massacres in Yugoslavia". Philadelphia. 1970 (Ver reseña en "Studia Croatica" N. 43-43/1971 p. 2 1/2 - N. del Trad.) Lord Nicholas Bethell, "The Last Secret", London, 1975. Documentos Británicos, Archivo del Foreign Office. Londres, (F. O. 371 (48920) R 13674/728/92). - Ivo Omrcanin, "The Pro-Allied Putch in Croatia in 1944 and the Massacre of Croatians by Tito Communists in 1945", Philadelphia, 1975. (Ver reseña en "Studia Croatica" No 58-59/1975, pp. 185-189 - N. del Trad.).

[6] Bogdan Radica, "Hrvatska 1945" (Croacia 1945), Munich, 1974.

[7] Bogdan Radica, "Stepinac and Tito", The Commonweal, Vol. LVII, N 25, marzo 27, 1953.

[8] Cong. Trent Lott, "Churches under fire in Tito's Yugoslavia" East Europe, Vol. 24, No 2, junio 1975, p. 6. "Croatian Christian Martyres", id. Vol. 23, No 2, agosto 1974, p. 12.

[9] Bogdan Raditsa, "Tito's Final Test", The New Leader, Vol. XLIX, N. 14, julio 4, 1966, p. 7.

[10] B. Raditsa, id. p. 8.

[11] Las publicaciones que trajeron los más significativos ensayos y artículos sobre el vimiento masivo" croata han sido "Kritika", "Hrvatski Tjednik" (El Semanario Croata), y "Hrvatski Knizevni List" (Gaceta Literaria Croata). Así, el 31/10/1971, el "Hrvatski Tjednik" publicó la noticia que en la concentración masiva de los estudiantes en Zagreb, en octubre de 1971, uno de los más prominentes oradores urgía que Croacia entrara en la ONU como entidad separada y que el Banco Nacional de Croacia fuera establecido a fin de frenar el flujo de dinero a Belgrado.

[12] "Hrvatska Revija" (La Revista Croata), Año XVII, N9 1-2 (pp. 65-66), agosto 1967.

[13] Smiljana Rendic, "Salida del Genitivo o el Segundo Renacimiento Croata", "Kritika", mayo-junio 1971.

[14] Dr. S. Djodan, "The evolution of the economic system of Yugoslavia and the economic position of Croatia", Journal of Croatian Studies, No 13/1972, p. 3.

[15] La Liga Internacional por los - Derechos del Hombre condena la represión de Derechos Humanos en Yugoslavia. Croatia Press, Revista y Noticiero. Vol. XXVI. Abril-junio 1973. Nro. 1-2 (pp. 173-74).

[16] El 15 de septiembre de 1971 declaró Tito que era "absurdo" pensar que un "gran chauvinismo está floreciendo" en Croacia. Sin embargo, un miembro del Comité Central de la Liga de los Comunistas de Croacia explicó aseveración, en diciembre de 1972, insinuando que la señora Dabčević y Mika Tripalo encañaron a Tito con respecto a la situación en Croacia. El NIN (un prominente semanario de Belgrado - N. del Trad.) del 9/12/1972, p. 13. Tito fue criticado por no haber procedido contra los nacionalistas croatas con anterioridad a diciembre de 1971. Se justificó y se defendió al declarar en enero de 1972 que "seis meses antes muy pocos ciudadanos en Croacia hubieran comprendido" la necesidad de liquidación de "el socialismo con cara humana" en Croacia. (VUS - Vjesnik u Srijedu, semanario de Zagreb - N. del Trad.), edición de ultramar, 2/2/1972, p. 59.

[17] Editorial "Tor" Buenos Ares. Pág . 258-259.

[18] "La cultura en la encrucijada nacional". Ed. "Sudamericana" - Buenos Aires, 1976. p. 33.