STUDIA CROATICA

 

STUDIA CROATICA

Año XXVII – Octubre – Diciembre 1986 - Vol. 103

 

 

¿Por qué los croatas luchan para independizarse?. 2

Viviente presencia croata en las letras chilenas. 8

Bicentenario de la visita del General Miranda a Croacia (1786-1986). 10

Algunas notas sobre la República de Dubrovnik que conoció Miranda. 13

Los anfitriones de Miranda en Dubrovnik. 15

Los inmigrantes en Magallanes (Chile) y la cuestión croata (1919-1939). 18

Crónicas - Glosas - Comentarios. 27

Visita pastoral del Primado de Croacia, Cardenal F. Kuharić a la Argentina, al Perú y Venezuela. 27

Los dirigentes del Consejo Nacional Croata toman contacto con destacadas personalidades politicas europeas. 29

Participación croata en las actividades de la Unión Paneuropea. 30

Decimotercer Congreso del Partido Comunista Yugoslavo.. 31

Yugoslavia, exportador mundial de armamentos y subversivos. 32

Grandes manifestaciones croata-albanesas en Detroit 35

"YUGO" - automovil de fabricacion yugoslava analizado por la revista especializada argentina Mecánica Popular. 35

Croatas en el mundo.. 36

Trigesimo aniversario del Club Cultural Croata Argentino.. 36

Congreso Mundial de la Medicina y la Biología Nuclear. 39

Presidente del Consejo Nacional Croata visita Australia. 39

Zorka Hraste expone 18 óleos. 40

Matthew Meštrović distinguido con la medalla de "Ellis Island". 41

Deceso del shakespearólogo Josip Torbarina. 42

En defensa de los derechos humanos. 42

Crónica de torturas y vejamenes de Dobroslav Paraga en cárceles yugoslavas desde 21-XI-80 a 21-XI-84.. 42

Corrigiendo errores. 45

Aclarando el carácter étnico e histórico de Bosnia y Herzegovina. 45

Ecos de la prensa mundial. 49

Un mártir de nuestro tiempo.. 49

El disidente croata Marko Veselica en libertad.. 51

Yugoslavia se tambalea en la cuerda ideológica. 52

Cosas raras están ocurriendo en Kosovo.. 53

Sonado caso del albanes Pjeter Ivezaj, naturalizado norteamericano.. 54

Diciéndoles verdad a los servios. 55

Reseña de libros. 56

Nikola Čolak: "Regesti Marittimi Croati - Hrvatski Pomorski Regesti". 56

Información bibliográfica. 57

Mate Meštrović: U borbi za Hrvatsku (En la lucha por Croacia). 57

Branko Franolić: L'Adaptation des mots composés, des locutiones et des expressiones d'origine francaise en croate. 58

"Peticion: Amnistía de todos los presos políticos en Yugoslavia". 58

Sobre la colaboración de Moreira de Castro.. 58

Dos libros de escritores chilenos de origen croata. 58

"No olvidamos lo nuestro pero nos integramos aqui". 58

Cartas de los lectores. 59

Manifestaciones de la Juventud Argentino-Croata en Buenos Aires. 60

 

¿Por qué los croatas luchan para independizarse?

Ivo Korsky, Buenos Aires

Es esto la pregunta que se hacen muchos extranjeros, aún aquellos que tienen simpatía para la causa croata. No entienden por qué un pueblo relativamente pequeño lucha para independizarse, en vez de bregar hacia uniones más amplias con la idea que la unión es la fuente de la fuerza. Contra los modernos intentos paneuropeos, panamericanos y de mundo único, por qué este pueblo sin libertad trata de revertir la historia y de salir de una comunidad estatal que representa para gran parte de la opinión pública del mundo un peldaño en la progresión hacia la deseada unidad de todo el mundo.

Las ideas, aceptadas como verdades en un momento histórico dado, aunque no sean tales, deben refutarse con una serie de argumentos que son muy difíciles de sintetizar. Es por ello que mis esfuerzos resultarán sólo un esbozo y mis argumentos truncos. Existe, efectivamente, una gran dificultad en intentar la trasposición de ideas y conceptos bastante claros e inteligibles en un ambiente político determinado, el croata, pero muy ajenos en el ambiente latinoamericano, con sus fórmulas consagradas y aceptadas muy distintas y, más todavía, totalmente ajeno a los hechos subyacentes que han provocado la corriente de ideas, actualmente dominante, en el pueblo croata.

Las tres proposiciones básicas que formulo a continuación y que trato de fundamentar, son mi respuesta a este reto.

1

Si la nacionalidad es el conjunto de valores tradicionales de un pueblo, su conservación no es sólo un derecho, sino también un deber.

Los valores culturales son, realmente, fruto de un grupo de seres humanos, pero esto no significa que lo sean sólo como resultado de una raza, que razas puras no existen en el mundo histórico —del prehistórico no podemos hablar— sino que nos encontramos con mezclas y cruzas raciales y etnicas mas o menos estabilizadas, cuyos valores culturales no pueden considerarse como producto de sus genes sino como resultado de sus relaciones con otros hombres o grupos humanos. La cultura, pues, es la conciencia y la experiencia y historica de un grupo determinado, cuya expresión más evidente es el lenguaje. Si nos atenemos a la experiencia histórica como fundamento de nuestras definiciones acerca del origen de los pueblos, podemos decir que ellos son grupos de humanos formados por la historia, en un territorio más o menos determinado, resultado de esfuerzos y luchas comunes, derrotas al igual que victorias.

Con el andar de los tiempos, esta conciencia colectiva, portadora de un haz coherente de valores culturales y éticos, llega a formar sociedades complejas que nada tienen que ver con manadas de seres unidos sólo por su origen y sometidas a la fuerza bruta de sus individuos más potentes. Son grupos morales, portadores de valores espirituales. Son pueblos históricos.

Entre guerras y migraciones, estos grupos históricos intercambian experiencias y valores, absorbiendo los más fuertes a los más débiles pero transformándose aún los victoriosos debido a la influencia de los vencidos, formándose nuevos pueblos y desapareciendo algunos de ellos. En un devenir constante, pero sin grandes sobresaltos; como en un proceso muy complejo, se formaron los pueblos modernos que conocemos y que actualmente ya tienen cierta constancia, fruto de su experiencia en estas luchas.

* * *

Nadie puede dudar de que los croatas son un pueblo con conciencia nacional, con sus tradiciones y sus valores espirituales, un pueblo formado por su historia a lo largo de los siglos.

Sin adentramos en la prehistoria, ni tratar de hurgar en el pasado no histórico con medios filológicos y afines para desentrañar el lejano pasado de los croatas y, más aún, el origen del mismo nombre croata, nos atendremos a los hechos documentados. Según la historia escrita por el emperador de Bizancio Constantino VII Porfirogeneto bajo el título "De administrando imperio", los croatas llegaron a sus tierras actuales como pueblo guerrero formado, dividido en siete tribus, desde allende los Cárpatos, muy probablemente de lo que ahora es Polonia meridional, la comarca alrededor de la ciudad de Cracovia. Su llegada ocurrió durante el reinado del emperador Heraclio, quien los habría llamado para que liberasen de los Avaros las provincias balcánicas de Ilírico y Dalmacia. Dice el Porfirogeneto que para compensarlos por la tarea bien cumplida, el Emperador les concedió el derecho de ocupar estas tierras.

Conociendo el estilo ampuloso de la corte bizantina, en cuyos documentos oficiales hasta las derrotas se transforman en victorias y tierras arrebatadas por fuerza al Imperio en dádivas del Emperador, bien podemos poner en duda les pormenores de esta historia. Pero, en grandes rasgos, sabemos que entre los años 620 y 630 de la era cristiana los croatas ocuparon la parte noroeste de la península balcánica y la región meridional de la llanura panónica, y en seguida formaron entidades políticas, lo que no hubieran podido hacer si no venían como guerreros organizados. Las tierras estaban en gran parte despobladas por las continuas guerras e invasiones. Desde hacía casi tres siglos toda Europa hervía a raíz de la gran migración de los pueblos, al desplazarse hacia regiones más cálidas primero las tribus germánicas y después las eslavas. Los pocos pobladores autóctonos de las regiones más castigadas se refugiaban en pequeñas ciudades-fortalezas, pero, rodeados por los invasores, paulatinamente se asimilaban en la masa del nuevo pueblo dominador.

Muy pronto, en el tiempo del papa Juan IV (640-642) se establecieron los primeros contactos de los croatas con el cristianismo y sin grandes sobresaltos, la cristianización iba avanzando, en su mayor parte procedente desde su polo occidental, romano, hasta que durante el papado de San Agatón (678-684) se firmara el pacto de no agresión entre los croatas y la Sede de San Pedro, el primer tratado internacional concluido por el pueblo croata del que tenemos noción fidedigna.

Entre el Imperio Oriental, el Bizancio, y el Imperio Occidental restablecido en el año 800 por Carlomagno, rey de los francos, los principados o ducados croatas mantuvieron un alto grado de autonomía, pero no la independencia formal, la que alcanzaron recién cuando el duque de la Croacia blanca (es decir occidental) Tomislav ocupó y sometió la Croacia panónica y fue coronado en el año 925 primer Rey de Croacia por el legado del Papa, recibiendo al mismo tiempo del emperador de Constantinopla, con el título de procónsul, el gobierno de las ciudades e islas dálmatas, resto de la antigua provincia de Dalmacia que aún conservaba el Bizancio, por cuanto todo lo que se hallaba fuera de las murallas de estas ciudades ya formaba parte de Croacia.

Este Reino de Croacia, con unos 120.000 km2. se extendía por las actuales regiones y provincias de Istria, el Litoral Croata, la Croacia septentrional, Dalmacia, Bosnia, Herzegovina y Eslavonia (las que, en su mayor parte, aún no llevaban estos nombres) y constituía substancialmente lo que quedó, hasta el día de hoy, el territorio étnico y nacional croata.

Durante casi dos siglos, hasta que desapareciera la dinastía de Trpimir (duque de Croacia y abuelo del primer rey Tomislav), este reino, luchando cntra sus vecinos al igual que los demás, se mantuvo entre el poder naciente de Venecia al oeste, el Reino de Hungria al norte (cuyo primer rey, San Esteban, recibió la corona real años más tarde que el primer rey de Croacia), el Imperio Bizantino al este y al sur y, por un tiempo, contra el poderoso pero efímero Imperio Búlgaro, que reemplazó durante cierto tiempo a los bizantinos.

En 1102, las doce tribus croatas, o sea sus nobles hereditarios, eligieron como rey de Croacia a Koloman, rey de Hungría, y lo coronaron con la tradicional corona croata en la ciudad Biograd na moru. Así se inició una unión que empezó como mero nexo entre dos países bajo el mismo rey, quedando independientes ambos reinos, para transformarse paulatinamente en una confederación, en la cual mermaba constantemente la autonomía croata. Las tierras croatas eran objeto de intentos imperialistas primero de Venecia y, luego, cuando empezó la invasión turca, de las fuerzas del Sultán, lo cual debilitaba a la nobleza croata portadora de la idea nacional croata.

El debilitamiento del Reino de Croacia provocó la secesión de su parte meridional más alejada del centro del poder, formándose ésta como Estado autónomo bajo el nombre de Bosnia, el cual, luego, fue reconocido como independiente, asumiendo su virrey el título de Rey de Bosnia. Este se hizo tan poderoso que durante cierto tiempo podía luchar contra los reyes de Hungría. Sin embargo, no pudo resistir a las invasiones otomanas y fue derrotado y sus dominios anexados por el Imperio Otomano.

Se transformó, en el Imperio Otomano, en una provincia autónoma sumamente importante, ya que gran parte de su nobleza y de los propietarios libres, cansados de invasiones húngaras y la lucha de los húngaros contra los herejes bosníacos, se convirtió al Islam reconociéndosele los privilegios de nobleza, caso único en el Imperio Otomano que desconocía títulos de nobleza hereditarios. Al dominio del bajá de Bosnia, los emperadores turcos añadían sólo las tierras croatas arrebatadas a los cristianos, mientras que las tierras no croatas iban anexadas a otras provincias del Imperio.

De esta época data el dualismo croata: por una parte las tierras que, ante el debilitamiento de Hungría, se plegaron como ésta, pero separadamente, a los Habsburgo, eligiendo al Archiduque Ferdinando en 1527 como rey de Croacia, y por otra parte la Croacia musulmana, bajo el dominio turco, pero gobernada por el bajá o el visir de Bosnia y luchando como vanguardia del Islam. El trágico destino de Croacia fue que de un lado caían los croatas católicos en defensa del Oeste como "antemurale Christianitatis", mientras que por el bando contrario otros croatas, como "espada del Islam", trataban de ampliar la zona del Emperador de Estambul. Y en estas luchas, heroicas por cierto, pero altamente dañinas para la integridad del pueblo croata, éste se desangraba perdiendo su autonomía y sus riquezas biológicas y físicas.

Cuando en 1878 Austria recibió el mandato de ocupar Bosnia, lo hizo por cierto con tropas croatas, pero no la incorporó al resto de Croacia, sino que intentó mantenerla como provincia separada, bajo el dominio austro húngaro, con lo cual perdió las últimas simpatías de Ios croatas por la dinastía de los Habsburgo.

Hasta el año 1918, cuando concluyó la primera guerra mundial, Croacia seguía formando parte del Imperio de los Habsburgo, pero con su integridad territorial gravemente menoscabada por la Corte de Viena y su autonomía constantemente cercenada tanto por el germanismo de Austria como también por el nacionalismo húngaro surgido al despertar el siglo XIX. Con todo, hasta el final de esta larga unión y pasando por todas las vicisitudes, Croacia achicada, truncada, empobrecida, con su nobleza destruida y por ello políticamente debilitada en el viejo imperio feudal donde sólo la nobleza, el clero y los comerciantes adinerados eran considerados portadores del poder político, esta Croacia se mantuvo como reino y siguió reivindicando sus derechos perdidos. Fue así que en esta constante defensa, dividida tanto tiempo entre la católica Viena y la islámica Estambul, O sea formó su personalidad histórica que ostenta en la actualidad: sumamente tenaz en la defensa, apegada a sus derechos, conservadora tanto en su parte católica como en su parte islámica, y con su pueblo profundamente arraigado al terruño.

Estas características constitutivas del alma popular croata, permearon su vida pública y las nuevas corrientes migratorias que se iban asimilando en la etnia croata —no hay guerras sin migraciones y las guerras habían sido un fenómeno constante en aquellas partes del mundo- llegaron a conformar un pueblo indomable en su oposición a los que intentaban doblegarlo, resistente a las presiones extranjeras, de grandes calidades guerreras, pero poco adiestrado en el gobierno y aún menos en la diplomacia. Un pueblo de curas y de guerreros, con intelectuales románticos, pero pocos gobernantes realistas, y una masa campesina fiel pero explotada— para dar una definición sucinta y sencilla. Como todas las definiciones que han de explicar situaciones complejas, es inteligible pero no del todo exacta porque pasa por encima de las excepciones tan importantes en la vida.

Este pueblo templado en la lucha por sus derechos menoscabados, fue llevado en 1918 de una confederación vetusta, anacrónica, injusta, pero conocida, a un nuevo Estado crudo, inculto, injusto y desconocido.

El nuevo Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos, pese a las ilusiones filoeslavas que albergaba parte de los intelectuales croatas, se mostró brutal y opresor igual como los húngaros antes, explotador Como lo fueron los austriacos, pero falto de gracia y de modales culturales que a estos les conferian los siglos de ejercicio del poder. Los servios resultaron la decepción más grande en la historia croata: un pueblo hablando un idioma muy parecido, campesino como el croata, relativamente pequeño pero que quería jugar el papel de dueño de los demás pueblos formadores de un Estado supuestamente común.

Es en este nuevo reino, rebautizado Reino de Yugoslavia por Decreto Real al derogar el Rey la Constitución vigente, que el despertar croata, iniciado en 1860 por el Dr. Ante Starčević y en lo social en -1919 por Esteban Radić, recibió su sello revolucionario y moderno, gracias a la brutalidad servia.

Este pueblo histórico, con una gran experiencia en la vida compartida con otros pueblos dentro de marcos estatales comunes, decidió definitivamente que, para defender su identidad, sus valores, su pasado y sus sueños para el futuro, necesitaba tener su propio Estado ya que todos, repetimos, todos los ensayos anteriores habían fracasado y terminado con tragedias de distintos grados de intensidad.

2

Si en el mundo moderno, el Estado libre y democrático es el único marco político que permite a un pueblo la conservación de sus valores específicos y la transformación de los mismos en un programa de acción politica realista, cada pueblo tiene el deber de conservar su Estado nacional si lo tiene o de establecerlo o restablecerlo si no lo tiene o lo ha perdido.

Croacia representa, en su historia contemporánea, un caso clínico de un pueblo cuya vida pública, política, económica y social, ha sido varias veces truncada debido a la falta de su propio Estado. Ninguna forma de Estado multinacional ha resultado adecuada para que el pueblo croata pudiera desarrollarse como conjunto orgánico de hombres y mujeres libres.

En esto fracasó la forma tradicional, feudal, formalmente cristiana, de los Habsburgo, como había fracasado una sociedad igualmente conservadora, pero islámica, que mantenía en su poder la parte croata que se llama Bosnia y donde los intentos desnacionalizadores de los turcos en su etapa de decadencia provocaron la resistencia armada de los musulmanes croatas.

Pero la Yugoslavia monárquica derechista, al igual que la actual Yugoslavia republicana comunista, el centralismo rígido de los reyes, al igual que el seudofederalismo de Tito, todas estas formas resultaron ineptas para la modernización y democratización de la vida croata, dominada casi siempre por minorías étnicas no croatas, privilegiadas por los dominadores del momento y ayudadas en sus tareas por oportunistas que surgían entre los mismos croatas. La hegemonía de los distintos pueblos dominadores —el austríaco, el húngaro, el servio y, en la parte occidental, el italiano—cortaba los brotes democráticos en la vida croata truncándolos y provocando una oposición y un endurecimiento de posiciones en vez de un trabajo común para el progreso del país.

En las postrimerías del siglo XIX, cuando en Europa central se desarrollaba una gran transformación económica y social debido a los adelantos técnicos, tales como la industrialización, los buques de vapor y los ferrocarriles, las crisis resultantes de estos cambios fueron superadas en los pueblos que vivían en sus propios Estados nacionales con medidas de sus propios gobiernos. En los Estados multinacionales, estas medidas favorecían sólo a los pueblos dominantes, tal como el austríaco y el húngaro en la Monarquía de los Habsburgo.

En los demás, y por ello también en el pueblo croata, sometido a la doble dominación germano-húngara, la industrialización provocó un terrible éxódo de la población rural (campesinos, viñateros, pescadores y marineros) totalmente desprotegida por las autoridades que hasta veían con agrado este éxodo, en la esperanza no disimulada que el mismo permitiría colonizar las comarcas así despobladas con elementos de los pueblos dominantes y formar así, por un lado, un Estado austríaco alemán y, por el otro, un Estado húngaro unificado, como se decía, desde los Cárpatos hasta el Mar Adriático.

Las minas de carbón y los frigoríficos estadounidenses, las comarcas meridionales de Chile y parte de la zona de salitre del norte del mismo país, el Chaco paraguayo y argentino, los bosques del Brasil y partes de la pampa húmeda argentina, para mencionar sólo algunas regiones que se llenaron con estos croatas desposeídos, hablan del fracaso de una administración considerada civilizada, pero que aprovechaba su civilización para levantar palacios en Viena y en Budapest a costilla de las lágrimas y el deterioro de la vida en las regiones explotadas.

Además de la explotación directa, la colonización interna fue la mejor prueba que, para poder progresar en el mundo moderno, un pueblo debe tener su poder político para encauzar lo económico y lo social. Esto vale con prescindencia del sistema económico o modelo que se elija, ya que gobiernos supuestamente liberales, de libre mercado, encauzaban la colonización de los elementos dominantes de modo igual como lo hacían luego gobiernos dirigistas en la Yugoslavia realista y, en mayor escala aún, el gobierno comunista que en cuarenta años duplicó o triplicó el número de los croatas desarraigados en comparación con los que tuvieron que dejar sus hogares en los tiempos austro-húngaros.

Frente a esta experiencia, que el pueblo croata vivió en sólo cien o ciento veinte años. ¿de qué sirven las teorías de la ventaja de cuerpos estatales más grandes? Se puede argumentar que cambiando de régimen las políticas podrán mejorar. Pero si después de pasar una gama completa de regímenes politicos, económicos y sociales, el resultado es siempre idéntico, el éxodo del pueblo croata de su tierra hacia otras regiones donde, naturalmente, ha de desaparecer como tal, no hay más teoría que valga.

Contra los planes y las teorías militan los hechos y es la experiencia la que tiene la voz cantante. Ella demuestra con meridiana claridad que en Estados multinacionales. siempre hay —y siempre habrá— un grupo étnico dominante y que todas las palancas del poder serán usadas para favorecerlo. Sean estos grupos ingleses respecto de los irlandeses, rusos respecto de los ucranianos, armenios, georgianos o los distintos pueblos bálticos, checos respecto de los eslovacos, o actualmente rumanos respecto de los húngaros, como anteriormente lo fueron los húngaros respecto de los rumanos, siempre vemos el mismo resultado y las mismas consecuencias. Sólo que en el caso croata, la gama de combinaciones fue mayor, los ensayos más numerosos y los resultados más nefastos que en los demás casos.

En sólo cuatro años de su independencia nacional en los tiempos modernos, de 1941 a 1945, durante la mayor conflagración bélica de los tiempos actuales, sin organización estatal anteriormente establecida y con una guerra interna y ocupación tenuemente encubierta, Croacia ha demostrado que el Estado Nacional más débil resulta más favorable para los intereses del pueblo croata que la comunidad —federación o confederación— más potente, ya que en sus cuatro años de vida, el Estado croata pudo elevar la cultura y mejorar las relaciones sociales en mayor grado que Yugoslavia lo hiciera durante sus 22 años de monarquía y sus 40 años como república socialista.

3

Sin su propio Estado Nacional, un pueblo no puede asegurar su futuro ni podrá desarrollarse libremente según sus propios valores y en la realización de sus propios intereses.

Esta es la única conclusión válida que podemos sacar de la breve re-seña de la vida pública croata que hicimos.

Hablemos primero de lo cultural y no de lo político y lo económico, porque es en lo cultural que más luce eI alma de una comunidad que llamamos el pueblo.

¿Dónde se habrá visto que la cuestión de reglas ortográficas sea un problema político, que ha de conmover a las autoridades y llevar presos a los que tratan de normar las reglas ortográficas de su idioma? Lo vemos en Yugoslavia, desde que se formó en 1918, y, después del breve lapso de independencia nacional croata de 1941 al 1945, se restableció en su forma comunista en mayo de 1945.

La ortografía es un conjunto de reglas convencionales que permiten unificar la forma de escribir de un idioma. En Francia, es la Academia Francesa, en España, la Real Academia Española, y en otros países distintas instituciones más o menos representativas, las que codifican estas rreglas. Sólo en Yugoslavia es el Gobierno del día que impone las reglas ortográficas y sanciona a los filólogos que se atreven disentir de la politica oficial.

Porque en Yugoslavia, se trata de moldear por fuerza un solo pueblo, usando como material varias entidades nacionales ya formadas, con sus valores culturales fijados y su expresión oral y escrita propias: Y como es de esperar, esta unificación favorece a las expresiones del pueblo domínante, en el caso de Yugoslavia del pueblo servio, cuyos valores han de suplantar a los autóctonos en otras regiones culturales: la macedonia, la eslovena y la croata.

Pero, como el parecido lingüístico entre el servio y el croata es el más pronunciado y estos dos grupos étnicos tienen tradiciones nacionales más enraizadas y más fuertes que los otros dos, la lucha por la unificación se redujo a doblegar al pueblo croata para que la alcanzada unidad nacional entre los servios y croatas permitiera la formación de un núcleo lo suficientemente fuerte para destruir las particularidades de los otros grupos étnicos que forman él Estado yugoslavo y asimilar con más facilidad las minorías étnicas que viven en el marco de este Estado.

La ortografía, que cambia constantemente desde que se ha formado el primer Estado yugoslavo en 1918, en Yugoslavia no es nada más que un arma para la destrucción de las conciencias nacionales propias y separadas de sus pueblos históricos, una expresión tan ridícula que a los extranjeros les resulta poco inteligible. Pero tratemos de entenderlo con un ejemplo similar. ¿Cómo se comportarían los pueblos sudamericanos si en nombre de la unidad sudamericana se impusiera a todos ellos el idioma del más fuerte, el brasileño, y se empezara, ante las resistencias de los de habla hispana, a modificar la ortografía castellana para ajustarla a la portuguesa? Lo mismo valdría si la situación se revirtiese a favor del castellano con respecto al portugués o se impusiera, en nombre de la unidad, un "portuñol" hablado por gente inculta ensalzándolo al pedestal del idioma oficial. No deseo seguir desarrollando este ejemplo, porque las analogías son siempre un arma de doble filo, aunque sirven para explicar ciertos hechos poco inteligibles.

La cuestión idiomática, cuyo aspecto más visible era la cuestión ortográfica, provocó fuertes reacciones croatas en la Yugoslavia monárquica, donde la "unidad nacional" había sido proclamada como el bien supremo. Provocó también violentas reacciones que hemos de lamentar en el breve lapso de la independencia croata, que no tuvo tiempo de asentarse y cicatrizar las heridas del pasado.

Es por ello que los comunistas, que luchaban en la guerra contra el Estado croata y por el restablecimiento del Estado yugoslavo, con un régimen comunista reemplazando al capitalismo primitivo que existía antes, proclamaron la igualdad de los pueblos supuestamente hermanos y como idiomas oficiales del país pusieron el servio, el croata, el esloveno y el macedonio, admitiendo que el segundo y el tercero tuvieran su escritura latina y el primero y el cuarto su escritura cirílica. Pero, pese a esta proclamación, que constitucionalmente fue consagrada con la disposición que los textos legales deberían publicarse en los cuatro idiomas oficiales, ya en el año 1956 volvió a forzarse la unificación del servio y el croata considerándolos como un sólo idioma con dos variantes.

En la práctica, el ejército, los medios masivos de comunicación, el partido único, la Liga de los Comunistas Yugoslavos, usaban una "lingua franca" basada en el idioma servio tal como se habla en la ciudad de Belgrado, destruyendo, con su famosa neohabla comunista, no sólo el croata como expresión cultural de una nación, sino desvirtuando hasta el servio que era el idioma que deseaban proteger y que de un idioma vigoroso y claro se transformó en un "colage" de extranjerismos, barbarismos y neologismos, que los campesinos servios difícilmente podrán reconocer como propio. El afán de un pueblo en destruir los valores y las expresiones de otro pueblo, a la larga se revierte en contra de los dominadores, los que finalmente, al ganar, pierden también lo que tenían de valioso.

Si hemos visto que un régimen materialista como es el comunista, confiere tanta importancia a destruir en nombre del lema "fraternidad y unidad" todo lo que no era servio, ¿qué podemos esperar del mismo en el campo económico y social que es su dominio preferido?

En cuarenta años, Yugoslavia que, como conjunto, era un país con una agricultura y ganadería bien desarrolladas, exportadora de granos y de carnes, se ha transformado en importadora neta de productos alimenticios, lo que financian los Estados Unidos de América, en nombre de su lucha contra el bloque soviético, y que ha provocado un éxodo de los campesinos no sólo a la industria, cuyo rendimiento es ahora mucho más pobre que antes de la guerra, sino como mano de obra barata para los países industriales del occidente. En estas migraciones, el mayor porcentaje corresponde a los croatas, cuya pesca marítima, agricultura, ganadería y minería se vieron destruidas, a fin de quebrar su poderío económico y hacer el país más maleable para los intentos unificadores yugoslavos, por una parte, y la estructuración del comunismo, por la otra.

Un régimen comunista croata ciertamente no hubiera resuelto todos los problemas políticos o económicos, porque ciertos errores son inherentes al sistema comunista, como lo vemos en los demás países de Europa Oriental. Pero tampoco hubiese exportado mano de obra barata y provocado la destrucción sistemática de los bienes existentes como lo hizo Yugoslavia en las comarcas croatas. Hubiera tratado de reforzar la economía socialista tambaleante con aquellas ramas que en sí eran productivas y rendidoras, tal como lo hizo el régimen comunista húngaro o lo tratan de hacer, con menos éxito, el polaco y el rumano.

Un régimen comunista croata no hubiese destruido su propio ejército por cuestiones étnicas y nacionales, sino hubiera tratado de mantenerlo como baluarte de su defensa, contrariamente al régimen yugoslavo. que usaba, por ejemplo, soldados de la minoría albanesa, junto con unidades servias, para sofocar en 1971 el descontento popular en Croacia, y soldados croatas mezclados con los servios, para aplastar el levantamiento de los albaneses en la Provincia de Kosovo, en 1983 y 1984.

Un régimen que trata de reducir la autonomía eslovena, colonizando otros grupos étnicos en un país hasta entonces étnicamente puro y sin problemas raciales o étnicos, ya habla claramente qué es lo que se puede esperar de Estados multinacionales. Nuevos problemas, más graves y más insolubles, en vez de soluciones a los existentes:

* * *

¿Hace falta agregar más para explicar por qué los croatas desean independizarse? Creo que de lo expuesto, resulta claro que los Estados multinacionales en los cuales han vivido sólo les impidieron un desarrollo normal y en nombre de intereses superiores, los llevaron de una dictadura a otra.

Dicho en términos positivos: Los croatas desean independizarse para poder vivir normalmente, como los demás pueblos, desarrollar sus propios valores, organizar su propia vida y alcanzar, con el tiempo, un régimen político de libertad, una economía racional y sin trabas, y un orden social justo, acorde con sus intereses nacionales.

Viviente presencia croata en las letras chilenas

Ernesto Livačić Gazzano, Santiago, Chile

Es un hecho reconocido, cierto hasta la evidencia, el gran aporte de los descendientes croatas a la cultura en Chile, principalmente en la actividad literaria. Y los hechos evidentes, de suyo, no necesitan ser demostrados. Pero, cuando la comprobación llega por alguna vía, sobre todo si no se ha procurado expresamente lograr tal confirmación, resulta bienvenida en alto grado.

Así sucedió. en marzo de este año, con la Feria del Libro en el Estadio de la colectividad en Santiago de Chile. Domingo Mihovilović, su entusiasta promotor y organizador, imaginaba que concurrirían con sus libros unos treinta escritores chilenos de procedencia dálmata. ¡Se alcanzó a un centenar! Había novelas, poemarios, ensayos, obras dramáticas, tratados científicos, todo ello reunido en menos de un mes de preparación.

El público adquirió una notable cantidad de volúmenes y participó en diversos actos realizados en el marco de la Feria, entre ellos dos conferencias: una de quien escribe estas líneas, acerca de "Escritores magallánicos de origen dálmata", y otra del Director de la Academia Chilena de la Lengua y Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa, titulada "Algunos rasgos eslavos en mi obra poética". En la primera de ellas, se aludió a la "faz eslava" (expresión de Mateo Martinić) que, en los últimos sesenta años, ha adquirido la Literatura Magallánica, por la contribución de más de una cincuentena de inmigrantes y descendientes. Los nombres y la obra de Luka Bonačić-Dorić, Roque Esteban Scarpa, Desenka Vukasović, Mateo Martinić, Francisco Brzović, Nicolás Mihovilović y Eugenio Mimica (actual Presidente de la Sociedad de Escritores de Magallanes) merecieron particular comentario, ilustrado, en algunos casos, con la lectura de pasajes selectos de sus escritos.

Hay también una importante producción literaria de escritores de apellidos croatas en la zona norte de Chile (región de Antofagasta), sobre la cual es de esperar se presente una conferencia en una próxima Feria, ya que el amplio éxito de la primera ha dejado la motivación de organizar periódicamente análogos acontecimientos.

Los escritores perduran a través del mensaje y de la belleza de sus libros, aun después de que su estructura temporal ceda al paso del tiempo y a la visita de la muerte. Por eso, su presencia prosigue viva, aun cuando lleguen al término de sus días en esta tierra.

Queremos rendir homenaje a tres escritores fallecidos en estos meses, quienes concurrieron también con sus obras a la Feria que comentábamos.

Por los mismos días en que ésta se inauguraba, murió Pepita Turina, magallánica de nacimiento, cuya vida transcurrió principalmente en Valdivia y en Santiago. En su juventud escribió dos novelas y una decena de cuentos, para convertirse más tarde en una ensayista, en una cultora de la Literatura de ideas, a través de una estructura muy original: la de los "multidiálogos", en los que desarrollaba temas de permanente interés con apoyo en el pensamiento de filósofos y escritores de diferentes culturas y épocas. Demostraba, así, la anchura de su saber y la vastedad de sus inquietudes espirituales.

Autodidacta en su formación, se preocupó permanentemente de nutrir su espíritu y de promover el pensamiento. Promovió muchas actividades culturales, poniendo en todo lo que hacía una alta cuota de sinceridad y de responsabilidad.

En ese marco, no olvidó la difusión de los escritores de nuestra colectividad. En una antología que expresamente les dedicó, publicó cuentos de seis de ellos: Francisco Brzović, Zlatko Brnčić, Simón Eterović, Antonio Skármeta, Domingo Tessier (Mihovilović) y ella misma.

En síntesis, marcó una honda huella, que ojalá otros prosigan.

En junio nos dejó Vicente Borić Crnašija, a quien la muerte visitó en Punta Arenas, ciudad a la que tan ligada estuvo su familia, desde la llegada de sus padres desde Europa. Entre sus hermanos estuvo don Vladimiro, el primer Obispo diocesano de la más austral ciudad del mundo.

Vicente fue un hombre múltiple y, en medio de todas sus actividades, principalmente un hombre bueno. Así lo destaca, muy merecidamente, la publicación "Male Novine" en el homenaje que le dedica en su número de julio de 1986.

Fue educador, dirigente deportivo (muchos años, Presidente del Club "Sokol") y animador de numerosas instituciones sociales y de bien público.

Como escritor, debutó con un libro a la notable edad de 77 años. Charlador ameno y chispeante, solía hacer gratas evocaciones de muchas de las ricas experiencias de su vida. Amigos a quienes nos deleitaba con sus relatos (Mateo Martinić, yo mismo) lo instamos reiteradamente a escribirlos. Tras larga resistencia, lo hizo, inicialmente como colaboración a los periódicos locales. Después fue más fácil dar el siguiente paso: su compilación en forma de libro, que apareció en 1984, con el título de "Puñado de recuerdos". con prólogo de Mateo Martinić y con generoso mecenazgo de Jorge Matetić.

Saludé oportunamente la calidad de su obra en dos comentarios que le dediqué en "La Prensa Austral". Esa calidad se apreciará aún mejor en la medida en que, con él, se va también una época sin cuyo conocimiento se haría imposible seguir la real trayectoria histórica del pueblo magallánico, cuyas costumbres y rasgos de comienzos de siglo deja delineados con particular acierto.

Un mes más tarde, partió a la eternidad Nicolás Mihovilović, también magallánico. Apenas unas semanas antes, la Academia Chilena de la Lengua lo había distinguido como su Miembro Correspondiente en la quinta Región, donde residió estos últimos años.

En el número 72-73 de Studia Croatica dediqué una amplia reseña a su labor narrativa, iniciada ya en la cincuentena de la vida, tras haber desempeñado actividades comerciales, societarias, deportivas y políticas (fue Gobernador de Tierra del Fuego entre 1946 y 1950).

Lo nuclear de su producción está constituido por una trilogía de novelas de ambiente magallánico: la que, en marco urbano, inmortaliza la acción del inmigrante dálmata; una segunda, ambientada en la pampa, cuyo protagonista es el ovejero; finalmente, la novela del mar, cuyos personajes son loberos, pobladores, pescadores, misioneros, aventureros, las mil razones para ser navegante.

Por cierto, cabe destacar entre ellas, muy señaladamente, la primera. Su elocuente título, "Desde lejos para siempre", refleja muy bien su sentido, no otro que el de simbolizar —tipificados en su propio padre— a los croatas venidos al sur de Chile, fundidos luego en abigarrado crisol con otros ancestros y, en definitiva, incorporados de modo indisoluble a la que ha pasado a ser su segunda Patria, donde se prolongan a través de ya varias generaciones. Reeditado, ha pasado a ser un libro clásico, y se anuncia su próxima traducción en Croacia, donde su lectura, ciertamente, arrancará en el silencio muchas lágrimas emotivas.

Más recientemente, Mihovilović había publicado "Estampas magallánicas. Cuatro hombres de ayer y de siempre", en homenaje a algunas de las altas cumbres que se destacan en la cordillera de forjadores del territorio austral chileno y su grandeza. Entre ellos, está el Obispo Borić, de quien traza un admirable retrato.

La prensa santiaguina, al dar cuenta de su fallecimiento, informó que Mihovilović había dejado inédita una novela intitulada "El retorno del Tehuelche". Sería un hermoso homenaje a su labor el darla a luz.

Las cenizas de Nicolás volvieron en agosto a su tierra natal. Los escritores magallánicos, en cortejo encabezado por su Presidente, recorrieron con el ánfora las principales calles de la ciudad de Punta Arenas, hasta dejar en el camposanto lo que de él quedó materialmente. Pero su presencia seguirá viviente porque, como dice uno de los personajes de su novela "En el último mar del mundo" —Juan, venido desde Brač—, "yo hice esta casa para vivir en ella".

Santiago, septiembre de 1986.

LA VISITA DEL GENERAL MIRANDA A CROACIA

Bicentenario de la visita del General Miranda a Croacia (1786-1986)

Zdravko A. Sančević y Boris Široki, Caracas, Venezuela

En uno de sus viajes por el Viejo Mundo, Miranda visita la República de Dubrovnik, entre el 1° y el 23 de abril de 1786, pequeño reducto y baluarte de la Croacia libre e independiente del siglo XVIII. En el segundo tomo del Archivo del General Miranda, Viajes y Diarios, está descrita detalladamente su estadía de 23 días en Croacia.[1]

Aun cuando hay ciertos indicios de que ha habido contactos entre Venezuela y Croacia con anterioridad a la visita de Miranda en 1786, este viaje de Miranda es el primer lazo documentado entre las dos naciones. Por esto los venezolanos de origen croata consideran el bicentenario de la visita de Miranda a Croacia también como bicentenario de las relaciones entre las dos naciones.

En la literatura publicada sobre los viajes de Miranda por el Viejo Continente, los autores dedican mucha atención a su estadía en Holanda, Alemania, Austria, Hungría, Turquía y Suecia, por tratarse de estados o imperios poderosos de aquel tiempo. o a su estadía en Italia y Grecia por tratarse de cunas de las civilizaciones clásicas griega y romana, aun cuando en aquel tiempo la primera era un mosaico de pequeños estados mientras la segunda estaba bajo el dominio de los turcos otomanos. Los insignes estudiosos de Miranda han considerado un tanto extraña e inexplicable la insistencia del Precursor en visitar la pequeña república independiente croata de Dubrovnik (Raguza)[2]

En sus viajes Miranda revela multiplicidad de intereses: avidez por conocer importantes monumentos ("iglesias, museos, conventos, bibliotecas, colegios, fábricas y ruinas históricas"),[3] así como costumbres de pueblos y naciones, ideas políticas, tipos de gobierno, artes militares y "chichisveo de la vida social, que consiste en los galanteos a las mujeres casadas".[4] Podemos decir que el diario de Miranda, escrito durante los 23 días de su estadía en la ciudad y alrededores de Dubrovnik, refleja todos estos intereses en menor o mayor grado, pero uno en especial que es sin duda el que lo impulsó a visitar la diminuta república independiente de Dubrovnik: su estructura estatal y su organización republicana.

Describiendo su viaje de Viena a Trieste, Miranda menciona en su conversación con el cónsul de Inglaterra en Trieste, Nathaniel Green, el 9 de noviembre de 1785, su interés en buscar una embarcación que lo llevará inmediatamente para Dubrovnik (Raguza). Una embarcación acababa de partir y "...no havia ninguna pronta para el parage donde lo solicitaba... lo que me hizo resolver de pasará Venecia á buscarla; ó sino seguir primero el Viage de la Ytalia...".[5] Al encontrarse el mismo día en Trieste con el capitán Simpson, un inglés al servicio de los monarcas de Habsburgo, éste le dio "...varias noticias relativas á la Grecia, ruinas del Palacio de Domiciniano, y Amphiteatro de Spalatro en Dalmacia & c..." .[6] Lo anterior demuestra claramente que la intención de Miranda era de viajar primero a Croacia, Grecia y Turquía y de visitar a Italia en otra ocasión. Simpson le informa sobre el "Palacio de Domiciniano y Amphiteatro de Spalatro" que están en su ruta a Dubrovnik. La información suministrada no es enteramente correcta sobre estos dos monumentos importantes de Croacia, ya que se trata obviamente de los muy bien conservados monumentos romanos; Palacio del emperador Diocleciano en Split (Spalato/Spalatro) y Anfiteatro de Pula (Pola) en las costas de la península de Istria.

Al no encontrar la comunicación conveniente y directa tampoco desde Venecia hacia la costa croata, Grecia y Turquía, Miranda sigue su viaje por Italia: Bolonia, Verona, Viterbo, Mantua, Parma, Modena, Florencia, Pisa, Livorno, Roma y Nápoles. Cruza luego la bota italiana y los Apeninos llegando el 20 de marzo de 1786 a Barletta en la costa occidental del Mar Adriático. Aquí, una vez más, está "...solicitando embarcación para pasár a Raguza" y descubre "...que no la havia hasta el principio del mes próx. que partiría la Regia, ó Correo, que lleva todo los meses las cartas de Nápoles, para Raguza, y Constantinopla" .[7]

Después de nueve días de espera, mal acomodado, critica esta parte de Italia, se entretiene leyendo las obras del barón de Tott sobre los turcos y tártaros, y la de Guys sobre Grecia. Logra embarcarse el 30 de marzo en una pequeña barca para cruzar el Mar Adriático dirigiéndose a Dubrovnik. El 1° de abril al anochecer divisa, "... las rocosas costas de Dalmacia; que aridez por todas partes!... ".[8]

El deseo de Miranda en salir de una vez de Trieste para Dubrovnik, dejando el viaje por Italia para otra oportunidad, sus notas sobre el Palacio de Diocleciano en Split y el anfiteatro romano en Pula, luego su travesía del Mar Adriático en una minúscula barca hasta las costas meridionales croatas de la República de Dubrovnik, demuestran que tenía un interés especial en conocerla y muy particularmente a su antiguo centro cultural, la capital de la pequeña república independiente: Dubrovnik. Seguramente no le era desconocido el ejemplar ordenamiento del gobierno republicano de Dubrovnik, ya que llevaba cartas de recomendación para el conde Toma Basiljević (Tomaso Bassegli)[9].

Son interesantes sus primeras impresiones al observar el paisaje cárstico de la costa croata ("...que aridez por todas partes!...") y las lujosas vestimentas de los habitantes croatas de las islas Eláfitas ("...que escandalo verdaderamente el vér tanta mugér de oficiales de arar, y de simples marineros con peinados, Polbos, Cofias, sintas, galones y quanto luxo es posible de imaginarse en medio de la Pobreza, y la escazéz!... ".[10]

Aun cuando Miranda no identificó la isla de las mujeres lujosamente vestidas, seguramente debe haberse tratado de Šipan, Lopud o Koločep, islas ubicadas en la cercanía de Dubrovnik, ya que luego de asistir los tripulantes a la misa dominical, demoraron muy poco tiempo para llegar a tierra firme. Es probable que la isla en cuestión haya sido Lopud, que se encuentra a 14 km de Dubrovnik, cuyos habitantes se dedicaban a la navegación y que posee un vistoso convento franciscano en el puerto. La crítica de Miranda al mencionar las vestimentas de las isleñas que asistían a misa se debe, probablemente, a sus actitudes clericales y al hecho de no poder encontrar explicación lógica al contraste entre la aridez de paisaje rocoso calcáreo del litoral y el bienestar de sus habitantes. Estos comentarios que-darán ampliamente rectificados después de conocer más de cerca a los croatas de Dubrovnik y sus alrededores, expresándose de esta manera: "...viven con comodidad y luxo en medio de estas rocas — véase aquí las ventajas de un gobierno republicano... ".[11]

Después de desembarcar, Miranda busca a Tomás Basiljević (Tomasso Basegli), un aristócrata de ideas revolucionarias para quien llevaba una de las cartas de recomendación. Aun cuando no lo encuentra por haber éste viajado a Viena, es característico que en primer lugar desea verlo a él, porque Toma Basiljević (1756-1806) "... es un erudito. Tomando como modelo a los partidarios de la ilustración y los enciclopedistas franceses, itatianos y alemanes, quería reformar la constitución de la República de Dubrovnik, para permitir la continuación de su progreso económico y cultural y para que Dubrovnik se convirtiera en el núcleo alrededor del cual, con la ayuda francesa, se formaría una Croacia reunificada, una 'República Ilírica' (véase el mapa de Croacia en tiempos de la visita de Miranda). Varios manuscritos y obras publicadas de Basiljević se encuentran en el Archivo de Estado de Dubrovnik y en la Biblioteca Nacional Universitaria de Zagreb. Su obra máxima es `Plan de réforme de la Constitution de la République de Raguze".[12]

Miranda encuentra la República de Durobnik recuperada económicamente desde la mitad del siglo XVII, después del gran terremoto que sufrió, y antes de una nueva y difícil situación creada en 1797. Esta última fue consecuencia de los cambios políticos ocurridos en la cuenca del Mar Adriático a raíz de la conflagración bélica entre las potencias europeas. La República de Dubrovnik experimenta un período de decadencia física de su aristocracia, que queda reducida a una veintena de familias apenas. Esta nobleza seguía aferrada a la antigua constitución republicana y vivía en gran parte de sus posesiones de tierras, de los cargos gubernamentales y en menor grado del comercio y navegación. Los cambios sociales se caracterizan por las conquistas cada vez más relevantes de ciudadanos comunes en la vida económica de la república, llegando a dominar casi en su totalidad el comercio marítimo. A pesar de su creciente poder económico, esta clase social estaba contenta con su rol y no tenía aspiraciones políticas, ni era partidaria de cambios en la administración republicana aristocrática. La nobleza, sin embargo, al seguir extinguiéndose sus antiguas estirpes, recurría periódicamente a la incorporación y asimilación en su seno de las más distinguidas familias plebeyas. La dependencia de los nobles de sus posesiones de tierras ejercía sin embargo presión sobre el campesinado, del cual se exigía hasta 3 meses de su renta laboral anual.

La vida cultural de la República de Dubrovnik en los tiempos de la visita de Miranda era muy activa, pero estaba lejos de la cúspide de creatividad literaria del siglo anterior (Ivan Gundulić, Ivan Bunić-Vučić, Junije Palmotić). Dubrovnik es la cuna de la literatura croata renacentista, de contrarreforma y barroca, que florecieron en el litoral adriático, y por eso le dieron el nombre de "Atenas Croata". El nuevo espíritu de la ilustración penetra y se propaga en las vísperas de la Revolución Francesa, quedando afectada por las nuevas ideas también la nobleza, como lo demuestra el caso de Toma Basiljević. En estos tiempos se inician las luchas de fracción entre los grupos de nobles ideológicamente antagónicos: entre los "salamanqueses" y los "sorboneses", entre los Francezi (los francófilos) y los Tudeski (los austrófilos) .8

De lo anterior se desprende el por qué Miranda, como prócer y propulsor del nuevo espíritu de los enciclopedistas franceses, trata de relacionarse con sus coetáneos y correligionarios ideológicos como Toma Basiljević. Existe además entre los dos un cierto paralelismo en sus ideas emancipadoras. Mientras Miranda sueña y planifica la independencia de la América Hispana, Toma Basiljević sueña y planifica una Croacia reunificada, para ese entonces repartida en su gran parte entre Austria, Venezia y Turquía, eucourranaose maependiente y libre tan sólo el minúsculo territorio de la República de Dubrovnik.

La acogida y las atenciones que Miranda recibió durante los veintitrés días que estuvo en Croacia, tanto por parte del padre de Toma Basiljević, el conde Jakobica (Jacobo) Basiljević, como por lo mejor de la nobleza de Dubrovnik: los Rojnić (Roini), los Ranjina (Ragnina), los Sorkočević (Sorgo), los Natalić (Natali), los Rastić (Resti), los Durdević (Georgi) y los Gučetić (Gozze), conquistan a Miranda. Para él, Jakobica Basiljević era un "hombre atentísimo... que me acogió con sumo agrado y procuró quanto lo necesitara ... me tuvo spre. compa. hasta el mismo muelle [de despedida], con la afección de un hijo propio".[13] La esposa de Toma era para Miranda "sujeto amabilisimo". Tanto el conde Miho Rojnić como Jakobica Basiljević lo acompañan enseñándole los monumentos de Dubrovnik. Miranda visita al senador conde Frano Ranjina, propietario del barco con el cual Miranda siguió el viaje, cuya "generosidad y política ...me ofreció toda [la nave] a mi disposición de una manera más obligante».[14] En casa de los Sorkočević "...pasó la noche en compañía de aquella familia y alguna otra nobleza del País en sociedad..."' y en la bellísima casa de veraneo de los Sorkočević en Gruž le brindaron un almuerzo los Rojnić.

El coronel Pere Natalić "...que fue en servicio de Russia me entretuvo con descripciones de aquel País". Lo visita Kersto Bašić "... Consul de esta Republica que vá á Torea, y me ofreció su Compa y cuantos servicios estuviesen en su poder ... bonisimo hombre...".[15] Del 7 al 22 de abril, acosado con males de cabeza Miranda tuvo "...ratos de alivio en compañía de amabilissima familia de Bassegli [Basiljević], y de su hija la Contessina Gozze [Gučetić], y de sus amigas Mada Resti [Rastić], Georgi (Durdević] & c que formavan un sirculo bello y amable".[16] A pesar de su notable anti-clericalismo, Miranda recibe del "buen guardian" del convento franciscano invitación a tomar café y considera que el convento y la iglesia de Jesuitas "su arquitectura, distribución. y Librería indican el conosimiento, y el mejor gusto de aquella gente...".[17]

Todos estos comentarios de Miranda favorables a los croatas que conoció durante su visita al litoral adriático contrastan un tanto con las frecuentes críticas y censuras expresadas, en ocasión de sus viajes por algunos otros países. En Croacia, Miranda no dice ni una sola palabra de censura sobre las costumbres e higiene y no menciona para nada el fanatismo religioso o la falta de instrucción y cultura que siempre merecieron su máxima atención.

Miranda visitó los monumentos arquitectónicos de Dubrovnik y sus alrededores: iglesias, palacios, conventos, bibliotecas, acueducto, arsenal de naves mercantes en Gruž, murallas y fortificaciones, Cavtat con las ruinas del antiguo Epidauro. De los monjes Benedictinos consigue la información económica y política de la república, concluyendo que "... esta república paga al gran señor[18] cada tres años 28.000 pesos fs cuio tributo si se considera como un equivalente a los privilegios que goza en los puertos turcos es mas bien una Estipulación de comersio que otra cosa — el numero de sus embarcaciones mercantes aún no llega á 200 y con todo eso viven con comodidad y luxo en medio de estas rocas — Vease aquí las ventajas de un govierno republicano...".[19] Con estas conclusiones Miranda rinde tributo a la diminuta república croata de Dubrovnik y a su sistema de gobierno, aun cuando, probablemente, no estaba de acuerdo con todos los aspectos de su régimen conservador y aristocrático. Miranda deja Dubrovnik satisfecho y agradecido a sus anfitriones en esta pequeña república marítima, último reducto de libertad y constitucionalidad, atrapado entre las grandes potencias que dominan el resto de Croacia.

Para los países de América Latina y en particular para Venezuela, esta visita de Miranda a Dubrovnik puede considerarse como el inicio de las relaciones con Croacia, para la fecha, ya bicentenarias. Mientras que los sueños emancipadores de Miranda sobre la independencia de los países hispanoamericanos empiezan a realizarse 25 años después de su visita a Croacia, y son completados por los Libertadores Bolívar y San Martín después del deceso de Miranda, para los croatas el camino de independencia siguió siendo hasta hoy día tortuoso y lleno de obstáculos.

Napoleón acabó en 1808 con los cinco siglos de independencia de la República de Dubrovnik instituyendo las "Provincias Ilíricas" (1809-1814), que es el primer intento de reunificación de Croacia después de su disgregación y repartición entre Turquía y Venecia en los siglos XV y XVI. Alrededor de Ios restos el reino autónomo de Croacia dentro de la monarquía de los Habsburgo, empieza en el siglo pasado la lenta amalgama de las diferentes partes de Croacia. Hoy día el territorio étnico e histórico de la nación croata está dividido entre las repúblicas socialistas (autónomas) de Croacia y de Bosnia-Hercegovina dentro de la federación sureslava. Croacia, sin embargo, no ha logrado todavía su independencia como la logró Venezuela y la América Latina de Miranda, hace ya 175 años. Los esfuerzos y los sacrificios de Miranda, luchador abnegado y persistente en pro de los ideales de libertad, de los derechos del hombre y del derecho de autodeterminación de los pueblos, siguen siendo ejemplo de inspiración para todas las naciones que añoran la independencia.

Estos ideales y principios de Miranda son recordados por los venezolanos de origen croata y por los croatas libres y democráticos esparcidos por el mundo en el bicentenario de la visita de Miranda a Croacia. Son recordados sus largos años de emigrante y desterrado y su texto de juramento para los iniciados: "Luchar por la independencia con la vida y bienes; no reconocer en América otro gobierno que aquel que sea elegido por la libre voluntad de los pueblos, dentro del sistema republicano ... "

Algunas notas sobre la República de Dubrovnik que conoció Miranda

Ivo Kisić, Caracas, Venezuela

Durante su peregrinar por el Viejo Mundo, en las postrimerías del siglo XVIII, el entonces coronel Francisco de Miranda mostró mucho interés por visitar la pequeña República de Dubrovnik (Ragusa), enclavada en la costa oriental del Mar Adriático.

Aparentemente, lo que despertó en mayor grado su interés fue el sistema de gobierno de la República de Ragusa y su capacidad de mantenerse neutral e independiente durante siglos en medio de continuas guerras y conflictos, y pese a estar rodeada de poderosos y codiciosos vecinos. Si bien es cierto que en esa época había en Europa otros estados, regidos por el sistema republicano de gobierno, tales como Suiza y las repúblicas "marinaras" de Venezia y Génova, no cabe duda que la República de Dubrovnik constituía un caso peculiar, digno de atención y estudio por parte de un hombre como Miranda.

La ciudad de Dubrovnik fue fundada en el año 614 por los sobrevivientes de la vecina ciudad romana de Epidaurus, que había sido destruida por las hordas de Avaros y eslavos. En su nuevo asentamiento los pobladores romanos e ilirios fueron asimilados paulatinamente por los croatas, que a mediados del siglo VII había terminado de ocupar el territorio actual de Croacia, de tal manera que para fines del siglo XIII en Dubrovnik ya no quedaban vestigios de la población autóctona.

Primero bajo la soberanía del Bizancio (hasta 1204) y luego bajo la soberanía ducal veneciana (hasta 1358), Dubrovnik se desarrolla gracias a la tesonera labor de sus hombres de mar, constructores, artesanos y comerciantes, llegando a adquirir con el tiempo el carácter de una potencia mercantil y marítima. Durante los siglos XVI y XVII su esplendor alcanza el auge, siendo su flota mercante una de las más grandes del Mediterráneo en esa época. A partir de 1358 la ciudad-estado de Dubrovnik elige a sus príncipes y obispos sin intervención foránea, y su insignia blanca con la efigie de San Blas. protector de la ciudad desde el año 972, se hace presente en todos los puertos del mundo conocido hasta entonces. Sin embargo. Por la evidente necesidad de lograr protección contra sus enemigos, entre los cuales Venecia ocupa el primer lugar, Dubrovnik reconoce la soberanía, de carácter más bien simbólico, de los reyes de Croacia y Hungría, por lo que a partir de 1358 su territorio queda incorporado jurídicamente al Reino de y Dalmacia. Este lazo permanecerá vigente en el tiempo y se extinguira, pero solo de facto, al ocupar los turcos la mayor parte del territorio croata a consecuencia de su victorioso avance y las batallas como la de Mohács (1526) en la que pierde la vida el rey Luis II.

A partir de este momento. la República de Dubrovnik goza de independencia total. Acepta sólo ciertas injerencias simbólicas del imperio otomano y paga al Sultán un tributo anual que es más bien el precio de la paz y de la garantía de libre comercio y circulación de ciudadanos "raguseos" por los dominios de Turquía. Este "modus vivendi" con el poderoso vecino otomano, que nunca llegó a amenazar seriamente la independencia del pequeño estado, permanecerá en vigor por más de cuatro siglos, lo que permitirá a Dubrovnik establecer colonias mercantiles y factorías en puertos y ciudades bajo dominio turco. tener allí sus iglesias, así como representaciones consulares y diplomáticas. A pesar del intenso comercio con Ios "infieles" musulmanes, la República de Dubrovnik siguió comerciando con el mundo cristiano y ni siquiera las guerras, que la Santa Liga (Austria, España, Venecia y el Papa) emprendió contra Turquía en la segunda mitad del siglo XVI. impidieron que sus barcos mercantes siguieran surcando las aguas a lo largo y ancho del Mar Mediterráneo.

La libertad y la paz, fruto de la sabia conducción política de los gobernantes "raguseos", trajeron la riqueza y prosperidad a la pequeña república de San Blas, y, tal como nos enseña la historia, a la sombra de la abundancia florecieron las artes. Favorecida por la estabilidad política, por la influencia de las letras italianas, y en general por los frecuentes contactos de la nobleza "ragusea" con las fuentes de inspiración del arte renacentista la lengua vernácula tuvo un desarrollo extraordinario, convirtiéndose Dubrovnik en cuna de la literatura croata. por lo que con razón recibió el nombre de "Atenas croata". Artistas nativos y extranjeros, sobre todo italianos, dejaron en la ciudad obras de arte valiosísimas, muchas de las cuales se perdieron a causa del desvastador terremoto, y posterior incendio, que estremeció a la ciudad en 1667. Dubrovnik quedó prácticamente en ruinas y más de la mitad de sus habitantes pereció bajo los escombros.

No sólo florecieron las artes en Dubrovnik. También, junto con el excepcional desarrollo cultural, la ciudad fue siendo dotada de obras públicas e instituciones civilizadoras, tales como el sistema de cloacas (fines del siglo XIII), la cuarentena (1272), una de las primeras que se estableció en Europa, los servicios médicos (1302), la farmacia (1317), el asilo de ancianos (1347), el orfanato (1432) y el acueducto (1436). Esta evidente preocupación por el bienestar de la ciudadanía no era más que el reflejo del espíritu humanitario y respeto por la dignidad del hombre que abrigaban. los aristócratas 'raguseos'. No debe extrañarnos, por lo tanto, el hecho de que mucho antes del descubrimiento de América, la República de Dubrovnik ya había prohibido (Ley del año 1416) el comercio y transporte de esclavos, tanto en su territorio corno en sus barcos, haciendo de esta forma honor a la leyenda "Libertas" que adornaba su insignia.

En cuanto a las normas de gobierno, los "raguseos" las establecieron en base a un profúndo conocimiento del hombre. Sabiendo que el poder corrompe a los hombres, y que un poder ilimitado lleva a los hombres a una corrupción total, trataron siempre de perfeccionar al máximo los mecanismos de vigilancia y restricción del poder. No querian que ningún ciudadano hiciese méritos suficientes como para que la República quedara en deuda con él, pero no permitían tampoco que nadie le quedase debiendo. Asimismo no exigían a nadie que hiciese más de lo que era su deber, pero tampoco eximían a nadie de cumplir con el suyo propio. Gracias a esta filosofía, que sabios aristócratas supieron aplicar con éxito durante siglos, ejerciendo las funciones públicas "con precisión de un farmacéutico'' —según las palabras de un historiador, Dubrovnik nunca conoció el terror de un tirano ni el fanatismo de los rebeldes, y su historia carece de relatos sobre héroes, traidores, mártires o prevaricadores. Respecto a esto, un estudioso observa que "el estudio de la historia de Dubrovnik resulta aburrido para los alumnos, porque los sucesos históricos allí relatados no están relacionados con ningún personaje histórico importante", pero advierte que "¡Pobre de aquel país, sobre todo si es pequefio, cuya historia no es aburrida!". En Dubrovnik perderiamos inútilmente el tiempo buscando monumentos, erigidos en honor a gobernantes o políticos distinguidos. En toda la historia de la República sólo un hombre mereció ese honor: Miho Pracat (1522-1607), insigne marino y comerciante, ejemplo de perseverancia, de origen plebeyo, que dejó su enorme fortuna a la ciudad y cuyo monumento fue colocado en el patio del Palacio del Príncipe ("Kneževski dvor").

La ley básica de la República de Ragusa data de 1272, año en que fue aprobada por una Asamblea Popular. Se trata del Liber statutorum civitatis Ragusii, que consta de ocho tomos y cuyo ejemplar más antiguo (del siglo XIV) se conserva en el Archivo de la Ciudad. A partir de 1394 dejan de celebrarse las Asambleas Populares, a las que acudía toda la ciudadanía, y se instaura un rígido orden aristocrático. El Consejo Mayor ("Veliko vijeće"), que cuenta con más de cien miembros, es el depositario de la Constitución ("Statut") y el garante del régimen aristócrata, y por lo tanto legisla y elige a los demás órganos y funcionarios más importantes de la República. El Consejo Menor ("Malo vijeće") ejerce las funciones de gobierno propiamente dichas, pero es en el Senado ("Vijeće umoljenih") donde se toman las decisiones de mayor trascendencia. El Príncipe ("Knez") es el brazo ejecutivo de la República, pero sólo por el período de un mes. Sabia medida, porque se trata de un lapso demasiado corto para poder alcanzar la gloria, y a la vez no suficientemente largo para poder cometer errores irreparables. Con el fin de vigilar mejor y restringir aún más su poder, durante esos treinta días al Principe no le es permitido abandonar sus aposentos, ubicados en el Palacio del Príncipe, donde reside sin familiares ni allegados, y recibe únicamente informaciones atinentes estrictamente a los asuntos del estado. De este amdo se evitaba la posibilidad de que sus decisiones pudiesen ser influenciadas por intereses ajenos a los de la República. Tal era el celo y la obsesión de que los intereses particulares pudieran interferir con los del estado, que se había considerado oportuno esculpir en la entrada de la Sala del Consejo, en el Palacio del Príncipe, la siguiente exhortación en latín "Obliti privatorum publica curate" (Olvidando los intereses particulares ¡cuidad de los asuntos del estado!).

La delicada situación geopolítica de la República de Dubrovnik exigía no sólo una política exterior atinada por parte del gobierno de la ciudad, sino también un cuerpo de funcionarios debidamente instruidos y de gran ingenio personal para poder llevar exitosamente a cabo esa política. Por este motivo los diplomáticos 'raguseos' merecieron siempre la mayor atención de parte de las autoridades máximas de la República. Al designar a un diplomático para una determinada misión, se le convocaba con el fin de entregarle las instrucciones pertinentes, pero en esa reunión él ni siquiera tenía derecho de palabra. Tenía que limitarse a escuchar, y sus familiares o allegados, aún cuando fuesen miembros del gobierno, no podían asistir a la reunión. Pese a la estricta jerarquía establecida por el régimen aristocrático en la ciudad-estado, el diplomático —escogido sin excepción entre los miembros de la nobleza— era acompañado siempre por un plebeyo, que ejercía las funciones de contable-tesorero, y al regreso de la misión tenía que rendir cuenta hasta el último "perper" (unidad monetaria de Dubrovnik) gastado.

En materia judicial había cierta igualdad porque, aún cuando todos los jueces eran miembros de la nobleza, los plebeyos podían acudir a los tribunales en demanda de justicia, y de hecho en muchas oportunidades les ganaban el pleito a los aristócratas. No cabe duda que, de acuerdo a los parámetros de nuestros días, el régimen de la República de Ragusa no era del todo justo y democrático, pero se puede afirmar que era excepcional para esa época, sobre todo si se toma en consideración el hecho que la pequeña República se encontraba rodeada por regímenes caracterizados por la esclavitud y el fanatismo religioso, y donde —en medio de incesantes guerras— reinaba la barbarie generalizada.

Han pasado doscientos años desde aquel entonces y el pueblo croata aún gime bajo la despiadada tiranía del opresor, añorando aquella LIBERTAD que uno de sus más insignes poetas, Ivan Gundulić (1589-1638), ensalzó durante la época dorada de su nativa Dubrovnik con estos inmortales versos:

!Oh libertad bella, querida y dulce!

la esencia de todos los tesoros,

obsequio eres del Supremo Dios,

fuente única de toda nuestra gloria,

singular adorno de esta Dubrava,

toda la plata, todo el oro, las vidas humanas todas,

no pueden ser recompensa

por tu pulcrísima belleza!

Los anfitriones de Miranda en Dubrovnik

Mladen Beg, Caracas, Venezuela

Entre los viajes de Miranda, ocupa un lugar destacado su visita a Dubruvnik (Ragusa), en aquel entonces una república independiente en la costa oriental del Adriático.

Miranda, espíritu lleno de nuevas ideas que se propagaban en la Europa de finales del siglo XVIII, no podía dejar de visitar Dubrovnik, ciudad-estado famosa desde la Edad Media, tanto por su opulencia e influencia comercial como por la forma en que prosperaban en ellas las ideas liberales, pese al gran terremoto de 1667 que señaló el comienzo de su declinación política y económica y pese también a que su forma de gobierno era la de una república aristocrática.

No nos debe extrañar, por lo tanto, que el Precursor haya encontrado espíritus afines entre los miembros de las familias raguseas de los Basiljević (Bassegli), Rojnić (Roini). Sorkočević (Sorgo), Ranjina (Ragnina), etc. Lo realmente lamentable es que no haya podido encontrarse con Toma Basiljević para quien traía la primera carta de presentación y que, sin duda, era la persona más destacada en Dubrovnik desde el punto de vista cultural en aquel tiempo.

Pero, veamos de qué clase de persona se trataba. Toma Basiljević (1756-1806) provenía de una antigua familia, de cuya ascendencia tenemos noticias a partir de 1314. Sus antepasados se han destacado en todos los campos del quehacer humano, tanto en Dubrovnik como en el exterior. Se sabe que un antepasado suyo, de nombre Basilio, había salido de Sevilla hacia el Perú en 1537, con una flota comercial, presumiblemente de su propiedad. Toma se educó en el Collegium de Dubrovnik con el latinista A. Perić, y posteriormente desempeñó diversas funciones públicas, tales como Camarlengo y miembro del Consejo Mayor. Por recomendación del naturalista e itineratista italiano A. Fortis, estudió también derecho en Berna (Suiza) y Gottingen (Alemania), y aprendió varios idiomas. Sin embargo, su mayor atención la dedicó a las ciencias naturales y a las corrientes filosóficas de su tiempo.

Por ese tiempo estableció contacto con el célebre físico Volta, el mineralogista polaco G. Razoumowsky, M. Cesarotti, E. C. Turu, J. S. Ith, J. S. Wyttenbach, etc., quienes tuvieron influencia en su formación. Fue miembro de varias Sociedades de Ciencias y viajó por Suiza, Italia, Alemania, Bohemia y Austria. Fue recibido por Federico El Grande en Berlín y por el Emperador José II en Viena. En esta última ciudad, el naturalista Ignacio Von Born lo introdujo en los círculos josefinos, partidarios de las ideas del emperador austríaco. En Viena se casa con la hija de Von Born, precisamente en el tiempo en que Miranda visitaba Dubrovnik. Los siguientes años los pasó entre Dubrovnik, Nápoles y Viena. Como partidario de la Revolución Francesa, en la que el propio Miranda jugaría un papel destacado, se muestra muy activo en la propagación de ideas liberales en Dubrovnik.

La última actuación pública de Toma Basiljević fue en mayo de 1803 (falleció dos meses después), cuando se entrevistó con el general francés Lauriston con el fin de impedir la caída de la República de Dubrovnik, en lo que no tuvo éxito. Con la "conquista" de la pequeña República, Napoleón dio término a la ocupación de las regiones croatas, que no estaban bajo dominio turco, constituyendo con ellas las Provincias Ilíricas y encargando de su gobierno al célebre mariscal Marmont. En todo caso, la caída de Dubrovnik se debió a la Paz de Presburgo, que Napoleón impuso al Imperio Austríaco después de la batalla de Austerlitz. De esta forma el Corso no sólo obtuvo el control del Mediterráneo oriental, sino también de los "Confines Militares"; el principal distrito militar del Imperio, pues de estas tierras croatas se reclutaban los mejores soldados del ejército austríaco.

La mayor parte de la obra de Basiljević quedó inédita. Primero, las guerras de aquel tiempo impidieron la publicación de sus obras, y luego, el absolutismo austríaco, al que se oponía precisamente Basiljević, hizo imposible su edición. En esas obras y dentro del espíritu romántico de la época, Basiljević aboga por los sectores populares, considerando, de acuerdo con los fisiócratas, que los agricultores son los primeros ciudadanos de una república. Además de Filles de Garderobe, Filies de Chambre, Discours sur l'utilité publique, Des causes de la pauverté et de la medicité dans notre pays et des moyens d'y remédier y Avantages pour la France, dejó inconclusa su obra más importante: Plan de Reforme de la Constitution de la République de Ragusa. Además de formular una constitución según el modelo revolucionario francés, Basiljević plantea la creación de la República de Iliria, que abarcaría la mayor parte de los territorios habitados por croatas y cuyo centro sería precisamente Dubrovnik. Como producto típico del siglo de las luces, Basiljević representa la avanzada de la ilustración en Europa sudoriental, y fue sin duda eso lo que llamó la atención a Miranda.

Jacobica Basiljević, padre de Toma, introduce a Miranda en los salones de su esposa Kata Apolonija Sorkočević de Basiljević, de su hija Desa (Terezija, 1759-1804), y de la condesa Sorkočević. ¿Cómo era la vida social en los salones de las familias aristocráticas de Dubrovnik en aquella época? El más destacado era el salón de la "Contessina Gozze", como Miranda llama a Desa de Gučetić, esposa del conde Baldo. Ella era una mujer muy culta y mantenía una intensa correspondencia con el sabio italiano Alberto Fortis. En los archivos de las familias Basiljević y Bizzarro todavía se conservan 49 cartas de Fortis a Desa, correspondientes al período 1780-1787, de las cuales 22 fueron publicadas por Muljačić[20]. Sería interesante saber si Desa describe la visita de Miranda en alguna de ellas.

Josip Bersa, en su interesante obra sobre Dubrovnik[21]  describe estos salones y las reuniones sociales de aquel tiempo. La recitación de poesías y ejecución de obras teatrales, o la lectura de creaciones literarias en croata, latín e italiano eran interrumpidas por discusiones, debates, conversaciones, lecturas de epigramas o adivinanzas, repaso de acontecimientos del día o juego de barajas.

Las reuniones se efectuaban de noche en la "kamara od posjeda" (salón de visitas), sin la cual no se podía concebir una casa culta de Dubrovnik. "Tenía que ser atractivamente cómoda, apta para la conversación y diversión en la cual —como si fuera un terreno neutral— convergían tan diferentes caracteres, puntos de vista y principios. Un alto lukijenar (lucerna, alto candelabro de aceite) con tres llamas, hecho de bronce amarillo —orgullo de toda ama de casa— reunía alrededor de el los distinguidos visitantes."[22].

En la casa de Desa la "kamara od posjeda" tenía muebles y decoraciones hechas con exquisito gusto. El mismo Bersa describe así una "kamara"[23]: "... su atractivo provenía de la nobleza de la forma y de los materiales, escogidos con el más refinado gusto... para mencionar el salón de Mara Matova Natalić. Las paredes eran cubiertas con el bellísimo damasco rojo, en un rincón hacia la puerta principal se encontraba un gran canapé, cuya madera era pintada en oro y blanco, mientras alrededor había un gran número de poltronas cómodas que concordaban en su forma con el canapé; unos grandes floreros de Sévres se reflejaban en. los viejos espejos. En un ambiente señorial como el descrito se preparaban todos los inviernos por lo menos dos fiestas, a las cuales concurrían todos los ciudadanos que se distinguían por su espíritu o linaje. Durante estas fiestas se abrían a la concurrencia también otros locales ricamente amoblados. También se producían famosos 'cuadros vivos' sobre un pequeño escenario. Por fin venía el baile."[24]

No sabemos si Miranda asistió a alguna de estas fiestas, pero sí sabemos que se sentía a gusto en los salones y reuniones de las señoras Basiljević, Gučetić y Sorkočević.

Sirva la presente reseña como homenaje, en ocasión del bicentenario de la visita mirandina, tanto al Precursor como a aquellos hombres y mujeres que hicieron agradable su estadía en Dubrovnik, un faro de la cultura croata en el Mediterráneo.

LITERATURA Y REFERENCIAS

referentes a las colaboraciones sobre Miranda

1.    Crisanti, Angel, Indice del Archivo del Gral. Miranda, Caracas, 1928.

2.    Crisanti. Angel, Miranda y la Emperatriz Catalina la Grande, Caracas, 1928.

3.    Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

4.    Nucete Sardi, José, Prólogo, Archivo del General Miranda, Tomo I, Editorial Sur-América, Caracas, 1929.

5.    Dávila, Vicente, Introducción, Torno II, Archivo del General Miranda, Viajes, Diarios 1785-1787, Editorial Sur-América, Caracas, 1929.

6.    Horvat, Josip, 1000 godina hrvatske kulture (Mil años de cultura croata), 14 ed., Zagreb. 1939; 2ª ed., Globus, Zagreb, 1980.

7.    Hrvatska Enciklopedija (Enciclopedia Croata), vol. 1-5, HIBZ (Instituto bibliográfico-editorial croata), Zagreb, 1910-1945.

8.    Bersa, Josip, Dubrovačke slike i prilike, 1800-1880 (Imágenes y vivencias de Dubrovnik, 1800-1880), Matica (Ateneo) Croata, Zagreb, 1941.

9.    Grisanti, Angel, El Precursor Miranda y su Familia, Caracas, 1950.

10.                 Muljačić, Žarko, Iz korespondencije Alberta Fortisa (De la Correspondencia de Alberto Fortis), Materiales para la historia literaria croata, Zagreb, 1952.

11.                 Stulli, Bernard, Dubrovnik, Enciklopedija jugoslavije, vol. 3, Zagreb, 1958.

12.                 Studia Croatica, Revista trimestral de estudios políticos y culturales, Instituto Croata-Latinoamericano de Cultura, Buenos Aires, desde 1960, Nos. 1-98.

13.                 Journal of Croatian Studies, Annual Review of the Croatian Academy of America, New York, N.Y., desde 1960, vol. I-XXIV.

14.                 Palma. Lauro, Miranda, Editorial Atlántica, Biblioteca Billiken, Buenos Aires, 1981.

15.                 Eterovich, Francis y Spalatin, Christopher, Croatia-Land, People, Culture, vol. 1-2, University of Toronto Press. Toronto. 1964-1970.

16.                 Morón, Guillermo, Historia de Venezuela, 4a ed., Ediciones Rialp, Madrid, 1966.

17.                 Enciklopedia Leksikografskog zavoda (Enciclopedia del Instituto Lexicográfico), vol. 1-6, Zagreb, 1966-1969.

18.                 Holjevac, Većeslav, Hrvati izvan Domovine (Croatas fuera de su patria), Matica (Ateneo). Croata, Zagreb, 1967.

19.                 Muljačić, Z., Američka revolucija i dubrovačka pomorska trgovina (La revolución americana y el comercio marítimo de Dubrovnik), Colectánea marítima, Academia Sureslava de Ciencias y Artes, Zagreb. 1968.

20.                 Luetić, J., 1008 godina dubrovačkog brodarstva (Mil años de la navegación de Dubrovnik), Zagreb, 1969.

21.                 Foretić, V., Dubrovnik u doba Marina Držića (Dubrovnik en los tiempos de Marín Držić), Matica (Ateneo) Croata, Colectanea sobre Marin Držić, Zagreb, 1969.

22.                 Picón Salas. Mariano. Miranda, Ministerio de Educación. Dirección Técnica, Caracas, 1971.

23.                 Martinez Siso. José Manuel. Historia de Venezuela, 11 ed., Editorial Yocoima, Mexico. 1971.

24.                 Nucete Sardi, José, Aventura y tragedia de Don Francisco de Miranda, Plaza & Janés. Barcelona, 1971.

25.                 Baralt. Rafael María, Resume» de la Historia de Venezuela, Años 1797-1813, Enciclopedia de Venezuela, Tomo IV, Editorial A. Belli S.A., Caracas. 1973.

26.                 Miranda, Biografías de Personajes Históricos de Venezuela. Enciclopedia de Venezuela, Tomo XII, Editorial A. Bello S.A., Caracas. 1973.

27.                 Croacia (Monografía ilustrada en español). Spektar. Zagreb. 1974.

28.                 Rodríguez de Alonso, Josefina, El siglo de las luces contado por Francisco de Miranda, France-Empire, Paris, 1974.

29.                 Boletín del Centro Croata-Venezolano, Caracas, desde 1974. Nos. 20-104.

30.                 Rojnica, Ivo. Prikaz povijesti Argentine i doprinos Hrvata (Reseña de la historia Argentina y la contribución de los croatas). Buenos Aires, 1974.

31.                 General Miranda en Croacia, Excerpta del Archivo del General Miranda. Boletín del Centro Croata-Venezolano. Nc 26, Caracas, abril. 1975.

32.                 Foretić. V., Dubrovnik, Pomorska enciklopedija (Enciclopedia Marítima), Vol. 2. Instituto Lexicográfico. Zagreb, 1975.

33.                 Sančević, Z. A., Venezuelanski general de Miranda 1786. u Hrvatskoj. Preteča nezavisnosti Latinske Amerike u pohodima Dubrovniku (General Venezolano de Miranda en Croacia 1786. Visita del Precursor de la Independencia de América Latina a la Repúbica de Dubrovnik), Colectánea jubilar 1951-1975 de la Revista Croata, Barcelona. 1976.

34.                 Kroatische Berichte. Gemeinschaft zur Forschung kroatischer Fragen e.v. Mainz, desde 1976. Nos. 1-47.

35.                 Croacia y su Destino. Instituto Croata-Latinoamericano de Cultura, Bs. Aires. 1977.

36.                 Berković. Zvonimir. Dubrovnik (Monografía ilustrada), Editorial Universitaria Liber, Zagreb, 1977.

37.                 Enciklopedija hrvatske povijesti i kulture (Enciclopedia de la historia y cultura croata), Školska knjiga, Zagreb, 1980.

38.                 Sančević, Mirko. Od Bosanskih šuma do Venezuele (De los bosques bosníacos hasta Venezuela). volumen 22 de la Biblioteca de la Revista Croata. Barcelona, 1982.

39.                 Hrvatski biografski leksikon (Léxico Biográfico Croata), Instituto lexicográfico, Zagreb, 1983.

40.                 Rumazo González, Alfonso, Miranda El Precursor. Personajes Ilustres de Venezuela, Ediciones Edime, Caracas-Madrid, s.a.

Los inmigrantes en Magallanes (Chile) y la cuestión croata (1919-1939)

Mateo Martinić B., Punta Arenas, Chile

Al concluir el año 1918, los inmigrantes dálmata-croatas de Magallanes y en particular quienes ejercían el liderazgo intelectual sobre la comunidad, tenían motivos sobrados para sentirse satisfechos. La conclusión del sangriento conflicto bélico europeo había acarreado el fin del principal obstáculo histórico del nacionalismo croata, la monarquía de los Habsburgo, y con ello el desmoronamiento del imperio austrohúngaro, que por siglos había sojuzgado a los pueblos eslavos del centro y del sur de Europa. Luego, la proclamación de la efímera restauración del antiguo estado nacional (29 de octubre) y por fin la unión con Servia, que hizo posible el surgimiento del Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos, cara aspiración original del ilirismo romántico (19 de diciembre).

La satisfacción era justificada, por cierto, pues durante dos décadas los inmigrantes arribados a la Patagonia chilena se habían esforzado hasta conseguir regionalmente la afirmación del hondo sentimiento de individulidad nacional, contribuyendo además, como tantos otros grupos de la diáspora croata, a la lucha por la liberación de los pueblos sojuzgados y por la unificación política de los territorios dominados por Austria-Hungría[25].

Todo permitía suponer entonces que la comunidad formada por los inmigrantes, o, a lo menos sus conductores intelectuales que tan destacado papel habían cumplido en el reciente pasado en la formación y orientación de la opinión mayoritaria, pasarían a seguir con no menor interés y preocupación los sucesos que habrían de darse en el nuevo estado multinacional en el que —es menester destacarlo— habrían de verse realizados en su totalidad los viejos ideales y aspiraciones croatas sobre la base del cumplimiento honorable de lo pactado en Corfú en 1917[26].

Sin embargo, nada de ello ocurrió. Por el contrario, un progresivo sopor cognoscitivo respecto de los acontecimientos que habrían de sobrevenir en la antigua patria, o, si se prefiere, un indiferentismo cómplice, haría que pasaran ignorados virtualmente, si no desfigurados, sucesos trascendentes que agitarían a la Croacia de la postguerra y que tendrían su origen en el desconocimiento factual del solemne compromiso mencionado, en cuanto decía con el status de igualdad de los croatas en el nuevo estado —cláusula esencial— y que pasaría a ser genéricamente conocido como la "Cuestión Croata".

Este artículo busca explicar el por qué de semejante sinrazón, como fuera la del olvido de la vieja causa por parte del liderazgo croata magallánico, y la consiguiente indiferencia de la gran masa inmigrante.

En primer término está el hecho determinante de ser el nuevo estado yugoslavo la continuación virtual del Reino de Servia, que había estado en el bando de los vencedores de la Gran Guerra Europea, sin olvidar que ante el mundo el mismo había aparecido como la primera víctima del atropello que daría origen al conflicto. Las simpatías internacionales, partiendo por aquéllas de los países que habían integrado el pacto de la Entente, estaban pues por el nuevo estado cuya personificación exclusiva para el exterior estaba dada por la dinastía Karageorgević y los políticos servios.

Estas simpatías pudieron llevar a ignorar o a subvalorar los acontecimientos derivados de la acomodación inicial de las distintas nacionalidades en el seno del nuevo estado (máxime sí, como en el caso de los croatas, éstos habían estado forzados a combatir por las potencias centrales); y aun a excusar con indulgencia las acciones de progresivo ordenamiento desarrolladas por el gobierno real de Belgrado, que pasaron a entenderse como legítimas y de su exclusiva incumbencia.

Esto hubo de significar que la resistencia croata a las medidas discriminatorias y hegemónicas granservias de Belgrado, que se hizo sentir ya durante 1919, fuera tratada con sordina por las agencias internacionales de noticias y, por consecuencia, llegaran retaceadas y desleídas a los distinto: diarios locales, única fuente de información popular de la época.

Así, en Chile —en Magallanes en especial— no se supo en profundidad sobre la emergencia del partido Campesino Croata, cuyo carismático líder Esteban Radić, enarbolaba la bandera de los derechos históricos y de las aspiraciones justicieras de su pueblo, atropellados por el granservismo en acción. Menos todavía se supe sobre la declaración del 2 de febrero de 1919 producida en una asamblea nacional partidaria, por la que se proclamó el derecho a la creación de una futura república de Croacia y la consiguiente incorporación de esta aspiración en la plataforma política del movimiento. Tampoco se supo sobre el desconocimiento que se hiciera de la legitimidad dinástica de los Karageorgević, lo que llevó a Radić a la cárcel. Estos acontecimientos y otros sucesos sobrevinientes internos con los que culminaría una agitada década fueron desconocidos o simplemente ignorados por la gran masa de los inmigrantes croatas en el mundo.

En segundo lugar, ha de consignarse la habilidad con que se manejó desde un comienzo la diplomacia del nuevo estado yugoslavo, al conseguir la afirmación de la adhesión de personalidades de la migración mediante homenajes publicitados y la distribución generosa de distinciones. Los casos abundan y para el chileno es suficientemente ejemplarizador el de Pascual Baburizza, riquísimo inmigrante croata que recibiera especial reconocimiento del gobierno real por su contribución a la causa yugoslavista durante el periodo de la Gran Guerra. En el caso de Magallanes tuvo lugar la designación de Cónsul del gobierno de Belgrado, amén de ulteriores honores, en la persona de Vicente Kusanović, acaudalado empresario ganadero. A su tiempo, en 1920, Jorge Jordan y el doctor Mateo Bencur, principales dirigentes del croatismo local, recibieron la condecoración de San Sava, que les hiciera llegar el Príncipe Regente Alejandro.

Estos personajes, así doblemente comprometidos, contribuyeron de variada manera a difundir una imagen apropiada y conveniente de un nuevo estado democrático y justo, que buscaba la felicidad de sus pueblos bajo la conducción de su soberano Karageorgević. Pedro I, cuya figura merced a la propaganda había adquirido ribetes de heroicidad legendaria.

En tercer término y en grado de especial importancia estuvo la sensibilizadora cuestión de las pretensiones italianas sobre las tierras croatas de Istria y Dalmacia, asunto que tocó hondamente en el sentimiento patriótico de los inmigrantes. Esta cuestión fue asimismo manejada con habilidad por los agentes del gobierno real, consiguiéndose concentrar la preocupación externa sobre ese aspecto, con olvido de otros que agitaban a la nación croata dentro de los limites del nuevo estado yugoslavo. Así el absurdo irredentismo italiano favoreció sin quererlo, a lo menos en el exterior, el proceso consolidador del granservismo de Belgrado.

En efecto, la delicada situación que pasó a vivirse entre Italia y el Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos a raíz de las pretensiones expansionistas de aquella sobre históricas tierras croatas y eslovenas, tanto sirvió al gobierno real internamente, como y más todavía le aprovechó externamente para concitar el apoyo patriótico de los súbditos y de la migración en favor de su justa postura de defensa territorial. Es en este contexto que debe entenderse la organización de la entidad Jugoslavenska Matica i Jadranska Straža (Madre Patria Yugoslava y Guardia del Adriático) nacida al promediar los años 20.

Tan oportuna circunstancia sirvió para ocultar otros sucesos de signo no menos ominoso para la convivencia interna que se daban en el seno del nuevo estado. Tales, la proclamación de la Constitución del Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos (1923), de cuyo articulado habían quedado excluidos toda disposición de carácter federalista y otros principios que debían garantizar el autogobierno y la igualdad entre las nacionalidades, según lo acordado en Corfú; y la creciente oposición de croatas y eslovenos, principalmente, al indisimulado hegemonismo servio, que llevó a un elevado grado de inestabilidad y aún de ingobernabilidad a la precaria mancomunidad plurinacional.

Pero más allá de estas razones que pueden estimarse como circunstanciales, es preciso considerar otra, de evidente mayor fuerza: un yugoslavismo integral de la dirigencia croata de Punta Arenas, en todo semejante al profesado por la del resto de Chile y aún de otros países. Ello explicaría para la posteridad el fervor casi fanático con que se asumió la nueva identidad nacional (multinacional) yugoslava.

Para procurar entenderlo, es preciso tener presente una situación histórica que hubo de afectar originalmente el sentimiento de unidad nacional de los croatas en Dalmacia. Esta antigua provincia, cuna del estado medieval croata y sede de sus gobernantes, se vio separada de las otras componentes del viejo reino (Croacia propiamente dicha, Eslavonia y Bosnia) por causa de los avatares que se sucedieron en los Balkanes y centro-sur de Europa durante los siglos XII al XVIII. De tal manera, setecientos años después de la extinción de la dinastía real nacional, las tierras dálmatas pasaban del poder secular de Venecia al transitorio de la Francia napoleónica y luego del imperio austríaco, en tanto que las antiguas tierras de Croacia interior y Eslavonia permanecían bajo el dominio húngaro, y Bosnia sufría aun el yugo otomano.

Los dálmatas pudieron así perder o sentir disminuida su antigua identidad nacional croata y pasaron a sentirse únicamente como tales.

La hábil política del gobierno real de Viena se empeñó durante el largo siglo de dominio austríaco en mantener y profundizar esa división histórica, no sin provocar como reacción el surgimiento del viejo nacionalismo bajo la forma romántica del ilirismo, primero, y del croatismo después. Así las cosas, qué podía extrañar al fin que la gran masa de los inmigrantes, cuyos miembros habían nacido bajo tales circunstancias históricas, se sintiera poco o nada vinculada con el pueblo hermano croata que vivía bajo la férula húngara pugnando por recuperar su autonomía.

En la nueva realidad política de 1918 pues, hubo de parecer más lógico que se asumiera, por algunos conscientemente y por muchos de manera inconsciente, la recién creada identidad nacional yugoslava.

Es en este contexto de consideraciones que se procura encontrar explicación para la contradictoria actitud que asumieron después de 1918 los líderes croatas de Magallanes, en particular de quienes como conductores intelectuales habían expresado con claridad su pensamiento a través de escritos y discursos.

Uno de éstos, Lucas Bonacić Dorić, pensador y escritor infatigable, que en 1914 había defendido como posible el régimen federal para la nación croata en el seno de un núcleo heterogéneo como era el imperio austro-húngaro, mantuvo un incomprensible silencio durante los años en que el legítimo autonomismo croata propugnaba el federalismo como alternativa viable y constructiva de convivencia entre pueblos de común raíz étnica, y de mantenimiento de la unidad pactada sobre bases de justicia, equidad y democracia.

Nada en efecto hemos podido registrar en cuidadoso rastreo en los diarios de buena parte de los años 20. Sorprende en verdad comprobar cómo mentes y plumas tan activas y prolíficas otrora en la defensa del nacionalismo croata avasallado por el poder austro-magiar, se mantuvieron quietas ante las nuevas circunstancias políticas internas del estado yugoslavo, que configuraban una nueva y más amarga forma de opresión para la patria croata. Más que silencio de estupor, aquella quietud tenía sesgos de complicidad.

Podría conjeturarse ante lo que ocurría entre croatas y servios, que si el liderazgo intelectual de la diáspora croata hubiese reaccionado con firmeza ante el gobierno real de Belgrado, tal vez las circunstancias se habrían dado en distinta forma de lo que históricamente se ha conocido.

Ese prolongado silencio de la conducción intelectual croata de Punta Arenas, recién vino a romperse en 1928. No podía ser de otro modo, dados los dolorosos acontecimientos que culminaron el 8 de agosto con la muerte del gran líder Esteban Radić, a consecuencia de las heridas sufridas en el atentado en su contra, producido en la Dieta (Parlamento) de Belgrado el aciago 20 de junio, circunstancia trágica que agravó la crisis politica llevándola a un punto de no retorno.

El 10 de agosto de ese año el prestigiado diario "El Magallanes", propiedad de los hermanos Pedro y Mateo Hrdalo, publicaba un artículo sin firma en homenaje a Radić, en el que en parte se expresaba:

La muerte del Jefe del partido de los campesinos croatas, Esteban Radić, pondrá sobre el tapete de las cuestiones de más o menos trascendencia internacional que apasionan al mundo, nuevamente de actualidad la tragedia del Parlamento yugoslavo, de la cual viene a ser una de las víctimas.

No es de extrañar que las cuestiones que motivaron la ostensible oposición entre croatas y serbios en el parlamento de Belgrado fueran motivo por parte de los primeros de una tenacidad e insistencia tales, que en muchos casos llegaran al punto de provocar situaciones de violencia.

La causa que ellos defendían era de tal vitalidad para el mantenimiento de la unidad propia de la región, que a partir de la terminación de la guerra vino a incorporarse a un reino antes menguado, como el de Serbia, y a robustecer. de manera considerable su nacionalidad, que forzosamente debían provocar en el parlamento del nuevo reino situaciones críticas puesto que de no insistir en el reconocimiento de su valor como región que asumía todos los caracteres de una verdadera nacionalidad habrían contribuido a prolongar un estado de cosas que colocaba a los croatas en una situación inferior a la que tuvieron que soportar, y contra la cual lucharon con un tesón admirable durante la dominación de Hungría.

El abanderado, el leader de ese movimiento que puede con toda propiedad llamarse de reivindicación era el señor Esteban Radić, persona que unía a su vastísima ilustración las cualidades de un político cuya actitud en el escenario de los acontecimientos lo hacía aparecer antes que como político, como a un verdadero apóstol.

Porque Radić personificaba a los croatas que, si bien se proclamaban hermanos de los servios cuando se encontraban bajo la dominación de Hungría y eran entonces los partidarios más decididos de la unión de todos los pueblos yugoslavos (eslavos meridionales), eran y son adversarios del gobierno de Belgrado y de los servios en general, desde que fue realizado su ideal, su unión política con sus hermanos de raza. Es que los croatas poseían cierta autonomía bajo la dominación húngara, aunque sostenían que el gobierno de Budapest no respetaba suficientemente sus derechos, y desde que se organizó el nuevo centro se empeñaban los gobernantes de Belgrado en establecer un régimen centralizado. Los croatas se resistían, por otra parte, a su incorporación lisa y llana a un país balcánico, más adelantado que los servios, que hasta hace poco más de medio siglo eran vasallos del sultán de Turquía[27].

Lo transcripto conforma una síntesis cabal ajustada al sentido nacional. a la historia y a la realidad política que a la sazón vivía el pueblo croata. Ello lleva a pensar que si en la redacción del artículo no intervino una mano auténticamente croata, hubo cuando menos una inspiración iluminadora que hizo posible ilustrar a los lectores de ese origen sobre la verdad de lo que venía aconteciendo en el interior del estado yugoslavo.

El 14 de diciembre de 1928 se enteraba el primer decenio del Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos, de tan agitada vida. Fue en tal oportunidad que Lucas Bonacić abandonó su silencio, para referirse a la efemérides.

Lo hizo en un extenso artículo, que inició recordando que la unión yugoslava había tenido principio en la Asamblea Nacional y en el Sabor Croata. Luego de evocar aspectos de la patriótica lucha anterior a 1918, Bonacić pasaba a ocuparse del punto más candente, como era la divergencia croata-servia, y lo hacía poniéndose claramente del lado croata:

Hoy el pueblo yugoeslavo atraviesa por una aguda crisis interna, por sus trascendentales consecuencias, cuyo estandarte se halla precisamente: por los que más contribuyeron contra la tiranía que contra ellos se habíts' ensañado, los croatas, los serbios y los eslovenos de la fenecida monarquía dual; la parte occidental del pueblo yugoeslavo, encabezada por Zagreb, centro intelectual y moral de las actividades literarias, artísticas y de cultura del yugoeslavismo, que aboga por la reforma constitucional, en la descentralización legislativa y administrativa y sostiene una razonable política en la conducción de las relaciones internacionales, en contra de la absorbente y centralizadora hegemonía serbia (subrayado por el autor).

El pueblo y la prensa occidentalista yugoeslava, con una unanimidad jamás vista, exenta de todo particularismo a interés egoísta yen favor de la comunidad patriótica, sostiene esta campaña de salvación pública; llegando hasta retirar a sus representantes ante la Skupština, hasta que no se llegue a la coordinación de los intereses nacionales, en cuyo fragor de las pasiones, pues no hay lucha sin pasión, tuvimos que lamentar los acontecimientos del 20 de Junio en el Parlamento Yugoeslavo, donde se sostenía una nutrida campaña opositora en pro de la reforma constitucional y una política defensiva internacional en defensa de las costas yugoeslavas y la frontera occidental y en contra de penetraciones extrañas, mediante tratados internacionales privilegiados.

La política sostenida por los occidentalistas yugoeslavos contra el centralismo oriental (subrayado por el autor), es tradicional y clásica en la vida histórica de los croatas.

(...) La lucha, empeñada, si conmueve y halaga nuestros sentimientos, no nos alarma, porque la misma es saludable y se asomaba desde los primeros días de la restauración de la independencia. Un pueblo que durante siglos ha sido tiranizado y que gemía bajo el más negro despotismo, tenía necesariamente que extraviarse parcialmente en sus sentimientos nacionales, subyugado como se hallaba bajo tantas administraciones, sostenido únicamente por la añoranza en la libertad.

Luego de tan expresiva defensa, el articulista buscaba explicar la causa de tan seria disconformidad y justificada resistencia, y lo hacía estimando que las bases constitucionales del nuevo estado eran frágiles y deleznables, elaboradas al calor del entusiasmo y la sorpresa de la libertad, cuyos fulgores habían confundido a los administradores y legisladores.

Es esta una curiosa explicación por parte de quien, líneas atrás, reconocía paladinamente la existencia de una hegemonía servia absorbente y centralizadora, y del centralismo oriental, únicos responsables en verdad del estado de cosas que tanto se lamentaba.

Tras nuevas disquisiciones sobre la imperfección de la organización constitucional yugoslava y sobre la acción política consecuente, discurría Bonacić esperanzado en la reacción del alma nacional que concentrada y reflejada en sí misma busca el concordante equilibrio de sus instituciones políticas, para concluir:

El lento y edificante proceso que se está verificando en el seno del pueblo yugoeslavo, será de saludables efectos; proceso por el que han pasado otras nacionalidades, en el que el pueblo yugoeslavo no ha podido hacer excepción a la fatalidad de la regla[28].

Sería, con todas las reservas que nos merece parte del contenido, una defensa final y efímera del autonomismo croata, cual una concesión a sus antiguos postulados, porque dos años después —golpe de estado del Rey Alejandro de por medio—, Bonacić se rendiría definitivamente al integralismo yugoslavo.

En efecto, así escribió el 19 de diciembre de 1930, en un artículo laudatorio que justificaba el proceder real:

En un lapso de tiempo relativamente corto en la vida de las naciones, los yugoeslavos han alcanzado el más alto exponente de perfectibilidad en su constitución nacional. Este sentimiento profundamente arraigado en las costumbres y fusionado en el alma yugoeslava, fue consagrado y sancionado por el Rey Alejandro, príncipe de dinastía nacional, quien abrogándose poderes excepcionales, aconsejado por el espíritu de los tiempos y los movinlentos sociales disolventes del continente europeo, proclamó la unidad nacional, bajo la denominación de Reino de Yugoeslavia. Con este sabio gesto de rey y soberano, fueron abolidos todos los nombres regionalistas, idea acariciada por los grandes pensadores o idealistas yugoeslavos de todos los siglos. Fue un sueño hecho realidad, en que la nacionalidad tornó a la fuente de sus primeros orígenes.

Con este acto patriótico quedaron anuladas todas las mezquindades y parcialismos provincialistas (subrayado por el autor), sublimizándose el nombre yugoeslavo, fuente originaria de la nacionalidad, principio que fuera corrompido por tiranías seculares y por dominaciones extrañas bajo cuyo yugo el cuerpo nacional se hallaba fragmentado y humillado en sus sentimientos.

Bajo el régimen de la desnacionalización y la descentralización de los Habsburgos —para no hablar más que de la época moderna— los yugoeslavos se hallaban divididos en siete u ocho administraciones distintas, con el fin de mantener la división y fomentar el distanciamiento entre los eslavos del sur[29].

Duele, ciertamente, leer de quien antaño defendiera con calor y elocuencia el particularismo nacional croata y el derecho inalineable a su auto-gobierno, la novedosa y peyorativa descripción de tan cato concepto, ahora "mezquino y parcial provincialismo". Y ello apenas a dos años de haberse pronunciado abiertamente contra el centralismo oriental y la absorbente y centralizadora hegemonía serbia[30].

Curiosa, amén de contradictoria la actitud de este intelectual que, como otros contemporáneos, parecía haber sacrificado en el altar del yugoslavismo el milenario anhelo de autoafirmación nacional de su patria croata.

Otro articulista de aquellos días, Vicente Palarić, calificaría a su turno el afán autonomista croata como propio de políticos envenenados (...) en desenfrenado capricho de mantener el antagonismo entre los servios, croatas y eslovenos, apreciando como prudentes y atinadas las medidas puestas en práctica por el inteligente y patriota rey Alejandro para dar fin al caos interno[31].

En medio de ese confusionismo yugoslavista deliberadamente creado. se iban abandonando lentamente las antiguas y queridas conmemoraciones con las que la inmigración croata magallánica se había preciado de expresar su patriotismo, para celebrar las más recientes de ajeno origen, según instrucciones de los agentes del gobierno real[32].

A estas alturas del tiempo interesa conocer cuál era el pensamiento, si lo había en verdad, sobre tan trascendente materia en el seno de la comunidad de los inmigrantes dálmatas de Punta Arenas.

De partida, es menester señalar que para entonces la principal forma de informarse que aquélla tenía era la prensa, pues la radiotelefonía na habria de alcanzar una difusión masiva sino hasta entrados los años 30. Pero la prensa en esa época era leída en muy pocos hogares de inmigrantes, bien porque no se leía el español o porque simplemente no existía la costumbre de comprar diarios o periódicos. De allí que la eficacia informativa de los mismos, en cuanto a extensión en el ambiente social medio y popular fuera más bien escasa.

Quedaba así, como otra fuente de noticias, la sociabilidad, entendida como concurrencia habitual al Jugoslavenski Dom (el antiguo Hogar Croata), que en 1923 había cambiado su denominación original; o al Club Dálmata (antiguo Club Austriaco). Allí podían obtenerse noticias de variada data sobre lo que acontecía en la patria lejana y comentarse además Ios diferentes sucesos. Pero quienes concurrían regular u ocasionalmente eran, asimismo, escasos, teniendo en cuenta el gran número de inmigrantes radicados. De tal manera. descontando a una gran mayoría que no se interesaba más que por sus asuntos cotidianos, familiares, personales o laborales, y apenas si tenía alguna preocupación por materias de interés local o regional. únicamente una proporción exigua de la inmigración dálmata hacia 1930 podía tenerse como informada sobre los acontecimientos de Yugoslavia.

Todavía más, de esta reducida cantidad. un sector afín o partícipe de las actividades del Club Dálmata, era de netas simpatías croatistas, por su antiservismo anterior a 1918, con lo que de tal modo veía cumplirse sus aprensiones. Con lo que venía a quedar una porción ínfima de informados, quienes en su mayoría eran yugoslavistas declarados, tanto por convicción como por influjo del liderazgo intelectual que tenía vigencia en las entidades societarias.

Entre éstos, se aceptaba y cultivaba la imagen de Alejandro Karageorgević como la de un monarca bueno y justo, que sólo quería la concordia en el seno de su país, empeñado, además, en afianzar la unidad nacional y en fomentar el proceso del reino amenazados, así se afirmaba, por algunos políticos localistas de viejo cuño. Esta imagen, de cualquier modo, se difundiría pasivamente y ayudaría más tarde a comprender el sentimiento de simpatía y de dolor con que se recibió el asesinato del rey en octubre de 1934.

Mayor posibilidad de información habría podido darse naturalmente con la aparición en junio de 1932 del periódico Jugosloven u Čile (El Yugoslavo en Chile), pero no ocurrió así. Este órgano de difusión fundado por Bonacić, no se ocupó de tan trascendente materia como era la situación de los derechos nacionales croatas en el estado yugoslavo, sino en forma indirecta, al referirse de manera dura y despectiva a cuantos en la Argentina principalmente, y también en Chile, aunque sólo de modo ocasional, propugnaban el separatismo de Croacia como consecuencia de la amarga experiencia vivida a contar de 1919 [33].

De lo expuesto cabe concluir que la reducida información que pudo divulgarse localmente en Punta Arenas, estuvo destinada a reafirmar el sentimiento devotamente yugoslavista que paulatinamente iba e iría asumiendo la masa inmigrante.

Intérprete cabal de ese sentimiento fue Mirko J. Jordan, hijo del antiguo y prestigioso dirigente croata, al afirmar, justificando como buena la por otros censurada política real, a propósito, de la cuestión croata:

Debían hacerse desaparecer por todos los medios posibles las diferencias relativamente pequeñas, pero hondamente arraigadas, que los siglas de vida separada habían producido en los pueblos de sangre hermana recién unidos, enrielar el desarrollo de la cultura nacional por un solo sendero, exclarecer (sic) la visión torpe de los elementos inconscientes del interés supremo de la nación, cuyos prejuicios —nefasta consecuencia de la separación secular— podían llevarlos a servir el egoísmo de algunos grupos disolventes, obstaculizando ahí el progreso de la obra unificadora, en breve, había que nivelar, no sólo social y económicamente, tarea de por sí tan dificil en los tiempos que corren, sino también y principalmente del punto de vista político. A estas grandes finalidades tendieron todos los esfuerzos que el malogrado Rey Alejandro desplegara con admirable tino y coraje, apoyado en la lealtad y cooperación que le brindaron todos sus súbditos de valer, sin distinción de origen, ideología política, clase, cultura ni religión[34].

Por entonces y yendo más lejos todavía, en asombroso esfuerzo dialéctico, Lucas Bonacić agregaría:

Mientras que unos ansiaban asentar la constitución del estado, sobre la base de un centralismo sólido, unitario y homogéneo, con el fin de neutralizar tendencias de determinadas políticas internacionales, en contra de la integridad del estado yugoeslavo, otros tienden a contrariar este principio. Perdiéndose en cohesión y unidad del Estado, en obsequio de la democracia, opinan por un sistema de descentralización gubernativa y legislativa, de base federalista, con una dilatada autonomía de las diversas regiones o provincias del país. Esta política se deriva de cierta autonomía restringida que poseían dichas regiones antes de la unificación, que, además de poseer sus representantes en los parlamentos de Viena y Budapest, poseían sus dietas provinciales, mientras que Croacia y Eslavonia, tenían en Zagreb, un parlamento propio, con una amplia y completa autonomía. No debe olvidarse que estas autonomías aparentes, y que sólo existían sobre el papel sufrían continuos atentados de parte del poder central. Las dietas provinciales no eran instrumentos del poder y en las que se fomentaban y anidaban luchas nacionalistas, que con tanto acierto se manejaban en tiempo de los Habsburgo.[35]

Esta acomodaticia argumentación, que no resiste el menor análisis, pone de manifiesto el esfuerzo del articulista para hallar bondad en lo que no tenía justificación alguna. Pero aunque inconsistente y falso, el discurso no dejaba de influir de alguna manera en el seno de la comunidad croata de Punta Arenas.

Tiempo después, convertido ya en un corifeo incansable del yugoslavismo integral, Bonacić añadiría:

Hoy Yugoeslavia se halla empeñada en un proceso histórico de formación interna, que bien podríamos llamar de movimiento constitucional, en cuya solución hallará seguramente el equilibrio de sus instituciones de régimen y de gobierno. Mientras que la mayoría occidentalista del pueblo, que en los tiempos anteriores a la unificación, gozaba de una dilatada autonomía, no siempre bien aplicada y violada por los pueblos opresores, aboga por la federalización del país, la mayoría orientalista, de tradiciones unitarias, preconiza este último sistema de gobierno. En la solución de esta crisis constitucional e institucional, ambas tendencias poseen fuertes adeptos en todos los sectores del país y de la opinión pública.

La solución justa y razonable se halla en el centro de gravitación de ambas tendencias extremistas y de ambas ideologías que, con el proceso lento del tiempo, hallará su equilibrio completo, ya bastante avanzado[36].

Entre tanto, los acontecimientos en Yugoslavia no cedían en intensidad. De tal modo se habían venido sucediendo, a contar de 1932, el manifiesto de todos los grupos políticos opositores al gobierno de Belgrado, por el que se condenaba a la dictadura y al unitarismo forzado; luego, la subsecuente prisión del moderado Vladimir Maček, sucesor de Radić en el liderazgo del Partido Campesino Croata, el atentado que costara la vida del rey Alejandro; las represiones contra estudiantes, obreros y campesinos croatas; y las reiteradas victorias electorales del croatismo.

Estos y otros aspectos (salvo el caso de regicidio) ningún comentario merecieron al liderazgo intelectual yugoslavo de Punta Arenas. En cambio sí lo hubo de merecer el último punto, para el diario "El Magallanes", al comentar breve y significativamente, en artículo de redacción, el resultado de las elecciones del 11 de diciembre de 1938, en que el poderoso bloque opositor al gobierno de Belgrado (Bloque de Compromiso del Pueblo) había obtenido un triunfo arrollador:

A la opinión pública no se le ha escapado la observación de que estas elecciones tuvieron por objetivo determinado, romper el frente unido de los croatas que luchaban por su autonomía. La victoria aplastante del doctor Machek, en Croacia y Dalmacia (provincia del Croacia), tomando en cuenta la ley electoral vigente, significa la reafirmación de la voluntad inquebrantable del pueblo croata de reivindicar su autonomía; y, por consiguiente, el fracaso de la política gubernativa[37].

De lo que a partir de aquel suceso pasó a acontecer en Yugoslavia, la comunidad dálmata croata de Punta Arenas hubo de informarse bien y oportunamente, gracias a la cobertura que al tema dieron las agencias de noticias, en medio del tráfago informativo de aquel aciago tiempo.

En efecto, amén de las noticias ocasionales, los lectores del decano de la prensa puntarenense pudieron conocer interesantes artículos referidos a la personalidad de Maček, a su ideario e inteligente conducción política, y a los objetivos de la tenaz lucha croata[38].

Del mismo modo pudo conocerse la importante noticia del trascendente acuerdo político, suscrito en Bled el 26 de agosto de 1939, entre Maček y el dirigente servio Dragiša Cvetković, primer ministro del reino sudeslavo, en cuya virtud se creó la Banovina Hrvatska (Banato de Croacia), con lo que en principio se dio satisfacción a las insistentes reclamaciones croatas[39].

Fue aquel, sin duda, un acontecimiento histórico, no obstante las imperfecciones y limitaciones del acuerdo, que bien merecía un comentario de la dirigencia croata de Punta Arenas, y que esta vez por cierto lo hubo y muy oportuno, a través de la pluma de Lucas Bonacić.

La política interna yugoeslava, manifestó el conocido escritor, posee aspectos y características ignorados y mal apreciados y definidos por los mal informados y legos en la materia. Sentada la premisa que, el movimiento autonomista croata, llegado a la altura de su más notable expresión, en su forma integral, afirmemos que la crisis croata no poseía ningún carácter separatista, ni desintegrante de la unidad yugoslava y de la dinastía Karagjorgjević; ni fue tampoco una doctrina y una creación espontánea (sic) de Vladimiro Maček, el actual leader del movimiento reformista, que recibiera en sucesión.

El movimiento autonomista croata poseía una larga trayectoria, cuyas raíces profundas y originarias están en el prestigio histórico del pueblo yugoslavo, y fue de carácter esencialmente económico, administrativo y constitucional. Este agudo problema neurálgico que obraba psicológicamente sobre el sector croata del pueblo yugoeslavo no era tampoco un movimiento esporádico totalitario (...). El croatismo es un problema interno, es un asunto íntimo de familia, igualmente comprensible a la parte serbia como a la parte croata del pueblo yugoeslavo, por encima del que está la unidad nacional.

Basta afirmar paladinamente que en cada campaña electoral los partidos de coalición de ambas fracciones políticas, llevaban en su programa el estandarte de la solución del problema croata, conducido a feliz solución, dentro de la integridad absoluta de la unidad nacional, cuestión dominante en la política internacional, pues se consideraba que el centralismo se imponía frente a graves acontecimientos exteriores.

Destacaba entonces a continuación Bonacić la legitimidad histórica de la personalidad nacional croata y la subsecuente aspiración a su afirmación autonómica en materia de gobierno en el seno del conglomerado estatal yugoslavo, señalando de paso cómo la idea yugoslavista era de origen croata, para concluir conciliador, en alarde de equilibrio:

El problema croata, conducido a su completa solución, figuraba en los programas de todos los gobiernos yugoeslavos, que se han sucedido en los últimos tiempos, y se hallaba también en el espíritu de Alejandro, el Rey Mártir; Los autonomistas croatas pedían la reforma constitucional, administrativa y del sistema electoral, bajo la base del sufragio universal, y otras regalías, problemas solucionados mediante la intervención directa del Príncipe Regente Pablo, el Gobierno de Dragiša Cvjetković, y de Vladimiro Maček, el leader del cristianismo (sic) (¿croatismo?).

No era, por consiguiente, el problema croata, un problema de sentido ideológico, sino meramente de carácter político e institucional, con cuya solución se consolida la nacionalidad yugoeslava dentro del más estrecho respeto de su unidad nacional, puesta por encima de toda consideración [40] [41].

Se conoció por aquel mismo tiempo otra opinión, surgida del seno de la descendencia croata chilena. Fue la de Juan Jelinčić Katunarić, periodista y hombre de ideas socialistas, quien obviamente apreció la situación considerándola desde su punto de vista ideológico, no obstante lo cual lo hizo con ecuanimidad y objetividad.

Así, haciendo referencia al vigor y raigambre popular del partido liderado por Maček, afirmó:

(...) el movimiento del campesinado croata así como el de otras provincias, se ha robustecido por el ingreso de importantes sectores de la clase media e intelectuales de prestigio, transformándose este movimiento en un auténtico Frente Popular Yugoslavo, con un contenido político y social de vastas proyecciones históricas. Las últimas resoluciones del Gobierno yugoeslavo en orden a reconocer los derechos reclamados por Maček, constituyen una prueba evidente de la solidez de su política, así como la fuerza que la apoya.

Han resultado estériles los esfuerzos gastados por los agentes de Belgrado para hacer aparecer tanto a Maček como al movimiento que dirige, como el resultado de una influencia directriz venida de las capitales totalitarias.

Si hubiese sido posible comprobar fehacientemente tales contactos, este movimiento hubiera sufrido serios quebrantos, cayendo finalmente en el desprestigio, lo cual no ha sucedido hasta ahora, a pesar de los empeños gastados por la oligarquía serbia y sus propagandistas.

Y en una referencia al republicanismo croata, agregaba Jelinčić a modo de conclusión:

No hay razón tampoco para escandalizarse si los súbditos de una monarquía, sea esta constitucional o hereditaria, quieran darse otra forma de Gobierno, porque no está escrito en ninguna parte que un régimen jurídico debe ser eternamente igual, y que quienes propician un cambio como el que nos ocupa, tengan que sufrir persecuciones y vejámenes, como le ha sucedido tantas veces a Vladimiro Maček, hombre íntegro en todo el sentido de la palabra.

Si las necesidades legales, económicas, políticas y culturales exigen este cambio, él debe llevarse a cabo porque así lo desea la voluntad soberana de un pueblo, árbitro supremo de sus destinos. Chile ha dado ya un ejemplo [42] [43].

Nada más recogerían las columnas de la prensa puntarenense sobre la cuestión croata. La trágica secuela de acontecimientos que por entonces sacudían a Europa y al mundo relegarían a un plano secundario esa materia en el alud informativo.

Sintetizando lo que fueron aquellos dos decenios para la inmigración croata en Magallanes y su descendencia con respecto al problema, queda a la vista una actitud deliberada o involuntaria de prescindencia por parte de la gran mayoría de la comunidad.

En segundo lugar aparece evidente la inconsecuencia de antiguos dirigentes que habían adherido de buena fe a los postulados yugoslavistas, manifestada en la falta de un compromiso visible con la causa nacional croata cuando ésta pasó a ser avasallada por la prepotencia servia a contar de 1919. Es más, algunos de ellos se propusieron, en engañoso manejo dialéctico, privilegiar como valores sacrosantos la unidad nacional y la legitimidad dinástica de los monarcas servios.

De tal manera la realidad agobiante del hegemonismo granservio opresor de los derechos del pueblo croata pudo ser escamoteada y presentada en cambio la imagen ficticia de una Yugoslavia fraternal, igualitaria, democrática y progresista que logró concitar la simpatía, siquiera pasiva, de la mayoría de los inmigrantes radicados, quienes nunca llegaron a conocer la realidad cabal de lo que acontecía en los históricos lares croatas.

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Visita pastoral del Primado de Croacia, Cardenal F. Kuharić a la Argentina, al Perú y Venezuela

"Llegó al país, procedente de Roma, el cardenal Francisco Kuharić, arzbispo de Zagreb y destacada figura de la Iglesia Católica en Croacia, quien visitará las comunidades de la nacionalidad croata en la Argentina, en particular residentes en la Capital Federal, Gran Buenos Aires y Córdoba, entre otras zonas del Interior...".

Con estos términos el diario La Prensa (17-X-86) informó sobre la llegada del Primado de Croacia. A su visita se refirió también el diario La Nación (16-X-86), la revista Criterio (13-XI-86) y varias estaciones de radio-difusión de Buenos Aires y de las localidades del interior.

El cardenal Francisco Kuharić, arzobispo de Zagreb y Primado de Croacia, acompañado por el director espiritual para los croatas católicos emigrados, monseñor Vladimir Stanković, en su gira pastoral por los tres países sudamericanos, consignados en el encabezamiento, llegó el 16-X-1986 al aeropuerto de Ezeiza donde fue recibido por el nuncio apostólico en la Argentina, mons. Ubaldo Calabresi, sacerdotes, religiosos, monjas croatas y más de 200 integrantes de la colectividad croata (mayormente jóvenes, ataviados en vistosos trajes nacionales y portando banderas y flores).

Durante su estada en Buenos Aires el cardenal croata residió en la sede de la nunciatura apostólica. La primera visita la hizo al Centro Católico Croata San Nicolas Tavelić. El mismo día de su llegada se entrevistó' con el cardenal Raúl Primatesta, arzobispo de Córdoba y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. El día siguiente, acompañado por mons. V. Stanković y el rev. padre fray Lino Pedišić, director espiritual de los católicos croatas en la República Argentina, realizó la visita de rigor al arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, cardenal Juan Carlos Aramburu, con quien quedó en prolongado diálogo.

El acto central de la visita pastoral del cardenal croata consistió en la misa concelebrada el domingo 19 de octubre, a las 10 horas, en la catedral de Buenos Aires. Su E.R. subió al altar, precedido de un centenar de jóvenes croatas de ambos sexos en trajes nacionales que portaban crucifijos, estandartes, lábaros y banderas, mientras que el coro polifónico Jadran de la colectividad cantaba la "Plegaria por Croacia", composición del músico y organista croata, fallecido en Buenos Aires, rev. Mirko Kovačec.

En nombre de la arquidiócesis de Buenos Aires le dio la bienvenida el deán del cabildo de la catedral metropolitana, mons. Daniel Keegan. El cardenal le agradeció en latín y acto seguido le dirigió palabras de bienvenida en nombre de la colectividad croata en la República Argentina su director espiritual rev. padre fray Lino Pedišić.

Durante su cálida y conceptuosa homilía, dirigida a numerosos compatriotas que llenaban el vasto templo, el cardenal les trasmitió saludos de su vieja y lejana patria, les recordó la lucha de sus antepasados en defensa de la fe de Cristo y destacó las virtudes ancestrales del pueblo croata que es imperioso conservar para enriquecer la nueva sociedad en que se hallan radicados.

Terminada la misa, una parte de los asistentes se trasladó al Instituto Cardenal Stepinac, sito en Hurlingham, para compartir el almuerzo con el cardenal Kuharić. Durante el ágape del alto huésped le dio la bienvenida en nombre de la colectividad croata el Ing. Tvrtko Vlaho.

Como ese día se festejaba en la Argentina el Día de la Madre, el cardenal dedicó buena parte de su respuesta a la madre y no sólo a la madre progenitora. Se refirió a las cuatro madres: a la madre que da la vida, a la madre Patria, a la madre Iglesia y a la Madre Celestial. Durante el picnic, en un ambiente alegre y soleado, la juventud croata bailó varias danzas populares con el acompañamiento del conjunto de cuerdas Bosna, bajo la dirección de Darko Mažuranić.

Los días siguientes el cardenal visitó el santuario mariano argentino, Luján, como asimismo a las Hijas de la Misericordia en Cortines, cerca de Luján, y su casa provincial y colegio Cristo Rey en Caseros (provincia de Buenos Aires). Además del Instituto Cardenal Stepinac en Hurlingham, visitó el convento y la parroquia de los franciscanos croatas en José Inge­nieros, la capellania en Villa Raffo, la parroquia con el colegio en Sáenz Peña y la nutrida colonia croata, radicada en San Justo.

El 22 de octubre asistió a la recepción ofrecida por el nuncio apostólico, Mons. Ubaldo Calabresi, a personalidades del Gobierno, Parlamento, Poder Judicial o otros ámbitos de la vida pública argentina, en celebración del octavo aniversario del papado de Juan Pablo II.

Ese mismo día el cardenal Kuharić se trasladó al Hogar Esloveno, acompañado por el Mons. VI. Stanković y rev. fray Lino Pedišić. Fue recibido por el Dr. Alojzij Starc, representante de los sacerdotes eslovenos.

Los tres días siguientes el cardenal y su acompañante los pasaron en Córdoba como huéspedes del cardenal Raúl Primatesta. Allí bautizó y administró el sacramento de confirmación a varios hijos de la colonia croata. El domingo fue organizado un almuerzo comunitario en la sala de las monjas clarisas en Cerro de las Rosas con la participación de alrededor de 200 personas. El mismo día, a las 19 horas, fue celebrada la santa misa en la magnífica catedral cordobesa a la que asistieron numerosos inmigrantes croatas, llegados desde las localidades vecinas, incluso desde San Juan y Mendoza, ciudades asaz alejadas.

El 29 de octubre el cardenal Kuharić y su acompañante mons. VI. Stanković dejaron el suelo argentino con destino a la segunda etapa de su gira pastoral sudamericana, al Perú para encontrarse con los croatas creyentes. Reproducimos en parte lo que escribió al respecto el difundido rotativo limeño El Comercio (2-XI-1986):

"... En el día de Todos los Santos, señaló el cardenal, que su visita al Perú consistía en "reforzar la fe de los croatas para que vivan en una comunidad de amor y de paz siendo honestos representantes de la historia cristiana".

La visita del cardenal croata F. Kuharić del 6 al 17/XI/1986 encontró amplia difusión en la prensa de Caracas y de las ciudades provinciales venezolanas. Siguiendo el orden cronológico consignamos: La Religión, decano de la prensa nacional, Caracas, 2/XI/86, preanuncia la visita pastoral del Primado de Croacia a Venezuela y entre otros conceptos subraya: "Este trascendental hecho histórico (la cristianización del pueblo croata hace 1300 años, N. de la R.), siendo los croatas el primer pueblo eslavo que abrazó la fe cristiana, marcó su destino que se caracteriza por siglos de duras luchas y sacrificios 'por la cruz venerable y por la áurea libertad' que pronto serán recompensadas por la anhelada autodeterminación e incorporación en el contexto de las naciones democráticas europeas, logrando de nuevo su independencia, paz y prosperidad".

El Diario, matutino caraqueño del 3/XI, informa sobre la próxima llegada del cardenal croata y anuncia que "el domingo (próximo) dirá una Misa pontifical en el Colegio San Ignacio de Loyola y el domingo 16 visitará a la ciudad de Valencia". El Mundo, el único vespertino de Venezuela, del 5-XI publica, junto con la foto, una prieta y substanciosa semblanza del prelado croata. El Universal, prestigioso rotativo liberal de Caracas comentó tres veces la visita del cardenal Kuharić, publicó su entrevista con el Ministro de Justicia, doctor José Manzano González, ocasión en la que le regaló un valioso ejemplar de "Historia del Arte Croata", y a su vez el ministro donó al cardenal una colección de monedas venezolanas. "Después de la amistosa charla Su Eminencia el cardenal Kuharić al despedirse felicitó al ministro Manzano González por las excelentes relaciones que mantiene su Despacho con la Iglesia católica y el valor espiritual que tiene la libertad de cultos en un país con una inmensa mayoría católica, deseando paz y prosperidad para todos los venezolanos". En la gráfica el "Momento de la despedida".

El Universal, 8/XI. El Diario, Caracas, 10/XI, informa detalladamente acerca de la misa que ofició el cardenal Kuharić a la colonia croata en el Colegio San Ignacio de Loyola. "Durante la misa concelebrada lo asistieron Agustín Agustitinovich, quien hizo la traducción de la misa croata al español, el asistente que vino a Venezuela con el arzobispo, Vladimir Stanković y el párroco, Miguel Škrinjar, quien oficia en Caracas... El arzobispo croata al dirigirse a sus compatriotas dijo que están expuestos a muchas tentaciones y a cierta resistencia a la voluntad de Dios, pero ello se puede vencer con la fuerza del Espíritu Santo"...

El padre Agustín Agustinovich quien tradujo el mensaje de solidaridad con la familia, dicho por el arzobispo Kuharić, es premio "Trípode" de literatura cristiana y autor del libro "La historia de Jesús"... Un joven con voz potente entonó el himno de Croacia: Lijepa naša Domovino y todos se unieron a él". El Carabobeño, 17/XI, Valencia, se refiere a la visita pastoral que realizó por pases suramericanos "para traer su mensaje de paz y solidaridad con sus paisanos de la República de Croacia". "En la iglesia de Santa Rosa presidió misa donde pronunció una homilía en lengua croata. En el templo saludó amorosamente a niños que fueron vestidos con trajes típicos de su país y expresó a los periodistas que su mensaje es el de que los hombres siempre trabajen por la paz y la justicia".

Los diarios citados acompañaron sus despachos con pertinentes ilustraciones y profuso material gráfico. Por fin, El Universal del 19/XI publica una nota interesante de su cronista Guillermo José Schael titulada: Casi un doble del Papa. En dicha nota se puede leer entre otras cosas: "De primer momento la imagen de este prelado guarda sorprendente semejanza con la del Papa Juan Pablo II. El propio cardenal José Alin Lebrtín dijo que le impresionó mucho tan extraordinario parecido físico con el pontífice. Ayer Kuharić abandonó el país..."

Branko Kadić

Los dirigentes del Consejo Nacional Croata toman contacto con destacadas personalidades politicas europeas

En el vol. 2/1986 de Studia Croatica hemos informado sobre la reunión del Dr. Mateo Meštrović, presidente ejecutivo del CNC con el Dr. Alfred Dregger, jefe de la mayoría parlamentaria de Alemania Federal, mantenida en marzo último en Bonn, como también su encuentro con el Broil Werner, diputado nacional demócrata cristiano y luego en el Estrasburgo con el Dr. Egon Klepsch, vicepresidente del Parlamento Europeo y con el Dr. Otto Habsburg, destacado miembro del mismo.

Como resultado de los esfuerzo del Consejo Nacional Croata por tomar contacto con destacadas personalidades políticas europeas para explicar la lucha del pueblo croata por la autodeterminación nacional, el presidente del Sabor del CNC, Dr. Radovan Latković, fue recibido el 6 de octubre de este año en Barcelona por el Dr. Jordi Pujol, Presidente del Gobierno Catalán (Generalitat) y dos días después por el Dr. Ramón Trias Fargas, presidente del partido catalán mayoritario "Convergencia Democrática de Catalunya", conocido economista y portavoz del grupo étnico catalán en el Senado español.

En las audiencias concedidas el Dr. Latković expuso la situación política conflictiva reinante en Yugoslavia y los motivos y fines del movimiento croata por la autodeterminación y la independencia nacional en el pasado y en la actualidad. Ambos estadistas mostraron franca simpatía y comprensión por los problemas nacionales croatas. El presidente Pujol destacó que como nacionalista catalán estudiaba ya siendo universitario los problemas y las luchas de los pueblos europeos sin estado propio, entre estos también los del pueblo croata. Con mucho interés ojeaba las ediciones del Instituto Croata Latinoamericano de Cultura obsequiadas y deteniéndose en un artículo de Studia Croatica expresó su admiración por la lucha secular de Croacia y su fe en el logro final de los anhelos nacionales croatas.

El Dr. Ramón Trias Fargas demostró la misma atención con su interlocutor. Su interés llamaron en particular, entre los libros obsequiados, los referentes a "Bosnia y Herzegovina" y a "La Tragedia de Bleiburg", como también la revista Studia Croatica, solicitando su envío regular a la biblioteca del Partido que preside.

Con la reiteración de expresiones de solidaridad con la causa nacional croata v de amistad concluyeron ambas audiencias.

Participación croata en las actividades de la Unión Paneuropea

La federación regional alemana para Baviera de la Unión Paneuropea organizó del 11 al 13 de julio último el llamado Viaje estelar para Europa (Sternfahrt für Europa). Todos los caminos de Alemania convergían a Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo. El Con­sejo Nacional Croata, atento a la invitación recibida, encargó al Comité Coordinador para Alemania y a su Oficina de Información en Bonn proveer para que un grupo de la juventud croata, residente en Francia, y otro en Alemania Federal participe en todos los actos y funciones que se iban a celebrar en Estrasburgo.

Jóvenes croatas de ambos sexos, ataviados con vistosos trajes nacionales, distribuyeron gran cantidad de folletos y volantes explicativos, escritos en francés y alemán, a los numerosos asistentes, en primer lugar a los diputados del Parlamento europeo. procedentes de los 12 países miembros de la comunidad europea. Los volantes informaban en forma sintética sobre el pueblo croata, su situación en la Yugoslavia dictatorial y por último apelaban a los representantes de las naciones europeas libres en el Parlamento europeo a que sean solidarios, en virtud del derecho a la autodeterminación nacional, a los reclamos de la libertad e independencia nacional del pueblo croata.

El acto central de esta magna manifestación paneuropea tuvo efecto el 12 de julio en el Parlamento Europeo. El Dr. Aigner, presidente de la Unión Paneuropea para Baviera y a la vez miembro del PE, dio bienvenida al grupo croata. La señora Ivona Dončević agradeció en nombre del Consejo Nacional Croata la invitación recibida y presentó al Dr. Aigner a los representantes de dicha organización los Sres. Petar Hinić e Ing. Pavičić, como también, a los integrantes de la juventud croata. La srta. Kristina Kolić y el estudiante Jure Vujić tuvieron dos entrevistas en Radio France, explicando el sentido de su presencia en Estrasburgo y recalcando el derecho y la voluntad del pueblo croata a ser independiente y a transformarse en un miembro igualitario de la comunidad de las naciones libres europeas.

Antes de inaugurarse el acto central, en el recinto principal del parlamento europeo, fueron introducidas en forma solemne y con aplauso de todos los asistentes junto con la bandera paneuropea también las enseñas nacionales de Estonia, Croacia, Letonia y Lituania, izadas junto con las banderas de las naciones miembros de la Comunidad europea.

Inaugurado el acto, usaron de la palabra el presidente del Parlamento Europeo, Pflimlin (Francia), el presidente de la comunidad parlamentaria del Consejo Europeo, Jung, el alcalde de Estrasburgo, Rudloff, el presidente de la Unión Paneuropea Internacional y miembro del Parlamento europeo, Otto v. Habsburgo, vicepresidente de la Unión Paneuropea Int. y ayudante del ministro de relaciones exteriores de Gran Bretaña Ferguson y por último el Dr. Aigner. Este orador se refirió al deber de todos los europeos a forjar y consolidar la unificación de Europa y en ese sentido destacó la presencia de la bandera croata en el Parlamento europeo, pasaje largamente aplaudido por la asistencia.

Todos los oradores pusieron de relieve que la Comunidad europea es sólo el comienzo, el núcleo de una Europa futura que tiene que consolidar, crear y extender las instituciones europeas, sin perder de vista el objetivo final: la patria europea (Otto v. Habsburgo), una comunidad de pueblos libres e iguales de la Europa entera.

Por la noche, durante la función realizada en el palacio del Congreso de Estrasburgo, otro vicepresidente de la Unión Paneuropea Int., el diputado alemán en el PE, Ingo Friedrich nuevamente saludó al grupo croata en su calidad de representantes de un pueblo que no puede participar en los trabajos de la Comunidad Europea por no estar libre.

Los actos oficiales de esta reunión de la Unión Paneuropea terminaron con una misa ecuménica oficiada en la catedral de Estrasburgo.

Decimotercer Congreso del Partido Comunista Yugoslavo

La Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY) invirtió enormes energías, tiempo y recursos para realizar primero, conferencias locales del partido, luego congresos de las Regiones y Repúblicas, culminando todo a fines de junio con el congreso de cuatro días de la LCY reunido en Belgrado. El propósito de toda esta actividad del partido fue agitar sus filas, sacarlas de su sopor, conducirlas al debate acerca de cómo resolver las siempre crecientes crisis política y económica de Yugoslavia, y movilizar su voluminosa, pero mayormente pasiva masa de dos millones de afiliados —que supuestamente constituyen la vanguardia de la clase trabajadora y mantiene el monopolio del poder— para una fuerte, decisiva y unificada acción.

Pero, al correrse el telón, a medida que se realizaban los congresos del partido en las seis repúblicas y las dos regiones autónomas, fue evidenciándose claramente que toda la actividad del partido no funcionaba correctamente, que las agrupaciones nacionales y territoriales competitivas y profundamente enemigas no tenían el deseo y fueron incapaces de actuar en forma unida para superar la crisis y que no se iban a encarar iniciativas realmente nuevas.

Existe el acuerdo general de que la crisis, que sin pausa se ha incrementado desde la muerte del Presidente Tito en 1980, amenaza en forma creciente la supervivencia del sistema político y económico, e incluso ciertamente del mismo Estado yugoslavo. Los servios, ya sean los comunistas en el poder o los de la oposición, agrupados alrededor de la Academia Servia de Ciencia y Artes, atrincherados en la prensa de Belgrado y en otros lugares, sostiene que la creciente debilidad de Yugoslavia y su inhabilidad para contener el aumento del caos y la decadencia económica, se deben a la constitución cuasiconfederal de 1974, que otorgó amplias atribuciones a Ios centros de poder de las repúblicas y las regiones y debilitó excesivamente tanto a la república servia (fragmentándola en tres partes: Servia propiamente dicha y dos regiones autónomas) como a Belgrado como centro del Estado yugoslavo. Ellos han estado batiendo el parche a favor de la "consolidación" de Servia y el refuerzo de la federación.

Los centros del partido de Croacia, Eslovenia, Bosnia, Voivodina y Kosovo rechazaron estas demandas servias e insistieron en "continuar con el rumbo de Tito", lo que significa mantener el arreglo territorial interno ya existente y continuar con el proceso de incremento gradual de la soberanía de las repúblicas y regiones autónomas. Al mismo tiempo, tanto los servios que buscan una mayor centralización como la coalición de "confederalistas" han emitido declaraciones de apoyo al "Programa de estabilización económica a largo plazo", adoptado hace cuatro años por el decimosegundo congreso de la LCY. El programa proponía una economía de mercado dentro del socialismo, el cierre de industrias ineficientes o que trabajen a pérdida, tasas de interés realistas que eleven el costo de los préstamos por encima de la inflación y un dinar con tipo de cambio de flotación libre que haga competitivos a los productos yugoslavos en el mercado mundial.

Pero, el programa de estabilización, en caso de ser implementado, causaría un mayúsculo desorden en la economía yugoslava y requeriría, por ej., el despido de alrededor de 1,5 millones de trabajadores de empresas no rentables, lo que podría desatar una insurrección popular. Por lo tanto, solamente partes del programa de estabilización, y de manera incoherente, han sido puestas en práctica.

Los defensores del status quo claramente llevaron la voz cantante en el décimotercer congreso del partido y los propulsores servios de un mayor centralismo fueron blanco de reproches por parte de las decepcionadas publicaciones Politika y NIN, de Belgrado (junio 29), que advirtieron que este congreso ofrecía "probablemente la última" oportunidad de hacer "lo que debió haber sido hecho con anterioridad, para eliminar las consecuencias de errores previos" (aludiendo a la constitución cuasiconfederal de 1974).

De la misma manera con que fue rechazada la limitación del crecimiento de la independencia de las repúblicas y regiones autónomas, fueron resistidos los pedidos de mayor cohesión dentro de la LCY. "Es imposible", dice la resolución del partido adoptada en el congreso, "promover y crear unidad sin la independencia adecuada" (de las organizaciones del partido en las repúblicas y regiones). "La independencia es un prerrequi­sito para unidad" (Politika, Junio 29).

Casi al mismo tiempo que la LCY confirmaba ritualmente los lineamientos del "plan de estabilización económica a largo plazo", el SIV (Consejo Ejecutivo Federal) se preparaba a congelar los precios del 42 % de los productos industriales por al menos cuatro meses, lo que contradice la filosofía del plan de estabilización v la formación de precios de mercado, demandada por el FMI como condición para la ayuda para la estabilización de la economía yugoslava. Además, en los meses previos al congreso del partido se autorizaron aumentos de sueldos por sobre los valores de la inflación galopante (que alcanzó la tasa anual del 109%) y las tasas reales de interés fueron mantenidas por debajo de la tasa de inflación, todo lo que, al decir de la mayoría de los economistas yugoslavos, se espera imprima un nuevo y poderoso impulso inflacionario.

Otra característica del recientemente concluido congreso de la LCY, presagiada en las convenciones de las repúblicas y regiones, fue el surgimiento en las jerarquías superiores del partido de líderes totalmente nuevos, extraídos de las empresas y de los comités municipales y de los distrito del partido. Así, un burócrata del partido, prácticamente desconocido, un tal Milenko Renovica, de Bosnia, 58, de nacionalidad servia, fue elegido presidente del Comité Central de la LCY, y otro igualmente oscuro miembro del aparato del partido de Servia, un tal Radiša Gačić, 48, resultó ser el nuevo Secretario del Comité Central de la LCY.

Muchos de los mejor conocidos y afianzados lideres del pasado o se retiraron voluntariamente (como fue el caso del croata Mika Špiljak), no fueron renominados, o fueron vencidos (como, por ejemplo, Milutin Baltić, por largo tiempo servio de máximo rango, nativo de Croacia). Muchos lideres de la guardia vieja que se presentaron para la elección, como Radovan Vlajković, el recientemente retirado Presidente de la presidencia colectiva de Yugoslavia, y el Presidente saliente del Comité Central de la LCY, Vidoje Žarković, y Milka Planinc, la ex primera ministra, pobremente siguieron en las elecciones del nuevo CC de la LCY a desconocidos como Božidar Grubišić, Ahmed Hodjić, e incluso a un albanés llamado Taip Taipi. Stipe Šuvar, el nuevo miembro de Croacia en la presidencia del partido yugoslavo, obtuvo el menor número de votos, solamente 1391.

En efecto, pareció que cuanto más oscuro era el candidato, y cuanto menos se sabía acerca de él, más votos obtuvo en el decimotercer congreso. Otra tendencia pareció evidenciarse asimismo, confirmando el ascenso de las repúblicas y sus organizaciones partidarias sobre el centralismo del Estado yugoslavo y del partido. Muchos de los líderes más populares y respetados, evitaron ser incluidos en el CC de la LCY, prefiriendo mantener sus posiciones en la cúspide del partido o en el gobierno de sus respectivas repúblicas, notablemente Ivan Stambolić, el nuevo primer ministro de Servia, y Franc Popit en Eslovenia.

Al fracasar en el intento de forzar una mayor centralización y ascendencia servia a través del complicado y disgregado aparato del partido y del decimotercer Congreso de la. LCY. los decepcionados servios, que siguen advirtiendo acerca de la desintegración de Yugoslavia, parecen disponer de solamente dos cursos de acción para revertir la tendencia predominante. Una es movilizar las masas servias para la acción, lo que ya quisieron hacer despertando pasiones acerca de la pérdida de Kosovo por parte de Servia. Ellos organizaron la pasada primavera una manifestación de protesta en Belgrado de cientos de furiosos servios de Kosovo y montenegrinos, lo que el periodista esloveno Dejan Kovač criticó en el Dnevnik de Ljubljana como "nada más que la expresión del unitarismo y nacionalismo servio-montenegrino" (Duga, Junio 24).

La otra opción parece ser la instalación de un gobierno militar. La posibilidad fue nuevamente presentada por el Prof. Mihaljo Markovic, el "disidente democrático" servio (es decir, nacionalista) y fue rápidamente publicitada por el Washington Post (junio 28). Pero, permanece como una cuestión abierta si el liderazgo militar es capaz de mayor unidad de acción que la máxima jerarquía yugoslava. Hay una preocupación evidente entre los generales servios acerca de los efectos centrífugos del nacionalismo no solamente en el país sino también en las filas militares. El almirante Branko Mamula, Secretario de Defensa, condenó en un discurso del Congreso propuestas (eslovenas) de crear fuerzas militares separadas en las repúblicas. El prometió firmemente, sin embargo, que el ejército no intervendrá "en las disputas entre las repúblicas y regiones", pero que tampoco "renunciará a su derecho a participar, con otras fuerzas progresistas, en la determinación del curso de la evolución del país". De acuerdo a Mamula, los ataques contra las Fuerzas Armadas y la Guardia Popular han sido obra de "enemigos internos" y centros hostiles externos que buscan socavar la independencia de Yugoslavia y su integridad territorial (Politika, junio 29).

¡A pesar de los rayos y truenos, la tendencia del status quo claramente continúa!

Dr. Matthew Meštrović (CNC Report, No 13, agosto 1986)

 

Yugoslavia, exportador mundial de armamentos y subversivos

Según cálculos difundidos por la publicación del Consejo Juvenil Socialista de Maribor (Eslovenia), Yugoslavia sólo se equipara a las naciones desarrolladas en lo que al rearme atañe; demás, a juzgar por las exportaciones bélicas, se sitúa inmediatamente tras las grandes potencias, ocupando un lugar que fluctúa entre el 7° y el 10° puesto del ranking mundial de exportadores de armas.

Dicha publicación, citada por el "Studentski List" (Hoja Estudiantil) de Zagreb del 13-III-86, puntualiza que los gastos militares previstos para el corriente año ascienden a 764,972 miles de millones de dinares, lo cual equivale aproximadamente al 60% del presupuesto Federal. De allí que resulte cómico el "horror" de la prensa yugoslava cuando destaca que Perú destinará, para el mismo período de 1986, el 25 % de su presupuesto nacional en gastos militares.

Los pacifistas eslovenos, continuando con sus cálculos, han constatado que el presupuesto militar yugoslavo, equivalente a 2,5 miles de millones de dólares, corresponde al 0.5% del presupuesto militar mundial, exceptuados EE.UU. y la URSS. La exportación de armas, incrementada en un 20 % en los últimos 5 años, alcanzó a 1.8 miles de millones de dólares en 1983.

Cifras y datos del mismo tenor, siempre referidos al tráfico de armas, publicó asimismo el diario argelino El Muyahid, citado por el vocero de la juventud eslovena Mladina, del 6 IV-86. La fuente argelina afirma que Yugoslavia exporta cuatro veces más material bélico que el que importa, convirtiéndose en un caso singular del habitualmente deficitario comercio exterior yugoslavo. El Muyahid seguramente dispone de información fidedigna, considerando los estrechos vínculos que unen a Yugoslavia y a Argelia en el suministro de armas al Frente Polisario, en guerra con Marruecos.

Yugoslavia, no obstante su declamado pacifismo como método para la solución de controversias internacionales, no hesita en convertirse en traficante internacional de armas, teniendo por clientes al ya citado Frente Polisario (marxista) y otros semejantes. En efecto, el armamento yugoslavo se halla presente doquier exista un foco de tensión o enfrentamiento armado, particularmente en Africa y Medio Oriente; así pues, la larga lista de sus clientes se extiende desde el Irak hasta Angola.

Para completar la panoplia de su "pacifismo", Yugoslavia complementa sus "ofertas pacíficas" con la preparación y exportación de instructores militares, en las cuales se incluyen cursos de capacitación militar a soldados y guerrilleros internacionales en territorio yugoslavo.

Recientemente, y sólo a resultas del ataque aéreo norteamericano a Libia, se pudo comprobar fehacientemente que allí operaban consejeros militares checos y yugoslavos, cuya misión era determinar y evaluar el grado de alistamiento y capacitación del ejército libio.

Por tanto, si Yugoslavia no vendió (aún...) los minisubmarinos M 100 fabricados bajo licencia soviética por la presión ejercida por los EE.UU., ello no significa que le retacee a Kadafy asistencia militar de otro tipo. Igual conducta sigue con la OLP. Los expertos norteamericanos están alarmados desde que descubrieron en poder de guerrilleros de la OLP manuales de guerra química, de procedencia yugoslava. La tenencia de estos manuales posibilita a los guerrilleros marxistas palestinos incursionar también con armas bioquímicas ilegales.

Asimismo, dejó de ser un secreto la ayuda yugoslava a los movimientos terroristas árabes, ya sea convirtiendo su territorio en "santuario" o también como punto de apoyo para la penetración y realización de acciones terroristas en Europa Occidental. Tras el secuestro de la motonave "Achille Lauro", el jefe del operativo, Abu Abbas pudo zafar de Italia huyendo a Belgrado, donde tuvo una recepción de nivel diplomático. Otro ejemplo clarificante es el de los cuatro guerrilleros palestinos que la pasada Navidad desataron un absurda e indiscriminada orgía de sangre en el aeropuerto de Roma. Estos terroristas habían partido desde el Líbano hacia Belgrado; de allí en tren hasta Trieste y prosiguieron a Roma, donde llevaron a cabo el atentado. En la embajada libia en Belgrado, aprovechando su por demás espaciosa planta, existe, entre otras instalaciones, un minihospital de 20 camas dotado del más moderno material sanitario disponible. Su única función, como es obvio, estriba en brindar auxilios médicos a todo terrorista herido en el curso de sus atentados y que logre acercarse a las fronteras yugoslavas.

La base militar de Divulje

Son realmente escasos los informes de inteligencia que se poseen respecto a los "favores" especiales que las fuerzas armadas yugoslavas brindan a soldados y terroristas provenientes del así llamado "Tercer Mundo", favores estos consistentes en el adiestramiento y ense lanza ideológico-militar a varios cientos de palestinos, miembros de la OLP. Estos, junto con partidas menores de sirios, libaneses, libios y otros, se hallan distribuidos en diversos acantonamientos militares yugoslavos, de los cuales los más conocidos son las bases militares de Belgrado, Niš, Novi Sad, Y las centros especializados en Mostar (cursos de aviación y paracaidismo), Zagreb (cursos de explosivos) y en Pula (actividades subacuáticas). Si sobre estos centros la información es escasa, más escasa lo es aún respecto a la base militar de Divulje, a pesar de ser éste el asentamiento militar yugoslavo donde se registra el mayor número de soldados árabes, guerrilleros y elementos de otros orígenes.

Divulje es una pintoresca región ubicada sobre una pequeña planicie que se ubica entre las ciudades de Split y Trogir, en las cercanías del aeropuerto mixto, civil-militar, de Split. En las proximidades se halla también la base naval militar Lore. En esta región, antes de la guerra mundial, se hallaba un complejo hospitalario dedicado al tratamiento y rehabilitación de enfermos pulmonares; actualmente dicho complejo, remodelado, es un polígono militar. En el mismo se hallan instalados e integrados elementos de las tres armas recibiendo instrucción y capacitación militar. Así pues, la aeronáutica cuenta con sus aparatos habituales, más algunos hidroaviones y una fuerte unidad de helicópteros, mientras que el ejército aporta varias brigadas especiales de infantería, dotadas de armamento Y blindados livianos especialmente aptos para combate de montaña y ciudades.

Finalmente, la tercera parte de este gran enclave militar coresponde a la armada, la cual cuenta con una sección dedicada al entrenamiento de futuros terroristas. El personal militar del ejército y la armada que vive y trabaja en Divulje suma en conjunto unos 5.000 soldados y marinos.

El entrenamiento de los soldados y otros elementos destinados a acciones de sabotaje y terrorismo se realiza de modo tal que puedan llevar a cabo sus acciones en cualquier circunstancia y condición, tipo comando.

A esta base tan particular arriban todos los años los "novatos" de Libia y Oriente Medio, previo ingreso disimulado a Yugoslavia y un exhaustivo interrogatorio en Belgrado. El curso para los "novatos" árabes tiene una duración de tres meses, mientras que para los soldados yugoslavos es de 1 año. La presencia de estos elementos extranjeros en Divulje es mantenida en secreto, estándoles terminantemente prohibido en los momentos de ocio salir de la base, frecuentar lugares aledaños e, incluso, intimar con los soldados locales.

A pesar de la prohibiciones no es difícil establecer contacto con ellos, pues la mutua curiosidad supera las disposiciones en contrario. Así pues nos enteramos que todos ellos son voluntarios, que se consideran a sí mismos "combatientes por la liberación". que los presentes son el fruto de una estricta selección, los "mejores entre los mejores", y que la base de Divulje les resulta particularmente apta por el tipo de clima y terreno. Finalizado el curso, muchos de ellos se reintegran como instructores en las bases militares árabes de las cuales provienen.

En la montañosa región circundante al aeropuerto de Split y hacia el norte de la nueva ruta Trogir-Split. se llevan a cabo, habitualmente de noche, las prácticas de los terroristas y saboteadores locales y extranjeros. Aquí, en las cercanías dé Trogir, se halla también una zona militar donde se ubican los arsenales secretos en los cuales se almacenan armas y elementos bélicos aptos para tareas de sabotaje y terrorismo. La base de Divulje, propiamente dicha, se ubica al sur de la antigua carretera Split-Trogir y allí, sobre la misma costa, se pueden divisar los objetivos que sirven de entrena-miento a los terroristas que habitan en las cercanías.

En efecto, si se observa el puerto, en el cual siempre se mecen las naves que utilizan en sus prácticas de desembarco y sabotaje, se divisa a la derecha del muelle la pista de helicópteros, y pegada a la misma, las instalaciones donde se dictan cursos sobre el uso de explosivos y bombas. A la derecha se halla el edificio del G-2 (inteligencia) y a su vera el casino de oficiales y la cocina y siguiendo a continuación las oficinas del comando de la unidad y un poco más alejados, siempre siguiendo la línea de la costa, los dormitorios, un campo de ejercicios de explosiones y minado submarino y, finalmente, una cancha.

Este es un mundo hermético en el cual todo se halla subordinado a la enseñanza intensiva del terrorismo en todas sus facetas; los conocimientos que aquí se brindan serán divulgados posteriormente por expertos egresados en sus países de origen, que aprecian estos conocimientos más que a las municiones y armas que les puedan vender las fábricas militares yugoslavas.

Nova Hrvatska, Londres, 15 junio 1986

Traducción de Ante Stier

Grandes manifestaciones croata-albanesas en Detroit

Danica, semanario croata que desde hace 56 años edita en Chicago, Estados Unidos, Croatian Center Association, en su número del 19/9/86 publica el siguiente despacho:

Del 3 al 7 de septiembre último (o sea el viernes, el sábado y el domingo) se realizaron en Detroit grandes manifestaciones conjuntas de croatas y albaneses para protestar contra el llamado "festival yugoslavo", organizado por los agentes y adherentes a la Yugoslavia comunista.

Dicho "festival" quedó muy pálido comparado con numerosos manifestantes croatas y albaneses, llegados desde Toronto, Hamilton, Kitchener, London, St. Thomas, Oakville, Nueva York, Cleveland y Chicago que excedieron la cifra de 2.500.

Las manifestaciones fueron muy bien organizadas y suscitaron gran interés de los habitantes de Detroit.

Los tres días de protesta dieron motivo para echar la verdadera luz sobre el muy publicitado coche Yugo, de fabricación yugoslava, que la prensa técnica norteamericana calificó en forma negativa en numerosos rubros. Cabe destacarse aquí que la Unión Norteamericana de Obreros de Automóvil de Detroit, fue la primera en adherir y aplaudir las manifestaciones que nos ocupan.

La acción de protesta fue organizada por iniciativa del presidente del Consejo Nacional Croata, Dr. Matthew Meštrović, y tuvo amplio eco entre los inmigrantes croatas y albaneses en los Estados Unidos y Canadá.

Durante los tres días de protesta sobre Detroit y Windsor volaba un avión con la inscripción "Libertad para Croacia", "Libertad para Albania" y "Abajo Yugoslavia".

La manifestación más intensa se verificó el domingo 7 de septiembre y duró desde el mediodía hasta las 5 de la tarde. En esta ocasión hicieron uso de la palabra varios representantes croatas y albaneses. Los actos de protesta se desarrollaron en forma pacífica sin necesidad de la intervención policial. Al final fueron quemadas varias banderas yugoslavas y entonados los himnos nacionales respectivos.

Los medios de comunicación escrita, oral y televisiva de Detroit y sus alrededores dieron gran publicidad a esa acción masiva albano-croata contra la Yugoslavia comunista y contra Belgrado, su capital opresora, gobernada hoy como en los tiempos de la monarquía por la camarilla granservia.

"YUGO" - automovil de fabricacion yugoslava analizado por la revista especializada argentina Mecánica Popular

(Vol. 39 - No 3, marzo de 1986)

"El empresario Malcolm Bricklin ha recibido una extraordinaria publicidad en los Estados Unidos, al prometerle al público un auto llamado Yugo por la suma de 3,990 dólares. En otras palabras, este nuevo modelo tiene un valor de 1,200 dólares menos que cualquier otro auto nuevo que se pueda comprar en ese país, incluidos los económicos modelos japoneses desprovistos de accesorios.

Lo arman en la firma Zavodi Crvena Zastava de Kragujevac. Yugoslavia. Se le conoce como el yugo 55 en Europa Oriental y se ha estado produciendo desde hace 4 años. En la línea Zastava, ocupa un lugar intermedio en cuanto a tamaño entre el Fiat 650 y el Fiat 128, que dicha firma produce con licencia del fabricante italiano.

Para ser verdaderamente francos, nuestros conductores no creen que Ios productos de la Zastava se encuentren listos para competir en el mercado norteamericano. He aquí algunas de las cosas que dijeron: "Este auto hace que un Fiat Strada parezca un BMW". "Este auto es genuinamente barato en todos los aspectos y no constituirá un motivo de orgullo para quien lo compre".

"...Uno de los conductores dijo lo siguiente: "Si el Yugo es un ejemplo de la calidad de los productos comunistas, espero que sus bombas sean tan buenas como sus automóviles".

El Yugo es un auto diminuto: si una persona que tenga una estatura de 1.67 m (5.5. pies) se sienta en el asiento trasero, verá cómo su cabeza roza con el techo. La posición de manejo es difícil, debido a que el volante de dirección es casi vertical, como en un autobús, y los pedaled están demasiado cerca del asiento. Al mover el asiento hacia atrás, no se puede agarrar la parte superior del volante. Los cambios de velocidades son difíciles de efectuar, el motor ruge a casi cualquier velocidad y, en general, el auto está congestionado y resulta muy incómodo.

"Quien tenga que usar este vehículo para viajar de su casa al trabajo diariamente", declaró uno de los conductores, "terminaría por odiar su oficio".

Croatas en el mundo

Argentina

Trigesimo aniversario del Club Cultural Croata Argentino

El 20 de septiembre de 1986 fue celebrado con una reunión social adecuada el trigésimo aniversario de la constitución del Club Cultural Croata-Argentino, la institución cultural de mayor envergadura que posee la colectividad croata en la República Argentina y en Sudamérica.

A continuación y en prieta síntesis expondremos su origen, misión, función y logros.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, en los campos de refugiados de Italia, Austria, Alemania y Francia había decenas de miles de fugitivos de los regímenes comunistas en los países ocupados por las tropas soviéticas que buscaron nuevos horizontes de libertad y seguridad en ambas Américas. Entre esa multitud de las "personas desplazadas" había nutridos contingentes de croatas y entre ellos buen porcentaje de profesionales y gente con títulos universitarios.

La República Argentina fue el primer país que con generosidad abrió las puertas a numerosos refugiados polacos, húngaros, croatas, eslovenos, ucranianos, etc. Gracias a la intervención de la Santa Sede y luego a la ayuda de la Comisión Internacional para los Refugidos, hasta 1950 se establecieron, mayormente en el Gran Buenos Aires, cerca de 20.000 inmigrantes croatas, sumándose a casi 130.000 de sus connacionales, radicados con anterioridad en la patria del General San Martín.

Entre el nuevo grupo se sintió muy pronto la imperiosa necesidad de disponer de un punto de reunión y de un centro de información para facilitar una fluida comunicación recíproca e intensificar la vinculación con los medios culturales de su nueva patria.

Con tal propósito fue creado el Club Cultural Croata-Argentino (en lo sucesivo usaremos sólo la sigla CCCA). El punto dos del Estatuto pertinente define y determina su misión y función con los siguientes términos:

"Su objetivo es fomentar el espíritu de asociación y vincular a los croatas con los argentinos y, de un modo general, con los extranjeros residentes en el país, promover las legítimas aspiraciones del pueblo croata a la libertad e independencia nacional, facilitando a los asociados el conocimiento de la vida artística, literaria y musical y la difusión de la cultura social, intelectual y física, mediante conferencias, recitales, exposiciones, etc., prescindiendo de toda actividad político-partidaria de cualquier índole. A los fines expresados la Asociación tendrá un local con las mayores comodidades posibles, inclusive una biblioteca..."

Por decreto N° 16.327, el Presidente Provisional de la Nación Argentina, don Pedro Eugenio Aramburu concedió personerfa jurídica a la asociación Club Cultural Croata-Argentino, constituida en Buenos Aires el 3 de mayo de 1956. (De hecho, la Asamblea Constituyente se reunió el 22-IV-1956).

La primera Comisión Directiva fue integrada como sigue: Presidente: Dr. Milan Prpić; Vicepresidente: Dr. Rodolfo Baričević; Secretario: Dr. Mladen Petrić; Tesorero: Dr. Marinko Sunjić; Vocales: Ing. Ivo Radulović, Prof. Ivo Degrel, Ing. Tomislav Kopšić, y el Dr. Velimir Radnić; Comisión Inspectora: Dr. Junus Mehmedagić, Dr. Josip Cabas e Ivo Rojnica; Tribunal de Honor: Dres. Félix Poljanić, Ivo Hühn y Božidar Latković.

Todos los componentes de esta primera Comisión Directiva se cuentan, a la vez, entre los principales promotores y fundadores del club de marras.

Durante los treinta años transcurridos ocuparon la presidencia de la entidad: Dr. Milan Prpić, Prof. Tonko Gazzari (en forma alternada ejerció la titularidad durante 18 años, cumpliendo 9 mandatos electorales y es presidente actual), Dr. Ferdo Bošnjaković, Dr. Radovan Latković, Dr. Ivo Gaj e Ing. Ante Turica.

A mediados de 1958, apenas dos años después de haber sido fundado, el Club cuenta con su sede propia, sita en la calle Venezuela 4207 (Buenos Aires) y nueve años después se traslada al barrio residencial Belgrano, calle Matienzo 2532, donde funciona actualmente. Al arreglo, refacción y decoración de ambas sedes contribuyó la empresa especializada IDECO, propiedad del socio Dr. Radovan Latković.

Como la nueva institución por sus estatutos no es una sociedad anónima ni una cooperative, su sostén económico se basa, además de la cuota societaria —por cierto, siempre exigua—, dada la tendencia inflacionaria y la crisis económica prevalecientes en las tres últimas decadas, en los aportes voluntarios de sus socios y en las contribuciones periódicas extraordinarias, contándose con el generoso mecenazgo de varios socios. Merece destacarse el asiduo empeño de Casimiro Kovačić (activo y dinámico vicepresidente durante 26 años) y de Ivo Rojnica, uno de sus propulsores de relaciones públicas más activos.

En cumplimiento de los objetivos prefijados el Club, desde el primer momento, organizó reuniones culturales, conferencias, disertaciones, mesas redondas, exposiciones de cuadros, conciertos y veladas musicales, recitales de poesía, presentación de libros, cursos del idioma y la literatura croatas, lo que reseñaremos muy sintéticamente.

Las conferencias son mensuales con la única pausa veraniega. Su repertorio temático en los tres decenios transcurridos es muy amplio y variado y abarca los tópicos concernientes a las relaciones argentino-croatas, a los temas político-históricos, filosófico-religiosos, literarios, artísticos y científicos en sus múltiples facetas. Casi todos los intelectuales y profesionales croatas, asentados en el Gran Buenos Aires, ocuparon una o varias veces la tribuna del Club. Como la nómina de esos expositores, por razones obvias, es demasiado larga, brevitatis causa no es posible detallarla. En cambio daremos la lista de los disertantes argentinos, de Ios de otras nacionalidades y de los croatas, establecidos en el interior de la Argentina o en el exterior.

Las sucesivas comisiones directivas pusieron empeño especial en cultivar estrechas relaciones con los intelectuales y las figuras descollantes en la vida cultural, política y artística argentina. De ese modo y gracias a la preocupación especial de algunos de sus socios, ocuparon la tribuna del Club los siguientes personajes del medio porteño (tema entre paréntesis): Dr. Martín Aberg Cobo, político y jurisconsulto (El proceso al inocente Primado de Croacia, cardenal A. Stepinac); Martín Allica, periodista (El presente y la realidad de la ONU); Prof. Ricardo Caillet-Bois (M. Belgrano, Padre de la Patria); Prof. Héctor Calzada Méndez (Artes plásticas en la Argentina); Dr. Mateo V. Jelicic, médico (La estructura sociológico-antropológica de la sociedad argentina contemporánea); presbítero Carlos Cuchetti (Croacia: crucifixión y esperanza de un gran pueblo); Dr. René Dobantón, abogado (9 de Julio, fasto nacional argentino); Dr. Alejandro Dussaut, médico, catedrático y publicista, primer socio honorario del Club (disertó varias veces sobre el tema de la libertad y los derechos humanos y una charla versó sobre: La Constitución argentina a la luz de las opiniones autorizadas); Dr. Héctor Duggan Torres, médico y periodista (La prensa internacional y la autodeterminación de los pueblos); Martín Bor, periodista (disertó dos veces sobre el tema: Derecho del pueblo croata a la soberanía nacional); Dr. Alejandro Dussaut (h), médico (Independencia de la República Argentina); Dr. Carlos Alberto Erro, escritor y presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (El concepto de la libertad a través de los siglos); Dr. Jorge Fraga, diputado nacional (9 de Julio); Dr. Enrique de Gandía, historiador y académico (disertó varias veces sobre los temas históricos); Dr. Eduardo García, ex Presidente de la OEA (La estructura de la Organización de los Estados Americanos); Prof. Jorge Gulló, historiador, presidente de la Academia Belgraniana (M. Belgrano y el ideal de la independencia de América); José Caro, doplomático y cónsul argentino en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial (Mis recuerdos de Croacia, y en Plaza Hotel: 20 años de protección brindada por el mundo libre a los refugiados croatas); Dr. Juan Ramón de Lezica, Prof. de derecho (Fiesta Patria 9 de Julio); Dr. Luis León, diputado nacional (9 de Julio y el derecho de los pueblos a su soberanía nacional); Dr. Rodolfo Luque, redactor en jefe del diario La Prensa (Capítulo contemporáneo de la lucha por la libertad); Dr. Alberto Maglietti, diputado nacional (fiesta nacional croata y el derecho a la autodeterminación nacional); Dr. Roberto Marfani (9 de Julio); Dr. Rodolfo Merlino, etnólogo y arqueólogo (disertó dos veces sobre: La Argentina actual, colonial y folklórica; La Puna, un rincón alejado de la historia); Esteban Pejković, periodista (Recuerdo de mis padres, llegados de la hermosa Dalmacia); Dr. Walter Perkins, politico, diputado nacional y ex Ministro del Interior (10 de Abril, fiesta nacional de Croacia); Aldo Ramijak, empresario, Presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (9 de Julio); Dr. Jorge García Venturini, escritor y filósofo (Corrientes filosóficas actuales); el general Alberto Marini estudioso en temas estratégico-geopolíticos (Los problemas estratégicos en el Atlántico Sur. Otra vez sobre: La libertad de los pueblos); Dr. Alberto Gómez Farías, profesor universitario, traductor del poema Martín Fierro al chino (Reflexiones sobre democracia); Dr. Darío Vinitzky, secretario general del F.U.C.A. —Frente Unido Contra Antisemitismo—, hablando con motivo de la fiesta nacional croata (11-4-1964) formuló, entre otros conceptos: "Nosotros los judíos, siempre perseguidos, sabemos muy bien lo que quiere decir el dolor y la persecución. De ahí que les hablo por la experiencia adquirida a lo largo de los siglos. Tengan, pues, paciencia y luchen sin desmayo por la libertad. Todo lo trágico en la historia no es duradero... Llegará el día en que también Croacia, vuestra patria, será nuevamente lo que era antes: libre y soberana. En ese sentido están comprometidos a actuar todos los hombres libres del mundo…".

En estas palabras se resume el objetivo histórico-político del CCCA: contribuir a que Croacia recupere su soberanía nacional y los derechos humanos para todos sus habitantes, sin distingo de origen, credo religioso o filiación político-ideológica.

Entre los conferencistas extranjeros huelga mencionar al Dr. Enrique Herzog, ex Presidente de Bolivia (Países del Altiplano); al Dr. Guillermo Martínez Márquez, ilustre periodista cubano y corresponsal en Estados Unidos del diario La Prensa (disertó dos veces acerca de la libertad y los derechos humanos en Cuba y en los países bajo la férula comunista); al Dr. Esteban Polaković, escritor eslovaco (La soledad étnica en Martín Kukucin); Miguel Wieckowsky, destacada figura de la colectividad polaca en la Argentina (Mis impresiones de la Polonia actual); y al Dr. Demetrio Weblé, político esloveno (La situación cultural, política y económica de Eslovenia).

La misma tribuna ocuparon los siguientes conferencistas croatas, radicados en el interior del país o en el exterior, a saber: Prof. Lucas Fertilio, profesor en la Universidad de Valdivia, Chile (La realidad croata); Dr. Branko Jelić, político croata radicado en Alemania Occidental (La lucha por la independencia de Croacia y sus perspectivas); Prof. Ante Kadić, catedrático de idiomas y literaturas eslavos en la Universidad de Indiana, EE.UU. (Literatura croata moderna); Dr. Juraj Krnjević, presidente del Partido Campesino Croata, exiliado en Londres (La doctrina de los Hnos. Radić y el futuro de Croacia); Dr. fray Bonifacio Perović, sociólogo, radicado en Roma (Los croatas y el ecumenismo); Ing. Zdravko Sančević, profesor en la Universidad de Caracas, Venezuela (La colonia croata en Venezuela); Dr. Aurelio Tanodi, paleólogo y archivero, profesor titular en la Universidad de Córdoba, Argentina (disertó dos veces: Nueve siglos del acta de donación del rey croata Pedro Kresimiro IV al monasterio de San Crisogono en Zadar; y La Paz de San Stefano); Prof. Mirko Vidović, escritor croata, ex- presidiario y ex Presidente de la Asamblea del Consejo Nacional Croata, residente en Lyon, Francia (Conquistadores del Espíritu. Participación de los croatas en la cultura árabe); Prof. Jorge Šutija, catedrático de finanzas en la Universidad de Miami, EE.UU. (La crisis económica en el mundo y en Croacia); Prof. Vinko Nikolić, poeta y director de la revista trimestral Hrvatska Revija, fundada en Buenos Aires en 1951, actualmente en Barcelona, España (La libertad y la cultura); Rev. Dr. Rodolfo Hrašćanec, profesor Universitario, EE.UU. (El nacionalismo croata, la democracia e Iglesia Católica); Dr. Matthew Meštrović, profesor de historia en Fairleigh University, EE.UU. (presidente del Consejo Nacional Croata (La fase actual de la lucha por la independencia de Croacia); Dr. Francisco Pušković, médico establecido en Paraná (Recuerdos y significado del 10 de abril, fasto nacional croata).

Por otra parte, el salón del Club cobijó sendas exposiciones de los pintores croatas José Crnobori, Zvonko Katalenić y Žarko Šimat, de las fotografías artísticas de Augusto Frajtić, y de la colección Perinić de muñecas en trajes típicos recibidas de 110 mandatarios de países del mundo entero.

Respecto de las veladas musicales es menester puntualizar: La rapsodia croata, compuesta por Antonio Kopitović y estrenada en 1959 por el entonces conocido quinteto porteño "La Filharmonia"; dos actuaciones de Jadran, coro polifónico croata de Buenos Aires; conciertos de piano a cargo del Prof. Soler Biljenski, de la profesora Anita Kokša. Dos conciertos, uno de guitarra y otro en cello del talentoso artista e integrante de la orquesta estable del Teatro Colón, prematuramente desaparecido. Ante Jerbić; concierto de violín y guitarra a cargo del violinista Nicolás Pažur —durante cinco años integrante de la orquesta estable del Teatro Colón— y de María Isabel Siewers.

El Club Cultural Croata-Argentino sirvió también de marco apropiado nara la presentación de los libros siguientes: Bosnia y Herzegovina, aportes documentados al esclarecimiento del origen de la Primera Guerra Mundial, edición especial de la revista Studia Croatica; Reseña de la historia argentina y Aportes de los croatas, obra del socio Ivo Rojnica, presentada por el historiador y académico Enrique de Gandía; Martín Fierro, traducción al croata, hecha por Pero Tutavac, presentada por el ensayista, filósofo y martinfierrista José Isaacson; Croacia y su Destino, compendio sobre el pasado y el presente de Croacia, edición especial del Instituto Croata-Latinoamericano de Cultura, presentado por su redactor y autor principal, el Dr. Francisco Nevistić y por el historiador Enrique de Gandía; Plitvice, panorama geográfico-literario de la Sra. Vlasta Franić Orlić, presentado por el Prof. Tonko Gazzari; Susreti y doživljaji (Encuentros y vivencias), memorias en dos tomos de Ivo Rojnica, presentación del segundo a cargo del Dr. Radovan Latković; novela humorística Pustolovine Sebastijana Pikulice (Aventuras de Sebastián Pikulica) de Ivo Hühn, presentada por el Prof. Tonko Gazzari. Con motivo del 20 aniversario de la revista trimestral Studia Croatica hizo uso de la palabra, además de su director, el conocido ensayista argentino Raúl Oscar Abdala. También en el salón del Club se festejaron oportunamente el 10 y 25 aniversario de la revista Hrvatska Revija y el 25 de esta revista. La última presentación del libro (diciembre 1985) se refiere a voluminosas memorias del político croata Vjekoslav Vrančić tituladas Branili smo Državu (Defendimos al Estado) estuvo a cargo del Dr. Mila Blažeković.

Es necesario poner de relieve que tanto las efemérides nacionales argentinas (9 de Julio) como croatas (10 de Abril) se celebran cada año en forma digna y adecuada, contándose siempre para esa oportunidad con un orador apropiado. Además, otras fechas memorables de la historia argentina y croata, se rememoran en forma debida.

Para completar este cuadro sintético de las actividades culturales, procede registrar que el Club organizó a lo largo de tres decenios varios cursos de idioma y letras croatas y que incluso, en sus comienzos, había organizado y costeado la Escuela Superior del Periodismo.

Los herederos de don Miguel Mihanović, uno de los fundadores de la flota mercante argentina, legaron al Club la Biblioteca Popular del Rey Tomislav (Pučka Biblioteka), organizada con motivo de 1000 años de la coronación del primer rey croata (1925).

Ultimamente, por iniciativa de algunos socios del Club, en la sede del mismo funciona la Asociación de Profesionales y Empresarios Argentino-Croatas, integrada mayormente por los hijos de croatas.

Esta escueta reseña histórica pecaría de parcial si omitiéramos destacar el papel preponderante desempeñado por el Prof. Tonko Gazzari, su presidente durante 18 años alternados, spiritus movens y motor permanente en la labor diaria de la institución que preside. Si bien de fibra poética, se reveló dinámico y perseverante en su conducción, emprendedor e iniciador de nuevas acciones, además de hábil coordinador de corrientes y posiciones a veces encontradas. El Prof. T. Gazzari dedicó al Club sus mejores energías y desvelos, sus calidades humanas y, por último, su exquisito arte culinario, pues es sabido que las artes, la diplomacia, la vida social y la amistad prosperan mejor en presencia de buena mesa.

El cronista hace votos para que siga esta historia menuda en aras de una amistad argentino-croata, duradera y solidaria.

Branko Kadić

Kadić, Branko, Trigésimo aniversario del Club Cultural Croata-Argentino, Studia Croatica, 1986, 103, pp 348-53.

Congreso Mundial de la Medicina y la Biología Nuclear

En el Congreso Mundial del epígrafe (World Federation of nuclear medicine and biology), realizado en Buenos Aires del 2 al 7 de noviembre de 1986, entre los numerosos estudiosos, llegados de todos los continentes, participó también el Dr. Asaf Duraković en calidad de miembro de Armed Forces Radiology Research Institute, Defense Nuclear Agency y Naval Hospital, Dept. of Nuclear Medicina, Bethesda, Washington, EE.UU.

Dicho científico presentó dos Resúmenes (Abstracts): uno sobre "Gastroenterología I", y el otro sobre "Huesos y articulaciones".

Cabe acotar aquí que el Dr. Asaf Duraković nació y se educó en Croacia, que se recibió de medico en la Universidad de Zagreb y que por falta de libertades nacionales e individuales emigró, primero a Europa occidental y después al Nuevo Continente, y que es autor de numerosos y valiosos trabajos en su especialidad.

Australia

Presidente del Consejo Nacional Croata visita Australia

En la segunda mitad del mes de agosto último el Dr. Mate Meštrović, presidente del comité ejecutivo del Consejo Nacional Croata en el exilio, visitó a numerosas y dinámicas colonias de inmigrantes croatas en el quinto continente.

El 26 de agosto se reunió en Canberra con varios periodistas australianos, pertenecientes a la prensa escrita, oral y televisiva. Esta entrevista fue transmitida en la audición vespertina por el Canal TV 7. En esta ocasión Meštrović se refirió a la campaña denigratoria que lleva el canal televisivo local ABC contra los croatas. Hizo mención también de las presiones que los representantes yugoslavos hacen sobre los funcionarios australianos en base a informaciones totalmente falsas. El presidente del Consejo Nacional Croata se hizo presente también en la estación de radio ABC, en la 2XX y en varios programas radiales de la colectividad croata.

En Sydney fue entrevistado por la televisión SBS. Preguntado por la conductora del programa Ann Louise Martin sobre qué pensaba acerca de la autogestión obrera en Yugoslavia, contestó "que la idea era buena, pero que no funcionaba" y abogó por el mercado común y un amparo eficaz de los obreros como alternativa a la autogestión fracasada. Inquirido si prefería una intervención occidental en Yugoslavia, Meštrović respondió en forma negativa: "Los problemas deben solucionarse desde adentro, sin la intervención de las superpotencias. Nosotros abogamos por una Croacia neutral e independiente, como también por la neutralización de toda el área que hoy ocupa el estado yugoslavo".

En Sydney, Meštrović actuó por el canal local TV 7 y en el programa radial croata, mientras que en Melbourne habló por el canal TV ABC

En el banquete de despedida, organizado en el Club Croata de Sydney, junto con numerosos concurrentes estuvieron varios parlamentarios liberales australianos.

Bajo el título "El reproche croata a nuestros parlamentarios", el periódico australiano Geelong Advertiser (19-8-1986) escribió entre otras cosas:

"Un prominente hombre público croata, radicado en EE.UU., manifestó que el gobierno australiano es parcial con algunos miembros de la comunidad croata en Australia.

"El Dr. Mate Meštrović declaró que los políticos australianos `se ocultan detrás de la política' en lugar de admitir la necesidad de que todos los croatas están acordes en lograr su independencia y democracia. El Dr. Meštrović (56) es el miembro ejecutivo del Consejo Nacional Croata, una organización cumbre con sede en Norteamérica, para los croatas radicados fuera de Yugoslavia... El gobierno australiano sostiene en forma pública sus puntos de vista sabre los problemas de Africa, de Afganistán o el Timor oriental, pero cuando se deben encarar los problemas de las seis repúblicas yugoslavas, a los croatas no los toma en consideración", manifestó Meštrović, profesor en la Universidad de Fairleigh Dickinson, agregando que el gobierno norteamericano no sigue este "doble criterio".

"Comparó la agitación actual entre sendas repúblicas yugoslavas con la guerra civil norteamericana y conjetura que pronto pueden estallar serios conflictos. Los ideales de la libertad e independencia, por los que los croatas luchan, son los mismos ideales por los que combatieron y a los que adhieren tanto los norteamericanos como los australianos."

CHILE

Zorka Hraste expone 18 óleos

La Prensa Austral, Punta Arenas, Chile, del 11 de agosto de 1986 bajo el título del epígrafe y con la reproducción de dos óleos, publica una nota substanciosa de la que extractamos los párrafos siguientes:

"Dieciocho obras realizadas en óleo y que muestran diversos retratos y paisajes son exhibidas en el vestíbulo de la clínica Imega presentados por la artista regional Zorka Hraste.

Entre las exposiciones en las que ha participado Zorka Hraste (de ascendencia Croata, N. de la R.) figura la Expo-Art. 1976 en el Museo de Arte Contemporáneo en Santiago, organizado por la Escuela de Arte de las Universidades de Chile, Católica y Técnica del Estado.

En Punta Arenas ha intervenido en la muestra colectiva del Taller de Arte y Cultura, en mayo de 1985 y en las individuales, exponiendo en FIAMA de 1984, en Zona Franca en dos oportunidades y en clínica Imega a fines del año pasado.

Refiriéndose a la muestra que se inició en clínica Imega señaló que sus obras representan la línea de estudio, trabajo de forma y de color que habitualmente experimenta en su labor. Asimismo añade que "en mis pinturas busco la belleza de las cosas simples de la vida, rincones de mi ciudad empapados de poesía, rostros y expresiones".

Destacó que la exposición en Imega permite ayudar a la gente a liberar las tensiones y encontrar al mismo tiempo la paz y tranquilidad. Sus obras intentan llevar un mensaje a la vida y a la gente."

ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA

Matthew Meštrović distinguido con la medalla de "Ellis Island"

El Dr. Matthew Meštrović, presidente del Consejo Nacional Croata, recibió el 27 de octubre último una alta distinción norteamericana, la medalla de honor de Ellis Island, isla en la que se yergue la Estatua de la Libertad, en la entrada al puerto de Nueva York. Con el mismo galardón fueron discernidos 80 destacados norteamericanos, nacidos o radicados en los Estados Unidos, escogidos de entre más de 15.000 candidatos. Fue el broche de oro de los festejos con motivo del 100° aniversario de la erección de la célebre Estatua de la Libertad en la isla de Ellis.

Entre los galardonados figuran conocidos políticos, científicos, publicistas, banqueros, deportistas y otros personajes sobresalientes de Norteamérica. El Dr. M. Meštrović, profesor universitario de historia, fue distinguido como "activista croata", se halla entre los nombres como, por ejemplo, Zbigniew Brzezinski, ex consejero del Presidente Carter; Frank Lausche, gobernador del Estado de Ohio, de origen esloveno; Arthur Sulzberger, director del New York Times; el conocido periodista Walter Cronkite, Loretta King, viuda del líder negro Luther King; Jacqueline Kennedy, viuda del presidente John Kennedy; Gregory Peck, célebre actor cinematográfico; la campeona de tenis Martina Navratilova, de origen checo; Claudette Colbert, consagrada actriz, etc.

La distinción fue otorgada por la Fundación de la Estatua de la Libertad - Ellis Island, patrocinada por el Congreso de Washington, y la selección de los premiados corre a cargo de los distintos grupos étnicos y de su federación. William F. May, presidente de susodicha Fundación, recalcó que según los criterios, que rigen en la selección, los galardonados deben "ejemplificar el ideal del modo de vida norteamericano y, al mismo tiempo, preservar los valores y principios peculiares de su grupo étnico; debe tratare de las personas que han dado su aporte a las relaciones entre el grupo de su herencia y el pueblo de su origen; o, por último, de individuos que se han distinguido en cualquier campo, profesión u ocupación" (The Record, 16-10-1986, New Jersey).

El distinguido M. Meštrović, durante la entrevista con el cronista de The Record, quien lo presentó a sus lectores como un adalid en la lucha por la autodeterminación de la República de Croacia, recalcó:

"Tratamos de conseguirlo ganando el apoyo de la opinión pública". Luego el periodista prosigue:

"Meštrović ha viajado por todo el mundo promoviendo la causa croata como, asimismo, organizando varias empresas culturales. Profesor de ciencias políticas y de historia en Fairleigh Dickinson University, en Teaneck, es hijo del escultor, Iván Meštrović, quien llegó a este país en 1947. Matthew Meštrović tenía 16 años cuando su familia inmigró a los Estados Unidos. Estudió en la Universidad de Syracuse y se doctoró en historia en Columbia University.

Al terminar el acto de entrega de medallas al pie de la Estatua de la Libertad tuvo efecto un gran banquete en Waldorf Astoria.

La colectividad croata en EE.UU. en cuarto lugar por su aporte a la restauracion de la Estatua de la Libertad

Según informa Edwards Verlich, director del semanario Zajedničar, del 22-10-86 (órgano oficial de la Unión Fraternal Croata, Pittsburgh, Estados Unidos), la colectividad croata ocupa el cuarto lugar en la colecta de fondos para la restauración de la Estatua de la Libertad, en Nueva York. John D. Zollo, director de la campaña National Grass Roots —Statue of Liberty - Ellis Island Fund—, dejó constancia que los inmigrantes croatas vienen después de los italianos, griegos y polacos.

Con motivo de la entrega del cheque el presidente de la principal organización croata en los Estados Unidos, Bernard H. Luketich, manifestó que la suma de 25.000 dólares representa los aportes de sus afiliados en los Estados Unidos y Canadá, de sus amigos y de la casa matriz.

"Como muchos pueblos del mundo nuestros padres y abuelos llegaron de su vieja patria a ese país y bajo l:a antorcha de la libertad fundaron sus nuevos hogares, educaron a sus hijos y dieron aportes duraderos a este gran país nuestro".

"Es un gran honor para los croatas y la Unión Fraternal Croata figurar en el cuarto lugar entre todos los grupos étnicos en cuanto a la recaudación de los fondos destinados a la refacción de la Estatua de la Libertad y del Ellis Island. Eso prueba su amor y lealtad tanto a su nueva como a su vieja patria".

A su vez, John P. Plesh, secretario - tesorero de la misma institución. puso de relieve, entre otros conceptos: "Nuestro pueblo croata se siente orgulloso de su herencia étnica y con el papel desempeñado en la edificación del por cierto el país más grande del mundo. Con nosotros siempre pueden contar en la solución de los problemas nacionales y, por ello. nos hemos adherido con alegria a la campaña por la restauración de ese majestuoso símbolo de la libertad"

 

INGLATERRA

Deceso del shakespearólogo Josip Torbarina

En Stratford-On-Avon, localidad natal de William Shakespeare, falleció el 22 de agosto último, a la edad de 84 años, el profesor Dr. Josip (José) Torbarina, el más destacado shakespearólogo croata. Asistía regularmente en Stratford-On-Avon a los simposios bienales de los estudiosos mundiales de la vida y obra del inmortal dramaturgo inglés.

Torbarina nació en 1902 en la isla de Korčula, Croacia meridional. En Cambridge estudió la literatura inglesa e italiana. En 1931 se doctoró en la Universidad de Londres, presentando la tesis sobre la influencia italiana en los poetas prerrenacentistas de la república de Dubrovnik. De regreso a Croacia primero se desempeña como colaborador y periodista en el diario liberal de Zagreb, Obzor (El horizonte) y en la revista literario-artística. Hrvatska Kolo y desde 1934 era catedrático de la lengua y literatura inglesas en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Zagreb.

Siendo miembro de la Academia de Ciencias y Artes de Zagreb, ocupó el cargo de secretario del Departamento de Filología y fue iniciador de la Sociedad Filológica Croata. Sobresalió como excelente traductor, poseedor de un refinado sentido de ritmo y de la sintaxis del texto original, lo que prueban sus primorosas traducciones de las obras de Shakespeare que se representan en los teatros de Croacia. Además Josip Torbarina es autor de numerosos trabajos y monografías cientificos sobre las relaciones entre las letras croatas por un lado e italianas e inglesas por el otro.

En defensa de los derechos humanos

Crónica de torturas y vejamenes de Dobroslav Paraga en cárceles yugoslavas desde 21-XI-80 a 21-XI-84

A pedido de nuestros lectores reproducimos a continuación un resumen del artículo que el perseguido estudiante croata publicó en un periódico esloveno Nova Revija ("Nueva Revista", N° 48-49, pp. 814-817). A través de dicha publicación se enteró al menos una parte del público local en Yugoslavia acerca de los maltratos que se dispensa en los establecimientos carcelarios yugoslavos a Ios reclusos políticos sobre los cuales nos brinda un testimonio aterrador el mencionado Páraga.

Esta circunstancia indujo a un periodista del principal diario de Zagreb, Vjesnik, a admitir lo siguiente: "En cuanto a los espeluznantes detalles descritos en la nota publicada en la citada revista eslovena por el ex condenado D. Paraga, nos parece que ninguna persona honrada podrá reaccionar sino con repugnancia e indignación. Ello, sin embargo, tampoco justifica ceguera alguna por parte de todos aquellos que se empeñan en aparecer como espíritus críticos de la sociedad. Si un décimo de lo expuesto por Paraga fuese cierto y completo, ello debería constituirse sin más en una señal de alarma v en motivo de una rápida inquisición, que sólo debería concluir en una condena judicial de los culpables. Pero, si en cambio todo esto no fuera cierto, ¿cómo podria evadirse de su responsabilidad el que difundió tales mentiras?"

Ahora uno se pregunta qué es lo que ha pasado desde que esto fuera publicado el día 10-VII-86 por el citado diario de Zagreb. Absolutamente nada. La policía sigue actuando como siempre. Actualmente se está preparando en Zagreb un juicio a un grupo de jóvenes que fueron, todos, físicamente maltratados en el transcurso de la investigación. Al mismo tiempo, nos llega la noticia desde Mostar (Hercegovina) que allí en la cárcel fue asesinado un joven croata durante la instrucción llevada a cabo en relación con la investigación de la presunta actividad conspiradora de una organización secreta.

A continuación se reproduce el resumen de la nota publicada por D. Paraga en la citada revista eslovena:

Inmediatamente después de arrestarme el día 21 de noviembre de 1980, fui recluido en una fría celda de cemento (sin frazada alguna), para ser trasladado tres días después a un cuarto mal aireado donde, -en plena oscuridad y sin probar bocado, pasé en cuclillas todo el lunes (24-XI) y el- martes hasta el miércoles siguiente al mediodía. Este cuarto sin luz alguna, es una de las celdas más infames del subsuelo del calabozo del Juzgado de Instrucción (Petrinjska N° 12, Zagreb). Este cuarto se emplea exclusivamente para castigar a los infrectores del orden interno, como así también como excusado para los guardiacárceles. En el lapso entre el 21 y el 26 de noviembre no he probado un solo bocado; evidentemente, querían hambrearme sistemáticamente.

A causa de este procedimiento muy pronto contraje inflamación de intestinos y gastritis. También rápidamente aparecieron en mi tórax y espalda numerosas ampollas purulentas.

Además de ser objeto de continuas amenazas por parte del Servicio de Seguridad del Estado, cuyos agentes me sacaban del cuarto del Juzgado de Instrucción para conducirme, sin la presencia de mi abogado y en contra de mi voluntad, por las calles de la ciudad de Zagreb y a reiterados interrogatorios. A mediados de enero de 1981 un delincuente recluido, de nombre Slobodan Novković, oriundo de Srbac - Banja Luka, de repente y sin causa alguna se abalanzó sobre mí tumbándome un pesado banco de 6 metros de largo sobre mi pierna izquierda, con el resultado de haberme fracturado el dedo gordo de dicha pierna y los huesos de la respectiva falange. El peso que me aplicaron sobre esa pierna lo mantuve durante 45 días sin atención médica alguna, de suerte que, luego de quitármelo, seguí rengueando durante varios meses de mi estada en la prisión de instrucción y sufriendo serios dolores durante todo el verano de 1981.

Luego de mi traslado al Hogar Correccional Penal de Goli Otok (Isla Pelada) —a fines de 1981— fui nuevamente objeto de continuas amenazas y horribles tormentos por parte de la administración del Penal, encabezada por el director Anton Silić, el director suplente Ivoš y el intendente Josip Lopac. En la división recepción —de acuerdo con la opinión del jefe de dicha repartición, el farmacéutico Askavica— me incluyeron en el peor grupo criminal de prisioneros. Me asignaron al grupo de cesteros; en este lugar me encontré con recluidos psicópatas y criminales de la peor calaña. Se trataba, en realidad, de una sección de criminales verdaderamente peligrosos. tU tal informante Sanić les dijo en una oportunidad a mis padres que el régimen aplicado a mi persona era el de prisión severa y de visitas reducidas.

Aun antes de haberme curado totalmente, me llevaron ante el director del Hogar Correccional Penal, Silić, debido a que me había quejado por el hecho de haberme incluido en el grupo donde constantemente era objeto de provocaciones y donde mi vida pendía literalmente de un hilo. El director me dijo en tal oportunidad que me iban a meter en la "jaula" del sub-suelo, donde iba a morir en la oscuridad, del frío y hambre. "O cumplirás mis órdenes, o aquí dejarás tus huesos", fueron sus palabras amenazadoras.

En tal oportunidad me castigaron con diez días de reclusión en la celda del subsuelo, en penumbra y sin vidrios en la ventanilla. Se trataba de una celda de reclusión solitaria, ubicada en la infame sección N° 102, destinada a castigos disciplinarios, con aislamiento completo.

El carcelero, de nombre Gregor, que me había llevado al despacho del director, en oportunidad de llevarme de regreso a mi sección, me propinó una tremenda paliza por la espalda, de suerte que trastabillé y casi perdí el conocimiento. De esa golpiza me quedaron varias marcas negras en la piel, que con el tiempo palidecieron, pero sus cicatrices perduran aún.

En la citada celda húmeda de cemento me arrojaron el día 30 de enero de 1982. Ella se halla cavada a 5 metros por debajo de la superficie del terreno sobre el cual está edificado el edificio de la mencionada sección.

Desde la ventanilla de este cuarto hasta la superficie del terreno se halla una escalerilla larga, algo más de dos metros. La celda en que estuve recluido carece de luz, y la luz del día apenas si llega a penetrar en ella. Los reclusos la bautizaron "La jaula", por cuanto en ella no se pueden dar ni dos pasos; en el mejor de los casos, uno puede quedar parado o sentarse en un ángulo o sobre el banco para dormir.

En tal oportunidad, los carceleros me quitaron toda la ropa que pudiera protegerme del frío; me llevaron incluso el calzado. Así desprotegido, prácticamente desnudo, me arrojaron detrás de una pesada puerta de hierro para ver —como decían riéndose—, si aguantaba los diez días de reclusión solitaria. La temperatura externa descendía esos días a 5 grados bajo cero, al tiempo que un viento huracanado soplaba con ráfagas que alcanzaban los 200 km. por hora.

En estas condiciones rechacé durante ocho días tomar alimentos, me parecía que nadie podría aguantar semejantes sufrimientos, por lo cual anhelé una pronta y honrosa muerte. Los pies se me hincharon a tal punto que el séptimo día no pude calzar mis zapatos cuando los guardianes me llevaron. a unos dos kilómetros de distancia, donde me estaba esperando mi padre que había venido a visitarme. Logré sólo parcialmente introducir en ellos mis pies, sin poder atarlos. Me hallaba debilitado hasta los últimos limites de mi resistencia, temblaba entero, las encías me sangraban, sentía el soplo de la muerte.

El cuarto y el octavo día de mi estada en dicha celda me torturaron físicamente. El médico del presidio, Dr. Markovina, llegó con dos guardianes y algunos enfermeros ordenándoles me sacaran de mi celda. El primer guardián me cogió de los cabellos y el otro de la mano con toda brutalidad. Me colocaron sobre una mesa con respaldo. Me ataron las manos por la espalda con una cadena de hierro. A continuación uno de los guardianes me empuió hacia atrás la cabeza. mientras el otro me ordenaba que abriera la boca colocándome entre los dientes un bastón policial. Ahí fue cuando se acercó el médico para introducirme, por la faringe hacia el estómago, un grueso tubo de goma. Lo hizo con tal violencia v sin compasión que más tarde comencé a sangrar por la boca. Cuatro días después fui sometido nuevamente a igual tortura.

Una vez cumplido el plazo de mi aislamiento en dicha celda, no podía regresar entre los demás recluidos. por lo cual me ubicaron en una celda de cemento. sin calefacción ni vidrios en la ventanilla, que se hallaba por encima de las celdas solitarias del mismo edificio. Allí me empujaron violentamente y sin justificación alguna. En ese lugar venían a verme el director suplente, Ivoš, y el intendente del Hogar Correccional Penal, Lopac, amenazándome ambos que elaborarían una nueva acusación contra mí nor influir negativamente sobre el resto de los condenados. En tal oportunidad me hicieron saber que la isla de Goli Otok era suficientemente amplia como para albergar de por vida a delincuentes de mi laya.

Después de abandonar la celda solitaria, me trasladaron a otra sección, el taller de barnizado, y formalmente me permitieron la lectura de libros que me enviaban de casa. El oficial encargado de dicho taller, a quien llamaban Aldok, me apremiaba con largas horas de trabajo sin descanso alguno, señalándome que no lograba cubrir la norma y que por ello me enviaría de nuevo a la celda solitaria. Cuando le inquirí acerca de cuál era la norma que debía alcanzar diarimente, ya que de otros reclusos había oído hablar de que ésta era inferior, a la que yo, con 8 horas de trabajo, lograba cumplir, me apostrofó con palabras irreproducibles, llamando a los guardianes para que me llevaran a la celda solitaria.

Mientras tanto, todos los libros que había recibido de casa, con el transcurso del tiempo, me fueron sustraídos o destruidos.

En ese entonces me comentaban algunos recluidos que asistían a clases de nivel primario y secundario que uno de los maestros les señalaba, en horas de clase, que yo era un peligrosos enemigo del Estado, cuyo padre era "nazi", y que la reeducación a que ellos estaban sometidos en este establecimiento penitenciario seria considerada y valorada según su conducta frente a mi. De esta manera se inculcaba en los reclusos la sicosis de venganza hacia mi persona. Durante la proyección de noticieros televisivos me proferían groseros denuestos y ofensas, como también en toda oportunidad que se presentaba para injuriarme y calumniarme públicamente. En este contexto, un recluso de apellido Reketti, múltiple homicida y terrorista de calibre internacional, actuó mucho tiempo de mi permanencia en este penal como agente provocador y soplón, informando continuamente a las autoridades del penal sobre mi conducta, e incitándome a intentar una fuga, para así poder eliminarme físicamente. En una oportunidad, una circunstancia fortuita le impidió concretar su siniestro designio.

Física y síquicamente agotado como me encontraba, pedí asistencia médica. El médico comprobó lo elevado de mi presión sanguínea (20/12), que con el tiempo no daba otra señal sino la de crecer. De allí me enviaron al hospital penal de Zagreb, división siquiatría. A pesar de no haber mejorado sustancialmente mi estado de salud, fui enviado nuevamente a Goli Otok, de donde, por mi deplorable estado, fui devuelto al hospital de Zagreb, donde constataron que presentaba un cuadro de preinfarto, con una presión de 24/15. De allí me enviaron finalmente al penal de Lepoglava, donde me trataban continuamente con específicos para combatir la alta presión. Ello no obstante, las autoridades del penal me aplicaron en cinco oportunidades penas de permanencia en celda solitaria, a pesar de lo dispuesto en el respectivo reglamentario que prohibe tal internación en el caso de enfermos graves. De la celda solitaria tres veces me enviaron al hospital. A causa de torturas síquicas y físicas, de los cuatro años de cárcel, en total pasé 271 días en celdas solitarias de las distintas cárceles y hospitales. Desde que recuperé mi libertad, sigo luchando con mi alta presión sin conseguir todavía normalizarla.

Dobroslav Paraga

Corrigiendo errores

Aclarando el carácter étnico e histórico de Bosnia y Herzegovina

LA GUERRILLA YUGOSLAVA

por Julio Gil Pecharroman, en "Siglo XX - Historia Universal 17: La derrota nazi - De Stalingrado a Berlín (1943-45). Madrid 1984, pág. 91-100.

El autor del ensayo precedente es profesor de historia contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid. Como todos los ensayos que en forma muy sucinta pretenden presentar la historia reciente de distintas naciones europeas muy a menudo incurren en inexactitudes y errores (Brevis esse laboro, obscurus fío /Q. Horatius Flaccus: Ars poetica/), también este —sin duda alguna escrito con el genuino esmero de historiador objetivo—acusa algunas inexactitudes factográficas y juicios erróneos que merecen ser mencionados y, en lo posible, corregidos.

La inexactitud histórica principal, a la cual nos referiremos más adelante en forma pormenorizada, comete el autor en la siguiente aseveración: "De Hitler obtuvo el Poglavnik la cesión de Bosnia y Hercegovina, regiones que bajo ningún concepto podían considerarse croatas" (p. 92).

En el prolegómeno a la descripción de la guerrilla —tema principal del ensayo— el autor formula afirmaciones que requieren aclaración y/o rectificación. Por ejemplo: "Pero la firma del acuerdo (adhesión al Pacto Tripartito el 25-3-1941 -- N. del A.) suscitó un profundo rechazo en la opinión pública." La opinión pública en Yugoslavia no era uniforme al respecto; para la mayoría la adhesión al pacto significaba la paz en las fronteras con los vecinos que ya habían adherido al pacto, con excepción de Grecia, contrarios eran algunos círculos militares servios bajo la influencia británica y quienes efectuaron el golpe de Estado el 27-3-41, y los nacionalistas croatas, especialmente los miembros del Movimiento Croata de Liberación 'Ustaša', quienes se vieron defraudados en sus esperanzas pues la guerra la consideraban una ocasión propicia para la restauración del Estado croata. Tampoco se puede decir con propiedad que el "golpe de Estado incruento terminaba con la impopular dictadura del príncipe Pablo..." pues él no era dictador al estilo del rey Alejandro, asesinado en Marsella en 1934. Quizás era un tanto impopular en Servia por haber buscado y encontrado un cierto entendimiento con los croatas. No es del todo exacto decir: "El día 10 (de abril - n.c.) cayó Zagreb, capital de Croacia" pues ese día, y antes de la llegada del ejército alemán a Zagreb, "había proclamado la independencia el 10 de abril Slavko Kvaternik, lugarteniente del líder independentista, el Poglavnik Ante Pavelić" como lo señala más adelante el mismo autor.

También conviene aclarar la frase que es la continuación de la ya citada aseveración sobre Bosnia y que será objeto de nuestra atención más adelante. La aludida frase reza: "En cambio el 18 de mayo tuvo (Poglavnik - n.c.) que reconocer la anexión de Dalmacia por Italia (Protocolos de Roma )." El mapa ilustrando "El desmembramiento de Yugoslavia, 1941" (pág. 94) demuestra que Italia anexionó en 1941 casi las mismas partes de Dalmacia que los Aliados Occidentales (Gran Bretaña, Francia y Rusia) habían cedido a Italia, mediante el Tratado de Londres del 26-44915, como precio para su declaración de guerra a las Potencias Centrales. A. Pavelić, dejado por Hitler a la merced de Mussolini, no tuvo otra alternativa que reconocer la imposición del mencionado precedente. El autor no pudo del todo liberarse de la persistente propaganda comunista yugoslava, especialmente en lo que se refiere a los nacionalistas croatas. No es correcto decir: "Los ustachi, los seguidores del padre da la nación croata, se entregaron durante meses a una campaña de exterminio de la población serbia y judía..."

El Dr. Ante Starčević, apodado Padre de la Patria, murió en 1896. Su ideología, reflejada en el Partido de Derecho Croata, no tiene nada en común con la guerra civil llevada a cabo en el territorio del Estado Independiente de Croacia y el exterminio mutuo servio-croata. Uno de sus sucesores en la presidencia del Partido de Derecho ha sido el Dr. Josip Frank, judío croata. Falleció en 1911. — Refiriéndose a la terminación de la guerra el autor escribe: "Hasta el 5 de mayo de 1945 las tropas de Tito no pudieron atravesar la línea Zvonimir, que defendía Zagreb. Al día siguiente, el Poglavnik — que acaba de realizar un último baño de sangre entre sus súbditos de origen serbio — abandonó su capital seguido por unos 400.000 partidarios". Hasta tanto se produzcan pruebas fehacientes sobre la supuesta matanza de servios durante los últimos meses de la guerra, debemos calificar esta afirmación como maniobra de la propaganda comunista yugoslava efectuada con el propósito de justificar sus horrendas liquidaciones de centenares de miles de adversarios del comunismo al terminar la guerra. El autor se refiere en forma bastante suavizada a ese hecho en el párrafo siguiente: "Detenidos por los británicos y neozelandeses, que habían alcanzado Eslovenia, fueron entregados a los partisanos, que a su vez terminaron ocupando el sur de Austria y la mayor parte de Istria. Más de 50.000 nacionalistas croatas y varios miles de chetniks fueron ejecutados como criminales de guerra. Pavelić, Nedić y Mihailović pagaron con sus vidas su actuación durante la contienda."

En cuanto al número de los "ejecutados como criminales de guerra" se estima que las cifras giran en torno a 200.000 soldados del ejército croata, 12.000 de domobranci eslovenos, cerca de 6.000 soldados montenegrinos, unos 3.000 chetniks servios, 60.000 alemanes y alrededor de 100.000 civiles, mayormente croatas. El general Kosta Nadj, comandante del Tercer Ejército partisano yugoslavo responsable por la matanza de los refugiados extraditados, declaró recientemente al respecto, que "150.000 opositores del régimen cayeron en sus manos y que `naturalmente al final, nosotros los liquidamos'" (Reporter del 6-13 de enero de 1985, Belgrado, en: Nikolai Tolstoy, The Minister and the Massacres, Londres, 1986, p. 409, nota 8). Así que no se trata de ejecución de criminales de guerra condenados someramente por los tribunales militares o "populares", sino de la liquidación de la oposición de manera propia a los comunistas de Tito.

Agreguemos que Pavelić murió de muerte natural en Madrid, en 1959, mientras que Nedić cometió suicidio en la prisión de Belgrado. Solamente Mihailović fue condenado y ejecutado como criminal de guerra, en 1946.

Volvamos pues a nuestra consideración principal. Se trata de la ya citada aseveración del profesor J. G. Pecharroman de que Bosnia y Herzegovina son regiones que bajo ningún concepto podían considerarse croatas. En cambio, nosotros sostenemos que estas regiones deben considerarse croatas bajo varios conceptos: el geopolítico, el histórico, el étnico y el lingüístico. Al afirmar esto, nos basamos en el estudio del profesor doctor Fray Dominik Mandić, traducido al castellano, intitulado "Bosnia y Herzegovina - provincias croatas. En conmemoración del V centenario de la caída de Bosnia (1463-1963)" (in: "Bosnia y Herzegovina - Aportes al esclarecimiento del origen de la Primera Guerra Mundial", Studia Croatica, Buenos Aires, 1965, págs. 151-223, con sumario en inglés, págs. 224-233). La versión croata del sumario del estudio del doctor D. Mandić (Hrvatska Misao, N° 41, diciembre 1968, Buenos Aires), ha sido traducida al castellano e incorporada en nuestro artículo con el título "El Congreso de Berlín (13-6-1878,-13-7-1878) y sus consecuencias para Croacia" (Studia Croatica, Buenos Aires, 1978, vol. 70-71, págs. 158-167). De la mencionada obra del doctor D. Mandić reproducimos los datos y conclusiones más importantes.

I — Bosnia y Herzegovina consustanciadas con Croacia en sentido geopolítico

1 — La actual Bosnia y Herzegovina carecen de fronteras naturales y, desde el punto de vista geopolítico, no forman una unidad territorial independiente y cerrada. Este ente político es el resultado del proceso histórico-cultural, iniciado a fines del siglo XII bajo el gobierno del ban Kulin y terminado en nuestros días. Por la configuración natural del suelo y por el curso de sus montañas y ríos la actual Bosnia y Herzegovina consta de varias partes más unidas a las regiones adyacentes croatas que entre sí. Por ello, los prácticos romanos adjudicaron las regiones del río Sava de la actual Bosnia a sus provincias panónicas, mientras que la Bosnia central con la cuenca del Vrbas superior, Tropolje (los campos de Glamoč, Hlivno y Duvno) y toda la Herzegovina actual la incorporaron a la provincia de Dalmacia. Bosnia y Herzegovina prolongan, complementan y unen las regiones croatas del Norte panónico con las del Adriático septentrional. El río Drina con su cauce hondo y escarpado por entre las altas montañas encierra las regiones croatas y las separa de las regiones servias y de los Balcanes centrales. Siguiendo esta línea, los romanos trazaron la línea divisoria definitiva del Imperio Romano entre Occidente y Oriente; con la misma coincide la separación de la Iglesia Oriental y la Occidental y de la cultura con la misma denominación, la oriental y la occidental.

II — Durante las migraciones de los pueblos los croatas poblaron Bosnia Y Herzegovina y siguen viviendo en ellas permanentemente

2 — Según Constantino VII Porfirogéneta (905-959), a su llegada al sur en 626, los croatas se radicaron en: Dalmacia, Ilírico y Panonia. Consecuentemente, los croatas ocuparon al principio toda la Bosnia y Herzegovina de hoy, pues formaban la parte integrante de dichas provincias romanas. Describiendo la situación política a mediados del siglo X, Porfirogéneta menciona el "terruño Bosnia" al final del capítulo 32 de su obra De Administrando Imperio, donde habla de los servios. Hizo eso debido a que su contemporáneo, el župan (prefecto) servio Časlav Klonirnirović, justamente en aquel entonces (949) ocupó Bosnia ("pequeña región alrededor del curso superior del río Bosnia" según Enciklopedia Leksikografskog Zavoda, tomo I, Zagreb, 1955, pág. 579), y otras regiones croatas hasta los ríos Vrbas y Cetina. Sin embargo, alrededor del año 960 el rey croata Krešimir III reincorporó Bosnia a Croacia. Desde aquel entonces y hasta el año 1918 Bosnia jamás formaba parte del Estado servio, ni estuvo bajo el dominio servio.

3 -- También una antigua crónica croata del siglo VIII, incorporada en la crónica Kraljevstvo Hrvata (Regnum Croatiae) del siglo XI, confirma que a su arribo al Adriático Ios croatas ocuparon a Bosnia. Respecto al máximo gobernador croata esta crónica dice: "...tornó el reino de Iliria, o sea todo el territorio que se halla aquende Valdemije /Val de vino = Vinodol/ y hasta Polonija /Polina, antigua Apollonia en Albania = Valona/... y llegaba a Bosnia y bajaba a Dalmacia... la comarca superior e inferior ... Y su reino abarcaba Bosnia y Valdemin hasta Polonia, tanto el reino marítimo como el interior..."

4 — Desde Ios tiempos más antiguos Bosnia ha sido banovina (un ente estatal autónomo croata) regida por los banos (ban, "banus" en latín) ininterrumpidamente hasta el año 1377, cuando el ban Tvrtko I se proclamó rey. La dignidad de ban es una institución netamente croata, siendo desconocida por los servios, búlgaros y otros pueblos de la Europa medieval.

5 — El ordenamiento social en la Bosnia medieval era croata. Bosnia ha sido estrechamente ligada en lo cultural a las demás regiones croatas. Eso lo corroboran los restos arqueológicos de las iglesias, de los palacios reales y de los potentados, y los monumentos sepulcrales. Todos ellos llevan las características occidentales y croatas.

6 — El cronista bizantino Juan Kinamos, secretario del emperador Emanuel Comneno (1143-1180), estuvo reiteradas veces con el Emperador en Servia de antaño y en la frontera de Bosnia. Apoyándose en su propio conocimiento Kinamos escribe sobre el ban Borić:

"Cuando llegó cerca del río Sava, se dirigió al otro rio Drina, que des-emboca en otra parte y separa a Bosnia de otra comarca, Servia. Y Bosnia no está sometida al župan de los servios, pues es independiente; la gente vive de manera peculiar y se gobierna a sí misma."

Kinamos sostiene claramente, gracias a sus conocimientos directos, que en Bosnia no viven los servios, sino otro pueblo, o sea el pueblo croata, pues en aquel entonces, como hoy en día, no hubo en los Balcanes centrales otros pueblos que no fueren el croata y el servio.

III — La conciencia nacional croata de los católicos y musulmanes en Bosnia y Herzegovina

7 — Desde el siglo XII hasta el siglo XV no se registraron mayores migraciones de la población en Bosnia. En esa comarca vivían permanentemente los mismos pobladores autóctonos, de los cuales Kinamos dice que no eran servios. Este pueblo autóctono empezó a destacar su nombre gentilicio croata con cierta insistencia cuando Bosnia cayó bajo el dominio turco y cuando a fines del siglo XV y comienzos del siglo XVI una parte de la población autóctona bosníaca emprendió la huida hacia el Occidente: los bunjevci, los vodeni (= bosnios) croatas, los predavci y otros. Todos ellos se llamaban a sí mismos croatas, y así los llamaban sus contemporáneos.

El enviado pontifical A. Burgio escribe en 1526 que Bosnia pertenece a Croacia ("... il principe Ferdinando ci attente volentieri per potersi intitolare Re di Bossina; appartenendo la Bossina a la Croatia". Monumenta Vaticana Hungarica, ser. II, tomo I, Budapestini 1884, p. 324). Otro enviado papal en 1580 acotó que el río Una (actualmente en Bosnia) "es el río principal de Croacia" ("...principalissimo fiume di Croazia". Vetera Mon. Slav. Mer. historiara illustrantia, II, 75, Zagreb, 1875).

8 — El escritor croata fray Francisco Glavinić nacido en Glamoč Bosnia, en 1585, llama su idioma "croata". En su obra "Los comienzos de la provincia franciscana Bosnia-Croacia" escribe: "Los bosnios son la misma nación con los croatas; también el idioma les es el mismo" ("I Bosnesi sono l'istessa natione con i Croati, e tale è anco il linguaggio loro". F. Glavinich, Origine della provincia Bosna Croatia, Udine, 1646).

Los pobladores autóctonos de Bosnia de religión católica, al alistarse al servicio militar turco, solian llamarse a sí mismos "valientes croatas". Este nombre es mencionado varias veces por el escritor turco Evlija Čelebija quien repetidas veces viajaba por Bosnia en el siglo XVII. Čelebija acotó que también los pobladores ortodoxos de Piva montenegrina se llamaban "genuinos, puros croatas".

Fray Lovro Šitović, de origen musulmán de Ljubuški, siempre llamaba croata el idioma que hablaba. En la introducción de su Gramática, dedicada a la juventud de Dalmacia, Bosnia, Herzegovina, Eslavonia y Bačka, se dirige a todos con las palabras: "Nosotros los croatas".

9 — Hasta el fin del siglo XII toda la población de Bosnia y Herzegovina era croata, perteneciendo a la religión católica de rito romano. A fines del siglo X aparece en Bosnia la herejía de los bogomili (patarenos), pero recién en el siglo XIII cobra tanta importancia que a principios del siglo XIV fue abrazada por la mayoria de los croatas de Bosnia y Herzegovina. Gracias a la labor de los franciscanos de la provincia de Croacia y del Vicariato de Bosnia (1392-1463) los adeptos a la herejía de bogomili han sido en su mayoría reincorporados al seno de la iglesia católica, de modo que al caer Bosnia y Herzegovina bajo el dominio turco en 1463, de toda la población no más del 10 % se decían bogomili.

Los croatas bogomili en su totalidad abrazaron el islám. Los croatas católicos retrocedían día a día numéricamente debido a las persecuciones turcas y por falta de sacerdotes católicos. A fin de preservar su fe católica, más de 300.000 emigraron a las regiones limítrofes de la Croacia libre y a otras regiones no croatas como: Eslovenia, Austria, Bohemia, Hungría, Italia. Por todas estas razones unos 500.000 abrazaron el islám y unos 50.000 pasaron al rito ortodoxo.

Los croatas musulmanes como así también los católicos hablaban el viejo idioma croata ikavski con fuertes matices del dialecto čakavski; seguían valiéndose de la escritura croata llamada bosančica; conservaron muchas viejas costumbres populares croatas en la vida familiar y comunitaria, como así también las vetustas supersticiones populares acerca de hadas, brujas y vampiros. También hoy en día los croatas tanto católicos como musulmanes en Bosnia y Herzegovina forman una separada comunidad lingüística y biológica, distinta de la de los servios inmigrados con posterioridad.

10 — Desde mediados del siglo XV y hasta promediar el siglo XVII los musulmanes de Bosnia y Herzegovina con su espada y su intelecto, sea como jenizares, sea como gobernadores administrativos, llevaron el Imperio otomano hasta su apogeo de poder y esplendor. Veinticuatro croatas, mayormente de Bosnia, fueron grandes visires del Imperio, veintitrés de ellos fueron yernos del Sultán. Algunos de ellos se enorgullecían enfáticamente de su nombre croata de tal modo que los historiadores turcos hasta hoy los distinguen como croatas, a saber: Mahmud bajá Abogović Veli (santo), Rustem bajá El Croata, Sivajuš bajá El Croata, Murad bajá El Croata, etc. Los demás croatas musulmanes de Bosnia y Herzegovina tampoco renegaban de su nombre y lengua croata cuando se encontraban en el extranjero. En la academia militar de los jenizares en Constantinopla, y desempeñando altos cargos estatales a lo largo y ancho del Imperio, ellos hablaban el croata, obligando de este modo a los demás servidores de otros pueblos de Turquía a aprender y hablar el idioma croata, lo que hicieron incluso algunos sultanes, como por ejemplo Solimán El Magnífico. El enviado vienés A. Pigafetta, en 1567, escribe al respecto: "Hablamos en croata. En Constantinopla es usual hablar en croata, idioma que casi todos los funcionarios turcos conocen, especialmente los. militares" ("Parlar in croato... e ció usassi parimente a Constantinopoli ... in croata, lingua parlavano, la quale é familiare á tutti quasi i Turchi, e specialmente a gli huomini di guerra", A. Pigafetta, Itinerario, Londres, 1585, Starine Jug. Akademije, sv. X, Zagreb, 1878, p. 14 y siguientes). Mohamed-bajá Sokolović (1510-1579), oriundo de Bosnia oriental cerca de Višegrad, al terminar sus altos estudios con distinción fue preguntado por el Sultán Solimán de dónde provenía, y éste le respondió: 'De los croatas'. Sokolović fue el .más grande estadista de la Turquía de todos los tiempos.

IV — Los valacos y los servios son inmigrantes extranjeros en Bosnia y Herzegovina

11 — A Bosnia y Herzegovina, que eran regiones puramente croatas, empezaron a inmigrar en el transcurso del siglo XI elementos foráneos. Los señores feudales bosníacos empezaron entonces a traer a los valacos étnicos, de origen mauro-africano, para que se desempeñen como soldados y boyeros.

Hacia fines del reino de Bosnia en estas provincias hubo cerca de 100 aldeas valacas ("katuni") con unas 15.000 almas, mayormente de religión católica. Los turcos favorecían la colonización de valacos no eslavos empleándolos en el servicio militar como tropas de choque y guardias fronterizos. En 1540 en el sandyacato de Bosnia hubo 9.879 casas valacas entre los valacos antiguos y nuevos. Hasta las guerras de Viena (1683-1699) los nuevos valacos turcos hablaban su idioma romano.

12 — En Herzegovina hasta la época de los Nemanjić, y en Bosnia hasta la llegada de los turcos, no hubo servios ni ortodoxos, salvo algunos carreros de mercaderías a los cuales contrataban los señores feudales bosníacos y los comerciantes ragusinos (de Dubrovnik) para el transporte de la mercadería desde la costa marítima al interior.

Tras la derrota servia en la batalla de Kosovo (1389) los servios étnicos retrocedían bajo la presión turca a lo largo de los ríos Ibar y Morava hacia el río Danubio y Voivodina. También la gran migración de los servios bajo Arsenije Crnojević en 1690, se efectuó hacia el Norte. Históricamente no se puede comprobar si algún grupo mayor de servios étnicos haya inmigrado a Bosnia hasta la ocupación por Austro-Hungría en 1878.

Conclusión - Etnicamente Bosnia permaneció siempre región croata

La actual población de Bosnia y Herzegovina acusa el siguiente origen étnico:

Los croatas católicos son en un 95% descendientes de los antiguos croatas católicos de Bosnia y Herzegovina; el 2-3% provienen de los antiguos mauro-valacos croatizados, y el 3-4% de distintas minorías étnicas.

Los musulmanes son descendiente de los croatas bogomili de Bosnia y Herzegovina en un 10-12%; el 85% son croatas católicos islamizados; de origen turco u oriental el 2-3%, y de origen valaco el 1-2%.

Los servios son descendientes de los croatas católicos y bogomili pasados a la religión ortodoxa en un 33%; de los mauro-valacos no eslavos el 50-52%; de diverso origen étnico un 6%, y de los servios étnicos el 8-10%. La mayoria de los servios étnicos ha llegado a Bosnia y Herzegovina durante la ocupación de Austro-Hungría y durante la primera y la segunda Yugoslavia. Los croatas ortodoxos y los valacos no eslavos fueron servizados por la Iglesia ortodoxa servia a fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX.

Estas son las conclusiones del historiador doctor fray D. Mandić sobre el carácter étnico-histórico croata de Bosnia y Herzegovina.

Milan Blažeković

Ecos de la prensa mundial

Un mártir de nuestro tiempo

LA PRENSA de Buenos Aires, del 19-9-1986, publica bajo este título otro significativo comentario de su asiduo colaborador y analista Raúl Oscar Abdala que transcribimos íntegro:

Podemos imaginarlo con su vestidura de dignatario eclesiástico sentado ante el tribunal, acaso una blanca y fina mano sobre la otra y ambas sobre el regazo. El rostro afilado vecino de la demacración, corno el de Eugenio Pacelli, se orienta, grave y sereno, hacia quienes ceñudos, cumplenla sombría tarea de enjuiciarlo. Los ojos muy vivos y penetrantes bajo la vasta frente de pensador, llegan hasta el fondo del alma de estos jueces que militan en la sumisa y abigarrada servidumbre del mariscal Tito. No se puede menos que simpatizar con ese hombre que viene batiéndose desde hace años en lucha desigual, contra las varias encarnaciones del Anticristo, y que ahora está ahí, solo, abroquelado en su ardiente fe, a merced de verdugos a sueldo.

"Enemigo del pueblo"

¿De qué acusa el gobierno comunista de Yugoslavia a Aloysius Stepinac, primado de la Iglesia croata? De "reaccionario enemigo del pueblo". En opinión de esta gente, el eclesiástico debió abandonar el arzobispado cuando en 1941 se produjo la invasión de los nazis. Eso es todo.

Stepinac sabe con quiénes ahora tiene que habérselas. Los conoce tan bien como a los sicarios de Hitler; y no ignora que la anticipada decisión de encarcelarlo o matarlo no se torcería ante sus argumentos. Así, no se defiende, sino que razona en voz alta, como hablando con lentitud y calma para la historia de esta parte tenebrosa del siglo XX.

Ante la acusación de colaboracionismo, se le oye sentenciar: "El pastor no abandona el redil, el patriota no abandona a su pueblo". No es un intento de escapatoria para justificar lo injustificable; es una verdad honda y dramática, una verdad estremecedora. Eso precisamente había ocurrido desde el primer día de la invasión: el pastor, junto a su redil, el patriota en el seno del pueblo croata, negándose a prestar el más mínimo apoyo al brutal ocupante. Y esto lo hacía Stepinac en horas en que algunos próximos a él ensayaban un coqueteo con la jefatura militar y política hitlerista.

El antinazismo de Stepinac era, como su anticomunismo, una manifestación de su ostensible postura antitotalitaria, tan antigua como su hirviente convicción cristiana. Antes de la Segunda Guerra le había confesado a un alto prelado vaticano, aludiendo a ambas formas políticas de la barbarie contemporánea: "Sé que la iglesia en Croacia está amenazada desde el Norte y desde el Este". Y refiriéndose a sí mismo añadió la trágica tranquilidad del estoico y de los cristianos de los primeros tiempos: "El arzobispo de Zagreb, alentado por el ejemplo de sus predecesores (...) está dispuesto a enfrentarse con el enemigo y testimoniar con su sangre por Cristo". Los acontecimientos que se desencadenaron desde el '41, se encargarian de revelar, con sobrecogedores episodios, hasta qué punto era sincero este auténtico soldado de Cristo.

La condena

Derrotados los nazis, y asentado por fin en el gobierno de Yugoslavia, Tito ensaya un golpe maquiavélico: separar la cristiandad de su país de la metrópoli romana, pero choca con la férrea oposición de Stepinac. Claro: tras este fracaso, se produce el arresto, al que sigue un proceso ejecutado en el más puro estilo comunista: sin garantías y con todas las de perder, como en los días del Stalin de las purgas.

Stepinac no se tomó el inútil trabajo de nombrar defensor ni abundó en probanzas acerca de su inocencia. Pero en el juicio pronunció palabras definitivas, algunas tan pasmosas como éstas: "Teniendo limpia mi conciencia, estoy dispuesto a morir en cualquier momento". Y en relación con su lucha por la nativa Croacia, afirmó ante sus atónitos jueces: "Todo lo que haya dicho sobre el derecho del pueblo croata a su libertad e independencia, está de completo acuerdo con los principios básicos enunciados en Yalta y en la Carta del Atlántico. Si conforme con estos principios, toda nación tiene derecho a su independencia, entonces ¿por qué se lo niega a la nación croata?"

Ciego, sordo, sólo obediente a la voz del terrible amo, el tribunal lo condeno en 1946 —en estos días se cumplen cuatro décadas— a 15 años de trabajos forzados, con pérdida de sus derechos civiles y políticos.

En 1953, el Papa Pío XII lo elevó al cardenalato primado de Yugoslavia; pero 61, ya liberado de la prisión merced a un discutible acto de "clemencia", continuó siendo privilegiado blanco de la saña bolchevique, bajo la forma de internación en la casa parroquial del pueblo de su nacimiento, severamente vigilado por el régimen, que terminó aislándolo de todo contacto con el exterior.

En tal situación murió en febrero de 1960, antes de cumplir los 62 años. Terminaba así una existencia consagrada al servicio del linaje humano bajo las variadas expresiones de la caridad cristiana —fue fundador de "Cáritas"— y de la empeñosa defensa de la libertad individual, Ilevada hasta el límite del sacrificio. "A través del terror y de las sucesivas tiranías —leo en la nota necrológica que le consagró La Prensa— el arzobispo Stepinac defendió sin cesar la doctrina de Cristo, los derechos humanos y la libertad de sus compatriotas".

Un mártir

Era al mismo tiempo intelectual que invertía muchas vigilias en lectura y escritura y sacerdote de Dios que trabajaba duramente en fundar templos, como la santa de Avila y en procurar pan y consuelo para los pobres y atribulados. El tiempo le resultaba escaso a este formidable trabajador en su doble condición de ministro de la Iglesia y de ciudadano amante de la libertad: organizaba campañas de socorro; difundía en ciudades y aldeas el verbo de Jesús; alentaba esperanzas; denunciaba atropellos contra la dignidad humana; fulminaba a los enemigos de la libertad; y ya en la alta noche este príncipe de la Iglesia tumbaba su cuerpo fatigado en una dura cama de hierro.

La mente de Stepinac era de una sorprendente amplitud como lo demuestra, entre otros aspectos de su múltiple actuación, su sentimiento patriótico, sellado por una no frecuente sensatez. En efecto: tan patriota croata como el que más condenó, no obstante, la antipática virulencia del nacionalismo excluyente y fanático, siempre vecino de la agresión. Oigámoslo: "El amor a la nacionalidad no debe trasformar al hombre en bestia salvaje (...). El amor a su propio pueblo no está en contradicción con el amor a toda la humanidad, sino que se complementan". Un hombre cortado a semejante patrón moral debía atraer el impecable enojo del extremismo. Y el extremismo lo condujo al sacrificio.

Stepinac pertenecía a la casta del cardenal Midzsenty, de nuestro monseñor Miguel de Andrea, para quienes el servicio de Dios y de la libertad —si bien se mira lo uno supone lo otro— asumía un valor más encumbrado que el de la propia vida.

De él dijo el cardenal Tisserant: "Figura entre los héroes de la Iglesia". Exacto: Aloysius Stepinac entró en la condición heróica porque fue un mártir en el expresivo sentido que la Iglesia confiere a ese vocablo griego (martyr) que significa testigo. El arzobispo de Zagreb supo dar con su largo rosario de penurias, patético testimonio de su fe cristiana, de su esencial humanismo y de su patriotismo, tan hondo como fe-cundo.

El porvenir demostrará que sus palabras, su acción infatigable y su sacrificio no habrán sido en vano.

 

El disidente croata Marko Veselica en libertad

El prestigioso diario suizo NEUE ZURCHER ZEITUNG, edición del 30 de agosto último, comenta en los siguientes términos y bajo el titulo "Liberación anticipada del disidente croata preso":

"En Zagreb y antes de vencer el término fue soltado el disidente Marko Veselica al cabo de cinco años de encarcelamiento. A principios de los años `80' Veselica pertenecía al grupo de destacados comunistas croatas que abogaban por reformas radicales del sistema y asignaban mayor importancia al componente nacional. En 1971 fue destituido de su mandato de parlamentario y de su cargo de profesor universitario de economía y luego fue condenado a prisión. Al romper con el Partido comunista se inclinaba cada vez más a la Iglesia católica. En 1981 fue condenado otra vez a 11 años de prisión. Los cargos fueron que en sus entrevistas con la prensa extranjera calumnió la autogestión.

Incluso los que miraban con criticismo sus puntos de vistas políticos, quedaron estupefactos ante un fallo tan severo. Luego el plazo de la condena fue reducido a siete años. Al comienzo de la década del `80' los transgresores ideológicos en Croacia fueron tratados con mayor rigor que en otras repúblicas que integran Yugoslavia. En Belgrado o Ljubljana las declaraciones que hizo Veselica o similares ni siquiera bastarian para constituir los cargos. Para los ex miembros del Partido comunista se dictaban en Zagreb condenas especialmente severas.

Su inesperada liberación —las peticiones como la de los parlamentarios suizos no dieron resultado— parece confirmar que está aflojando la tensión en el clima político de Croacia. El mismo clima puede otearse en otros campos…

Vjesnik, el mayor periodico en Croacia, publicó sendos pasajes de la carta del estudiante Dobroslav Paraga. Paraga fue también condenado por transgresión ideológica y se quejó ante las máximas instancias estatales por la situación imperante en las cárceles. Durante su encarcelamiento ninguna intervención a su favor tuvo éxito alguno. En cambio ahora, comenta Vjesnik, si su acusación es parcialmente veraz habría que procesar a los culpables. Semejantes voces no podían oírse en Zagreb durante los últimos años."

Yugoslavia se tambalea en la cuerda ideológica

THE WASHINGTON TIMES del 11 de setiembre de 1986 publica en la sección pertinente la carta del Dr. Matthew Meštrović, profesor de historia en la Fairlegh Dickinson University, Saddle River, N.Y., que reproducimos íntegra:

El comentario de Dick Loenard del 20 de agosto, titulado 'Yugoslavia se tambalea en la cuerda ideológica', viene repitiendo el viejo absurdo: que para solucionar la crisis actual de Yugoslavia resulta necesario un mayor control por parte del Partido comunista y menor autonomía de las repúblicas.

Cuesta comprender cómo alguien puede pensar que en este caso una economía centralizada podría prestar alguna ayuda. Polonia apenas puede tomarse como un ejemplo viable. En Yugoslavia el problema radica precisamente en el hecho de que se da un control demasiado centralista. Los burocratas federales en Belgrado siguen decidiendo todavía sobre los precios de las materias primas, de la energía, del transporte, sobre el comercio exterior, el curso de cambio, sobre los impuestos y sobre muchos precios al por menor. Incluso otorgan permisos para las nuevas empresas estatales. El presupuesto federal supera a todos los presupuestos de las repúblicas y comunas sumados.

Asimismo pasa lo opuesto a lo que dijo Leonard cuando igualó en Yugoslavia la centralización con el liberalismo, Precisamente el gobierno central en Belgrado, en Servia, impone el tipo stalinista de la planificación centralista y el control asfixiante de las divisas. Justamente Belgrado implantó no hace mucho el congelamiento de los precios y salarios. El centralismo y el mercado libre en Yugoslavia son dos conceptos contradictorios. La verdad es que las disposiciones del gobierno federal y sus impuestos inaguantlbles y no las leyes de las repúblicas, están ahogando ya en su raíz cualquier intento de la iniciativa privada. Lo que Yugoslavia necesita de veras es una mayor libertad económica (y politica) y no al revés.

No debe extrañar que la República de Servia es el apoyo principal del centralismo, mientras las demás repúblicas se le oponen. Servia siempre utilizó el centralismo como instrumento de explotación de las demás repúblicas. En cambio, lo que sorprende es el hecho de que los periodistas occidentales se muestran tan ingenuos y creen todo lo que les dicen en Belgrado.

EXTERMINIO SISTEMATICO EN LA CARCEL YUGOSLAVA

El semanario alemán DIE ZEIT, edición del 15 de agosto último, publicó un testimonio conmovedor sobre las torturas a que está sometido el imán musulmán Hasan Čengić, preso internado en la cárcel de Zenica, Bosnia. A continuación lo reproducimos íntegro en versión castellana:

"La República de Bosnia-Herzegovina constituye, desde hace tiempo, en cuanto a los derechos humanos, una mancha visible para Yugoslavia, que, por otra parte, atribuye gran importancia a su idoneidad para poder aspirar a la comunidad europea. En el penal bosníaco de Zenica se halla sometido en estos momentos a una "doma sistemática", según informan los testigos oculares, Hasan Čengić, de 29 años, teólogo islámico de Sarajevo.

Este preso político pertenece al grupo de doce intelectuales islámicos, condenados durante el verano de 1983 en Sarajevo a prisión de seis a quince años por 'actividades contrarrevolucionarias', 'propaganda hostil' y el 'nacionalismo musulmán'.

A Čengić le tocó la pena de diez años de cárcel que el tribunal federal de Belgrado redujo a fines de 1985 a seis años y medio. Cerca de dos millones de ciudadanos yugoslavos pertenecen al grupo nacional bosniaco-musulmán (la absurda nacionalidad musulmana de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina fue fomentada e institucionalizada por Belgrado para escindirlos y alejarlos de sus connacionales y hermanos croatas, N. del T.). Desde el comienzo de la década del 1980 los jerarcas comunistas temen que el fundamentalismo islámico se extienda desde el Oriente Cercano a través de Bosnia. De hecho, un Čengić apolítico debió ser castigado como escarmiento para los demás.

Un compañero que compartió la cárcel con Hasan Čengić dio a sus amigos y familiares el informe siguiente:

Hasan Čengić es un grave enfermo cardíaco. Durante sus frecuentes ataques cardíacos su cara se pone morada, sus manos tiemblan, su cuerpo se encoge y traspira mucho. Advertidos acuden los guardias que lo retiran a una celda solitaria para que se calme, sin brindarle auxilio médico alguno. Čengić padece también de tuberculosis que contrajo ejecutando tareas pesadas en el penal. Siempre tiene alta temperatura y a veces vomita sangre. Si pide ir al médico le aplican una sanción discplinaria. Si bien se trata de un enfermo grave, sus superiores le asignan normalmente una de las tareas más pesadas en la fundición, donde suele haber temperatura superior a 45 grados y la ropa debe rociarse con agua para que no se incendie.

Con frecuencia lo torturan física y psíquicamente, lo insultan, agravian y humillan, se burlan de él, le pegan, por ejemplo cuando quiere hacer sus oraciones. Le dan a propósito la comida inadecuada, como ser salchichas y carne de cerdo que un musulmán no puede comer. Mayormente se alimenta con pan duro y lo que le manda su familia. Se tiene la impresión que el teólogo islámico Hasan Čengić debe ser aniquilado y muerto en forma sistemática. Su vida se halla en serio peligro".

Cosas raras están ocurriendo en Kosovo

Tal el título de una extensa crónica de Viktor Meier, corresponsal en Yugoslavia del FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG (9-IX-1986) sobre lo que ocurre en Kosovo. En la parte introductoria de su despacho el cronista resume las acusaciones que se repiten en los últimos cinco años en la prensa servia contra supuesta "irredenta" albanesa cuyo objetivo sería: "la región de Kosovo étnicamente pura". Por revestir gran interés, reproducimos a renglón seguido sendos párrafos de la referida crónica:

"Ahora este rótulo Kosovo étnicamente pura en las mismas publicaciones servias se utiliza cada vez más pero en un sentido positivo como si fuera el colmo de una política nacional positiva en la Yugoslavia de autogestión. Ahora se procura crear aldeas servias 'étnicamente puras' y que esas se mantengan en su estado 'étnicamente puro'.

Pobre de aquel albanés que intente comprar su casa en semejante 'reserva servia', incluso si está ubicada fuera del éjido aldeano. Pues semejante intento puede ser motivado únicamente por un 'irredentismo' hondamente arraigado, y por supuesto, hay que averiguar de dónde provienen los fondos para esa compra.

Uno de los fines de las 'medidas excepcionales' en Kosovo, es decir de la torna parcial de la administración por parte de la federación y de la República Socialista de Servia, consiste en impedir que los servios vendan sus inmuebles a los albaneses e incluso se anule la validez de las transacciones ya realizadas... Al no poder vender sus inmuebles un grupo nacional al otro, prácticamente los servios, establecidos en Kosovo, están, como en la Edad Media, apegados a su terruño (adscripti glebae, N. del Tr.).

Los dos hechos apuntados ilustran hasta qué extremo absurdo llevó 'la psicosis de Kosovo', que la República de Servia, contando con el vigoroso apoyo de la opinión pública servia, introdujo en la vida de Yugoslavia, logrando involucrar en ella también al gobierno federal.

No hace mucho un funcionario albanés irritó al difundido semanario de Belgrado, NIN, describiendo la situación en forma plástica como sigue: Es muy normal que un albanés cuyo perro mordió a un chico servio debe comparecer ante el tribunal. A él le pasó al revés, un perro servio le mordió a su hijo chiquito. No le queda otro remedio que, en aras de las buenas relaciones entre las dos nacionalidades, perdonar magnánimamente a ese servio.

Los periódicos y las revistas servios reflejan un terror pánico frente a los albaneses. Se lee a diario sobre la compra de terrenos no sólo en Kosovo sino también en la Servia meridional, en Macedonia, en Montenegro, hasta en la costa dálmata. Detrás de esas compras debe haber una "politica premeditada" dirigida por unas manos misteriosas. Que un vendedor albanés de helados o de masitas en la costa o en Eslovenia o en el extranjero trabaja hasta 16 horas diarias y de ese modo ahorre un poco de dinero, muy pocos lo toman en consideración, ya que "la teoría conspirativa" surte efectos mucho más interesantes.

Incitados "hinchas" de los clubes futbolísticos "Partizan" y "Estrella Roja", de Belgrado. se están preparando ya —según informa NIN— para demoler los pequeños negocios de los albaneses. Se informa que los pastores albaneses, que llevan sus rebaños a los campos de pastoreo de montaña no aprovechados, están "usurpando la propiedad social" y que vienen "ensanchando las fronteras étnicas albanesas"...

El miedo atávico de los albaneses reina también en Montenegro y en Macedonia... Un albanés fue despedido de su trabajo y del P. Comunista por el mero hecho de haber usado al traducir al idioma albanés las denominaciones albanesas para las localidades macedonias, a saber "Shkupi" en lugar de "Skopje". Ya desde 1981 vuelven las cartas enviadas por los albaneses de Kosovo si como destino pusieran "Shkupi" en vez de "Skopje". En el artículo 246 de la Constitución yugoslava leemos que "los idiomas de los pueblos y las nacionalidades en Yugoslavia gozan de iguales derechos"...

En el semanario NIN hay alusiones a que obviamente las organizaciones secretas exhortan a los albaneses a no reaccionar en forma violenta "contra las medidas excepcionales", y que los mismos servios de Kosovo con su condticta facilitan argumentos a favor de los albaneses; por ejemplo, cuando rechazan que Belgrado construya fábricas en sus aldeas. Arguven que ello por sí sólo facilitaría más empleo a los albaneses...

Parece que muchos servios de Kosovo no quieren quedarse más allí, ni siquiera con la protección federal. Consideran que la prohibición de vender sus tierras y otros impedimentos son medidas anticonstitucionales, causando así una situación embarazosa para la dirigencia servia que tanto empeño puso en que se dicten estas disposiciones."

Sonado caso del albanes Pjeter Ivezaj, naturalizado norteamericano

El tribunal de distrito de Titograd (Montenegro, Yugoslavia) condenó el 8-X-1986 a Pieter L. Ivezaj, de 30 años, de origen albanés, naturalizado ciudadano norteamericano, a siete años de cárcel por el delito de "asociación y participación en la actividad hostil contra Yugoslavia". El cargo incriminatorio consiste en ha.ber presuntamente actuado en una "organización estudiantil albanesa. norteamericana" y tomado parte en 1981 en las manifestaciones antiyugoslavas, realizadas frente a la embajada de Yugoslavia en Washington.

Pjeter Ivezaj emigró a los EE.UU hace 14 años y allí obtuvo la carta de ciudadanía. Este año se fue con su familia (una hija de seis años y la esposa embarazada) a visitar a su familia. Al llegar le sacaron el pasaporte y, después de constantes interrogatorios, lo detuvieron. Las autoridades yugoslavas no permitieron a los funcionarios consulares norteamericanos visitarlo hasta las vísperas del juicio.

La noticia sobre este caso coincidió con el regreso del periodista Nicolás Daniloif, de Moscú, acusado de espionaje. Todos los periódicos principales de la Unión dieron adecuada publicidad al caso Ivezaj, lo que repercutió también en los medios de difusión radiotelevisiva europeos. THE WASHINGTON TIMES (3-X-1986) tituló su comentario: "Yugoslavia podria pagar por la detención de un ciudadano norteamericano". Informó asimismo aue el representante William Broomfield, uno de los líderes de la comisión senatorial para los asuntos exteriores, pidió que su gobierno reexamine, en vista del caso Ivezaj, su política para con Yugoslavia y ponga fin a la categoría de "país privilegiado" en cuanto a la exportación yugoslava a los EE.UU. La ponencia de Bloomfield fue apoyada por dos integrantes del Sub-comité de los Derechos Humanos del Congreso. Uno de ellos, Gerard Salomon, manifestó: "No comprendo cómo un país que trata de mejorar sus relaciones con los EE.UU. sigue teniendo detenido a este joven. ¿Por qué hemos de favorecer a Yugoslavia cuando nos pida ayuda en sus ingentes deudas? SAN FRANCISCO CRONICLE (3-X-1986) se expresó en términos similares. A su vez REUTER (9-X) informó, una vez condenado Ivezaj, que el Departamento de Estado está irritado y que pedía enérgicamente su libertad inmediata.

THE WASHINGTON POST dedicó un editorial a este caso el 5-X y en la edición del 10 de octubre publicó otro artículo de fondo, titulado: Se portan como los soviéticos (reproducido al día siguiente por International Herald Tribune). Transcribimos a continuación sendos párrafos:

"Parece que estos días los yugoslavos se portan como los soviéticos. Un tribunal de país acaba de condenar a un ciudadano norteamericano a siete años de prisión por el monstruoso delito de haber hecho uso de su derecho a la protesta —no en Yugoslavia sino en los EE.UU. El ministro de relaciones exteriores de Yugoslavia manifiesta que' no hay que dramatizar ese caso', de tal modo que podria perjudicar las relaciones yanki-yugoslavas. ¿No suena eso a la cosa ya sabida?...

"Al mismo tiempo que procesaron a Ivezaj se supo que en ese país se hallaban dos norteamericanos más de origen yugoslavo, es decir que fueron detenidos a mediados de setiembre. Por qué? Parece que nadie conoce el motivo. No se les permitió hablar con los funcionarios diplomáticos norteamericanos."

A continuación el rotativo habla de la propuesta del diputado por Michigan, William. Broomfield, y prosigue:

"Algunos de estos daños —especialmente en cuanto a la evaluación yanki sobre la naturaleza misma de Yugoslavia— exigen mucho tiempo para su reparación. Desde que rompió con Moscú, hace casi 40 años, Yugoslavia trató de exhibirse como un país marxista distinto, más abierto, menos represivo de los demás países de Europa oriental, no alineado ni con Este ni con Oeste. El juicio a Ivezaj, ocurrido inmediatamente después del caso Danilotf, apunta con su dedo a las similitudes que quedaron.

Ante tanta protesta y viendo en peligro su condición de "nación privilegiada", el gobierno de Belgrado liberó al inocente Ivezaj. Con ese motivo THE WASHINGTON TIMES (17-X-) entrevistó a Ivezaj a su regreso a Sterling Hights (Michigan) quien le manifestó:

"Me trataron como a un animal. Me pegaron y pasé hambre durante siete días. Lo peor que se puede hacer a un ser humano, lo hacen ellos. Tres o cuatro agentes solían pasar a mi celda para pegarme. Me decían que era enemigo de su país y no tuvieron compasión conmigo. Lo que hice yo aquí fue proceder según el derecho que me otorga la Constitución de este país. No soy político. Lo hice impulsado a favor de los derechos humanos de mi pueblo de origen y haría lo mismo a favor de todos los pueblos". "Me siento feliz en el país de los libres".

Ivezaj tuvo suerte por contar con la oportuna intervención de la prensa libre y de algunos parlamentarios norteamericanos. ¿Cuántos prisioneros políticos y de conciencia se hallan actualmente en las prisiones yugoslavas tan inocentes como Pjeter Ivezaj y cuyos casos no han trascendido en la prensa universal y ningún político de peso se ocupa de su suerte? Amnesty International lo sabe muy bien.

B. K.

Diciéndoles verdad a los servios

En los últimos años ocurrieron algunos de los más fuertes choques públicos entre Eslovenia y Belgrado. Varios jefes del partido comunista esloveno, intelectuales y periodistas, les dijeron abiertamente a los servios en repetidas ocasiones las verdades más desagradables. pero probablemente nadie lo haya hecho más francamente que el sociólogo esloveno Dimitrije Rupel. profesor de la universidad de Ljubljana, en la entrevista con "DUGA", el semanario nacionalista de Belgrado (del 11 de julio).

Aquí algunas de las verdades que Rupel dijo a los lectores de "Duga":

- La única clase de unión yugoslava aceptable para los eslovenos es una confederación verdadera. Tal como es el caso en los países multinacionales como Bélgica, Suiza y Finlandia, la lengua del comando militar en las unidades yugoslavas debería corresponder al carácter étnico de aquellas unidades y no ser exclusivamente servia como es el caso ahora. Durante la Segunda Guerra Mundial el lenguaje de comando en las unidades de los guerrilleros eslovenos fue el esloveno, pero esto fue más tarde suprimido en favor del así llamado servio-croata (una variante servia del idioma).

- Los eslovenos, una nación numéricamente pequeña, incorporados a las grandes entidades (Austria - Hungria y después de 1918 Yugoslavia) llevaban históricamente la carga del sentimiento de inferioridad y dependencia. Ellos no se consideraban aptos para una existencia como nación y estado independientes. Pero con respecto a esto, una revolución espiritual está en marcha en Eslovenia. "Yo me pregunto a mí mismo", dice Rupel. "por qué los eslovenos no pensaron nunca en ellos mismos como en una nación independiente suficientemente fuerte como para declarar `Nosotros podemos vivir solos, nosotros podemos ser dueños de nuestro propio destino'."

- Las crecientes tensiones en Eslovenia, resultado de la llegada de cientos de miles de servios, bosníacos, macedonios y otros en busca de empleo en la próspera economía eslovena, son motivadas por la negativa de la mayoría de ellos de integrarse en la sociedad eslovena o de aprender la lengua eslovena. Por el contrario, muchos de ellos insisten en imponer su propia lengua y costumbres a los nativos eslovenos. Rupel recuerda su viaje a Alemania del Este con una delegación en la que él era el unico esloveno.

Cuando quiso explicar a los alemanes el carácter multicultural y multilingüe de Yugoslavia un servio lo interrumpió abruptamente: "Por qué está complicando las cosas? Ud. tendría que decirles (a los alemanes) que el servio es la lengua oficial en Yugoslavia". Pero uno encuentra la misma actitud también en Ljubljana, donde le dicen a uno:

"Hable servio para que lo pueda entender".

- Pero la verdad más dolorosa que Rupel les dijo a los servios fue sobre el asunto de Kosovo. Los servios sostienen que su minoría en Kosovo es perseguida por la mayoría albanesa. "Pero ellos olvidan que Kosovo estuvo bajo ley marcial durante años después de terminada la guerra, cuando el estado (dominado por los servios) hacía lo que quería. Nosotros en Eslovenia vemos el problema de Kosovo diferentemente de la gente en Belgrado."

Lo que está pasando en Kosovo es inaceptable e intolerable en términos de un país europeo. "Los muchachos que gritan 'Kosovo - República' no me inquietan. ¿Por qué preocuparme si unos chicos gritan tales slogans? ¿Y qué si alguien canta (algún nacionalista albanés) una canción en un restaurante? Esto no tendría que afectar al estado. Pero en nuestro país la gente es muy sensible a este respecto y muchos son perseguidos. De este modo la crisis es exacerbada y el país se encuentra al borde de la guerra civil". Rupel finaliza comparando a los servios con los británicos que gobernaban y mandaban en la India, "donde ellos estaban en un país extranjero... Kosovo no es un país que pertenezca enteramente a otro, pero la mayoría de sus habitantes es de origen albanés. Reivindicaciones 'servias-históricas' sobre Kosovo no tienen mayor peso o credibilidad que las reivindicaciones eslovenas sobre Trieste. Klagenfurt y otras regiones

Reseña de libros

Nikola Čolak: "Regesti Marittimi Croati - Hrvatski Pomorski Regesti"

Editado por el "Centro di Studi Storici Croati" (Centro de Estudios Históricos Croatas), Venecia - Padua 1985, pp. 646.

El libro de Čolak reproduce las partes esenciales de unos 5.000 documentos relativos al tráfico marítimo en los mares Adriático y Jónico y parte del Egeo durante el siglo XVIII, guardados en los archivos de Venecia y Fano.

Estos documentos, que cronológicamente abarcan un periodo un poco mayor de cien años —exactamente desde el 9-VII-1696 hasta el 26-X-1802— contienen informaciones referentes a viajes de embarcaciones de diferentes banderas y portes transportando mercaderías (a veces también pasajeros) entre puertos emplazados en las costas de los nombrados mares. Como regla, en cada cual de ellos figuran: el nombre y tipo de la nave a cuyo viaje se refiere, la fecha de zarpada, el puerto de origen, los de escala y el de destino, el nombre del patrón y/o capitán, el número de pasajeros, si los hay, como también la clase y cantidad del cargamento transportado. Citaremos algunos elegidos al azar:

"El día 27-VI-1742 - Durrës (Albania) Zarpa para Venecia la tartana del capitán Marko Kamenarović, de Dobrota, llevando un cargamento de pez ( resina) y 20 fardos de pieles de cabra curtidas (cordobán), embarcado en Vlorë."

"El día 15-XII-1784 - Durrës - Zarpa para Venecia el capitán Antun Mihović, de Stóliv, a bordo del pielego 'Madonna del Rosario, San Antonio di Padova ed Anime del Purgatorio' con un cargamento de 1.331 fardos de tabaco en hojas, embarca-dos en este puerto por cuenta del capitán Luka Dabinović y Cía. y Juraj Ivanović y Cía., de Dobrota."

"El día 20-VII-1791 - Ancona - El falucho del patrón Nikola Jakobović, de la Bahía de Kotor, procedente de Zadar, en lastre. El 29-VII despachado para la mencionada Bahía de Kotor, con bacalao, cebollas y ajos."

A primera vista se trata pues de escuetos datos estadísticos cuya monotonía es interrumpida tan sólo por uno que otro breve relato de contratiempos sufridos por las tripulaciones de esa multitud de bergantines, goletas, faluchos, tartanas, pielegos (embarcaciones de hasta 100 toneladas con tres mástiles, de diseño veneciano) y otros barcos a su cargo.

"14-IX-1772 - Kotor - El pielego del patrón Luka Mijović, de Stóliv, procedente de Durres con un cargamento de pez dura y con destino a Venecia, naufragó el 20 de agostó ppdo. en las aguas de Hercegnovi. El barco se llamaba `Madona della Concezione e San Antonio di Padova'."

Sin embargo, el lector atento, especialmente aquel interesado en la historia política de las regiones situadas a lo largo de la costa oriental del Adriático, encontrará en la obra de Čolak informaciones sumamente notables. Una de ellas es que los patrones y capitanes afectados al tráfico marítimo en aguas del Adriático durante la época que contempla el libro y que, preponderantemente, se desarrollaba en el trapecio Venecia-Trieste-Durres (Durazzo, Albania) - Ancona-Venecia, con los dos puertos de escala más importantes en la costa dálmata —Zadar (Zara) y Split (Spalato)— eran en su gran mayoria croatas, oriundos de las provincias litoraleñas de Croacia, que se extienden desde el Golfo de Triestre hasta más al sur de la Bahía de Kotor. En efecto, el censo de los patrones y capitanes nombrados en los registros transcriptos en el libro, pone de manifiesto que del total de 1475 patrones y capitanes —por su origen étnico 1212 eran de nacionalidad croata, 203 italianos y 60 de otras nacionalidades (albaneses, griegos, montenegrinos, servios y alemanes). Tal circunstancia es testimonio de la importante función de la gente de mar croata en el tráfico marítimo en aguas del Adriático durante el Setecientos, no obstante el hecho de que en esa época la mayor parte de la costa de Croacia estaba bajo el dominio de Venecia, situación que se prolongó hasta la caída de ésta, ocurrida en 1797.

El prólogo y el epílogo de la obra —ambos publicados en italiano y en croata— con referencias al pasado de Croacia particularmente a su historia martima y un mapa de la región reproducido de un atlas impreso en París en 1665, facilitan el estudio de la obra, con la cual el autor ha demostrado sus aptitudes de sistematización y clasificación de documentos marítimos.

Recomendamos a nuestros lectores croatas o de origen croata que adquieran este valioso libro y que hagan donación del mismo a institutos históricos o bibliotecas, pues se trata de un documento que confirma lo justo de las reivindicaciones croatas referentes a territorios que en 1945 les fueran arrebatadas por el régimen comunista yugoslavo y entregados a otras naciones a las que nunca han pertenecido, como por ejemplo la Bahía de Kotor a la República Socialista de Montenegro.

Fedor Mažuranić

Información bibliográfica

Mate Meštrović: U borbi za Hrvatsku (En la lucha por Croacia)

ed. Consejo Nacional Croata, Stuttgart. 1986, pp. 119.

En la Feria de Libro de Francfort, Alemania Occidental, en el stand de libros croatas publicados en la diáspora, apareció también el título del epígrafe. Trátase de una docena de ensayos y artículos políticos, escritos por Mate Meštrović, presidente del Consejo Nacional Croata, desde 1980 hasta 1986 y publicados en periódicos y revistas de los refugiados políticos croatas, a saber: Vjesnik HNV (EE.UU.), Hrvatska Revija (Barcelona-Munich); HT Danica (Chicago); Hrvatska Država (Alemania Federal) y Hrvatski Vjesnik (Australia)

El prologuista Radovan Latković pone de relieve el pensamiento político y su enfoque actual de los problemas fundamentales y las aspiraciones libertadoras de los croatas y de su afanosa lucha por la independencia nacional y los derechos humanos. En síntesis, disponemos de un compendio de los escritos políticos y pautas organizativas del presidente del Consejo Nacional Croata en la diáspora.

Dirigir pedido a: Comité de Coordinación del HNV-a para Alemania, Postfach 1349, 7000 STUTTGART 1, Alemania Occidental. Precio: U$S 3.

B. K.

Branko Franolić: L'Adaptation des mots composés, des locutiones et des expressiones d'origine francaise en croate

ed. Istituto Universitario Orientale en Annali del Seminario di Studi dell'Europa Orientale, Sezione Linguistico-Filologica, 1982-1983.

En la misma publicación Annali 1984 salió del autor mencionado un estudio documentado sobre: Nouveaux Éléments en morphologie Croate introduits par des mots d'origine francaise et etrangére.

"Peticion: Amnistía de todos los presos políticos en Yugoslavia"

Editado por Internationale Gesellschaft für Menschenrechte (La Asociación Internacional para los Derechos Humanos) en Frankfort, el folleto titulado "Die Petition: Amnestie für alle politischen Gefangenen in Jugoslawien" (La petición: Amnistía de todos los presos politicos en Yugoslavia) contiene los casos recientes y más drásticos de la persecución por razones políticas que el régimen de Belgrado practica en Croacia y a la vez brinda el fondo histórico de la rebelión de la mayoría albanesa en la región de Kosovo. En su excelente prólogo el médico Dr. Reinhard Gnauck toma el caso del joven estudiante Dobroslav Paraga —quien fue condenado por recojer firmas para la Petición de Amnistía— como un ejemplo típico en qué medida y en qué forma se respetan los derechos humanos en Yugoslavia. El opúsculo de referencia de 100 páginas tiene valor documental y sirve como manual y fuente de datos en esa materia. En la portada se reproducen las firmas de la sonada Petición del año 1980. Dirigir los pedidos a: Internationale Gesellschaft für Menschenrechte, Kaiserstrasse 72, D-6000 Frankfurt/M. 1, Alemania Federal. Precio: DM 10.

Sobre la colaboración de Moreira de Castro

El diario O LIBERAL que se edita en Belem, Pará, Brasil, con fecha del 24 de agosto último y en la rúbrica Reporter 70 publica lo siguiente:

Dos artículos de nuestro comentarista internacional, Fernando Moreira de Castro, fueron publicados, en español, en Studia Croatica, revista trimestral de estudios políticos y culturales, editada con el patrocinio del Instituto Croata Latinoamericano de Cultura, con sede en Buenos Aires.

Dos libros de escritores chilenos de origen croata

En la sección "Guía de Libros" El Mercurio, de Santiago de Chile, del 5 de octubre de 1986, publica la siguiente nota:

"ROSA YAGAN, por Patricia Stambuk, Editorial Andrés Bello, 107 págs., Santiago, 1986.. Librería Andrés Bello, Huérfanos 1158, $ 1.080). Informante y entrevistadora fueron hilvanando la vida de la última yagán, sus costumbres y su pueblo" (Ver Studia Croatica, vol. 3/1985 y vol. 1/1986).

El mismo diario, del 26/10/86, en la nota titulada "Los libros más vendidos" (confeccionada sobre la base de datos proporcionados por cinco librerías más importantes de Santiago de Chile) destaca en el quinto lugar el libro ARDIENTE PACIENCIA, por Antonio Skármeta (Editorial Pehuén, Santiago).

"No olvidamos lo nuestro pero nos integramos aqui"

Al cierre de la redacción de este volumen salió en el diario CLARIN, Buenos Aires, 14-XII-1986, la crónica del encabezamiento con motivo de la entrevista con el "Padre Lino Pedišić, del Servicio Religioso Croata". A renglón seguido transcribimos algunos pasajes:

"En el tercer piso del Servicio Religioso Croata, en Avenida del Tejar al 4900, el padre franciscano Lino Pedišić sirve un generoso trago de Pelinac —aperitivo de hierbas aromáticas— y dice, apoyando su mano grande sobre la mesa: `He vivido casi toda mi vida aquí y fue una buena vida. Pero si mañana mismo pudiera volver a mi patria, lo haría sin dudar. Inmediatamente".

"No pudimos olvidar nuestro origen, nuestro canto, nuestra cultura, pero nos integramos armoniosamente a este país", dice. Es posible imaginárselo hablando de esta tierra y de la otra con una buena parte de los 100.000 croatas y descendientes que viven en la Argentina. ¿Hablan de esa rebeldía casi legendaria del pueblo croata? ¿Comentan todavía el atentado contra el rey Alejandro en el '34, quien había impuesto arbitrariamente al Reino de Yugoslavia a serbios, eslovenos y croatas? ¿Comparten un nacionalismo que, según dicen es necesario y saludable mantener aun lejos del mapa original?

El profesor Casimiro Katalinić, del Partido Republicano Croata, prófugo de Croacia y argentino por adopción (para colmo, casado con una catamarqueña que quizá habla el idioma original tan bien como él), interviene en la charla. "En lo que se llama hoy Yugoslavia conviven fuertes nacionalismos, le aseguro. El croata es uno de ellos y un pueblo no puede existir sin su propio Estado soberano".

El padre Lino retorna la palabra: "¿Cómo definiría a un croata? Como a alguien que no soporta la injusticia, alguien para quien la palabra empeñada vale más que la escrita", dice y sirve otra porción de Pelinac, un aperitivo croata que sabe hacerse respetar".

Cartas de los lectores

San Juan, 11 de Septiembre de 1986

Sr. Ljeposlav Perinić

Carlos Pellegrini 743, 39, "18", 1009 Buenos Aires

Estimado Sr. Perinić:

Al agradecer la revista "Studia Croatica" que tuvo la gentileza de enviarme, debo hacerle presente que experimenté una gran alegría al tener nuevamente noticias de los "croatas", a quienes estimo y admiro, y a quienes empecé a conocer gracias a la amabilidad de su Director, el Dr. Radovan Latković, a quien agredezco y retribuyo sus saludos.

A él también le debo la información sobre la vida y actuación del gran prócer y mártir, Dr. Esteban Radić, a quien sinceramente admiro por su valor, hidalguía y patriotismo y que acá lamentablemente se desconoce.

Me sentiré muy complacida y agradecida de recibir regularmente tan importante revista que me ayudará enormemente, a no dudarlo, al conocimiento de Croacia.

Haciendo votos por su ventura personal, le saludo muy atte.

María Augusta Herrera Bustos

Avenida Córdoba 438 - Este

5400 San Juan

Buenos Aires, 6 de noviembre de 1986.

Señor Secretario de Redacción de Studia Croatica

D. Ljeposlav Perinić.

He recibido la interesante publicación de estudios políticos y culturale., que tuviera la gentileza de hacerme llegar. Le agradezco su envío y aprovecho la oportunidad para felicitarlo por la calidad de la revista así como por el valioso material informativo sobre la historia y la cultura de esa magnífica comunidad.

Salúdolo con toda consideración.

Arturo López Peña

Manifestaciones de la Juventud Argentino-Croata en Buenos Aires

El 29 de noviembre, aniversario de la constitución de la República Federal de Yugoslavia, los jóvenes croatas-argentinos, reclamando la libertad para Croacia, distribuyeron en las calles céntricas de Buenos Aires el volante que reproducimos:

¿SOBERANIA O IMPERIALISMO?

¿Piensa Ud. que cada pueblo tiene derecho a su auto-determinación y a su independencia, o preferiría Ud. que unos pocos países grandes sojuzgaran a los demás?

¿Cree Ud. que habría que destruir la independencia de la mayoría de los países sudamericanos y centroamericanos, entre ellos la de Guatemala, Nicaragua, Honduras, Bolivia, Paraguay, Uruguay, etc.?

¿Considera Ud. que muchos paises europeos, entre ellos Suiza, Suecia, Austria, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Irlanda y Albania no tienen derecho a subsistir y deberían ser sometidos por países más grandes y más poderosos?

¿Sabe Ud. que en el mundo actual hay exactamente cien naciones soberanas, entre las cuales se encuentran todas las anteriormente mencionadas, cuyas poblaciones son más pequeñas que la de Croacia?

¿Está Ud. Informado de que el pueblo croata tuvo su independencia hace ya más de-1.300 añós?

Y de que hace 41 años el pueblo croata, tras ardua lucha, en la cual pereció uno de cada diez Croatas, perdió su estado soberano y fue obligado a ingresar en la Yugoslavia titoista, proclamada el 29 de noviembre de 1943?

Pero la voluntad croata no fue doblegada, el pueblo croata sigue luchando y tarde o temprano resurgirá nuevamente

CROACIA LIBRE Y SOBERANA.

¡ABAJO TODOS LOS IMPERIALISMOS - INCLUYENDO EL IMPERIALISMO YUGOSLAVO!

¡LIBERTAD Y SOBERANIA A TODOS LOS PUEBLOS - INCLUYENDO EL PUEBLO CROATA!

JUVENTUD CROATA

 



[1] (•) Para mejor orientación de muchos de nuestros lectores consignamos los datos escuetos sobre Miranda, Francisco Antonio Gabriel, general, político y prócer venezolano, n. en Caracas el 9-6-1756 y m. en Cádiz 14-7-1816. Capitán de ejército, graduado en Espafia, tomó parte en la guerra de Independencia de la América del Norte. Fue bien visto en las sociedades y cortes europeas, sobre todo en San Petesburgo, donde Catalina II lo protegió en sus pretensiones de independizar a su patria. Participó en la Revolución Francesa y entró en servicio de la Francia republicana, y en 1792 y 1793 se distinguió en la guerra contra Prusia y en la ocupación de Bélgica. Acusado de conspiración se refugió en Inglaterra y pensando siempre en la emancipación política de la América española, daba instrucciones a Madariaga, O'Higgins, Caro y otros próceres sudamericanos. En Inglaterra y España estableció asociaciones que revestían las formas de logias masónicas y cuyo fin era la libertad de Hispanoamérica. Fue Miranda el primero que, en honor de Colón, llamó Colombia a las regiones que se liberaron en Costa Firme, y el primero que dio el grito de independencia sudamericana, el que preparó el 5 de Julio de 1811, día en que Venezuela declaró su independencia nacional. Miranda era muy instruido y hablaba 10 lenguas. En el Arco de Triunfo de Paris figura su nombre (Nota de la Redacción).

[2] Tanto Miranda como muchos autores del siglo XVIII usan la terminolog'a geográfica latinizada o italianizada al referirse a Croacia. Así Dalmacia en vez de Croacia Meridional, Ragusa o Raguza en vez de Dubrovnik, Spalato/Spalatro en vez de Split, Gravosa en vez de Gruž, Raguza Vequia en vez de Cavtat, etc. Estos últimos términos en el idioma croata han ido popularizándose internacionalmente a partir del Renacimiento Nacional Croata de los años treinta del siglo XIX.

[3] Dávila, Vicente, Introducción, Torno II, Archivo del General Miranda, Viajes, Diarios 1785-1787, Editorial Sur-América, Caracas, 1929.

[4] Dávila, Vicente, Introducción, Torno II, Archivo del General Miranda, Viajes, Diarios 1785-1787, Editorial Sur-América, Caracas, 1929.

[5] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[6] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[7] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[8] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[9] Al igual que con respecto a los términos geográficos, Miranda usa las formas latinizadas o italianizadas de los nombres y apellidos croatas, indicados entre paréntesis. Asi Tomasso y Jacob Bassegli (Toma y Jakobica Basiljević ), Michaele Roini (Miho Rojnić), Francesco di Ragnina (Frano Ranjina), Sorgo (Sorkoéević), Pietro Natali (Pere Natalić), Resti (Rastić), Georgi (Durdević), Baldassar de Gozze (Baldo Gučetić), Cristophoro Basich (Kersto Bašić) y Joseph Pilcovich (Jozo Pilković).

[10] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[11] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[12] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[13] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[14] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[15] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[16] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[17] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[18] (•) Sultán del Imperio Turco, Otomano

[19] Archivo del General Miranda, Viajes, Diaries, Tomo II, Editorial Sur-América, Caracas, 1929, págs. 7, 108-110.

[20] Muljačić, Žarko, Iz korespondencije Alberta Fortisa (De la Correspondencia de Alberto Fortis), Materiales para la historia literaria croata, Zagreb, 1952.

[21] Bersa, Josip, Dubrovačke slike i prilike, 1800-1880 (Imágenes y vivencias de Dubrovnik, 1800-1880), Matica (Ateneo) Croata, Zagreb, 1941.

[22] Bersa, Josip, Dubrovačke slike i prilike, 1800-1880 (Imágenes y vivencias de Dubrovnik, 1800-1880), Matica (Ateneo) Croata, Zagreb, 1941.

[23] Bersa, Josip, Dubrovačke slike i prilike, 1800-1880 (Imágenes y vivencias de Dubrovnik, 1800-1880), Matica (Ateneo) Croata, Zagreb, 1941.

[24] Bersa, Josip, Dubrovačke slike i prilike, 1800-1880 (Imágenes y vivencias de Dubrovnik, 1800-1880), Matica (Ateneo) Croata, Zagreb, 1941.

[25] Véase nuestro trabajo 'La controversia político-nacional entre los inmigrantes croatas de Magallanes (1896-1918)" Studia Croatica XXVI (4) : 303-330.

[26] Referencia al célebre pacto convenido entre el líder croata Ante Trumbić, a nombre del Comité Yugoslavo de Londres, representativo de la diáspora croata en el mundo, y Nikola Pašić, primer ministro de Servia, por el que se establecieron los fundamentos político-jurídicos del futuro estado yugoslavo.

[27] "Estefan Radić"

[28] "El día de la restauración de la libertad yugoslava", "El Magallanes", Punta Arenas, 1 de diciembre de 1928.

[29] "El Aniversario de Yugoeslavia", "El Magallanes", Punta Arenas, 19 de diciembre de 1930.

[30] Años después en nueva voltereta dialéctica, Bonacić hará una vibrante defensa del federalismo, calificándolo como tendencia histórica natural del pueblo yugoslavo, y celebrando la proclamación de Yugoeslavia Democrática y Federal por el Movimiento de Liberación Nacional (...) como un acontecimiento que hará eco en la vida de los eslavos meridionales... ("Federalización de Yugoeslavia", "El Magallanes", Punta Arenas, 29 de setiembre de 1945).

[31] "Aniversario de la Constitución de Yugoeslavia", "El Magallanes'', Punta Arenas, 14 de diciembre de 1930.

[32] En información publicada por "El Magallanes" en su edición de 5 de, abril de 1932, se daba cuenta de que la colonia yugoslava se aprestaba para conmemorar el 261 aniversario de la muerte de los héroes croatas Zrinski y Frankopan. Sería ésta la última vez que la prensa de Punta Arenas registraría una noticia semejante.

[33] En 1931 el Dr. Branimir Jelić, ferviente patriota que se había distinguido como uno de los más influyentes líderes del nacionalismo croata, y a la sazón autoexiliado por razón del golpe autocrático del Rey Alejandro, fundó en Buenos Aires la organización Hrvatski Domobran (La defensa del Hogar Croata).

Esta institución inició y desarrolló una labor intensa de propaganda reclamando la independencia croata, concitando la adhesión de muchos emigrados radicados en el país y en el exterior. Para ellos y sus ideas fueron las denostaciones de Bonacić, defensor intransigente del unionismo sureslavo por sobre toda otra consideración.

El autor agradece al estimado amigo y colega Sergio Mimica, de Santiago de Chile, el antecedente referido, del mismo modo como su apreciada lectura comentada del presente trabajo.

[34] "Alejandro I, el unificador, Rey Mártir de Yugoslavia", "El Magallanes", Punta Arenas, 29 de octubre de 1934.

[35] "Primero de Diciembre y la política yugoeslava interna", "El Magallanes", Punta Arenas, 14 de diciembre de 1934.

[36] "Día de Yugoeslavia unida", id. id., 1 de diciembre de 1935.

[37] "Croacia quiere su autonomía", edición del 6 de enero de 1939.

[38] "¿Qué quiere Matchek?", por Luciano Carosi, 7 de julio de 1939; y "Y triunfó Matchek... ". por Ladislav Szabo, 28 de junio de 1940.

[39] Insistimos en lo de "sólo en principio", pues el desacuerdo se mantuvo en aspectos de importancia. Sin embargo. la breve experiencia de vigencia del Banato registró algunos hechos positivos que contribuyeron a aflojar la tensión acumulada entre croatas y servios.

[40] "Aspectos de la política yugoeslava ante el momento internacional", "El Magallanes", Punta Arenas, 6 de setiembre de 1939.

[41] Lo incómodo que hubo de serle el tema a Bonacić, hizo que omitiera toda mención al mismo en el cuarto volumen (inédito) de su obra "Historia de los Yugoeslavos en Magallanes" (Punta Arenas 1941 a 1946), no obstante que a la materia (la cuestión croata bajo la monarquía austrohúngara) le destinó considerable espacio en los tomos segundo y tercero.

[42] "Significado politico del movimiento croata en Yugoeslavia", "El Magallanes", Punta Arenas, 29 de setiembre de 1939.

[43] Esta frase final es una referencia al reciente triunfo electoral (octubre de 1938) del Frente Popular, cuyo abanderado, el ilustre hombre público Pedro Aguirre Cerda, de filiación política radical, fue elegido Presidente de Chile.