STUDIA CROATICA
Año XXXIX, Buenos
Aires, diciembre de 1998, número 138
LA BEATIFICACION DEL CARDENAL STEPINAC
DECLARACION ANTE EL TRIBUNAL COMUNISTA
LA PROVINCIA FRANCISCANA DE BOSNIA
EL RETORNO AL SRIJEM DESPUES DE LA REINTEGRACION
ANTUN MATEŠ - UN ARTISTA CROATA
HACE 54 AÑOS, LOS PARTISANOS PURIFICABAN DUBROVNIK
ZRINSKI Y FRANKOPAN: MARTIRES POR LA LIBERTAD
PROTESTAS CONTRA LA ERRADICACION DE CROATAS EN BOSNIA
RECITAL DEL PIANISTA CROATA ALEX RACIC EN BUENOS AIRES
EUFRASIANA EN EL REGISTRO DE LA UNESCO
Marko Sinovèiæ: Estado Independiente de Croacia a la luz
de los documentos
PREMIO LITERARIO PARA ANA BLAŽEKOVIÆ
El Papa Juan Pablo II visitó Croacia entre el 2 y el
4 de octubre de 1998 con motivo de la beatificación del Cardenal Alojzije
Stepinac. Traemos en la presente edición de Studia Croatica una crónica de la
visita papal, junto con una serie de discursos proclamados. Reproducimos aquí los
discursos y comunicados emitidos en ocasión de esa histórica visita, así como
una breve crónica.
Comunicado del Arzobispo de Zagreb, Mons. Josip
Bozaniæ
Poco antes de la visita papal a Croacia, el Arzobispo
de Zagreb y Presidente de la Conferencia de Obispos de Croacia Mons. Josip
Bozaniæ, dio un comunicado en el que se recuerda que las últimas palabras del
Papa en la misa en Zagreb el 11 de septiembre de 1994 fueron: "Tengo la
esperanza de que tendré otra ocasión de ver vuestra patria, varias ciudades y
varias iglesias en Croacia". Esta esperanza se está haciendo realidad.
El Papa Juan Pablo II nuevamente visita Croacia. Esta
estará marcada por dos mártires: San Domnio, el obispo de Solin y mártir de los
primeros siglos de cristianismo y el Siervo de Dios Alojzije Stepinac,
Arzobispo de Zagreb y mártir contemporáneo.
Entre otros conceptos, Mons. Bozaniæ señaló
que "la visita del Papa Juan Pablo II y la beatificación del Cardenal
Stepinac ofrece una excelente oportunidad para comenzar a escribir una nueva
página en la historia de la Iglesia Católica en Croacia y de toda la Nación
croata. Con la alegría renovada de la fe, queremos llegar a ser los servidores
de la gente de nuestro país preparados para vivir en una 'Iglesia que es
servidora' como la figura más perfecta de la Iglesia de Dios en Croacia el
Cardenal Stepinac, un testigo y mártir de nuestro tiempo. Su amor hacia Dios,
su lealtad a la Iglesia y su dedicado servicio al pueblo que le había sido
confiado, nos muestra el camino al futuro".
Discurso de bienvenida del Presidente Tudjman a Juan
Pablo II en ocasión de su visita a Croacia - 2 de octubre de 1998 (texto
completo)
Con la memoria fresca de Vuestra primera e histórica
llegada a Croacia en septiembre de 1994, el pueblo croata nuevamente Os da la
bienvenida con un corazón abierto, con gratitud por la comprensión y el apoyo
mostrado hasta ahora, y con la esperanza de que Vuestros mensajes en ocasión de
esta visita estatal y pastoral nuevamente den testimonio de que en el mundo de
hoy es irremplazable la visión cristiana del futuro.
Con Vuestra segunda venida a Croacia en cuatro
años estáis demostrando la preocupación particular de la Santa Sede por
el pueblo croata que durante siglos permaneció fiel a los principios de la fe
católica y a las leyes de la Iglesia.
Esta visita, Santo Padre, tiene una especial
importancia histórica para la Iglesia en Croacia, para todo el pueblo croata y
para el Estado Croata, debido a la beatificación del Cardenal Alojzije
Stepinac, mártir de la Iglesia y uno de los más grandes dignatarios
eclesiásticos croatas.
El Cardenal Alojzije Stepinac fue un modelo de fe
profunda, de amor al hombre, de dedicación desinteresada a su Iglesia y a su
pueblo croata.
El fue personalmente víctima de dos importantes
ideologías de la primera mitad del siglo XX - el nazismo y el comunismo-
ideologías sin Dios que peleaban por el cuerpo y el alma de los pueblos y
naciones de Europa.
Debido a la determinación que mostró en salvar a los
perseguidos, sean croatas, serbios o judíos, fue amenazado por el gobierno
quisling de NDH. Y debido a su fidelidad a la Iglesia Católica y a la comunión
de los católicos croatas con el sucesor de Pedro, fue condenado por las
autoridades comunistas corriendo peligro mortal. Hoy, por decisión de la Santa
Sede, él es visto por toda la humanidad como mártir con una conciencia clara y
un verdadero testigo de la fe. El fue el pastor de su pueblo, y su credo y
devoción a él fueron perfectamente resumidos en sus propias palabras:
"Yo no sería nadie si no hubiera permanecido
junto a mi pueblo, que optó por su propio Estado en forma plebiscitaria".
La beatificación de Stepinac rinde tributo a la
verdad y a su sacrificio delante de la historia pero también frente al
presente, porque las fuerzas que desearían imponer en la Nación croata, en la
Iglesia Católica y en esta Croacia democrática la culpa por los pecados y
crímenes fascistas, que el pueblo y el Estado Croata denuncian, siguen
presentes en la escena.
La elevación de la persona más importante de la
Iglesia Católica en Croacia en el período de la Segunda Guerra Mundial al Altar
de los Beatos también rinde tributo a todas las víctimas y mártires tanto del
fascismo como del régimen comunista.
Aquellos que unilateralmente condenan a la Nación
croata olvidan que el régimen pro-fascista fue impuesto en Croacia igual que
fue impuesto en todos los otros países europeos, y que Croacia tuvo un
movimiento antifascista más fuerte que otros países europeos. También olvidan
el hecho de que hoy Croacia está construyendo un orden social democrático.
Con vuestra visita a Croacia en 1994 habéis realzado
la celebración de los 900 años de la Diócesis de Zagreb. En esta
ocasión, además de la beatificación del Cardenal Stepinac, honraréis la
celebración única del 1700 aniversario de la ciudad de Split, de la Iglesia de
Solin y de la Diócesis de Split que, como la más antigua del suelo croata,
desempeñó un rol especial en la conversión de los croatas al
cristianismo, en el establecimiento de la Iglesia y en general en la vida de
antiguo Estado Croata.
Santo Padre,
En el corto período desde Vuestra última visita a
Croacia nosotros hemos alcanzado nuestro objetivo más eminente. Hemos restaurado
para el Estado Croata todas las regiones ocupadas que sangraron bajo la
agresión y ocupación yugocomunista y serbia junto con el símbolo de nuestro
sufrimiento, Vukovar. Hemos podido retornar a sus hogares a cientos de miles de
personas desplazadas, hemos reconstruido muchos asentamientos e iglesias
destruidas, permitiendo así la renovación de la vida en general, incluyendo la
vida religiosa.
En Vuestros discursos durante la anterior visita nos
habéis urgido a promover la cultura de la paz que implica el fomentar la
tolerancia y la solidaridad, y también la necesidad cristiana de ofrecer la
mano de perdón a nuestros enemigos.
Guiados por esa política, y luego de haber liberado
la mayor parte de nuestras regiones ocupadas gracias a la unidad de la Nación
croata y la fuerza de las armas croatas, también hemos allanado el camino para
que la comunidad internacional pudiera establecer acuerdos de paz en Bosnia y
Hercegovina, y para la reintegración pacífica de la Región Danubiana Croata,
que se logró gracias a la cooperación de las autoridades de Croacia y a la
comunidad internacional. Fue la política pacífica de Croacia la que hizo
posible la compleción exitosa de la misión de paz de las Naciones Unidas.
La Nación croata pudo alcanzar un sueño
milenario de un Estado Croata independiente en total unidad con su Iglesia
Católica. Ahora la Nación croata está abocada a los nuevos desafíos y tareas de
tiempos de paz, porque quieren construir su patria como un Estado independiente
y libre, estable, próspero y social. En este camino, Santo Padre, -Dadnos
también Vuestra bendición!
Muchos aún ignoran u olvidan que la Nación croata es
uno de los pueblos europeos más antiguos, y que fue el primero entre todos los
pueblos eslavos en aceptar el cristianismo, y que durante siglos ha defendido
incondicionalmente al catolicismo y luchó por su propia supervivencia. Ellos
olvidan que la Nación croata, junto con otros pueblos, dio a Europa parte de su
propia identidad, y contribuyó al desarrollo de la cristiandad y de la civilización
occidental de hoy en día.
El pueblo croata está orgulloso de sus logros en la
concreción de una democracia estable y de un orden económico construyendo desde
esos fundamentos, el liderazgo estatal croata y yo personalmente como Jefe de
Estado, continuaremos el camino para seguir construyendo el orden democrático
basado en los principios del respeto y fomento de los valores humanos generales
de la civilización cristiana.
Santo Padre,
Por varios años Croacia estuvo abocada a
resolver el problema del retorno de los desplazados croatas y de los refugiados
serbios, esto es, cuidando a todos los que sufrieron durante la agresión
yugocomunista y la Guerra Patriótica. La reconstrucción de los hogares
destruidos y de los edificios culturales y religiosos sigue siendo una
prioridad política, y es una demanda muy compleja y prolongada de largo alcance
en términos económicos y humanitarios. Estamos involucrados en este esfuerzo
principalmente con nuestros propios recursos pero, sin un soporte financiero
adecuado, no todas las personas desplazadas y todas las víctimas podrán
retornar a sus hogares y menos aún gozar de condiciones para una vida normal.
Conociendo cuanto se preocupa la Santa Sede por la
solución de cuestiones humanitarias apremiantes, tenemos la esperanza de que
podrá urgir a la comunidad internacional para que provea asistencia más
eficiente.
Una de las tareas esenciales de largo plazo que
enfrenta la sociedad croata en general es el logro de un renacimiento moral y
espiritual en términos de una liberación de la herencia comunista negativa y
también en términos de impedir la proliferación de las manifestaciones
negativas presentes en la civilización moderna.
En el campo moderno, queremos mejorar el standard de
vida de nuestro pueblo, y ofrecerle seguridad ocupacional y social utilizando
todos los recursos económicos y naturales y todo el potencial del país. El
gobierno de la Croacia democrática continuará realizando esfuerzos focalizados
a mejorar la posición y el ingreso de aquellas categorías sociales, en primer
lugar personas retiradas, cuya vida ha sido particularmente afectada por las
circunstancias de la guerra, y también por los cambios económicos producidos
por la transición desde el comunismo al sistema de libre mercado.
En las nuevas circunstancias geopolíticas, queremos
desarrollar relaciones normales y cooperación con todos los Estados vecinos,
basadas en los principios de la igualdad y del respeto mutuo. Como país
mediterráneo y centroeuropeo, heredero de la civilización cristiana occidental
a la cual también aportó una notable contribución, Croacia ve su futuro en
asociación con países a los que pertenece en términos históricos y culturales.
Por lo tanto, el pueblo croata y el liderazgo presente de Croacia están
decididos a evitar cualquier repetición de errores históricos ominosos y todas
las instituciones y esquemas de asociación de Croacia con nuevas integraciones
balcánicas o del sureste.
Santo Padre,
Vos habéis estado advirtiendo repetidamente al mundo
acerca de la tragedia en Bosnia y Hercegovina, y habéis abogado que paren la
guerra y las matanzas. También Os habéis preocupado por el destino del pueblo
croata en ese país, el pueblo que, siendo numéricamente el más pequeño,
también fue el más amenazado y que a través de su larga historia, recibió su
fuerza espiritual de la fe católica.
La misma preocupación, pero también el interés
estatal y nacional, determina la política croata con respecto a Bosnia y
Hercegovina en la que diferencias de civilización y características nacionales
específicas, la aparición del expansionismo y el fundamentalismo, y los
intereses estratégicos diferentes de fuerzas internacionales, se combinan para
hacer la crisis global todavía más compleja. Croacia va a continuar llevando adelante
su política constructiva. Ya ha demostrado que es un factor cardinal en la
implementación de los Acuerdos de Paz de Washington y de Dayton: también está
compelida por su Constitución y por la firma de esos acuerdos de paz, a
salvaguardar los derechos del pueblo croata.
Por este camino, la voluntad de la Nación croata,
manifestada firme y claramente en las recientes elecciones de septiembre, es un
mensaje para todos los que quisieron cuestionar su igualdad y su carácter
constitutivo, y las relaciones normales entre la Federación y Croacia.
Santo Padre,
La fe católica es históricamente profunda y firme
entre los croatas. El actual gobierno de Croacia democrática desea y está
abocado a construir una vida social y estatal basada en los principios de la
civilización cristiana.
Es precisamente por esto que ciertos factores
internacionales nos están presionando, y nos imponen ciertos compromisos que ni
se corresponden con el momento histórico presente ni otros países enfrentan, y
no sólo aquellos que están embarcados en desarrollar un sistema democrático
después del colapso del comunismo.
No podemos dejar de sentir que esa actitud con
respecto a Croacia es la continuación de aquella política que quería preservar
a la Yugoslavia creada en Versalles, que era para la Nación croata una prisión,
como afirmó con justicia el Cardenal Stepinac. Las presiones sobre Croacia son
reflejos de puntos de vista que desaprueban el establecimiento del Estado
Croata, y aun la falta de voluntad de algunos de reconocer la realidad, la
desintegración de la anterior comunidad yugoslava.
Más aún, el público croata en parte también
experimentó esas presiones injustificadas como una expresión de la falta de
simpatía con la que algunos factores en el mundo observan los firmes lazos
entre la Santa Sede y Croacia. Tengo confianza que -con nuestros propios
recursos, con la ayuda de Dios y con la compresión de los factores
internacionales razonables- podremos sobrellevar todas las dificultades y
preservar nuestra fe, nuestra libertad nacional y la soberanía establecida en
nuestro Estado democrático.
Junto con los sentimientos de gratitud al
Todopoderoso por hacer posible la continuación de la Nación croata, y por
habernos otorgado Vuestras dos visitas pastorales y estatales, sentimos la
necesidad particular de expresar nuestra gratitud a Vos por haber estado con
nosotros en este tiempo crucial de la resurrección de la libertad y de la
soberanía estatal croatas.
Junto con toda la gente de buena voluntad esperamos
el arribo del gran jubileo, los dos mil años de Cristiandad, con la
firme esperanza en la preservación del valor imperdurable de las grandes ideas
que Vos defendéis como apóstol de la paz y la autoridad moral del mundo
presente.
Santo Padre,
-La Croacia de hoy y la mayoría de su gente Os va a
seguir en el camino manteniendo el total respeto por la voluntad y la dignidad
del hombre y la igualdad de los pueblos, en el arduo camino a la construcción
de la paz y en evitar todos los males e injusticias en la vida social e
internacional!
Palabras del Papa en el Aeropuerto de Zagreb - 2 de
octubre de 1998 (texto completo)
Señor Presidente, Distinguidos Miembros del
Gobierno, Venerables Hermanos en el Episcopado, Queridos Hermanos y Hermanas:
La Providencia de Dios permite que pise nuevamente el
suelo de Croacia, cuando comienzo mi segunda Visita Pastoral a esta querida
tierra. En cierto sentido, este peregrinar apostólico continúa el que había
hecho en septiembre de 1994 cuando visité solamente la capital.
Estoy alegre de que pude aceptar las varias
invitaciones que me hicieron: los obispos del país, el Presidente de la
República, los miembros del Gobierno y del Parlamento de Croacia, y ciudadanos
también. Agradezco al Presidente de la República por las amables palabras de
bienvenida que acaba de dirigirme. Saludo a los miembros del Gobierno y a las
otras distinguidas personas que honran este encuentro con su presencia. Y
saludo a todos vosotros muy calurosamente, que habéis venido a darme la
bienvenida a través de vosotros, van mis saludos a toda la gente de esta noble
Nación, tan rica en fe y cultura.
Vengo entre vosotros como un peregrino del Evangelio,
siguiendo las huellas de los primeros confesores de la fe. Vengo a recoger los
frutos de testimonio valiente dado por pastores y fieles desde los primeros
siglos del Cristianismo. Son frutos que aparecen en toda su riqueza muy
especialmente en tiempos turbulentos: durante las persecuciones romanas del
comienzo, luego la invasión y ocupación turca, y más recientemente el período
terrible de la represión del comunismo.
Dando gracias al Señor por los dos mil
años de la Iglesia en esta región y por la rica historia de los
católicos croatas, vengo hoy para confirmar a mis hermanos y hermanas en la fe.
Vengo a animar su esperanza y a fortalecer su amor. Esta segunda Visita
Pastoral a Croacia tiene dos puntos focales: la beatificación del Siervo de
Dios Alojzije Stepinac como mártir de la fe y la celebración del 1700
aniversario de la ciudad de Split. A éstos están ligadas dos peregrinaciones: a
Marija Bistrica, el Santuario Mariano Nacional de Croacia, y a la Isla de
Solin, al primer Santuario Mariano de Croacia, dos lugares de gran
significación en la historia religiosa de vuestra región. De este modo la
devoción del pueblo croata a la Madre de Dios darán forma al itinerario de esta
Visita. Al comenzar, por tanto, quiero confiar mi viaje por vuestra tierra a
Ella, que es aclamada como Advocata Croatiae, fidelissima Mater. A Ella
elevo mi plegaria, para que Ella continúe velando por el progreso del pueblo
croata. Que Ella proteja a Croacia y os sostenga como testigos de Cristo y de
su Evangelio, señalándoles a lo largo del tiempo el camino a la
salvación eterna.
"Cómo no quedarse de pie en admiración delante
de ejemplos de fe como los del obispo San Domnio, los Mártires de Salona,
Delminium, Istria, Sirmium, Siscia, hasta el Siervo de Dios Alojzije Stepinac,
quien con otros testigos tan brillantemente iluminaron este siglo que cierra el
segundo milenio cristiano?
Es de fundamental importancia que el pueblo croata
permanezca fiel a sus raíces cristianas, permaneciendo al mismo tiempo abierto
a las demandas del presente que, aunque tiene problemas difíciles, también
ofrece razones para la esperanza. Después de la violenta y brutal guerra en la cual
se vio envuelta, Croacia está finalmente experimentando un período de paz y
libertad. Ahora todas las energías de la población están dedicadas a la
curación gradual de las profundas heridas del conflicto, a una genuina
reconciliación entre los grupos étnicos, religiosos y políticos de la nación, y
a una cada vez mayor democratización de la sociedad.
Me alegro por ello y os animo a preservar en ese
compromiso con determinación generosa. Los obstáculos creados por las
consecuencias de la guerra y por la mentalidad conformada por el régimen
comunista son muchos. Es esencial que no os dejéis sobrellevar por ellos. Con
la cooperación de todos, será posible en un tiempo razonablemente corto
encontrar las soluciones apropiadas aún a los problemas más complejos.
Tengo la esperanza más ferviente de que en esta parte
de Europa no habrá nuevamente una repetición de las situaciones inhumanas que
hemos visto repetidamente este siglo. Que la experiencia amarga y trágica de
tiempos recientes sirva como lección para iluminar la mente y fortalecer la
voluntad, para que el futuro de este país, como en Europa y por todo el mundo,
sea regocijado por un creciente entendimiento y cooperación entre pueblos de
diferente idioma, cultura y religión.
Comienzo mi Visita a la querida tierra de Croacia con
palabras de amor y esperanza: que la Visita contribuya a la reconstrucción
sobre la base de los valores perdurables de un país que es parte integral de
Europa. Mi esperanza es que desde las antiguas raíces cristianas de esta tierra
surgirá una corriente poderosa de vitalidad que permanezca tal que, al amanecer
de un nuevo milenio, un verdadero humanismo florezca para las generaciones
venideras. Confío especialmente que los cristianos den un impulso decisivo a la
nueva evangelización, ofreciendo en toda generosidad su testimonio de Cristo el
Señor, el Redentor del hombre; invocando la asistencia divina sobre toda
la Nación croata, los bendigo de todo corazón.
Palabras del Papa frente a la Catedral de Zagreb 2 de
octubre de 1998 (resumen)
Querido pueblo de Zagreb y de toda Croacia, queridos
jóvenes y familias: -Que la paz sea con vosotros!
Aquí, delante de esta majestuosa Catedral, un
monumento de fe y de arte que conserva los restos del Siervo de Dios Alojzije
Stepinac, -os saludo en el nombre de Cristo Resucitado, el único Salvador del
mundo, y os abrazo a todos con gran afecto!
Mis pensamientos van a toda la querida gente de este
país, a cuyas nobles tradiciones de civilización rindo homenaje con agrado. De
un modo particular me dirijo a vosotros cristianos, quienes, de acuerdo a las
palabras del Apóstol Pedro, deben estar "preparados a defender a
cualquiera que os pide ayuda de acuerdo a la esperanza que está en
vosotros" (I Pedro 3:15).
Agradezco a la Providencia que ha guiado mis pasos y
me trajo nuevamente a Croacia. Las palabras de uno de vuestros poetas vienen
espontáneamente a mis labios:
"...Aquí todos son mis hermanos / me siento
realmente en casa..." (D. Domjaniæ, Kaj). Quisiera poder saludar
personalmente a toda la gente de esta tierra, no importando su condición
social: desde los campesinos hasta los obreros manuales, desde las amas de casa
hasta los profesionales, desde los marineros y pescadores hasta oficinistas y
gente de la cultura y la ciencia; desde los más jóvenes hasta los ancianos y
los enfermos. -Mis mejores deseos de paz y esperanza vayan para cada uno! Con
afecto me dirijo particularmente a vosotros, los jóvenes, que habéis venido en
tan gran número para saludarme a mi llegada a vuestro país. Estoy especialmente
contento de que mi peregrinaje comienza bajo el signo de los jóvenes.
Queridos amigos, en vosotros saludo al futuro de esta
región y de la Iglesia en Croacia. Hoy Cristo está llamando a la puerta de
vuestro corazones: -abrid la puerta para recibirlo a El! El tiene la respuesta
completa a vuestras expectativas. Con El, bajo la mirada de amor de la Virgen
María, serán capaces de armar su futuro creativamente.
En Marija Bistrica, 3 de octubre de 1998
El Papa comenzó la celebración Eucarística poco antes
de las 10 de la mañana. La celebración reunió a casi 500.000 personas de
toda Croacia, de Bosnia- Hercegovina, de Vojvodina y también había delegaciones
de muchos países. Tanto los peregrinos de Subotica (Vojvodina) como los de
Banja Luka fueron muy aplaudidos, sabiendo todo lo que han sufrido y siguen
sufriendo por la guerra y la represión por parte de la actuales autoridades en
sus regiones. En la misa hubo más de 1000 sacerdotes, incluyendo 100 obispos,
arzobispos y cardenales, así como varias miles de religiosas de muchas órdenes.
El Papa y los sacerdotes vestían casullas y estolas
rojas, que es el color del martirio, en memoria del Cardenal Stepinac, que es
reconocido como mártir. El camino del Papa hacia el Altar central en la Iglesia
a cielo abierto, en compañía del Arzobispo de Zagreb Josip Bozaniæ, fue
saludado por largos aplausos de los fieles congregados y por sus cánticos. El
altar estaba decorado con flores blancas y amarillas, que son los colores
papales.
Presentes en la Eucaristía estuvieron también el
Presidente de Croacia Franjo Tudjman y su esposa Ankica, miembros del Sabor y
del Gobierno, representantes del cuerpo diplomático y consular, de otras
religiones en Croacia, otros dignatarios de la Iglesia y del Estado Croata,
dignatarios públicos y de la vida cultural y funcionarios del Vaticano.
El Arzobispo Bozaniæ agradeció al Santo Padre por
conectar durante su segunda visita a Croacia a dos grandes centros de la
historia de la Iglesia y del Estado Croatas, como son Zagreb y Split,
remarcando así la necesidad y la tarea de la unidad de la iglesia y la unidad
del Estado. El Arzobispo de Zagreb agradeció también al Papa por la inminente
beatificación del Cardenal Stepinac. El campo frente al altar estaba dominado
por el motto de la visita del Papa a Croacia "Seréis mis
testigos" y el motto del Cardenal Stepinac "En Ti
Señor, pongo mi esperanza".
Saludos al Santo Padre en Marija Bistrica - Mons.
Josip Bozanic, 3 de octubre de 1998 (texto completo)
Santo Padre,
En este momento solemne y santo, hay tres frases en
las que quisiera resumir todos los pensamientos y deseos, toda la alegría y
exultación que experimentamos durante Vuestra segunda visita a Croacia,
particularmente la Iglesia en nuestra hermosa patria y donde quisiera que los
católicos croatas viven:
Os saludamos,
Os agradecemos,
Os felicitamos.
Nosotros, todos los fieles y gente de buena voluntad
a través de toda la patria, Os saludamos a través de mi voz. Nosotros, todos
los participantes en esta magnífica celebración, con la presencia de altos
funcionarios del Gobierno Croata, Os saludamos.
Nosotros, los cardenales y obispos, visitantes que
han venido de todo el mundo, Os saludamos. Nosotros, el Episcopado Católico
Croata con nuestros dos eminentes Cardenales, Franjo Kuhariæ y Vinko Puljiæ,
especialmente Os saludamos. Nosotros, sacerdotes, diáconos, monjes, religiosas
y todos los fieles de Jesús, presentes aquí, Os saludamos.
-Seáis bendito, Santo Padre, que vienes en el nombre
del Señor!
Os agradecemos a Vos que venís "en preocupación
por todas las Iglesias" (cf. 2 Corintios 11:28). Vos expresáis
Vuestra preocupación paternal y amor hacia nuestra Iglesia y nuestra Patria. Os
agradecemos porque durante vuestra segunda visita apostólica, estáis uniendo
dos grandes centros de historia croata, eclesiástica y estatal, Zagreb y Split,
de ese modo señalando la necesidad y el objetivo de unidad de la Iglesia
y de unidad del Estado.
Al mismo tiempo, Vosotros particularmente dirigís
nuestra atención -a través del santo mártir San Domnio, el fundador de la
Iglesia en Split- a las antiguas raíces cristianas sobre las que el
cristianismo croata fue fundado en el siglo VII. Vosotros también
señaláis a un mártir contemporáneo y testigo de la fe y de la fidelidad
de Cristo y a su Iglesia, el Arzobispo de Zagreb y Cardenal de la Santa Iglesia
Romana, Alojzije Stepinac.
Gracias por venir aquí, a nuestro querido Santuario
Nacional Croata de Nuestra Señora de Bistrica, para guiar nuestra mirada
hacia Ella, la Estrella de la nueva evangelización, que es tan querida para
Vuestro corazón.
Habéis venido aquí para performar la beatificación de
nuestro Siervo de Dios, un acto de Vuestra suprema autoridad apostólica,
precisamente el 3 de octubre, el día en que el inocente Alojzije Stepinac
presentó su célebre testimonio delante de la corte comunista en 1946. No fue un
discurso en su defensa. Fue una confesión de fe en las cosas santas por las
cuales vivió, las cosas santas por las que él estaba preparado, con la
conciencia clara, a morir en cualquier momento. Esas cosas eran Dios,
Jesucristo -verdadero Dios y verdadero hombre-, el honor de la Santísima Madre
de Dios, la Iglesia, la santidad del matrimonio, el derecho de los jóvenes a
una correcta instrucción religiosa, y los derechos fundamentales que toda
persona tiene de acuerdo a Dios.
En este aniversario, 3 de octubre, Vosotros deseáis
recordarnos a todos estas cosa, a toda la Iglesia Católica y a toda la gente de
buena voluntad.
-Gracias!
Finalmente, Santo Padre, Os felicitamos. En pocos
días, en la fiesta de Santa Hedwig, la Reina de Polonia, cumpliréis veinte
años de vuestro bienaventurado pontificado. Así, estaréis entre los
obispos de Roma a quienes la Divina Providencia otorgó el más largo servicio
apostólico a la Iglesia y a la humanidad.
-Bendito seas Dios por este regalo a Vos y a
nosotros!
Mientras Os felicitamos, Santo Padre, por este don de
Dios, dirigimos nuestras plegarias al Dios Todopoderoso: Que Dios Os conceda
una larga vida, Os mantenga en su servicio y haga posible que Vos, como Juan el
Bautista, prepare el camino del Señor Jesucristo en su tercer milenio.
Hoy, en este momento tan solemne, Vuestra primera
enseñanza, que habéis dirigido a todos durante Vuestra primera
Eucaristía el 22 de octubre de 1978, reverbera en nuestras almas y nuestros
corazones de una forma totalmente nueva y entusiasta.
"-No tengáis temor de abrazar a Cristo, de
aceptar su autoridad! (...) -No tengáis temor! -Abrid las puertas grandes para
Cristo! Abrid las fronteras de los Estados, de los sistemas económicos y
políticos, el amplio campo de la cultura, la civilización y el desarrollo a su
autoridad redentora. -No temáis! -Cristo sabe lo que hay dentro de una persona,
sólo El lo sabe! (...) -Dejad que Cristo hable al hombre. Sólo El tiene las
palabras de vida, de vida eterna!
-En este día único en la santa historia de Croacia
-por intercesión de la Santísima Virgen Madre de Dios y de su siervo Alojzije-
de un modo nuevo y potente, por medio de un don del Espíritu Santo, que así sea
en todos nosotros!
-Santo Padre, enséñanos nuevamente y
sostenednos con Vuestra bendición apostólica!
Palabras del Papa en Marija Bistrica - 3 de octubre
de 1998 (texto completo)
"Si el grano de trigo no cae a la tierra y
muere, permanece solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Juan 12:24).
Las palabras de Cristo, que acabamos de escuchar, nos llevan al mismo corazón
del Misterio que estamos celebrando. En cierto modo contienen dentro de ella
todo el Evento Pascual: nos dirigen a la muerte del Redentor en la Cruz el
Viernes Santo, y al mismo tiempo nos señala la mañana de Pascua.
Nos referimos a este Misternio cada día durante la
Santa Misa cuando, después de la consagración del pan y del vino, decimos:
"Proclamamos tu muerte, Señor, proclamamos tu resurrección,
esperamos tu retorno glorioso". El "grano de trigo que cae en la
tierra es primero y principalmente Cristo, que murió en el Calvario y fue
enterrado en la tierra para darnos vida a todos. Pero este misterio de la
muerte y de la vida también sucede en la vida terrenal de los seguidores de
Cristo: para ellos también el ser tirado en la tierra permanece como condición
para cualquier desarrollo espiritual fructífero.
"No ha sido éste también el secreto de vuestro
inolvidable e inolvidado Arzobispo, el Cardenal Alojzije Stepinac, a quien hoy
contemplamos en la gloria de los Beatos?
El participó de un modo único del Misterio Pascual:
como un grano de trigo el "cayó en la tierra" de este suelo de
Croacia y, muriendo, dio fruto, mucho fruto".
Aquel que ama su vida la perderá, y el que odia su
vida en este mundo, la guardará para la vida eterna" (Juan 12:25).
Las palabras de la Segunda Epístola a los Corintios,
que acabamos de escuchar, están íntimamente ligados al Evento que estamos
celebrando, San Pablo escribe: "Como los sufrimientos de Cristo han sido
abundantes, también es abundante nuestro consuelo a través de Cristo" (2
Corintios 1:5). "No son estas palabras un comentario significativo
sobre las palabras de Cristo acerca del grano de trigo que muere? Aquellos que
participan abundantemente de los sufrimientos de Cristo también experimentan,
gracias a él, el consuelo profundo que deriva a la sobreabundancia de bien que
tiene su origen en la Cruz.
"Si el grano de trigo no cae en la tierra y
muere, permanece solo; pero si muere produce mucho fruto" (Juan 12:24).
Hoy estamos llenos de alegría cuando nos reunimos para agradecer a Dios por los
nuevos frutos de santidad que Croacia ofrece a la Iglesia en la persona del
mártir Alojzije Stepinac, Arzobispo de Zagreb y Cardenal de la Santa Iglesia
Romana.
A través de los siglos abundaron los mártires en
estas tierras, desde el tiempo del Imperio Romano, con figuras como Venancio,
Domnio, Anastasia, Quirino, Eusebio, Pollio, Mauro y muchos otros. En siglos posteriores
a ellos se le sumaron Nikola Taveliæ y Marko Križevièanin y muchos confesores
de la fe durante el dominio otomano, hasta aquellos en nuestro propio tiempo,
entre los cuales se destaca la luminosa personalidad del Cardenal Stepinac.
Por su sacrificio unido al sufrimiento de Cristo,
ellos fueron testigos extraordinarios, que con el paso del tiempo no perdió
nada de su elocuencia, sino que continua iluminando e inspirando esperanza. A
su lado muchos otros Pastores y simple fieles, hombres y mujeres, también
sellaron su adhesión a Cristo derramando su propia sangre. Ellos son parte de
la gran asamblea de aquellos que, vestidos de ropas blancas y llevando palmas
en sus manos, están ahora parados delante del trono del Cordero (cf.
Apocalipsis 7:9).
El Beato Alojzije Stepinac no derramó su sangre en el
sentido estricto de la palabra. Su muerte fue causada por el largo sufrimiento
que pareció: los últimos quince años de su vida fueron una sucesión
continua de pruebas, entre las que él con coraje puso en peligro su propia vida
para dar testimonio del Evangelio y la unidad de la Iglesia. En las palabras
del Salmo, él puso su misma vida en la manos de Dios (cf. Salmo 16:5).
Muy poco tiempo nos separa de la vida y muerte del
Cardenal Stepinac: apenas treinta y ocho años. Todos conocemos el
contexto de su muerte. Muchos que están aquí presentes hoy pueden dar
testimonio por experiencia directa de cuánto los sufrimientos de Cristo
abundaron en esos años entre la gente de Croacia y las de muchas otras
naciones del continente. Hoy reflexionando sobre las palabras del Apóstol,
deseamos expresar nuestra esperanza sentida en el corazón de que, después del
tiempo de prueba, el consuelo del Cristo crucificado y resucitado abunde entre
todos los que habiten esta tierra.
Para todos nosotros, es una causa particular de
consuelo la beatificación de hoy. Este acto solemne tiene lugar en el santuario
nacional croata de Marija Bistrica el primer sábado del mes de octubre. Bajo la
mirada de la muy Bienaventurada Virgen, un hijo ilustre de esta tierra bendita
es elevado a la gloria de los altares, en el centésimo aniversario de su
nacimiento. Es un momento histórico en la vida de la Iglesia y de vuestra
Nación. El Cardenal Arzobispo de Zagreb, una de las figuras más destacadas de
la Iglesia Católica, habiendo sufrido en su propio cuerpo, y en su propio
espíritu las atrocidades del sistema comunista, es ahora confiado a la memoria
de sus connacionales con la insignia radiante del martirio.
El Episcopado de vuestro país pidió que la
beatificación del Cardenal tenga lugar aquí, en el Santuario de Marija
Bistrica. Conozco por experiencia personal el significado que el Santuario de
Jasna Gora tenía para el pueblo polaco en el tiempo del dominio comunista, un
Santuario estrechamente ligado al ministerio pastoral del Siervo de Dios
Cardenal Stefan Wyszynski. No me sorprende que este Santuario, o el de Salona
que visitaré mañana, haya tenido una significación especial para
vosotros. Desde hace algún tiempo deseaba visitar el Santuario de Marija
Bistrica. Así que con gusto acepté la propuesta del Episcopado croata y hoy
celebramos la solemne ceremonia de beatificación en este lugar significativo.
Saludo cordialmente a los obispos croatas reunidos
aquí, especialmente al Cardenal Franjo Kuhariæ y al muy reverendo Josip
Bozaniæ, Arzobispo de Zagreb y Presidente de la Conferencia Episcopal de
Croacia. También saludo a los cardenales, arzobispos y obispos de otros países
que han venido junto a nosotros para esta ocasión. Cordialmente saludo a los
sacerdotes, hombres y mujeres de vida consagrada, y a toda la feligresía laica,
así como a los representantes de las otras confesiones religiosas presentes en
esta celebración. Mis saludos respetuosos vayan también al Presidente de la
República, al Jefe de Gobierno y a las autoridades civiles y militares del
país, que nos honran con su presencia.
"Si alguien me sirve, debe seguirme" (Juan
12:28). El Beato Alojzije Stepinac tomó al Buen Pastor como su único
Maestro, siguiendo su ejemplo hasta el fin y ofreciendo su vida por las ovejas
que les fueron confiadas en un período particularmente difícil de la historia.
La persona del nuevo Beato resume, puede decirse,
toda la tragedia que cayó sobre el pueblo croata y Europa en el curso de este
siglo marcado por los tres grandes males del fascismo, el nazismo y el
comunismo. El se encuentra ahora en la gloria del cielo, rodeado por todos
aquellos que, como él, lucharon el buen combate, purificando su fe en el crisol
del sufrimiento. Hoy miramos hacia él con confianza e invocamos su intercesión.
Significativas son en este sentido las palabras que pronunció el nuevo Beato en
1943, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa estaba apresada por una
violencia inaudita: ""Qué sistema apoya la Iglesia Católica hoy,
cuando todo el mundo está luchando por un nuevo orden internacional? Nosotros,
condenando las injusticias, todas las matanzas de gente inocente, los incendios
de aldeas pacíficas, la destrucción del trabajo del pobre, damos esta
respuesta: la Iglesia apoya al sistema que es tan antiguo como los Diez
Mandamientos de Dios. Estamos por el sistema que no está escrito en tablas
perecederas, sino que ha sido escrito por la mano del Dios vivo en las
conciencias de los hombres" (Homilias, Discursos, Mensajes, Zagreb,
1996, 179-180).
"Padre, glorifica tu nombre" (Juan
12:28). En su travesía humana y espiritual el Beato Alojzije Stepinac dio a
su pueblo una suerte de brújula para que sirva de orientación. Y éstos eran sus
puntos cardinales: fe en Dios, respeto por el hombre, amor hacia todos aun
hasta ofrecer el perdón, y unidad con la Iglesia guiada por el sucesor de
Pedro. El sabía que no podían hacerse negocios baratos con la verdad, porque la
verdad no se negocia. Por eso enfrentó el sufrimiento antes de traicionar a su
conciencia y a la promesa dada por Cristo y su Iglesia.
En este testimonio de coraje él no estaba solo. El
tenía a su lado otras almas valientes que, para preservar la unidad de la
iglesia y defender su libertad, aceptaron pagar con él el pesado precio en
prisión, maltrato y hasta derramamiento de sangre. A esas almas generosas
-obispos, sacerdotes, religiosos hombres y mujeres y fieles laicos- hoy
ofrecemos nuestra admiración y gratitud. Oigamos su urgente llamado al perdón y
a la reconciliación. Perdonar y reconciliarnos significa purificar nuestra
memoria del odio, del rencor, del deseo de venganza; significa reconocer como
hermanos aun a aquellos que nos hicieron daño; significa no dejarse
vencer por el mal sino vencer al mal con el bien (cf. Romanos 12:21).
Bendito seas, "Padre de nuestro Señor
Jesucristo, Padre de las gracias y Dios de todos los consuelos" (2
Corintios 1:3), por este nuevo regalo de tu gracia.
Bendito seas, Hijo de Dios y Salvador del mundo, por
tu gloriosa Cruz, quien en el Arzobispo de Zagreb, Cardenal Alojzije Stepinac,
ganó una victoria espléndida. Bendito seas, Espíritu del Padre y del Hijo,
Espíritu Paráclito, que continúas manifestando tu santidad entre los hombres e
incesantemente llevas adelante el trabajo de salvación.
Dios Triuno, hoy deseo agradecerte la fuerte fe de
este pueblo tuyo, a pesar de las muchas pruebas que encontraron a través de los
siglos. Quiero agradecerte por los innumerables mártires y confesores, hombres
y mujeres de todas las edades, que aparecieron en esta tierra bendita.
"Padre, glorifica tu nombre" (Juan 12:28).
-Bendito sean Jesús y María!
Visita del Papa al Presidente
El Papa Juan Pablo II oficialmente visitó al
Presidente de la República, Dr. Franjo Tudjman el sábado a la tarde en el palacio
presidencial. Allí el Pontífice fue presentando a altos funcionarios del Estado
Croata y a miembros del cuerpo diplomático. A su llegada, el Papa fue recibido
por el Presidente y la Primera Dama.
Como un regalo en memoria de la beatificación del Cardenal
Alojzije Stepinac, el Presidente Tudjman obsequió al Papa una figura de bronce
del Cardenal y un relieve que representa simbólicamente los mensajes y hechos
sobresalientes del Papa. A su vez el Papa obsequió a Tudjman un relieve de
bronce, representando a San Pedro y San Pablo.
Después de presentar a miembros de su familia
inmediata, el Presidente Tudjman y el Papa Juan Pablo II se reunieron
privadamente para discutir relaciones entre el Vaticano y Croacia y otros temas
internacionales urgentes.
Reunión del Papa con representantes de la cultura
El sábado a la noche el Papa llegó a la Nunciatura
(Avenida Ksaver, en Zagreb) para encontrarse con representantes de la cultura.
Estuvieron representantes del Ministerio de Cultura, de la Academia Croata de Ciencias
y Artes (HAZU), de la renombrada institución literaria Matica Hrvatska-Matrix
Croatica, y así como de universidades y otras instituciones de educación de
superior y de cultura.
En las palabras que les dirigió, el Papa dijo que la
Iglesia respeta el trabajo intelectual como fruto de la creación del espíritu
humano. También aprovechó la oportunidad para expresar su respeto por la rica
herencia cultural que pertenece al pueblo croata y que da testimonio de su
antigua y grande sensibilidad por lo bueno, la verdad y lo hermoso.
Señaló que cuando los croatas en el siglo VII
fueron bautizados y entraron en la Iglesia, al mismo tiempo pasaron a formar
parte de la cultura occidental. Desde ese momento, Croacia experimentó
constantes progresos en el campo de la cultura y del saber, progreso al que la
Iglesia dio apoyo decisivo.
Palabras del Arzobispo de Split - Makarska, Ante
Juriæ, en Žnjan, Split - 4 de octubre de 1998
Santo Padre,
Este rincón de la tierra croata espera a Su Santidad
con gratitud y amor filial. Os espera como el mensajero del Evangelio, el
mensajero de paz y esperanza para todas las naciones.
Esta Iglesia de Split y Makarska y toda la Iglesia
entre los croatas Os espera con un corazón abierto para que ella pueda escuchar
Vuestras palabras de fe, y para que ella pueda ser fortalecida en Vuestra unión
con la única Iglesia Católica y Apostólica, para que orando junto a Vos, ella
pueda, en unión con Vos, partir el Pan de vida y el Cáliz de salvación eterna.
Con ansiedad he esperado que venga este día, cuando
podamos celebrar juntos el Sacrificio de la Santa Eucaristía en esta tierra,
que es para nosotros santa, empapada en lágrimas y con la sangre de mártires,
desde el tiempo de San Domnio el Obispo y el resto de los mártires de Solin.
Aquellos mártires también del tiempo de los turcos, cuyos nombres son conocidos
sólo por Dios, hasta los de nuestros tiempos, entre quienes el beato mártir
Alojzije Stepinac tiene un lugar especial. Digo de nuestros tiempos porque
muchos en la Segunda Guerra Mundial y después de ella y durante el dominio
comunista fueron víctimas de odio contra la fe. Solamente de esta Arquidiócesis
62 sacerdotes y religiosos perdieron sus vidas mientras que la mayoría de los
fieles sufrieron grandes injusticias, violencia y odio. Mucha gente perdió no
sólo su propiedad sino también su propia vida.
Os saludo en el nombre de todos mis hermanos obispos,
sacerdotes y hermanas y todo el Pueblo de Dios reunido alrededor Vuestro aquí
hoy, en esta ciudad que está celebrando 17 siglos de existencia y que es la
sucesora de la ciudad de Salona, ahora Solin. En las historias de sus vidas ni
Split ni Salona ni Solin han tenido esta clase de buena suerte, como es recibir
como su huésped más querido al Obispo de Roma y sucesor de Pedro.
Los lazos de nuestro pueblo y especialmente esta
región, con la Santa Sede se han establecido desde los primeros años de
la migración de nuestros ancestros a estas hermosas regiones desde la Croacia
Blanca, que es hoy Vuestro lugar de nacimiento. Vuestro predecesor Juan IV
envió al Abad Martín para recoger las reliquias de los santos mártires de Solin
y de Istria cuyas imágenes y nombres se encuentran preservados en el mosaico de
la capilla de San Venancio en el Laterano de Roma.
El Papa Agatón y especialmente el Papa Juan VIII
mantuvieron relaciones, recibieron delegaciones, confirmaron a nuestro líderes
y enviaron sus mensajes a ellos y a nuestro pueblo. Vuestro predecesor el Papa
de la renovación Gregorio VII coronó no lejos de aquí, en Solin, a nuestro rey
de santa memoria, Zvonimir. Los sucesores de Pedro nos han apoyado, consolado,
y ayudado durante todos los difíciles siglos de nuestra lucha por la
supervivencia y preservación de la fe. Nosotros hemos sentido esto especialmente
en Vuestra persona durante el curso de la reciente guerra en este tiempo de
posguerra. Así es como experimentamos a Vuestra Visita pastoral. Es para
nuestro pueblo un signo de apoyo y de protección.
Santo Padre, Os agradecemos desde el corazón por
todas las cosas que habéis hecho por nosotros, por todo el amor que nos habéis
testimoniado. Nosotros especialmente Os agradecemos por esta visita en la que
habéis querido responder a nuestros repetidos pedidos de que nos visitéis
paternalmente.
Deseo también agradeceros, aquí en Split, en la costa
adriática croata y confirmaros nuestra gratitud por elevar al altar a nuestra
gloria y orgullo, al símbolo de la fidelidad de nuestro pueblo a la Iglesia,
Alojzije Stepinac, quien fuera Arzobispo de Zagreb durante un período muy
difícil. Nosotros tenemos la justificada esperanza de que en el futuro próximo
otros candidatos de nuestra Nación sean elevados al honor de los altares. Al
comenzar este Santo Sacrificio poned en la patena junto al sacrificio de Jesús
todos nuestros sacrificios y oraciones y especialmente una plegaria muy
importante: Que permanezcamos firmes en nuestra fe y fidelidad a Cristo, a Su
Iglesia, y a Su sucesor en la tierra, el sucesor de Pedro en Roma.
Sermón del Papa en Žnjan, Split
"Somos servidores indignos" (Lucas
17:10).
Estas palabras de Cristo seguramente permanecían
haciendo eco en los corazones de los Apóstoles cuando, obedientes a su orden
fueron por los caminos del mundo para proclamar el Evangelio. Viajaban de una
ciudad a otra, desde una región a la próxima, esforzándose en el servicio del
Reino y siempre teniendo en sus corazones la admonición de Jesús: "Cuando
hayáis hecho todo lo que os está ordenado, decid: 'Somos servidores indignos,
sólo hemos hecho lo que era nuestro deber'" (Lucas 17:10).
Los apóstoles entregaron el mismo convencimiento a
sus discípulos, incluyendo aquellos que primero cruzaron el Mar Adriático y
llevaron el Evangelio a la Dalmacia romana, al pueblo que entonces habitaba en
esta hermosa costa y en las otras, no menos hermosas, tierras que llegan hasta
Panonia.
La fe entonces comenzó a difundirse entre vuestros
ancestros, hasta llegar a vosotros. Este fue un largo proceso histórico, que se
remonta al tiempo de San Pablo y que tuvo un nuevo comienzo con fuerza en el
siglo séptimo, con la llegada del pueblo croata.
Hoy queremos agradecer a la Santísima Trinidad por el
Bautismo recibido por vuestros ancestros. El Cristianismo llegó aquí desde el
Este y desde Italia, desde Roma, y dio forma a vuestra herencia nacional.
El recordar esto evoca un vivo y profundo sentido de
gratitud a la Divina Providencia por este regalo doble: primero y principal, el
don de vuestro llamado a la fe y también el don de los frutos que esa fe han
producido en vuestra cultura y vuestro modo de vida.
A lo largo de la costa croata, a través de los
siglos, se levantaron estas maravillosas obras maestras arquitectónicas, que
inspiraban reverencia en incontables personas en todas las épocas. Cualquiera
podía disfrutar esta herencia esplendida, erguidas en la hermosa
campiña.
Trágicamente, como resultado de la guerra, muchos de
esos tesoros fueron destruidos o dañados. Los ojos del hombre no pueden
alegrarse más con ellos. "Cómo no podríamos sentir pesar por eso?
"Somos servidores indignos; solamente hemos
hecho nuestro deber". Las palabras de Jesús suscitan preguntas que no
pueden ser evitadas: "Hemos realmente hecho nuestro deber? "Y qué
debemos hacer ahora? "Qué tareas están delante nuestro? "Qué recursos
y qué fuerzas tenemos a nuestra mano? Las preguntas son complejas así que sus
respuestas deben ser pensadas detenidamente. Hoy nos hacemos esas preguntas
como cristianos, como seguidores de Cristo, y con esta conciencia leemos la
página de la Carta de San Pablo a Timoteo. Allí el Apóstol, listando a algunos
de los discípulos, menciona también el nombre de Titus, recordando su misión en
Dalmacia. Titus fue pues uno de los primeros evangelizadores de estas tierras,
evidencia singular de la preocupación del Apóstol de que el Evangelio sea
traído aquí.
En las palabras de Pablo, ya anciano, oímos el eco de
la preocupación apostólica que signó toda su vida. Ahora, en el momento en el
que debe dejar esta vida (cf. 2 Timoteo 4:6), él escribe a su discípulo:
"He peleado el buen combate, he terminado la
carrera, conservé la fe" (2 Timoteo 4:7). Esto es tanto un
testimonio como un testamento. En este contexto, las palabras finales de Pablo
toman mayor significación:
"El Señor estuvo a mi lado y me dio la
fuerza para proclamar el mensaje en su totalidad, para que todos los gentiles
puedan oirlo" (2 Timoteo 4:17).
Aquellos que hoy, al final del Segundo Milenio, deben
continuar el trabajo de evangelización pueden tomar luz y fuerza de estas
palabras. En esta tarea, que es al mismo tiempo divina y humana, debemos
recurrir al poder del Señor. En el umbral del nuevo milenio, con
justicia hablamos de la necesidad de una nueva evangelización: nueva en método,
pero siempre la misma con respecto a las verdades que proclama. La nueva
evangelización es una tarea inmensa: universal en su contenido y su destino,
debe tomar formas nuevas y diversas adaptándose a las necesidades de diferentes
lugares "Cómo no sentir la necesidad de la ayuda de Dios para sostener
nuestras debilidades y limitaciones?
Roguemos para que la Iglesia de vuestra Nación
católica pueda ver claramente, con la ayuda del Señor, los desafíos y
trabajos asociados con la nueva evangelización y en la dirección correcta
dirigir todos sus esfuerzos, "tertio millenio adveniente".
Agradezco al Arzobispo Metropolitano, Ante Juriæ, por
las palabras de bienvenida que me ha dirigido al comienzo de esta celebración
Eucarística, en vuestro nombre y en el nombre de toda la gente de buena
voluntad en esta querida tierra de Croacia.
Saludo a los Obispos de la Provincia Eclesiástica de
Split- Makarska y a todos los otros Obispos de Croacia, particularmente al
Cardenal Franjo Kuhariæ. También doy la bienvenida con gratitud a los Pastores
de la Iglesia en la cercana Bosnia- Hercegovina: el Arzobispo de Sarajevo,
Cardenal Vinko Puljiæ, y su Auxiliar, Obispo Pedro Sudar; el Obispo de
Mostar-Duvno y Administrador Apostólico de Trebinje- Mrkan, Obispo Ratko Periæ,
y el Obispo de Banja Luka, Franjo Komarica. También saludo a todos los otros
obispos presentes. Finalmente, saludo al Presidente de la República, al Jefe de
Gobierno y a las autoridades civiles y militares, que han deseado estar
presentes aquí con nosotros.
Queridos amigos, Split y Solin conforman la segunda y
última escala de mi Visita Apostólica a Croacia. Estos dos lugares tienen un
significado muy especial en el crecimiento del Cristianismo en esta región
-desde los tiempos romanos y, más tarde, tiempos croatas- y ellos evocan una
larga y maravillosa historia de fe desde el tiempos de los Apóstoles hasta
nuestros propios días.
"Si tuvieras la fe de una semilla de
mostaza..." (Lucas 17:6). Jesús dijo justo ahora en el Evangelio
leído. La gracia de Dios ha hecho que ese grano de fe brote y crezca para
llegar a ser un árbol grande, rico de frutos de verdad. Aun en los momentos más
duros de vuestra historia, siempre hubo hombres y mujeres que permanecieron
repitiendo: "La fe católica es mi vocación" (el Siervo de Dios Ivan
Merz, en Positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis, Roma, 1998,
pág. 477); hombres y mujeres que han hecho de la fe su programa de vida. Así lo
fue para el mártir Domnio en los tiempos romanos, también lo fue para los
muchos mártires durante la ocupación turca, hasta el bienaventurado mártir
Alojzije Stepinac en nuestros días.
La decisión de vuestros antepasados de aceptar la fe
católica, la fe proclamada y profesada por los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,
ha jugado un rol central en la historia religiosa de vuestra Nación. "Este
es un evento de capital importancia para los croatas, porque desde ese momento
ellos aceptaron con presteza el Evangelio de Cristo como fue diseminado y
enseñado por Roma. La fe católica ha permeado la vida nacional de los
croatas": así escribieron vuestros obispos (Carta Pastoral, 16 de
marzo de 1939) en preparación para el Jubileo de la evangelización de los
croatas, planeado para 1941 y luego pospuesto debido a los eventos que
abrumaron a vuestro país, a Europa y al mundo entero.
Esta es una herencia que os exige. En la Carta que yo
escribí para el Año de Branimir, uno de los estadios de la celebración
del Jubileo del Bautismo de vuestro Pueblo, os dije: "Por vuestra
perseverancia habéis entrado en cierta clase de pacto con Cristo y la Iglesia:
vosotros debéis permanecer fieles a este pacto, aún más cuando los tiempos
están contra este pacto. Permaneced siempre como erais en ese glorioso
año de 879" (15 de mayo de 1979). Hoy os repito esas palabras, en
el nuevo clima social y político que emergió en vuestro país.
El Señor no dejó de iluminar vuestros días con
esperanza (cf. Efesios 1:17-18), y ahora, con el advenimiento de la
libertad y la democracia, es legítimo esperar una nueva primavera de fe en esta
tierra de Croacia. La Iglesia puede ahora emplear muchos medios de
evangelización y puede acercarse a todos los sectores de la sociedad. Este es
un momento promisorio que la Providencia está ofreciendo a esta generación para
proclamar el Evangelio y ser testigos de Cristo, el único salvador del mundo, y
así contribuir a la construcción de una sociedad digna del hombre.
Concretamente, los cristianos de las tierras croatas
hoy están llamados a dar un nuevo rostro a su patria para la renovación en la
sociedad de los valores éticos y morales que fueron socavados por el pasado
totalitarismo y por la violencia reciente de la guerra.
Esta es una tarea que exige el uso de mucha energía y
una voluntad firme y perseverante. Es una tarea fundamental y urgente, porque
sin estos valores tampoco hay respeto por la vida humana, por los derechos y
dignidad de la persona, así como por los derechos y dignidad de los pueblos.
El cristiano sabe que él tiene una responsabilidad
muy específica, junto a sus conciudadanos, por el destino de su país y por la
promoción del bien común. La fe es siempre un compromiso con el servicio a
otros, a los conciudadanos, considerados como hermanos y hermanas. Y no puede
haber un testigo efectivo sin una fe profundamente vivida, sin una vida anclada
en el Evangelio e imbuida del amor a Dios y al prójimo, siguiendo el ejemplo de
Jesucristo. Para el cristiano, dar testimonio significa revelar a los otros las
maravillas del amor de Dios, trabajando en unión con los hermanos y hermanas
para construir ese Reino del que la Iglesia es "en la tierra, la semilla y
la primicia" (Lumen Gentium, 5).
"Si tuvierais fe...", "Somos
servidores indignos...". La fe no busca lo extraordinario, sino que trata
de ser útil sirviendo a nuestros hermanos y hermanas teniendo en vista el Reino
de Dios. Su grandeza está en la humildad: "Somos servidores
indignos...". Una fe humilde es una fe auténtica. Y una fe auténtica, aun
si es pequeña "como un grano de mostaza", puede hacer que
sucedan cosas extraordinarias.
-Cuantas veces pasó esto en esta tierra! Que el futuro
demuestre, una vez más la verdad de estas palabras del Señor, para que
el Evangelio continúe dando frutos de santidad entre las generaciones que han
de venir.
Que el Señor de la historia acepte las
peticiones que se elevan hoy desde esta tierra de Croacia.
Que escuche la plegaria de todos los que profesan el
santo Nombre de Dios y piden que perseveren en fidelidad a aquel gran Pacto
bautismal de sus ancestros sostenidos por la fe en el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, que este pueblo construya su futuro en sus antiguas raíces
cristianas, que datan del tiempo de los Apóstoles.
-Alabado sean Jesús y María!
Palabras del Papa a los Obispos en Split
(resumen)
El 4 de octubre el Santo Padre se dirigió a los
obispos croatas reunidos en el Palacio Arzobispal, en Split. Luego de
saludarlos y entre otros conceptos dijo:
"Queridos hermanos en el episcopado, la Iglesia
se compone del pueblo unido con sus obispos y del rebaño que permanecen
fieles a su pastor" (San Cipriano, Epístola 66,8: CSEL 3, 2, 733).
Deseo por eso animaros en vuestro compromiso diario para fortalecer la unidad
de la Iglesia en todos los niveles, esforzándonos para que el clero y los
fieles estén dedicados a la enseñanza evangélica, en unidad fraterna, en
el partir del pan y en la oración (cf. Hechos 2, 42). Permaneced siempre
unidos entre vosotros, en unidad con el Obispo de Roma y con los restantes
miembros del Colegio Episcopal, especialmente con aquellos de Bosnia-
Hercegovina".
Luego de recordarles la importancia de la familia, de
la educación, y de la "cultura de la vida" como opuesta a la
"cultura de la muerte", concluyó:
"Dignos hermanos en el episcopado, deseo
fervientemente que las Iglesias de las que estáis al frente siempre estén
guiados por el Espíritu Santo y que actúen de acuerdo con sus indicaciones.
Junto a vosotros invoco la protección de la Santísima Madre de Dios, Reina de
los Croatas, y la intercesión de todos los santos y beatos de esta
región".
Saludo del Arzobispo en Solin (resumen)
El Arzobispo de Split-Makarska saludó al Santo Padre
en Solin, destacando la particular significación del suelo santo de la Isla de
la Virgen en la que se encontraban. "Es un lugar santo desde el tiempo de
los primeros cristianos, que recibió la sangre mártir del obispo San Domnio y
de muchos mártires. Allí, a la orilla del río Jadro -que así se llama
recordando que es el Jordán Croata- comenzaron a recibir el bautismo nuestros
antepasados. También en esta isla nuestra buena y bien recordada Reina Jelena
construyó la primera iglesia en Croacia dedicada a la Madre de Dios. Los mil
años de la construcción de esa iglesia y los 13 siglos del bautismo de
los croatas fue celebrado en 1976".
El Arzobispo destacó la presencia de los jóvenes, que
eran mayoría en ese lugar. Había seminaristas y estudiantes de teología de
muchos lugares de Croacia. También había novicios franciscanos y jesuitas, y
novicias de diversas congregaciones de religiosas. Se encontraban estudiantes
del Instituto teológico catequístico y miembros de diversos movimientos: neocatecúmenos,
focolares, cruzados, de la juventud franciscana, de la comunidad Paz-Gota de
Bondad, y otros. Se encontraban también miles de estudiantes de escuelas
secundarias y de universidades.
Palabras del Papa en Solin (resumen)
El Papa se dirigió a continuación a los catequistas y
a los representantes de los movimientos eclesiásticos, diciendo:
"He venido a Solin luego de haber elevado al
honor de los altares ayer en el Santuario de Marija Bistrica al mártir Alojzije
Stepinac. En esta visita apostólica he deseado unir espiritualmente a los
lugares de la fe y de devoción de vuestra nación, como recuerdo de su
testimonio de Cristo desde los primeros siglos hasta ahora".
Luego de otros conceptos agregó: "El Beato
Alojzije Stepinac dejó un ejemplo extraordinario de testimonio cristiano. El
cumplió su misión de anunciar el Evangelio en primer lugar mediante sus
sufrimientos por la Iglesia, y su mensaje de fe lo selló con su muerte.
Prefirió la cárcel a la libertad, y eso sólo para defender la libertad de la Iglesia
y su unidad. No tuvo temor de cadenas, para que el Evangelio no se vea
encadenado.
En sus palabras se dirigió a los miembros de las
organizaciones y movimientos eclesiales, a los estudiantes y profesores, a los
catequizados y finalmente a los jóvenes.
Citó al gran poeta croata Maruliæ: "Felix, qui
semper vitae bene computat usu", o sea "Feliz aquel que siempre
piensa como aprovechar bien su vida (M. Maruliæ, Carmen de doctrina Domini
nostri Iesu Christi pendentis in Cruce, v. 77) y al Beato Alojzije
Stepinac: "no seréis dignos de los nombres de vuestros antepasados si
dejarais que alguien os separe de la roca en la que Cristo construyó su
Iglesia" (Testamento de 1957).
Despedida del Papa (resumen)
El Santo Padre se despidió de Croacia en el aeropuerto
de Split, saludando al Presidente de la República, a los representantes del
Gobierno, a los obispos y a todos. Mencionó que se terminaba su visita pastoral
a la muy hermosa tierra croata, y agradeció a Dios por los tres días que estuvo
en Croacia. Agradeció a las Iglesias de Zagreb y de Split-Makarska por haberlo
recibido, y a toda la Iglesia croata. También agradeció al Presidente de la
República, al Jefe de Gobierno y a todas las autoridades civiles y militares
que no ahorraron esfuerzos para que esta visita pasara de la mejor manera
posible. En esto colaboró muchísima gente, y a ellos les agradeció. Saludó a
las familias, parroquias, diócesis, comunidades religiosas, y movimientos y
asociaciones eclesiales. Señaló a las multitudes de fieles de todas las
edades que acudieron a estar con él, en particular a los jóvenes en Zagreb, en
Marija Bistrica, Žnjan- Split y en Solin: multitudes de personas que
demostraron compartir los mismos pensamientos y los mismos sentimientos del
corazón. Destacó que en Croacia se encontró con una Iglesia muy viva, rica en
entusiasmo y energía, a pesar de las adversidades y abusos de poder que sufrió.
"Es muy grande el número de aquellos que en esta
tierra, desde los primeros siglos, con su vida cotidiana dieron testimonio de
Cristo, y muchos de ellos por El recibieron también el martirio. Vosotros sois
herederos de esta multitud gloriosa de santos, cuyos nombres en su gran mayoría
son conocidos sólo por Dios. He visto vuestra alegría cuando proclamé Beato al
Cardenal Stepinac: Que este, vuestro rico patrimonio de fe, junto al de otras
naciones europeas, llegue a ser herencia común en todo el continente.
El tiempo que estuve entre vosotros me permitió
comprobar de cerca la recuperación lograda estos últimos años. He
observado una sociedad que desea construir su presente y su futuro sobre los
fuertes cimientos de la democracia, en completa fidelidad con su propia
historia, que está impregnada de cristianismo, para tomar el lugar que con todo
derecho le corresponde en la asamblea de las otras naciones europeas.
Con alegría reconozco que sois un país que habiendo
recuperado la libertad y habiéndose sobrepuesto a las tristes vicisitudes de la
guerra, nuevamente se está reconstruyendo y renovando en lo material y en lo
espiritual.
Exhorto a los hombres y mujeres de buena voluntad de
todo el mundo que no olviden las tragedias que experimentaron estas poblaciones
a lo largo de la historia, y particularmente en este nuestro siglo. Que no
falte la real y generosa ayuda a individuos y a familias para que puedan vivir
en libertad y en justicia, con la dignidad de activos miembros de la familia
humana.
Europa se dirige a una nueva etapa de su camino de
unidad y crecimiento. Para que la alegría sea completa, nadie debe ser olvidado
en el camino que lleva a la casa común europea.
Hoy luego de largos años de dictadura y de
terribles experiencias de violencia que padecieron los habitantes de estas
tierras, es necesario poner todas las fuerzas para construir la democracia
basada en valores morales inscriptos en la misma naturaleza del ser humano.
Queridísimos, retorno a Roma llevando en el corazón
tantas hermosas impresiones de esta visita. Ellas me acompañaron en mis
oraciones por vosotros, por vuestros enfermos y ancianos, por vuestros hijos,
por toda vuestra Nación.
-Que Dios otorge a Croacia paz, armonía y constancia
en la búsqueda del bien común!
Querido pueblo croata, -Dios te bendiga. Que la
Virgen María, Abogada de Croacia, Madre fidelísima, Os proteja en tu presente y
tu futuro!
A Ella confío todo vuestro deseo de paz, libertad,
paz y progreso en solidaridad, todas tu esperanza y cada uno de tus compromisos
con los valores humanos y religiosos. -Que Dios bendiga a Croacia!"
Proclamación en Chicago del día del Cardenal Stepinac
e imposición de su nombre a una calle
El alcalde de Chicago Richard Daley proclamó el 3 de
octubre de 1998 Día del Cardenal Stepinac en toda la ciudad y dispuso que la
avenida Princeton pase a llamarse Camino del Cardenal Stepinac. Mediante esta
resolución, el alcalde de Chicago honró al recientemente beatificado Cardenal
Alojzije Stepinac. Según consigna el comunicado "los croatas, los
católicos y todos los ciudadanos de Chicago tienen gran satisfacción al honrar
la beatificación del Cardenal Stepinac". Sobre la Avenida Princeton,
llamada ahora Camino del Cardenal Stepinac, se encuentra la iglesia católica
croata San Jerónimo y el Colegio croata Cardenal Stepinac. Transcribimos a
continuación el decreto correspondiente.
Considerando que Alojzije Stepinac nació el 8 de mayo
de 1898, en una familia campesina en una aldea cerca de Krašiæ, Croacia, y
considerando que el 26 de octubre de 1930, Stepinac fue ordenado sacerdote de
la Iglesia Católica; siete años después, el 7 de diciembre de 1937,
Stepinac fue nombrado Arzobispo de Zagreb, Croacia; y considerando que, en
respuesta a su negativa a cortar sus vínculos con la Iglesia Católica Romana,
el gobierno comunista de la antigua Yugoslavia lo acusó falsamente de
colaboración con los nazis. Luego de un juicio montado, el 11 de octubre de
1946 fue encontrado culpable y fue condenado a prisión por dieciséis
años y considerando que el 12 de enero de 1953, el Papa Pío XII lo hizo
Cardenal.
A pesar de ser un Cardenal, el gobierno comunista no
le permitió cumplir con sus funciones y permaneció en Krašiæ bajo arresto
domiciliario hasta su muerte el 10 de febrero de 1960; y considerando que en
junio de 1993 se hizo una autopsia en el cuerpo del Cardenal Stepinac que
reveló que él había sido sistemáticamente envenenado mientras estaba en prisión
y por lo tanto murió como mártir y considerando que la comunidad
croata-estadounidense, que incluye aproximadamente 150.000 personas en la
ciudad de Chicago, desea honrar la memoria del Cardenal Stepinac designando a
la Avenida Princeton entre las calles 26 y 33 como "Camino del Cardenal
Stepinac".
Ahora, por lo tanto, yo, Richard M. Daley, Alcalde de
la ciudad de Chicago, por la presente proclamo el día 3 de octubre de 1998 como
Día del Cardenal Stepinac en Chicago, en reconocimiento por su dedicación de
toda la vida a la causa de los derechos políticos, religiosos y humanos que
hizo de él un símbolo de grandeza para la comunidad croata-estadounidense y
para la ciudad de Chicago.
Richard M. Daley, 1 de octubre de 1998
Traducción: Joza Vrljicak
Alojzije Stepinac
"A todas las acusaciones en mi contra, respondo
que mi conciencia está tranquila, incluso si esto hace reír al auditorio. No
tengo la intención, ni de defenderme ni de apelar contra vuestro veredicto.
Por mis convicciones, que emanan de una conciencia en
paz, soy capaz de soportar las burlas, el desprecio y la humillación, estoy
listo incluso a morir en cualquier instante.
Se ha repetido aquí cientos de veces: "acusado
Stepinac". Pero nadie es tan ingenuo al punto de no comprender que detrás
de este "acusado Stepinac", se encuentra sentado en el banco de los
acusados el Arzobispo de Zagreb, representante de la Iglesia Católica en
Yugoslavia.
Tanta veces ustedes mismos han apelado al clero, aquí
presente, para que manifieste la culpabilidad de Stepinac en lo que concierne a
la actitud del pueblo y del clero. Pues Stepinac, por sí mismo, no puede tener
tanta influencia, se trata entonces del Arzobispo.
Hace diecisiete meses que soy atacado en público y a
través de la prensa; desde hace doce meses estoy internado en mi residencia
episcopal.
Se me acusa de haber rebautizado a serbios ortodoxos.
El término en sí ya es falso, porque quien ha sido bautizado una vez no
necesita ser nuevamente bautizado. Se trata del paso a otra confesión. No
entraré en detalles, pero declaro que mi conciencia está tranquila y que un día
la historia juzgará.
Es verdad que me vi obligado a trasladar a los curas
a los que los ortodoxos amenazaban de muerte. Los serbios querían matar a estos
curas porque les negaban la admisión en la Iglesia. Pero, durante los
años de guerra, la Iglesia conoció no pocas dificultades en su intento
de ayudar al pueblo serbio.
El señor Presidente me ha mostrado el
documento, testimoniando que he reclamado el monasterio ortodoxo deshabitado,
que era al principio propiedad de nuestra orden de Paulinos, situado en
Orahovica. Yo quería instalar allí a los Trapenses expulsados por los alemanes
de Rajhenburg. Considero que era mi deber ayudar a nuestros hermanos eslovenos,
a quienes los soldados de Hitler habían obligado a exiliarse.
Me reprochan como delito grave el hecho de haber
ejercido el cargo de vicario castrense. El presidente del Tribunal me ha
preguntado si no consideraba como acto de traición hacia Yugoslavia el hecho de
haberme relacionado con el Estado Independiente de Croacia.
Ocurre que yo ya era vicario castrense bajo el
antiguo régimen yugoslavo. Durante los ocho o nueve últimos años, he
intentado regular la situación de la Vicaría castrense. Pero no pude encontrar
una solución definitiva. Finalmente la situación fue jurídicamente regulada en
Yugoslavia, por un Concordato obtenido con dificultad, pero este arreglo no fue
efectivizado pues, después de su ratificación en el Parlamento, caducó en las
calles de Belgrado.
Hacia fines de la guerra Yugoslavia-Alemania, yo
debía procurar ayuda espiritual tanto a los soldados católicos del antiguo
ejército yugoslavo, como a los soldados del Estado Independiente de Croacia,
recientemente creado. Pues si un Estado se hunde, los soldados permanecen y
nosotros estamos obligados a tener en cuenta su situación.
Por lo tanto, no he sido persona grata ni a los
alemanes ni para los ustachis. No he formado parte de los ustachis y no les he
prestado juramento como lo han hecho algunos de vuestros funcionarios, aquí
presentes. En forma plebiscitaria el pueblo croata se declaró a favor del
Estado Croata, y yo no sería nadie si no hubiera sentido latir el pulso de mi
pueblo, cuyas condiciones de vida eran las de esclavitud bajo el antiguo
régimen yugoslavo.
En efecto, he afirmado que los ascensos en las
carreras militares o diplomáticas no eran posibles para los croatas si éstos no
cambiaban de religión, o si no se casaban con ortodoxos. Esa es la base fáctica
y el telón de fondo de mis cartas pastorales y sermones.
Cuando hablé del derecho del pueblo croata a la
libertad y a la independencia, lo hice en concordancia con los principios
esenciales de los Aliados señalados en Yalta y en la Carta del
Atlántico.
Si de acuerdo a tales conclusiones, cada pueblo tiene
derecho a su independencia, "Por qué este derecho le sería denegado
únicamente al pueblo croata? La Santa Sede ha señalado en múltiples
oportunidades que las pequeñas naciones y las minorías nacionales tienen
derecho a la libertad. Entonces un obispo o un metropolita católico "No
tiene derecho a recordarlo? Moriremos, si es necesario, en el cumplimiento de
nuestro deber.
Si ustedes creen que el pueblo croata está satisfecho
de su suerte, o si eventualmente, ustedes le dan otra ocasión de manifestarse,
no pondré obstáculos. He respetado y respetaré siempre la voluntad de mi
pueblo.
Me acusan de ser enemigo del Estado y de las
autoridades nacionales. Entonces, les ruego que me digan "quién
representaba a la autoridad para mí en 1941? "El golpista Simoviæ en
Belgrado, o los traidores -como ustedes los llaman- en Londres, o los de
Jerusalén, o quizás las autoridades de la guerrilla, o finalmente, la autoridad
de aquí, de Zagreb?
Mejor todavía, en 1943 y 1944, la autoridad "se
encontraba en Londres o en la guerrilla? Ustedes representan para mi la
autoridad desde el 8 de mayo de 1945.
"Podría yo obedecer a la vez,
a ustedes que estaban en la guerrilla y a los que estaban en Zagreb? "Se
puede servir a dos patrones a la vez? No es posible, ni católica ni moralmente,
pero tampoco es posible de acuerdo con el derecho internacional, ni siquiera
tampoco de acuerdo con el derecho humano simplemente. No podemos ignorar la autoridad
suprema del Estado, incluso aún cuando ésta emanara de los ustachis, puesto que
dicha autoridad se había instalado aquí. Ustedes tienen derecho a interrogarme
sobre mis actos y de juzgar mi responsabilidad, pero sólo a partir del 8 de
mayo de 1945.
Ustedes no tienen ninguna prueba de mis actos
"terroristas" y, por otra parte, nadie podrá dar fe de lo que ustedes
afirman. Si Lisak, Lela Sopijanec y otros venían a verme bajo un falso nombre,
o si recibía cartas que apenas podía leer, si mi delito es que la gente viniera
a verme, entonces, espero tranquilo vuestro veredicto. Si di un salvoconducto
al sacerdote Mariæ, no tengo nada que reprocharme, mi conciencia está
tranquila, pues no tenía ninguna intención de hacer nada contra el Régimen;
podría morir con el alma en paz.
No tiene ninguna importancia que ustedes me crean o
no. El acusado, Arzobispo de Zagreb, sabe no sólo sufrir, sino también, si es
necesario, -morir por sus ideas!
Incluso el Presidente del Gobierno, Vladimir Bakariæ,
había dicho al sacerdote Milanoviæ: "sabemos que detrás de todas estas
acciones se encuentra el Arzobispo, pero no tenemos ninguna prueba". Para
mi está claro.
Y ahora, "en qué consiste todo el conflicto,
todas nuestras dificultades y por qué la situación no se apacigua? El Procurador
General ha afirmado en múltiples oportunidades que en ningún otro lugar hay
tanta libertad de conciencia como aquí, en este Estado. Me permito citar sólo
algunos hechos, que probarán lo contrario.
Nuevamente afirmo ante todos, que entre 260 y 270
sacerdotes han sido ejecutados por el Movimiento Popular de Liberación. En
ningún Estado civilizado del mundo tantos sacerdotes hubieran sido castigados
así por las faltas que ustedes les han reprochado. Tomemos por ejemplo el caso
del cura Burger, de Slatina. Si a título de ex-miembro del Kulturbund, ustedes
lo hubieran condenado por ejemplo a ocho años de detención, podríamos
comprenderlo, pero ustedes lo condenaron a muerte y lo han ejecutado porque
había transportado, como deán, los objetos litúrgicos de la vecina localidad de
Voèin, lo que por otra parte era su deber.
Nuevamente afirmo: en ningún otro Estado civilizado
se hubiera actuado de esta forma. El sacerdote Povoljnjak fue asesinado sin
juicio previo como un perro en la calle. Se ha actuado de la misma manera con
las religiosas acusadas. En ningún otro país civilizado se las hubiera
condenado a muerte, sino como máximo a prisión. Ha sido una grave falta de
táctica ejecutar a los sacerdotes. El pueblo no lo olvidará jamás.
Nos han confiscado nuestras escuelas católicas que
tantos sacrificios nos han costado. Nos impiden enseñar en los
Seminarios. Este año no hubiéramos podido retomar los cursos si no
hubiéramos recibido de Estados Unidos siete vagones de material. Los alumnos de
los Seminarios son todos hijos de nuestros campesinos más pobres y ustedes nos
han confiscado, por la fuerza, todos los bienes de los Seminarios.
Ustedes han hecho todo igual que la Gestapo, que le
sacó al Seminario la propiedad Mokrice. No nos hemos opuesto a la reforma agraria,
pero era necesario entenderse con la Santa Sede.
El funcionamiento de nuestros orfelinatos se ha
vuelto imposible. Nuestras imprentas son destruidas y no sé si queda aún
alguna. Nuestra prensa, que ustedes han atacado tanto, no existe más.
"No es un escándalo afirmar que en ningún otro
lugar la Iglesia es tan libre como aquí? Los dominicos han hecho imprimir un
libro religioso que he traducido del francés, los gastos se elevaban a 75.000
dinares. Cuando la impresión estuvo terminada, se negaron a devolver los libros
"Es esto libertad de prensa? La Sociedad Literaria Croata San Jerónimo ha
desaparecido. Este ha sido un grave delito contra el pueblo, pues era ésta una
de nuestras más importantes instituciones culturales.
Me han reprochado también la actividad de
"Caritas". Pero repito aquí que "Caritas" misma ha brindado
un gran servicio a nuestro pueblo y a vuestros hijos.
En lo que concierne a la enseñanza religiosa,
ustedes la han suprimido absolutamente en el ciclo superior de las escuelas
secundarias, y, en las clases de primaria, se han vuelto optativas.
"Cómo esos pequeños, que están en pleno
crecimiento, pueden decidir por ellos mismos si es bueno o no tener lecciones
de catecismo? Y a los adolescentes que ya han adquirido el derecho de votar,
ustedes les niegan la libertad de decisión en cuanto a los cursos de religión
en sus escuelas.
"Con cuántas dificultades se chocan nuestros
hospitales católicos en donde trabajan las religiosas?
Ustedes han impuesto el matrimonio civil contra la
voluntad de la mayoría del pueblo. "Por qué no han intentado adaptar esta
libertad a la mentalidad de nuestro pueblo? En América es más equitativo: según
sus convicciones, unos se casan civilmente, los otros religiosamente. No nos
oponemos a que exista cierto control del matrimonio. Pero nuestro pueblo sufre
por ser obligado a pasar primero por la alcaldía y luego por la iglesia. Si nos
hubieran consultado, les hubiéramos podido dar las sugerencias apropiadas.
Se han confiscado las casas
pertenecientes a las religiosas en Baèka, algunas iglesias en Split fueron
transformadas en depósitos; no sé si esto ha cambiado. Los bienes de la Iglesia
han sido tomados sin ningún previo acuerdo con la Santa Sede. Ustedes han visto
cómo el pueblo se negaba a apropiarse de ellos. Pero esta cuestión material es
un problema menor.
El punto doloroso es el siguiente: ningún sacerdote
ni obispo está hoy seguro de su vida, ni de día ni de noche. El Obispo Srebrniæ
fue atacado en Šušak por algunos jóvenes, dirigidos por ciertas personas.
Durante tres horas lo han maltratado moral y físicamente en una pieza, mientras
que vuestra policía al igual que la milicia, permanecían indiferentes.
Yo mismo, por otra parte, pasé por la misma situación
en Zaprešiæ. El Obispo Lach debía presentarse en un pueblo del otro lado del
río Drava para impartir allí la Confirmación. Aunque sabían por qué iba allí,
se lo impidieron, manteniéndolo toda la noche en prisión en Koprivnica. En
aquel momento algunos de los vuestros, antiguos guerrilleros, vinieron a verme
indignados, diciendo que iban a protestar ante las autoridades competentes.
En lo del Obispo Buriæ rompieron todos los vidrios a
pedradas mientras administraba la Confirmación. En cuanto al Obispo Pušiæ,
acabo de enterarme que ha sido atacado, en estos días, a golpes de papas y de
huevos podridos. En estas condiciones, la libertad es absolutamente ilusoria y
no podemos aceptar ser esclavos sin tener ningún derecho. Lucharemos por todos
los medios legítimos para obtener el respeto de nuestros derechos también en el
Estado actual.
Para que comprendan mejor las razones de nuestra
lucha, citaré también tres o cuatro ejemplos de esta pretendida libertad. En
los manuales escolares se afirma, contra toda prueba histórica, que Jesucristo
no existió. -Sepan que Jesucristo es Dios! Nosotros estamos listos a morir por
El, pero ustedes propagan la tesis de que El ni siquiera existió. Si un
educador se atreve a decir lo contrario seguramente perderá su puesto. Lo digo
francamente, señor Procurador General, que en tales condiciones no sólo
niegan la libertad a la Iglesia, sino que lograrán exterminarla en poco tiempo.
Cristo es la base del cristianismo. Ustedes protegen
a los serbios ortodoxos. Pero, les pregunto, "Cómo imaginan a los
ortodoxos sin Cristo? Es absurdo. "Cómo imaginan a la Iglesia católica sin
Cristo? Es totalmente absurdo. En vuestros manuales se afirma que la Madre de
Dios era una mujer de mala vida. "Ignoran que Ella era una santa, tanto
para los ortodoxos como para los católicos?
Ustedes afirman oficialmente que el hombre desciende
del mono. Esto será así para quienes lo crean. Pero, "cómo se atreven a
sostener tal tesis de evolución puramente materialista? Según ustedes, el
materialismo es la única vía científica, lo que significa que hay que
simplemente borrar a Dios y al cristianismo. Si no existe nada más que la
materia, entonces les agradezco su libertad. Uno de vuestros altos funcionarios
ha dicho: "No existe ningún hombre en este Estado que no pueda ser
conducido ante el Tribunal y juzgado".
Las otras acusaciones nos colocan en el rango de
asesinos y amigo de los terroristas; no todos los crímenes cometidos en el
Estado Independiente de Croacia provenían de los domobranes (soldados
regulares) y de los ustachis. No eran tiempos fáciles para la Iglesia, esta
debía abrirse camino a través de numerosas dificultades. Que nadie piense que
yo deseo la guerra. Dejen que el gobierno actual inicie relaciones con la Santa
Sede. La Iglesia no reconoce dictaduras, pero no se opone a los acuerdos
honestos. Es una posibilidad; en este caso, los obispos sabrán cuál es su deber
y no será necesario, para citarlos ante la justicia, buscar otros sacerdotes
como testigos de cargo, como es mi caso.
Finalmente, quisiera decir algunas palabras sobre el
Partido Comunista que es, en efecto, mi verdadero acusador. Si piensan que
hemos tomado nuestra actitud respecto de ellos por causas de intereses de orden
material, se equivocan, pues nos hemos mantenido firmes, aún cuando nos han
empobrecido. No nos oponemos a que los obreros tengan más derechos en las
fábricas, pues este es el espíritu de las Encíclicas Pontificias. No tenemos
nada en contra de las reformas justas, pero que los partidarios del comunismo
nos permitan gozar de los mismos derechos que ellos, para propagar y confesar
lo que creemos. Los católicos han dado su vida por obtener estos derechos, y
continuarán haciéndolo si es necesario.
Para concluir: con buena voluntad podremos
entendernos, pero la iniciativa debe venir del gobierno actual. Ni yo, ni el
Episcopado somos competentes para entablar negociaciones de principios, esto es
asunto de las autoridades gubernamentales y de la Santa Sede. En lo que a mi
concierne y en lo que respecta a mi proceso, no tengo necesidad de piedad. -Mi
conciencia está tranquila!"
Davor Stier
No es ningún secreto que la Santa
Sede fue uno de los principales actores en la lucha de Croacia por su
independencia. A pesar de la tradicional reserva de la diplomacia vaticana, en
los momentos más difíciles de la historia reciente croata, Juan Pablo II supo
levantar su voz en favor de los ideales de la justicia y la libertad,
reconociendo la independencia de la República de Croacia el 13 de enero de
1992, dos días antes que la Comunidad Europea.
Para muchos adversarios de la causa croata, eso
constituyó una razón adicional para acusar al Estado recientemente liberado por
su catolicismo, en un mundo cada vez más secularizado. Para otros, en cambio,
la Santa Sede actuó correctamente, ayudando en un momento crítico a un pueblo
que durante siglos demostró su fidelidad al Sucesor de Pedro. No es casual, por
ende, que justamente a principios de octubre de 1998 el Papa Juan Pablo II haya
visitado Zagreb, Marija Bistrica y Split. No es casual que el Cardenal Alojzije
Stepinac haya sido beatificado cuando aún resuenan por el mundo comentarios mal
intencionados sobre el supuesto pasado fascista de los croatas. Prácticamente
desde que en 1990 los electores croatas decidieron libre y democráticamente
seguir el camino de la independencia, la propaganda de Belgrado y sus viejos
aliados en Europa y el mundo lanzaron una serie de acusaciones intentando
relacionar a la actual Croacia con los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Algunos alegaron que el escudo era el mismo. Otros recordaron que la moneda,
kuna, también se utilizó en el período 1941-45.
Fe y libertad
Asimismo, frecuentemente se atacaba la figura del
legendario Cardenal Stepinac, rehabilitado por el nuevo gobierno democrático en
Croacia. De hecho, Stepinac fue el centro de las acusaciones porque simbolizaba
la unión perfecta entre el amor a Dios y a la Patria, algo incomprensible para
los ideólogos de una sociedad amorfa, posmoderna, sin Dios y sin Patria.
Por ello, su beatificación, el 3 de octubre en el
Santuario de Marija Bistrica, fue un acontecimiento de gozo no sólo para la
Iglesia Católica, sino también para la nación croata y todos los demás pueblos
en la tierra que luchan por preservar su fe y libertad. Por supuesto, tampoco
fue casual que la beatificación de Stepinac haya sido el 3 de octubre. En esa
misma fecha, pero en 1946, el Arzobispo de Zagreb y Primado de Croacia
pronunció su famoso discurso ante el infame tribunal que lo condenó a 16
años de prisión y trabajo forzado por haber colaborado supuestamente con
el régimen fascista. En aquella oportunidad, Stepinac no ocultó su felicidad y
satisfacción por la reinstauración del Estado Croata independiente el 10 de
abril de 1941. Lejos de aprobar los crímenes cometidos durante aquella época,
el Cardenal supo diferenciar el régimen político del justificado y legítimo
anhelo del pueblo croata por su libertad y sobe ranía.
Eso fue suficiente para que las autoridades
comunistas yugoslavas lo condenaran por "colaboracionista". Su
negativa a separarse de Roma y fundar una iglesia nacional croata (fácil de
dominar y manipular políticamente por el Partido Comunista) y su claro
pensamiento nacional fueron las razones claves para su condena en un proceso
careciente de toda legitimidad jurídica.
El Cardenal Alojzije Stepinac estuvo en la cárcel de
máxima seguridad de Lepoglava durante cinco años y luego fue trasladado
a Krasiæ con arresto domiciliario. Se ha comprobado en las investigaciones
relacionadas a su causa que durante esos años fue sistemáticamente
envenenado, por lo que se puede afirmar que Stepinac ha sido realmente un
mártir de la fe. En reconocimiento a su valentía y fidelidad, el Papa Pío XII
lo nombró cardenal el 12 de enero de 1953. Finalmente, Stepinac murió el 10 de
febrero de 1960 y el 3 de octubre de 1998 el Papa Juan Pablo II lo beatificó
ante medio millón de fieles en el Santuario Nacional de Marija Bistrica.
Señor, en Ti confío
Como dijimos antes, la beatificación de Stepinac
enciende un nuevo foco de luz que esclarece lo vivido y sufrido por el pueblo
croata durante la Segunda Guerra Mundial. En pocas palabras, Juan Pablo II,
como autoridad moral indiscutible en el mundo moderno, ha liberado a Croacia
ante la opinión pública internacional del prejuicio que vinculaba a todos y
cada uno de los croatas con los más oscuros crímenes del nazismo. Y lo ha hecho
en un momento en que la comunidad internacional sigue sin reconocer a Croacia
como la víctima de la agresión granserbia desatada por Slobodan Miloseviæ, quien,
dicho sea de paso, sigue dando pruebas de su imperialismo militante en Kosovo.
"Señor, en Ti confío" era el lema
del Cardenal Stepinac, inscripto en su escudo episcopal. Esa confianza lo llevó
hasta el martirio, pero también hacia la beatificación y la victoria final. El
pueblo croata, al igual que su fiel pastor Alojzije, también ha sufrido mucho
por su fe en Nuestro Señor y en la causa de su libertad. Dios quiera que
llegue pronto el momento de su triunfo definitivo.
C. Michael McAdams
En esta edición de Studia Croatica
publicamos la segunda parte del libro Croacia: Mito y Realidad, el cual hemos
traducido y se encuentra completo en nuestro Web site. Los anteriores capítulos
fueron publicados en el número 137.
Mito: "El canasto de ojos humanos"
Mito: El Jefe de Estado de Croacia
durante la guerra, Ante Paveliæ, acostumbraba tener en su oficina un canasto,
ubicado junto a su escritorio, conteniendo 20 kilos de ojos humanos.
Realidad: Esta afirmación es literalmente
una obra de ficción, tomada de la novela Kaputt, de Curzio Malaparte
(Kurt Suckert, también conocido como Gianni Strozzi). El libro fue escrito como
ficción, vendido como ficción, y se encuentra catalogado en todas las
bibliotecas del mundo como perteneciente al género ficción. Citar a Kaputt
como fuente para temas de la Segunda Guerra Mundial es como citar a Lo que
el viento se llevó como una fuente histórica autorizada para analizar la
guerra civil estadounidense de fin del siglo pasado. El hecho de que esta vieja
fábula siga repitiéndose es la parte más sorprendente en segundo lugar de este
mito. Lo más sorprendente es que alguien, no importando cuán ciego sea su odio
hacia los croatas, pueda tomarlo como cierto. Aun así, este mito fue citado
como un hecho, todavía en 1995, en publicaciones oficiales publicadas en
Belgrado por el Ministerio de Información de la República de Serbia, y repetido
por periodistas ingenuos de todo el mundo.
Kaputt
El mito sobrevivió y recibió un nuevo impulso por
parte del gobierno serbio, de periodistas y de políticos, debido a que venía
entre comillas. La leyenda tenía una nota al pie, una cita y todas las
apariencias de ser un hecho cierto. El autor frecuentemente era citado como
"el escritor más famoso", "el periodista italiano" y hasta
como "el famoso historiador italiano" Curzio Malaparte. Su famosa
cita, incluida en la edición de 1946 de Kaputt, dice:
"Mientras él hablaba, yo observaba un cesto en
el escritorio del Poglavnik (título de Paveliæ, equivalente a jefe o autoridad
con poder de mando). La tapa estaba levantada y el canasto parecía estar lleno
de mejillones u ostras, como ocasionalmente se los exhibe en las vidrieras de
Fortnum y de Mason en Piccadilly, en Londres.
Castertano me miró y propuso: "No quisiera un
lindo guiso de ostras?"
"Son ostras de Dalmacia?", pregunté al
Poglavnik.
Ante Paveliæ sacó la tasa de la cesta y mostró las
supuestas ostras, una masa gelatinosa, y dijo sonriendo, con esa sonrisa bien
natural y cansina que tenía: "Es un regalo de mis leales ustashis,
cuarenta libras de ojos humanos".
Kaputt y su autor tenían, ambos,
historias fascinantes para contar. En la gacetilla de prensa original, cuando
se editó el libro, Malaparte asegura que comenzó a escribirlo en Ucrania en
1941 y lo llevó de contrabando a través de Europa escondiéndolo dentro del
forro de su abrigo y de las suelas de sus zapatos. Finalmente, el manuscrito
fue dividido en tres partes y entregado a tres diplomáticos, para volverse a
unir en 1943, en Capri, donde fue terminado. El libro cuenta los movimientos de
Malaparte por Europa en 1941 y 1942, cuando él afirma que visitó cada uno de
los frentes de guerra y que conocía a cada uno de los jefes de Estado, por lo
general tuteándolos. Malaparte, aparentemente, hablaba muchos idiomas y conoció
los encantos de las hermosas princesas europeas. De acuerdo a su propio
prefacio a Kaputt, su amistad personal con Mussolini, Hitler y otros no
lo salvó de ser arrojado a prisión en julio de 1943 por antialemán. Milagrosamente,
pronto fue liberado y estuvo trabajando para los aliados en septiembre de ese
año. Fue mientras trabajaba como propa gandista para los aliados que
Malaparte completó Kaputt, que describió como un libro
"horriblemente divertido y horrendo".
Las críticas están de acuerdo. Los dos libros más
importantes de Malaparte, Kaputt y Skin, fueron llamados "la
náusea de mayor venta" por la revista Time. Sus escritos contenían
páginas de sórdidas historias acerca del maligno mundo de la Europa fascista.
El caso del canasto de ojos humanos citado por Malaparte debe ser tomado en
contexto, como señaló la revista Time en 1952: "El muestra a
madres que venden a sus hijos para la prostitución; pero entonces, deduce
Malaparte, también hay hijos que venderían a sus madres. Habla además en parte
de un capítulo sobre una calle poblada de mujeres enanas de cuerpos retorcidos,
que ganan su alimento, lo afirma con júbilo, dando satisfacción a la lujuria
antinatural de los oficiales estadounidenses. Otro capítulo habla de una visita
a un negocio que vende pelucas púbicas rubias. A los soldados norteamericanos,
explica Malaparte, les gustan las rubias". Estos temas ofensivos sólo
rozan la superficie de los escritos enfermizos de Malaparte. En otros pasajes
escritos por este autor se sostiene que los aliados ganaron la guerra gracias a
la estrategia de un "maquis homosexual" y a banderas hechas de piel
humana, así como la historia de un general aliado que en una cena sirvió a sus
invitados un niño hervido.
Suckert-Malaparte-Strozzi
El mismo "Malaparte" era un enigma. Nació
como Kurt Erick Suckert en 1898 en Prato, Italia, de ascendencia austríaca,
rusa e italiana. Estudió en el Collegio Cicognini y en la Universidad de Roma.
Se unió a los fascistas a edad temprana, llegando pronto a ser el niño
mimado del Ministerio de Propaganda fascista, donde escribió textos
considerados brillantes y hasta una obra poética en alabanza de Mussolini.
Trabajó como periodista para el CorriSre della Sera y viajó a Etiopía en
1939.
Lo que ocurrió después de esto, depende de cuál
Malaparte se lea. El hombre de Estado de ficción de sus novelas pasó los
años de la guerra en reuniones casi constantes con gente como Mussolini,
el conde Ciano, Ante Paveliæ y los ricos y famosos de Europa. Es interesante destacar
que el apellido de Paveliæ está mal escrito, como "Paveliè", en todos
sus escritos. Más tarde, Malaparte afirmó que fue uno de los "tres
oficiales italianos que organizaron el Ejército Italiano de Liberación, que
luchó para los aliados". Después de la caída de Mussolini comenzó a
escribir con el nombre de Gianni Strozzi para el diario comunista L'Unit_.
Solicitó el ingreso, que le fue denegado, en el Partido Comunista. Más tarde, trabajó
para el Quinto Ejército como un oficial de enlace de bajo nivel. De la misma
manera como sirvió a los fascistas y a los comunistas, Malaparte buscó
congraciarse con sus nuevos amos. "El Ejército estadounidense es el
ejército más puro en el mundo... Me gustan los americanos... y lo demostré cien
veces durante la guerra... sus almas son puras, mucho más puras que las
nuestras", clamó fervorosamente Malaparte. En noviembre de 1952 un
Malaparte totalmente distinto escribió que, de hecho, se había peleado con
Mussolini en 1934. No sólo que nunca conoció a la mayor parte de los
importantes líderes sobre quienes escribió, sino que reconoció que "en
1938 todavía estaba bajo control de la Policía y era puesto en prisión como
medida preventiva cada vez que un jefe nazi visitaba Roma, y desde 1933 hasta
la liberación de Italia, estaba privado de pasaporte". Malaparte, que
había sido llamado "la pluma más fuerte del fascismo", enfureció a
Hitler con su libro Técnica del Golpe de Estado, escrito en 1931.
Mussolini lo puso en prisión entre 1933 y 1938 y fue mantenido bajo estricto
control oficial durante el resto de la era fascista. El Ministerio de Defensa
italiano confirmó que sirvió como oficial de enlace con los aliados, pero negó
totalmente haber tenido algo que ver con la organización del Ejército de
Liberación de Italia. Prolífico autor de cuentos y relatos ficticios sobre
victorias fascistas, Suckert-Malaparte-Strozzi realmente se reunió con Ante
Paveliæ durante la guerra. La entrevista, contada en Kaputt, se efectuó
en la oficina de Paveliæ y fue filmada. No hay canasto que se pueda ver ni
conversación al respecto. Después de la guerra, Malaparte continuó escribiendo,
así como dirigiendo y produciendo películas, y estuvo activo en el Partido
Comunista. En la primavera de 1957 el Partido lo envió a una visita de
camaradería a China. Poco después de su retorno, murió el 19 de julio de 1957.
Un enigma hasta el fin, el libertino anticatólico
Malaparte abjuró del comunismo y se convirtió al catolicismo en su lecho de
muerte. Posteriormente, el amigo de Malaparte y también periodista Victor
Alexandrov hizo saber que Malaparte había reconocido que la historia del
canasto de ojos humanos era ficción.
Así es como Curzio Malaparte y su desagradable
ficción fueron lanzados al cesto de basura de la historia literaria en todo el
mundo excepto en Belgrado.
Mito: "Murieron dos millones de serbios"
Mito: Entre 500 mil y 2 millones de
serbios fueron asesinados por el gobierno croata durante la Segunda Guerra
Mundial.
Realidad: El número exacto de víctimas de
guerra en Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial quizá nunca se conozca,
debido a los 50 años de desinformación intencional por parte de los
gobiernos de Yugoslavia y Serbia, de los grupos de exiliados serbios y de
otros. Empero, es probable que aproximadamente un millón de personas de todas
las nacionalidades hayan muerto debido a causas relacionadas con la guerra en
toda Yugoslavia durante ese conflicto, y que unos 125 mil serbios hayan perdido
la vida por motivos relacionados con la guerra en Croacia durante la Segunda
Guerra Mundial.
Victimología serbia
La cuestión de las pérdidas debido a la guerra
durante la Segunda Guerra Mundial representó el tema más divisivo, acalorado y
emocional entre todas las nacionalidades de la antigua Yugoslavia durante el
período de posguerra.
La sangrienta guerra con muchas partes contendientes
en Yugoslavia en frentó a ejércitos alemanes, italianos, ustaše, partisanos,
domobranos, Guardia Blanca, Guardia Eslovena y a por lo menos cuatro ejércitos
èetnik. La guerra multifacética hundió en el abismo del enfrentamiento a
serbios contra serbios, croatas contra croatas, serbios contra croatas, y
ortodoxos serbios contra católicos y musulmanes. Las pérdidas de vida fueron
grandes en número y difíciles de documentar. A medida que la guerra avanzaba, y
mucho tiempo aún después de que el conflicto bélico terminara, la mitología
sobre los números de víctimas continuaba creciendo.
Los números crecientes
En la cuestión del número de serbios muertos en
Croacia llegó a ser posible simplemente tomar un número y virtualmente
cualquier medio de prensa en el mundo publicaría esa cifra sin formular
preguntas. En un lapso de 60 días, a fines de 1991, David Martin puso el número
en 500 mil en el New York Times; el presidente de Serbia Slobodan
Miloševiæ dijo 750 mil en USA Today, Josif Djordjeviæ lo elevó a 1,2
millón en el San Francisco Chronicle, Teddy Preuss lo llevó a 1,5 millón
en el Jerusalem Post y, estableciendo un récord total, el programa de
Peter Jennings ABC News puso la cifra en 2 millones. Además, cada una de
las fuentes agregaba algo al número. Para algunos, éste representaba el total
de "muertos", para otros eran "asesinados", y para otros
"asesinados en campos de concentración", mientras que había quienes
no definían cómo habían ocurrido las pérdidas. Ninguno menciona alguna fuente
para las cifras.
Para ilustrar la magnitud de estas acusaciones, se
necesitaría matar una persona cada 90 segundos, las 24 horas del día, siete
días por semana, durante toda la guerra para alcanzar la cifra de 1,5 millón
planteada por Teddy Preuss. El hecho es que no llegó a morir un millón de
personas por todas las causas durante la guerra. Muchos estudiosos dudan de que
se hubiera perdido -por causas relacionadas con la guerra- un millón de
personas en toda Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, esta mitología se encuentra más
profundamente enraizada que virtualmente cualquier otra. Ya en abril de 1942, a
sólo doce meses de comenzada la guerra, la Iglesia Ortodoxa Serbia de América,
basándose en informes proporcionados por Mihailoviæ, afirmaba que más de un
millón de serbios habían sido muertos en Croacia. A medida que la guerra
seguía, los números continuaban creciendo en la prensa serbia, hasta llegar a
ser mayores que la cantidad de serbios que habitaban en Croacia. Debe
señalarse que, al igual que en las guerras de 1991/95, ningún soldado
croata o bosnio pisó territorio de Serbia durante la Segunda Guerra Mundial.
Informes de posguerra
Después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno
comunista yugoslavo estableció las pérdidas demográficas totales, para toda
Yugoslavia, en 1,7 millón. La cifra nunca fue verificada y está en
contradicción por comparaciones de datos demográficos entre los censos
yugoslavos de 1931 y 1948. Aún así, esta cifra, que incluiría mortalidad
natural y la tasa disminuida de nacimientos, fue presentada al gobierno de
Alemania Occidental como base para exigir reparaciones de guerra.
Al mismo tiempo, en los medios de Belgrado comenzó a
circular la cifra de 750 mil judíos, gitanos y serbios muertos en Croacia
durante la guerra. En 1958 esta cifra fue utilizada para describir las pérdidas
en un solo campo de concentración, el de Jasenovac. Esos altos números no sólo fueron
usados para obtener reparaciones adicionales de guerra por parte de Alemania,
sino también para legitimizar el rol del gobierno comunista, salvando a los
pueblos de Yugoslavia de los horrores del nacionalismo.
Alemania se negó a aceptar en primera instancia la
cifra de 1,7 millón y exigió documentación. El 10 de junio de 1964, el gobierno
yugoslavo ordenó secretamente que por primera vez se recogieran las
estadísticas exactas respecto a la cantidad de víctimas de guerra, tarea que
fue completada en la República Socialista de Croacia por el Centro para la
Documentación Científica del Instituto del Movimiento Obrero en Zagreb. A
comienzos de noviembre se habían reunido los datos, que fueron enviados al
Instituto Federal de Estadísticas, en Belgrado.
Cuando los datos fueron tabulados, la cifra real
resultó de 597.323 muertos para toda Yugoslavia, con exclusión de las fuerzas
del Eje. De ellos, 346.740 eran serbios y 83.257 croatas. Estas cifras excluyen
las muertes de los que murieron peleando para los èetniks, los ustaše, el
Ejército Croata regular, la Guardia Eslovena o quienes revistaban en los
ejércitos de Alemania o Italia. El gobierno devolvió los datos para ser
re-tabulados, y las cifras definitivas fueron confirmadas y provistas a
Alemania.
Los datos hechos públicos
En julio de 1969, Bruno Bušiæ, un asociado en el
Centro para la Documentación Científica, publicó datos del estudio de 1964,
según los cuales 185.327 personas murieron en Croacia durante la guerra y
64.245 podían haber muerto en prisiones o campos de concentración alemanes o
croatas. En septiembre de ese año la revista que publicó esas cifras fue
prohibida y Bušiæ fue arrestado en 1971. Después de estar dos años en
prisión, escapó a París, donde escribió varias monografías sobre prisioneros
políticos en Croacia. Fue asesinado en la capital francesa en octubre de 1978
por la policía secreta yugoslava (UDBa).
En 1978 el intelectual serbio Bogoljub Kozovic
publicó un importante trabajo de investigación científica donde estableció que
el total de pérdidas demográficas en toda Yugoslavia fue de 1.985.000, de las
cuales 971 mil tenían relación con la guerra. De ellas, 487 mil eran serbios
muertos en cualquier parte de Yugoslavia por cualquier bando, incluyendo
alemanes, italianos, croatas, albaneses, húngaros, soviéticos, bombardeo
norteamericano o por otros serbios. Koèoviæ concluyó que unos 125 mil serbios y
124 mil croatas murieron en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial. Además,
hizo notar lo que muchos demógrafos previos ignoraron. El primer censo después
de la guerra se efectuó en 1948 y al respecto escribe: "está totalmente
justificado el tomar en cuenta esas víctimas del terror comunista de
postguerra", en referencia a los miles de croatas salvajemente asesinados
a fines de 1945 y en 1946, en lo que pasó a llamarse "las masacres de
Bleiburg".
En 1989 la Sociedad Victimológica de Yugoslavia y la
Comunidad Judía de Zagreb publicaron lo que se considera ahora la obra
definitiva de Vladimir Zerjaviæ, que estableció las pérdidas humanas totales de
la guerra en 1.027.000, de los cuales 530 mil eran serbios y 192 mil croatas.
131 mil serbios y 106 mil croatas aparecen como muertos por todas las causas
relacionadas con la guerra en Croacia.
El Mito sigue creciendo
Sin importar qué obra científica es consultada,
ningún estudio alguna vez alcanzó las cifras que fueron difundidas a través de
los medios. Y pesar de que la evidencia científica demuestra lo contrario, en
1996 el Ministerio de Infor mación de Serbia continuaba afirmando en Belgrado
que 600 mil serbios habían sido muertos en la guerra, y el Presidente de Serbia
aseguraba que 750 mil de sus compatriotas habían muerto a manos de los croatas
durante la Segunda Guerra Mundial. Los medios de prensa occidentales, que se
consideraban liberados ante cualquier necesidad informativa de verificar la
información en la fuente, no solamente publicaron esos números, sino que hubo
casos como el de ABC News, que incrementó la cifra de víctimas en más de
un millón.
El científico serbio Bogoljub Koèoviæ es quien mejor
expresó el dilema de quienes se atreven a buscar la verdad en esta historia
compleja y volátil. Al respecto, expresó con claridad:
"Muy pronto me di cuenta que el mayor obstáculo
a mi trabajo iban a ser los mitos creados en cuatro décadas acerca del número
de víctimas; mitos que ahora se encuentran profundamente implantados en el alma
del pueblo de todas las religiones, creencias políticas y nacionalidades; mitos
que, por repetición, pasaron a ser una `realidad'. Habrá muchos que rechazarán
mi estudio debido a que no está de acuerdo con sus creencias... Muchos de ellos
están buscando alimento espiritual para encender su odio hacia los
croatas".
Mito: "Los croatas ejecutaron docenas de
aviadores estadounidenses"
Mito: El gobierno croata durante la
Segunda Guerra Mundial tenía la política de ejecutar a los aviadores aliados
derribados y docenas de norteamericanos fueron ejecutados por los croatas
durante la guerra.
Realidad: El gobierno croata de la NDH
durante el tiempo de guerra era signatario de la Convención de Ginebra, y no
tenía ninguna política de ejecutar a los aviadores capturados, cualquiera fuese
su nacionalidad. Ningún aviador estadounidense fue ejecutado por el gobierno
croata de la NDH durante la Segunda Guerra Mundial. Existe considerable
evidencia de que los prisioneros de guerra aliados en Croacia eran muy bien
tratados en cautiverio. Unos 1600 aviadores de Estados Unidos fueron rescatados
por partisanos croatas y bosnios, retornando después al servicio. Este es un
caso prácticamente único entre los mitos, ya que es posible encontrar el origen
de esta historia hasta su fuente: "el Jefe de Inteligencia
Balcánico".
El Reader's Digest
"En el cuarte general de la INS en Los Angeles,
guardada bajo llave y marcada con la palabra Secreto, está la carpeta de
Andrija Artukoviæ... De acuerdo con el testimonio de un jefe de Inteligencia
norteamericano en la Sección Balcanes durante la Segunda Guerra Mundial, él
también aprobó órdenes que enviaron a docenas de pilotos americanos a ser
fusilados".
La cita precedente hizo su debut internacional en la
edición del Reader's Digest de diciembre de 1973. No se menciona a
ningún autor o fuente. Como la mayor parte de los mitos, tomó vida propia y
versiones más recientes agregaron la expresión "política oficial del
gobierno croata".
Cuando se preguntó el nombre del "jefe de
Inteligencia norteamericano" o se pidió que se citara la fuente, los
editores del Reader's Digest dijeron primero que el artículo había sido
"cuidadosamente revisado por nuestros departamentos de investigaciones y
de asuntos legales, y creemos que han encontrado apoyo adecuado para todas las
afirmaciones fácticas". A pesar de cientos de pedidos de académicos,
líderes políticos de la organización de observación de los medios Accuracy
in Media, y de otros, la revista nunca pudo mencionar el nombre del oficial
de Inteligencia o dar alguna evidencia de que un solo norteamericano haya sido
ejecutado durante la guerra por el gobierno croata de la NDH.
Hacia abril de 1974, el Reader's Digest
comenzó a derivar todas las preguntas a su departamento de Asuntos Legales.
Finalmente, el 25 de marzo de 1974, los editores, respondiendo a un pedido
formal hecho por el miem bro de la Asamblea del Estado de California Doug
Carter, admitió que las acusaciones eran "reclamos y alegatos, no
necesariamente hechos totalmente documentados".
El "Jefe de Inteligencia Balcánica"
El mito no se originó en la edición del Reader's
Digest de 1973. La identidad del "Jefe de Inteligencia Balcánica"
puede rastrearse en la edición del 26 de junio de 1958 de un pequeño
periódico de California, el Palos Altos News, cuando John. J. Knezevich,
su editor serbio-americano, escribió:
"Durante la última guerra, yo fui jefe de la
sección Balkin (sic) de la United States Army and Naval Joint Intelligence
Collection Agency... Yo sé acerca de qué estoy hablando".
Knezevich continuó su escrito acusando al ministro
croata del tiempo de la Segunda Guerra Mundial, Artukoviæ, de no menos de 740
mil muertes, incluyendo las de "decenas de pilotos estadounidenses".
No era el primer artículo de Knezevich sobre el tema. El ya había formulado
esas acusaciones en su periódico el 17 de mayo de 1951. No se sabe si el Sr.
Knezevich ocupó algún cargo dentro de la comunidad de Inteligencia durante la
Segunda Guerra Mundial. Empero, parece implausible que un Jefe de Inteligencia
Balcánica haya escrito mal la palabra Balkin (en lugar de Balkan) de manera
persistente en todos sus escritos.
Lo que sí se sabe acerca de Knezevich es que
participaba activamente en varias organizaciones serbias en California del Sur,
y militó en movimientos anticroatas y anticatólicos en la década de 1950. La
columna Review of Events, de su diario, aparecía regularmente en primera
página, frecuentemente llena de propaganda anti-Tito, anticomunista, anticroata
y anticatólica.
Knezevich es mencionado por primera vez en el caso de
la extradición de Andrija Artukoviæ, un ministro del gabinete croata del tiempo
de guerra, requerido por la Yugoslavia comunista por crímenes en contra del
Estado. El 8 de mayo de 1951, Knezevich pidió aparecer in camera delante
del Examiner del Servicio de Inmigración y Naturalización de los Estados
Unidos. Allí presentó información "confidencial" acerca de que había
visto documentos firmados por Artukoviæ ordenando la ejecución de docenas de
pilotos. Empero, bajo examinación, Knezevich se negó a afirmar si había estado
en cualquier lugar de los Balcanes durante la guerra; también se negó a decir
qué había hecho en las fuerzas armadas, si es que había hecho algo; y en
general se negó a responder a preguntas directas.
El Examiner del Servicio de Inmigración y
Nacionalización descartó el testimonio de Knezevich y ninguna parte de ese
testimonio fue utilizada alguna vez. Tampoco se mencionaron los cargos
concernientes a los pilotos norteamericanos en ninguna acción judicial
posterior en los Estados Unidos o en Yugoslavia, desde 1951 hasta 1986.
Obviamente, los gobiernos de ambos países no hubieran dejado pasar a un testigo
tan importante o a una acusación de ese tipo, si hubiesen encontrado la menor
evidencia para apoyar la historia de Knezevich.
Knezevich escribió el último capítulo de la historia
el 24 de julio de 1958, cuando hizo una lista de todas las acusaciones que había
formulado contra Artukoviæ, incluyendo la ejecución de pilotos estadounidenses.
Al respecto, escribió:
"Debido a que ni el escritor ni el editor están
en condiciones de demostrar independientemente la veracidad o falsedad de esas
afirmaciones, todas ellas son retractados como si en su conjunto fueran una
sola. (firmado) Palos Verdes News, John J. Knezevich". Knezevich
murió en 1965.
Los aviadores y la baronesa
El conocer la realidad de lo que sucedió con los
aviadores norteamericanos en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial demostró
ser aún más interesante que descubrir la fuente de la mitología. Entre los
años 1973 y 1979, este autor investigó el tema en fuentes primarias y
secundarias. Esta investigación produjo una monografía, con el título Allied
Prisioners of War in Croatia 1941- 1945. Menos de cien aviadores
norteamericanos, británicos, rusos, sudafricanos y partisanos estuvieron
retenidos por el gobierno croata durante la guerra. El mito de que
"docenas" o el 25 por ciento fueron ejecutados, era significativo.
Durante el curso de los años, el autor pudo
localizar a diez norteamericanos que fueron prisioneros de guerra en Croacia.
Ellos fueron entrevistados y encuestados, así como guardias que los
custodiaban, el sacerdote nacido en Estados Unidos que les celebraba la Misa y
otros que estuvieron presentes en la mansión propiedad de la baronesa Nikoliæ
que fuera utilizada como campo de prisioneros de guerra, ubicada en las afueras
de Zagreb.
Según averiguamos, la propiedad de la calle Pantoèak
203 no tenía rejas. Los visitantes eran bien recibidos, y algunos prisioneros
frecuentaban una taberna cercana, hasta que los soldados alemanes comenzaron a
ir al mismo establecimiento. Los prisioneros de guerra tenían una radio, con la
cual escuchaban la emisora de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y el
campeón de tenis era Frank Ryan, oriundo de Sommerville, New Jersey.
Irónicamente, el mismo lugar fue cercado y bien guardado durante la guerra de
1991-1995 como residencia oficial del Presidente de Croacia.
La baronesa Nikoliæ consideraba a los aviadores como
sus huéspedes y les daba el mejor tratamiento y alimentación disponibles, dadas
las condiciones de la guerra, incluyendo una generosa ración de vino. Varios
prisioneros trabajaban en los viñedos de la villa y se llevaban
registros de todas sus labores, para poder pagarles después de la guerra, como
lo establece la Convención de Ginebra. Dado el estado caótico al final de la
guerra, a los aviadores se les entregaron cupones en vez de dinero. Un ex-prisionero
que fue huésped de honor en la celebración del Día de Croacia en 1979, todavía
tenía su cupón y juró que lo iba a cambiar por dinero cuando Croacia fuera
independiente.
La Cruz Roja croata proveía con frecuencia a los
aviadores de lujos tales como chocolate y cigarrillos, que no estaban
disponibles para el soldado croata común. Mientras que los soldados croatas
heridos o enfermos no podían esperar más que un magro abastecimiento en los
puestos de primeros auxilios en el frente, los aviadores norteamericanos eran
atendidos en los mejores hospitales de Zagreb, y existe evidencia fotográfica
de visitas que les efectuara el entonces jefe de Estado Croata, Ante Paveliæ, y
otros funcionarios.
Norteamericanos ayudan a croatas
A comienzos de 1945 se hizo un intento de evacuar a
los pilotos nortea mericanos de lo que pronto iba a ser una zona de guerra. El
general de la Fuerza Aérea Croata Rubèiæ se ocupó de que doce pilotos
norteamericanos fueran instruidos en el uso de aviones croatas, en lo que representaba
la última esperanza para la defensa aérea de la capital de Croacia, Zagreb.
Después de familiarizarse con la colección de aviones de manufactura alemana,
francesa y británica, catorce aviadores norteamericanos y un oficial croata de
enlace volaron a Italia. Allí trataron de convencer a las fuerzas
estadounidenses de la conveniencia de desembarcar en la costa dálmata y
encontrarse con el Ejército Rojo en el río Drina.
En 1943 el teniente coronel Ivan Babiæ voló en una
misión similar a Italia, que estaba ocupada por los norteamericanos, para
sugerir a éstos que una invasión así no encontraría ninguna resistencia y que
el ejército croata hasta establecería una cabecera de playa para ellos.
El comando norteamericano sabía que la costa dálmata
era el punto más débil de Hitler, y que un ataque de ese modo podría lograr
dividir a las fuerzas alemanas. Ni los comandantes croatas ni los
norteamericanos sabían que Yugoslava había sido designada para que cayera en la
órbita soviética. Las fuerzas aliadas continuaron luchando y muriendo a medida
que avanzaban hacia arriba por la bota de Italia. Babiæ, quien trabajaba
secretamente para el Partido Campesino Croata, fue enviado a una prisión
británica como premio por sus esfuerzos.
Otros norteamericanos ofrecieron sus servicios a los
croatas para tratar de salvar a sus tropas de los comunistas. El teniente
Edward J. Benkoski, piloto del caza P- 38 llamado "Butch" se unió al
inglés Rodney Woodx y el escocés John Gray en un intento de negociar por los
croatas en mayo de 1945. Otro oficial norteamericano acompañó a
funcionarios croatas en negociaciones en Bleiburg, Austria, al final de la
guerra, para evitar que croatas fueran enviados por la fuerza a una muerte
segura en Yugoslavia. Fracasaron. El sacerdote nacido en Estados Unidos
Theodore Benkoviæ, que frecuentemente celebraba misa para los aviadores
prisioneros, escribió:
"A pesar de los constantes bombardeos
estadounidenses, los croatas no odiaban a los norteamericanos porque pensaban
de una forma fatalística que ésos eran necesarios. Vi a mis conciudadanos estar
cautivos en Mostar, cómo la gente los trataba bien, ofreciendo frecuentemente a
los aviadores norteamericanos los pocos cigarrillos que poseían; vi cómo ellos
rogaban que hiciera conocer a mis conciudadanos de su esperanza de liberación
por los estadounidenses".
Ninguno de los aviadores entrevistados o encuestados
recordó algún caso de maltrato y algunos proveyeron evidencia documenta y
fotográfica de relaciones personales muy estrechas con oficiales croatas y con
miembros de la Cruz Roja croata. El estudio no pudo encontrar el nombre de
ningún prisionero de guerra aliado que haya sido ejecutado, ni encontró alguna
"política oficial" de ejecutar aviadores. Algunos aviadores recordaron
que se les había advertido, en reuniones previas, que serían ejecutados si
fuesen capturados por los croatas. Esa información fue provista por los èetniks
de Mihailoviæ, a quienes se les pagaba con oro por cada aviador devuelto a los
aliados.
En enero de 1966, la baronesa Nikoliæ visitó Estados
Unidos para presenciar la exposición de sus obras de arte. Varios de sus
antiguos "prisioneros" le dieron la bienvenida en Cleveland. Uno de
ellos, Gene Keck, de Washta (Iowa), viajó 900 millas (1500 km) para verla
nuevamente. Según manifestó, "ella es mi segunda madre... Yo era su bebé
cuando estábamos en su finca en Zagreb". Frecuentemente, la mitología es
diametralmente opuesta a la realidad.
Mito: "No hubo venganza contra los croatas
después de la Segunda Guerra Mundial"
Mito: Debido a que Tito era croata, no
hubo ninguna venganza contra los funcionarios, soldados o civiles croatas
después de la Segunda Guerra Mundial por parte de los comunistas victoriosos.
Realidad: Miles de croatas fueron
masacrados inmediatamente después de la guerra; otras decenas de miles fueron
enviados a prisión, funcionarios públicos fueron ejecutados, y aquellos que
escaparon fueron rastreados y asesinados en países extranjeros hasta muy
entrada la década del `60.
El decir que no hubo venganza contra los croatas
después de la Segunda Guerra Mundial no es tanto un mito como un descarado
intento de falsificar la historia. Como en el caso de otros mitos, los
apologistas serbios dieron renovada circulación a esta historia en la prensa
mundial durante la guerra de independencia croata 1991-1995.
Bleiburg
Hasta la mitad de la década del `60, las masacres de
croatas que tuvieron lugar después de la guerra eran casi desconocidas fuera de
la comunidad croata. Para muchos croatas, la sola mención de la palabra
Bleiburg resume el sufrimiento soportado por una nación. Las masacres de
Bleiburg y Maribor fueron documentadas en obras como Operation
Slaughterhouse (Operación Matadero) de John Prcela y Stanko Guldescu; In
Tito's Death Marches and Extermination Camps (En las Marchas de la Muerte y
los Campos de Exterminio de Tito), de Joseph Hecimoviæ; Operation Keelhaul,
de Julius Epstein, Bleiburg, de Vinko Nikoliæ, y quizá la más conocida, The
Minister and the Massacres (El Ministro y las Masacres), por el conde
Nikolai Tolstoy.
La narración que hace Tolstoy de cómo un oficial
británico estuvo implicado en las masacres enfureció tanto a las autoridades
británicas, que Tolstoy fue llevado a la Corte con juicios millonarios y el
libro fue prohibido. Que las matanzas ocurrieron, es irrefutable. Sólo está en
discusión el número de muertes y la extensión de la duplicidad estadounidense y
británica.
La historia de Bleiburg comenzó a principios de 1945,
cuando resultó claro que Alemania perdería la guerra. A medida que el Ejército
Alemán se retiraba hacia la frontera austríaca, el Ejército Rojo avanzaba, y
los comunistas comenzaron a consolidarse en el poder, la anarquía prevalecía en
lo que había sido Yugoslavia. Una docena o más de movimientos sindicalistas y
milicias étnicas trataron de rescatar a partes de Yugoslavia. La mayoría de los
nacionalistas, tanto croatas como eslovenos y serbios, eran anticomunistas, y
todos tenían la esperanza de que los aliados occidentales les darían la
bienvenida en la batalla que se avecinaba contra el comunismo.
Los croatas especialmente acariciaban la noción,
totalmente sin fundamento, de que la intervención angloamericana salvaría a un
Estado Croata independiente, lo mismo que hicieron en 1989.
Al igual que en todas las otras partes de Europa del
Este, los ejércitos, los gobiernos y las poblaciones civiles comenzaron a
trasladarse hacia las líneas occidentales. Algunos fueron empujados delante de
los alemanes que se retiraban, y otros los seguían. Muchos viajaban en
pequeños grupos, armados o desarmados, mientras que otros estaban bien
organizados en movimientos masivos de gente y equipos. Mientras iban hacia el
Norte, peleaban contra los partisanos y entre sí. Muchos se rindieron; otros
pelearon hasta la muerte.
La retirada de Zagreb
El Ejército alemán en retirada, generalmente sin
molestarse en informar a sus aliados, tomaba consigo la mayor parte del equipo
de soporte para las fuerzas armadas croatas. A pesar de las condiciones, varios
generales croatas querían defender la ciudad de Zagreb del avance partisano,
luchando hasta el fin si fuera necesario. Los comunistas dejaron en claro que
la ciudad, que tenía el doble de su población debido a los refugiados, sería
destruida si encontraban resistencia. Una última reunión del gobierno croata
tuvo lugar el 30 de abril de 1945 en la que se tomó la decisión de abandonar
Zagreb y retroceder hacia Austria.
Muchos oficiales croatas todavía continuaban siendo
ingenuos respecto de las intenciones de los aliados, al tener la esperanza de
que al Ejército Croata, que todavía tenía un tamaño considerable, se le
permitiría rendirse ante los británicos para volver a pelear contra los rusos.
Ya que tanto Croacia como Gran Bretaña eran signatarios de la Convención
de Ginebra, los croatas pensaban que lo peor que podía pasarles es que fueran
tratados como prisioneros de guerra.
El éxodo desde Zagreb comenzó el primero de mayo: 200
mil civiles marchaban flanqueados por 200 mil soldados. El Arzobispo Aloysius
Stepinac tomó el gobierno por algunas horas, hasta que llegara el Ejército
Partisano. El ministro Vranèiæ fue despachado a Italia como un enviado de paz,
y varios oficiales de alto rango que hablaban inglés encabezaban la columna
principal hacia Austria.
La retirada era bien ordenada, y el ejército que iba
en los flancos aseguró que todos los civiles llegaran a salvo a la frontera
austríaca el 7 de mayo. Un número de unidades militares quedaron atrás, para
pelear acciones de retraso hasta el 12 de mayo. A su vez, otras unidades,
conocidas como Križari o "Cruzados", huyeron a las montañas y
pelearon en esporádicas acciones de guerrilla hasta 1948.
La inmensa columna, que tenía quizás hasta medio
millón de soldados y civiles, incluyendo eslovenos, algunos serbios y hasta
unos pocos èetniks, finalmente se detuvo a descansar en un pequeño valle
cerca de la aldea austríaca de Bleiburg. Los líderes no tenían forma de saber
que su emisario de paz, el Dr. Vranèiæ, había viajado tan lejos como Forli,
Italia, por avión y en automóvil, con una bandera blanca, para ser detenido
cerca de su objetivo. En Forli, Vranèiæ y el capitán naval Vrkljan, quien
hablaba fluido inglés, fueron detenidos por el capitán Douglas, de la Seguridad
de Campo británica, quien estaba más interesado en el automóvil Mercedes Benz,
con rango diplomático, que en la misión que tenían los viajeros, de ver al
mariscal de campo Alexander, en Caserta. Los mantuvo incomunicados hasta el 20
de mayo, cuando los depositó en un campo de prisioneros de guerra y confiscó el
automóvil.
Decepción, traición y engaño
En la creencia de que sus emisarios habían hecho
algún arreglo con los británicos, la multitud de humanidad acampó en el valle
para esperar el resultado de las negociaciones. Uno de los primeros grupos en
llegar al cuartel general británico fue un contingente de 130 miembros del
gobierno, encabezados por el presidente Nikola Mandiæ. A todos se les dijo que
serían transferidos a Italia lo antes posible por la Policía Militar británica.
Todos fueron entonces embarcados en un tren y devueltos a los comunistas para
su ejecución. La intención de los británicos era entregar a todos los croatas,
así como a los serbios y eslovenos, a los comunistas, de quienes precisamente
habían huido.
Cuando los líderes militares croatas comprendieron
que habían conducido a cientos de miles a una trampa, algunos se suicidaron en
el momento. Los británicos extraditaron al principio a cientos, y después a
miles de croatas. Algunos eran fusilados en la frontera, mientras que otros se
unieron a las infames "Marchas de la Muerte", que los condujeron más
profundamente en la nueva República Popular para luego ser liquidados.
Reconociendo la importancia del clero para el pueblo
croata, la mayor parte de los dirigentes eclesiásticos fueron arrestados. Aun
cuando el Arzobispo Stepinac fue sentenciado a muerte, fue salvado de ella por
una protesta masiva de la opinión pública mundial y murió estando bajo arresto
domiciliario en 1960, posiblemente envenenado por la Policía Secreta. Dos obispos,
300 sacerdotes, 29 seminaristas y cuatro hermanos legos tuvieron menos suerte y
fueron ejecutados.
El número de líderes religiosos musulmanes ejecutados
nunca fue establecido, pero se piensa que la cifra es mayor que 600. Iglesias y
mezquitas fueron cerradas o destruidas en toda Croacia y Bosnia-Hercegovina. El
nuevo gobierno dinamitó los minaretes alrededor de la mezquita de Zagreb,
convirtió al edificio en un museo para glorificar la victoria comunista, y
renombró a la plaza en que éste se encuentra "Víctimas del Fascismo".
Uno de los primeros actos del gobierno independiente croata en 1991 fue dejar
sin efecto este nombre y rebautizar la plaza.
Prácticamente todos los funcionarios gubernamentales,
desde el Presidente hasta los jefes locales de correos, todos los oficiales
militares con rango superior al de mayor, y virtualmente todos los oficiales
ustaše, sin importar su rango, fueron encontrados culpables de "crímenes
contra el pueblo". Muchos de ellos fueron ejecutados. Miembros enrolados
en el movimiento Ustase fueron frecuentemente declarados culpables en masa, y
enviados a campos de concentración, donde muchos murieron. Todos los altos
miembros del gobierno fueron ejecutados. El jefe de Estado, Ante Paveliæ,
escapó sólo para ser baleado por un asesino en 1957.
También desapareció la memoria de aquellos anti
partisanos que murieron en combate durante la guerra, ya que todos los
cementerios militares no partisanos fueron arrasados y cubiertos por tierra.
En 1996, el Presidente de Croacia, Franjo Tudjman,
sugirió que se levante en Jasenovac un monumento en memoria de quienes fueron
masacrados después de la guerra. En ese sitio había un campo de concentración
dirigido por los ustaše durante la guerra, y por los comunistas después, donde
se levantó un gran monumento en homenaje a las "Víctimas del
Fascismo". Esta sugerencia encontró una gran protesta en los medios
internacionales. Lejos de ser visto como un gesto de reconciliación entre los
croatas, como era la intención de Tudjman, fue visto como una afrenta a quienes
ya estaban recordados.
Negación y Descubrimiento
Es posible que nunca se conozca la cifra total de
gente liquidada pero al gunos mencionan cifras que oscilan entre 100 mil y 180
mil, mientras otros hablan de un cuarto de millón. A pesar de estudios
científicos y multitud de documentos que prueban lo contrario, el gobierno
yugoslavo negó que las masacres de Bleiburg-Maribor o alguna liquidación
posterior de anticomunistas haya tenido lugar. Hasta fines de 1976, equipos
especiales trabajaban activamente en Eslovenia y en el sur de Austria,
ocultando evidencia de los crímenes. Los gobiernos de los Estados Unidos y de
Gran Bretaña, implicados en la repatriación forzada que condujo a la
masacre, también trataron de ocultar o por lo menos ignorar los crímenes.
Con la partida del régimen comunista, en 1990, la
verdad comenzó a ver la luz. En cavernas de Eslovenia y Croacia, descendieron
investigadores, utilizando equipos espeleológicos, a las tumbas comunes, que
habían sido selladas hacía ya mucho tiempo.
Allí encontraron capas y capas de huesos humanos,
muletas, además de soga y alambre utilizados para atar a las víctimas. Muchas
de las calaveras tenían un solo agujero de bala en la parte posterior. Las
estimaciones oscilan entre 5 mil víctimas en una caverna, hasta 40 mil en otra.
Cuando se dio a conocer la noticia, se informó acerca de otras sepulturas
masivas en diversos lugares de Croacia y Eslovenia. Nadie había hablado
públicamente acerca de ellas antes.
En 1990 el Parlamento croata formó una comisión que
incluía expertos extranjeros para determinar, por primera vez, la magnitud
total de las masacres de postguerra. En mayo de 1994 se llevó a cabo un
Simposio Internacional para Analizar las Masacres de Bleiburg, y en mayo de
1995, en el cincuentenario de Bleiburg, estudiosos de todo el mundo se
reunieron nuevamente en Zagreb y en Bleiburg para establecer el procedimiento
formal que permitiese determinar cuántos perecieron. Debido a que todas las
sepulturas individualizadas fueron destruidas, este trabajo representa un
difícil emprendimiento, que requerirá años de exploración e
investigación minuciosas.
En 1996, la atención mundial se dirigió a crímenes de
guerra más recientes, cuando se encontraron sepulturas masivas en muchos
lugares de Bosnia y de Croacia, de modo que las Masacres de Bleiburg fueron
nuevamente relegadas a la historia en la prensa occidental. Los crímenes de
1945, como los de 1995, sin duda quedarán impunes. Cualquiera sea el resultado
final, nunca más se podrá decir que Croacia no sufrió en la Yugoslavia de
postguerra.
Mito: "Las fronteras se trazaron para favorecer
a Croacia"
Mito: Las fronteras de Serbia con
Croacia y con Bosnia fueron trazadas secretamente por Tito, quien era croata,
en 1943, beneficiando a Croacia a expensas de Serbia.
Realidad: La frontera de Croacia con
Serbia es esencialmente la misma que en 1848 y en 1918, con excepción de
aquellas tierras sacadas a Croacia y dadas a Serbia y a Montenegro bajo los dos
regímenes yugoslavos.
Cuando lanzó las guerras de agresión contra
Eslovenia, Croacia y Bosnia-Hercegovina, Serbia intentó racionalizar la captura
de las tierras ajenas afirmando que las fronteras internas de la antigua Yugoslavia
eran sólo divisiones administrativas delineadas después de la Segunda Guerra
Mundial.
El mito es que Tito, un croata, dibujó las fronteras
internas de Yugoslavia dando ventaja a los croatas y bosnios en perjuicio de
Serbia. El objetivo del mito era recalcar al mundo que las fronteras de las ex
repúblicas de Yugoslavia eran meramente demarcaciones administrativas, sin
significación histórica. Una vez que el mito es asumido como realidad el
razonamiento continúa diciendo que esas fronteras triviales están sujetas a
cambio, si es necesario por la fuerza, para favorecer a Serbia.
A pesar de que partes de Croacia y Bosnia fueron
gobernadas por diferentes ramas de los imperios Austro-Húngaro y Otomano, las
fronteras orientales de Croacia y de Bosnia-Hercegovina fueron establecidas en
su forma presente con el Tratado de Passarowitz en 1718 y, con excepción de
aquellos lugares que fueron arrebatados a Croacia por Serbia, esas fronteras
poco cambiaron desde 1848.
Serbia expandió sus fronteras después de cada una de
sus numerosas guerras desde 1813. Hoy, Serbia controla más territorio que en
cualquier momento de la historia moderna. En el Norte, anexó las tierras de los
húngaros y de los croatas. En el Sur, 200 mil serbios gobiernan a 2 millones de
albaneses étnicos en el Estado absolutamente policial de Kosovo. Montenegro
pasó a ser una mera provincia serbia. En el Oeste, la mitad de Bosnia fue
sacrificada a la agresión de Serbia por las "Grandes Potencias" en
1995.
El mito de que tierras serbias eran retenidas por
Croacia fue utilizado por el gobierno de Serbia para lanzar una guerra de
agresión para apoderarse de valiosos campos de gas y de petróleo, de corredores
ferroviarios y de navegación y de facilidades portuarias. Eslavonia oriental,
en donde la agresión serbia resultó en la devastación total de la antigua
ciudad de Vukovar, tenía una po blación de 16,4 por ciento de serbios, de
acuerdo al Censo de 1991. Dubrovnik, que soportó meses de sitio por fuerzas
serbias, tenía una población de sólo 6,2 por ciento de serbios en 1991. Ninguna
de estas regiones fue nunca parte de Serbia.
Las antiguas fronteras de Croacia
Como en la mayoría de las naciones europeas, las
fronteras de Croacia cambiaron en el transcurso del último milenio, como
resultado de los flujos y reflujos fronterizos de los grandes imperios. Cuando
el rey Tomislav unió a Panonia y a Dalmacia croatas en el año 925, el
emperador bizantino Constantino Porfinogenito relató que Croacia abarcaba 100
mil kilómetros cuadrados con una población superior a los 2 millones, y que
tenía un ejército de 60 mil hom bres de a caballo, 100 mil infantes y 80
galeones. Croacia era un Estado formi dable para la Europa del siglo X.
En ese entonces, los serbios estaban dominados por
gobiernos búlgaros o bizantinos, y establecieron su primer Estado en 1170.
Serbia alcanzó su cenit bajo el zar Stephen Dušan, quien murió en 1355. Su
muerte fue seguida de una guerra civil entre los caudillos serbios, lo que
condujo a una invasión turca. Los serbios sufrieron una derrota devastadora en
la batalla de Kosovo en 1389 y otra en Smederevo en 1459. Serbia pasó a ser una
provincia vasalla otomana hasta bien entrado el siglo XIX, cuando fue
restablecido como un Estado con gobierno propio por el Tratado de Berlín,
firmado en 1878.
Bosnia y Serbia estuvieron separadas por el río Drina
desde que Teodosio Magno así lo estableció en el año 395 de nuestra era.
Esa frontera dividió al Imperio Romano de Oriente del de Occidente y fue
siempre la línea divisoria entre el Este y el Oeste, la Ortodoxia y el
Catolicismo, la escritura latina y el cirílico. La frontera de Bosnia, lejos de
ser una creación de Tito, es sin lugar a dudas una de las más viejas del mundo.
La expansión del Imperio Otomano en el siglo XV
también tuvo un enorme efecto en el tamaño y el carácter de Croacia. Las
tierras croatas de Bosnia y Hercegovina fueron absorbidas por los otomanos en
1463 y 1482, disminuyendo a Croacia a una media luna de 16 mil kilómetros
cuadrados que defendía a Europa de los turcos. En 1699, los Habsburgo retomaron
toda Croacia y Eslavonia, introduciendo colonos alemanes, además de un número
sustancial de serbios que huían a Eslavonia y a Vojvodina. Después de la
derrota de Napoleón, el Congreso de Viena incorporó Illyria a Austria.
Expansionismo de Serbia
Aun mientras seguía siendo un principado otomano,
Serbia ganó territorio en 1833 y 1878, alcanzando un tamaño de 18.500
kilómetros cuadrados.
El Estado serbio, apenas establecido, comenzó en
forma casi inmediata a ambicionar las tierras de sus vecinos y desarrolló el
slogan oficial de "-Serbia tiene que expandirse o morir!". El
expansionismo serbio se dirigió primero hacia el Sur, hacia Macedonia, y hacia
el Oeste, hacia el Adriático, a través de Bosnia y Hercegovina. Con el objeto
de frustrar este expansionismo, el protectorado austríaco de Bosnia Hercegovina
fue anexado al Imperio en octubre de 1908. A medida que las diversas potencias
europeas tomaban partido en favor de Austro Hungría o de Serbia en alianzas
diplomáticas y militares, se iba preparando el terreno para la confrontación y
para la erupción de lo que luego se conocería como la Primera Guerra Mundial.
Habiéndosele negado Bosnia, Serbia se abocó a
Macedonia, que era parte del imperio Otomano. La Guerra Balcánica de 1912
liberó a Macedonia de Turquía, pero llevó a una disputa sobre los botines de
guerra entre los vencedores Bulgaria y Serbia. Ayudada por Grecia y Rumania,
Serbia derrotó a Bulgaria y tomó la parte del león de Macedonia y todo Kosovo.
Solamente el establecimiento del nuevo Estado de Albania impidió que Serbia
llegara al Adriático.
Croacia dentro del Imperio de los Habsburgo
Cuando los croatas eligieron a un Habsburgo como su
rey en 1527, lo hi cieron en el entendimiento de que la Corona respetaría los
derechos, estatutos y costumbres del Reino de Croacia. A pesar de que ese
principio era frecuentemente violentado por Hungría y por Austria, Croacia
mantenía una gran autonomía, así como su Sabor o Parlamento y su Ban o Virrey,
que eran instituciones de vieja data. En 1914, los croatas estaban a punto de
restaurar sus derechos políticos completos dentro del Imperio.
El heredero del trono, archiduque Francisco
Ferdinando, era progresista y planeaba un nuevo imperio basado en un
reconocimiento más elevado del Reino de Croacia. Muchos historiadores creen que
Ferdinando planeaba reemplazar el "dualismo" de Austria-Hungría con
el "trialismo" de Austria-Hungría-Croacia, o aún un sistema federal
basado en el modelo de Estados Unidos o de Suiza, bajo un único emperador
benévolo. El fantasma de un Estado Croata de ese tipo, quizás incluyendo a
Bosnia-Hercegovina, presentaba una significativa amenaza a la visión de Serbia
de expansión hacia el Oeste y de una "Gran Ser bia". En el Día
Nacional de Serbia, el 28 de junio de 1914, Gavrilo Princip, miembro de la
organización terrorista serbia "La Mano Negra", asesinó al archiduque
Ferdinando y a su esposa en Sarajevo. Princip era uno de los siete asesinos
enviados por el coronel Dragutin Apis Dimitrijeviæ, jefe de Inteligencia de Serbia.
A las pocas semanas Europa estaba en guerra.
Yugoslavia
Serbia no ocultó cuáles eran sus objetivos en la
guerra. Ya el 4 de septiembre de 1914, el gobierno de Serbia circuló una carta
a todas sus misiones diplomáticas donde decía que la guerra era una oportunidad
para establecer "un fuerte Estado sudoccidental eslavo que se creará en
base a Serbia, en la que todos los serbios, croatas y eslovenos estarían
incluidos". Serbia no tuvo empacho en ceder tierras croatas a Italia en un
anexo secreto al Tratado de Londres, en 1915, para alcanzar el sueño de
una "Gran Serbia". Usando al bien intencionado pero no elegido Comité
Yugoslavo, Serbia, con el apoyo de los aliados victoriosos, anexó a Croacia,
Bosnia-Hercegovina, Eslovenia y Montenegro en 1918 en el nuevo Reino de
Serbios, Croatas y Eslovenos. Contrariamente al mito popular, ni los pueblos de
Croacia, Bosnia o sus representantes dieron alguna vez su consentimiento para
formar Yugoslavia. Para los serbios, el nuevo Estado era la "Gran
Serbia", con un rey serbio, gobernando desde la capital serbia y
utilizando leyes serbias.
Las fronteras del Reino Triuno de Croacia-
Eslavonia-Dalmacia y las de Bosnia-Hercegovina en 1918 eran prácticamente las
mismas que existían desde 1848. En el Norte, Croacia adquirió dos pequeños
territorios que tenía Hungría, Medjumurje y Baranja, pero perdió varias islas
costeras que fueron dadas a Italia en negociaciones entre 1918 y 1920.
Cuando el rey Alejandro se proclamó dictador absoluto
y cambió el nombre del país por Yugoslavia en 1929, abolió las fronteras
tradicionales y reorganizó al país en nueve Banovinas (grupos de condados), con
nombres derivados de los nombres de ríos y la prefectura de Belgrado. Croacia
fue partida entre la Banovina del Sava de 15.649 kilómetros cuadrados
-esencialmente la Croacia propiamente dicha y Eslavonia- y la Banovina
Primorska, de 7.587 kilómetros cuadrados, que era primariamente Dalmacia. En
tanto que algunos territorios tradicionalmente bosnios fueron agregados a la
Banovina Primorska, la región de Srijem, rica en petróleo y minerales, que
pertenecía a Croacia desde 1718, fue incorporada a la Banovina serbia de
Dunavska.
La Banovina de Croacia
Entre 1918 y 1938, Yugoslavia tuvo 35 gobiernos con
un total de 656 ministros, de los cuales sólo 26 fueron croatas. La cúpula del
Ejército tenía 161 generales, siendo uno solo de ellos croata, que estaba a
cargo del área de abastecimiento. En las elecciones de diciembre de 1938 el Partido
Campesino Croata y su líder Vladko Maèek perdieron las elecciones para el
gobierno del reino por un escaso margen de 1.364.524 a 1.643.783 votos. Dados
el fraude y el terrorismo comunes a todas las elecciones en Yugoslavia, era
claro que el Partido Campesino había logrado una magnífica victoria.
Aun las cifras oficiales confirmaron que más de 650
mil serbios habían votado por Maèek. A pesar de ello, el gobierno de
Stojadinoviæ rehusó reconocer los resultados o formar un gobierno de coalición.
Confrontado con la amenaza de una insurrección
armada, el príncipe Pablo echó a Stojadinoviæ, quien fue reemplazado por
Dragiša Cvetkoviæ. Este era un ex alcande de Niš y una persona abierta a
negociaciones concernientes a la "cuestión croata". El resultado fue
el Sporazum o Acuerdo del 26 de agosto de 1939, que formó la Banovina
semiautónoma de Croacia, que cubría 38.600 kilómetros cuadrados, con una
población de casi 4,5 millones de habitantes, 80 por ciento de los cuales eran
croatas. La nueva Banovina de Croacia estaba conectada a Yugoslavia sólo en
cuestiones de defensa, relaciones exteriores y un sistema postal común. Sus
fronteras incluían la totalidad de las dos Banovinas previas, más porciones de
Bosnia occidental y una porción de Hercegovina occidental, mientras que Srijem
oriental y la estratégica bahía de Kotor con el extremo sur de Dalmacia
quedaban en manos serbias.
El Estado Independiente de Croacia
La formación de la Banovina de Croacia fue un gesto
que hubiese podido salvar a Yugoslavia en 1918, pero llegando sólo una semana
antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, era simplemente muy poco,
demasiado tarde. Cuando Yugoslavia se desintegró, apenas aparecieron las
primeras tropas alemanas, un nuevo Estado Independiente de Croacia (NDH) fue establecido
el 10 de abril de 1941. Sus fronteras, que incorporaban a Bosnia-Hercegovina,
fueron determinadas en el Tratado de Roma, el 18 de mayo de ese año. En
tanto que Alemania estaba dispuesta a reconocer las fronteras anteriores a 1918
de Croacia y Bosnia- Hercegovina en el nuevo Estado, Italia exigió y obtuvo la
mayor parte de la costa dálmata y estableció una zona de ocupación que
comprendía casi un tercio del país. El NDH cubría cerca de 46.300 kilómetros
cuadrados, con una población de 6,75 millones de habitantes. Internamente, el
Estado estaba dividido en 23 Prefecturas o Velike Župe, las que a su vez
estaban divididas en 142 distritos y ciudades. A pesar de que la Dalmacia, que
estaba en manos de Italia, técnicamente se reintegró al NDH cuando Italia
capituló en 1943, la mayor parte de la región estuvo bajo control partisano
durante el resto de la guerra.
La Segunda Yugoslavia
Decenas de miles de croatas pelearon y murieron en
las brigadas partisanas croatas que comenzaron la Guerra de Liberación, al
mando de Josip Broz (Tito) el 22 de junio de 1941. Los partisanos prometieron
una nueva República de Croacia, con todos los derechos y autonomía, dentro de
una nueva Yugoslavia federal.
Después de la victoria partisana, se formó una
comisión para determinar las fronteras del nuevo Estado yugoslavo. La comisión
estaba presidida por Milovan Djilas, un serbio de Montenegro, e incluía a
ministros de Serbia, Croacia y Vojvodina. En el Oeste, Croacia recuperó toda la
Dalmacia que tenía Italia, incluyendo Zadar e Istria. Después de años de
negociaciones, la frontera fue determinada en 1954, con Croacia obteniendo la
mayor parte de Istria, la ciudad de Zadar y aquellas islas ocupadas por Italia
entre las dos guerras mun diales. En el Sur, la comisión dió a Montenegro
acceso al mar al quitarle a Croacia el puerto de Kotor y los distritos
circundantes. En el Norte, la frontera de Croacia volvió a tener la
configuración anterior a la guerra, con la inclusión de Medjimurje y Baranja,
que habían sido húngaras antes de 1918 y que habían sido después tomadas por
Hungría durante la Segunda Guerra Mundial.
Las fronteras de la Banovina de Croacia incluían una
gran parte de territorio tradicionalmente parte de Bosnia- Hercegovina,
incluyendo las ciudades de Travnik y Mostar. En 1945 la frontera volvió a las
líneas de 1918, con pequeños ajustes en el área de Bihaæ, donde un
número de aldeas croatas fueron otorgadas a Bosnia-Hercegovina. Pero fue en la
frontera con Serbia donde Croacia sufriría su mayor pérdida territorial en 1945.
La región rica en petróleo y en minerales de Srijem oriental, con la ciudad de
Zemun, territorio croata desde 1718, pero particionado por Alejandro en 1929,
fue agregada a la Vojvodina serbia. En las guerras de agresión por parte de
Serbia de 1991-1995, Serbia intentó apoderarse de una parte aún mayor de
Eslavonia oriental, mientras que Croacia no hizo reclamos territoriales sobre
Srijem.
La República de Croacia
El pueblo croata se declaró libre e independiente el
25 de junio de 1991. Un año después, virtualmente el mundo entero había
reconocido a Croacia dentro de los límites designados en 1945. En su mayor
parte, la frontera croata, de 1200 millas, se basa en antiguas fronteras que
Croacia trajo consigo cuando se formó Yugoslavia en 1918. En aquellas áreas
donde las fronteras cambiaron, Serbia ganó y Croacia perdió. A pesar de esta
realidad fundamental, la República de Croacia no efectuó ningún reclamo
territorial contra país alguno. Desde 1813, Serbia y sólo Serbia se expandió
constantemente, en búsqueda de una "Gran Serbia" que se extendiera
desde Bulgaria hasta el mar Adriático. Es una búsqueda que costó millones de
vidas en el último siglo y medio y que ya causó el conflicto bélico más brutal
en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Como en las anteriores guerras de
agresión que llevara a cabo, Serbia fue premiada por su brutalidad, ya que la
mitad de Bosnia le fue otorgada a la Gran Serbia en 1995 por la partición de
Dayton.
La sed insaciable de Serbia
Aun con este precio, la insaciable sed que tiene
Serbia por las tierras de otro no ha sido satisfecha. Después de que fuera
firmada la partición de Dayton, y ya sellada "Yugoslavia", como la
"Gran Serbia" se sigue llamando a sí misma, reclama el minúsculo
istmo o prevlaka de Ogtra, una lengua de tierra de sólo 170 metros de
ancho, ubicada a la entrada del puerto de Boka, Montenegro. Todo el puerto y la
tierra que lo circunda fueron croatas durante siglos, pero el puerto fue dado a
Montenegro después de la Segunda Guerra Mundial, y su población croata (que era
mayoría en 1945) fue expulsada. En 1996, al igual que en 1918, las llamadas
"Grandes Potencias" no podían comprender por qué Croacia querría
mantener sus tierras fuera de las manos de Serbia y urgieron
"negociaciones" para mediar la "disputa".
Prevlaka fue parte de la República de Ragusa
(Dubrovnik) desde el siglo XV hasta 1808, y parte de Dalmacia desde entonces.
En toda su historia, nunca fue parte de Montenegro o de Serbia. pero habiendo
robado la Bahía de Kotor en 1949 y habiendo expulsado a su mayoría de población
croata en los años subsiguientes, la pequeña península fue vista
como una amenaza a la seguridad del puerto natural que sirve de base a la
Armada "Yugoslava".
La realidad es que ni en el siglo XX ni en el pasado
Serbia perdió un solo kilómetro cuadrado, en el mapa o en el terreno, a favor
de Croacia o de Bosnia.
El sueño de Serbia de una "Gran
Serbia" pasó a ser una pesadilla por cuarta vez en el siglo XX.
Es tiempo de dejar descansar a los mitos acerca de
las fronteras de Croacia y de Bosnia que tratan de justificar esta pesadilla.
Mito: "El idioma serbo-croata"
Mito: Los serbios y los croatas hablan
un único idioma conocido como "serbo-croata".
Realidad: Los croatas hablan croata, que
se escribe en el alfabeto latino, y los serbios hablan serbio, que se escribe
en el alfabeto cirílico (alfabeto serbio).
Era obvio, en 1995, que Yugoslavia estaba muerta. A
pesar de eso, mu chos en la prensa y en los medios académicos occidentales
mantienen vivo su espíritu haciendo referencia a un idioma
"serbo-croata", a pesar del hecho de que nunca existió un único
idioma "serbo-croata".
El camello y la Virgen
Es cierto que los idiomas croata y serbio son muy
similares, compartiendo pronombres personales y siete declinaciones iguales.
Pero el serbio se escribe con el alfabeto cirílico o ruso y el croata se
escribe con el alfabeto latino. Cada uno de ellos tiene miles de palabras que
son totalmente diferentes a las utilizadas en el otro, como nombres de los
meses o aún vocablos para "libro" o "biblioteca". Más aún;
miles de otras palabras tienen significados muy diferentes en los dos idiomas,
a veces con resultados graciosos. Un serbio que se refiere a un bebé como odojæe,
lo estaría llamando cerdo en croata. Un tren de ferrocarril en serbio (voz)
es un carro de heno en croata. Un camello en croata, deva, puede referirse a la
Virgen María en serbio.
No hay duda, aun para los defensores del "serbo-
croata", que los dos idiomas, aun si se toman como variantes, son mucho
menos similares que el noruego y el danés o el flamenco y el holandés
respectivamente, entre los idiomas europeos.
El idioma de la política
El "serbo-croata" fue utilizado a lo largo
de la historia de Yugoslavia co mo una herramienta política para homogeneizar a
los pueblos sur eslavos en una única nación; obviamente sin éxito. El propio
concepto de un único idioma sur- eslavo puede rastrearse sólo hasta mediados
del siglo XIX. En 1918, cuando el Ejército serbio ocupó Croacia por primera
vez, una de sus primeras tareas consistió en quitar todos los signos viales,
carteles en estaciones de ferrocarril y en todas las oficinas postales, y
reemplazarlos por otros con caracteres escritos en serbio. La historia se
repitió en 1991, cuando el Ejército serbio destruyó todos los signos croatas en
Croacia y Bosnia ocupadas.
El idioma de la dictadura
Bajo la dictadura real serbia de 1929-1934, el
gobierno hizo todo lo posi ble para imponer el idioma serbio en los pueblos de
Bosnia, Croacia y aun Es lovenia. Los niños croatas de Bosnia y de
Dalmacia del Sur eran obligados a usar el alfabeto cirílico en la escuela.
Muchos fueron perseguidos por criticar al idioma oficial
"serbo-croata". A pesar de ello, todos los estudiosos más importantes
serbios y croatas, incluyendo a Radosav Boškoviæ en 1935, Julije Bensiæ en
1939, Petar Guberina y Kruno Krstiæ en 1940, continuaron reconociendo la
separación de los dos idiomas.
Intelectuales modernos tales como Branko Franoliæ,
Dalibor Brozoviæ, el extinto Francis Eterovich, Christopher Spalatin e Ivo
Banac, todos ellos coinciden también al respecto.
El profesor Banac, de la Universidad Yale, escribió:
"...el ekaviano serbio fue impuesto como el idioma oficial de Yugoslavia,
muy frecuentemente con vestimenta cirílica. No podía ser de otro modo. No había
nada de neutral en la aceptación del ekaviano, que era frecuentemente la
palabra utilizada para indicar la adopción masiva de prácticas idiomáticas
serbias, incluyendo el léxico serbio. En resumen, el centralismo político de
Belgrado tenía una dirección idiomática paralela, que consistía en la
infiltración de términos y formas serbias en toda Yugoslavia por medio de las
fuerzas armadas, la administración civil y las escuelas".
El idioma del pasado
Yugoslavia está muerta. Ni un idioma artificial,
fronteras artificiales o un demagogo stalinista como Slobodan Miloševic
pudieron reparar el error histórico que fue Yugoslavia. Organizaciones
académicas y profesionales en todo el mundo han dejado de usar el término
"serbo-croata". Empero, muchos en los medios y en medios académicos
se aferran a este invento lingüístico. Cada uno tiene derecho a dar una
opinión, pero intelectuales y organizaciones como Luka Budak, director del
Departamento de Estudios Croatas de la Universidad Macquarie de Sidney (Australia);
Ivo Banac, de la Universidad Yale, la Universidad de Zagreb, la Academia Croata
de Ciencias y Artes y la Academia Serbia de Belgrado, afirman que el idioma del
pueblo croata es el croata.
Muchos gobiernos no reconocen más al
"serbo-croata" como idioma. El Departamento de Estado norteamericano,
la emisora La Voz de los Estados Unidos de América, el Instituto de Idiomas del
Departamento de Defensa de los EE.UU., entre otros, todos reconocen al serbio y
al croata como idiomas distintos. También lo hacen universidades lo
suficientemente grandes como para tener programas separados de estudio de
idiomas sudeslavos, como la australiana Universidad Macquarie, de Sidney.
Finalmente en 1988 la International Organization for Standarization reinscribió
al "croata" y al "serbio" en su lista de idiomas hablados
en el mundo. Estas entradas en el listado habían sido remplazadas en 1970 por
"serbo-croata" debido a la insistencia de Belgrado.
Todavía hay quienes ignoran a esos científicos,
instituciones y gobiernos, y prosiguen haciendo referencia al idioma
"serbo croata". Cuando el film propagandístico Poste Restante
hizo el tour de Norteamérica, en 1996, fue anunciado como hablado "en
serbo croata con subtítulos en inglés". También están aquellos que desean
una Yugoslavia restaurada.
Croacia, fiel a las reliquias del pasado, no
transformó al mito en realidad.
Mito: "Tudjman y Miloševiæ son conversos tardíos
del comunismo a la democracia"
Mito: El primer presidente de Croacia,
Franjo Tudjman, ex gene ral del Ejército Yugoslavo comunista y el presidente de
Serbia, Slobodan Miloševiæ, son conversos tardíos del comunismo.
Realidad: El Dr. Franjo Tudjman renunció a
su cargo en el Ejército en 1961. Pasó a ser un fuerte defensor de la democracia
en Croacia y fue preso por sus opiniones. El presidente serbio, Slobodan
Miloševiæ, simplemente cambió el nombre de su partido de "Comunista"
a "Socialista" antes de las elecciones de 1990 y siguió siendo un
comunista comprometido.
Franjo Tudjman
Franjo Tudjman nació el 14 de mayo de 1922 en Veliko
Trgovišèe, en la provincia croata de Zagorje. A los 19 años de edad se
unió a los partisanos y llegó a ser un veterano de guerra condecorado.
Como decenas de miles de croatas que pelearon con los
partisanos, Tudjman creía que una nueva Yugoslavia federal garantizaría los
derechos de la Nación croata que habían sido pisoteados en la Yugoslavia
monárquica. Los nazis pusieron un precio a la cabeza de Tudjman y mataron a su
hermano en 1943. Sus padres fueron muertos por los comunistas en 1946.
Después de la guerra, Tudjman fue enviado a la
Academia Militar Superior, en Belgrado. Sus dotes excepcionales condujeron a su
nombramiento como el general más joven en Yugoslavia. Después de 20 años
de servicio dejó el Ejército con el rango de mayor general en 1961, a los 38
años de edad.
Desde 1961 hasta 1967, Tudjman fue director del
Instituto de Historia del Movimiento Obrero en Croacia, ligado al Comité
Central de la Liga de Comunistas. Era un miembro respetado del Partido y ocupó
varios cargos políticos importantes.
Como director del Instituto, se abocó enteramente al
trabajo académico y fue nombrado profesor de Historia en la Universidad de
Zagreb en 1963. Obtuvo su doctorado dos años después, especializándose
en la historia de la Yugoslavia monárquica, desde 1918 a 1941. A pesar de que
el gobierno no autorizó la publicación de su tesis, su nivel académico era tal
que fue nombrado en el consejo directivo de la Sociedad Académica y Cultural
Matica Hrvatska.
Tudjman publicó gran número de trabajos en los campos
de estudios militares, historia, filosofía y relaciones internacionales. Su
libro Nacionalismo en la Europa Contemporánea predijo los grandes
cambios que ocurrirían en Europa una década antes de los tumultuosos
acontecimientos de 1991-1995. En 1965 fue elegido en el Parlamento.
A los 43 años de edad, Franjo Tudjman era uno
de los hombres más respetados de Yugoslavia: un héroe partisano, mayor general
retirado, miembro del Parlamento, profesor de historia, director del Instituto
de Historia del Movimiento Obrero, editor de la Enciclopedia Militar Yugoslava,
de la Enciclopedia de Yugoslavia y titular de una docena de otros cargos de
poder en el Partido, el gobierno y la comunidad académica. Fue en ese
año que el jefe de la Policía Secreta, Aleksandar Rankoviæ, comenzó a
planificar los actos por el vigésimoquinto aniversario de la Guerra de
Liberación, que tendría lugar en 1966.
Una parte de las celebraciones incluía la
inauguración de un monumento a las "700 mil a 900 mil" víctimas que
habían muerto en el campo de concentración de Jasenovac. Tudjman, cuyo
Instituto había recolectado información sobre el número de muertos durante la
Segunda Guerra Mundial para obtener reparaciones de guerra por parte de
Alemania, sabía que las cifras de Rankoviæ estaban infladas por lo menos diez
veces. Se le dijo que no debía molestar a Rankoviæ, Tito o al Partido. Tudjman
sugirió entonces que se hicieran públicos los datos de su trabajo de
investigación. En 1969 los datos fueron difundidos por Bruno Bušiæ, quien era
investigador asociado del Instituto. Bušiæ debió huir a Francia, donde fue
asesinado por la Policía Secreta yugoslava en 1978.
La Primavera Croata y la caída de Tudjman
Aún antes de la publicación se rescindió el
nombramiento de Tudjman en la Academia Yugoslava y Rankoviæ le quitó el puesto
de director del Instituto de Historia del Movimiento Obrero. Aun la caída del
propio Rankoviæ, en 1966, no evitó que Tudjman fuera perseguido cada vez más.
En 1967 ya se le habían quitado todos los cargos a Tudjman por expresar sus
puntos de vista sobre la historia y el idioma croatas. En 1969 perdió su lugar
en el Parlamento. Al mismo tiempo, Franjo Tudjman fue uno de los líderes del
gran movimiento liberalizador conocido como Primavera Croata. Este movimiento
alcanzó su cenit en el otoño de 1971, antes de ser aplastado
despiadadamente por el gobierno comunista de línea dura en el Día Nacional de
Serbia, en diciembre de ese año.
El 12 de octubre de 1972, después de un breve
"juicio", Tudjman fue sentenciado a dos años de prisión por
actividad contrarrevolucionaria y "actividad hostil contra el
Estado".
Después de apelar, los cargos fueron cambiados a
"propaganda hostil" y fue dejado en libertad después de nueve meses,
quitándosele sus derechos civiles, incluyendo el derecho de publicar, hablar en
público y viajar fuera del país. En 1977 Tudjman violó la prohibición
concediendo una entrevista a la televi sión sueca. A pesar de que el reportaje
fue bloqueado por una protesta diplomática de Yugoslavia, la televisión sueca
puso al aire un extracto de un minuto, y el texto fue publicado en el Dagens
Nyheter de Suecia y el Der Spiegel de Alemania Federal en octubre de
1977. A los pocos meses ya había sido traducido al inglés y publicado en todo
el mundo.
El 17 de noviembre de 1980, Tudjman fue nuevamente
procesado por el crimen de "representar maliciosa y falsamente las
condiciones sociopolíticas en Yugoslavia". El doble discurso, al estilo de
George Orwell, de los comunistas, alcanzó quizá su máxima expresión cuando en
una causa judicial contra él el fiscal escribió: "Es bien sabido que [las
afirmaciones de Tudjman] son falsas porque en la RFSY (República Socialista
Federativa de Yugoslavia) no sólo su Constitución y leyes establecen `la total
igualdad de todas las naciones y nacionalidades en todas las áreas', sino que
ello se cumple en la vida diaria de sus habitantes, lo mismo que la completa
libertad de expresión de opiniones".
El crimen de Tudjman era el de haber declarado
públicamente que no había libertad de expresión en Yugoslavia. Su elocuente
defensa fue publicada en diversos idiomas y pasó a ser parte de la literatura
para la democratización de Yugoslavia. "Todo lo que dije era una expresión
de mis creencias personales de acuerdo con los ideales por los cuales luché en
la Revolución Socialista y en la Guerra Antifascista", declaró.
Tudjman fue sentenciado a tres años de prisión
y perdió todos sus derechos civiles por ocho años. Antes de entrar en
prisión en noviembre de 1981, fue internado en un hospital de Zagreb debido a
un problema cardíaco. A pesar de la protesta mundial, que incluyó su
nombramiento como "prisionero de conciencia" por parte de Amnesty
International, Tudjman fue enviado a la infame prisión de Lepoglava en enero de
1982, donde sufrió una serie de cuatro ataques cardíacos. Otra investigación
fue lanzada en 1988 en un nuevo intento de silenciar a Tudjman, pero en ese
momento ya estaba claro cuál era la nueva dirección de la marea en Europa. Sus
derechos civiles le fueron devueltos, obtuvo un pasaporte y se abocó a la
fundación y organización de un nuevo movimiento político.
El HDZ y la Victoria
El 29 de noviembre de 1989, Franjo Tudjman y su
recientemente formada Unión Democrática Croata, conocida por sus iniciales en
idioma croata de HDZ, hicieron un llamado a los ciudadanos de Croacia y a su
Parlamento -que estaba controlado por los comunistas- para formar un gobierno
multipartidario. El llamado pedía que se eliminara el monopolio del Partido
Comunista, que hubiera elecciones secretas y directas para el Parlamento, se
pudiera viajar al exterior sin restricciones y se liberara a los presos
políticos.
Durante este período de transición la HDZ fue el
primer partido interno en pedir en forma expresa por la autodeterminación de
Croacia, incluyendo el derecho a la secesión. A pesar de que la Constitución
yugoslava garantizaba específicamente ese derecho, el mismo era considerado una
traición por Belgrado.
A la luz de los dramáticos cambios que se extendían
en Europa, el Parlamento croata votó en febrero de 1990 la legalización de los
partidos opositores y otorgó la libertad de afiliación política. En abril y
mayo tuvieron lugar en Croacia las primeras elecciones libres, con unos 20
partidos políticos compitiendo por lugares en el Parlamento. La Unión
Democrática Croata resultó victoriosa, obteniendo 205 de las 349 bancas. Los
comunistas, que gobernaron durante medio siglo, obtuvieron sólo 77 bancas.
Franjo Tudjman fue elegido Presidente de la República.
El 26 de julio de 1990 el Parlamento eliminó la
palabra "Socialista" del nombre "República de Croacia",
ordenando además que la estrella roja sea quitada de todos los símbolos
estatales. Con todo, Tudjman y el gobierno croata buscaron un nuevo
acomodamiento con las otras repúblicas de Yugoslavia, a través de la
constitución de una confederación de Estados soberanos. La total negativa de
Serbia aun a negociar una tal confederación condujo a Croacia y a Eslovenia a
declararse independientes el 25 de junio de 1991, en cuyo momento Franjo
Tudjman pasó a ser el primer Presidente de la independiente República de
Croacia.
Slobo, "El Carnicero de los Balcanes"
El largo y arduo camino de Franjo Tudjman, de héroe
de guerra partisano a presidente de su país, fue muy distinto al del presidente
de Serbia, Slobodan Miloševiæ, a quien el New York Times denominó
"El Carnicero de los Balcanes". Miloševiæ, un comunista de línea dura
no arrepentido, siguiendo el molde de José Stalin, fue un producto del
comunismo y el Estado-Partido yu goslavo.
Conocido por sus pocos amigos como "Slobo",
nació en 1941 en Požarevac, cerca de Belgrado, hijo de un sacerdote ortodoxo
serbio de Montenegro y una maestra de escuela comunista de línea dura. Su padre
abandonó su familia llevándose consigo al hermano de Slobo, Bora. Ambos padres
cometieron suicidio, y Miloševiæ literalmente creció en el seno del Partido. Se
casó con Mirjana Markoviæ, una profesora de teoría marxista que controlaba a la
Liga de Comunistas de Yugoslavia. Ella era miembro de una de las familias de
comunistas más conocidas de Yugoslavia.
Miloševiæ vivía una vida de tan bajo perfil, en una
mansión en las afueras de Belgrado, que uno de sus amigos más cercanos admitió
a un periodista del New York Times Magazine que en 20 años no
había visto nunca la casa de Mi loševiæ o a su mujer.
Bajo la protección de Ivan Stamboliæ, quien era el
anterior jerarca del Partido Comunista de Serbia, Miloševiæ fue ascendiendo, de
ser director de la compañía de energía Technogas, a ser presidente del
principal banco de Belgrado. A mediados de los años '80, Ivan Stamboliæ
lo promovió para ser el jefe del Partido Comunista de Serbia. Como
agradecimiento, Miloševiæ organizó un golpe dentro del Partido en el
otoño de 1987, deponiendo a su antiguo amigo y mentor, y nombrándose a
sí mismo el indisputado jefe del Partido y del gobierno de Serbia.
Miloševiæ se abocó inmediatamente a la tarea de
purgar al liderazgo de Vojvodina, Kosovo y la República de Montenegro, poniendo
a estas regiones constitucionalmente autónomas en línea con sus políticas gran-
serbias.
Muchos entre quienes se opusieron a sus políticas,
incluyendo a Branislav Matiæ, quien era un líder opositor clave en el Partido
de la Renovación Serbia, fueron asesinados. Otro líder de la oposición, Jorge
Bozoviæ, cayó misteriosamente desde un edificio de gran altura.
Mientras el resto de Europa iba abandonando al
marxismo, Miloševiæ reinstituyó cursos de teoría marxista en las escuelas y
universidades de Serbia. En enero de 1990, en el último Congreso de la Liga de
Comunistas de Yugoslavia, Miloševiæ tomó violentamente el podio para declarar
que el comunismo seguiría adelante, aun sin Eslovenia y Croacia. Pero las
realidades de Europa en los años `90 eventualmente dieron vuelta todo,
aun para Miloševiæ. En el otoño de 1990 rebautizó al Partido Comunista
como Partido Socialista, antes de ganar el 61 por ciento de los votos en las
elecciones "libres" controladas por el Partido. La transformación de
Miloševiæ de stalinista a "demócrata" fue así completa. En abril de
1992, finalmente, accedió a que se quitara la estrella roja de la bandera de
Yugoslavia.
Hacia 1996, Miloševiæ terminó de dar la vuelta
completa desde comunista a nacionalista y de vuelta a comunista. El causó el
mayor conflicto en la Europa de postguerra. El fue el responsable de cientos de
miles de muertes, de campos de concentración, de trabajos forzados, de
esclavitud, y del uso de la violación como instrumento de guerra. Aun así, no
parece probable que alguna vez deba enfrentarse a juicio como criminal de
guerra. En lugar de ello, Miloševiæ estaba dispuesto a no olvidar lo que llamó
"excesos nacionalistas".
En el Congreso de 1996 del Partido Socialista
(antiguamente llamado Liga de Comunistas de Serbia), Miloševiæ estaba de pie
frente a casi 2 mil delegados (designados, no electos) cuando se entonaba la
International Socialista. Triunfó en su reelección, con un voto de 1799
delegados a cuatro, aun cuando no había otros candidatos, y había purgado a dos
tercios de la dirigencia del Partido. El prometió llevar a Serbia de vuelta al
comunismo poniendo como ejemplo a China, y anunció una nueva dirección para el
siglo XXI: "Serbia-2000". Esa dirección miraba mucho más hacia el
pasado comunista y no hacia un futuro democrático.
Juicio en La Haya o juicio en la Historia
Slobodan Miloševiæ comenzó y prosiguió el mayor
conflicto europeo desde la Segunda Guerra Mundial. El fue el responsable de
miles de muertes, de heridas y de violaciones. El personalmente autorizó campos
de concentración y supervisó asesinatos en masa en Croacia y en Bosnia.
Mientras que muchos de sus subordinados fueron incriminados por crímenes de
guerra, parece dudoso que Miloševiæ, "la niña bonita de
Dayton", vaya a ser castigado alguna vez por sus crímenes. Aun si él no es
llevado a la Justicia, la Corte Mundial comenzó un caso a mediados de 1996
donde se acusa al Estado de "Yugoslavia" por violación de la
Convención Contra el Genocidio de París, de 1948. Esta fue la primera vez en la
historia en que se hizo una tal acusación contra todo un país en lugar de
hacerla contra alguno o algunos de sus ciudadanos.
Franjo Tudjman puede no haber construido una
democracia perfecta durante los difíciles años de la guerra entre 1989 y
1995. Muchos problemas tenían tanto la República como su dividida dirigencia
política. Reflexionando sobre los períodos que siguieron a dictaduras en
España y en Grecia, Tudjman formuló en 1996 un llamado a la
reconciliación nacional.
En esta convocatoria pidió se tome un "punto de
vista equilibrado sobre todos los más importantes personalidades y movimientos
en la historia moderna croata", ya se trate de Josip Broz
"Tito", Ante Paveliæ o Vlatko Maèek, y sugirió que todos ellos, ya
fallecidos, podrían descansar para siempre en Croacia. Debido a esto fue acusado
por sus críticos de la izquierda de estar demasiado a la derecha, y por sus
críticos de la derecha por seguir siendo un "viejo comunista".
La derecha también lo acusó de haber dejado a
demasiados ex-comunistas en sus puestos si estaban trabajando bien. La
acusación es parcialmente correcta. Distinto a los presidentes estadounidenses,
Tudjman no echó a cada ministro y a cada abogado de la administración anterior.
La izquierda denunció que demasiados antiguos exiliados retornaron a Croacia
desde Estados Unidos, Canadá, Australia y todo el mundo, y están en puestos de
poder. Esto también es cierto. Por ejemplo, el 22 por ciento del staff del
Ministerio de Relaciones Exteriores proviene de la emigración, incluyendo al
embajador en Canadá, quien vivió en California (EE.UU.) por varias décadas
antes de la Declaración de la Independencia de Croacia.
Si Franjo Tudjman estaba demasiado a la derecha,
demasiado cercano a ex-comunistas, demasiado nacionalista, o demasiado
conciliador hacia los serbios, eso depende de quién opine. Empero, la joven
República de Croacia entre 1991 y 1996, con todos sus problemas, se movió con
rapidez a una economía de mercado libre y de instituciones democráticas,
haciéndolo con mayor celeridad que muchas otras naciones emergentes.
Los actos de Slobodan Miloševiæ serán juzgados por el
Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra en La Haya, sea que él esté
sentado en el banquillo o no. Franjo Tudjman será juzgado por la Historia
Croata.
Dominik Mandiæ
El significado de la Vicaría franciscana de Bosnia
-luego Provincia franciscana de Bosnia-, para gran parte del pueblo croata y a
lo largo de 500 años fue de un enorme valor. En los siglos XIV y XV los
franciscanos de la Vicaría de Bosnia lograron con su labor recuperar para la
religión católica a la mayoría de los bogomiles[1]
de Bosnia y de los territorios adyacentes, logrando con ello restablecer la
unidad religiosa de los croatas.
Cuando en 1463 Bosnia cae en poder de los turcos
desaparece el reino de Bosnia y consecuentemente es destruida su organización
estatal, los franciscanos quedan, de hecho, como los únicos custodios de la
religión católica, de las costumbres y de las conciencias de los croatas. Con
el devenir del tiempo y a medida que el Estado Croata perdía palmo a palmo su
territorio en manos de los turcos, la Provincia franciscana de Bosnia extendía
su labor y asumía así totalmente la responsabilidad por los croatas avasallados
por éstos. En ese tiempo nació el proverbio "a donde va el turco con el
látigo allí va el franciscano con la bolsa[2]".
Conservación de la religión católica por gran parte
del pueblo croata
El principal mérito de la Provincia franciscana de
Bosnia como organización religiosa fue resguardar la religión católica entre
gran parte de la población croata. A medida que los turcos se expandían en
Bosnia y otros territorios croatas colindantes, el clero croata -tanto seglar
como regular- huía conjuntamente con una parte de la población hacia otros
territorios croatas aún no invadidos e inclusive hacia otros países
occidentales. Junto a la población que permaneció en los territorios -ahora
ocupados por los turcos- sólo quedaron los franciscanos de su Provincia de
Bosnia al igual que un reducido número de popes glagolíticos poco preparados.
De este modo los franciscanos asumieron la responsabilidad sobre la formación
religiosa en lo que alguna vez fuera -históricamente hablando- Bosnia y también
sobre el centro y el occidente de Hercegovina, en una gran parte de Dalmacia,
el Srijem, en Eslavonia e incluso en la diáspora croata, que moraba en
Vojvodina y en Hungría.
Inicialmente los franciscanos se protegían con la
Ahd-nama[3],
carta del sultán de significado internacional, que les extendiera Mohamed II
"El Conquistador" en ocasión de la conquista de Bosnia en 1463 [4].
Pero a partir de mediados del primer cuarto del s. XVI, cuando la autoridad
turca en Bosnia se consolida frente al occidente cristiano comienzan, por diversas
razones, fuertes persecuciones en contra de los croatas católicos y los guías
espirituales de estos, los franciscanos. El pueblo es sojuzgado de diversas
formas y con desmedidas obligaciones en tanto que los franciscanos son
golpeados, encarcelados y torturados, de modo que más de uno dio su vida por
defender a su religión y a su Iglesia. En su informe del año 1708 Fray
Juan Bautista de Vietri escribe: "No existe un pedazo de suelo que no esté
ahogado con la sangre de los pobres frailes".
Para mantener a los croatas dentro de la fe católica,
los franciscanos debieron luchar contra dos grandes fuerzas: por un lado el
imperio turco que, ya sea por medio de la fuerza o con promesas de privilegios
sociales, tentaba a los católicos a pasar al Islam; y por el otro lado la
Iglesia Ortodoxa, la cual con la colaboración de las autoridades turcas
trabajaba intensamente para someter a los católicos bajo su autoridad
espiritual.
Respecto de la gran presión que estos últimos
ejercían nos lo atestigua el canónigo de Šibenik, Dom Tadeo Miliniæ -de origen
bosnio- en su veraz informe al Gobierno de Venecia del año 1609:
"...y esta es la mayor dificultad y persecución que deben soportar los
católicos en estas tierras, y si los pobres padres franciscanos no se opusieran
a ello todos los años y con un gran esfuerzo económico, dificultades y
trabajo, hoy no se encontraría ningún católico no sólo en el Obispado de Duvanj
sino en toda Bosnia".
En el año 1768 fra Bono Beniæ, Provincial de
Srebrenica, informaba al Santo Consejo para la Propagación de la Fe, en Roma,
del siguiente modo: "Nosotros en Bosnia estamos entre dos fuegos que
siempre están ardiendo: por un lado los turcos y por el otro los griegos
ortodoxos. Los primeros hablan: "Si no hubiera frailes en nuestro país todo
este pueblo sería mahometano"; los segundos dicen: "Si no hubiera
frailes, todo este pueblo que hoy es romano (de religión católica) sería griego
(de religión ortodoxa)".
En verdad en esta difícil y desigual lucha, los
católicos de Bosnia y Hercegovina sufrieron grandes pérdidas. De los 40
conventos franciscanos de la Vicaría de Bosnia, de algunos cientos de
parroquias y de medio millón de católicos que vivían en los actuales
territorios de Bosnia y Hercegovina antes de la conquista turca, a principios
de la segunda mitad del siglo XVII no existían más que 7 conventos, todos ellos
endeudados hasta la cabeza. De los varios cientos de Iglesias, exceptuando las
de los citados conventos, sólo se conservó la pequeña Iglesia de
Podmilaèa, cerca de Jajce.
El número de católicos, que aunque por razones
naturales crecía en el orden del 2% anual, descendió a unas 130.000 almas.
Después de las guerras con Austria (1683-1699), cuando los lugareños
croatas perdieron toda esperanza de ver a Bosnia y Hercegovina libre de turcos,
una gran mayoría emigraron a tierras libres de turcos. Inclusive emigraron
ricos comerciantes de las ciudades de Bosnia o bien perdieron sus riquezas en
la guerra.
En Bosnia quedaron unos 25.000 católicos, mayormente
pobres campesinos y esclavos turcos, que se encontraron diseminados en zonas
montañosas y en general de difícil comunicación. Y con ellos se quedaron
los franciscanos. Pero ni con heroicos esfuerzos pudieron conservar más que
tres conventos: Fojnica, Sutjeska y Kreševac, alrededor de los cuales
reorganizaron la vida pastoral de los croatas católicos en 12 parroquias.
Aunque desde antes de estos sucesos, como en la actualidad, el fraile
franciscano ha sido para el pueblo croata de Bosnia y Hercegovina y en
particular desde estos hechos el que estaba siempre junto a él, presente como
pastor, maestro, consejero y protector.
Durante más de 200 años los párrocos de Bosnia
y de Hercegovina no tuvieron casas parroquiales ni Iglesias excepto la de los
citados conventos, sino que andaban de pueblo en pueblo, de una casa católica a
otra, consolando y enseñando al fiel pueblo los misterios de la fe. Ya
durante la década del veinte del siglo XVII, en su peregrinar pastoral fuera de
los conventos mudaron sus sotanas por ropajes típicos del pueblo para poder así
esconderse mejor en las casas campesinas, llamando así menos la atención frente
a extraños o ante el pueblo de otras religiones entre quienes debían
vivir y moverse. Los católicos solían presentarlos como sus tíos.
Justamente éste estrecho y duradero contacto entre
los franciscanos y el pueblo fue la razón por la cual los católicos de Bosnia y
Hercegovina estuvieron bien preparados en lo religioso y vivieron
ejemplarmente. Esto contribuía a mantener intacta la fuerza vital del pueblo,
de modo tal que los católicos croatas lograron reproducirse naturalmente y así
reemplazar las pérdidas sufridas. De esta forma los croatas de Bosnia y
Hercegovina de 25.000 católicos que había en 1725, crecieron a 63.000 en el
año 1768, a 209.391 en 1879, a 434.061 en 1910, y en vísperas de la
Segunda Guerra Mundial en 1939 llegarían a 644.614.
Que los franciscanos de Bosnia a pesar de todas las
persecuciones y ad versidades no claudicaran espiritualmente ni que tampoco
abandonaran Bosnia, se debe adjudicar a un verdaderamente heroico amor a la
religión católica y al pueblo croata, a su envidiable adhesión a su Provincia y
a sus conventos natales, y a su perseverancia por su trabajo en Bosnia. Por
ello el jesuita Daniel Farlati en su gran obra Illyricum sacrum, del
año 1751, con justicia escribió, y esto es válido hasta el año
1871: "Cualquier cosa que en Bosnia (exceptuando el Este de Hercegovina y
la Croacia ocupada por los turcos) ha quedado del espíritu y del nombre
cristiano, debe todo ello anotarse al incansable cuidado, a la duradera
preocupación y al trabajo apostólico de los frailes menores de la orden
franciscana".
Con sus sacrificios y su trabajo en la preservación
de la religión católica en Bosnia y Hercegovina, los franciscanos conservaron
el espíritu nacional croata que hoy, en las más orientales y expuestas regiones
croatas, confiesa sin temor su nombre de croata.
Sustentación de la comunidad y la conciencia nacional
croata
Otro gran mérito de la Provincia franciscana de
Bosnia es que en los más penosos momentos sustentó entre los croatas la
conciencia de su pertenencia a un solo y único pueblo croata. En los más
oscuros momentos de la historia croata en que su territorio fue desgarrado y
ocupado por extrañas y diversas naciones en que se intentó desde imponer
diversos nombres a esas regiones hasta desarrollar apartamentos regionales de
modo tal de alejar a los croatas de la madre patria, la cual por otra parte
también había caído "en los restos de los restos del glorioso reino
croata". Los turcos en Bosnia y Hercegovina, los venecianos en Dalmacia,
los húngaros en Eslavonia y Vojvodina, y los austríacos en los confines
militares.
Que los croatas en los varios siglos de gobiernos
extranjeros en estas re giones cercenadas no se hayan descroatizado y que entre
ellos no anidaran ideas regionalistas por encima de su nacionalidad croata, es
principalmente por la labor de la Provincia franciscana. Ella desplegó sus
esfuerzos desde el Adriático hasta Budapest y desde el río Drina a Trieste.
Ella con su organización y con su trabajo fue la única que durante siglos unió
las desmembradas partes del territorio croata. Con trabajo de unión de sus
feligreses logró mantener la conciencia de que los croatas de Bosnia, de
Dalmacia, de Eslavonia y del propio ducado de Croacia constituían una unidad y
que pertenecían a un solo antiguo y señero pueblo croata.
La Provincia franciscana de Bosnia con solo esto de
lograr que miembros provenientes de distintas regiones croatas -sometidas a
distintos países- se unieran en una misma comunidad lograron sostener la
conciencia de que todos ellos eran miembros de un mismo pueblo y que toda la
población de la que ellos mismos provenían pertenecía al mismo pueblo croata.
Esta conciencia nacional se desarrolló primero en los seminarios que se
impartían en los propios conventos y a los seminaristas, provenientes de
diversas regiones croatas sometidas a diversas naciones, se les enseñaba
que todos ellos eran "nosotros los croatas" como lo escribió fra
Lovro Sitoviæ de Ljubuški en el usado en ese entonces compendio escolar
franciscano de gramática latino-cirílica del año 1713. Esta conciencia
se repotenciaba a medida que los jóvenes franciscanos accedían a estudios
superiores en el extranjero y así comenzaban a rozarse con otros pueblos e
idiomas. Esta conciencia a una pertenencia nacional única del pueblo croata,
los franciscanos la llevaron a todos los estratos de la población, viviendo y
trabajando todos en consuno en ese sentido, ora en un lugar, ora en otro,
dentro de su extensa Provincia.
Cuando los franciscanos de la Provincia de Bosnia,
luego de las Guerras Austríacas (1683-1699), acompañando a los croatas
emigrados de Bosnia y Hercegovina que se diseminaron por los territorios del
norte en donde habitaban los católicos húngaros, alemanes y eslovenos o por el
sur en las ciudades venecianas de Dalmacia en donde tomaron contacto con los
italianos, se preocuparon que entre esos emigrados se conserve la pureza de la
pertenencia nacional croata.
Contribución a la creación del idioma literario
croata
La tercer gran contribución de los franciscanos de
Bosnia es haber cimentado el camino y contribuido notablemente a crear un
idioma literario croata que es el dialecto štokaviano. En la Edad Media, en
todas las regiones croatas comprendidas entre el río Neretva y la península de
Istria y entre el Mar Adriático hasta Kapela, se hablaba en el dialecto
èakaviano. Desde Kapela hasta el lago Balaton en Hungría y desde Srijem a
Eslovenia hablaban en el dialecto kaikaviano. La más antigua literatura croata,
incluso aquella en glagolítico, estaba escrita en el dialecto èakaviano. Pero
en las regiones mediterráneas y norteñas, por las influencias y acciones
culturales extranjeras, el latín oprimía al croata.
Sólo Bosnia escapaba a ello. En estos distritos, los
gobernantes, los nobles y la Iglesia Católica escribían en puro idioma popular,
en el dialecto štokaviano de la ikavica. Desde los años cuarenta del
siglo XIV los franciscanos de la Vicaría de Bosnia se abocan a este idioma
popular -conservando únicamente para la liturgia más solemne el latín- y
continúan con ese idioma después de la caída de Bosnia y la desaparición de la
dinastía nacional gobernante.
Para la enseñanza del cristianismo al pueblo
creyente los franciscanos de Bosnia escriben e imprimen libros en el idioma
croata en el dialecto štokaviano, con la pronunciación iekaviana o ikaviana,
indistintamente. A través de estos libros impresos por los franciscanos de
Bosnia los hombres con un espíritu más avanzado y amplio, que hablan en el dialecto
èakaviano o kaikaviano, reconocen que el eslavonio-dálmata-bosniaco štokaviano
es superior a otros dialectos que hablan los croatas.
Así el jesuita Bartolomeo Kašiæ (1575-1650),
èakaviano de la isla de Pag, por intermedio de estas obras de los franciscanos
conoce la belleza del dialecto štokaviano bosniaco y lo proclamó como el más
bello dialecto croata y tradujo a él diversos libros de las Sagradas
Escrituras.
Jacobo Mikalja (1600-1650), jesuita quien editó el
primer diccionario croata-latino-italiano, sostenía la idea que el "idioma
de Bosnia" era el más lindo de los dialectos croatas.
El Obispo de Zadar, O. Garzadoro, escribe en 1627 al
Prefecto para la Propagación de la Fe que "en Bosnia florece el idioma
croata". De la belleza del dialecto bosniaco todavía en 1601 escribía
Mavro Orbini: "los bosnios de entre todos los dialectos del idioma croata
poseen el más claro y bello hablar; más aún destacan, que hoy solo ellos cuidan
la pureza del idioma croata". En esta época prevalece entre los croatas la
creencia que el habla bosniaca que emplean y en el que escriben los
franciscanos es el más perfecto croata. Por eso el estudioso franciscano fray
Matías Pedro Katanèiæ de Eslavonia y que fue el primero en traducir e imprimir
en croata la Sagrada Biblia: Viejo y Nuevo Testamento, utiliza el dialecto
štokaviano de habla bosniaca que ponderaba como el más hermoso de entre los
dialectos y hablas croatas.
Desde principios del siglo XVI hasta el primer cuarto
del siglo XVIII los štokavianos bosnios, huyendo de los turcos junto a sus
guías espirituales, los franciscanos, inundaron primero la mayor parte de
Dalmacia, luego Zagorje, más tarde toda la Eslavonia, el Banato y el sur de
Hungría. De tal manera y ya desde principios del siglo XVIII el dialecto štokaviano
se convirtió en el habla de la mayoría del pueblo croata.
En el sur la alguna vez ciudad romano-bizantina de
Ragusa, ya bajo su nombre croata de Dubrovnik, recibe el dialecto štokaviano de
pronunciación iekaviana. Desde finales del s. XV se va destacando la formación
de la literatura croata escrita en iekaviano. Por ello cuando en los
años 30 del siglo pasado, durante el renacimiento cultural croata, se
trabajó para lograr finalmente un único idioma literario croata, y nada más
natural que tomar el dialecto štokaviano que por ese entonces era hablado por
la mayoría de los croatas y en el cual los franciscanos de Bosnia como los
dubrovnianos ya habían creado una envidiable literatura croata. En vista que
los impulsores del renacimiento cultu ral croata, Ljudevit Gaj, Janko
Draškoviæ, Stanko Vraz y otros eran de habla kaikaviana comenzaron a estudiar
el štokaviano de la obra Pjesnarice de fra Andrés Kaèiæ (1704-1760), que
fuera educado en la orden franciscana en Bosnia y sus poesías están inspiradas
en un espíritu nacional, recurriendo al dialecto štokaviano de Bosnia y
Hercegovina.
Tutela de la diáspora croata
Por último vale la pena anotar la especial
contribución de los franciscanos, que durante la época de la dominación turca
acompañaron en el exilio a los croatas de Bosnia y Hercegovina y
Dalmacia, trabajando en el cuidado espiritual de estos exiliados, velando por
la unidad idiomática croata, sus recuerdos y su conciencia. Esto último en
particular vale la pena recalcarlo respecto de los Bunjevci y Šokci en la
Vojvodina y de los croatas de Bosnia asentados en el occidente de Hungría, los
que más tarde fueron conocidos como los "croatas diluidos".
Traducción: Francisco M. Majcen
Željko Stipanoviæ, Vukovar
La vuelta a Ilok, la ciudad ubicada en el oriente de
la República de Croacia, luego de haberse concluido el feliz reintegro por vía
pacífica, coincidió con la fiesta de San Vicente, el patrono de la ciudad,
elegida para festejar junto con las autoridades y el pueblo local la vuelta y
el "Día del Vino", producto principal de esa región.
Según el último censo de 1991, este distrito tenía
entonces 9.870 habitantes, de los cuales el 70 por ciento era de nacionalidad
croata, el 12 por ciento eslovacos, el 7 por ciento serbios y un 10 por ciento
pertenecía a otras nacionalidades. A pesar de ello, los serbios se habían
adueñado de todo el poder diciendo que la región les pertenecía porque
en ella vivían serbios.
Luego de mucha lucha, innumerables inconvenientes y
maltratos y robos reiterados por parte de los serbios, la guerra había
terminado con la victoria del Ejército Croata, pero como hubo intervención de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la resolución del territorio
quedó pendiente, por vía de largas discusiones, porque los serbios no estaban
dispuestos a abandonar una región tan rica y cercana a sus fronteras.
Esta región danubiana, y especialmente Ilok y sus
alrededores, siempre fueron consideradas tierras muy ricas por su constitución
y sus cultivos, donde abundan tanto los cereales, como en la parte más alta y
soleada buenos viñedos que producen vinos especiales, que no tienen nada
que envidiar a los vinos blancos del Rhin. Además, en esa parte del país
siempre hubo posibilidades laborales, porque allí cuentan con la industria
textil Itex, el Agrocomerc - cooperativa agrícola de renombre- además de varias
vinerías. En sus cercanías estaba la fábrica de zapatos y botas Borovo. Sin
embargo, todo esto se volvió improductivo y abandonado al comenzar los
bombardeos del ejército serbio allá por 1991, cuando miles de hombres y mujeres
abandonaron sus casas, que fueron luego devastadas y varias de ellas destruidas
junto con la iglesia católica y el convento franciscano del lugar. Unas 8 mil personas
estaban exiliadas esperando volver. Y ese día por fin llegó.
Las autoridades croatas emprendieron largas
conversaciones, que duraron casi dos años, porque no quisieron entrar
por la fuerza, a fin de conservar lo que se había salvado de la ocupación del
ejército serbio en la región. Y se llegó a un acuerdo mediante previa votación
y la intervención de la ONU.
Las elecciones se efectuaron el 13 de abril de 1997.
Ganó el partido croata HDZ, el partido del presidente Franjo Tudjman, con algo
más del 70 por ciento de los votos. Ello permitió constituir las autoridades
del Municipio y del Concejo Deliberante, que se pusieron a trabajar de
inmediato para levantar los edificios en ruinas y reorganizar las fuentes de
trabajo. El intendente del lugar, Stipan Kraljeviæ, afirmó en su discurso de
apertura que no esperaba encontrar todo tan bien después de tantos desastres.
Dijo que la finalidad de reintegrar a cada familia a su hogar se está
cumpliendo. Hoy ya están reubicados los ciudadanos de Ilok, en su mayoría, en
lo que les pertenecía, y la demostraron su vitalidad para volver a vivir como
siempre. Dijo también que aún falta tratar de acomodar a los dueños de
las casas que están siendo ocupadas por los serbios. Este problema se trata de
resolver, buscando dónde ubicar a los intrusos. Elogió y agradeció a quienes
ayudaron, con un subsidio oficial, para terminar las instalaciones de la red
eléctrica y del suministro de agua. Destacó finalmente que un grave problema a
resolver está en vaciar las calles de la basura acumulada que dejaron los
antiguos ocupantes.
En la reunión masiva estuvieron presentes las
autoridades del Gobierno Nacional, llegadas desde Zagreb, encabezada por la
delegada presidencial Vesna Škare-Ožbolt y los intendentes de Osijek, Vukovar y
otros pueblos vecinos. Todos ellos expresaron su satisfacción por la vida
normalizada en esta parte del país, luego de tantos sacrificios y lucha.
Afirmaron la alegría de todos al observar que esta reintegración pacífica
representa el final feliz de una política y una persistencia tenaz del Gobierno
y pueblo croatas para tener a todo su territorio dentro de los límites del
Estado nacional y ubicar a cada ciudadano en el lugar a que pertenece.
Traducción: Ante Turica
Carlos Hoiæ
Entre el 20 y el 25 de octubre de 1998 tuvo lugar en
el Centro Cultural Recoleta Buenos Aires, la exposición de 14 trabajos en
técnica mixta del conocido artista croata Antun Mateš.
Antun Mateš nació en Zagreb en 1945. Exhibió sus
trabajos en forma independiente en 45 oportunidades y participó en más de 100
muestras colectivas en muchas ciudades del mundo: Nueva York, Melbourne,
Sydney, Nueva Delhi, Munich, Maguncia, Frankfurt, Trieste, Los Angeles,
Toronto, Zagreb y Ljubljana han conocido la producción de Mateš.
En la feria de libros de Frankfurt del año
1996, en fuerte competencia con otros 67 trabajos de artistas europeos, basados
en obras de los más grandes pintores europeos de este siglo como Picasso,
Matisse, Manet, Pisrro, y Andy Warhol, Mateš obtuvo el primer premio por su
almanaque ART Paseos Europeos, distinción que lo coloca en la vanguardia
de la expresión gráfica europea.
El mismo año publicó la monografía gráfica: Slike
i Sjeèanja (Cuadros y Recuerdos) y en estos momentos está trabajando en el
tomo: Las Ciudades del Mundo, que piensa editar en el año 2000,
en el que estarán incluidas las ciudades de América Latina que visitó en esta
última gira.
La base técnica de Mateš es la acuarela y la ya
olvidada acuatinta. Mateš capta sus objetivos a contraluz y compone sus cuadros
con fuertes pinceladas marcando bien los distintos planos, dando así una gran
profundidad a sus obras. Capta sus escenas con gran maestría y les agrega
detalles decorativos ya existentes en una sucesión de pinceladas atrevidas y
trazos audaces. Las escenas de los distintos barrios de su juventud y de su
ciudad natal, Zagreb, adquieren especial valor artístico, ya que muchas veces
se trata de temas cotidianos como un paso bajo nivel que en sí es un objeto
artístico prosaico. De la mano de Mateš este objeto banal se convierte en una
explosiva escena otoñal envuelta en misteriosas neblinas y decorada con
lámparas fantasmagóricas.
En las vistas de las ciudades famosas, Mateš se
revela como el maestro del contraluz y de la composición. Las vistas transmiten
una fuerte dosis de misterio y despiertan en el observador el imperioso deseo
de visitarlas. Su original producción nos indica que estamos en presencia de un
gran artista.
Christophe Dolbeau, Lyon
Entre los grandes crímenes que quedaron impunes y
voluntariamente ocultos ocurridos durante Segunda Guerra Mundial figura la
masacre de la elite de Dubrovnik en octubre de 1944. A la hora en el que
algunos predican el examen de conciencia y el arrepentimiento colectivo, a la
hora en que se comienza el juicio contra Dinko Šakiæ y el antifascismo está
otra vez de moda, quizás sería conveniente recordar asimismo a todos aquellos
que lo único que recibieron del comunismo triunfante de unidad y de fraternidad
fueron 12 balas en su cuerpo.
Centro de comercio, diplomacia, artes y letras, la
ciudad de Dubrovnik no posee una historia particularmente sanguinaria. El
período de 1941-44 constituye, sin embargo, una excepción y como tal es un hecho
lo suficientemente importante para que las futuras generaciones tomen
conocimiento y mediten sobre ello.
Primero hubo los excesos del ocupante extranjero,
italiano o alemán, después los excesos criminales de ciertos extremistas
croatas. Adversarios del régimen y resistentes honestos fueron encarcelados y a
veces injustamente maltratados. Inocentes, a menudo judíos, fueron tormentados
por motivos moralmente inaceptables. Estas víctimas son bien conocidas y a lo
largo de los 45 años de dictadura absoluta, el comunismo yugoslavo les
consagró numerosas liturgias. Lo que se ignora, en cambio, es lo ocurrido
durante el otoño de 1944, cuando la ciudad de San Blas cae bajo el poder
de los partisanos y comienza la inquisición comunista...
Volvamos brevemente al curso de los acontecimientos.
La ocupación de la ciudad comienza el 17 de octubre y se completa el 19, fecha
en la que las tropas alemanas, los ustachis y sus respectivos colaboradores
abandonan definitivamente la región para replegarse en buen orden hacia Split.
La atmósfera en la ciudad de Dubrovnik es calma ya que a priori los
habitantes no tienen nada que temer; además el hecho de haberse quedado hace
suponer que tenían la conciencia perfectamente tranquila. Lo que muchos de
ellos ignoran, sin embargo, es que los nuevos amos de la ciudad tienen dos
objetivos prioritarios: castigar a los croatas y eliminar todo elemento
susceptible de obstaculizar a la instaura ción de un régimen marxista-
leninista.
Bajo el mando del mayor Nikola Ljubibratiæ, un
antiguo cartero, los partisanos -ortodoxos de Hercegovina y montenegrinos-
comienzan de inmediato a purificar la ciudad: varios ciudadanos son matados sin
ningún tipo de proceso y decenas de otros son encarcelados. En Gruž hay una
compañía de marinos británicos que llegaron por mar pero se mantienen al
margen de la persecución.
Reuniones masivas, proclamaciones, bailes y fiestas
populares no logran disimular por mucho tiempo el clima de terror que reina en
Dubrovnik, donde el Comité de Liberación del Dr. Ivo Nikšiæ, totalmente
descontrolado, terminará pura y simplemente por ser disuelto por los militares.
El 25 de octubre, o sea apenas ocho días después de la llegada de los
partisanos, aparecen carteles en el Stradum: anuncian fríamente que 35
"traidores" han sido ejecutados. Un segundo grupo, de la misma
importancia, sufriría idéntica suerte.
La gente se pregunta quienes serían estos
saboteadores peligrosos. "Algunos fascistas con antecedentes
particularmente comprometedores? "Criminales de guerra que habrían
cometido la imprudencia de quedarse en la ciudad?
Nada de eso. En realidad se trata de notables y de
religiosos que los co munistas deciden simplemente sacarse de encima. Su único
crimen, oh! cuán inmenso, es de pertenecer a la clase dirigente que el nuevo
poder ya no quiere, o de encarnar una Iglesia Católica y Romana que polariza el
odio tanto de los ortodoxos como de los marxistas. En primera fila de los
ajusticiados figuran personas destacadas como el Dr. Ivo Karloviæ, director de
la Escuela de Comercio, los abogados Niko Koprivica (Jefe del Partido
Campesino) y Baldo Pokoviæ, el Capitán diplomado Željko Miliæ, director de la
escuela naval, el profesor Maks Miloševiæ, director del Liceo, Ivo Peko,
director de la estación de radio, el periodista Ivo Berkoviæ, el institutor
Niko Baèa y el sindicalista Ante Breškoviæ. También se encuentran comerciantes
como Ivo Kordiæ y Pero Miloševiæ, artesanos como el panadero Frane Vojvodiæ, el
tipógrafo Petar Barbir y Baldo Crnjak, y miembros de la juventud católica como
Ivan Kubes, Josip Tuta y Slavko Barbir.
Del lado de los eclesiásticos, las víctimas son
asimismo bastante numerosas. La matanza comienza ya en 1943 y las primeras
víctimas son el seminarista Baldo Beato, asesinado en Ravno, y el Padre Karlo
Kiš, párroco de Mljet. En el ano 1944, la persecución a los sacerdotes se
recrudece; el canónigo Nikola Fantela sucumbe torturado y ahogado cerca de
Lastovo; el Padre Ante Baèiæ, párroco de Viganj, tirado al precipicio de
Vranina cerca de Vela Luka, y el célebre compositor franciscano Bernardino
Sokol, torturado y ahogado en Badije (Korèula).
En octubre de 1944 en el mismo Dubrovnik hay por lo
menos 15 sacerdo tes que marchan al suplicio; citemos entre otros al
franciscano Gerardo Barbir; el Padre Marijan Blažiæ, eminente científico y
autor de varias obras; el Padre Toma Tomašiæ, director del Colegio Franciscano;
el capellán de la juventud católica Padre jesuita Petar Perica; el párroco de
San-Mihajil Padre Gjuro Kreèak; el Padre Kalafatoviæ-Miliæ, párroco de Kuna y
Orašac; el Padre Mato Dobud, sacerdote retirado; el Padre Ivan Brajnoviæ,
párroco de Skaljari (Kotor); el Padre Josip Smit; el Padre Luka Grkovi, párroco
de Lisac; el Padre Ivan Jelinoviæ, párroco de Gruda y el joven dominico Dominik
Barac.
Como reacción a esta masacre y por iniciativa de
Petar Bakiæ, un campesino de Cilipe, un grupo de resistentes de
"Križari" aparece en la región de Konavle donde causan algunos
problemas a las tropas de ocupación serbo- comunistas. Después todo eso terminará
por caer en el olvido...
Eliminados de manera puramente arbitraria, solamente
por motivos políticos y sin ningún tipo de juicio, la mayoría de los mártires
de Dubrovnik murieron en un lugar imprevisto, la pequeña isla de Daksa,
la misma donde Santiago llega a buscar reposo y donde Gunduliæ compone sus
"lágrimas del hijo prodigo".
"54 años más tarde, no sería un buen
momento y justo gesto el erigir un monumento en memoria de estas víctimas en
ese pequeño y apacible lugar de Croacia?
Traducción: Marija Vrljièak
Zoran
Vukman, Split
Se recrimina a Croacia que no destaca más su
tradición antifascista, pero se olvida que los titoistas abusaban de ello.
En la actualidad Croacia festeja el día de la lucha
antifascista en forma de feriado; ello ha provocado ciertas controversias. Ese
día está marcado como un contrapunto ideológico envuelto en el signo diabólico
de una verdadera separación dentro del pueblo croata. Unos lo marcan como un
símbolo de sus ideologías personales, seguros que ese día está dedicado a ellos
exclusivamente para curar así sus frustraciones yugófilas, o el día que los
antepone sobre los ex-ustachas. Otros, por su parte, afirman que eso esperan de
nosotros los de afuera, y los terceros lo ignoran porque para ellos existe
solamente el diez de abril. Hay otros más que como antifascistas de verdad
tratan de resolver este juego político sacándolo del círculo cuadrado.
Realmente es necesario delimitar ese día según sus
propios méritos sin caer en maliciosas intenciones politiqueras, para no caer
en el ridículo de que se transforme en tragicómico. Es necesario juzgar lo que
ha ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial en forma honesta, sin menoscabar
a nadie. Aquí no hay lugar a ningún revisionismo (la palabra que no le cae bien
a los vencedores): se trata de lo necesario para que los croatas que tienen la
responsabilidad política tomen cartas en el asunto. Un examen de conciencia
ahora, medio siglo después, no vendría mal a nadie. Eso lo deben a las futuras
generaciones y a sus propias conciencias. Deben preguntarse si de verdad los
sobrevivientes partisanos, comunistas o ustachas están en condiciones de
reexaminar sus posiciones, que costaron a nuestro pueblo croata esos dos
totalitarismos. "Será posible finalmente separar el antifascismo como
posición e idea en Croacia de los diferentes agregados comunistas?
Mientras Europa luchaba para vencer a Hitler, para
luego de 1945 edificar la democracia, los antifascistas croatas fueron
políticamente destruidos por los comunistas yugoslavos juntos con los chetniks
panserbios, que cambiaron sus gorras realistas por las de la estrella roja a
último momento antes de terminar la guerra. Mientras tanto la idea de la
renovación del Estado de Croacia se diluyó como la ilusión en la noche de la
prepotencia granserbia y del delirio patológico tipo bolchevique de la
posguerra.
Hoy se menosprecia el hecho de que los hombres, como
ser el presidente Tudjman, el general Bobetko, los generales croatas Sibl y
Rukavina, como también el ex-intendente de Zagreb Holjevac junto con tantos
otros patriotas y verdaderos representantes del antifascismo croata, supieron
con servar en la ex-Yugoslavia comunista y proserbia su auténtico sentimiento
nacional croata, soportando por ello las persecuciones bien conocidas.
Se olvida también que los más destacados hombres de
letras en Croacia: Miroslav Krleža, Vladimir Nazor, e Ivan Goran Kovaèiæ eran
destacados hombres de la elite antifascista croata, a los cuales tanto el
comunismo como el fascismo les fueron ajenos a su pensar. Krleža había
terminado con el bolchevismo ya antes de la guerra. Muchos comunistas, que hoy
aparecen como grandes demócratas y febriles antifascistas, como partisanos en
los bosques, pedían su cabeza. "Por que no se habla de eso? Muchos
compatriotas que lucharon contra el movimiento antifascista vivieron
descorazonados después de la guerra. Pudieron elegir las nuevas autoridades
sólo entre los granserbios y entre los puros comunistas de verdad que estaban
al servicio de estos. Se preguntaban por qué entonces morían en Sutjeska y
Neretva. Solamente para devolverles a los serbios su nueva Yugoslavia. Ahí
reside la gran paradoja de la lucha anti fascista croata!
Se recrimina a Croacia que no destaca más su
tradición antifascista, pero se olvida que los titoistas abusaban de ello. Por
eso, cuando se habla del antifascismo en Croacia, entonces hay que
definitivamente negar el derecho a los comunistas y a yugoslavos que falsamente
se presenten como antifascistas. Porque por representar una ideología
totalitaria no tienen derecho de autoproclamarse como luchadores contra otra
ideología totalitaria. En consecuencia, la necesidad de examinarse moralmente
sobre su propia participación en la historia, impone a todos los
sobrevivientes, tanto a partisanos como a ustachas y domobranos, preguntarse en
la oportunidad del día del antifascismo lo siguiente: "Que pueden hacer
ahora para contribuir a que termine la Segunda Guerra Mundial entre nosotros
los croatas?
De Slobodna Dalmacija. Tradujo Ante Turica
Mato Marèinko, Zagreb
Allá en el siglo XVII en la era de los nobles, zares
y condes, en Croacia, que estaba en unión personal con la corona de los
Habsburgo, vivían dos familias de nobles con raigambre de siglos como las
familias más poderosas, ricas y llenas de gloria porque varios de sus
antepasados luchaban por la libertad de su pueblo sea en el campo de batalla o
en la diplomacia como virreyes o banes croatas. Se trata de las familias de
Zrinski y Frankopan, ambas originarias de las costas dálmatas, que además
tenían posesiones en varias partes del norte y centro del país.
Petar Zrinski y Franjo Krsto Frankopan eran muy
conocidos y queridos por el pueblo croata debido a su humanidad y lucha
permanente contra las pre tensiones centralistas del imperio austro- húngaro de
Viena, que trataba de imponer todo el peso de la guerra contra las invasiones
turcas sobre el pueblo croata, reduciendo su poder sobre algunas provincias
limítrofes, donde se daba todo el poder civil y militar a los militares
centralistas austríacos. En esa lucha el ban o virrey Petar Zrinski recordaba
al poder central que Croacia no es un país conquistado por nadie, sino que es
totalmente libre, porque existe un acuerdo firmado en el año 1527 con el
entonces emperador austríaco Ferdinando de Habsburgo, donde figura que él fue
elegido libremente por el Parlamento croata (Sabor) en función de rey de
Croacia y no como emperador. Así figuraba siempre en el titulo oficial
"emperador de Austria y rey de Croacia, etc."
Franjo Krsto Frankopan apoyaba a Zrinski en esta
lucha contra los abusos del poder central. Además Zrinski estaba casado con la
hermana de Frankopan, haciendo así una amistad firme en todas sus relaciones
oficiales y privadas. Viendo en el palacio imperial que esta oposición a su
omnipotencia tiene siempre mayor apoyo en todos los niveles del pueblo croata,
tanto en la aristocracia, como entre los militares y el pueblo en general,
formaron juicio contra el ban y su cuñado denunciándolos por "alta
traición". Si bien el ban croata, según la ley, solamente podía ser
juzgado por el Sabor, ambos aceptaron enfrentar el juicio pensando que podrían
sacar algunas ventajas ante los dictados centrales. Ocurrió que sin más fueron
condenados a muerte por traición con la pena de su inmediata decapitación. Eso
ocurrió el día de 30 de abril de 1671 en Wienemstadt, lugar cercano a Viena.
Además se les secuestraron sus tierras y todas las pertenencias que luego
fueron regaladas a nobles austríacos y húngaros. El pueblo quedó acongojado y
muy triste por esta traición del gobierno imperial, viéndose desprotegido con
la pérdida de sus dos mejores amigos.
La esposa de Zrinski, Katarina, quedó internada en un
convento dominico de Graz, donde murió en 1673, dejando varios libros de poemas
en idioma croata. Su memoria nunca se borró dentro de las masas del pueblo
croata, que hoy día en algunas provincias recuerdan el día de su muerte y
recitan sus canciones patrióticas y otras de carácter religioso.
Apenas se derrumbó el imperio austro- húngaro, las
autoridades croatas a pedido del pueblo trasladaron los restos de Zrinski y de
Frankopan a Zagreb, donde actualmente yacen en la catedral. La fecha de su
muerte fue declarada como feriado nacional siempre teniendo en cuenta que
murieron inocentemente por luchar por los derechos de libertad e independencia
de su patria.
El conocido historiador croata Ferdo Sisiæ describió
de este modo la suerte de estos dos próceres: "De esta manera perdieron
sus vidas estos dos nobles croatas, cuya culpa fue que quisieron liberar su
patria del poder despótico alemán- austríaco".
En el mismo sentido escribió el escritor local
Miroslav Kurelac diciendo: "La lucha de Zrinski y Frankopan por la
independencia y soberanía de Croacia se considera como el acontecimiento
central de la historia croata del siglo XVII. Es un episodio histórico de suma
importancia... Ellos no transgredieron ninguna ley, sino como representantes
legales de una Nación lucharon por el respeto de sus derechos históricos. Con
toda la razón destacaron su amor y su conciencia nacional, como también su
responsabilidad como auténticos defensores de los derechos de su patria hasta
el final".
Quedaron también varias obras literarias tanto de
Zrinski como también de Frankopan, igual que los dos libros de poemas ya
mencionados de Katarina Zrinski. Están escritas en el viejo idioma croata, si
bien en esa época el idioma literario de casi toda la Europa era el latín. Su
conciencia nacional, como se ve, les indicaba escribir en su idioma nacional.
El recuerdo que dejaron estos dos próceres en la
memoria del pueblo croata quedó reflejada en las canciones patrióticas, donde
se los menciona en su verdadera grandeza como defensores de la libertad
nacional. Los homenajes que hacen todos los que visitan la capital Zagreb al
visitar las tumbas de sus históricos banes es otra señal de la
popularidad que aún tienen en la memoria del pueblo. Hace poco hubo otro índice
de la gloria que tienen estos mártires entre la juventud combatiente; que quedó
evidenciada cuando en la reciente guerra con el ocupador serbio las banderas de
dos regimientos llevaron los nombres de Zrinski y Frankopan.
El periodista y escritor croata Marko Basiæ presentó
un detallado trabajo bajo el título de arriba, que salió entero en la Hrvatska
Revija, Zagreb, 1-2, 1998, págs. 137-153. Aquí traemos un resumen con los
principales datos sobre el problema de la erradicación de la población croata
en una región bosniaca entregada mediante el acuerdo de Dayton a los serbios.
***
Es conocido el hecho que la guerra que terminó con la
destrucción de la Segunda Yugoslavia y la renovación y formación de los Estados
de Croacia, Eslovenia y Bosnia y Hercegovina, tuvo su fin con el acuerdo de
Dayton (USA). En dicho acuerdo se formaron finalmente dos repúblicas internas:
la Federación Croata-BH y la República Serbia. Para satisfacción de los serbios
luego de que bombardearon las ciudades bosniacas, eliminando a la población
no-serbia a través del genocidio y campos de concentración o de exterminación,
etcétera, dicho acuerdo terminó regalándoles casi la mitad del territorio
bosnio (49%), a pesar de tener apenas un tercio de la población de esa
nacionalidad.
Entre otras, allí se coló una provincia entera
llamada Posavina Bosniaca, que es el valle que corre del lado derecho del gran
río Sava. Este valle, rico desde el punto de vista agrícola y ganadero, según
la estadística oficial del año 1991 estaba formada con esta población:
46,53% de croatas, 35% de serbios, y 18,46% de musulmanes. Es interesante
agregar que esta provincia fue entregada a los serbios siendo una de las más
ricas de la República de Bosnia y Hercegovina, bajo el pretexto de facilitar a
los serbios un corredor hacia Belgrado. De acuerdo a las poblaciones, los
serbios ahora tienen allí bajo su poder 26 de las 47 parroquias católicas
croatas, el 55,31%.
El autor dice expresamente lo siguiente sobre las
decisiones del pacto de Dayton: "Los habitantes del Posavlie están de
acuerdo que debe reinar la paz, pero no la paz de Dayton, que debe entrar en la
historia como la paz impuesta a la víctima (del ataque serbio), que ha
legalizado sus crímenes y su ocupación de la Posavina Bosniaca y así agregó a
la marioneta serbia de Dayton, la República Serbia, casi la totalidad de su
territorio. Después del Dayton, a los croatas les quedó apenas cerca del 23,32%
de toda la superficie".
De verdad no existieron razones para las conclusiones
políticas de Dayton, con las cuales se desconoce la característica nacional
croata de esa región. Cuando ya los políticos norteamericanos no reconocen los
derechos históricos, tenían que haber respetado por lo menos los factores
demográficos existentes antes de la agresión serbia efectuada en el año
1993.
Ante este hecho impuesto por la diplomacia americana,
surgió la protesta abiertamente y con los argumentos del comité por la
integridad político-territorial con la Posavina Bosniaca con la sede en
Vidovice, el pueblo situado en la frontera entre la República Serbia y la
Federación Bosniaco-Croata. Su finalidad consiste en la lucha para conseguir la
anulación de la entrega de la Posavina de la República Serbia, nacida en
Dayton. A tal fin se elaboraron y remitieron a todas las entidades mundiales
interesadas los datos sobre la población croata y musulmana desde 1993 en
adelante. Estos documentos están corroborados por la firma de todos los
partidos democráticos croatas, cuyos documentos se agregaron al trabajo
original.
A las protestas se suman otras instituciones croatas,
como ser la Conferencia Obispal Croata, la Justicia y Paz de la Conferencia de
los Obispos Croatas, como también algunas instituciones de los emigrantes
croatas en el continente americano como el Partido Croata de los Derechos, de
Canadá. También está allí la carta de adhesión de la Unión Cristiana- Demócrata
Croata de Bosnia y Hercegovina. Entre otras cosas se solicita la revisión de
algunas conclusiones de Dayton a fin de corregir las equivocaciones cometidas,
"porque la Posavina Bosniaca debe estar dentro del contenido de su natural
contexto político, y este nunca puede estar dentro de la entidad
artificialmente impuesta por los Acuerdos de Dayton, la República Serbia"
porque allí nunca hubo población mayoritaria de esa nacionalidad, sino todo lo
contrario. Así termina este trabajo con el material documental de tres
diagramas con los datos demográficos oficiales.
Resumió del croata: Ante Turica
Veljko Deur
El día 8 de julio, en el ciclo "Conciertos del
Mediodía", que organiza el Mozarteum Argentino en el teatro Gran Rex, con
entrada libre y gratuita, se presentó en su primera visita a Buenos Aires, el
pianista croata Alex Raèiæ de 29 años. El artista interpretó obras de
Schubert: Tres piezas D946 de extraordinaria calidad que algunos la
llaman Impromtus y de Liszt la monumental Sonata en Si menor.
En el programa de mano hemos leído que "Alex
Raèiæ nació en Zagreb. A los cinco años de edad empezó a tomar clases de
piano con la renombrada pedagoga Ljerka Caviæ-Tomèik. Con quince años
fue admitido como alumno más joven, en la Academia de Música de Zagreb,
graduándose como pianista con honores. Obtuvo numerosos premios nacionales e
internacionales. Se ha presentado en concierto tanto en su país como en el
extranjero.
"Con su fama de niño-prodigio a cuestas,
quiso Alex Raèiæ profundizar su cultura clásica para lo cual ingresó en el
Conservatorio de la Ciudad de Viena, con la conocida profesora Helene Stadler
Sedo, logrando mayor expresión de su excepcional talento.
"Se presentó, en 1993, en la Arkadenhof en
Viena; en la Opera de Zurich con conciertos de Mozart (1994); en la Sala Grande
del Musikverein, en Viena con el Concierto para piano Nro. 5 de
Beethoven (1995), y en 1996, con la Orquesta de Cámara de Viena en el Crucero
"MS Europa", con gran éxito siendo el favorito del público. Con la
Philharmonia de Viena, dirigida por Ola Rudner, participó interpretando el Triple
Concierto de Beethoven en Japón.
"Recibió, en 1994, una beca de la Fábrica de
Pianos Bösendorfer, además de un piano de cola. Ese mismo año obtuvo
también becas de parte de la ciudad de Viena, y los Conservatorios de la misma
ciudad. En 1995 los Conservatorios de Viena le concedieron el premio de Fomento
Musical.
"Realizó numerosos recitales en Austria, donde
vive y encontró una segunda patria, y en el extranjero: Israel, Japón,
Alemania. Sus primeros discos compactos con obras de Chopin aparecieron en
1997".
En el diario La Nación, Martín Liut escribe
"con sólo dos obras, Raèiæ sumergió a los presentes en el teatro Gran Rex
dentro del universo sonoro del romanticismo: las Tres piezas para piano
de Schubert, y la monumental Sonata en Si menor, de Liszt. A lo largo
del recital, el pianista, nacido hace 29 años, en Zagreb, Croacia, se
mostró como un intérprete valioso, a punto de ingresar en su etapa de madurez.
El crítico musical Liut dice que "Raèiæ ofreció una impecable versión de
las tres piezas de Franz Schubert. Con un sonido potente y una mano derecha que
sacó al primer plano cada una de las lineas melódicas schubertianas, Raèiæ
estuvo en "casa" con el compositor del romanticismo temprano.
"Después de tomarse un minuto fuera del
escenario, Raèiæ encaró la sonata que escribió Franz Liszt, una de las obras
cumbres del repertorio pianístico de fin del siglo pasado. En un solo
movimiento de alrededor de 30 minutos de duración, el compositor obliga a los
intérpretes a un tour de force técnico y musical".
El crítico musical dice "que Liszt produjo una
paleta de climas que pasa sin transición de un lirismo intimista a su típica
explosión dramática y de exigente virtuosismo". "Se puede decir
-continúa Liut- que Raèiæ tiene la Sonata 'contra las cuerdas'. Triunfa en los
pasajes intimistas, cantando con claridad y sin apuros, pero sólo
"empata" en los momentos agitados. Allí se deja ganar por su ímpetu.
Todo el empuje y la entrega de Raèiæ fueron su fuerte.
"Obviamente, termina el critico, después de
semejante esfuerzo titánico, el público ovacionó a Raèiæ, que lo retribuyó con
un bis". Nuestro talentoso pianista interpretó fuera de programa un
bellísimo nocturno de Chopin. Tocó con simplicidad la música de Chopin que es
elegante y distinguida. El joven croata tiene capacidad expresiva como lo
demostró también en este nocturno de Chopin. La tendencia de Alex Raèiæ hacia
la actitud romántica es muy conocida en sus primeros discos dedicados
principalmente a Chopin.
El Mozarteum Argentino organizó también una gira de
conciertos del pianista Raèiæ por el interior de Argentina, ofrecidos en las
ciudades de Rosario, Jujuy y Neuquén. También se presentó en Montevideo,
capital del Uruguay y en Punta del Este".
El 8 de septiembre de este año en la repleta
catedral de Poreè -que data del siglo IV y es conocida como Eufrasiana- fue
celebrada solemnemente la nominación de la basílica en la lista de los 532
monumentos de la herencia cultural del mundo en el registro de la Unesco.
La celebración comenzó con una misa a cargo del
Arzobispo de Rijeka-Senj y asistida por varios otros arzobispos y obispos.
Estuvieron también presentes altas autoridades civiles y un público numeroso.
Después de la Misa fue convocada una reunión en la
Casa Municipal (anteriormente la iglesia de los conventuales) con eminentes
invitados, la cual se llevó a cabo en tres idiomas. Con especial atención se
esperaban las palabras del presidente del Centro para la conservación de la
herencia mundial Bernard von Droste, quien habló en nombre del Secretario
General de la Unesco, Federico Mayor. El orador felicitó la nominación y acordó
las obligaciones del cuidado y promoción del complejo Eufrasiano, que junto con
el núcleo antiguo de la ciudad de Trogir está en el registro de la Unesco.
Existen también otros complejos como el convento de
los padres dominicos de Dubrovnik y se espera la nominación del núcleo antiguo
de Dubrovnik, Plitvice, etc. El orador aseguró que Croacia y su belleza y
riqueza en valiosos tesoros agrandará la lista con otros nombres.
Una larga lista de conferencias fue pronunciada a lo
largo de los tres días, presentando así a la basílica desde varios ángulos.
Para la memoria de los feligreses hay que destacar que en el primer tiempo de
comunismo en Croacia -cuando la lucha contra la fe era muy fuerte- las
autoridades de esa época decidieron cerrar la basílica y transformarla en
museo.
Solamente el heroísmo del obispo local y del párroco
pudieron salvarla. Con la excusa de reparar una insignificante rajadura en una
columna, llenaron la basílica con vigas. El obispo y el párroco aceptaron dar
la misa entre vigas durante diez años. Un poco más tarde, por el avance
del agua marina quisieron sacar los mosaicos del piso del siglo IV y llevarlos
a un museo en Belgrado. La resistencia del párroco lo impidió. Ahora el piso se
encuentra cubierto por las copias del verdadero mosaico y los originales están
en el museo diocesano que se encuentran en el palacio obispal del siglo V.
Estos serán con la basílica y la casa parroquial del siglo XII un complejo
religioso especial.
La basílica de Poreè llegará a ser el más fuerte
medio evangélico en la región, porque los monumentos de la lista de la Unesco
son visitados por unos 150 millones de turistas.
Marijan Jeleniæ, Glas Koncila, septiembre de 1998
Tradujo: Mira Dugaèki
Marko Sinovèiæ nació en Novigrad el 12 de abril de
1917. Terminó los estudios secundarios en Sinj en el año 1939. En 1947
se recibe en la Facultad de Derecho de la Universidad de Firenza (Italia) y el
mismo año llega a la Argentina como exiliado político. Es muy activo
entre la comunidad croata. En el año 1948 edita Manual de idioma
español para los croatas y en 1950 publica el libro NHD u svjetlu
dokumenata (Estado Independiente de Croacia a la luz de los documentos).
Con su esposa Ana Eisenhauer edita la colección de la lírica patriótica croata Trubljaèi
slobode (Mensajeros de la libertad) en 1965. De 1953 hasta 1970 edita la
revista Hrvatska Misao (Pensamiento croata). En la década del ochenta
fue nombrado Procurador de la postulación para la beatificación del Siervo de
Dios Ivan Merz y edita El águila de las alas doradas, hoja informativa para
la promoción del culto del Siervo de Dios Ivan Merz. En el año 1991
publica el libro Hrvata u Argentini (Los croatas en la Argentina y su
aporte a la cultura croata). Colabora en muchas revistas y periódicos patriotas
croatas, como también en Studia Croatica.
El día 19 de octubre del corriente año en el
salón de esmeralda del Hotel Esplanada de la ciudad de Zagreb, capital de
Croacia, fue presentada a la opinión pública la segunda edición, ampliada con
nuevos documentos, del libro del señor Sinovèiæ EstadoIindependiente
de Croacia a la luz de los documentos.
En el mencionado salón completamente colmado por
varios centenares de personas fue presentada la nueva edición del libro por los
señores prof. Dr. Biondiæ, prof. Dr. Ivan Luèev, Ing. Darko Sagrak e
Ing. Pandža. Los oradores fueron interrumpidos varias veces por fuertes
aplausos de los presentes.
En el acto estuvieron presentes destacados
representantes de la cultura, de la ciencia y de la vida política y social de
la República de Croacia, entre los cuales menciono al Dr. Zvonimir Šeparoviæ,
ex-Ministro de Relaciones Exteriores del actual gobierno croata, actualmente
Presidente de la Asociación de las Víctimas de la Guerra en Croacia. También
fueron presentes los sobrinos del autor del libro, que viven en Croacia. Una
vez terminado el acto se pasó a un salón contiguo donde todos los presentes
fueron agasajados con un ágape.
Esta presentación del libro del señor Sinovèiæ
se transformó en un acto de conmemoración del Estado independiente de Croacia,
seguramente el primero después de la proclamación de la República de Croacia.
Ljeposlav Periniæ
República
de Croacia
Oficina
del Presidente
Centro de
Documentación
Zagreb, 9 de septiembre de 1998
Señor Ljeposlav Periniæ,
Agradecemos el ejemplar de la revista Studia
Croatica, año 39/1998 número 2 (137) que ha enviado al Presidente de
la República de Croacia, Dr. Franjo Tudjman.
Atentamente,
Prof. Petar Mamiæ
Jefe del Centro de Documentación
La Comisión Directiva del
Encuentro de Escritores de Avellaneda, EDEA, entregó el Tercer Premio en
Narrativa en el Segundo Certamen Nacional de Poesía y Narrativa a la escritora
Ana Blažekoviæ, colaboradora de nuestra revista. El Acto Académico de entrega
de premios se llevó a cabo el día 16 de octubre en la Asociación Gente de Arte
de Avellaneda. -Expresamos nuestras más sinceras felicitaciones!
[1] Bogomilos: individuos de una secta religiosa creada en Bulgaria en el siglo X por el maniqueo Teófilo, conocido allí por Bogomil. El movimiento de los bogomilos penetró en Serbia y Bosnia alcanzando su máxima difusión en el siglo XIII, y desapareció en el siglo XIV. No tenían sacerdotes y negaban la validez de los sacramentos.
[2] En croata el refrán dice: "Kuda turèin s èordom, Tuda fratar s torbom".
[3] Ahd-nama: Dominik Mandiæ define la Ahd-nama como una "carta solemne en forma de pacto que los sultanes expedían a los representantes soberanos de otros Estados. En dicha carta el Sultán concede plena libertad individual, patrimonial y religiosa a los franciscanos bosníacos e indirectamente a los feligreses a su cuidado" (ver "Bosnia y Hercegovina Provincias Croatas" de Dominik Mandiæ, en "Bosnia y Hercegovina. Aportes al esclarecimiento del origen de la Primera Guerra Mundial". Edición Especial de Studia Croatica, pág. 172, Buenos Aires 1965).
[4] La Ahd-nama fue otorgada el 28 de mayo de 1463 y fue acordada al custodio bosníaco Fra Angel de Vrhbosna. Ob. cit., pág. 172, nota 94.