Studia Croatica, N° 137

STUDIA CROATICA

Año XXXIX, Buenos Aires, agosto de 1998, número 137

OCHO AÑOS DEL ESTADO CROATA.. 1

LA VICTORIA.. 5

CROACIA: MITO Y REALIDAD (PRIMERA PARTE) 5

VINKO NIKOLIC: UNA VIDA TRAS UN SUEÑO.. 26

LAS RELACIONES ENTRE DUBROVNIK Y ESPAÑA.. 33

LA PAJA Y LA VIGA.. 38

LITERATURA DE EXILIO COMO MEMORIA CULTURAL.. 42

LA MASACRE DE BLEIBURG, COMETIDA EN CONSPIRACION ENTRE SERBIOCOMUNISTAS Y BRITANICOS EN 1945. 46

750 AÑOS DE UN PRIVILEGIO LITURGICO PAPAL PARA EL GLAGOLITICO.. 47

SE RECUERDA A RUDJER BOSKOVIC.. 48

EL PROYECTO "NIN". 48

VIKTOR VIDA - EL POETA CROATA Y EL DESTINO.. 49

ACCION POR LAS IGLESIAS DAÑADAS EN LA GUERRA.. 50

SIMPOSIO INTERNACIONAL EN LAS ISLAS HVAR Y KORCULA.. 50

75° ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DEL CIRCULO CROATA CULTURAL Y DE SOCORROS MUTUOS (HRVATSKO KULTURNO I PRIPOMOCNO DRUSTVO) 51

CARTAS RECIBIDAS. 51

IN MEMORIAM - GOJKO SUSAK.. 52

IN MEMORIAM - VLADIMIR PRELOG.. 54

IN MEMORIAM - ZELJKO DUCMELIC.. 55

 

OCHO AÑOS DEL ESTADO CROATA

Dr. Franjo Tudjman

El 27 de enero de 1998 el Presidente de la República de Croacia, Dr. Franjo Tudjman, leyó su informe sobre la situación del Estado y la Nación croatas en el año 1997, ante una sesión conjunta de las dos Cámaras del Sabor Nacional Croata.

Al conmemorarse el octavo aniversario de la Declaración de Soberanía de Croacia, celebrándose el Día Nacional de la República de Croacia, reproducimos aquí los conceptos fundamentales expresados por el Dr. Tudjman en su informe ante el Sabor.

I. Plena soberanía

Durante 1997 y al comienzo de 1998 se logró un objetivo fundamental de la política nacional y estatal croata: la plena soberanía en todo el territorio estatal. Este objetivo se logró con el retorno a la Patria, de una forma pacífica y sin nuevas víctimas, del último trozo de territorio ocupado, la región danubiana croata, con Vukovar, símbolo de la resistencia y la unidad de la Nación Croata.

El sueño secular de la Nación Croata ha sido alcanzado. El Estado Croata libre, independiente y democrático alcanzó la soberanía dentro de las fronteras del país en 1995, y hemos mostrado que somos vencedores capaces y deseosos de otorgar perdón.

De especial significación han sido las reformas constitucionales que el Sabor Nacional Croata realizó y proclamó el 18 de diciembre de 1997. Con estos cambios, la Constitución croata substancialmente y en términos de toda su formalidad jurídica, realmente pasó a ser aquello que debe ser: la Constitución de un Estado totalmente soberano, independiente, democrático y social como realmente la República de Croacia es y trata de ser en plenitud.

Así, en ese nivel más alto del Derecho estatal y de simbología política queda marcado el fin exitoso del período de los últimos siete años, sin duda históricos, de defensa y consolidación internacional del Estado Croata independiente.

El pasado año 1997 fue realmente el primer año de paz. Empero no debemos olvidar que Croacia en su realidad global, tanto el año pasado como hoy, todavía siente las pesadas consecuencias de la guerra. También, que nos enfrentamos a nuevos desafíos y tareas con muy complejas circunstancias políticas internacionales.

II. Política exterior y situación internacional

Durante el año pasado se lograron significativos resultados en el campo de la política exterior croata. Los acontecimientos de política exterior giraron en torno a los problemas de realineamiento interior y la expansión de la integración euroatlántica y europea. Con su actitud responsable hacia la solución de la crisis en el territorio de la antigua Yugoslavia, en particular en Bosnia-Hercegovina, y con la reintegración pacífica de su región danubiana, Croacia confirmó nuevamente su rol como interlocutor serio y factor indispensable en la región.

En la implementación de su política de defensa de sus intereses vitales nacionales y estatales, Croacia se encontró con incomprensión y a veces con presiones que eran causadas por las intenciones políticas de algunos círculos internacionales que quieren cambios internos en Croacia.

La normalización de las relaciones con Serbia hizo posible la reintegración pacífica de nuestra región danubiana. Croacia sostiene que el tema de Prevlaka debe ser visto como una cuestión de seguridad y no como un problema territorial. Insistirá en que se resuelva finalmente el problema de sucesión resultante de la desintegración de la antigua Yugoslavia.

La Nación Croata aceptó el establecimiento de la Federación Croato- Musulmana bajo la condición de que ésta esté ligada con Croacia. Frente al proceso de paz en Bosnia, la parte croata ha demostrado ser la más constructiva. Mantendremos nuestro apoyo activo al proceso de paz, al tiempo de salvaguardar nuestros intereses estatales y nacionales, en base a los acuerdos de Washington y Dayton, para asegurar la posición de la Nación Croata como realmente constitutiva y en posición igualitaria.

Croacia colabora con la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pero con todo derecho exige objetividad. Croacia continúa afirmándose en el plano internacional, ha establecido relaciones diplomáticas con Israel y es miembro de prácticamente todas las organizaciones internacionales. Croacia ha hecho explícita su negativa a participar de cualquier intento de integración regional balcánica. Para los hacedores y guardianes del ordenamiento de Versalles, Croacia aparecía como la mayor culpable de la disolución de la ex-Yugoslavia, de modo que construyó su Estado y su independencia en contra de la voluntad de esas fuerzas. Sólo gracias a su éxito y a su actitud constructiva, Croacia logró vencer la incomprensión, y ahora el mundo comprende y acepta su rol en la construcción de la paz. En relación a la integración europea y euroatlántica, Croacia hará todos los esfuerzos posibles para participar en esos desarrollos.

III. Orden interno, democrático y político

Realización del Sistema Democrático de Autoridad Estatal: Durante 1997 todos los cuerpos de autoridad estatal en Croacia continuaron operando regularmente en el ejercicio de sus poderes constitucionales y legales. El Sabor Nacional Croata cumplió su trabajo constitucional como cuerpo legislativo y representativo. Entre las muchas leyes aprobadas hay que mencionar a la Ley Penal y a la Ley de Procedimientos en lo Penal.

Administración de Justicia: El sistema legal de Croacia, en términos de la estructura y de las soluciones legislativas, se ajusta a la Constitución, a las tradiciones croatas, y a los más altos estándares europeos y mundiales. Lamentablemente y a pesar de los avances, la situación de la administración de la Justicia todavía no es satisfactoria. El gran número de casos pendientes, y el retraso en las Cortes, causan creciente insatisfacción de ciudadanos y hombres de negocios. Los atrasos en la Justicia amenazan la seguridad jurídica de los ciudadanos y de las personas jurídicas, y restan crédito no sólo al sistema jurídico sino también al sistema político del Estado Croata. Debido al alto número de casos pendientes y a los atrasos, considero mi deber constitucional el solicitar a todos los cuerpos judiciales que den pasos firmes para encarar todos los casos pendientes en no más de dos años. No podemos quedarnos quietos frente a la lentitud e ineficiencia de la administración estatal y especialmente del sistema judicial, que ha pasado a ser un obstáculo para un mayor y más amplio desarrollo de la democracia y del Estado de Derecho en Croacia. Todo el sistema de autoridad estatal y en las administradoras locales deben estar al servicio de la Nación Croata y de cada ciudadano.

Seguridad Física de los Ciudadanos y de sus Propiedades: La condición del orden público en general puede ser considerada en 1997 como favorable, y hasta ha mejorado comparado con años anteriores. Se ha mantenido la tendencia declinante en la tasa de criminalidad.

Administración Gubernamental y Autogobierno Local: Como Jefe de Estado, estoy de acuerdo con los comentarios de muchos ciudadanos que diariamente se dirigen a mí y me señalan la ineficiencia y burocracia en la administración pública: los ciudadanos pierden horas para tratar de ejercitar sus derechos y cumplir con sus obligaciones; se ven forzados a ir a buscar aun los recibos más superfluos y otros papeles; se necesitan decenas de permisos para obtener un permiso de construcción.

Croacia necesita una administración pública eficiente, entrenada, bien paga e incorruptible, reducida en número y equipada con computadoras y buenas comunicaciones. El Estado declara una guerra sin cuartel contra la burocracia y contra la irresponsabilidad entre los servidores públicos. Deben ser evitadas la criminalidad económica, las coimas y la corrupción.

IV. La economía

A pesar de la herencia negativa del anterior sistema, y de las dificultades inherentes en la transición y principalmente del sufrimiento de la guerra causada por la agresión yugocomunista y serbia, en los últimos siete años de existencia del joven Estado Croata se alcanzaron resultados considerables en la estabilización y desarrollo de la economía croata, y en su transformación de una economía socialista a una economía de mercado.

Croacia enfrenta complejos desafíos económicos y sociales. A pesar de los logros alcanzados, Croacia enfrenta varios problemas serios. Sería imposible no tenerlos, considerando el legado recibido, y el sufrimiento debido a la agresión.

Entre estos problemas se encuentran el desempleo, la iliquidez, altos niveles en tasas de interés y bajos ingresos. La experiencia de otros países indica que no existen las soluciones fáciles o rápidas. El Estado Croata debe utilizar en todo su potencial los recursos naturales y humanos del país. Debe estimular la producción y las exportaciones.

Debe aumentar el ahorro nacional e incrementar la inversión, especialmente la inversión privada, así como achicar la proporción de la inversión estatal. Debe estimular la inversión extranjera directa, especialmente en nuevas tecnologías. Debe reducir el nivel del gasto total - especialmente público- en el Producto Bruto Interno. Debe reestructurar el gasto público para incrementar la inversión en capital humano, y reducir los gastos en las áreas de Defensa y de Administración Estatal, de acuerdo con una estructura más moderna y las condiciones de tiempo de paz.

Debe concluir más resueltamente el proceso de privatizaciones, especialmente en el turismo y en empresas estatales, con el expreso objetivo de garantizar recursos para la modernización tecnológica, tomando en cuenta la protección de los intereses nacionales.

El Estado Croata tiene ante sí la continuación del desarrollo de una plena democracia y de una sociedad civil. Una democracia dentro de la libertad de Croacia, con todas las garantías legales y con la protección de los derechos humanos, con el orden de la Ley, formulada en la Constitución croata y su elaboración legal.

Conclusión

Tenemos ante nosotros muchas tareas esenciales. Resumimos aquí las más importantes:

La primera tarea en nuestra política interna es la implementación consistente de aquella política estatal con la que, en cooperación con la UNTAES y la población serbia local, hemos logrado la reintegración pacífica de la región danubiana croata. Todas las autoridades estatales, los gobiernos locales y todos los sujetos sociales y económicos deben: a) colaborar lo más rápidamente posible con el retorno de las personas desplazadas y permitir el asentamiento de refugiados y retornantes a las áreas abandonadas, y b) establecer, lo antes posible, la vida normal en todas las esferas económicas, culturales y sociales dentro del marco general del sistema croata. El Gobierno debe dar los pasos necesarios para obtener ayuda internacional para la reconstrucción de Vukovar y de otras áreas destruidas.

En el orden internacional, las tareas más importantes de 1998 son: Dentro de la normalización de las relaciones con la República Federal de Yugoslavia, se debe concluir un acuerdo bilateral de desmilitarización del área de Prevlaka, que es una cuestión de seguridad para Dubrovnik y Boka Kotorska. Si no se firma un acuerdo en tres o cuatro meses, el Gobierno croata terminará su acuerdo respecto a monitores de las Naciones Unidas en Prevlaka.

Se debe concluir la negociación de cuestiones pendientes con Eslovenia. Si no se puede lograr un acuerdo bilateral, debe buscarse arbitraje internacional. Deben establecerse acuerdos y proveer las soluciones requeridas para la membresía de Croacia en la CEFTA, la OMC y la OCDE. También es necesario establecer acuerdos con la Unión Europea y con los Estados Unidos sobre: a) el Acuerdo sobre Cooperación y Comercio, b) Membresía en Socios para la Paz y c) Integración gradual en la Unión Europea y en la OTAN. Deben completar lo antes posible los acuerdos sobre las relaciones especiales de Croacia y la Federación de Bosnia y Hercegovina, y sobre el establecimiento del Consejo de Cooperación con Bosnia y Hercegovina. En este contexto hay que establecer los acuerdos sobre la construcción de la Autopista Zagreb-Bihac- Dubrovnik con ramales para Split y Sarajevo, para la zona de libre comercio en el puerto de Ploce y para el régimen de paso a través de Neum.

Para el desarrollo económico de largo plazo es necesario:

La implementación sostenida de la política estatal de estabilidad social y económica. La promoción del ahorro interno y de las inversiones domésticas y extranjeras, en particular respecto a las nuevas tecnologías. Completar en forma más enérgica las privatizaciones, especialmente en el turismo.

Iniciar la privatización gradual de empresas públicas para obtener nuevo capital y nueva tecnología, cuidando los intereses nacionales y estatales. Promover las exportaciones y el empleo mediante la reducción de impuestos y contribuciones sobre los salarios y posiblemente mediante exención impositiva para los pasantes recién empleados.

Poner en vigor una política tarifaria para proteger y promover la producción nacional, así como para evitar el accionar de los monopolios y de las políticas de dumping en el mercado doméstico. Asegurar la aplicación consistente de la ley del Impuesto al Valor Agregado y estudiar todos los efectos de su aplicación durante el primer año; si es necesario, introducir los cambios posibles para su mejora. Acelerar la reestructuración y el fortalecimiento del sistema bancario.

El Banco Nacional de Croacia debe estimular la reducción de las tasas de interés, entre otros medios reconsiderando depósitos en bancos extranjeros. La liquidez entre los operadores de negocios debe mejorarse, especialmente respecto a las instituciones estatales, y a los fondos de seguros de salud y de pensión. Debe completarse la reforma del esquema de pensión con miras a incrementar las pensiones lo antes posible, y al mismo tiempo auditando los abusos en los seguros de invalidez.

Se deben dar los pasos necesarios para achicar los retrasos acumulados en los juicios civiles, y los juicios comerciales en particular, así como los del fuero penal. El Gobierno debe prever, mediante acuerdos con los sindicatos, aumentos salariales en las administraciones pública y judicial, en la cultura, la ciencia y la educación. El Gobierno debe presentar lo antes posible el proyecto de ley sobre las obligaciones y derechos de los empleados estatales. Es necesario regular la estructura y despliegue en tiempos de paz del Ejército, Fuerza Aérea y Marina de Guerra croatas.

En la implementación de la modernización debe tenerse en cuenta la necesidad de reducir el gasto del área de Defensa, financiado con el Presupuesto Nacional.

Además de lo ya mencionado, nuestros objetivos generales en 1998 incluyen la realización más acabada de la democracia croata, la consolidación comprehensiva del estado de Derecho, la protección de las libertades y de los derechos de todo hombre y ciudadano y finalmente, y de gran importancia, el desarrollo del Estado social y del sistema de justicia social.

La materialización de todos estos objetivos nacionales croatas, que son altamente exigentes, requiere el involucramiento de todas las clases sociales, que deben recibir las amplias oportunidades para la actividad creativa, especialmente la juventud croata.

Tradujo: Joza Vrljicak

 

LA VICTORIA

Carmen Vrljicak

Blazevic observa el campo, Prosinecki avanza, Suker recibe dos golpes en un minuto, Stimac cierra, Stanic corre, Vlaovic se persigna.

Arriba, la tribuna enmudece.

Los demás -todos- retienen el aliento frente al televisor; se sufre, hay expectativa; hay alegría, hay una esperanza reciente y creciente.

Esta vez se juegan muchos significados en Francia. Por eso, hasta los más alejados del fútbol aprendieron del área chica, la posición adelantada, los penales y el gol de oro.

Así sucedió en cada lugar y así sucedió en cada corazón croata. Es la revelación del mundial; un equipo inesperado que avanza dieciséis posiciones con su juego alegre y despreocupado. Deportivo.

En la Argentina, todos callan mientras Blazevic escruta el campo, Boban danza su desparpajo, Bilic se despliega, Jarni llega eficaz, Suker golea, Ladic ataja, Ladic desvía y se cumple el último minuto. Es el final del partido y estalla el esplendor de la fiesta, llueven las felicitaciones. Se desbordan los abrazos y los saltos, el orgullo y las lágrimas.

Y crece el agradecimiento a los que regalaron a Croacia una nueva victoria.

Se escribe con el corazón

Lo dijo bien Juan Ignacio Lladós, enviado especial de La Nación "Croacia no le debe nada a nadie más que a esos jugadores que dejaron el alma en la cancha. A esos que juegan por el honor, por la bandera, por su gente. A esos que ponen el corazón para escribir la historia. A esos que, en silencio, se hicieron un lugar entre los tres mejores del mundo".

 

CROACIA: MITO Y REALIDAD (PRIMERA PARTE)

C. Michael McAdams

El autor de Croacia: Mito y Realidad es Director del campus en la ciudad de Sacramento de la University of San Francisco, y ha publicado numerosos trabajos sobre cuestiones croatas. El libro ya a tenido tres ediciones; recientemente lo hemos traducido y puesto en nuestro Web site. En esta edición de Studia Croatica traemos -además del índice- el prefacio del autor, la introducción y los cuatro primeros capítulos. En números siguientes continuaremos con su publicación.

 

Indice

Prefacio del autor a la tercera edición

Por más de 25 años intenté ayudar a los no-croatas a distinguir entre mito y realidad acerca de Croacia y los croatas. Escribí, en primer lugar, la obra Croacia: Mito y Realidad, con la finalidad de responder a algunos de los mitos acerca de este país que aparecen en la prensa de habla inglesa.

Cientos de copias de la primera y segunda edición, publicadas en 1992 y 1994 respectivamente, fueron enviadas a periodistas, bibliotecas, universidades y dirigentes políticos en el mundo de habla inglesa, para combatir la campaña de propaganda que se llevaba a cabo en contra de Croacia y Bosnia.

Los derechos de autor correspondientes a Croacia: Mito y Realidad fueron donados a la Editorial Universitaria Croata de Zagreb. El libro fue traducido al croata por la profesora Mirjana Turudic como Hrvatska - Mit i Istina. El 9 de mayo de 1993 recibí las primeras cinco copias de la edición croata impresas esa mañana, cuando por primera vez arribaba al suelo croata libre, en el aeropuerto de Zagreb. Esa fue la culminación de una larga travesía, de muchas millas y muchos años.

En 1995 la monografía fue publicada en sueco como Kroatien - Myt och Sanning, y se otorgaron autorizaciones para traducirla a los idiomas alemán, español e inglés. Si bien los derechos correspondientes a todas estas traducciones fueron donados, he recibido a cambio, y más de lo que hubiese imaginado, la riqueza de amistades para toda la vida.

En la primera impresión de la primera edición intenté agradecer, nombrándolos, a cada uno de aquellos que apoyaron este esfuerzo con su tiempo, recursos, correcciones e investigaciones previas. Pronto se hizo evidente que la lista podría ser interminable. Con ésta, la edición final, quiero expresar mi profundo agradecimiento a cada una de las personas que apoyaron éste y otros proyectos durante los últimos 25 años.

Ahora que Croacia es libre, ella tendrá muchos amigos. Pero hubo un tiempo, no muy lejano, en el que apoyar la autodeterminación de Croacia no era popular y también era a veces peligroso, aun en los Estados Unidos. Hoy, Croacia tiene muchos más amigos en todo el mundo que apoyan su lucha para mantener su libertad e independencia. Quizás esta monografía ayude a llevar la verdad a alguna gente más, y conduzca a algunos a leer trabajos más detallados y más académicos acerca de Croacia y su historia antigua.

Croacia siempre tuvo una historia orgullosa. Hoy Croacia tiene también un futuro brillante.

C. Michael McAdams, University of San Francisco

Septiembre de 1997

Introducción

Se ha dicho que la verdad es la primera víctima de la guerra. En junio de 1991 estalló la guerra en Europa por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, cuando Serbia atacó a Eslovenia, luego a Croacia y después a Bosnia. Al mismo tiempo fue lanzada en la prensa mundial otra guerra, una agresión de propaganda y mitología.

Idénticas historias aparecían con similares palabras en diferentes publicaciones, escritas por distintos periodistas en todo el mundo, en un ataque que tenía dos motivos: el primero, relacionar al gobierno croata con el antiguo régimen fascista, ocultando el hecho de que el Presidente croata fue durante la Segunda Guerra Mundial un partisano, héroe de guerra, que luchó precisamente contra los fascistas, siendo el único jefe de Estado europeo actualmente vivo que lo haya hecho. El otro propósito era el enmascaramiento de la agresión serbia, desdibujando las realidades de una guerra proseguida sólo para ganar territorio y mantener así al comunismo centralizado en lo que era Yugoslavia.

En un comienzo, la desinformación estaba limitada a los escritos de izquierdistas confesos y apologistas serbios, pero a medida que la guerra se prolongaba en meses y años, las palabras y frases de la mitología serbia aparecían una y otra vez en un círculo que se expandía y que incluiría, eventualmente, las páginas editoriales de periódicos altamente respetados.

Aun así, pocas de las acusaciones y alegatos presentados durante la campaña eran novedosos. La historia de la desinformación serbia puede rastrearse hasta los orígenes de Yugoslavia en 1918.

La agencia noticiosa Tanjug, controlada por el Partido Comunista, y la Televisión de Belgrado, continuaban la batalla que se iba perdiendo en la comunidad diplomática a medida que los distintos países, uno tras otro, reconocían a Croacia y a Bosnia como Estados independientes.

Uno de los primeros mitos realmente nuevos apareció el 20 de noviembre de 1991, cuando los titulares de diarios y medios de difusión del mundo gritaron: "Milicias croatas degollaron a 41 niños". Una importante agencia de noticias informó: "Los niños, de entre cinco y siete años, según se informó, fueron encontrados degollados en el sótano del jardín de infantes de Borovo Naselje luego que fuerzas croatas abandonaron el lugar durante el fin de semana". Los niños eran en su totalidad serbios, de acuerdo al informe.

Esta historia demuestra la mitología en el momento en que se la está haciendo. La historia fue transmitida por todas las redes electrónicas y agencias de noticias, y fue publicada en diarios de todo el mundo sin que se haya efectuado ninguna clase de confirmación del hecho.

El hecho de que la aldea en cuestión había estado sitiada por meses, que todos los niños habían sido evacuados meses atrás, y que obviamente no se dictaban clases en jardines de infantes a lo largo de toda la zona de guerra desde hacía ya tiempo, no llamó la atención de ningún editor. Al día siguiente, algunos diarios publicaron una retractación, en menor espacio y letra pequeña, después que un reportero gráfico de 22 años, Goran Mikic, admitiera que había "fabricado" la historia. En Belgrado la prensa nunca publicó la retractación, y de hecho, más tarde, citó al falso incidente en sus noticias como parte de su campaña propagandística.

La propaganda es definida como información y opiniones, especialmente las prejuiciadas, difundidas para influenciar al público en favor de o en contra de alguna doctrina o idea. El mito, por su parte, es definido como una historia antigua tradicional o una leyenda. La mitología, a su vez, es un cuerpo de mitos.

Durante los últimos 70 años una gran parte de la propaganda llegó a transformarse en mitología con vida propia, creciendo y mutando cada vez que se volvía a contar. Viejos mitos fueron resucitados y adornados por propagandistas, periodistas y otros interesados que intentaban entender las guerras serbias de agresión. Más allá de la motivación, el resultado es el mismo: otra generación era presentada al calor de la mitología y negada a ver la luz de la realidad.

Algunos mitos son nuevos, otros son muy viejos. El mito mencionado de los 41 niños degollados que se informó un día y tuvo retractación al siguiente, sin duda encontrará su camino hacia algún libro de historia, en algún lugar, como un hecho verídico, llegando a ser parte de la mitología.

Además, nuevos mitos fueron creados no sólo por los mitólogos serbios sino por la misma prensa, la cual se supone debe informar y no generar las noticias.

El 15 de agosto de 1996 diarios de todo el mundo reprodujeron una fotografía de una agencia de noticias de lo que a primera vista parece ser un soldado croata con su brazo levantado en un saludo fascista, con un epígrafe indicando que el militar tenía esta actitud mientras se entonaba el Himno Nacional croata. Empero, miles de personas en todo el mundo vieron la misma imagen en la televisión croata, transmitida vía satélite, con ambos brazos levantados en una "V" de la victoria, junto a decenas de soldados haciendo lo mismo, respondiendo a las aclamaciones de una multitud que les daba la bienvenida y no al sonido del Himno Nacional.

Una mirada más atenta a la fotografía revela que el brazo izquierdo del hombre también estaba levantado. Su brazo derecho estaba duro porque había sido herido y su codo estaba fuertemente vendado. Para crédito de una parte de la prensa, el San Francisco Chronicle y otros diarios retiraron en forma inmediata la fotografía y su epígrafe, después de que, como dijera el editor del Chronicle, William German, "algunas dudas fueron expresadas". Empero, a pesar del pedido del editor German, la agencia de noticias no sólo se negó a retractar el epígrafe, sino que defendió lo que pasó a ser denominado "el engaño del saludo".

En las páginas siguientes, mitos tanto antiguos como emergentes son explorados y expuestos en la realidad. Algunos tienen explicaciones simples; otros son complejos. Otros, también, son groseros y sin gusto.

Este trabajo tiene la intención de iluminar, no acalorar. Tiene el propósito de llevar los mitos al dominio de la realidad.

Croacia y los croatas

Croacia emergió como un Estado nacional unificado en el año 925 d.C. y pasó a formar parte, a través de una unión personal bajo un rey común, de lo que llegaría a ser el Imperio Austro-Húngaro en el siglo XII. A través de toda la historia del Imperio, Croacia mantuvo diversos grados de autonomía con su propio Ban o Virrey y su Sabor o Parlamento, que se reunió por primera vez en el año 679 d.C. Después de la Primera Guerra Mundial, Croacia fue absorbida por el nuevo Estado artificial que se llamaría Yugoslavia. En el período entre 1918 y 1941 la primera Yugoslavia fue apenas poco más que una extensión de Serbia con un rey serbio, gobernando desde la capital serbia, Belgrado, con leyes serbias. Esa fue la primera vez en la historia en que serbios, croatas, eslovenos, montenegrinos y macedonios vivieron juntos en un Estado común. La historia de la Yugoslavia monárquica está marcada por la brutal suspensión de los derechos políticos, humanos y civiles croatas.

La nación croata se reunió alrededor del Partido Campesino Croata cuyo líder, Stjepan Radic, un gran pacifista, era ya avanzado en edad y casi ciego. Radic, junto con otros cuatro líderes croatas, fue baleado por un diputado serbio en el piso del Parlamento en el año 1928.

El rey serbio, Alexander Karageorgevic, agravó la situación proclamándose a sí mismo dictador absoluto y proscribiendo a todos los partidos políticos. El diputado croata Ante Pavelic formó entonces el Movimiento Croata de Liberación Ustase ("Insurgente"), para obtener la independencia por la fuerza. Alexander fue asesinado en 1934, siendo sucedido por su primo, el príncipe regente Pablo, quien era medio ruso, había sido educado en Oxford, y tenía poco interés en la política o en Yugoslavia.

La Segunda Guerra Mundial

Entre 1934 y 1941 Yugoslavia se acercó a Hitler bajo el liderazgo de Milan Stojadinovic, quien formó sus propias tropas de choque y adoptó el título de Vodja o Führer. Posteriormente, el premier Dragisa Cvetkovic llevaría a Yugoslavia a unirse al Eje, apoyando a Hitler y Mussolini, el 24 de marzo de 1941. Casi inmediatamente tuvo lugar un golpe militar producido por dos generales serbios de la Fuerza Aérea, quienes contaron con la ayuda del Servicio Secreto británico.

Hitler ordenó la inmediata conquista de Yugoslavia, ya que para él era inaceptable una situación de inestabilidad en su flanco sur, en vísperas de la invasión a la Unión Soviética. El ejército, dominado por los serbios, se rindió sin presentar resistencia. El Gobierno y la familia real serbios huyeron a Gran Bretaña llevándose oro por cifras millonarias, para establecer un gobierno yugoslavo en el exilio, que culpó a los croatas por la guerra y la derrota.

Los ustase de Pavelic tomaron inmediatamente el control de Croacia, incluyendo a Bosnia y Hercegovina. El nuevo Estado croata fue dividido en dos zonas de ocupación, una alemana y otra italiana, mientras que Italia, directamente anexó grandes partes de la Dalmacia croata. Italia declaró a Croacia un reino italiano, y hasta nombró un monarca, quien nunca pisó su supuesto territorio. El Estado croata, conocido por sus iniciales croatas de NDH, nunca tuvo control total del país, pero montó una dura resistencia contra los monárquicos serbios cetniks y los partisanos, que estaban dirigidos por los comunistas.

El Estado croata también envió unidades aéreas, navales y de infantería para luchar en el frente ruso. La mayor parte de la infantería pereció en Stalingrado.

Serbia se transformó en un Estado títere nazi bajo el mando del general Milan Nedic, quien intensificó la persecución contra judíos, gitanos y croatas que había comenzado con el régimen monárquico antes de la guerra.

El 22 de junio de 1941 -fecha que ahora es fiesta nacional en Croacia- una unidad de 40 partisanos croatas lanzó un ataque contra fuerzas de ocupación en las cercanías de la ciudad croata de Sisak. Este hecho marcó el comienzo de la primera más larga y única exitosa guerra de liberación contra los nazis. Los partisanos, dirigidos por un croata, Josip Broz ("Tito"), eran mayoritariamente croatas en número. Para 1943 cerca de 300 mil partisanos habían liberado grandes zonas de Croacia y Bosnia, estableciendo un Estado que fue reconocido al año siguiente por los aliados como el Gobierno legal.

Si bien los partisanos estaban integrados con combatientes de todas las nacionalidades, sólo dos divisiones eran serbias, una montenegrina, siete bosnias y once croatas. La mayor parte del liderazgo de los partisanos era comunista y el Partido Comunista -que estaba proscripto- contribuyó con la estructura organizacional necesaria para salir victoriosos. Empero, el 95 por ciento de los partisanos eran campesinos no comunistas y obreros de todas las tendencias políticas, especialmente miembros del Partido Campesino Croata. Todos ellos lucharon por la promesa de una Croacia democrática y autónoma, dentro de una nueva Yugoslavia federal.

Cientos de miles perecieron en la multifacética guerra entre partisanos, alemanes, italianos, croatas y varias fuerzas serbias. A medida que la guerra se acercaba a su fin, miles de cetniks se pasaron en masa a los partisanos.

Mientras el reciente conflicto en Croacia y Bosnia, que frecuentemente es llamado "guerra civil" sin serlo, la Segunda Guerra Mundial fue realmente una guerra civil, con primos peleando contra primos y hasta hermanos contra hermanos.

La Segunda Yugoslavia

Después de la Segunda Guerra Mundial, Yugoslavia fue reconstituida como una república federal comunista, con la promesa de igualdad para todas sus naciones y pueblos. Como en la mayor parte de los Estados comunistas, las promesas no fueron cumplidas. Una despiadada policía secreta, y la explotación económica y política de Croacia, llevaron a cientos de miles de jóvenes croatas a buscar libertad y prosperidad en el exterior. Luego de la purga del jefe de la policía secreta Aleksander Rankovic en 1966, tuvo impulso un nuevo aire de libertad, conocido como "la Primavera Croata".

Menos conocida en Occidente que la "Primavera de Praga", esta gran liberalización fue aplastada por los comunistas a fines de 1971. Una víctima de la nueva ronda de represión fue el disidente antiguo partisano y general del Ejército yugoslavo Franjo Tudjman. Los hechos de 1971 pusieron en movimiento fuerzas que llevaron, 20 años más tarde, a la independencia de Croacia.

La muerte de Tito, en 1980, condujo a mayores demandas de democracia y economía de mercado, además de pedidos por una mayor autonomía para Croacia y Eslovenia, respecto del Gobierno central, controlado por los serbios. A medida que Eslovenia y Croacia, de orientación occidental, introducían reformas democráticas, Serbia, más inclinada al Oriente, se esforzó por mantener el autoritarismo comunista y un gobierno centralizado.

En 1990 el Dr. Franjo Tudjman fue el primer Presidente libremente elegido de Croacia. Las elecciones libres y democráticas en Croacia y Eslovenia demostraron un compromiso con el proceso democrático, por la protección de los derechos humanos, y el desarrollo de una economía de libre mercado.

A mediados de 1990 Croacia comenzó negociaciones para lograr la formación de una confederación laxa de naciones que daría autonomía nacional, preservando a Yugoslavia en alguna manera.

La República de Serbia rechazó todos los intentos de negociación al respecto, involucrándose en violaciones a los derechos humanos contra la mayoría albanesa de Kosovo, desmantelando su Parlamento y purgando su gobierno, sus medios de información y el sistema educativo de albaneses y de no-comunistas.

El líder serbio, Slobodan Milosevic, permaneció comprometido con el sistema de partido único, manteniendo un régimen totalitario en Serbia y en toda Yugoslavia. Incitados por él, algunos serbios lanzaron en Croacia, el 17 de agosto de 1990, una muy bien planificada insurrección, atacando estaciones de policía y bloqueando la ruta principal, al sur de la capital croata, Zagreb.

Cuando la policía croata intentó detener la violencia, el gobierno central despachó a la fuerza aérea y al ejército, que estaban controlados por los serbios, para "restaurar el orden". En 1991, después de meses de infructuosas negociaciones y de una mayor violencia por parte de la minoría serbia en Croacia, alimentada por el gobierno de Serbia y los militares, Croacia y Eslovenia se declararon libres e independientes de Serbia y Yugoslavia.

Independencia y Agresión

Con el pretexto de proteger a la minoría serbia en Croacia, se lanzó una guerra en gran escala contra Croacia, por parte de las fuerzas armadas de Yugoslavia y de milicias serbias.

Croacia respetó decenas el "ceses del fuego", sólo para ver al ejército yugoslavo reagruparse y atacar nuevamente. En diciembre de 1991 el gobierno de Serbia admitió abiertamente que tenía como objetivo anexar territorios en Croacia y en Bosnia-Hercegovina, para formar una nueva "Gran Serbia".

El 15 de enero de 1992 la Comunidad Europea reconoció la independencia de Croacia, y también lo hicieron la mayoría de las potencias mundiales. Notablemente, el gobierno de los Estados Unidos de América, entonces encabezado por George Bush, no efectuó este reconocimiento sino hasta después que las fuerzas de paz de las Naciones Unidas llegaran a Croacia. El Subsecretario de Estado de Bush y su principal consejero sobre lo que había sido Yugoslavia era Lawrence Eagleburger, a quien la prensa apodaba "Lawrence de Serbia". Este funcionario tenía estrechos vínculos personales y financieros con la dirigencia comunista de Serbia, así como con bancos e industrias de armamentos yugoslavos. A pesar de la amistad de Eagleburger con la Serbia comunista, Estados Unidos se vio forzado a condenar la agresión expansionista de Serbia y a reconocer a Croacia en abril de 1992. Eagleburger pasó a ser Secretario de Estado y un comentarista que aparecía casi diariamente en televisión explicando qué había andado mal en Yugoslavia.

Casi inmediatamente después de la declaración croata de independencia, nació el mito de que Alemania y el Vaticano eran responsables de la defunción de Yugoslavia y de la guerra, ya que habían sido los primeros en reconocer al nuevo Estado. De hecho, el primer país en reconocer a Croacia fue Eslovenia, el 26 de junio, seguida de Letonia, Ucrania, Lituania, Islandia y Estonia en 1991. Un frágil "cese del fuego" mediado por Cyrus Vance tuvo efecto a las 6 de la tarde del 3 de enero de 1992.

El 19 de diciembre de 1991, Alemania anunció que se aprestaba a reconocer a Croacia el 15 de enero de 1992, con o sin el resto de la Comunidad Europea. Ese día, 21 naciones incluyendo a ese país reconocieron a Croacia. Para fines de enero, el reconocimiento se había extendido a 42 naciones. La Santa Sede reconoció a Croacia el 13 de enero de 1992, la misma semana en que lo hicieran virtualmente todas las naciones de Europa. Estados Unidos ocupó el quincuagésimo cuarto lugar en la lista de países en reconocer la realidad, el 7 de abril de 1992.

Cuando Alemania y el Vaticano reconocieron a Croacia y a Eslovenia, junto con otras 40 naciones, la guerra en Eslovenia había terminado, Croacia estaba en ruinas, y las "fuerzas de protección" de la ONU se estaban dirigiendo al lugar, mientras Serbia se preparaba para atacar a su próxima víctima: Bosnia. Los reconocimientos por parte de Alemania o el Vaticano no tuvieron nada que ver con la ruptura de Yugoslava siete meses antes, pero sin embargo ese mito continuó siendo difundido por Serbia y repetido por la prensa occidental.

A fines de 1991, un tercio del territorio de Croacia había sido capturado, la ciudad de Vukovar y otras estaban totalmente destruidas y miles de croatas habían sido muertos. Una ciudad duramente golpeada fue la antigua ciudad-puerto de Dubrovnik, conocida como Ragusa en tiempos del Imperio Romano.

A pesar de su condición de lugar histórico internacionalmente protegido, Dubrovnik fue bombardeada sin piedad, supuestamente para proteger a su población serbia, que llegaba aproximadamente al 5 por ciento. Durante los cuatro años siguientes continuaron los bombardeos en forma periódica. Mientras los informes de la radio y la televisión se focalizaban en la antigua ciudad amurallada y el daño que sufría, las partes más "nuevas" de la ciudad eran dañadas aún más por el bombardeo serbio, especialmente la pequeña aldea de Cipili, ubicada en las cercanías del aeropuerto de Dubrovnik.

El Centro Inter- Universitario, perteneciente a un consorcio mundial para la educación superior, sufrió 52 impactos directos y resultó totalmente destruido, junto con su biblioteca de 25 mil volúmenes. Casi inmediatamente, una de las varias ramas de la estructura de propaganda serbia en Estados Unidos, un grupo conocido como Serbian American Voter's Alliance (SAVA), obtuvo el apoyo de un profesor universitario de Chicago para crear el mito de que el film y las fotografías del bombardeo de Dubrovnik fueron hechos con llantas de automóvil quemándose y mediante ángulos de cámara trucados, afirmando que la ciudad no había sido dañada en lo más mínimo!

En marzo de 1992, los pueblos de Bosnia también fueron a las urnas a votar por la independencia y la soberanía. Las poblaciones de croatas y musulmanes bosnios emitieron su sufragio, por abrumadora mayoría, a favor de la independencia. Los serbios, que eran el 31 por ciento de la población, boicotearon el referendum.

Cuando la Comunidad Europea, el 7 de abril de ese año, reconoció la independencia de Bosnia, Serbia lanzó una guerra de agresión en gran escala contra la nueva nación. A pesar de que la llamada Yugoslavia sostenía que no tenia fuerzas en Bosnia, estaba claro que la guerra que tenía lugar, como las guerras en contra de Kosovo, Eslovenia, Croacia y las tres anteriores guerras balcánicas del siglo XX (la tercera se descontroló, desembocando en la llamada Primera Guerra Mundial), se desarrollaba con el apoyo de Serbia.

Conflicto prolongado

La mal llamada por los medios "guerra civil" continuó hasta diciembre de 1995. Durante tres años las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y los Estados Unidos de América hicieron poco para terminar con la agresión, como resultado de un sinfín de acuerdos entre bambalinas y desacuerdos entre los supuestos aliados de la OTAN. El llamado "Plan de paz" de Cyrus Vance, que llevó a un cese del fuego en Croacia, fue violado al menos en 7 mil oportunidades. Además, dejó a los serbios el control de un tercio del territorio de Croacia y el 70 por ciento de Bosnia, hacia comienzos de 1995.

La resistencia de Estados Unidos respecto a la intervención en Bosnia y Croacia comenzó a desvanecerse en junio de 1995, cuando un avión de combate F-16 de la Fuerza Aérea norteamericana fue alcanzado cuando volaba sobre territorio bosnio por un misil tierra-aire supuestamente "bosnio-serbio".

Muchos periodistas y columnistas en los medios de EE.UU. y legisladores del Congreso de ese país exigieron saber cómo los "rebeldes serbios", con un "sistema de defensa antiaérea de tercera clase" pudieron humillar de ese modo a los Estados Unidos y a la OTAN. A pesar del heroico escape del piloto y su posterior rescate, el hecho constituyó una humillación. La respuesta fue que no habían sido los "rebeldes serbios" quienes derribaron el avión, sino el Ejército Popular Yugoslavo (JNA), lo cual sabían las Naciones Unidas, la OTAN y el servicio secreto estadounidense. El tecnológicamente avanzado centro de control de radares y de comando de radares y misiles que apuntó al avión, estaba ubicado en los suburbios de Belgrado. El misil había sido provisto por Rusia a mediados de 1994, y todos los equipos de gente eran miembros de la JNA entrenados por Rusia. En lugar de un sistema aéreo "de tercera clase", el sistema de guía de radares de tres entrelazados con control computacional centralizado era altamente sofisticado.

La realidad, conocida por todos pero admitida sólo por algunos, era que la JNA de Serbia, abastecida en Rusia, tenía el control absoluto de Serbia y de la Croacia ocupada. Toda la acción militar terrestre en Bosnia y Croacia era controlada por el alto mando de la JNA en Belgrado. Los "rebeldes" heridos eran trasladados por aire a hospitales yugoslavos. El ejército "serbio- bosnio" estaba dirigido por oficiales regulares de la JNA que rotaban regularmente entre Croacia, Bosnia y Serbia. El último comandante del ejército "serbio- bosnio" había sido previamente el comandante del ejército "serbio-croata".

A pesar de esto, se mantuvo el mito de que el hombre fuerte de Serbia, Slobodan Milosevic, había sellado sus fronteras con Bosnia y Croacia y no tenía control sobre las "fuerzas rebeldes". En realidad, la JNA nunca dejó de proveer toneladas de armas rusas y yugoslavas. Milosevic tenía control total sobre sus "títeres bosnios". Cualquier duda que pudiese haber sobre este hecho se evaporó cuando "rebeldes serbio- bosnios" capturaron a varios cientos de observadores de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas y los encadenaron a objetivos militares. Fue Milosevic quien los iba liberando gradualmente, a medida que obtenía cada vez mayores concesiones por parte de la ONU.

El mito de los "serbio-bosnios" y de los "serbio-croatas" fue posible de subsistir debido a que las Naciones Unidas, los Estados Unidos y la OTAN vieron a Milosevic como el único hombre que podía negociar un cese del fuego. Atacar objetivos de Serbia, la fuente de la agresión, según parecía, podía conducir a una guerra balcánica más amplia y hasta incitar a que tenga lugar una nueva guerra mundial. Mientras tanto, las Naciones Unidas quedaron reducidas a suplicar a Milosevic que reconociera a la República de Bosnia-Hercegovina. Pero "Slobo", por el contrario, usó su ventaja sobre las Naciones Unidas y la OTAN por todo lo que valiese, y en verdad valía mucho.

Croacia contrataca

Por cuatro años Croacia observó cómo las llamadas "fuerzas de mantenimiento de la paz" de la ONU nada hacían para restaurar el control civil sobre los territorios ocupados, tal como lo exigía el mandato que se les había dado. Cuando cambió el comando del batallón ruso de las fuerzas de paz, los serbios regalaron al coronel Viktor Loginov, el comandante que se iba, una limusina Mercedes Benz blanca y le organizaron una fiesta de despedida que fue boicoteada por los batallones británico, francés y canadiense de esas fuerzas. Su reemplazante, el mayor general Alexander Perelyakin, fue obligado a dejar su cargo en abril de 1995 debido a su abierta colaboración con las fuerzas serbias de ocupación.

El mandato de la ONU en Croacia expiró el 31 de marzo de 1995, y las fuerzas de paz fueron reducidas de 12 mil a 5 mil hombres. Al mismo tiempo, los planes de la ONU para Bosnia-Hercegovina cambiaban con una frecuencia casi semanal. La mayoría de los planes representaban poco más que una repetición del pacto de Munich en 1938, cuando las llamadas "grandes potencias" entregaron Checoslovaquia a Hitler, un sector territorial cada vez. En efecto, el plan final dividió a Bosnia-Hercegovina otorgando el 49 por ciento del país a los serbios, quienes constituían sólo el 31 por ciento de la población antes de la guerra, premiando la agresión serbia y castigando a las víctimas. Pero aún ese plan fue rechazado por los serbios, quienes querían el 70 por ciento de Bosnia y acceso al Mar Adriático, por primera vez en la historia.

Debido a que el mundo rehusó tomar cualquier tipo de acción real en contra de Serbia, la división de Bosnia se hizo inevitable. La destrucción, la barbarie y la muerte que trajo la guerra aseguró que los pueblos ortodoxos, musulmanes y católicos nunca más podrían vivir juntos como "bosnios".

Sin embargo, justo cuando parecía que la agresión serbia no podía ser contenida, el Ejército Croata (HV) demostró que Serbia no era invencible, a pesar de su superioridad militar tanto numérica como en armamento. La táctica básica del ejército de Serbia era descargar toneladas de exposivos en pueblos y aldeas indefensas. Pero en el combate real, las fuerzas serbias estaban desmoralizadas, desorganizadas, y habitualmente borrachas.

A comienzos de mayo de 1995, el gobierno de Croacia avanzó contra los serbios, lanzando una ofensiva para reabrir una carretera vital y una conexión ferroviaria que unía Croacia oriental (Eslavonia) con el resto del país. Esta conexión había sido rota el 24 de abril de ese año, cuando terroristas serbios bloquearon el tramo de la carretera entre Dragalic y Novska, violando un "cese del fuego" que se mantenía desde el 2 de diciembre de 1994, así como varias resoluciones de las Naciones Unidas. Hacia fines de abril, los serbios disparaban al azar sobre automovilistas que trataban de ir por la carretera, con el resultado de cuatro muertos y varios heridos, mientras batallones jordanos y nepaleses de las "fuerzas de mantenimiento de la paz" de la ONU se limitaban a observar. Cuando las fuerzas serbias avanzaron para afirmar su dominio sobre la carretera, los 2750 efectivos de esas "fuerzas de paz" se refugiaron en sus campamentos-base. El 30 de abril el Gobierno croata exigió que las fuerzas de la ONU cumplan con su mandato, para prevenir posibles ataques contra civiles croatas.

Cuando la ONU una vez más rehusó actuar, la Policía y el Ejército croatas avanzaron para retomar el control sobre la carretera el 1 de mayo. Sólo 33 horas más tarde, las fuerzas croatas habían liberado un enclave que había estado bajo ocupación serbia desde 1991. Observadores de la ONU, de la Comunidad Europea (CE), del Alto Comisariato de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y de la Cruz Roja fueron inmediatamente llevados al área para garantizar que ningún residente serbio fuera maltratado. Los rumores sobre maltrato, algunos de los cuales fueron publicados por la prensa occidental, demostraron su falsedad ante testimonios de los observadores de la ONU y la CE.

La respuesta serbia fue su única táctica probada: disparar misiles sobre la capital croata, Zagreb, y otras seis ciudades. Los objetivos serbios incluyeron el aeropuerto de Zagreb, el Teatro Nacional -en el cual fueron heridos 43 bailarines de ballet de doce países-, la Academia de Artes y Ciencias (errando el blanco por pocos metros y casi impactando en la Embajada de EE.UU.) y el Hospital de Niños, hiriendo a un número de niños enfermos y causando la muerte a un policía.

Otros objetivos de los misiles serbios "cluster" -cuyo uso está internacionalmente prohibido- incluyeron una escuela y la Catedral de Zagreb. A pesar del hecho de que fuerzas croatas y bosnias tenían artillería pesada a la vista de la capital de los rebeldes serbios, Knin, no hubo represalias.

Para el 8 de mayo la mayor parte de los serbios étnicos de los territorios liberados habían vuelto a sus hogares, incluyendo al alcalde, quien había sido instalado por los serbios. A la mayor parte de los 1500 soldados serbios capturados se les otorgó amnistía, quedando 186 detenidos bajo cargos de violación, asesinato masivo y haber prestado servicio en campos de concentración. El Gobierno croata permitió que retornaran las tropas de la ONU y reestablezcan una "zona-colchón" entre sus fuerzas y los enclaves de ocupación serbia que aún quedaban, actitud tomada a pesar de la obvia inacción de la ONU para impedir la agresión serbia durante los cuatro años anteriores.

Esta rápida y decisiva acción tomó por sorpresa a las llamadas "grandes potencias" y fue un embarazoso recordatorio de la total inacción de la ONU durante el cuatrienio anterior. Sin embargo, en lugar de ser merecidamente elogiada, Croacia recibió la condena de algunos debido a haber "violado la tregua", la cual en realidad nunca existió para los pueblos y aldeas de la línea del frente a través de toda Croacia. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llegó más lejos, al condenar a Croacia, mientras los medios de difusión informaban sobre la "ofensiva croata de primavera". Como ocurriera tantas veces durante esta guerra, la víctima de la agresión pasó a ser el agresor a los ojos de la ONU.

Al contrario de la opinión de la ONU, la CE, la OTAN y EE.UU., ahora Croacia parecía dispuesta y con posibilidades de controlar el expansionismo y la agresión serbios, a pesar del ilegal e inmoral embargo de armas que se le había impuesto.

Segundo Golpe: la Operación Tormenta

En agosto de 1995 el mundo observó incrédulo, nuevamente, cómo el pequeño Ejército croata lanzó la "Operación Tormenta" para liberar los restantes territorios ocupados por "rebeldes serbios" apoyados por Belgrado. A pesar de años de advertencia por parte de las llamadas "grandes potencias" en cuanto a que los serbios eran virtualmente invencibles y de que un asalto de esas características tomaría meses, sino años, a un costo de miles de vidas, la operación croata terminó en pocos días y con bajas limitadas.

Durante cuatro años los serbios del área ocupada conocida como "Krajina" (tierra fronteriza) bombardearon diariamente ciudades croatas. A pesar de los asaltos, el Gobierno croata continuaba negociando sin éxito. A fines de julio de 1995 se había llegado a un acuerdo tentativo para dar a los serbios de "Krajina", quienes llegaban al 3 por ciento de la población de Croacia, su propio mini-Estado con su propia bandera, moneda, policía local y el idioma serbio protegido por Croacia.

Empero la respuesta fueron nuevos bombardeos. El Gobierno croata advirtió entonces a los serbios de "Krajina" que habría una respuesta militar ante nuevos bombardeos. Antes de que Croacia emprendiera alguna acción, notificó a la ONU, que a su vez informó al ejército serbio. El primer ataque puntual de la artillería croata destruyó puestos clave militares y de comunicación serbios, sin causar prácticamente daño a la ciudad de Knin. El ejército serbio emprendió la retirada, con una huida en la cual produjo en forma intencionada pánico en la población civil, al mezclar a sus fuerzas en retroceso con tanques y artillería en las columnas del éxodo civil.

Cuando las primeras unidades del ejército croata llegaron a Knin encontraron una ciudad desierta, virtualmente intacta de bombardeo, pero totalmente saqueada. El Presidente croata, Franjo Tudjman, llegó allí en forma inmediata e hizo un llamado para que los refugiados retornen a sus hogares, pidiendo a quienes no se habían ido que se quedaran, para ayudar a la reconstitución de una sociedad multiétnica. Algunos eligieron hacer esto, pero la mayoría no lo hizo. Entre quienes huyeron había culpables de violaciones, asesinatos, hechos de genocidio conocidos como "limpieza étnica" y del continuo bombardeo en forma diaria de una docena de ciudades croatas, entre ellas Karlovac y Dubrovnik durante los cuatro años anteriores.

Muchos de los serbios que huían todavía estaban vestidos con el uniforme de las temidas "escuadras de la muerte" cetnik. Croacia pudo haber arrestado a estos criminales para deportarlos a los Países Bajos, donde serían juzgados, pero en cambio dejó el corredor abierto para que pudieran huir, permitiendo además a la ONU y a la prensa que observaran la retirada del ejército serbio y los civiles que los protegían de regreso a Serbia.

El Gobierno croata reiteró que todo serbio de "Krajina" que no fuera culpable de crímenes de guerra era bienvenido para volver y vivir en paz. Los medios occidentales llamaron inmediatamente a este éxodo "limpieza étnica" realizada por los croatas. Cuando las hasta entonces autoridades serbias de la "Krajina" reconocieron en la prensa de Belgrado que ellos habían ordenado y organizado la evacuación masiva, este hecho tuvo muy poca difusión.

Durante cuatro años, más de un millón de no-serbios fueron arrastrados fuera de sus hogares con poco más que la camisa que tenían puesta; las mujeres eran llevadas a campos de violación; decenas de miles de personas fueron masacradas y enterradas en fosas comunes, como las que aún hoy se siguen encontrando en Bosnia. Sin embargo, la prensa mundial culpó enfáticamente a Croacia por las dificultades sufridas por los refugiados que huían de la llamada "Krajina".

A pesar de que los medios se referían a Knin como ciudad "devastada" por los estándares brutales de la guerra, la ciudad apenas si había sido tocada. Para ilustrar la supuesta devastación, algunos medios mostraron inadvertidamente una iglesia católica totalmente destruida, la cual había sido volada por los serbios en 1991. La iglesia ortodoxa serbia estaba intacta, y protegida por la Policía croata. Posteriormente se supo que sólo habían sido utilizados 2 mil cartuchos en la liberación de Knin, mientras que en comparación los serbios habían lanzado un estimado de entre 15 mil y 20 mil proyectiles sobre Sarajevo en un solo día.

Después de que el ejército se retiró de las áreas liberadas, miles de croatas que habían estado viviendo en campos de concentración retornaron para encontrar sus hogares, iglesias y negocios destruidos. Enfurecidos, algunos castigaron a los serbios con saqueos, incendios y cometiendo hasta 26 asesinatos que pueden no haber tenido relación directa con hechos de guerra. Aun cuando estos crímenes empalidecen en comparación con las decenas de miles de asesinados por los serbios y ciudades enteras que, como Vukovar, fueron borradas de la faz de la Tierra, ellos no son menos reprensibles.

En tanto que los dirigentes serbios han sido fotografiados en repetidas ocasiones forzando a los civiles a dejar sus hogares y los más altos dirigentes serbio-bosnios fueron calificados como criminales de guerra por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra, la dirigencia croata actuó rápidamente para limpiar su propia casa. A fines de septiembre casi 400 personas fueron arrestadas, y a comienzos de octubre el Presidente croata Franjo Tudjman anunció que se habían iniciado causas penales en los casos de saqueo, destrucción y las 26 muertes mencionadas. Según anunció, "esperamos que las cortes de Croacia, que realmente son completamente independientes, cumplan con su deber en todos estos casos". En enero de 1996, la mayoría de los crímenes tenían su causa judicial en estado avanzado.

Cuando Croacia fue atacada en 1991, muchos serbios huyeron, pero no a Belgrado, sino a la capital croata, Zagreb, y a otras áreas no ocupadas. Más serbios eligieron vivir en paz en la Croacia libre que los que escogieron la vida bajo la ocupación serbia. El 31 de marzo de 1995, unos 218 mil serbios étnicos vivían en Croacia libre, comparados con alrededor de 184 mil en la Croacia ocupada. Los serbios pacíficos urbanos no sólo no fueron maltratados en Croacia libre, sino que algunos llegaron a ser miembros del Parlamento y uno su vicepresidente.

El balance cambiante

Hacia fines de 1995 Croacia llegó a ser una potencia militar en la región por su propio derecho, obligando a los supuestamente invencibles serbios a una retirada total de Croacia. En Bosnia, el Ejército de la República de Bosnia-Hercegovina, que era inferior en efectivos y armamentos, apenas mantenía la ciudad de Sarajevo y poco más de un cuarto del país por tres años. El sitio de Sarajevo llegó a ser el más prolongado de la historia europea moderna. En la mayor parte de Hercegovina fue la Organización Militar Croata (HVO). la que contenía a los serbios. En tanto que era nominalmente independiente y constituida por croatas de Bosnia, la HVO era en realidad una extensión del Ejército croata.

Aun cuando el Ejército de Bosnia, dirigido por los musulmanes y la HVO, combatían al mismo enemigo, ya en 1992 comenzaron a producirse enfrentamientos entre las dos fuerzas, especialmente en la ciudad de Mostar y sus alrededores.

En marzo de 1994 el presidente de los Estados Unidos presidió la firma de un convenio de "matrimonio forzoso" entre Croacia y Bosnia en una federación. Para ambos fue un "matrimonio de conveniencia" pero fue tomado a mal por muchos ciudadanos en la población de ambos lados.

La Federación recibió promesas de apoyo económico por parte de Estados Unidos y apoyo militar encubierto en forma de provisiones (técnicamente prohibidas bajo el embargo universal vigente), entrenamiento y, lo más importante, inteligencia. Lentamente, la Federación fue ganando mayor ventaja en Bosnia occidental mientras la ONU abandonaba una tras otra las "áreas seguras" en Bosnia oriental, permitiendo así a los serbios "tragarse" poblaciones bosnias y, como en los casos de Srebrenica, Zepa y otras, matar a miles de bosnios musulmanes en las áreas calificadas como "protegidas" por la ONU.

A fines de 1995, el poderoso Ejército croata, bajo la autoridad de la Federación, avanzó para socorrer a fuerzas bosnias en Bosnia nor-occidental. En conjunto, las fuerzas hicieron retroceder a los serbios en casi todos los frentes. Las Naciones Unidas dieron la espalda a las gentes que se suponía iban a proteger y parecía posible que Croacia y Bosnia unidas podrían empujar a las fuerzas serbias de regreso a Serbia. Empero, de repente, pareció más atractivo que antes al dictador Milosevic y a sus títeres conformarse con la mitad de Bosnia.

Dayton

En abril y mayo de 1995 fueron lanzados los primeros ataques aéreos de la OTAN contra los serbios, y en agosto la OTAN comenzó una campaña de bombardeos durante dos semanas para romper el sitio de Sarajevo, mientras las fuerzas croatas liberaban la "Krajina". Con miles de refugiados huyendo a Serbia, y la condena mundial a Serbia concretada no en palabras sino en bombas reales, y un ejército combinado croato-bosnio presionando en todos los frentes, Milosevic decidió que era tiempo de hablar.

En septiembre de 1995 un acuerdo patrocinado por los Estados Unidos fue aceptado por las partes croata y bosnia. Este convenio iba a sacrificar la mitad de Bosnia al agresor serbio. Empero, desagradablemente, EE.UU. dijo claramente que la oferta era final y que solamente se podían negociar los detalles. Con un "cese del fuego" de 60 días de vigencia, los presidentes de Croacia, Bosnia y Serbia fueron convocados por el primer mandatario norteamericano, Bill Clinton, a una base de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos cerca de Dayton, Ohio. Desde el 1 de Noviembre de 1995, durante 20 días y sus noches, se establecieron los detalles de lo que pasaría a llamarse el "Acuerdo de Dayton", que sería luego firmado el 21 de noviembre de ese año.

Para reforzar el hecho de que Milosevic estaba a cargo de todas las fuerzas "serbio-bosnias", el presidente "serbio-bosnio" Radovan Karadic (quien no era serbio ni bosnio) y su escudero, el jefe general Ratko Mladic, no fueron invitados y recibieron amenazas de ser arrestados por crímenes de guerra si intentaban hacerse presentes durante las negociaciones. La firma final se realizó al mes siguiente en París, mientras las primeras decenas de miles de efectivos de las fuerzas de la ONU, con un destacamento simbólico constituido por rusos, se dirigían a Bosnia para comenzar la difícil tarea de dividirla en la "Federación de Bosnia" y la "República Serbia". Además, en Dayton se llegó a otro acuerdo menos difundido, en el que se estableció un período de transición de uno a dos años para transferir las tierras de Croacia que seguían ocupadas por serbios a control civil croata. Debido a que la transición iba a ser supervisada por la única fuerza de la ONU remanente en Croacia, y no por la OTAN como en el caso de Bosnia, se mantuvo en alto nivel la amenaza de una guerra renovada. La población serbia, que había expulsado o asesinado a miles de croatas, y que redujo a escombros la ciudad de Vukovar, no estaba deseosa de que sus vecinos retornaran. Dada la incompetencia previa de las Naciones Unidas y el abierto apoyo a los serbios, la "transición" de dos años podía fallar. Croacia hizo saber a los serbios que estaba dispuesta a trabajar con una mano abierta. Pero, a diferencia de 1991, la mano abierta de Croacia en 1996 estaba apoyada por un poderoso puño en la forma de un Ejército Croata probado en combate.

La nueva mitología: culpas iguales o inocencia serbia

Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se estableció un tribunal internacional en La Haya (Países Bajos), para investigar y enjuiciar violaciones, matanzas, actos de esclavitud y crímenes contra la humanidad. Entre los primeros en ser acusados por esos crímenes, en noviembre de 1995, estaban los líderes "serbio-bosnios" Karadic, Mladic y más de otros cuarenta. En febrero de 1996, otros dos oficiales serbios de alto rango fueron capturados en Bosnia y extraditados. Aún está por verse, mientras esto escribimos, si será acusado el verdadero arquitecto de la guerra y los crímenes, Slobodan Milosevic.

Quizás nunca sea conocida la verdadera magnitud de los crímenes, ya que se hicieron esfuerzos concertados para ocultar evidencias, destruir documentos y enterrar cuerpos. Un total de más de 8500 hombres musulmanes pueden haber sido ejecutados en un solo lugar después de que las fuerzas serbias invadieran y asolaran la llamada "área protegida" por las fuerzas de paz de la ONU, en Srebrenica, en julio de 1995. El número de muertos fue superior al cuarto de millón. Se estima que hubo entre 20 mil y 40 mil violaciones, y en 1996 todavía había miles de prisioneros en campos serbios de concentración o efectuando trabajos forzosos para el ejército serbio.

Pero aún mientras el mundo entero se enteraba de estos crímenes por informes de primera mano que se sucedían uno tras otro, la campaña serbia de desinformación para ocultar los crímenes ya había comenzado. El New York Times la denominó "una guerra en contra de la memoria". Ya en 1993 el periodista texano Peter Brock, escribiendo en el periódico Foreign Policy, lamentaba el injusto tratamiento que los serbios recibían en la prensa. Escribió sobre la "mínimamente dañada Dubrovnik", de las provocaciones musulmanas al ejército serbio y hasta sugirió que los musulmanes se habían bombardeado a sí mismos para ganar la simpatía occidental. En el mismo artículo, el cronista del diario El Paso Herald-Post desechó los trabajos del periodistas como Roy Gutman del Newsweek, John Burns del New York Times, y otros que llegaron a obtener el Premio Pulitzer sobre investigación de las atrocidades serbias.

A comienzos de 1996 el film obviamente propagandístico Vukovar hizo su debut en los Estados Unidos. La película iba a ser mostrada en las Naciones Unidas a fines de 1995, pero fue rechazada debido a su carácter revisionista y a que fue realizada en violación a resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El film fue realizado en la Croacia ocupada por los serbios, y violaba varias sanciones de las Naciones Unidas. A pesar de ello, recorrió las salas de cine norteamericanas con su poco sutil mensaje acusando a los croatas de haber comenzado la guerra y acusándolos de ser responsables de la destrucción de Vukovar.

Al mismo tiempo se presentó el film croata Vukovar - The Way Home, que describía la difícil situación de las verdaderas víctimas en esa ciudad, quienes vivían en cajas de embalaje para automóviles, pero atrajo muy poca atención. Mientras críticos de importantes diarios criticaban severamente al film serbio por su carácter de obvia propaganda, un senador de EE.UU. lo calificó como "profético y lírico", llegando a solicitar su urgente exhibición en la Casa Blanca. Además, el diario Los Angeles Times escribió en marzo de 1996 que a pesar del "claro intento del film de ser objetivo, el gobierno croata bloqueó la exhibición en las Naciones Unidas de este valiente y potente film antibelicista".

A pesar de esta mitología, y al contrario de los crímenes del pasado, Serbia no podrá hacer desaparecer esos crímenes: demasiado al respecto ha sido visto por demasiadas personas.

Es un hecho, reconocido por el mundo entero, que Kosovo, Eslovenia, Croacia y Bosnia- Hercegovina fueron las víctimas de la agresión serbia. Un cuarto de millón de muertos, decenas de miles de mujeres y hombres violados, dos millones de personas quedaron sin hogar, centenares de poblaciones, aldeas y ciudades quedaron destruidas. Pero ni un solo tiro se disparó en Serbia; ni un poco de pasto fue torcido; ninguna ventana se rompió allí. Serbia, sin haber sido tocada, se quedó con la mitad de Bosnia, como premio por las violaciones y el pillaje realizados.

Ninguna cantidad de ficción ancestral o nueva mitología podrá hacer nunca que Serbia parezca la víctima o podrá borrar esos crímenes. De esta guerra, el mito no saldrá triunfante sobre la realidad.

La continuidad de Croacia

La República de Croacia nació en medio de la hostilidad, la guerra y el sufrimiento. Intentó construir nuevas instituciones de comercio y gobierno mientras reestructuraba las existentes. Muchos en la prensa occidental critican al joven Estado croata por ser una democracia menos que perfecta, a veces con causa.

Empero, durante sus primeros cinco años asolada por la guerra, con miles de refugiados, con ciudades en llamas y con una docena de partidos políticos en democrática competencia, Croacia comenzó el desarrollo de instituciones que servirán para el futuro. Durante la caótica transición del comunismo a la economía de mercado y del totalitarismo a la democracia, el pueblo croata cuenta con una gran continuidad interna, mucho más antigua y profunda que la de muchas naciones.

La continuidad croata puede ilustrarse con el troplet, la triple trenza que se encuentra desde hace siglos tanto en el arte croata como en la arquitectura y el diseño. Frecuentemente esta triple trenza se encuentra dibujada sin solución de continuidad. Existen al respecto muchas explicaciones respecto al diseño, que probablemente fue tomado de los antiguos celtas.

Sin la preservación de la tradición croata, su idioma y su historia, los croatas no existirían hoy. Si la cultura, idioma e historia croatas no fueran conservados, Croacia no podría sobrevivir, más allá de su voluntad política. Croacia se vio despojada en su continuidad política por las acciones de potencias exteriores, pero encontró estabilidad en su rica cultura e historia, al tiempo de construir una base política estable.

Esa base otorga a cada hombre y mujer, en una democracia, el derecho a criticar al gobierno, formar partidos políticos y ejercer su facultad de elegir mediante el voto. Después de 1989 Croacia experimentó un tremendo cambio, pasando de ser una nación cautiva unipartidaria dentro de Yugoslavia a ser una república multipartidaria. Las guerras de agresión contra Croacia y Bosnia-Hercegovina hicieron a esa transformación aún más difícil. Numerosos partidos políticos emergieron con muchos líderes y voces en Croacia, Bosnia y el exterior. Algunos partidos se unieron, otros se dividieron y otros desaparecieron por completo.

En la Bosnia devastada por la guerra la gobernabilidad fue esporádica y difícil. En la República croata hubo caos y acusaciones en el Parlamento y en el gobierno, y hasta se levantaron algunas voces que pedían el retorno al comunismo o a alguna forma de Yugoslavia.

A pesar de estos comienzos tumultuosos, Croacia puede construir instituciones democráticas para el futuro a través de su Presidencia y su Parlamento. Para lograr la continuidad y preservar la democracia futura, las instituciones deben mantenerse separadas y por encima de los hombres y mujeres que las ocupan. Esas son las instituciones que van a proveer la continuidad política para el futuro. A pesar de que Franjo Tudjman y Alija Izetbegovic estarán inscriptos en la historia como los primeros presidentes elegidos en forma democrática en Croacia y en Bosnia-Hercegovina respectivamente, es más importante aún que no sean los últimos democráticamente electos presidentes de sus naciones.

Ambos deben ser seguidos, en generaciones futuras, por hombres y mujeres de muchos credos políticos. Y con cada nueva elección de autoridades por medio del sufragio, con cada cambio pacífico de gobierno, crecerá y se afianzará la continuidad política.

Las instituciones democráticas no nacen de la noche a la mañana. Ellas crecen y se alimentan con sangre, sudor y lágrimas, como dijera Winston Churchill. Después de cientos de años, los Estados Unidos, Canadá y Australia aún siguen definiéndose a sí mismos, tal como hoy lo está haciendo Croacia. El primer presidente norteamericano, George Washington, insistía en un Estado unipartidario y mantenía la esclavitud. Australia nació como una colonia penal. Canadá, por su parte, se constituyó como una obra hecha de retazos, compuesta por provincias muy diferentes, unidas por el más delgado de los hilos. Aun así, cada uno de esos países evolucionó hacia democracias menos que perfectas, pero sin embargo democracias.

El futuro de Croacia

El pueblo croata enfrenta muchos desafíos, tanto en la propia Croacia como en Bosnia-Hercegovina y en el exterior. El peso de la guerra, cientos de miles de refugiados, el esfuerzo de reconstruir ciudades destruidas y una economía debilitada lo afectaron.

Muchos han llegado a tener una visión crítica de la política y de la democracia en ese tiempo de prueba, pero hubo causa suficiente para la esperanza. En todo el mundo, Croacia encontró amigos para ayudarla en el desarrollo de su democracia, amigos en el verdadero sentido que encierra esta palabra.

También hubo quienes, en los Estados Unidos y en otros países, querían dictar los términos de "democracia" a naciones que emergían del comunismo. Croacia debe construir una república democrática, reflejando su propia y muy rica herencia, sus diversas regiones y sus particulares instituciones sociales y culturales. EE.UU. y otras democracias pueden quizás servir como ejemplos de qué hacer y qué no hacer, pero ninguna nación puede dictar a otra los términos de la "democracia".

En 1791 el Ban de Croacia, conde Juan Erdodi, se levantó en el Congreso de Bratislava para informar al Consejo de Hungría que "Regnum regno non praescribit leges!" (Un reino no puede establecer las leyes para otro!). Estas palabras siguen teniendo plena vigencia más de dos siglos después de haber sido pronunciadas.

Croacia puede sobrevivir y seguir construyendo sus fundamentos democráticos, y mientras se construyen esos cimientos. La sólida roca de la trilogía croata -idioma, cultura e historia- continuará siendo útil. El espíritu croata, que se mantuvo intacto por más de un milenio, nunca más debe ser sacrificado en el altar de los intereses internacionales.

Mito: "Los croatas pidieron entrar en Yugoslavia"

Mito: El pueblo de Croacia pidió unirse a Serbia para formar Yugoslavia en 1918.

Realidad: El pueblo de Croacia no pidió unirse a Serbia en 1918. Los representantes elegidos del pueblo de Croacia votaron ese año por una "República de Croacia Neutral y Campesina".

El Comité Yugoslavo

El origen del mito de que Croacia por su propia voluntad se unió a Serbia en 1918, se encuentra en la compleja historia del Comité Yugoslavo. El mismo estaba formado por exiliados que vivían fuera de Croacia durante la Primera Guerra Mundial. El Comité estaba dirigido por Franjo Supilo y Ante Trumbic, e incluía al famoso escultor croata Ivan Mestrovic. Todos ellos repudiaron al Comité pocos años después de fundarse Yugoslavia. Los "yugoslavos" eran serbios, croatas y eslovenos que se identificaron con el movimiento hacia un único Estado yugoslavo o "eslavo del Sur". Yugoslavos exiliados que vivían en Estados Unidos y en Gran Bretaña eran los principales partidarios y apoyos del Comité Yugoslavo. Habiendo establecido oficinas en Londres y en París ya en 1915, el Comité Yugoslavo llegó a hacer un activo lobby en favor de la causa de un Estado Sur-Eslavo unido, durante la Primera Guerra Mundial.

El concepto de un Estado Sur-Eslavo unido fue discutido por intelectuales croatas y eslovenos desde mediados del siglo XIX. En realidad, la "Idea Yugoslava" nunca maduró desde lo conceptual a la planificación concreta. Pocos de quienes promovían esa entidad habían considerado seriamente qué forma debía tomar el nuevo Estado. A pesar de eso, el Comité Yugoslavo emitió un manifiesto pidiendo la formación de un Estado Sur-Eslavo el 12 de mayo de 1915. El documento, como la retórica de quienes lo produjeron, era vago en lo concerniente a la forma y al sistema de gobierno, y recibió muy poco reconocimiento oficial.

Al mismo tiempo Serbia, dirigida por el Partido Radical Panserbio, de Nikola Pasic, vio el concepto "yugoslavo" como un instrumento útil para el largamente anhelado desarrollo de una "Gran Serbia". A medida que la guerra se prolongaba, los Aliados comenzaron a pensar en el concepto de "Yugoslavia" como una fuerza para detener en los Balcanes un futuro expansionismo germano. A pesar de que no se anunció un acuerdo formal sino en junio de 1917, el Comité Yugoslavo y el gobierno de Serbia en el exilio trabajaron estrechamente desde noviembre de 1916.

El 20 de junio de 1917, el Gobierno Serbio y el Comité Yugoslavo difundieron el texto de un acuerdo conocido como la "Declaración de Corfú", que pedía la formación de un Estado multinacional. El documento calló deliberadamente sobre si el gobierno debía tomar la forma de Croacia de orientación occidental o de Serbia, pro-oriental. La inmensa mayoría de los pueblos de Serbia, de Croacia y de Eslovenia no tenían conocimiento de la declaración hecha por un pequeño grupo de intelectuales exiliados y por el Gobierno Serbio en el exilio. A pesar de ello, los firmantes decían hablar en nombre de todos los pueblos sur-eslavos y la Declaración de Corfú llegó a ser la justificación utilizada por Serbia para la unificación de croatas y eslovenos bajo la Corona serbia.

El Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos

A medida que la guerra llegaba a su fin, el Imperio Austro- Húngaro comenzaba a desintegrarse. El Sabor o Parlamento de Croacia se reunió en Zagreb el 29 de octubre de 1918 para declarar "el Reino de Croacia, Eslavonia y Dalmacia" como un Estado libre e independiente. La Corona de Habsburgo reconoció a Croacia y transfirió la flota al Gobierno croata el 31 de octubre. El Gobierno de Croacia, en Zagreb, estaba totalmente formado antes de la caída de Austria, Alemania o Hungría. El Consejo Nacional Yugoslavo de Eslovenos, Croatas y Serbios se organizó en Zagreb el 15 de octubre de 1918. Este Consejo de 28 miembros era autonombrado, no elegido. A pesar de que su presidente era un esloveno, el Consejo estaba dominado por Svetozar Pribicevic, un serbio. El 24 de noviembre este grupo autonombrado pidió un Estado común con Serbia. Este es el cuerpo que tan frecuentemente es citado como "pidiendo" entrar en Yugoslavia. La mitología pasa por alto otro Congreso que tuvo lugar el mismo día, a pocas cuadras de distancia. Este era el Congreso del Partido Campesino Croata, de Stjepan Radic, al que asistían cerca de 3 mil delegados, elegidos en representación de todas partes de Croacia. El Partido Campesino era la agrupación política mayor y más popular en Croacia en ese entonces, y lo continuaría siendo en el período entre las dos guerras mundiales. En todas las elecciones subsiguientes obtuvo victorias que le dieron mayorías absolutas. Este Congreso desautorizó al Consejo Nacional por arbitrario e inconstitucional y adoptó unánimemente una resolución pidiendo una "República de Croacia Neutral y Campesina". Después de este Congreso hubo multitudinarias demostraciones en las calles de Zagreb a favor de la independencia croata. Sin embargo, este breve júbilo pronto cambió, al tomar conocimiento de que Croacia pronto sería gobernada desde una capital extranjera, cuando tropas italianas, francesas y francoafricanas invadieron desde el Oeste, y tropas serbias lo hicieron desde el Este. El 1 de diciembre de 1918 el príncipe serbio Alejandro anunció la formación del Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos, con un rey serbio gobernando desde Belgrado, la capital serbia. A pesar del nombre, que sonaba neutral, el país fue llamado Yugoslavia por la comunidad diplomática casi desde el comienzo. Irónicamente, en la Conferencia de Paz de París, la delegación yugoslava insistió abiertamente en ser llamada la "delegación serbia".

La Conferencia de Paz de París

En esa conferencia, los croatas elevaron un pedido al presidente norteamericano Woodrow Wilson, pidiendo una Croacia independiente. Con más de 150 mil firmas y la aclaración de que otras 450 mil fueron incautadas por el ejército serbio, el documento específicamente pedía:

"Que el Sr. Wilson y los representantes de las grandes potencias reconozcan la independencia del pueblo croata;

Que una Comisión Internacional sea enviada a Croacia para indagar al respecto;

Que sea formada una Asamblea Constituyente para que el pueblo croata pueda elegir libremente su destino;

Que se retire el ejército serbio;

Que el Sabor sea respetado como el único autorizado para hacer las leyes de Croacia; hoy ellas son dictadas por Serbia y ejecutadas de la forma más brutal por el ejército".

El petitorio fue elevado a la Conferencia de Paz de París de 1919, pero las objeciones del pueblo croata fueron primeramente recibidas y luego ignoradas por los Estados Unidos y las llamadas "grandes potencias".

Los Catorce Puntos del presidente Wilson, por los que los Estados Unidos lucharon en la Primera Guerra Mundial, estaban sufriendo una metamorfosis durante la Conferencia. El Punto X originalmente demandaba "la más libre oportunidad de desarrollo autónomo" para las naciones de Austro-Hungría, mientras el Punto XI estipulaba que "las relaciones entre los diversos Estados balcánicos serían determinadas mediante consejo amistoso de acuerdo a las líneas de lealtad históricamente establecidas y la nacionalidad"; también establecía "garantías internacionales de independencia política y económica y de integridad territorial de los diversos Estados balcánicos".

El comentario de la delegación estadounidense sobre la revisión de los famosos Catorce Puntos de Wilson hizo notar que "surge un problema interno debido a que los croatas rehusan aceptar la dominación de los serbios del Reino de Serbia". En un claro ejemplo de doble discurso diplomático, la delegación escribió:

"Los Estados Unidos están claramente comprometidos con el programa de unidad nacional e independencia. Debe estipular, empero, la protección de las minorías nacionales (...) apoya un programa destinado a una Confederación de Europa Suroriental".

Por lo tanto, a los ojos de los "Aliados victoriosos", para proteger a la Nación croata era necesario destruirla. No hubo votación del pueblo croata sobre su futuro. Por decreto, el príncipe Alejandro disolvió el Consejo Nacional Croata, convocó a un Parlamento compuesto principalmente por miembros de la Skupstina o Parlamento de Serbia y declaró que todas las leyes de la Constitución de Serbia de 1903 tenían efecto en todo el país.

A pesar del hecho de que se suponía que el propósito de la nueva Yugoslavia era la unificación de todos los eslavos del Sur en un Estado, Serbia, cumpliendo un pacto secreto firmado con Italia en 1915, entregó una gran parte de la tierra y de la población de la Dalmacia croata a Italia, incluyendo las estratégicas ciudades de Rijeka y de Zadar. Por primera vez en trece siglos, las antiguas instituciones croatas del Ban o Virrey y el Sabor o Parlamento fueron abolidas por el rey serbio.

El largo proceso de serbización había comenzado.

Mito: "Un terrorista croata ustase asesinó al rey Alejandro"

Mito: El rey Alejandro Karageorgevic fue asesinado por un terrorista croata ustase. En un interesante y retorcido argumento anticatólico, un cronista del Daily Review de Hayward, California, declaró que el asesino croata huyó al Vaticano, donde obtuvo protección.

Realidad: El rey Alejandro Karageorgevic fue asesinado por un macedonio llamado Vlada Gheorghieff, miembro de la Organización Revolucionaria Macedonia. Gheorghieff no huyó al Vaticano, sino que fue atacado en el lugar del hecho por la Policía francesa y murió la misma noche del asesinato del rey.

El mito fue uno de los primeros en ser cultivados por los artistas serbios de la desinformación, casi inmediatamente después de la muerte del rey Alejandro en 1934. A pesar del hecho de que éste fue el primer asesinato en ser filmado y que la identidad del tirador fue por tanto conocida en todo el mundo, el mito del "asesino croata" puede encontrarse incluso en enciclopedias y otros trabajos académicos.

La Yugoslavia de Alejandro

La historia de la muerte del rey Alejandro comenzó unos años antes, cuando el líder pacifista croata Stjepan Radic y otros cuatro líderes croatas fueron baleados por un diputado serbio en el piso del Parlamento (en Belgrado). Seguidamente, Alejandro se declaró "rey-dictador" el 6 de enero de 1929, aboliendo cualquier pretensión de constitucionalidad. Usando el asesinato como instrumento de gobierno, prohibió todos los partidos políticos, comenzó la persecución a los judíos y rápidamente pasó a ser uno de los dictadores más odiados de Europa.

Cuando el afamado intelectual croata Milan Sufflay fue brutalmente asesinado por la policía secreta de Alejandro, hasta Albert Einstein y Heinrich Mann se unieron al coro internacional de condena al régimen, escribiendo en el New York Times del 6 de mayo de 1931:

"Los hechos demuestran que la crueldad y la brutalidad ejercidas sobre los croatas solamente aumentan... No se puede tolerar al asesinato como arma política y los asesinos políticos serbios no deben ser considerados como héroes nacionales".

Hacia 1934, más de 19 mil croatas fueron condenados a prisión con penas superiores a 20 años y más de 200 fueron sentenciados a pena de muerte por violar el decreto draconiano que abarcaba todo, conocido como "Ley de Defensa del Reino".

Cientos más "cometieron suicidio", murieron de enfermedad en prisión o fueron muertos por gendarmes en "supresión de rebelión". Montenegrinos, eslovenos, macedonios y hasta serbios democráticos no la pasaron mucho mejor bajo el gobierno despótico de Alejandro.

Habiendo eliminado todas las opciones pacíficas de cambio, Alejandro, como Hitler y Mussolini, vivía con miedo por su vida, por buenas razones. Desde la fundación de Serbia en 1804 hasta la fundación de Yugoslavia en 1918, hubo once reinados. En este período de 114 años el reinado promedio fue menor a diez años. De todos los monarcas en la historia serbia, solamente dos, Milos y Petar I, murieron en el trono por causas naturales, y ambos llegaron al poder después de haber pasado por el exilio.

La "dinastía" Karageorgevic fue fundada por Karageorge ("Jorge el Negro") Petrovic, un campesino criador de cerdos que, según él mismo admitiera, mató a 125 hombres con sus propias manos, incluyendo a su padrastro y a su hermano. Alejandro fue muerto por Milos en 1817. El hijo de Jorge el Negro, también de nombre Alejandro, retornó al trono en 1842 pero fue depuesto por la rival "dinastía" Obrenovic y murió en el exilio en 1885.

A su vez, Obrenovic y su reina fueron asesinados en 1903 por Petar I, padre de Alejandro de Yugoslavia. Alejandro llegó al trono sólo debido a que su hermano mayor, el príncipe Jorge, asesinó a su mayordomo y se vio forzado a renunciar a su pretensión al trono.

Marsella

El legado de los reyes de Serbia, la opresión de Alejandro y la cólera de quienes pudieron escapar de la opresión, se unieron el 9 de octubre de 1934, cuando el crucero yugoslavo Dubrovnik arribó al puerto francés de Marsella, con Alejandro a su bordo. Debajo de su apretado uniforme de almirante, el rey llevaba puesto su acostumbrado chaleco antibalas. Debido al enorme tamaño del Dubrovnik, el buque ancló en la bahía y Alejandro fue trasladado a la orilla en un barco más pequeño, dejando atrás a la mayor parte de su cuerpo de guardaespaldas.

Alejandro había estado en suelo francés menos de cinco minutos, cuando Vlada Gheorghieff se encaramó al automóvil del rey y abrió fuego con una pistola automática Mauser de veinte tiros, matando al rey, al ministro francés de Relaciones Exteriores, Louis Barthou, y a dos personas que estaban mirando.

Gheorghieff, que era macedonio de nacimiento y ciudadano búlgaro, era miembro de la Organización Revolucionaria Macedonia, que buscaba liberar a Macedonia de Yugoslavia. El coronel francés Pialet, montado a caballo al lado del automóvil, inmediatamente desenvainó su sable y atacó a Gheorghieff, quien murió más tarde, esa misma noche. El famoso defensor francés Georges Desbonnes recordaba más tarde:

"Motivados por el respeto a Su Majestad, los médicos no examinaron todo el torso superior del Rey, no viendo al comienzo la herida mortal en la espalda de Alejandro".

Todo el evento fue filmado y cubierto por docenas de periodistas y presenciado por centenares de personas. Alejandro estaba entre los dictadores más odiados y temidos de Europa, y media docena o más de posibles asesinos, de varias nacionalidades, estaban esperándolo en Marsella ese día. Debido a que la herida mortal del rey estaba en su espalda, y Gheorghieff se encontraba ubicado frente a él, Desbonnes estaba seguro de que realmente lo había matado una bala de uno de sus propios guardaespaldas, quienes disparaban salvajemente.

De cualquier forma, no hay ninguna duda histórica de que un ciudadano búlgaro, nativo de Macedonia y miembro del Movimiento Revolucionario Macedonio, de nombre Vlada Gheorghieff, montó la plataforma, disparó, fue derribado de un golpe, murió esa noche bajo custodia policial y fue sepultado en un cementerio de Marsella, en presencia de dos funcionarios policiales y un sepulturero.

Mito: "Todos los croatas eran fascistas durante la Segunda Guerra Mundial; todos los serbios eran pro-aliados"

Mito: Todos los croatas eran fascistas durante la Segunda Guerra Mundial. La apologista serbia, escritora Nora Beloff, escribiendo en el Washington Post, fue aparentemente la primera en agregar la cláusula complementaria de que "todos los serbios fueron pro- aliados".

Realidad: Como virtualmente todos los países del continente europeo durante la Segunda Guerra Mundial, tanto Croacia como Serbia tuvieron gobiernos que colaboraron con el Eje. Todas las naciones de Yugoslavia tenían elementos que apoyaban al Eje, así como todas tenían elementos que eran anti-Eje. Empero, fueron los mayoritariamente croatas partisanos, dirigidos por el también croata Josip Broz ("Tito"), quienes formaron la única fuerza auténticamente anti-fascista en Yugoslavia, y la fuerza aliada más formidable en la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.

Coqueteando con el fascismo

La Segunda Guerra Mundial llegó a Yugoslavia como resultado directo de los sentimientos pro-Eje del gobierno yugoslavo, controlado por los serbios. Bajo el príncipe Pablo, Yugoslavia se alejaba sin cesar de Francia, mientras se acercaba a Alemania, después de la trágica muerte del rey Alejandro. Ya en febrero de 1936, Hitler prometió apoyar al gobierno del premier Milan Stojadinovic.

Hacia 1937, Stojadinovic había visitado a Mussolini, además de desarrollar su propia escuadra de "camisas verdes" y adoptar el saludo nazi. Quizás fue el haber asumido el título de Vodja (Führer), lo que hizo finalmente que el príncipe Pablo actuara, reemplazando a Stojadinovic por Dragisa Cvetkovic, quien mantuvo la misma política exterior pro-Eje, si bien utilizando menos simbología fascista.

El príncipe Pablo veía al Tercer Reich como la única potencia capaz de mantener al artificial Estado de Yugoslavia, por lo que comenzó negociaciones secretas con altos dirigentes nazis en diciembre de 1939. Tenía la esperanza de llegar a ser rey bajo el Nuevo Orden, negando al joven príncipe coronado Pedro el trono que le correspondía. Yugoslavia se unió al Eje el 24 de marzo de 1941. El único miembro del Gobierno que rehusó firmar el "Pacto de Acero" de unión con el Eje fue el ministro croata Vladko Macek, del Partido Campesino Croata.

Después de la firma, Cvetkovic aseguró a Hitler que Yugoslavia "...está dispuesta a cooperar con Alemania en todas las formas". De hecho, Pablo había estado ya cooperando desde 1939, con detenciones masivas de judíos, el dictado de estrictas leyes raciales y la prohibición de sindicatos. Hacia 1940 se habían aprobado leyes limitando los tipos de negocios que los judíos podían tener, dirigir, en los que podían trabajar, y limitándoles severamente el acceso a la educación.

Golpe e invasión

El 26 de marzo de 1941 dos generales serbios, Bora Mirkovic y Dusan Simovic, condujeron un golpe contra el gobierno de Cvetkovic, para el cual contaban con apoyo británico. La prensa angloamericana produjo y publicó muchos informes sobre la posición anti-Eje de los serbios. De hecho, el golpe tenía sus raíces tanto en cuestiones de política exterior como de política interior.

Perdido en la mitología está el hecho de que los generales no pensaban que Alemania iba a invadir, y que querían mantener relaciones cordiales con el Eje. El 30 de marzo, el ministro yugoslavo de Relaciones Exteriores hizo una declaración formal al enviado alemán, diciendo que el nuevo gobierno respetaba el pacto con el Eje y que Simovic estaba "dedicado al mantenimiento de relaciones amistosas con sus vecinos del Reich alemán y el Reino de Italia". Simovic creía que su cercana amistad con varios altos dirigentes nazis, especialmente con el Reichmarschall Hermann Goering, salvaría la situación. Su error provocó una invasión alemana el 6 de abril.

Antes de ver a un solo soldado alemán, el ejército dirigido por los serbios se retiró de Eslovenia y Croacia para defender a Serbia, dejando a croatas y eslovenos sin provisiones ni municiones. La mayor parte de los soldados croatas simplemente se fue a sus casas. Las fuerzas armadas de Yugoslavia se desintegraron a la primera aparición de los alemanes, cuando 100 de los 135 generales del más alto nivel de oficiales serbios se rindieron durante la primera semana. Belgrado fue tomada por un solo escuadrón de tropas de choque de la Waffen-SS, dirigido por un teniente segundo, el 12 de abril. Mientras el general Simovic y su gobierno escaparon del país llevándose oro por cifras millonarias, sólo el ministro Vladko Macek, del Partido Campesino Croata, se quedó para compartir la suerte de su pueblo.

Una vez que estuvo a prudente distancia del frente de lucha, Simovic anunció inmediatamente que Yugoslavia había caído por culpa de los croatas, todos los cuales eran traidores y fascistas. Ignorando el abandono militar de Croacia y Eslovenia, la rendición masiva de la oficialidad serbia, y el hecho obvio de que la totalidad del Gobierno había huido, Simovic anunció que Serbia había sido apuñalada por la espalda.

El embajador yugoslavo ante los Estados Unidos, Konstantin Fotic, trabajó horas extras desparramando la fábula de que Yugoslavia había sido derrotada sólo debido a la deslealtad de los croatas, callando el hecho de que su propio primo dirigía el nuevo gobierno pro-nazi en Serbia y que otro primo suyo era líder del Partido Nazi Serbio.

El Estado croata

Croacia fue ocupada por Alemania e Italia, y dividida en zonas de ocupación alemana e italiana. El Estado Independiente de Croacia (NDH) fue establecido con el consentimiento de Alemania y en contra de los deseos expresos de Italia, que quería hacer de Croacia un reino italiano. Italia llegó a nombrar un "rey de Croacia" que nunca puso un pie en su pretendido reino. El Gobierno croata fue dirigido por Ante Pavelic, con el apoyo de su movimiento Ustase.

Pavelic había sido diputado electo en el Parlamento y vicepresidente de la Asociación de Abogados de Croacia, cuando Alejandro declaró la dictadura y disolvió el Parlamento. Pavelic fundó el movimiento Ustase en el exilio, con el objetivo de liberar a Croacia por la fuerza. Cuando estalló la guerra, los Ustase, que estaban por toda Croacia en clandestinidad, tomaron el control del gobierno antes de la llegada de los alemanes. Al igual que en la entonces Unión Soviética, cuando éstos arribaron fueron recibidos al principio como liberadores.

El nuevo gobierno croata adoptó las leyes raciales y económicas alemanas, y persiguió a judíos, serbios, comunistas, líderes del Partido Campesino y otros. Mientras que luchaba por su propia supervivencia contra los cetnik serbios, quienes querían restaurar la monarquía serbia, y contra los partisanos dirigidos por los comunistas, el Estado croata se unió al Eje y luego mandó tropas al frente ruso, donde miles murieron durante el sitio de Stalingrado. En tanto que la mayoría del pueblo croata estaba a favor de un Estado croata independiente, muchos no apoyaron al régimen Ustase. Cuando estalló la guerra había menos de 12 mil miembros en el movimiento, representando menos del 1 por ciento de la población croata. En 1942, en su punto más alto, había sólo 50 mil ustase.

Más del 60 por ciento eran de la zona empobrecida de Hercegovina occidental, con un fuerte sentimiento antiserbio derivado de la dictadura de Alejandro. Un 20 por ciento eran musulmanes que se unieron en directa respuesta a las masacres serbias en Bosnia. El líder del popular Partido Campesino Croata fue puesto en prisión por el régimen durante la guerra.

Muchos miembros de la oficialidad de los Domobran croatas (ejército regular separado de los ustase) eran pro- Aliados y apoyaban al Partido Campesino Croata. En septiembre de 1944, oficiales pro-Aliados intentaron un golpe en contra de Pavelic. Los complotados habían recibido la promesa de un desembarco anglo- americano en Dalmacia, y tenían la intención de volcar al Ejército croata en contra de Alemania para apoyar la invasión.

El desembarco nunca tuvo lugar. El Dr. Ivan Subasic, del gobierno yugoslavo en el exilio, supo del complot e informó a los soviéticos. Inmediatamente, Stalin contactó al presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt y le informó que cualquier acción de ese tipo sería violatoria del acuerdo de Teherán, por el cual se había dividido a Europa en esferas de influencia.

Roosevelt canceló todos los planes para el desembarco, pero los canales secretos británicos retuvieron la información, no haciéndola llegar a los croatas, en el entendimiento de que cualquier revuelta, inclusive una que estuviera destinada al fracaso, era preferible para la causa aliada a que nada ocurriera.

Serbia y los cetniks

En Serbia se estableció un nuevo gobierno pro-Eje, primeramente conducido por Milan Asimovic y luego bajo el ex-ministro de Guerra, general Milan Nedic, quien gobernó hasta 1945. Nedic apoyó a Hitler y se reunió con él en 1943. Este nuevo gobierno estableció leyes raciales aún más duras y estrictas que las dictadas por el príncipe Pablo e inmediatamente estableció tres campos de concentración destinados a judíos, gitanos y otros. Nedic formó sus propias tropas paramilitares de choque, conocidas como Guardia de Estado. Esta Guardia estaba constituida por antiguos miembros de los cetniks, grupo que había existido como una policía paramilitar exclusivamente serbia, bajo Alejandro y Pablo, para forzar la lealtad de los miembros no serbios de las fuerzas armadas.

Cuando Yugoslavia se desintegró, una fracción de los cetniks prestó juramento de fidelidad al nuevo gobierno nazi serbio. Otro grupo permaneció bajo su líder de antes de la guerra, Kosta Pecanac, quien colaboró abiertamente con los alemanes. Un tercer grupo de cetniks siguió al fascista serbio Dimitrije Ljotic. Las unidades al mando de Ljotic se encargaron principalmente de capturar a judíos, gitanos y partisanos para su ejecución o para ser deportados a campos de concentración. En agosto de 1942, el gobierno serbio anunció con orgullo que Belgrado era la primera ciudad en el Nuevo Orden que era Judenfrei o "libre de judíos". De los 12 mil judíos de Belgrado, sólo sobrevivieron 1115.

Otro grupo de cetniks se alineó detrás de Draa Mihailovic, un oficial del ejército de 48 años que había sido sentenciado por una corte marcial bajo el mando de Nedic, y que tenía contactos cercanos con Gran Bretaña. Mihailovic ofreció alguna resistencia a las tropas alemanas mientras colaboraba con los italianos. El 22 de julio de 1941 el gobierno yugoslavo en el exilio anunció que era imposible continuar la resistencia. A pesar de que Mihailovic y su gobierno en el exilio mantuvieron una feroz campaña de propaganda para convencer a los aliados de que sus cetniks estaban infligiendo graves daños al Eje, los cetnik poco hicieron para el esfuerzo de guerra, y colaboraron abiertamente con alemanes e italianos mientras combatían a los Ustase y a los partisanos. En su punto más alto, los cetnik de Mihailovic afirmaban que tenían 300 mil efectivos, pero de hecho nunca superaron los 31 mil. En febrero de 1943 los aliados occidentales condenaron a los cetnik por colaboracionistas, y comenzaron a apoyar a los partisanos.

Mihailovic fue ejecutado en 1946 por traición a la Patria. Irónicamente, su hijo Branko y su hija Gordana se unieron a los partisanos en 1943, apoyando ambos después de la guerra la ejecución de su padre. La extensión de la colaboración cetnik con los ejércitos alemán e italiano, así como su guerra sucia contra los partisanos pro-aliados, está bien documentada en docenas de libros, incluyendo el trabajo académico y definitivo The Chetniks, del profesor J. Tomasevich.

Los Partisanos

Los partisanos, fundados por Josip Broz ("Tito"), quien era un comunista croata, representaron la única resistencia real al Eje en Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial. Cientos de miles de croatas se unieron a los partisanos, y representaban a la mayoría de sus brigadas. El 22 de junio de 1941, partisanos croatas lanzaron en el bosque de Brezavica, cerca de Sisak, lo que sería luego conocido como la Guerra de Liberación en Yugoslavia. La fecha sigue siendo día feriado en Croacia, y es celebrado como el "Día del Levantamiento Anti-Fascista".

El 13 de julio de 1943 se declaró una República Democrática de Croacia, bajo el liderazgo de Andrija Hebrang, en aquellas zonas ocupadas por las fuerzas partisanas croatas. A medida que la guerra avanzaba, más y más croatas, especialmente de Dalmacia, se unían a los partisanos. Los serbios se unieron en gran número cuando unidades enteras de cetniks cambiaron su lealtad. En 1943 el apoyo aliado se volcó a Tito y en 1944 los partisanos eran reconocidos como la única fuerza aliada combatiendo en Yugoslavia.

Mitos de Posguerra

En muchos países, después de la guerra, los números y hazañas de los luchadores de la Resistencia crecieron más y más en importancia a medida que pasaban los años. Por ejemplo, la famosa Resistencia francesa existía principalmente en Hollywood, donde los estudios cinematográficos producían film tras film acerca del mencionado movimiento underground, que virtualmente no existió en la Francia de Vichy. En la Yugoslavia de posguerra las hazañas de los partisanos tomaron proporciones míticas mientras se erigían, en todas las aldeas, monumentos en memoria de los héroes de la Guerra de Liberación.

A medida que se anunciaban más y más beneficios para los veteranos de esa guerra, aparecían más y más de ellos. Los cetniks que volvían del exilio testimoniaban que fueron ellos, no los partisanos, quienes contuvieron "docenas" de divisiones nazis. Dependiendo de qué fuente se citara, hasta 20 divisiones nazis fueron divididas y se encontraban atrapadas en Yugoslavia. Estas cifras eran frecuentemente citadas por políticos y aun por "expertos" militares que se oponían a una intervención para detener la agresión serbia en la década de 1990.

A pesar de que la historia oficial partisana habla de 32 divisiones alemanas, nunca hubo veinte ni aun doce divisiones alemanas completas en toda Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la invasión inicial, Italia ocupó o anexó un tercio de Croacia y unas pocas unidades alemanas permanecieron en la NDH. Ninguna de ellas podía considerarse de élite.

Tres divisiones "alemanas", las Divisiones de Infantería 369, 373 y 392 en Croacia y Bosnia, estaban de hecho compuestas por soldados croatas al mando de oficiales Volksdeutsche, o sea de etnia alemana, de la región. Los intentos de formar una división musulmano-bosnia fracasaron cuando los conscriptos se sublevaron en contra de los alemanes en una base de entrenamiento al sur de Le Puy (Francia), en septiembre de 1943. Este fue el único motín en gran escala dentro del ejército alemán durante la segunda guerra mundial.

La única unidad que podría considerarse de élite, solamente en nombre, era la 7- SS-Freiwilligen- Gebirgs-Division "Prinz Eugen" (la Séptima División de Montaña de Voluntarios SS), que a pesar de su nombre nunca llegó a tener el tamaño de una división, y sus efectivos eran principalmente conscriptos pertenecientes a los 700 mil Volksdeutsche (de etnia alemana) que había en Yugoslavia, cuyo comandante era un general del Ejército rumano.

Las armas de la 7-SS- Division y sus vehículos provenían de depósitos capturados o fueron tomados del servicio postal.

El mito popular, especialmente en el cine, muestra a las SS como una fuerza de élite de dedicados voluntarios nazis de pura sangre germánica. Eso era en buena medida cierto en 1939, pero debido a que las SS no podían reclutar dentro de Alemania, la mayoría de sus divisiones estaban compuestas por conscriptos no alemanes hacia 1944. Llegando al final de la guerra, hindúes en turbantes, musulmanes en feces y antiguos legionarios vietnamitas de la Legión Extranjera francesa podían encontrarse en las Waffen-SS de "elite"!.

Heridas curadas

Las complejidades de la Segunda Guerra Mundial llevaron a ver a croatas luchando contra croatas, serbios contra serbios, ambos luchando unos contra otros y contra fuerzas alemanas, italianas, húngaras y búlgaras. Tanto Serbia como Croacia, al igual que Finlandia, Hungría, Francia y virtualmente todos los países de Europa tuvieron gobiernos que colaboraron con el Eje.

Tanto Croacia como Serbia tuvieron también gobiernos partisanos que lucharon del lado de los aliados. Más de medio siglo después, Alemania y Japón son nuevamente grandes potencias mundiales, e Italia participa en la Comunidad Europea en carácter de socio pleno, mientras Croacia, que fue ocupada durante el conflicto tanto por Alemania como por Italia, continúa siendo calumniada con el estigma del fascismo.

A diferencia de muchos otros países europeos, Croacia intentó asumir y superar las realidades de su pasado. En los eventos conmemorativos en Zagreb que marcaron los 50 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1995, se depositaron ofrendas florales en el Oltar Domovine (Altar de la Patria), en el monumento a los partisanos caídos y en las tumbas de los líderes del movimiento antifascista. A la semana siguiente, se conmemoró en una ceremonia a aquellos que fueron muertos por los comunistas en las masacres de Bleiburg, que tuvieron lugar después de la guerra. Finalmente, se efectuó una ceremonia en Jasenovac, en el lugar donde hubo un campo de concentración operado por la NDH durante el desarrollo de la guerra y por los comunistas durante dos años después de su finalización.

En el Día Nacional de Croacia, en mayo de 1995, por primera vez desfilaron juntos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, tanto domobrani como partisanos. La Segunda Guerra Mundial finalmente había terminado en Croacia.

VINKO NIKOLIC: UNA VIDA TRAS UN SUEÑO

Radovan Latkovic

A lo largo de los últimos cincuenta años, la figura de Vinko Nikolic alcanzó, gracias a sus cualidades aparentemente contradictorias como poeta-escritor y hombre público, niveles destacados que lo llevaron a ser considerado como una de las personas más significativas de la Croacia contemporánea.

Su actuación en el campo cultural fue factor preponderante para el logro de la recuperación política de gran parte de la diáspora croata, y para su posterior inserción tras la corriente de los grandes objetivos nacionales. Todo ello sin siquiera haberse embanderado con las ideas de alguno de los partidos políticos que existían en su patria.

Los acantilados pétreos y la suave brisa del Mediterráneo que envuelve a su ciudad natal Sibenik, influyeron decididamente junto a su núcleo familiar, en la formación de la personalidad de Vinko Nikolic, cuyo nacimiento se produjo el 12 de marzo de 1912, como el último de once hermanos en una familia de campesinos. Recibió como herencia el amor a la Patria y el valor ético del hombre croata, el que "es bueno, hasta perecer de bondad", como lo expresa en el poema "Nas covik" (Nuestro hombre).

La fidelidad a esa herencia determina su camino por la vida, desde la cuna hasta la tumba. En el emotivo poema "Molitva u noci krcatoj zvizda" (Oración en la noche estrellada) da cuenta de esto:

Yo soy hijo de campesinos...

Y te ruego, Señor, que no dejes que olvide mis orígenes,

Haz que siempre conserve el concepto del bien que alienta al campesino

que honestidad y justicia como él siempre respete;

y que esa misma idea que en el hogar paterno aprendí,

eternamente sana e íntegra preserve.

Desde su temprana juventud y durante toda su vida, Vinko Nikolic fue antes que nada poeta.

El tema central de su expresión poética es la Patria, el amor a la Patria, el amor a ella expresado en centenares de variantes: el amor al lugar natal, a la madre, a la gente común, a los labradores, a los pescadores, mientras que en los poemas posteriores, expresa los sufrimientos y el anhelo por la Patria perdida, por las tumbas abandonadas de los combatientes croatas, de las víctimas de Bleiburg, del camino de la cruz.

En su poemas siempre está presente la Patria. En esto Nikolic es único e incomparable y aunque algún crítico literario estricto busque en algunos de sus poemas ausencias de expresión auténticamente poética, sus obras son válidos testimonios de su persona y de la tragedia de la Nación croata, que él experimentó en carne propia y expresó como poeta de la generación al que él pertenecía.

En vísperas del trágico mayo de 1945, en el poema "Molitva za Hrvatsku" (oración por Croacia), recitado en Zagreb en la celebración del cuarto aniversario de la existencia del Estado Independiente de Croacia, se pregunta:

¿Es que vale mi vida más que la libertad de mi pueblo?

Yo estoy pronto a morir para que mi pueblo feliz viva.

Esa pregunta y la respuesta del poeta, es también la pregunta y la respuesta de cientos de miles de soldados y de hombres y mujeres de la Nación croata, en su ominosa lucha por ser o no ser.

Después de aquel trágico mayo del 45, Vinko Nikolic siguió el camino de miles y miles de desterrados croatas.

Aún cuando su destino fue excepcionalmente difícil, no se diferencia en lo esencial del de tantos otros, que en circunstancias parecidas recorrieron el calvario croata. Existe empero una gran diferencia respecto a otros en la persona de este desterrado, quien bajo la apariencia de la anonimidad del "prisionero de guerra número 324.664", oculta su corazón de poeta y de escritor y anota en pequeños papelitos, día a día, el testimonio de la derrota y de la humillación de su Nación, como recuerdo y advertencia.

Esas anotaciones las dio a conocer Nikolic en 1984 en dos libros -en conjunto más de 900 páginas-, titulados Tragedija se dogodila u svibnju (La tragedia sucedió en mayo).

Con el conmovedor relato del destino de los desterrados croatas, rescatados de las manos asesinas de los partisanos y entregados en la humillante condición de prisioneros en los campos de concentración ingleses para soldados de las formaciones alemanas de las SS en Grotaglia, Italia, Nikolic se reveló como un poeta de gran valor.

Esas anotaciones, además de su valor literario, representan también un material documental importante sobre los sucesos de los primeros años posteriores a la pérdida del Estado croata.

Las anotaciones terminan con el dramático relato de la huida de Nikolic, con otros cinco compañeros de sufrimiento, de un tren en plena marcha cuando se los transportaba a otro campo de prisioneros. Su llegada a Fermo y a Roma, el respiro relativo en la Ciudad Eterna, la aparición de nuevos peligros y, finalmente, la partida hacia el Nuevo Mundo, puerto de esperanza en el camino de los desterrados croatas.

Como muchos emigrantes, Vinko Nikolic llega el 8 de junio de 1947 a la Argentina, y comparte la suerte común de la gran cantidad de croatas en Buenos Aires. Muchos de nosotros recordamos nuestros primeros difíciles días en la ciudad a orillas del Río de la Plata. Vinko Nikolic era, entre nosotros, uno de tantos. Empero, muy rápidamente, se puso en evidencia una gran diferencia entre él y el resto. Mientras todos nosotros -y no sólo en Sudamérica sino también aquellos en Norteamérica, Europa y otros continentes-, junto con nuestra entrega a nuestros ideales nacionales, procurábamos rehacer nuestra vida en el entorno emigrante, intentando levantar nuestros hogares, en una suerte de segunda Patria en tierra ajena, Vinko fue hacia todo eso despreocupado; vivió sólo para su única Patria Croata.

Su amor a la patria es único. Luego de su llegada a la Argentina él grita pidiendo ayuda:

¡Croacia, Croacia mía! Es locura la forma en que te amamos;

¡El corazón por ti palpitará!

¡El corazón por ti se quebrará!

¡Croacia, Croacia mía! Tu orgullosa eternidad deseamos.

Muchos años después, en 1970, en el poema "Pismo mojoj Hrvatskoj iz tudjine" (Carta a mi Croacia desde el extranjero), Nikolic confiesa:

Mi amor es más fuerte que el espacio y el tiempo,

contigo, Croacia mía, sigo viviendo unido eternamente_

¿¡Oh, qué es el tiempo, qué son los espacios

frente a la grandeza de un amor fiel!?

Estas estrofas y cientos de otras parecidas, no son solamente expresión de inspiración poética sino que son, antes que nada, prueba de una energía emotiva extraordinaria

Al mismo tiempo había tomado cuerpo en parte de la emigración política croata el convencimiento de que la lucha por la independencia no se podía llevar adelante con éxito usando las viejas tácticas y desconociendo las nuevas circunstancias internacionales, sino que era necesario encontrar la posibilidad de reunir a todas las fuerzas croatas y consolidar un programa nacional para el establecimiento de un Estado independiente, soberano y democrático.

Este convencimiento maduró muy rápidamente también en Vinko Nikolic. De acuerdo a su temperamento, comenzó inmediatamente a buscar las posibilidades para su realización. Como hombre de letras, no se sintió llamado a constituir una nueva agrupación política, sino que pensó en la concreción de un vocero cultural-literario independiente, extrapartidario, que uniera a los representantes intelectuales y políticos de diversas corrientes políticas para establecer un diálogo nacional general y tendiente a contribuir a la construcción de la unión nacional croata y como un puente hacia la Patria.

Fue esa una idea de significación transcendente, un emprendimiento al que se abocó Nikolic -y lo realizó- con increíble energía e inspiración visionaria.

Había que empezar de la nada: establecer los fundamentos ideológicos de la revista, encontrar los medios necesarios, hallar un nombre adecuado y decidir cuestiones sobre la redacción. Es realmente increíble que él sólo, con la ayuda de solamente pocas personas -entre los que se encontraban en primer lugar Milan Rakovac y la esposa de Nikolic, Stefica- haya concebido y comenzado esta obra monumental que fue muy rápidamente realizada. El primer número de la revista trimestral cultural y literaria apareció el 9 de marzo de 1951 en Buenos Aires con el nombre de Hrvatska Revija - La Revista Croata. Los medios para el primer número de la revista fueron aportados por el mismo Nikolic de sus modestos ingresos, y muy rápidamente aparecieron las primeras subscripciones y aportes de la diáspora, en especial de la Argentina, de EE.UU. y de Canadá.

El nombre que se eligió debía dar una la idea de continuidad ideológica con la revista del mismo nombre que editaba Matica Hrvatska en la patria, y que dejó de aparecer en 1945, prohibida por el gobierno partisano.

En lo que respecta a la redacción, fue feliz la idea de Nikolic de ofrecerle la co-dirección al Dr. Antun Bonifacic, literato croata que en ese entonces no estaba comprometido políticamente, el que rápidamente aceptó la oferta, aunque vivía en Brasil. Esta circunstancia hacía más difícil la participación activa de Bonifacic en el trabajo de redacción, especialmente cuando, después de cuatro años, se mudó a Norteamérica. Entonces Nikolic, que desde el comienzo en realidad cumplía todas las funciones de dirección y preparación de los trabajos de impresión, corrección y hasta de envío de la revista, pasa a ser también en lo formal, desde junio de 1955, el único director de La Revista Croata.

Ya después de dos años, consciente de la necesidad de contar con libros de autores croatas prohibidos en la República Socialista de Croacia, funda en 1957, en Buenos Aires, una editorial independiente con el nombre de Knjiznica Hrvatske Revije - KHR (Biblioteca de la Revista Croata).

Con la aparición de los primeros libros editados por KHR, el proceso de reagrupamiento de la emigración y su conexión con la patria cobra nuevo impulso.

Con increíble energía lleva adelante Vinko Nikolic esta cadena editorial. El es el que concibió la idea y su realizador; es la figura carismática que con su patriotismo cristalino gana para su emprendimiento a una serie prestigiosa de colaboradores-escritores, pertenecientes a diversas corrientes políticas.

"A nuestros enemigos comunes les resulta particularmente malo", escribe Nikolic en el número 40 de 1960, en ocasión del décimo aniversario de la revista, "que La Revista Croata haya reunido tanto a antiguos yugoslavos, como a antiguos (y actuales) miembros del Partido Campesino Croata, así como también a quienes pertenecen a diversas asociaciones croatas, y a una inmensa mayoría de independientes, constituyendo la unidad cultural croata, y ese es realmente su primer y más grande cometido".

Así como La Revista Croata y la Biblioteca de la Revista Croata crecieron con Vinko Nikolic, también él - naturalmente- creció y se desarrolló con ellas.

Su emprendimiento a lo largo de los primeros quince años, sobrepasó en mucho las fronteras de la Argentina. La Revista Croata tomó, en forma cada vez más evidente, la voz cantante y pasó a ser el vocero líder de la emigración croata.

Fue entonces más necesario que su director visitara personalmente los principales centros de emigración croata en el mundo, que estableciera contacto personal con los colaboradores más importantes y adecuara su accionar a los nuevos acontecimientos en la patria. Consciente de esa necesidad, Vinko Nikolic entre el 24 de marzo y hasta el 27 de agosto de 1965, visitó a los croatas del nuevo y del viejo continente tomando el pulso a las inquietudes de la emigración croata.

En su paso por Madrid, el sábado 7 de agosto dirigió un importante mensaje a la Patria a través de la Radio Nacional de España en su programa en idioma croata. "Es esta", dijo, "la primera vez después de 20 años de que me escuchan también a mí, uno de los tantos miles de perseguidos hijos de Croacia, que en el mundo extranjero vivimos para ella...". Su discurso fue el primer llamado formal para la reconciliación de todos los croatas.

Agradeciendo a los "hermanos mártires en los hogares natales", por su sufrimiento a través de tantos años de soportar cárceles y campos de concentración", Nikolic dijo: "No soy político, pero como emigrante croata soy necesariamente un luchador nacional, y en esa condición, me dirijo particularmente a los comunistas croatas y los invito a que cumplan con su deber de croatas... Ustedes, antes que comunistas, son primero y sobre todo croatas" (HR, 1965, número 4/60, páginas 299 y 300).

Las impresiones de estos "encuentros con la emigración croata en 1965" lleno de valiosos datos históricos sobre la emigración croata de los primeros veinte años los dio a conocer en dos libros (900 páginas en total, con muchas ilustraciones) con el título de En el umbral de la Patria, publicados en los años 1966 y 1967.

A su regreso a la Argentina, motivado por los encuentros e interpretando los deseos de los croatas en el exilio y los de la patria, Nikolic toma una decisión histórica: trasladar la redacción de La Revista Croata a Europa, "al umbral de la Patria".

Para eso llega, con su esposa Stefica, el 29 de mayo de 1966 a París, donde habían decidido establecer la nueva sede de La Revista Croata y el 18 de octubre del mismo año edita el primer número parisino, y preparan un número triple con el que terminarían el año decimosexto, para el año siguiente, 1967, continuar con la edición habitual desde París.

La aparición de Hrvatska Revija - La Revista Croata en Europa, "ante las puertas de la Patria", provoca un golpe inesperado. Por demanda del gobierno yugoslavo, particularmente inquieto por la edición de Hrvatska Revija - La Revista Croata en Francia, el ministerio francés de asuntos exteriores emite una resolución prohibiendo la revista y la expulsión de su director. Pero esta caso no termina sólo con la prohibición y la expulsión. Organos policiales irrumpen en la imprenta y vandálicamente rompen las planchas de imprenta del volumen grande de tres números, que tenía que aparecer a fin de año.

El desterrado Vinko Nikolic deambula por Europa, de país en país, Bélgica, Inglaterra, Austria, Alemania, Suiza, pero en todos lados, antes que él, llegan las acusaciones del ministerio yugoslavo de asuntos extranjeros, que lo presentan como una persona no grata y peligrosa, no conveniente para obtener residencia en países europeos.

¿Quién en esas circunstancias no hubiera decidido retornar al país del cual era ciudadano, en el cual le era permitida una residencia tranquila y segura y la edición de Hrvatska Revija - La Revista Croata?

Vinko Nikolic también en esta ocasión confirmó la increíble fuerza de su personalidad. Quiso, a toda costa, realizar su objetivo: construir un puente hacia la Patria.

Gracias a la circunstancia de que su esposa Stefica, con gran valentía, había salvado la penúltima prueba de imprenta del número destruido, fue posible "en el destierro" reproducir en su totalidad el destruido volumen triple y a fin de junio de 1967 editarlo y enviarlo a los subscriptores.

Ya en agosto del mismo año apareció en Münich un número doble correlativo 1/2/65-66, con el texto de la "Declaración sobre la denominación y la posición del idioma literario croata", en traducción alemana y francesa además del original croata.

Fue así como fue salvada la continuidad de la aparición periódica, trimestral de HR, en momentos en que en Croacia comenzaron a suceder acontecimientos trascendentales.

El traslado de la redacción a Europa se produjo en el momento justo: ¡la construcción del puente hacia la patria tuvo su inicio en el momento preciso!

Después de dos años de deambular por Europa, Nikolic y su esposa obtienen en junio de 1968 residencia permanente en Barcelona. Llegan al puerto del que 23 años después, partirían directamente hacia la Patria liberada.

Durante ese período comienza Nikolic a incursionar en nuevas actividades. Organiza dos simposios sobre problemas de actualidad croata, con la presencia de disertantes provenientes de la patria (anónimos), el primero en Münich en 1968 y el segundo en Lucerna en 1971. El texto de las conferencias de estos simposios aparecieron en los libros Hrvatska danas i sutra (Croacia hoy y mañana) y Hrvatski razgovori o slobodi (Conversaciones croatas sobre la libertad), editados por la Biblioteca de la Revista Croata.

El mismo año, al celebrarse los 20 años de Hrvatska Revija - La Revista Croata, instituye el premio Knjizevne nagrade HR - Premio literario de la Revista Croata. Es de destacar que se preveía premiar también a escritores de la patria, los primeros de los cuales fueron en 1971, al Dr. Franjo Tudjman y a Petar Segedin.

Desde 1973, Hrvatska Revija - La Revista Croata participó en el pabellón croata de la Feria Internacional del Libro de Francfurt, que durante años se convierte en "lugar de encuentro entre croatas de la Diáspora y de la Patria".

En 1990 Hrvatska Revija - La Revista Croata cumplió cuarenta años de su actuar habiendo cumplido durante ese período con los principios que había prometido en el primer número:

"No serviremos a nadie, sino sola y exclusivamente a Croacia y a su lucha por la independencia nacional".

El Club Cultural Croata-Argentino, junto con el Instituto Croata Latinoamericano de Cultura y la revista Studia Croatica celebraron este significativo jubileo el 5 de mayo de 1990 en Buenos Aires. Esa fue la primera celebración en el mundo, a la que le dio particular significación la presencia del prof. Vinko Nikolic y de su esposa Stefica y la circunstancia de que tuviera lugar casualmente un 5 de mayo, día de nuestra trágica separación de la patria. En esa ocasión Nikolic recitó su conmovedora poesía "Poslidna vecera" que evoca la despedida de su madre... "En Zagreb, la capital en el quinto día del mes quinto del año cuarenta y cinco".

La celebración del cuadragésimo aniversario de Hrvatska Revija - La Revista Croata coincidió con la realización de las históricas elecciones en Croacia, que anunciaban un amanecer de libertad para el pueblo croata.

Recién después de 45 años de exilio nos fue permitido volver a pisar el santo suelo croata, y gracias a ello Nikolic junto a su esposa Stefica pudieron hacer realidad su sueño.

Recordando esos días memorables de su primer reencuentro con la Patria, escribió en un número aniversario de Hrvatska Revija - La Revista Croata:

"El miércoles 19 de septiembre es para nosotros un gran día. El día central de nuestra estadía en la patria. Grandes preparativos en los que colaboraron como organizadores: La Biblioteca Nacional y Universitaria, la Sociedad de Escritores Croatas, la Fundación para la emigración croata, la Filarmónica de Zagreb, la Editorial Matica Hrvatska y Krscanska Sadasnjost (Actualidad Cristiana). A las 13 horas en la sala de la Biblioteca se inauguró la exposición "40 años de La Revista Croata" que tuve la suerte de presenciar... La muestra dejó en los presentes una gran impresión, por su riqueza y variedad porque estaban en exposición, junto con la colección completa de la Revista, también todos los libros de la Biblioteca de la Revista Croata...". Conmovido y entusiasmado con todo lo vivido aquí continúa Nikolic: "hablé con excitación ante un público tan numeroso, que llenaba totalmente la hermosa sala de la Biblioteca. Me dirigí a los presentes con un sentimiento de gratitud en esos momentos y por esos sucesos que para mi esposa, como valiosa colaboradora, y para mi, representan la cima de nuestras vidas. Nada ni nadie tenemos, pero tenemos La Revista Croata".

"Estábamos en ese momento plenamente conscientes, de que nuestros sacrificios valieron la pena y de que por lo tanto, no vivimos en vano" (HR, 1990, Número 4/160, págs. 852-854).

Los 160 volúmenes de Hrvatska Revija - La Revista Croata y los 65 libros que editó la Biblioteca de la Revista Croata pasaron a ser desde ese histórico día finalmente accesibles al pueblo croata en la patria, después de 40 años de inútiles esfuerzos del enemigo para que no fueran conocidos en Croacia, como si no existiesen.

La importancia de esta singular obra literaria no se puede mostrar en una presentación general, porque deberíamos evaluar acabadamente, tendríamos que analizar cada tomo y cada libro en particular en forma separada.

Pero no se trata solamente de la innumerable cantidad de temas de la historia, de la literatura, cultura, política escritos por un gran número de calificados colaboradores sino también de la circunstancia de que las 25.000 páginas impresas de la revista y de las más de 40.000 páginas de libros editados hasta 1990 -y hoy son muchos más- representan, tomadas en conjunto, el pensamiento croata que sobrevivió de la dictadura serbo- comunista a lo largo de 45 años.

Gracias a Hrvatska Revija - La Revista Croata y a la Biblioteca de la Revista Croata se han preservado muchos testimonios y documentos históricos, culturales y políticos, que hubieran permanecido sin ser expresados o sin ser escritos si no hubiera existido esa actividad editorial extraordinaria.

Basta mencionar solamente los documentos dados a conocer sobre Bleiburg y sobre el proceso al arzobispo de Zagreb, Cardenal Stepinac, las memorias de Mestrovic, los testimonios de Radic y Vrancic, para no aludir a numerosos otros, para que comprendamos la significación histórica de la obra de Nikolic.

Este trabajo monumental que Vinko Nikolic entregó a la nación croata en los albores de su libertad, no se detiene "en el umbral de la Patria". Nikolic y su esposa y fiel colaboradora no están entre aquellos que participan en los acontecimientos observándolos desde lejos. No los retiene la paz y la comodidad de su hogar en Barcelona, en la romántica calle Abad Samso, donde vivieron 23 años, más de un cuarto de sus vidas.

"Queremos con nuestra Croacia vivir esta guerra funesta", escribe Nikolic en septiembre de 1991, "volvimos de la paz de la emigración y entramos en esta peligrosa intranquilidad croata, para vivir junto con nuestro pueblo la liberación final de nuestra tierra, que nace a una nueva vida de libertad y de justicia para todos, aquellos que respetan y aman esta tierra maravillosa y la consideran como a su patria" (HR, 1991, números 1- 2/161-162, pág. 6).

Ya en octubre de 1991, edita Nikolic el primer número de Hrvatska Revija - La Revista Croata en Zagreb.

Son significativos sus pensamientos expresados en el prólogo de ese primer número editado en la patria: "Con esto es como si diera fin a las metas que me había fijado en lo cultural y en la vida, a las que sin embargo quiero agregar todavía algunos años de trabajo editorial. No se trata de un testamento pero como si lo fuera, porque así es el destino humano, hay que enfrentarse abiertamente con él, para que el último encuentro sea lo menos doloroso posible, lo menos imprevisto, como la cosa más natural del drama humano general".

Durante sus últimos siete años de vida, Vinko Nikolic recibió innumerables reconocimientos y homenajes por parte de prestigiosos literatos y hombres públicos croatas, de representantes de las instituciones culturales más importantes de la patria y de la diáspora, del Parlamento, del Gobierno, de su ciudad natal y del presidente de la República, que valoraron unánimemente la gran obra realizada y superaron en mucho los golpes con los que, como a cualquier ser humano, lo castigó el destino.

Es importante destacar el reconocimiento que, durante una velada literaria y musical llevada a cabo en su honor y en el de su esposa en el Amphitheatre Guizot el 6 de diciembre de 1996, le brindó la Universidad de la Sorbona de París (Centro de Investigaciones de Literatura Comparada, Equipo de investigación de la cultura croata, y de intercambios intelectuales internacionales).

En esa ocasión Henrik Heger, miembro correspondiente de la Academia Croata de Ciencias y Artes, y Marc Gjidaro, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de París, disertaron sobre Vinko Nikolic y La Revista Croata, incluyendo también la lectura de varios poemas de Nikolic en traducción francesa del prof. Heger. La parte musical de la velada fue ejecutada por Miriam, Rebeka, Ante y Tomislav Matosin.

Junto con este reconocimiento mencionaremos también la satisfacción que recibió Vinko Nikolic a raíz de la resolución de la Corte Constitucional de París del 9 de mayo de 1973 en relación a la demanda que había presentado hacía seis años, contra la República Francesa por el atropello y los daños que le provocó el poder administrativo de ese país al que en sentencia "en nombre del pueblo de Francia" se condenaba a pagar por los daños de la destrucción del número triple de Hrvatska Revija - La Revista Croata.

Fue un honor especial el que se le tributó cuando el presidente de la República de Croacia lo nombró representante en la Cámara Alta (Zupanjski Dom) del Parlamento. Como el representante de mayor edad tuvo el honor de abrir la primera sesión de la Cámara.

Es dable suponer que los extraordinarios reconocimientos brindados a Vinko Nikolic incluye también un reconocimiento a la emigración croata, de la cual él era un destacado representante, por su significativo aporte a la lucha del pueblo croata en pos de la realización de su independencia estatal.

Todos los reconocimientos y homenajes de que fue objeto no le fueron otorgados por criterios partidistas. Vinko Nikolic no perteneció a ningún partido político. Mantuvo su independencia política con la que se manejó a lo largo de los 40 años de editar Hrvatska Revija - La Revista Croata. Los reconocimientos y honores con que fue distinguido premiaban exclusivamente su extraordinario patriotismo y su obra, como luchador inquebrantable en el frente intelectual por la libertad de Croacia.

Por todo eso fue no sólo apreciado sino que gozaba de popularidad, circunstancia que el autor de estas lineas pudo comprobar personalmente en las calles de Zagreb.

Adornaban a nuestro Vinko, realmente, las más altas virtudes del ser humano: modestia, humildad y amor. Nunca ponía en evidencia sus virtudes. No asumía una actitud didáctica ni imponía sus opiniones.

Respetaba las opiniones de los demás por eso siempre lo sentimos como uno de nosotros, igual a nosotros, pese a que estaba tan por encima nuestro.

Sus bondadosos ojos azules transmitían calma y seguridad en la realización de los ideales por los cuales vivió.

El círculo de su vida se cerró armoniosamente: por una milagrosa coincidencia, su corazón dejó de latir en la querida ciudad donde había nacido y sus restos mortales encontraron reposo en la ansiada tierra de la capital de la soñada Croacia Libre, en la que fue despedido por numerosos patriotas, amigos y altos funcionarios con palabras sentidas y significativas de despedida.

Soñó y realizó su sueño:

Morir quiero junto a ti, pueblo mío infortunado

Que en sepulcro profundo me acoja tierra amada:

¡Como sea que muera, soy de tu libertad heraldo ilusionado!

Traducción: Jasna Bulat

 

LAS RELACIONES ENTRE DUBROVNIK Y ESPAÑA

Frane Krnic

Este texto corresponde a la disertación del embajador de la República de Croacia en España, Magister Frane Krnic, pronunciada en el simposio internacional Diplomacia de la República de Dubrovnik, cedido por el autor para su publicación en Studia Croatica.

El simposio, patrocinado por el Presidente de la República de Croacia, Dr. Franjo Tudjman, tuvo lugar en Dubrovnik entre el 3 y el 5 de septiembre de 1997. Participaron 34 destacados científicos, historiadores y diplomáticos, entre ellos 8 del exterior (Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, España, Turquía, Bosnia-Hercegovina y Macedonia). Entre un público selecto de aproximadamente cien personas se encontraban también los representantes de varias embajadas extranjeras acreditadas en Croacia (Italia, Alemania, Bélgica, Austria, Holanda, Suecia, Ucrania, Albania, Eslovenia y otras). En la apertura del seminario habló el Dr. Mate Granic, Ministro de Relaciones Exteriores, quien representó, en esta oportunidad al Presidente de la República de Croacia. En su discurso destacó el significado de este ciclo de estudios que testimonian la presencia internacional de la República de Dubrovnik desde el siglo XIII hasta los principios del siglo XIX y demuestran la tradición histórica en la que se apoya con orgullo la diplomacia croata contemporánea. Simultáneamente, el Archivo Histórico de Dubrovnik organizó una interesante muestra de documentos originales de la época. Asimismo fue ejecutado un programa musical-escénico evocando algunos importantes eventos históricos de la República. El acto final estuvo a cargo de los embajadores Dr. Svjetlan Berkovic y magister Frane Krnic quienes destacaron el éxito logrado por esa reunión científica que puso de relieve la continuidad secular del Estado Croata y la pertenencia croata al mundo europeo-mediterráneo. Fue expresado el deseo de que un simposio similar se realizara en los próximos dos años. Todos los trabajos expuestos en este simposio serán publicados en un especial Compendio de la Academia Diplomática.

El destino político de los pueblos de la región de la Europa Suroriental y, sobre todo, de la costa este del Adriático durante el último siglo y medio fue influido de una forma esencial y, a veces, crucial por Austria-Hungría, Turquía, Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y Rusia, en función de sus intereses estratégicos, legítimos en mayor o menor medida. Aquí es patente la ausencia de España, que en los últimos 150-200 años da la impresión de haber perdido todo interés en esta parte del mundo.

Sin embargo, la crisis y los acontecimientos desencadenados en el territorio de la antigua Yugoslavia, "catapultan a la superficie" los nombres de un número de españoles con un protagonismo excepcional en esta crisis, gracias a diversas circunstancias políticas y a los intereses estratégicos de distintos factores internacionales. Hasta un ciudadano vulgar y corriente está familiarizado con los nombres de Javier Solana, Secretario General de la OTAN, Carlos Westendorp, actual Representante especial de la Comunidad Internacional para Bosnia y Hercegovina, Ricardo Pérez Casado, antiguo administrador transitorio de la ciudad de Mostar, las diversas agrupaciones españolas desplegadas en Hercegovina, etc. Aunque el contexto en el que figuran estos nombres es distinto (ya que la presente actividad española en la zona de la antigua RFSY está, en primer lugar, vinculada a su pertenencia a la Unión Europea y no es reflejo de los auténticos intereses nacionales de España), no obstante, es razón suficiente para que nos preguntemos: es ésta, realmente, la primera "aparición" de España en la zona?

No, por supuesto que no es. Los españoles no solamente estuvieron presentes en esta zona, sino que, durante un largo período de la Edad Media, siendo una de las principales potencias europeas, España fue un factor inevitable cuya influencia también abarcaba las relaciones políticas y económicas en la costa oriental del Adriático y un aliado con el cual, en la época de los reyes Carlos I y Felipe II de España, la República de Dubrovnik tenía más contactos bilaterales, político-diplomáticos, consulares y, sobre todo, comerciales.

En la historia política de Dubrovnik, durante el período comprendido entre el siglo XV y la caída de la República en 1808, cinco Estados figuran como factores diplomáticos de primera categoría en cuanto a su importancia en el conjunto de las relaciones de esta ciudad-Estado. En función de la distribución de las fuerzas e influencias del momento que, incluso entonces, funcionaban en largos períodos según la llamada fórmula bipolar, Dubrovnik siempre tenía que definir y adaptar sus relaciones a las potencias que formaban pareja con intereses opuestos. Así en los siglos XV y XVI se halla incrustado en el enfrentamiento entre las dos mayores potencias de la época, Turquía y España, mientras que en los siglos XVII y XVIII, intentando evitar las trampas de la diplomacia austríaca, se ve trágicamente enredado en las de la diplomacia y poder bélico de los franceses.

La única constante en la lucha diplomática de Dubrovnik son sus relaciones con Venecia, su principal adversario y rival. Podría decirse que, con la caída de Venecia, Dubrovnik ganó incluso esta batalla diplomática, aunque su alegría por la desaparición de Venecia fuese muy breve. Tan sólo unos diez años después correría la misma suerte que ésta, cuando Napoleón abolió formalmente la República de Dubrovnik por el decreto del primero de abril de 1808, con el que otorgaba al general Marmont el título del duque de Dubrovnik (dux de Raguse).

Las relaciones de Dubrovnik con el Reino de Nápoles, con Génova, con los Estados papales y el resto de ciudades- Estados italianas, así como otros diversos Estados de la época - relaciones que fluyen sin grandes dramatismos, rodando de siglo a siglo de acuerdo con los habituales métodos y técnicas diplomáticas - constituyen hoy en día una prueba más de la lucidez político-estratégica con la que actuó a corto y a largo plazo realizando los asuntos del interés nacional en los muy turbulentos ambientes político-militares de la época.

El actual archivo de Dubrovnik está repleto de documentos testimonio de las relaciones de la República con España. Puede afirmarse que, estudiando el desarrollo de las relaciones entre Dubrovnik y España, al mismo tiempo se pueden analizar y estudiar casi todas las instituciones de la diplomacia moderna desde la metodología de recopilación de informaciones y funcionamiento de los asuntos consulares, hasta la técnica de negociar, ya sea de forma pública o secreta.

Las relaciones de Dubrovnik con España tienen su punto culminante en los siglos XV y XVI, cuando España está en el cenit de su poder económico y político. Sin embargo, hubo contactos anteriores. Hay datos que testimonian la existencia de distintas operaciones comerciales ya en 1341, cuando unos mercaderes de Barcelona y Valencia constituyen la primera "asociación mercantil" con los comerciantes de Dubrovnik para hacer negocios en Hungría. Los españoles compran, vía Dubrovnik, plomo, plata y pieles y venden lana, trigo, sal y telas. Y, si se tiene en cuenta que incluso Sicilia, después de la insurrección contra la casa de Anjou en 1282, tuvo como gobernante a Pedro III de Aragón, puede afirmarse que los contactos organizados entre España y Dubrovnik existían ya en el siglo XIII.

La penetración transversal de la casa de Aragón en el Mediterráneo, que en aquella época empieza en el eje: Aragón (Cataluña) - Baleares - Cerdeña - Sicilia, dirigía, sin duda, a los españoles hacia el punto comercial más lejano del Noroeste del Mediterráneo, es decir hacia Dubrovnik, creando ya en aquella época una base logística y política sólida para una futura cooperación muy fructífera.

En los siglos XV y XVI, las relaciones con España constituyen una prioridad para Dubrovnik, tanto en el sentido político como en el económico (comercial). En aquella época, España es la primera potencia cristiana de Europa y el único contrapeso verdadero a la dominación turca y a su constante esfuerzo de penetrar en el Mediterráneo occidental. Conseguir que esta potencia, dentro de sus relaciones con la República, respetase su calidad de "Estado-tampón" y, con posterioridad, estuviese consciente de las ventajas que ello conllevaba, fue para Dubrovnik cuestión de vida o muerte. Al haberse asegurado el favor permanente de los reyes de España en una época en la que las demás ciudades de la costa oriental del Adriático luchaban contra la dominación de Venecia, logrando resistirse con gran esfuerzo y sólo en períodos cortos, y en una época en la que el resto de los Balcanes estaba bajo la dominación turca - Dubrovnik extiende con éxito sus lazos políticos y económicos, tanto con los turcos, como con Occidente, ejerciendo y, por lo tanto demostrando, todos los atributos de su soberanía. Por todo ello, Dubrovnik es un ejemplo único en la historia del pueblo croata, ya que constituye una importante fuente de su núcleo estatal, de su identidad y de su soberanía.

Disfrutando del favor político del potente imperio español, Dubrovnik pudo cumplir sus intereses comerciales en todo el enorme territorio del imperio. Estos intereses se veían favorecidos por toda una serie de privilegios económicos, los cuales, aunque a veces exigían verdaderos malabarismos diplomáticos por parte de la República, le fueron garantizados in continuo por todos los reyes españoles, a veces incluso en detrimento de los intereses de los súbditos del reino, según lo testimonian algunos casos en los archivos. Así, la historia de la diplomacia narra que, el 10 de marzo de 1498, el rey Federico de Aragón otorgó a los cónsules de Dubrovnik el derecho de jurisdicción no sólo en lo civil, sino también en lo penal. Asimismo, el 29 de mayo de 1507, el rey Fernando confirmó todos los fueros otorgados anteriormente a Dubrovnik, exponiéndolos en 26 puntos. El más importante de ellos es, sin duda, el que da el derecho a Dubrovnik a disfrutarlos en todo el territorio bajo dominio español. Con ello Dubrovnik refuerza definitivamente su presencia comercial en el Mediterráneo occidental.

No obstante, las relaciones de Dubrovnik con España no pueden contemplarse fuera del contexto de sus relaciones con el imperio otomano. A lo largo del conflicto del mundo cristiano con los turcos, Dubrovnik seguía manteniendo contactos intensivos con Turquía, consciente de que la proximidad física del potente ejército osmanlí le imponía la necesidad de buscar vías diplomáticas eficaces para conservar su independencia. Esta es la razón por la que algunos historiadores afirman que las relaciones de Dubrovnik con los turcos eran más estrechas y sinceras que las que tenía con los españoles. Otros, sin embargo, dan preferencia a sus simpatías por los españoles. También se menciona la posible existencia de un tratado secreto entre Dubrovnik y España contra los turcos (afirmación para la que no hay pruebas en los documentos de los archivos).

Lo que parece estar más cerca de la verdad es que España tenía una mayor comprensión para la situación de Dubrovnik, por lo que la diplomacia ragusina siempre tenía más cuidado de no provocar a los turcos, sus vecinos inmediatos, que a los aragoneses, cercanos en cuanto a la religión y muchas otras cosas, pero geográficamente alejados. La comprensión que España tenía para con esta delicada situación de Dubrovnik se refleja fielmente en la respuesta del rey Carlos I de España a una denuncia de las autoridades de Mesina. Estas acusaron a Dubrovnik de vivir en amistad con los "infieles" turcos, y pusieron como ejemplo contrario a las autoridades de la isla de Rodas. Carlos dice literalmente: "Si las autoridades de Rodas hubieran sabido tratar con los turcos tal como lo han hecho las de Dubrovnik, hoy día no estarían en el exilio, sino que vivirían felizmente en su país, como éstas".

Esta declaración tiene tanta más importancia cuanto que viene del monarca que en ese momento es también el representante de todo el mundo cristiano en conflicto con los turcos. Dubrovnik llevaba una política exterior demasiado realista y equilibrada como para hacer cualquier sacrificio sin razones muy justificadas y sin tener claros intereses propios de por medio, o como para exponerse sin mayor necesidad. Esta orientación de Dubrovnik queda patente en la totalidad de sus relaciones con la mayoría de las potencias europeas de la época, España incluida. Por otro lado, el constante favor español del que Dubrovnik disfrutaba se debe a los intereses estratégicos concretos de España respecto a Turquía, pero también respecto a Venecia. Su independencia respecto a los turcos (por razones tácticas, Dubrovnik reconocía la soberanía turca pagando los impuestos) y su ubicación geográfica en el propio tejido del imperio otomano eran importantes para España por varias razones. Primero, su gran importancia desde el punto de vista de los servicios de inteligencia (cuando el ejército español sufrió la grave derrota cerca de Jerba, Dubrovnik fue acusado como culpable, porque no había comunicado con tiempo el avance de la flota turca). Segundo, en aquella época, España había salido victoriosa de las guerras con Francia y, siendo la potencia indiscutible, la existencia de Dubrovnik también le convenía como un contrapeso al crecimiento incontrolado de la República de Venecia. Tercero, España siempre se sirvió de los servicios de mediador de la diplomacia de Dubrovnik en Estambul, especialmente para negociar la liberación de los presos españoles después de las grandes batallas.

Finalmente, el hecho de que Dubrovnik fuese el único enclave de la cristiandad libre en el Imperio Otomano era una circunstancia que obligaba a todos los soberanos españoles, como abanderados en las permanentes guerras de liberación de los cristianos, a protegerlo, ayudarlo y, como ya hemos visto, a tolerar su colaboración con los turcos, que a veces llegaba a ser demasiado estrecha. Por supuesto, la diplomacia de Dubrovnik se sirvió de esta misma circunstancia en sus relaciones con España, es decir utilizó su calidad de último enclave cristiano en el Mediterráneo oriental, para reforzar cada vez de nuevo el fondo de privilegios que la República disfrutaba.

En resumen, las relaciones entre Dubrovnik y España, según las percibía la diplomacia ragusina, eran unas relaciones basadas en la necesidad y no en el amor. Representan un ejemplo de una "Realpolitik", por excelencia, llevada con suma habilidad y éxito.

Sin embargo, las buenas relaciones con los españoles también significaban para Dubrovnik un peligro permanente de impetuosas reacciones turcas. Cada batalla naval entre la flota turca y la española implicaba un excepcional esfuerzo secreto de la totalidad de la diplomacia de Dubrovnik con el objetivo de prevenir que los españoles embargaran un buen número de los barcos de Dubrovnik para incorporarlos a su armada o, si el hecho ya estaba consumado, para encubrirlo con la mayor habilidad posible.

Dubrovnik tuvo un problema semejante con los españoles durante la batalla entre la "Armada Invencible" y la flota inglesa. Aunque existen indicios de que Dubrovnik había ofrecido sus barcos voluntariamente a los españoles, la administración de la República lo negó oficialmente, alegando que la participación en la flota española se debía a los intereses privados de un tal capitán Ivelja, comandante en jefe de los barcos en cuestión.

Finalmente, el peligro que implicaban las estrechas relaciones con España consistía en que, a veces, ésta se entrometía demasiado en los asuntos internos de la República. En los archivos históricos de Dubrovnik se encuentra una propuesta de Don Lope de Soria, embajador de España con sede en Venecia, para que el ejército español ocupara Dubrovnik y lo anexionara al Reino de España o, por lo menos, lo obligara a pagar el tributo anual de 12.500 ducados a la corte de Madrid, tal como pagaba a los turcos.

Para el caso de Dubrovnik, sus relaciones con España tenían, ante todo, un sentido lucrativo.

Dubrovnik vivía del comercio y para el comercio. Con su potente marina mercante, que en aquel entonces superaba por su tamaño la importancia de Dubrovnik como Estado, y con un ambiente político-diplomático muy favorable que supo crear, Dubrovnik se convierte en un socio comercial ideal para España que, a pesar de ser la potencia indiscutible en todos los océanos en aquella época, no tenía una marina mercante adecuada en el Mediterráneo. En esa situación, España se sirve ampliamente de los servicios de los barcos ragusinos, con lo que, a lo largo de los siglos XV, XVI e incluso una parte de XVII, sus vínculos comerciales alcanzan el más alto nivel. El fuerte desarrollo del comercio les obliga a crear una infraestructura consular paralela, que reforzase aún más los lazos comerciales y que prestase la protección jurídica a la flota y a los intereses de Dubrovnik. De un total de 50 consulados de los que disponía Dubrovnik (en el siglo XVIII este número se elevará incluso a 80), 19 están en la Península Ibérica (Alicante, Valencia, Ibiza, Cádiz, Mallorca, etc.). Tan sólo el Consulado General de Barcelona tiene 11 viceconsulados más un agente consular en Madrid. Si se toma en cuenta el hecho de que en aquella época, el sur de Italia con Nápoles y Sicilia pertenecía a la corona española, el número de los consulados de Dubrovnik en los territorios españoles se eleva a 31. Los cónsules eran, en su mayoría, ciudadanos españoles (práctica habitual en los consulados que Dubrovnik tenía en el territorio de los países cristianos). En el sentido comercial, el consulado con más importancia para la República fue el de Barcelona, mientras que el de Cádiz era el único que, por decisiones ad hoc especiales del Senado de Dubrovnik, tenía también ciertas competencias diplomáticas, tanto ante el gobierno de Madrid, ante las autoridades de Marruecos, como ante la administración inglesa de Gibraltar (La comunicación diplomática corriente entre Dubrovnik y Madrid se realizaba mediante enviados especiales).

España, por su parte, también abrió un consulado en Dubrovnik ya en el año 1422. Asimismo, según un documento de 1433 depositado en el archivo de la ciudad, Djordje Gucetic fue nombrado cónsul de Cataluña en Dubrovnik. Parece ser que el último cónsul español en Dubrovnik fue un comerciante de Skadar llamado Lujo Radovani, al que el Senado expidió la execuatura el 30 de octubre de 1789. Por causa de este mismo cónsul honorario se produjo, en 1795, un incidente diplomático de menor envergadura entre el gobierno de la ciudad y España, solicitando aquel que Radovani se retirara de su función o que recibiera una severa reprimenda por abuso de privilegios consulares.

Desde finales del siglo XVII, la constante decadencia del poderío español, sobre todo en el Mediterráneo, influye de la forma más directa en la disminución del volumen y de la calidad de las relaciones con Dubrovnik a favor de los grandes rivales españoles: Austria y Francia. Con la reestructuración del poder político global en Europa en los siglos XVII y XVIII se cierra una época para la diplomacia de Dubrovnik durante la cual se midió con éxito con las dos mayores potencias de la época, España y Turquía. En los tiempos dramáticos que siguieron, la esperaban nuevos retos con nuevos adversarios y maniobras con nuevos aliados. Sin embargo, sus experiencias "españolas" de casi tres siglos imprimieron un sello especial a la totalidad de su estructura, al mismo tiempo dejando en herencia a la actual diplomacia croata unos modelos de un valor excepcional y una valiosa continuidad histórica y profesional.

Permítanme acabar esta exposición con dos siguientes constataciones:

Primero: En el sentido diplomático técnico, las relaciones entre Dubrovnik y España consistían para este último en un continuo viraje entre los dos principales bloques políticos de la época (el cristiano y el islámico), viraje que requería constancia, perseverancia, delicadeza, esfuerzo, habilidad y, a veces, hasta hipocresía.

En el sentido diplomático, Dubrovnik, siendo un Estado pequeño, nunca pudo sobresalir de los acontecimientos inmediatos, es decir nunca pudo iniciar una acción internacional de un valor global. Sin embargo, precisamente debido a la necesidad de sobrevivir económica y políticamente, desarrolló, por otro lado, a la perfección la llamada diplomacia práctica, una diplomacia sin grandes jugadas, pero de unos detalles muy elaborados. Tales circunstancias producían, necesariamente, unos diplomáticos excepcionales. Mencionemos aquí tan sólo los nombres del hasta cierto punto polémico Marin Zamanja (nacido en 1480 y muerto en 1548) y del, en todos los aspectos excepcional, Fran Gundulic. Su nombre va unido al quizás mayor éxito diplomático-político de Dubrovnik, cuando, precisamente dentro del contexto de las relaciones de Dubrovnik con España, en las negociaciones con el Papa Pío V, neutralizando al mismo tiempo las intrigas venecianas y asegurándose el apoyo del rey Felipe II de España, se logró que en el Tratado de la Santa Alianza se incluyera el importantísimo artículo 6 con el que, por primera vez en la historia, un documento internacional garantizaba la soberanía de Dubrovnik. Por todo ello, la actual diplomacia croata, con razón puede y debe buscar su inspiración patriótica y profesional en la rica experiencia de sus antecesores ragusinos, mientras que las actuales relaciones entre Croacia y España, por mucho que dependan de la valoración de la reciprocidad de los intereses reales, podrían desarrollarse creemos tanto más fácilmente si se parte de una tradición sentimental larga, interesante y para ambos Estados históricamente fundada.

Segundo: Miremos el mapa político y económico de la Europa de aquella época. Todas las relaciones relevantes, políticas y otras del mundo civilizado de entonces estaban tendidas en la red de las intensas relaciones entre España, el Reino de Nápoles, los Estados papales, las ciudades-Estados italianas, Venecia, Austria, Francia, Inglaterra, los principados alemanes, los Países Bajos y Portugal. Es el mismo espacio en el que hoy se lleva a cabo de manera intensiva eso que popularmente llamamos la "integración europea". En todas esas relaciones figuraba Dubrovnik como un socio ineludible y aceptado siempre y sin excepciones, destacado por su calidad de Estado libre, cristiano, rico, soberano y por su carácter de potencia comercial y marítima. A pesar de los conflictos que, con bastante frecuencia y, a veces con mucha intensidad, sacudieron a esa Europa, ella de todas maneras, siguió siendo, en cuanto a sus intereses y en la conciencia de todos sus Estados de la época, un territorio y civilización común, culturalmente idénticos y polítcamente estructurados de una forma muy parecida.

Un bloque al que Dubrovnik asimismo pertenecía.

Es decir, por poco que estuviese articulada en el sentido político, la Europa de aquel tiempo, parcada por su carácter regional más o menos acentuado, dentro de su tejido social ya estaba germinando e intentando unificar todo lo que había quedado fuera de la oscuridad del Imperio Otomano; aquella Europa lanzada al futuro daba, ya entonces, indicios de lo que hoy día las nuevas generaciones con orgullo llaman la "Europa unida". Dubrovnik representa, por todo aquello, una legitimización y una entrada de Croacia en ese mundo. Vale decir, la posición que tenía Dubrovnik en la Europa de entonces es el derecho "natural e histórico" de la actual República de Croacia a ocupar su puesto en ese mismo entorno.

LA PAJA Y LA VIGA

Christophe Dolbeau, Lyon

Desde hace siete años, Croacia y el pueblo croata siguen soportando críticas e injurias, advertencias, reproches y sermones de parte de algunos países, a veces de primera línea pero no siempre, que pretenden encarnar sólos el derecho, la justicia, la igualdad, la razón, la dignidad, la libertad, la democracia o mejor todavía los "derechos del hombre", y pretenden velar por el escrupuloso respeto de esos valores por parte de todos, comenzando por la República de Croacia que ellos suponen con insistencia que quiere avasallar esos derechos. (Si ello no fuera humillante, esta actitud inquisitoria sería entretenida ya que la mayoría de los Estados que se permiten acusar a Croacia vivian en la tiranía, o no existian todavía cuando las leyes de Vinodol y Poljica practicaban ya la democracia desde hacía siglos).

Esta situación llama seguramente a hacerse un cierto número de preguntas. Se puede uno por ejemplo preguntar a qué viene ese monopolio del magisterio moral que se adjudican ciertos Estados. ¿En nombre de quién se han entronizado como guardianes de la ortodoxia democrática y se adueñan del privilegio de intervenir manu militari en los asuntos internos de otros? ¿No se trataría simplemente de un brutal "derecho del más fuerte" como en los viejos buenos tiempos de las colonias?

Se puede preguntar igualmente sobre las cualidades intrínsecas de estos tenebrosos censores. ¿Son ellos realmente los más calificados para criticar a Croacia? En el derecho civil o penal es costumbre que los magistrados tengan su pasado impecable, esto es una exigencia mínima, una condición indispensable. En la materia de justicia y de moral internacional no parece excesivo el reclamo de un comportamiento intachable, lo que traería sin duda bastantes problemas a la mayoría de los grandes críticos de Croacia.

América, ¿parangón de virtud?

Campeón de los campeones en materia de la moral, los Estados Unidos poseen, por ejemplo, una historia bien instructiva. ¿Debe recordarse que su epopeya nacional empezó con una fría y sistemática exterminación de por lo menos seis millones de indígenas durante la conquista del Oeste?

Hubo un tiempo cuando en Gnadenhutten, los hombres del coronel David Williamson mataron a los Delaware con hacha y bastones. Después se empezó a escalpar y a vender la escalpa. Autorizada por el general Carleton, esta práctica bárbara sería adoptada por los soldados de Kit Carson contra los Navajos, por los del general Henry H. Sibley contra los Santees y por su coronel Chivington en Sand Creek. Y en cuanto al Congreso, siempre procupado por el bienestar de las minorías del mundo, esperó pacientemente hasta 1924 para otorgar la ciudadanía a los indígenas que sobrevivieron.

Un poco más tarde fue la Guerra de Secesión donde hubo más de 600.000 muertos durante cuatro años. Tres de estos héroes (nórdicos) son los generales Sherman, Sheridan y Kilpatrick que lucieron sus armas al dinamitar Atlanta, incendiar Columbia y devastar los 100.000 km de Georgia. Al lado de estos hechos, la liberación de Krajina casi parece un paseo saludable.

No contentos con poner en orden a su país a punta del cañon, los norteamericanos han emprendido muy pronto la tarea de ocuparse de otros países. En 1801-1805 uno de sus navíos bombardeó a Tripoli (Libia) y en 1845 anexaron a Texas. Para hacer un buen trabajo los generales Zachary Taylor y Winfield Scott se apoderaron de México. En 1853 el almirante Perry exigió por fuerza la abertura de puertos japoneses (que se atrevían a no comprar las mercancías de los Estados Unidos). En 1867, los "túnicas azules" ocupan Midway y en 1878 las islas Salomon. En 1898 recibe Cuba una visita forzada de los Rough Riders de Theodore Roosevelt (futuro Premio Nobel de la Paz); un presidente títere (Tomás Estrada Palma) fue impuesto pero esto no impedirá otras expediciones militares punitivas a la isla (en 1907, 1912 y 1917).

Esta "esplendida pequeña guerra" (la frase es del Secretario John Jay) permitió del mismo golpe anexar a Guam y Hawaii y apoderarse de Filipinas. Hace cien años no se hablaba todavía de "guerra limpia" y la pacificación del archipielago llegó a costar la vida de 600.000 nativos (muchos oficiales americanos, entre ellos el brigadier general Jacob H. Smith, serán juzgados por actos de crueldad).

En el siglo XX no disminuye el celo misionero de los Yankees donde se confirma la acción sobre América Central. En 1903 Washington fomenta una rebelión en Colombia con el fin de meter su mano sobre Panamá y finalizar a su provecho la construcción del canal. En 1907 los Marines desembarcan en Honduras, no para defender la moral o la democracia sino por un prosaico interés de la United Fruits.

En 1912 México recibe de nuevo la visita del ejército norteamericano, y esto lo justifica el presidente Taft con palabras muy significativas: "Tengo que proteger a nuestro pueblo y sus propiedades en México, hasta que su gobierno comprenda que hay un Dios en Israel y es un deber obedecerlo". En 1916 el general Pershing hace una pequeño paseo de Chihuahua, para luchar contra Pancho Villa antes de partir a Francia.

La Primera Guerra Mundial no ha moderado el apetito del Tío Sam. El presidente de los Estados Unidos de 1913 a 1921 Woodrow Wilson no ocultó la idea de que su país tiene por misión imponer a otros orden y autocontrol como también el "hábito de ley y obediencia". A partir de 1913 la turbulenta Nicaragua se ve ofrecer 20 años de pax americana y la seguía pronto Haití (1915-1934) y la República Dominicana (1916-1924). El presidente Warren Harding había declarado que "los Estados Unidos no desean en ningún caso dirigir el destino del mundo" y así cualquiera empieza a dudar...

Entrando a la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941 después del oportuno ataque a Pearl Harbour, los Estados Unidos han usado considerables fuerzas humanas y materiales. Su estrategia los llevó al aniquilamiento total del enemigo, y evidentemente sus métodos no dejaban lugar a clemencia, a escuchar y negociar las propuestas de los otros.

En el interior de sus fronteras los derechos humanos estaban puestos entre paréntesis y todos los ciudadanos norteamericanos que tuvieran un mínimo de dieciseiavos de sangre japonesa iban a campos de detención. En todos los frentes, la US Air Force participaba sin ningun complejo en los raids de terror sobre las grandes conglomeraciones enemigas y por supuesto sobre las poblaciones civiles.

En Europa los bombarderos norteamericanos se ocuparon asiduamente de ciudades alemanas; en Dresden (135.000 muertos el 13 de febrero de 1945), pero también sobre las ciudades italianas y sobre territorios amigos como Francia donde devastaron a 2465 poblaciones (Lisieux, Cannes, Biarritz, etc.) con 467.700 bombas explosivas y 35.317 bombas incendiarias (67.000 muertos y 75.000 heridos).

En Oriente, los aviadores atacaron a Tokio (197.000 muertos el diez de marzo de 1945) y también a Osaka, Nagoya, Kobe y otras sesenta poblaciones japonesas y para terminar con la apoteosis atómica, el 6 y 9 de agosto con Hiroshima y Nagasaki.

Si los combates en Europa son bastante correctos (hubo con todo un plan norteamericano de atacar a 33 ciudades con fósforo y gas mostaza) no es lo mismo en el Pacífico como lo cuenta Edgar L. Jones en The Atlantic Monthly de febrero de 1946: "Nosotros, Americanos", escribe él, "tenemos una peligrosa tendencia desde el punto de vista internacional a tomar una actitud de superioridad moral respecto de otras naciones, nos consideramos más nobles y más morales que los otros pueblos y por lo tanto más aptos para decidir qué es lo justo en el mundo y qué no lo es. ¿Qué especie de guerra suponen los civiles que hemos hecho? Hemos masacrado prisioneros a sangre fría, hemos pulverizado hospitales, matado o herido a civiles enemigos, hemos tirado en fosas a los moribundos junto a los muertos. En el Pacífico hemos hecho hervir los cráneos de nuestros enemigos para hacer adornos de mesa para nuestras prometidas y hemos tallado sus huesos para hacer corta-papeles.

Las exigencias de la guerra nos han obligado frecuentemente a lo que se llama crímenes, tal vez provocados por la locura de la guerra. Pero nosotros hemos hecho mucha publicidad de todos los actos inhumanos de nuestros adversarios y nos hemos opuesto a todo reconocimiento de nuestros propios desfallecimientos en momentos de desesperación. Hemos mutilado los cuerpos de nuestros enemigos muertos, hemos cortado sus orejas y arrancado sus dientes de oro como souvenirs. Todas estas violaciones de los códigos morales han partido de las zonas todavía inexploradas de la psicología en el combate". Terrible, pero esto era confirmado por Charles Lindbergh en su War Time Journal. Esto permite comprender mejor por qué el juez Van Roden declaró en el Chicago Tribune en marzo de 1949: "Si debiera hacerce justicia, todo el ejército norteamericano debería ser juzgado".

Por antiguos que sean, estos hechos no dejan de constituir un serio handicap en el momento de pretender dar lecciones al mundo entero. Más aún sabiendo que la post-guerra de ningun modo puso fin a la política de ingerencia y de presión armada de los Estados Unidos.

Ya en 1950, en efecto, intervinieron en Corea, y al año siguiente en Panamá para echar al Presidente Arias (a quien ya habían derrocado diez años antes) y tres años más tarde están en Guatemala donde el Presidente Arbeur amenaza a la United Fruits.

En 1964 llegan a Vietnam donde quedaron nueve años echando sobre sus adversarios 6.300.000 toneladas de bombas (1964-71), 372.000 toneladas de bombas incendiarias napalm y 40 millones de litros de desfoliantes.

Gendarmes (autoproclamados) del Universo, los boys están sin cesar en la brecha. En 1958 ellos están en el Líbano (donde volverán en 1982), en 1980 en Irán, en octubre de 1983 en Grenada y en 1988 en Honduras. En diciembre de 1989 están de nuevo en Panamá, esta vez para secuestrar al presidente Noriega (una tercera parte de la ciudad de Panamá fue destruida y hubo 2400 civiles muertos), dos años más tarde están en Irak para "reprender" a Saddam Hussein (gracias al equivalente en explosivos de ocho Hiroshima y en número de muertos que sobrepasan los 200.000). Desembarcaron en Haití al dudoso ex-sacerdote Aristide, y se los encuentra pronto en Somalía (diciembre de 1992) donde trataron de atrapar y eliminar al general Aidid.

En materia de ética, de derecho y de justicia, hemos de admitir que todo esto no es muy convincente ¿Se puede en términos de este breve panorama afirmar que los Estados Unidos tiene la mejor razón de erigirse en el árbitro supremo de la moral internacional? ¿Se les puede considerar como modelo de la deontología militar? La respuesta evidentemente parece ser que no.

Los magistrados adjuntos de América

En el pequeño juego de las exhortaciones y reproches, los Estados Unidos son eficientemente secundados por sus fieles aliados, el Reino Unido y Francia; dos países con un pasado moral más bien dudoso.

Dueños de un imperio donde no se ponía el sol, los ingleses han luchado contra numerosas naciones y han usado en este proceder medios radicales. Asi, en 1759, Lord Jeffrey Amherst había hecho distribuir a los indígenas norteamericanos mantas infectadas con viruela. En 1798 la represión en Irlanda toma un forma tan salvaje que ello provocó la dimisión, por asco, del general Abercromby. En 1857, Sir John Campbell ahoga en sangre la revuelta de los Cipayos mientras en China "el ejército siempre victorioso" de Charles Gordon (y de los norteamericanos Ward y Burgevine) liquida 100.000 T'aip'ings (1863- 64).

El siglo XX no fue más indulgente. En la guerra contra los boers sudafricanos (1895-1902) las tropas de Kitchener no daban cuartel. Ellas atacaban hasta a los simpatizantes civiles de la rebelión que el general Baden-Powell hizo internar en campos de concentración (25 en 1901). En 1900, 118.000 europeos y 43.000 negros y mestizos se amontonaban en esos campos de donde 20.000 no volverían. En 1916 la revuelta de los patriotas irlandeses fue liquidada con una brutalidad inusitada ("una ofensa a la conciencia del país" escribió el Obispo de Limerick, Mgr. Dwyer): los líderes fueron fusilados y 2500 personas fueron arrestadas. Cuatro años mas tarde (1920) la ciudad de Cork es incendiada para castigarla por simpatizar con los independentistas.

La Segunda Guerra Mundial da también testimonio de determinación de los británicos: ninguna negociación o armisticio como los que se impone a los otros, sino la aniquilación y capitulación sin condición de los adversarios. Para hacerlo, Londres no repara en los medios. Si se evita por poco la guerra bactereológica (se probó la bomba de carbón -bacteridium anthracis- sobre la isla de Gruinard) y el uso de armas químicas (en julio de 1944 Churchill y el general Hastings Lionel Ismay consideraron echar gases sobre ciertas ciudades alemanas), la RAF lanza más de 600.000 toneladas de bombas sobre el Reich.

Miles de poblaciones, grandes o pequeñas, son destruidas, algunas veces en un 90%, 2.500.000 viviendas son destruidas y 635.000 civiles perecieron en los bombardeos. Solamente en Hamburgo, entre el 25 de julio y el 3 de agosto de 1943, la "Operación Gomorrhe" mató a 100.000 personas, o la "Operación Thunderclap" mató a 135.000 personas el 13 de febrero de 1945 en la ciudad de Dresden. Aparte de estas pavorosas pérdidas humanas, la capital de Sajonia verá el derrumbe no sólo de su viejo puente como en Mostar, sino muchos monumentos históricos (el castillo, la ópera Semper, la estación de ferrocarril y varias iglesias famosas). El bombardeo de Dresden, dice crudamente Lord Boothby (5 de mayo de 1963), "fue el peor crimen que Inglaterra ha cometido. Ella se colocó de esta manera a la par de los nazis."

Estos raids constituyen ciertamente un crimen enorme, pero la ignominia total estaba por venir. Era mayo de 1945, una semana después de la capitulación alemana, cuando los generales británicos, llenos de grandes principios y levantando bien alto el estandarte del Derecho, entregaron sin ningún escrúpulo a Stalin y a Tito 170.000 cosacos y 500.000 croatas previamente desarmados. Teóricamente protegidos por las convenciones internacionles estos prisioneros de guerra serán todos masacrados.

Después de la guerra los soldados ingleses intervinieron en Grecia para apoyar allí al Mgr. Damaskinos, después en Palestina y en Malasia (1950) donde no dudaron en recurrir al gas de combate para aniquilar la guerrilla china. Desde 1952 hasta 1956 ellos están en Kenia donde enfrentan a los Mau-Mau (11.500 muertos) y en noviembre de 1956 en Egipto donde no fueron para defender a viudas y huérfanos, sino a impedir que los egipcios nacionalizen el Canal de Suez. En 1982, el ejército británico va a "socorrer" a las Islas Malvinas que Argentina había ocupado y anexado. Los argentinos fueron vencidos, pero corren ciertos rumores sobre la conducta de algunas unidades inglesas (Londres rehusa todavía abrir la más mínima investigación judicial). Ocho años mas tarde está la operación Desert Storm y los ingleses son nuevamente de la partida, esta vez para proteger nuevamente sus preciados intereses petroleros.

Del lado francés, la historia es también instructiva. De 1789 a 1800 la revolución usa, por ejemplo, un procedimiento muy expeditivo. Así en Vendée, sus ejércitos ejecutan por lo menos a 210.000 civiles durante una guerra que también hará morir a 300.000 personas (entre ellos 100.000 niños) de hambre y de frío. Los caballeros de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad no son muy tiernos con sus prisioneros: 4.800 por lo menos fueron tirados al Loire, en Nantes.

Desembarcado en Egipto, Bonaparte ha hecho exponer sobre la gran plaza de El Cairo (octubre 1789) cabezas cortadas; unos meses después (marzo 1798) él está en Jaffa donde hizo matar a 2.000 prisioneros, antes de hacer liquidar a sus propios soldados enfermos de la peste. Cuando se hizo emperador siguió siendo partidario de la mano dura como en España donde, por haberse resistido a sus tropas, los habitantes de Manzanares y Valdepeñas fueron todos masacrados.

En 1830 los franceses se apoderaron de Algeria donde la pacificación no se operó sin algunas brutalidades, como en el monte Kabylie donde el General Pélissier hizo arder a cientos de opositores en grutas. En la otra punta del mundo, en Indochina, la manera de operar es la misma; en 1858 la marina francesa bombardea a Tourane con el propósito de intimidar al rey de Vietnam; en 1863 los soldados franceses ocupan Camboya, en 1873 ellos ocupan Hanoi y en 1883 se instalan en Annan y Tonkin. Este tratamiento radical no es exclusivo de expediciones coloniales y sus conflictos nacionales; los métodos militares no son menos enérgicos: asi, la represión de la comuna de París (1871) ha causado entre 20.000 y 100.000 muertos.

Al fin de siglo (1896) la conquista de Madagascar va entrando, bajo el mando del general Galliéni, a una fase extremadamente firme, que cometió muchas atrocidades. Al mismo tiempo otro contingente francés se halla en China para reprimir a los Boxer de la emperatriz Ts'eu-hi (1900).

Entre 1914 y 1918 Francia está en el corazón de la Primera Guerra Mundial durante la cual no se ha conducido en forma ni más ni menos angelical que los otros. Como sus adversarios y sus aliados, el ejército francés a recurrido al gas de combate y a la limpieza de fronteras. Hay que anotar que en 1918, mientras que Francia recuperaba sus provincias Alsacia y Lorena (ocupada durante 48 años) ellos no ofrecieron ninguna promesa a la comunidad germana y 100.000-150.000 personas fueron expulsadas a Alemania.

En esta época no se practicaba todavía la reintegración pacifica como en Eslavonia en 1998. Después de la guerra han exigido a Alemania enormes reparaciones y algunos regimientos franceses que ocupaban el Ruhr (1923- 1925) no dejaron más que excelentes recuerdos...

Después de la Segunda Guerra Mundial el rol de los ejércitos franceses es relativamente modesto. Ellos tomaron empero una parte activa en Italia y participaron en particular en la famosa batalla de Monte Cassino. En esa ocasión participan también tropas árabes y hubo graves derramamientos de sangre entre la población civil. En efecto, el 17 de mayo de 1944 las unidades nor- africanas ocuparon el valle de Liri, las localidades de Esperia, Ausonia, Pontecorvo y Picao, donde cometieron decenas de violaciones (estos datos fueron traídos por La Libre Belgique del 20 de diciembre de 1946). Algunas cosas similares se producirían todavía al año siguiente en Stuttgart.

Poco inclinados a practicar el olvido, el perdón y la reconciliación que propone a los otros, Francia del 1945 procede a la limpieza muy estricta de los partidarios del Mariscal Petain y de "colaboradores" (verdaderos o supuestos): esta fraternal limpieza se calcula entre las 40.000 y hasta 105.000 ejecuciones sumarias, decenas de miles con penas de prisión, trabajos forzosos o indignidad nacional y 120.000 penas administrativas.

La IV República no se quedó allí: mostrando un curioso sentido de la libertad, ella se larga enseguida a una larga serie de guerras en vista de impedir la independencia de sus colonias. Entre 1947 y 1956, la represión dejó por lo menos 80.000 muertos en Madagascar. En Vietnam los combates dejaron (1947-54) entre 800.000 y 2.000.000 de civiles muertos. De 1952 a 1957 la guerra en Túnez, de 1953 a 1958 en Marruecos, y de 1954 a 1962 en Algeria (en total entre 500.000 y 600.000 muertos).

Presente al lado de los Anglo-Sajones durante la Guerra del Golfo (a pesar de que Irak era un aliado y un cliente tradicional de París), Francia intervino también en Africa y sus protegidos (Bokassa, Mobutu, Habré, Bongo, Habyarimana, etc.) no eran precisamente modelos de democracia, pero en donde un importante interés financiero (ELF por ejemplo) justifica bien cualquier falta a los buenos principios.

¿Entonces, el Reino Unido y Francia tienen realmente autoridad moral? ¿Son ellos en materia de ética y derecho lo suficientemente impecables para dar lecciones a los demás? Obviamente se puede dudar de esto.

Neocolonialismo

Croacia es un pequeño país que sale, herido y debilitado, de 73 años de esclavitud y 4 años de guerra; en estas condiciones, es claro que no se puede oponerse a la voluntad de grandes potencias y que se encuentra obligada, por lo menos momentaneamente, a admitir sus dictados. Esta situación, hay que decir, no debe nada a la moral, al derecho y a la justicia. Esto es todo lo contrario y se puede afirmar que ella deriva directamente de la inmoralidad, de lo arbitrario y de la injusticia. En materia de moralidad podemos ver las intenciones de los principales detractores de Croacia. Desde hace siglos, estos Estados invaden, explotan, bombardean y fusilan sin ningún escrúpulo para saciar sus deseos de poder y para promover sus intereses nacionales. En Croacia como en Bosnia- Hercegovina, en Kuwait como en el Líbano, sus intervenciones obedecen exactamente a los mismos motivos. Entonces, que ellos ejerzan su poder porque todavía no es posible oponerse, pero que nos ahorren los discursos fariseos y las lecciones manidas. Su política lleva un nombre, Neocolonialismo, y todo lo demás no es más que una charla inútil e hipócrita.

LITERATURA DE EXILIO COMO MEMORIA CULTURAL

El caso de los croatas en la Argentina[1]

Elena Duplancic de Elgueta[2]

En 1985 en Buenos Aires y dos años más tarde en Mendoza tuve la oportunidad de presentar como ejemplo de literatura de exilio el caso de los croatas en la Argentina[3]. En aquel momento era poco esperable que algo cambiara en la situación que ellos experimentaban y el hecho de no haberse producido el regreso a la patria, ponía en tela de juicio sí debían ser tratados como exiliados o más bien como inmigrantes. Actualmente, con el devenir de los sucesos que produjeron la independencia de la República de Croacia y la organización de dicho Estado, se produjo el anhelado regreso y la incorporación a las actividades croatas en la patria y en el exterior como delegados del nuevo Estado de muchos de los exiliados croatas en la Argentina.

Los exiliados croatas a los que me refiero, aproximadamente 10.000, ingresaron a la Argentina durante los años 47 y 48 en forma masiva ante el pedido colectivo de comités nacionales representados en el país, consulados "en el exilio" o agencias benéficas[4]. A partir de 1949 esta entrada de extranjeros se restringió mediante la exigencia de pedidos individuales y garantías de vivienda, empleo y manutención para el inmigrante[5]. Estas personas, integrantes o simpatizantes del Estado Independiente de Croacia formado durante los años 41-45 con el apoyo de Alemania, o simplemente opositores a la ideología comunista del mariscal Tito habían huido de la persecución y muerte segura en su patria. Muchos se entregaron a tropas inglesas en Austria, cerca de Bleiburg, junto con grupos de otros pueblos eslavos que huían por las mismas razones ideológicas. Allí, la desafortunada acción luego admitida como un error por los ingleses, pero siempre sentida como una traición por las víctimas, devolvió a estos ciudadanos desarmados a las fuerzas de Tito[6].

Los que lograron salvarse llegaron, por mediación del Vaticano, a campos de refugiados en Fermo o en Bagnoli, Italia. Estados Unidos restringía la inmigración a familiares de residentes. Canadá, Chile y Venezuela aceptaban a los jóvenes sanos y aptos para el trabajo. Argentina abrió la inmigración en forma menos restrictiva. De modo que la gran mayoría de los exiliados croatas de la segunda guerra mundial se dirigieron a Buenos Aires. Allí eran recibidos en el famoso Hotel de Inmigrantes en la zona del puerto y pronto lograban insertarse en la sociedad huésped.

Este grupo de exiliados se caracterizó por ser, en general, de una preparación intelectual y profesional considerable que pronto los distinguió de los descendientes de inmigrantes más antiguos ya asentados en la Argentina a comienzos del siglo, por razones económicas. Las razones de su exilio los reunieron en actividades relacionadas con lo religioso, lo político y lo cultural. Habiendo perdido la patria libre, por tanto tiempo anhelada, no resignaron sus ideales y se decidieron a continuar luchando por conseguirlos. Como accionar principal se propusieron difundir su problemática, a través de actividades culturales, al mismo tiempo que rehacer sus vidas e integrarse provechosamente a la sociedad que los recibía. Como ejemplos podemos citar a Vinko Nikolic, escritor y editor en Buenos Aires, a Mirko Eterovic, profesor de lenguas y literaturas clásicas en la Universidad Nacional de Córdoba, al pintor Zdravko Ducmelic, quien entre otras cosas ilustrara a Borges y fuera decano de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza[7], al ingeniero agrónomo José Crnko organizador y director de múltiples trabajos de investigación en la estación experimental del INTA en Mendoza.

A este grupo de croatas pertenecen los numerosos autores -más de veinticinco- que durante su exilio han escrito y publicado en la Argentina. Por el aprecio que les ha brindado la crítica literaria de sus mismos compatriotas destacamos a Viktor Vida, Srecko Karaman y Vinko Nikolic.

Viktor Vida, quien cometiera suicidio en 1960 debido a la depresión del exilio, fue un poeta reconocido no sólo por la comunidad de exiliados[8] si no también por los críticos croatas en Yugoslavia, donde una selección de sus poesías llamada Charcos envenenados fuera publicada en 1971 por Mirko Bogsic[9].

Srecko Karaman, desaparecido en 1964 puede ser catalogado poeta marino como el título de su único libro parece sugerirlo: Una vela en alta mar[10]. El trabajo creativo de Vinko Nikolic está incluido en sus cuatro libros: La primavera violada, Plegaria para mi Croacia, Arco iris sobre los puentes destruidos y En el umbral de la patria[11].

He podido registrar más de doscientos títulos de poesías aparecidas en publicaciones periódicas de la colectividad, trece libros de poesías, diez novelas, dos libros de cuentos y algunas obras dramáticas. He dejado de lado intencionalmente un gran número de trabajos que tratan aspectos políticos, religiosos, legales o artísticos, debido a que aunque están claramente relacionados con la identidad nacional, no pueden ser definidos como literatura de creación.

Los motivos literarios que predominan en la producción de los croatas exiliados en la Argentina y que coinciden con los motivos de la tradición literaria nacional croata son el amor por la patria y sus deseos de libertad. Más particular de los exiliados son el estado de expatriación y la nostalgia por el suelo natal. Los temas más frecuentes y que actúan como factor de cohesión de esta literatura son los recuerdos de la guerra (en especial Bleiburg, las vicisitudes de la huida e Italia), la patria cautiva bajo una doctrina extraña, y la exaltación de los valores culturales croatas. Desde el punto de vista genérico, la poesía fue, obviamente, privilegiada como forma de expresar gran cantidad de sentimientos personales. Sin embargo son frecuentes también las autobiografías y las novelas históricas. En cuanto a los recursos de estilo se puede señalar el uso de epígrafes o citas de otros exiliados (autores clásicos o la Sagrada Escritura) como un modo de revalorizar su propia condición; la madre como símbolo de la patria; las descripciones del paisaje nativo; el uso intencional de dialectos regionales y la presencia de la religión.

El lector implícito de toda la producción literaria de los exiliados es, primeramente, el resto de su generación en el exilio, la llamada diáspora croata; en segundo lugar, los lectores en la patria, público que prácticamente quedó en el deseo ya que las obras de los escritores en la diáspora no eran admitidas en la Yugoslavia socialista. En última instancia, el público argentino, al que están dirigidas las ediciones en castellano.

Las intenciones de esta literatura croata en el exilio argentino son, por una parte, expresar las emociones patriotas, en contraste o sumadas a aquellas inspiradas por la patria adoptiva; por otro lado, mantener viva la cohesión de la colectividad de exiliados. Es por ello que desarrollan insistentemente los tópicos que están enraizados profundamente en la idiosincrasia croata, en los aspectos lingüísticos, religiosos e históricos, exagerando conscientemente las diferencias con los otros pueblos eslavos de los Balcanes.

Las actividades literarias propiamente tales de esta colectividad estuvieron y están enmarcadas por otras acciones culturales del grupo que mantuvieron la identidad nacional desde el comienzo del exilio, a lo largo de los años en Argentina y hasta hoy.

Mientras los croatas que huían de la patria se encontraban en los campos de refugiados de Bagnoli y de Fermo, (como muchas otras colectividades) se organizaron actividades educativas: los niños recibían la educación primaria, actores improvisados representaban obras de teatro de trama histórica croata[12], se organizó la llamada universidad popular en la cual se exponían conferencias de tema científico.

Apareció un diario mural con el nombre de Noticias, pero pronto cambió su nombre al muy significativo de Unidad Croata. Circulaba una Página, un Semanario ilustrado y la prensa oral semanal. Para el final de septiembre de 1945, el "Club Académico Croata" se había establecido en Fermo con ciento cincuenta estudiantes que asistían a conferencias científicas sobre materias diversas. Muchas de las actividades aquí reportadas provienen del Mali Hrvatski Kalendar. Se trata de una agenda anual editada por el Colegio Pontificio para croatas San Jerónimo, en Roma, residencia sacerdotal que brindó durante los años de la postguerra importante ayuda a los refugiados. Esta agenda se regalaba a los refugiados y prisioneros en Italia. Este pequeño libro, (pequeño en formato pero no en sus más de cien páginas) muestra el claro esfuerzo por preparar a estos refugiados para su exilio. Las últimas palabras en el prólogo a la edición del 1945 son "sean y permanezcan buenos y valiosos croatas" así lo demuestran. Asimismo la agenda informaba sobre historia y geografía croatas, hombres célebres croatas, situación inmigratoria croata en distintos países. Al mismo tiempo se intercalaban textos literarios para afirmar los valores nacionales. Sirva de ejemplo la carta de una madre a su hijo en la que le aconseja reiteradamente practicar la fe católica para permanecer croata[13], o la poesía "Pred Uzkrs" de Tugomir Lab sobre su tristeza de persona que ha perdido la a lo que le impide participar de la alegría que significa la resurrección de Cristo[14].

Luego de su llegada a la Argentina y a lo largo de sus más de 45 años de exilio los croatas realizaron una no interrumpida labor de conservación de la identidad nacional. En 1947 el coro Jadran, organizado por primera vez en el campo de refugiados en Italia, comienza sus actuaciones en la Argentina. En 1948 Franjo Nevistic y Vinko Nikolic escriben la publicación mensual Croacia, que en 1949 se transformó en Hrvatska, un compendio político-cultural. En 1950 Nikolic dirige la Biblioteca de la Asociación de Escritores Croatas, que edita libros escritos en croata. En 1951, Vinko Nikolic y Ante Bonifacic fundan Hrvatska Revija - La Revista Croata. En 1952, La hora croata se transmite por Radio Splendid. En 1955, Pero Tutavac publica unos pocos números del periódico Napredak (El Progreso). En 1956, se funda el "Club Cultural Croata-Argentino". Este club, desde entonces hasta hoy organiza actividades culturales tales como conferencias, exhibiciones y conciertos. Asimismo ofrece cursos de cultura, literatura, idioma, historia, geografía y economía croatas. Desde 1957, la Biblioteca de la Revista Croata bajo la responsabilidad de Vinko Nikolic ha publicado numerosos libros en croata. En 1960, se funda el "Instituto Croata-Latinoamericano de Cultura".

Las actividades de esta institución han sido la publicación de la revista tri- anual en castellano Studia Croatica, y la edición de volúmenes especiales como La tragedia de Bleiburg (1965), Bosnia y Hercegovina (1965), Croacia y la actual crisis de Yugoslavia (1972), Croacia y su destino (1977), todos en castellano. En 1960, se funda en Hurlingham el colegio "Cardenal Stepinac" de los franciscanos, que imparte la escuela primaria y secundaria y enseñanza bilingüe. Actualmente cuenta con un número de alumnos alrededor de los dos mil. En 1968, Pero Tutavac funda la revista literaria Svitlenik (El faro). En 1978, se establece la "Academia de la lengua croata". En 1979 y 1981, el canal oficial de la televisión argentina transmite programas sobre las costumbres croatas. En 1983, se constituyó en Buenos Aires la "Asociación de Profesionales y Empresarios Argentino-Croatas", con fines económicos y culturales. A partir de la independencia de Croacia, existe un stand especial de esa república en la feria anual del libro en Buenos Aires.

Las actividades que acabo de listar son algunas de las más representativas en relación con el campo de la literatura. Entre ellas deseo destacar como especialmente significativas la edición, impresión y publicación de material periodístico o bibliográfico. La edición de por lo menos tres revistas de larga y reconocida trayectoria: Hrvatska Revija, Studia Croatica y Hrvatska Misao, así como de importantes tomos aniversario, la impresión de libros, folletos, boletines, periódicos de mayor o menor tirada y frecuencia ha sido fundamental y muy fecunda. Presentaré ahora en más detalle a las tres principales revistas arriba mencionadas: Hrvatska Revija apareció en la Argentina desde 1951 hasta 1966[15], con volúmenes de alrededor de doscientas páginas y un tomo aniversario de 784. La revista es un valioso archivo para toda la actividad cultural de los exiliados croatas. Incluye también noticias sobre el acontecer en la patria, reflejos de los grandes acontecimientos culturales, así como fragmentos de obras originales, traducciones y reseñas del material bibliográfico de interés para la comunidad croata. La revista no sólo se vendía a otros croatas en diferentes países además de Argentina sino que por estar su editor en contacto con otros centros culturales de exiliados recibía frecuentemente importantes contribuciones desde el extranjero, como por ejemplo de Raimond Kupareo, desde la Universidad Católica de Chile; de Ante Kadic, desde Indiana University; de Nada Kestercanek, desde Wilkes Barre, Estados Unidos; de Antun Nizeteo, desde Cornell University; de Alan Horic, desde Canadá.

Studia Croatica, publicada en castellano desde 1960, ha sido el foro apropiado para el debate político e histórico de los exiliados. La literatura también ha tenido su lugar en esta revista, donde se pueden encontrar poemas, en croata o castellano, diarios de guerra autobiográficos y fragmentos narrativos. El propósito continuo de Studia Croatica ha sido clarificar para el lector hispanohablante el punto de vista croata en los eventos relacionados con la independencia de Croacia. En el vol. XXXIII, 1991, 2 (121), p. 97 (aparecido en enero de 1992) sus editores celebran el reconocimiento internacional de la República de Croacia y declaran: "Este histórico acontecimiento corona la lucha centenaria de la nación croata por su independencia y soberanía nacional, la lucha que hemos apoyado también nosotros durante los 32 años en Studia Croatica[16].

Hrvatska Misao, publicó desde 1953 en croata, con un suplemento en castellano, 44 volúmenes y algunas ediciones especiales. Su editor, Marko Sinovcic, también ha publicado Hrvati u Argentini i njihov doprinos hrvatskoj kulturi, (Los croatas en la Argentina y su contribución a la cultura croata)[17], libro que es una reseña de todas las actividades de edición de los croatas en la Argentina desde 1947 a 1991.

Otra actividad fundamental para la comunidad croata en la Argentina fue la traducción. Muchos croatas son traductores de reconocido prestigio en la Argentina[18]. En el campo literario la tarea de Vinko Nikolic como traductor y reseñador de poetas argentinos es importante, así como las continuas versiones castellanas de textos croatas en Studia Croatica. Un esfuerzo digno de ser destacado es la traducción de Martín Fierro, al dialecto croata ikavica, por parte de Pero Tutavac in 1976. A través de todas estas actividades esta generación de croatas ha dado forma, preservado y transmitido su identidad nacional. Pero al mismo tiempo, ha reflejado la identidad de la sociedad huésped argentina. Esta acción de reflejar tiene diferentes modos. En primer lugar llama nuestra atención el especial interés de estos exiliados croatas en mostrar a la Argentina desde el punto de vista geográfico, histórico, demográfico y cultural. Así por ejemplo el primer capítulo del libro arriba mencionado de Marko Sinovcic es una vista panorámica de la Argentina. Ivo Rojnica dedica 150 páginas de su libro Prikaz povijesti argentini i doprinos Hrvata[19] a la historia argentina.

Un segundo aspecto, tan significativo como aquel es la constante referencia personalidades de origen croata que hayan desempeñado roles destacados en la vida argentina. La segunda parte del libro de Rojnica recién mencionado se focaliza precisamente en las contribuciones de los croatas a la Argentina. En artículos como el de Maja Lukac-Stier "Aportes de la colectividad croata a la República Argentina"[20] al mismo tiempo que se menciona al croata y su colaboración se enuncia el contexto histórico-cultural argentino en el que se desenvolvió. Así por ejemplo, del siglo pasado se recuerda a Nicolás y Miguel Mihanovic fundadores de la marina mercante argentina o al mayor Buratovic que actuó en la campaña contra los indios al sur de Buenos Aires e instaló allí el telégrafo.

Las revistas croatas se han hecho eco de las fechas patria argentinas saludando al pueblo argentino en esas oportunidades e incluso con mención del himno nacional o de alguna canción patriótica y con comentarios sobre su sentido de independencia y amor patrio, sentimientos con los que se identificaban plenamente. Otras veces han ilustrado sus páginas con ilustraciones de lugares argentinos de importancia histórica.

Algunos autores argentinos han sido traducidos al croata. Vinko Nikolic tradujo a algunos poetas de este siglo como Alfonsina Storni. La versión croata del Martín Fierro de Pero Tutavac recibió el aplauso de la prensa local. Más recientemente Studia Croatica reporta el trabajo de Milivoj Telecan quien trabajara en Croacia, en la traducción de las Obras Selectas de Borges al croata. Tanto el Martín Fierro, nuestra epopeya gaucha del siglo pasado, como los relatos de Borges de este siglo son sin duda símbolos de la identidad literaria argentina que se ven así reflejados por la actividad de la comunidad de exiliados croatas.

Otro rastro de identidad nacional argentina puede ser encontrado en algunos textos que adaptan el material narrativo croata a los ambientes argentinos. Ana Blazekovic, quien llegara a la Argentina como joven exiliada, se convirtió más tarde en escritora en castellano. En su libro Venancio, el primer cuento del mismo nombre muestra en sus personajes, lenguaje y ambientación las características de la literatura regional pampeana. Sin embargo en una entrevista personal con la autora ella reconoció que se inspiró en una situación que conocía de su pueblo natal en Croacia y la adaptó al contexto argentino.

Recientemente, y como una consecuencia de las actividades desarrolladas por los exiliados que retornaron a su patria de nacimiento se están produciendo fenómenos de difusión de la identidad cultural argentina en Croacia. Podemos mencionar como ejemplo la inauguración de la Sociedad Cultural Croata-Argentino en Zagreb en 1995. La recitación en castellano de la poesía "Bandera azul y blanca", dedicada a la bandera argentina formó parte del evento.

La etapa de exilio ha terminado para muchos croatas que vivieron en Argentina. Algunos fallecieron antes de poder retornar. Otros son ahora claramente inmigrantes más que exiliados, habiéndose hecho demasiado estrecho su lazo con la patria adoptiva. Para muchos otros el exilio ha terminado porque están de vuelta en su patria nativa donde ven concretado un sueño de libertad, premio merecido al largo exilio durante el cual realizaron fuertes y continuos esfuerzos por mantener vivo su sentido de identidad nacional y transmitirlo a las generaciones más jóvenes. Al vivir en Argentina ellos reconocieron la identidad nacional de su huésped y ahora de vuelta en su país natal, transmiten a otros sus conocimientos de este lejano país de América Latina. El único punto de vista auténticamente comparatista es iluminar este fructífero intercambio de identidades nacionales, para así no caer en estrechas percepciones de una historia humana llena de repetidas migraciones. Y para terminar permítaseme citar (imitando a Maja Lukac-Stier)[21] al poeta croata Drago Ivanisevic: "Porque como croata soy hermano de todos los hombres y donde quiera que vaya conmigo está Croacia".

 

LA MASACRE DE BLEIBURG, COMETIDA EN CONSPIRACION ENTRE SERBIOCOMUNISTAS Y BRITANICOS EN 1945

Ante Turica

Pasaron más de cinco décadas de una de las más graves masacres cometidas en el territorio europeo, apenas terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Hasta el presente no hubo mayores comentarios, ni tampoco excusas ni arrepentimientos. Al contrario, los mismos culpables del asesinato masivo de los soldados y civiles desarmados en cantidad superior a las 300 mil personas, rivalizaron entre sí en echar culpas y mentiras sobre el pueblo croata y lo siguen haciendo aún hoy, creyendo que el ganador de una guerra tiene sobre el vencido derecho de vida y muerte para siempre.

El mes de mayo era siempre en Croacia el Mes de la Flor y el Mes de la Virgen María. Desde terminada la Segunda Guerra Mundial, se transformó en el mes del recuerdo de la masacre ocurrida en Bleiburg, localidad situada en el sur de Austria, cuando el Ejército Croata, que defendió como pudo la soberanía de su recién renovado Estado de Croacia, fue entregado sin armas al emisario serbio en el servicio del ejército rojo de Tito, entonces conocido como hombre del Kominform de Moscú. Ocurrió que el Ejército Croata, en retirada, traspasó las fronteras de Eslovenia y Austria para rendirse, con sus armas, a los aliados. En esa época estaban en la zona austríaca las tropas británicas, que contra los reglamentos de la Convención de Ginebra recibió las armas y luego, ante la insistencia de un emisario rojo, entregaron a todos los soldados y muchos civiles, mujeres y niños, que se retiraban junto con su ejército, al enemigo "yugoslavo", cuando todos sabían lo que hacen los comunistas con sus enemigos. Y ocurrió lo peor. Enseguida se escucharon centenares de metralletas matando sin ningún juicio previo, a mansalva, a la mayoría de los soldados y los que aún sobrevivieron fueron llevados en las famosas "columnas de la muerte", donde los mataban al menor movimiento en falso. Los comunistas expresaban así su odio al ejército al que nunca pudieron vencer en la guerra, ya que los croatas sabían que defendían la libertad y la soberanía de su pueblo, mientras en el ejército comunista nadie sabía por qué luchaba. Los únicos que estaban convencidos en luchar contra los croatas eran los serbios, conocidos por su ultranacionalismo de transformar a la llamada "Yugoslavia" en la "Gran Serbia". Este, su sueño, quedó evidenciado hace unos cinco a seis años atrás, cuando comenzaron a bombardear a las ciudades y pueblos no-serbios, provocando lo que ocurrió: la caída de la "segunda Yugoslavia".

Es común escuchar acusaciones contra los croatas en el exilio, con las denominaciones de "fascista" y similares. Para un pueblo que lucha por la independencia nacional e hizo su guerra propia contra su opresor, que era la "segunda Yugoslavia" en manos serbias, todas las ideologías ajenas a su ideal de libertad no contagiaron ni pudieron contagiar a los croatas, especialmente si se trataba de ideologías racistas y foráneas. Si algún político fue presionado por alguna potencia en pugna tuvo que firmar tratando de hacer en la práctica lo que le convenía y lo que no apañaba sus principios éticos y nacionales. Es conocida la frase "Cuando luchan los grandes, los pequeños van bajo la mesa". Por eso, la intención de acusar a los chicos y hacer alianzas con los grandes es un juego equivocado.

Por otro lado, los croatas no podían tener ninguna simpatía, ni la tuvieron en realidad por el "fascismo", aunque fue Italia uno de los primeros países en reconocer al Estado Independiente de Croacia. No le simpatizaban primeramente, porque ocuparon bajo excusas inventadas, como que "necesitan el paso a Grecia", casi la mitad del territorio del sur de Croacia. Segundo, porque los italianos entregaban armas y aprovechaban a los "chetniks" (los soldados de la idea de "Gran Serbia") serbios para atacar y quemar centenares de los pueblos con población croata y musulmana, especialmente en Dalmacia y Bosnia. Como es conocido, al caer el "fascismo" en Italia, la mayor parte de las armas italianas junto con las que tenían los "chetniks" cayeron en manos del ejército rojo. No solamente eso, sino también que miles de oficiales del ejército granserbio se pasaron a las filas de Tito. Como se trataba de los restos del viejo ejército yugoslavo, siendo profesionales, se adueñaron del mundo de los "partisanos". De tal modo impusieron a éstos su ideología "anticroata" y sus métodos del trato con los prisioneros de guerra, a los que habitualmente degollaban.

Esta metodología salvaje y cruenta fue la que prevaleció en Bleiburg, cuando el comando británico entregó los croatas desarmados a los comandos serbios, que llevaban la gorra adornada con la estrella roja. Si bien este crimen quedó callado, hubo un intento en el mismo Londres, donde el escritor Tolstoy estaba por publicar un libro sobre este tema, describiendo además el mal destino de los prisioneros de origen ucraniano, ruso, húngaro y eslovaco entregados a los rusos. ¡Sin embargo, no se lo permitieron publicar! Por eso es deber de los sobrevivientes y conocedores de estas masacres, a pesar de que las efectuaron los vencedores de entonces, ponerlas en conocimiento del mundo actual, para que no se repitan. La conciencia del mundo occidental lleva esta mancha sobre sí para que se esclarezca, si todavía hay alguien en Serbia o en Gran Bretaña para decir algo al respecto.

750 AÑOS DE UN PRIVILEGIO LITURGICO PAPAL PARA EL GLAGOLITICO

El 10 de marzo de este año el Prof. Dr. Mile Bogovic dio una conferencia en Zagreb sobre un privilegio litúrgico especial para Croacia.

Como introducción, el conferencista destacó que el domingo 29 de marzo de 1998 se cumplen 750 años desde que el Papa Inocencio IV envió una carta al obispo Filip (de Senj) en 1248 y así oficialmente permitió la liturgia glagolítica en la Iglesia Católica. En la carta se menciona que ya en el Concilio de Split, en 925, fue anotado por primera vez el uso de la liturgia en eslavo antiguo.

En aquel tiempo ello parecía una amenaza a la unidad católica y por ello fue permitido únicamente a los párrocos. Pero en el siglo XIII la Iglesia descubrió en su uso un muy buen medio para divulgar y defender la religión. De la carta del Papa llegamos a saber que el uso de la escritura glagolítica y el idioma eslavo antiguo están muy difundidos en los territorios donde viven croatas. La novedad notoria es que la carta del Papa permite usar la escritura glagolítica y el idioma nacional no solamente al clero de las aldeas, sino también al obispo y a los sacerdotes de los lugares donde exista esta costumbre.

Es oportuno destacar que el obispo Filip había recibido su consagración del mismo papa Inocencio IV en la ciudad francesa de Lyon.

El hecho que en 1248 el glagolítico entrara con la bendición del Papa a las catedrales para celebrar las misas pontificales, fue muy beneficioso para la cultura glagolítica.

Glas Koncila, Zagreb, 29 de marzo 1998.

Tradujo: Joza Vrljicak

SE RECUERDA A RUDJER BOSKOVIC

El 13 de febrero último se cumplieron los 211 años de la muerte del gran matemático, astrónomo, filósofo, diplomático, sacerdote jesuita padre Rudjer Boskovic. Esta vez la fecha fue solemnemente conmemorada en Milán, donde Boskovic realizó la mayor parte de sus trabajos científicos, donde falleció y fue enterrado.

El homenaje fue organizado por el Consulado General de Croacia en esa ciudad. Primeramente se efectuó un solemne funeral y el Cónsul General Frane Mitrovic, colocó una ofrenda floral en el osario de la iglesia Santa María Podone, para visitar después el panteón de los grandes, llamado Famedio, en el cementerio principal de Milán.

El cónsul colocó una ofrenda floral junto a la placa conmemorativa en la que está escrito el nombre de Boskovic, con la leyenda "Al Padre Rudjer Boskovic, el cónsul general de Croacia". En esa placa están inscriptos también los nombres de otros grandes como Verdi, Manzoni, Garibaldi, Mazzini, Volta y otros.

Acompañado por sus colaboradores, el cónsul colocó también flores en la placa que marca la calle Boskovic en el centro de Milán.

Después visitó la famosa Universidad de Brera, donde hoy están la Academia de Bellas Artes y un famoso observatorio, que fuera fundado por Boskovic. El cónsul colocó asimismo una ofrenda floral delante del busto del sacerdote.

En la conversación con el director de la Institución, Dr. P. Tucci, se recalcó la necesidad de la mayor colaboración para recordar de la mejor manera posible la memoria del gran Boskovic y su obra. Está previsto erigir frente al Planetario de Milán dentro de unos meses la escultura de Boskovic realizada por Mestrovic.

Glas Koncila, Zagreb, 1° de marzo de 1998.

Tradujo: Joza Vrljicak

EL PROYECTO "NIN"

Nin, la más antigua ciudad de reyes

Las circunstancias políticas y sociales en Croacia no han ayudado durante largos años a resaltar la grandeza de Nin, la primera ciudad de reyes en Croacia.

"Por lo tanto hoy, en el renovado Estado croata, queremos cambiar esto", se dijo en Nin, en la conferencia de prensa el 16 de febrero último, cuando fue constituida la comisión que llevará adelante el proyecto.

El Prof. Dr. Tihomil Mastrovic es el presidente del Comité, el presidente de la República, Dr. Franjo Tudjman, es el protector, y la ciudad de Zagreb tomó por su cuenta la realización. Es muy significativo que el Sabor (Parlamento) croata apoye también el proyecto, porque en la temprana Edad Media Nin era la sede del Sabor.

El proyecto comprende una serie de actos culturales, religiosos, sociales y deportivos, que se realizarán antes del 7 de junio. En ese día, en el año 879, en la Corte de Nin fueron recibidas las cartas con las cuales el papa Juan VIII reconoció la independencia y soberanía de Croacia.

El acto central incluye la representación de la obra teatral dramática "La Corona croata", con los elementos musicales del Prof. Anton Abramovic, escenografía de Marin Caric, dramaturgia del Prof. Tihomil Mastrovic y música compuesta por Igor Kuljevic. El autor, Abramovic, declaró que se trata de una demostración multicultural, que explica qué es la Corona croata, su símbolo y su idea en toda la Nación.

La obra se representará en un sitio abierto, y el momento culminante se producirá cuando se echen al mar dos barcos de madera de la época de los reyes nacionales Zvonimir y Kresimir en la bahía de Nin. Estos barcos son conocidos como "conduras" de Nin.

El hidroarqueólogo Prof. Dr. Zdenko Brusic los descubrió y extrajo del fondo del mar en el año 1966. Esto ocurrió en la bahía, y los barcos son la señal del gran conocimiento croata de las artes navieras. Estos son los barcos de guerra de los que habla Constantino Porfirogeneto en sus crónicas. En la investigación acerca de estas "conduras" fue de inmenso valor la colaboración del Prof. Dr. Bozidar Vihar.

El poeta croata Vladimir Nazor editó en 1912 el libro de poemas titulado "Los Reyes Croatas". En él, una memorable poesía, con el título "El barco de Zvonimir", habla acerca de un barco perteneciente al rey Zvonimir, que saldría del fondo del mar, y el poeta lo coloca, en su imaginación, en la bahía de Nin. Esta imaginación resultó profética. En la misma poesía habla sobre el resurgimiento del Estado croata, lo cual también se hizo realidad.

En el conjunto de varios proyectos se realizará una exposición permanente de estos barcos, nuevamente acondicionados.

La "condura croatica" de Nin es una gran excepción de la historia naviera europea. En toda la historia naviera únicamente los noruegos (vikingos) y croatas han conservado estos barcos tipo Osenberg (nombre de una localidad noruega), que son las naves típicas de la Edad Media.

El proyecto de Nin se realizará dentro del marco de una manifestación más amplia: 1300 años de historia naviera croata.

Hrvatsko Slovo, Zagreb, febrero de 1998

Tradujo: Joza Vrljicak

VIKTOR VIDA - EL POETA CROATA Y EL DESTINO

Con este título fue emitido por la emisora TV-1, de Zagreb, a principios de marzo último, dentro de la serie "Antología de la Literatura Croata Contemporánea", un film documental dedicado al poeta y ensayista Viktor Vida.

Vida nació en Kotor en 1913. En 1937 se recibió de profesor de literatura e italiano en la Universidad de Zagreb. Desde 1943 trabaja en Roma y en 1948 llega a la Argentina como emigrante político, donde termina su vida en Buenos Aires en 1960.

Hombre nacido en la costa del Adriático a quien desde la infancia el paisaje llenaba el espíritu de serenidad, y donde descubrió el orden lógico de la armonía y de la respuesta de una geometría invisible entre las cosas. Como se ve, entre la emigración política se hallaban excelentes poetas.

De esto nos hablan sus poesías, recitadas por los actores teatrales. Pero nos hablan también los críticos literarios Branimir Donat y Bozidar Petrac. De sus 200 poemas escritos durante su corta vida muchísimos merecen entrar a la antología de la poesía croata. Sus versos hacen una simbiosis entre la poesía moderna y la tradicional, sin embargo no quedó sujeto a ninguna regla estricta.

Como poeta vivió intensamente el sentido trágico de la vida y contemplaba a la muerte como una fuerza libertadora. Vivía también un enorme anhelo hacia la Patria y le obsesionaba el recuerdo de su infancia en Perast. pero hay otro tema más que lo motivó mucho, y éste eran las escenas bíblicas y una intensa búsqueda de la presencia de Dios. Estos versos fueron tal vez los más logrados, donde la fe y la estética se expresan de una manera moderna.

Viktor Vida fue también un excelente ensayista. Hasta hace poco no se conocía en la Patria la alta calidad de sus ensayos, en los que mostraba su interés y sus conocimientos sobre varias ramas de la filosofía y el arte.

Viktor Vida era un poeta trágico, no solamente por el hecho de que en un momento de desesperación como inmigrante político puso fin a su vida arrojándose bajo un tren en marcha, sino también porque fue tardíamente conocido por el público croata y quedó en la sombra. Recién desde hace poco tiempo puede hablarse libremente sobre él.

Josip Sanko Rabar, Glas Koncila, 15 de marzo de 1998.

Tradujo: Joza Vrljicak

ACCION POR LAS IGLESIAS DAÑADAS EN LA GUERRA

Con el concierto de beneficencia en la sala Alice Tully del Centro Lincoln de Nueva York, el pasado 11 de febrero, comenzó en Estados Unidos la campaña de ayuda a las iglesias destruidas o dañadas en Croacia durante la guerra.

El pianista croata Lovro Pogorelic, mundialmente conocido, ejecutó delante de un público numeroso y entusiasta obras de Schumann y Rachmaninov. La mezzo-soprano Denyce Graves y el barítono Boris Martinovic (norteamericano) cantaron varias arias (Bizet, spiritual norteamericano, Rossini y Verdi). Importantes personalidades manifestaron su apoyo a la obra de reunir fondos para reconstruir las iglesias. Entre otros lo hicieron el embajador croata en Washington, Dr. Miomir Zuzul; el obispo de Zadar, Mons. Ivan Prendja; el viceprimer ministro croata Dr. Jure Radic, el embajador croata ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dr. Ivan Simonovic; el arzobispo de Newark (EE.UU.), Mons. Theodor E. McCarrick; los diputados norteamericanos Akaka, Gilman, King, Kucinich y Radanovich; el embajador de los Estados Unidos ante la Santa Sede, Thomas P. Melady; sacerdotes croatas que ejercen su ministerio en EE.UU., tres rabinos y los presidentes de las organizaciones croatas en Estados Unidos. El arzobispo de Zagreb, mons. Josip Bozanic, envió para la ocasión un mensaje en que señalaba: "Deseamos que nuestras iglesias renovadas sean escuelas de perdón y de reconciliación en una relación renovada de respeto, libertad y paz".

Durante la última agresión a Croacia fueron destruidos o dañados más de 1400 objetos sagrados (iglesias, capillas, conventos, etc.).

Luka Aleric, Glas Koncila, 1° de marzo de 1998.

SIMPOSIO INTERNACIONAL EN LAS ISLAS HVAR Y KORCULA

La pasión de Jesús - una inspiración inagotable

La Pasión de Jesús ha influido en toda la historia de Europa. Si el continente europeo permitiera que sus huellas desaparezcan, perdería no solamente su tesoro cultural, sino que llegaría a negar su identidad. ¿Podríamos imaginar una Europa sin catedrales, iglesias y sin las muestras arquitectónicas sobre la pasión de Jesús? Los croatas fueron los primeros entre los pueblos eslavos en aceptar el misterio de la Redención. Estos misterios han dejado profundas huellas en todos sus integrantes y han influido en todas las manifestaciones de la vida.

El derrumbe del comunismo posibilita a todos los países reflexionar en libertad sobre su glorioso pasado, destacó el presidente del Consejo Papal para la Cultura, cardenal Paul Poupard, en la inauguración del Primer Simposio Científico sobre la Pasión de Jesús, que se realizó en las islas Hvar y Korcula los días 26 a 29 de marzo de este año.

El simposio fue organizado por la asociación "La Herencia de la Pasión", de Zagreb, bajo el auspicio de las autoridades políticas, eclesiásticas y municipales, que asistieron en gran número al acto inaugural.

Una treintena de científicos de toda Europa, además de Croacia, expusieron sus observaciones y reflexiones sobre el tema. En esta ocasión, fue por primera vez presentado al público el más antiguo misal de la diócesis de Zagreb, que se conserva en el convento franciscano de Güssing, Austria, y fuera escrito en Zagreb para el uso litúrgico antes del año 1230. Este misal, que fue descubierto e investigado por musicólogos húngaros, fue presentado por el magister Hana Breko, quien destacó especialmente el repertorio medieval y la estructura musical en la liturgia de la cuaresma en Zagreb.

Los participantes del simposio tuvieron oportunidad de conocer las ricas herencias de las islas. El presidente del Europassiona, Maurice Closs, participó muy activamente en el simposio y prometió hacer ingresar a Croacia a esta sociedad internacional, como también organizar la próxima reunión de la organización, prevista para el año 2005, en Croacia.

Ruzica Tadic, Glas Koncila, 5 de abril de 1998

Tradujo: Joza Vrljicak

 

75° ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DEL CIRCULO CROATA CULTURAL Y DE SOCORROS MUTUOS (HRVATSKO KULTURNO I PRIPOMOCNO DRUSTVO)

1923-1998

El Círculo Croata Cultural y de Socorros Mutuos, familiarmente conocido en nuestra colectividad y por sus asociados como "Hogar Croata de Dock Sud", fue fundado el 19 de marzo del año 1923 por los inmigrantes croatas que vivían en la localidad de Dock Sud y sus alrededores, siendo en su mayoría originarios del litoral adriático croata.

Sus fundadores, inspirados en su profunda fe católica apostólica romana, determinaron que San José (por la fecha de su fundación, cuando la Iglesia celebra a este santo) y la Virgen de Sinj (venerada en la región homónima de Dalmacia) fuesen los protectores y patronos de la naciente institución.

El Círculo tiene por finalidad, según sus estatutos, practicar el socorro mutuo entre sus asociados, además de fomentar su bienestar y asistencia. Dentro del área cultural, promueve la enseñanza del idioma croata y además cuenta con un coro, llamado "Zlatni Zbor" y un conjunto de baile folklórico, "Pobjeda". Estos conjuntos están integrados por hijos y nietos de inmigrantes croatas, en su mayoría niños y adolescentes.

Debemos destacar la visita que realizó a la sede social de la entidad el presidente de la República de Croacia, Dr. Franjo Tudjman, durante su visita oficial a la República Argentina, el 1° de diciembre de 1994.

Es importante también mencionar que el Sr. Pablo Alebic, presidente honorario y vitalicio de la institución, tiene actualmente 92 años de edad, y desde que arribó a suelo argentino, en el año 1929, es un socio activo de la misma.

CARTAS RECIBIDAS

"Muchas gracias por el artículo sobre la Emigración Croata a Chile. En nuestro proyecto familiar y búsqueda de raíces genealógicas hemos incluído varios artículos tomados de Studia Croatica, e incluso hemos encontrado ayuda en la persona del Director de la Revista. Esto lo consideramos valioso y lo agradecemos profundamente".

Familia Ljubetic de Chile, Brasil y Estados Unidos

"Por intermedio de la presente le manifiesto mi sincero agradecimiento por el envío de la Revista, de tanto interés, por los temas, su enfoque integral y la presentación gráfica impecable. De ser posible lo solicito que continúe remitiéndonos los futuros números de la misma, en dos ejemplares. Le pido dos, pues, los asuntos que trata la revista, culturales, literarios y filosóficos sobre todo, me atañen especialmente, por ser Profesor de Letras y Bibliotecólogo. Encontré en la revista valioso e inhallable material sobre poesía croata, cuento, biografías de escritores y pensadores croatas, importantísimos y que desconocía. Me sería útil conseguir números anteriores, si están a disposición. Como asimismo, si hay libros en castellano sobre poesía y prosa literaria croata. He leído y comentado con mis alumnos y con los asistentes a esta Biblioteca diversos artículos y temas desarrollados en vuestra hermosa revista. Es un universo para muchos, muchísimos, completamente desconocido. Por su intermedio quizás pueda conseguir lo que le expreso, o quizás por la Embajada de vuestro país. Los artículos respectivos sobre el Memoricidio, la destrucción de archivos y bibliotecas, realmente me impresionó, y los hemos leídos azorados, y admirados por la valentía y humanidad intensa del pueblo y los intelectuales croatas. Gracias, nuevamente, por la atención que pueda dispensar a estas líneas. Salúdalo muy atentamente".

Prof. Guillermo R. Gagliardi, Instituto de Servicios Sociales para el personal ferroviario, Buenos Aires

"He recibido, con grata sorpresa vuestra Revista de Estudios Políticos y Culturales Studia Croatica. Su atenta y minuciosa lectura me ha sorprendido y gratificado en un alto grado de eficiencia y afectividad".

"Hace varias décadas, personal e institucionalmente, he mantenido estrecha vinculación en un acto de comunión en confraternidad etnocultural entre dos pueblos - Croacia y País Vasco- en un afán imperecedero por impulsar nuestra memoria étnica, guardada celosamente en las tradiciones de ambas Comunidades".

"Me complace en plenitud de regocijo étnico, haber podido acceder a la lectura de la interesante temática cultural de Studia Croatica XXX, 1997, 3 (135). Por otra parte, el diseño gráfico de la portada, fragmento -Lápida de Baska- del año 1100, en antigua escritura glagolítica, le otorga a la revista autenticidad documental histórica y originalidad etnográfica. Mis felicitaciones y gratitud por vuestro envío, fervientemente estimulante".

Nicomedes Iguain Azurza, Director de la Casa Cultural Vasca Eusku Kultur Etxea

"Me emocionó inmensamente el artículo que escribieron acerca de mi abuelo Ilija Juric. Como nieta nunca podré olvidar la grandeza de un hombre que además de gran patriota, fue un excelente padre y abuelo. De parte de toda mi familia les quiero agradecer sus palabras".
Nathalia Canet Juric, Nueva York

 

IN MEMORIAM - GOJKO SUSAK

El 3 de mayo de 1998 en el Hospital de Clínicas "Dubrava", después de haber luchado en silencio y valientemente contra una enfermedad pulmonar maligna, murió el Ministro croata de defensa Gojko Susak.

El 7 de mayo el imponente cortejo fúnebre que partió desde el Ministerio de defensa de la República de Croacia en la Plaza Kresimir hacia el cementerio Mirogoj de Zagreb en la que estuvieron miles y miles de soldados croatas, decenas de miles de ciudadanos de Zagreb, así como sus coterráneos de Hercegovina, acompañó los restos mortales del ministro hacia el cementerio. Susak fue sepultado con los máximos honores militares y estatales en la galería de los defensores croatas del cementerio.

La ceremonia fue conducida por el obispo castrense Juraj Jezerinac. El homenaje y los elogios fueron dados por muchos representantes encumbrados de la vida militar, política, social y religiosa de la República de Croacia, representantes de la Nación croata en Bosnia-Hercegovina y de la Federación de Bosnia-Hercegovina y finalmente lo hizo el Presidente de Croacia Dr. Franjo Tudjman, de quien el extinto fuera su más cercano colaborador.

"Tu partida -dijo el Presidente- es una pérdida dura e irremplazable para tu familia, para mí personalmente, porque fuiste el primero, el más leal, el más consistente colaborador desde aquellos primeros días cuando todavía no podía abiertamente anunciar que íbamos hacia la realización de la libertad croata y del Estado".

Croacia dignamente se despidió de su intrépido ministro de Defensa, del hombre que vivió su sueño dedicando su vida para Croacia. Su muerte conmovió profundamente a nuestra sociedad, desde Zagreb, desde su natal Siroli Brijeg, hasta Canadá donde vivió veinte años de vida emigrante, desde la Croacia en la Patria hasta la Croacia en la diáspora.

En las numerosas expresiones de condolencia en reuniones conmemorativas, en todos los medios, se destacaron no sólo la contribución de Susak en la creación y organización del victorioso Ejército Croata, su decisiva contribución en la realización de los acuerdos de paz, sino también se destacaron su personalidad humana, sacrificio de sí mismo, bravura, decisión, constancia también aquéllos que no pensaban políticamente igual.

Fue un hombre de pocas palabras, pero que trabajó sacrificadamente, un hombre al que se le creía, o, como dijo el general Jacques Klein, fue un "hombre de palabra".

William Perry, amigo personal de Susak y enviado del Presidente estadounidense, destacó en sus palabras de despedida la afirmación de Susak de que Croacia sería un día un importante partícipe en las organizaciones occidentales de seguridad.

"Gojko Susak, como hombre maduró en una figura personal tal que no sólo fue la más destacada característica y significación de su tierra natal Hercegovina, sino que también el desarrollo de su nación Croacia creció hasta los más altos y efectivos niveles", dijo, entre otras cosas el Presidente Tudjman despidiendo a su colaborador más cercano.

No hay duda que el valor fundamental de la personalidad de Susak figura que fueron destacadas, tanto durante su vida como en ocasión de su deceso, sus raíces, su vida de hijo de Hercegovina.

Nació el 16 de marzo de 1945 en Siroki Brijeg, sexto y último hijo de una familia humilde. En el camino de la cruz desapareció su hermano mayor Ivan, de 18 años. El mismo año muere su padre Ante a quien nunca conocería, pero lo que sí conoció fue la dedicación sacrificada de su madre Stane quien queda sola con cinco hijos y quien con profundo dolor y dignidad a los 93 años de vida, despediría a su hijo Gojko al descanso eterno, con su esposa Djurdja, sus tres hijas y su hijo.

Gojko Susak creció en la región de Siroki Brijeg con sus casas incendiadas y sus conventos destruidos en los que 30 frailes fueron asesinados y quemados, en contacto con la cultura centenaria de los franciscanos de Hercegovina pero también en contacto con el terror comunista.

Después de terminar los estudios secundarios parte para Rijeka donde estudió matemáticas y física.

Siempre con la policía secreta yugoslava en los talones para no servir en el Ejército yugoslavo, en 1968 escapa a Austria y en 1969, con la ayuda de los franciscanos de Hercegovina, emigra a Canadá donde tenía a dos hermanos y a tíos.

Valorando sobre todo la educación, retorna sus estudios en la Universidad de Ottawa, completando 34 cursos de management, informática y comunicaciones. Pasa a ser dueño de varias pequeñas empresas.

Fue muy activo en la comunidad croata ya desde su llegada a Canadá, donde fue Presidente de la Federación Cultural Croata-Canadiense, Presidente de la Fundación para los estudios croatas y director de la Escuela Croata en Ottawa. A mediados de los años 80 fue uno de los promotores de la creación de la primera cátedra de idioma croata en la Universidad de Waterloo (Ontario).

Con un grupo de gente de ideas iguales, Ljubo Krasic, Vinko Grubisic, Ante Beljo y otros, trabaja en la creación y unidad de instituciones y federaciones croatas en lo cultural, deportivo y económico. La unidad de la emigración croata siempre estuvo en su corazón, sobre todo con el objetivo de establecer un Estado croata independiente.

A estos objetivos dedicó su vida, alcanzando gran prestigio y confianza en la emigración croata. Llegaría particularmente a expresarse como mérito de Susak el ligar la Croacia de la patria con la diáspora.

Regresó a la patria en febrero de 1990, para desde sus primeros pasos en el suelo croata servir con todo su ser a la construcción de la libertad y la independencia croata.

Después de las primeras elecciones libres es miembro del gobierno croata. Desde 1990 hasta 1991 fue Ministro de la Emigración y Viceministro de Defensa. En 1993 es elegido vicepresidente de la Unión Democrática Croata (HDZ). Ese cargo nuevamente lo obtuvo por la mayor cantidad de votos en el reciente IV Congreso General del partido HDZ. En septiembre de 1991 fue nombrado ministro de Defensa, cargo que ocupó hasta su muerte.

En las circunstancias más difíciles de la guerra. el extinto logró construir lo que a otros le tomó décadas, logró crear las Fuerzas Armadas vencedoras de la República de Croacia, modernizarla, y que gracias a su trabajo y autoridad están en buenas relaciones y en cooperación con los ministerios de Defensa de todos los principales países del mundo.

El nombre de Gojko Susak queda escrito con grandes letras como el ministro de Defensa de las victoriosas Fuerzas Armadas de Croacia.

En el telegrama de condolencias que el Presidente Tudjman envió a la familia Susak dice: "Querida familia Susak, reciban en mi nombre personal y en el nombre del gobierno y de la nación croata la expresión del más profundo sentimiento por la muerte de vuestro hijo, esposo y padre, mi más cercano colaborador y amigo personal, un hombre que dio un inmenso aporte personal a la concreción de la libertad de Croacia".

"Los años vividos en la emigración los dedicó a la realización del sueño secular croata. La creación de un Estado croata independiente, soberano y democrático. Cuando volvió a la patria Gojko cumplió las funciones de mayor responsabilidad en la Unión Democrática Croata (HDZ) y en el gobierno croata, en los momentos más difíciles de creación del Estado croata y en la Guerra Patriótica. La contribución de Gojko en la concreción del sueño croata, en el cual puso, sin reparos para toda su capacidad, su amor a la patria, y sobre todo sus cualidades humanas, permanecerán para siempre como inspiración para todas las generaciones croatas", dice el telegrama del Presidente Dr. Franjo Tudjman.

En el telegrama de condolencias del Presidente y comandante supremo de las Fuerzas Armadas Croata dirigido al Ministerio de Defensa de la República de Croacia, al Alto Mando del Ejército Croata y a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas Croatas dice:

"En ocasión de la muerte del ministro de Defensa Gojko Susak envío a ustedes la expresión de mi más profundo pesar. El ministro Susak cumplió su función de responsabilidad y honor en el momento más difícil del establecimiento del Estado croata y la defensa de su soberanía e integridad territorial. Al poner generosamente y sacrificada toda su capacidad en la creación y organización del Ejército Croata, el ministro Susak hizo una inmensa contribución personal en hacer de ella una fuerza victoriosa y libertadora. Al rendir homenaje y respeto al ministro Gojko Susak, os convoco a continuar su obra de construir la Fuerza Armada Croata como garantía del futuro seguro del Estado croata soberano e independiente".

"Gojko Susak, quien ganó todas las batallas perdió una sola, aquella con la enfermedad, fue un hombre que vio concretado el sueño de su vida. Nos condolemos con su familia y amigos y él permanece siempre con nosotros", dijo el premier Zlatko Matesa.

Fue condecorado con la Gran Orden del rey Petar Kresimir IV, con la Orden del Príncipe Domagoj, con la Orden de Ante Starcevic y la Orden del Trebol Croata.

Recibió la medalla por excepcional acción, la medalla por "Ljeto", la medalla "Oluja". Además la Distinción de la Guerra Patriótica y la Distinción del agradecimiento de la Patria.

Luego de su muerte, el Presidente condecoró al ministro Susak y lo ascendió al grado de general de Estado Mayor, lo condecoró por su contribución a la creación de la Fuerza Armada Croata, por su excepcional sacrificio, su habilidad y su particular valentía en la conducción de la Guerra Patriótica hasta la victoria, con la Gran Orden del rey Dmitar Zvonimir, con la Orden de Nikola Subic Zrinski y con la Orden de Stjepan Radic.

IN MEMORIAM - VLADIMIR PRELOG

El Premio Nobel croata Vladimir Prelog falleció en Zürich el 7 de enero de 1998 a la edad de 92 años. El anuncio fue efectuado por la Escuela Superior Tecnológica de Suiza (ETH) y la noticia fue transmitida por todas las agencias periodísticas. Pero la noticia de la muerte de este gran químico llegó al mundo con una semana de atraso, y esto era justamente la característica de su vida: cada paso suyo era ejemplar, pero nunca quiso destacarse ni sobresalir.

Vladimir Prelog nació en 1906 en Sarajevo, donde su padre era en esa época profesor en colegios de enseñanza secundaria. Su familia era oriunda del norte de Croacia. Después fue trasladado a Osijek y Zagreb, donde completó su bachillerato en 1924. Luego estudió química en la Universidad de Praga, y en 1929 obtuvo su doctorado. Trabajó en Praga y estuvo a cargo de un importante laboratorio hasta 1935. En Zagreb prosiguió su trabajo científico como director del Instituto para la Química Orgánica de la Facultad de Tecnología (1935-1941). En 1942 fue a Zürich, obtuvo la cátedra en la Escuela Superior Técnica y allí otro Premio Nobel croata, Lavoslav Ruzicka, le dejó su puesto como Presidente del laboratorio de química inorgánica.

En 1976 le otorgan el Premio Nobel por su trabajo sobre las moléculas, compartido con el químico angloaustraliano John Comforth.

Prelog era doctor "honoris causa" de la Universidad de Zagreb, como así también de otras ocho universidades mundiales. Fue miembro honorario de la Academia de Ciencia y Artes en Zagreb, y de otras catorce sociedades científicas. Obtuvo 18 condecoraciones.

Al obtener el doctorado "honoris causa" en la Universidad de Zagreb, dijo que "aunque vivo ya hace casi medio siglo en Zürich, Zagreb es una de mis patrias".

Prelog no tuvo una actitud pasiva en la lucha del pueblo croata por la libertad. Aunque ya de edad avanzada, firmó con otros Premios Nobel la protesta contra la agresión a Croacia. Además, donó al Centro Químico de la Universidad de Zagreb su gran colección de literatura científica, para que otros científicos croatas puedan perfeccionarse.

Vesna Kukavica, Glas Koncila, 25 de enero de 1998

Tradujo: Joza Vrljicak

 

IN MEMORIAM - ZELJKO DUCMELIC

El 5 de septiembre de 1997 falleció de un paro cardíaco en Florida (Gran Buenos Aires), Zeljko Ducmelic, un culto y activo miembro de la diáspora croata en Argentina.

Había nacido en 1919 en Vinkovci, donde creció y cursó la enseñanza primaria y secundaria. En 1938 ingresó en la Universidad de Zagreb para estudiar geodesia, pero no pudo concluir su carrera debido a los acontecimientos políticos. Participó con entusiasmo en la defensa de la NDH, pero en 1945 debió exiliarse. Llegó a Italia, donde a pesar de múltiples problemas pudo terminar sus estudios universitarios en Padua. El dificultoso camino del éxodo lo separó de sus padres y de su hermano Zdravko, pero afortunadamente estaba a su lado Zora, la muchacha con la cual se casó en medio de tanta tragedia nacional.

Se encontró con sus padres y su hermano en el campo de refugiados de Fermo, una ciudad al sur de Ancona, situada en la orilla del Adriático. En diciembre de 1947 Zeljko llega con sus padres a la Argentina, su segunda patria. Mientras, Zdravko obtuvo una beca en España y partió a Madrid, donde estudió Bellas Artes. Al finalizar sus estudios viene también a la Argentina, donde vivió hasta su muerte (1989) como famoso pintor.

Los padres de Zeljko se incorporaron a la vida de pioneros culturales croatas, participando muy activamente en el coro croata Jadran, que había sido fundado ya en Fermo.

Zeljko comenzó a trabajar en geodesia como ingeniero en construcciones en distintos lugares de este gran país. Estuvo siempre en contacto con la población argentina, a cuyos integrantes contaba sus vivencias, especialmente en la guerra, la NDH y la posguerra. Todos mostraban mucho interés y le pedían que escribiese sobre estos acontecimientos. Así nació su primer libro en castellano, "Cuatro Meses en el Paraíso", en el que habla del éxodo y via crucis del pueblo croata.

Después de jubilarse, en 1988, comenzó a publicar fascículos, de 20 páginas cada uno, con el nombre de El Croata. Hasta el año 1992 había escrito 50 fascículos (en total casi 1.000 páginas) donde en forma autobiográfica narra la realidad histórico-política de su nación. Todo esto fue escrito en castellano. Posteriormente editó todo el texto en croata, en cinco libros ilustrados con los dibujos de su hermano Zdravko.

Su esposa Zora lo acompañó en todos los caminos de la vida. Lamentablemente, ella falleció tres años antes que Zeljko. Al morir, Zeljko dejó tres hijas, con sus maridos, siete nietos, cuñada y sobrino.

Milan Blazekovic

 

 



[1] Una versión similar de este trabajo, en lengua inglesa, fue expuesta en el XV Congreso de la Asociación Internacional de Literatura Comparada en la Rijuniversitat de Leiden, Holanda, en agosto de 1997.

[2] Centro de Literatura Comparada, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo.

[3] En el "Coloquio Internacional de Literatura General y Comparada" de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires en abril de 1985 fue leído "Un caso de literatura de exilio: los escritores croatas de la postguerra en Buenos Aires". En el Curso intensivo de postgrado "La Argentina en la literatura de exilio" organizado por el Centro de Literatura Comparada de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional de Cuyo en septiembre de 1987 fue expuesto "Los escritores croatas de la postguerra en la Argentina", luego publicado en el Boletín de Literatura Comparada, XI-XII, año 1987, pp. 51-66.

[4] El padre Blas, sacerdote franciscano, firmó como garante la entrada de 500 niños huérfanos (Cf. Studia Croatica, n. 133, 1997, p. 58).

[5] Cf. Vinelli, Víctor: "El problema de los refugiados", en: Revista Inmigración, n.7, 1963, p. 5l.

[6] Cf. El artículo de John Corsellis: "Refugiados eslovenos en la Argentina", en Todo es historia, año XXIX, n. 343, 1996, pp. 53-55.

[7] Sobre este pintor véase por ejemplo: "Lijep uspjeh slikara Zdravka Ducmelica", en Hrvatska Revija, 1963, p. 585. Adolfo Ruiz Díaz: "Zdravko Ducmelic. La realidad y la pintura", en Studia Croatica, año IX, vol. 1-4, n. 28-31, 1968, pp. 139-153 y "Nuevas expresiones del pintor Zdravko Ducmelic", sin firma, en: Studia Croatica, año XXIV, vol. 68-69, 1978, pp. 51-57.

[8] Véase por ejemplo: "Zadnji zbogom Viktoru Vidi" (Ultimo adiós a Viktor Vida), homenaje luego de su muerte por Vinko Nikolic, Branko Kadic, Edo Bulat, Srecko Karaman, Tonko Gazzari, Ruda Jurcec, Ilija Perusina, en Hrvatska Revija, año XI, 1961, vol. -2, pp. 132-135; "U Pohodima mrtvome pjesniku Viktoru Vidi", en Hrvatska Revija, año XI, 1961, vol. 4, pp. 478-480 y "Na veceri recitacija predana javnosti Knjiga Viktora Vide", en Hrvatska Revija 1963, vol. 1, pp. 125-127.

[9] La obra de Vida abarca Svemir Osobe (El universo de la persona). Buenos Aires, edición propia, 195l; Suzani vremena (Prisionero del tiempo). Buenos Aires, edición propia, 1956 y Sabrane pjsme (Obras Completas). Buenos Aires, Hrvatska Revija, 1962. Sobre Charcos envenenados consultar: Croacia y su destino. Buenos Aires, Instituto Croata Latinoamericano de Cultura, 1977, p. 166.

[10] Jedro na pucini. Buenos Aires, edición propia, 1951.

[11] Oskvrnuto proljece. Buenos Aires, edición propia, 1947. Molitva za moju Hrvatsku. Buenos Aires, edición propia, 1949. Duga nadi porusnim mostovima. Buenos Aires, Hrvatska Revija, 1964, Pred Vratima Domovine tomo I, Buenos Aires, edición Knjiznica Hrvatske Revije (Biblioteca de la Revista Croata), 1966, tomo II, Paris- München, edición Knjiznica Hrvatske Revije, 1967.

[12] Agradezco especialmente el testimonio de Juan Elias y Biserka Gottfried quienes confirmaron estos datos con sus recuerdos personales de anécdotas vividas o escuchadas sobre estas actividades.

[13] Pismo hrvatske majke sinu u tudjini, firmado "majka", en Mali Hrvatski Kalendar za godinu 1945, pp. 71-74.

[14] En Mali Hrvatski Kalendar za godinu 1946, p. 49.

[15] Luego apareció en Barcelona, Munich y Zagreb en forma progresiva a medida que su editor se iba mudando.

[16] En: "El 15 de enero - Día histórico para la Nación Croata".

[17] Buenos Aires, edición del autor, 1991.

[18] D. Simat se jubiló en Buenos Aires como traductor de la Presidencia de la Nación. M. Brkljacic es traductor registrado en Mendoza.

[19] Buenos Aires, edición del autor, 1974.

[20] En Studia Croatica, 3, 1986, pp. 221-234.

[21] Maja Lukac-Stier al reseñar las palabras del Embajador Croata en al Argentina al inaugurar el Hogar Croata en Rosario, en Studia Croatica, XXXV, 125, 1994, p. 150.