STUDIA CROATICA
Año XXVIII – Enero – Marzo 1987 - Vol. 104
La diáspora croata en la década de 1980: avalúo
crítico
Marin Držić, comediógrafo renacentista croata
Crónicas – Glosas - Comentarios
La economía yugoslava: una advertencia que hasta
los sordos deben oir
Eslovenia marginada en la Yugoslavia multinacional
La mezquita de Zagreb sigue cerrada
Los croatas y el Renacimiento europeo
Ruža Baldani solista en la "Missa
Solemnis" en el Teatro Colón
La cantante croata Dunja Vejzović en el
Teatro Colón
La colectividad croata en Australia con el Papa
El senador Sir John Carrick ensalza la causa
nacional croata
"El croata es uno de los idiomas de Austria"
El II Congreso Mundial de la Juventud Croata
Los croatas cumplieron con la palabra dada
El Papa conocerá la población multiétnica austral
Destacados chilenos de origen croata
California y el aporte de los croatas
Suecia
Uruguay
En defensa de los derechos humanos
La ley y la represión en Yugoslavia
La solidaridad internacional con Čižek
Violación de los derechos humanos en Yugoslavia
Derecho de autodeterminación nacional de Croacia
Principios básicos y lineamientos políticos del
Consejo Nacional Croata
La opinión pública croata jamas aprobó el
asesinato de Sarajevo
Yugoslavia y la cuestión croata
Brotes del nacionalismo servio
La economía politizada de Yugoslavia decae
Chantaje con la visita del Papa a Yugoslavia
Nicolai Tolstoy. The Minister and the
Massacres
Yugoslavia Genocide - A Documented Analysis
Ernest Bauer: Der Löwe vom Isonzo. Feldmarshall Svetozar
Boroević de Boina
Mirko Eterović: Virgilio, El forjador del
espíritu occidental.
Traducción de Martín Fierro al idioma ucranio
Manual Filatélico del Estado Independiente de
Croacia
Nuevos libros de escritores chilenos de origen
croata
Libros del escritor croata-boliviano rev. José
Blažina
Maria L. Lukač de Stier: "Diversas
corrientes interpretativas del pensamiento de Hobbes"
Les croates et la Renaissance en Europe
1040101
George
J. Prpić, Ph.D., John Carroll University, Cleveland, Ohio, EE.UU.
La vieja y la nueva diáspora
En primer lugar, ¿qué significa
la palabra diáspora? Originalmente quiere decir "un conjunto de judíos o de
las comunidades judías fuera de Palestina». También se refiere "al cuerpo
de judíos que viven entre los gentiles..." En el Nuevo Testamento este
término se aplicó "al cuerpo de cristianos que viven fuera de
Palestina". En los tiempos más recientes significó "la dispersión de
cualquier pueblo originariamente homogéneo" (el vocablo deriva de la voz
griega diasperein - dispersarse)[1].
En las últimas décadas muchos
historiadores y escritores utilizaron este término en lo tocante a varios
grupos étnicos que en nuestra centuria turbulenta —más que antes— se vieron
dispersados por varios continentes. Vivimos en la época de la gente en
movimiento, en la época de refugiados, exiliados y migrantes. Uno de esos
pueblos es también el croata. Los croatas pertenecen, como los irlandeses,
italianos y armenios a una nación arquetípica de emigrados. El término usado
con mayor frecuencia por los escritores, historiadores y periodistas croatas es
Iseljena Hrvatska-Croacia en exilio. Parece que fue Franjo Zotti quien primero
recurrió a esta expresión hace casi 80 años en la Ciudad de Nueva York en su
diario Narodni list - La Gaceta nacional. La acuñó en la época de
la inmigración masiva de los croatas a los EE.UU.[2]. Aquellos fueron los años de un nuevo éxodo croata.
En los tiempos más recientes el
profesor Bogdan Raditsa sugirió en sus escritos que los escritores croatas
usaran el término diáspora.
Actualmente, los asentamientos
de la diáspora croata se hallan ubicados en Europa (fuera de la patria), en las
Américas Sur y Norte, en el Medio Oriente, en el continente africano, Australia
y Nueva Zelanda. Mientras centenares de mercenarios croatas estaban al servicio
de la España mora ya en el curso del siglo IX, la verdadera dispersión del
pueblo empezó desde hace unos 450 años[3].
Esos hechos deniegan el mito
según el cual los croatas serían un grupo étnico que pertenece a la llamada
"nueva inmigración". Sus migraciones empezaron ya a principios del
siglo XVI cuando muchos de ellos emigraron de la retaguardia adriática a las
comarcas de Hungría y muchisímos abandonaban a las regiones adriáticas para
dirigirse a la América Hispánica. En total, más de 400.000 salieron de su
patria durante 1500-1600.
El Adriático vincula a los
croatas con los países de ultramar. Excelentes marinos, era a la vez gente
inquieta. Amenazados por las invasiones otomanas, atraídos por el imán de la
aventura y la riqueza en los países lejanos, allende los mares, seguían
emigrando.
Un cuidadoso análisis histórico
revela que toda tragedia nacional siempre y en forma inevitable fue seguida por
migraciones, en grandes proporciones, del pueblo croata. Bajo el término
tragedia se sobreentienden desastres de proporciones históricas, tales como las
guerras con las batallas perdidas, rendiciones, invasiones y ocupaciones foráneas,
cuando a veces fueron cometidas matanzas masivas de la gente aborigen. A todo
ello debemos sumar la servidumbre y las deportaciones masivas[4].
Se calcula que durante las
guerras turcas y su ocupación, aproximadamente 1,5 millón de croatas fueron deportados
como esclavos por los ejércitos otomanos. Fueron dispersados a lo largo y ancho
del Imperio Otomano[5]. Esta emigración compulsiva costó carísimo a Croacia. No
creó una diáspora duradera. Estos centenares de miles se diluyeron
completamente en el mar islámico.
De modo que se debe hablar de
dos clases de la diáspora croata: de la vieja y de la nueva. Hasta fines de
1700 todos los sectores de la Vieja Diáspora fueron asentados. En este continente
los había en la América Hispánica; en Europa, en los países siguientes:
Hungria, Austria e Italia. Aquí no están incluidos muchos miles de los
emigrados croatas que servían bajo banderas foráneas o eran empleados por
varios estados del viejo continente (desde Francia hasta Rusia). Esta diáspora
no recibió nuevos afluyentes después de 1800 y en las primeras décadas de 1900
desapareció en gran proporción a causa de su asimilación.
La Nueva Diáspora de los
emigrados croatas se formó gradualmente en el curso de los últimos cien años:
en ambas Américas; en la Europa Occidental; en Australia y Nueva Zelanda; en
Sudáfrica y en el Próximo Oriente.
Está aumentando debido a la
emigración continua desde Croacia. Seguirá subsistiendo por muchos años. Según
ciertas apreciaciones la diáspora croata entera, la vieja y la nueva, involucra
a cerca de 4.000.000, entre varias generaciones[6].
Lo que es muy evidente en este
hemisferio (ambas Américas) es el hecho de que la diáspora croata es el
producto de muchas olas inmigratorias. Aquí en Norteamérica consiste en varias
capas de inmigrantes: los que llegaron antes de 1800; los arribos que siguieron
hasta 1890; la "marea alta" de los inmigrantes desde 1890 hasta 1914;
miles y miles que llegaron durante los años 1920 antes de que se "cerrara
la puerta"; los inmigrantes que arribaron desde 1947 hasta los años 1980.
Incluso se registran varias capas en este último periodo: primero las
"Personas Desplazadas" y los refugiados hasta los mediados de la década
1950; luego, dos grupos diferentes, por lo menos, en el curso de los últimos
treinta años.
Causas de las migraciones
Czeslav Milosz, premio Nobel de
literatura, escritor polaco-norteamericano, acota en uno de sus ensayos:
"Nuestro siglo es el de la migración masiva, impulsada por los torbellinos
políticos"[7].
Lo antedicho, por cierto,
responde a la verdad en el caso croata. Sin embargo, cabe observar que en
Croacia hubo torbellinos politicos durante varios siglos pretéritos. A través
de toda su historia —particularmente desde los principios del siglo XV— se
registraron repetidos ciclos de tragedias y huidas de la gente, o migraciones
forzosas. Las tragedias y las migraciones están interconectadas. Y permanecerán
en el recuerdo de los dispersados en la diáspora. Incluso los que ya no hablan
el croata, y cuyos últimos apellidos son ingleses o españoles— en muchas
instancias saben porqué sus antepasados llegaron a la patria adoptiva.
La pérdida parcial o total de la
independencia y la soberanía fue el resultado de los torbellinos politicos y
las tragedias y el factor primordial de todas las migraciones croatas. Todos
los motivos económicos para emigrar derivan de los factores políticos: el poder
foráneo y la pérdida de la soberanía nacional. Así fue desde hace tres siglos y
décadas. Es la verdad actual también[8].
Un análisis atento de los
factores económicos, históricos, sociales y religiosos, incluso durante los 86
años de "este siglo de migraciones masivas" de los croatas, nos
lleva, inevitablemente, a una conclusión: El tremendo incremento de la diáspora
croata tiene sus origenes en los factores políticos. La decisión de cada
emigrado de dejar su patria y unirse a la diáspora fue influida, en forma
directa o indirecta, por la situación política basada en las ideologías que
privan a los individuos de sus derechos humanos fundamentales.
La diáspora languideciente en la Europa Central
Los viejos asentamientos croatas
experimentaron durante siglos la falta de esos derechos, incluso en sus nuevas
patrias. El ejemplo típico lo encontramos con los croatas en Moravia (desde
1918 parte de Checo-Eslovaquia). Durante la gran migración croata rumbo al
norte en el siglo XVI se establecieron en Moravia nueve asentamientos. Quedaron
tres aldeas hasta la década de 1940. (Las seis restantes ya estaban
asimiladas). Después de 1945 el nuevo gobierno checo deportó a todos los
croatas de Dobro Polje, Frelištof y Nova Prerava a las regiones septentrionales
de Bohemia y Moravia a lo largo de la frontera polaca. Así acabó esa minúscula
diáspora croata en Moravia[9].
Al mismo tiempo que los croatas
estaban fijando sus primeros asentamientos en Moravia y la Hungría occidental,
fundaron cerca de 80 aldeas en Eslovaquia cerca de Bratislava y Trnava
(entonces partes de la Hungría septentrional). Sólo sobrevivieron hasta hoy
cuatro aldeas. Hay escasa información sobre la suerte de esta mini-diáspora de
alrededor de 6.000 personas. Casi no existe vínculo alguno entre las parroquias
en Eslovaquia y la Iglesia Católica en Croacia[10].
Por intermedio del clero la Iglesia trata de preservar la identidad
nacional croata en todos los asentamientos que existen hoy en Austria, Hungria
y Rumania. Se mantienen estrechos lazos con la Iglesia y otras instituciones
(como Matica Iseljenika Hrvatska) y los croatas en Burgenland de Austria. Al
cabo de 450 años, pese a todos los sufrimientos, la desnacionalización y la
asimilación todavía constituyen en Austria una diáspora importante, vital y muy
activa. Su número oscila alrededor de 30.000, sólo el remanente de muchos miles
que originariamente se radicaron allí. Además, más de 5.000 residen en Viena.
Casi tres docenas de parroquias, más de 50 asentamientos, la existencia de
muchas organizaciones, una actividad pujante de prensa y editora atestiguan que
la minoría nacional croata en Austria es todavía muy dinámica. Vínculos
estrechos y amistosos con la madre patria Croacia, como asimismo su generosa
ayuda, pospondrán por algún tiempo la extinción de esta diáspora[11].
Menos afortunados que los de
Burgenland fueron los croatas radicados en la Austria Inferior, en la vecindad
de Viena. De alrededor de 60 aldeas existentes sobrevivieron hasta hoy sólo
tres. La destrucción inicial fue perpetrada por los turcos en 1683 durante el
segundo asedio de Viena; la extinción final se debe a su migración a otras
partes de Austria y a su asimilación[12].
Los croatas viven también del
otro lado del límite oriental de Burgenland, en Hungria, en varias aldeas.
También los hallamos dispersos en las regiones meridionales de Hungría, a lo
largo del rio Drava, en Baranja, en el triángulo de Baja, y en otros lugares.
De los 80.000 croatas que había en Hungría en 1930, probablemente existen
todavía los dos tercios. El gobierno actual permite sus muchas actividades
culturales y religiosas y sus conexiones con la vieja patria[13]. Empero, la asimilación sigue su marcha y dentro de dos
o tres generaciones habrá alli muy pocos croatas.
Los croatas en Rumania e Italia
Se dan 3 islas étnicas croatas
en el Banat rumano, creadas mediante una inmigración gradual, establecidos ya
en Austria y Hungría los asentamientos croatas. Esta diáspora totaliza
alrededor de 15.000 almas; el grupo más grande se encuentra alrededor de
Krasova con 7 aldeas y cerca de 8.000 croatas. Estos croatas disponen de 4
parroquias y 5 sacerdotes; mantienen contacto regular con la Iglesia en
Croacia, según puntualiza Vladimir Stanković. Recientemente, el gobierno
rumano permitió la importación de varios miles de biblias en croata y de otros
libros religiosos desde Zagreb para el uso de los croatas católicos[14].
Durante muchos siglos miles de
croatas vivían en distintas partes de Italia. Después de mayo de 1945 millares
de croatas hallaron asilo en Italia. La mayor parte de estos exilados políticos
—en el lapso de pocos años—emigró a la Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y
otros países de ultramar. Allí se sumaron a las viejas colectividades croatas.
Incluso después del éxodo de 1945, centenares de refugiados croatas seguían
afluyendo, muchos pasando por Trieste. Muchos de ellos residieron en Italia.
Los descendientes de los croatas
que huyeron ante las invasiones turcas cruzando el Adriático, subsisten todavía
en tres aldeas en la provincia meridional italiana de Molisse. Cuentan con tres
parroquias, con sus propios sacerdotes y tienen relaciones con la Iglesia en
Croacia. Suman unas 6.000 almas[15]. Siendo un país vecino, Italia sigue abrigando la
diáspora croata (cuyas cifras fluctúan) especialmente en Trieste y sus
alrededores.
La Europa Occidental y Septentrional
Desde 1870 los croatas del
literal, Lika y Gorski Kotar solían trasladarse, como obreros temporarios, a
Alemania. Después de la Primera Guerra Mundial millares se fueron a Bélgica y
Francia, trabajaron allí y muchos se quedaron. Así se inició la diáspora croata
en la Europa occidental. Entre fines de la década de 1939 y 1945 más de 100.000
de los obreros croatas encontraron trabajo en el Reich alemán. Gran porciento
se quedó allí al terminar la 2 Guerra Mundial. Después de mayo de 1945 —y
durante los años subsiguientes— miles y miles de refugiados croatas se agregaron
a sus compatriotas en la Alemania occidental y en Austria. Durante la década de
1960 y los primeros de la de 1970, con el permiso de las autoridades
yugoslavas, más de 400.000 croatas se trasladaron a la Alemania Federal y
Austria como trabajadores temporarios o 'huéspedes' (Gastarbeiter). En un
verdadero éxodo que duró casi una docena de años esta masiva emigración de la
gente --mayormente desde aldeas y ciudades— afluyó a los países industriales de
la Europa occidental y septentrional.
Junto a las diásporas viejas se
crearon las nuevas en: Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Luxemburgo, Suiza,
y hasta en Gran Bretaña. Las viejas diásporas en Francia y Bélgica se vieron
reforzadas por la afluencia de nuevas corrientes. Ingentes masas de los llamados
emigrados económicos —gente con el pasaporte (pasošari), se entremezcló con la
anterior, integrada por refugiados políticos. Si bien algunos de los
trabajadores estacionales regresaron durante los últimos años, sigue existiendo
una importante y muy vital diáspora croata en los países occidentales y
septentrionales de Europa. Entre sus miembros figuran miles y miles con títulos
secundarios y universitarios, profesionales, técnicos, obreros especializados,
mayormente jóvenes de ambos sexos. Desde el punto de vista económico esta
enorme emigración —especialmente en RFA— es lo mejor que pudo haber ocurrido a
Croacia y a los croatas. Juzgándolo, en cambio, desde el punto de vista
nacional: representa un tremendo "drenaje cerebral", la pérdida de
casi una generación entera de la gente vigorosa y joven cuyos hijos
inevitablemente serán asimilados por los países anfitriones. Las diásporas en
RFA y Austria resultan menos penosas a los dos lados por su vecindad con el
país de origen: a los emigrados y a sus familiares en la patria. Su exitencia,
junto a muchos resultados beneficiosos, también dio origen a complejos
problemas sociales, nacionales, religiosos, económicos y políticos[16].
En la Alemania Federal en
particular: aquí tenemos una pequeña Croacia entera transplantada en un país
extranjero con alto nivel de vida, elevados ahorros, millones de dólares
ahorrados, con docenas de misioneros y centros sociales activos, parroquias,
salones de reunión, centenares de puntos comerciales, numerosas sociedades y
clubes, las más diversas publicaciones, y una variedad de actividades
religiosas, culturales, sociales, económicas, políticas, educativas,
folklóricas u otras. Y todo se hace en libertad... Pero al lado de tantos
aspectos positivos y atrayentes de esta pujante diáspora se dan muchas facetas
negativas. Igual que en los demás países de la Europa de oeste y norte, los
emigrados croatas se dan cuenta que por todas esas bendiciones (tienen que
pagar un alto precio). Al respecto tienen la misma experiencia que sus
compatriotas —y antepasados— que vinieron recientemente o en las décadas
anteriores a Norteamérica y Canadá.
El proceso de estas diásporas en
la Europa de oeste y norte requirió su precio, alto y oneroso: la devastación y
la despoblación de muchas partes de las repúblicas de Croacia y
Bosnia-Herzegovina[17].
En el Medio Oriente
Ambos Lorković y Holjevac
hacen referencia a la diápora de los croatas musulmanes en Turquía. Fue
constituida por la inmigración masiva de los mulsumanes de Bosnia-Herzegovina y
Sandžak, de hecho la huida después de 1878, 1908 y durante 1918-1941. Holjevac
resume:
"La emigración de los
croatas del credo musulmán de Bosnia y Herzegovina merece una investigación
cuidadosa ya que a causa de su fuerza numérica y dimensión fue una de las
emigraciones más significativas de las tierras croatas"[18].
Más adelante Holjevac observa
que, conforme a la información oficial, sólo durante la década de 1950 unos
195.000 de musulmanes emigraron de Yugoslavia a Turquía, gran parte de ellos
procedente de Bosnia y Herzegovina[19].
Cabe estimar que hay más de
200.000 de musulmanes croatas —con sus descendientes— que viven actualmente en
Turquía. Abandonaron su patria por motivos religiosos y políticos. El gobierno turco
aplica la politica de asimilación de todos los no turcos. El futuro no depara
muchas esperanzas en cuanto a la supervivencia de nuestra diáspora musulmana en
aquel país.
Después de 1945 centenares de
mulsumanes croatas —refugiados y emigrados— hallaron asilo en varios países
medio orientales. Algunos se quedaron allí; algunos se trasladaron a otros
continentes.
En el Continente Africano
Hace casi cincuenta años
Lorković calculó que había 6.500 croatas emigrados en el continente
africano, de los que la mayoría vive en Sudáfrica. Según T. A. Mursalo (quien
vive allí) hay alrededor de 15.000 inmigrantes croatas en el 'Continente
Negro'. De ellos unos 6.000 viven en la turbulenta República Sudafricana. Se
radicaron en: Johanesburgo, Pretoria, Ciudad del Cabo, Durban, y
Vanderbijlpark. Una misión católica croata se ocupa de todos ellos[20]. En los últimos años algunos inmigrantes croatas se
trasladaron a Norteamérica y Australia.
Oasis croatas están dispersas
por varios países africanos; entre ellos figuran también los trabajadores
temporarios, de fecha más reciente.
En Australia y Nueva Zelanda
Antes de 1930 había en Australia
entre 12.000 y 15.000 croatas. De esos unos 10.000 arribaron entre 1922 y 1940.
Se asentaron en la Australia occidental, New South Wales, Victoria, Queensland
y Australia meridional.
Vivían en una veintena de
ciudades. La inmigración croata de la última posguerra incrementó esa diáspora
más de diez veces. Esta afluencia puede dividirse en cuatro períodos: el ler.
período entre 1945 y 1952; el 2do. 1952- 1960; el 3ero. 1960-1973; y 4to. la
afluencia después de 1973. La estimación de varios autores eleva la cifra de
estos inmigrantes a 150.000-200.000.
Hoy, su mayor parte vive en las
ciudades siguientes: Sydney (40.000-50.000), Melbourne (40.000-50.000), Perth
(alrededor de 25.000), Adelaide (aprox. 5.000) ; Canberra (cerca de 4.000) y
Brisbane (unos 4.000). Significantes colonias croatas se hallan también en:
Geelong, Wollogong, Ballarat, Newcaste, Hobart, Whyalla, Mildura, Broken Hill,
Mackay, Townsville y Cairns.
En el curso de los últimos 40
años Australia duplicó su población (de cerca de 7.000.000 en los primeros años
de la década del 1940 a un poco más de 16.000.000 en 1950). Entre grandes olas
inmigratorias durante los últimos años de la década del 1940 las autoridades
australianas dieron una cálida bienvenida también a los inmigrantess croata
(llegados primero de los campos de refugiados que luego fueron reforzados por
los numerosos emigrados de la vieja patria). Australia necesitó toda esta gente
joven, dinámica con conocimientos técnicos y acostumbrada a trabajar duro y
parejo. Estas cualidades, sumadas al espíritu de pioneros de decenas de miles
de croatas contribuyeron al desarrollo de una Australia moderna y al rápido
progreso de una pujante y próspera diáspora croata. Disponen de todos los
recursos necesarios para un grupo étnico y perseverante en una sociedad
multiétnica y multicultural.
A millares de esta diáspora
Australia resultó ser un país de la oportunidad. Tienen satisfechas todas las
necesidades de un grupo étnico: buen nivel económico, sus numerosas parroquias
y misiones pastorales, una prensa muy activa, organizaciones religiosas,
sociales, culturales, educativas y políticas. Y, por supuesto, también tienen
sus problemas, como lo demuestra la década del 1970 cuando los croatas
figuraban en los encabezamientos y títulos de todos los periódicos
australianos.
Las migraciones croatas a Nueva
Zelanda (situada en dos grandes islas al suroeste de Australia) empezaron hace
más de cien años. En 1939 cerca de 6.000 croatas estaban radicados allí, en una
comarca bien pintoresca y ambientados en casi todos los ramos de la economía y
de la vida de la nación. Algunos estiman que hoy hay entre 20.000 y 30.000
croatas y sus descendientes en este dominio británico. La gran parte procede de
las regiones adriáticas. La mayoria de los croatas vive en y alrededor de
Auckland. Muchos sobresalen en distintas áreas de la vida nacional. Como grupo
étnico se muestran activos, visibles y exitosos. Su herencia nacional y
religiosa está bien preservada. Igual que sus compatriotas en Australia
seguirán existiendo y floreciendo por muchas décadas[21].
La diáspora en el Hemisferio Occidental - Las Américas
Como resultado de migraciones
seculares gran número (para un país relativamente pequeño) de los croatas y sus
descendientes vivían radicados en 1939 en los países siguientes del norte al
sur:
Norteamérica: |
|
Los EE.UU |
1.000.000 |
Canadá |
25.000 |
México |
3.000 |
|
|
América Central: |
|
Cuba |
500 |
Panamá |
250 |
Guatemala |
200 |
Honduras |
500 |
Demás países de la América
Central |
alrededor de 9.000 |
En Sudamérica: |
|
Argentina |
100.000 |
Brasil |
35.000 |
Chile |
20.000 |
Perú |
2.000 |
Uruguay |
8.000 |
Paraguay |
2.500 |
Ecuador |
250 |
Bolivia |
2.500 |
Venezuela |
250 |
Colombia |
150 |
Los asentamientos más antiguos
se hallan en las Américas Sur, y Central y en algunas áreas de los EE.UU.[22].
En la Argentina, antes de 1945, la
diáspora croata era próspera, vigorosa, muy activa y un sector bien conocido de
la nación argentina. (Semejante prestigio gozó la colectividad croata en
Chile). Después de 1946 más de 15.000 exiliados políticos croatas se sumó a la
inmigración anterior (y a sus descendientes) y rejuveneció el grupo étnico
entero con su pujanza en distintas actividades. Durante muchos años Buenos
Aires abrigaba acaso la mayor concentración de los intelectuales exiliados
croatas de la posguerra. Debido a las condiciones económicas y políticas
deterioradas, millares de esos individuos instruidos, profesionales y técnicos
no logró el éxito que hubieran tenido —por ejemplo- en los EE.UU. y Canadá. A
medida que transcurrían los años, en una situación que se agravaba constantemente,
numerosos inmigrantes de la posguerra se sentían decepcionados y frustrados.
Algunos más ambiciosos se trasladaron a los EE.UU. Como no hay nuevas olas de
inmigrantes del país de origen, tras casi 40 años, la diáspora croata en la
Argentina está desapareciendo. Además se debe pagar el tributo a la asimilación[23].
Una influencia sumamente notable
sobre la entera diáspora croata irradia de las actividades editoras en Buenos
Aires. La revista cuatrimestral Hrvatska Revija (La Revista Croata) fue
fundada en Buenos Aires en 1951 por Vinko Nikolić, luego trasladada a
España, ha tenido gran incidencia cultural y nacional en todos los croatas en
el mundo libre y en la patria. Nikolić es el editor más emprendedor en el
exilio, hecho que avala con más de 50 títulos de carácter literario, cultural e
histórico de alta calidad. Eso lleva ,a nuestra atención un hecho innegable:
!la entera literatura nueva croata existe ahora en el exilio! Si no hubiera
habido esa y otras actividades editoras, los actuales y los futuros investigadores
habrian tenido grandes dificultades en su estudio de la diáspora croata.
En algunos países
latinoamericanos como Venezuela, Chile y Brasil los asentamientos viejos fueron
incrementados y revitalizados por los recién inmigrados. Se registraron logros
notables y sobresalientes. El mismo fenómeno, observado en la Argentina, puede
advertirse en esos paises: los grupos étnicos croatas vienen declinando
gradualmente.
Lo mismo no cabe decir en cuanto
a las grandes y dinámicas diásporas croatas en Canadá y en los EEUU. Con
arreglo a ciertos cálculos hasta 150.000 llegaron al Canadá después de 1945. Se
establecieron o se sumaron a unos ochenta asentamientos grandes o pequeños. La
mayor parte se radicó en Ontario donde alrededor de 40.000 viven en el área
metropolitana de Toronto. Ontario cuenta con cerca de 40 colonias croatas,
mientras que una veintena se halla ubicada en la British Columbia. Tal vez unos
250.000 (de varias generaciones) viven en Canadá. Su identidad nacional está
bien resguardada. Son incansables y muy exitosos en sus actividades religiosa,
económica, cultural, social y política. El centro más importante de todas las
actividades croatas en el hemisferio norte se halla en Toronto[24].
Los EE.UU., durante los últimos
cien añtos, atrajo a mayor número de los inmigrantes croatas que cualquier otro
país extranjero. La emigración a Norteamérica y la existencia de la diáspora
croata en esta "Nación de Naciones" han ejercido un significante
impacto sobre Croacia y los croatas. Los croatas norteamericanos de varias
generaciones están radicados en los cincuenta estados, siendo su mayor
concentración en las áreas metropolitanas de Nueva York, Pittsburgh, Cleveland,
Chicago y Los Angeles. Más de 100.000 inmigrantes croatas arribaron aquí
durante los últimos cincuenta años. (Y un número desconocido de inmigrantes
ilegales...). Entre ellos hay miles con estudios universitarios, profesionales
y técnicos. Obsesos por el "sueño norteamericano de éxito", para
ellos Norteamérica es la "tierra prometida" y el país de las
oportunidades. Muchos de esos inmigrantes se volvieron ricos, algunos
millonarios (especialmente en California y el Media Oeste).
La mayor parte de ellos sigue la
corriente principal. Igual que sus connacionales en Canadá recorrieron un largo
camino. Sin embargo, el camino a la prosperidad fue desbrozado por los viejos
pioneros quienes, durante la "matanza de los eslavos" (entre 1890 y
1940) morían por miles en las minas, en las acerías, en las obras de
construcción y en la industria pesada. Mientras que la contribución de los
hombres del calibre de Antrony Lucas, Nikola Testa e Ivan Meštrović —para
mencionar sólo a pocas—revestía gran importancia para la América moderna, el
aporte más importante fue tributado por el "inmigrante croata
anónimo". El fue simbolizado en la narración 'Joe Magarac' (Pepe el
burro)...
Los norteamericanos no le
erigieron el monumento. Sus monumentos son: cerca de 40 iglesias, dos docenas
de escuelas, centenares de hogares nacionales, cientos de seccionales de las
organizaciones mutualistas y fraternales, viejas copias de casi trescientos
periódicos y revistas extinguidos, y lápidas sobre unas 900.000 tumbas de los
que murieron aquí en el curso de por lo menos cuatro generaciones.
Pese al éxito de muchos, otros
miles y miles no tuvieron éxito y muchos enfermos, inválidos y desilusionados
retornaron al "viejo país" donde, en muchas comarcas los EE.UU. son
calificados como "Amerika čemerika" (Norteamérica, país de
amargas penas). Sobra decir: el éxito afectó a muchos, lo que se evidenció en
su disminuido interés en las causas patrióticas y se reflejó también en el
ocaso de la. prensa étnica. En esta diáspora el semanario Zajedničar,
órgano de la Unión Fraternal Croata, la más grande publicación croata en el
extranjero, con la circulación de más de 65.000 ejornplares, resulta el factor
más activo en el mantenimiento de ]a identidad nacional croata.
Los factores que demoran el
proceso asimilatorio en los EE.UU. son los nuevos movimientos étnicos, el carácter
cambiante de la inmigración entera y los contactos estrechos con el país de
origen en esta edad moderna de aviones jet y comunicaciones telefónicas. La
nostalgia, vieja dolencia eslava, está ahora aliviada. El país de origen y el
emigrado están más cerca que nunca antes.
La Iglesia Católica en Croacia, durante los últimos noventa años—dedicó
cierta atención a los inmigrantes católicos en varios continentes. La ayuda de
la jerarquía católica a estos inmigrantes, predominantemente campesinos, era
insuficiente hasta, por los menos, los primeros años de la década del 1920. En
el transcurso del éxodo croata a los EE.UU. faltaban sacerdotes en todas las
colonias. Lo que explica el por qué los croatas fundaron, relativamente, pocas
parroquias. En proporción a su número —y haciendo la comparación con el récord
de los eslovenos, de los eslovacos y de los polacos— los croatas deberian
disponer hoy con por lo menos 120 parroquias en los EE.UU. Actualmente disponen
tan sólo con apenas un tercio de esta cifra.
En las últimas décadas —según lo
explicó mons. Vladimir Stanković en su estudio sobre el tema— los
católicos croatas recibieron una considerable atención con el servicio de ayuda
espiritual de la Iglesia en Croacia. Empero, pese a la influencia de la inmigración
croata en Norteamérica durante los últimos 40 años y la preocupación de la
Iglesia en el país de origen, los croatas norteamericanos no han elevado mucho
la cifra de sus parroquias. Sólo rejuvenecieron a las viejas. Al mismo tiempo,
los nuevos inmigrantes en Canadá, y especialmente en Australia, lograron
grandes éxitos al establecer nuevas parroquias, varias instituciones y
actividades religiosas. Juzgando de acuerdo a ello y conforme a las actividades
desarrolladas en otras áreas, tenemos que llegar a la conclusión inevitable:
que los inmigrantes en Canadá y Australia y las diásporas que constituyeron
resultan más vitales que la diáspora en los EE.UU.
Octubre 1985. (Tradujo del inglés: Branko Kadić )
Las rutas y direcciones de las migraciones croatas
Los mapas fueron reproducidos
del libro Većeslav Holjevac, Hrvati izvan Domovine (Croatas en el
extranjero). Según este autor, durante los últimos cinco siglos los croatas
emigraron a todos los continentes. Cerca de un millón emigró en los EE.UU. y
Canadá. Alrededor de 250.000 emigraron a la América del Sur; Australia y Nueva
Zelanda fueron el destino de otros 120.000. Cerca de 10.000 se radicaron en
Africa.
1040201
Ante Kadić, Bloomington, Indiana, EE.UU.
Studia Croatica, XXVIII, número 104, 1987
Marin Držić nació en Dubrovnik (alrededor de 1508) cuando
Marulić estaba en su período cumbre de creatividad. Era sobrino del poeta
Džore Držić que falleció en 1501 antes de que Marin naciera. Marin fue el
benjamín entre sus hermanos y hermanas. Terminado el colegio clásico en
Dubrovnik ingresó en el seminario mayor en 1526 donde heredó la rectoría de dos
iglesias menores. Como ese servicio no le proporcionaba un ingreso suficiente y
Marin sabía tocar toda clase de instrumentos, a fin de incrementar sus
entradas, se desempeñaba como organista en la catedral.
La familia de Marin pertenecía a
la clase mercante: en ese entonces su padre y sus hermanos atravesaban por
ciertas dificultades financieras y pronto se vieron obligados a vender la casa
ancestral. Su hermano Vlaho (Blas), pintor en Venecia, tuvo que retornar a casa
tratando en balde de rescatar a su familia de grandes deudas. Aunque Marin
andaba a menudo con los bolsillos vacíos, era hospitalario y se daba una gran vida,
prestando siempre dinero que luego no podía devolver a debido tiempo, y por lo
tanto con frecuencia comparecía ante los tribunales[25].
La fecha importante en la vida
de Držić fue su viaje a Siena en 1538, a la edad de casi 30 años, para
estudiar derecho canónico. Por un año (1541-42) fue rector de la Domus
Sapientae (una especie de casa internacional) y al mismo tiempo vicerrector
de la Universidad ("rector Sapientiae et vicerector Universitatis
studii senensis"). Durante ese año a veces querelló con las autoridades
administrativas y con el cuerpo estudiantil. Siendo todavía rector, en 1542,
participó como el actor principal ("Amasins", el amante) en la
representación de una pieza prohibida y fue reprendido por los oficiales de la
policía[26]. Si bien desconocemos hasta el título o el tema de esta
comedia (algunos sospechan que el mismo Držić la había escrito y
dirigido), Leo Košuta, quien realizó una profunda investigación de este asunto,
cree que era "una commedia erudita", una de aquellas piezas que
durante el Renacimiento se daban con frecuencia en las casas particulares[27].
Después de pasar, muy
probablemente, seis años en Siena, sin obtener grado alguno, Držić visitó
varias ciudades italianas antes de retornar a casa vía Ancona en 1543.
Siguiendo siendo muy modestas sus entradas, a veces tuvo que ejecutar incluso
trabajos humillantes. Así, por ej., sirvió como valet y trujamán del conde
Christof Rogendorf, un aventurero austriaco con quien viajó primero a Viena y
luego a Constantinopla (1545-46).
Alrededor de 1550 fue ordenado
sacerdote tal vez en Roma[28]. Siendo sus ingresos inferiores a sus gastos, varios
acreedores lo seguían demandando. Acaso debido a su carácter arrogante y a su
lengua maliciosa, Držić tenía muchos enemigos quienes lo insultaban y
agredían en forma pública.
Como comediógrafo se mostró
particularmente activo del 1547 al 1559; durante ese período escribió once
piezas, algunas de las cuales se conocen hoy sólo por su título o están
incompletas.
En diciembre de 1562 se trasladó
a Venecia. Fue nombrado capellán en el servicio del patriarca veneciano.
Mantuvo estrecho contacto con algunos de sus paisanos (por ej. Pero
Primović) que eran exitosos comerciantes venecianos[29]. Durante ese intervalo (1562-66) Držić de vez en
cuando visitó Dubrovnik. En julio y agosto de 1566 dio el paso más decisivo de
su vida: se fue a Florencia donde escribió tres cartas a Cosimo I de Médici y
otra a su hijo Francesco, solicitando el apoyo del Duque para derrocar al
gobierno aristocrático de Dubrovnik:
"El pueblo pide a Dios este
favor: que el poder nocivo sea arrebatado a esos 20 desalmados, locos y
despreciables monstruos y que Su Excelencia forme un nuevo gobierno.
"Nos gobiernan unos locos
decrépitos que se creen idóneos; son incapaces e inútiles; son también impotentes
y su arrogancia es insoportable.
"Tenemos quince monstruos,
idiotas e inservibles, quienes nos traerán miseria y desastre, si Dios no nos
ampara.
"Ante todo me gustaría
tener la excomunión papal, real o falsa, que produciría un impacto tremendo e
infundiría coraje y fuerza a nuestra gente, no acostumbrada a nuevas
modalidades; ya que están muy allegados a la fe católica, harían cualquier cosa
para probarlo. Si sus gobernantes fuesen excomulgados, la ciudad de Dubrovnik
estaría obligada a cambiar su gobierno; hay muchos nobles que están excluidos
del poder y junto con ellos podriamos emprender nuestra acción.
"Le agradecería una
decisión muy pronta, porque mi estadía aquí podría suscitar la impresión entre
los gobernantes de Dubrovnik que estoy tramando algo en Florencia; por el
contrario, he dicho a varios que he venido aquí sólo por placer.
"Ruego a Su Excelencia que
no sobrevenga daño alguno para este pobre forastero y su humilde servidor,
quien vino a Florencia con nobles propósitos. Si bien sobra recordar, es
necesario ser muy cauto cuando la misma vida está en peligro" [30].
¿Cómo se le ocurrió a Držić
dirigirse a un hombre como Cosimo I? Jorjo Tadić estima que el autor de
estas cartas (que no fueron contestadas) ya no estaba en su sano juicio; su
escritura se parece a la de un hombre que sufrido un quebranto mental total[31] Milan Rešetar sospecha que Držić, siempre corto de
recursos, estuvo tal vez dispuesto a traicionar a su país nativo[32]. Pero Jean Dayre pregunta con cautela si ese gesto
desesperado no fue, después de todo, un paso lógico para Držić teniendo en
cuenta la depravación y la estupidez de los patricios de Dubrovnik[33]. Dragoljug Pavlović apunta al descontento de los
ciudadanos burgueses quienes, pese a su prosperidad económica y los logros
culturales, no podían participar en el gobierno de la República[34]. Ivo Batistić emitió una opinión negativa acerca de
Držić, similar a los juicios de Rešetar y Tadić; las cartas de
Držić merecieron por parte de Batistić numerosas notas y un
exhaustivo comentario[35]. Luego Batistić fue acerbamente criticado por Josip
Pupaćić y Frano Čale, dos destacados entre numerosos
"apologistas" de Držić[36].
El hallazgo de las cartas de
Držić a Cosimo I tuvo un efecto importante sobre el criticismo postbélico
respecto a Držić en Yugoslavia: algunos críticos ven en Držić a un
gran paladín de la igualdad de todos los hombres. Živko Jeličić
escribió un libro entero sobre Držić "como poeta de los desamparados
de Dubrovnik"[37], Josip Pupačić investigó tanto los extravíos
de Držić empezando por su servicio del enigmático conde de Rogendorf como
sus contactos con los emigrados de Dubrovnik, y la mezcla de las alusiones
sociales y políticas en sus escritos, y dedujo que sus cartas a Cosimo eran la
acción final de un hombre que había supeditado toda su vida madura a este único
propósito - ver a esos aristócratas arrogantes, estupidos, mezquinos e
ineficaces, arrodillados ante él quien los reemplazara como
"libertador", si bien un humilde vasallo de Cosimo[38], Frane Čale, quien, sin duda alguna, es el mejor
conocedor contemporáneo de la vida y obra de Držić, ve en sus cartas un
intento para que todos los estratos de la sociedad se beneficien de las
bendiciones que conlleva un nuevo gobierno más democrático[39].
Habiendo leído con suma atención
los análisis precedentes y otros acerca de las cartas políticas de Držić,
yo también creo que no le faltaban sólidos fundamentos para criticar a los
aristócratas de Dubrovnik: la República de Dubrovnik no era una institución
democrática y reinaba gran descontento entre sus ciudadanos no aristocráticos.
Sin embargo, apelando a Cosimo Držić cometió algo que sabe a traición. Es
gran suerte que Cosimo ignoró sus cartas. Si Držić hubiera alcanzado su
objetivo con la ayuda de Cosimo, se hubiera repetido un trágico incidente
balcánico: los ciudadanos de Dubrovnik hubiesen pasado de un mal gobierno a
depender de otro todavía peor.
Al no recibir respuesta alguna
del Duque de Florencia ni de su entorno, a Držić le invadió el pánico.
Temeroso de que alguien pudiera revelar su acción traicionera a los agentes
secretos de Dubrovnik, regresó a Venecia y con mucha cautela eludía su suelo
natal. Todavía relativamente joven (sin cumplir 60 años) Držić falleció al
año siguiente (2 de mayo de 1567) y fue enterrado en la iglesia de San Juan y
Pablo (Zanipolo). Los archivos de esta iglesia dominicana fueron transferidos,
durante la ocupación napeleánica de Venecia, al Archivio di State (El Frari)
y la lápida sepulcral de Držić fue trasladada a algún rincón durante
muchas restauraciones que sufrió el piso de dicha iglesia. Sus huesos fueron,
muy probablemente, echados al foso común. Los certificados de defunción
correspondientes al año 1567 faltan de los archivos nacionales de Venecia[40].
Cuando la noticia sobre la
muerte de Držić trascendió en Dubrovnik varios poetas escribieron
lamentaciones deplorando la temprana desaparición de su amigo y comediógrafo:
los mejores versos pertenecen a Mavro Vetranović, un viejo monje, quien
previamente había defendido a Držić contra acusaciones de plagio. Anton
Sasin y Sabo Bobaljević compusieron poemas circunstanciales[41]. Parece que algunos escritores de su generación y de las
subsiguientes no dejaban de apreciar sus comedias. Se afirmaba que Držić
influenció a Niko Gučetić en sus Diálogos Platónicos sobre la
belleza y el amor (1589)[42] y que Tirena de Držić ejerció un fuerte
impacto sobre el famoso juego pastoral Dubravka (1638) de Iván
Gundulić[43]. Sin embargo, salvo su "genealogía familiar", recopilada
en 1603 que contiene algunos datos preciosos referentes a Držić, todo lo
que se escribió acerca de este distinguido dramaturgo en el curso de los siglos
siguientes (e.g. por Ignjat Djurdjević y Saro Crijević) o era
producto de una imaginación fértil o mera conjetura[44].
Marin Držić fue conocido en
forma vaga durante el siglo XIX [45], pero brilló como una "estrella" al publicar
Rešetar sus obras (1930) y al descubrir Skok (1933) y Dayre (1938) en Siena y
Florencia importantes datos biográficos. Su fama se extendió por todo el país,
entre las masas populares, después que Marko Fotez presentó en forma abreviada,
su mejor comedia Dundo (Tío) Maroje. Al terminar la segunda guerra
mundial fue aclamado como el mejor comediógrafo renacentista sureslavo. Sus piezas
fueron presentadas no sólo en Yugoslavia sino que fueron traducidas y montadas
en el extranjero[46].
Es un ídolo popular que dio
motivo a tantas notas y artículos que es imposible leerlos todos y aceptar sus
afirmaciones a veces muy exageradas.
Antes de abocarme al análisis de las piezas de Držić, me referiré
a algunos puntos controversiales relacionados con sus escritos.
Držić, quien antes de
residir en Siena, había escrito versos mediocres en un estilo petrarquista
artificial (publicados en Venecia en 1551)[47], al regresar a casa empezó a escribir piezas teatrales v
comedias. No cabe la menor duda de que su estadía en Siena marcó el hito
decisivo en su trayectoria literaria. Incuestionablemente Držić vio o leyó
por lo menos juegos pastorales y comedias italianas[48]. De los italianos aprendió la técnica básica. Sin su
estada en Siena no hubiera llegado a ser un escritor extraordinario, en algunas
piezas superior a sus modelos italianos.
Los estudiosos italianos,
empero, sobreestiman el hecho de que Držić haba estudiado en Siena, de que
allí había conocido a las piezas italianas del Cinquecento y que en
algunas obras suyas padeció la influencia de Boccaccio, Ariosto y de algunos
otros escritores italianos. Partiendo de estas premisas pronto saltan falsas
conclusiones de que Držić era un mero adaptador al croata de las comedias
italianas. Este punto de vista es tan común en Italia[49] que incluso el profesor de categoría de Arturo Cronia
escribe sobre Držić "que su originalidad es escasa, que casi todo,
desde la tipología hasta la fraseología es tomado del italiano"[50]. Su discípula Yolanda Marchiori mediante un minucioso
análisis de ciertos detalles de Dundo Maroje trató de probar la dependencia de
Držić de los modelos italianos[51].
A estas exageraciones italianas
respondió particularmente Franjo Švelec[52] con una sólida refutación de los argumentos de Marchiori
e Ivan Slamnig, quien juiciosamente destacó el ambiente local de Dubrovnik en
las comedias de Držić, sus poemas populares y el carácter étnico diferente
del italiano[53].
En los años postbélicos, en la
euforia de la victoria partisana (comunista), algunos criticos yugoslavos, como
Milan Bogdanović y Eli Pinci[54] proclamaron que Držić pensaba en el comunismo
cuando escribió el prólogo de Dundo Maroje sobre el país del futuro
donde "lo mío y lo tuyo serán desconocidos". Pero otros críticos
ridiculizaron semejante interpretación de un lugar común que se encuentra en la
Edad Media y en el Renacimiento[55].
Si bien Frano Čale,
compartiendo en eso el parecer de Košuta, ve en esta doctrina utópica la
influencia de Bibliotheca Historiae, obra de Diodorus Siculus[56], yo creo que e.g. Harry Levitt está más acertado cuando,
discurriendo sobre la Utopía de Tomás Moro sostiene" que el ideal de
compartir la tierra ha sido... el principio de los Padres de la Cristiandad, de
los papas medievales, y de los doctores de la Iglesia"[57]. Levin cita a San Ambrosio que considera "que el
sentido de la propiedad fue la consecuencia de la Caída"[58] y Gregorio el Magno reivindicaba "que el suelo es
común para todos los hombres; cuando proporcionamos las necesidades vitales a
los pobres les restituimos lo que era de ellos"[59].
Desde que Wilhelm Creizenach
dedicó un ensayo esclarecedor a Držić, donde advirtió que los temas
tratados por Držić fueron más tarde usados por Shakespeare y Molière[60], los eruditos yugoslavos probaron que esta afirmación
era veraz. Paule Popović subrayó que Molière entre tres de sus comedias (L'avare,
George Dartdin, Manage forcé) usó la misma trama que Držić[61] y Josip Torbarina en su brillante analisis de los
"Temas shakespereanos en la obra de Držić"[62] puntualizó las similitudes entre el juego pastoral Grižula
o Plakir (Placer) de Držić y la pieza de Shakespeare El
Sueño de una noche de verano, entre la comedia Skup (El avaro)
de Držić y El Mercader de Venecia, de Shakespeare. Torbarina estima
que en estas dos comedias ambos dramaturgos trataron los motivos de Plauto,
pero observa que tanto Držić como Shakespeare son deudores del clima
creativo renacentista que era casi idéntico en el Dubrovnik de Držić como,
aunque media centuria después, en el Londres de Shakespeare[63].
Escritor nato, Držić
cultivaba el género pastoral (dramma rusticale) en el que introdujo
—además de los pastores arcádicos, ninfas y sátiros— personajes modelados según
los pastores campesinos de la campiña alrededor de Dubrovnik, con su mentalidad
y habla naturales.
Su primera pastoral conocida, Tirena,
tuvo tres ediciones (1551, 1607, 1639). Un encanto peculiar de esta pieza en
verso estriba no en los pastores convencionales y en su final feliz, sino en
los pobres campesinos que sucesivamente se enamoran de una ninfa acuática, sea
por propia voluntad o heridos por Cupido[64].
El juicioso y sobrio campesino
Radat, que deplora el amor apasionado de Miljenko y cree en el afecto alegre y
razonable, se siente impotente al aparecer Tirena ("S ljubavi
mudrovat, ma bratjo, ni ga moć, makar ludovat, za vilom hoću
poć")[65] —"Razonar sobre el amor no es posible, hermanos;
aunque haga locuras, he de seguir a la ninfa"—. Si bien el ermitaño (Remeta)
advierte a los campesinos que deberian dirigir sus ojos a Dios, el único capaz
de otorgarles una paz eterna, Cupido con todo tiene la última palabra.
En esta pastoral sentimental los
versos más logrados son los que expresan los tormentos de los amantes
individuales, e.g, de Tirena por Ljubmir y de Sátiro por Tirena.
Resulta interesante acotar que
en su primer prólogo, en un diálogo entre dos campesinos, Držić habló con
admiración sobre la aristocracia de Dubrovnik: gracias a su habilidad, escribe,
estaban en buenos términos tanto con las potencias occidentales como orientales
y sus barcos mercantes navegaban rumbo a todos los puertos[66]. Eso fue o el tributo necesario de un principiante
plebeyo o un sentimiento auténtico, aunque la opinión de Držić sobre la
clase gobernante de su República nativa iba a empeorar mucho en el curso de los
años.
Según lo recalcaron varios
críticos la Tirena de Držić causó el primer escándalo conocido en
los círculos literarios croatas. Antes de partir para Siena, Držić escribió
poesías amatorias que no eran mejores que las de numerosos petrarquistas
mediocres. Ahora, súbitamente creó Tirena que sobresale no sólo por su
trama, sino también por sus versos melodiosos; fue especialmente popular entre
las mujeres. Entonces, los adversarios de Držić difundieron el rumor de
que el autor de Tirena era Mavro Vetranović (1482-1576), un viejo
monje y un poeta venerado. Držić replicó con una epístola a su amigo S.
Gundulić en la que protestó contra la acusación de plagio y predijo que un
día seria famoso. Esta "apología pro domo suo" no le ayudó
tanto a Držić como el poema de Vetranović ("Pjesanca. Marinu
Držiću u pomoć" - Poesía en ayuda de Marin Držić) en la que
reconoce que Držić era el autor de Tirena y rindió tributo a este
joven y capaz colega quien "no plagia a nadie, sino que escribe poemas
magníficos" ("ki pjesance rajsko poje... a nikoga ne potkrada"[67].
Junto con Tirena se
publicó en Venecia, en 1551, una farsa Novela od Stanca (Bromas a cuenta
de Stanac). El escenario de esta breve y bien equilibrada comedia es Dubrovnik
en una noche de carnaval. Tres jóvenes nobles ragusinos están vagando y se
quejan de sus padres olvidados que ellos también fueron una vez jóvenes y
deseaban sacar provecho de los placeres que brinda la vida, especialmente en
compañía femenina. ("Ne će im se njekat da su i oni bili lovci kako i
mi sad")[68]. "No podrán negar que ellos también fueron
cazadores como nosotros ahora". En eso advierten, dormitando junto a la
fuente, a un campesino de Herzegovina (Stanac), quien bajó a la ciudad a vender
los productos de granja. Uno de ello, el ocurrente Dživo Pešica, convence a
Stanac que él había sido un hombre viejo, pero gracias a las ninfas
rejuveneció. Stanac se muestra sumamente interesado en este cuento, pues dejó en
su aldea casi ya "pedida" a una mujer joven. Entonces los tres
mozalbetes, con el permiso de Stanac, le pintaron la cara, le afeitaron la
barba, ataron sus manos y se fueron con su mercadería, dejando el dinero
correspondiente.
Grižula o Plakir (El Placer) fue escrita para la boda del noble
Viaho Šarkočević[69]. Si bien en su contenido mitológico resulta similar a Tirena,
predominan en ella los personajes reales. Como cuadraba a la ocasión, donde el
amor y la castidad se celebraban, la comedia introduce a Cupido y a su hijo
Plakir, quienes capturan a una ninfa[70]; cuando a su vez fue atado por otras ninfas, llegaron a
un compromiso y todo el mundo quedó libre.
El personaje principal es
Grižula, un ciudadano de Dubrovnik, quien ha escapado de la brutalidad pues no
aguanta más la tiranía de su sirvienta y, al mismo tiempo, está obseso en su
vejez por el sexo, a tal punto que lisonjea a todas las chicas. Por fin, topa
con la sirvienta Omakala, quien huyó al bosque, ya que no soportaba más la
tiranía de su patrona; Grižula, despacio y gradualmente, atrae a Omakala a su
tienda y, al final le promete casarse con ella. En sus confesiones y quejas a
Grižula acerca de su vida anterior, Omakala retrata con vivos colores los
sentimientos de la servidumbre de los patricios y de ricos mercaderes:
"Viejo, mis recuerdos no pueden ser peores que aquellos de una vida dura
que me infligió mi patrona. Pobre de mí, no podria contarle ni la centésima
parte de lo que sufría con ella... No sé cómo no me volví loca con tantos estorbos.
Hice el voto, me persigné, y huí a este campo yermo. No sé dónde ir, qué hacer,
ni dónde estoy".
Hay dos parejas más: Dragić
y Gruba: mientras ella lo quiere tiernamente y lo sigue en el bosque, quien
está totalmente embelesado por la ninfa y, a la vez, agobiado por su afecto
hacia ella y por su pasión hacia un ser sobrenatural: al final, comprendiendo
que podría perder a Gruba para siempre, le declara dulcemente que ella es su
paloma[71].
Radoje y Miona se quieren, pero
mientras él habla abiertamente de sus deseos, ella es astuta y confía en sí
misma y es prototipo de las mujeres que se consideran superiores a los hombres.
Hacia el final del cuarto acto, cuando la desesperada Gruba cree que ha perdido
a Dragić para siempre, Miona pronuncia una alegato femenista argumentando
que los hombres están explotando a las mujeres, si bien las mujeres son
superiores a ellos:
"Todas vuestras penas derivan de los hombres. Nosotras nos sacrificamos y matamos por ellos y todo eso es un error. ¿Quién les prepara la comida? ¡Las mujeres! ¿Quién remienda su ropa? ¡Las mujeres! Irian por el mundo desnudos sin nosotras, pero vean cómo nos tratan. Vosotros brutos vanidosos, si las mujeres os dejaran, se morirían en las tormentas invernales... Las cosas andan mal y he dicho que no me iba a casar incluso si mi madre me abandonara."
En Grižula todos los
personajes aceptan su pareja real y eluden a los personajes soñados. Košuta ve
en esta comedia un mensaje de la razón:
Cuando los seres humanos están
vagando fuera de su ambiente natural, se vuelven desdichados y ridículos.[72]
Parece probable que Držić
escribió su obra principal El Dundo Maroje al retorno de su peregrinaje
de Roma en 1550[73]. Hay quienes piensan que pasó cierto tiempo en Roma
antes de volver a casa en 1543. Držić conoce muchos detalles de Roma y
está bien enterado de ciertos tinos populares romanos.
La comedia Dundo Maroje
se basa en el cuento de Boccaccio (VIII, 10) en que se narra como la cortesana
Tancofiore engaña a Salabaetto, un mercader menor, y luego a su vez es engañada
por él[74]. Sobre este estimulo inicial, ampliado por elementos
prestados de Plauto y comediógrafos contemporáneos italianos e enriquecido por
el concreto medio ambiente de Dubrovnik, Držić creó una obra original.
En la comedia de Držić nos
enterarnos que Mavro recibió de su padre Maroje cinco mil ducados para comprar
mercaderías en Ancona y Florencia y luego trasladarse a Sofía para revenderlas.
En cambio, él permaneció en Roma, donde durante tres años gastó la plata con la
cortesana Laura. Su padre vino a Roma para salvar el resto. Maroje es ayudado
por Pomet que por entonces se desempeñaba como mucamo al servicio del conde
alemán Hugo, quien está enamorado de Laura. El argumento se articula en tomo al
duelo verbal de los protagonistas o sobre sutiles maniobras entre el tacaño
padre y el hijo pródigo, en torno a los servidores interesados en buena comida
y chicas y en torno a Pomet que por cierto es la figura dominante y personaje
para todo servicio.
Muchísimo queda escrito acerca
del primer prólogo de Držić en el que describe a un país distante, las
Indias, donde todo es comunitario, pertenece a todos y a cada uno. La
naturaleza que los bendijo con la inteligencia los dotó también de belleza. Su
gente es quieta, gentil, sabia y razonable. Sin embargo, los hechiceros
introdujeron monstruos, de modo que hay gente malvada opuesta a la gente buena.
Los dos estudios fundamentales corresponden a Jeličić y Košuta[75]; Čale en sus extensos comentarios con frecuencia se
refiere a ellos.
Estos críticos y algunos otros[76] ven en el prólogo del nigromante
una indicación clara que ya al comienzo de los años cincuenta, cuando escribió
y produjo Dundo Maroje, Držić sostenía una actitud crítica si bien
indirecta respecto a la clase gobernante de Dubrovnik. Además sostienen que hay
una línea directa entre Dundo Maroje, Držić y la tragedia de Hecuba
por un lado y sus cartas a Cosimo I por el otro. Estando las cosas como están y
siguiendo la personalidad de Držić enigmática y éticamente cuestionable,
por el momento nos parece más prudente abstenerse a emitir juicio final.
N. Kolumbić presentó
pruebas convincentes de cuánto le debía a Boccaccio. En cuanto al argumento del
profesor Cronia, reiterado después por su discípula Yolanda Marchiori en el
sentido de que hay una imitación de Gl'Ingannati (III, II) en el
episodio de las tres tabernas en Dundo Maroje (I, 1)[77], los estudiosos imparciales son menos seguros[78]; en la pieza teatral sienesa, la énfasis principal se
centra en el nombre de las tres tabernas (Miseria, Schiocchezza, Grasezza)[79]. No quiero decir que Držić no haya visto o leído,
durante su estadía en Sienna, Gl'Ingannati, pero (tal como Švelec
insistió en su polémica con Marchiaro)[80] hay una diferencia fundamental en leer a alguien y en
copiarlo. Švelec ha concluido con acierto que Držić, siendo un dramaturgo
talentoso, estaba creando sus comedias y no trasplantaba en ellas lo que había
leido antes.
Dundo Maroje seguirá siendo el
centro de investigación y disputa científica: Fue redactado y articulado en
"seis días" (y por ello tal vez, por haber sido escrito en forma
apresurada, tiene muchas escenas que deberían eliminarse) ¿Cuánto debe a las
fuentes italianas y cuánto a las locales? ¿Su autor era de verdad un
revolucionario ya al comienzo de los cincuenta cuando estaba divirtiendo a los
"ilustres nobles" de Dubrovnik? ¿Qué es lo que cambió en forma tan
drástica a este clérigo que se volvió tan maquiavélico que propuso a Cosimo a
recurrir a la excomunión de los fieles católicos de Dubrovnik[81] sólo para alcanzar su objetivo:
volver a Dubrovnik como títere de un tirano forastero y de ese modo poder pagar
todas sus deudas y cubrir sus gastos extravagantes?
Acaso Švelec tenga razón cuando,
contrario a la genealogía de la vida de Držić, generalmente aceptada,
sostiene que Skup (Avariento), una obra no tan original como Dundo
Maroje fue escrita primero; no llega a entender cómo Držić se
apartaría de Dundo Maroje cuando estaba nadando en sus propias aguas, e
ir a Skup, donde se sentía menos independiente[82].
Pero cabe suponer que después de
Dundo Maroje el autor era menos original, por cuanto su obra menos
conocida es la traducción de Hecuba de Eurípides (1558). En general, la
cronología de Držić sigue siendo algo arbitraria y se esperan nuevos
hallazgos en ese ámbito[83].
Držić mismo indica la
fuente del argumento para su comedia Skup (Avariento). En su
Prólogo dice que lo he "robado de Plauto" y que los "niños"
de Dubrovnik están familiarizados con dicho argumento[84]. Sabemos que Planto era el comediógrafo favorito de
Ilija Crijević y probablemente Držić se enteró por su intermedio de
este dramaturgo[85]. Sin embargo, pese a su declaración explícita de que
dependía de Aulularia de Plauto, Držić no sólo sitúa a su comedia
en Dubrovnik sino que introduce en el guión un grupo de nuevos personajes,
prueba en forma convincente que Skup, por su estructura interior y por su
coherente significado, es una pieza homogénea, íntimamente ligada a las demás
comedias de Držić, particularmente a su Dundo Maroje[86].
Como en Dundo Maroje
donde el "nigromante" discierne claramente entre la gente buena y
mala, así en Skup un personaje llamado Dživo, guiado siempre en sus
obras y juicios por la razón, descubrió cuán diferentes pueden ser los seres
humanos: algunos son amables, se puede conversar con ellos, mientras que otros
están hechos de roca y en balde uno trata de charlar con ellos; ellos piensan
"que la gente quieta está loca" y que ellos siempre tienen razón[87].
Si bien es obvio, en base a sus
análisis y la honda motivación, que por debajo de ambas piezas subyace la
división fija de la sociedad, hecha por Držić, en dos categorías
distintas, empero, hasta en el caso de Skup, algunos estudiosos buscan los
modelos Italianos. M. Šrepel (en 1890) escribió un extenso estudio sobre Skup
en el cual subrayó las semejanzas entre esta comedia y La Sporta de G.
B. Galli y L'Aridosia de Lorenzino de Medici[88]. Los italianos citan el trabajo de Šrepel y concluyen
que Držić adaptó con éxito esas dos comedias italianas para su puesta en
escena en Dubrovnik. Pero, según lo mostró Vatroslav Jagić, Skup
depende en parte de Aulularia de Plauto, donde Držić nada tiene en
común ni con La Sporta ni con Aridosia[89]. Frano Švelec, quien dedicó algunos trabajos enjundiosos
a Držić, reexaminó a Skup en relación con sus posibles fuentes y demostró
que Držić había creado una obra original[90].
Su tema central es el amor
genuino entre un joven, Kamilo, hijo del avaro, y Andrijana. Držić
enfatiza su derecho al amor (aunque son jóvenes y pobres) y condena los
matrimonios desajustados, verdadero cáncer de la sociedad mercantil de
Dubrovnik en aquellos días.
La comedia de Držić, igual
que L'Avare de Moliere, posee una calidad universal, puesto que cuando la
presenciamos o leemos, tenemos la impresión de que Držić, si bien haya retratado
un caso patológico de codicia y avaricia, sugirió también a sus oyentes
verificar sus corazones y mentes, si ellos también no están dispuestos a
inclinarse ante el "oro" —esta divinidad adorada por jóvenes y
viejos, pobres y ricos, laicos y clérigos[91]. Lo que pasa con otras pasiones ocurre también con la
avaricia: se deben eradicar sus primeros síntomas ("principiis obsta,
sero medicina paratur").
Durante las centurias pasadas Hecuba,
la tragedia de Euripides traducida al croata, era atribuida a Marro
Vetranović. Fue Petar Kolendić quien en 1909 demostró que su autor
era Marin Držić[92]. Kolendić siguió creyendo que Držić
"permaneció fiel" a Lodovico Dolce, cuya traducción Držić estaba
retraduciendo[93]. Sin embargo, Miljenko Majetić, quien realizó un
análisis minucioso de ambas "adaptaciones" y las comparó con su
original, llegó a la conclusión de que Držić estaba más cerca de Euripides
que de Dolce[94]; ello no quiere decir que Držić estaba traduciendo
del griego, tal vez se sirvió de alguna versión latina de Hecuba.
¿Por qué Držić optó por
traducir a Hecuba? Primero, esta comedia durante el Cinquecento
era muy popular; segundo, Držić pensó que con su legendario argumento
podría abordar el tema que lo venia obsesionando cada día más, es decir la
estupidez y la corrupción de la clase gobernante.
L. Dolce publicó dos veces su
traducción (en 1543 y 1549). Casi al mismo tiempo (París, 1550) Lazare de Bait
la tradujo al francés. En su introducción dice que había emprendido esta tarea
para demostrar a los reyes y los magnates cuán inestables están las cosas de
este mundo[95].
Frane Čale, que dedicó a Hecuba
varios trabajos, insiste en que esta tragedia, aunque traducción, con su estilo
auténtico, su mensaje estético y moral, pertenece al teatro de Držić.
Čale corroboró su afirmación con ciertos pasajes de la traducción de Dolce
y de la de Držić[96].
En varios puntos de esta
tragedia, sobre todo en los soliloquios de Hecuba, cuyo marido fue
matado por los griegos, cuyos hijos fueron también matados por los griegos
despótas y que a ella misma la tienen cautiva, escuchamos la condena del poder
malvado:
Cuando la
iniquidad se torna arma de vuestros gobernantes, la dulce paz y la quietud se
desvanecen entre los humanos; len este mundo desaparecen la alegría jovial y la
dicha y entre los ciudadanos prevalecen la tristeza y los pesares! (v.
1960-1964.)
Mientras Dolce hizo una
traducción prosáica, Držić evidenció en el curso del tiempo ser un poeta
cabal. Torbarina, autor de un extenso trabajo acerca de Držić como poeta,
insiste en que sus versos más logrados no debemos bucarlos en sus poemas de
amor, sino en sus pastorales y comedias. Manifiesta expresamente que Hecuba,
en cuanto a su expresión poética, es el drama en verso más maduro y más
perfecto de Držić[97].
Las comedias de Držić nos
brindan un cuadro completo de Dubrovnik en el periodo de su prosperidad y
decadencia[98]. La mayoría de sus personajes busca el placer y la
diversión: viven por y sueñan con mujeres, comida y una vida ociosa. El
adulterio y las intrigas de amor no se consideran pecado. Engañar a un marido
estúpido, sustituir a un pobre amante por otro rico, o uno noble, son signos de
habilidad y sabiduría. Al respecto no hay diferencia entre un clérigo y un
laico, entre un noble y un campesino, entre un joven y un viejo. Pero
Držić no se contentó con ser un mero pintor de la sociedad: quería ser
también su crítico. Parece como si preguntara cómo esos patricios seniles,
egoístas y tacaños lograron el derecho para gobernar sobre la gente común de la
República de Dubrovnik.
Los argumentos de sus piezas
teatrales son interesantes pero a veces no bien articulados: la introducción de
numerosos papeles secundarios y la multiplicidad de episodios más o menos
relacionados con el tema central resultan más bien pesados. Sus personajes están
allí para divertir al auditorio; algunos, no obstante, sirven como árbitros,
haciendo comentarios acerca de otros: ello es así especialmente en cuanto al
mucamo Pomet, presumiblemente la encarnación del mismo autor. El estilo de
Držić es lujurioso y brillante. Sus monólogos y diálogos rebosan de
ingenio ("non sine sale et lepore"). Todavía hoy divierte a
los espectadores con su humor chispeante, con su diálogo hábil, con su discurso
vívido, tan bien ajustado a sus personajes y a su condición social y con su
aptitud para infundir vida a esos personajes con sólo pocas palabras y gestos[99].
Su oído estaba tan bien afinado
que podía pintar a distintos estratos de la sociedad humana sencillamente
mediante la manera como conversaban sus personajes; conocía tan bien las
variaciones de idioma croata hablado en Dalmacia que se pueden reconocer sus
personajes procedentes de varias ciudades e islas y entonación por su habla.
Sólo en base a esta evidencia de su capacidad expresiva, cabe asignar a
Držić el lugar prominente entre los escritores renacentistas croatas y
atraer sobre él la atención del mundo.
(Tradujo del inglés: Branko Kadić)
1040301
No hay perspectiva de que la
menguante economía de Yugoslavia mejore en un futuro previsible, concluye en
forma contundente el semanario de Zagreb, Danas (23-IX-86). En realidad,
la situación ha empeorado. En los primeros ocho meses de 1986 el déficit
comercial yugoslavo se agravó nuevamente; el país compró mercadería en el
extranjero por el valor de 7,5 mil millones de dólares y vendió sólo por valor
de 6,2 mil millones. El 70 % de los bienes exportados se vendieron más barato
afuera que en el mercado interno.
El resultado será que no hay
posibilidad de que la balanza de pago de Yugoslavia arroje un superávit,
incluso si se incluyen los guarismos del turismo, de remesas obreras, de
servicios y de otras fuentes. En la mejor eventualidad, según se admitió en el
parlamento de Belgrado, la balanza de pagos terminará en un "cero
positivo". Y pese a la reprogramación de la deuda externa, la caída de las
tasas internacionales de interés y del dólar, el servicio de la deuda externa absorberá
el tercio del total de las reservas en divisas.
Por las razones que Danas no explica, Yugoslavia pagó el 20% menos por el petróleo adquirido en el extranjero, si bien su precio en el mercado mundial se redujo hasta el 50%. Se plantea pues la cuestión cuanto más del precio del mercado abonó Yugoslavia par el petróleo soviético, libio, iraquí u otro.
Hay más noticias que sorprenden:
de acuerdo a la Ekonomska Politika de Belgrado, el obrero yugoslavo
"gana menos (90 centavos de dólares por hora) que incluso el portugués, lo
que pone al asalariado yugoslavo en el último escalón de la escala europea. El
obrero yugoslavo gana sólo 1/7 de lo que gana su compañero norteamericano... y
produce sólo la octava parte que su colega de ultramar". Pero el juego de
salarios bajos y del bajo rendimiento no puede avanzar más. En el punto en que
la baja de salarios empiece "a amenazar el mínimo vital, las cosas se
vuelven peligrosas". El aviso de Ekonomska Politika es llano y
claro para todos los líderes yugoslavos y los sordos como las piedras tienen
que entenderlo.
II. El aporte de los croatas al humanismo europeo;
III. Formas y correlación de las tradiciones literarias
de tipo vernáculo;
IV. La herencia croata del renacimiento en las letras y
las artes de los siglos posteriores.
AUSTRALIA
Nadie en la historia de
Australia había congregado tanta multitud como el papa Juan Pablo II durante su
reciente visita pastoral (24-XI/1-XII-1986). Más de un millón de feligreses le
dieron la bienvenida. Los grupos croatas lo esperaban casi en cada paso con sus
banderas y símbolos nacionales. En varios lugares de Sydney fue la bandera
tricolor croata la que más se veía.
Pero tampoco Juan Pablo II se
olvidó de los croatas, y en varias ocasiones los saludó en su idioma. Eso
ocurrió en Sydney en una gran fábrica, luego en Melbourne en una escuela.
El diario The Sun puso de
relieve que con motivo de la llegada del Papa a Flemington entre 140.000
personas congregadas había 25.000 croatas y que muchos faltaron a su trabajo
para poder asistir a la misa papal.
Ya que hablamos del Papa polaco
en relación con los crotas, el Papa que proviene de Cracovia, antaño Croacia
Blanca antes de las migraciones de los pueblos, huelga acotar que en un antiguo
mapa geográfico el área que se extiende a los pies de la montaña Usora, entre
los ríos Cetina y Una (en Croacia) se llamaba la provincia de Krakovo
(Cracovia). Hoy desapareció esa denominación que avalaba el nexo de los croatas
con su patria originaria: la Croacia Blanca.
AUSTRIA
CHILE
ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
La revista Kontinent[100] publica en su Nro. 4/1986 la traducción alemana del
artículo de Vladimir Šeks "La ley y la represión en Yugoslavia" que a
continuación reproducimos íntegra:
El autor[101] pues experimentó —en su propio pellejo— la perspectiva
del derecho en Yugoslavia desde el cargo de fiscal, juez, defensor y acusado.
Todos estos puestos los ocupó en el orden precitado en las salas de audiencia.
A continuación examina las desviaciones de los órganos de represión de las
verdaderas leyes de Yugoslavia y de sus obligaciones multilaterales
ratificadas.
Desde hace veinte años estudié
desde diferentes posiciones —como fiscal, juez, defensor y preso político— los
fenómenos de la libertad, de la represión y de los derechos humanos. Estos
últimos se basan no solamente en la legislación yugoslava, sino también en las
obligaciones que Yugoslavia debe cumplir como miembro de las Naciones Unidas y
como país que ha ratificado las Declaraciones generales sobre los derechos
humanos y ha suscripto los acuerdos de Helsinki.
Nos llevaría demasiado lejos
examinar en este lugar la legislación yugoslava en cuanto a los delitos políticos
en general y al delito de expresión de opinión en particular, o las
disposiciones legales individuales y las condenas graves —entre ellas la
condena a muerte y la confiscación de las propiedades, pasibles para los
culpables políticos.
Es indiscutible que los derechos
humanos y las libertades individuales no pertenecen al dominio exclusivo de
cada uno de los estados. Los derechos humanos y la libertad humana son algo que
atañe a la comunidad internacional entera y su respeto es íntimamente y causalmente
ligado a la paz y a la seguridad internacional. Por ello, ningún estado puede
—en cuanto al respeto de los derechos humanos en su territorio— estar fuera del
control de la organización de las Naciones Unidas; todavía menos puede ser
exento del control moral por parte de las organizaciones humanitarias y las
conferencias. La objeción de la soberanía del Estado no tiene aquí ningún
valor.
Este informe tiene el propósito
de dar un resumen de la manera y el modo cómo los órganos de represión de
Yugoslavia se apartan de las leyes y de las obligaciones internacionales.
La presunción de culpabilidad
Las leyes yugoslavas prevén la
presunción de inocencia en el procedimiento penal. Nadie debe ser considerado
culpable antes de que su culpa sea probada por una resolución judicial
definitiva y legalmente obligatoria. Esta cláusula protectiva, legal y
constitucional es groseramente lesionada por la prensa yugoslava. Por regla
general describen en los comentarios, entre ellos también en los de la agencia
oficial Tanjug, a las personas inculpadas de los delitos políticos como
criminales, enemigos del pueblo y del estado: estas descripciones pasan
groseramente por encima de la dignidad humana y la integridad moral de los
acusados. Todas las protestas contra la prensa, que aquí actúa como servicio de
información para los órganos de represión, son inútiles y quedan sin respuesta.
De esta manera se crea una
atmósfera que influye considerablemente en la opinión pública y ejerce una
fuerte presión sobre los tribunales y su independencia. En semejante clima se
hace psicológicamente imposible no declarar culpable al acusado.
Especialmente resulta un
problema difícil las declaraciones de los altos funcionarios partidarios y
estatales que insinúan públicamente que las personas incriminadas de los
delitos políticos, son culpables. Eso sucedió, por ejemplo, en 1975 en Novi
Sad, cuando Mihajlo Mihajlov fue atacado por el presidente de la República el
mismo día de la vista de su causa, o en 1984 cuando el presidente del presidium
del estado declaró culpables al Dr. Vojislav Šešelj y el grupo de los seis de
Belgrado, antes de que se conociera el cargo contra ellos.
En muchos casos fue, incluso
antes de iniciar el proceso, creado un clima especial y la opinión pública
preparada para el juicio. Los ejemplos de tales sentencias hechas de antemano
son los discursos públicos de los funcionarios políticos responsables (en
Croacia) como Jure Bilić, Josip Vrhovec, Dušan Dragosavac. Lo que tuvo
como consecuencia el procesamiento y severas condenas de prominentes
intelectuales, como ser Dr. Marko Veselica, Vlado Gotovac y Dr. Franjo Tudjman.
El empleo de la tortura
Las normas procesales yugoslavas
prohiben categóricamente el empleo de los medios de presión físicos o
psicológicos por los órganos de indagación contra los inculpados. No obstante,
hay numerosas declaraciones de los acusados referentes a las torturas
infligidas especialmente en caso de los delitos politicos, particularmente
cuando se refieren a los hechos de violencia o del terrorismo, pues en estos
casos la indagación es normalmente transferida a la policía politica. Muchos
infractores políticos han descripto varios métodos de tortura. Lo hicieron
públicamente delante del tribunal en sus propias quejas y en las de sus
defensores y en varias peticiones dirigidas a los órganos de justicia o
estatales. La tortura tenía por finalidad obtener confesiones, declaraciones
que comprometían a otras personas o confesiones de crímenes ficticios.
Las descripciones de las
torturas presentan un cuadro muy cruel. Según declaraciones dadas por escrito,
los acusados fueron encerrados en celdas oscuras y húmedas. pisoteados por sus
carceleros, pegados con puños y bastonazos, sometidos a las descargas
eléctricas, sujetados a los radiadores calientes, arrastrados a las ejecuciones
nocturnas simuladas y les fueron hechas aplicaciones de psicofármacos —todo
esto para obligarlos a "confesar".
Los tribunales generalmente no
toman en consideración tales declaraciones; rechazan las pruebas de la
anlicación de torturas presentadas por los defensores, pues argumentan que la
tortura está prohibida por la ley y, por lo tanto, no puede practicarse.
En cuanto yo sepa, ningún órgano
del ministerio de la justicia o de algún otro organismo oficial jamás ha
promovido una indagación respecto de las declaraciones de los acusados que
fueron torturados. Por ejemplo, Dobroslav Paraga fue torturado después de haber
hecho una recolección de firmas para una petición en la cual se solicitaba la
amnistía para todos los presos políticos.
Especialmente drásticos métodos
de tortura (según las declaraciones por escrito de los inculpados, de sus
defensores y de sus familiares) fueron aplicados de parte de la policía a los
presos políticos Miloš Tvrtko, Antun Zinko, Djuro Perica y Josip Penić, Branko
Vidaček, Franjo Belančić y muchos otros. Los sospechosos fueron
forzados a admitir, además de los delitos verbales, también la proyección y los
preparativos de los actos terroristas.
De tal modo se buscó asegurarse
el sostén de la opinión pública, pues se sabía de qué manera sensible reacciona
frente al terrorismo.
Abuso de material probatorio
Las viviendas de las personas
incriminadas de delitos politicos son regularmente allanadas. En ocasión de estos
allanamientos domiciliarios, todo documento queda confiscado y después
utilizado como material probatorio: diarios particulares, manuscritos de los
escritores —entre ellos los manuscritos y borradores de trabajos que, excepto
el autor, nadie había visto— cartas, como también los apuntes más personales.
Lo mismo vale para las obras legalmente publicadas de los autores que cayeron
en desgracia y para los libros que una vez antes —pero no más ahora— fueron
considerados políticamente recomendables. Lo mismo vale para los recortes de
las conferencias legalmente publicadas y difundidas.
Yo mismo he experimentado cómo
encontraron las pruebas de mi "actividad hostil" entre los papeles en
mi escritorio: copias de las actas y sentencias judiciales como también la
correspondencia mía con los acusados políticos y en mi cualidad de defensor.
Todo lo que puede contribuir a la formación de la impresión negativa del
acusado, se lo llevan.
El papel del defensor en los procesos políticos
Hay una fuerte tendencia a
excluir completamente al defensor en la etapa preliminar. En muchas
indagaciones se intenta mantener al defensor alejado de varios procedimientos,
especialmente de la información testimonial de los testigos A menudo no es
permitido a los defensores leer el acta judicial alguno, sus contactos con los
acusados son dificultados, se interroga a los acusados en ausencia de sus
defensores. No son pocos los casos —especialmente cuando se hace la indagación
de las infracciones políticas— en que el acusado toma contacto con su defensor
primera vez recién cuando la acusación ya está camino al juzgado.
En la prensa, a los defensores
se los menciona raras veces. Si lo hacen, es por regla general para tomarlos
ridículos y comentar con ironía sus mociones; a la vez declaran que estas
proposiciones son estúpidas, ilegales o que "abusan del procedimiento
democrático". La prensa casi identifica al defensor con su cliente y con
los cargos formulados contra éste; prácticamente echa en cara al defensor el
mismo delito. De esta manera la prensa crea una psicosis de enemistad contra el
defensor y son pocos los dispuestos a aceptar su papel en los procesos
políticos con plena responsabilidad profesional y ética. Es muy probable que la
prensa reproduzca la opinión de los dirigentes políticos.
Abuso de la psiquiatría
En numerosas indagaciones y
procesos por delitos políticos, los acusa-dos son sometidos al examen
psiquiátrico, lo que es ilegal. Según la ley esto es admisible sólo cuando
existe una duda fundada respecto de' la responsabilidad personal del acusado.
Parece que existe suposición de una relación causal entre un espíritu
perturbado y las opiniones y las acciones que contradicen las opiniones y las
actividades politicas oficialmente aceptadas.
Desgraciadamente no hay entre
los psiquiatras la mínima resistencia a estas prácticas: ninguno de ellos se
negó a participar en esas actuaciones. Ellos prestan, por supuesto, su
contribución al diagnóstico psiquiátrico cuando hablan de la 'agresión verbal',
concepto probablemente concebido para hacer juego al del "sabotaje
ideológico".
Rechazo político de las apelaciones humanitarias
Es sabido que muchos procesos
políticos en Yugoslavia están acompañados de llamamientos para la amnistia o la
suspensión del proceso penal. Estos llamamientos proceden de varias
organizaciones humanitarias internacionales (especialmente de la Amnesty
International), asociaciones profesionales (de los escritores, abogados,
filósofos, eruditos de ciencias políticas) como también de las destacadas
personalidades internacionales.
Estos llamamientos nunca reciben
una respuesta oficial.
A veces sucede que la prensa
—evidentemente según las directivas políticas— o algún político, tratan de
desacreditar esos llamamientos como injerencia en los asuntos internos del
país. A las prestigiosas organizaciones y personalidades se les imputan
intenciones funestas y el anticomunismo. Al mismo tiempo se intenta mostrar,
que su intervención no es otra cosa que el trabajo bien camuflado de varios
servicios de inteligencia dentro del marco de la "guerra
psicológica".
Estado de los presos políticos
Formalmente los presos políticos
están tratados en Yugoslavia igual que otros detenidos, pues la legislación
yugoslava no reconoce el concepto del delito político y consecuentemente del
preso político.
En 1985 tuve ocasión pasar seis
meses, corno preso político, en la penitenciaria de Stara Gradiška, después de
haber sido condenado por el delito de expresión de opinión. La penitenciaría es
un enorme edificio construido hace doscientos años. Está sobre el río Sava y
rodeada de pantanos; sus gruesos muros están impregnados de humedad secular.
Allí se hallan alojados grandes criminales, reincidentes, asesinos y ladrones.
De acuerdo a una resolución del ministro de justicia de la República de Croacia
se admiten también los presos políticos.
La prisión de Stara Gradiška es
el prototipo de un sistema carcelario severo. Los presos políticos, en su
mayoria intelectuales, son por lo tanto ya por la elección de la prisión, donde
se los aloja, brutalmente castigados. A base de mis consultas personales
cotidianas, mi interrogatorio de más de doscientos presos y el sondeo de la
"memoria colectiva" de los prisioneros tuve que constatar que la
dignidad humana de los presos estaba violada, que ellos estaban sometidos a la
coerción física ilegal y a las medidas disciplinarias ilegales y que tanto los
presos políticos como los demás están permanentemente expuestos a las
diferentes torturas y humillaciones.
Yo dormía en una gran celda
junto con alrededor de treinta presos más, todos criminales empedernidos. Las
ventanas tenían que estar siempre abiertas. En el invierno, cuando la
temperatura afuera bajaba a menos 15 o 20 grados celsius, los presos —en sus
livianos trajes de prisionero— son expuestos al frío. En la celda hay un balde
de letrina que —a pesar del frío— expide un hedor terrible. Los presos enfermos
tosen. Los enfermos tuberculosos escupen sangre, los mentalmente perturbados
gritan, los psicópatas son atormentados por su enfermedad. A la mañana el
guardián abre la puerta y doscientos hombre se precipitan y luchan por unos
diez puestos en el baño, pues no han conseguido utilizar el balde durante la
noche. En el mismo lugar y al mismo tiempo se lavan la cara.
En el verano, todo está repleto
de moscas. Los presos deben limpiar inodoros con esos baldes llenos de agua,
pues en el lugar no hay agua corriente. En las celdas individuales la situación
en el invierno es especialmente critica, pues está prohibido el uso de frazada
durante el día y los presos son expuestos al riguroso frío. Además está
prohibido sentarse o acostarse sobre la cama. Toda falta contra el orden
disciplinario se castiga a porrazos.
Los presos en el aislamiento
celular deben tolerar los castigos más severos. No pueden poseer cigarrillos.
Las rejas de la ventana son cubiertas con el tejido de acero tupido, de manera
que la celda está siempre a oscuras Para sus necesidades físicas tienen estos
presos sólo un recipiente de hojalata. Según la ley, los presos en la celda
solitaria tienen derecho a un paseo al aire fresco de una hora cada día. No
obstante, muy raras veces sucede que los lleven al paseo por el patio; de todos
modos no dura más de treinta minutos.
A la mañana se forman, en el
lugar de la revista, largas filas de presos. Según la ley, las prisiones deben
facilitar a los presos un trabajo adecuado a sus posibilidades y aptitudes.
Pero además del trabajo físico, nada se ofrece a los presos. Nadie piensa
organizar otro tipo de trabajo para los presos políticos. Nosotros trabajamos
seis días en la semana, en total 42 horas. Por eso recibimos en promedio
alrededor de 11,50 marcos alemanes por mes. Fuimos rodeados por los agentes,
que espiaban cada paso nuestro, cada palabra y cada contacto.
Mientras cumplía mi condena en
Stara Gradiška, un número de presos políticos, entre ellos también yo, hicimos
una suerte de test especial. Cada uno de los presos políticos escribió a la
administración de la prisión pidiendo se le conceda una de las facilidades
disponibles. Todas las solicitudes fueron rechazadas. Algunos fueron llamados a
conversar con los empleados de la prisión, los cuales les expresaron su asombro
ante el hecho de que los presos politicos, después de todo, pedían esas
facilidades. Cuando algunos de los presos políticos señalaron que ellos tenían
los mismos derechos que los demás prisioneros, se enteraron de que
"nosotros no acostumbramos otorgar las facilidades a los presos
politicos".
Con el fin de reunir material
adicional sobre la discriminación de los presos políticos, repitió cada uno de
ellos la solicitud escrita pidiendo esta vez cualquier otra facilidad. Otra vez
fueron rechazadas todas las peticiones. Finalmente, solicitaron todos los
presos políticos todas las facilidades disponibles, otra vez sin éxito. Al
mismo tiempo obtuvieron esos privilegios hasta los peores de los presos
comunes.
Como norma, los presos politicos
cumplían su condena hasta el último día. Las amnistías ocasionales que en el
Día de la República (fiesta nacional) son concedidas, conciernen en el 99 por
ciento de todos los casos a los prisioneros comunes, no a los presos políticos.
Cuando de todo modo los presos políticos obtienen una amnistía, normalmente se
les cancela sólo una pequeña parte, casi insignificante, del término de su
condena.
Los presos politicos son alojados
junto a los criminales mentalmente trastornados. Según el informe oficial del
servicio de la salud en la prisión, de un total de 900 prisioneros en Stara
Gradiška, 850 son enfermos. Entre ellos hay 193 psicópatas graves, 110
toxicómanos, 18 drogadictos, varios esquizofrénicos y paranóicos, unos veinte
retardados mentales como también cuarenta alcohólicos empedernidos.
Además en el mismo penal están
alojados los tuberculosos que según la ley deberían estar en hospitales
especiales.
Las autoridades estatales y
políticas fueron informadas desde hace años sobre esta situación insoportable.
Su única respuesta fue el silencio.
Represiones después de la
prisión.
Después de haber cumplido su condena,
los presos políticos (y su familia) son sometidos a diversas formas de
represión, lo que los hace ciudadanos de segunda clase.
En la sociedad se creó un clima
según el cual todos los contactos con los ex presos políticos son considerados
peligro de contaminación. De este modo los presos políticos son aislados y a
los que siguen teniendo contactos con ellos, el gobierno los pone en la lista
negra. Tales personas pueden ser interrogadas por la policía o ser víctimas de
las medidas disciplinarias del partido, o simplemente ser consideradas
sospechosas.
A menudo, sin aclaración alguna,
retiran a los presos políticos sus pasaportes. Los ex presos politicos y sus
familiares son constantemente vigilados y la mayoría de ellos declara que su
correspondencia personal y sus conversaciones telefónicas son intervenidas. Los
ex presos políticos que pertenecen al grupo intelectual, se encuentran en una
situación especialmente difícil: especiales ordenanzas prohiben su empleo en
los lugares que tengan la más mínima importancia social. A un abogado,
condenado por un delito político a más de seis meses de prisión, puede —después
de cumplida la condena— prohibírsele el ejercicio de su profesión durante diez
años. Los ex presos políticos no pueden ser empleados en la administración
estatal o en las escuelas. Si su empleo no es prohibido por una ordenanza
especial, puede ser aplicada contra ellos la reserva de la "incapacidad
moral y política". Los escritores no pueden publicar sus libros y los
artistas exponer en público sus obras. De esta manera están condenados a la
"libertad".
(Tradujo al alemán Albert Knierim) (Tradujo al castellano: Božidar Latković)
En Suecia actúa desde hace dos
años la sociedad "Amigos de Čižek", encabezada por Malte Munther
en Hulisfred. Sus socios son los inválidos suecos empeñados en liberar de la
cárcel yugoslava al profesor Vjenceslao Čižek —croata radicado en
Alemania, secuestrado en 1977 por la policía secreta de Belgrado UDBA, y luego
condenado en Yugoslavia a 15 años de prisión—. Al secuestrarlo Čižek fue
herido y no le fue permitido el auxilio médico, de modo que quedó con una mano
dislocada. Además, quedó casi totalmente ciego en la cárcel y su salud es muy
precaria.
La sociedad "Amigos de
Čižek" recibió la promesa del primer ministro sueco intervenir a su
favor en el primer encuentro con los representantes yugoslavos. El parlamento
dinamarqués respondió también al llamado sueco y encargó a un grupo de
parlamentarios ocuparse del caso Čižek.
También los parlamentarios
suecos respondieron al llamado de "los Amigos de Čižek ". Todos
los partidos democráticos, representados en el parlamento sueco, constituyeron
una comisión general parlamentaria que dirigió una petición común a las autoridades
yugoslavas. Los integrantes de esta comisión son los parlamentarios: Gunell
Ljiljegen (partido conservador moderado), Ralf Lindstrom (partido
socialdemócrata), Kenth Sportwik (partido nacional) y Ulla Telander (partido
del centro).
Los PEN clubes sueco, dinamarqués y noruego remitieron a las
autoridades yugoslavas su pedido de liberación del Prof. Čižek. En la
carta, firmada por el presidente Karsten Alnaes, en nombre de la Sociedad de
Escritores de Noruega, fue advertido Borislav Krajina, ex ministro de justicia
(actualmente presidente de la Comisión de Justicia en la Asamblea Federal)
sobre la manera cómo Čižek llegó a la prisión y sobre su estado de salud
actual. Al final de la carta leemos: "La Sociedad de Escritores de
Noruega" considera el procedimiento para con nuestro colega, inhumano y
cree que cada persona tiene derecho a la libertad de expresión y de
pensamiento'.
Hombre en desgracia
El semanario alemán Neue
Bildpost (15-I1-1987) reprodujo la carta de un grupo de IGFM que se interesa
por el preso croata, Prof. V. Čižek. En la carta, entre otras cosas, se
expresa:
...En esta ocasión quisiéramos
llamar la atención sabre un preso del que se ocupó con frecuencia este
periódico. Trátase del croata, Prof. V. Čižek, quien en 1977 fue condenado
en Yugoslavia a 15 años de prisión. Čižek perdió la vista en 1983, por
cuanto las autoridades del penal no dieron permiso para la indispensable
operación ocular. Su caso fue y sigue siéndolo motivo de protestas e
intervenciones, provenientes del mundo entero. Pero el gobierno yugoslavo
permanece implacable.
¿Dejarán que el ciego Čižek
se muera en la cárcel? Por ello solicitamos una vez más: escriban a la embajada
yugoslava (Schlossallee 1.5300 Bonn 2) y reclamen ¡Suelten por fin al ciego
Prof. Čižek.!
Agradeceremos nos envíen copia
de su carta.
La
Sociedad Internacional para los Derechos Humanos (IGFM),
Grupo
de Trabajo Hilden, Am. Eichelkamp
89,4010 Hilden, Alemania Federal.
Exposición del Presidente del Consejo Nacional Croata en el Parlamento Europeo
Al cierre de la redacción
recibimos de la Oficina Informativa Croata de Bonn, Alemania Occidental, el
siguiente despacho:
Invitado por el grupo de trabajo
de los miembros del Parlamento Europeo (en adelante PE) para la Europa Central
y Oriental, el presidente del Consejo Nacional Croata, el prof. Mateo
Meštrović, hizo uso de la palabra el 10 de marzo último en el Palais de
l'Europe, sede del PE en Estrasburgo.
En la invitación dirigida a los
miembros del PE, "en relación a un encuentro informativo con el
representante croata para asistir a este debate sumamente interesante", el
doctor Otto von Habsburg presentó al invitado en los siguientes términos:
"El profesor dr. Mate Meštrović es historiador, periodista y
politólogo y como Presidente del Consejo Nacional Croata en el exilio es un
convencido defensor de los derechos humanos. Nació en Croacia, en 1930, hijo de
un célebre escultor. Hoy vive y enseña en los EE.UU. y en 1986 fue condecorado
con la Ellis-Island-Medaille".
El discurso de Meštrović
versó sobre las violaciones de los derechos humanos en Yugoslavia. La referida
sesión tuvo efecto en vísperas del importante informe anual al plenario del PE.
Estuvieron presentes numerosos diputados del PE representantes de todos los
estados miembros y de distintos partidos políticos europeos.
El presidente del CNC en su
breve alocución, concebida como contribución a la vez que prólogo a la
discusión, expuso numerosas modalidades de la violación de los derechos humanos
v políticos en Yugoslavia, afectando primordialmente al pueblo croata y a la
minoria nacional albanesa. Se refirió al no acatamiento de las asumidas
obligaciones internacionales por parte de Belgrado. hizo mención de varios
casos concretos y graves de los presos de conciencia en Yugoslavia. subrayando
el ensañamiento y la crueldad del régimen totalitario yugoslavo en el caso del
estudiante universitario croata. Dobroslav Paraca. Meštrović fue
presentado al auditorio por Otto von Habsburg, representante de la unión
cristiano-demócrata germana. tenido nor el mejor conocedor de la problemática
de la Europa del centro-este y del sureste en el seno de las instituciones
europeas en Estrasburgo, Luxemburgo y Bruselas. Otto von Habsburg representa en
el PE al partido popular europeo mayoritario y es su portavoz en la comisión
política parlamentaria.
Discurso del Dr. M.
Meštrović
A renglón seguido transcribimos
pasajes principales de la alocución del Dr. M. Meštrović:
"Queremos llamar vuestra
atención hacia los problemas del estado multinacional yugoslavo, ya que no se
puede defender dignamente los derechos humanos en Africa del Sur, Afganistán,
Chile o Nicaragua sin tener en cuenta lo que pasa en ese sentido en Europa.
En la Europa del siglo XX, el
respeto de los derechos humanos se ha convertido en una pauta para evaluar un
sistema politico y social. En contradicción con la constitución de Yugoslavia y
en contradicción con los compromisos contraídos a nivel internacional, las
libertades fundamentales de expresión, opinión, conciencia y religión están
prohibidas a los ciudadanos yugoslavos. Yugoslavia no es un estado de derecho.
Según las propias palabras de Tito, los juzgados existen "para servir a
los intereses del partido". Para los que piensan de otra manera se les
destina una justicia represiva„ sin que los ciudadanos tengan ningún derecho
frente a la policía secreta.
A esto hay que añadir la
discriminación que sufren las distintas nacionalidades: los croatas y los
albaneses son ciudadanos de segunda categoría. El pueblo croata y los albaneses
de la región del Kosovo luchan para salvaguardar su cultura, su idioma, sus
tradiciones, la integridad de su historia contra inexactitudes impuestas, con
el fin de preservar su propia identidad.
En la Yugoslavia creada en
Versailles en 1918, y en la Yugoslavia comunista de 1945, el derecho a la
autodeterminación de las naciones no existe. Sin embargo, se trata de naciones
formadas, ricas en tradición histórica, cultural y de organización política,
que desean poder tomar sus propias decisiones y dirigir su propio destino como
nación.
La crisis económica de
Yugoslavia con 20 mil millones de dólares de deuda exterior, el 15 por ciento
de desempleo y alrededor de un millón de trabajadores emigrantes, una inflación
anual del 100 por ciento, solamente podrá resolverse mediante una reforma hacia
una verdadera economía de mercado. A esto se opone enérgicamente el partido
comunista en el poder. ¡Yugoslavia ha llegado a ser el centro de la crisis en
Europa!
Si la libertad y el respeto de
los derechos humanos no existen en la totalidad de Europa, ni la paz ni la
libertad están aseguradas en los países de la Comunidad Europea."
Al terminar su disertación
siguió un animado debate que excedió el tiempo previsto. El presidente del CNC,
con argumentas y datos precisos, contestó varias preguntas concernientes a la
compleja problemática de la comunidad multinacional de Yugoslavia, a la
insostenibilidad de la situación actual y de dicha comunidad estatal contra la
voluntad de los pueblos que la integran y a la imperiosa necesidad de tomar
medidas responsables y conducentes a su desintegración pacífica y a la
constitución de estados nacionales.
El Dr. Meštrović visitó par
la tarde del mismo día (10-III-1987) al Dr. Siegbert Alber,
vicepresidente del PE y le agradeció la oportunidad brindada para informar a
los representantes del PE acerca de la violación de los derechos humanos y del
cercenamiento del derecho de autodeterminación nacional en Yugoslavia. El
vicepresidente S. Alber lamentó no haber podido asistir a su disertación por
coincidir con una sesión en el seno de la vicepresidencia del PE y subrayó que
con sumo gusto apoyará toda iniciativa de la comisión politica parlamentaria en
el sentido de que se cumplan los deseos expresados por el representante croata.
La oficina informativa croata de
Bonn participó en inglés, francés, alemán y español a todos los integrantes del
PE (520) la disertación del presidente del CNC. Dicha información contenía al
mismo tiempo un panorama sintético de la situación imperante en Yugoslavia y la
advertencia sabre la imposibilidad de defender convincentemente los derechos
humanos en Sudáfrica, Afganistán, Sud América y pasar por alto lo que sucede en
Europa; asimismo, ni la paz ni la libertad en la Comunidad Europea pueden
perdurar si los derechos y las libertades humanas no se respetan en todos los
estados del continente europeo.
El Dr. Meštrović, rodeado
por sus colaboradores europeos, asistió el 11 de marzo al plenario del PE,
dedicado a los derechos humanos.
El relator del PE, el diputado
español por la región vasca Julén Guimon-Ugarteche, presentó su informe sobre
las violaciones de los derechos humanos (50 páginas), publicado en todos los
idiomas de la comunidad europea dos semanas antes del debate general. El
diputado Guimon-Ugarteche subrayó en su discurso que en las reuniones previas
de la comisión politica del PE se había acordado no nominar individualmente a
los estados en que se violan los derechos humanos, pues son demasiados, sino
poner el acento en su informe sobre las medidas que el PE podría proponer a la
comisión de los ministros de relaciones exteriores de la comunidad europea con
el fin de amparar los derechos humanos. La única excepción hecha por el
diputado Guimon-Ugarteche en su discurso ante el plenario del PE, fue el caso
de Croacia como ejemplo del cercenamiento del derecho de autodeterminación a
todo un pueblo.
De los documentos agregados al
informe se colige que los representantes yugoslavos, ante todas las protestas,
prometieron "investigar el asunto", pero no hubo ni respuesta ni
solución. La presidenta de la delegación de enlace del PE con Yugoslavia, la
Sra. Seibel-Emmerling (miembro del partido social-demócrata) entregó el 22-5-86
a Josip Korosec, delegado yugoslavo ante la comunidad europea, la documentación
de Amnesty Internacional y le recordó las protestas, todavía no atendidas, de
la diputada Van Den Heuvel sobre la situación de los albaneses en Kosovo
(B2-96/85) y la conculcación de la libertad de pensamiento en Yugoslavia
(B2-763/85). Es interesante reproducir del mismo documento (EP 107 484) que los
representantes yugoslavos en la sexta reunión interparlamentaria, celebrada en
Belgrado del 16 al 19 de agosto de 1985, ante numerosas protestas por la
violación de los derechos humanos habían declarado "que los procesos
políticos en su país afectan especialmente a los separatistas (en Croacia y en
la provincia de Kosovo), renuentes a reconciliarse con el sistema vigente de
una amplia autonomía de cada república y provincia", Unicamente admitieron
que "aparentemente se dan 'algunos' problemas en materia religiosa pero
que las libertades religiosas en Yugoslavia están garantizadas" (sic).
El Sexto Congreso del Consejo
Nacional Croata (CNC) celebrado en Londres, Inglaterra, entre el 22 y 24 de
febrero de 1986, ha analizado las premisas sobre las cuales desarrolló su
actividad durante los últimos años, y ha aprobado los principios politicos
formulados por el presidente del Comité Ejecutivo el Dr. Mateo Meštrović,
tal como queda expuesto seguidamente:
DEBERES DE LA CROACIA EMIGRADA
Los croatas emigrados no pueden
asumir el papel de pueblo en su patria, como tampoco pueden reemplazarlo. Lo
que sí la Croacia emigrada puede hacer es organizarse políticamente en forma
activa para desarrollar en el plano internacional una amplia actividad
político-propagandística con el fin de llamar la atención de la opinión pública
internacional, de los científicos, de los estadistas y de los protagonistas
políticos mundiales sobre la insensatez —y a largo plazo también sobre lo
desesperanzado— de apoyar y mantener una Yugoslavia débil y desunida, que
constituye un factor de desorden e inestabilidad en Europa.
Por más politicamente
organizados que fueran los croatas exiliados no podrían derrumbar el régimen
socio-politico en Yugoslavia, y menos aún el Estado policial yugoslavo. Ello
sólo puede lograrlo el pueblo croata en la patria conjuntamente con otros
pueblos sojuzgados, por ejemplo los albaneses y los eslovenos, y todo ello en
un momento de una situación internacional propicia.
NUESTRA POSTURA POLITICA
En la politica posiblemente sea
a veces más sensato quedarse corto de palabras o bien dejar las cosas poco
claras. Pero teniendo en cuenta que los acontecimientos en Yugoslavia dan fe
cada día más de que la lucha de los croatas está muy pronto por entrar en una
etapa cuantitativa y cualitativamente nueva y decisiva, este hecho impone a la
conducción del Consejo Nacional Croata la obligación patriótica, moral y
política de adoptar una posición política clara y precisa y de determinar la
meta de nuestra lucha.
No debe olvidarse que politica
alguna puede brindar resultados positivos si no tiene en cuenta los hechos y la
apreciación objetiva de la situación real. La historia por lo general ha dado
la razón a los realistas en política, y no a los llevados por fantasías, que
deambulan por senderos peligrosos y precipicios fatales.
La experiencia histórica de la
Yugoslavia de preguera no sólo atestigua el fracaso del sistema
democrático-parlamentario de tipo europeo-occidental en el reino sureslavo
creado en Versalles, sino que demuestra también que ese sistema es irrealizable
e insostenible por cuanto la verdadera democratización conlleva a su
disolución. Justamente por ello somos contrarios a todo tipo de
"entendimientos" y "acuerdos". Nos afirman en esta posición
las experiencias históricas de los años 1868, 1905, 1918 y 1945.
CROACIA POR LA CUAL LUCHAMOS
Partiendo del punto de vista de
que un pueblo sin propio Estado soberano no es un sujeto histórico, sino un
objeto de voluntad ajena, y que solamente un Estado soberano propio puede
brindar al pueblo en cuestión el medio indispensable para promover las
libertades e intereses personales, nacionales, políticos, religiosos,
económicos, culturales y demás derechos humanos universalmente reconocidos,
aprobamos la orientación delineada en el V Congreso, que apunta a la
restauración del Estado Croata independiente, democrático, pluralista, neutral
y socialmente justo, en el cual habrán de materializarse las milenarias
aspiraciones croatas, como asimismo verse garantizados, asegurados y respetados
los derechos personales y nacionales de todos los ciudadanos de nacionalidad
croata, como así también de las minorías nacionales que habitan el suelo de
Croacia y consideran a ésta como su patria.
NUESTRA POSICION FRENTE A LA
FUNDACION DEL ESTADO CROATA EL 10 DE ABRIL DE 1941 Y LA MASACRE DE BLEIBURG
La declaración del Estado de
Croacia en abril de 1941 constituye la culminación de la lucha multisecular del
pueblo croata por la restauración de su Estado, antaño glorioso, extenso y
poderoso.
La declaración del Estado croata
fue obra del pueblo croata, el cual, ante el peligro de una extinción biológica,
reaccionó con el instinto de conservación, en la lucha por el mantenimiento de
su identidad nacional y la reconquista de la soberanía.
La constitución del Estado de
Croacia en 1941 fue resultado de una lenta y dolorosa maduración, y toma de
conciencia, de un proceso que duró, y que tenía que durar, por décadas. En ese
contexto, y desde el punto de vista de la dinámica histórica, de las nuevas
experiencias y vivencias nacionales, el establecimiento del Estado croata fue
un acto lógico e ineludible, al igual que será inevitable su restauración en el
futuro, aunque el momento de tan importante acontecimiento, el de la liberación
de Croacia, nos resulta desconocido, tal como lo fue antes del 10 de abril de
1941, cuando nadie podía preverlo siquiera con una semana de anticipación.
Los análisis en torno a las
culpas por el colapso del Estado croata, vinculadas con el genocidio de
Bleiburg, son objeto de investigación histórico-científica. Lo que debe
evitarse es el fraccionamiento que producen tales análisis en el ámbito
politico. Para determinar nuestra futura postura politica es menester sacar
enseñanzas del pasado, mas nuestra acción debe ser conducida con la mirada
puesta en el futuro. El camino más corto que nos conduce a la materialización
del Estado croata es el de la conciliación nacional croata, la concordia y la
cooperación sincera, fructífera e integral de los croatas y los ciudadanos de
Croacia en todos los ámbitos de la vida nacionai. Trabajemos acorde con esa
convicción y esos anhelos del pueblo croata.
NUESTRA POSTURA FRENTE A LOS
COMUNISTAS CROATAS
Es un deber patriótico de todas
las fuerzas progresistas en la Liga de los Comunistas de Croacia (L.C.C.) y la
Liga de los Comunistas de Bosnia y Herzegovina (LCBH), como así también de
todos los estratos de la sociedad croata, emprender desde ya los pasos
pertinentes para evitar que el cambio de rumbo de la historia nos sorprenda sin
preparación y nos empuje, nuevamente, de una servidumbre a otra esclavitud. Todos
juntos, la patria y la emigración, deberiamos actuar sobriamente, dar inicio a
los acontecimientos y friamente apreciar Ios sucesos económicos, políticos y de
otra índole. La ingenuidad política y la credulidad en Yugoslavia nos han
costado mucha sangre. Ahora las ilusiones se han esfumado. El pueblo croata
desea su Estado soberano y sobre el particular ya no existen divisiones en sus
filas.
Damos la bienvenida a toda
empresa acometida por los comunistas croatas que sirva a los intereses del
pueblo croata y de la independencia de su Estado. En nuestra lucha las
cuestiones ideológicas no ocupan el primer plano. Nuestra lucha primordialmente
y por sobre todo es la de liberación nacional, y como tal no excluye a croata
ni ciudadano de Croacia alguno que aprecie la libertad y los valores materiales
y espirituales de Croacia. En nuestro camino de liberación nacional no hay
odios, sed de venganza, obsecación ni exclusivismos ideológicos; distinguimos
entre valores pasajeros y duraderos, como son el respeto a la dignidad y al
pensamiento humanos, a la verdad y a la libertad personal y nacional.
No reprochamos a los comunistas
croatas por ser comunistas, sino por hacer muy poco para que Croacia deje de
ser un apéndice colonial de Servia, y por hacer prácticamente nada en defensa
de los intereses nacionales y existenciales croatas.
Para que los comunistas croatas
puedan de verdad tomar la conducción en las estructuras administrativas,
políticas, económicas, militares, policiales y otros en Croacia y Bosnia y así
poder actuar politicamente en forma independiente y poder llevar a cabo una
política que responda a los intereses croatas, es imprescindible que se
orienten hacia su pueblo, que a éI recurran y obtengan de él la ayuda que les
posibilitará no solamente excluir de sus filas a las fuerzas antinacionales y
anticroatas, sino también resistir con eficacia las constantes presiones y
rapiñas de Belgrado. De mostrarse a la altura del momento histórico critico que
se aproxima y cerrar activamente filas con los que luchan por la liberación
croata, su papel será bienvenido e importante en el futuro Estado croata
democrático, neutral y soberano.
NUESTRA POSICION FRENTE A LOS
SERVIOS EN CROACIA
El Estado croata por el cual
luchamos habrá de representar los intereses auténticos de todos sus habitantes,
sean ellos, por supuesto, de nacionalidad croata o bien ciudadanos de Croacia
de otra nacionalidad, teniendo todos las mismas obligaciones y los mismos
deberes frente a Croacia. En el Estado soberano croata del mañana todos sus
ciudadanos gozarán de los mismos derechos. Croacia jamás se constituirá en
negación de nadie, como sí lo es hoy en día de los croatas. En él no habrá
ciudadanos de primera y segunda categoria, ni hegemonía alguna ni de nadie. Los
servios en Croacia, desde que se refugiaron en élla, constituyen una parte de
la historia croata, y con ello del futuro croata, si así lo desean. Ellos, amén
de Croacia, no tienen otra patria. El Estado croata establecerá relaciones
humanas entre croatas y servios en Croacia, e instituirá el espíritu de
concordancia y comunión. Las puertas de nuestra lucha libertadora están
abiertas de par en par a todos los habitantes de Croacia que ven en ella su
patria.
NUESTRA POSICION FRENTE AL
INTENTO DE CREAR UNA "NACION MUSULMANA"
Rechazamos categóricamente el
concepto de nación "musulmana", ese invento oficial del gobierno ateo
yugoslavo, un absurdo conceptual e histórico, por cuanto en ninguna parte del
mundo, aunque hay más de setecientos millones de musulmanes sobre la tierra,
existe una nación con ese nombre, por lo cual tampoco puede haber una en Bosnia
y Herzegovina.
En el caso de que los musulmanes
de Bosnia, Herzegovina y Sandžak optaran, en libertad, por tal o cual
nacionalidad, y no la croata, respetaremos y aceptaremos esa decisión, pero de
manera alguna podemos consentir que tal determinación nos la imponga el poder
opresor yugoslavo.
Es ampliamente conocido que no
se crea una nación de la noche a la mañana, ni por decreto. Una nación se va
formando muy lentamente; a veces son necesarios siglos enteros. Va madurando,
hasta alcanzar una conciencia común, a partir de la comunidad étnica,
atravesando luego por la económica y cultural, para llegar finalmente a la
politica y jurídica. El concepto contemporáneo de nación en la ciencia de la
historia se fundamenta en el principio de la afinidad natural, ética e
idiomática. Los croatas existieron como nación mucho antes del imperio otomano
y el de los Habsburgos, ocupando el espacio de las actuales regiones de Croacia
y Bosnia-Herzegovina como comunidad étnica y espiritual, ligada con idioma
propio Y patria común.
Rechazamos la tesis de que los
croatas son una "nación católica", es decir que su nacionalidad se
identifica con la pertenencia a la religión católica, mientras que los
musulmanes de Bosnia y Herzegovina son por ende una nación distinta,
identificada también por su credo religioso.
El concepto sobre "los
croatas como nación católica" es una categoria histórica caduca que, por
lo general, imponían y sostenían elementos de ocupación extranjera. Esta
concepción perjudicial para nuestros intereses nacionales nunca tomó arraigo en
el pueblo croata, fue y sigue siendo tan sólo periférica, ya que siempre la
rechazó el organismo croata como algo extraño y ajeno. Cabe señalar al respecto
que incluso la jerarquía católica de Croacia, según el periódico "Glas
Koncila", se ha percatado perfectamente de este dañino y extraño lema
echado al vuelo para identificar los términos: croata y católico. La cúspide de
la iglesia católica en Croacia señala con razón que este ridículo lema siempre
ha sido y sigue siendo escolta y sostén de las fuerzas de ocupación en Croacia
y de renegados vernáculos. Sobre la base de esta "verdad" (croata =
católico) los croatas no tendrían derecho a reclamar la unión de Bosnia y
Herzegovina con el resto de Croacia, pues los católicos (que según esta
definición serían los únicos croatas) representan aproximadamente la quinta
parte de la población total de Bosnia y Herzegovina. El expansionismo
granservio reconoce esta "realidad histórica" y magnánimamente
permitiria la anexión a Croacia de los territorios en que vive una mayoría
católica. Con respecto a Bosnia y Herzegovina, el concepto "croata —
católico" con lógica inexorable impondría a la política croata la
posibilidad de tener que dividir esas tierras con los servios.
Abogamos por la integridad
territorial de Bosnia y Herzegovina. Es un hecho incuestionable que durante
siglos se ha venido produciendo el desarrollo histórico de Bosnia en forma
separada del resto de las regiones croatas que vivieron englobadas dentro del
imperio austrohúngaro. Justamente a causa de esta división de carácter estatal,
cultural y jurídico entre estas dos porciones del territorio croata se han
venido conformando distintas influencias religiosas y culturales dentro del
pueblo croata.
Croacia durante siglos estuvo
expuesta a la influencia de la cultura occidental y la oriental. Hoy en día
nadie, en sus cabales, puede pretender aislarse frente a la cultura occidental
o la oriental, por cuanto ello implicaría un empobrecimiento espiritual. El
pensamiento croata debe quedar abierto a todo lo que conforma la multisecular
unidad y multiplicidad croata en materia de las determinantes positivas
culturales, religiosas, económicas y otras.
La desmembración histórica del
territorio nacional croata ha facilitado el desarrollo del espíritu regional
que debe merecer el debido respeto en el futuro Estado croata. Valorando y
respetando este factor histórico en el ser croata, el Estado de Croacia puede
constituirse con dos unidades croatas que responden a una determinada realidad
histórica y cultural: puede por ende ser un Estado federativo, es decir un
Estado compuesto de dos unidades.
POLITICA DE INTERESES NACIONALES
PROPIOS; RELACION CON LAS SUPERPOTENCIAS
Muchos veteranos politicos
croatas, que buscaron asilo en Occidente, estaban firmemente convencidos de
que, hasta tanto Estados Unidos no modificara radicalmente su posición frente a
Yugoslavia y al predominio de la Unión Soviética en Europa Occidental, en nada podría
cambiar el destino del pueblo croata. Sin confianza en sus propias fuerzas (en
realidad inexistentes), ellos redujeron su "política" a esperar el
desarrollo de los acontecimientos. Al propio tiempo trataron sin éxito
convencer —mediante contactos con funcionarios norteamericanos de segundo
orden—al Departamento de Estado que la política norteamericana no respondía a
los intereses reales de ese país, cosa que a todas luces es un absurdo.
La política del Departamento de
Estado refleja los intereses de los EE.UU. tal como los concibe y entiende la
élite de ese país.
Ante semejante realidad, durante
los últimos años el CNC intentó elaborar una nueva estrategia y táctica para la
lucha nacional croata. Estas consisten en la conducción de una política de
intereses nacionales propios, y no ajenos, es decir norteamericanos, soviéticos
o de quienes fueren.
La lucha del pueblo croata por
su independencia estatal es una cuestión vital para él, cuestión no solamente
de su desarrollo y progreso, sino también de su supervivencia biológica como
nación, en una región donde se asentó hace ya casi mil trescientos años y donde
sobrevivió en condiciones muy difíciles hasta el establecimiento de Yugoslavia.
Es un hecho que la política
norteamericana hasta hoy continúa inalterada en todas sus partes esenciales de
apoyo diplomático, político y financiero a Yugoslavia, lo cual significa que se
opone a los esfuerzos realizados por los croatas, albaneses, eslovenos y otros
pueblos sometidos en Yugoslavia, en pos de su liberación nacional y el
establecimiento de sus Estados nacionales. Es pues menester encarar la realidad
de la política exterior norteamericana frente a Yugoslavia y la "cuestión
croata", para poder formular Ios contornos de una política croata real y
factible que conduzca a la meta nacional primaria en este momento histórico, es
decir el establecimiento del Estado Croata.
La política norteamericana
constituye uno de los factores importantes que determinan el futuro de
Yugoslavia. Pero es un grave error de la politica croata, tanto de la que
llevan a cabo los emigrados croatas como de la que promueven los que habitan el
suelo natal, evaluar la problemática croata exclusiva o mayormente a través de
la óptica occidental (léase norteamericana). Los soviéticos son también un factor
internacional clave en los Balcanes,
Toda politica croata real y
factible tiene que tener en cuenta la presencia del poder soviético en sus
mismas fronteras (en Hungría), y los vitales intereses soviéticos en la parte
occidental de la península balcánica. Si no deseamos ver incluida a Croacia en
el bloque soviético (creemos que la mayoría no lo desea), nuestra politica,
debe ser indefectiblemente neutralista, debe luchar por una Croata
independiente, democrática, pluralista, neutral y socialmente justa.
Una Croacia neutral sería
aceptable tanto para el Este como para el Oeste por cuanto no perturbaría el
equilibrio de fuerzas en Europa. Como Estado soberano y neutral, ella no
modificaria la relación de fuer-zas entre bloques y por ello seria aceptada por
ambos bandos, como se da en el caso de Austria.
Teniendo en cuanta la actual
posición de los bloques frente a Yugoslavia, nuestros esfuerzos deberían tender
a que ni los EE.UU. ni la Unión Soviética se inmiscuyeran en las controversias
internas de Yugoslavia, sino que ambos se mantuvieran apartados sin interferir
en el curso orgánico de la situación y crisis presentes. En contrapartida, cabe
brindarles garantías en el sentido de que el resultado final no redundará en
perjuicio de ninguna de las partes.
Todo lo expuesto nos impone la
necesidad de formar una fuerza organizada del pueblo croata, tanto en la patria
como en el exterior, pues únicamente gracias a nuestra fuerza real podremos
ejercer influencia con-creta sobre la opinión pública y la postura de las
potencias mundiales frente a Yugoslavia y frente a nuestra exigencia de
secesión y del establecimiento de un Estado independiente propio.
Siguiendo la linea política de
intereses nacionales propios, buscamos comprensión y amistad en todas partes, en
el Oeste y en el Este, en el Oriente Medio y en América latina. Deseamos
también concretar un diálogo con los servios sobre la base de la cooperación
entre buenos vecinos y el recíproco reconocimiento de la soberanía e
independencia estatal de ambos pueblos.
Con tal propósito debemos
reforzar la actividad de oficinas de información del CNC en Australia, Canadá,
EE.UU., Alemania Federal y procurar la fundación de nuevos centros motores de
nuestra actividad de difusión en el mundo. A través de estas oficinas debemos
seguir de cerca todo lo que publica la prensa mundial sobre Yugoslavia y los
croatas; suministrar información y datos fidedignos sobre Croacia y rebatir
noticias y comentarios calumniosos acerca del pueblo croata.
La política de intereses nacionales
propios que llevamos adelante nos impulsa a mantener estrechos vínculos y a
coordinar nuestra actividad política con aquellos pueblos cuyos intereses
nacionales coinciden con los nuestros; se trata en primer lugar de los pueblos
que comparten un destino similar al nuestro en la propia Yugoslavia desde su
misma fundación hasta nuestros días, como así también de las naciones vecinas
cuyos intereses nacionales se hallan dañados o amenazados por el hegemonismo
servio, expresado en la creación del Estado yugoslavo.
La política de intereses
nacionales propios, que sistemáticamente promueve el CNC, conduce a la
maduración de la convicción acerca de la necesidad y la gradual concreción de
un frente nacional integral croata en defensa de los intereses vitales del
pueblo croata. Este frente muy pronto podría convertirse en un instrumento de
unión y fortalecimiento de la comunidad nacional croata, tanto en la patria
como en el exterior. El frente nacional integral croata es capaz de
revolucionar la sociedad croata y empujar con fuerza hacia adelante el curso de
la vida democrática y del desarrollo económico en Croacia. Debemos unir y
emplear al máximo todas nuestras fuerzas intelectuales y otras tanto para la
conquista como para la conservación de nuestra libertad nacional y estatal.
La difícil y sangrienta
experiencia histórica debería enseñarnos de una vez y por siempre que toda
nación y Estado deben primeramente tener en cuenta sus propios intereses y
salvaguardarlos, siendo el interés máximo el de preservar la libertad y la
soberanía nacional.
La política de intereses
nacionales propios debe constituirse en la orientación fundamental de nuestra
acción. La oportunidad croata no debería malograrse en aras de ningún
mesianismo, universalismo o interés extraño. Ya ha llegado el momento de que
los croatas, de una vez por todas y para siempre, tomen en propias manos su
destino: ¡Nosotros somos el cimiento, sobre nosotros debe construirse el
Estado!
Alain Decaux: SARAJEVO. En:
HISTORIA. Enero 1987, N° 481. Paris (61, rue de la Tombe-Issoire, 75677 Paris
Cedex 14), pp. 52-64.
Alain Decaux de la Academia
Francesa, autor del artículo al cual nos referiremos a continuación, ha sido,
hace un cuarto de siglo, director de la prestigiosa revista parisiense L'Histoire
pour tous. Desde aquel entonces data nuestro conocimiento, por cierto
incompleto, de su labor periodística y científica, pues el Instituto Croata
Latinoamericano de Cultura de Buenos Aires le ha dirigido, suo tempere, dos
cartas con observaciones relativas a dos artículos aparecidos en la revista de
su dirección sin haber recibido siquiera un acuse de recibo formal. Se trata de
los artículos "Terreur sur les Balkans - Trois générations de
conspirateurs" por Jo Franchal (L'Histoire pour tous, N° 15, julio
de 1961) y "Sous mes yeux Alexandre de Yougoslavie est assasiné" por
el ministro Frangois Pietri (Idem, N° 16. agosto de 1961).
El artículo de epígrafe emana de
la última obra de Alain Decaux, "Les assassins" (Perrin), en la cual
el autor distingue dos clases de criminales: los que matan para cambiar el
curso de la Historia, y aquellos cuyo móvil es de índole puramente material. El
relato de Decaux demuestra que el asesino de Sarajevo, Gavrilo Princip,
pertenece a la primera categoría de criminales cuya obra nefasta ha conducido a
la Primera Guerra Mundial con diez millones de muertos, la que inevitablemente
ha engendrada la Segunda con sus treinta millones de víctimas humanas.
Aunque sin ningún motivo obvio
para la evocación de este trágico evento de Sarajevo. pues no se trata de un
aniversario o un hecho semejante en la actualidad a fin de compararlos, la
escueta exposición de los antecedentes políticos e ideológicos que condujeron a
la preparación del atentado y la detallada y vívida descripción de Alain Decaux
de su perpetración, el día 28 de junio de 1914. contra el heredero al trono
austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía, duquesa de
Hohenberg, siempre ofrece lectura fascinante para el público interesado en la
historia en general y en los sucesos excepcionales, como el presente, en
especial. Sin embargo, este relato adolece de algunas inexactitudes. a veces
—quizás— originadas brevitatis causa, que según nuestro criterio deben
ser rectificadas o por lo menos comentadas.
En efecto. a fin de explicar los
móviles de los conspiradores contra la vida del archiduque, de los cuales
Gavrilo Princip ha sido el ejecutor fortuito, el autor se ocupa primeramente de
la persona del archiduque y de su política como heredero al trono, la que lo
coloca en conflicto con todo el mundo, especialmente con los magiares y
"los grupos nacionales de los eslavos del sur". A. Decaux considera
las palabras eslavos del sur como expresión clave, ¡pues si no hubieran
existido los eslavos del sur y con ellos un problema agudo, nadie hubiera
disparado en Sarajevo!
Con esa aseveración abordamos el
gran error por comisión en cuanto a la política de Francisco Fernando respecto
a los eslavos del sur, y el error por omisión de falsa interpretación o
presentación del término eslavos del sur como si se tratara de un grupo étnico
forzosamente dividido y poseído de un solo anhelo, i.e. de unirse. En efecto,
Decaux pasa por alto los planes del archiduque de reorganizar la Monarquía
dualista desde 1867, en la trialista, constituyéndose el Reino Triuno de
Croacia, Eslavonia y Dalmacia con Bosnia, Herzegovina, Rijeka e Istria en un
cuerpo estatal dentro de la Monarquía Danubiana. La idea trialista, el trialismo,
está íntimamente ligada a la cuestión bosniaca, especialmente después de la
anexión de Bosnia y Herzegovina en 1908, y constituye el fondo principal de la
enemistad de los círculos granalemanes y granmagiares con el archiduque, amigo
de los eslavos en general. El temor del tríalismo. fue uno de los factores
determinantes de las conjuraciones subversivas de los servios bosniacos y de
los del Reino de Servia, que al final condujeron al atentado de Sarajevo en
1914. Al respecto la obra histórica: Ploetz - Auszug aus der Geschichte
(Edición 26., Würzburg 1960) puntualiza: "Francisco Fernando congrega
alrededor suyo un círculo de políticos de distintas nacionalidades y en el
curso de los años desarrolla un programa político que prevé la destrucción del
dualismo y la rotura de la supremacía húngara mediante el trialismo
(establecimiento de la Gran-Croacia, en oposición a los planes granservios, a
fin de resolver la cuestión yugoslava dentro del mareo de la Monarquía
Danubiana)"... (Floetz, o.c., p. 899).
De veras, es un tanto extraño
que Decaux ni siquiera menciona dicho detalle histórico — el trialismo, aunque
del mismo se ocupa profusamente Vladimir Dedijer, atribuyéndole al final escasa
importancia en el capítulo "Archiduque Francisco Fernando y la reorganización
del Imperio" de su obra La route de Sarajevo, traducida al francés en 1969
de su original americano The Road to Sarajevo, y al alemán, en 1967, con
el título Die Zeltbombe - Sarajevo 1914. Es que precisamente esta obra
de Vladimir Dedijer, muy voluminosa, interesante pero tendenciosa, le sirvió de
base a Alain Decaux al escribir su articulo ya que la menciona como la única
referencia bibliográfica exactamente en el lugar donde escribe sobre las ideas
politicas del archiduque.
Al igual que Dedijer, pero con
la cronología invertida, o sea después de ocuparse del archiduque, casi digno
de la suerte que corrió en Sarajevo, Alain Decaux se ocupa del asesino y sus
cómplices a los cuales Yugoslavia conmemora "como héroes de la unidad
nacional". Al igual que Dedijer, quien a los atentadores de Sarajevo
presenta como luchadores por la unión de todos los eslavos del sur (sin
búlgaros), según la actual ideología y política de los comunistas yugoslavos:
fraternidad y unidad, en el sentido del yugoslavismo integral. Alain Decaux
peca aún más en este sentido cuando del coronel Dragutin Dimitrijević-Apis
(jefe de información del estado mayor del ejercito servio, jefe del grupo que
asesinó al rey Alejandro I. Obrenović y su esposa Draga, en 1903, y jefe
de la organización Unión o muerte o "Crna ruka" - La mano negra), el
verdadero organizador del asesinato de Sarajevo, escribe: "Ce qu'il veut,
c'est la Grande Yougoslavie" (Lo que quiere es la Yugoslavia Grande).
¡Nada más falso que esto! Todos los servios, sin excepción digna de mención,
siempre perseguían un solo fin: unir a todos los servios en una Gran-Servia.
Este hecho deberían reconocer
los historiadores franceses y dejar de repetir las inexactitudes como la que
subraya Decaux para justificar la unión de Bosnia con Servia, escribiendo:
"que la mayoria de los bosníacos era de raza y lengua servias". Ya en
otras oportunidades en esta misma rúbrica hemos refutado tal aseveración. En
efecto, antes de la Primera Guerra Mundial los musulmanes y católicos de Bosnia
y Herzegovina, étnicamente croatas en su abrumadora mayoria, representaban el
60 por ciento (40% + 20%) de la población total de estas provincias
históricamente croatas, mientras que el 40 % restante eran ortodoxos,
étnicamente valacos posteriormente servizados). (Cfr. Emil Franzel, Der
Donauraum im Zeitalter des Nationalitiitenprinzips, Bern-München 1958, pág.
165, en cuanto a los porcentajes de las nacionalidades en 1900). Hablando de la
familia Princip, V. Dedijer escribe: "Los Princip son servios y los
servios como nacionalidad de Bosnia y Herzegovina representan la mayoría".
¡De ahí la inexactitud en el artículo de Alain Decaux que nos ocupa!
Tampoco es cierto que los
revolucionarios de la Bosnia Joven, organización de la cual Gavrilo Princip era
integrante, veían a Belgrado "como la capital de la futura Yugoslavia.,
que un día agrupara a los croatas, a los bosnios y a los servios. Ellos jamás
pensaban en Yugoslavia como unión de pueblos eslavos iguales; si empleaban el
término Yugoslavia era solamente en función de Gran Servia.
En realidad, el yugoslavismo es
una invención o creación de la inteligentsia y de los politicos croatas del
siglo XIX que los servios acogieron con reserva y postura negativa. Hubo
rechazos asaz elocuentes como, exempli gratia, el artículo "Los
servios y los croatas" del Dr. Nikola Stojanović, un intelectual
servio, aparecido en agosto de 1902 en Srpski Književni Glasnik (Gaceta
Literaria Servia), en el cual su autor niega la existencia de la nacionalidad
croata y concluye: "Esta lucha debe llevarse a cabo hasta el exterminio
nuestro o vuestro. Un lado debe sucumbir. Que ese serán los croatas, nos
garantiza su menor número, la situación geográfica, la circunstancia que en
todas partes viven mezclados con los servios y el proceso de la evolución
general, según el cual la idea servia (srpstvo) significa progreso. (Josip
Horvat, Politička Povijest Hrvatska /La historia política croata/,
Zagreb, 1936, pág. 32718). Esa era la realidad en cuanto a las relaciones entre
estas dos naciones tanto en el momento de consumarse el atentado de Sarajevo,
cuanto entre las dos guerras mundiales durante el Reino de Yugoslavia (¡sucesos
de 1928 y 1934!), como durante la Segunda Guerra Mundial y por fin, al terminar
la misma: la matanza del ejército y de la juventud universitaria croata, en
mayo de 1945, a manos de los comunistas yugoslavos (unidades servias del
ejército yugoslavo de liberación nacional), denominada ¡La Tragedia de
Bleiburg!
Para terminar basta con decir
que la obra de V. Dedijer, de la cual Alain Decaux hizo uso en cuanto a los
aspectos fundamentales de la problemática del atentado de Sarajevo, sigue la
línea oficial de los comunistas yugoslavos: Todos los eslavos del sur, bajo el
liderazgo de grupos progresistas (¡pro comunistas!), anhelaban la unificación a
la cual se oponía el tirano Francisco Fernando, por lo cual el asesinato de un
tirano es una obra "heroica" y por lo tanto un hecho positivo.
Que en Sarajevo no se trataba de
tiranicidio justificable y que los croatas jamás aprobaron este crimen, lo
demostró hace mas de veinte años el finado publicista croata Ivo Bogdan con su
estudio "La cuestión de Bosnia y la Primera guerra mundial",
publicado en el compendio Bosnia y Herzegovina - Aportes al esclarecimiento del
origen de la Primera Guerra Mundial (Edición especial de Studia Croatica,
Buenos Aires, 1965, pp. 343).
Milan Blažeković
Museo de Gavrilo Princip, en
Sarajevo, instalado por el gobierno comunista yugoslavo. En el museo hay un
busto de Gavrilo Princip siempre adornado con flores frescas.
Con el título "Iugoslávia e
a questão croata" el diario brasilero O LIBERAL, de la ciudad de Belem,
del 23-11-1986, publicó el articulo de Femando Moreira de Castro, que
reproducimos íntegramente:
"El primer objetivo de la
lucha nacional croata en Yugoslavia es la constitución del Estado de Croacia en
todo el territorio nacional.
Ese Estado tendría un papel
importantísimo: establecer y asegurar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos,
inclusive los de las minorias, y facilitar el desarrollo normal del pueblo
croata.
El proceso político, económico y
técnico lleva a la integración del continente europeo y de todo el mundo. Ese
proceso sigue su curso y nada puede detenerlo. Se acabaron los tiempos de la
autarquía de cada Estado o grupos de Estados. Los Estados nacionales adquieren
un nuevo significado en la época de la integración continental y universal. Sin
embargo, continúan manteniéndose y sirven de unidades básicas para la formación
de comunidades más amplias. La actual colaboración internacional en el sentido
de la integración continental y universal no se lleva a cabo en forma directa
sino mediante los Estados. Esta es una de las leyes fundamentales de
cooperación internacional de nuestra era. Los Estados renuncian, por acuerdo
recíproco, a una parte de su soberanía en beneficio de una comunidad mayor.
Este es el camino que debe
seguir el futuro Estado de Croacia, contribuyendo a la integración europea y
universal, promoviendo la cooperación internacional. Pero previamente debe ser
cumplido el requisito principal: el pueblo croata debe lograr el derecho de
autodeterminación nacional. Ese principio no vale solamente para los croatas
sino para todos los pueblos de Yugoslavia, en primer lugar para los pueblos
eslovenos, los macedonios y la importante minoría nacional albanesa. Frente a
idénticos problemas se encuentran también otros pueblos de la Europa Oriental.
Como por su espíritu, su
política y su economía, Croacia está orientada hacia a Europa occidental, no
hay duda de que, una vez independizada, Croacia debe figurar entre las naciones
europeas libres. También deben ser citadas algunos pequeños Estados que
participan o desean participar de la integración europea: Islandia, Luxemburgo,
la República de Irlanda, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Suiza, Austria y
Suecia. Croacia, por la extensión de su territorio o por el número de sus
habitantes, figura entre los más favorecidos del mencionado grupo.
No resulta difícil, por lo tanto,
explicar el curso natural que quieren tomar varios pueblos que hoy integran
Yugoslavia. A los ojos de sus integrantes el conglomerado yugoslavo está
comprometido. Las fuerzas que pretenden su desintegración son considerables y
las tendencias del proceso, diáfanas.
A juzgar por la situación
actual, en el territorio de Yugoslavia surgirán varios Estados autónomos En
esta época de plena integración europea los Estados pudieron incorporarse sin
dificultades a la Comunidad Económica Europea. Por lo tanto, semejante solución
resulta natural y aceptable tanto para los países libres de Europa Occidental
como para aquellos pueblos, hoy subyugados, del este europeo. Si Luxemburgo
puede integrar la Comunidad Económica Europea como miembro independiente, ¿por
qué no tendrían el mismo derecho Eslovenia, Croacia, Servia, Macedonia y
Albania? Hoy en día, de las ruinas de los imperios coloniales en Asia y Africa,
nacen predominantemente pequeños Estados aun cuando allí la conciencia nacional
esté mucho menos desarrollada que la de los pueblos europeos. Esos nuevos
Estados entran como miembros en pie de igualdad en las organizaciones
internacionales.
Por otra parte, los pueblos
europeos bajo el yugo rojo estuvieron asociados por largos períodos, dentro de
diferentes marcos políticos, en el aspecto político, militar, económico y
cultural. Así, los croatas convivieron con los húngaros como dos Estados
asociados en una misma comunidad durante 400 años (1102-1526). Y junto a
Austria vivieron en la misma comunidad bajo el cetro de los Habsburgo otros 400
años (1527-1918). Una parte de Croacia y sus vecinos orientales, los servios,
estuvieron bajo el dominio otomano de 400 a 500 años. Yugoslavia, como Estado,
fue creada hace unos cuatro decenios y es, por lo tanto, una formación politica
muy reciente. Sometida durante ese periodo a la jefatura del mariscal Tito y a
su muerte a la de sus sucesores, Yugoslavia no conoció la libertad, pero sí la
opresión, y en sus luchas internas derramó ya mucha sangre y sufrió muchos
daños materiales.
La crisis actual de Yugoslavia y
la posibilidad de su desintegración llaman la atención de los círculos
poli-ticos occidentales que se ocupan de las cuestiones concretas para el
acuerdo de las relaciones entre los nuevos Estados que surjan de una Yugoslavia
desmembrada".
(Traducción M.L.B.)
Belgrado - Tihomir Živković
ha presentado una demanda judicial contra la Liga Comunista de Yugoslavia, a la
que reclama las cuotas que pagó, como miembro de la misma, desde 1962 a 1985 en
que decidió darse de baja por "incumplimiento de contrato".
Živković, según informa la
prensa de esta capital, adoptó esta decisión al sentirse "defraudado en
sus esperanzas", dado que en su opinión, las cuotas pagadas como miembro
de la Liga suponen créditos concedidos a la misma para que ésta "pueda
cumplir sus promesas de mejorar la sociedad"' lo que no ha ocurrido, an
opinión de Živković, dado que en 1985 la inflación aumentó en Yugoslavia
el cien por ciento.
(EL DIA, Montevideo, 2 de marzo
de 1987).
Ed. Century Hutchinson Ltd;
Londres, 1986, pp. 440
Durante más de una generación la
tragedia de la repatriación y las masacres de cosacos, croatas, eslovenos y
chetniks al término de la guerra en 1945, no llegó a conocerse fuera de los
círculos de aquellos que la habían sufrido y de los emigrantes dispersos por el
mundo. Hoy día, dada la inmensidad y naturaleza de las pruebas acumuladas tanto
a través de los relatos de los sobrevivientes, así como por las manifestaciones
de la mayoria de los responsables —aliados y comunistas— y por la documentación
oficial de los Aliados, referida a los acontecimientos en Austria en 1945,
queda confirmada la veracidad de las matanzas perpetradas.
The Minister and the massacres que alude directamente a Harold Macmillan, Ministro Residente
en el Comando del Mediterráneo —es una exhaustiva recopilación de pruebas
documentales y de testimonios de los principales protagonistas que no sólo
demuestra los hechos sino que intenta descubrir tanto las razones que
impulsaron a los Aliados a colaborar con los comunistas forzando la
repatriación de decenas de miles de personas para ser masacradas por las hordas
comunistas soviéticas y yugoslavas, como también la responsabilidad que les
cupo a las autoridades británicas que ocupaban Austria en esa época. Que los
salvajes que gobernaban en la Unión Soviética y aquellos que pretendían
establecer su control sobre Yugoslavia eran capaces de actos de barbarie en
escala masiva era evidente dados sus antecedentes históricos y la justificación
que encontraban y siguen encontrando hoy en su ideología, gran motivadora de
conductas criminales.
La obra no trata de probar las
atrocidades cometidas por los comunistas yugoslavos y soviéticos: las
atrocidades han sido probadas ampliamente y seria imposible exagerar su
tremenda magnitud. N. Tolstoy va más lejos y encuentra inexplicable la actitud
británica dada su larga historia de ideales cristianos, su tradición de respeto
por la ley, el fair play, y su apoyo a las Convenciones de La Haya y de Ginebra
referidas a la protección de los prisioneros de guerra. Estas referencias
fueron tomadas en cuenta también por los miles de refugiados que creyeron
equivocadamente sentirse a salvo habiéndose rendido a las tropas británicas.
Durante largos años, los responsables
aliados y comunistas han intentado convencer a la opinión pública de que los
hechos se produjeron por una serie de circunstancias casuales y accidentes
atribuibles a que "todo era confusión en Austria en ese tiempo y nadie
sabía realmente lo que estaba sucediendo" según lo relata Macmillan en sus
memorias. Su premisa es correcta, pero su conclusión es falsa.
Tolstoy explica la
responsabilidad en los hechos de los británicos y en particular de Macmillan,
del genera Keightley —Comandante del V Cuerpo de Ejército encargado de efectuar
la entrega de los refugiados—, de brigadier Toby Low y de la Sixth Special
Force y confirma y amplia sus conclusiones expuestas en The Klagenfurt
Conspiracy (ver ENCOUNTER, Londres, mayo 1983).
Reconstruida la historia podria
ser sintetizada de la siguiente manera: el 13 de mayo de 1945 Macmillan
convenció a Keightley de entregar a los refugiados a Stalin y Tito contrariando
expresas instrucciones de los gobiernos británico y de los Estados Unidos que
habían prohibido las repatriaciones. Debido a ello la operación debía ser
llevada a cabo en secreto ocultando los motivos no sólo a los gobiernos aliados
y al Comando Supremo Aliado sino también a las tropas intervinientes. Tal como
lo había manifestado anteriormente, Tolstoy afirma que: 1°) hubo una
conspiración cuyo fin fue el de colaborar con Stalin y Tito entregando a los
refugiados; 2°) que la iniciativa provino de Macmillan; 3°) que el Mariscal
Alexander se opuso en todo memento a las repatriaciones; 4°) que en el V Cuerpo
las instrucciones escritas fueron reemplazadas por instrucciones verbales
impartidas por Macmillan; 5°) que aquellos que organizaron la operación temían
tanto ser descubiertos que ante la primer amenaza de notificar al gobierno
británico —realizada por John Selby Bigge de la Cruz Roja— las operaciones de
repatriación fueron abandonadas; 6°) que las personas directamente responsables
mintieron en distintas oportunidades; 7°) que documentos importantes sobre el
tema han desaparecido: tanto cartas como documentos oficiales del gobierno
británico y todo el archivo de Macmillan desde su llegada a Caserta en julio de
1944.
Tolstoy cita infinidad de
documentos y testigos analizando la situación y condiciones de vida que se
daban en los distintos campos de refugiados en Austria de 1945; realiza un
examen cronológico de los eventos aportando datos de los mismos de todas las
fuentes involucradas: los británicos, los soviéticos, los comunistas de Tito,
los refugiados croatas, cosacos, eslovenos y chetniks; en el caso de los que
sobrevivieron, aportan sus comentarios sobre los hechos y donde los hechos
fueron —además de trágicos— vergonzosos, permite que los responsables hagan su
descargo.
Tolstoy pregunta cuáles fueron
los motivos para que los rusos solicitaran las extradiciones. Más allá del
deseo de venganza, siempre parte vertebral de una ideología sustentada en la
envidia, el odio y la traición, desde el punto de vista soviético la victoria
había traído, paradójicamente, sensaciones concretas de inseguridad. Para
Stalin todo aquel que había vivido en el exterior era ipso facto hostil al
régimen: prueba de ello es que hasta los liberados de Auschwitz fueron enviados
a los campos del Círculo Artico. Dos millones de rusos fueron devueltos a
Stalin y entre 500.000 a 1.000.000 quedaron en occidente, muchos de ellos
enrolados en los ejércitos de Vlasov y Buniachenko ubicados en mayo de 1945,
detrás de las líneas aliadas. Churchill presionaba a los norteamericanos para
que tomasen Praga y penetrasen con los ejércitos en el este europeo. El 12 de
mayo de 1945 el land lease —abastecimiento de todo tipo de materiales a Rusia—
fue abruptamente cancelado. Rusia tenía por lo tanto, buenas razones para
suponer que podría reanudarse la guerra -esta vez contra los aliados occidentales.
Los países europeos ocupados por
el ejército rojo conservaban aún un cierto grado de independencia; en Ucrania
los nacionalistas llevaban a cabo una guerra contra las fuerzas soviéticas; y
en los estados bálticos los guerrilleros anti-soviéticos habían desatado una
feroz contienda. El Ejército Rojo no era de confiar dadas las deserciones y la
idea predominante de que la situación en Rusia no podía retrotraerse a la época
de terror anterior al inicio de la guerra.
Stalin inicia entonces una nueva
purga: primero con la población, luego con el ejército y por fin con ZHUKOV, y
pretende aniquilar a todo aquel que había quedado en el exterior con el
propósito de restablecer y extender su control absoluto.
Bajo este cúmulo de
circunstancias un oficial soviético del servicio secreto presenta al general
Keightley, Comandante del V Cuerpo, la demanda para la entrega de los generales
cosacos el 10 de mayo de 1945. Había una orden expresa del Mariscal Alexander
requiriendo un control estricto de los antecedentes de todo prisionero para
evitar las "repatriaciones por error" o más allá de lo convenido en
Yalta[102]. La demanda soviética fue rechazada. Fue Macmillan quien
instruyó a Keightley para que hiciera caso omiso de las reglamentaciones y
procediera a la extradicción de los generales anti-soviéticos y de los
refugiados de otras nacionalidades.
El autor pregunta ¿quién informó
a Macmillan de la solicitud soviética y su rechazo? Se ha establecido que no
había sido Keightley o McCreery del VIII Ejército y menos aún las autoridades
de mayor rango.
Tolstoy sugiere que fueron los
soviéticos quienes informaron a Macmillan y pidieron su intervención para
lograr la entrega de los refugiados. Más aún: la solicitud fue hecha con
fundadas razones para esperar una respuesta positiva de Macmillan.
Las instrucciones
"verbales" de Macmillan a Keightley del 13 de mayo, contrariando
políticas expresas de los Aliados, incluyeron tanto a cosacos como a croatas,
eslovenos y servios monarquistas, aunque éstos no estaban cubiertos por Ios acuerdos
de Yalta.
En el caso de estos últimos, el
brigadier Toby Low, adscripto al V Cuerpo de Ejército, amigo personal de
Macmillan y con posterioridad a la guerra cercano colaborador del mismo en el
Partido Conservador Británico, emitió órdenes para la repatriación de croatas,
eslovenos y chetniks con anticipación a la solicitud de extradición presentada
al V Cuerpo por el coronel titoista Ivanovic (el 14 de mayo de 1945) y a las
instrucciones emanadas de su propio comando superior.
Tanto Tito como Stalin sabían
que la política aliada se había endurecido, ambos recibían informes de
"simpatizantes" que operaban en el Departamento de Estado, en la
embajada británica de Belgrado y en la BBC.
Y aunque se sabe que Tito no
había pedido oficialmente las extradiciones antes de la intervención de
Macmillan, la presión debe haber existido para que Macmillan tome tantos
riesgos iniciando una política que él bien sabía que su gobierno rechazaba. Sus
Memorias y sus informes al Foreign Office omiten toda mención de su participación
en la repatriación de croatas, eslovenos y chetniks.
Los colaboradores más cercanos
de Tito encontraron incomprensible la actitud británica de repatriar a los
refugiados antes de siquiera ser eso solicitado.
Se sugiere, dada la situación de
tirantez entre Rusia y los Aliados desde el Báltico al Adriático y la crisis
-con posibilidad de reinicios bélicos en Carintia y Venecia Julia—que Stalin
deseaba evitar a toda costa que podrían haber sido los servicios secretos
soviéticos que presionaron a los británicos para lograr la repatriación tanto
de cosacos como croatas, eslovenos y chetniks. La retrospectiva desde la
actualidad no es buena consejera para el análisis histórico: aunque Tito se
llevó el crédito por la ocupación y la conquista de Yugoslavia, el poder real
en 1945 lo ejercían los soviéticos por medio del mayor general Kiselov de la
Misión Militar Soviética quien tomaba decisiones hasta sobre cuestiones
domésticas y en muchas oportunidades desautorizando a Tito. Había además un
punto importante donde los intereses de Stalin y Tito coincidían: la necesidad
de una maquinaria de control policial que Stalin había perfeccionado con
notable brutalidad y eficacia y que ahora fue puesta a disposición de Tito,
siempre preocupado por las posibilidades de una insurrección o de ser
asesinado.
Tito fue, y existen innumerables
evidencias y documentos al respecto, un cobarde en batalla, evitando el
peligro, escapando de las luchas mientras atribuía sus acciones a una
"precaución innata y la necesidad de prever la integridad de su persona
para el bien de la causa". El respaldo del servicio secreto soviético lo
transformó en héroe y le posibilitó a Stalin colocar a sus hombres en puestos
claves en Yugoslavia.
Existían claras evidencias
también que los métodos utilizados en las matanzas que siguieron a las
repatriaciones, fueron ideadas por el NKVD, el antecesor de la KGB.
Las técnicas de Kočevje
traen a la memoria las masacres de Katyn en 1940. También se sabe hoy que
asesores soviéticos supervisaron las masacres.
La mayoría de los 200.000
croatas que fueron repatriados fueron asesinados en condiciones de salvajismo
indiscriminado mientras se realizaban las marchas de la muerte de Tito. En
lugar de ser masacrados de inmediato, cerca de la frontera, los comunistas
partisanos hacían marchar a sus prisioneros por ciudades y pueblos bien lejanos
en el interior del país. Durante las marchas los prisioneros eran continuamente
golpeados, torturados y finalmente asesinados ya sea en forma individual o en
grupos. Estas marchas se extendían por cientos de kilómetros y duraban semanas
o meses.
Es evidente que el propósito de
los comunistas en utilizar estos trabajosos métodos de matanza en escala masiva
era de dar a las masacres y ejecuciones la mayor difusión posible para lograr
amplia repercusión pública. También se hacía intervenir en las matanzas a los
habitantes de las aldeas servias con cuchillos, picos, etc.: el propósito
seguía siendo el de gratificar el deseo de venganza de los servios e inculcar
el temor en los habitantes de Croacia para evitar reacciones contra el régimen
y ahogar los deseos de independencia de los croatas.
La deliberada publicidad dada a
las masacres de los croatas contrasta con las masacres de eslovenos y chetniks
donde se adoptaron precauciones extraordinarias para ocultar Ion hechos. De las
memorias de N. Krasnov —general cosaco repatriado en 1945— memorias escritas
por su hija quien fuera amnistiado en 1955, mencionan el interrogatorio a que
fuera sometido Krasnov por V.N. MERKULOV segundo, después de Beria, en la
jerarquía de terror soviético. Merkulov declara que la duplicidad y traición
británicas no lograron ni gratitud ni reciprocidad. Surge también del
interrogatorio que Merkulov sabía el nombre de la "madame diplomática que
pertenecía a esa casa pública llamada Foreign Office y que vendió" a los
cosacos, croatas, eslovenos y chetniks.
La evidencia indica que H.
Macmillan ayudado por dos o tres personas, permitió que Stalin y Tito lograsen
sus objetivos. Con admirable ingenio Macmillan logró engañar a su propio
gobierno, a sus colegas, al mariscal Alexander, y a muchos de los soldados que
participaron en las entregas. Sus motivos siguen siendo un misterio. Las
explicaciones que él ha proporcionado no son coherentes; y se han falsificado
documentos referidos a las extradiciones e innumerables documentos han
desaparecido. Alarma pensar desde la perspectiva del mundo libre que durante la
trayectoria política de Macmillan, ocupando cargos como Ministro de Defensa,
Ministro de Relaciones Exteriores y Primer Ministro, los servicios secretos
soviéticos NKVD y los servicios secretos de Tito OZNA —hoy UDBA— tenían bien en
claro sus motivos y conocían toda esta historia que ha tardado 40 años en
revelarse en detalle en Occidente.
Mladen Rojnica
(o "Jugoslavija Genocid -
Dokumentarna Analiza") por Ante Beljo; Editado por Northern Tribune
Publishing, Sudbury 1985, Canadá.
Ante Beljo es un hombre joven, nacido en
1946 en Čitluk, Herzegovina, que luego de sus estudios universitarios
emigró a Canadá. Allí se destaca por su trabajo en aras de cultivar las
tradiciones croatas, en la Federación de Folklore Croata del Canadá, y
fundamentalmente, en su lucha por la libertad de la nación croata; es activo
miembro de Amnesty International.
El libro es, como ya lo anuncia
su título, un análisis muy documentado de la tragedia de la nación croata en el
siglo XX, que culmina en el horroroso período desde fines de abril de 1945 hasta
mediados de mayo del mismo año, período en el cual se inicia un éxodo de casi
250.000 personas que intentan rendirse al ejército británico y son entregados a
los partisanos comunistas, que los llevan posteriormene a matanzas
indiscriminadas y a las horrorosas marchas de la muerte de regreso al
territorio de la actual Yugoslavia. Este periodo, conocido como "la
tragedia de Bleiburg", está detalladamente tratado en el libro, pero
también el análisis alcanza a sus antecedentes y sus consecuentes.
Los contenidos de Yugoslavia
Genocide... son los suficientes como para que un lector no iniciado en el
tema de la nación croata tenga un panorama veraz, equilibrado y completo. Beljo
posee la perspectiva necesaria como para observar "sine ira et
studio", como él mismo lo dice, ya que habiendo nacido luego de esos
episodios, y habiendo vivido en la Croacia dominada por Belgrado, no pertenece
a la misma generación de los que sufrieron en su propia carne la infamia.
Luego de un prólogo donde
establece las intenciones y condiciones de su discurso, comienza con un corto
resumen de la historia croata, desde los años 500 a.J.C., que pone sobre aviso
al lector en el sentido que desde muy antiguo Croacia gozó de identidad
nacional, y nunca como al terminar la I Guerra Mundial estuvo más cerca de
ejercer su completa independencia. La creación del arbitrario engendro del
estado "de los eslavos del sur" (el otro nombre de la Gran Servia),
frustró esta posibilidad, por la ingenuidad y descuido de los aliados occidentales
triunfantes en la guerra. Los reyes servios Karageorgevic, en 1929, proclaman
una dictadura y la reacción no se hace esperar. Ante Pavelic funda el
movimiento Ustasha en contra del designio servio. La presión continúa por parte
de la nación croata, hasta que en vísperas de la II Guerra Mundial, se logra
del gobierno de Belgrado una cierta autonomía con la creación del ducado de
Croacia (Banovina). Las circunstancias desatadas con el comienzo de la II
Guerra Mundial llevan a una situación favorable para que, bajo condiciones
harto limitadas impuestas por Alemania e Italia, Croacia declare su
independencia el 10 de abril de 1941.
El siguiente capítulo se refiere
a Croacia y las víctimas de la II Guerra Mundial, respecto a una serie de
equívocos que calumnian al pueblo croata. La derrota del Eje en Europa, hacia
fines de abril de 1945, como es sabido, marca el fin de la relativa autonomía
que gozaba el estado croata, el cual fue visto por los aliados occidentales,
hábilmente inducidos por la propaganda comunista, como colaboracionista con los
vencidos. Esta circunstancia es sagazmente explotada por el régimen de Belgrado
y hace que los aliados occidentales repetidas veces se encojan de hombros
frente al trágico destino que les tocará a los croatas. Esta abominable actitud
de los vencedores occidentales que en Bleiburg rehúsan aceptarlos como
prisioneros de guerra, conduce a las célebres matanzas. Sin embargo, como Beljo
bien lo demuestra, cuarenta años después sigue embozada, excusada en
consideraciones estratégicas, en su benevolente tolerancia frente al régimen de
Belgrado.
En particular, Beljo advierte
contra la desinformación que hace aparecer a los croatas en general como los
autores de la muerte de cientos de miles de prisioneros servios en los campos
de concentración de Jasenovac. Mediante abundantes estadísticas, tomadas en las
mismas fuentes yugoslavas, demuestra que tales acusaciones son disparatadas,
inventadas por el régimen de Belgrado para oponerlas a aquellas verdaderas
formuladas por los croatas en el exilio.
El capítulo siguiente trata del
tema de los chetniks, Draža Mihailović y Ios croatas, donde nuevamente
Beljo sale al paso respecto de la peregrina idea de erigir un monumento a Draža
Mihailović en Washington, U.S.A., por el enorme equívoco que se provocaria
con honrar la memoria de un cruel verdugo del pueblo croata. Draža
Mihailović fue jefe de los "chetniks", guerrilleros servios
partidarios de la monarquía, que se opusieron también a los partisanos
comunistas. Por la usual falta de información, en Occidente se piensa que
Mihailović merece nuestra consideración por su lucha contra Tito, pero se
desconoce que sus tropas realizaron matanzas de por los menos 15.000 personas,
hacia 1942-1945, contra croatas en Dalmacia, Bosnia, Herzegovina y Lika. Estas
matanzas fueron dirigidas contra croatas musulmanes fundamentalmente, pero
alcanzaron también a católicos. El designio servio, cristalizado luego de la II
Guerra Mundial con la creación del Reino de Yugoslavia, era crear una gran
Yugoslavia, y dentro de ella una Gran Servia, étnicamente pura y, por ende,
colocar dentro de las fronteras de Servia a Bosnia y Herzegovina, lo que
implicaba purgar de esos territorios todas las minorías nacionales y elementos
no servios. Consecuentemente, este proyecto colisionaría con los derechos de la
nación croata y por ello la espantosa serie de matanzas del período ordenadas
por Mihailović.
De las 418 páginas del libro,
244 de. ellas, esto es, un 53% están dedicadas al capítulo siguiente, "La
tragedia de Bleiburg". Aquí el libro deja de ser un estudio documental
solamente, para tener una cierta dosis agregada de suspenso y contenida
emoción. Es lo más parecido a una novela, y esto habla en favor de la capacidad
como escritor de Beljo, aunque el tema es sin duda sombrío y trágico. Las
páginas se van desgranando rápidas y con un encadenamiento que obliga a una
lectura completa sin soluciones de continuidad. Los subtítulos sugieren un
"tempo" cada vez más urgente hacia un desenlace que, aunque se
conozca de antemano, monopoliza la atención del lector. He aquí algunos:
"Zagreb, fines de abril y principios de mayo de 1945; intento de la
República de Croacia de pasarse del lado aliado; conversación con los
partisanos de Eslovenia; puente de Dravograd, encuentro con el general búlgaro;
la rendición alemana; el documento ustasha; la jornada del Poglavnik Ante
Pavelic; contacto con el intérprete inglés-croata; la llegada de la División
Partisana de la Voivodina; intento desesperado por pasar, batalla de los
puentes; aparición de parlamentarios; orden de Tito, del 13 de mayo; cargando a
los heridos; no tenemos mucho tiempo; negociaciones; yendo a lo desconocido;
discusión con un general británico; rotura y final de las negociaciones;
esperaremos, dicen los comunistas; desarme, formación de columnas y retorno a
Yugoslavia; las marchas de la muerte; sangrienta venganza".
En este importante capítulo
puede apreciarse la metodología analitica usada por Beljo. Se sirve de fuentes
tanto de emigrados del régimen como de escritores al servido de él, y extrae
fragmentos que se refieren a un mismo tema o momento y los compara, paso a
paso, casi como en un diálogo. Esto produce un efecto particularmente dramático
en los episodios de la negociación del 15 de ma-yo de 1945. Por una parte, los
relatos de J. Prcela y Stanko Guldescu, "Operation Slaughterhouse",
1970, y por la otra los de Milan Basta, "Rat je završen 7 dana
kasnije", Globus, Zagreb, 1976, son los contendientes de este
apasionante diálogo.
Aquí se muestra particularmente la feroz
determinación de los partisanos comunistas de perseguir y obligar a retroceder'
a los 250.000 croatas que pretendían rendirse ante los aliados occidentales.
Ambas fuentes no difieren en su referencia a los hechos objetivos, pero es
interesante notar cómo el odio y el fanatismo ideológico tiñen toda la visión
de Milan Basta, mientras que un lector neutral no ruede menos que conmoverse
por la patética visión de los fugitivos del terror partisano, donde paso a paso
se acrecienta la urgencia de llegar a la frontera austríaca, y entregarse
prisioneros a los únicos vencedores aparentemente confiables las tropas
británicas. Se trata de gentes que han dejado todo atrás; sólo ya son dueños de
su futuro, si es que logran llegar, están convencidos que no han de regresar
jamás a la patria, en el mejor de los casos. No obstante, la voluntad de
vindicta de la otra parte es tal que no asoma en ningún momento un gesto de
grandeza. Milan Basta no puede ocultar la urgencia que tiene para que fracasen
las negociaciones, pues él no las tiene todas consigo, y si ello no ocurre
también su terminante determinaciór de liquidar a los croatas que se retiran,
aún a costa de chocar con los aliados británicos.
El capítulo siguiente se refiere
a las consecuencias de la II Guerra Mundial a lo largo de los 40 años
transcurridos, pero particularmente de las persecuciones, atentados y
secuestros ejercidos por la diplomacia yugoslava fuera de su territorio. Bello
considera que la Tragedia de Bleiburg no ha terminado ni en Croacia ni fuera de
ella, pues la acción criminal del régimen de Belgrado se ha prolongado sin
pausa desde 1945. Recuerda los asesinatos de la primera postguerra, por acción
de la policía secreta, el asesinato de Ivo Bogdan, ocurrido en Buenos Aires en
1971, del emigrante político Dezelic, ocurrido en 1965 en Alemania Occidental,
y de Nikola Martinovic, en 1975, quien intentó conmemorar en ese año el
trigésimo aniversario de Bleiburg, a través de la erección de un monumento.
Beljo explica la hábil política
del régimen, por la cual pone a todos los croatas en la misma bolsa y los
etiqueta de ustashas o fascistas, haciendo creer al mundo que todos ellos eran
secuaces de Hitler. Refiere con prolijidad las tácticas de la UDBA (Policía
secreta de Belgrado) para escamotear su culpabilidad, ya que cada asesinato
está precedido por un conflicto artificialmente creado para dividir a los
emigrados, lo que forma la opinión pública en el sentido de dar la impresión
que los grupos croatas son altamente agresivos, entre sí y con los demás, y que
frecuentemente tienen luchas intestinas. Si a esto se le asocia la idea ya
expuesta que los croatas son secuaces de Hitler, el daño a la imagen de la
causa croata es harto evidente. Como puede verse, una obra maestra de perfidia.
Beljo además alude al conocido "affaire Goreta", de 1967, por el cual
se descubrió que la UDBA opera, a veces, a través del mismo cuerpo diplomático
yugoslavo.
Luego de un pormenorizado
detalle de atentados llevados a cabo por la UDBA llegamos al caso de Bruno
Bušić, joven patriota croata, asesinado en Paris en 1978. A éste no
podríase culparlo de haber sido ustasha o secuaz de Hitler, ya que nació en
1939, no obstante, y por actividades procroatas (aunque de un tinte político
muy abierto, ya que incluso admitía a los comunistas croatas), el largo brazo
de la UDBA no perdonó su vida.
La lista alcanza a Ias acciones
de la UDBA inclusive en los Estados Unidos, donde Beljo admite con inocultable
dolor que exista un inconfesado colaboracionismo entre las autoridades
norteamericanas y la UDBA, con el motivo estratégico de preservar la unidad
política yugoslava, ya que luego de 1948 está más cerca de occidente que del
bloque soviético.
Finalmente, la sutileza
metodológica de la UDBA llega al colmo cuando en la misma Croacia organiza
supuestas asociaciones patrióticas procroatas que resultan ser una trampa donde
caen ingenuamente los patriotas croatas.
Es valiosa también la inclusión
de un tema sorprendente, en el último capítulo, titulado "Se extingue
Croacia?", donde con estadísticas oficiales de la S.R. Hrvatska, de 1984,
se observa que existen alarmantes tendencias (baja natalidad, desinterés en la
organización familiar) que podrían destruir la nación croata mucho más que la
acción de todos sus enemigos en el pasado. Se nota, además, que el crecimiento
vegetativo de la SRH es significativamente menor que la de toda la SFR
Jugoslavija (3,3% contra 8,9%). En efecto, en 1921 los croatas eran el 27,3%
del total del conjunto de los países que hoy forman Yugoslavia hoy es solamente
el 19,9%. Pareciera que no existe voluntad del gobierno yugoslavo en resolver
esta situación con políticas de fomento de la natalidad. Y Beljo se pregunta:
"¿Otra manera, más solapada, de agresión a la nación croata?"
En la inclusión de un apéndice,
fundamentalmente estadístico, con datos que pueden compararse fácilmente, el
lector inteligente podrá vincular extensión, población, nacionalidades,
crecimiento. El más significativo de los cuadros es el titulado
"Zanimljivi podaci", donde se deduce que si bien los croatas
(incluyendo a Bosnia y Herzegovina) son el 30,4% de la población y los servios
el 39,7%, la administración federal tiene 73,6% de servios y sólo un 8,6% de
croatas; el ejército yugoslavo tiene un 47% de servios y un 15% de croatas. La
diplomacia yugoslava tiene 112 centros (consulados, embajadas, etc.) de las
cuales 44 son ocupadas por servios y sólo 17 por croatas. Pero el caso más
flagrante es que, en Zagreb, capital de Croacia, con un 92,7% de población
croata, su policía tiene un 40% de croatas y un 56,6% de servios. El
crecimiento económico total desde 1965 a 1971 fue del 142%; Croacia sólo creció
un 6 por ciento.
Estos y otros gráficos muestran
palmariamente, cómo, desde la creación de Yugoslavia en 1918, y más
acentuadamente desde 1945, Croacia ha perdido posiciones con respecto a las
otras repúblicas, en favor de la SFR de Servia a pesar de haber poseído, sin
duda, una cepa poblacional de las más aptas para el trabajo físico e
intelectual, con talento, pujanza y nivel cultural de alto nivel, que hayan
habitado jamás el actual territorio yugoslavo.
El apéndice concluye con una
larga lista de víctimas de líderes religiosos y civiles muertos desde 1941 a
1949 y de víctimas de los chetniks, desde 1941 a 1942.
En síntesis, un libro denso, con
profundidad de discurso y generosidad informativa, de metodología expositiva
coherente y equilibrada. Resumen de obras anteriores, pero con datos bien
imbricados. seguramente constituirá una ineludible referencia para futuros
estudios sobre la epopeya croata.
Carlos A.E. Bozzoli, Profesor universitario
(El león de Isonzo. Mariscal de
campo Svetozar Boroević de Bojna). Verlag Styria, Graz, Viena Colonia,
1985, pp. 159.
Continuando con su labor
historiográfica enderezada principalmente al estudio de la historia de Croacia,
su patria de origen[103], el Dr. Ernest Bauer ha sacado de olvido en el libro del
epígrafe a un gran soldado, al más destacado militar, al oficial croata de más
alto grado en la Primera Guerra Mundial, mariscal de campo Svetozar
Boroević de Bojna.
Además de él sobresalieron otros
altos oficiales croatas en la Primera Guerra Mundial: el teniente general
Esteban Sarkotić, barón de Lovčen y el vicealmirante Maximilian
Njegovan. En la Yugoslavia, tanto monárquica como comunista, no se habla de
estos militares croatas ni de su destacado desempeño en la Primera Guerra
Mundial, especialmente en lo que a Boroević y Sarkotić se refiere,
por no haber sido partidarios de la constitución del estado yugoslavo.
Boroević nació el 13 de
diciembre de 1856 en el pequeño pueblo de Knežovljani, pero de allí fue llevado
—todavía en cuna— a Mečenčani donde su padre construyó su casa
familiar. Mečenčani era una aldea no lejos de Kostajnica en la parte
fronteriza de Croacia, cuyos habitantes eran descendientes de aquellos
fugitivos cristianos que en el siglo XVI y XVII huyeron ante el avance de los
turcos y eran mayormente de religión ortodoxa. El autor sostiene, con razón,
que por el solo hecho de ser cristianos ortodoxos, no necesariamente no debe
considerárselos servios.
A los 19 años de edad,
Boroević fue promovido al grado de teniente. Participó en la ocupación de
Bosnia y Herzegovina (1878) y fue profesor en la Academia Militar de Wiener
Neustadt. En 1898 fue jefe del estado mayor general en Praga y en 1904 fue
nombrado mariscal de campo. Desde 1907 hasta 1912 fue comandante del VII
distrito militar de Zagreb. En esta función "obtuvo grandes méritos en la
organización de las fuerzas militares croatas y adquirió gran popularidad entre
sus compañeros y la población civil". En 1912 el emperador lo nombró
consejero privado y en 1913 fue promovido a general de infantería.
Al empezar la Primera Guerra
Mundial, Boroević se halla en el frente oriental para contener el empuje
del ejército ruso. No obstante la supremacía rusa, consigue rechazar al
enemigo. También en la batalla de Komarov, la intervención de Boroević fue
decisiva. Tomando decisiones rapidísimas y audaces, salvó la situación muy
comprometida en este tramo del frente v consiguió la victoria sobre
preponderantes fuerzas rusas. En el análisis posterior de esta batalla se
ejemplificaba la conducción de Boroević como una obra maestra del arte
castrense.
En otro sector del frente, en la
Galicia oriental, las acciones bélicas no se desenvolvían favorablemente. El
Tercer Ejército fue vencido y para su reorganización y conducción fue nombrado
Svetozar Boroević. El autor describe detalladamente los esfuerzos del
ejército austro-húngaro por repelar los asaltos del ejército ruso que por su
fuerza aplastante desplegada en este frente es denominado en la historia
militar "rodillo a vapor" (Dampfwalze). En la decisiva batalla cerca
de Limanovo - Lapunov, la intervención del ejército de Boroević fue
decisiva.
Cuando Italia, el tercer aliado
de la Triple Alianza, denunció el tratado en vigencia y poco después declaró
(23/5/1915) la guerra a las Potencias Centrales, se abrió el frente de Isonzo,
denominado por el río homónimo en Italia, y Boroević fue nombrado su
comandante supremo.
La historia habla de las doce
batallas de Isonzo. Es en estas batallas donde se mostró el genio militar de
Boroević. A lo largo de treinta páginas, el autor describe esas terribles
luchas con un enemigo en número y en pertrechos muy superior. Para tener una
idea de encarnizada que fue esta lucha basta mencionar que en los 29 meses y
sólo en el tramo de 64 kin, del frente largo 450 km, Austro-Hungría perdió
cerca de 470.000 soldados, entre muertos y heridos y los italianos acusaban pérdidas
semejantes. El autor acota que casi fue un milagro el éxito de la resistencia
de los soldados austro-húngaros, dada la desigualdad de fuerzas frente a las
divisiones italianas y francesas.
Durante dos años el ejército de
Boroević aguantó nueve ofensivas. En mayo de 1917 empezó la décima, que
costó a los italianos 36.000 muertos y 96.000 heridos. Pero a pesar del éxito
defensivo, Boroević estaba consciente de la situación precaria de sus
tropas. Ya dos meses después pudo Italia, con fuerte ayuda en materiales por
parte de sus aliados occidentales, lanzar una nueva ofensiva con la artillería
de máximo calibre y más aviones que antes. El autor describe con dramatismo los
horrores de esta sangrienta batalla que, ya casi perdida, el eiército
austro-húngaro consiguió ganar, mientras que el eiército italiano fue salvado
por sus aliados de la eatástrofe total. Las perdidas del lade italiano fueron
156.000 entre muertos, heridos y desaparecidos. y las fuerzas de Boroević
sufrieron alrededor de 100.000 bajas.
La situación del ejército de
Boroević estaba extremadamente comprometida. Para remediarla era necesario
asestar un contragolpe, lo que era posible únicamente con la ayuda del Ejército
alemán. Esta décimosegunda batalla de Isonzo empezó el 23 de octubre de 1917.
El ejército austro-húngaro, en el cual se lucieron por su coraje las tropas
croatas, incluidos los batallones de Bosnia y Herzegovina, echó a los italianos
al otro lado del río Piave.
A pesar de esta derrota, el
ejército italiano no quedó aplastado, lo que se consideraba necesario para
aliviar la situación de los alemanes en el frente francés. Por ello se alistaba
una ofensiva en el frente italiano. Esta ofensiva, al ser desoídos los consejos
del genial Boroević, fracasó.
Los acontecimientos políticos y
militares se sucedieron rápidamente. A fines de octubre de 1918 Boroević
recibió la orden de emprender la retirada y el 3 de noviembre la orden de cese
de hostilidades. La guerra había terminado, la monarquía de los Habsburgo
desapareció del mapa europeo.
Sobre la actitud de Boroević
en este histórico momento, Bauer anota el testimonio de un testigo fidedigno,
del Dr. Hefter, obispo de Klagenfurt. Según este testigo, Boroević le
había dicho —después de retirar el ejército del frente italiano—que él quería
ocupar Viena "para devolver al emperador la libertad de acción", pero
el emperador no lo quiso recibir y él no quiso actuar sin su orden
expresa." En 24 horas después de recibida la orden, le manifestó
Boroević, Viena hubiera sido ocupada. Ahora todo ha terminado". El
autor cree que el emperador adivinaba la intención de Boroević, y por no
querer más derramamiento de sangre, postergaba recibirlo. "La trágica
suerte de Boroević continuó, prosigue el autor, pues cuando —disuelto el
ejército— quiso volver á su patria, fue informado que no era grata su presencia
en Zagreb y que podría hasta tener disgustos".
Los últimos años de su vida los
pasó Boroević cerca de Klagenfurt en gran pobreza. En su primera visita al
obispo de Klagenfurt tenia, según sus propias palabras, solamente su uniforme y
dos pañuelos. "Mis trajes y paños menores me quitaron mis compatriotas en
Ljubljana". Murió en el hospital de Klagenfurt el 23 de mayo de 1920 a la
edad de 64 años. Una comisión militar franco-inglesa con asiento en Klagenfurt
rindió honores militares a este adversario de talla. Pero su entierro
definitivo se efectuó en Viena con grandes honores militares en presencia de
varios miles de sus soldados y de la ciudadanía. Su última morada se encuentra
en las arcadas del cementerio central de Viena. Entre otros, se despidieron de
sus restos también oficiales y soldados croatas que lucharon a su mando.
En el apéndice de este valioso
trabajo, el Dr. Bauer se refiere a la actitud que Boroević había tomado
frente al Comité yugoslavo, constituido en Londres en 1915 por los políticos
croatas y eslovenos que consideraban que la solución de sus problemas
nacionales no era posible dentro de Austria-Hungría y creían que la
encontrarían en un estado común con el Reino de Servia. Bauer cita lo que al
respecto publicó Ivan Meštrović, escultor croata mundialmente conocido,
miembro del mencionado Comité yugoslavo. Según Ivan Meštrović, al serle
comunicado que los croatas temían que aunque peleasen por el emperador al final
de la guerra todo quedaría como antes, es decir, sin un cambio satisfactorio de
la situación jurídico-estatal de Croacia dentro de la monarquía austro-húngara,
Boroević había contestado que él no creía que Alemania y Austro-Hungría
perderia la guerra y todavía menos creía que los ingleses y los franceseš
decidirían liquidar totalmente a la monarquía danubiana. "Y aún si se lo
propusieran, nosotros luchamos por nuestra propia causa, pues cuál sería
nuestro futuro si los italianos tomaran Istria, Dalmacia y Gorizia y nos
hicieran perder nuestras comarcas más hermosas y nuestra presencia en las
orillas del mar".
Fueron muchas las
condecoraciones y homenajes que recibió Boroević. Mencionemos solamente la
más alta condecoración militar austriaca: la cruz de caballero de la Orden
militar de María Teresa que le fue entregada personalmente por el emperador
Carlos I. También fue nombrado doctor honoris causa de la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de la Universidad de Zagreb. Este reconocimiento de una de
las más altas instituciones culturales croatas es testimonio que Croacia era
consciente de la importancia de esa lucha en el frente italiano y que
Boroević alli defendía no sólo a la monarquía danubiana sino en primer
término a su patria Croacia frente a injustificadas pretensiones italianas
sobre las costas orientales del Adriático.
En este libro del Dr. Ernest
Bauer encontramos, igual que en sus trabajos anteriores, idéntica dedicación al
tema objeto de su investigación histórica. Es digno de especial aprecio y
reconocimiento su empeño en salvar del olvido a descollantes figuras de la
historia croata.
La obra reproduce 69 fotografías
encontradas en varios museos. Es lástima que no contenga un solo mapa
geográfico o croquis de las batallas y movimientos de tropas descriptos, lo que
hubiera facilitado en gran medida su lectura y mejor comprensión.
Božidar Latković
Universidad Nacional de Córdoba,
Dirección General de Publicaciones, 1982, Córdoba, República Argentina, p. 33.
Con motivo de cumplirse el
bimilenario de la muerte del vate romano (21-IX-19 a.C. - 21-IX-1981 d.C.)
Virgilio, pagano en su época y precristiano por iluminación en la continuidad
del tiempo, disertó en la Escuela Superior de Lenguas de la Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina, sobre este maestro de Dante, el profesor Mirko
Eterović (emigrado político croata) "Magister por vocación y de alma,
humanista nato, investigador profundo de las civilizaciones helénica y latina a
cuyo estudio y enseñanza dedicó toda su vida" (Prof. Pio Annone).
El autor, ensalzando la vida y
la obra del Padre del Occidente (Virgilio) subraya que "el Código Moral y
Cultural de los valores perennes del Occidente y del mundo entero se yergue
sobre la simbiosis de la Paideia greco-romano-cristiana, reflejada en la Biblia
y en el opus virgiliano. Esta triple Paideia conformó la cosmovisión
occidental". En su cuarta égloga este vate providencial anuncia la llegada
de un niño Salvador: "Nace el gran orden de unos siglos nuevos. Ya retorna
la virgen (Astrea, la diosa de la Justicia) y retorna el reino de Saturno (edad
de oro), ya del alto cielo nos es enviada una nueva estirpe".
En su reflexión final el prof.
Eterović expresa: "En verdad nuestra época se parece mucho a la
virgiliana. Estamos inmersos en una crisis profunda, pero no es ni politica ni
social ni económica, es una crisis esencialmente espiritual, es la quiebra
moral de ideales y valores humanos y el desplazamiento de la cultura de su eje
espiritual y ético".
Pedidos: Prof. Mirko
Eterović - Guido Spano 1984, 5000 Córdoba, Rep. Argentina.
B. K.
Revista trimestral en italiano y croata, dedicada a la
problemática social, cultural y científica de la colonia croata, radicada en la
provincia italiana de Molise.
B. K.
("Ethos", 12-13/86).
UNIVERSITE DE PARIS-SORBONNE
(PARIS IV)
CENTRE DE RECHERCHE EN
LITTÉRATURE COMPARÉE
EQUIPE DE RECHERCHE SUR LA CULTURE
CROATE ET LES ECHANGES INTELLECTUELS INTERNATIONAUX
LES CROATES ET LA RENAISSANCE EN
EUROPE
IVe Symposium international
d'études sur ('aire
culturelle croate
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1986 EN SORBONNE
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Salle des Autorités
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cour.d'honneur,17, rue de la Sorbonne, Paris Ve /
ET
AU SENAT
Salle Clémenceau
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de Vaugirard, Paris Vle/.
PROGRAMME
Ver nota: Los croatas y el
renacimiento europeo, pág. 37
[1] The American
Heritage Dictionary of the English Language (Boston: Houghton Mifflin,
1981), p. 365.
[2] Acerca de Zotti y
la masiva inmigración croata véase: George Prpić, The Croatian
Immigrants in America (Nueva York: Philosiphical Library, 1971), p. 519 y
por el mismo autor: South Slavic Immigration in America (Boston: Twayne
Publishers, 1978), p. 302.
[3] Sobre los croatas en la
España mora cfr. Stanko Guldescu: History of Medieval Croatian (La Haya:
Mouton, 1964), p. 303.
[4] Traté este problema en
mi estudio Tragedies and Migrations in Croatian History (Toronto:
Hrvatski Put, 1973), p. 24.
[5] Dominik Mandić, Etnička povijest Bosne i
Hercegovina - La historia étnica de Bosnia y Herzegovina (Roma: Croatian
Historical Institute, 1987, pp. 250; también su obra Hrvatska zemlje - Las
comarcas croatas (Roma: ZIRAL, 1972), pp. 32; respecto a las huidas masivas
durante el período turco véase también Većeslav Holjevac, Hrvati izvan
dornovine - Los croatas radicados fuera de su patria (Zagreb: Matica
Hrvatska, 1968), p. 9 y ss.
[6] Para un análisis serio
y datos estadísticos referentes a estas migraciones, inclusive a la emigración
de los musulmanes croatas a Turquía, véase: Mladen Lorković: Narod i
zemlja Hrvata - El pueblo y la tierra de los croatas (Zagreb: Matica Hrvatska,
1959), pp. 244 y el libro de Holjevac, Hrvati izvan domovine - Los croatas
radicados fuera de su patria. En cuanto a la literatura relacionada con
todos los aspectos de las migraciones croatas y sus causales consultar: George
J. Prpić, Croatia and the Croatians: A Selected and Annotated
Bibliography in English (Scottsdale, Arizona: Associated Book Publishers,
1984, LVII, pp. 315; Josip Tomičević en su artículo "Hrvatski
biološki opstanak" - La subsistencia biológica de los croatas -, Danica
(Chicago), Tom. 53, No 43, noviembre 4 de 1983, p. 6, cita fuentes francesas
que indican que hay 4.179.000 croatas, que viven fuera de su patria.
[7] En Thomas C.
Wheeler, ed. The Immigrant Experience (Baltimore, Md.: Penguin Books,
1971, pp. 197).
[8] Prpić, Tragedies
and Migrations in Croatian History, pp. 21.
[9] p . t. "Nova
knjiga", Hrvatske Novine, t. 76, Nv 15 (Eisenstadt, Burgenland),
abril 5 de 1985, pp. 8-9, que trata de la suerte de los croatas en Moravia y
reseña el libro de Josip Breu, Die Kroatensiedlungen in Burgenland and in
den anschliessended Gebieten (Viena, ed. Deutike, 1970). Ver también
Lorković, op. cit., pp. 192-193, acerca del número y del status de
estos croatas.
[10] Holjevac, op. cit.,
pp. 331-333; Lorković, op. cit., pp. 193-194; y alguna información sobre
la situación actual en "Katolička Crkva i Hrvati izvan domovine"
—La Iglesia Católica y los croatas fuera de su patria— (Zagreb, manuscrito
inédito), p. 33.
[11] Hay una extensa
literatura sobre los croatas de Burgenland en croata, alemán e inglés. Cfr. J.
Breu ya mencionado, también Andrew Burghardt, Borderland, A
Historical and Geographical Study of Burgenland, Austria (Madison, Wis.:
University of Wisconsin Press, 1962), pp. 363 con una información amplia.
También Holjevac, op cit., pp. 301-310 que proporciona datos recientes concisos
sobre los croatas de Burgenland; y Lorković, op. cit., pp. 172-188,
con una información valiosa. Véase asimismo Stanković, op. cit.
[12] Lorković,
op. cit., pp. 187-190.
[13] Stanković hace
mención en su manuscrito de una cuarentena de las parroquias croatas en Hungría
y de varios obispos de origen croata., Cfr. Lorković, op. cit., pp.
172-189; Holjevac, op. cit., "Hrvati u Madjarskoj" —Los croatas en
Hungría—, pp. 281-299, dando amplia información sobre la minoría croata en
Hungría.
[14] Lorković, op.
cit., 205-206; Holjevac, op. cit., pp. 311-313; últimamente muchos artículos y
reportajes, referentes a los croatas en Rumania, aparecieron en Matica,
órgano mensual de la entidad croata de emigración y en Glas Kancila,
semanal católico croata que aborda los temas de las minorías croatas en
Hungría, Austria e Italia. Cfr. V. Stanković, op. cit., p. 12. En la época en que los
croatas se radicaron en Banat, ese pertenecía al Reino de Hungría.
[15] Cfr. Stanković, op.
cit., p. 12; Holjevac, op. cit., pp. 315 319, se refieren a los
croatas en la Italia meridional y varias páginas adicionales, relacionadas con
lo que viven en otras partes de Italia.
[16] Esta disponible un
montón de la información impresa acerca de la nueva emigración en la Europa
occidental y septentrional y sus motivos. Holjevac aborda este tema en Hrvati
izvan domovine en el último capítulo —sobre la "Nueva emigración
económica", pp. 337-367—. Publicados en 1967 y luego en 1968, sus datos
estadísticos muy pronto —debido al éxodo continuo- se volvieron caducos. Más actualizado
es: Ivo Baučić, The Effects of Emigration from Yugoslavia and the
Problem of Returning Emigrant Workers (La Haya: M. Nijhof, 1972), pp. 48,
mapas. Cfr.
sobre las causas Lorković, Narod i zemlja Hrvata, pp. 207-209. Este tópico
fue también debatido en un valioso simposio: Ivan Čizmić, y otros,
ed. Iseljeništvo naroda i narodnosti Jugoslavije i njegove uzajamne veze s
domovinom —La emigración de los pueblos y las nacionalidades de Yugoslavia y
sus vínculos recíprocos con la patria— (Zagreb: Zavod za migracije i
narodnosti —El instituto para las migraciones y las nacionalidades, 1978), pp.
741. Una monografía útil es la de: Zvonimir Člčić, Die
Kroaten in der Schweitz —Los croatas en Suiza— (Zürich: Kroatische
Katolische Mission, 1982), pp. 112. El estudio extensivo de este problema se
refleja en los diarios y semanarios en las regiones croatas de la RFSY como
asimismo en el mensual de Matica y en el almanaque anual de la Entidad Croata
de Emigración (Matica Iseljenika Hrvatske). En cuanto a las actividades
religiosas, cfr. Stanković, "La Iglesia Católica.. .", pp.
19-22.
[17] El éxodo masivo a la
Europa occidental y septentrional —y al mismo tiempo a Australia—, Norteamérica
y Canadá se transformó en una seria preocupación de los factores religiosos y
politicos. Muchos informes alarmantes y apreciaciones cr'ticas aparecieron en
la prensa y en otros medios de comunicación. Aquí citaremos algunas muestras de
ese enfoque: Z. Komarica, "Naše inozemne migracije danas" —Nuestras
emigraciones al extranjero hoy en día—, Vjesnik u srijedu (Zagreb), 31 octubre,
6 y 15 de noviembre/1968; Z. Komarica, "Neka obiljezja suvremenih
migracija" —Algunas características de las migraciones contemporáneas—, Kritika,
N 13 (julio-agosto de 1970), p. 556-561 "Naši ljudi izvan domocine"
—Nuestra gente fuera de la patria—,, Glas Koncila, Navidad 1969, p. 18;
un artículo similar en Ventas (Zagreb), t. IX, N 1 (enero/1970), p. 18
"Izumiranje Hrvatskoga naroda —La extinción del pueblo croata—, Hrvatski
Katolički Glasnik (Chicago), t. 30, NQ 5 (mayo/1971), pp. 137-150
resume comentarios alarmantes de la prensa croata; "Izumiranje
stanovništva u Hrvatskoj" —La extinción de la población en Croacia—, Glas
Koncila, julio 12 de 1970, pp. 5-69 G.K. es el órgano semanal semioficial
de la arquidiócesis de Zagreb y la publicación religiosa de mayor difusión en
la RFSY; "Umire li otok Susac?" ¿Se extingue la isla de Susac?—, Matica
t. XX, N 2 (febrero 1970), p. 72. Susac igual que varias otras islas adriáticas
tiene más gente afuera, en los países de ultramar, que en la isla respectiva.
También Ivo Bauéié, "Ekonomska emigracija u Jugoslaviji i Hrvatskoj"
—La emigración económica en Yug. y Croacia—, Matica Iseljenički
Kalendar 1974, pp. 289-295. Baučić y otros autores subrayan que
el puntaje emigratorio más elevado en toda Yugoslavia corresponde a las
regiones croatas y que el número total de los croatas emigrados supera a las
migraciones de otras nacionalidades combinadas.
[18] Holjevac, op. cit.,
p. 257; Holjevac también cita a Lojze Trnjegorski quien expresa en su libro
Jugoslavenske rnanjine u inostranstvu —Las minorías yugoslavas en el extranjero
(Belgrado: ed. del autor, 1938), p. 63, que "en Turquía hay 100.000
musulmanes de nacionalidad croata".
[19] Holjevac, op.
cit., p. 257.
[20] T . A. Mursalo,
In Search of a Better Life; A Story of Croatian Settlers en Southern Africa (Johanesburgo:
ed. por autor, 1951), p. 201, ilustrado, mapas; Holjevac, op. cit., p
241-247.
[21] Lorković, op. cit., pp. 213-214; Holjevac, op.
cit., pp. 207-226 sobre los croatas en Australia y p. 227-239, sobre los
radicados en Nueva Zelanda con amplia información. Cfr. también: El Consejo
de la Conferencia Episcopal para la emigración croata, Crkva i Hrvatsko
iseljeništvo - La Iglesia y la emigración croata (Zagreb: Krsćanska
Sadašnjost, 1982), pp. 131-153. A.H. Reed en su libro The Gumdiggers: The
Story of Kaury Gum, publicado en 1972, dedica un capítulo entero a los
croatas en Nueva Zelanda. Una buena monografía es la de Ivan Cizmič: Iz
Dalmacije u Novi Zeland –De Dalmacia a Nueva Zelanda (Zagreb: Globus,
1981), pp. 185. Ver también V. Stanković, ed. Katolička Crkva i
Hrvati izvan domovine (Zagreb, El Consejo de la Conferencia Episcopal para
la emigración croata, 1980), pp. 195-202. Este libro de gran formato y bien
ilustrado contiene hasta detalles de todas las colonias croatas, de la entera
diáspora fuera de Croacia. Acerca de
las actividades políticas de los croatas, dr.: Les Shaw, Trial by Slander: A
Badcround to the Independent State of Croatia and An Account of the
Anti-Croatian Campaign in Australia (Canberra: Harp Books, 1973), pp. 221,
con ilustraciones.
[22] Lorković, Narod
zemlja Hrvata, pp. 214-215: se hallan datos valiosos también en las páginas
del compendio Katolička Crkva i Hrvati izvan domovine; en cuanto a
la Argentina cfr.: Ivo Rojnica: Prikaz Povijesti Argentine i Doprinos Hrvata
--Reseña de la historia argentina y aporte de los croatas (ed. del autor,
Buenos Aires, 1974, pp. XXXII +272).
[23] Holjevac, Hrvati
izvan domovine, pp. 181-205, sobre "Los croatas en Sudamérica".
Buena parte de la información se puede encontrar en varios periódicos y
diarios, publicados en la Argentina desde 1945, demasiado numerosos para
detallarlos aquí. También: Katolička Crkva..., pp. 126-139, con un
excelente análisis del mismo tema.
[24] Holjevac, op. cit., pp.
163.179, para el período hasta 1966. El mejor estudio sobre los croatas canadienses
es: Anthony W. Rasporich's For a Better Life (Para una vida mejor): A
History of the Croatians in Canada (Ottawa: McClelland and Stewart -
Department of the Secretary of State, 1982). pp. 279, ilustrado. Katolička
Crkva..., pp. 116-125, 185.191; Crkva i hrvatsko iseljeništvo, pp. 68-93. Muchos libros
memorialistas recientes. varios periódicos y más de 50 años de publicación del
semanario Hrvatski Glas - Croatian Voice, suministran una extensiva
crónica de la vida de los croatas canadienses.
[25] Jorjo Tadić, "Marin Držić",
Dubrovački portreti, Belgrado 1946, pp 91-125; idem, en Marin Držić
de Pantić, Belgrado 1964, pp. 17-45.
[26] Djela Marina Držića, Stari
pisci hrvatski (Obras de M. D., Los clásicos escritores croatas), VII, ed. Milan Rešetar,
Zagreb 1930, LII-LIX.
[27] Leo Košuta, "Siena nella vita e nell'opera de
Marino Darsa (Marin Držić)", Ricerche slavistiche IX, Florencia,
1961, 61-121.
[28] P. Kolendić, "Premijera Držićeva
Dunda Maroja" (El Estreno de D.M. de Držić), en M.D. de Pantić,
p. 51.
[29] "Padre Marino Darsa, capellano del rev. mo
patriarca di questa città di Venezia", en D. Pavlović "Novi
podaci za biografiju M.D." (Nuevos datos para la biografía de M.D.), iz
književne i kulturne istorije Dubrovnika (Sarajevo, 1955—de la historia
literaria y cultural de Dubrovnik, reimpreso en M.D., ed. Pantić, p. 51.
[30] Jean Dayre, Revue des études slaves, X. 30; Dubrovačke
studije, Zagreb 1938, pp. 22-23. Las cartas de Držić fueron vertidas
al croata por Ivo Batistić, "Zavjerenička pisma M.D." (Las
cartas conspirativas de M.D.), Filologija 5, Zagreb 1967, 5-36. Frano
Čale en su obra Marin Držić, Djela, Zagreb 1979, dio a publicidad
primero su versión croata (pp. 20-34) y después el original italiano (pp.
882-96).
[31] Dubrovački pirtreti, pp. 124-28.
[32] Stari pisci hrvatski, vii, pp. LXXIV.
[33] Dubrovačke studije, pp. 22-23.
[34] Marin Držić, ed. Pantić, p. 231.
[35] "Zavjerenička pisma M.D.", Filologija
5 (1967), pp. 37-45.
[36] "Pjesnik urotnik" (El poeta conspirador)
en Zbornik M.D., ed. J. Ravlić, Zagreb, 1969, pp. 173-77. M.D., Djela, ed. Frano
Čale. Zagreb 1970, pp. 20-25.
[37] Marin Držić, pjesnik
dubrovačke sirotinje (M.D., poeta de los pobres de D.), Zagreb 1950; también
en Hrvatsko Kolo, 1949, Nos. 2-3, 312-43' La obra final de
Jeličić sobre M.D. fue su M. D. Vidra, Zagreb 1981.
[38] J. Pupačić, "Pjesnik i urotnik"
(Poeta y conspirador), Zbornik M.D., ed. Ravlić, pp. 166-206.
[39] M.D., Djela (Obras), ed. Frano Čale,
pp. 34-40.
[40] A. Kadić, "Materials concerning Marin
Držić in the archives", Year Book of the American Philosophical
Society, 1961, 521-24; idem "The Croatian Renaissance", Slavic
Review marzo 1962, reimpreso en su obra From Croatian Renaissance to
Yugoslav Socialism; La Haya 1969, pp. 27; ídem, La literatura renacentista
croata (versión española) en Studia Croatica, Buenos Aires, 1962, vol.
4-(9), pp. 287-309.
[41] M. Pantić,
"Četiri stoljeća u potrazi za pravim likom Marina
Držića" (cuatro siglos en búsqueda del verdadero perfil de M.D.); en M.D..
ed. Pantić, pp. 225-228.
[42] M. Pantić,
"Fragmenti o M.D." (fragmentos sobre M.D.), Zbornik Filozofskog
Fakulteta, XI-I, Belgrado 1970, 423-29.
[43] A. Cronia, "Tirena
de M. Darsa nella Dubravka", Ricerche slavistiche, IX (1961),
39-66.
[44] Hrvatski latinisti (los latinistas
croatas), II, ed. Cortan y Vratović, Zagreb 1970, pp. 300. Djuro
Ferić (1739-1820) en su Ragusinorum Poetarum qua Illyrica lingua
scripserunt Elogia (Hrvatski latinisti, II, 623) después de mencionar Tirena
y Novela od Stanca recomienda a los que se atienen a una moral estricta
abstenerse a hojearlas.
[45] Zbornik M.D., ed. Ravlić, p. 517.
[46] Marko Fotez. "Djela Držića na našim i
stranim scenama i niihovi prijevodi na strane jezike" (obras de D. en
escenarios nuestros y extranjeros, y sus versiones en los idiomas extranjeros),
Zbornik M D., ed. Bavlić, pp. 376-82.
[47] T. Torbarina, "Marin Držić, pjesnik"
—M.D. el poeta—, Zbornik M.D., ed. Ravlić, pp. 55-87.
[48] Aparte de la Calandria de Dovizi-Bibbiena
(impresa en Siena en 1521) la mejor comedia sienesa por cierto fue
Gl'Ingannati. Ver. Sanesi, Commedie del Cinquecento, I, Bari, 409.
[49] "La poesía drammatica del Darsa risente l'influsso
del teatro comico italiano della scuola sennesa in particolare", Enciclopedia
italiana, XII, s . v. Darsa.
[50] A. Cronia, Letteratura serbo-croata, Milán
1956, pp. 57-58. En su artículo, "Per una retta interpretazione di Marino
Darza", Cronia resulta todavía más categórico: Cambiate la vernice a tale
scena, cambiate name a tale personaggio raguseo, cambiate la forma a tale
allusione alla societa ragusea, e avrete it corrispondente italiano" (Rivista
de letterature moderne, lv (1953), 203.
[51] Y. Marchiori, "Riflessi del teatro italiano
nel Dundo Maroje di Marino Darsa", La rivista dalmatica, Venecia
1958, Nos. 2-3.
[52] F. Švelec, "Dundo Maroje u raspravi J.
Marchiori", Zadarska revija, IX (1960) ; idem, Komički teatar
M. D., Zagreb 1968, pp. 87-225.
[53] I. Slamnig, "Pristup M. D. s ove obale"
—Enfoque de M.D. desde esta orilla—, Letopis matice srpske, Novi Sad
1964, 152-165: idem, Disciplina mašte —la disciplina de la fantasía—, Zagreb
1965.
[54] Véase A. Kadić, M.D.,
"Croatian playwright", Comparative litterature, Fall 1959, N°
4, 350.
[55] D. Pavlović, Iz
knjlževne i kulturne istorije Dubrovnika, Sarajevo 1955, p. 18.
[56] M. Držić, Djela, ed. Čale, p. 344.
[57] H. Levin, The Myth of the
Golden Age in the Renaissance, Bloomington 1969, p. 87.
[58] Lovejoy, "The communism
of St. Ambrose", Essays in the History of ideas. Baltimore 1948,
pp. 296-307.
[59] E. Sturtz and J. Hexter in
the Introduction to St. Thomas More's, Utopia, New Haven 195, p. CXL
[60] In Geschichte des neueren
Drama, II, Halle 1918, 479-90.
[61] "Marín Držić i Molière".
Iz
književnosti, Belgrado, 1906, pp. 62-111.
[62] Šekspirske teme u djelu M.D." (Los temas
shakespeareanos en la obra de M.D.), Dubrovnik, 1967, N9 3, 3-11.
[63] Italjanskoe vozrozdenie i
slavjanskie literatury XV-XVI vekov, Moscú, 1963, p. 99.
[64] M. Kombol, Povijest
hrvatske knjiisvnosti do preporoda, Zagreb, 1961, p. 155.
[65] Al final del tercer acto, v. 1165-86.
[66] "Korabije plivaju njih vitrom svakime",
v. 46.
[67] Véase Ravlić, "M.D. i njegovi
napadači" —M.D. y sus detractores—, Rasprave iz stare hrvatske
književnosti, Zagreb 1970, pp. 5-24; M. Pantić acota que la intervención
de Vetranović es una de las más honorables en la historia de la literatura
sureslava (M. D., ed. Pantić, p. 237).
[68] La relajación de los jóvenes ragusinos es tomada
por algunos críticos como un criticismo social implícito. Véase Kombol, Novela
od Stance, Zagreb 1949, pp. 42-43 y Švelec, "Algunas reflexiones sobre
las chanzas a costilla de Stanac", de D., Republika, 1954, 638. Igual que
respecto a las demás obras de D. así en torno a Novela od Stance la
controversia se originó acerca de la duda si el autor fue o no influido por la
"novella" de Boccaccio, narrada en su Decameron en su octavo día,
cuando el estúpido doctor Simone es engañado. Croma, como siempre ve una
influencia directa (Storie della letteratura serbocroata, Milán 1956, pp.
56-57). Švelec y Franičević deniegan toda influencia, por cuanto no
hay similaridad entre ambos personajes (Švelec, Komički teatar M.D., pp.
100-01); Franičević, Poviljest hrvatske renesansne književnosti, p.
494), pero N. Kolumbić admite que D., que conocía muy bien a DECAMERON y
estaba influenciado por Boceado mientras escribía Dundo Maroje,
inconscientemente siguió a su autor preferido ("Boccacciova novela VIII i
Držićev, Dundo Maroje", en M. D., ed. Ravlić, pp. 347-48).
[69] Mientras Josip Torbarina en su traducción del Sueño
de una noche de verano encuentra que Tirena se asemeja a la comedia de
Shakespeare, A. Lord opina que Grižula le es más próxima, ya que Plakir está
urdiendo una trampa a la ninfa, igual que luego lo hará Pluch (Čale, 626).
[70] Jeličić ve en él a un miembro típico de
la clase alta de Dubrovnik en sus relaciones con la sirvienta (M.D. Vidra,
Zagreb, 1961, p. 88).
[71] Čale halla similitud entre Dragić y el
Vuko de Vojnović, varios siglos posterior, quien llama a su Jela
"amada niña" a la que él recogía fresas (M. Držić, 1971, 26).
[72] L. Košuta, "Siena nella vita y nell'opera di
Marino Darsa", p. 45.
[73] P. Kolendić, Iz staroga Dubrovnika, ed.
Pantić, Belgrado 1964, pp. 115-21.
[74] Ibídem, "Boccacciova novela
VIII-10 i Držićev Dundo Maroje", Zbornik M.D., ed. Ravlić, pp.
346-365.
[75] Z. Jeličič, Marin Držič Vidra,
Zagreb 1961, particularmente cap. V (pp. 126-190) ; Košuta, "Siena nella
vita y nellbpera de Marino Darsa", Ricerche slavistiche IX (1961),
67-121.
[76] J. Pupačić, "El poeta
conspirador", Zbornik Držić, ed. Ravlić, pp. 166-206.
[77] A. Cronia, "Per una retta interpretaziones di
Marino Darsa", Rivista di Letteratura moderna, IV (1953), 203; J.
Marchiori, "Riflessi del teatro italiano nel Dundo Maroje", Rivista
Dalmatia', Nos. 2-3, 1958.
[78] "Algunos especialistas no alineados, más
propensos a yugoslavos que a italianos, en la apreciación del genio de
Držić" (II. Birnbaum, On medieval and Renaissance Slavic
Writings, La Haya 1974, p. 356).
[79] Si Stragualcia (en G'Ingannati) no evidencia
interés en "buone camere, buon fuoco, buonissima letta, lenzuola di
bocata" (III, ed. Fl. Cerreta, Florencia, 1980, p. 178) y da preferencia a
"piu roba" (más comida), ello no debe sorprendemos, ya que él es gourmand
como Bokčilo y para ellos primero es el estómago y luego el gusto.
[80] F. Švelec, Komički teatar M.D., pp.
203-08.
[81] En su primera carta a Cosimo, No 17, Držić
sugiere la excomunión papal, verdadera o falsa ("una acomunica papale. o
finta o vera per cominiciar dall'onor di Dio"), para atemorizar a las
masas y animar a los nobles para iniciar la rebelión ("in compagnia di
questi si principiraria la cosa"). Aunque uno no esté de acuerdo con los
comentarios de Batistić en el sentido de que Držić actuó de conformidad
con Ios decretos del Concilio Tridentino (Las cartas conspirativas, pp. 23-24),
también rechazo la argumentación de Čale de que Držić puede
justificarse por actuar de acuerdo a los principios de Machiavello: todos los
medios justifican el objetivo final (en Marin Držić, p. 18, N 500),
Držić no era un "príncipe" machiavelico, sino un ciudadano raso
y un sacerdote católico quien no estaba obligado, por razones de estado, a
mentir y a recurrir a métodos deshonestos.
[82] F. Šelec, Komički teatar Marina Držića,
pp. 19.21.
[83] F. Čale, Marin
Držić, Zagreb 1971, p. 82.
[84] "Todo está tomado de un libro más viejo que la
vejez -- de Plauto: los chicos lo leen en la escuela".
[85] V. Vratović, Hrvatski latinisti (los
latinistas croatas), I, 378.
[86] M. Držić, Djela, ed. Čale, pp.
106-18.
[87] Al final del acto cuarto, escena octava, Dživo
medita: "Raro animal es el hombre. Unos son de carácter calmo con los que
se puede hablar, que atienden las razones que aceptan las razones y las siguen,
que entienden el mundo, que me parecen hombres auténticos. Otros, en cambio,
son de carácter duro, hechos de roca, parecen razonables, pero con ellos no se
puede hablar. Hombres tranquilos les parecen locos: su señorío algunos lo
manifiestan con petulancia y pretenden que todo sea según sus caprichos...
[88] Skup M .D., según la "Aulalaria de
Plauto", Rad 99 (1890), 185-237.
[89] V. Jagić, Izabrani kraći spisi, V.
Jagić traducidos por Kombol, Zagreb 1948, p. 352.
[90] Šelec, Komički teatar Držića, pp. 10-21.
[91] En el primer acto, escena quinta, el monólogo de
Skup es revelador: Si uno no tiene oro, está mal. Tenerlo de esta manera, mal
peor... Con el oro se pierde la bondad, el oro es dañino para la gente. El oro
seduce a los viejos y jóvenes, hermosos y feos, santos y pecadores, laicos y
eclesiásticos. Por eso ahora se empuja a los burros de oro por ser
dorados...".
[92] P. Kolendić, "La traducción de la Hecuba
de Dolce", informe del colegio clásico de Kotor, 1909, pp. 3-16.
[93] P. Kolendić, Iz starog Dubrovnika, ed. Pantić,
Belgrado 1964, p. 129.
[94] M. Majetić, "La influencia de Euripides
sobre Držić", Živa antika, 164, XII-XIV (1964), 211-26.
[95] "Para demostrar a Ios reyes y a los grandes
señores la incertidumbre y la lúbrica inestabilidad de las cosas
temporales" (Leo Košuta, "Il mondo vero e il mondo a roveschio in
Dundo Maroje", Ricerche Slavistiche, 1964, p. 113).
[96] Čale, "¿Qué es Hecuba para
Držić?", Marin Držić, ed. Ravlić, pp. 142-185; reproducido
y ligeramente modificado en su M.D., Zagreb 1971, pp. 106-30; M.D., Djela,
Zagreb 1977, pp. 130-150.
[97] J. Torbarina, M.D., "El poeta", Marin
Držić, ed. Ravlić, 70.
[98] Jorjo Tadić, "Acerca de la estructura
social de Dubrovnik en la época del Renacimiento" y Salko
Nažečić, "M.D. pintor de la sociedad ragusina en el siglo
XVI", en Marin D., ed. Pantić, pp. 9-18, 193-99.
[99] (76) Milan Rešetar, "La lengua de M.D.", Rad
248 (1933), 99-100. Vera Javarek expresa acertadamente: "Cada uno de los
muchos y diversos personajes menores posee su estilo apropiado de hablar",
Slavonic and East European Review, Nc 88, 1958, 155-156.
[100] Kontinent es la revista de los
intelectuales disidentes de la Unión Soviética y del Este europeo, fundada en
1974. Se publica en ruso, alemán, francés e italiano. En el primer número, al
definir el objetivo de la revista leemos el editorial firmado por la redacción:
"...nosotros vemos el empeño de nuestra revista no tanto en la polémica
política contra el totalitarismo, sino más bien en la oposición o este
totalitarismo agresivo de la fuerza creativa de la literatura y del pensamiento
del Este, enriquecidos con las experiencias amargas personales y con la visión
personal que cada uno ha aprovechado de ellas. Esta plataforma nos parece lo
suficientemente amplia y al mismo tiempo fundamental para la unión de todas las
fuerzas anti-totalitarias de la Europa oriental en su diálogo con el
Occidente".
Alexander
Solzenicyn en su carta a la revista de junio de 1974 dice que la revista podría
llegar a ser la "voz auténtica de la Europa oriental dirigida a los
ámbitos occidentales que no son cerrados a la verdad y que tienen oídos para
escucharla". En la misma ocasión escribe Andrej Sacharov ( Moscú,
setiembre 1974) a la revista: "Estoy convencido de que la revista aportará
su contribución valiosa al proceso, importantísimo y universal, de la formación
y de la restauración de aquellos valores filosóficos y éticos que tanto faltan
a la humanidad contemporánea, preocupada sólo por el presente y desilusionada
en sus esperanzas".
(Kontinent,
NQ 1/1975, edición italiana).
[101] En
cuanto al autor, Kontinent informa lo siguiente: "Vladimir Šeks
nació en 1943 en Osijek (Yugoslavia). Terminó abogacía en Zagreb. En 1963 se
afilió al Partido Comunista, desafiliándose del mismo más tarde debido a su
conflicto con el Servicio de seguridad. Fue fiscal y más tarde juez del
Tribunal del distrito de Osijek. A pedido de las autoridades del servicio
postal de esa ciudad tomó medidas judiciales contra el Servicio de seguridad,
el cual —ilegalmente-- abría la correspondencia de los ciudadanos y escuchaba
sus conversaciones telefónicas. En lo sucesivo abandonó el ministerio público y
abrió su estudio de abogado. Después de haber aceptado la defensa de los
acusados por delitos políticos, chocó cada vez más con las autoridades, lo que
en definitiva condujo a su propio juicio. En 1981 fue condenado por el 'delito
de la propaganda hostil' a 13 meses de prisión, pena que en la segunda
instancia fue reducida a ocho meses, que purgó en la prisión de Stara Gradiška.
Después de su puesta en libertad perdió por el lapso de 10 años el derecho de
ejercer su profesión. Escribió el libro sobre 'El delito de opinión' y vive con
su familia en Osijek".
[102] En
Yalta fue convenido que solamente los ciudadanos soviéticos serían repatriados
después de la guerra (N. de la R.).
[103] Ver las reseñas en Studia Croatica, vol. 38-39 (1970) p.
178; vol. 46 47 (1972) p. 201 vol. 84-85 (1982) p. 90; vol. 86-87 (1982) p.
187.