STUDIA CROATICA
Año XXIX – Octubre – Diciembre 1988 - Vol. 111
ESTEBAN RADIC EN LA HISTORIA CROATA
INFORME SOBRE LA CRISIS YUGOSLAVA
EL GRUPO DE TRABAJO ALPES-ADRIATICO ACEPTO LA
RESOLUCION DEL CONSEJO NACIONAL CROATA
DECLARACION DE LA 5a ASAMBLEA DEL MOVIMIENTO
LIBERTADOR CROATA
CONVENCION DEL PARTIDO CAMPESINO CROATA
DECLARACION DEL COMITE NACIONAL ESLOVENO
RECORDANDO AL ACTOR ESPAÑOL GUILLERMO MARIN
SIMPOSIO SOBRE EL REPLANTEO DE LA FINALIDAD DE LA
INMIGRACION CROATA EN LA ARGENTINA
SIMPOSIO "CROACIA Y LOS CROATAS EN EL SIGLO
XX, PERCEPCIONES Y REALIDADES"
AFIRMACION DE LA CULTURA CROATA EN CANADA
MIRA ČALDAREVIĆ ESTRELLA MUSICAL
CANADIENSE
CHILENOS DESTACADOS DE ESTIRPE CROATA: ANDRONICO
LUKŠIĆ
RECONOCIMIENTO AL DOCTOR MATE MEŠTROVIĆ
EDUARDO PRAŠELJ - EL NUEVO VICEMINISTRO DE ENERGIA
Y MINAS DE VENEZUELA ES HIJO DE CROATAS
En defensa de los derechos humanos
EX-PRESO POLITICO ČIŽEK EN LA CONFERENCIA DE
PRENSA EN FRANCFORT
CARTA DE PARAGA DIRIGIDA AL MINISTRO ALEMAN
GENSCHER
DESALENTADOR INFORME SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS EN
EL MUNDO
LA VERDAD LIBERA A PESAR DE SER AMARGA
LA OTRA CARA DE LA MEDALLA DEL PASO DE LOS
ORTODOXOS A LA IGLESIA CATOLICA
¿ES AQUI DONDE LA EUROPA DE POSTGUERRA COMIENZA A
RESQUEBRAJARSE?
VLADIMIR MARKOTIĆ: "Symposium: Emigrants from Croatia and
their achievements"
RADIOTRANSMISIONES PARA LOS CROATAS EN EL MUNDO
(Al cumplirse el 60 aniversario de su muerte)
FRANJO TUDJMAN, Zagreb, Croacia
1
EN LA SERIE DE LAS
PERSONALIDADES HISTORICAS MAS NOTABLES
Al cumplirse seis décadas del
martirio y muerte de Esteban Radić, la plena objetividad histórica nos
hace posible afirmar que perteneció a la larga fila de grandezas croatas que,
con su nombre, supieron marcar y confirmar el problema de la existencia y
autodeterminación nacional croata en el acontecer histórico europeo y mundial.
Radić formaba parte de aquella larga columna de célebres y grandes varones
croatas que, ya siendo sus gobernantes, líderes nacionales o mártires como
tantos, fijaron a la Nación un curso impreso desde la secular distancia que se
había iniciado ya con los príncipes nacionales croatas como Trpimir, Domagoj y
Branimir. Luego siguieron los reyes Tomislav, Krešimir, Zvonimir, etc. Esta
línea política fue marcada por grandes de Croacia, como los Šubić,
Berislavić, Zrinski y Frankopan. Sin interrumpirse la conciencia
milenaria, el siglo pasado (XIX) se inicia con una serie de personalidades como
los virreyes (banes) Jelačić y Mažuranić o los políticos de
estirpe moderna, como los Starčević, Kvaternik y Pavlinović.
Mientras tanto, al iniciarse el siglo XX, Esteban Radić fue la
personalidad principal de la historia croata, especialmente durante el período
de la transformación producida por la conclusión de la primera guerra mundial y
el desmembramiento, o más bien destrucción de la Monarquía de los Habsburgos.
Esto fue seguido por la unión de las tierras croatas (1918) con Servia,
Montenegro y Eslovenia, en el Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos. La
nueva formación estatal en la historia europea, agrupó a todos los pueblos
eslavos meridionales exceptuando a los búlgaros.
Durante su vida, Esteban
Radić se convirtió no solamente en el máximo dirigente político del
Movimiento nacional campesino croata, sino que fue innegablemente un maestro e
indudable conductor del pueblo croata como así también el forjador de nación
croata moderna. Por todo ello y con justa razón, ha sido considerado "el
rey croata no coronado", o "por vía plebiscitaria el presidente
electo de la República de Croacia".
Luego de su muerte, Radić
se transformó en un verdadero símbolo de toda la Croacia viviente, porque todas
las generaciones que le sucedieron lo reconocían así, aun sus adversarios en
las filas croatas, desde la derecha del partido de Derecho Croata, hasta los
comunistas de izquierda.
Esteban Radić, sacrificando
su propia vida, logrará por primera vez en la historia moderna croata, unir a
todas las clases y los estratos sociales, en un único movimiento nacional en
pugna por la libertad nacional croata en una república unida bajo su alta
insignia. Además, frente a la totalidad del mundo, mostrará un programa
democrático establecido sobre un concepto absolutamente humanístico.
2
CIRCUNSTANCIAS Y DEBERES
HISTORICOS
Como todas las grandes
personalidades históricas que como creadoras influían decisivamente sobre el
proceso histórico de su época, Esteban Radić fue la expresión de las
circunstancias políticas e históricas en las cuales tenía que actuar. Fue más
bien un verdadero representante nacional de las situaciones imperantes en su
época y resultó ser el creador espiritual y visionario que tendía nuevos
puentes hacia lo desconocido o hacia un futuro incierto. Seguía firme en el
mantenimiento de la conciencia histórica croata frente a la propagación de
nuevas ideas en ya varios siglos de antiguo orden o equilibrio europeo. Además,
al conocer la esencia del surgimiento de un nuevo orden de Versailles,
descubrió que amenazaba de fondo al pueblo croata, ofreciéndole nuevas
incertidumbres llenas de imprevisibles peligros.
Es menester subrayar que, en la
época en que Radić sube al escenario histórico, el papel primordial y el
deber capital de la política integral croata era la integración territorial y
espiritual del ser nacional croata, muy maltrecho a lo largo de los siglos de
la Edad Moderna. Este fenómeno venía causando la destrucción paulatina, la
separación y el debilitamiento que conducían a la disgregación
biológico-cultural croata. La magnitud del deber histórico asumido se puede
imaginar recién al conocer claramente la división de las tierras croatas y al
conocer además a aquella multitud de potencias extranjeras que, desde arriba y
desde afuera, pugnaban por el cuerpo y el alma croata. Es cierto que con la
Croacia del Ban (virrey), se mantuvo la continuidad histórica de la
individualidad y la soberanía del estado medieval croata. Sin embargo, después
de la conquista turca de Bosnia y luego que Eslavonia hubiera corrido la misma
suerte, comenzando desde el principio del siglo 16, quedó libre solamente la
llamada "Reliquiae reliquiarum olim Regni Croatiae", o sea, restos de
los restos de otros tiempos del Reino de Croacia. Debilitada así, Croacia
carecía de una capacidad indispensable para poder rechazar u oponerse a las
intrigas de Viena v Budapest, en defensa de su soberanía nacional. En la
Dalmacia separada (posnapoleónica), los autonomistas italianos gozaban del
apoyo de Viena con el solo fin de impedir el resurgimiento del movimiento
nacional croata que quería la unión dálmata con la Croacia septentrional.
Mientras tanto, en Istria (o sea, el litoral marítimo austríaco alrededor de
Trieste), se entregó el poder casi en su totalidad a la minoría italiana.
Entonces también merced al apoyo de Viena, los húngaros se apoderaron
nuevamente de Medjimurje, que otrora, en el año 1848, el ban (virrey)
Jelačić había restituido a su madre patria. Los húngaros no se
quedaron quietos sino que se apoderaron también de Rijeka, transformándola en
un puerto magiar. Después del Congreso de Berlín (1878), el Imperio
Austrohúngaro sustituyó la soberanía turca en Bosnia y Herzegovina, y
formalmente, después de la anexión de 1908 se hizo más actual la unión de todas
las tierras croatas. La causa de esto fue que en la cúspide de la conducción de
Viena se hizo cada vez más evidente la conciencia de la necesidad de la
conservación de la monarquía de los Habsburgos. En tal sentido se oftó por la
transformación trialista de la monarquía doble. Sin embargo, los hegemonistas
húngaros, eternos adversarios a cualquier intento político que pudiera
favorecer a los croatas, resultaron otra vez sus enemigos más decisivos.
La división ad ultra de las
tierras croatas y sin la perspectiva de que dentro de algún tiempo razonable
Croacia se librara del dominio de Viena y Budapest, influyó tanto que superó a
todas las otras circunstancias negativas. Las amenazas condicionadas por el
romanticismo europeo provenían de los imperialismos alemán y húngaro, con la
idea de una Gran Alemania, una Gran Hungría y secundados por el Imperialismo de
la Gran Italia. La presión existente se reflejó en una influencia decisiva
sobre el pensamiento croata. O sea, que en el suelo croata, y dentro del sen.)
de la concepción nacional, aparecieron concepciones más amplias. El camino se
inició con el paneslavismo de Jorge Križanić (siglo 17), corrió luego por
el renacimiento ilírico seguido por el austroeslavismo, y culminando con el
yugoslavismo de Strossmayer y la idea de la unidad nacional
(croata-servia-eslovena), en la época de Radić.
3
EL CARACTER MULTIFACETICO DEL
PENSAMIENTO Y LA OBRA DE LOS H'ERMANOS RADIĆ
El principio de la creación del
movimiento nacional campesino croata, fue obra común de Esteban Radić y de
su hermano Dr. Antun Radić, tres años mayor que aquél (1868-1919). Ambos
crearon las bases teórico-ideológicas y constitutivas del partido. Desde el
comienzo mismo se pensó que no fuera solamente un movimiento
político-partidario, sino también un movimiento popular y cultural. Por ello,
la concepción del programa y su correspondiente ideología se fueron divulgando
entre el pueblo, como la doctrina de los hermanos Radić. Merced a la mencionada
doctrina caracterizada por su contenido cultural y nacional, el movimiento
superará y resultará distinto de otros partidos campesinos en el mundo.
Para evaluar plenamente la obra
de los hermanos Radić, es preciso destacar que ellos tuvieron claramente
en su mente la conciencia de que los dos fueron autores de la creación del
movimiento campesino nacional, coincidiendo con la época en la cual los
campesinos carecían íntegramente de derechos políticos. En el traspaso de los
siglos 19 a 20, la masa campesina representaba entre el 85 y el 90 % del total
de la población croata, y a pesar de esta incidencia los campesinos estaban
excluidos de la vida política. Hasta el año 1910, estuvo en vigencia la ley
electoral según la cual, para la elección de la Dieta croata únicamente el 2 %
de la población gozaba del correspondiente derecho. Tal derecho provenía de la
situación patrimonial y de las condiciones culturales y profesionales de los
votantes. De todos los campesinos tenían el privilegio del derecho del voto
únicamente aquellos cuyos impuestos directos superaran las 60 coronas anuales.
Por otro lado, la misma ley
fijaba para la población urbana, una cuota de 30 coronas anuales, por el mismo
impuesto. Exceptuados del "census", o el modo que fijaba las condiciones
podían votar los siguientes estratos: sacerdotes, docentes, ciudadanos con
formación universitaria, los emplea-dos públicos y los militares. En virtud de
la mencionada ley, se elegían 67 diputados. Existía, además, el derecho llamado
baronal: así como los diputados, eran directamente convocados por el ban
(virrey) a formar parte de la Dieta (Sabor), los dignatarios eclesiásticos,
altos funcionarios estatales y administrativos. Esto quiere decir: todos los
arzobispos, obispos, gobernadores y administradores (veliki župani y župani),
titulares de la rancia aristocracia, o sea, nobleza de sangre y/o aristócratas
feudales, príncipes, condes y barones. La ley de 1891 incluía 22 familias
nobles cuyos titulares gozaban del derecho de sangre para formar parte del
número de la Dieta, por su linaje.
En estas circunstancias
participaban los siguientes partidos civiles: el partido nacional, el partido
independiente de los liberales ("obzoraši") y en la oposición, el
partido del derecho croata. También es de mencionar el partido liberal
social-demócrata, en representación de los obreros industriales que apenas
incluía el 2% de los ocupados. Todo esto demuestra que la actividad política
era desarrollada por una delgada capa de la población que abarcaba en general
la llamada inteligentsia, empleados y obreros. Fue entonces que los hermanos
Radić, puestos frente a una situación política irreal, llegaron a la
conclusión de que el porvenir del pueblo croata, en cuanto a política,
descansaba sobre las espaldas de los campesinos. Para formarse esta opinión,
los Radić no fueron únicamente influidos por la realidad de que los
campesinos formaban una enorme mayoría de la población croata, sino que
partieron del hecho fundamental de que aquellos estaban naturalmente atados a
sus tierras, hogares y patria, en abierta confrontación con la inteligentsia,
compuesta mayormente por servidores públicos parcialmente de origen extranjero.
No había mucha diferencia tampoco con la nobleza y la aristocracia, o los
grandes señores feudales que en su mayoría procedían del exterior. A esto había
que agregar a los empleados públicos cuyas tendencias carreristas los hacían
alejar más y/o hacerlos ajenos a los intereses de la propia nación. Por todo
ello, incluida la tesis sobre "los señores corruptos" que fuera ya
formulada por Starčević y que fue un excelente medio polémico y
atrayente utilizado por los Radić con el fin de divulgar su movimiento, a
la vez justificaba el rechazo de aquellos que combatían.
En la historia política suele
ser casi desconocido el fenómeno de que dos hermanos llegan a tener
conjuntamente una influencia trascendental en la vida nacional, como ocurrió
con los hermanos Radić. Sus conceptos intelectuales eran uniformes y
estaban relacionados con la visión del mundo y la ligazón ilimitada con el ser
espiritual de su pueblo pese a que cada uno se distinguía enormemente del otro
por sus características personales. En virtud de su naturaleza, el Dr. Ante
Radić se destacaba por ser de un equilibrio extremo y brillaba como un científico
ordenado. Por otro lado, Esteban se distinguía por poseer un espíritu inquieto
y visionario. Según la opinión de Nehajev, fue el más capaz para ocupar la
cátedra de la len-gua croata y de la historia de la literatura croata. Pero el
régimen prohúngaro impidió que el doctor Ante Radić desarrollara su
actividad científico-docente en la Universidad de Zagreb. No obstante,
separadamente en su función de secretario de "Matica Hrvatska"
(institución cultural madre) y de la Academia sudeslava, echó las bases para la
etnografía y la etnología croatas. Además fue promotor y redactor de la revista
"Dom" (Hogar), y junto a su hermano Esteban, fue cofundador del
Partido Campesino Croata. Esto quiere decir que aportó la parte principal en la
fundación y la determinación teórico-ideológica del movimiento nacional
campesino. A la par de él, su hermano Esteban, dotado de un profundo entusiasmo
profético y lleno de presentimientos relativos a los acontecimientos
político-sociales inspirando aquella fuerza imparable del movimiento de los
amplios esta-mentos populares. Entre las primeras y principales críticas que
tuvo que soportar Radić y que provenían de la derecha y de la izquierda
socialista, se lo acusaba de haber iniciado su movimiento campesino por razones
demagógicas. Además se lo inculpaba de pretender vender su nebulosa política a
un pueblo inculto e ignorante. Se especulaba acusándolo por una supuesta
posición conservadora, falta de claridad en un proceso inexorable, dende por el
avance de la civilización no cabía ningún tipo de movimiento campesino.
Motivados dogmáticamente por la tendencia generalizada de la desaparición de
aldeas en la época de la industrialización de la sociedad europea de entonces,
los críticos de Radić omitieron algunos factores esenciales al respecto.
Radić había decidido, más bien concebido, todo para la realización y
puesta en marcha de sus ideales políticos por medio del movimiento campesino y
por eso, no por causas demagógicas, sino gracias a su apreciación visionaria,
veía que los campesinos por medio de la educación, formación y cultura, se
transformarían en una expresión masiva y en el fundamento más perdurable y
sostenedor del movimiento nacional croata. Algunos interpretaban el lema de
Radić: "con fe en Dios y con la unidad de los campesinos", como
expresión de un conservadorismo históricamente superado donde los campesinos
estaban en pugna con la civilización urbana; además sus críticos no alcanzaron
a entender la concepción de Radić, que insistía en que el desarrollo
social se debía buscar no en una penosa proletarización del campesinado, sino
en una adecuada creación de condiciones favorables. Así, la vida campesina,
sería cada vez más humanizada, y no como hasta entonces una negación del
patrimonio histórico y cultural del pueblo croata, sino integrada con las
conquistas de la civilización nueva.
Personalmente, Esteban
Radić tenía plena conciencia del ineludible progreso de la civilización
(tecnológica), teniendo también en cuenta su peligrosidad. Así procedía su
hermano Ante al referirse a Cultura y Civilización (1909), con una dedicación
que fue particularmente explicable y entendible para todos. En la historia
existieron naciones que lograron conservar todo lo referente a la autenticidad
de su propia cultura, pero también existieron otros cuya desaparición se
produce al asumir valores de una cultura ajena. Las características de una
civilización son "orden y progreso", lo que da lugar a que los
hombres y las naciones tengan contactos con los demás. Unicamente "los
pueblos haraganes no llegan a civilizarse" y entonces como víctima de su
destino sucumben bajo la presión de los móviles, que con su actividad y
progreso los borran haciéndolos desaparecer de la faz de la tierra. El ideal de
la civilización (cultura) está en el hecho de que es preciso "civilizar a
todas las naciones y pueblos, ofreciéndoles en consecuencia una vida pacífica,
cómoda y ordenada". Por ello, hay muchos hombres que pretenden lograr la
ciudadanía mundial y se los llama cosmopolitas. Sin embargo, entre los frutos
de la civilización, se destacan también los que están podridos, o son
venenosos... Los éxitos de la civilización son realmente magníficos,
espléndidos y atractivos. Pero también es enorme el mal aportado por la
civilización. La civilización y el cosmopolitismo extirpan al hombre de su
propio pueblo, de su patria e inclusive lo apartan de su propia gente. El
hombre civilizado renuncia a todo lo propio y particular y acepta todo lo que
es ajeno y generalizado. En principio, esta novedad le resulta de agrado y se siente
satisfecho, bastándole la uniformidad de la civilizacin. Esta clase de hombre
ni siquiera sigue amando a quien debería querer, como tampoco tiene el pudor
natural como para alguien. Para él, lo propio es el mundo entero y a su vez
siente que nadie es suyo. Después de haberse librado de todas las ligaduras que
le unían con su gente, nación y patria, y como le es imposible conectarse con
todo el mundo, entonces habitualmente suele caer en el abismo de la perdición y
se siente como una hoja arrancada y tirada a merced del viento. Moralmente,
todo le es igual, e inclusive aquello que por sí mismo es malo. La honradez
heredada y la alegría aprendida en el propio hogar, desaparecen. La vida humana
se transforma en un desierto poblado tan sólo por Ias corridas errantes en la
lucha por alcanzar un pedazo de pan, porque raramente alguien se eleve logrando
los ideales de la civilización.
"De esa manera un hombre
civilizado vuelve a retroceder y se parece a un salvaje", porque "la
civilización destruye a la cultura" que no existe sin el hogar propio, sin
el sentimiento por el propio origen, sin el respeto o culto que recibimos de
nuestros mayores; todo eso, la civilización lo borra.
A pesar de esta diferenciación
entre la cultura y la civilización, Ante Radić, a su vez reconocía
"toda la importancia de la civilización", pero apreciaba que para la
fortuna y el porvenir nacional, "para el corazón humano" es más
querido, "mejor" y "más seguro", conservar la propia
cultura nacional, respetar las cultura nacional, respetar las costumbres y el
tesoro histórico de su pueblo. (Sabrana djela, VIII, 65-73).
En esta concepción filosófica de
un desenvolvimiento histórico se ha basado toda la "doctrina" de los
hermanos Radić. Aun con anterioridad a su época, el mundo en general tenía
conciencia no sólo que todos los sueños utópicos cosmopolitas eran
inalcanzables, sino que además sentía la atroz realidad imperialista de todas
las ideas supernacionales. Después de ésas surgió una monstruosa efigie
stalinista de un internacionalismo socia-lista. La historia les dio la razón a
los hermanos Radić, inclusive en la actualidad, en cuanto a la total
integración mundial a la civilización. Además, en este mundo de hoy, como nunca
antes, se alcanzó a afirmar ampliamente las autodeterminaciones y culturas de
múltiples naciones que inclusive eran desconocidas y carecían de historia
política propia. Gracias al mérito de la obra y pensamiento históricos de los
hermanos Radić, el pueblo croata que pertenece a las naciones más antiguas
existentes en el mundo, pudo mantenerse. Además, es preciso destacar que la
moderna fisonomía política se debe a que los hermanos Radić supieron dar a
la identidad croata un nuevo sentido, especialmente en un período transitorio y
crítico, cuando muchos se perdieron aplastados por el tremendo peso de las
condiciones históricas imperantes o cayendo en un ilusionismo oscuro en cuanto
a la seudounión de los eslavos meridionales y sobre todo en la pretendida
unidad nacional servio-croata.
4
UN VARON DE ESPIRITU Y CARACTER EXCEPCIONALES
Esteban Radić fue a su vez,
desde todos los puntos de vista, el más preparado y, al mismo tiempo, el más
perseguido politico de la historia moderna. Dotado de una alta capacidad
intelectual innata, disponía de un alma inquieta y de un espíritu sumamente
agudo; era uno de los conductores y tribunos populares dotados por la
naturaleza que intuía permanentemente en qué consistía la esencia de los
intereses históricos de su nación, inclusive en los momentos en que
circunstancialmente estaba íntegramente oscurecida. No obstante, pese a la
miopía que padecía de nacimiento, que apenas le permitía reconocer a sus
interlocutores o a la multitud, instintivamente percibía e interpretaba el
significado de sus pulsos, y fue uno de los privilegiados que realmente conocía
e interpretaba el sentir del alma nacional croata.
Sus estudios universitarios (en
Zagreb, Praga, Budapest y París), concluían en cada asignatura con las notas
más altas. Aparte de sus estudios teórico-científicos aprendidos de libros y de
la historia, simultáneamente elaboraba la concepción y visión del mundo en
contacto directo con la vida de su pueblo y del mundo contemporáneo. Siendo
todavía estudiante secundario y universitario, había recorrido a pie o sobre
los carros de los campesinos, la totalidad de las tierras croatas. Siempre fue
muy bien acogido por los campesinos, cuando levantaba su mano para subir al
modesto carro. También en sus largos viajes por comarcas y paisajes croatas,
aunque estaba abrumado por el deseo de conocer a los hombres ilustres, también
se dedicaba a conocer y observar la vida común, las costumbres y alma del
pueblo sencillo.
Profundizó sus conocimientos
sobre el pensamiento de la Europa contemporánea de entonces, especialmente
durante los estudios que cursó en la Universidad de Praga, influenciado por las
ideas filosóficas y democráticas de T. C. Masaryk. Durante sus estudios en la
Sorbona (1897-1899) concluyó su carrera en Ciencias Políticas. Su diploma fue
galardonado con la nota máxima, obteniendo el título de "laureate"
por la tesis "La Croacia contemporánea y los eslavos del sur" (La
Croatie actuelle et les Slaves du Sud).
Para tener un conocimiento
directo y mejor de los hermanos eslavos, viajó tres veces a Rusia. Al volver,
trasladó su domicilio a Zemun, ciudad croata limítrofe con Servia, habiéndolo
hecho con la intención de indagar de cerca y en una forma práctica el clima
político y cultural de Belgrado y de Servia.
Aun en su época de estudiante
secundario y universitario tuvo que sufrir y soportar cárceles y procesos y
todo eso por sus posiciones valientes netamente croatas y también por sus
concepciones democráticas y progresistas de entonces. Figuró entre aquellos
que, al visitar en el año 1895 el emperador Francisco José II la ciudad de
Zagreb, organizaron la quema de la bandera húngara en la Plaza de
Jelačić. Por ello, y una vez cumplida la condena que le fuera
impuesta, se vio obligado a abandonar la Universidad de Zagreb. Desde entonces
nunca se lo dejó en paz; fue expulsado de la Universidad de Praga, donde buscó
auxilio; fue perseguido y preso inclusive como diputado nacional; además fue
calumniado y falsamente acusado por sus adversarios partidarios y nacionales.
La culminación de tal persecución terminó con el martirio en que las heridas
recibidas fueron mortales. De esta manera con el sacrificio de su vida como
mártir en defensa del pueblo y la nación croata, murió por los valores a los
cuales consagró toda su vida.
El mantenimiento o el sostén
económico de Radić dependía de su obra literaria y publicitaria. La tesis
parisiense sobre Croacia fue traducida y publicada en el idioma croata y
también en el checo. En Praga, inició la revista "Hrvatska Misao" (El
pensamiento croata), que luego continuó editando en Zagreb, y donde
precisamente publicó la disertación "los ideales croatas", a los
cuales quedó íntegramente fiel "hasta su último suspiro". Se dedicaba
a escribir sobre múltiples o polifacéticos temas relacionados con el desarrollo
histórico, político-nacional y económico de la Europa con-temporánea y de sus
naciones. Fue él quien le dio cuerpo al pensamiento político croata en forma
programático-constitucional, siendo enormemente decisivo y significativo para
la esencia espiritual de una nación íntegra. Durante y a lo largo de sus
distintas persecuciones, escribió tres tomos de las "Memorias de un
preso". Hasta el último día de su existencia llenó con sus artículos y
escritos la mayor parte de los voceros del propio movimiento (Hogar, Notas
Navideñas, Onda Nacional). Preanunció el día anterior al atentado en el
parlamento (de Belgrado) que de los círculos de un gobierno hegemonista era de
esperar hasta el crimen más descarado y repugnante. Aunque aquel trágico día
sus amigos le recomendaron que no concurriera al Parlamento porque podría ser
asesinado, no quiso retroceder pese a tener plena conciencia del tamaño riesgo
y peligro que estaba enfrentan-do. La disposición a ofrecer el sacrificio
personal por los ideales de su Nación fue sumamente superior.
5
LOS PREDECESORES, CONTEMPORANEOS
Y CONTINUADORES DE LA DOCTRINA DE LOS HERMANOS RADIĆ
En el mismo año en que había
nacido Esteban Radić (1871), murió trágicamente en la revuelta de Rakovica
el conductor de la misma, Eugenio Kvaternik, quien había nacido en 1825. Con el
intento revolucionario fracasado se había pretendido alcanzar por medio de las
armas la libertad e independencia total de Croacia. El doctor A. Trumbić
(1864-1938) fue apenas unos años mayor que Radić. Lo precedía también J.
Frank (1864-1911), casi treinta años mayor. En el mismo decenio del nacimiento
de Esteban Radić, nacieron Frano Supilo (1870-1917), A. Korošec
(1871-1940), Svetozar Pribičević (1875-1936), I. Pilar (1874-1933),
M. Šufflay (1879-1931) y el Dr. V. Maček (1879-1964). En el primer decenio
posterior, nacieron el Dr. I. Ribar (1881-1931), el Dr. A. Pavelić
(1889-1959) y el Dr. M. Budak (1889-1945). Durante los últimos veinte años del
siglo pasado y cuando Esteban Radić había iniciado su actividad política,
nacieron Josip Broz Tito (1892-1980), Andrija Hebrang (1899-19??) y Alojzije
Stepinac (1898-1960). Entre los políticos destacados servios se contaban Ljubo
Davidović (1863-1940), y, algo mayor, N. Pašić (1845-1926), mientras
el rey Alejandro Karageorgevich (1881-1934) era aún menor.
A los fines de la comparación,
en el escenario político mundial podrían enumerarse, mientras tanto, los
siguientes: Mahatma Gandhi (1869-1948), C.A. Chamberlain (1869-1940), A. Briand
(1862-1932), W. Rathenau (1861-1922), V. I. Lenin (1870-1924), León Trotsky (1879-1940),
León Blum (1872-1950), R. Hilferding (1877-1944). Especialmente deben
destacarse como los más influyentes, entre sus contemporáneos: T. W. Wilson
(1826-1924) y T. G. Masaryk (1850-1937). Eran menores Benito Mussolini
(1883-1945) y Adolfo Hitler (1889-1945).
Durante la época de Radić
estaban en boga y en circulación todas las ideas y teorías o ideologías
doctrinarias, desde la democracia pluralista del liberalismo burgués, hasta el
reformismo marxista social-demócrata, pero también estaban presentes la
dictadura leninista y el totalitarismo fascista.
Radić aparecía en la vida
política croata cuando del escenario nacional desaparecían por la ley de la
vida importantísimas personalidades históricas croatas: el Dr. Ante
Starčević (1823-1896), Mihovil Pavlinović (1831-1887), Ivan
Maiuranić (1814-1890), Franjo Rački (1828-1894) y J. J. Strossmayer
(1815-1905) .
Aunque Radić fue la
resultante de la totalidad de los pensamientos políticos de los nombrados, fue
sin embargo en primer grado el heredero directo y el fruto de la tendencia
emancipadora de Starčević, como lo fue-ron otros dos dirigentes
políticos contemporáneos: Trumbić y Supilo, pese a la profunda diferencia.
Trumbić y Supilo pensaban que para alcanzar los objetivos nacionales,
había que encontrar nuevas sendas pero manteniéndose dentro del sistema
partidario existente. Además estaban esperanzados en el desarrollo de las
circunstancias internacionales y poder contar con nuevos aliados externos. Por
otro lado, ya desde el principio de su actividad política, Radić estaba
profundamente convencido que el porvenir de Croacia dependería de la fuerza y
del programa del movimiento nacional y por ello toda su actividad fue dirigida
a obtener la mayoría absoluta de los campesinos. Al aceptar todos estos deberes
históricos, parecía que Radić —con su pensamiento— contestaba en forma
positiva y análoga a aquella misiva con que cincuenta años antes, el gran ban
(virrey) Mažuranić se había dirigido al victorioso general
Jelačić que luego fue ban. La devoción de Radić por estas
personalidades nacionales fue inmensa. En su primera llegada a Zagreb, como
adolescente, peregrinó a la plaza donde estaba erigido el monumento al general
Jelačić y entonces, como cualquier croata sin distinción de su clase
social o proveniencia territorial, rindió su profundo homenaje, con una
venerada inclinación, aunque con temor y respeto. Las condiciones y la
situación de entonces, seguían aún "casi insoportables", quiere
decir, iguales que en el año 1849, cuando Mažuranić esoribía a Jelačić,
diciéndole: "Los límites geográficos seguían indefinidos y sin esperanza
de ser trazados según los deseos del pueblo" . Cierto es que "nuestra
nación es de un cuerpo fuerte y firme". Mažuranić lo define
destacando que "lo que le falta es el espíritu". Estamos frente a una
masa de "planetas errantes" por el mundo de Dios, que carecen de su
centro y de su sol. "Nos es necesario disponer de un Moisés que nos libere
de la esclavitud egipcia y nos lleve a la tierra prometida; nos es preciso tener
un Colón... que nos conduzca ilesos al nuevo mundo, que nos es totalmente
desconocido" (Sabrana djela IV, 83-84). Jelačić pudo
alcanzar apenas parcialmente lo esperado: dio un golpe magistral directamente a
la boca húngara, golpean-do los dientes del hegemonismo magiar que pretendía
tragarse a Croacia; también liberó a los campesinos croatas de las cadenas de
la esclavitud feudal; y resucitó la idea del Estado croata, unido desde el río
Drava hasta el mar Adriático.
A Radić le correspondió
cumplir, aunque parcialmente, la parte mesiánica del deber histórico. De una
masa popular, dura y fuerte, pero inculta y, por qué no, ignorante, sin
formación y privada de todos los derechos, Radić obtuvo un sujeto
conciente y políticamente organizado. Además fue su mérito el establecer el eje
giratorio de los dispersos planetas croatas. Si bien no logró llevar a su
nación a la tierra prometida de libertad e independencia, unió espiritualmente
todo aquello que tenía un significado histórico y trascendente, por un camino
de mantenimiento y autodeterminación del ser nacional croata.
EL SUSTENTO HISTORICO DEL
PENSAMIENTO POLITICO DE RADIC
Así como Ante
Starčević surgió del movimiento emancipador nacional croata
denominado ilírico, Esteban Radić aparece del seno del croatismo de
Starčević y de su oposición a todos aquellos errores romanticistas,
com-prendiendo mejor que cualquier contemporáneo suyo, y de una forma profunda
y decisiva, la magnitud del peligro que amenazaba con el hundimiento a la
nación croata en el abismo de las fantasías supernacionales, fuesen ilusiones
ilíricas o eslavas, austroeslavas o sureslavas. Con el fin de neutralizar lo
indicado, Starčevic concibió y desarrolló la ideología del croatismo en un
nivel superior y de conformidad con el pensamiento nacionalista contemporáneo
europeo. Así no cabía duda alguna que el pueblo y la nación croata deberían
asegurarse su existencia y edificar su porvenir exclusivamente sobre las bases
de la individualidad nacional y conforme al derecho histórico político croata.
Idéntico proceder practicaban las demás naciones, y a la nación croata que es
una de las pocas naciones históricas europeas —una de las más antiguas—, le
correspondía el mismo derecho.
Desde la aparición y la
formación de la nación croata sobre el suelo de la patria actual y la creación
de su Estado nacional, fue conocida así en Europa, en los monumentos y
documentos históricos figuraba permanentemente desde el siglo IX en adelante.
En el siglo VII, los croatas firmaron un pacto con el Papa Agatón, y así desde
la creación dcl propio Estado medieval lo conservaron ininterrumpidamente a
pesca- de todos los acontecimientos históricos adversos. Las formas
forzosamente reducidas, jamás impidieron la continuidad y la conservación de la
propia individualidad político-estatal. Esta fue la base sobre la cual
Starčević fundó el ideal de una renovada formación y unión de todas
las regiones nacionales y una total independencia de Croacia, libre de todas
las ligaduras con Viena y Budapest, pero también independiente de Servia, que
aunque recientemente salida del dominio turco ya acusaba pretensiones
expansionistas por las tierras croatas. Starčević buscaba
contrarrestar a los partidarios de la unidad de los eslavos del Sur que
buscaban para sus objetivos el apoyo de Servia.
En la evolución de su
pensamiento político Radić partió de la concepción de Starčević,
según la cual la unión de Croacia con Hungría y Austria era dañina y lesiva,
como así también cualquier otro tipo de unión resultaría maligna. Merced a las
experiencias históricas Starčević pensaba que las uniones
supranacionales podían seguir manteniéndose normalmente gracias al predominio
del pueblo más fuerte y más numeroso sobre los más débiles. Por ello
Starčević jamás creyó en una transformación de la monarquía de los
Habsburgos. Además, siguiendo el mismo pensamiento, estas formas estatales no
logran renovarse sino que se derrumban. Advertía que la gente no debía dejarse
engañar creyendo que la solución sería la supuesta federación porque la
diferencia entre la Austria federalista y la centralista es la misma que existe
entre el diablo y el Satanás" (Izabrani spisi, 382).
Eugenio Kvaternik, co-creador
del partido del derecho, fue el que en su Panorama político de las
circunstancias europeas y croatas (1862), indicaba las conclusiones y
definiciones particulares que tuvieron un significado histórico y se
proyectaron con influencia trascendental sobre el pensamiento de Radić.
Según Kvaternik, "el principio supremo de cada política nacional bien
llevada debería ser: no considerar a ningún pueblo como hermano o que te desea
bien; no creer en nadie sino confiar en su propia inteligencia y capacidad. Las
naciones que no lograron llegar a esta convicción y los que carecieron de
capacidad para avanzar, desaparecieron como tales. Además su desgracia fue
acompañada por una sonrisa y burla de desprecio por parte de sus
contemporáneos, y fueron marcados por la vergüenza de la historia"
(Politički spisi, 195-193).
Desde Starčević y
Kvaternik fue precisamente Radić quien asumió el deber de realizar el
programa histórico o estatal croata; le agregó el con-tenido social, su
experiencia política propia, habiendo unido la doctrina de Starčević
con el pragmatismo de Kvaternik. Starčević pudo ser ejemplo de una
firme adhesión y defensa de los ideales croatas, como también por la sabiduría
filosófica según la cual tanto en h política como en la vida, es preciso seguir
estudiando siempre y sin tregua, aprendiendo además buscar soluciones adecuadas
a la situación imperante.
Al respecto Starčević
decía: "Unicamente Dios y un loco jamás cambian sus opiniones; Dios a
causa de su divina sabiduría y el loco por ignorancia". El trágico destino
que corrió Kvaternik en una rebelión fracasada y sin perspectivas reflejaba
apenas ha enorme altura moral del sacrificio, carente del realismo. En cambio,
la actividad política pragmática estatal y cultural de Ivan Mažuranić
significó un aporte inapreciable en provecho de la patria. Mažuranić en
las palabras de despedida de su función de ban (virrey) en 1886, y de miembro
nato de la Dieta, subrayó: "creo en el pasado, en el presente, en el
porvenir de Croacia" (Sabrana djela, IV, 291). Este discurso testimoniaba
la grandeza de su conciencia y el fervor patriótico; también que a pesar de las
condiciones históricas complejas y adversas, los varones prudentes —estando en
el poder o en la oposición— pueden y deben encontrar la forma y la posibilidad
de acción para el bienestar de la patria.
7
CONDICIONAMIENTO, PROFUNDIZACION
Y CONTRADICCIONES DE LA CROATICIDAD Y MULTIPLES FORMAS DE ESLAVISMO
Idénticos factores que
condicionaron en Croacia la aparición de la unión eslava en sus distintas
formas desde Križanić, Gaj, Kukuljević y luego de Strossmayer y
Rački para concluir con Trumbić y Supilo, determinaron los
componentes del pensamiento y la política de Radić. En primer lugar se
debía a la amenaza secular contra el ser nacional croata por parte del
imperialismo germano y húngaro al cual, durante la Primera Guerra Mundial, se
añadió también el imperialismo italiano. Además, la progresión de la
solidaridad eslava fue estimulada por el anhelo de una nueva unión entre la
Iglesia Católica Romana y la Iglesia ortodoxa o cismática oriental. Con el
cisma, las naciones eslavas quedaron divididas en Oriente y Occidente. Por
ello, la Santa Sede veía con simpatía la unidad eclesiástica y recomendaba a
sus representantes que con este objetivo apoyen la unión de las naciones
eslavas. Justamente por ello estas ideas no tuvieron resonancia ni una
aceptación significativa en la Rusia y en la Servia ortodoxa. Veían en aquella
acción como un intento de los papas romanos de reunión eclesiástica. En Rusia y
Servia el movimiento eslavo siempre fue identificado o confundido con la
ortodoxia, y esta a su vez fue nacional, o sea granrusa o granservia. Todas estas
contradicciones ya se manifestaron en la época de Juraj Križanić en su
contacto con los eslavófilos rusos y siguieron también en el posterior
austroeslavismo y sureslavismo de Rački v Strossmayer. Juraj Križanić
(1618-1683), sacerdote católico y canónico de Zagreb como primer ideólogo de la
unión étnica y lingüística de los eslavos intentó malogradamente adjudicar un
papel predominante a la Rusia refromada como un contrapeso al expansionismo
germano (y también protestante). Por sus ideas cristianas occidentales, pese a
su paneslavismo, fue considerado en Moscú sospechoso y por orden del Zar fue
expulsado a Siberia donde permaneció quince años. Su internación en Siberia
suscitó sospechas también en Roma. Incorporándose a las filas del ejército
polaco de Jan Sobiesky cayó en la batalla contra los turcos en defensa de
Viena.
No corrió mejor suerte la idea
del austroeslavismo propagado durante la primera mitad del siglo XIX por los
representantes de los eslavos (católicos) occidentales (polacos, checos,
eslovacos, croatas y eslovenos) ante la hegemonía germano-húngara y el
paneslavismo ortodoxo ruso. Los partidarios del austroeslavismo fracasaron
rotundamente pugnando por conseguir la federalización de la Monarquía de los
Habsurgos y así asegurar pequeñas naciones eslavas del dominio y asimilación
germano-húngara, salvando a la vez aquella antigua comunidad centroeuropea de
la expansión del imperialismo granruso y zarista.
Como el paneslavismo no llegó a
ser movimiento general de los eslavos occidentales y orientales, ya que dentro
del territorio ruso se lo toleraba únicamente como una expresión ortodoxa del
panrusismo, mientras que en la monarquía de los Habsburgos su variante del
austroeslavismo se malogró en el año 1848 por parte del pangermanismo y
panhungarismo, desde la segunda mitad del siglo XIX el pensamiento de la unidad
eslava se conservó únicamente bajo la forma de la unión de las naciones de los
eslavos meridionales. Esto se sentía únicamente en las extensiones
territoriales de la monarquía de los Hamsburgo, prevaleciendo únicamente entre
los croatas.
La idea de la unión
esloveno-croata-servia se basaba entonces en la teoría generalmente aceptada de
que los pueblos étnica y lingüísticamente afines deberían formar una nación y
un estado. La idea de la unidad de los eslavos meridionales, en cuanto a
Croacia, debía servir primeramente para la unificación nacional y recién
entonces a la creación de un cuerpo político estatal integrado por todos los
eslavos del Sur, en base a la soberanía histórica del Estado croata y en
igualdad jurídico-política con Hungría y Austria. A medida que este objetivo
resultaba inalcanzable en sentido político se fortalecía la idea de la unión de
todas las naciones de los eslavos meridionales, resultando justificada y
necesaria la unión de los eslovenos, croatas y servios de la Monarquía con
Servia, Montenegro y Bulgaria.
Durante la Primera Guerra
Mundial aquella concepción o idea de la unidad nacional yugoslava sirvió de
documento básico del Comité Yugoslavo, encabezado por Trumbić y Supilo (en
principio hasta contra la voluntad de Servia) que tuvieron que luchar con todo
su esfuerzo por la creación de un Estado común, para impedir la intención de
las potencias aliadas victoriosas de entregar a Italia vastas porciones de
Croacia, toda Istria y la mayor parte de Dalmacia. Servia pretendía obtener las
provincias croatas limítrofes: Sriem, la mayor parte de Eslavonia, Bosnia y
Herzegovina y la parte meridional de Dalmacia.
En sus opiniones y concepciones
políticas Radić partía del principio de la unidad étnica e idiomática de
todas las naciones eslavas acentuando sólo sus diferencias y la necesidad de su
solidaridad frente a las naciones germánicas y latinas de Europa. En su
programa Radić escribirá que los croatas pudieron convencerse —tanto en la
guerra como en cautiverio— que "todos nosotros, según nuestra lengua,
somos eslavos y la mayoría de nosotros por nuestra formación espiritual somos
realmente una nación" (Korespondencija, II, 50). Pero jamás se iba
a renunciar a la individualidad histórica y política nacional de los croatas en
pos de la unión con los servios y/o con los eslovenos. Cualquier
"fraternidad eslava" para Radić no era considerada en el sentido
nacional, sino como medio político para, con su ayuda salir "de nuestro
mal", que se soportaba en el imperio austríaco y "optar por algo
mejor". En el año 1902, coincidiendo con los partidarios de la unión,
abogaba para que "esta fraternidad" produzca cambios en el Imperio y
que en supuesto cambio se logre la fortificación y agrandamiento de la actual
autonomía político-estatal croata, lo que significaría que la Croacia del ban
(virrey) sería afianzada y aumentada con las provincias que se le integrarían
según "el espíritu de nuestro antiguo derecho político y de conformidad
con la buena voluntad de nuestros hermanos nacionales" (Politički
spisi, 173) .
Mientras tanto, las esperanzas
no se correspondían con la realidad política, referentes a la unidad nacional.
Después que los representantes ortodoxos de "Vojna Krajina" (Confín
militar) habían apoyado a Viena para que aquella región no pasara bajo el poder
del ban (virrey) y que los políticos servios se opusieron no sólo a la unión de
Bosnia y Herzegovina con Croacia, sino también de Dalmacia a la Croacia del
ban, y tras el apoyo integral de la población servia al régimen magiar de Khuen
con una abierta declaración de guerra que expresaba el deseo de destruir a los
croatas, todo ello provocó la disolución de los fervorosos partidarios de la
unión croata-servia y de los eslavos meridionales, contando sólo con el favor
de la juventud inmadura e inexperta y con los partidarios del internacionalismo
clasicista.
Al iniciarse el régimen opresor
magiar de Khuen, Strossmayer había llegado a confirmar "que hasta la
prensa extranjera estaba publicando que los húngaros y los servios se unieron
con el objetivo de rematarnos"; justa-mente en el momento en que "nos
vimos obligados a combatir a los húngaros los servios nos atacaron por la
espalda" y "la sepultura que los servios prepararon para nosotros,
podría resultar su propia tumba" (Véase S. Radić, Politički
spisi, 512).
Dos años más tarde (1886) F.
Rački, al referirse a los Errores políticos servios, decía: En la Croacia
del ban (virrey), "ninguno de los diputados servios (de la minoría servia
en Croacia) estaba dispuesto a respaldar a Croacia, para que logre una posición
político-estatal más independiente o su autodeterminación, mientras que en
Dalmacia la minoría servia en alianza con los italianófilos (de escasa
minoría), se oponían totalmente a la unión de Dalmacia con Croacia y Eslavonia.
Simultáneamente rechazaban la aplicación del idioma croata o servio como lengua
oficial en la administración y en el Poder Judicial". Según Rački y
su razonamiento, esta política podría eventualmente ser únicamente comprendida
si los servios fuesen tan poderosos como para imponer su propia voluntad a sus
hermanos croatas y búlgaros". Rački señala que los servios, tanto en
el pasado como en la actualidad, carecen del poder físico y moral indispensable
para consumar la pretendida asimilación (Strossmayer, Rački, Politički
spisi, 482-3).
Todos estos convencimientos y en modo especial aquella insolente provocación (1902) en torno a la lucha histórica inevitable para llegar "a nuestro o vuestro exterminio" (publicada en el Vocero literario en Belgrado y en la revista "Defensa de los servios", en Zagreb), la lucha en la que los presuntamente retrógrados católicos croatas debían sucumbir ante la superioridad de los servios ortodoxos y progresistas, influyeron necesariamente en el pensamiento y la política de Esteban Radić. El se mantendrá, a pesar del todo, en la posición de la unión nacional, atribuyendo las contrariedades croato-servias, algo ingenuas, a la propagación del odio mutuo por parte de los burgueses servios y croatas carentes del sentir nacional, pero, man-teniendo esta posición, no estará dispuesto, a semejanza de Trumbić y Supilo, a transigir en cuanto a las aspiraciones obviamente anticroatas y hegemonistas de la política granservia.
Cuando la revista "La
defensa del hogar servio" volvió a reeditar "en el corazón de
Croacia" —según Radić— la declaración de guerra sin cuartel a los
croatas, Radić señaló que algo parecido "no osaban escribir ni los
alemanes de los checos ni los húngaros de los eslovacos". También repudió
las reacciones contra los servios que consecuentemente surgieron en Zagreb y en
otras ciudades croatas, invitando a los insurrectos a que reconsideren su
actitud. Pero también les hizo recordar que en el parlamento húngaro, el
presidente del gobierno magiar, Tisza, reconoció los méritos anticroatas de los
servios, tranquilizando a sus compatriotas con las siguientes palabras:
"No temáis a los croatas, porque para ellos dispongo de un látigo muy
seguro, el de los servios". Entonces Radić invitó a los servios que
vivían en Croacia a que aprendiesen a respetar lo que es sagrado para los
croatas, y que como ciudadanos y súbditos de Croacia, respeten y quieran
también a la patria que los acogió. Como los servios están "en contra
nuestro, en cualquier lugar, aún más y peor que cualquier otra nacionalidad
extraña y adversa a los croatas", Radić convocaba a los croatas a la
concordia para debilitar la furia de ese elemento, jurado enemigo nuestro, y
que corríamos el riesgo de ser considerados como "un tonto que está
abrigando en su seno a una serpiente venenosa". Esto le sirvió a
Radić para explicar como concebía "la unión de todo nuestro pueblo
desde Triglav hasta los Balcanes", es decir que, inclusive "para el
mundo internacional, Croacia será desde Rijeka hasta Zemun, y más allá, al
oriente, será Servia". Si bien los croatas y los servios pertenecen al
mismo grupo étnico y lingüístico, los croatas tienen el marco histórico
heredado, o sea "Estado Croata"; por otro lado los servios tienen su
Estado propio (Politički spisi, 158, 233-38, 255-74).
Desde el punto de vista de sus
experiencias y apreciaciones Radić no aprobaba la política de Supilo,
llamada "el curso nuevo" (lo que resultó la introducción a la
Coalición croata-servia de la cual más tarde iba a separarse el mismo Supilo).
Tampoco daba su aprobación al compromiso del Comité Yugoslavo de Trumbić
con el gobierno servio de Pašić, oponiéndose rotundamente en el Consejo
Nacional servio-croata-esloveno a su unión incondicional y apresurada con
Servia. Radić indicaba que previamente a cualquier decisión era preciso
garantizar la posición político-estatal y jurídica de Croacia en el futuro
Estado común. Pero como en este sentido Croacia había sido sorprendida en su
buena fe y estafada, Radić, poco después de consumarse la supuesta unión
(1919), advirtió que la unión de los eslavos meridionales entrañaba doble
riesgo sumamente peligroso: por un lado eludía el verdadero eslavismo, y por el
otro, fundía o reducía la idea croata en algo esencialmente inferior y la
transformaba en una forma balcánica (Notas, E. Radić, 12; ver I.
Mužić, S. Radić, 50).
Un poco más tarde (1922, en la
asamblea de Matica hrvatska), volvió a subrayar que por esa unión nacional eran
meritorios muchos croatas incluyéndose a si mismo, pero, decía Radić,
"la dura realidad" confirma que en nombre de esta supuesta unidad,
"nosotros, los croatas, corríamos el riesgo de perder hasta el mismo
nombre croata conjuntamente con nuestra más que milenaria cultura e
individualidad política" (Politički spisi, 24).
8
EN PUGNA POR EL HUMANISMO Y POR
LA REPUBLICA DE CROACIA
El papel grandioso de Radić
en la historia moderna nacional croata se refleja especialmente por la forma en
que fue concebido y planteado en el espíritu del ser nacional el programa de la
libertad y la soberanía de Croacia simultáneamente con soluciones de todos los
problemas sociales y clasicistas de la Nación croata, un programa basado
integralmente en el humanismo y en colaboración pacifista con todas las demás
naciones.
Al iniciar su camino político,
Radić expuso en Ideales Croatas (1898) todos los principios sobre
los cuales iba a desarrollar su política. Decía que había llegado la época en
la cual la nación íntegra iba a "pensar activa-mente en la independencia
estatal" y no sólo los estamentos privilegiados. "Carecemos de una
política real y nacional y tampoco la podemos tener hasta tonto los extranjeros
nos dictan qué ideales y qué politica nos corresponden". La libertad real
se alcanza únicamente "con un gobierno nacional propio y en la
independencia nacional"; del mismo modo se ve materializada "la
justicia nacional únicamente en la igualdad social, en la legislación nacional
en la autodeterminación nacional". Abanderados con insignia extranjera
"no se va a una boda, como tampoco se concurre a una guerra".
"La soberanía nacional verdadera y real consiste en un hecho fundamental
... que a ningún ciudadano puede juzgarlo ningún extranjero. La indidualidad
nacional exige liberarse de los extranjeros que imponen su idioma y su ideología"
(Novo doba I, 55-7).
En la resolución constitutiva de
su partido (1905), dirá que "es indispensable fijar aquella política
decisiva para lograr la unión de la nación croata, dentro de su estado propio;
asegurar la máxima autodetermnación e independencia nacional y garantizar a
todos los ciudadanos la igualdad de derechos, una enseanza y educación pública
mayor y el máximo bienestar general" (Hrvatska misao, V, 1, 45). En
su programa partidario publicado el mismo año, destacaba que para alcanzar un
estado independiente croata era insuficiente invocar solamente "el antiguo
derecho histórico", porque "con el correr del tiempo, todos los
derechos en el mundo desaparecen", salvo que se los defienda y se luche
por ellos. Así ocurre también con el derecho estatal croata "que cuenta
con tantos enemigos y pocos defensores". En su concepción, Radić no
se imaginaba a un estado croata ajeno a la realidad política imperante en el
mundo y aconsejaba no encerrarse ni aislarse, pues ya no existían naciones en
el mundo que se comportaran así. Radić había descubierto la moderna
convivencia e interdependencia e indicaba a las grandes potencias, que
necesitaban dialogar con los demás, conectarse con otros y ayudarse mutuamente.
No obstante, en cualquier "alianza de los Estados" es indispensable
contar previamente con el consentimiento de la totalidad de la nación.
Entonces, vistas tales condiciones, a Croacia debían garantizarse sobre todo
sus propias finanzas y sus fuerzas armadas propias (Sabrana djela, VII,
18-22, 31-4, 43-55). Radić se entusiasmaba con la idea, como muchos
intelectuales democráticos de aquel tiempo, que creían en una transformación de
la Monarquía de los Habsburgo en una federación denubiana con igualdad para
todos los pueblos y sirviendo así de base a una "gran federación de las
naciones de Europa central y suroriental". Dentro de este marco político
encontrarían necesariamente su solución los problemas nacionales de los eslavos
centroeuropeos y balcánicos. Hubo también un intento de incluir en este proyecto
la Asia Menor (Turquía) y a Egipto (Hrvatska misao, V, 19-34). Hasta el
fin de la Primera Guerra Mundial las ideas de Radić resultaban bastante
próximas a aquellas que, debido a las circunstancias internacionales, ofrecía
la Monarquía con su transformación trialista, como las condiciones más
ventajosas para la unión de todas las provincias croatas y para la
independencia e igualdad jurídica de Croacia. La creencia de los que eran
partidarios del llamado austrocroatismo se iba haciendo más firme a medida que
se desarrollaba una serie de importantes sucesos. La anexión de Bosnia y
Herzegovina (1908) dio lugar a nuevos presupuestos político-jurídicos e
internacionales para que se procediese a unir e incluir a estas dos provincias
a Croacia, lo que a su vez significaba que interiormente se abría el camino de
la reorganización trialista del Imperio. Durante las Guerras Balcánicas
(1912-1913), provocadas por la división de Macedonia con el choque y las mutuas
luchas entre los imperialismos servio y búlgaro, la gravedad producida echó por
tierra todas las ilusiones de una supuesta unión y de los intereses comunes
posibles de las naciones de los eslavos meridionales. Durante la Primera Guerra
Mundial las pretensiones imperialistas de Italia y Servia agravaron aún más la
situación. En consecuencia, los políticos croatas, no sólo Radić, sino los
adeptos de Frank, más los intelectuales moderados (el prof. I. Kršnjavić,
I. Pilar), creían que con la victoria de las potencias aliadas (Entente) los
croatas corrían serios peligros debido a las amenazas y las pretensiones de
Servia e Italia. Así Croacia corría el peligro de sufrir las mismas
consecuencias que las guerras balcánicas significaron para Macedonia. Las
críticas en contra de Radić vía facti quedaron desvirtuadas totalmente
como injustas, al pretender interpretar equivocadamente la supuesta decisión
austrófila de Radić, mantenida hasta el fin de la guerra. Es realmente
necesario destacar su temor y su forma de actuar, que de ninguna manera estaban
sujetas a los intereses de la Monarquía, sino que eran una permanente
preocupación por el porvenir de la nación croata. En cambio a Trumbić le
acosó el temor de que en caso de la victoria aliada se podría producir
simultáneamente una desintegración nueva y total de las tierras croatas. En
busca de soluciones Trumbić veía como una posible alternativa, la unión de
los eslavos meridionales en un Estado común.
Al finalizar la Primera Guerra
Mundial, y en los días de desintegración de Austria-Hungría, surgieron
ebulliciones revolucionarias como así tamién la creación tempestuosa de una
forma estatal nueva y artificial. Fue entonces cuando Radić decisiva y
enérgicamente exigió que de conformidad con los principios democráticos y de
autodeterminación nacional de Wilson, se respeten los derechos de Croacia.
Efectivamente, también fue influenciado por evidentes concepciones leninistas y
por la disposición y el sentido revolucionario de los estratos populares. Así
"exige que la totalidad del gobierno estatal y su administración esté
sometida al control popular directo". En cuanto a la legislación, en el
futuro las leyes "deberán crearse conforme a las necesidades de los
campesinos y obreros" que "son la fuente principal de toda fuerza
nacional y estatal y además la clase principal y más importante del Estado y de
la Nación (Dom. XII, 409 - X, 1918).
Radić se oponía con valor y
vigor, casi abandonado por todos, a la unión incondicional y apresurada con
Servia, cuyos partidarios eran algunos asustados políticos procedentes
particularmente de Dalmacia, y la conspiración conjunta de Pribičević
y Pašić. Radić escribía en su Dom (Hogar), lo siguiente:
"Nosotros exigimos que en la unión de los eslavos del Sur esté reconocido
y vigente nuestro Estado croata". Aquellos que insistan en la creación del
Estado esloveno-croata-servio, "pueden hacerlo mientras no quede menguado
y marginado nuestro milenario Estado croata, pues ello sería un escándalo
mayor, precisamente en la época en que se está aplicando el principio de la
autodeterminación nacional". Insistía exigiendo que Croacia fuera "un
Estado independiente y una república popular" y por ello abogaba "que
todos nosotros los eslavos meridionales, inclusive los búlgaros, lleguemos a
crear una gran alianza eslava republicana (Idem, 46, 21-VI-1918).
La grandeza histórica de
Radić se manifestó talvez en su grado máximo en el discurso pronunciado en
la decisiva reunión nocturna del Consejo Nacional esloveno-croata-servio,
celebrado el día 24 de noviembre de 1918. En aquel entonces Radić se opuso
decisiva y terminantemente y rechazó con máxima energía la realización de una
unión centralista, pese a que partidarios fanáticos y enloquecidos de esa unión
le amenazaban con asesinarlo en la misma Dieta o con hacerlo linchar en la
calle por el populacho enardecido y enfurecido. A pesar de que en aquella
sesión, parecida opinión era mantenida únicamente por el delegado del partido
Derecho Croata, Dr. Dragutin Hrvoj, Radić no obstante, se mantuvo
inflexible. El sentía que el pueblo croata jamás se iba a conformar con la
pérdida de su individualidad política y del Estado Nacional y por ello invitaba
al pueblo croata a no aceptar aquellas decisiones irracionales de los
políticos, que se manejaban con engaños y astucias, declarando a sabiendas a
"nuestra hermana Servia como nuestra madre", olvidándose fácilmente
que este honor se lo merece únicamente nuestra patria croata.
Radić tenía plena
conciencia de que sus "prédicas eran infructuosas", sin éxito, pero
reprochaba a la mayoría enceguecida que lo hacía "para cumplir con su
deber", y "para que más tarde no se excusaran diciendo que nadie les
había advertido del precipicio al cual deseaban empujar a todas las naciones
(yugoslavas), especialmente al pueblo croata".
A los señores del Consejo
Nacional les advertía que con ninguna causa podría justificarse una unión
improvisada e impensada, y que además se equivocaban amargamente todos aquellos
que creían que "se puede, por decisión propia y caprichosa pasar por
encima de más de mil años de la historia y la política estatal croata".
Radić consideraba a aquellos que pretendían una unión centralista como
partidarios de "un gran Estado servio, con el resurgimiento del Imperio
(medieval) de Dušan". Los croatas eran totalmente contrarios, porque
"no querían servir ni ser esclavos de nadie más, fuese un extranjero o
hermano". La unión, según los conceptos croatas, estaba justificada
únicamente si se procedía de conformidad a los principios de autodeterminación
y con la total igualdad, en una Confederación que debería ser una República democrática
y humanista, tal como "mucha de nuestra gente la ha visto y vivido en los
Estados Unidos de Norteamérica", y por "lo cual también luchan... sus
hermanos campesinos en Rusia" (Politički spisi, 323-35).
Terminando su histórico
discurso, Radić anunció con un espíritu profético que el pueblo croata iba
a rechazar y librarse íntegramente de todos aquellos que irracionalmente lo
condujeron o más bien lo empujaron a una monarquía (servia) centralista,
precisamente en el momento en que se iban a sentir tranquilos creyendo que la
Nación Croata ya había sido domada y que se la había "montado bien".
El discurso finalizó con la exclamación tétrica de Radić: "Viva la
República" y "Viva Croacia", dejando marcadas así su inquebrantable
voluntad y permanente constancia en defensa de la soberanía croata con el
anuncio de una lucha sin tregua contra el unitarismo yugoslavo.
La valiente y heroica posición
de Radić y su intuición histórica de larga proyección tuvieron repercusión
enorme y adhesión total del pueblo croata. El aprecio y la fama de la cual
gozaba como politico en su pueblo eran innegables. En el momento crítico del
profundo cambio provocado por la disolución, de la Monarquía de los Habsburgo y
seguida por la formación artificial de una nueva forma estatal de los eslavos
maridionales, Radić sipo expresar e interpretar desde la altura de su
papel histórico las tendencias espirituales conscientes aunque complejas y no
menos trascendentales de la enorme mayoría de la Nación croata.
Puesto que al concretarse la
unión del 19 de diciembre de 1918 no se respetaron ni las condiciones más
moderadas del Consejo Nacional, como así también los convenios de Corfú y
Ginebra, relativos a la constitución y el ordenamiento del Estado común, el
pueblo croata —en forma espontánea y cada vez más influenciado por Radić—
manifiesta su disposición rebelde, lo que posibilita a Radić tomar una
política radical, decisiva y simultánea en la política interior como la
exterior. El día 8 de marzo de 1919 el Comité Central del partido campesino
emitió una resolución no reconociendo el Reino Servio, Croata y Esloveno,
"proclamado fuera de la Dieta croata y contra la voluntad del pueblo
croata". En el mismo momento la conducción del partido de Radić elevó
un "Memorándum", con la firma de 167.669 ciudadanos croatas, dirigido
al presidente de los Estados Unidos Wilson, a los gobiernos de Ias potencias
grandes y a la Conferencia de Paz en París. En este memorando se pedía enviar a
Croacia una comisión aliada cuyo objetivo sería hacer posible la
autodeterminación del pueblo croata y la formación de una República pacifista y
neutral: recién en estas condiciones podrá incorporarse a una "República
Federativa de Yugoslavia", tan pronto como los eslovenos, los servios y
los búlgaros, cada uno separadamente y por cuenta propia, constituyan sus
repúblicas neutrales, libres y populares" (Slobodni Dom, XVI, 8).
En la época en que en Belgrado
era decretada la Constitución de San Vito (proclamada el 28 de junio de 1921),
acto consumado en contra de la voluntad de todos los diputados croatas; contra
la mayoría de los diputados eslovenos; sin la representatividad auténtica
macedonia y montenegrina y contra la voluntad de los representantes del
movimiento comunista obrero se legaliza el centralismo monárquico ,granservio,
con fecha 7-XII-1920. Radić reaccionó cambiando el nombre de su Partido
croata popular campesino por el de Partido croata republicano campesino.
Igualmente, la representación nacional croata, conducida por Radić,
promulgó el 9 de abril de 1921 en Zagreb, la Constitución de la República
Neutral Campesina de Croacia. En esta Constitución, publicada en el país y en
el extranjero (en EE.UU. se editó en croata e inglés), se estableció lo
siguiente:
— que la República Soberana de Croacia entraba en la libremente
acordada comunidad estatal (confederación) con Servia y Eslovenia, reconociendo
además el derecho de autodeterminación de Bosnia y Herzegovina, Montenegro,
Macedonia, más a Banat, Bačka y Baranja (Vojvodina) ;
— asegurar el principio de "la democracia
constitucional", de los derechos humanos" o sea: las libertades
políticas y un seguro general social y de salud;
— que en lugar del servicio militar clásico habría una
obligación general de defensa de la patria; se crean distritos de defensa nacional
y se establece un servicio militar y laboral que duraría seis meses.
— en cuanto a sus relaciones internacionales, éstas serían
guiadas por la política "pacifista y neutral", declarándose además
que la República de Croacia se considera un "organismo vivo de la gran
comunidad humana que, lenta pero seguramente, se va a transformar en una gran
república confederada mundial" (Državno uredjenje Ustav Neutralne
Seljačke Republike Hrvatske, Zagreb, 1921, Pitsburgo, 1923).
Toda la actividad política de
Radić y de su movimiento se iba encaminando hacia la realización de un
programa que entonces fue presentado incluso en forma constitucional y sobre el
cual los diputados electos (ya con anticipación el 8 de diciembre de 1920),
habían prestado su juramento público y solemne. Radić tenía presente
permanentemente estos objetivos, inclusive cuando por razones de circunstancias
internas o internacionales se veía obligado a renunciar formalmente a sus
exigencias republicanas, aceptando forzosamente el Reino servio-croata-esloveno.
Sus adversarios del bando inflexible he,gemonista-centralista tenían plena
conciencia de todo eso, pero precisamente por haber brindado su vida por dichos
objetivos, los mismos se convertirían en el ser espiritual del pueblo croata.
9
LOS OBJETIVOS REVOLUCIONARIOS
NACIONALES Y LA LUCHA PACIFISTA
La finalidad expresada y
expuesta por Radić desde el inicio de su movimiento y hasta su último
suspiro —la soberana República de Croacia—era, indudablemente, un programa
revolucionario nacional. Su programa, en cambio, no coincidía con su política
pacificadora y pacifista. Sin embargo, apoyándose y nutriéndose del ánimo
combativo popular, continua-mente desviaba al pueblo del camino de la lucha
revolucionaria armada, tranquilizando a todos con que la libertad croata se
ganaría por una vía pacífica y democrática.
El pacifismo de Radić era
producto de su propia concepción de la filosofía de la historia y de ninguna
manera se la podría interpretar como una falta de valor personal o una supuesta
indisposición por el sacrificio. Radić, al igual que Starčevié
anteriormente, aceptaba las conclusiones y experiencias históricas según las
cuales cada revolución traía y provocaba a los pueblos afectados mayores males
y desgracias prolongadas que resulta-dos históricos positivos.
Personalmente, Radić era un
hombre de una valentía política poco común y sumamente decisivo, de un carácter
de entereza y firmeza inquebrantables. Así lo mostró en todas las continuas e
interminables persecuciones policiales y judiciales que sufrió, secundadas por
increíbles amenazas, calumnias e incomprensiones y, sin embargo, todo aquello
no pudo detenerlo ni tampoco desviarlo de su ruta. Radić nunca se
acobardó, ni siquiera ante las amenazas de asesinato, sino que enfrentó con
valor todos los peligros mortales, dispuesto a sacrificar su vida por "los
ideales croatas"; tal compromiso lo había contraído tiempo atrás, en su
primera exposición política (1897) .
El heroísmo político de
Radić —unido a la visión profética propia de los conductores políticos
excepcionales— llegó a manifestarse justamente en lo que iba a tener un
carácter trascendental en los sucesivos acontecimientos históricos. Radić
fue ridiculizado porque, pese a todos los partidos oficialistas u opositores,
comenzó a estructurar su movimiento entre los campesinos, politicamente
carentes de derechos, incultos y supuestamente sin conciencia nacional. Pero
los campesinos, gracias a los hermanos Radić, en sólo tres lustros se transformaron
en la principal fuerza del movimiento nacional croata.
No cabe duda alguna que para
ello fue preciso disponer de gran valentía política, acompañada de una profunda
autoconfianza y seguridad internas en la certeza de sus previsiones y
apreciaciones históricas. Esta condición era indispensable para poder oponerse
enérgicamente a la decisión irreflexiva de todas las corrietes políticas
croatas (salvo "constitucionalistas puros"), eslovenas y servias.
Todos quedaban sin compás ni derrotero preciso merced a la psicosis
generalizada por la famosa unión, incluso muchos políticos avezados,
intelectuales y gran parte de los que fueron activistas de la juventud
yugoslava.
El proyecto de Radić del
programa constitucional por la República Soberana de Croacia fue un acto
revolucionario en relación con la situación existente y sostenida con toda la
fuerza político-estatal en el Reino servio-croata-esloveno y con el
recientemente establecido orden versallesco de Europa. Su constante insistir
por una política pacifista y neutralista de la República de Croacia dentro de
la comunidad mundial de las repúblicas soberanas fue un lejano preanuncio de lo
que se iba a concretar recién en nuestra época: es decir, un preanuncio de las
ideas indispensables para la coexistencia pacifista, el no alineamiento y la
creación de un orden mundial por intermedio de la Organización de las Naciones
Unidas.
Radić no vacilaba en
rechazar enérgicamente las acusaciones de un supuesto separatismo y contestaba
que su programa nacional era separatista en cuanto al gran centralismo y
hegemonismo estatal. Destacaba también la total ausencia de fundamento y
justificación válida como asi también la monstruosidad del régimen que niega el
derecho de todos los pueblos a su autodeterminación, incluyendo a la nación
croata.
Radić, al igual que
Starčević y otros ilustres croatas, entre los cuales se contaban
también los pertenecientes a la religión islámica, estimaba que la enorme
mayoría de la población de Bosnia y Herzegovina de religión musulmana era parte
integrante y étnicamente la más pura del pueblo croa-ta. Por ello condenaba
enérgicamente "la política turca de Belgrado" de aquellos líderes de
la Organización Musulmana Yugoslava, quienes por un oportunismo coyuntural
identificaran su credo religioso con la nacionalidad en detrimento de los
intereses nacionales croatas generales y particularmente de su porción
musulmana.
Sus viajes a Viena, París,
Londres y, sobre todo a Moscú, desencadenaron ataques y persecuciones aún
mayores. Radié los efectuó a sabiendas y den Moscú afilió su partido a la
Internacional campesina, pese a su dura crítica ante la revolución bolchevique
y el Comintern. Toda esta intensa actividad que desarrolló se debía a su deseo
de actualizarse en el ámbito internacional y conquistar nuevos aliados para la
solución de la cuestión croata.
Si bien los objetivos nacionales
de Radić como así también sus reiteradas manifestaciones y pasos audaces
eran de un carácter revolucionario indudable, mientras que el pueblo croata se
encontraba profundamente insatisfecho y amargado, al borde de la rebelión,
Radić, sin embargo, no se apartaba de los medios pacifistas de lucha,
consciente de que, en condiciones históricas determinadas, las revoluciones
eran inevitables.
Sin embargo, es de destacar que el
pacifismo de Radić estaba lejos de un fatalismo pasivo. Por el contrario,
por sus ideas y por su política fue no sólo sumamente dinámico, sino que era un
partidario confeso de una resistencia y movimiento popular activos. En el año
1902, con motivo de la impertinente provocación servia, si bien se opuso a los
ataques físicos contra los servios que vivían en Croacia, decididamente pregonó
que "ahora que se atrevieron a levantarse contra nosotros, se les
propinase un adecuado golpe sobre la mano vergonzosa y fratricida".
Insistió en que con todo tipo de boicots se debilitara a "todos los
elementos que amenazan con destruirnos"; "cada uno debe recurrir a
los suyos" y "al hermano se lo quiere", pero solamente mientras "se
siga comportando como un verdadero hermano" (Politički spisi,
233-37).
Conforme a su filosofía política
Radić dejaba bien explicados los motivos por los cuales estaba de acuerdo
con los métodos democráticos y parlamentarios para solucionar el problema
croata, pero también, ya en el año 1920, había enviado su advertencia histórica
a Belgrado: ¡"Cada revolución es un mal, y si estallara, para vosotros
significaría la destrucción, mietras que para nosotros sería un desastre".
Por ello Radić estaba siem-pre dispuesto al diálogo, a la negociación y a
la concertación antes que a una revolución. Decía que una revolución no podía
ser llevada a cabo por ningún partido; la revolución es un derecho propio del
pueblo que, habiendo agotado todos los medios legales, defiente sus derechos y
su existencia (Jutarnji list, IX, 1.12.1920).
Radić quería evitar a toda
costa "la carnicería fratricida", como se denominaba a la revolución
deseada por todos los políticos servias. Sus mercenarios "cometían
violaciones salvajes" e invitan además "a que se asesine a los dirigentes
políticos croatas y que se perpetre una generalizada masacre de los croatas, y
ya se hubiera producido hace tiempo una guerra civil entre los croatas y los
servios", pero la conducción croata se opuso decididamente no sólo a esa
monstruosidad, sino también a cualquier tipo de conflicto bélico, consciente de
la definición romana que la guerra civil era peor que todas las demás (bellum
civile omnium pessimum), (Slobodni Dom XVI, 1922, 21-31).
En sus exposiciones Radić insistía reiteradamente en estos juicios y también afirmó en el extranjero que estaba dispuesto a acompañarlos con argumentos firmes que ya habían sido expuestos en el Memorandum que la representación nacional croata había dirigido el 13 de agosto de 1922 al mundo y al fuero internacional de entonces que era la Sociedad de Naciones en Ginebra. En aquel escrito se decía textualmente lo siguiente:
"De acuerdo con la opinión
de los autócratas servios para la representación nacional croata no cabría otro
camino que el de someterse o recurrir a una revolución que daría lugar al
inicio de una guerra interna provocada por múltiples provocaciones
intencionales por parte de los usurpadores del poder que se servirían de todos
los medios con tal de provocar la revolución croata para ahogarla después a
sangre y fuego. Asimismo, las horcas serían levantadas por toda Croacia, según
lo dicen y escriben abiertamente los defensores e intérpretes del régimen de
Belgrado (Politički spisi, 408).
Al año siguiente (1923)
Radić dirá que el pueblo croata podría haber destruido "en un solo
asalto a la Bastilla servia", pero en vez de optar por una revolución
cruenta "nosotros fuimos los autores de otra revolución, que fue mucho más
importante y superior, más decisiva, mucho más exitosa que si hubiéramos
entrado en combate con las fuerzas armadas servias". "Nosotros
optamos, decía Radić, por lo mismo que los enciclopedistas franceses, pero
en una medida mucho mayor". Contrariamente a los servios "que creen
que la fuerza bruta es superior al derecho" y se aferran del proverbio que
reza "quien no se venga, jamás se santifica" y contrariamente también
a aquellos croatas que reclamaban un alzamiento armado, Radić seguía
subrayando la trascendencia de "los derechos humanos" y el
entendimiento democrático porque toda guerra y especialmente la contienda civil
"no sólo significan una desgracia teórica, sino también en la práctica son
un verdadero desastre, una catástrofe que llevaría al pueblo a la
destrucción" (Politički spisi, 425-44).
Durante su permanencia en el
extranjero (1924), Radić explicaba al mundo exterior "que nosotros
los croatas carecemos de cualquier odio hacia el pueblo servio", y que él,
personalmente, valiéndose de prestigio e influencia varias veces logró impedir
la revolución que muchos quisieron preparar, considerándola posible y
exitosa". Radić mostraba su buena voluntad para llegar a un acuerdo
con una Servia previamente desmilitarizada, que reconociese soberania croata y
recién entonces, conjuntamente, crear una "alianza o confederación, pero
de ningún modo "un Estado federal". La propuesta consecuentemente
residía en la renuncia total por parte de los servios de su teoría y política
"de una falsa unión nacional" (Slobodni Dom, XVIII, 1932, 3).
Como no se perfilaba la
posibilidad de una solución pacífica, Radić se lanzó a la búsqueda de
nuevos aliados, incluso en la Rusia Soviética. Radić subrayó que tampoco
61 rechazaba en su totalidad una revolución a la cual "tampoco puede
renunciar un pueblo que aspira a tener su propia libertad". Admitía
"que tanto la revolución como las luchas ilegales se transforman en medios
legítimos, puesto que destruyen la opresión y la esclavitud". "Sin
embargo, la revolución debe armarse recién cuando se agotaron todos los medios
legítimos para la lucha" (Politika, XX, 1924, 5082, cfr. I.
Mužić, op. cit., 146-7). En oportunidad de afiliarse a la
Internacional Campesina, Radić volvió a reiterar que el Partido Campesino
y Republicano Croata "seguirá usando como hasta ahora los medios pacíficos
y que únicamente en un caso extremo y al fracasar la línea pacifista, habría
que recurrir a una revolución" (Slobodni Dom, XVIII, 1924, ed. P,
296). A su regreso de Moscú Radić volvió a subrayar que estaba dispuesto a
seguir con las conversaciones que lo llevarían a un convenio con los demócratas
servios (de Davidović) que, además, habían llegado a convencerse que al
pueblo croata era imposible doblegarlo por media de la fuerza y que Pašić,
desde el autoritarismo del gobierno, seguía empujando a los pueblos de
Yugoslavia a una revolución" (Slobodni Dom, XVIII, 1923, ed. P 32
a).
Aun en el año 1927 —luego de
sufrir todos los desencantos y desilusiones en cuanto a la posibilidad de
lograr un entendimiento— Radić siguió insistiendo en que toda revolución
era errónea, como la revolución bolchevique o cualquier otra tiranía. Por ello
se sentía un admirador de la democracia norteamericana y sobre todo del
presidente Wilson, por su reconocimiento del principio de la autodetermiación
nacional. Herido mortalmente en el Parlamento de Belgrado, y sin sospechar una
pronta muerte, Radić dijo que se había convencido de que con los círculos
dirigentes de Belgrado, "no se podía llegar absolutamete a ningún
entendimiento honesto" y que apenas se curara, "iba a abandonar su
pacifismo actual" y recurriría a los mismos medios que sus adversarios en
la lucha por el reordenamiento del Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos,
por una "total independencia de Croacia, apenas en unión personal con
Servia" (cfr. I. Mužić, op. cit., 229, 256-9).
10
CONTRADICCIONES, ERRORES,
GRANDEZA E IMPORTANCIA HISTORICA
Sin considerar cuán justificada
era desde el punto de vista filosófico y humano la táctica pacifista de
Radić, la misma estaba en una profunda contradicción con sus metas
estratégicas. Fiel sólo a los principios pacifistas de su movimiento, no logró
ganar la libertad y la soberanía de Croacia, salvándola de un adversario que
utilizaba toda clase de medios abusivos y violentos. El adversario se apoyaba
en la fuerza policial y de la gendarmería, y ridiculizaba la debilidad de las
"bolillas de goma" de Radić, refiriéndose obviamente a las
bolillas electorales.
La contradicción se hacía muy
evidente cuando se creía que los objetivos nacionales radicales, de hecho
revolucionarios, podrían alcanzarse con métodos pacifistas y sin lucha; por
ello el movimiento de Radić resultó muy atrayente para los amplios
estratos sociales de la Nación. ¿Pues, quien no aspira a concretar los ideales
más altos con sacrificios mínimos? Que Radić no haya fundado su movimiento
sobre las bases pacifistas y perdurado en esa actitud por razones demagógicas
—como se lo reprochaban desde la derecha y la izquierda— se colige también de
su permanente recordación a todos sus partidarios como también a sus
adversarios de que la revolución queda como último medio al cual recurriría el
pueblo croa-ta si por la vía democrática no alcanzara su soberanía.
Por haber querido a toda costa
evitar los horrores de una revolución, Radić imprimió a su partido y a la
totalidad del movimiento nacional, como conductor indiscutible y líder
plebiscitario el sello pacifista.
Con el correr del tiempo se
hacía más evidente que los objetivos croatas resultaban imposibles de alcanzar
por la vía pacifista; eso dio lugar a que en la totalidad de la Nación croata
como en el mismo partido de Radić se intensificaban las tendencias
radicales o extremas —tanto de derecha como de izquierda— que preconizaban una
revolución nacional y socialista. Contrariamente a ello y simultáneamente con
el crecimiento de las corrientes radicales (de modo especial después de la
muerte de Radić), en la conducción central de su partido prevalecerá
totalmente la filosofía pacifista y legitimista.
Permaneciendo fieles al
pacifismo de Radić y conscientes de que eran los representantes
indiscutibles de la política croata, elegidos por vía democrática, los
sucesores de Radić en la conducción superior —Maček, Košutić y
Krnjević— serán, es verdad, continuadores y representantes consecuentes
del programa de Radić en la lucha por los intereses de la nación croata,
pero, precisamente, por su posición pacifista y su concepción del mundo,
quedarán al margen de los acontecimientos históricos cuando la suerte de
Europa, y también la de Croacia, se resolvía por medio de guerra y la
revolución.
Al dar a su programa nacional el
contenido social que atrajo a amplias capas sociales y populares del campo y de
la ciudad y afianzando la idea del derecho político, estatal e histórico
croata, Radić con ello llevó a los estratos —nacional y socialmente
concientizados— a la antesala de la revolución socialista y nacionalista.
Radić tenía plena conciencia tanto de la grandeza de los ideales como las
realizaciones trágicas y de las consecuencias de las revoluciones burguesa
francesa y obrero-campesina rusa y, por ello, deseaba realizar sus ideales
democráticos, ajustados a las condiciones croatas con medios pacíficos y
sociales.
Pero el hecho de que por estos
ideales nacionales y sociales tuviera que caer como un mártir, tuvo múltiples
consecuencias En un primer momento el pueblo croata, sin excepción, se reagrupó
en las filas del movimiento único nacional bajo el estandarte de Radić,
optando por la interpretación extrema y radical de su programa. El monstruoso
crimen en el parlamento de Belgrado hizo madurar el convencimiento de la enorme
mayoría del pueblo que los medios pacíficos no bastaban ya para lograr los
derechos y libertades croatas, lo que fortaleció a las corrientes
revolucionarias y afirmó la decisión del pueblo croata.
Que el ser nacional croata
estaba imbuido de espíritu no sólo de la resistencia política activa, sino
también dispuesto a emprender la lucha, lo prueba el hecho de que a pesar de la
duración de un régimen aborrecido, caracterizado por sus crudas violaciones y
feroces persecuciones, se llegó a una organización total del pueblo en su
autodefensa, caso rarísimo, en la historia de la lucha libertadora de las
naciones oprimidas. Además de las organizaciones políticas del Partido
Campesino, que entonces esta-ban extendidas por todo el territorio croata, en
cada ciudad, en cada pueblo y hasta en el último villorrio, se desarrollaba una
gran actividad de alcance histórico. Así fue la Alianza campesina y la Alianza
económica, la Defensa urbana y la Defensa campesina, organizaciones nacionales
interconectadas con una verdadera red de las filiales locales. Todas ellas
fueron ramificaciones directas del movimiento de Radić, conducidas por el
Comité central del Partido. La Alianza campesina se dedicó a la conservación y
la promoción de la herencia cultural croata; la Alianza económica fomentaba la
economía nacional y de un modo especial apoyaba el cooperativismo.
La Defensa civil en las ciudades
y la Defensa campesina en el campo, organizadas según el principio militar y
territorial, organizadas secretarnente en un primer momento y luego en forma
pública, con el pretexto de defender a la población de las desgracias naturales
y de los incidentes ilegales. Estas organizaciones fueron contingentes
paramilitares del Partido y alcanzaban alrededor de 200.000 personas. Al mando
de Maček (por ello se denominó "La protección de Maček") y
al crearse la autonomía de Croacia, se convertirá en su organización oficial
paramilitar. Fue para la conducción croata un apoyo particular para defenderse
de los múltiples abusos de Belgrado y durante la aplicación paulatina del
acuerdo croata-servio. Finalmente se la usará a veces para reprimir las
corrientes nacionales radicalizadas y las revolucionarias comunistas.
Con el acuerdo croata-servio referente
a la institución de la Croacia autónoma, la historia en cierto sentido dio la
razón a Radić y a sus concepciones en cuanto a que la lucha nacional
podría llevarse a cabo por vía pacífica. Con la autonomía fue nuevamente
reconocido y establecido el derecho histórico y político estatal croata a su
individualidad nacional, integralmente negada y desconocida por primera vez en
el Estado común en 1918. No importa que la llamada Croacia del Ban —lograda
bajo la conducción política de Maček— era una solución parcial y temporal,
ya que territorialmente también estaba reducida e inoluía sólo la parte
occidental de Herzegovina con Mostar y la parte netamente católica de Bosnia, a
pesar de que todavía, su independencia administrativa fue incompleta, el hecho de
su creación, sin embargo, debe considerarse como un triunfo de la lucha
pacifista del movimiento campesino croata, iniciado y dirigido por Esteban
Radić, que con posterioridad a su muerte se transformó en el único
movimiento croata totalizador.
Cabe destacar que dado que la
independencia de Croacia y la federación posterior de Yugoslavia había sido
aceptada por una capa delgada de la clase dirigente y gobernante servia en
torno al príncipe Pavle y a D. Cvetković, y, además, bajo la presión de
los factores internacionales, mientras que la gran mayoría servia estuvo
contraria, pronto se llegó a la conclusión que una solución concertada
resultaba ilusoria. Ocurrió precisamente lo que Esteban Radić presentía en
vísperas de su muerte.
Los elementos granservios que el
día 27 de marzo de 1941 dieron el golpe de Estado, so pretexto de la adhesión
al Pacto Tripartito, y ocultando que en realidad se levantaron en contra del
convenio Cvetković-Maček y por el retorno al sistema hegemonista y
centralista. Con ello dieron un golpe mortal a la Yugoslavia monárquica
originando lo ocurrido durante la guerra y durante la revolución, habiéndose
enfrentado los movimientos ustasha y chetnik en sangrientas luchas armadas. La
victoria se la reservó el movimiento de los partisanos de Tito con un programa
de autodeterminación nacional (igualdad) y de revolución socialista.
Entonces resultaron ciertas las
advertencias proféticas de Radić quien preconizaba que si no se daban
soluciones a los pedidos croatas por vía pacifica, entonces surgiría como única
alternativa la revolución y este acontecimiento sería para los que negaban
"ad limine"' los derechos croatas, un mal mucho peor que para los
croatas mismos.
El hecho de que el gobierno del
Tercer Reich, en el momento de ocupar y destruir a la Yugoslavia de Versailles,
favoreció, dentro del marco del nuevo orden hitleriano de Europa, la
independencia de Croacia y que el gobierno de la Unión Soviética aceptó la
desintegración de Yugoslavia como un hecho consumado (fait accompli) y estaba dispuesto
a reconocer diplomáticamente al nuevo Estado de Croacia confirma que el
problema oroata estaba muy presente en la política europea, alcanzando un nivel
estratégico entre los factores que en ciertos momentos y circunstancias
históricos podrían decidir sobre la suerte de algunos países en el
reordenamiento del mapa político europeo. Todo esto fue el resultado de la
historia croata entera en la cual en los tiempos más recientes S. Radić le
dio su sello propio con su acción personal en el escenario internacional y con
la fuerza de su movimiento.
Lo avala también el hecho de que
los alemanes hicieron grandes esfuerzos para lograr el consentimiento del Dr.
Maček a fin de que encabezara el gobierno del Estado croata, pues deseaban
verlo estable dentro del marco de su ordenamiento europeo.
A Maček naturalmente
pertenece el mérito por rechazar de conformidad a las tradiciones democráticas
del partido de Radić las reiteradas ofertas alemanas pues nunca creyó que
las potencias del Eje iban a ganar la guerra y Maček no quería que la
Nación Croata se encontrase del lado fascista derrotado. Sin embargo, faltaría
un interrogante: qué rumbo hubieran tomado los sucesos históricos si al
restablecido Estado lo hubiesen conducido hombres con los principios programáticos
de Radić, incluso cómo hubiera procedido el mismo Radić en aquellas
condiciones.
Sin embargo, pese a toda la
firmeza en defensa de los supremos intereses nacionales, Radić —por
razones pragmáticas a veces— se permitía (lo que es propio de todos los grandes
políticos) hacer giros sorprendentes que a los demás pudieran parecer
inconsecuentes o incomprendibles. La única medida que justificaba cada uno de
esos pasos o decisiones políticas surgía de su apreciación personal en cuanto a
si se trataba de alcanzar un fin táctico o a que pudiesen servir también a los
intereses permanentes de su pueblo.
En semejante actuación, muy
fructífera y beneficiosa, en su conjunto, tampoco Radić pudo evitar
ciertas equivocaciones y errores.
Uno de ellos fue el culpar
"únicamente a los corruptos señores servios", haciéndolos
responsables e interesados por el dominio hegemonista sobre Croacia. Creía que
con su programa campesino, igualitario y válido para todos, iba a conquistar al
pueblo servio, o sea, liberarlo de la influencia de sus partidos burgueses (el
Partido Radical y el Partido Demócrata). Radić esperaba que de esa manera
se lograría el cambio de un régimen corrupto y luego el entendimiento
croata-servio. En consecuencia, en vísperas de las elecciones parlamentarias de
1927, cambió inclusive el nombre del propio partido en el de Partido Campesino
Popular, con miras a nominar sus candidatos en Servia y Macedonia. Por
supuesto, no obtuvo un solo diputado, pero perdió por ello seis diputados en
Croacia (antes disponía de 67 diputados y esta vez obtuvo 61). Además, perdió
proporcionalmente muchos votos propios (casi la tercera parte), debido a la
des-confianza del pueblo croata en cuanto a sus compromisos y su participación
en el gobierno de Belgrado, además de su intento de atraer al campesinado
servio. Esto lo hizo reaccionar e inmediatamente después de los comicios
devolvió a su partido el nombre nacional.
Aquello quedó en la memoria como
un episodio pasajero, pero tuvo, sin embargo, un sentido histórico más
profundo, aunque para muchos quedó casi como desconocido o pasó inadvertido, y
de generación en generación se vuelve a repetir sólo con otros signos.
En primer lugar fueron los
representantes burgueses croatas los que suponían que todos los asuntos
conflictivos y en pugna a raíz de la unión iban a resolverse relativamente y
fácil, con adecuados representantes burgueses servios.
Como en ese cometido "los
señores corruptos" fracasaron, entonces hasta un Radić se dejará
atrapar por la ilusión de una solidaridad clasicista campesina y de su
identidad de intereses.
Los comunistas condenaban la
política de todos los partidos burgueses, acusándolos de capitalistas y
explotadores y al partido campesino de Radić lo tildaban de
pequeño-burgués. A la vez, destacaban en primer lugar la solidaridad
internacionalista de la clase obrera pero también reconocían la
autodeterminación e igualdad jurídica de los pueblos sureslavos. Proclamaban
también la unidad de la clase obrera de todos los pueblos de SFRJ (Federación
Socialista de la República de Yugoslavia). Pero al intensificarse las
confrontaciones entre esos pueblos entonces no podrá frenarlos ni la teoría
sobre la supuesta identidad de los intereses mediante la autogestión obrera,
sin tener en cuenta las nacionalidades y las repúblicas.
Una vez más la historia nos
enseña con el ejemplo de las relaciones croata-servias —como así también entre
todas las naciones— que los antagonismos nacionales no se superaban con una
supuesta identidad supra-nacional de clase, sino únicamente con el reconocimiento
de sus individualidades nacionales, y con una prudente coordinación de sus
intereses particulares e igual participación en el orden internacional.
El olvido de las experiencias
vividas o el encierre en la ceguera y la sordera por su obligatoriedad histórica,
significan volver a repetir consciente o inconscientemente aquellas
suposiciones erróneas reiteradas en forma cada vez más peyorativa.
En consecuencia, se creó una
situación sin otra salida que la revolución del irracionalismo ustasha-chetnik.
En el análisis del significado
de Esteban Radić y su influencia sobre la historia moderna croata, la
evaluación final debe basarse en lo siguiente:
— en primer lugar corresponde
saber apreciar justamente las circunstancias dentro de las cuales se iba a
desarrollar su actuación coma también sus efectos sobre el proceso histórico de
entonces;
— luego definir con certeza el papel y el destino histórico de
su movimiento partidario nacional en su totalidad, pero también en todos sus
componentes;
— y, finalmente, es necesario visualizar la múltiple y
polifacética imagen de sus aportes históricos, de sus pensamientos y de sus
ideas programáticas a la formación del ser nacional croata contemporáneo.
De modo que muy pocos podrán
discutir que en la situación muy compleja de la época de transición en la
reciente historia croata no es Radić el representante más auténtico de su
pueblo y que, por su acción, es el que más influyó en la conservación y el
progreso de la conciencia nacional croata, por ende, de su destino.
En este sentido, pocos podrán
discutir el papel histórico de su partido mientras vivía y de su movimiento
hasta la creación de la Croacia autónoma. No obstante, habrá juicio y opiniones
harto disímiles en cuanto a la suerte histórica que corrió y le tocó vivir al
partido de Radić en los torbellinos de la segunda guerra mundial y
especialmente en cuanto al comportamiento y la conducción de Maček, de
distintas corrientes partidarias, incluida la pasividad y cierta desintegración
del partido hasta entonces el más fuerte en la historia política croata.
La descifración de los problemas
complejos, contradictorios y muy interesantes nos obliga a tener en cuenta que
aquí nos encontramos con una cognición histórica verificada, muy significativa
y casi regular. Pues aquellas ideologías o movimientos que brindaban respuestas
satisfactorias a los desafíos históricos de una época y de sus condiciones,
normalmente no están capacitados para responder en forma eficaz a los retos de
otros tiempos y de sus condiciones cambiadas. Para poder hacerlo deberían pasar
por una transormación profunda y adecuada a las nuevas demandas.
Dentro del contexto general de
la segunda guerra mundial, cuando estaban en pugna Ias dos ideologías
militantes y totalitarias -el fascismo y el comunismo—, el Partido Campesino
Croata, con su ideología democrática y pacifista vivió una suerte idéntica a
casi la totalidad de los partidos democráticos burgueses de los países europeos
involucrados en el vértigo bélico.
Como en el suelo croata el
conflicto general de esas ideologías se desenvolvía a la sombra de los
antagonismos internacionales, que se resolvían por vía. revolucionaria, el
partido Campesino Croata de Maček, por ser celoso defensor y custodio de
la herencia de Radić, es decir, intérprete de sus principios ideológicos y
planteos programáticos, no quedó aislado, sino que por una u otra causa fue
envuelto en todos los torbellinos del acontecer bélico.
Las ideas de Radić
impregnaron a tal punto el ser nacional croata que sólo su nombre se transformó
en el concepto fundamental y en el símbolo de la conciencia y aspiraciones del
pueblo croata a conseguir su libertad y su república soberana. Por ello y por
todo lo relacionado con el programa y el pensamiento de Radić, tres
corrientes enfrentadas en el conflicto bélico en Croacia, invocaban su nombre,
considerándose cada una factor principal de la política croata en el período de
la segunda guerra mundial: el Partido Campesino con la conducción de
Maček; el movimiento ustasha de Pavelić y el movimiento comunista de
Tito.
Ello no ocurrió solamente por
motivaciones demagógicas propagandistas. Cada una de las tres corrientes, no
obstante sus ideologías políticas sumamente opuestas tuvieron argumentos para
invocar a Radić, aunque en forma parcial y no en su totalidad.
El partido campesino de
Maček, heredero y titular de la totalidad del programa de Radić, fue
el que más invocaba su nombre. Políticamente más indicado, preparado y
capacitado porque con sus organizaciones partida-rias alcanzaba y representaba
a la totalidad de la nación croata. Sin embargo, surgidas las circunstancias
bélicas, el partido quedó atado a su ideología democrática y aferrado a los
principios pacifistas en un momento en que los conflictos históricos se
resolvían mediante fuerzas armadas.
El movimiento ustasha de
Pavelić consideraba que el restablecimiento del Estado Independiente de
Croacia, fue una solución revolucionaria de los objetivos planteados por el
"Gran movimiento nacional y libertador de Radić" (Hrvatski
Narod, 8 de agosto de 1941). Pavelić decretó que la fecha del atentado
en contra de Radić y de sus compañeros en el parlamento de Belgrado (20 de
junio) se conmemore como "el día sagrado de la Nación Croata" y de
recordación de "todos los mártires croatas". La doctrina y la obra de
Radić fueron consideradas como vanguardia del movimiento ustasha y el
Estado Independiente de Croacia como un "estado campesino", creado
con un golpe revolucionario durante la destrucción del sistema versaillesco y
la instauración de un nuevo orden europeo (cfr. F. Jelić-Butić, HSS,
53).
Con estos fundamentos el
movimiento ustasha pretendía ganar al pueblo croata que interpretó la
destrucción de la Yugoslavia monárquica como la desaparición de un mal y por
ello en un primer momento al Estado Independiente de Croacia como su propio
Estado. Por ello se volcó en su favor una parte minoritaria del mismo Partido
Campesino Croata, su fracción derechista que participó activamente en la
construcción del Estado Independiente de Croacia e incluso se afilió al
movimiento ustasha. En el verano de 1941 dieron su conformidad a la declaración
de afiliación al movimiento de Pavelić, 126 representantes nacionales y
funcionarios del movimiento campesino (entre ellos, 15 eran diputados
nacionales y 14 sus reemplazantes). Hubo también una adhesión integral de
quince orgnizaciones locales, lo que proporcionalmente era un número reducido.
Entre los adherentes no figuraba ninguna personalidad de la conducción suprema
dal Partido Campesino Croata, pero hubo personajes conocidos y activos del
partido. Algunos de ellos fueron nombrados ministros, gobernadores o altos
funcionarios del Estado Independiente de Croacia. Entre ellos sobresalían:
Janko Tortić, el Dr. L. Sušić, el Dr. J. Berković, el Dr. S.
Hefer, Živan Kuveždić, el Dr. Dragutin Toth, el Ing. Ivica Frković,
Zvonko Kovačević, el Dr. I. Majcan, el Dr. P. Gvozdić, Vladimir
Košak, Vjekoslav Blaškov, el Dr. M. Lamešić, Ademaga Mesić, el Dr. M.
Alajbegović y otros. A principios del año 1942 Pavelić decretó la
convocatoria de la Dieta estatal croata (parlamento), y de las filas del
Partido Campesino fueron invitadas 93 personas (diputados nacionales y miembros
del comité general). Respondieron positivamente a la convocatoria 60 personas
(cfr. F. Jelić-Butić, op. cit., 55-8, 63-5). Sin embargo, los del
Partido Campesino Croata que decidieron colaborar con el Estado Independiente
de Croacia de Pavelić y sobre todo los que aceptaron formar parte de la
Dieta, no lo hicieron por razones ideológicas, sino porque creían que aquella
formación estatal, dadas las circuntancias internacionales, significaba la
concreción del programa estatal de Radić, aunque no coincidiera con su
espíritu. Es un hecho que todos los mencionados, pertenecientes mayormente a la
corriente que pretendía suavizar al régimen totalitario de los ustasha y además
dentro del mismo actuaban en apoyo no sólo de su partido, sino también
movimiento antifascista de los partisanos.
Pese a la invocación de
Radić y de la creación del Estado croata, el movimiento ustasha de
Pavelić no tuvo éxito en la conquista ideológico-política de las porciones
mayoritarias del Partido Campesino y, por ende, de la nación croata. Las causas
fueron múltiples. La pérdida de Dalmacia —cuna de la primera formación política
estatal croata— y la independencia vasalla de Alemania e Italia, fueron un
precio desorbitante como para que se pudiera aceptar al Estado Independiente de
Croacia como logro de su soberanía. La misma estructuración del Estado
Independiente de Croacia, imitando una forma profascista en su doctrina
ideológica y estatal, estuvo en aguda contradicción con la ideología de
Radić en su totalidad y de modo especial los actos de una política
totalitaria, autoritaria y opresora. Además de la aplicación de leyes racistas
y nazistas en contra de los judíos y los gitanos, no sólo fueron perseguidos
los partidarios del movimiento antifascista y comunista, sino también muchos y
muy destacados seguidores de Radić. Así Maček fue confinado y
encarcelado con los jefes principales del partido (Ing. A. Košutić, Dr. B.
Smoljan, Dr. I. Pernar, Dr. J. Reberski, Dr. I. J. Andres, R. Herceg, Dr. I.
Jančiković, L. J. Tomašić, A. Budimirović, Dr. Z. Šo1, D.
Kempelja, Dr. N. Matanić, Dr. S. Čajkovac, J. Zrišćak, Dr. I.
Banković, M. Marković y otros). En total, y en el curso de los años
1941-42, fueron detenidos unos 280 destacados croatas, dirigentes del Partido
Campesino Croata (HSS), y fue asesinado en Jasenovac un viejo partidario de
Radić, escritor campesino y diputado nacional, Mihovil Pavlek Miškina.
Cuando con todo eso se hizo
evidente que el Estado Independiente de Croacia iba a compartir el destino de
las potencias del Eje vencidas, resultaba comprensible la reserva, el
descontento y hasta la hostilidad para con Pavelić, de todos los que
inicialmente estaban esperanzados y que habían recibido con benevolencia la
declaración de una Croacia independiente.
El movimiento comunista en
Croacia enfatizaba ya desde los tiempos del asesinato de Radić y la
inmediata dictadura real, llamada del 6 de Enero, que todo lo que Radić no
logró realizar con su política pacifista, se iba a lograr por vía
revolucionaria. Esta posición fue la base de la colaboración entre los
nacionalistas y los comunistas croatas en las cárceles de la Yugoslavia
hegemonista de la orientación del ala izquierda del movimiento de Radić y
del movimiento obrero revolucionario. Los comunistas aspiraban a crear un
frente común antifascista y popular, en vísperas de la guerra. Durante la
guerra y la revolución, el movimiento guerrillero de Tito, invocando a
Radić y a sus ideales, ganará en Croacia cada vez más adeptos. En la
realización de esta política, por la cual se empeñó particularmente Andrija
Hebrang, se dio el nombre de "Hermanos Radić" a una de las
sesenta brigadas de los partisanos al mando del Estado Mayor de Croacia. La
otra brigada se llamó "Matija Gubec" y la tercera llevaba el nombre
de "Mihovil Pavlek Miškina" (las tres brigadas dependían del Cuerpo
de Ejército de Zagreb). En octubre de 1943, en el territorio liberado por los
partisanos, con los partidarios del Partido Campesino Croata, a la vez
activistas y funcionarios del Movimiento Popular de Liberación, se creó el
Comité Ejecutivo del Partido Campesino, luego denominado el Partido Republicano
Campesino Croata, habiéndose destacado con ese cambio de nombre la vuelta a las
tradiciones de Radić. Al movimiento de los partisanos no se adhirieron los
dirigentes del Partido Campesino conducido por Maček pero, por otro lado,
fue multitudinaria la adhesión de los campesinos y pobladores urbanos
acompañados también por un número elevado de los dirigentes intermedios e
inferiores (de distritos y locales). El Comité Ejecutivo fue integrado por los
viejos partidarios de Radić diputados nacionales como también por otros
personajes destacados de todas las provincias croatas, incluyendo Bosnia y
Herzegovina (B. Magovac, T. Babić, F. Lakus, F. Frol, F. Gaži, P. Krce, A.
Vrkljan, Dr. Z. Sremec, Dr. J. Grgurić, Dr. I. Sunarić, Dr. A.
Koharević, Dr. Šimović, I. Tijardović, J. Draursnik, Dr. R.
Bičanić, A. Prekar, S. Prvcic y otros). Cabría recordar al escritor
Iván Goran Kovačić, quien llevó a las filas de los partisanos, a
Vladimir Nazor. Goran, asesinado por los chetniks, era un convencido adherente
al partido campesino y a su vez fue un destacado promotor de la ideología de
Radić.
En el segundo congreso de ZAVNOH
(octubre de 1943), B. Magovac recordaba que una vez "muchos de los que
estaban presentes", pensaban que la lucha por una república (croata) en
Yugoslavia "era locura de Stipica" (Stjepan Radić) y que ahora
ese objetivo se estaba realizando (ZAVNOH, I, 463). En el segundo congreso de
AVNOJ B. Magovac fue elegido vicepresidente de NKOJ (el gobierno provisorio
revolucionario de Tito). Mientras tanto, F. Gaži era vicepresidente del ZAVNOH
y luego del gobierno de Croacia Federativa. El Comité Ejecutivo del Partido
Republicano Campesino Croata, volvió a editar su boletín "Slobodni
Dom" ("El Hogar Libre") donde con sus proclamas se incitaba
al pueblo a la lucha "por la realización de una república obrero-campesina
por la cual ofreció su vida el líder y el maestro E. Radić",
censurando en forma graduada, pero cada vez más áspera, la política "de
espera" de Maček.
En resumen, la ideología de
Radić, junto con el movimiento revolucionario obrero sirvió de base con la
cual Tito y los comunistas pudieron conquistar la parte significativa del
pueblo croata en favor del programa de un Estado Federativo de Croacia, dentro
de la nueva Yugoslavia, prometida como una comunidad igualitaria de las
naciones, con derecho de su autodeterminación, hasta la separación.
Esta apreciación histórica no
queda menguada por el hecho de que ni siquiera la conducción comunista, segura
de su victoria revolucionaria, tanto durante la guerra como inmediatamente
después, procedió a la eliminación de los partidarios destacados de Radić,
estando dentro o fuera de NOR (La Revolución (Guerra) Nacional de Liberación).
La medida fue aplicada especialmente a los que se negaron a aceptar
incondicionalmente el monopolio unipartidario (como los casos de A.
Košutić, B. Smoljan, T. Jančiković, I. Bernardić, T.
Baburić, C. Hadžija, F. Malćić, V. Krstulović, J. Blažok,
B. Magovac, L. Ileković, D. Zastaković y otros).
Por "arrogárselo"
tanto los ustasha como los partisanos en nombre de una revolución nacional y
social, el capital heredado de Radić, con la conducción de Maček del
Partido Campesino, iba disminuyendo desde los primeros días del conflicto
bélico. En este caso también resultó evidente que en la política no menos que
en la economía rige la regla: el capital pasivo y sin circulación necesaria es
algo "muerto" que va perdiendo su valor. En cambio, el capital activo
se mueve, aunque en condiciones especulativas y en asuntos riesgosos. En estos
negocios unos pierden y fracasan, pero otros ganan e inclusive amasan riquezas
y fama fabulosas e inesperadas, subiendo desde los niveles bajos (incluso mal
conceptuados) a la llamada sociedad alta. La norma o valor del éxito es igual
en el campo nacional que en el internacional.
Teniendo en cuenta que el
destino de Europa y del mismo pueblo croata iba a depender de su resultado
final y de la decisión de las potencias victoriosas, la conducción del Partido
Campesino Croata, con su actitud pasiva y neutral, favorecía en principio a
ambos bandos en pugna que se disputaban por. la conquista del alma del pueblo
croata invocando también el nombre de Radić. Tenía razón al señalar que lo
hacían para salvaguardar sus intereses políticos y no para lograr las metas
programáticas de Radić. Ello, empero, no influyó en el proceso del ajuste
de cuentas revolucionario, como tampoco impidió la desintegración partidaria,
ya que la masa popular, sujeta a las condiciones imperantes, tuvo que optar por
uno u otro bando y se impuso el bando que ofrecía mayores garantías para el
porvenir.
El desarrollo de los
acontecimientos tanto en el territorio nacional como en el mundo había ejercido
su influencia entendible en la conducción de Mačck y del Partido Campesino
que quedó en un espacio cada vez más reducido y estrecho entre las partes
combatientes. Condenando al Estado Independiente de Croacia de Pavelić por
el terrorismo fascista y por precipitar al abismo al pueblo croata y al
movimiento de partisanos de Tito, por ser partidarios de la revolución y de la comunización
del pueblo hacia el comunismo, carente de propia actuación revolucionaria,
dicha conducción se transformó en un observador más o menos pasivo e impotente
de los acontecimientos históricos decisivos. A pesar de que hubo ciertos
intentos para incidir sobre el proceso, no hubo resultados ya que faltaba desde
el principio una acción independiente y dinámica, que en las circunstancias
bélicas hubiera podido concretar el programa de Radić. Toda la acción
política activa quedó limitada a la participación de un sector de la conducción
partidaria (Krnjević, Šutej, Šubašić) en el gobierno yugoslavo en el
exilio, hecho muy importante porque dichos dirigentes pudieron afirmar las
concepciones croatas en relación con las granservias, ante la opinión pública internacional
y ante los emigrantes croatas, pero quedó sin efecto en cuanto al desarrollo de
los acontecimientos dentro del país. Los intentos de Croacia para evadirse del
campo del Eje y pasarse a los Aliados, terminaron en un fracaso (tuvieron su
participación también los representantes del Partido Campesino como
Tomašić y J. Farolfi, en el putsch de Vokić-Lorković y en la
especial misión del coronel I. Babić ante el comando aliado). Del otro
lado (fracasaron rotundamente las tratativas con Tito y NOP (Movimiento de
Liberación Nacional) (que después de Tomašić, Farolfi, Baburić y
Krbek, encabezada personalmente Košutić). Era la parte de la conducción
partidaria que permanecía en la patria (Maček, Košutić, Smoljan,
Torbar, Pernar, Reberski, Andres) y quedó al margen del acontecer histórico;
tampoco produjeron cambio notable los esfuerzos del grupo más dinámico
(Jančiković, Tomašić, Farolfi) . El hecho de que del círculo de
los dirigentes de la conducción partidaria, residentes en el exterior en
función de los representantes croatas en el gobierno yugoslavo en el exilio,
reconocido por los Aliados, se desprendieron el Dr. Subasić, ex-ban y el
ministro Dr. J. Šutej (con ellos estaba también el economista prof. Dr.
Bičanić y otros) y optaron por colaborar con Tito y su gobierno
revolucionario, nos dice que ellos, en el federalismo socialista de Tito veían
concretado de alguna forma el programa de Radić, por cuanto conforme a los
principios fundamentales de AVNOJ, fue asegurada la existencia del Estado Federativo
de Croacia y garantizada su plena igualdad política con el derecho de
autodeterminación y hasta la separación.
Con este análisis, se llega a la
conclusión siguiente:
Radić quería lograr la
libertad, la independencia y la soberanía de la Nación Croata por vía pacífica,
pero admitía la revolución en el caso extremo para alcanzar su objetivo.
Con el atentado contra
Radić y la conducción croata en el Parlamento de Belgrado, y con la
dictadura del 6 de Enero; llevada a cabo por el rey Alejandro
Karageorgević, esta necesidad se puso a la orden del día de la historia y
la inevitabilidad de una revolución, se produjo en el sentido multifacético
dentro del embrollo de la Segunda Guerra Mundial.
Mientras que Radić preveía
que su movimiento, o mejor dicho, el pueblo croata iba a ser obligado
finalmente a dar este paso extremo si no se lo llegara a satisfacer sus
exigencias justificadas, sin embargo, las condiciones históricas de una
revolución fueron explotadas por los movimientos ajenos y nada afines a la
doctrina de Radić que invocaban intencionalmente su pensamiento y su
programa para con su ayuda alcanzar sus objetivos particulares.
Cono en suelo croata no podía
prosperar ninguna idea ajena, y como los movimientos ustasha y comunista ni
siquiera pudieron intentar lograr sus objetivos particulares sin previamente
invocar a Radić, es un testimonio per se tanto de las raíces históricas de
sus ideas programáticas como de su profunda y permanente raigambre en el ser
espiritual del pueblo croata.
En la historia de cada nación
existen varones ilustres con grandeza de espíritu e intelecto, conductores o
líderes nacionales, estadistas, reformadores y revolucionarios, héroes y
mártires. Gracias a estos hombres los pueblos son conocidos en la comunidad
mundial y en la historia, "este taller misterioso de Dios", según la
expresión de Goethe.
Sin embargo, es un número
reducido de aquellos que en la vida de alguna nación tuvieron el significado
tan trascendental como tuvo Stjepan Radić en la historia del pueblo
croata.
Radić se convirtió en un
símbolo del pueblo croata y pertenece a las iguras grandes de la historia y —a
semejanza del sabio Solón, de la antigua Atenas— estaba dispuesto a defender su
patria con palabras y obras, aun-que el precio fuera la propia vida, e
inclusive cuando su actitud pudiera parecer a muchos inútil o una locura.
Pacifista a ultranza, pero valiente en la lucha contra las injusticias odiosas.
Sólo tales prohombres son amados por los dioses y por el pueblo, según estaba
ya escrito en los tiempos de la antigüedad (Demócrito).
Radić se convirtió en el
símbolo de la nación, pues durante su vida fue la expresión de la conciencia
histórica del pueblo croata, el intérprete más original de sus intereses
vitales. Con sus ideas y con sus objetivos programáticos Radić influía
trascendentalmente en el acontecer de su época, pero también en el desarrollo
de un porvenir más lejano, moldeando para los tiempos duraderos las
características esenciales, cogniciones e ideales del ser espiritual de la
Nación croata.
Traducción: PEDRO VUKOTA
ANTECEDENTES CURRICULARES
El doctor Franjo Tudjman nació
el 14 de mayo de 1922 en Veliko Trgovišće (Hrvatsko Zagorje) donde cursó
sus estudios primarios; los secundarios los realizó en Zagreb.
Desde 1941 hasta 1945 participó
de la guerra antifascista de los partisanos y en la revolución socialista en la
Croacia del Norte.
Después de la guerra (desde
1945) trabajó en el Ministerio (Secretariado federal de defensa popular), más bien
en el Estado General Mayor del Ejército Yugoslavo de Belgrado hasta 1961,
cuando a pedido propio se retiró del servicio activo con el grado de General
Mayor. Desde entonces se dedicó integralmente a la investigación científica.
El año 1956-57 terminó la
Academia militar superior en Belgrado; en el ano 1963 fue nombrado profesor
extraordinario en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de
Zagreb. Entonces dictaba la materia "La revolución socialista y la
historia contemporánea de los pueblos de Yugoslavia". En el año 1965
defendió su tesis doctoral con el título "Causas de la Crisis de la
Yugoslavia Monárquica, desde su unión en el año 1918 hasta el derrumbe de
1941". Entonces fue promovido en la Universidad de Zagreb con el título de
Doctor en Ciencias Históricas.
Desde el año 1961 hasta el 1967
fue director del Instituto de la Historia del Movimiento Obrero de Croacia en
Zagreb.
Era miembro de la redacción de
la revista teórico-militar Vojno delo; era redactor y auxiliar del
director de la "Enciclopedia militar"; además fue colaborador de la
Enciclopedia de Yugolavia; también fue director y redactor responsable de la
revista "Caminos de la revolución", fue miembro del comité de
redacción de la revista de Ciencias y Artes de Zagreb, "Forum"; asimismo,
se desempeñó como miembro de la redacción del "Semanario Croata" de
la Matica Hrvatska.
Desde el año 1965 hasta 1969 fue
diputado nacional en la comisión educacional y cultural de la Dieta de la
Repóblica Federativa de Croacia.
Escribió una serie de libros,
monografías y ensayos pertenecientes al sector científico histórico (las
teorías militares, las revoluciones socialistas y las historias nacionales
contemporáneas ), además de ensayos de la Filosofa de la Historia y las
relaciones internacionales. Todo esto fue publicado en las revistas
teórico-militares y culturales o en sendos libros. Algunas de sus obras fueron
traducidas a varios idiomas extranjeros.
Ha tomado parte con sus
colaboraciones de la investigación histórica en varios congresos y seminarios,
celebrados en el país y en el exterior; dictó clases en las universidades de
Checoslovaquia, Italia. Alemania y Estados Uindos. En el año 1966 participó en
el Seminario de la Universidad de Harvard con su colaboración "The future
of Supremacy and of Coexistence in the Nuclear Age of the World's
History".
En el año 1967 fue separado de
la Alianza de los comunistas de Yugoslavia (El Partido Comunista). Durante la
persecución de los disidentes croatas fue detenido en el año 1972 y condenado a
dos años de prisión (pena conmutada luego a nueve meses), además se le prohibió
la actividad pública por dos años.
En el mes de febrero de 1981, en
"el primer y gran proceso político después de Tito", fue condenado
por ser historiador croata a tres años de prisión y a cinco años de prohibición
de toda actividad pública, a raíz de sus entrevistas con la TV sueca y alemana
y con la radiotelefonía francesa. Se lo acusaba por las apreciaciones
históricas y por la defensa de las ideas democráticas de pluralismo y de autogestión.
La condena tue cumplida desde enero de 1982 hasta febrero de 1983 en la cárcel
de Lepoglava, cuando debido a su salud deteriorada fue recluido en su propio
domicilio para curarse. En mayo de 1984 volvió a la cárcel para cumplir con la
condena y como su estado de salud empeoró en septiembre, fue suelto con la
libertad condicional. La condición y prohibición de la actividad pública y la
edición de sus trabajos en el país, siguen vigentes.
SUS TRABAJOS MAS IMPORTANTES
— Rat protiv rata (La guerra contra la guerra), Zagreb
1957, pp. 815; segunda edición Zagreb 1979; la traducción a esloveno Ljubljana
1961. Este libro fue premiado como la mejor obra en el campo de la literatura
histórico-militar publicada en el período 1955-1959.
— Stvaranje socijalističke Jugoslavije (La creación
de la Yugoslavia socialista), Zagreb 1960, pp. 337; traducción eslovena,
Ljubljana 1961.
— O procesu destaljinizacije u medjunarodnom radničkom
pokretu (Sobre el proceso de destalinización en el movimiento obrero
internacional), Forum, Zagreb 1962.
— Okupacija i revolucija (La ocupación y la revolución),
Zagreb 1963, pp. 316.
— Uzroci krize monarhističke Jugoslavije od ujedinjenja
1918. do sloma 1941. (Las causas de la crisis de la Yugoslavia monárquica
desde 1918 hasta 1941), Tesis de doctorado, 1965.
— Europa u procjepu izmedju Istoka i Zapada (Europa en
la brecha entre el Oriente y el Occidente), Forum, Zagreb, VII (1968).
— Occupation
System and the Growth of the People's Liberation War and the Socialist
Revolution in Yugoslavia 1941-1945. Third International Congress for the
History of the European Resistance, Karlovy Vary, 1963. (Polycopied by the Secretariat of Congress), traducido al ruso, italiano,
checo y eslovaco.
- Opasnost neostaljinističke ekspanzije (El peligro de la
expansión neoestaliniana), Forum, Zagreb, VIII (1969).
— Jugoslawien
im gespaltenen Europa, Moskaus Gewaltakt vom 21.8.1968. schrif ten
Studienzentrums žür Ost-West Probleme, München 1969, Ost-Kurier,
Munchen, Juli 1969, No. 7.
— Die kulturelle
Integration and die kleinen Vólker in der Geschichte, The Bridge, Zagreb
1971, 26/27, S. 66-81.
— Nationalism
in Contemporary Europe, Columbia University Press, New York 1981, p. 293.
— Nacionalno pitanje u suvremenoj Europi (La cuestión
nacional en la Europa contemporánea), Munchen-Barcelona 1981, pp. 373; segunda
edición 1982, pp. 429.
— Državnost nacija ključ mira Europe (Soberanía
nacional, la llave de la paz en Europa), Lidingö 1982, pp. 53.
— Die
Nationalitätenfrage im heutigen Europa, Lidingö 1986, str. 302 (Bekatrin).
El presente trabajo es la
versión española de la conferencia pronunciada en su gira por Canadá y Estados
Unidos en junio de este año.
La Oficina Croata de Información
en Bonn (Alemania) ha proporcionado la siguiente información:
En conexión con la agravación de
la crisis política y nacional en Yugoslavia y la situación caótica de su
economía, el presidente del grupo interpartidario de trabajo de diputados para
los asuntos de la Europa Central y del Este del Parlamento Europeo (PE), Dr.
Otto von Habsburg, suspendió una reunión prevista con anterioridad e invitó al
Dr. M. Meštrović, presidente del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional
Croata (CNC) y al Dr. Franc Bučar (de Ljubljana), conocido disidente
esloveno y especialista en economía, para que informaran al Parlamento Europeo
sobre el desarrollo de la situación en Yugoslavia, sobre las posibles
consecuencias para los pueblos involucrados y para toda Europa y para que
expongan el punto de vista croata y esloveno en cuanto a las posibilidades de
una solución de la crisis y la formación de un sistema estable en esta zona
europea. Aceptaron la invitación de participar en esta reunión que se llevó a
cabo el 25 de octubre próximo pasado numerosos diputados de todos los partidos
representados en el PE, con excepción de los comunistas y los periodistas
acreditados en las instituciones de la Comunidad Europea.
Finalizadas las exposiciones de
los conferencistas, se desarrolló un animado e interesante debate de dos horas
de duración y que tuvo que ser interrumpido por razones de fuerza mayor ya que
la sala fue requerida para la reunión siguiente. El interés de los diputados
presentes abarcó la totalidad de la problemática yugoslava y ambos
conferencistas respondieron con aptitud a las cuestiones más diversas. Se hizo
evidente que los políticos europeos empezaron a comprender lo insostenible de la
existencia de Yugoslavia y a meditar sobre el reordenamiento de todo el
territorio y los modos de buscar una solución pacífica al caos económico
existente y a los problemas nacionales. Por las cuestiones formuladas y por la
reacción a las respuestas de los conferencistas, es posible concluir que para
todos quedó claro que las reformas económicas no pueden tener éxito sin
libertades políticas y que éstas no pueden existir en Yugoslavia sin el cambio
del régimen y sin respetar el derecho de todos los pueblos de decidir
libremente sobre su destino ulterior. También fue posible notar que la
resistencia. eslovena a las exigencias centralistas de Belgrado y la actitud
enérgica en la cuestión de las condenas militares a los cuatro disidentes
eslovenos, es seguida con gran interés y simpatía.
El diputado italiano Jiri
Pelikan trajo como invitados a la reunión a los representantes del Comité
esloveno para los derechos del hombre presidido por la señora Mojce
Drčar-Murko (candidata para la presidencia de la República Federal de
Eslovenia en ocasión de la última votación), que se encontraban en Estrasburgo
con el fin de hacer conocer a los políticos franceses y europeos en general el
fondo político del proceso militar en Ljubljana y obtener un sostén
internacional para la demanda de revocación de las sentencias confirmadas por
el Tribunal Supremo Militar.
El hecho de que la señora
Drčar-Murko sea la periodista del diario oficial esloveno "Dela"
y el Dr. Bučar uno de los autores del Programa nacional esloveno y el
colaborador estable de la revista disidente "Nova revija", habla por
sí mismo de la gran diferencia existente entre las situaciones y las
posibilidades eslovenas y croatas en el momento actual.
El presidente de la Oficina de
política exterior del Parlamento alemán, Dr. Hans Stercken, recibió el 27 de
octubre pasado al Dr. Meštrović acompañado por la señora Ivona
Dončević, directora de la Oficina Croata de Información en Bonn.
Durante la conversación, el Dr. Stercken expresó la preocupación de los
círculos políticos alemanes y europeos por el desarrollo de los acontecimientos
en Yugoslavia y las posibles consecuencias políticas en general de la
desestabilización de este territorio. El Dr. Meštrović señaló que
precisamente ese curso de los acontecimientos demuestra que el punto de vista
del CNC era correcto, es decir, en el sentido de que únicamente por el
fortalecimiento de la descentralización y por la aplicación estricta del
derecho de autodeterminación de todos los pueblos de Yugoslavia, es posible
llegar por una vía pacífica a la separación inevitable y la creación de los
estados nacionales que solos pueden ser la garantía de paz y estabilidad en
esta parte de Europa. El Dr. Meštrović dijo que según su modesta
valoración, por lo menos el 85% de los croatas votarían por su estado
independiente en el caso de un referendum. Los intelectuales en Croacia están
convencidos de que se trata del 97%. A diferencia de la conducción comunista
eslovena, continuó el Dr. Meštrović, la conducción comunista croata no
tiene en cuenta esta disposición nacional que no llega a expresarse por causa
de la represión policíaca. Durante la conversación de dos horas ambas partes
explicaron y consideraron todos los aspectos de la crisis yugoslava y fue
alcanzada una amplia coincidencia en cuanto a las causas, los posibles
desarrollos ulteriores y posibles soluciones, subrayando el Dr. Stercken que la
República Federal de Alemania no se inmiscuirá en la situación interna de
Yugoslavia.
Durante su corta estadía en
Alemania, el Dr. Meštrović visitó también las diferentes representaciones
diplomáticas en Bonn, con el fin de hacerles conocer el punto de vista y las
demandas croatas y tuvo también algunas reuniones con los miembros del CNC y
con varias otras agrupaciones políticas croatas.
pronunciado por el doctor Mate
Meštrović en la reunión del Grupo de Trabajo de Diputados para los Asuntos
de la Europa Central y del Este del Parlamento Europeo, Estrasburgo, 25 de
octubre de 1988:
"La esperada sesión del
Comité Central yugoslavo comunista que tuvo que emprender pasos decisivos en
dirección de una solución de la cada vez mayor crisis nacional, política y
económica que abarcó a Yugoslavia, terminó sin resultado. La sesión 17 demostró
aquello que ya era evidente hacía tiempo: que existen diferencias insuperables
dentro de la conducción comunista y que esta conducción es absolutamente
incapaz de poner freno al deslizamiento continuo del país en dirección de los
desastres alternativos: el caos, la guerra civil, el golpe militar.
Evidentemente, Yugoslavia se
encuentra en una encrucijada histórica. Los cambios drásticos son casi
inevitables. El dilema está en si los cambios serán ejecutados con la menor
cantidad de conflictos posibles, violencia y derramamiento de sangre, y si
traerán un sistema político mejor, la paz y la estabilidad a los pueblos
implicados, o si sucederá lo peor. La disolución de Yugoslavia, como lo sugiere
el columnista del distinguido semanario londinense The Economist
(15.10.88), influye fuertemente sobre "la transformación de Europa tal
como ella surgió después de la segunda guerra mundial", por muy peligroso
que eso pueda ser. "Sin embargo, las cosas van hacia los cambios, tal vez
sin poder detenerse".
Lo que preocupa especialmente es
que el extremismo servio y la violencia de Slobodan Milošević impidan la
posibilidad de los cambios evolutivos, el diálogo y las negociaciones entre los
pueblos de Yugoslavia, y en cambio amenazan en convertir a Yugoslavia en un
Líbano en la puerta delantera de Europa. Esto es un asunto de evidente
importancia para Europa y los pueblos de Yugoslavia.
Aunque el comité central haya
rechazado por ahora el ataque del ambicioso Slobodan Milošević con su
decisión de expulsar del Presidium del partido a Dušan Čkrebić, su
colaborador más cercano, su popularidad y el apoyo de Servia no han disminuido:
Milošević contestará seguramente con un nuevo ataque. Pondrá en marcha la
furiosa multitud servia para asustar a todos aquellos que se opongan a su plan
de establecimiento de la gran Servia dentro de una Yugoslavia estrictamente
reconstituida. O si no consigue hacer esto probará despedazar a Yugoslavia y
usurpar para Servia tanto territorio como le sea posible.
El CNC teme que nos encontremos
en el umbral de una tragedia humana como no se ha visto en este continente en
la presente generación. Esperamos que la Comunidad europea hará todo lo que
pueda para ayudar a resolver la crisis yugoslava de manera que quede asegurada
la paz y la estabilidad en esta parte de Europa. El CNC comparte el interés de
Europa en los cambios que fomenten la democracia, la sociedad libre y la
economía libre. Pero estos fines no pueden realizarse si no se encara de frente
la causa básica de la crisis endémica yugoslava: el problema nacional. La
crisis yugoslava no puede ser resuelta sin que a cada uno de los pueblos le sea
reconocido el derecho de decidir libremente sobre su propio futuro.
Tememos que el curso de los
recientes acontecimientos en Yugoslavia se vuelva en la dirección opuesta. La
campaña de violencia y amenazas organizada por Slobodan Milošević y sus
secuaces ultranacionalistas servios puede echar a perder todo el modesto
progreso de la democracia realizada hasta este momento. Milošević aboga
por un régimen más autoritario, por una economía controlada por el gobierno en
Belgrado y por la subordinación a Servia de todos los pueblos de Yugoslavia.
La suerte del periodismo de
Belgrado, en otro tiempo relativamente liberal, bajo Milošević es un
indicio de la tendencia futura. Milošević sacó a los periodistas moderados
y los reemplazó por los chauvinistas que lo obedecen ciegamente. La prensa de
Belgrado está ahora llena de ataques agrios contra casi todos los otros pueblos
de Yugoslavia: eslovenos, croatas, húngaros, albaneses y los musulmanes de
Bosnia. Muchos artículos están llenos del odio racista, especialmente en
relación a los albaneses y al Islam.
El semanario de Zagreb, Danas
(18.10.88), menciona que la atmósfera creada por Milošević "trae a la
memoria la atmósfera en vísperas de la revolución". No es de extrañarse
que los secuaces de Milošević pidan abiertamente las armas y griten
"muerte a los albaneses". Todos los albaneses, mujeres y niños, están
en peligro de muerte.
Asimismo, Milošević trata
de aumentar el predominio político y económico de Servia sobre el resto de
Yugoslavia. El populacho puesto en marcha por Milošević ya derrocó en la
región autónoma de Vojvodina a la jdirigencia que se le oponía. Aunque la
tentativa similar en Crna Gora no tuvo éxito, es seguro que será repetida. Cambiando
por fuerza las fronteras internas de Yugoslavia y desordenando el equilibrio
político étnico con su campaña por el establecimiento de la Gran Servia,
Milošević trabaja objetivamente en la disolución de la Yugoslavia
constituida después de la segunda guerra mundial. Comentando la tentativa de
Milošević de fusionar Crna Gora con Servia, el londinense The Times
(11.10.88) observó correctamente: Crna Gora permite que sea incluida en la
Servia, una importante pared del sistema de Tito quedaria derribada y el fin de
Yugoslavia 'como un conjunto podría estar muy cercano'.
Los ataques verbales y físicos
de los servios, estimulados por Milošević, recuerdan la táctica que
utilizaba Mussolini en su lucha por el poder, que sólo puede lograr acrecentar
las adversidades existentes. La intervención del Ejército contra aquellos que
no se sometieron agravaría todavía más la situación. En cuanto a la economía,
la vuelta al centralismo precipitaría a Yugoslavia aún más en la desocupación,
hiperinflación y un standard de vida descendente.
Tenemos que confrontarnos con la
realidad yugoslava tal cual se nos presenta. Los cambios que pide
Milošević no son de la misma clase de cambios que ocurren en Polonia, los
Estados Bálticos y hasta en Moscú. Más bien se trata del último esfuerzo tenaz
de invertir el natural curso histórico que va en dirección de un sistema más
abierto y con una mayor igualdad nacional. Aquello que está haciendo
Milošević recuerda al Apartheid practicado por la República Federal de
Africa del Sud.
De esta manera no es posible
lograr la estabilidad. Estamos convencidos de que la represión nacional,
politica y económica, que es parte del movimiento de Milošević,
inevitablemente conducirá a la inestabilidad. Según escribe el diario The
Sunday Sun de Toronto (15.10.88), Washington está preocupado en tal medida
que el vicepresidente George Bush y el ministro de relaciones exteriores George
Schultz enviaron a Belgrado y a la conducción servia serias advertencias que
provocaron la violenta erupción actual de la endémica crisis nacional.
Slobodan Milošević está
derribando el status quo yugoslavo que la política de Occidente sostuvo durante
decenios. Este será reemplazado o por la dictadura servia de Milošević o
por otra alternativa todavía no decidida.
CNC apoya firmemente los cambios
de fondo en Yugoslavia hacia la autodeterminación y una Croacia independiente y
democrática. Sustentamos también el derecho de todos los otros pueblos de
Yugoslavia para que —en libertad— decidan su propio futuro.
En vista de la profunda división
de Yugoslavia a nivel nacional, el principal diario sueco Dagens Nyheter
(12.10.88) formula la siguiente pregunta: "¿Es Yugoslavia
indispensable?". El diario sueco agrega más adelante: "Debería estar
permitido preguntar si esta artificial creación estatal, de setenta años de
antigüedad, verdaderamente responde a las necesidades y deseos de sus
habitantes".
La división de la India inglesa
en la India y Paquistán, en 1947, como también más tarde la creación de
Bangladesh en 1971, demuestran que la corrección de las fronteras es de vez en
cuando deseable y necesaria. Para la paz y la seguridad en Europa no es
necesario que los viejos arreglos territoriales sean respetados a cualquier
precio. Sin duda esto no es necesario respecto a un estado multinacional, donde
sólo el 5% de sus habitantes se consideran 'yugoslavos'.
La autodeterminación y la
democracia son los únicos fundamentos de la estabilidad duradera de todo el
territorio. Esta es la mejor solución no sólo para los croatas sino también para
los otros pueblos de Yugoslavia, como también para toda Europa. El CNC no desea
que haya vencedores ni vencidos, víctimas ni victimarios. Nosotros abogamos por
una actividad política no violenta y las negociaciones para alcanzar nuestra
meta.
Mientras tanto, si
Milošević tiene éxito, las posibilidades de un cambio pacífico y evolutivo
quedarán considerablemente reducidas. En la atmósfera electrizada que ha
creado, puede sobrevenir cualquier cosa.
Es imposible prever el curso de
los acontecimientos una vez perdido el control de la situación. Las sacudidas
pueden alcanzar no sólo a los vecinos directos de Yugoslavia, sino también al
resto de la Europa Occidental. El resultado puede ser una nueva ola de prófugos
en busca de asilo politico.
La hora es tardía. No está
claro, como lo afirma un comentarista yugoslavo, si son cinco minutos antes o
cinco minutos después de la medianoche. Sin embargo, Europa puede hacer algo
para impedir una grave explosión de desórdenes en Yugoslavia y estimular el
cambio pacífico. Europa, fiel a sus principios democráticos, debe declarar de
manera inequívoca que no aprueba el movimiento de Milošević y que
contrariamente, apoya la liberación política y económica por la que se empeña
Eslovenia.
No debe existir la menor duda en
Belgrado de que un régimen dictatorial erigido sobre la base étnica aleja a
Yugoslavia —política, económica y moralmente— de la Europa Occidental.
Específicamente proponemos que la Unión europea diga claramente:
— que no puede dar sostén
financiero y económico al régimen que retorna al sistema dictatorial político y
económico;
— que la Europa democrática
sustenta las metas y los esfuerzos de las fuerzas democráticas dentro y fuera
de Yugoslavia;
— que Europa alienta el diálogo
y las negociaciones entre todos los pueblos de Yugoslavia con el fin de
encontrar una solución pacífica justa.
El punto alentador en el, por
otra parte, oscuro panorama es que la crisis yugoslava está llegando a su
culminación en el momento en que, como lo expresa The Washington Post
(12.10.88), 'Las relaciones entre las grandes potencias están mejorando' y
cuando la solución de la crisis interna nacional, política y económica de
Yugoslavia 'no debe ser considerada como parte del juego de ajedrez entre
Oriente y Occidente'. Esta circunstancia está creando Ia posibilidad de
encontrar una solución que no sea el dictado del conflicto global de las
grandes potencias sino que aspire, a la solución de los problemas fundamentales
yugoslavos y busque una solución justa y correcta que traerá la estabilidad
duradera y la paz en este territorio.
Tanto por su civilización como
por su historia y sus anhelos de futuro Croacia y Eslovenia forman parte de
Europa. Estamos convencidos de que el mejor y menos doloroso camino para que
los croatas y los eslovenos alcancen la democracia pluralista y el bienestar
económico es asociarse con la Unión Económica Europea. En cuanto a la política
exterior consideramos que Croacia y Eslovenia, como también los estados al este
de aquéllas en la esfera soviética de influencia, deberían ser neutrales en el
interés de ellos mismos y en consideración a los legítimos intereses de
seguridad soviéticos.
Conclusión
La constitución de Yugoslavia en
1918 fue uno de esos errores que los grandes políticos del mundo cometen con la
mejor intención pero que causan tragedia a los pueblos implicados y provocan
inestabilidad y conflictos regionales.
El presidente Wilson creía que
si se permitiera a cada pueblo deter-minar su propio futuro, la mayor causa de
conflictos mundiales sería eliminada. Se suponía que Yugoslavia reuniría en un
estado a tres ramas de un mismo pueblo. En realidad reunió, sin el
consentimiento de ellos, a naciones que son muy diferentes entre sí, que poseen
su propia cultura, su historia, su lengua y su literatura y conceptos opuestos
sobre el estado.
Durante la Segunda Guerra
Mundial la brutal guerra étnica devastó Yugoslavia. Ahora, los renovados
esfuerzos del nacionalismo servio por establecer la supremacía étnica amenazan
con una nueva tragedia. Es tiempo de reconsiderar las originalmente erróneas
suposiciones en base a las cuales fue constituida Yugoslavia.
Una nueva solución debe basarse
en el reconocimiento de la realidad existente de distintas identidades étnicas
y el derecho de cada pueblo de ser libre. Creemos que esto será el fundamento
para una paz y estabilidad duraderas.
(Traducción: B. L.)
Dos representantes del CNC
participaron en la reunión otoñal de la Unión Paneuropea Alpes-Adriático,
celebrada del 9 al 11 de Septiembre en Insbruck, Austria. Participaron de la
reunión delegados de Alemania, Austria e Italia y el CNC fue representado por
Ivona Dončević y la profesora Malkica Dugeč. Después de tratar
las próximas elecciones en el Parlamento Europeo y la posibilidad del ingreso
de Austria a la Comunidad Europea, se debatió sobre las actuales circunstancias
en Europa.
Sobre la situación en Yugoslavia
informó la directora de la Oficina de información del CNC en Bonn, Ivona
Dončević.
La representante croata en
primer lugar transmitió a los participantes de la reunión los saludos del
Presidente de la Comisión Coordinadora del CNC para Alemania, Peter Hinić,
al que le fue negada la visa de entrada a Austria, por parte de las autoridades
de dicho país, lo que impidió su presencia en la reunión. La política
discriminatoria practicada por el gobierno austríaco en desmedro de los
inmigrantes croatas, provocó rechazo en la reunión del grupo Alpes-Adriático.
En su informe Ivona
Dončević destacó la crisis política, social y económica que afecta a
Yugoslavia, advirtiendo que todos los esfuerzos centrados en la reforma
económica son inútiles y no pueden dar resultados positivos sin libertades
políticas y democratización social. Además advirtió sobre el peligro de un
nuevo hegemonismo servio y sobre la lucha de los croatas, eslovenos y albaneses
de Kosovo por el respeto a los derechos humanos y el derecho de
autodeterminación. Reforzó su exposición con datos extraídos de distintos
estudios e informes internacionales.
Está en el interés de la paz
europea el que las naciones sojuzgadas cuenten con la posibilidad de una
separación pacífica, por la vía de la autodeterminación y de la formación de
estados independientes que con-formarían sectores estables de una Europa unida.
Por ello, es necesario —concluyó Ivona Dončević que los estados de la
Comunidad Europea, ayuden los esfuerzos de esos pueblos y renuncien a prolongar
artificialmente la agonía yugoslava.
En el debate posterior a la
exposición, los presentes mostraron gran interés por la situación candente que
abarca la región desde Eslovenia y Croacia hasta Kosovo; las dos representantes
croatas respondieron con prestancia a las numerosas preguntas. Especialistas
económicos alemanes y austríacos, representantes de sociedades de intereses
agrícolas, de la pequeña industria y de las Cámaras de Comercio e Industria,
debatieron posteriormente sobre el eventual ingreso de Austria a la Comunidad
Europea. De las muy interesantes exposiciones se pudo concluir, en que sería de
vital importancia para Austria su ingreso a la Comunidad Europea, lo que
taseguraría a sus habitantes el futuro desarrollo. En el transcurso del debate,
un participante mencionó el trabajo del CNC en el Parlamento Europeo durante
las asambleas plenarias. El CNC fue mencionado como ejemplo de cómo se debe
luchar incansablemente para el logro de sus objetivos. Como el CNC procura
hacer conocer en el Parlamento Europeo la lucha de la nación croata por los
derechos humanos y por el derecho de autodeterminación y para esa lucha obtener
el respaldo internacional, así también Austria, precisamente porque es libre y
democrática, tendría que aprovechar mejor esas posibilidades para la promoción
de sus objetivos —acotó el delegado de Alemania.
La palabra final en la reunión
del Grupo Alpes-Adriático estuvo a cargo del Presidente del departamento
internacional de la Unión Paneuropea, Dr. Otto v. Habsburg, quien con su
reconocida habilidad oratoria pero también con la fuerza de los argumentos,
entusiasmó a los presentes con las siempre vigentes ideas de justicia,
tolerancia y libertad en Europa.
El CNC propuso en la reunión de
trabajo de la Unión Paneuropea Alpes-Adriático una resolución que fue aceptada
unánimemente. Dicha resolución reclama:
1. — Libertad para todos los
presos políticos en Yugoslavia, incluyendo a aquellos condenados por tribunales
militares.
2. — Supresión del art. 133 del
Código Penal Yugoslavo (el así llamado delito verbal) el que permite condenar a
todo el que critica al gobierno o al partido.
3. — Terminar con la
discriminación de los disidentes, particularmente de los ex-presos políticos y
de sus familias.
La resolución fue firmada por
Ivona Dončević, directora de la Oficina croata de Información en Bonn
y por Petar Hinić, Presidente de la comisión coordinadora del CNC para la
República Federal Alemana.
Los primeros días de julio de
este año se reunió en Toronto, Canadá, la quinta asamblea del Movimiento
Libertador Croata (R) con la participación de los delegados de Canadá, Estados
Unidos y Argentina. En esta oportunidad fue elegida la nueva comisión directiva
encabezada por el Sr. Kerim Reis (EE.UU.), como presidente, y el ing. Ante
Turica (Argentina), como vicepresidente y Ragib Zukić, como secretario
general.
Los lineamientos politicos del
Movimiento fueron formulados en la Declaración de la 5ª Asamblea. Transcribimos
a continuación las partes más importantes de este documento:
"De acuerdo con el
universalmente conocido principio de la O.N.U., cada nación tiene derecho a su
soberanía nacional. El pueblo croata está de pleno empeñado en la lucha por
lograrlo lo más pronto posible, sin que nada ni nadie se oponga a ello excepto
la política colonialista de los últimos imperialistas europeos de Belgrado y de
sus sostenedores foráneos.
Consideramos que éste es el
momento para ayudar al pueblo croata en la Patria a deshacerse de la larga
ocupación comunista y de la explotación económica que ha alcanzado su cúspide y
debido a la cual un millón de nuestros jóvenes se han visto obligados a emigrar
al mundo exterior a fin de poder sobrevivir...
Consideramos nuestro deber
procurar una cooperación lo más estrecha posible entre todas las fuerzas en el
exilio y en la Patria cuya finalidad es el establecimiento del estado croata y
participar en la labor de la promoción de los ideales y en el cumplimiento de
las tareas de tales fuerzas, sea que ellas actúen por separado sea dentro del
marco del Consejo Nacional Croata, en el espíritu de su Acta Constituyente de
fecha 2 de febrero de 1974, a fin de alcanzar la anhelada meta: el
establecimiento del Estado Croata.
Gracias al empeño desinteresado
del Movimiento al que pertenecemos y en cooperación con el Consejo Nacional
Croata, al que hemos apoyado con todo nuestro corazón en nuestros comunes
esfuerzos, se han logrado manifiestos resultados en la promoción de la lucha croata
y en la afirmación del derecho de autodeterminación de la nación croata.
Nosotros opinamos que un
constante mantenimiento de la cohesión de todas las estructuras cuya finalidad
es el establecimiento del estado croata ha de conducir a una cooperación generalizada
entre los croatas pues la meta de todos nosotros es la misma si bien los
caminos pueden diferir.
Es nuestro deber tener en cuenta
la situación en nuestra Patria y especialmente estudiar qué se puede hacer en
el plano de la política exterior y cómo informar los círculos más amplios del
público de todo el mundo acerca del problema croata.
Es nuestro deber coordinar
nuestros esfuerzos con los del pueblo en la Patria, ya que éste desempeñará el
papel decisivo en el establecimiento del Estado Croata y pondrá fin a la
esclavitud en la cual se encuentra actualmente.
En esta época de Paz entre las
naciones, también nosotros abogamos por la separación pacífica de Croacia y
Servia, sabemos no obstante que sin la presión de adentro y sin la de afuera,
ejercida ésta por las estructuras croatas en el exilio, los actuales
gobernantes no abandonarán el poder para entregarlo a quienquiera que sea. Por
tal motivo apelamos a todos los croatas en el mundo y en la Patria para que
hagan lo humanamente posible a fin de hacer entender a los enemigos del pueblo
croata que no habrá paz hasta que la Nación Croata sea libre y dueña en su
propia tierra.
En esa labor debemos tratar de
vincularnos con los demás pueblos sojuzgados que están luchando por el mismo
sublime ideal —la libertad—, ya que actuando todos juntos triunfaremos más
fácilmente...
Finalmente, pedimos que se
comience a mirar desde un ángulo histórico a la proclamación del Estado
Independiente de Croacia en 1941 que fue la culminación de la lucha del pueblo
croata en momentos cuando se hallaba en peligro de desaparecer bajo la
dictadura monárquica servia. Por eso está fuera de lugar el atacar a los
idealistas y luchadores que establecieron aquel Estado y que lo defendieran con
su sangre."
En Julio de este año fue
celebrada en Vancouver la vigésimo primera Convención de los representantes de
las 16 filiales del Partido Campesino Croata de Canadá.
La importancia de esta
organización está reflejada también en la gran cantidad de sedes sociales cuyo
valor asciende a unos 4 millones de dólares. Cabe destacar que todos estos
hogares sociales y centros culturales fueron levantados, durante los 56 años de
existencia de la organización, por los obreros y artesanos croatas de origen campesino
emigrados de su patria y por sus descendientes.
La Convención reeligió al Sr.
Ivan Koren como presidente por un período de tres años —tiempo en que se
celebran las convenciones del PCC.
Esta Convención fue la primera
de la que participaron también los representantes del Partido Campesino Croata
de Norteamérica. Fue constituida una Comisión mutua del PCC para Canadá y
EE.UU. Como presidente de esta Comisión fue elegido el Dr. Mladen Giunio Zorkin
y como vicepresidentes Zvonko Sinovec para los EE.UU. e Ivan Koren para Canadá.
El trabajo de la Convención
estuvo dedicado principalmente al estudio de las relaciones de la emigración
croata con la Patria. Se llegó a la conclusión de que solo el pueblo croata en
la patria está calificado para efectuar, con la debida responsabilidad, la
elección del presidente del Partido Campesino Croata, actualmente proscripto en
Yugoslavia.
La Resolución, que fue enviada a
todos los gobiernos, aboga por conversaciones pacíficas para la solución de los
problemas internacionales, particularmente con los servios, a llevarlos con
espíritu de sensatez y buscando la realización de un futuro común europeo.
Refiriéndose a los problemas
económicos se destacó la necesidad de una colaboración estrecha con los pueblos
de Europa Central.
En cuanto a los croatas de la
diáspora y en particular a los miembros del PCC, la Convención dirigió un
llamado de unidad nacional destacando que el Consejo Nacional Croata, con el
que colabora ya desde hace años el Partido Campesino Croata de Canadá, representa
la base de esta unidad.
Frente a la decadencia del
sistema comunista, a los acontecimientos dentro y fuera de la patria, que
particularmente en los últimos tiempos llenan a los eslovenos de preocupación y
de indignación, el Comité Nacional Esloveno en el exilio político manifiesta su
posición:
REITERA la acusación al partido
comunista en el poder, de ejercer la opresión, de dictar sentencias ilegítimas
e injustas, desde aquellas durante la revolución, hasta éstas que hoy conmueven
al pueblo esloveno, al cual sofoca con el ejercicio monopólico, autocrático e
inapelable del poder, lo seduce y le impide el crecimiento en libertad, en
concordancia con el derecho de autodeterminación de los pueblos en el ejercicio
pleno de los derechos humanos.
RECUERDA a la opinión pública
eslovena y mundial que los valores de la libertad individual y los valores
nacionales, sagrados valores por los cuales el pueblo esloveno se esforzó y
combatió durante más de mil años, son todavía objeto de ataques sistemáticos de
fuerzas antinacionales. Estos ideales, que fundamentan auténticos intereses
nacionales, permanecen vivos hoy más que nunca y pese a la opresión del sistema
totalitario se manifiestan con nueva intensidad en las exigencias por los
derechos fundametales del hombre y ciudadano.
SALUDA la actuación madura del
pueblo esloveno frente a los nuevos desafíos a los cuales es sometido; con
alegría acompaña las expresiones de lealtad hacia lo esloveno, que multitudinariamente
apoyan a los compatriotas que por su posición democrática y su convicción
nacional son víctimas de injustas persecuciones y enjuiciamientos.
EXIJE que los autonominados
gobernantes de Eslovenia, a los que el pueblo esloveno nunca reconoció como
legítimos, frente a la sostenida y notoria decadencia de sus fuerzas, entreguen
el poder a representantes de la nación Eslovena libremente elegidos. Sólo
ellos, considerando la particularidad de los demás pueblos que sufren el mismo
destino en Yugoslavia, deben iniciar el camino desde el sistema nacional y
social en desintegración hacia un orden social pluralista en un estado de
derecho.
EXHORTA a todos los Eslovenos,
que frente a este acontecimiento decisivo en la historia nacional, apoyen
solidariamente a los compatriotas en la patria sin libertad, que se esfuerzan
con valentía por los derechos del hombre esloveno y la verdadera convivencia
democrática. Solamente la libertad cultural y económica, si tienen su
afirmación en la libertad política, pueden crear las condiciones para la paz y
prosperidad. En estos valores, que son la garantía para el crecimiento de toda
sociedad, será posible concentrar todas las fuerzas nacionales, para edificar
en Eslovenia un orden social justo y efectivizar su auténtica nacionalidad con
un sistema parlamentario y una orientación europea.
Por el Comité Nacional Esloveno:
presidente: Rudolf Smersu
secretarios: dr. Ludvik
Puš, dr. Peter Urbanc
Buenos Aires, New York, Toronto,
octubre 1988.
El actor Guillermo Marín
falleció el día 31 de mayo en Madrid a los ochenta y cuatro años de edad. Es el
actor que más veces interpretó el personaje de Don Juan Tenorio de Zorrilla,
protagonizó obras de Calderón de la Barca, Lope de Vega, Shakespeare,
Pirandello, del más conocido dramaturgo croata Milan Begović (1876-1948),
de Coward, Brecht, Camus, Beckett, Buero Vallejo, Mihura, Lopez Rubio, Iriarte
y Calvo Sotelo entre otros.
En el periódico ABC, edición
internacional, Madrid, 8/14 de junio de 1988, Lorenzo López Sancho escribe que
conoció a Guillermo Marín allá por los años cuarenta... "La dicción
sosegada y profunda, la contención en el ademán, eI desdoblamiento sutil entre
el actor y el personaje. Todo anunciaba hace medio siglo que aquel joven actor
sería uno de los eslabones áureos que enlazarían, antes de la actual
decadencia, el arte de representar de principios de siglo y el modo de vivir la
escena de la nueva época".
-
En el cine realizó Marín más de
125 películas entre las que se destacan "El escándalo", "Eugenia
de Montijo", "Lola Montes" y "El juego de la verdad".
Nosotros lo recordamos cuando
interpretó en Madrid, en el teatro Recoletos, el difícil papel en el drama en
tres actos del autor croata Milan Begović "Si yo supiera" (Bez trećega
— Sin el tercero, 1931) en la feliz traducción y adaptación del prof. Pablo
Tijan y Rafael Morales. Se trata del conflicto entre un marido celoso y su fiel
pero orgullosa mujer. En ABC del 14 de febrero de 1958 dijo el crítico Alfredo
Marquerie: "Con Conchita Sarabia —en una breve y afortunada intervención—,
Mary Carrillo y Guillermo Marín, fueron los heroicos protagonistas, porque de
heroísmo escénico se puede calificar su difícil y peligrosa labor, en una
tensión dramática constante, a la que se entregaron con autenticidad admirable,
sin regatear esfuerzo alguno. ¡Gran lección de buen arte dramático fue la suya,
llena de pasión y de verdad! Las espectadores supieron apreciarlo y nosotros lo
reconocemos complacidos".
Elías Gómez Picaza en el diario Madrid
destacó la gran calidad de Begović como literato, y como extraordinario
conocedor de la psiquis femenina. De la obra dramática dice, que en su tercer
acto alcanza espléndido valor y plenitud, una maravillosa observación y
comprensión de la naturaleza humana, mientras que el diálogo posee una gran
belleza literaria.
Milan Begović escribió
poesías, dramas, cuentos y novelas. Es conocido sobre todo como esoritor
dramático. Sus dramas fueron presentados en Italia, Alemania, Francia y en
América. Ha traducido a los poetas y escritores italianos. Vivió mucho tiempo
en Italia, especialmente en Florencia, y en Alemania como director de escena
del Teatro de Hamburgo. Sus principales obras dramáticas son: María Valevska,
El hombre de Dios, Venus Victrix, El Aventurero delante de la puerta, El yate
americano en el puerto de Split, Sin el tercero (Si yo supiera), etc. Libros de
poesía: Gretchen (Split, 1893); Canciones (Zagreb, 1896); el libro Zoe
Boccadero sobre los motivos italianos del Renacimiento (Zagreb, 1901); La
canción croata (Zadar, 1901); La Fuente (Zagreb, 1912); Poesías escogidas
(Zagreb, 1925). Novelas y cuentos: El membrillo en el arca (1923) ; Cuentos
(1927). Notable es especialmente su libro de novelas cortas Cuarteto (1936) y
su más célebre y famosa novela Ghiga Barić (Giga Barićeva, Zagreb
1940) en tres tomos, donde siete pretendientes piden la mano de esta moderna
Penélope. En el drama "Si yo supiera" (Sin el tercero, 1931),
Begović dramatizó el último capítulo de Ghiga Barićeva, donde como ya
hemos dicho, describe el conflicto entre el marido celoso y su fiel, pero
orgullosa mujer. El dramaturgo croata también publicó un libro de viaje por
Italia (Put po Italiji, 1942). Conoció bien a Italia y otros países europeos.
VELJKO DEUR
ARGENTINA
La Asociación Profesionales y
Empresarios Argentino-Croata (APEAC), cumpliendo con sus objetivos y tareas
previstas en los Estatutos, ha organizado y realizado desde el 19 hasta el 24
de setiembre de 1988 un simposio sobre el replanteo de la finalidad de la
inmigración croata en la Argentina. Evidentemente motivados por las tendencias
y los rumbos en otros países de inmigración en el mundo (USA, Canadá, Australia,
etc.), donde el multiculturalismo existe y es oficialmente apoyado y fomentado
desde hace décadas, los organizadores han circunscripto los objetivos del
simposio de la siguiente manera:
"Estando ya a cuarenta años
de nuestra llegada a esta tierra (se refieren a la tercera ola de inmigración
croata a la Argentina, o sea a la efectuada después de Ia Segunda Guerra
Mundial), es oportuno hacernos estas preguntas: ¿Estamos en el camino correcto?
- ¿Hemos progresado en este lapso? ¿Estamos muy disgregados - ¿Estamos a tiempo
de revertir esta situación? šQué nos pasa, adónde vamos? Este es el desafío,
este es el replanteo".
Los veinte expositores, en sus
disertaciones de 20 a 30 minutos, en croata o castellano, abordaron la
problemática que aqueja a toda inmigración en general desde distintos puntos de
vista y en concordancia con sus propias experiencias en lo social, cultural y
político dentro de la comunidad croata en la Argentina. La mayoría de los temas
abordados giraban en torno a la enseñanza del idioma croata mediante escuelas
sabatinas o dominicales, coros y demás grupos juveniles dedicados a las
canciones, a la música y al folclore croatas. Asimismo fueron tratadas a menudo
las cuestiones de familia y el rol desempeñado por la mujer en la comunidad
croata en general y en especial en lo que atañe a Ia conservación del
gentilicio y el idioma croata en la familia. Algunos especialistas entre los
panelistas analizaron las nociones integración y/o asimilación, sus causas y
sus consecuencias.
Los organizadores, que en su
mayoría llegaron al país cuando niños o nacieron en Ia Argentina, se proponen,
luego de una evaluación de todas Ias exposiciones, que los problemas tratados y
las soluciones propuestas sirvan de guía en las futuras actividades de la
colectividad croata en la República Argentina.
AUSTRALIA
La Fundación para los Estudios
Croatas de Australia y Nueva Zelandia y la Cátedra de los Estudios Croatas en
la Universidad Macquarie en Sydney, han organizado un simposio internacional
sobre "Croacia y los croatas en el siglo XX, percepciones y
realidades", durante la semana del 2 al 8 de octubre de este año, en la
Universidad Macquarie. La mencionada Cátedra de Estudios Croatas funciona en la
Universidad dentro de la Escuela de Idiomas Modernos y en particular dentro del
Departamento de Estudios Eslavísticos, al frente de los cuales se encuentran
los profesores Keith Goesch y Dr. Tadeusz Gariwski, respectivamente. La Cátedra
de Estudios Croatas está conducida por los profesores Luka Budak —principal
organizador dei mencionado Simposio— y fray Gracián Biršić.
La temática del simposio
abarcaba prácticamente toda la croática, con particular énfasis sobre
migraciones, idioma, organizaciones, folklore, identidad nacional, artes y
literatura croatas en la diáspora. Los invitados para presentar sus trabajos
sobre la temática precitada eran esencialmente intelectuales y profesores
universitarios croatas de los países de habla inglesa (USA-6, Canadá-6,
Australia-10), de Europa (Suiza-1, Francia-1, Croacia-8) y de América Latina
(Venezuela-1). Del grupo previsto para participar faltó un representante de
Canadá, mientras que de Croacia llegaron sólo cuatro. La mayoría de los
trabajos fueron presentados en inglés, con excepción de los visitantes de
Croacia que se hicieron en croata.
El domingo 2 de octubre por la
noche tuvo lugar la apertura oficial en un auditorio de la universidad. La sesión
de apertura estuvo presidida por la Sra. Irena Šmit de la Universidad de
Macquarie y de la Comisión de Relaciones Etnicas del Estado de New South Wales.
La alocución de bienvenida estuvo a cargo del profesor fray Gracián
Biršić, profesor de la Cátedra de Estudios Croatas y del Centro Católico
Croata en St. John's Park. La apertura estuvo a cargo de cuatro oradores: la
prof. Di Yerbury, vice-canciller de la Universidad; el Sr. Iván Petch, miembro
del Parlamento de Gladesville, representando al Primer Ministro del Estado de
New South Wales, el honorable Nick Greiner; además estuvo el Dr. Harry Edwards,
miembro del Parlamento Federal de Berowra en representación del líder de la
oposición, el honorable John Howard; y finalmente, el Sr. Uri Themal, vicepresidente
de la Comisión de Relaciones Etnicas en New South Wales. A esto siguió el
discurso de orden pronunciado por el prof. Luka Budak, presidente de la
Fundación de Australia y Nueva Zelandia para los Estudios Croatas y principal
organizador del simposio. La inauguración la concluyó el rev. Paul Stanhouse,
editor de la revista Annals Magazine. Siguió una recepción durante la
cual se ejecutaron danzas folklóricas croatas.
Desde el lunes 3 de octubre
hasta el viernes 7 fueron presentados los trabajos en Ias sesiones de la mañana
y de la tarde. Una noche fue dedicada al concierto vocal de fray Šimun y fray
Radovan Čorić, mientras que dos noches fueron dedicadas a debates de
mesa redonda sobre los siguientes temas: "La búsqueda de la identidad:
Socialización y dualidad cultural entre los jóvenes Australiano-Croatas" y
"Croacia en el año 2000".
El primer trabajo presentado el
3 de octubre fue sobre "Sistemas de Parentesco en Croacia", por el
Dr. Vladimiro Markotić de la Universidad de Calgary, Canadá. El trabajo,
que incluyó no solamente los términos de origen eslavocroata sino también los
introducidos a través de otros idiomas no eslavos, fue escuchado con gran
interés. Siguieron dos trabajos preparados por el personal del Instituto para
migraciones y nacionalidades de Zagreb, cuyos autores no estaban presentes:
"Ciertas causas para la emigración de Croacia a Australia en el período
del fin del siglo 19 y el principio de la Primera Guerra Mundial" y
"Emigración Croata con particular énfasis sobre la dirigida a Australia y
Nueva Zelandia". El tercer trabajo fue uno muy exhaustivo sobre
migraciones y pertenecía al Dr. Zdravko Sančević de la Universidad
Central de Venezuela, titulado: Las migraciones croatas a los países
latinoamericanos, que despertó mucho interés y preguntas por parte de
australiano-croatas sobre la historia y las contribuciones de los croatas y sus
descendientes en los países latinoamericanos. El Dr. Emil Primorac, de la
Universidad de Windsor en Canadá, presentó luego un trabajo sobre la Movilidad
internacional de la mano de obra y el Dr. Henrik Heger de la Universidad de
París, Sorbonne, la sumamente interesante Metodología de investigación en el
área cultural croata.
Durante las sesiones del día 4
de octubre hicieron las presentaciones de sus trabajos los siguientes
panelistas:
Fray Ljubo Krašić,
secretario general de las Escuelas Croatas de América - Australia - Canadá -
Europa, de Norval, Canadá: Desde las escuelas sabatinas de la lengua croata
hasta las cátedras del idioma y la cultura croata.
Nenad Zakarija, del Victoria
College, Melbourne, Australia: La reseña del desarrollo de las traducciones
para croatas en Australia.
Ante Beljo, de la Asociación
kolo y tamburitza de Sudbury, Canadá: La Unión Fraternal Croata en Canadá y
Estados Unidos: pasado y presente.
Dr. Stephan Klarić,
presidente de la Asociación croata de médicos y odontólogos de Australia, de
Adelaide: Asociaciones croatas de ayuda social, en Australia.
Ivan Nimac, director asistente
de la Comisión de asuntos corporativos del gobierno de New South Wales, Sidney:
Contribución de la comunidad croata para una Australia mejor.
Šime Dušević, de la
Asociación croata de estudiantes, Sydney: La comunidad croata y los medios de
comunicación social australianos.
El Sr. Beljo destacó en su trabajo
que la vieja y poderosa Unión Fraternal Croata (asociación de seguros) se está
inclinando más y más hacia los problemas de la inmigración croata de postguerra
en los Estados Unidos y Canadá.
El día 5 de octubre, la
profesora Elizabeta Ninčević del Grupo Folklórico Croata
"Jadran" de Sydney, presentó un excelente estudio en idioma croata
bajo el título Croatas y la cultura de los bailes folklóricos; Ante
Beljo presentó Folklore Croata en Canadá y Estados Unidos; y Dalibor
Ivković, del Grupo Folklórico Croata "Dubrovnik", de Sydney, un
trabajo titulado: Folklore croata en Australia. Estos tres trabajos dieron a la
audiencia un buen panorama de la importancia del arte de las danzas nacionales
croatas en los tres países que cuentan con la mayor concentración de
inmigrantes croatas.
En la sesión de la tarde del
mismo día (5 de octubre) fueron presentados los siguientes trabajos:
Dr. Robert Meštrović, de la
Universidad de Melbourne: De migrante a paciente: camino multi-factorial.
Fray Šimun Čorić, de
la Misión Católica Croata de Berna, Suiza: Algunos aspectos psicológicos de
las migraciones y las ansiedades de los migrantes.
Stjepan Šešelj, secretario de la
Academia de Bellas Artes de Zagreb, Croacia: Croacia espiritual: lejanía y
proximidad de la patria.
El trabajo de fray Sito
Čorić despertó vivo interés, sobre todo en los inmigrantes recientes,
ya que trataba sobre los problemas y las dificultades psicológicas sufridas por
los mismos.
La cuarta jornada del simposio,
el 6 de octubre, fue dedicada a las artes, la lingüística y la cultura. El
profesor Ante Starčević, renombrado escultor y pintor de Zagreb,
habló sobre la Historia de la escultura en Croacia, dedicándose
solamente a algunos escultores más destacados del pasado reciente.
La Sra. María Fabek, de Burlington,
Ontario, Canadá, dedicó su presentación a los 65 años del dibujo animado en
Croacia y en especial a la Escuela de Zagreb.
El prof. Joseph Čondić
de la Western Michigan University, habló de Ivan Meštrović: el escultor
croata del siglo XX, poniendo particular énfasis sobre sus creaciones del
período de postguerra.
La tarde fue dedicada a la
lingüística, con trabajos escritos por los siguientes autores:
Prof. emeritus Christopher
Spalatin de Marquette University, Milwaukee: Contrastes lexicológicos anglo-continentales,
sobre diferentes connotaciones de las palabras con las mismas raíces en inglés,
lenguas europeas continentales y croata.
Fray Gracián Biršić de la
Cátedra de Estudios Croatas de la Universidad de Macquarie: La Lengua croata
en Australia.
Vlado Gotovac, filósofo y poeta
de Zagreb, Croacia: Las tesis sobre la reducción lingüística en la
homogenización de la nación croata.
Dr. Vinko Grubišič, de la
Cátedra de los Estudios Croatas de la Universidad de Waterloo en Canadá: Términos
usados para la lengua croata 1945-1985, sin que el autor estuviera
presente. El mayor interés lo despertó el discurso de Vlado Gotovac, por lo
cual el período de preguntas y respuestas resultó muy animado, y hasta
polémico.
En la única sesión de
presentaciones en la noche del 6 de octubre, hablaron:
Prof. Lovorka Fabek de McMaster
University de Hamilton, Canadá: Las influencias religiosas sobre la música
croata de la Edad Media.
Dr. Asaf Duraković de las
Universidades Asociadas de Oak Ridge, Washington: Croacia en la encrucijada
entre las culturas Oriental y Occidental.
Dr. Vladimir Markotić de la
Universidad de Calgary, Canadá: Arqueologia de las tumbas lapidares de
Bosnia-Herzegovina.
El último día del simposio, viernes
7 de octubre, habló el profesor Pero Budak de la Cátedra de Estudios Croatas de
la Universidad de Macquarie, sobre Literatura contemporánea croata,
seguido por el trabajo del profesor emeritus Ante Kadić de la Indiana
University, Bloomington: Poesía emigré croata.
En la tarde del mismo día, habló
el Dr. Mario Spalatin, juez elegido distrital de Wisconsin, EE.UU., sobre El
pensamiento político de Ante Starčević en la Croacia del siglo XX.
Este trabajo fue seguido por el del Dr. Asaf Duraković de Ias Universidades
Asociadas de Oak Ridge, Washington, bajo el título de La Paz mundial a la
luz de los movimientos libertadores de las naciones balcánicas, en el cual
informó también sobre su muy interesante visita al Asia Central soviética. El
último trabajo presentado fue el del Dr. Ante Čuvalo de la Ohio State
University de Columbus, Ohio, sobre Las percepciones del movimiento nacional
croata de los últimos años de la década del sesenta y principios del setenta,
en los escritos de los observadores angloamericanos.
Sería de muchísima utilidad que
todos estos trabajos presentados en el Simposio, fueran publicados en inglés
como lo prometió el Departamento de Estudiantes Eslavísticos. Este simposio fue
acompañado también por una serie de actos culturales (danzas croatas en la
Opera de Sydney), religiosos (ceremonias religiosas católicas y musulmanas) y
sociales (baile de gala en el Regent Internacional Hotel). Durante este último
fueron reunidos fondos de la comunidad croata de Sydney para la Cátedra de
Estudios Croatas de la Universidad de Macquarie, colecta conducida por Ljubo
Krasić, el mismo personaje que tan exitosamente trabajó en la colecta de
fondos de $ 500.000 para la cátedra homónima en Canadá. Hay que destacar que
tanto Canadá como Australia promueven el multiculturalismo, o sea, la formación
de las naciones australiana y canadiense, respectivamente con ingredientes
culturales de las principales corrientes migratorias de estos países entre las
cuales se destaca la croata. Todo condepto de multiculturalismo es abiertamente
aceptado y aplaudido como un contrabalance a los anticuados y discriminat rios
procederes de la simple y plena asimilación de inmigrantes, sin que se les dé
1a oportunidad de aportar elementos positivos de su herencia cultural a las naciones
que los acogieron.
CANADA
El 21 de julio de este año fue
promulgada en Ottawa la nueva ley de multicultura que obliga a la
administración pública canadienes a cuidar y desarrollar equitativamente la
identidad cultural de los gruptos étnicos en Canadá. Entre estos hay 200,000
croatas. La nueva ley establece la creación del Consejo Consultivo Estatal para
el Multiculturalismo. El representante croata en este Consejo es Ivan Žuger.
En ocasión de este acontecimiento
histórico el Ministerio para el multiculturalismo organizó un extraordinario
festejo: "La cultura de Canada 1988", en el que participaron, entre
el 10 y el 14 de agosto ppdo., más de 1500 profesionales de distintos ramos de
actividad representando la herencia cultural de los 40 grupos étnicos
existentes en Canadá. El gobierno canadiense puso a disposición un millón de
dólares para la realización de este magnífico programa.
En cuanto a los croatas, fue presentada en esta ocasión una valiosa muestra de documentos escritos que abarcaban mil años de historia croata. Entre otras manifestaciones cabe destacar la actuación del grupo folclórico Croatian el que con su actuación de alto valor artístico conquistó el público concurrente y fue noticia de primera plana en los más importantes periódicos canadienses.
La nueva Ley de
multiculturalismo abre realmente nuevas e ilimitadas posibilidades a todos los
inmigrantes en Canadá de conservar y desarrollar su identidad nacional y de
enriquecer con sus aportes la cultura de Canadá sin perder la propia.
Los hijos de los emigrantes
croatas en todo el mundo libre se destacan en diferentes campos de la cultura,
técnica, deporte u otras disciplinas.
Mira Čaldarević, de 24
años de edad, hija del conocido activista croata Ing. Zlatko
Čaldarević, presidente de la filial de la Unión Fraternal Croata
"Bernard Luketić", en Toronto, ya a temprana edad demostró un
gran interés por el canto. Cuando tenía tan sólo 16 años cantó con todo éxito el
rol de María Magdalena en el musical Jesucristo Superstar en el colegio
católico de San Roberto.
El conocido productor canadiense
Bob Ezrin descubrió su talento para el canto y así comienzan sus exitosas
presentaciones en la producción musical. Mira debutó en diferentes anuncios
comerciales en TV y por tres años fue la principal vocalista en el Wonderland
canadiense.
Ultimamente actúa con gran éxito
en la representación musical de Los Gatos (Cats) . Mira Čaldarević
estudio canto en Humber College y actualmente finaliza sus estudios de
psicología en la Universidad York en Toronto.
CHILE
Casi en cada número de Studia
Croatica hacemos referencia al importante papel que algún retoño de los
inmigrantes croatas —casi exclusivamente dálmatas— desempeña en la vida
pública, cultural, científica y económica de la República de Chile. A
continuación transcribimos la nota publicada en el semanario Estrategia
(Santiago de Chile, 3-9/X/88). Cabe destacar aquí que una rama de la misma
familia sobresalió en Uruguay como Lussich —uno como destacado poeta gauchesco
y el otro como fundador de Punta del Este—. El semanario Estrategia
tituló su comentario: "Lukšić al negocio del cobre, oro y
celulosa":
"Desde que el empresario
Andrónico Lukšić tomara el control de la firma inglesa Antofagasta Holding
P.L.C. en 1980 y decidiera extender sus operaciones al área de los recursos
naturales, la empresa se ha destacado por su crecimiento. Hoy, varias novedades
con alto potencial estarían a punto de concretarse y otros proyectos se
encuentran en marcha.
El más importante proyecto
minero de la empresa es el depósito de cobre Los Pelambres, que Antofagasta
Holdings adquiriera cuatro años atrás al comprar en Estados Unidos la firma
Anaconda South American Inc. El grupo Lukšić está invirtiendo en este
prospecto la cantidad de US$ 60 millones, el cual comenzaría a materializarse
en diciembre de este año. En el yacimiento ya se encontraría medida la
existencia de reservas de 20 millones de toneladas, y en una primera etapa se
estima trabajar 5 mil toneladas al día para llegar paulatinamente en los
próximos 10 años a lograr 60 mil toneladas por día. El mineral que posee una
ley de 1,55% de cobre será, de acuerdo a lo informado, de tamaño un poco menor
a El Teniente y será bastante mecanizado, ocupando a 400 personas.
En tanto en la Compañía Minera
Carolina de Michilla, Lukšić está invirtiendo la suma de US$ 40 millones.
La explotación del mineral está llegando a producir cerca de 2 mil toneladas al
día de cobre fino, equivalente a 17 mil toneladas anuales. En la Compañía
Minera Cerro Negro se está produciendo en tanto 400 toneladas de cobre fino
fundamentalmente, y también, plata. Esta empresa se encuentra en producción
desde hace cuatro años, tratando en la actualidad 36 mil toneladas mensuales.
También en el rubro minero, la
reciente adquisición que hiciera Lukšić de la mina de oro denominada
"Rodalquilar", ubicada en Almería, España, a la compañía americana
St. Joe (de propiedad del grupo australiano Bond) entrará en diciembre en etapa
de explotación. Para estos efectos, Lukšić se asoció con la firma inglesa
"Cluff Oil" quien financió parte del proyecto, que contempla una
planta con capacidad de tratamiento de mil toneladas al día de material para
llegar a producir 45 kilos de oro al mes.
Entre algunos de los proyectos
que el empresario estaría analizando, dentro del mismo rubro minero, se
encuentra el sondeo de la mina de cobre El Tesoro, ubicada en la zona de
Antofagasta, y el estudio de comprar un yacimiento en Zimbabwe, en el
continente africano.
Luego de que los principales
socios de Forestal Colcura, la misma Antofagasta Holdings y Forestal Quiñenco
(también empresa del grupo Lukšić), vendieran en exitosa negociación su
presencia mayoritaria (un total de 83,44%) en la empresa forestal por cerca de
US$ 60 millones, hubo quienes pensaron que el grupo Lukšić estaba
abandonanando el rubro Percepción que resulta equivocada al trascender que
Lukšić estaría buscando un socio en Finlandia para instalar una fábrica de
celulosa de fibra corta (similar al proyecto que se encuentra materializando la
empresa internacional Shell, el banco americano Citibank y la firma
norteamericana Scott Worldwide Inc.). La idea sería utilizar los activos que
posee la sociedad del grupo Ganadera y Forestal Quechumalal que posee 50 mil
hectáreas de las cuales 30 mil están plantadas. Además existirían prospectos
del grupo para ampliar las superficies forestadas.
Finalmente, cabe destacar que la
empresa Antofagasta Holdings ganó durante los primeros 6 meses del año 8,3
millones de libras esterlinas, cifra que asciende a 19,5 millones por efecto de
los ingresos producidos por la venta de las acciones de Forestal Colcura. Todo
el año 87 la empresa anotó ganancias después de impuestos por 11,8 millones de
libras. Hasta el último ejercicio, los ingresos de la empresa provenían
fundamentalmente de la operación del ferrocarril que corre de Antofagasta a
Bolivia, y de Antofagasta a Salta, comenzando recientemente a tener mayor incidencia
las inversiones mineras y forestales. El ferrocarril moviliza cerca de 1,5
millones de toneladas y sus principales clientes son Bolivia, Chuquicamata,
Mantos Blancos y Las Azufreras. Potencialmente se incorporarán las empresas que
están iniciando importantes proyectos mineros en la zona."
ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA
El 8 de octubre ppdo. tuvo lugar
en San Pedro, California, el festejo con motivo de la elección del "Hombre
del año", iniciativa tomada hace ya ocho años por el Club Republicano
Croata y La Mujer Croata, dos organizaciones del Partido Campesino Croata de
California. En los años transcurridos fueron honrados con este título varias
destacadas personalidades croatas y norteamericanas.
Este año fue elegido como
"Hombre del año" el doctor Mate Meštrović, Presidente del Comité
Ejecutivo del Consejo Nacional Croata. Presenció el acto numeroso público
croata, destacados re-presentantes croatas y norteamericanos, entre éstos Joane
M. Flores en representación de la ciudad de Los Angeles. El historiador
norteamericano C. M. McAdams pronunció el discurso al entregarse la distinción
al doctor Meštrović y destacó sus valores personales y la actividad que
desarrolla. Se refirió en particular a su rol como presidente del Convite
Ejecutivo del consejo Nacional Croata, a su fructífero empeño de promover la
unidad nacional del pueblo croata en su lucha por la libertad e independencia.
Al agradecer el galardón
recibido el doctor Meštrović resumió los recientes sucesos políticos que
llevan a Yugoslavia hacia su desintegración. Destacó que el actual momento
histórico exige de nosotros el máximo esfuerzo y la unidad de todos los grupos
políticos croatas en la diáspora y en la Patria para hacer realidad nuestros
anhelos nacionales. Las palabras del Dr. Meštrović fueron acogidas con
aceptación unánime.
El gobernador del Estado de
California dirigió al doctor Meštrović una carta personal felicitándole
por la distinción recibida. Asimismo fueron entregados al Dr. Meštrović
varios reconocimientos oficiales de la ciudad de Los Angeles y del Senado de
California.
SAN MARINO
Como informa Matica, la
publicación mensual, que se edita en Zagreb, capital de Croacia, en el número
7-8 (julio-agosto 1988) entre numerosos huéspedes extranjeros, que este verano
visitaron el Mar Adriático, se encontraba también la señora María Lea Pedini.
Ella es una de las pocas mujeres en el mundo que tuvo el honor de ejercer la
presidencia de la república. En el año 1981 fue elegida como tal al frente de
la República de San Marino, como la primera mujer en 1.700 años de historia de
este minúsculo estado, enclavado en la parte más alta del monte Titano, en
Italia meridional [1].
María Lea Pedini, la primera
presidenta, o primera mujer "capitana regente" de San Marino es de
origen croata. Sus antepasados vinieron a San Marino desde la isla Rab en la
provincia croata de Dalmacia.
La pequeña república de San
Marino fue fundada por un dálmata de nombre Marino hace 17 siglos. Marino había
nacido en el siglo IV en el pueblo de Lopar en la isla de Rab [2]
La ex presidenta señora María
Lea Pedini, que hoy es ministro de turismo de una de las más pequeñas
repúblicas en el mundo, ha manifestado a los periodistas su alegría por visitar
la patria de sus antepasados. Varios días estuvo en la isla de Rab y también
visitó el pueblo de Lopar, lugar de nacimiento del fundador de San Marino.
La República de San Marino y las
autoridades de la isla de Rab ya hace varios años trabajan juntos en diferentes
proyectos, muy especialmente de turismo y firmaron un acta solemne de
cooperación mutua.
Como una curiosidad especial hay
que destacar el gran interés por el croata en San Marino. Sobre este tema la
señora Maria Lea Pedini ha manifestado a los periodistas lo siguiente:
"Existe, de verdad, interés
por el idioma de nuestro antepasado Marino, cuya leyenda todavía vive. En la
catedral de San Marino se guardan los restos del fundador de nuestra república.
Pueden informar a sus lectores, que dentro de poco tiempo, comenzaremos en la
república más pequeña del mundo, con los cursos de croata, para poder
comunicarnos directamente con nuestros queridos amigos de la isla de Rab.
También tenemos programadas algunas otras interesantes iniciativas de
confraternidad entre San Marino y la isla de Rab."
Lj. P
VENEZUELA
El 19 de agosto del corriente
año prestó juramento Eduardo Prašelj, de ascendencia croata, como nuevo
viceministro de Energía y Minas de Venezuela.
Eduardo Prašelj Grizelj nació en
Linz, Austria, el 4 de noviembre de 1947 y llegó con sus padres a Venezuela a
los once meses de edad. Es por tanto venezolano por nacimiento de acuerdo a la
Constitución venezolana. En su casa aprendió el croata, idioma que sigue usando
en el trato diario con sus familiares. Visitó Croacia en dos oportunidades.
El nombramiento del ingeniero
Prašelj fue ampliamente comentado por la prensa y TV venezolanas. Del artículo
titulado "Este personaje es noticia: Eduardo Prašelj", publicado en
el diario El Mundo de Caracas (22-8-1988), extraemos su curriculum profesional:
"Ingeniero químico,
Especialista en economía petrolera. Doctor en Ciencias Económicas. Profesor
universitario. Recientemente el Ministro de Energía y Minas, Julio César Gil lo
designó Director General de ese despacho. Profesional de valía, con probada
vocación de servicio. Obtuvo el grado de ingeniero químico en la Universidad
Central de Venezuela en 1969. Hizo el curso de postgrado en Economía Petrolera
en el Instituto Francés del Petróleo, en París Francia, 1975. Dos años más
tarde se doctoró en ciencias económicas en la Universidad de Dijón, Francia. Ha
estado siempre muy vinculado al área petrolera. Es funcionario de Petróleos de
Venezuela desde 1977. Hasta el momento de ser designado Directos General del
Ministerio de Energía y Minas, se encontraba asignado por PDVSA como gerente de
planes Corporativos en la División de Planificación Corporativa de Petroquímica
de Venezuela, Pequiven (1985).
Entre los numerosos trabajos que
ha desempeñado, podemos mencionar Gerente de Análisis de Proyectos de Pequiven
(1987-88); Asesor del Ministerio del Ministro de la Secretaría de la
Presidencia (1986); Asesor del Presidente del Instituto de Comercio Exterior
(1985); Asesor del Ministro de Estado para Asunto Económicos Internacionales
(1980-85) . Es asesor ad-honorem en asuntos económicos internacionales del
Ministerio de Relaciones Exteriores desde 1987. En Petróleos de Venezuela
laboró como asesor en la coordinación (82-84). Fue ingeniero en la Gerencia de
Gas de la Corporación Venezolana del Petróleo (1972-73). Supervisor de
producción e ingeniero de control de costos en la Procter y Gamble de Venezuela
(1969-72).
Desde 1979 es profesor en el
post-grado de Economía y Administración de la Hidrocarburos de la Facultad de
Ciencias Económicas Sociales de Venezuela. Ha representado a Venezuela en
numerosas reuniones y even-tos internacionales, en particular la Conferencia
sobre Cooperación Económica Internacional (Diálogo Norte-Sur), celebrada en
París de 1975 a 1977; la Conferencia de las Naciones Unidas sobre fuentes de
energía nuevas y renovables (Nairobi, 1981); la Conferencia de Alto Nivel sobre
Cooperación Económica entre países en desarrollo (Caraballeda, 1981) y la IV
Conferencia General de la ONUDI (Viena, 1984).
También ha asistido a eventos y
seminarios sub-regionales (Grupo Andino, SELA, Grupo de los 77 y ALALC).
Preside el Comité de Expertos del Fondo Fiduciario Manuel Pérez Guerrero para
la Cooperación Económica y Técnica entre países en desarrollo (CRC). "
Studia Croatica felicita al flamante viceministro de Energía y Minas de
Venezuela, Eduardo Prašelj, como también a sus padres y familiares.
Lj. P.
Comunicado de la Oficina de Informaciones
Croata en Bonn sobre la conferencia de prensa ofrecida por la Liga
Internacional por los Derechos del Hombre para entrevistar al profesor
Vjenceslav Čižek:
La renuencia de las autoridades
yugoslavas a otorgar el pasaporte al profesor Vjenceslav Čižek, quien
fuera liberado del Instituto Penal de Zenica el 29 de julio de 1988, se
revirtió tan repentinamente que la Liga Internacional por los Derechos del
Hombre apenas llegó a tiempo al aeropuerto de Francfort para recibirlo la noche
del 7 del corriente mes de noviembre. La causa fue muy sencilla: una condición
impuesta por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania Federal en
vísperas de la visita oficial del Ministro de Relaciones Exteriores yugoslavo
Budimir Lončar a Bonn. Por otra parte, de esta misma manera el profesor
Čižek había sido liberado antes de la llegada a Zadar del Dr. Gensoher,
Ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania.
El 9 de noviembre de 1988 la
Liga Internacional por los Derechos del Hombre organizó en Francfort una
conferencia de prensa para presentar al profesor Čižek, quien participó de
la misma acompañado por el encargado de la Sección de Informaciones de la
mencionada Liga, el señor Ziegler, y por un intérprete, ya que después de diez
años y seis meses de cárcel yugoslava a Čižek le costaba hablar en alemán,
aun cuando no había necesidad de traducir las preguntas. Čižek acotó al
respecto que era un verdadero milagro que todavía fuera capaz de hablar en su
propio idioma.
El meollo de todo lo que
Čižek dijo en el curso de esta conferencia de prensa está resumido en la
pregunta de una joven periodista alemana: "Yo tengo una sola pregunta:
díganme ¿cómo puede un hombre aguantar todo esto, qué mecanismos debe
desarrollar en su interior para siquiera sobrevivir físicamente, para no perder
la razón, para no quedar destrozado?".
Čižek respondió
reformulando un tanto las palabras, con las que había explicado al comienzo que
en la cárcel se había considerado a sí mismo como un hombre común al cual le habían
sido negados los más elementales derechos humanos y que su conciencia y cada
átomo de su ser le habían ordenado rebelarse contra este atropello para
conservar su dignidad humana. "Yo no he reaciconado como político, ni como
intelectual, ni como poeta, me he rebelado como un hombre común". Fue esto
lo que le dio fuerzas para resistir y para sobrevivir en esta desigual lucha.
Vjenceslav Čižek está casi
ciego, apenas distingue entre la luz y la oscuridad, y vislumbra los contornos
cuando alguien se le acerca hasta casi tocarlo. Por lo tanto no tiene
anotaciones y para participar de una conferencia o para hacer un informe sólo
puede recurrir a su memoria. En esta oportunidad empezó su exposición
agradeciendo a quienes de una manera u otra han intercedido a su favor. Nombró
a diferentes orgInizaciones internacionales, a algunos políticos alemanes y a
personas que han estado particularmente activas en su causa. Naturalmente, por
ahora Čižek no conoce la verdadera envergadura de esta acción, ni está al tanto
de muchos acontecimientos que tuvieron lugar en este lapso a nivel mundial y
dentro del pequeño mundo de la diáspora croata.
Seguidamente pasó a describir su
secuestro y su cautiverio en la UDBA (policía política yugoslava), cómo fue
llevado ante el tribunal y su vida en la prisión de Zenica. De paso cabe
destacar que estos son los primeros datos verdaderamente incontrovertibles que
se dan a conocer en el sonado caso Čižek.
Relató que durante su viaje de
Saeckingen (Alemania Federal) a Milán (Italia), el día 11 de noviembre de 1977,
en el sector Como-Milán, antes del empalme con la autopista, un auto se
adelantó al coche en el cual viajaba. Profiriendo improperios, tres hombres lo
sacaron a la fuerza del vehículo, le propinaron una paliza, causándole lesiones
en el hombro y en el ojo y lo empujaron al segundo coche. Lo último que
recuerda es que lo ataban y que le ponían un algodón empapado bajo la nariz.
Luego perdió el conocimiento y quedó en un estado de semiconciencia en el cual
estaba consciente de que existía pero sin fuerzas para intentar algo, sin poder
oír claramente ni ver, salvo rayas o puntos luminosos. Salió de este estado a
la noche siguiente. Las primeras palabras que escuchó fueron: "Compañero
profesor, estás en manos de los servicios de seguridad yugoslavos en algún
lugar de Europa". Allí permaneció tres meses atado, bajo la viglancia de
tres custodios que estaban permanentemente a su lado. Ellos dormían y cocinaban
allí, lo alimentaban y lo afeitaban. De palabras aisladas que lograba pescar
cuando estos hombres conversaban entre sí Čižek dedujo (pero sin tener
completa seguridad) que lo habían llevado en automóvil hasta Bari, luego en
barco a Bar y que estaba confinado en Risan. El recinto donde se hallaba estaba
muy bien amueblado y el edificio se hallaba en un bosque, un buen escondite de
la UDBA para "tareas políticas especiales". De todo cuanto le sucedió
y de lo que le tocó vivir, prometió hablar en detalle más adelante. Después de
tres meses fue trasladado en prisión preventiva a Sarajevo, donde permaneció
seis meses incomunicado, en manos de la UDBA. Cómo le fue allí, surge de su
respuesta a, una pregunta que se le formuló más tarde.
Le preguntaron qué era en
realidad lo que querían averiguar. Čižek respondió que querían conocer los
"planes de la emigración para derribar el estado yugoslavo". Ante su
insistencia de que tales planes no existían, ellos aseguraban tener en las
manos un "documento". Čižek contestó que mentían puesto que tal
documento no existía. Esta contestación le valió diez días de permanecia de
pie, es decir que día tras día, cada día durante veinte horas, tenía que
permanecer de pie, sin moverse, y durante cuatro horas podía permanecer
acostado en el suelo con las manos y los pies atados. Su único alimento era un
líquido sin sólidos, supuestamente sopa.
El juicio propiamente dicho fue
secreto, sin testigos, e insumió apenas cuatro días. Cuando le concedieron la
palabra, Čižek dijo solamente: "Amo a mi patria por encima de
todo". La sentencia fue dictada el 8 de agosto de 1978. La condena fue de
quince años de cárcel, pero la pena fue luego reducida a trece años de los que
purgó diez años y seis meses. Esa misma noche del 8 de agosto el administrador
de la cárcel de Sarajevo lo condujo a la cárcel de Zenica, donde lo entregó al
administrador del Instituto Penal Fadil Lipničević, quien se encargó
personalmente de encerrarlo solo en una celda. Allí permaneció cuatro meses.
Durante este tiempo, nadie tuvo noticias de él, y no estaba anotado en los
registros del presidio, de suerte que podría haber desaparecido sin que pudiera
responsabilizarse a las autoridades del Instituto Penal de Zenica ya que
oficialmente nunca había estado allí. Luego lo transfirieron a la así llamada
cuarentena, donde permaneció otros cuatro meses.
Se trata en realidad de un
aislamiento que como regla dura un mes. Del informe de Miljenko Pehar sabemos
que sirve para que un psicólogo, en colaboración con la UDBA, interrogue al
preso con el fin de evaluar su personalidad y la presunta peligrosidad de su
influencia sobre los demás y para determinar qué tipo de trabajo le conviene.
Este período debería servir, a la vez, para que el preso se acostumbre a la
cárcel. Pehar dice, por ejemplo, que en la cuarentena se aconseja a los
criminales comunes que no se junten con los presos políticos, o bien se los
induce a espiar las conversaciones de los políticos e informar a la
administración. Como retribución se les promete una reducción de la condena o
algún otro privilegio mientras están purgando sus condenas.
Seguidamente, el profesor
Čižek describió la cárcel de Zenica y la vida en ella como un verdadero
infierno que sobrepasa todo lo imaginado por Dante. Contestó detalladamente a
las diferentes preguntas, con lo cual dio mayor énfasis a su informe. Para los
alemanes es inconcebible, desde luego, que en un espacio de treinta y tres
metros de largo por siete de ancho puedan dormir ciento veinte presos:
criminales comunes y presos políticos, enfermos y sanos, epilépticos,
drogadictos, asesinos, viejos y jóvenes; que en toda la cárcel, durante todo el
día, haya solamente dos horas de silencio, después de la cena y hasta la hora
de dormir; que fuera de este breve lapso todo el tiempo funcionen los
altoparlantes, en los dormitorios, en Ios baños, en el patio, en todas partes. Durante
estas dos horas, Čižek intentaba consignar a la memoria y repetir los
acontecimientos diarios, las ideas relacionadas con ellos, hacer ejercicios
para no olvidarlos, ya que no podía hacer anotaciones. Anteriormente, solía
escribir poesías en versos libres, pero en la cárcel las transformó en versos
con rimas para recordarlas más fácilmente, y las repetía hasta saberlas de
memoria.
Un claro ejemplo del trato que
se daba a los presos políticos fue lo que sucedió con un nacionalista servio,
el Doctor Vojislav Šešelj. Al ver que Šešelj con cierta frecuencia solía
conversar con Čižek, los carceleros le propinaron una paliza gritando:
"¿Por qué corres todo el tiempo detrás de este ustasha?".
Respondiendo a una pregunta,
Čižek dijo que había llegado a la conclusión que tanto su secuestro como
el encarcelamiento y todo lo que siguió se hizo por orden y según las
instrucciones de un tal Zgonjanin, quien era entonces jefe de la UDBA de la
República Socialista de Bosnia y Hercegovina y fue luego Ministro del Interior.
Tan pronto como haya
regularizado su situación en la República Federal de Alemania y ante todo
cuando haya hecho los exámenes médicos para determinar si una operación
quirúrgica aún podría salvarle la vista, Čižek piensa grabar en una cinta
magnetofónica una minuciosa descripción de su vida en la cárcel, para que quede
como un permanente testimonio del tratamiento inhumano y de las constantes
persecuciones que los croatas sufren en Yugoslavia. Para dentro de unos pocos
días varios prestigiosos periódicos alemanes han anunciado la visita de sus
corresponsales a Čižek. Asimismo están programadas las visitas de
representantes de diversos programas radiales también con el fin de hacerle
entrevistas.
Terminada la conferencia de
prensa, los croatas allí presentes se quedaron un largo rato más para conversar
con Čižek y para expresar la admiración que sienten por él y su
agradecimiento por haber infundido a otros que sufrían y sufren como él la
fuerza y el valor para perseverar en su testimonio para Croacia.
Este informe, desde luego, no
contiene todos los detalles del relato de Čižek. Sin embargo, nos parece
importante agregar que contestando una pregunta referida a los presos
albaneses, Čižek dijo que se los trata peor que a los animales, que los hay
desparramados en todas las cárceles yugoslavas, que todo el tiempo están
llegando nuevos y continuamente son transferidos, de suerte que nunca se sabe
si van a otra cárcel o si van a ser puestos en libertad. En consecuencia, con
excepción de las autoridades, nadie conoce el exacto número de presos
albaneses, pero él está seguro que asciende a muchos miles.
En oportunidad de la reciente
estadía del Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania Occidental, Hans Dietrich
Genscher (4 al 6 de agosto) en Zadar, el ex preso político croata Dobroslav
Paraga, envió al eminente político alemán una carta apelación, en la cual se
queja del modo de proceder de las autoridades yugoslavas hacia él y otros
presos politicos que cumplieron sus condenas en la cárcel. Actualmente, D.
Paraga vive en Eslovenia y es miembro de la Federación Internacional de
Helsinki, constituida para vigilar el cumplimiento de los compromisos del acta
final de Helsinki en Yugoslavia.
En la carta pide a Genscher que
manifieste frente al gobierno yugoslavo la preocupación de su gobierno por
"el constante incumplimiento de las disposiciones y la no aplicación de
algunos puntos importantes del acuerdo de Helsinki en territorio
yugoslavo".
Se menciona que "es lamentablemente
imposible de pasar por alto el hecho de que Yugoslavia tenga mayor número de
presos políticos que todos los Estados de Europa Oriental juntos. Paraga
escribe que constantemente se detienen y castigan con altas penas, a cumplir en
las cárceles a los albaneses de Kosovo y que en todo momento hay en las
cárceles más de mil doscientos", lo que por sí mismo representa la bomba
sobre la cual descansa la actual Yugoslavia y al mismo tiempo el potencial foco
de la inestabildad europea".
Paraga sostiene que en la
República Socialista de Croacia durante 1987, "se iniciaron alrededor de
ciento cincuenta presentaciones ante tribunales por delitos políticos". En
ese contexto menciona su segunda condena y la persecución de una república a
otra, su libertad condicional y la prohibición por tres años, para dirigirse a
la opinión pública, "solamente porque testifiqué públicamente y escribí de
las terribles condiciones en las cuales viven los presos de conciencia en 'Goli
Otok' y en otras cárceles yugoslavas", en las que él mismo pasó varios
años.
A Genscher se le da a entender
que llega a una tierra "en la que el pedido de amnistía para los presos
políticos es declarado un crimen, en la que a los críticos del gobierno se les
cierra la boca con condenas judiciales, se les quita el derecho a trabajar y a
la existencia y no se les permite salir de Yugoslavia". "Estará en la
tierra", escribe Paraga, "donde a los hombres que vuelven de su
trabajo en Alemania en algunas partes de Bosnia y Herzegovina (Duvno, Livno,
Medjugorje) por la fuerza le quitan el dinero ganado a costa de muchos
sacrificios, con el pretexto de tenerlo con ellos, en vez de entregarlo a los
bancos estatales".
Dobroslav Paraga advirtió
particularmente al Ministro de Relaciones Exteriores alemán sobre los problemas
de los ex-presos de conciencia y de los miembros de su familia, a los que se
les quita el derecho a trabajar o el de salir al extranjero, "y muy a
menudo lo primero y lo segundo". Menciona el caso de su hermano mayor
Domagoj, al que le quitaron el pasaporte por el hecho de ser hermano de una
persona condenada, a pesar de que nunca fue ni encarcelado ni condenado.
"Se trata en realidad de una venganza del gobierno en contra de nuestra
familia, por haberse comprometido en la defensa de los derechos humanos en
nuestra tierra y en el mundo", dice Paraga.
Menciona también ejemplos de
ex-presos políticos (Tonči Marinković, Stjepan Gašpar, Mirna
Sunić, Nikola Novaković, Jakov Ćurić, Mladen Lažeta, Dražen
Budiša, Luka Podrug, Zlatko Tomičić, Marko Veselica, Milan
Mladenović, Ante Kovačić, Vojislav Šešelj) "los que son
algunos pocos de las miles de personas a las que les fueron quitados sus
pasaportes, ya sea individualmente o a toda la familia" (allí se nombran
las familias Kraljević, Sunić, Sarajlić, Olujić y otras) -
"lo que es señal de profunda discriminación política, pisoteo de los
derechos humanos elementales y permanente aterrorizamiento de individuos y
pueblos de los que se exige sumisión y silencio".
Al final de la carta, D. Paraga
pide al Ministro de Relaciones Exteriores alemán, que haga conocer al gobierno
yugoslavo su apelación y que pida "por lo menos la resolución de los casos
concretos en que fueron quitadas la libertad de movimiento y la restitución de
los pasaportes a los mencionados ciudadanos yugoslavos, lo que estaría de
acuerdo con los acuerdos de Helsinki sobre la libertad de movimiento de las
personas e informaciones...".
Transcribimos a continuación la
información publicada bajo este título en La Prensa de Buenos Aires, el
5 de octubre de 1988:
Londres, 5 (EFE) — Los derechos
humanos en el mundo presentan un "panorama lamentable", según el
informe anual, correspondiente a 1987, de la organización Amnistía Internacional
(AI) publicado hoy en Londres.
El informe subraya que
"aunque todos los estados miembros de las Naciones Unidas respaldan
formalmente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, son muchos los
que consideran subversivos los ideales que en ella se consagran, y dan muerte,
torturan y encarcelan a las personas que tratan de defenderlos".
Entre las principales
conclusiones globales del informe, que hace un estudio detallado de la
situación en 135 países, figura la de que al menos en la mitad de éstos
"se encarcela a personas por expresar sus opiniones, a menudo después de
juicios que no son más que una farsa".
Entre los países con presos
políticos se encuentran Etiopía, Kenia, Sudáfrica, Bolivia, Cuba, Nicaragua,
Perú, Corea del Sur, China, Checoslovaquia, Grecia, Turquía, URSS, Irán, Irak,
Israel y Marruecos.
El informe concluye asimismo,
que en más de un tercio de las naciones estudiadas "funcionarios públicos
torturan a hombres, mujeres e incluso niños" y que en numerosos países las
autoridades "no dudan en secuestrar y asesinar a sus ciudadanos para
conseguir sus objetivos".
En el primer grupo se encuentran
países como Zaire, Brasil, Chile, Honduras, China, India, España, Polonia,
Turquía, Grecia. Yugoslavia, Argelia, Egipto y Siria. En el segundo, aparecen
entre otros, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala y Chile.
Con respecto a la pena de
muerte, el informe señala que "en más de 120 estados existen legislaciones
que establecen el derecho a ejecutar a las personas declaradas culpables de
ciertos delitos, y en más de un tercio de ellos llevan a cabo todos los años
este tipo de homicidios premeditados".
En 1987, se impusieron en el
mundo 1.200 condenas de muerte en 62 países, y ejecutaron al menos a 760
personas en 39 países, señala el informe, que advierte, no obstante, que estas
estadísticas son incompletas y que las cifras reales pueden ser mucho más
elevadas.
Entre los países con mayor
número de condenados a la espera de ser ejecutedos, el informe señala los
Estados Unidos -1.982 reclusos— y Paquistán, cuyo número total de condenados se
desconoce pero en cuya provincia de Punjab hay 1.500 condenados a muerte.
A pesar de tan negativas
conclusiones, AI rechaza todo escepticismo respecto a la declaración de
derechos del hombre y señala en su informe los avances habidos en este campo
desde su promulgación, en 1948.
Como hecho positivo añadió, la
organización destaca la existencia de un movimiento de derechos humanos
auténticamente universal, integrado por más de un millar de organizaciones que
denuncian sistemáticamente a los gobiernos que los violan.
Hoy en día, una sola muerte
puede provocar oleadas de indignación y protestas en todo el mundo. La tortura
y muerte de un estudiante en 1987 en Corea del Sur dio lugar a una publicidad
que fue seguida por la detención de funcionarios de policía y la dimisión de
ministros. Esto no siempre sucede, pero "puede ocurrir", señala AI.
Sobre la organización de sí
misma, el informe señala que a comienzos de 1988 había secciones de AI en 47
países, 3.683 grupos de voluntarios y más de 700.000 miembros y simpatizantes
en más de 150 países.
En el capítulo de estadísticas,
el informe señala que "en 1987, un total de 3.534 personas estaban
adoptadas como presos de conciencia o se investigaba su caso como posibles
presos de conciencia. Se comenzó a actuar sobre 1.128 nuevos casos de presos y
1.689 presos quedaron en libertad durante el año".
Cómo se movían las fronteras de
servicios ortodoxos y croatas católicos e islamitas en los tiempos de la
dominación otomana Todo hombre tiene el inalienable derecho de pertenecer al
pueblo en que nació, o al que se incorporó abrazando su herencia e identidad.
Así también, todo hombre tiene
derecho de aceptar o no la religión de sus antepasados o adherirse a otra, que
le convenga según su conciencia. No tiene sentido el que los hombres de hoy
exijan que alguien vuelva a la fe de sus padres, o que abrace la nacionalidad a
la cual posiblemente pertenecían sus abuelos. Toda coacción que se ejerza en
tal sentido, es contraria a los derechos fundamentales del ser humano. Pero, se
multiplican en este tiempo nuevos escritos, conversaciones y estudios
seudo-científicos sobre la conversión a la fe católica de las regiones que antes
pertenecieran a los ortodoxos, además, dichas unificaciones son con requisación
de templos ortodoxos. Es necesario conocer la verdad por medio de los serios
trabajos de los historiadores: cómo en los tiempos de los otomanos se movían
los límites de nuestras tierras de los servios ortodoxos y también de los
croatas católicos e islamitas. No es para que cada uno vuelva a la religión o a
la nacionalidad de sus antepasados, sino para que se aclaren los mitos seudo
científicos de que la Iglesia Católica en esto cometiera un crimen.
Las conquistas otomanas
extendían los límites nacionales y religiosos de los servios
El Dr. Fray Andrés Nikić,
que hace poco ha publicado su estudio "Las características de las
circunstancias religiosas en Herzegovina en el siglo 17" (Editorial
franciscana de Mostar, 1988), nos da a conocer preciosos datos "del paso
de la población católica a la ortodoxa, especialmente después de la renovación
del patriarcado de Peć el año 1557 y en el siglo 17"; aportó también
una cantidad de datos científicamente comprobados en el estudio
"Franciscanos, los tutelares de nuestros católicos bajo la dominación
otomana hasta el año 1597" que editó en la revista Tavelić,
1981. Nikić escribe sirviéndose de los documentos de los archivos de los
conventos franciscanos de Bosnia y Herzegovina, con las obras de los mejores
escritores croatas, servios y de los otros que escribieron sobre ese problema.
Investiga también en los archivos de Roma y Constantinopla.
Del mismo material se servía
también Dr. Fray Domingo Mandić de cuyos escritos cita Nikić. Ese Dr.
Domingo Mandić es el mismo que, viviendo en Roma en 1941, protestaba
enérgicamente contra el maltrato de los servios en nuestros territorios y de
los pases compulsivos de los mismos de la ortodoxia al catolicismo. De esto
sale claro que los historiadores serios quienes saben a qué nacionalidad o
confesión pertenecían los antecesores de servios y croatas, ortodoxos o
católicos en nuestros territorios en aquel tiempo parte del imperio otomano, no
podía imaginarse que alguien se sirviese de sus investigaciones para demostrar
la desnacionalización o traspasos confesionales. Pero es verdad, corno hace
unos años confesó un alto dignatario de la iglesia servia ortodoxa que las
conquistas otomanas extendían las fronteras servias confesionales y nacionales.
Así muchos actuales ortodoxos (como también actuales musulmanes) en Bosnia,
Herzegovina, Montenegro y en las partes de la SR Croacia, provienen de los
anteriores croatas católicos.
El peligro de los límites de la
destrucción
Para evitar la confusión
aclaremos que esto no tiene ninguna influencia sobre la actual situación
religiosa y nacional. Si consideramos la historia encontraremos un continuo
fluir y mezclar de los pueblos y culturas, con el consiguiente cambio de
costumbres, lenguas y confesiones. Casi todos los pueblos de la Europa de hoy,
después de los grandes movimientos étnicos son nuevos en las patrias que
habitan ahora y que antes pertenecían a otros pueblos. También todos los
cristianos actuales antaño eran paganos, y podemos alegar también que los
ciudadanos de ahora antes eran campesinos. Como no queremos que esos vuelvan
otra vez a ser campesinos, así tampoco queremos que alguien vuelva a la
nacionalidad o religión de sus antepasados. Lo malo es cuando alguien en base a
los datos, a veces irreales, sobre los cambios de las fronteras nacionales o
religiosas, recientes o pasadas, ahora inspira desacuerdos entre Iglesias v
naciones y afirma los mitos de destrucción de una o genocidio de otra parte.
Por tal razón los referidos estudios de Nikić, como también toda la
literatura científica que él alega, tienen un precioso valor en nuestros días.
La defensa del peligro de
ortodoxia
En el folleto
"Características de las circunstancias religiosas en Herzegovina en el
siglo 17", página 18 y siguientes, en el capítulo "Paso a la
ortodoxia", se relatan concisamente los datos sobre los planes de la
Iglesia ortodoxa en Bosnia y Herzegovina de aquella época v de la defensa, más
o menos exitosa, de los católicos de parte de los Franciscanos; de la pérdida
de los católicos: materiales y personales en el siglo 16; de toda una gama de
tendencias de los patriarcas, metropolitanos y dignatarios ortodoxos, para
inducir a los católicos durante el siglo 17 bajo su jurisdicción, como es el
caso del paso de los católicos de Trebinje que han sido convertidos en
ortodoxos; del verdadero fondo del conato de dicha unificación religiosa y
especialmente de las ofertas oficiales de los metropolitanos servios para
efectuar la unión con la Iglesia Romana. Para la mayoría de los lectores estos
datos son sorprendentes.
Pero aparte de los argumentos
científicos, esto confirma la bien conocida realidad, es decir, que la
autoridad otomana daba a la Iglesia ortodoxa, que en su territorio tenía su mayor
representante eclesiástico, muchos más privilegios que a los católicos, que han
sido siempre sospechosos por sus relaciones con las potencias católicas
occidentales y mayormente con la Santa Sede, que oportunamente apoyaba y
ayudaba los conatos bélicos contra el avance otomano. Para los súbditos del
imperio otomano era más provechoso y real pasarse al islamismo. Muchos
católicos de Bosnia lo efectuaron a causa de la presión de parte de los turcos
o por la falta de sacerdotes que los asistieran. Aquellos fieles católicos que
quisieran ser menos sospechosos para las autoridades y permanecer cristianos
teniendo una asistencia religiosa y sacramental, pasaban a los ortodoxos.
Son innumerables los documentos
que hay en los archivos que nos dan a conocer cómo los patriarcas y
metropolitanos ortodoxos urgían a los párrocos y conventos a que se sometan a
su jurisdicción, como a su legal autoridad eclesiástica en aquel territorio.
Que les pagaran a ellos las contribuciones y que, finalmente los católicos se
convirtieran en ortodoxos. En cuanto a los Franciscanos que siguieran como
monjes orientales ortodoxos les era menester hacer conocer a los jueces turcos
que los católicos no eran de la misma religión de los ortodoxos y que el culto
de ellos era distinto y que no podían someterse a la autoridad eclesiástica de
los patriarcas, metropolitanos y dignatarios ortodoxos.
El infeliz cambio del calendario
Es interesante el hecho que los
católicos en Bosnia y Herzegovina hasta el año 1590 celebraban las fiestas en las
mismas fechas que los ortodoxos porque estaba en uso el viejo calendario en
todo el mundo católico y ortodoxo. Por falta de sus sacerdotes, participaban en
el culto y en los sacramentos, con los ortodoxos y frecuentaban los templos de
ellos. Cuando en el mencionado año 1590 la Iglesia católica cambió el
calendario (El papa Gregorio XIII, en el año 1582 substituyó el calendario
juliano por el nuevo gregoriano por la mayor exactitud y hay unos cuantos días
de diferencia en la celebración de las fiestas entre uno y otro. —N. de T.),
para muchos católicos, que no habían sido suficientemente informados, eso era
un cambio de religión y para los avisados sacerdotes ortodoxos, era una ocasión
propicia para inducir a esos católicos a la confesión ortodoxa y así "conservar
su vieja religión".
De quiénes provienen los
ortodoxos en Bosnia y Herzegovina. Los datos
Es interesante que en Bosnia y
Herzegovina la ortodoxia no se haya extendido tanto por la inmigración de los
servios sino por la llegada de la armada otomana, compuesta por los soldados
no-servios "Vlasi" (Son los residuos de las tribus anteriores a los
romanos y que por conquistar ellos sus territorios, se retiraban a las
montañas. —N. de T.), y por los católicos croatas que pasaron a la fe ortodoxa.
Según la seria investigación científica, los ortodoxos en la actual Bosnia y
Herzegovina tienen su origen:
1. En los croatas de Bosnia y Herzegovina que profesaban la fe
bogomila. (Los bogomilos son seguidores de una secta fundada en el siglo X por
el pope Bogomil y que a los fines del siglo XII empezaron su penetración en
Occidente por Serbia y Bosnia. N. de T.) 2-3%
2. En los católicos croatas de Bosnia y Herzegovina que
abrazaron la fe ortodoxa 30-32%
3. En los no-eslavos (Vlasi), habitantes anteriores a la era
eslava 50-52%
4. En otros pueblos no eslavos: griegos, armenios, albaneses y
cíngaros 6-7%
5. En verdaderos emigrantes servios 8-10%
Esta verdad histórica que para
los católicos y ortodoxos que actual-mente se encuentran en nuestro territorio,
según el criterio que se tome, puede ser muy amarga, no obstante debería ayudar
a los unos y a los otros a llevarlos a aceptar la realidad, ayudarlos en la
recíproca convivencia y al respeto de su identidad nacional y religiosa sin
miramientos de lo que ha pasado en los tiempos idos.
Ž. K.
Traducción: U.Š.
Porqué los metropolitanos
ortodoxos servios en el siglo 17 buscaron ellos mismos "la
unificación"
En la prensa actual ortodoxa se
nombra varias veces las palabras "unión y unificación". Hace poco, en
ocasión del traslado de los restos mortales (reliquias) del duque servio Lázaro
de Belgrado en una peregrinación por los centros principales de la ortodoxia
servia, el obispo de Šumadia, Saba, entre otras oraciones dirigidas al duque
Lázaro, pidió la intercesión del santo para que preserve a la religión ortodoxa
del impúdico ataque de la propaganda "unijata" (unionista).
Seguramente conviene, para una mayor comprensión recíproca con los hermanos
ortodoxos, que también los vastos círculos de los lectores de una y otra prensa
religiosa sepan de qué se trata.
¿Quiénes son los
"unijati"?
Los fieles y comunidades de los
fieles a quienes los ortodoxos quieran llamar "unijati", demostrando
que en eso ven algo muy negativo, son aquellas comunidades de los fieles de
rito ortodoxo, que viven en plena unión con la Iglesia romana y aceptan la
prioridad de la autoridad del romano pontífice sobre toda la Iglesia. La
palabra "unija", como "unijati", proviene del latín y
significa "unificación". En el territorio de la anterior monarquía
austro-húngara para tales fieles prevaleció la denominación de
"griego-católicos", mientras ellos prefieren denominarse a sí mismos
católicos de rito oriental. En la RF de Yugoslavia están reunidos en la
diócesis de Križevci. Tienen sus obispos en Hungría, Eslovaquia y Bulgaria,
mientras en el territorio de SSSR, por estar prohibidos, trabajan
clandestinamente. El grueso de los griego-católicos, en los nombrados
territorios, renovaron o definitivamente confirmaron su unión con la Iglesia
romana a fines del siglo 16 o a principios del siglo 17. Hasta entonces
estuvieron bajo la jurisdicción de los patriarcas y metropolitanos ortodoxos.
Los griego-católicos en los territorios de Croacia derivan de refugiados
(Uskoci) que escaparon de la parte de la patria que en aquel entonces se
encontraba bajo el dominio turco y donde esos ortodoxos dependían de la
jurisdicción del patriarcado de Peć.
¿Qué quedó de todo eso?
Cuando a fines del siglo 17 se
refugió el mismo patriarca Arsenio Crnojević con un gran número de fieles
y sacerdotes en el territorio austro-húngaro, se afirmó en nuestras tierras, la
jerarquía ortodoxa, bien organizada y Ia mayor parte de los "unijati"
volvió otra vez a la ortodoxia. De toda esa "unión", al principio del
siglo 17 quedaron unos diez mil griego-católicos y éstos se encuentran dentro
de los límites de la diócesis de Križevci. Allí está el fruto de toda esa
"unificación" de que tanto se habla. Vale repetir una vez más, que
los fieles del rito oriental u ortodoxos que, en el territorio de nuestra
tierra se unificaban con la Iglesia Católica, nunca cambiaban su rito, sino que
aunque unidos a los católicos, conservaban todas las costumbres eclesiásticas
ortodoxas, ritos, calendario, arquitectura, derecho canónico y la disciplina.
Así nunca podían amalgamarse con los católicos, siempre quedaban como
ortodoxos-griego-católicos. Al contrario, todos los católicos (como hemos visto
en el número anterior de La Voz del Concilio en el artículo "la verdad
libera a pesar de ser amarga"), que dentro del territorio turco, habían
pasado a la ortodoxia, obligatoriamente debieron aceptar el rito oriental
ortodoxo y dentro de ese bloque, resulta imposible reconocer los descendientes
de los que antiguamente eran católicos.
Las peticiones de los ortodoxos
para la unión con la Santa Sede
Para entender en modo correcto
en que consistía "la unificación", y el esfuerzo para que los
ortodoxos entren en la completa unión con el sucesor de Pedro, es menester
aclarar qué hacían en aquel entonces los representantes jerárquicos ortodoxos
en los Balcanes y especialmente en Bosnia y Hercegovina. Sobre esto escribe el
Dr. Fray Andrés Nikić, concisa y documentadamente en su estudio "Las
características de las circunstancias religiosas en Hercegovina en el siglo
17" (Mostar 1988), en el capítulo "la unión" (pp. 28 y ss.).
Por la mitad del siglo 17
repentinamente algunos jerarcas servios ortodoxos de la región dominada por los
turcos, enviaban a Roma a sus representantes, pidiendo al Papa que los
recibiera en plena unión eclesiástica: a ellos, sus sacerdotes y feligreses.
Allí tenemos "la unificación" a que conducían los mismos obispos
ortodoxos. Las pruebas, que cita el Dr. Nikić, se encuentran mayormente en
los archivos de la Congregación Propagación de la Fe. Allí se conservan los
escritos de los jerarcas ortodoxos y los protocolos de los contactos con los
representantes de ellos en Roma. Naturalmente el Dr. Nikić aporta sólo una
parte de los documentos existentes. Del mismo modo sabemos que Mandario,
jerarca eclesiástico de Macedonia, Montenegro y Cetinje, en el nombre de todos
los feligreses, de los acompañantes, duques y superiores, delante de los
testigos facultados por ta Iglesia romana, en el monasterio de la aparición de
la "beata" Virgen María, el 28 de Septiembre, según el calendario
antiguo u 8 de Octubre, según el nuevo. del año 1640, suscribió la confesión de
la Fe y así entró en la Comunión con la Iglesia Católica. Dicha Congregación ha
considerado ese documento en la sesión del 4 de Enero de 1641. Está escrito,
como el jerarca Mandario notificó, que tiene la intención de viajar a Roma para
considerar la unión entre la Santa Sede y el Patriarca de Peć. Los monjes,
que en esa oportunidad llegaron a Roma y trajeron los documentos, han sido
acompañados por las cartas de sacerdotes católicos de su vecindario. Parece
como observa el Dr. Nikić, que la solicitud de obtener las cartas de
recomendación de los sacerdotes católicos para presentarlas en Roma (en el
territorio que lindaba con la república de Venecia') daba a suponer la
disposición del pueblo cristiano, que esperaba la venida de la autoridad de
Venecia, y por consiguiente, el temor de los monjes ortodoxos de que la mayor
parte de la grey de ellos, de procedencia católica, regrese a su anterior fe
católica...
En el tiempo, en que todavía no
se sabía qué pasaría con Hercegovina después de la guerra de Candia (1645),
"el igumano (superior de los monjes) del monasterio ortodoxo de Tvrdos,
cerca de Trebinje escribe una carta al Papa Alejandro VII y solicita que venga
a Roma con tres o cuatro de sus monjes y así rendir obediencia y acatamiento a
la Santa Sede y exponer sus necesidades". Realmente él llegó a Roma el 7
de marzo del año 1661 y además con una carta de su hermano, el metropolitano
Vasilio.
Por qué ha sido rechazada la
misión del monasterio de Milesevo
Una vez confirmada la unión con
la Santa Sede, el superior de los monjes pidió un regalo con la respuesta a la
carta del metropolitano y la recomendación para los nobles católicos, una ayuda
económica y que dos estudiantes de ellos fueran aceptados como estudiantes en
Roma. Se le otorgó todo lo que solicitó. En los años siguientes el monasterio
de Zavala procedió de la misma manera. Pero la Congregación Propagación de la
Fe tuvo dudas acerca de la sinceridad de tales y tantos deseos de unión y
consultó sobre el asunto al obispo de Bosnia, Mons. Ogramić, que en esos
días se encontraba en Roma. Ese explicó a la Congregación, que el verdadero fin
de tales solicitudes de unión y viajes a Roma, era recibir la ayuda económica y
las donaciones, que después exhibirían a los católicos de Bosnia y Herzegovina
como testimonio que el Papa les paga el tributo como súbdito del patriarca de
ellas y además que es orden del mismo que así lo hagamos también nosotros, los
católicos latinos.
Para estar segura, la
Congregación solicitó al arzobispo de Dubrovnik y del obispo de Trebinje sus
respectivas opiniones. Cuando por la misma razón quisieron venir también los
monjes ortodoxos del monasterio de Milesevo, la Congregación de Propagación de
la Fe, no los quiso recibir.
Este breve escrito del Dr.
Nikić es solamente una llamada de atención para que se acceda al tan
mentado problema de "la unificación" con más serenidad y testimonios,
y menos gritos de propaganda.
LA CRISIS DEL ESTADO YUGOSLAVO
es comentada casi a diario por la prensa mundial de los últimos meses. La
verdad sobre el estado artificial yugoslavo opresor e ineficiente, foco de posibles
conflictos armados, sale a la luz cada vez con mayor nitidez. Publicamos a
continuación, en versión española, algunos enfoques de la prensa mundial sobre
este tema.
THE ECONOMIST de Londres publicó
el 15 de octubre de este año un calificado análisis de la crisis yugoslava
tratando de revelar sus raices y consecuencias. El artículo, titulado en forma
original y algo burlona "Yugo minus Slavia", nos introduce en el tema
con la pregunta:
Todo comenzó en Moscú en 1944
con una propuesta garabateada de Churchill. La influencia sobre Yugoslavia,
decía el papel que había entregado a Stalin, se dividiria en un 50% y 50% entre
Rusia y Occidente; Stalin dio su aprobación tildándolo con lápiz azul.
Ese pedazo de papel se ha
convertido en un test de las relaciones entre el Este y el Oeste. Muchos
sectores han mantenido su ojo vigilante sobre Yugoslavia observando con
nerviosismo cualquier indicio de que este país comunista no alineado pueda
estar inclinándose hacia el otro lado.
Los simulacros de guerra en
Europa que se realizan en Occidente imaginan su iniciación tanto con una crisis
en Yugoslavia como con un conflicto en Berlín.
Yugoslavia está ahora en crisis,
aunque ni el Este ni el Oeste aparentan haber tomado suficiente nota del hecho.
¿Podría ser éste el punto donde la Europa de Yalta comenzará a resquebrajarse?
Parece ser por cierto, la parte
más débil de la por demás débil Europa Oriental. Se hacen manifestaciones
masivas casi a diario: 20.000 personas
en la República de Montenegro y hasta 100.000 en la provincia de Vojvodina. Un
número mayor aún amenaza manifestar en la Capital Federal, Belgrado, el 17 de
octubre o en fecha cercana, el día de la reunión de emergencia del Comité
Central del partido comunista. Nadie (y menos aún el desarticulado grupo
gobernante) parece tener control de la situación ni siquiera para sugerir una
solución práctica que evite el deslizamiento hacia el caos.
El yugo-desorden es en parte
económico. El país tiene la mayor inflación de Europa (más de 200%) y la tasa
de desocupación más alta de los países comunistas (15 % y con grandes
posibildades de incrementarse), muchos obreros disconformes (fueron 800 las
huelgas en la primera mitad del año) y una deuda externa de aproximadamente US$
1000 por habitante.
La parte más profunda del
problema, ya que se encuentra enraizada en siglos de historia, es la rivalidad
entre las distintas nacionalidades que componen el país. Ello ha adquirido una
nueva intensidad con el advenimiento de Slobodan Milošević, el provocador
jefe del partido comunista de Servia, quien se ha convertido en el líder de los
servios agraviados de toda Yugoslavia. Muchos servios se sienten frustrados por
conformar un tercio de la población y sin embargo tener solamente una octava
parte del poder como cada una de las demás naciones yugoslavas (formalmente,
según la Constitución de 1974, N. de la R.) y reaccionan apasionadamente ante
el supuesto hostigamiento de los servios en la mayoritariamente albanesa provincia
de Kosovo.
La mayoría de los sectores
yugoslavos no servios creen igual de apasionadamente que el resurgimiento
servio y el Sr. Milošević deben ser resistidos. Si todo esto amenaza con
provocar la desintegración de Yugoslavia, es porque la cola que mantenía unidos
los diversos segmentos ya no es tan fuerte como lo era en el pasado. Tito era
la supercola. Desde su muerte en 1980, el país ha ido tropezando con la
desastrosa constitución que Tito le dejó. Diseñada con la intención de evitar
que cualquiera de las partes ganase en fuerza romo para sobrepasar a las demás,
ha creado parálisis en la pol'tica y fragmentación en la economía. La otra
fuerza principal que mantenía a Yugoslavia junta —el miedo a una invasión
soviética— ha desaparecido prácticamente desde que el poco amenazante señor
Gorbachov se hiciera cargo en el Kremlin.
De esta manera los yugoslavos
han comenzado a pensar lo impensable sobre el futuro del país en la creencia de
que el despido de más políticos y las planeadas modificaciones de la
constitución no han de ayudar. Algunos pocos predicadores de la línea dura
prefieren la "solución polaca" —un golpe y control militar—como única
manera de mantener el país en una sola pieza.
Los liberales argumentan que la
ley marcial no solucionó los problemas polacos. Ellos piensan que Yuvoslavia
será dentro de no mucho tiempo el primer país comunista en abandonar el
comunismo. El vocero de este grupo es el más famoso duro convertido en liberal
yugoslavo, Milovan Djilas. Un punto de vista más radical aún es que el país
debería simplemente dividirse después de 60 años de existencia por demás
intranquila. Ya no es difícil imaginar la forma en que esto podria suceder. Las
partes más ricas, las más seguras de sí mismas y las que tienen mentalidad
occidental (Croacia y Eslovenia) se separarían para formar un país democrático
y de libre mercado con una población similar a la de Suiza. Bosnia y
Herzegovina podrían ya sea unirse a Crovenia o pasar a ser parte de la Gran
Servia, la culminación del movimiento que lidera el señor Milošević. La
separación sería sin duda alguna un golpe para algunas de las minorías de la
Gran Servia ya que estarían menos protegidas entonces contra la dominación
servia: los albaneses de Kosovo y Macedonia y los húngaros en Vojvodina. Pero
los mismos servios podrían tranquilizarse una vez que llegasen a tomar control
del poder sobre su propio terreno. Y el señor Gorbachov podría alegrarse y
sentarse a mirar cómo se producen todos estos cambios.
Algunos piensan que no sería
así. La partición de Yugoslavia y su alejamiento del comunismo sería un
poderoso ejemplo para las muchas partes del imperio soviético que no han
aceptado todavía la manera en que Europa fue dividida en 1945. Si Yugoslavia
puede romper el molde, ¿por qué no podrían hacerlo Hungría, Polonia,
Lituania...?
Hasta con el señor Gorbachov en
el control en Moscú, romper moldes resulta problemático. La tarea de desarmar
la Europa que surgio de la Segunda Guerra Mundial va a necesitar más que un
guiño entre dos hombres, un papel borrador, un tilde con lápiz azul. Sin
embargo las cosas se van encaminando hacia un cambio, tal vez sin que nadie
pueda detenerlas ya.
THE INDEPENDENT, diario inglés,
publicó el 19 de septiembre un artículo titulado "Yugoslavia amenazada por
la disolución mientras que desaparece el espíritu de Tito". Reproducimos
las partes más destacadas.
Entender la crisis yugoslava es
como arbitrar ocho o más partidas de ajedrez que se desarrollan
simultáneamente, donde algunos jugadores hacen simplemente trampas, otros se
rigen por sus propias reglas y los restantes no tienen reglas. El árbitro, el
Mariscal Tito, murió en 1980. La excitada muchedumbre, cuyo corazón late al
compás de reclamos reales o inventados, continuamente busca la oportunidad para
tumbar la mesa... El ascenso al poder del demagogo líder comunista Slobodan
Miloševié se basa en una nueva dimensión: la vandálica cooperación entre los
protagonistas y la turba.
Ayer, en Nikšić, alrededor
de 320 km. al sudoeste de Belgrado, arribaron 50.000 servios y montenegrinos a
uno más de sus solidarios mitins. Luego de haber recibido del partido comunista
local comida y movilidad en forma gratuita, exhibían gigantescas fotos de
Milosević y gritaban: "Queremos armas" y "Mejor la muerte
que la esclavitud" ...
Sería irónico que el mismo
nacionalismo destructivo que llegó hasta el asesinato del archiduque Francisco
Fernando en 1914 ahora destruyese la explosiva federación yugoslava.
Supuestamente, no sería
necesario alertar sobre lo que es evidente: que con la muerte del Mariscal Tito
en 1980, desapareció el creador de las reglas de juego...
La sombra de Tito se desdibuja
rápidamente y junto con ella la nunca del todo aceptada idea de la federación
multinacional yugoslava, entre las nacionalidades reales e inventadas, en la
que Ios servios —la tercera parte de los veintitrés millones de habitantes—
nunca fueron lo suficientemente numerosos como para dominar, a pesar de que
muchos de ellos mantienen eso como suyo por derecho histórico.
No obstante las declaraciones
sobre la reforma económica y las manifestaciones de que él no desea ofender a
nadie, Milošević es proclive a la demagogia, cercana al fascismo.
Sus exigencias para renovar el
control servio sobre Kosovo y la otra provincia autónoma, Vojvodina, a menudo
están conectadas con el patológico llamado: "¡O será una Servia aunada o
no existirá!". El implacable silenciamiento de sus opositores políticos y
de la prensa permite imaginar el régimen de mano dura, al estilo de lo que fue
Brezniev en Rusia, que Milošević impondría si tuviese la oportunidad. Para
los un millón setecientos mil albaneses de Kosovo, supuestamente causantes de
la crisis actual, eso significaría el brutal aplastamiento de su
"contrarevolución", lo que Kučan describe como ofensa a los
valores yugoslavos.
De concretarse, ese intento
podría dividir el único poder central que aún queda: el ejército yugoslavo.
Los jóvenes soldados albaneses
conforman la tercera parte del ejército y pronto conformarán un cincuenta por
ciento.
Los oficiales son
mayoritariamente servios, pero la represión militar en Kosovo podría derivar en
una deserción masiva...
NEUE ZURCHER ZEITUNG, renombrado
diario suizo, publicó el 4 de octubre ppdo. un artículo titulado "La
polarización política en Yugoslavia - Fuertes contradicciones en la conducción
partidaria". Lo reproducimos parcialmente:
"Las demostraciones de los
servios y de los montenegrinos que se producen ahora en Servia casi diariamente
originaron puntos de vista polarizados y fuertes discusiones dentro de la Liga
Comunista...
El periódico croata Danas
escribió últimamente una serie de artículos sobre la `guerra civil ideológica'
la que jamás tuvo lugar en la historia yugoslava de postguerra. Otros expresan
su preocupación por el deterioro de las relaciones entre las naciones de este
estado plurinacional y destacan en términos persuasivos el peligro de la
libanización'.
En el actual clima político
resulta cada vez más difícil orientarse en la maraña de opiniones,
incriminaciones, puntos de vista a favor y en contra. Aquello que se oye en
Belgrado contradice en gran parte lo que se habla sobre los problemas del país
en Zagreb o Ljubljana...
Fuera de Servia nadie duda de
que hace falta hacer todo lo posible para frenar Ia emigración de los servios y
de los montenegrinos de Kosovo e impedir que se llegue a un 'Kosovo étnicamente
puro'. Pero, lo que produce una gran inquietud, ante todo en Slovenia y
Croacia, son los slogans 'Muerte a los Albaneses'. 'Kosovo es Servia',
'Queremos armas', lo que se ha podido oír en varias demostraciones de ias
últimas semanas...
En Zagreb se advierte que los
albaneses que piden la creación de la república Kosovo se les sentencia a
varios años de cárcel, mientras que no son tomadas medidas en contra de los
servios que divulgan públicamente los slogans como 'Voivodina es Servia' o
'Montenegro es servia.. .
No es de extrañarse que en las
demostraciones se ataque la Constitución de Tito de 1974, la de tendencias
federalistas, en la que muchos servios ven la causa principal del problema de
Kosovo. 'Abajo con la Constitución de 1974' es también uno de los slogans.
Las sorpresivas renuncias de dos
miembros de la Presidencia del partido, Šetinc y Krunić, sin precedentes
en el proceder yugoslavo, comprueban las profundas diferencias existentes
dentro de la conducción partidaria... "
THE GUARDIAN, el diario inglés
del 8 de octubre:
"Esperamos que se hayan ido
para siempre aquellos días cuando, según la expresión de Bismarck, 'una
estupidez maldita en los Balkanes' pudo enemistar a toda Europa. Bismarck
expresó esto mucho antes del 28 de junio de 1914, cuando Gavrilo Princip mató
al archiduque austríaco Francisco Ferdinando. Lo recordamos porque Gavrilo
Princip fue nacionalista servio y el nacionalismo servio está de nuevo
enfurecido. Esta vez no representa peligro para Europa porque la Primera guerra
mundial deshizo todos los imperios, salvo el ruso, cuyos complejos intereses se
enfrentaban en los Balkanes; dejó a la independiente y militarmente neutral
Yugoslavia la posesión de los países con los cuales las coronas desaparecidas
entraban a menudo en guerra en el pasado. Pero, el irredentismo servio es sin
duda una amenaza única para la federación yugoslava.
Parece que Yugoslavia sigue
desintegrándose ya desde la muerte de Tito en 1980. El sistema rotativo de
gobierno que él había dejado en herencia pareció tapar por un tiempo el vacío
que él había dejado. Pero ahora una ruina repentina de la economia y tensiones
étnicas serias levantan las pasiones en Servia y en otras partes hasta el punto
en que amenazan con una crisis constitucional...'
THE ECONOMIST, el semanario
británico del 8 de octubre, bajo un título irónico 'Mussović', aludiendo a
Mussolini, comenta:
—"En el aire huele a
pólvora. Milošević lo sabe y en lugar de renunciar a Ias pretensiones
servias, es factible que prosiga el camino emprendido con miras de tomar el
poder en toda Yugoslavia. Podría tratarlo en el Congreso partidario
extraordinario que lo está reclamando desde hace ya un año.
Si llega a hacerlo se enfrentará
con la resistencia de los no-servios en Yugoslavia, en particular en Eslovenia
y Croacia —más pro occidentalistas y económicamente más prósperas que otras
partes de Yugoslavia—. Mucha gente desconfía de Milošević no solamente por
sus ambiciones personales sino porque creen que él quiere imponer la hegemonía
servia en todo el resto de Yugoslavia. Un periódico esloveno lo ha presentado
como un nuevo Mussolini y a sus cuadrillas en Kosovo los ha comparado con las
bandas escuadristas del ex-dictador italiano."
CLARIN de Buenos Aires, del 20
de noviembre de 1988, informando sobre las demostraciones masivas producidas el
día anterior en la capital servia, Belgrado, y simultáneamente en la capital de
Kosovo, Priština, concluye su acertado comentario en los siguientes términos:
"Con todo, el choque de
fondo no es entre Servia y los albanos de Kosovo, sino entre las aspiraciones
de Milošević y los intereses de Eslovenia y Croacia, las dos repúblicas
más prósperas y capitalistas de la federación. Milošević apunta precisamente
a cercenar, en favor de Servia, esa prosperidad. El fantasma de la partición,
histórico en Yugoslavia, adquiere nuevo cuerpo."
FRANKFURTER ,ALLGEMEINE ZEITUNG
publicó en la primera página un meduloso artículo de fondo de su redactor en
jefe Johann Georg Reissmiiller titulado ¿De qué adolece Yugoslavia? Es un
comentario que merece lo lean y relean todos los que detentan el poder en
Yugoslavia. A renglón seguido lo reproducimos casi íntegro en la versión
castellana:
"Hay tres razones de la
miseria yugoslava, de cuyos detalles inquietantes nos enteramos diariamente. La
primera razón: las relaciones envenenadas entre las naciones que integran ese
estado multinacional.
Ello contrasta con lo que
prescribe su Constitución. La Yugoslavia comunista fue fundada como una
federación de naciones iguales, debiendo cada una promover en su república
propia su patria cultural y política, y su sustento económico vital. En cambio,
en la misma trama de ese modelo hubo defectos y fallas desde el principio.
Muchas fallas eran ineludibles. Así, con la mejor voluntad, no pudo lograrse
que las fronteras étnicas coincidiesen con las políticas.
Otros problemas, empero, fueron
originados por el carácter arbitrario del estado de Tito. A los albaneses de
Kosovo les denegó su propia república y sólo mucho después les otorgó autonomía
dentro de la república de Servia. En general, los albaneses fueron maltratados
durante siglos.
También los croatas debieron
sentirse como un pueblo de segunda categoría. Por mucho tiempo fueron sometidos
a un régimen severo y especial, que les prescribía cómo interpretar su historia
propia y cómo usar su lengua milenaria. Sus secuelas se remontan hasta hoy en
día.
Los eslovenos, disciplinados
desde ya por su temperamento particular, aguantaban durante decenios ante si
mismos y extraños muchas injusticias sufridas en el primer período posbelico.
No se trata de enfermedades
infantiles de una comunidad nacional; el sometimiento de Ias naciones fue
planificado. La conducción de Tito quiso ajustar las cuentas de los tiempos de
guerra, que fue una guerra civil, a la vez nacional e ideológica. Además, Tito
creía que la multinacionalidad quedó superada, él ante sus ojos veía una nación
yugoslava unitaria, igual que entre las dos guerras mundiales el rey Alejandro.
Para poder dominar mejor a ese mosaico de pueblos, Tito enfrentaba unos con
otros, exaltando siempre el principio de la hermandad. Por cierto que no quiso
más a los servios que a los croatas o macedonios; de modo que ellos también
fueron golpeados. No obstante, recurrió a los nacionalistas servios
(fingiéndose comunistas) y al nacionalismo servio para oprimir, en primer
lugar, a los croatas y albaneses.
Para semejante política
encontraba apor doquier fanáticos, además de oportunistas que participaban en
la opresión de su pueblo. Los hubo también que embriagados por la unión
eufórica yugoslava perdieron de vista la realidad y el sentido de justicia. El
autoengaño desempeña un papel importante en la historia nacional de la
Yugoslavia comunista...
De semejante política cabe
esperar únicamente sentimientos de un odio recíproco. Ningún pueblo confiaba en
otro y en la central de Belgrado. Las jefaturas republicanas y partidarias, que
cada día más llevaban una política nacional, aceptaron este estado de ánimo y
de ese modo crecían las tendencias centrífugas. La Federación cobró rasgos
confederativos. Ya no pudieron ponerse de acuerdo sobre meros detalles. En esta
puja de nacionalismos los servios, nación más numerosa, tomaron la delantera y
muchas ventajas. Con el ejército centralista y su respaldo, los servios ahora
tratan de transformar a Yugoslavia en Gran Servia. Por ello se enfrentan con la
creciente resistencia de los demás pueblos.
Unicamente podría ser
beneficiosa una igualdad auténtica, sincera, sin mentiras impuestas, sin
pretensiones a dominar a quien sea. Pero a semejante solución del nudo nacional
yugoslavo se opone otra razón de la desgracia yugoslava: Falta un orden
democrático y liberal, el único capaz para proceder a una solución abierta de
los intereses conflictuados. Los comunistas yugoslavos prometían a sus pueblos
—tras el comienzo stalinista— un socialismo de autogestión. Sin embargo, sólo
un par de jerarcas partidarios pensaba seriamente cuando se hablaba de la
democracia socialista. Nada consiguieron y la mayor parte perdió sus cargos.
De este modo los servios y los
croatas, los eslovenos y los macedonios, perdieron a sus mejores representantes
políticos. La consecuencia es que en Yugoslavia gobierna el partido comunista,
dividido en forma federal y que el pueblo no tiene nada que elegir en los
comicios y se siente indefenso frente a la policía secreta. Eslovenia trata de
salir de este sistema y, claro, tiene miedo en cuanto a su destino. En toda
Yugoslavia, también el partido, se dan fuerzas dispuestas a repeler la tiranía.
Pero estas fuerzas no pueden sobresalir ya por el hecho de estar divididas por
los antagonismos nacionales.
La tercera razón de la situación
negativa en Yugoslavia es su sistema económico ineficaz. La economía de autogestión
tuvo mayor éxito que la economía dirigista de tipo soviético. Sin embargo,
siempre estuvo hipotecada por el predominio partidista y obstruida por
interferencias burocráticas. Los ideólogos dictaban a la economía formas y
métodos absurdos. Desde hace tiempo este sistema se halla en el limite de sus
posibilidades. La economía yugoslava requiere directorios capaces, facultados a
tomar decisiones, necesita competencia y la libre iniciativa privada. Si no lo
logra, la población seguirá empobreciéndose. Entonces crecerá el descontento
social, que mezclado con las inquietudes nacionales y protestas contra las
cadenas políticas puede llegar a explotar".
Ž.K.
(Simposio: Los emigrantes de
Croacia y sus logros), Calgary 1987, Ed. Western Publishers, P. O. Box
30193, Station B, Calgary, Alberta, Canadá T2M 0J0, pp. VI +113.
La obra que reseñamos es un
conjunto de trabajos científicos presentados en el simposio de fecha 7 de julio
de 1984, organizado por la Sociedad Histórica Croata de Canadá con el apoyo
magnánime del Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades del
Canadá. Los ocho aportes de siete participantes del simposio aparecen en esta
publicación por orden alfabético de sus apellidos.
Anne Ivanuš, de Indiana, EE.UU.,
en su artículo titulado "La familia croata en Gary, Indiana:
Reminiscencias de una americana de la primera generación", describe las
tres generaciones de su familia que empezó a formarse en el suelo americano a
principios del siglo XX, representando la autora la generación intermedia —la
"generación-puente"—. En efecto, se trata de un relato
histórico-sociológico extensivo a todos los inmigrantes que se dedican al
trabajo duro y a la educación de sus hijos. Los perceptibles resultados de este
tesón se ponen de manifiesto recién en la tercera generación la que —en el caso
concreto— representan los hijos de la misma autora, los cuales se sobrepusieron
al arraigado antiintelectualismo y antiprofesionalismo de sus antepasados
croatas. Así se integraron a la sociedad americana sin renegar su prosapia
croata.
Alexander Lopašić,
sociólogo de la Universidad de Reading, Inglaterra, presentó un relativamente
breve pero bien documentado trabajo bajo el título "El aporte croata a la
exploración del Congo". Se trata de una semblanza de dos exploradores del
Congo en el siglo XIX: Dragutin Lerman (1863-1918) y Janko Mikić
(1856-1897), quienes merecieron las más altas distinciones y reconocimientos del
rey Leopoldo II de Bélgica y quienes legaron sus ricas colecciones al Museo
Etnográfico de Zagreb (D. Lerman: 600 objetos) y a los Museos Etnográficos de
Viena y Berlin--Dahlem (J. Mikić: 120 objetos). Aunque D. Lerman está
incluido en la obra monumental "Ilustres y notables croatas
925-1925", lo que no es el caso de J. Mikić, ambos exploradores son
poco conocidos aun entre los croatas en general. Por ello resulta confortante
la indicación en las "Referencias bibliográficas" de que están por
publicarse dos obras de A. Lopašić sobre estos exploradores croatas, o
sea: Dragutin Lerman, Commisaire général de l'Etat Indépendent du Congo,
"Biographie Belge d'Outre-mer" y Janko Mikić, Sous-lieutenant de
l'armée autrichienne, "Biographie Belge d'Outre-mer".
Vladimir Markotić, profesor
emeritus del Departamento de Arqueología de la Universidad de Calgary, Canadá,
aportó un extenso estudio titulado "Gjingis Kan, un gobernador musulman de
Broach - ¿croata?" Hay indicios en la literatura pertinente portuguesa,
inglesa, india, etc. de que el gobernador militar de Broach en la costa de
Gujarat, el Noroeste de India, en el siglo XVI, pudo haber sido de origen
croata. En base a un análisis detenido de las referencias históricas y siete
tablas geográficas, genealógicas, listas de gobernadores y de fortalezas
portuguesas, el autor se inclina por tal hipótesis dado que algunas fuentes se
refieren a Gjingis Kan, o Kara Hussain, como "el yerno croata" de
Safar Salmani, otro personaje también un tanto enigmático en cuanto a su origen
étnico. Este trabajo es bastante largo en relación a los demás y minuciosamente
elaborado, sin embargo, parece justificado conjeturar que, quizás hubiera sido
más útil y original —aunque no corresponde al tema general del simposio-
dedicar tanto esfuerzo y esmero científico a1 esclarecimiento del aporte croata
a la defensa de Europa, especialmente de Italia y Roma, tres siglos antes al
derrotar en suelo croata a los sucesores del temible Gjingis Kan, fundador del
Estado de Mongolia. Es que la historia universal y, por ende, algunos
historiadores croatas desconocen las victorias croatas sobre los mongoles y los
tártaros en 1242, atribuyendo su retirada exclusivamente a la muerte del Gran
kan Ogotaj en Karakorum, en 1241, por motivos; de sucesión.
Karlo Mirth, escritor y
periodista de Nueva York, creador y director de la publicación Croatia Press
- Servicio de Noticias, describió la historia de este periódico en el artículo
titulado "Croatia Press: La relación sobre la transformación de una
población de inmigrantes". Croatia Press comenzó a publicarse en
idioma croata en Roma, en 1947, luego en Madrid y a partir del 1-6-1952 en
Cleveland, Estados Unidos, apareciendo durante las décadas subsiguientes
primero en inglés y croata y luego, a partir del año 1971, en el idioma inglés
solamente. El objetivo principal de esta publicación es el de difundir las
noticias sobre la realidad política y cultural croata y, en especial, sobre la
meta final de la lucha del pueblo croata diseminado por el mundo: ¡el Estado
croata!
Laurie Nock, profesora de
Antropología en la Universidad de Calgary, se presentó en el simposio con un
concienzudo aporte titulado "Los croatas en Punta Arenas, Chile". La
inmigración en la provincia chilena de Magallanes, el punto más austral del
continente sudamericano, habla comenzado en la segunda mitad del siglo XIX
desde Chile Central, Chiloé, y desde Europa (británicos, alemanes, italianos,
españoles y otros). El más numeroso contingente de europeos llegó de las
comarcas croatas, constituyendo, entre 1895 y 1914, el 20% de todos los
extranjeros, o sea, el 10-11% de toda la población de la Provincia de
Magallanes.
El presente estudio se ocupa
específicamente de los croatas en la ciudad de Punta Arenas, de sus
ocupaciones, sus matrimonios, sus asociaciones, etc., todo ello en base a las
obras de A. L. Bonačić-Dorić [La Historia de los Yugoslavos
en Magallanes: Su vida y su cultura, con una introducción de Magallanes
Histórico, vol. I (1941), vol. II (1943), vol. III (1946) y vol. IV (manuscrito)] del Dr. Mateo Martinić Beroš (La
inmigración yugoslava en Magallanes. Punta Arenas: Instituto de la
Patagonia y Jugoslavenski Dom, 1978) e investigaciones y entrevistas personales
de la autora con los lugareños. Diez tablas proporcionan da-tos estadísticos
sabre ocupaciones, matrimonios y asociaciones croatas en Magallanes.
Nedo Pavešković, estudioso croata residente en Suiza, está representado con dos aportes muy interesantes. El primero, bajo el título "El origen étnico del compositor Joseph Haydn", es en realidad un resumen de una investigación más amplia sobre el tema. Sobre el origen del gran reformador musical Haydn (1723-1809), quien vivió en Gradišće (Burgenland) entre los croatas e introdujo en la música melodías populares croatas, se disputan los musicólogos e historiadores si era de origen croata o alemán. El autor analiza, entre va-rias, las opiniones de los principales "litigantes", o sea, la de Sir W. H. Hadow, quien apoya la tesis croata ("The Oxford History of Music", vol. V - The Viennese Period; Oxford - At the Clarendon Press - 1904) y la del Dr. E. F. Schmidt, docente musical en la Universidad de Graz, quien promueve la teoría germana ("Joseph Haydn - Ein Buch von Vorfahren und Heimat des Meisters", Kassel, 1934) y concluye: "Debido a las razones previamente expuestas podemos deducir de que los testimonios relevantes se apartan de la teoría de Schmidt acerca del origen alemán de Haydn, indicando más bien que el compositor era croata tanto por su origen étnico, cuanto respecto a su inspiración musical'.
La segunda contribución del
mismo autor se titula "La Utopía de Moro y la república de Poljica" y
gira en torno a la cuestión: ¿Dónde encontró Tomás Moro el modelo para
inspirarlo a escribir Utopía? Es que el científico ruso M. P. Aleksejev incluye
entre los posibles modelos de Moro el antiguo pequeño Estado croata de Poljica,
cerca de Split ("Iz istorii angliskoi literatur", Moscú, 1960). A fin
de fundamentar tal hipótesis el autor N. Pavešković compara las ideas
esenciales de Utopía, Polyletritia y Poljica, presentando la historia de esta
última, indaga los modos en que Moro pudo haber llegado a conocer la
Constitución de Poljica - Poljički Statut y conclye que "parece
evidente por sí mismo que los ilustres agricultores del honorable distrito
(župa) de Pollice figuran como las posibles fuentes de inspiración de la Utopía
de Moro, si no la más probable".
A. W. Rasporich, el decano de la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Calgary, ha aportado un
excelente trabajo titulado "Tres generaciones de inmigrantes croatas en
Canadá: una perspectiva Hartziana" A primera vista este estudio parece
explicar y sistematizar científicamente lo que Anne Ivanuš explicó
empíricamente en el primer aporte en este libro.
En efecto, haciendo uso de las
ideas de Louis Hartz en su obra The Founding of New Societies (1964),
que proporciona pautas para determinar el efecto de los fragmentos ideológicos
exportados del Viejo Mundo al Ambiente colonial, el autor analiza profundamente
las tres olas de inmigración croata a Canadá, similar a aquellas de los
ukranianos y de los húngaros: la primera abarca el período 1900-1914; la
segunda el período 1919-1939 y la tercera el de la posguerra, cada una con sus
características específicas acorde con la capacidad cultural e intelectual de
sus integrantes.
El empeño del prof. V.
Markotić en organizar este simposio y publicar las contribuciones de sus
participantes, en este muy recomendable libro, merece elogio desde todo punto
de vista. Quedamos, pues, en espera del próximo evento científico similar,
cubriendo alguna otra área de la historia croata en el suelo patrio o en la
diáspora.
MILAN BLAŽEKOVIĆ
René Clot, Emecé Editores S.A.,
Buenos Aires 1985, traducción de Amanda Form de Gioia (333 págs.).
Este libro consta de dos partes
principales. La primera (El Sultán de los Sultanes) está dedicada a la persona
de Solimán y a sus campañas militares; la segunda (El Imperio de los Imperios)
trata sobre el estado turco y sobre aspectos económico-sociales del Imperio.
Contiene, además, tres Anexos (El Diván, Los Jenízaros y Sokullu o Mehmed Aga
Sokolović) y una útil Cronología referida a los principales
acontecimientos históricos de la época.
Después de tres siglos, el
Occidente examina con mayor benevolencia sus conflictos con los turcos y se
muestra mejor dispuesto en la evaluación de las principales personalidades
otomanas. Los autores franceses en este sentido pueden ser calificados como
precursores respecto de sus colegas europeos, lo cual no debe llamar la atención
si se tiene en cuenta la muy importante alianza de Francisco I con Solimán.
Según Clot, la expansión y
grandeza del Imperio deriva de cuatro causas fundamentales. La primera de ellas
consistiría en el hecho de que la Turquía de los siglos XVI y XVII era básicamente
una potencia militar, de ejército disciplinado que contaba con una ejemplar
organización. Así lo acreditan sus largas campañas, Ias victorias y las
conquistas en tres continentes.
El segundo factor de la
expansión turca debería encontrarse en Ias particularidades de los pueblos
conquistados. Clot lo destaca en forma reiterada ("Las espantosas
condiciones económicas y sociales en que vivían las poblaciones oprimidas por
los señores feudales y por las órdenes religiosas, facilitaron la ocupación turca").
Esto no es una novedad del autor: F. Babinger, en directa referencia a la
conquista de los Balcanes, sostiene que "los campesinos servios saludaron
a veces la llegada de Ias banderas del Profeta con sentimientos análogos a los
que los hicieron saludar más tarde a los ejércitos de la Revolución
Francesa" (Mahomet II le conquerant et son temps, París, 1954).
La tercera causa estaría en la existencia de una "pax ottománica", que incluía un apreciable grado de tolerancia religiosa. Las disidencias entre la Iglesia Oriental y el Pontífice romano no dejaron de favorecer este clima ("Más vale ver reinar en Constantinopla el turbante de los turcos oue la mitra de los latinos") y decidieron a los ortodoxos intransigentes y a la población de Constantinopla en general a rechazar las gestiones de su emperador Juan VIII, quien se había dirigido al Concilio de Florencia para obtener alguna ayuda ante el avance turco.
Por fin, Clot asigna gran trascendencia
en la consolidación del Imperio, a la novel aristocracia otomana, notoriamente
más abierta que cualquier otra de su tiempo. Durante más de un siglo dejó de
convertirse en oligarquia, aceptando la in-corporación de extranjeros en
posiciones de gran importancia administrativa y militar.
Obviamente, el autor no deja de
destacar la figura de Solimán ("El Sultán de los Sultanes, Soberano de
Soberanos, Distribuidor de Coronas a los Monarcas del Globo y Sombra de Dios
sobre la Tierra", según carta de Solimán a su aliado, el rey de Francia,
Francisco I). Le atribuye religiosidad, liberalidad con los no musulmanes,
ilustración, un elevado sentido de justicia y sobrio estilo de vida. Es visible
la simpatía con que Clot trata la figura del Magnífico, gobernante de un
imperio en el que las leyes eran severísimas y muchas veces crueles.
Hubo croatas prominentes entre
los colaboradores de Solimán. El más conspicuo fue por cierto Mehmed Aga
Sokolović, originario de Sokolovići, en Bosnia, donde nació en los
primeros años del Siglo XVI, dentro de una familia perteneciente probablemente
a la pequeña nobleza campesina. Reclutado por los turcos a los dieciocho años,
debió interrumpir sus estudios eclesiásticos cuando ya era diácono. Según Clot,
más inclinado a la paz que a la guerra, fue administrador de primer orden.
Otro de los grandes visires de
Solimán también era croata. All, nacido en Dalmacia, fue primero funcionario de
la corte, para convertirse luego en general de los gureba y en segundo escudero
del Sultán. Después de la campaña de Persia, es nombrado pachá de Egipto y
luego visir. Finalmente, a la muerte de Rustem Pachá, accede al cargo de gran
visir.
Piyale Pachá (Piali Mehmed
Pachá), "un croata de origen cristiano que desposó a la nieta de
Solimán", fue almirante. En 1555 operó como aliado de Francia contra los
españoles e italianos en Messina, Reggio e Islas Baleares. Conquistó Djerba en
1560 y Khios en 1566.
No fueron los únicos,
lógicamente. Hubo otros, menos destacados, pero también importantes. A tal punto
que su idioma croata fue conocido y usado en la propia corte. Resulta
ilustrativo al respecto el siguiente pasaje del libro: "La primera
entrevista de los plenipotenciarios de Fernando con Ibrahim (entonces gran
visir) se desarrolló bastante mal. Juričić (ef autor lo menciona como
chambelán hereditario de Croacia) y Lamberg, sólo podían expresarse en alemán
o, a lo sumo, en latín. Ibrahim no tenía más que un intérprete italiano. Se
pusieron de acuerdo en utilizar el croata".
Naturalmente los croatas que
lucharon contra el Imperio fueron muchísimo más numerosos, y René Clot no deja
de referirse a ellos. Habla, por ejemplo del gran contingente de croatas que
intervinieron en la batalla de Mohač, en agosto de 1526 ("croatas de
Frangipani", en realidad, de Frankopan) y dedica una hermosa página a
Zriny (Zrinjski), defensor de Szigetvar, de la que vale la pena transcribir un
párrafo: "Desde su lecho de enfermo, Solimán, alternativamente, amenaza y
trata de seducir a Zriny con promesas. Transcurre casi un mes hasta el día en
que, tomados todos los bastiones exteriores por los turcos, sólo la torre
central permanece en manos de los sitiados. Zriny decide entonces morir como un
héroe. Con la cadena de oro al cuello, tocado de un sobrero negro con un pinche
de diamante y llevando en la mano la espada de su juventud; se pone a la cabeza
de los seiscientos hombres que le quedan y arremete contra el enemigo al grito,
tres veces repetido, de ¡Jesús! Herido y hecho prisionero, le pusieron la
cabeza ante la boca de un cañón para decapitarlo".
El hecho de que hubiera croatas
en ambos bandos es perfectamente explicable. A raíz de las conquistas otomanas
Croacia quedó dividida en dos partes, una sujeta al dominio turco, otra
empeñada en la tenaz defensa de la Cristiandad occidental.
La obra abunda en datos sobre
Ragusa (Dubrovnik) y sobre su comercio de tránsito entre el Imperio y las
ciudades italianas, sobre Bosnia y Herzegovina, en general, y algunas de sus
ciudades en particular. Afirma que Banjaluka y Sarajevo adquirieron en la época
de Solimán un aspecto oriental que conservaron por mucho tiempo, que Sarajevo
cuadruplicó en cincuenta años su población, llegando a tener a fines del siglo
XVI alrededor de treinta mil habitantes, con lo cual se convirtió en la ciudad
más poblada de Bosnia.
Más que a los estudiosos, el
trabajo de René Clot está dirigido al gran público. Ello, sin embargo, no
disminuye su valor, ni priva a la obra de sus indudables méritos, entre los
cuales la objetividad es quizás el más destacable. Es un intento serio de
difusión de conocimientos sobre la especial influencia ejercida por el imperio
turco en el centro y este europeos.
ANTE ŽUVELA
vol. XXVII 1986, pp. 162.
Acaba de salir el presente tomo
del anuario de The Croatian Academy of America, Inc., Nueva York,
correspondiente al año 1986.
El propósito principal de la
institución de marras es hacer conocer entre sus miembros y entre el público en
general la cultura, historia y la literatura de Croacia, antigua nación
europea. A ese efecto publica su anuario. Ultimamente esos anuarios vienen
dedicados a problemas específicos, como por ej.: a la etapa norteamericana del
célebre escultor Ivan Meštrović, al problema de la lengua literaria croata
y sus implicaciones políticas y el presente- número se ocupa principalmente del
renacimiento croata. También contiene artículos interesantes, reseña de libros
e informaciones de la actividad de la misma institución.
La organización y coordinación
de la parte central que se ocupa del renacimiento croata estuvo a cargo del Dr.
Ante Kadić, profesor emérito de la Universidad de Indiana v uno de los
especialistas más conocidos de la cultura y literatura sureslavas en los
Estados Unidos.
El prof. Ante Kadić (n. en
Poljica cerca de Split, Croacia) estudió en Split, Roma, Basel y Ginebra; fue
empleado de las Naciones Unidas — inmediatamente después de la II Guerra
Mundial— en Ginebra, París y por tres años en Beirut, Líbano, Arribado a los
EE.UU. (1953) empezó a enseñar les idiomas y las literaturas sureslavas en la
Universidad de California, Berkeley. Desde 1960 hasta su jubilación fue
catedrático de la literatura sureslava en la Universidad de Indiana. Kadić
publicó los siguientes libros: Croatian Reader with Vocabulary, 24 edición,
1960; Contemporary Croatian Literature, 1960; Contemporary Serbian Literature,
1964; From Croatian Renaissance to Yugoslav Socialism 1969. Todos esos títulos
fueron editados por Mouton, La Haya, Holanda; The Tradition of Feedom in
Croatian Literature (Bloomington, Indiana, 1983); Domovinska riječ
(Mensaje de la Patria, Barcelona, 1978); y Iseljena Hrvatska (La Croacia
emigrada, Chicago, 1979); el segundo tomo de Domovinska riječ, Chicago,
1986. (Se trata principal-mente de estudios, ensayos y referencias literarias y
culturales de Croacia). Sus libros sobre South Slavic Literature será pronto
publicada por el departamento ruso y de Europa oriental de la Universidad de
Yale. Junto con el prof. Aekman (de la Universidad de Indiana) editó (1974) un
meduloso simposio sobre Juraj Križanić, primer gran promotor del
ecumenismo. Colabora asiduamente en las revistas Slavic Review,
Slavonic and East European Review (Londres), Slavic and East European Journal,
Comparative Literature (Oregón), Book Abroad-World Literature Today, East Euro-pean
Quarterly, Journal of Croatian Studies, Studia Croatica (Buenos Aires),
Jahrbiicher für Geschichte Osteuropas, Slovene Studies, Serbian Studies, South
Slavic Journal (Londres), Balkan Studies (Tesalonia), Literaturna
misel y Ezik i literatura (Sofia), Kolo (Zagreb), Iskra
(Munich), Hrvatska revija.
Kadić recibió varias becas
y plazos pensionados para asistir a las conferencias internacionales en la
Unión Soviética, Yugoslavia, Bulgaria e Italia. Es miembro de varias
organizaciones profesionales. Participa regularmente de las reuniones de los
congresos, seminarios y simposios de estudios eslavos. Con frecuencia es
invitado por las numerosas colectividades croatas de los EE.UU., Canadá y
Europa a dictar conferencias sobre los temas literarios y culturales.
Cabe destacar que la mayor parte
de los trabajos sobre el Renacimiento croata, publicados en este tomo, fueron
presentados en la reunión nacional de AAASS (American Association for the
Advancement of Slavic Studies), celebrada en Nueva Orleans en noviembre de
1986.
El Renacimiento constituye uno
de los períodos más brillantes de la cultura oroata, desarrollada en la costa
dálmata debido a que el resto de Croacia estaba empeñado en constantes luchas
contra embestidas y avances de los invasores otomanos.
Prof. A. Kadić fue un
incansable investigador de este período que difundió entre los círculos
culturales americanos y europeos.
Marianna D. Birnbaum, nacida y
educada en Budapest, emigró a los EE.UU. después de la revolución húngara
(1956) y se dedica a la docencia. En su muy interesante ensayo se ocupa de los
humanistas croatas en la corte húngara. Procuraremos publicarlo en uno de los
próximos números de esta revista y ello nos exime de merecidos comentarios y
elogios.
Ian Thompson, escocés, profesor
y ex director de Estudios Renacentistas en la Universidad de Indiana, se ocupa
de Ianus Pannonius, "Elegy on the Death of Raccino". Ianus Pannonius
(Ivan Česmički, 1434-1472) fue el mejor poeta en latín del siglo XV
del Renacimiento centro-europeo.
El primer aporte del prof. A.
Kadić se refiere a dos principales humanistas croatas: Marulić y
Držić, dos diferentes caracteres y visiones. Puesto que Studia Croatica
ha publicado —como primicia— sus dos magistrales trabajos sobre ambos
escritores, nos remitimos a ellos (S.C. No. 102, pp. 206-20; No. 104,
pp. 18-33.
Del mismo autor sigue el estudio
sobre el poema Davidias de Marulić (1450-1524), escrito en latín y
el empleo de símiles y comparaciones. Por tratarse de un trabajo meduloso y
exhaustivo lo publicaremos en versión castellana en el próximo número de Studia
Croatica.
El mismo autor publica una
lograda versión inglesa de 75 versos del V Canto del poema de Marulić Judit
que le valió el título de padre de la literatura croata.
A continuación Michael Boro Petrovich,
reconocido autor de varios libros sobre el mundo eslavo y especialmente
sureslavo, se ocupa del intrincado tema: Croatian Humanism and the Italian
Connection.
Ivo Banac, profesor de historia
en la Universidad de Yale y autor del libro documentado The National
Question in Yugoslavia: Origins, History, Politics, hizo comentarios
sintéticos sobre todas las conferencias aludidas precedentemente.
James J. Sadkovich, flamante historiador norteamericano de origen croata, en una reseña extensa se ocupa de la "Movilización de la opinión de los emigrantes croatas y de sus periódicos en los EE.UU. durante la Primera Guerra Mundial".
George C. Jerkovich se refiere a
un tema muy interesante: A Russian Appraisal of Križanić.
Sadkovich es también el
responsable de la sección de reseñas de libros del Journal of Croatian
Studies, que abundan en este tomo.
Por último, el número publica
distintos informes e informaciones concernientes a la actividad de The Croatian
Academy of America, su entidad patrocinadora.
Pedidos: Croatian Academy of America, P.O. Box 1767, Grand Central Station, Nueva York, N.Y. 10017, EE.UU. Precio o suscripción anual de Journal: US$ 15.
BRANKO KADIC
A partir del 4 de septiembre se
iniciaron, con carácter experimental, las emisiones radiales dirigidas a los
croatas en la Patria y la Diáspora. Se transmiten de lunes a sábado de 17 a 18
horas, según la hora europea, en la onda corta de 21.840 Mhz., o sea 13 m.
Simultáneamente se emite un
programa destinado particularmente a la zona de las Américas, los mismos días,
de 11 a 12 horas, según hora americana del Este, en la onda corta de 15.185
Mhz.
Sobre la nitidez o eventuales
dificultades en la recepción de las emisiones y otras observaciones se ruega informar
al Director Dr. Josip Gamulin, 1174 Clarkson Road N, Mississauga, Ont. L5J 2W4,
Canadá, o por teléfono: (416) 823 9556, como también por telefax N° (416) 823
4393.
[1] San Marino es un
pequeño estado republicano de Europa. Está enclavado en el territorio italiano
y situado a 13 kilómetros de la costa del Mar Adriático, entre las provincias
de Forli y Pésaro-Urbino, en Italia central. Superficie: 61 kilómetros
cuadrados. Población: 22.000 habitantes, 4.500 de los cuales residen en la
capital San Marino, situada en el monte Titano (700 metros de altura), y cuyo
centro comercial es Borgo-Maggiore. La economía es principalmente agrícola y
gana-dera. Se cultiva trigo, maíz, vid, heno y fruta. La ganadería comprende
vacunos y porcinos. Se cría gusanos de seda y se fomenta los colmenares. La
industria consiste principalmente en la elaboración de vino, tejidos de lana,
pieles, cerámica y piedra de construcción. El régimen gubernativo es
republicano y está ejercido por un Gran Consejo integrado por 60 miembros, elegidos
por votación popular, un Consejo de Estado de 10 miembros, y dos capitanes
regentes, elegidos entre los miembros del Gran Consejo, que gobiernan 6 meses
cada uno. Recibe una subvención de Italia, con la que tiene unión aduanera. Su
comunicación exterior la constituyen 3 carreteras y un ferrocarril de 32
kilómetros que llega a la ciudad italiana de Rimini. San Marino tiene tratados
con diferentes países, principalmente con Italia, que garantiza su
independencia y soberania.
[2] Según la tradición San Marino
había nacido en la costa dálmata y se estableció como un ermitaño en el monte
Titano en el siglo IV, huyendo de las persecuciones contra los cristianos. Hizo
alli vida de santo y con leñadores y pastores organizó la comunidad. En el
lugar de su ermita se construyó con el tiempo un gran monasterio y en torno de
él se levantó la ciudad de San Marino, capital del pequeño estado, que a fines
del siglo XIII se transformó en estado independiente del mismo nombre, que
desde entonces ha mantenido su soberanía.