Studia Croatica, N° 138

STUDIA CROATICA

Año XXXIX, Buenos Aires, diciembre de 1998, número 138

LA BEATIFICACION DEL CARDENAL STEPINAC.. 1

DECLARACION ANTE EL TRIBUNAL COMUNISTA.. 17

GRACIAS JUAN PABLO II. 21

CROACIA: MITO Y REALIDAD.. 22

LA PROVINCIA FRANCISCANA DE BOSNIA.. 41

EL RETORNO AL SRIJEM DESPUES DE LA REINTEGRACION.. 45

ANTUN MATEŠ - UN ARTISTA CROATA.. 46

HACE 54 AÑOS, LOS PARTISANOS PURIFICABAN DUBROVNIK.. 46

CROACIA Y EL ANTIFASCISMO.. 48

ZRINSKI Y FRANKOPAN: MARTIRES POR LA LIBERTAD.. 49

PROTESTAS CONTRA LA ERRADICACION DE CROATAS EN BOSNIA.. 50

RECITAL DEL PIANISTA CROATA ALEX RACIC EN BUENOS AIRES. 51

EUFRASIANA EN EL REGISTRO DE LA UNESCO.. 52

LIBROS. 53

Marko Sinovèiæ: Estado Independiente de Croacia a la luz de los documentos. 53

CARTA DE AGRADECIMIENTO.. 54

PREMIO LITERARIO PARA ANA BLAŽEKOVIÆ.. 54

 

 

LA BEATIFICACION DEL CARDENAL STEPINAC

El Papa Juan Pablo II visitó Croacia entre el 2 y el 4 de octubre de 1998 con motivo de la beatificación del Cardenal Alojzije Stepinac. Traemos en la presente edición de Studia Croatica una crónica de la visita papal, junto con una serie de discursos proclamados. Reproducimos aquí los discursos y comunicados emitidos en ocasión de esa histórica visita, así como una breve crónica.

Comunicado del Arzobispo de Zagreb, Mons. Josip Bozaniæ

Poco antes de la visita papal a Croacia, el Arzobispo de Zagreb y Presidente de la Conferencia de Obispos de Croacia Mons. Josip Bozaniæ, dio un comunicado en el que se recuerda que las últimas palabras del Papa en la misa en Zagreb el 11 de septiembre de 1994 fueron: "Tengo la esperanza de que tendré otra ocasión de ver vuestra patria, varias ciudades y varias iglesias en Croacia". Esta esperanza se está haciendo realidad.

El Papa Juan Pablo II nuevamente visita Croacia. Esta estará marcada por dos mártires: San Domnio, el obispo de Solin y mártir de los primeros siglos de cristianismo y el Siervo de Dios Alojzije Stepinac, Arzobispo de Zagreb y mártir contemporáneo.

Entre otros conceptos, Mons. Bozaniæ señaló que "la visita del Papa Juan Pablo II y la beatificación del Cardenal Stepinac ofrece una excelente oportunidad para comenzar a escribir una nueva página en la historia de la Iglesia Católica en Croacia y de toda la Nación croata. Con la alegría renovada de la fe, queremos llegar a ser los servidores de la gente de nuestro país preparados para vivir en una 'Iglesia que es servidora' como la figura más perfecta de la Iglesia de Dios en Croacia el Cardenal Stepinac, un testigo y mártir de nuestro tiempo. Su amor hacia Dios, su lealtad a la Iglesia y su dedicado servicio al pueblo que le había sido confiado, nos muestra el camino al futuro".

Discurso de bienvenida del Presidente Tudjman a Juan Pablo II en ocasión de su visita a Croacia - 2 de octubre de 1998 (texto completo)

Con la memoria fresca de Vuestra primera e histórica llegada a Croacia en septiembre de 1994, el pueblo croata nuevamente Os da la bienvenida con un corazón abierto, con gratitud por la comprensión y el apoyo mostrado hasta ahora, y con la esperanza de que Vuestros mensajes en ocasión de esta visita estatal y pastoral nuevamente den testimonio de que en el mundo de hoy es irremplazable la visión cristiana del futuro.

Con Vuestra segunda venida a Croacia en cuatro años estáis demostrando la preocupación particular de la Santa Sede por el pueblo croata que durante siglos permaneció fiel a los principios de la fe católica y a las leyes de la Iglesia.

Esta visita, Santo Padre, tiene una especial importancia histórica para la Iglesia en Croacia, para todo el pueblo croata y para el Estado Croata, debido a la beatificación del Cardenal Alojzije Stepinac, mártir de la Iglesia y uno de los más grandes dignatarios eclesiásticos croatas.

El Cardenal Alojzije Stepinac fue un modelo de fe profunda, de amor al hombre, de dedicación desinteresada a su Iglesia y a su pueblo croata.

El fue personalmente víctima de dos importantes ideologías de la primera mitad del siglo XX - el nazismo y el comunismo- ideologías sin Dios que peleaban por el cuerpo y el alma de los pueblos y naciones de Europa.

Debido a la determinación que mostró en salvar a los perseguidos, sean croatas, serbios o judíos, fue amenazado por el gobierno quisling de NDH. Y debido a su fidelidad a la Iglesia Católica y a la comunión de los católicos croatas con el sucesor de Pedro, fue condenado por las autoridades comunistas corriendo peligro mortal. Hoy, por decisión de la Santa Sede, él es visto por toda la humanidad como mártir con una conciencia clara y un verdadero testigo de la fe. El fue el pastor de su pueblo, y su credo y devoción a él fueron perfectamente resumidos en sus propias palabras:

"Yo no sería nadie si no hubiera permanecido junto a mi pueblo, que optó por su propio Estado en forma plebiscitaria".

La beatificación de Stepinac rinde tributo a la verdad y a su sacrificio delante de la historia pero también frente al presente, porque las fuerzas que desearían imponer en la Nación croata, en la Iglesia Católica y en esta Croacia democrática la culpa por los pecados y crímenes fascistas, que el pueblo y el Estado Croata denuncian, siguen presentes en la escena.

La elevación de la persona más importante de la Iglesia Católica en Croacia en el período de la Segunda Guerra Mundial al Altar de los Beatos también rinde tributo a todas las víctimas y mártires tanto del fascismo como del régimen comunista.

Aquellos que unilateralmente condenan a la Nación croata olvidan que el régimen pro-fascista fue impuesto en Croacia igual que fue impuesto en todos los otros países europeos, y que Croacia tuvo un movimiento antifascista más fuerte que otros países europeos. También olvidan el hecho de que hoy Croacia está construyendo un orden social democrático.

Con vuestra visita a Croacia en 1994 habéis realzado la celebración de los 900 años de la Diócesis de Zagreb. En esta ocasión, además de la beatificación del Cardenal Stepinac, honraréis la celebración única del 1700 aniversario de la ciudad de Split, de la Iglesia de Solin y de la Diócesis de Split que, como la más antigua del suelo croata, desempeñó un rol especial en la conversión de los croatas al cristianismo, en el establecimiento de la Iglesia y en general en la vida de antiguo Estado Croata.

Santo Padre,

En el corto período desde Vuestra última visita a Croacia nosotros hemos alcanzado nuestro objetivo más eminente. Hemos restaurado para el Estado Croata todas las regiones ocupadas que sangraron bajo la agresión y ocupación yugocomunista y serbia junto con el símbolo de nuestro sufrimiento, Vukovar. Hemos podido retornar a sus hogares a cientos de miles de personas desplazadas, hemos reconstruido muchos asentamientos e iglesias destruidas, permitiendo así la renovación de la vida en general, incluyendo la vida religiosa.

En Vuestros discursos durante la anterior visita nos habéis urgido a promover la cultura de la paz que implica el fomentar la tolerancia y la solidaridad, y también la necesidad cristiana de ofrecer la mano de perdón a nuestros enemigos.

Guiados por esa política, y luego de haber liberado la mayor parte de nuestras regiones ocupadas gracias a la unidad de la Nación croata y la fuerza de las armas croatas, también hemos allanado el camino para que la comunidad internacional pudiera establecer acuerdos de paz en Bosnia y Hercegovina, y para la reintegración pacífica de la Región Danubiana Croata, que se logró gracias a la cooperación de las autoridades de Croacia y a la comunidad internacional. Fue la política pacífica de Croacia la que hizo posible la compleción exitosa de la misión de paz de las Naciones Unidas.

La Nación croata pudo alcanzar un sueño milenario de un Estado Croata independiente en total unidad con su Iglesia Católica. Ahora la Nación croata está abocada a los nuevos desafíos y tareas de tiempos de paz, porque quieren construir su patria como un Estado independiente y libre, estable, próspero y social. En este camino, Santo Padre, -Dadnos también Vuestra bendición!

Muchos aún ignoran u olvidan que la Nación croata es uno de los pueblos europeos más antiguos, y que fue el primero entre todos los pueblos eslavos en aceptar el cristianismo, y que durante siglos ha defendido incondicionalmente al catolicismo y luchó por su propia supervivencia. Ellos olvidan que la Nación croata, junto con otros pueblos, dio a Europa parte de su propia identidad, y contribuyó al desarrollo de la cristiandad y de la civilización occidental de hoy en día.

El pueblo croata está orgulloso de sus logros en la concreción de una democracia estable y de un orden económico construyendo desde esos fundamentos, el liderazgo estatal croata y yo personalmente como Jefe de Estado, continuaremos el camino para seguir construyendo el orden democrático basado en los principios del respeto y fomento de los valores humanos generales de la civilización cristiana.

Santo Padre,

Por varios años Croacia estuvo abocada a resolver el problema del retorno de los desplazados croatas y de los refugiados serbios, esto es, cuidando a todos los que sufrieron durante la agresión yugocomunista y la Guerra Patriótica. La reconstrucción de los hogares destruidos y de los edificios culturales y religiosos sigue siendo una prioridad política, y es una demanda muy compleja y prolongada de largo alcance en términos económicos y humanitarios. Estamos involucrados en este esfuerzo principalmente con nuestros propios recursos pero, sin un soporte financiero adecuado, no todas las personas desplazadas y todas las víctimas podrán retornar a sus hogares y menos aún gozar de condiciones para una vida normal.

Conociendo cuanto se preocupa la Santa Sede por la solución de cuestiones humanitarias apremiantes, tenemos la esperanza de que podrá urgir a la comunidad internacional para que provea asistencia más eficiente.

Una de las tareas esenciales de largo plazo que enfrenta la sociedad croata en general es el logro de un renacimiento moral y espiritual en términos de una liberación de la herencia comunista negativa y también en términos de impedir la proliferación de las manifestaciones negativas presentes en la civilización moderna.

En el campo moderno, queremos mejorar el standard de vida de nuestro pueblo, y ofrecerle seguridad ocupacional y social utilizando todos los recursos económicos y naturales y todo el potencial del país. El gobierno de la Croacia democrática continuará realizando esfuerzos focalizados a mejorar la posición y el ingreso de aquellas categorías sociales, en primer lugar personas retiradas, cuya vida ha sido particularmente afectada por las circunstancias de la guerra, y también por los cambios económicos producidos por la transición desde el comunismo al sistema de libre mercado.

En las nuevas circunstancias geopolíticas, queremos desarrollar relaciones normales y cooperación con todos los Estados vecinos, basadas en los principios de la igualdad y del respeto mutuo. Como país mediterráneo y centroeuropeo, heredero de la civilización cristiana occidental a la cual también aportó una notable contribución, Croacia ve su futuro en asociación con países a los que pertenece en términos históricos y culturales. Por lo tanto, el pueblo croata y el liderazgo presente de Croacia están decididos a evitar cualquier repetición de errores históricos ominosos y todas las instituciones y esquemas de asociación de Croacia con nuevas integraciones balcánicas o del sureste.

Santo Padre,

Vos habéis estado advirtiendo repetidamente al mundo acerca de la tragedia en Bosnia y Hercegovina, y habéis abogado que paren la guerra y las matanzas. También Os habéis preocupado por el destino del pueblo croata en ese país, el pueblo que, siendo numéricamente el más pequeño, también fue el más amenazado y que a través de su larga historia, recibió su fuerza espiritual de la fe católica.

La misma preocupación, pero también el interés estatal y nacional, determina la política croata con respecto a Bosnia y Hercegovina en la que diferencias de civilización y características nacionales específicas, la aparición del expansionismo y el fundamentalismo, y los intereses estratégicos diferentes de fuerzas internacionales, se combinan para hacer la crisis global todavía más compleja. Croacia va a continuar llevando adelante su política constructiva. Ya ha demostrado que es un factor cardinal en la implementación de los Acuerdos de Paz de Washington y de Dayton: también está compelida por su Constitución y por la firma de esos acuerdos de paz, a salvaguardar los derechos del pueblo croata.

Por este camino, la voluntad de la Nación croata, manifestada firme y claramente en las recientes elecciones de septiembre, es un mensaje para todos los que quisieron cuestionar su igualdad y su carácter constitutivo, y las relaciones normales entre la Federación y Croacia.

Santo Padre,

La fe católica es históricamente profunda y firme entre los croatas. El actual gobierno de Croacia democrática desea y está abocado a construir una vida social y estatal basada en los principios de la civilización cristiana.

Es precisamente por esto que ciertos factores internacionales nos están presionando, y nos imponen ciertos compromisos que ni se corresponden con el momento histórico presente ni otros países enfrentan, y no sólo aquellos que están embarcados en desarrollar un sistema democrático después del colapso del comunismo.

No podemos dejar de sentir que esa actitud con respecto a Croacia es la continuación de aquella política que quería preservar a la Yugoslavia creada en Versalles, que era para la Nación croata una prisión, como afirmó con justicia el Cardenal Stepinac. Las presiones sobre Croacia son reflejos de puntos de vista que desaprueban el establecimiento del Estado Croata, y aun la falta de voluntad de algunos de reconocer la realidad, la desintegración de la anterior comunidad yugoslava.

Más aún, el público croata en parte también experimentó esas presiones injustificadas como una expresión de la falta de simpatía con la que algunos factores en el mundo observan los firmes lazos entre la Santa Sede y Croacia. Tengo confianza que -con nuestros propios recursos, con la ayuda de Dios y con la compresión de los factores internacionales razonables- podremos sobrellevar todas las dificultades y preservar nuestra fe, nuestra libertad nacional y la soberanía establecida en nuestro Estado democrático.

Junto con los sentimientos de gratitud al Todopoderoso por hacer posible la continuación de la Nación croata, y por habernos otorgado Vuestras dos visitas pastorales y estatales, sentimos la necesidad particular de expresar nuestra gratitud a Vos por haber estado con nosotros en este tiempo crucial de la resurrección de la libertad y de la soberanía estatal croatas.

Junto con toda la gente de buena voluntad esperamos el arribo del gran jubileo, los dos mil años de Cristiandad, con la firme esperanza en la preservación del valor imperdurable de las grandes ideas que Vos defendéis como apóstol de la paz y la autoridad moral del mundo presente.

Santo Padre,

-La Croacia de hoy y la mayoría de su gente Os va a seguir en el camino manteniendo el total respeto por la voluntad y la dignidad del hombre y la igualdad de los pueblos, en el arduo camino a la construcción de la paz y en evitar todos los males e injusticias en la vida social e internacional!

Palabras del Papa en el Aeropuerto de Zagreb - 2 de octubre de 1998 (texto completo)

Señor Presidente, Distinguidos Miembros del Gobierno, Venerables Hermanos en el Episcopado, Queridos Hermanos y Hermanas:

La Providencia de Dios permite que pise nuevamente el suelo de Croacia, cuando comienzo mi segunda Visita Pastoral a esta querida tierra. En cierto sentido, este peregrinar apostólico continúa el que había hecho en septiembre de 1994 cuando visité solamente la capital.

Estoy alegre de que pude aceptar las varias invitaciones que me hicieron: los obispos del país, el Presidente de la República, los miembros del Gobierno y del Parlamento de Croacia, y ciudadanos también. Agradezco al Presidente de la República por las amables palabras de bienvenida que acaba de dirigirme. Saludo a los miembros del Gobierno y a las otras distinguidas personas que honran este encuentro con su presencia. Y saludo a todos vosotros muy calurosamente, que habéis venido a darme la bienvenida a través de vosotros, van mis saludos a toda la gente de esta noble Nación, tan rica en fe y cultura.

Vengo entre vosotros como un peregrino del Evangelio, siguiendo las huellas de los primeros confesores de la fe. Vengo a recoger los frutos de testimonio valiente dado por pastores y fieles desde los primeros siglos del Cristianismo. Son frutos que aparecen en toda su riqueza muy especialmente en tiempos turbulentos: durante las persecuciones romanas del comienzo, luego la invasión y ocupación turca, y más recientemente el período terrible de la represión del comunismo.

Dando gracias al Señor por los dos mil años de la Iglesia en esta región y por la rica historia de los católicos croatas, vengo hoy para confirmar a mis hermanos y hermanas en la fe. Vengo a animar su esperanza y a fortalecer su amor. Esta segunda Visita Pastoral a Croacia tiene dos puntos focales: la beatificación del Siervo de Dios Alojzije Stepinac como mártir de la fe y la celebración del 1700 aniversario de la ciudad de Split. A éstos están ligadas dos peregrinaciones: a Marija Bistrica, el Santuario Mariano Nacional de Croacia, y a la Isla de Solin, al primer Santuario Mariano de Croacia, dos lugares de gran significación en la historia religiosa de vuestra región. De este modo la devoción del pueblo croata a la Madre de Dios darán forma al itinerario de esta Visita. Al comenzar, por tanto, quiero confiar mi viaje por vuestra tierra a Ella, que es aclamada como Advocata Croatiae, fidelissima Mater. A Ella elevo mi plegaria, para que Ella continúe velando por el progreso del pueblo croata. Que Ella proteja a Croacia y os sostenga como testigos de Cristo y de su Evangelio, señalándoles a lo largo del tiempo el camino a la salvación eterna.

"Cómo no quedarse de pie en admiración delante de ejemplos de fe como los del obispo San Domnio, los Mártires de Salona, Delminium, Istria, Sirmium, Siscia, hasta el Siervo de Dios Alojzije Stepinac, quien con otros testigos tan brillantemente iluminaron este siglo que cierra el segundo milenio cristiano?

Es de fundamental importancia que el pueblo croata permanezca fiel a sus raíces cristianas, permaneciendo al mismo tiempo abierto a las demandas del presente que, aunque tiene problemas difíciles, también ofrece razones para la esperanza. Después de la violenta y brutal guerra en la cual se vio envuelta, Croacia está finalmente experimentando un período de paz y libertad. Ahora todas las energías de la población están dedicadas a la curación gradual de las profundas heridas del conflicto, a una genuina reconciliación entre los grupos étnicos, religiosos y políticos de la nación, y a una cada vez mayor democratización de la sociedad.

Me alegro por ello y os animo a preservar en ese compromiso con determinación generosa. Los obstáculos creados por las consecuencias de la guerra y por la mentalidad conformada por el régimen comunista son muchos. Es esencial que no os dejéis sobrellevar por ellos. Con la cooperación de todos, será posible en un tiempo razonablemente corto encontrar las soluciones apropiadas aún a los problemas más complejos.

Tengo la esperanza más ferviente de que en esta parte de Europa no habrá nuevamente una repetición de las situaciones inhumanas que hemos visto repetidamente este siglo. Que la experiencia amarga y trágica de tiempos recientes sirva como lección para iluminar la mente y fortalecer la voluntad, para que el futuro de este país, como en Europa y por todo el mundo, sea regocijado por un creciente entendimiento y cooperación entre pueblos de diferente idioma, cultura y religión.

Comienzo mi Visita a la querida tierra de Croacia con palabras de amor y esperanza: que la Visita contribuya a la reconstrucción sobre la base de los valores perdurables de un país que es parte integral de Europa. Mi esperanza es que desde las antiguas raíces cristianas de esta tierra surgirá una corriente poderosa de vitalidad que permanezca tal que, al amanecer de un nuevo milenio, un verdadero humanismo florezca para las generaciones venideras. Confío especialmente que los cristianos den un impulso decisivo a la nueva evangelización, ofreciendo en toda generosidad su testimonio de Cristo el Señor, el Redentor del hombre; invocando la asistencia divina sobre toda la Nación croata, los bendigo de todo corazón.

Palabras del Papa frente a la Catedral de Zagreb 2 de octubre de 1998 (resumen)

Querido pueblo de Zagreb y de toda Croacia, queridos jóvenes y familias: -Que la paz sea con vosotros!

Aquí, delante de esta majestuosa Catedral, un monumento de fe y de arte que conserva los restos del Siervo de Dios Alojzije Stepinac, -os saludo en el nombre de Cristo Resucitado, el único Salvador del mundo, y os abrazo a todos con gran afecto!

Mis pensamientos van a toda la querida gente de este país, a cuyas nobles tradiciones de civilización rindo homenaje con agrado. De un modo particular me dirijo a vosotros cristianos, quienes, de acuerdo a las palabras del Apóstol Pedro, deben estar "preparados a defender a cualquiera que os pide ayuda de acuerdo a la esperanza que está en vosotros" (I Pedro 3:15).

Agradezco a la Providencia que ha guiado mis pasos y me trajo nuevamente a Croacia. Las palabras de uno de vuestros poetas vienen espontáneamente a mis labios:

"...Aquí todos son mis hermanos / me siento realmente en casa..." (D. Domjaniæ, Kaj). Quisiera poder saludar personalmente a toda la gente de esta tierra, no importando su condición social: desde los campesinos hasta los obreros manuales, desde las amas de casa hasta los profesionales, desde los marineros y pescadores hasta oficinistas y gente de la cultura y la ciencia; desde los más jóvenes hasta los ancianos y los enfermos. -Mis mejores deseos de paz y esperanza vayan para cada uno! Con afecto me dirijo particularmente a vosotros, los jóvenes, que habéis venido en tan gran número para saludarme a mi llegada a vuestro país. Estoy especialmente contento de que mi peregrinaje comienza bajo el signo de los jóvenes.

Queridos amigos, en vosotros saludo al futuro de esta región y de la Iglesia en Croacia. Hoy Cristo está llamando a la puerta de vuestro corazones: -abrid la puerta para recibirlo a El! El tiene la respuesta completa a vuestras expectativas. Con El, bajo la mirada de amor de la Virgen María, serán capaces de armar su futuro creativamente.

En Marija Bistrica, 3 de octubre de 1998

El Papa comenzó la celebración Eucarística poco antes de las 10 de la mañana. La celebración reunió a casi 500.000 personas de toda Croacia, de Bosnia- Hercegovina, de Vojvodina y también había delegaciones de muchos países. Tanto los peregrinos de Subotica (Vojvodina) como los de Banja Luka fueron muy aplaudidos, sabiendo todo lo que han sufrido y siguen sufriendo por la guerra y la represión por parte de la actuales autoridades en sus regiones. En la misa hubo más de 1000 sacerdotes, incluyendo 100 obispos, arzobispos y cardenales, así como varias miles de religiosas de muchas órdenes.

El Papa y los sacerdotes vestían casullas y estolas rojas, que es el color del martirio, en memoria del Cardenal Stepinac, que es reconocido como mártir. El camino del Papa hacia el Altar central en la Iglesia a cielo abierto, en compañía del Arzobispo de Zagreb Josip Bozaniæ, fue saludado por largos aplausos de los fieles congregados y por sus cánticos. El altar estaba decorado con flores blancas y amarillas, que son los colores papales.

Presentes en la Eucaristía estuvieron también el Presidente de Croacia Franjo Tudjman y su esposa Ankica, miembros del Sabor y del Gobierno, representantes del cuerpo diplomático y consular, de otras religiones en Croacia, otros dignatarios de la Iglesia y del Estado Croata, dignatarios públicos y de la vida cultural y funcionarios del Vaticano.

El Arzobispo Bozaniæ agradeció al Santo Padre por conectar durante su segunda visita a Croacia a dos grandes centros de la historia de la Iglesia y del Estado Croatas, como son Zagreb y Split, remarcando así la necesidad y la tarea de la unidad de la iglesia y la unidad del Estado. El Arzobispo de Zagreb agradeció también al Papa por la inminente beatificación del Cardenal Stepinac. El campo frente al altar estaba dominado por el motto de la visita del Papa a Croacia "Seréis mis testigos" y el motto del Cardenal Stepinac "En Ti Señor, pongo mi esperanza".

Saludos al Santo Padre en Marija Bistrica - Mons. Josip Bozanic, 3 de octubre de 1998 (texto completo)

Santo Padre,

En este momento solemne y santo, hay tres frases en las que quisiera resumir todos los pensamientos y deseos, toda la alegría y exultación que experimentamos durante Vuestra segunda visita a Croacia, particularmente la Iglesia en nuestra hermosa patria y donde quisiera que los católicos croatas viven:

Os saludamos,

Os agradecemos,

Os felicitamos.

Nosotros, todos los fieles y gente de buena voluntad a través de toda la patria, Os saludamos a través de mi voz. Nosotros, todos los participantes en esta magnífica celebración, con la presencia de altos funcionarios del Gobierno Croata, Os saludamos.

Nosotros, los cardenales y obispos, visitantes que han venido de todo el mundo, Os saludamos. Nosotros, el Episcopado Católico Croata con nuestros dos eminentes Cardenales, Franjo Kuhariæ y Vinko Puljiæ, especialmente Os saludamos. Nosotros, sacerdotes, diáconos, monjes, religiosas y todos los fieles de Jesús, presentes aquí, Os saludamos.

-Seáis bendito, Santo Padre, que vienes en el nombre del Señor!

Os agradecemos a Vos que venís "en preocupación por todas las Iglesias" (cf. 2 Corintios 11:28). Vos expresáis Vuestra preocupación paternal y amor hacia nuestra Iglesia y nuestra Patria. Os agradecemos porque durante vuestra segunda visita apostólica, estáis uniendo dos grandes centros de historia croata, eclesiástica y estatal, Zagreb y Split, de ese modo señalando la necesidad y el objetivo de unidad de la Iglesia y de unidad del Estado.

Al mismo tiempo, Vosotros particularmente dirigís nuestra atención -a través del santo mártir San Domnio, el fundador de la Iglesia en Split- a las antiguas raíces cristianas sobre las que el cristianismo croata fue fundado en el siglo VII. Vosotros también señaláis a un mártir contemporáneo y testigo de la fe y de la fidelidad de Cristo y a su Iglesia, el Arzobispo de Zagreb y Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Alojzije Stepinac.

Gracias por venir aquí, a nuestro querido Santuario Nacional Croata de Nuestra Señora de Bistrica, para guiar nuestra mirada hacia Ella, la Estrella de la nueva evangelización, que es tan querida para Vuestro corazón.

Habéis venido aquí para performar la beatificación de nuestro Siervo de Dios, un acto de Vuestra suprema autoridad apostólica, precisamente el 3 de octubre, el día en que el inocente Alojzije Stepinac presentó su célebre testimonio delante de la corte comunista en 1946. No fue un discurso en su defensa. Fue una confesión de fe en las cosas santas por las cuales vivió, las cosas santas por las que él estaba preparado, con la conciencia clara, a morir en cualquier momento. Esas cosas eran Dios, Jesucristo -verdadero Dios y verdadero hombre-, el honor de la Santísima Madre de Dios, la Iglesia, la santidad del matrimonio, el derecho de los jóvenes a una correcta instrucción religiosa, y los derechos fundamentales que toda persona tiene de acuerdo a Dios.

En este aniversario, 3 de octubre, Vosotros deseáis recordarnos a todos estas cosa, a toda la Iglesia Católica y a toda la gente de buena voluntad.

-Gracias!

Finalmente, Santo Padre, Os felicitamos. En pocos días, en la fiesta de Santa Hedwig, la Reina de Polonia, cumpliréis veinte años de vuestro bienaventurado pontificado. Así, estaréis entre los obispos de Roma a quienes la Divina Providencia otorgó el más largo servicio apostólico a la Iglesia y a la humanidad.

-Bendito seas Dios por este regalo a Vos y a nosotros!

Mientras Os felicitamos, Santo Padre, por este don de Dios, dirigimos nuestras plegarias al Dios Todopoderoso: Que Dios Os conceda una larga vida, Os mantenga en su servicio y haga posible que Vos, como Juan el Bautista, prepare el camino del Señor Jesucristo en su tercer milenio.

Hoy, en este momento tan solemne, Vuestra primera enseñanza, que habéis dirigido a todos durante Vuestra primera Eucaristía el 22 de octubre de 1978, reverbera en nuestras almas y nuestros corazones de una forma totalmente nueva y entusiasta.

"-No tengáis temor de abrazar a Cristo, de aceptar su autoridad! (...) -No tengáis temor! -Abrid las puertas grandes para Cristo! Abrid las fronteras de los Estados, de los sistemas económicos y políticos, el amplio campo de la cultura, la civilización y el desarrollo a su autoridad redentora. -No temáis! -Cristo sabe lo que hay dentro de una persona, sólo El lo sabe! (...) -Dejad que Cristo hable al hombre. Sólo El tiene las palabras de vida, de vida eterna!

-En este día único en la santa historia de Croacia -por intercesión de la Santísima Virgen Madre de Dios y de su siervo Alojzije- de un modo nuevo y potente, por medio de un don del Espíritu Santo, que así sea en todos nosotros!

-Santo Padre, enséñanos nuevamente y sostenednos con Vuestra bendición apostólica!

Palabras del Papa en Marija Bistrica - 3 de octubre de 1998 (texto completo)

"Si el grano de trigo no cae a la tierra y muere, permanece solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Juan 12:24). Las palabras de Cristo, que acabamos de escuchar, nos llevan al mismo corazón del Misterio que estamos celebrando. En cierto modo contienen dentro de ella todo el Evento Pascual: nos dirigen a la muerte del Redentor en la Cruz el Viernes Santo, y al mismo tiempo nos señala la mañana de Pascua.

Nos referimos a este Misternio cada día durante la Santa Misa cuando, después de la consagración del pan y del vino, decimos: "Proclamamos tu muerte, Señor, proclamamos tu resurrección, esperamos tu retorno glorioso". El "grano de trigo que cae en la tierra es primero y principalmente Cristo, que murió en el Calvario y fue enterrado en la tierra para darnos vida a todos. Pero este misterio de la muerte y de la vida también sucede en la vida terrenal de los seguidores de Cristo: para ellos también el ser tirado en la tierra permanece como condición para cualquier desarrollo espiritual fructífero.

"No ha sido éste también el secreto de vuestro inolvidable e inolvidado Arzobispo, el Cardenal Alojzije Stepinac, a quien hoy contemplamos en la gloria de los Beatos?

El participó de un modo único del Misterio Pascual: como un grano de trigo el "cayó en la tierra" de este suelo de Croacia y, muriendo, dio fruto, mucho fruto".

Aquel que ama su vida la perderá, y el que odia su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna" (Juan 12:25).

Las palabras de la Segunda Epístola a los Corintios, que acabamos de escuchar, están íntimamente ligados al Evento que estamos celebrando, San Pablo escribe: "Como los sufrimientos de Cristo han sido abundantes, también es abundante nuestro consuelo a través de Cristo" (2 Corintios 1:5). "No son estas palabras un comentario significativo sobre las palabras de Cristo acerca del grano de trigo que muere? Aquellos que participan abundantemente de los sufrimientos de Cristo también experimentan, gracias a él, el consuelo profundo que deriva a la sobreabundancia de bien que tiene su origen en la Cruz.

"Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, permanece solo; pero si muere produce mucho fruto" (Juan 12:24). Hoy estamos llenos de alegría cuando nos reunimos para agradecer a Dios por los nuevos frutos de santidad que Croacia ofrece a la Iglesia en la persona del mártir Alojzije Stepinac, Arzobispo de Zagreb y Cardenal de la Santa Iglesia Romana.

A través de los siglos abundaron los mártires en estas tierras, desde el tiempo del Imperio Romano, con figuras como Venancio, Domnio, Anastasia, Quirino, Eusebio, Pollio, Mauro y muchos otros. En siglos posteriores a ellos se le sumaron Nikola Taveliæ y Marko Križevièanin y muchos confesores de la fe durante el dominio otomano, hasta aquellos en nuestro propio tiempo, entre los cuales se destaca la luminosa personalidad del Cardenal Stepinac.

Por su sacrificio unido al sufrimiento de Cristo, ellos fueron testigos extraordinarios, que con el paso del tiempo no perdió nada de su elocuencia, sino que continua iluminando e inspirando esperanza. A su lado muchos otros Pastores y simple fieles, hombres y mujeres, también sellaron su adhesión a Cristo derramando su propia sangre. Ellos son parte de la gran asamblea de aquellos que, vestidos de ropas blancas y llevando palmas en sus manos, están ahora parados delante del trono del Cordero (cf. Apocalipsis 7:9).

El Beato Alojzije Stepinac no derramó su sangre en el sentido estricto de la palabra. Su muerte fue causada por el largo sufrimiento que pareció: los últimos quince años de su vida fueron una sucesión continua de pruebas, entre las que él con coraje puso en peligro su propia vida para dar testimonio del Evangelio y la unidad de la Iglesia. En las palabras del Salmo, él puso su misma vida en la manos de Dios (cf. Salmo 16:5).

Muy poco tiempo nos separa de la vida y muerte del Cardenal Stepinac: apenas treinta y ocho años. Todos conocemos el contexto de su muerte. Muchos que están aquí presentes hoy pueden dar testimonio por experiencia directa de cuánto los sufrimientos de Cristo abundaron en esos años entre la gente de Croacia y las de muchas otras naciones del continente. Hoy reflexionando sobre las palabras del Apóstol, deseamos expresar nuestra esperanza sentida en el corazón de que, después del tiempo de prueba, el consuelo del Cristo crucificado y resucitado abunde entre todos los que habiten esta tierra.

Para todos nosotros, es una causa particular de consuelo la beatificación de hoy. Este acto solemne tiene lugar en el santuario nacional croata de Marija Bistrica el primer sábado del mes de octubre. Bajo la mirada de la muy Bienaventurada Virgen, un hijo ilustre de esta tierra bendita es elevado a la gloria de los altares, en el centésimo aniversario de su nacimiento. Es un momento histórico en la vida de la Iglesia y de vuestra Nación. El Cardenal Arzobispo de Zagreb, una de las figuras más destacadas de la Iglesia Católica, habiendo sufrido en su propio cuerpo, y en su propio espíritu las atrocidades del sistema comunista, es ahora confiado a la memoria de sus connacionales con la insignia radiante del martirio.

El Episcopado de vuestro país pidió que la beatificación del Cardenal tenga lugar aquí, en el Santuario de Marija Bistrica. Conozco por experiencia personal el significado que el Santuario de Jasna Gora tenía para el pueblo polaco en el tiempo del dominio comunista, un Santuario estrechamente ligado al ministerio pastoral del Siervo de Dios Cardenal Stefan Wyszynski. No me sorprende que este Santuario, o el de Salona que visitaré mañana, haya tenido una significación especial para vosotros. Desde hace algún tiempo deseaba visitar el Santuario de Marija Bistrica. Así que con gusto acepté la propuesta del Episcopado croata y hoy celebramos la solemne ceremonia de beatificación en este lugar significativo.

Saludo cordialmente a los obispos croatas reunidos aquí, especialmente al Cardenal Franjo Kuhariæ y al muy reverendo Josip Bozaniæ, Arzobispo de Zagreb y Presidente de la Conferencia Episcopal de Croacia. También saludo a los cardenales, arzobispos y obispos de otros países que han venido junto a nosotros para esta ocasión. Cordialmente saludo a los sacerdotes, hombres y mujeres de vida consagrada, y a toda la feligresía laica, así como a los representantes de las otras confesiones religiosas presentes en esta celebración. Mis saludos respetuosos vayan también al Presidente de la República, al Jefe de Gobierno y a las autoridades civiles y militares del país, que nos honran con su presencia.

"Si alguien me sirve, debe seguirme" (Juan 12:28). El Beato Alojzije Stepinac tomó al Buen Pastor como su único Maestro, siguiendo su ejemplo hasta el fin y ofreciendo su vida por las ovejas que les fueron confiadas en un período particularmente difícil de la historia.

La persona del nuevo Beato resume, puede decirse, toda la tragedia que cayó sobre el pueblo croata y Europa en el curso de este siglo marcado por los tres grandes males del fascismo, el nazismo y el comunismo. El se encuentra ahora en la gloria del cielo, rodeado por todos aquellos que, como él, lucharon el buen combate, purificando su fe en el crisol del sufrimiento. Hoy miramos hacia él con confianza e invocamos su intercesión. Significativas son en este sentido las palabras que pronunció el nuevo Beato en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa estaba apresada por una violencia inaudita: ""Qué sistema apoya la Iglesia Católica hoy, cuando todo el mundo está luchando por un nuevo orden internacional? Nosotros, condenando las injusticias, todas las matanzas de gente inocente, los incendios de aldeas pacíficas, la destrucción del trabajo del pobre, damos esta respuesta: la Iglesia apoya al sistema que es tan antiguo como los Diez Mandamientos de Dios. Estamos por el sistema que no está escrito en tablas perecederas, sino que ha sido escrito por la mano del Dios vivo en las conciencias de los hombres" (Homilias, Discursos, Mensajes, Zagreb, 1996, 179-180).

"Padre, glorifica tu nombre" (Juan 12:28). En su travesía humana y espiritual el Beato Alojzije Stepinac dio a su pueblo una suerte de brújula para que sirva de orientación. Y éstos eran sus puntos cardinales: fe en Dios, respeto por el hombre, amor hacia todos aun hasta ofrecer el perdón, y unidad con la Iglesia guiada por el sucesor de Pedro. El sabía que no podían hacerse negocios baratos con la verdad, porque la verdad no se negocia. Por eso enfrentó el sufrimiento antes de traicionar a su conciencia y a la promesa dada por Cristo y su Iglesia.

En este testimonio de coraje él no estaba solo. El tenía a su lado otras almas valientes que, para preservar la unidad de la iglesia y defender su libertad, aceptaron pagar con él el pesado precio en prisión, maltrato y hasta derramamiento de sangre. A esas almas generosas -obispos, sacerdotes, religiosos hombres y mujeres y fieles laicos- hoy ofrecemos nuestra admiración y gratitud. Oigamos su urgente llamado al perdón y a la reconciliación. Perdonar y reconciliarnos significa purificar nuestra memoria del odio, del rencor, del deseo de venganza; significa reconocer como hermanos aun a aquellos que nos hicieron daño; significa no dejarse vencer por el mal sino vencer al mal con el bien (cf. Romanos 12:21).

Bendito seas, "Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las gracias y Dios de todos los consuelos" (2 Corintios 1:3), por este nuevo regalo de tu gracia.

Bendito seas, Hijo de Dios y Salvador del mundo, por tu gloriosa Cruz, quien en el Arzobispo de Zagreb, Cardenal Alojzije Stepinac, ganó una victoria espléndida. Bendito seas, Espíritu del Padre y del Hijo, Espíritu Paráclito, que continúas manifestando tu santidad entre los hombres e incesantemente llevas adelante el trabajo de salvación.

Dios Triuno, hoy deseo agradecerte la fuerte fe de este pueblo tuyo, a pesar de las muchas pruebas que encontraron a través de los siglos. Quiero agradecerte por los innumerables mártires y confesores, hombres y mujeres de todas las edades, que aparecieron en esta tierra bendita. "Padre, glorifica tu nombre" (Juan 12:28).

-Bendito sean Jesús y María!

Visita del Papa al Presidente

El Papa Juan Pablo II oficialmente visitó al Presidente de la República, Dr. Franjo Tudjman el sábado a la tarde en el palacio presidencial. Allí el Pontífice fue presentando a altos funcionarios del Estado Croata y a miembros del cuerpo diplomático. A su llegada, el Papa fue recibido por el Presidente y la Primera Dama.

Como un regalo en memoria de la beatificación del Cardenal Alojzije Stepinac, el Presidente Tudjman obsequió al Papa una figura de bronce del Cardenal y un relieve que representa simbólicamente los mensajes y hechos sobresalientes del Papa. A su vez el Papa obsequió a Tudjman un relieve de bronce, representando a San Pedro y San Pablo.

Después de presentar a miembros de su familia inmediata, el Presidente Tudjman y el Papa Juan Pablo II se reunieron privadamente para discutir relaciones entre el Vaticano y Croacia y otros temas internacionales urgentes.

Reunión del Papa con representantes de la cultura

El sábado a la noche el Papa llegó a la Nunciatura (Avenida Ksaver, en Zagreb) para encontrarse con representantes de la cultura. Estuvieron representantes del Ministerio de Cultura, de la Academia Croata de Ciencias y Artes (HAZU), de la renombrada institución literaria Matica Hrvatska-Matrix Croatica, y así como de universidades y otras instituciones de educación de superior y de cultura.

En las palabras que les dirigió, el Papa dijo que la Iglesia respeta el trabajo intelectual como fruto de la creación del espíritu humano. También aprovechó la oportunidad para expresar su respeto por la rica herencia cultural que pertenece al pueblo croata y que da testimonio de su antigua y grande sensibilidad por lo bueno, la verdad y lo hermoso.

Señaló que cuando los croatas en el siglo VII fueron bautizados y entraron en la Iglesia, al mismo tiempo pasaron a formar parte de la cultura occidental. Desde ese momento, Croacia experimentó constantes progresos en el campo de la cultura y del saber, progreso al que la Iglesia dio apoyo decisivo.

Palabras del Arzobispo de Split - Makarska, Ante Juriæ, en Žnjan, Split - 4 de octubre de 1998

Santo Padre,

Este rincón de la tierra croata espera a Su Santidad con gratitud y amor filial. Os espera como el mensajero del Evangelio, el mensajero de paz y esperanza para todas las naciones.

Esta Iglesia de Split y Makarska y toda la Iglesia entre los croatas Os espera con un corazón abierto para que ella pueda escuchar Vuestras palabras de fe, y para que ella pueda ser fortalecida en Vuestra unión con la única Iglesia Católica y Apostólica, para que orando junto a Vos, ella pueda, en unión con Vos, partir el Pan de vida y el Cáliz de salvación eterna.

Con ansiedad he esperado que venga este día, cuando podamos celebrar juntos el Sacrificio de la Santa Eucaristía en esta tierra, que es para nosotros santa, empapada en lágrimas y con la sangre de mártires, desde el tiempo de San Domnio el Obispo y el resto de los mártires de Solin. Aquellos mártires también del tiempo de los turcos, cuyos nombres son conocidos sólo por Dios, hasta los de nuestros tiempos, entre quienes el beato mártir Alojzije Stepinac tiene un lugar especial. Digo de nuestros tiempos porque muchos en la Segunda Guerra Mundial y después de ella y durante el dominio comunista fueron víctimas de odio contra la fe. Solamente de esta Arquidiócesis 62 sacerdotes y religiosos perdieron sus vidas mientras que la mayoría de los fieles sufrieron grandes injusticias, violencia y odio. Mucha gente perdió no sólo su propiedad sino también su propia vida.

Os saludo en el nombre de todos mis hermanos obispos, sacerdotes y hermanas y todo el Pueblo de Dios reunido alrededor Vuestro aquí hoy, en esta ciudad que está celebrando 17 siglos de existencia y que es la sucesora de la ciudad de Salona, ahora Solin. En las historias de sus vidas ni Split ni Salona ni Solin han tenido esta clase de buena suerte, como es recibir como su huésped más querido al Obispo de Roma y sucesor de Pedro.

Los lazos de nuestro pueblo y especialmente esta región, con la Santa Sede se han establecido desde los primeros años de la migración de nuestros ancestros a estas hermosas regiones desde la Croacia Blanca, que es hoy Vuestro lugar de nacimiento. Vuestro predecesor Juan IV envió al Abad Martín para recoger las reliquias de los santos mártires de Solin y de Istria cuyas imágenes y nombres se encuentran preservados en el mosaico de la capilla de San Venancio en el Laterano de Roma.

El Papa Agatón y especialmente el Papa Juan VIII mantuvieron relaciones, recibieron delegaciones, confirmaron a nuestro líderes y enviaron sus mensajes a ellos y a nuestro pueblo. Vuestro predecesor el Papa de la renovación Gregorio VII coronó no lejos de aquí, en Solin, a nuestro rey de santa memoria, Zvonimir. Los sucesores de Pedro nos han apoyado, consolado, y ayudado durante todos los difíciles siglos de nuestra lucha por la supervivencia y preservación de la fe. Nosotros hemos sentido esto especialmente en Vuestra persona durante el curso de la reciente guerra en este tiempo de posguerra. Así es como experimentamos a Vuestra Visita pastoral. Es para nuestro pueblo un signo de apoyo y de protección.

Santo Padre, Os agradecemos desde el corazón por todas las cosas que habéis hecho por nosotros, por todo el amor que nos habéis testimoniado. Nosotros especialmente Os agradecemos por esta visita en la que habéis querido responder a nuestros repetidos pedidos de que nos visitéis paternalmente.

Deseo también agradeceros, aquí en Split, en la costa adriática croata y confirmaros nuestra gratitud por elevar al altar a nuestra gloria y orgullo, al símbolo de la fidelidad de nuestro pueblo a la Iglesia, Alojzije Stepinac, quien fuera Arzobispo de Zagreb durante un período muy difícil. Nosotros tenemos la justificada esperanza de que en el futuro próximo otros candidatos de nuestra Nación sean elevados al honor de los altares. Al comenzar este Santo Sacrificio poned en la patena junto al sacrificio de Jesús todos nuestros sacrificios y oraciones y especialmente una plegaria muy importante: Que permanezcamos firmes en nuestra fe y fidelidad a Cristo, a Su Iglesia, y a Su sucesor en la tierra, el sucesor de Pedro en Roma.

Sermón del Papa en Žnjan, Split

"Somos servidores indignos" (Lucas 17:10).

Estas palabras de Cristo seguramente permanecían haciendo eco en los corazones de los Apóstoles cuando, obedientes a su orden fueron por los caminos del mundo para proclamar el Evangelio. Viajaban de una ciudad a otra, desde una región a la próxima, esforzándose en el servicio del Reino y siempre teniendo en sus corazones la admonición de Jesús: "Cuando hayáis hecho todo lo que os está ordenado, decid: 'Somos servidores indignos, sólo hemos hecho lo que era nuestro deber'" (Lucas 17:10).

Los apóstoles entregaron el mismo convencimiento a sus discípulos, incluyendo aquellos que primero cruzaron el Mar Adriático y llevaron el Evangelio a la Dalmacia romana, al pueblo que entonces habitaba en esta hermosa costa y en las otras, no menos hermosas, tierras que llegan hasta Panonia.

La fe entonces comenzó a difundirse entre vuestros ancestros, hasta llegar a vosotros. Este fue un largo proceso histórico, que se remonta al tiempo de San Pablo y que tuvo un nuevo comienzo con fuerza en el siglo séptimo, con la llegada del pueblo croata.

Hoy queremos agradecer a la Santísima Trinidad por el Bautismo recibido por vuestros ancestros. El Cristianismo llegó aquí desde el Este y desde Italia, desde Roma, y dio forma a vuestra herencia nacional.

El recordar esto evoca un vivo y profundo sentido de gratitud a la Divina Providencia por este regalo doble: primero y principal, el don de vuestro llamado a la fe y también el don de los frutos que esa fe han producido en vuestra cultura y vuestro modo de vida.

A lo largo de la costa croata, a través de los siglos, se levantaron estas maravillosas obras maestras arquitectónicas, que inspiraban reverencia en incontables personas en todas las épocas. Cualquiera podía disfrutar esta herencia esplendida, erguidas en la hermosa campiña.

Trágicamente, como resultado de la guerra, muchos de esos tesoros fueron destruidos o dañados. Los ojos del hombre no pueden alegrarse más con ellos. "Cómo no podríamos sentir pesar por eso?

"Somos servidores indignos; solamente hemos hecho nuestro deber". Las palabras de Jesús suscitan preguntas que no pueden ser evitadas: "Hemos realmente hecho nuestro deber? "Y qué debemos hacer ahora? "Qué tareas están delante nuestro? "Qué recursos y qué fuerzas tenemos a nuestra mano? Las preguntas son complejas así que sus respuestas deben ser pensadas detenidamente. Hoy nos hacemos esas preguntas como cristianos, como seguidores de Cristo, y con esta conciencia leemos la página de la Carta de San Pablo a Timoteo. Allí el Apóstol, listando a algunos de los discípulos, menciona también el nombre de Titus, recordando su misión en Dalmacia. Titus fue pues uno de los primeros evangelizadores de estas tierras, evidencia singular de la preocupación del Apóstol de que el Evangelio sea traído aquí.

En las palabras de Pablo, ya anciano, oímos el eco de la preocupación apostólica que signó toda su vida. Ahora, en el momento en el que debe dejar esta vida (cf. 2 Timoteo 4:6), él escribe a su discípulo:

"He peleado el buen combate, he terminado la carrera, conservé la fe" (2 Timoteo 4:7). Esto es tanto un testimonio como un testamento. En este contexto, las palabras finales de Pablo toman mayor significación:

"El Señor estuvo a mi lado y me dio la fuerza para proclamar el mensaje en su totalidad, para que todos los gentiles puedan oirlo" (2 Timoteo 4:17).

Aquellos que hoy, al final del Segundo Milenio, deben continuar el trabajo de evangelización pueden tomar luz y fuerza de estas palabras. En esta tarea, que es al mismo tiempo divina y humana, debemos recurrir al poder del Señor. En el umbral del nuevo milenio, con justicia hablamos de la necesidad de una nueva evangelización: nueva en método, pero siempre la misma con respecto a las verdades que proclama. La nueva evangelización es una tarea inmensa: universal en su contenido y su destino, debe tomar formas nuevas y diversas adaptándose a las necesidades de diferentes lugares "Cómo no sentir la necesidad de la ayuda de Dios para sostener nuestras debilidades y limitaciones?

Roguemos para que la Iglesia de vuestra Nación católica pueda ver claramente, con la ayuda del Señor, los desafíos y trabajos asociados con la nueva evangelización y en la dirección correcta dirigir todos sus esfuerzos, "tertio millenio adveniente".

Agradezco al Arzobispo Metropolitano, Ante Juriæ, por las palabras de bienvenida que me ha dirigido al comienzo de esta celebración Eucarística, en vuestro nombre y en el nombre de toda la gente de buena voluntad en esta querida tierra de Croacia.

Saludo a los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Split- Makarska y a todos los otros Obispos de Croacia, particularmente al Cardenal Franjo Kuhariæ. También doy la bienvenida con gratitud a los Pastores de la Iglesia en la cercana Bosnia- Hercegovina: el Arzobispo de Sarajevo, Cardenal Vinko Puljiæ, y su Auxiliar, Obispo Pedro Sudar; el Obispo de Mostar-Duvno y Administrador Apostólico de Trebinje- Mrkan, Obispo Ratko Periæ, y el Obispo de Banja Luka, Franjo Komarica. También saludo a todos los otros obispos presentes. Finalmente, saludo al Presidente de la República, al Jefe de Gobierno y a las autoridades civiles y militares, que han deseado estar presentes aquí con nosotros.

Queridos amigos, Split y Solin conforman la segunda y última escala de mi Visita Apostólica a Croacia. Estos dos lugares tienen un significado muy especial en el crecimiento del Cristianismo en esta región -desde los tiempos romanos y, más tarde, tiempos croatas- y ellos evocan una larga y maravillosa historia de fe desde el tiempos de los Apóstoles hasta nuestros propios días.

"Si tuvieras la fe de una semilla de mostaza..." (Lucas 17:6). Jesús dijo justo ahora en el Evangelio leído. La gracia de Dios ha hecho que ese grano de fe brote y crezca para llegar a ser un árbol grande, rico de frutos de verdad. Aun en los momentos más duros de vuestra historia, siempre hubo hombres y mujeres que permanecieron repitiendo: "La fe católica es mi vocación" (el Siervo de Dios Ivan Merz, en Positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis, Roma, 1998, pág. 477); hombres y mujeres que han hecho de la fe su programa de vida. Así lo fue para el mártir Domnio en los tiempos romanos, también lo fue para los muchos mártires durante la ocupación turca, hasta el bienaventurado mártir Alojzije Stepinac en nuestros días.

La decisión de vuestros antepasados de aceptar la fe católica, la fe proclamada y profesada por los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, ha jugado un rol central en la historia religiosa de vuestra Nación. "Este es un evento de capital importancia para los croatas, porque desde ese momento ellos aceptaron con presteza el Evangelio de Cristo como fue diseminado y enseñado por Roma. La fe católica ha permeado la vida nacional de los croatas": así escribieron vuestros obispos (Carta Pastoral, 16 de marzo de 1939) en preparación para el Jubileo de la evangelización de los croatas, planeado para 1941 y luego pospuesto debido a los eventos que abrumaron a vuestro país, a Europa y al mundo entero.

Esta es una herencia que os exige. En la Carta que yo escribí para el Año de Branimir, uno de los estadios de la celebración del Jubileo del Bautismo de vuestro Pueblo, os dije: "Por vuestra perseverancia habéis entrado en cierta clase de pacto con Cristo y la Iglesia: vosotros debéis permanecer fieles a este pacto, aún más cuando los tiempos están contra este pacto. Permaneced siempre como erais en ese glorioso año de 879" (15 de mayo de 1979). Hoy os repito esas palabras, en el nuevo clima social y político que emergió en vuestro país.

El Señor no dejó de iluminar vuestros días con esperanza (cf. Efesios 1:17-18), y ahora, con el advenimiento de la libertad y la democracia, es legítimo esperar una nueva primavera de fe en esta tierra de Croacia. La Iglesia puede ahora emplear muchos medios de evangelización y puede acercarse a todos los sectores de la sociedad. Este es un momento promisorio que la Providencia está ofreciendo a esta generación para proclamar el Evangelio y ser testigos de Cristo, el único salvador del mundo, y así contribuir a la construcción de una sociedad digna del hombre.

Concretamente, los cristianos de las tierras croatas hoy están llamados a dar un nuevo rostro a su patria para la renovación en la sociedad de los valores éticos y morales que fueron socavados por el pasado totalitarismo y por la violencia reciente de la guerra.

Esta es una tarea que exige el uso de mucha energía y una voluntad firme y perseverante. Es una tarea fundamental y urgente, porque sin estos valores tampoco hay respeto por la vida humana, por los derechos y dignidad de la persona, así como por los derechos y dignidad de los pueblos.

El cristiano sabe que él tiene una responsabilidad muy específica, junto a sus conciudadanos, por el destino de su país y por la promoción del bien común. La fe es siempre un compromiso con el servicio a otros, a los conciudadanos, considerados como hermanos y hermanas. Y no puede haber un testigo efectivo sin una fe profundamente vivida, sin una vida anclada en el Evangelio e imbuida del amor a Dios y al prójimo, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Para el cristiano, dar testimonio significa revelar a los otros las maravillas del amor de Dios, trabajando en unión con los hermanos y hermanas para construir ese Reino del que la Iglesia es "en la tierra, la semilla y la primicia" (Lumen Gentium, 5).

"Si tuvierais fe...", "Somos servidores indignos...". La fe no busca lo extraordinario, sino que trata de ser útil sirviendo a nuestros hermanos y hermanas teniendo en vista el Reino de Dios. Su grandeza está en la humildad: "Somos servidores indignos...". Una fe humilde es una fe auténtica. Y una fe auténtica, aun si es pequeña "como un grano de mostaza", puede hacer que sucedan cosas extraordinarias.

-Cuantas veces pasó esto en esta tierra! Que el futuro demuestre, una vez más la verdad de estas palabras del Señor, para que el Evangelio continúe dando frutos de santidad entre las generaciones que han de venir.

Que el Señor de la historia acepte las peticiones que se elevan hoy desde esta tierra de Croacia.

Que escuche la plegaria de todos los que profesan el santo Nombre de Dios y piden que perseveren en fidelidad a aquel gran Pacto bautismal de sus ancestros sostenidos por la fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que este pueblo construya su futuro en sus antiguas raíces cristianas, que datan del tiempo de los Apóstoles.

-Alabado sean Jesús y María!

Palabras del Papa a los Obispos en Split (resumen)

El 4 de octubre el Santo Padre se dirigió a los obispos croatas reunidos en el Palacio Arzobispal, en Split. Luego de saludarlos y entre otros conceptos dijo:

"Queridos hermanos en el episcopado, la Iglesia se compone del pueblo unido con sus obispos y del rebaño que permanecen fieles a su pastor" (San Cipriano, Epístola 66,8: CSEL 3, 2, 733). Deseo por eso animaros en vuestro compromiso diario para fortalecer la unidad de la Iglesia en todos los niveles, esforzándonos para que el clero y los fieles estén dedicados a la enseñanza evangélica, en unidad fraterna, en el partir del pan y en la oración (cf. Hechos 2, 42). Permaneced siempre unidos entre vosotros, en unidad con el Obispo de Roma y con los restantes miembros del Colegio Episcopal, especialmente con aquellos de Bosnia- Hercegovina".

Luego de recordarles la importancia de la familia, de la educación, y de la "cultura de la vida" como opuesta a la "cultura de la muerte", concluyó:

"Dignos hermanos en el episcopado, deseo fervientemente que las Iglesias de las que estáis al frente siempre estén guiados por el Espíritu Santo y que actúen de acuerdo con sus indicaciones. Junto a vosotros invoco la protección de la Santísima Madre de Dios, Reina de los Croatas, y la intercesión de todos los santos y beatos de esta región".

Saludo del Arzobispo en Solin (resumen)

El Arzobispo de Split-Makarska saludó al Santo Padre en Solin, destacando la particular significación del suelo santo de la Isla de la Virgen en la que se encontraban. "Es un lugar santo desde el tiempo de los primeros cristianos, que recibió la sangre mártir del obispo San Domnio y de muchos mártires. Allí, a la orilla del río Jadro -que así se llama recordando que es el Jordán Croata- comenzaron a recibir el bautismo nuestros antepasados. También en esta isla nuestra buena y bien recordada Reina Jelena construyó la primera iglesia en Croacia dedicada a la Madre de Dios. Los mil años de la construcción de esa iglesia y los 13 siglos del bautismo de los croatas fue celebrado en 1976".

El Arzobispo destacó la presencia de los jóvenes, que eran mayoría en ese lugar. Había seminaristas y estudiantes de teología de muchos lugares de Croacia. También había novicios franciscanos y jesuitas, y novicias de diversas congregaciones de religiosas. Se encontraban estudiantes del Instituto teológico catequístico y miembros de diversos movimientos: neocatecúmenos, focolares, cruzados, de la juventud franciscana, de la comunidad Paz-Gota de Bondad, y otros. Se encontraban también miles de estudiantes de escuelas secundarias y de universidades.

Palabras del Papa en Solin (resumen)

El Papa se dirigió a continuación a los catequistas y a los representantes de los movimientos eclesiásticos, diciendo:

"He venido a Solin luego de haber elevado al honor de los altares ayer en el Santuario de Marija Bistrica al mártir Alojzije Stepinac. En esta visita apostólica he deseado unir espiritualmente a los lugares de la fe y de devoción de vuestra nación, como recuerdo de su testimonio de Cristo desde los primeros siglos hasta ahora".

Luego de otros conceptos agregó: "El Beato Alojzije Stepinac dejó un ejemplo extraordinario de testimonio cristiano. El cumplió su misión de anunciar el Evangelio en primer lugar mediante sus sufrimientos por la Iglesia, y su mensaje de fe lo selló con su muerte. Prefirió la cárcel a la libertad, y eso sólo para defender la libertad de la Iglesia y su unidad. No tuvo temor de cadenas, para que el Evangelio no se vea encadenado.

En sus palabras se dirigió a los miembros de las organizaciones y movimientos eclesiales, a los estudiantes y profesores, a los catequizados y finalmente a los jóvenes.

Citó al gran poeta croata Maruliæ: "Felix, qui semper vitae bene computat usu", o sea "Feliz aquel que siempre piensa como aprovechar bien su vida (M. Maruliæ, Carmen de doctrina Domini nostri Iesu Christi pendentis in Cruce, v. 77) y al Beato Alojzije Stepinac: "no seréis dignos de los nombres de vuestros antepasados si dejarais que alguien os separe de la roca en la que Cristo construyó su Iglesia" (Testamento de 1957).

Despedida del Papa (resumen)

El Santo Padre se despidió de Croacia en el aeropuerto de Split, saludando al Presidente de la República, a los representantes del Gobierno, a los obispos y a todos. Mencionó que se terminaba su visita pastoral a la muy hermosa tierra croata, y agradeció a Dios por los tres días que estuvo en Croacia. Agradeció a las Iglesias de Zagreb y de Split-Makarska por haberlo recibido, y a toda la Iglesia croata. También agradeció al Presidente de la República, al Jefe de Gobierno y a todas las autoridades civiles y militares que no ahorraron esfuerzos para que esta visita pasara de la mejor manera posible. En esto colaboró muchísima gente, y a ellos les agradeció. Saludó a las familias, parroquias, diócesis, comunidades religiosas, y movimientos y asociaciones eclesiales. Señaló a las multitudes de fieles de todas las edades que acudieron a estar con él, en particular a los jóvenes en Zagreb, en Marija Bistrica, Žnjan- Split y en Solin: multitudes de personas que demostraron compartir los mismos pensamientos y los mismos sentimientos del corazón. Destacó que en Croacia se encontró con una Iglesia muy viva, rica en entusiasmo y energía, a pesar de las adversidades y abusos de poder que sufrió.

"Es muy grande el número de aquellos que en esta tierra, desde los primeros siglos, con su vida cotidiana dieron testimonio de Cristo, y muchos de ellos por El recibieron también el martirio. Vosotros sois herederos de esta multitud gloriosa de santos, cuyos nombres en su gran mayoría son conocidos sólo por Dios. He visto vuestra alegría cuando proclamé Beato al Cardenal Stepinac: Que este, vuestro rico patrimonio de fe, junto al de otras naciones europeas, llegue a ser herencia común en todo el continente.

El tiempo que estuve entre vosotros me permitió comprobar de cerca la recuperación lograda estos últimos años. He observado una sociedad que desea construir su presente y su futuro sobre los fuertes cimientos de la democracia, en completa fidelidad con su propia historia, que está impregnada de cristianismo, para tomar el lugar que con todo derecho le corresponde en la asamblea de las otras naciones europeas.

Con alegría reconozco que sois un país que habiendo recuperado la libertad y habiéndose sobrepuesto a las tristes vicisitudes de la guerra, nuevamente se está reconstruyendo y renovando en lo material y en lo espiritual.

Exhorto a los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo que no olviden las tragedias que experimentaron estas poblaciones a lo largo de la historia, y particularmente en este nuestro siglo. Que no falte la real y generosa ayuda a individuos y a familias para que puedan vivir en libertad y en justicia, con la dignidad de activos miembros de la familia humana.

Europa se dirige a una nueva etapa de su camino de unidad y crecimiento. Para que la alegría sea completa, nadie debe ser olvidado en el camino que lleva a la casa común europea.

Hoy luego de largos años de dictadura y de terribles experiencias de violencia que padecieron los habitantes de estas tierras, es necesario poner todas las fuerzas para construir la democracia basada en valores morales inscriptos en la misma naturaleza del ser humano.

Queridísimos, retorno a Roma llevando en el corazón tantas hermosas impresiones de esta visita. Ellas me acompañaron en mis oraciones por vosotros, por vuestros enfermos y ancianos, por vuestros hijos, por toda vuestra Nación.

-Que Dios otorge a Croacia paz, armonía y constancia en la búsqueda del bien común!

Querido pueblo croata, -Dios te bendiga. Que la Virgen María, Abogada de Croacia, Madre fidelísima, Os proteja en tu presente y tu futuro!

A Ella confío todo vuestro deseo de paz, libertad, paz y progreso en solidaridad, todas tu esperanza y cada uno de tus compromisos con los valores humanos y religiosos. -Que Dios bendiga a Croacia!"

Proclamación en Chicago del día del Cardenal Stepinac e imposición de su nombre a una calle

El alcalde de Chicago Richard Daley proclamó el 3 de octubre de 1998 Día del Cardenal Stepinac en toda la ciudad y dispuso que la avenida Princeton pase a llamarse Camino del Cardenal Stepinac. Mediante esta resolución, el alcalde de Chicago honró al recientemente beatificado Cardenal Alojzije Stepinac. Según consigna el comunicado "los croatas, los católicos y todos los ciudadanos de Chicago tienen gran satisfacción al honrar la beatificación del Cardenal Stepinac". Sobre la Avenida Princeton, llamada ahora Camino del Cardenal Stepinac, se encuentra la iglesia católica croata San Jerónimo y el Colegio croata Cardenal Stepinac. Transcribimos a continuación el decreto correspondiente.

Considerando que Alojzije Stepinac nació el 8 de mayo de 1898, en una familia campesina en una aldea cerca de Krašiæ, Croacia, y considerando que el 26 de octubre de 1930, Stepinac fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica; siete años después, el 7 de diciembre de 1937, Stepinac fue nombrado Arzobispo de Zagreb, Croacia; y considerando que, en respuesta a su negativa a cortar sus vínculos con la Iglesia Católica Romana, el gobierno comunista de la antigua Yugoslavia lo acusó falsamente de colaboración con los nazis. Luego de un juicio montado, el 11 de octubre de 1946 fue encontrado culpable y fue condenado a prisión por dieciséis años y considerando que el 12 de enero de 1953, el Papa Pío XII lo hizo Cardenal.

A pesar de ser un Cardenal, el gobierno comunista no le permitió cumplir con sus funciones y permaneció en Krašiæ bajo arresto domiciliario hasta su muerte el 10 de febrero de 1960; y considerando que en junio de 1993 se hizo una autopsia en el cuerpo del Cardenal Stepinac que reveló que él había sido sistemáticamente envenenado mientras estaba en prisión y por lo tanto murió como mártir y considerando que la comunidad croata-estadounidense, que incluye aproximadamente 150.000 personas en la ciudad de Chicago, desea honrar la memoria del Cardenal Stepinac designando a la Avenida Princeton entre las calles 26 y 33 como "Camino del Cardenal Stepinac".

Ahora, por lo tanto, yo, Richard M. Daley, Alcalde de la ciudad de Chicago, por la presente proclamo el día 3 de octubre de 1998 como Día del Cardenal Stepinac en Chicago, en reconocimiento por su dedicación de toda la vida a la causa de los derechos políticos, religiosos y humanos que hizo de él un símbolo de grandeza para la comunidad croata-estadounidense y para la ciudad de Chicago.

Richard M. Daley, 1 de octubre de 1998

Traducción: Joza Vrljicak

DECLARACION ANTE EL TRIBUNAL COMUNISTA

Alojzije Stepinac

"A todas las acusaciones en mi contra, respondo que mi conciencia está tranquila, incluso si esto hace reír al auditorio. No tengo la intención, ni de defenderme ni de apelar contra vuestro veredicto.

Por mis convicciones, que emanan de una conciencia en paz, soy capaz de soportar las burlas, el desprecio y la humillación, estoy listo incluso a morir en cualquier instante.

Se ha repetido aquí cientos de veces: "acusado Stepinac". Pero nadie es tan ingenuo al punto de no comprender que detrás de este "acusado Stepinac", se encuentra sentado en el banco de los acusados el Arzobispo de Zagreb, representante de la Iglesia Católica en Yugoslavia.

Tanta veces ustedes mismos han apelado al clero, aquí presente, para que manifieste la culpabilidad de Stepinac en lo que concierne a la actitud del pueblo y del clero. Pues Stepinac, por sí mismo, no puede tener tanta influencia, se trata entonces del Arzobispo.

Hace diecisiete meses que soy atacado en público y a través de la prensa; desde hace doce meses estoy internado en mi residencia episcopal.

Se me acusa de haber rebautizado a serbios ortodoxos. El término en sí ya es falso, porque quien ha sido bautizado una vez no necesita ser nuevamente bautizado. Se trata del paso a otra confesión. No entraré en detalles, pero declaro que mi conciencia está tranquila y que un día la historia juzgará.

Es verdad que me vi obligado a trasladar a los curas a los que los ortodoxos amenazaban de muerte. Los serbios querían matar a estos curas porque les negaban la admisión en la Iglesia. Pero, durante los años de guerra, la Iglesia conoció no pocas dificultades en su intento de ayudar al pueblo serbio.

El señor Presidente me ha mostrado el documento, testimoniando que he reclamado el monasterio ortodoxo deshabitado, que era al principio propiedad de nuestra orden de Paulinos, situado en Orahovica. Yo quería instalar allí a los Trapenses expulsados por los alemanes de Rajhenburg. Considero que era mi deber ayudar a nuestros hermanos eslovenos, a quienes los soldados de Hitler habían obligado a exiliarse.

Me reprochan como delito grave el hecho de haber ejercido el cargo de vicario castrense. El presidente del Tribunal me ha preguntado si no consideraba como acto de traición hacia Yugoslavia el hecho de haberme relacionado con el Estado Independiente de Croacia.

Ocurre que yo ya era vicario castrense bajo el antiguo régimen yugoslavo. Durante los ocho o nueve últimos años, he intentado regular la situación de la Vicaría castrense. Pero no pude encontrar una solución definitiva. Finalmente la situación fue jurídicamente regulada en Yugoslavia, por un Concordato obtenido con dificultad, pero este arreglo no fue efectivizado pues, después de su ratificación en el Parlamento, caducó en las calles de Belgrado.

Hacia fines de la guerra Yugoslavia-Alemania, yo debía procurar ayuda espiritual tanto a los soldados católicos del antiguo ejército yugoslavo, como a los soldados del Estado Independiente de Croacia, recientemente creado. Pues si un Estado se hunde, los soldados permanecen y nosotros estamos obligados a tener en cuenta su situación.

Por lo tanto, no he sido persona grata ni a los alemanes ni para los ustachis. No he formado parte de los ustachis y no les he prestado juramento como lo han hecho algunos de vuestros funcionarios, aquí presentes. En forma plebiscitaria el pueblo croata se declaró a favor del Estado Croata, y yo no sería nadie si no hubiera sentido latir el pulso de mi pueblo, cuyas condiciones de vida eran las de esclavitud bajo el antiguo régimen yugoslavo.

En efecto, he afirmado que los ascensos en las carreras militares o diplomáticas no eran posibles para los croatas si éstos no cambiaban de religión, o si no se casaban con ortodoxos. Esa es la base fáctica y el telón de fondo de mis cartas pastorales y sermones.

Cuando hablé del derecho del pueblo croata a la libertad y a la independencia, lo hice en concordancia con los principios esenciales de los Aliados señalados en Yalta y en la Carta del Atlántico.

Si de acuerdo a tales conclusiones, cada pueblo tiene derecho a su independencia, "Por qué este derecho le sería denegado únicamente al pueblo croata? La Santa Sede ha señalado en múltiples oportunidades que las pequeñas naciones y las minorías nacionales tienen derecho a la libertad. Entonces un obispo o un metropolita católico "No tiene derecho a recordarlo? Moriremos, si es necesario, en el cumplimiento de nuestro deber.

Si ustedes creen que el pueblo croata está satisfecho de su suerte, o si eventualmente, ustedes le dan otra ocasión de manifestarse, no pondré obstáculos. He respetado y respetaré siempre la voluntad de mi pueblo.

Me acusan de ser enemigo del Estado y de las autoridades nacionales. Entonces, les ruego que me digan "quién representaba a la autoridad para mí en 1941? "El golpista Simoviæ en Belgrado, o los traidores -como ustedes los llaman- en Londres, o los de Jerusalén, o quizás las autoridades de la guerrilla, o finalmente, la autoridad de aquí, de Zagreb?

Mejor todavía, en 1943 y 1944, la autoridad "se encontraba en Londres o en la guerrilla? Ustedes representan para mi la autoridad desde el 8 de mayo de 1945.

"Podría yo obedecer a la vez, a ustedes que estaban en la guerrilla y a los que estaban en Zagreb? "Se puede servir a dos patrones a la vez? No es posible, ni católica ni moralmente, pero tampoco es posible de acuerdo con el derecho internacional, ni siquiera tampoco de acuerdo con el derecho humano simplemente. No podemos ignorar la autoridad suprema del Estado, incluso aún cuando ésta emanara de los ustachis, puesto que dicha autoridad se había instalado aquí. Ustedes tienen derecho a interrogarme sobre mis actos y de juzgar mi responsabilidad, pero sólo a partir del 8 de mayo de 1945.

Ustedes no tienen ninguna prueba de mis actos "terroristas" y, por otra parte, nadie podrá dar fe de lo que ustedes afirman. Si Lisak, Lela Sopijanec y otros venían a verme bajo un falso nombre, o si recibía cartas que apenas podía leer, si mi delito es que la gente viniera a verme, entonces, espero tranquilo vuestro veredicto. Si di un salvoconducto al sacerdote Mariæ, no tengo nada que reprocharme, mi conciencia está tranquila, pues no tenía ninguna intención de hacer nada contra el Régimen; podría morir con el alma en paz.

No tiene ninguna importancia que ustedes me crean o no. El acusado, Arzobispo de Zagreb, sabe no sólo sufrir, sino también, si es necesario, -morir por sus ideas!

Incluso el Presidente del Gobierno, Vladimir Bakariæ, había dicho al sacerdote Milanoviæ: "sabemos que detrás de todas estas acciones se encuentra el Arzobispo, pero no tenemos ninguna prueba". Para mi está claro.

Y ahora, "en qué consiste todo el conflicto, todas nuestras dificultades y por qué la situación no se apacigua? El Procurador General ha afirmado en múltiples oportunidades que en ningún otro lugar hay tanta libertad de conciencia como aquí, en este Estado. Me permito citar sólo algunos hechos, que probarán lo contrario.

Nuevamente afirmo ante todos, que entre 260 y 270 sacerdotes han sido ejecutados por el Movimiento Popular de Liberación. En ningún Estado civilizado del mundo tantos sacerdotes hubieran sido castigados así por las faltas que ustedes les han reprochado. Tomemos por ejemplo el caso del cura Burger, de Slatina. Si a título de ex-miembro del Kulturbund, ustedes lo hubieran condenado por ejemplo a ocho años de detención, podríamos comprenderlo, pero ustedes lo condenaron a muerte y lo han ejecutado porque había transportado, como deán, los objetos litúrgicos de la vecina localidad de Voèin, lo que por otra parte era su deber.

Nuevamente afirmo: en ningún otro Estado civilizado se hubiera actuado de esta forma. El sacerdote Povoljnjak fue asesinado sin juicio previo como un perro en la calle. Se ha actuado de la misma manera con las religiosas acusadas. En ningún otro país civilizado se las hubiera condenado a muerte, sino como máximo a prisión. Ha sido una grave falta de táctica ejecutar a los sacerdotes. El pueblo no lo olvidará jamás.

Nos han confiscado nuestras escuelas católicas que tantos sacrificios nos han costado. Nos impiden enseñar en los Seminarios. Este año no hubiéramos podido retomar los cursos si no hubiéramos recibido de Estados Unidos siete vagones de material. Los alumnos de los Seminarios son todos hijos de nuestros campesinos más pobres y ustedes nos han confiscado, por la fuerza, todos los bienes de los Seminarios.

Ustedes han hecho todo igual que la Gestapo, que le sacó al Seminario la propiedad Mokrice. No nos hemos opuesto a la reforma agraria, pero era necesario entenderse con la Santa Sede.

El funcionamiento de nuestros orfelinatos se ha vuelto imposible. Nuestras imprentas son destruidas y no sé si queda aún alguna. Nuestra prensa, que ustedes han atacado tanto, no existe más.

"No es un escándalo afirmar que en ningún otro lugar la Iglesia es tan libre como aquí? Los dominicos han hecho imprimir un libro religioso que he traducido del francés, los gastos se elevaban a 75.000 dinares. Cuando la impresión estuvo terminada, se negaron a devolver los libros "Es esto libertad de prensa? La Sociedad Literaria Croata San Jerónimo ha desaparecido. Este ha sido un grave delito contra el pueblo, pues era ésta una de nuestras más importantes instituciones culturales.

Me han reprochado también la actividad de "Caritas". Pero repito aquí que "Caritas" misma ha brindado un gran servicio a nuestro pueblo y a vuestros hijos.

En lo que concierne a la enseñanza religiosa, ustedes la han suprimido absolutamente en el ciclo superior de las escuelas secundarias, y, en las clases de primaria, se han vuelto optativas.

"Cómo esos pequeños, que están en pleno crecimiento, pueden decidir por ellos mismos si es bueno o no tener lecciones de catecismo? Y a los adolescentes que ya han adquirido el derecho de votar, ustedes les niegan la libertad de decisión en cuanto a los cursos de religión en sus escuelas.

"Con cuántas dificultades se chocan nuestros hospitales católicos en donde trabajan las religiosas?

Ustedes han impuesto el matrimonio civil contra la voluntad de la mayoría del pueblo. "Por qué no han intentado adaptar esta libertad a la mentalidad de nuestro pueblo? En América es más equitativo: según sus convicciones, unos se casan civilmente, los otros religiosamente. No nos oponemos a que exista cierto control del matrimonio. Pero nuestro pueblo sufre por ser obligado a pasar primero por la alcaldía y luego por la iglesia. Si nos hubieran consultado, les hubiéramos podido dar las sugerencias apropiadas.

Se han confiscado las casas pertenecientes a las religiosas en Baèka, algunas iglesias en Split fueron transformadas en depósitos; no sé si esto ha cambiado. Los bienes de la Iglesia han sido tomados sin ningún previo acuerdo con la Santa Sede. Ustedes han visto cómo el pueblo se negaba a apropiarse de ellos. Pero esta cuestión material es un problema menor.

El punto doloroso es el siguiente: ningún sacerdote ni obispo está hoy seguro de su vida, ni de día ni de noche. El Obispo Srebrniæ fue atacado en Šušak por algunos jóvenes, dirigidos por ciertas personas. Durante tres horas lo han maltratado moral y físicamente en una pieza, mientras que vuestra policía al igual que la milicia, permanecían indiferentes.

Yo mismo, por otra parte, pasé por la misma situación en Zaprešiæ. El Obispo Lach debía presentarse en un pueblo del otro lado del río Drava para impartir allí la Confirmación. Aunque sabían por qué iba allí, se lo impidieron, manteniéndolo toda la noche en prisión en Koprivnica. En aquel momento algunos de los vuestros, antiguos guerrilleros, vinieron a verme indignados, diciendo que iban a protestar ante las autoridades competentes.

En lo del Obispo Buriæ rompieron todos los vidrios a pedradas mientras administraba la Confirmación. En cuanto al Obispo Pušiæ, acabo de enterarme que ha sido atacado, en estos días, a golpes de papas y de huevos podridos. En estas condiciones, la libertad es absolutamente ilusoria y no podemos aceptar ser esclavos sin tener ningún derecho. Lucharemos por todos los medios legítimos para obtener el respeto de nuestros derechos también en el Estado actual.

Para que comprendan mejor las razones de nuestra lucha, citaré también tres o cuatro ejemplos de esta pretendida libertad. En los manuales escolares se afirma, contra toda prueba histórica, que Jesucristo no existió. -Sepan que Jesucristo es Dios! Nosotros estamos listos a morir por El, pero ustedes propagan la tesis de que El ni siquiera existió. Si un educador se atreve a decir lo contrario seguramente perderá su puesto. Lo digo francamente, señor Procurador General, que en tales condiciones no sólo niegan la libertad a la Iglesia, sino que lograrán exterminarla en poco tiempo.

Cristo es la base del cristianismo. Ustedes protegen a los serbios ortodoxos. Pero, les pregunto, "Cómo imaginan a los ortodoxos sin Cristo? Es absurdo. "Cómo imaginan a la Iglesia católica sin Cristo? Es totalmente absurdo. En vuestros manuales se afirma que la Madre de Dios era una mujer de mala vida. "Ignoran que Ella era una santa, tanto para los ortodoxos como para los católicos?

Ustedes afirman oficialmente que el hombre desciende del mono. Esto será así para quienes lo crean. Pero, "cómo se atreven a sostener tal tesis de evolución puramente materialista? Según ustedes, el materialismo es la única vía científica, lo que significa que hay que simplemente borrar a Dios y al cristianismo. Si no existe nada más que la materia, entonces les agradezco su libertad. Uno de vuestros altos funcionarios ha dicho: "No existe ningún hombre en este Estado que no pueda ser conducido ante el Tribunal y juzgado".

Las otras acusaciones nos colocan en el rango de asesinos y amigo de los terroristas; no todos los crímenes cometidos en el Estado Independiente de Croacia provenían de los domobranes (soldados regulares) y de los ustachis. No eran tiempos fáciles para la Iglesia, esta debía abrirse camino a través de numerosas dificultades. Que nadie piense que yo deseo la guerra. Dejen que el gobierno actual inicie relaciones con la Santa Sede. La Iglesia no reconoce dictaduras, pero no se opone a los acuerdos honestos. Es una posibilidad; en este caso, los obispos sabrán cuál es su deber y no será necesario, para citarlos ante la justicia, buscar otros sacerdotes como testigos de cargo, como es mi caso.

Finalmente, quisiera decir algunas palabras sobre el Partido Comunista que es, en efecto, mi verdadero acusador. Si piensan que hemos tomado nuestra actitud respecto de ellos por causas de intereses de orden material, se equivocan, pues nos hemos mantenido firmes, aún cuando nos han empobrecido. No nos oponemos a que los obreros tengan más derechos en las fábricas, pues este es el espíritu de las Encíclicas Pontificias. No tenemos nada en contra de las reformas justas, pero que los partidarios del comunismo nos permitan gozar de los mismos derechos que ellos, para propagar y confesar lo que creemos. Los católicos han dado su vida por obtener estos derechos, y continuarán haciéndolo si es necesario.

Para concluir: con buena voluntad podremos entendernos, pero la iniciativa debe venir del gobierno actual. Ni yo, ni el Episcopado somos competentes para entablar negociaciones de principios, esto es asunto de las autoridades gubernamentales y de la Santa Sede. En lo que a mi concierne y en lo que respecta a mi proceso, no tengo necesidad de piedad. -Mi conciencia está tranquila!"

GRACIAS JUAN PABLO II

Davor Stier

No es ningún secreto que la Santa Sede fue uno de los principales actores en la lucha de Croacia por su independencia. A pesar de la tradicional reserva de la diplomacia vaticana, en los momentos más difíciles de la historia reciente croata, Juan Pablo II supo levantar su voz en favor de los ideales de la justicia y la libertad, reconociendo la independencia de la República de Croacia el 13 de enero de 1992, dos días antes que la Comunidad Europea.

Para muchos adversarios de la causa croata, eso constituyó una razón adicional para acusar al Estado recientemente liberado por su catolicismo, en un mundo cada vez más secularizado. Para otros, en cambio, la Santa Sede actuó correctamente, ayudando en un momento crítico a un pueblo que durante siglos demostró su fidelidad al Sucesor de Pedro. No es casual, por ende, que justamente a principios de octubre de 1998 el Papa Juan Pablo II haya visitado Zagreb, Marija Bistrica y Split. No es casual que el Cardenal Alojzije Stepinac haya sido beatificado cuando aún resuenan por el mundo comentarios mal intencionados sobre el supuesto pasado fascista de los croatas. Prácticamente desde que en 1990 los electores croatas decidieron libre y democráticamente seguir el camino de la independencia, la propaganda de Belgrado y sus viejos aliados en Europa y el mundo lanzaron una serie de acusaciones intentando relacionar a la actual Croacia con los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Algunos alegaron que el escudo era el mismo. Otros recordaron que la moneda, kuna, también se utilizó en el período 1941-45.

Fe y libertad

Asimismo, frecuentemente se atacaba la figura del legendario Cardenal Stepinac, rehabilitado por el nuevo gobierno democrático en Croacia. De hecho, Stepinac fue el centro de las acusaciones porque simbolizaba la unión perfecta entre el amor a Dios y a la Patria, algo incomprensible para los ideólogos de una sociedad amorfa, posmoderna, sin Dios y sin Patria.

Por ello, su beatificación, el 3 de octubre en el Santuario de Marija Bistrica, fue un acontecimiento de gozo no sólo para la Iglesia Católica, sino también para la nación croata y todos los demás pueblos en la tierra que luchan por preservar su fe y libertad. Por supuesto, tampoco fue casual que la beatificación de Stepinac haya sido el 3 de octubre. En esa misma fecha, pero en 1946, el Arzobispo de Zagreb y Primado de Croacia pronunció su famoso discurso ante el infame tribunal que lo condenó a 16 años de prisión y trabajo forzado por haber colaborado supuestamente con el régimen fascista. En aquella oportunidad, Stepinac no ocultó su felicidad y satisfacción por la reinstauración del Estado Croata independiente el 10 de abril de 1941. Lejos de aprobar los crímenes cometidos durante aquella época, el Cardenal supo diferenciar el régimen político del justificado y legítimo anhelo del pueblo croata por su libertad y sobe ranía.

Eso fue suficiente para que las autoridades comunistas yugoslavas lo condenaran por "colaboracionista". Su negativa a separarse de Roma y fundar una iglesia nacional croata (fácil de dominar y manipular políticamente por el Partido Comunista) y su claro pensamiento nacional fueron las razones claves para su condena en un proceso careciente de toda legitimidad jurídica.

El Cardenal Alojzije Stepinac estuvo en la cárcel de máxima seguridad de Lepoglava durante cinco años y luego fue trasladado a Krasiæ con arresto domiciliario. Se ha comprobado en las investigaciones relacionadas a su causa que durante esos años fue sistemáticamente envenenado, por lo que se puede afirmar que Stepinac ha sido realmente un mártir de la fe. En reconocimiento a su valentía y fidelidad, el Papa Pío XII lo nombró cardenal el 12 de enero de 1953. Finalmente, Stepinac murió el 10 de febrero de 1960 y el 3 de octubre de 1998 el Papa Juan Pablo II lo beatificó ante medio millón de fieles en el Santuario Nacional de Marija Bistrica.

Señor, en Ti confío

Como dijimos antes, la beatificación de Stepinac enciende un nuevo foco de luz que esclarece lo vivido y sufrido por el pueblo croata durante la Segunda Guerra Mundial. En pocas palabras, Juan Pablo II, como autoridad moral indiscutible en el mundo moderno, ha liberado a Croacia ante la opinión pública internacional del prejuicio que vinculaba a todos y cada uno de los croatas con los más oscuros crímenes del nazismo. Y lo ha hecho en un momento en que la comunidad internacional sigue sin reconocer a Croacia como la víctima de la agresión granserbia desatada por Slobodan Miloseviæ, quien, dicho sea de paso, sigue dando pruebas de su imperialismo militante en Kosovo.

"Señor, en Ti confío" era el lema del Cardenal Stepinac, inscripto en su escudo episcopal. Esa confianza lo llevó hasta el martirio, pero también hacia la beatificación y la victoria final. El pueblo croata, al igual que su fiel pastor Alojzije, también ha sufrido mucho por su fe en Nuestro Señor y en la causa de su libertad. Dios quiera que llegue pronto el momento de su triunfo definitivo.

 

CROACIA: MITO Y REALIDAD

C. Michael McAdams

En esta edición de Studia Croatica publicamos la segunda parte del libro Croacia: Mito y Realidad, el cual hemos traducido y se encuentra completo en nuestro Web site. Los anteriores capítulos fueron publicados en el número 137.

Mito: "El canasto de ojos humanos"

Mito: El Jefe de Estado de Croacia durante la guerra, Ante Paveliæ, acostumbraba tener en su oficina un canasto, ubicado junto a su escritorio, conteniendo 20 kilos de ojos humanos.

Realidad: Esta afirmación es literalmente una obra de ficción, tomada de la novela Kaputt, de Curzio Malaparte (Kurt Suckert, también conocido como Gianni Strozzi). El libro fue escrito como ficción, vendido como ficción, y se encuentra catalogado en todas las bibliotecas del mundo como perteneciente al género ficción. Citar a Kaputt como fuente para temas de la Segunda Guerra Mundial es como citar a Lo que el viento se llevó como una fuente histórica autorizada para analizar la guerra civil estadounidense de fin del siglo pasado. El hecho de que esta vieja fábula siga repitiéndose es la parte más sorprendente en segundo lugar de este mito. Lo más sorprendente es que alguien, no importando cuán ciego sea su odio hacia los croatas, pueda tomarlo como cierto. Aun así, este mito fue citado como un hecho, todavía en 1995, en publicaciones oficiales publicadas en Belgrado por el Ministerio de Información de la República de Serbia, y repetido por periodistas ingenuos de todo el mundo.

Kaputt

El mito sobrevivió y recibió un nuevo impulso por parte del gobierno serbio, de periodistas y de políticos, debido a que venía entre comillas. La leyenda tenía una nota al pie, una cita y todas las apariencias de ser un hecho cierto. El autor frecuentemente era citado como "el escritor más famoso", "el periodista italiano" y hasta como "el famoso historiador italiano" Curzio Malaparte. Su famosa cita, incluida en la edición de 1946 de Kaputt, dice:

"Mientras él hablaba, yo observaba un cesto en el escritorio del Poglavnik (título de Paveliæ, equivalente a jefe o autoridad con poder de mando). La tapa estaba levantada y el canasto parecía estar lleno de mejillones u ostras, como ocasionalmente se los exhibe en las vidrieras de Fortnum y de Mason en Piccadilly, en Londres.

Castertano me miró y propuso: "No quisiera un lindo guiso de ostras?"

"Son ostras de Dalmacia?", pregunté al Poglavnik.

Ante Paveliæ sacó la tasa de la cesta y mostró las supuestas ostras, una masa gelatinosa, y dijo sonriendo, con esa sonrisa bien natural y cansina que tenía: "Es un regalo de mis leales ustashis, cuarenta libras de ojos humanos".

Kaputt y su autor tenían, ambos, historias fascinantes para contar. En la gacetilla de prensa original, cuando se editó el libro, Malaparte asegura que comenzó a escribirlo en Ucrania en 1941 y lo llevó de contrabando a través de Europa escondiéndolo dentro del forro de su abrigo y de las suelas de sus zapatos. Finalmente, el manuscrito fue dividido en tres partes y entregado a tres diplomáticos, para volverse a unir en 1943, en Capri, donde fue terminado. El libro cuenta los movimientos de Malaparte por Europa en 1941 y 1942, cuando él afirma que visitó cada uno de los frentes de guerra y que conocía a cada uno de los jefes de Estado, por lo general tuteándolos. Malaparte, aparentemente, hablaba muchos idiomas y conoció los encantos de las hermosas princesas europeas. De acuerdo a su propio prefacio a Kaputt, su amistad personal con Mussolini, Hitler y otros no lo salvó de ser arrojado a prisión en julio de 1943 por antialemán. Milagrosamente, pronto fue liberado y estuvo trabajando para los aliados en septiembre de ese año. Fue mientras trabajaba como propa gandista para los aliados que Malaparte completó Kaputt, que describió como un libro "horriblemente divertido y horrendo".

Las críticas están de acuerdo. Los dos libros más importantes de Malaparte, Kaputt y Skin, fueron llamados "la náusea de mayor venta" por la revista Time. Sus escritos contenían páginas de sórdidas historias acerca del maligno mundo de la Europa fascista. El caso del canasto de ojos humanos citado por Malaparte debe ser tomado en contexto, como señaló la revista Time en 1952: "El muestra a madres que venden a sus hijos para la prostitución; pero entonces, deduce Malaparte, también hay hijos que venderían a sus madres. Habla además en parte de un capítulo sobre una calle poblada de mujeres enanas de cuerpos retorcidos, que ganan su alimento, lo afirma con júbilo, dando satisfacción a la lujuria antinatural de los oficiales estadounidenses. Otro capítulo habla de una visita a un negocio que vende pelucas púbicas rubias. A los soldados norteamericanos, explica Malaparte, les gustan las rubias". Estos temas ofensivos sólo rozan la superficie de los escritos enfermizos de Malaparte. En otros pasajes escritos por este autor se sostiene que los aliados ganaron la guerra gracias a la estrategia de un "maquis homosexual" y a banderas hechas de piel humana, así como la historia de un general aliado que en una cena sirvió a sus invitados un niño hervido.

Suckert-Malaparte-Strozzi

El mismo "Malaparte" era un enigma. Nació como Kurt Erick Suckert en 1898 en Prato, Italia, de ascendencia austríaca, rusa e italiana. Estudió en el Collegio Cicognini y en la Universidad de Roma. Se unió a los fascistas a edad temprana, llegando pronto a ser el niño mimado del Ministerio de Propaganda fascista, donde escribió textos considerados brillantes y hasta una obra poética en alabanza de Mussolini. Trabajó como periodista para el CorriSre della Sera y viajó a Etiopía en 1939.

Lo que ocurrió después de esto, depende de cuál Malaparte se lea. El hombre de Estado de ficción de sus novelas pasó los años de la guerra en reuniones casi constantes con gente como Mussolini, el conde Ciano, Ante Paveliæ y los ricos y famosos de Europa. Es interesante destacar que el apellido de Paveliæ está mal escrito, como "Paveliè", en todos sus escritos. Más tarde, Malaparte afirmó que fue uno de los "tres oficiales italianos que organizaron el Ejército Italiano de Liberación, que luchó para los aliados". Después de la caída de Mussolini comenzó a escribir con el nombre de Gianni Strozzi para el diario comunista L'Unit_. Solicitó el ingreso, que le fue denegado, en el Partido Comunista. Más tarde, trabajó para el Quinto Ejército como un oficial de enlace de bajo nivel. De la misma manera como sirvió a los fascistas y a los comunistas, Malaparte buscó congraciarse con sus nuevos amos. "El Ejército estadounidense es el ejército más puro en el mundo... Me gustan los americanos... y lo demostré cien veces durante la guerra... sus almas son puras, mucho más puras que las nuestras", clamó fervorosamente Malaparte. En noviembre de 1952 un Malaparte totalmente distinto escribió que, de hecho, se había peleado con Mussolini en 1934. No sólo que nunca conoció a la mayor parte de los importantes líderes sobre quienes escribió, sino que reconoció que "en 1938 todavía estaba bajo control de la Policía y era puesto en prisión como medida preventiva cada vez que un jefe nazi visitaba Roma, y desde 1933 hasta la liberación de Italia, estaba privado de pasaporte". Malaparte, que había sido llamado "la pluma más fuerte del fascismo", enfureció a Hitler con su libro Técnica del Golpe de Estado, escrito en 1931. Mussolini lo puso en prisión entre 1933 y 1938 y fue mantenido bajo estricto control oficial durante el resto de la era fascista. El Ministerio de Defensa italiano confirmó que sirvió como oficial de enlace con los aliados, pero negó totalmente haber tenido algo que ver con la organización del Ejército de Liberación de Italia. Prolífico autor de cuentos y relatos ficticios sobre victorias fascistas, Suckert-Malaparte-Strozzi realmente se reunió con Ante Paveliæ durante la guerra. La entrevista, contada en Kaputt, se efectuó en la oficina de Paveliæ y fue filmada. No hay canasto que se pueda ver ni conversación al respecto. Después de la guerra, Malaparte continuó escribiendo, así como dirigiendo y produciendo películas, y estuvo activo en el Partido Comunista. En la primavera de 1957 el Partido lo envió a una visita de camaradería a China. Poco después de su retorno, murió el 19 de julio de 1957.

Un enigma hasta el fin, el libertino anticatólico Malaparte abjuró del comunismo y se convirtió al catolicismo en su lecho de muerte. Posteriormente, el amigo de Malaparte y también periodista Victor Alexandrov hizo saber que Malaparte había reconocido que la historia del canasto de ojos humanos era ficción.

Así es como Curzio Malaparte y su desagradable ficción fueron lanzados al cesto de basura de la historia literaria en todo el mundo excepto en Belgrado.

Mito: "Murieron dos millones de serbios"

Mito: Entre 500 mil y 2 millones de serbios fueron asesinados por el gobierno croata durante la Segunda Guerra Mundial.

Realidad: El número exacto de víctimas de guerra en Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial quizá nunca se conozca, debido a los 50 años de desinformación intencional por parte de los gobiernos de Yugoslavia y Serbia, de los grupos de exiliados serbios y de otros. Empero, es probable que aproximadamente un millón de personas de todas las nacionalidades hayan muerto debido a causas relacionadas con la guerra en toda Yugoslavia durante ese conflicto, y que unos 125 mil serbios hayan perdido la vida por motivos relacionados con la guerra en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial.

Victimología serbia

La cuestión de las pérdidas debido a la guerra durante la Segunda Guerra Mundial representó el tema más divisivo, acalorado y emocional entre todas las nacionalidades de la antigua Yugoslavia durante el período de posguerra.

La sangrienta guerra con muchas partes contendientes en Yugoslavia en frentó a ejércitos alemanes, italianos, ustaše, partisanos, domobranos, Guardia Blanca, Guardia Eslovena y a por lo menos cuatro ejércitos èetnik. La guerra multifacética hundió en el abismo del enfrentamiento a serbios contra serbios, croatas contra croatas, serbios contra croatas, y ortodoxos serbios contra católicos y musulmanes. Las pérdidas de vida fueron grandes en número y difíciles de documentar. A medida que la guerra avanzaba, y mucho tiempo aún después de que el conflicto bélico terminara, la mitología sobre los números de víctimas continuaba creciendo.

Los números crecientes

En la cuestión del número de serbios muertos en Croacia llegó a ser posible simplemente tomar un número y virtualmente cualquier medio de prensa en el mundo publicaría esa cifra sin formular preguntas. En un lapso de 60 días, a fines de 1991, David Martin puso el número en 500 mil en el New York Times; el presidente de Serbia Slobodan Miloševiæ dijo 750 mil en USA Today, Josif Djordjeviæ lo elevó a 1,2 millón en el San Francisco Chronicle, Teddy Preuss lo llevó a 1,5 millón en el Jerusalem Post y, estableciendo un récord total, el programa de Peter Jennings ABC News puso la cifra en 2 millones. Además, cada una de las fuentes agregaba algo al número. Para algunos, éste representaba el total de "muertos", para otros eran "asesinados", y para otros "asesinados en campos de concentración", mientras que había quienes no definían cómo habían ocurrido las pérdidas. Ninguno menciona alguna fuente para las cifras.

Para ilustrar la magnitud de estas acusaciones, se necesitaría matar una persona cada 90 segundos, las 24 horas del día, siete días por semana, durante toda la guerra para alcanzar la cifra de 1,5 millón planteada por Teddy Preuss. El hecho es que no llegó a morir un millón de personas por todas las causas durante la guerra. Muchos estudiosos dudan de que se hubiera perdido -por causas relacionadas con la guerra- un millón de personas en toda Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, esta mitología se encuentra más profundamente enraizada que virtualmente cualquier otra. Ya en abril de 1942, a sólo doce meses de comenzada la guerra, la Iglesia Ortodoxa Serbia de América, basándose en informes proporcionados por Mihailoviæ, afirmaba que más de un millón de serbios habían sido muertos en Croacia. A medida que la guerra seguía, los números continuaban creciendo en la prensa serbia, hasta llegar a ser mayores que la cantidad de serbios que habitaban en Croacia. Debe señalarse que, al igual que en las guerras de 1991/95, ningún soldado croata o bosnio pisó territorio de Serbia durante la Segunda Guerra Mundial.

Informes de posguerra

Después de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno comunista yugoslavo estableció las pérdidas demográficas totales, para toda Yugoslavia, en 1,7 millón. La cifra nunca fue verificada y está en contradicción por comparaciones de datos demográficos entre los censos yugoslavos de 1931 y 1948. Aún así, esta cifra, que incluiría mortalidad natural y la tasa disminuida de nacimientos, fue presentada al gobierno de Alemania Occidental como base para exigir reparaciones de guerra.

Al mismo tiempo, en los medios de Belgrado comenzó a circular la cifra de 750 mil judíos, gitanos y serbios muertos en Croacia durante la guerra. En 1958 esta cifra fue utilizada para describir las pérdidas en un solo campo de concentración, el de Jasenovac. Esos altos números no sólo fueron usados para obtener reparaciones adicionales de guerra por parte de Alemania, sino también para legitimizar el rol del gobierno comunista, salvando a los pueblos de Yugoslavia de los horrores del nacionalismo.

Alemania se negó a aceptar en primera instancia la cifra de 1,7 millón y exigió documentación. El 10 de junio de 1964, el gobierno yugoslavo ordenó secretamente que por primera vez se recogieran las estadísticas exactas respecto a la cantidad de víctimas de guerra, tarea que fue completada en la República Socialista de Croacia por el Centro para la Documentación Científica del Instituto del Movimiento Obrero en Zagreb. A comienzos de noviembre se habían reunido los datos, que fueron enviados al Instituto Federal de Estadísticas, en Belgrado.

Cuando los datos fueron tabulados, la cifra real resultó de 597.323 muertos para toda Yugoslavia, con exclusión de las fuerzas del Eje. De ellos, 346.740 eran serbios y 83.257 croatas. Estas cifras excluyen las muertes de los que murieron peleando para los èetniks, los ustaše, el Ejército Croata regular, la Guardia Eslovena o quienes revistaban en los ejércitos de Alemania o Italia. El gobierno devolvió los datos para ser re-tabulados, y las cifras definitivas fueron confirmadas y provistas a Alemania.

Los datos hechos públicos

En julio de 1969, Bruno Bušiæ, un asociado en el Centro para la Documentación Científica, publicó datos del estudio de 1964, según los cuales 185.327 personas murieron en Croacia durante la guerra y 64.245 podían haber muerto en prisiones o campos de concentración alemanes o croatas. En septiembre de ese año la revista que publicó esas cifras fue prohibida y Bušiæ fue arrestado en 1971. Después de estar dos años en prisión, escapó a París, donde escribió varias monografías sobre prisioneros políticos en Croacia. Fue asesinado en la capital francesa en octubre de 1978 por la policía secreta yugoslava (UDBa).

En 1978 el intelectual serbio Bogoljub Kozovic publicó un importante trabajo de investigación científica donde estableció que el total de pérdidas demográficas en toda Yugoslavia fue de 1.985.000, de las cuales 971 mil tenían relación con la guerra. De ellas, 487 mil eran serbios muertos en cualquier parte de Yugoslavia por cualquier bando, incluyendo alemanes, italianos, croatas, albaneses, húngaros, soviéticos, bombardeo norteamericano o por otros serbios. Koèoviæ concluyó que unos 125 mil serbios y 124 mil croatas murieron en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial. Además, hizo notar lo que muchos demógrafos previos ignoraron. El primer censo después de la guerra se efectuó en 1948 y al respecto escribe: "está totalmente justificado el tomar en cuenta esas víctimas del terror comunista de postguerra", en referencia a los miles de croatas salvajemente asesinados a fines de 1945 y en 1946, en lo que pasó a llamarse "las masacres de Bleiburg".

En 1989 la Sociedad Victimológica de Yugoslavia y la Comunidad Judía de Zagreb publicaron lo que se considera ahora la obra definitiva de Vladimir Zerjaviæ, que estableció las pérdidas humanas totales de la guerra en 1.027.000, de los cuales 530 mil eran serbios y 192 mil croatas. 131 mil serbios y 106 mil croatas aparecen como muertos por todas las causas relacionadas con la guerra en Croacia.

El Mito sigue creciendo

Sin importar qué obra científica es consultada, ningún estudio alguna vez alcanzó las cifras que fueron difundidas a través de los medios. Y pesar de que la evidencia científica demuestra lo contrario, en 1996 el Ministerio de Infor mación de Serbia continuaba afirmando en Belgrado que 600 mil serbios habían sido muertos en la guerra, y el Presidente de Serbia aseguraba que 750 mil de sus compatriotas habían muerto a manos de los croatas durante la Segunda Guerra Mundial. Los medios de prensa occidentales, que se consideraban liberados ante cualquier necesidad informativa de verificar la información en la fuente, no solamente publicaron esos números, sino que hubo casos como el de ABC News, que incrementó la cifra de víctimas en más de un millón.

El científico serbio Bogoljub Koèoviæ es quien mejor expresó el dilema de quienes se atreven a buscar la verdad en esta historia compleja y volátil. Al respecto, expresó con claridad:

"Muy pronto me di cuenta que el mayor obstáculo a mi trabajo iban a ser los mitos creados en cuatro décadas acerca del número de víctimas; mitos que ahora se encuentran profundamente implantados en el alma del pueblo de todas las religiones, creencias políticas y nacionalidades; mitos que, por repetición, pasaron a ser una `realidad'. Habrá muchos que rechazarán mi estudio debido a que no está de acuerdo con sus creencias... Muchos de ellos están buscando alimento espiritual para encender su odio hacia los croatas".

Mito: "Los croatas ejecutaron docenas de aviadores estadounidenses"

Mito: El gobierno croata durante la Segunda Guerra Mundial tenía la política de ejecutar a los aviadores aliados derribados y docenas de norteamericanos fueron ejecutados por los croatas durante la guerra.

Realidad: El gobierno croata de la NDH durante el tiempo de guerra era signatario de la Convención de Ginebra, y no tenía ninguna política de ejecutar a los aviadores capturados, cualquiera fuese su nacionalidad. Ningún aviador estadounidense fue ejecutado por el gobierno croata de la NDH durante la Segunda Guerra Mundial. Existe considerable evidencia de que los prisioneros de guerra aliados en Croacia eran muy bien tratados en cautiverio. Unos 1600 aviadores de Estados Unidos fueron rescatados por partisanos croatas y bosnios, retornando después al servicio. Este es un caso prácticamente único entre los mitos, ya que es posible encontrar el origen de esta historia hasta su fuente: "el Jefe de Inteligencia Balcánico".

El Reader's Digest

"En el cuarte general de la INS en Los Angeles, guardada bajo llave y marcada con la palabra Secreto, está la carpeta de Andrija Artukoviæ... De acuerdo con el testimonio de un jefe de Inteligencia norteamericano en la Sección Balcanes durante la Segunda Guerra Mundial, él también aprobó órdenes que enviaron a docenas de pilotos americanos a ser fusilados".

La cita precedente hizo su debut internacional en la edición del Reader's Digest de diciembre de 1973. No se menciona a ningún autor o fuente. Como la mayor parte de los mitos, tomó vida propia y versiones más recientes agregaron la expresión "política oficial del gobierno croata".

Cuando se preguntó el nombre del "jefe de Inteligencia norteamericano" o se pidió que se citara la fuente, los editores del Reader's Digest dijeron primero que el artículo había sido "cuidadosamente revisado por nuestros departamentos de investigaciones y de asuntos legales, y creemos que han encontrado apoyo adecuado para todas las afirmaciones fácticas". A pesar de cientos de pedidos de académicos, líderes políticos de la organización de observación de los medios Accuracy in Media, y de otros, la revista nunca pudo mencionar el nombre del oficial de Inteligencia o dar alguna evidencia de que un solo norteamericano haya sido ejecutado durante la guerra por el gobierno croata de la NDH.

Hacia abril de 1974, el Reader's Digest comenzó a derivar todas las preguntas a su departamento de Asuntos Legales. Finalmente, el 25 de marzo de 1974, los editores, respondiendo a un pedido formal hecho por el miem bro de la Asamblea del Estado de California Doug Carter, admitió que las acusaciones eran "reclamos y alegatos, no necesariamente hechos totalmente documentados".

El "Jefe de Inteligencia Balcánica"

El mito no se originó en la edición del Reader's Digest de 1973. La identidad del "Jefe de Inteligencia Balcánica" puede rastrearse en la edición del 26 de junio de 1958 de un pequeño periódico de California, el Palos Altos News, cuando John. J. Knezevich, su editor serbio-americano, escribió:

"Durante la última guerra, yo fui jefe de la sección Balkin (sic) de la United States Army and Naval Joint Intelligence Collection Agency... Yo sé acerca de qué estoy hablando".

Knezevich continuó su escrito acusando al ministro croata del tiempo de la Segunda Guerra Mundial, Artukoviæ, de no menos de 740 mil muertes, incluyendo las de "decenas de pilotos estadounidenses". No era el primer artículo de Knezevich sobre el tema. El ya había formulado esas acusaciones en su periódico el 17 de mayo de 1951. No se sabe si el Sr. Knezevich ocupó algún cargo dentro de la comunidad de Inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial. Empero, parece implausible que un Jefe de Inteligencia Balcánica haya escrito mal la palabra Balkin (en lugar de Balkan) de manera persistente en todos sus escritos.

Lo que sí se sabe acerca de Knezevich es que participaba activamente en varias organizaciones serbias en California del Sur, y militó en movimientos anticroatas y anticatólicos en la década de 1950. La columna Review of Events, de su diario, aparecía regularmente en primera página, frecuentemente llena de propaganda anti-Tito, anticomunista, anticroata y anticatólica.

Knezevich es mencionado por primera vez en el caso de la extradición de Andrija Artukoviæ, un ministro del gabinete croata del tiempo de guerra, requerido por la Yugoslavia comunista por crímenes en contra del Estado. El 8 de mayo de 1951, Knezevich pidió aparecer in camera delante del Examiner del Servicio de Inmigración y Naturalización de los Estados Unidos. Allí presentó información "confidencial" acerca de que había visto documentos firmados por Artukoviæ ordenando la ejecución de docenas de pilotos. Empero, bajo examinación, Knezevich se negó a afirmar si había estado en cualquier lugar de los Balcanes durante la guerra; también se negó a decir qué había hecho en las fuerzas armadas, si es que había hecho algo; y en general se negó a responder a preguntas directas.

El Examiner del Servicio de Inmigración y Nacionalización descartó el testimonio de Knezevich y ninguna parte de ese testimonio fue utilizada alguna vez. Tampoco se mencionaron los cargos concernientes a los pilotos norteamericanos en ninguna acción judicial posterior en los Estados Unidos o en Yugoslavia, desde 1951 hasta 1986. Obviamente, los gobiernos de ambos países no hubieran dejado pasar a un testigo tan importante o a una acusación de ese tipo, si hubiesen encontrado la menor evidencia para apoyar la historia de Knezevich.

Knezevich escribió el último capítulo de la historia el 24 de julio de 1958, cuando hizo una lista de todas las acusaciones que había formulado contra Artukoviæ, incluyendo la ejecución de pilotos estadounidenses. Al respecto, escribió:

"Debido a que ni el escritor ni el editor están en condiciones de demostrar independientemente la veracidad o falsedad de esas afirmaciones, todas ellas son retractados como si en su conjunto fueran una sola. (firmado) Palos Verdes News, John J. Knezevich". Knezevich murió en 1965.

Los aviadores y la baronesa

El conocer la realidad de lo que sucedió con los aviadores norteamericanos en Croacia durante la Segunda Guerra Mundial demostró ser aún más interesante que descubrir la fuente de la mitología. Entre los años 1973 y 1979, este autor investigó el tema en fuentes primarias y secundarias. Esta investigación produjo una monografía, con el título Allied Prisioners of War in Croatia 1941- 1945. Menos de cien aviadores norteamericanos, británicos, rusos, sudafricanos y partisanos estuvieron retenidos por el gobierno croata durante la guerra. El mito de que "docenas" o el 25 por ciento fueron ejecutados, era significativo.

Durante el curso de los años, el autor pudo localizar a diez norteamericanos que fueron prisioneros de guerra en Croacia. Ellos fueron entrevistados y encuestados, así como guardias que los custodiaban, el sacerdote nacido en Estados Unidos que les celebraba la Misa y otros que estuvieron presentes en la mansión propiedad de la baronesa Nikoliæ que fuera utilizada como campo de prisioneros de guerra, ubicada en las afueras de Zagreb.

Según averiguamos, la propiedad de la calle Pantoèak 203 no tenía rejas. Los visitantes eran bien recibidos, y algunos prisioneros frecuentaban una taberna cercana, hasta que los soldados alemanes comenzaron a ir al mismo establecimiento. Los prisioneros de guerra tenían una radio, con la cual escuchaban la emisora de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y el campeón de tenis era Frank Ryan, oriundo de Sommerville, New Jersey. Irónicamente, el mismo lugar fue cercado y bien guardado durante la guerra de 1991-1995 como residencia oficial del Presidente de Croacia.

La baronesa Nikoliæ consideraba a los aviadores como sus huéspedes y les daba el mejor tratamiento y alimentación disponibles, dadas las condiciones de la guerra, incluyendo una generosa ración de vino. Varios prisioneros trabajaban en los viñedos de la villa y se llevaban registros de todas sus labores, para poder pagarles después de la guerra, como lo establece la Convención de Ginebra. Dado el estado caótico al final de la guerra, a los aviadores se les entregaron cupones en vez de dinero. Un ex-prisionero que fue huésped de honor en la celebración del Día de Croacia en 1979, todavía tenía su cupón y juró que lo iba a cambiar por dinero cuando Croacia fuera independiente.

La Cruz Roja croata proveía con frecuencia a los aviadores de lujos tales como chocolate y cigarrillos, que no estaban disponibles para el soldado croata común. Mientras que los soldados croatas heridos o enfermos no podían esperar más que un magro abastecimiento en los puestos de primeros auxilios en el frente, los aviadores norteamericanos eran atendidos en los mejores hospitales de Zagreb, y existe evidencia fotográfica de visitas que les efectuara el entonces jefe de Estado Croata, Ante Paveliæ, y otros funcionarios.

Norteamericanos ayudan a croatas

A comienzos de 1945 se hizo un intento de evacuar a los pilotos nortea mericanos de lo que pronto iba a ser una zona de guerra. El general de la Fuerza Aérea Croata Rubèiæ se ocupó de que doce pilotos norteamericanos fueran instruidos en el uso de aviones croatas, en lo que representaba la última esperanza para la defensa aérea de la capital de Croacia, Zagreb. Después de familiarizarse con la colección de aviones de manufactura alemana, francesa y británica, catorce aviadores norteamericanos y un oficial croata de enlace volaron a Italia. Allí trataron de convencer a las fuerzas estadounidenses de la conveniencia de desembarcar en la costa dálmata y encontrarse con el Ejército Rojo en el río Drina.

En 1943 el teniente coronel Ivan Babiæ voló en una misión similar a Italia, que estaba ocupada por los norteamericanos, para sugerir a éstos que una invasión así no encontraría ninguna resistencia y que el ejército croata hasta establecería una cabecera de playa para ellos.

El comando norteamericano sabía que la costa dálmata era el punto más débil de Hitler, y que un ataque de ese modo podría lograr dividir a las fuerzas alemanas. Ni los comandantes croatas ni los norteamericanos sabían que Yugoslava había sido designada para que cayera en la órbita soviética. Las fuerzas aliadas continuaron luchando y muriendo a medida que avanzaban hacia arriba por la bota de Italia. Babiæ, quien trabajaba secretamente para el Partido Campesino Croata, fue enviado a una prisión británica como premio por sus esfuerzos.

Otros norteamericanos ofrecieron sus servicios a los croatas para tratar de salvar a sus tropas de los comunistas. El teniente Edward J. Benkoski, piloto del caza P- 38 llamado "Butch" se unió al inglés Rodney Woodx y el escocés John Gray en un intento de negociar por los croatas en mayo de 1945. Otro oficial norteamericano acompañó a funcionarios croatas en negociaciones en Bleiburg, Austria, al final de la guerra, para evitar que croatas fueran enviados por la fuerza a una muerte segura en Yugoslavia. Fracasaron. El sacerdote nacido en Estados Unidos Theodore Benkoviæ, que frecuentemente celebraba misa para los aviadores prisioneros, escribió:

"A pesar de los constantes bombardeos estadounidenses, los croatas no odiaban a los norteamericanos porque pensaban de una forma fatalística que ésos eran necesarios. Vi a mis conciudadanos estar cautivos en Mostar, cómo la gente los trataba bien, ofreciendo frecuentemente a los aviadores norteamericanos los pocos cigarrillos que poseían; vi cómo ellos rogaban que hiciera conocer a mis conciudadanos de su esperanza de liberación por los estadounidenses".

Ninguno de los aviadores entrevistados o encuestados recordó algún caso de maltrato y algunos proveyeron evidencia documenta y fotográfica de relaciones personales muy estrechas con oficiales croatas y con miembros de la Cruz Roja croata. El estudio no pudo encontrar el nombre de ningún prisionero de guerra aliado que haya sido ejecutado, ni encontró alguna "política oficial" de ejecutar aviadores. Algunos aviadores recordaron que se les había advertido, en reuniones previas, que serían ejecutados si fuesen capturados por los croatas. Esa información fue provista por los èetniks de Mihailoviæ, a quienes se les pagaba con oro por cada aviador devuelto a los aliados.

En enero de 1966, la baronesa Nikoliæ visitó Estados Unidos para presenciar la exposición de sus obras de arte. Varios de sus antiguos "prisioneros" le dieron la bienvenida en Cleveland. Uno de ellos, Gene Keck, de Washta (Iowa), viajó 900 millas (1500 km) para verla nuevamente. Según manifestó, "ella es mi segunda madre... Yo era su bebé cuando estábamos en su finca en Zagreb". Frecuentemente, la mitología es diametralmente opuesta a la realidad.

Mito: "No hubo venganza contra los croatas después de la Segunda Guerra Mundial"

Mito: Debido a que Tito era croata, no hubo ninguna venganza contra los funcionarios, soldados o civiles croatas después de la Segunda Guerra Mundial por parte de los comunistas victoriosos.

Realidad: Miles de croatas fueron masacrados inmediatamente después de la guerra; otras decenas de miles fueron enviados a prisión, funcionarios públicos fueron ejecutados, y aquellos que escaparon fueron rastreados y asesinados en países extranjeros hasta muy entrada la década del `60.

El decir que no hubo venganza contra los croatas después de la Segunda Guerra Mundial no es tanto un mito como un descarado intento de falsificar la historia. Como en el caso de otros mitos, los apologistas serbios dieron renovada circulación a esta historia en la prensa mundial durante la guerra de independencia croata 1991-1995.

Bleiburg

Hasta la mitad de la década del `60, las masacres de croatas que tuvieron lugar después de la guerra eran casi desconocidas fuera de la comunidad croata. Para muchos croatas, la sola mención de la palabra Bleiburg resume el sufrimiento soportado por una nación. Las masacres de Bleiburg y Maribor fueron documentadas en obras como Operation Slaughterhouse (Operación Matadero) de John Prcela y Stanko Guldescu; In Tito's Death Marches and Extermination Camps (En las Marchas de la Muerte y los Campos de Exterminio de Tito), de Joseph Hecimoviæ; Operation Keelhaul, de Julius Epstein, Bleiburg, de Vinko Nikoliæ, y quizá la más conocida, The Minister and the Massacres (El Ministro y las Masacres), por el conde Nikolai Tolstoy.

La narración que hace Tolstoy de cómo un oficial británico estuvo implicado en las masacres enfureció tanto a las autoridades británicas, que Tolstoy fue llevado a la Corte con juicios millonarios y el libro fue prohibido. Que las matanzas ocurrieron, es irrefutable. Sólo está en discusión el número de muertes y la extensión de la duplicidad estadounidense y británica.

La historia de Bleiburg comenzó a principios de 1945, cuando resultó claro que Alemania perdería la guerra. A medida que el Ejército Alemán se retiraba hacia la frontera austríaca, el Ejército Rojo avanzaba, y los comunistas comenzaron a consolidarse en el poder, la anarquía prevalecía en lo que había sido Yugoslavia. Una docena o más de movimientos sindicalistas y milicias étnicas trataron de rescatar a partes de Yugoslavia. La mayoría de los nacionalistas, tanto croatas como eslovenos y serbios, eran anticomunistas, y todos tenían la esperanza de que los aliados occidentales les darían la bienvenida en la batalla que se avecinaba contra el comunismo.

Los croatas especialmente acariciaban la noción, totalmente sin fundamento, de que la intervención angloamericana salvaría a un Estado Croata independiente, lo mismo que hicieron en 1989.

Al igual que en todas las otras partes de Europa del Este, los ejércitos, los gobiernos y las poblaciones civiles comenzaron a trasladarse hacia las líneas occidentales. Algunos fueron empujados delante de los alemanes que se retiraban, y otros los seguían. Muchos viajaban en pequeños grupos, armados o desarmados, mientras que otros estaban bien organizados en movimientos masivos de gente y equipos. Mientras iban hacia el Norte, peleaban contra los partisanos y entre sí. Muchos se rindieron; otros pelearon hasta la muerte.

La retirada de Zagreb

El Ejército alemán en retirada, generalmente sin molestarse en informar a sus aliados, tomaba consigo la mayor parte del equipo de soporte para las fuerzas armadas croatas. A pesar de las condiciones, varios generales croatas querían defender la ciudad de Zagreb del avance partisano, luchando hasta el fin si fuera necesario. Los comunistas dejaron en claro que la ciudad, que tenía el doble de su población debido a los refugiados, sería destruida si encontraban resistencia. Una última reunión del gobierno croata tuvo lugar el 30 de abril de 1945 en la que se tomó la decisión de abandonar Zagreb y retroceder hacia Austria.

Muchos oficiales croatas todavía continuaban siendo ingenuos respecto de las intenciones de los aliados, al tener la esperanza de que al Ejército Croata, que todavía tenía un tamaño considerable, se le permitiría rendirse ante los británicos para volver a pelear contra los rusos. Ya que tanto Croacia como Gran Bretaña eran signatarios de la Convención de Ginebra, los croatas pensaban que lo peor que podía pasarles es que fueran tratados como prisioneros de guerra.

El éxodo desde Zagreb comenzó el primero de mayo: 200 mil civiles marchaban flanqueados por 200 mil soldados. El Arzobispo Aloysius Stepinac tomó el gobierno por algunas horas, hasta que llegara el Ejército Partisano. El ministro Vranèiæ fue despachado a Italia como un enviado de paz, y varios oficiales de alto rango que hablaban inglés encabezaban la columna principal hacia Austria.

La retirada era bien ordenada, y el ejército que iba en los flancos aseguró que todos los civiles llegaran a salvo a la frontera austríaca el 7 de mayo. Un número de unidades militares quedaron atrás, para pelear acciones de retraso hasta el 12 de mayo. A su vez, otras unidades, conocidas como Križari o "Cruzados", huyeron a las montañas y pelearon en esporádicas acciones de guerrilla hasta 1948.

La inmensa columna, que tenía quizás hasta medio millón de soldados y civiles, incluyendo eslovenos, algunos serbios y hasta unos pocos èetniks, finalmente se detuvo a descansar en un pequeño valle cerca de la aldea austríaca de Bleiburg. Los líderes no tenían forma de saber que su emisario de paz, el Dr. Vranèiæ, había viajado tan lejos como Forli, Italia, por avión y en automóvil, con una bandera blanca, para ser detenido cerca de su objetivo. En Forli, Vranèiæ y el capitán naval Vrkljan, quien hablaba fluido inglés, fueron detenidos por el capitán Douglas, de la Seguridad de Campo británica, quien estaba más interesado en el automóvil Mercedes Benz, con rango diplomático, que en la misión que tenían los viajeros, de ver al mariscal de campo Alexander, en Caserta. Los mantuvo incomunicados hasta el 20 de mayo, cuando los depositó en un campo de prisioneros de guerra y confiscó el automóvil.

Decepción, traición y engaño

En la creencia de que sus emisarios habían hecho algún arreglo con los británicos, la multitud de humanidad acampó en el valle para esperar el resultado de las negociaciones. Uno de los primeros grupos en llegar al cuartel general británico fue un contingente de 130 miembros del gobierno, encabezados por el presidente Nikola Mandiæ. A todos se les dijo que serían transferidos a Italia lo antes posible por la Policía Militar británica. Todos fueron entonces embarcados en un tren y devueltos a los comunistas para su ejecución. La intención de los británicos era entregar a todos los croatas, así como a los serbios y eslovenos, a los comunistas, de quienes precisamente habían huido.

Cuando los líderes militares croatas comprendieron que habían conducido a cientos de miles a una trampa, algunos se suicidaron en el momento. Los británicos extraditaron al principio a cientos, y después a miles de croatas. Algunos eran fusilados en la frontera, mientras que otros se unieron a las infames "Marchas de la Muerte", que los condujeron más profundamente en la nueva República Popular para luego ser liquidados.

Reconociendo la importancia del clero para el pueblo croata, la mayor parte de los dirigentes eclesiásticos fueron arrestados. Aun cuando el Arzobispo Stepinac fue sentenciado a muerte, fue salvado de ella por una protesta masiva de la opinión pública mundial y murió estando bajo arresto domiciliario en 1960, posiblemente envenenado por la Policía Secreta. Dos obispos, 300 sacerdotes, 29 seminaristas y cuatro hermanos legos tuvieron menos suerte y fueron ejecutados.

El número de líderes religiosos musulmanes ejecutados nunca fue establecido, pero se piensa que la cifra es mayor que 600. Iglesias y mezquitas fueron cerradas o destruidas en toda Croacia y Bosnia-Hercegovina. El nuevo gobierno dinamitó los minaretes alrededor de la mezquita de Zagreb, convirtió al edificio en un museo para glorificar la victoria comunista, y renombró a la plaza en que éste se encuentra "Víctimas del Fascismo". Uno de los primeros actos del gobierno independiente croata en 1991 fue dejar sin efecto este nombre y rebautizar la plaza.

Prácticamente todos los funcionarios gubernamentales, desde el Presidente hasta los jefes locales de correos, todos los oficiales militares con rango superior al de mayor, y virtualmente todos los oficiales ustaše, sin importar su rango, fueron encontrados culpables de "crímenes contra el pueblo". Muchos de ellos fueron ejecutados. Miembros enrolados en el movimiento Ustase fueron frecuentemente declarados culpables en masa, y enviados a campos de concentración, donde muchos murieron. Todos los altos miembros del gobierno fueron ejecutados. El jefe de Estado, Ante Paveliæ, escapó sólo para ser baleado por un asesino en 1957.

También desapareció la memoria de aquellos anti partisanos que murieron en combate durante la guerra, ya que todos los cementerios militares no partisanos fueron arrasados y cubiertos por tierra.

En 1996, el Presidente de Croacia, Franjo Tudjman, sugirió que se levante en Jasenovac un monumento en memoria de quienes fueron masacrados después de la guerra. En ese sitio había un campo de concentración dirigido por los ustaše durante la guerra, y por los comunistas después, donde se levantó un gran monumento en homenaje a las "Víctimas del Fascismo". Esta sugerencia encontró una gran protesta en los medios internacionales. Lejos de ser visto como un gesto de reconciliación entre los croatas, como era la intención de Tudjman, fue visto como una afrenta a quienes ya estaban recordados.

Negación y Descubrimiento

Es posible que nunca se conozca la cifra total de gente liquidada pero al gunos mencionan cifras que oscilan entre 100 mil y 180 mil, mientras otros hablan de un cuarto de millón. A pesar de estudios científicos y multitud de documentos que prueban lo contrario, el gobierno yugoslavo negó que las masacres de Bleiburg-Maribor o alguna liquidación posterior de anticomunistas haya tenido lugar. Hasta fines de 1976, equipos especiales trabajaban activamente en Eslovenia y en el sur de Austria, ocultando evidencia de los crímenes. Los gobiernos de los Estados Unidos y de Gran Bretaña, implicados en la repatriación forzada que condujo a la masacre, también trataron de ocultar o por lo menos ignorar los crímenes.

Con la partida del régimen comunista, en 1990, la verdad comenzó a ver la luz. En cavernas de Eslovenia y Croacia, descendieron investigadores, utilizando equipos espeleológicos, a las tumbas comunes, que habían sido selladas hacía ya mucho tiempo.

Allí encontraron capas y capas de huesos humanos, muletas, además de soga y alambre utilizados para atar a las víctimas. Muchas de las calaveras tenían un solo agujero de bala en la parte posterior. Las estimaciones oscilan entre 5 mil víctimas en una caverna, hasta 40 mil en otra. Cuando se dio a conocer la noticia, se informó acerca de otras sepulturas masivas en diversos lugares de Croacia y Eslovenia. Nadie había hablado públicamente acerca de ellas antes.

En 1990 el Parlamento croata formó una comisión que incluía expertos extranjeros para determinar, por primera vez, la magnitud total de las masacres de postguerra. En mayo de 1994 se llevó a cabo un Simposio Internacional para Analizar las Masacres de Bleiburg, y en mayo de 1995, en el cincuentenario de Bleiburg, estudiosos de todo el mundo se reunieron nuevamente en Zagreb y en Bleiburg para establecer el procedimiento formal que permitiese determinar cuántos perecieron. Debido a que todas las sepulturas individualizadas fueron destruidas, este trabajo representa un difícil emprendimiento, que requerirá años de exploración e investigación minuciosas.

En 1996, la atención mundial se dirigió a crímenes de guerra más recientes, cuando se encontraron sepulturas masivas en muchos lugares de Bosnia y de Croacia, de modo que las Masacres de Bleiburg fueron nuevamente relegadas a la historia en la prensa occidental. Los crímenes de 1945, como los de 1995, sin duda quedarán impunes. Cualquiera sea el resultado final, nunca más se podrá decir que Croacia no sufrió en la Yugoslavia de postguerra.

Mito: "Las fronteras se trazaron para favorecer a Croacia"

Mito: Las fronteras de Serbia con Croacia y con Bosnia fueron trazadas secretamente por Tito, quien era croata, en 1943, beneficiando a Croacia a expensas de Serbia.

Realidad: La frontera de Croacia con Serbia es esencialmente la misma que en 1848 y en 1918, con excepción de aquellas tierras sacadas a Croacia y dadas a Serbia y a Montenegro bajo los dos regímenes yugoslavos.

Cuando lanzó las guerras de agresión contra Eslovenia, Croacia y Bosnia-Hercegovina, Serbia intentó racionalizar la captura de las tierras ajenas afirmando que las fronteras internas de la antigua Yugoslavia eran sólo divisiones administrativas delineadas después de la Segunda Guerra Mundial.

El mito es que Tito, un croata, dibujó las fronteras internas de Yugoslavia dando ventaja a los croatas y bosnios en perjuicio de Serbia. El objetivo del mito era recalcar al mundo que las fronteras de las ex repúblicas de Yugoslavia eran meramente demarcaciones administrativas, sin significación histórica. Una vez que el mito es asumido como realidad el razonamiento continúa diciendo que esas fronteras triviales están sujetas a cambio, si es necesario por la fuerza, para favorecer a Serbia.

A pesar de que partes de Croacia y Bosnia fueron gobernadas por diferentes ramas de los imperios Austro-Húngaro y Otomano, las fronteras orientales de Croacia y de Bosnia-Hercegovina fueron establecidas en su forma presente con el Tratado de Passarowitz en 1718 y, con excepción de aquellos lugares que fueron arrebatados a Croacia por Serbia, esas fronteras poco cambiaron desde 1848.

Serbia expandió sus fronteras después de cada una de sus numerosas guerras desde 1813. Hoy, Serbia controla más territorio que en cualquier momento de la historia moderna. En el Norte, anexó las tierras de los húngaros y de los croatas. En el Sur, 200 mil serbios gobiernan a 2 millones de albaneses étnicos en el Estado absolutamente policial de Kosovo. Montenegro pasó a ser una mera provincia serbia. En el Oeste, la mitad de Bosnia fue sacrificada a la agresión de Serbia por las "Grandes Potencias" en 1995.

El mito de que tierras serbias eran retenidas por Croacia fue utilizado por el gobierno de Serbia para lanzar una guerra de agresión para apoderarse de valiosos campos de gas y de petróleo, de corredores ferroviarios y de navegación y de facilidades portuarias. Eslavonia oriental, en donde la agresión serbia resultó en la devastación total de la antigua ciudad de Vukovar, tenía una po blación de 16,4 por ciento de serbios, de acuerdo al Censo de 1991. Dubrovnik, que soportó meses de sitio por fuerzas serbias, tenía una población de sólo 6,2 por ciento de serbios en 1991. Ninguna de estas regiones fue nunca parte de Serbia.

Las antiguas fronteras de Croacia

Como en la mayoría de las naciones europeas, las fronteras de Croacia cambiaron en el transcurso del último milenio, como resultado de los flujos y reflujos fronterizos de los grandes imperios. Cuando el rey Tomislav unió a Panonia y a Dalmacia croatas en el año 925, el emperador bizantino Constantino Porfinogenito relató que Croacia abarcaba 100 mil kilómetros cuadrados con una población superior a los 2 millones, y que tenía un ejército de 60 mil hom bres de a caballo, 100 mil infantes y 80 galeones. Croacia era un Estado formi dable para la Europa del siglo X.

En ese entonces, los serbios estaban dominados por gobiernos búlgaros o bizantinos, y establecieron su primer Estado en 1170. Serbia alcanzó su cenit bajo el zar Stephen Dušan, quien murió en 1355. Su muerte fue seguida de una guerra civil entre los caudillos serbios, lo que condujo a una invasión turca. Los serbios sufrieron una derrota devastadora en la batalla de Kosovo en 1389 y otra en Smederevo en 1459. Serbia pasó a ser una provincia vasalla otomana hasta bien entrado el siglo XIX, cuando fue restablecido como un Estado con gobierno propio por el Tratado de Berlín, firmado en 1878.

Bosnia y Serbia estuvieron separadas por el río Drina desde que Teodosio Magno así lo estableció en el año 395 de nuestra era. Esa frontera dividió al Imperio Romano de Oriente del de Occidente y fue siempre la línea divisoria entre el Este y el Oeste, la Ortodoxia y el Catolicismo, la escritura latina y el cirílico. La frontera de Bosnia, lejos de ser una creación de Tito, es sin lugar a dudas una de las más viejas del mundo.

La expansión del Imperio Otomano en el siglo XV también tuvo un enorme efecto en el tamaño y el carácter de Croacia. Las tierras croatas de Bosnia y Hercegovina fueron absorbidas por los otomanos en 1463 y 1482, disminuyendo a Croacia a una media luna de 16 mil kilómetros cuadrados que defendía a Europa de los turcos. En 1699, los Habsburgo retomaron toda Croacia y Eslavonia, introduciendo colonos alemanes, además de un número sustancial de serbios que huían a Eslavonia y a Vojvodina. Después de la derrota de Napoleón, el Congreso de Viena incorporó Illyria a Austria.

Expansionismo de Serbia

Aun mientras seguía siendo un principado otomano, Serbia ganó territorio en 1833 y 1878, alcanzando un tamaño de 18.500 kilómetros cuadrados.

El Estado serbio, apenas establecido, comenzó en forma casi inmediata a ambicionar las tierras de sus vecinos y desarrolló el slogan oficial de "-Serbia tiene que expandirse o morir!". El expansionismo serbio se dirigió primero hacia el Sur, hacia Macedonia, y hacia el Oeste, hacia el Adriático, a través de Bosnia y Hercegovina. Con el objeto de frustrar este expansionismo, el protectorado austríaco de Bosnia Hercegovina fue anexado al Imperio en octubre de 1908. A medida que las diversas potencias europeas tomaban partido en favor de Austro Hungría o de Serbia en alianzas diplomáticas y militares, se iba preparando el terreno para la confrontación y para la erupción de lo que luego se conocería como la Primera Guerra Mundial.

Habiéndosele negado Bosnia, Serbia se abocó a Macedonia, que era parte del imperio Otomano. La Guerra Balcánica de 1912 liberó a Macedonia de Turquía, pero llevó a una disputa sobre los botines de guerra entre los vencedores Bulgaria y Serbia. Ayudada por Grecia y Rumania, Serbia derrotó a Bulgaria y tomó la parte del león de Macedonia y todo Kosovo. Solamente el establecimiento del nuevo Estado de Albania impidió que Serbia llegara al Adriático.

Croacia dentro del Imperio de los Habsburgo

Cuando los croatas eligieron a un Habsburgo como su rey en 1527, lo hi cieron en el entendimiento de que la Corona respetaría los derechos, estatutos y costumbres del Reino de Croacia. A pesar de que ese principio era frecuentemente violentado por Hungría y por Austria, Croacia mantenía una gran autonomía, así como su Sabor o Parlamento y su Ban o Virrey, que eran instituciones de vieja data. En 1914, los croatas estaban a punto de restaurar sus derechos políticos completos dentro del Imperio.

El heredero del trono, archiduque Francisco Ferdinando, era progresista y planeaba un nuevo imperio basado en un reconocimiento más elevado del Reino de Croacia. Muchos historiadores creen que Ferdinando planeaba reemplazar el "dualismo" de Austria-Hungría con el "trialismo" de Austria-Hungría-Croacia, o aún un sistema federal basado en el modelo de Estados Unidos o de Suiza, bajo un único emperador benévolo. El fantasma de un Estado Croata de ese tipo, quizás incluyendo a Bosnia-Hercegovina, presentaba una significativa amenaza a la visión de Serbia de expansión hacia el Oeste y de una "Gran Ser bia". En el Día Nacional de Serbia, el 28 de junio de 1914, Gavrilo Princip, miembro de la organización terrorista serbia "La Mano Negra", asesinó al archiduque Ferdinando y a su esposa en Sarajevo. Princip era uno de los siete asesinos enviados por el coronel Dragutin Apis Dimitrijeviæ, jefe de Inteligencia de Serbia. A las pocas semanas Europa estaba en guerra.

Yugoslavia

Serbia no ocultó cuáles eran sus objetivos en la guerra. Ya el 4 de septiembre de 1914, el gobierno de Serbia circuló una carta a todas sus misiones diplomáticas donde decía que la guerra era una oportunidad para establecer "un fuerte Estado sudoccidental eslavo que se creará en base a Serbia, en la que todos los serbios, croatas y eslovenos estarían incluidos". Serbia no tuvo empacho en ceder tierras croatas a Italia en un anexo secreto al Tratado de Londres, en 1915, para alcanzar el sueño de una "Gran Serbia". Usando al bien intencionado pero no elegido Comité Yugoslavo, Serbia, con el apoyo de los aliados victoriosos, anexó a Croacia, Bosnia-Hercegovina, Eslovenia y Montenegro en 1918 en el nuevo Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos. Contrariamente al mito popular, ni los pueblos de Croacia, Bosnia o sus representantes dieron alguna vez su consentimiento para formar Yugoslavia. Para los serbios, el nuevo Estado era la "Gran Serbia", con un rey serbio, gobernando desde la capital serbia y utilizando leyes serbias.

Las fronteras del Reino Triuno de Croacia- Eslavonia-Dalmacia y las de Bosnia-Hercegovina en 1918 eran prácticamente las mismas que existían desde 1848. En el Norte, Croacia adquirió dos pequeños territorios que tenía Hungría, Medjumurje y Baranja, pero perdió varias islas costeras que fueron dadas a Italia en negociaciones entre 1918 y 1920.

Cuando el rey Alejandro se proclamó dictador absoluto y cambió el nombre del país por Yugoslavia en 1929, abolió las fronteras tradicionales y reorganizó al país en nueve Banovinas (grupos de condados), con nombres derivados de los nombres de ríos y la prefectura de Belgrado. Croacia fue partida entre la Banovina del Sava de 15.649 kilómetros cuadrados -esencialmente la Croacia propiamente dicha y Eslavonia- y la Banovina Primorska, de 7.587 kilómetros cuadrados, que era primariamente Dalmacia. En tanto que algunos territorios tradicionalmente bosnios fueron agregados a la Banovina Primorska, la región de Srijem, rica en petróleo y minerales, que pertenecía a Croacia desde 1718, fue incorporada a la Banovina serbia de Dunavska.

La Banovina de Croacia

Entre 1918 y 1938, Yugoslavia tuvo 35 gobiernos con un total de 656 ministros, de los cuales sólo 26 fueron croatas. La cúpula del Ejército tenía 161 generales, siendo uno solo de ellos croata, que estaba a cargo del área de abastecimiento. En las elecciones de diciembre de 1938 el Partido Campesino Croata y su líder Vladko Maèek perdieron las elecciones para el gobierno del reino por un escaso margen de 1.364.524 a 1.643.783 votos. Dados el fraude y el terrorismo comunes a todas las elecciones en Yugoslavia, era claro que el Partido Campesino había logrado una magnífica victoria.

Aun las cifras oficiales confirmaron que más de 650 mil serbios habían votado por Maèek. A pesar de ello, el gobierno de Stojadinoviæ rehusó reconocer los resultados o formar un gobierno de coalición.

Confrontado con la amenaza de una insurrección armada, el príncipe Pablo echó a Stojadinoviæ, quien fue reemplazado por Dragiša Cvetkoviæ. Este era un ex alcande de Niš y una persona abierta a negociaciones concernientes a la "cuestión croata". El resultado fue el Sporazum o Acuerdo del 26 de agosto de 1939, que formó la Banovina semiautónoma de Croacia, que cubría 38.600 kilómetros cuadrados, con una población de casi 4,5 millones de habitantes, 80 por ciento de los cuales eran croatas. La nueva Banovina de Croacia estaba conectada a Yugoslavia sólo en cuestiones de defensa, relaciones exteriores y un sistema postal común. Sus fronteras incluían la totalidad de las dos Banovinas previas, más porciones de Bosnia occidental y una porción de Hercegovina occidental, mientras que Srijem oriental y la estratégica bahía de Kotor con el extremo sur de Dalmacia quedaban en manos serbias.

El Estado Independiente de Croacia

La formación de la Banovina de Croacia fue un gesto que hubiese podido salvar a Yugoslavia en 1918, pero llegando sólo una semana antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, era simplemente muy poco, demasiado tarde. Cuando Yugoslavia se desintegró, apenas aparecieron las primeras tropas alemanas, un nuevo Estado Independiente de Croacia (NDH) fue establecido el 10 de abril de 1941. Sus fronteras, que incorporaban a Bosnia-Hercegovina, fueron determinadas en el Tratado de Roma, el 18 de mayo de ese año. En tanto que Alemania estaba dispuesta a reconocer las fronteras anteriores a 1918 de Croacia y Bosnia- Hercegovina en el nuevo Estado, Italia exigió y obtuvo la mayor parte de la costa dálmata y estableció una zona de ocupación que comprendía casi un tercio del país. El NDH cubría cerca de 46.300 kilómetros cuadrados, con una población de 6,75 millones de habitantes. Internamente, el Estado estaba dividido en 23 Prefecturas o Velike Župe, las que a su vez estaban divididas en 142 distritos y ciudades. A pesar de que la Dalmacia, que estaba en manos de Italia, técnicamente se reintegró al NDH cuando Italia capituló en 1943, la mayor parte de la región estuvo bajo control partisano durante el resto de la guerra.

La Segunda Yugoslavia

Decenas de miles de croatas pelearon y murieron en las brigadas partisanas croatas que comenzaron la Guerra de Liberación, al mando de Josip Broz (Tito) el 22 de junio de 1941. Los partisanos prometieron una nueva República de Croacia, con todos los derechos y autonomía, dentro de una nueva Yugoslavia federal.

Después de la victoria partisana, se formó una comisión para determinar las fronteras del nuevo Estado yugoslavo. La comisión estaba presidida por Milovan Djilas, un serbio de Montenegro, e incluía a ministros de Serbia, Croacia y Vojvodina. En el Oeste, Croacia recuperó toda la Dalmacia que tenía Italia, incluyendo Zadar e Istria. Después de años de negociaciones, la frontera fue determinada en 1954, con Croacia obteniendo la mayor parte de Istria, la ciudad de Zadar y aquellas islas ocupadas por Italia entre las dos guerras mun diales. En el Sur, la comisión dió a Montenegro acceso al mar al quitarle a Croacia el puerto de Kotor y los distritos circundantes. En el Norte, la frontera de Croacia volvió a tener la configuración anterior a la guerra, con la inclusión de Medjimurje y Baranja, que habían sido húngaras antes de 1918 y que habían sido después tomadas por Hungría durante la Segunda Guerra Mundial.

Las fronteras de la Banovina de Croacia incluían una gran parte de territorio tradicionalmente parte de Bosnia- Hercegovina, incluyendo las ciudades de Travnik y Mostar. En 1945 la frontera volvió a las líneas de 1918, con pequeños ajustes en el área de Bihaæ, donde un número de aldeas croatas fueron otorgadas a Bosnia-Hercegovina. Pero fue en la frontera con Serbia donde Croacia sufriría su mayor pérdida territorial en 1945. La región rica en petróleo y en minerales de Srijem oriental, con la ciudad de Zemun, territorio croata desde 1718, pero particionado por Alejandro en 1929, fue agregada a la Vojvodina serbia. En las guerras de agresión por parte de Serbia de 1991-1995, Serbia intentó apoderarse de una parte aún mayor de Eslavonia oriental, mientras que Croacia no hizo reclamos territoriales sobre Srijem.

La República de Croacia

El pueblo croata se declaró libre e independiente el 25 de junio de 1991. Un año después, virtualmente el mundo entero había reconocido a Croacia dentro de los límites designados en 1945. En su mayor parte, la frontera croata, de 1200 millas, se basa en antiguas fronteras que Croacia trajo consigo cuando se formó Yugoslavia en 1918. En aquellas áreas donde las fronteras cambiaron, Serbia ganó y Croacia perdió. A pesar de esta realidad fundamental, la República de Croacia no efectuó ningún reclamo territorial contra país alguno. Desde 1813, Serbia y sólo Serbia se expandió constantemente, en búsqueda de una "Gran Serbia" que se extendiera desde Bulgaria hasta el mar Adriático. Es una búsqueda que costó millones de vidas en el último siglo y medio y que ya causó el conflicto bélico más brutal en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Como en las anteriores guerras de agresión que llevara a cabo, Serbia fue premiada por su brutalidad, ya que la mitad de Bosnia le fue otorgada a la Gran Serbia en 1995 por la partición de Dayton.

La sed insaciable de Serbia

Aun con este precio, la insaciable sed que tiene Serbia por las tierras de otro no ha sido satisfecha. Después de que fuera firmada la partición de Dayton, y ya sellada "Yugoslavia", como la "Gran Serbia" se sigue llamando a sí misma, reclama el minúsculo istmo o prevlaka de Ogtra, una lengua de tierra de sólo 170 metros de ancho, ubicada a la entrada del puerto de Boka, Montenegro. Todo el puerto y la tierra que lo circunda fueron croatas durante siglos, pero el puerto fue dado a Montenegro después de la Segunda Guerra Mundial, y su población croata (que era mayoría en 1945) fue expulsada. En 1996, al igual que en 1918, las llamadas "Grandes Potencias" no podían comprender por qué Croacia querría mantener sus tierras fuera de las manos de Serbia y urgieron "negociaciones" para mediar la "disputa".

Prevlaka fue parte de la República de Ragusa (Dubrovnik) desde el siglo XV hasta 1808, y parte de Dalmacia desde entonces. En toda su historia, nunca fue parte de Montenegro o de Serbia. pero habiendo robado la Bahía de Kotor en 1949 y habiendo expulsado a su mayoría de población croata en los años subsiguientes, la pequeña península fue vista como una amenaza a la seguridad del puerto natural que sirve de base a la Armada "Yugoslava".

La realidad es que ni en el siglo XX ni en el pasado Serbia perdió un solo kilómetro cuadrado, en el mapa o en el terreno, a favor de Croacia o de Bosnia.

El sueño de Serbia de una "Gran Serbia" pasó a ser una pesadilla por cuarta vez en el siglo XX.

Es tiempo de dejar descansar a los mitos acerca de las fronteras de Croacia y de Bosnia que tratan de justificar esta pesadilla.

Mito: "El idioma serbo-croata"

Mito: Los serbios y los croatas hablan un único idioma conocido como "serbo-croata".

Realidad: Los croatas hablan croata, que se escribe en el alfabeto latino, y los serbios hablan serbio, que se escribe en el alfabeto cirílico (alfabeto serbio).

Era obvio, en 1995, que Yugoslavia estaba muerta. A pesar de eso, mu chos en la prensa y en los medios académicos occidentales mantienen vivo su espíritu haciendo referencia a un idioma "serbo-croata", a pesar del hecho de que nunca existió un único idioma "serbo-croata".

El camello y la Virgen

Es cierto que los idiomas croata y serbio son muy similares, compartiendo pronombres personales y siete declinaciones iguales. Pero el serbio se escribe con el alfabeto cirílico o ruso y el croata se escribe con el alfabeto latino. Cada uno de ellos tiene miles de palabras que son totalmente diferentes a las utilizadas en el otro, como nombres de los meses o aún vocablos para "libro" o "biblioteca". Más aún; miles de otras palabras tienen significados muy diferentes en los dos idiomas, a veces con resultados graciosos. Un serbio que se refiere a un bebé como odojæe, lo estaría llamando cerdo en croata. Un tren de ferrocarril en serbio (voz) es un carro de heno en croata. Un camello en croata, deva, puede referirse a la Virgen María en serbio.

No hay duda, aun para los defensores del "serbo- croata", que los dos idiomas, aun si se toman como variantes, son mucho menos similares que el noruego y el danés o el flamenco y el holandés respectivamente, entre los idiomas europeos.

El idioma de la política

El "serbo-croata" fue utilizado a lo largo de la historia de Yugoslavia co mo una herramienta política para homogeneizar a los pueblos sur eslavos en una única nación; obviamente sin éxito. El propio concepto de un único idioma sur- eslavo puede rastrearse sólo hasta mediados del siglo XIX. En 1918, cuando el Ejército serbio ocupó Croacia por primera vez, una de sus primeras tareas consistió en quitar todos los signos viales, carteles en estaciones de ferrocarril y en todas las oficinas postales, y reemplazarlos por otros con caracteres escritos en serbio. La historia se repitió en 1991, cuando el Ejército serbio destruyó todos los signos croatas en Croacia y Bosnia ocupadas.

El idioma de la dictadura

Bajo la dictadura real serbia de 1929-1934, el gobierno hizo todo lo posi ble para imponer el idioma serbio en los pueblos de Bosnia, Croacia y aun Es lovenia. Los niños croatas de Bosnia y de Dalmacia del Sur eran obligados a usar el alfabeto cirílico en la escuela. Muchos fueron perseguidos por criticar al idioma oficial "serbo-croata". A pesar de ello, todos los estudiosos más importantes serbios y croatas, incluyendo a Radosav Boškoviæ en 1935, Julije Bensiæ en 1939, Petar Guberina y Kruno Krstiæ en 1940, continuaron reconociendo la separación de los dos idiomas.

Intelectuales modernos tales como Branko Franoliæ, Dalibor Brozoviæ, el extinto Francis Eterovich, Christopher Spalatin e Ivo Banac, todos ellos coinciden también al respecto.

El profesor Banac, de la Universidad Yale, escribió: "...el ekaviano serbio fue impuesto como el idioma oficial de Yugoslavia, muy frecuentemente con vestimenta cirílica. No podía ser de otro modo. No había nada de neutral en la aceptación del ekaviano, que era frecuentemente la palabra utilizada para indicar la adopción masiva de prácticas idiomáticas serbias, incluyendo el léxico serbio. En resumen, el centralismo político de Belgrado tenía una dirección idiomática paralela, que consistía en la infiltración de términos y formas serbias en toda Yugoslavia por medio de las fuerzas armadas, la administración civil y las escuelas".

El idioma del pasado

Yugoslavia está muerta. Ni un idioma artificial, fronteras artificiales o un demagogo stalinista como Slobodan Miloševic pudieron reparar el error histórico que fue Yugoslavia. Organizaciones académicas y profesionales en todo el mundo han dejado de usar el término "serbo-croata". Empero, muchos en los medios y en medios académicos se aferran a este invento lingüístico. Cada uno tiene derecho a dar una opinión, pero intelectuales y organizaciones como Luka Budak, director del Departamento de Estudios Croatas de la Universidad Macquarie de Sidney (Australia); Ivo Banac, de la Universidad Yale, la Universidad de Zagreb, la Academia Croata de Ciencias y Artes y la Academia Serbia de Belgrado, afirman que el idioma del pueblo croata es el croata.

Muchos gobiernos no reconocen más al "serbo-croata" como idioma. El Departamento de Estado norteamericano, la emisora La Voz de los Estados Unidos de América, el Instituto de Idiomas del Departamento de Defensa de los EE.UU., entre otros, todos reconocen al serbio y al croata como idiomas distintos. También lo hacen universidades lo suficientemente grandes como para tener programas separados de estudio de idiomas sudeslavos, como la australiana Universidad Macquarie, de Sidney. Finalmente en 1988 la International Organization for Standarization reinscribió al "croata" y al "serbio" en su lista de idiomas hablados en el mundo. Estas entradas en el listado habían sido remplazadas en 1970 por "serbo-croata" debido a la insistencia de Belgrado.

Todavía hay quienes ignoran a esos científicos, instituciones y gobiernos, y prosiguen haciendo referencia al idioma "serbo croata". Cuando el film propagandístico Poste Restante hizo el tour de Norteamérica, en 1996, fue anunciado como hablado "en serbo croata con subtítulos en inglés". También están aquellos que desean una Yugoslavia restaurada.

Croacia, fiel a las reliquias del pasado, no transformó al mito en realidad.

Mito: "Tudjman y Miloševiæ son conversos tardíos del comunismo a la democracia"

Mito: El primer presidente de Croacia, Franjo Tudjman, ex gene ral del Ejército Yugoslavo comunista y el presidente de Serbia, Slobodan Miloševiæ, son conversos tardíos del comunismo.

Realidad: El Dr. Franjo Tudjman renunció a su cargo en el Ejército en 1961. Pasó a ser un fuerte defensor de la democracia en Croacia y fue preso por sus opiniones. El presidente serbio, Slobodan Miloševiæ, simplemente cambió el nombre de su partido de "Comunista" a "Socialista" antes de las elecciones de 1990 y siguió siendo un comunista comprometido.

Franjo Tudjman

Franjo Tudjman nació el 14 de mayo de 1922 en Veliko Trgovišèe, en la provincia croata de Zagorje. A los 19 años de edad se unió a los partisanos y llegó a ser un veterano de guerra condecorado.

Como decenas de miles de croatas que pelearon con los partisanos, Tudjman creía que una nueva Yugoslavia federal garantizaría los derechos de la Nación croata que habían sido pisoteados en la Yugoslavia monárquica. Los nazis pusieron un precio a la cabeza de Tudjman y mataron a su hermano en 1943. Sus padres fueron muertos por los comunistas en 1946.

Después de la guerra, Tudjman fue enviado a la Academia Militar Superior, en Belgrado. Sus dotes excepcionales condujeron a su nombramiento como el general más joven en Yugoslavia. Después de 20 años de servicio dejó el Ejército con el rango de mayor general en 1961, a los 38 años de edad.

Desde 1961 hasta 1967, Tudjman fue director del Instituto de Historia del Movimiento Obrero en Croacia, ligado al Comité Central de la Liga de Comunistas. Era un miembro respetado del Partido y ocupó varios cargos políticos importantes.

Como director del Instituto, se abocó enteramente al trabajo académico y fue nombrado profesor de Historia en la Universidad de Zagreb en 1963. Obtuvo su doctorado dos años después, especializándose en la historia de la Yugoslavia monárquica, desde 1918 a 1941. A pesar de que el gobierno no autorizó la publicación de su tesis, su nivel académico era tal que fue nombrado en el consejo directivo de la Sociedad Académica y Cultural Matica Hrvatska.

Tudjman publicó gran número de trabajos en los campos de estudios militares, historia, filosofía y relaciones internacionales. Su libro Nacionalismo en la Europa Contemporánea predijo los grandes cambios que ocurrirían en Europa una década antes de los tumultuosos acontecimientos de 1991-1995. En 1965 fue elegido en el Parlamento.

A los 43 años de edad, Franjo Tudjman era uno de los hombres más respetados de Yugoslavia: un héroe partisano, mayor general retirado, miembro del Parlamento, profesor de historia, director del Instituto de Historia del Movimiento Obrero, editor de la Enciclopedia Militar Yugoslava, de la Enciclopedia de Yugoslavia y titular de una docena de otros cargos de poder en el Partido, el gobierno y la comunidad académica. Fue en ese año que el jefe de la Policía Secreta, Aleksandar Rankoviæ, comenzó a planificar los actos por el vigésimoquinto aniversario de la Guerra de Liberación, que tendría lugar en 1966.

Una parte de las celebraciones incluía la inauguración de un monumento a las "700 mil a 900 mil" víctimas que habían muerto en el campo de concentración de Jasenovac. Tudjman, cuyo Instituto había recolectado información sobre el número de muertos durante la Segunda Guerra Mundial para obtener reparaciones de guerra por parte de Alemania, sabía que las cifras de Rankoviæ estaban infladas por lo menos diez veces. Se le dijo que no debía molestar a Rankoviæ, Tito o al Partido. Tudjman sugirió entonces que se hicieran públicos los datos de su trabajo de investigación. En 1969 los datos fueron difundidos por Bruno Bušiæ, quien era investigador asociado del Instituto. Bušiæ debió huir a Francia, donde fue asesinado por la Policía Secreta yugoslava en 1978.

La Primavera Croata y la caída de Tudjman

Aún antes de la publicación se rescindió el nombramiento de Tudjman en la Academia Yugoslava y Rankoviæ le quitó el puesto de director del Instituto de Historia del Movimiento Obrero. Aun la caída del propio Rankoviæ, en 1966, no evitó que Tudjman fuera perseguido cada vez más. En 1967 ya se le habían quitado todos los cargos a Tudjman por expresar sus puntos de vista sobre la historia y el idioma croatas. En 1969 perdió su lugar en el Parlamento. Al mismo tiempo, Franjo Tudjman fue uno de los líderes del gran movimiento liberalizador conocido como Primavera Croata. Este movimiento alcanzó su cenit en el otoño de 1971, antes de ser aplastado despiadadamente por el gobierno comunista de línea dura en el Día Nacional de Serbia, en diciembre de ese año.

El 12 de octubre de 1972, después de un breve "juicio", Tudjman fue sentenciado a dos años de prisión por actividad contrarrevolucionaria y "actividad hostil contra el Estado".

Después de apelar, los cargos fueron cambiados a "propaganda hostil" y fue dejado en libertad después de nueve meses, quitándosele sus derechos civiles, incluyendo el derecho de publicar, hablar en público y viajar fuera del país. En 1977 Tudjman violó la prohibición concediendo una entrevista a la televi sión sueca. A pesar de que el reportaje fue bloqueado por una protesta diplomática de Yugoslavia, la televisión sueca puso al aire un extracto de un minuto, y el texto fue publicado en el Dagens Nyheter de Suecia y el Der Spiegel de Alemania Federal en octubre de 1977. A los pocos meses ya había sido traducido al inglés y publicado en todo el mundo.

El 17 de noviembre de 1980, Tudjman fue nuevamente procesado por el crimen de "representar maliciosa y falsamente las condiciones sociopolíticas en Yugoslavia". El doble discurso, al estilo de George Orwell, de los comunistas, alcanzó quizá su máxima expresión cuando en una causa judicial contra él el fiscal escribió: "Es bien sabido que [las afirmaciones de Tudjman] son falsas porque en la RFSY (República Socialista Federativa de Yugoslavia) no sólo su Constitución y leyes establecen `la total igualdad de todas las naciones y nacionalidades en todas las áreas', sino que ello se cumple en la vida diaria de sus habitantes, lo mismo que la completa libertad de expresión de opiniones".

El crimen de Tudjman era el de haber declarado públicamente que no había libertad de expresión en Yugoslavia. Su elocuente defensa fue publicada en diversos idiomas y pasó a ser parte de la literatura para la democratización de Yugoslavia. "Todo lo que dije era una expresión de mis creencias personales de acuerdo con los ideales por los cuales luché en la Revolución Socialista y en la Guerra Antifascista", declaró.

Tudjman fue sentenciado a tres años de prisión y perdió todos sus derechos civiles por ocho años. Antes de entrar en prisión en noviembre de 1981, fue internado en un hospital de Zagreb debido a un problema cardíaco. A pesar de la protesta mundial, que incluyó su nombramiento como "prisionero de conciencia" por parte de Amnesty International, Tudjman fue enviado a la infame prisión de Lepoglava en enero de 1982, donde sufrió una serie de cuatro ataques cardíacos. Otra investigación fue lanzada en 1988 en un nuevo intento de silenciar a Tudjman, pero en ese momento ya estaba claro cuál era la nueva dirección de la marea en Europa. Sus derechos civiles le fueron devueltos, obtuvo un pasaporte y se abocó a la fundación y organización de un nuevo movimiento político.

El HDZ y la Victoria

El 29 de noviembre de 1989, Franjo Tudjman y su recientemente formada Unión Democrática Croata, conocida por sus iniciales en idioma croata de HDZ, hicieron un llamado a los ciudadanos de Croacia y a su Parlamento -que estaba controlado por los comunistas- para formar un gobierno multipartidario. El llamado pedía que se eliminara el monopolio del Partido Comunista, que hubiera elecciones secretas y directas para el Parlamento, se pudiera viajar al exterior sin restricciones y se liberara a los presos políticos.

Durante este período de transición la HDZ fue el primer partido interno en pedir en forma expresa por la autodeterminación de Croacia, incluyendo el derecho a la secesión. A pesar de que la Constitución yugoslava garantizaba específicamente ese derecho, el mismo era considerado una traición por Belgrado.

A la luz de los dramáticos cambios que se extendían en Europa, el Parlamento croata votó en febrero de 1990 la legalización de los partidos opositores y otorgó la libertad de afiliación política. En abril y mayo tuvieron lugar en Croacia las primeras elecciones libres, con unos 20 partidos políticos compitiendo por lugares en el Parlamento. La Unión Democrática Croata resultó victoriosa, obteniendo 205 de las 349 bancas. Los comunistas, que gobernaron durante medio siglo, obtuvieron sólo 77 bancas. Franjo Tudjman fue elegido Presidente de la República.

El 26 de julio de 1990 el Parlamento eliminó la palabra "Socialista" del nombre "República de Croacia", ordenando además que la estrella roja sea quitada de todos los símbolos estatales. Con todo, Tudjman y el gobierno croata buscaron un nuevo acomodamiento con las otras repúblicas de Yugoslavia, a través de la constitución de una confederación de Estados soberanos. La total negativa de Serbia aun a negociar una tal confederación condujo a Croacia y a Eslovenia a declararse independientes el 25 de junio de 1991, en cuyo momento Franjo Tudjman pasó a ser el primer Presidente de la independiente República de Croacia.

Slobo, "El Carnicero de los Balcanes"

El largo y arduo camino de Franjo Tudjman, de héroe de guerra partisano a presidente de su país, fue muy distinto al del presidente de Serbia, Slobodan Miloševiæ, a quien el New York Times denominó "El Carnicero de los Balcanes". Miloševiæ, un comunista de línea dura no arrepentido, siguiendo el molde de José Stalin, fue un producto del comunismo y el Estado-Partido yu goslavo.

Conocido por sus pocos amigos como "Slobo", nació en 1941 en Požarevac, cerca de Belgrado, hijo de un sacerdote ortodoxo serbio de Montenegro y una maestra de escuela comunista de línea dura. Su padre abandonó su familia llevándose consigo al hermano de Slobo, Bora. Ambos padres cometieron suicidio, y Miloševiæ literalmente creció en el seno del Partido. Se casó con Mirjana Markoviæ, una profesora de teoría marxista que controlaba a la Liga de Comunistas de Yugoslavia. Ella era miembro de una de las familias de comunistas más conocidas de Yugoslavia.

Miloševiæ vivía una vida de tan bajo perfil, en una mansión en las afueras de Belgrado, que uno de sus amigos más cercanos admitió a un periodista del New York Times Magazine que en 20 años no había visto nunca la casa de Mi loševiæ o a su mujer.

Bajo la protección de Ivan Stamboliæ, quien era el anterior jerarca del Partido Comunista de Serbia, Miloševiæ fue ascendiendo, de ser director de la compañía de energía Technogas, a ser presidente del principal banco de Belgrado. A mediados de los años '80, Ivan Stamboliæ lo promovió para ser el jefe del Partido Comunista de Serbia. Como agradecimiento, Miloševiæ organizó un golpe dentro del Partido en el otoño de 1987, deponiendo a su antiguo amigo y mentor, y nombrándose a sí mismo el indisputado jefe del Partido y del gobierno de Serbia.

Miloševiæ se abocó inmediatamente a la tarea de purgar al liderazgo de Vojvodina, Kosovo y la República de Montenegro, poniendo a estas regiones constitucionalmente autónomas en línea con sus políticas gran- serbias.

Muchos entre quienes se opusieron a sus políticas, incluyendo a Branislav Matiæ, quien era un líder opositor clave en el Partido de la Renovación Serbia, fueron asesinados. Otro líder de la oposición, Jorge Bozoviæ, cayó misteriosamente desde un edificio de gran altura.

Mientras el resto de Europa iba abandonando al marxismo, Miloševiæ reinstituyó cursos de teoría marxista en las escuelas y universidades de Serbia. En enero de 1990, en el último Congreso de la Liga de Comunistas de Yugoslavia, Miloševiæ tomó violentamente el podio para declarar que el comunismo seguiría adelante, aun sin Eslovenia y Croacia. Pero las realidades de Europa en los años `90 eventualmente dieron vuelta todo, aun para Miloševiæ. En el otoño de 1990 rebautizó al Partido Comunista como Partido Socialista, antes de ganar el 61 por ciento de los votos en las elecciones "libres" controladas por el Partido. La transformación de Miloševiæ de stalinista a "demócrata" fue así completa. En abril de 1992, finalmente, accedió a que se quitara la estrella roja de la bandera de Yugoslavia.

Hacia 1996, Miloševiæ terminó de dar la vuelta completa desde comunista a nacionalista y de vuelta a comunista. El causó el mayor conflicto en la Europa de postguerra. El fue el responsable de cientos de miles de muertes, de campos de concentración, de trabajos forzados, de esclavitud, y del uso de la violación como instrumento de guerra. Aun así, no parece probable que alguna vez deba enfrentarse a juicio como criminal de guerra. En lugar de ello, Miloševiæ estaba dispuesto a no olvidar lo que llamó "excesos nacionalistas".

En el Congreso de 1996 del Partido Socialista (antiguamente llamado Liga de Comunistas de Serbia), Miloševiæ estaba de pie frente a casi 2 mil delegados (designados, no electos) cuando se entonaba la International Socialista. Triunfó en su reelección, con un voto de 1799 delegados a cuatro, aun cuando no había otros candidatos, y había purgado a dos tercios de la dirigencia del Partido. El prometió llevar a Serbia de vuelta al comunismo poniendo como ejemplo a China, y anunció una nueva dirección para el siglo XXI: "Serbia-2000". Esa dirección miraba mucho más hacia el pasado comunista y no hacia un futuro democrático.

Juicio en La Haya o juicio en la Historia

Slobodan Miloševiæ comenzó y prosiguió el mayor conflicto europeo desde la Segunda Guerra Mundial. El fue el responsable de miles de muertes, de heridas y de violaciones. El personalmente autorizó campos de concentración y supervisó asesinatos en masa en Croacia y en Bosnia. Mientras que muchos de sus subordinados fueron incriminados por crímenes de guerra, parece dudoso que Miloševiæ, "la niña bonita de Dayton", vaya a ser castigado alguna vez por sus crímenes. Aun si él no es llevado a la Justicia, la Corte Mundial comenzó un caso a mediados de 1996 donde se acusa al Estado de "Yugoslavia" por violación de la Convención Contra el Genocidio de París, de 1948. Esta fue la primera vez en la historia en que se hizo una tal acusación contra todo un país en lugar de hacerla contra alguno o algunos de sus ciudadanos.

Franjo Tudjman puede no haber construido una democracia perfecta durante los difíciles años de la guerra entre 1989 y 1995. Muchos problemas tenían tanto la República como su dividida dirigencia política. Reflexionando sobre los períodos que siguieron a dictaduras en España y en Grecia, Tudjman formuló en 1996 un llamado a la reconciliación nacional.

En esta convocatoria pidió se tome un "punto de vista equilibrado sobre todos los más importantes personalidades y movimientos en la historia moderna croata", ya se trate de Josip Broz "Tito", Ante Paveliæ o Vlatko Maèek, y sugirió que todos ellos, ya fallecidos, podrían descansar para siempre en Croacia. Debido a esto fue acusado por sus críticos de la izquierda de estar demasiado a la derecha, y por sus críticos de la derecha por seguir siendo un "viejo comunista".

La derecha también lo acusó de haber dejado a demasiados ex-comunistas en sus puestos si estaban trabajando bien. La acusación es parcialmente correcta. Distinto a los presidentes estadounidenses, Tudjman no echó a cada ministro y a cada abogado de la administración anterior. La izquierda denunció que demasiados antiguos exiliados retornaron a Croacia desde Estados Unidos, Canadá, Australia y todo el mundo, y están en puestos de poder. Esto también es cierto. Por ejemplo, el 22 por ciento del staff del Ministerio de Relaciones Exteriores proviene de la emigración, incluyendo al embajador en Canadá, quien vivió en California (EE.UU.) por varias décadas antes de la Declaración de la Independencia de Croacia.

Si Franjo Tudjman estaba demasiado a la derecha, demasiado cercano a ex-comunistas, demasiado nacionalista, o demasiado conciliador hacia los serbios, eso depende de quién opine. Empero, la joven República de Croacia entre 1991 y 1996, con todos sus problemas, se movió con rapidez a una economía de mercado libre y de instituciones democráticas, haciéndolo con mayor celeridad que muchas otras naciones emergentes.

Los actos de Slobodan Miloševiæ serán juzgados por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra en La Haya, sea que él esté sentado en el banquillo o no. Franjo Tudjman será juzgado por la Historia Croata.

 

LA PROVINCIA FRANCISCANA DE BOSNIA

Dominik Mandiæ

El significado de la Vicaría franciscana de Bosnia -luego Provincia franciscana de Bosnia-, para gran parte del pueblo croata y a lo largo de 500 años fue de un enorme valor. En los siglos XIV y XV los franciscanos de la Vicaría de Bosnia lograron con su labor recuperar para la religión católica a la mayoría de los bogomiles[1] de Bosnia y de los territorios adyacentes, logrando con ello restablecer la unidad religiosa de los croatas.

Cuando en 1463 Bosnia cae en poder de los turcos desaparece el reino de Bosnia y consecuentemente es destruida su organización estatal, los franciscanos quedan, de hecho, como los únicos custodios de la religión católica, de las costumbres y de las conciencias de los croatas. Con el devenir del tiempo y a medida que el Estado Croata perdía palmo a palmo su territorio en manos de los turcos, la Provincia franciscana de Bosnia extendía su labor y asumía así totalmente la responsabilidad por los croatas avasallados por éstos. En ese tiempo nació el proverbio "a donde va el turco con el látigo allí va el franciscano con la bolsa[2]".

Conservación de la religión católica por gran parte del pueblo croata

El principal mérito de la Provincia franciscana de Bosnia como organización religiosa fue resguardar la religión católica entre gran parte de la población croata. A medida que los turcos se expandían en Bosnia y otros territorios croatas colindantes, el clero croata -tanto seglar como regular- huía conjuntamente con una parte de la población hacia otros territorios croatas aún no invadidos e inclusive hacia otros países occidentales. Junto a la población que permaneció en los territorios -ahora ocupados por los turcos- sólo quedaron los franciscanos de su Provincia de Bosnia al igual que un reducido número de popes glagolíticos poco preparados. De este modo los franciscanos asumieron la responsabilidad sobre la formación religiosa en lo que alguna vez fuera -históricamente hablando- Bosnia y también sobre el centro y el occidente de Hercegovina, en una gran parte de Dalmacia, el Srijem, en Eslavonia e incluso en la diáspora croata, que moraba en Vojvodina y en Hungría.

Inicialmente los franciscanos se protegían con la Ahd-nama[3], carta del sultán de significado internacional, que les extendiera Mohamed II "El Conquistador" en ocasión de la conquista de Bosnia en 1463 [4]. Pero a partir de mediados del primer cuarto del s. XVI, cuando la autoridad turca en Bosnia se consolida frente al occidente cristiano comienzan, por diversas razones, fuertes persecuciones en contra de los croatas católicos y los guías espirituales de estos, los franciscanos. El pueblo es sojuzgado de diversas formas y con desmedidas obligaciones en tanto que los franciscanos son golpeados, encarcelados y torturados, de modo que más de uno dio su vida por defender a su religión y a su Iglesia. En su informe del año 1708 Fray Juan Bautista de Vietri escribe: "No existe un pedazo de suelo que no esté ahogado con la sangre de los pobres frailes".

Para mantener a los croatas dentro de la fe católica, los franciscanos debieron luchar contra dos grandes fuerzas: por un lado el imperio turco que, ya sea por medio de la fuerza o con promesas de privilegios sociales, tentaba a los católicos a pasar al Islam; y por el otro lado la Iglesia Ortodoxa, la cual con la colaboración de las autoridades turcas trabajaba intensamente para someter a los católicos bajo su autoridad espiritual.

Respecto de la gran presión que estos últimos ejercían nos lo atestigua el canónigo de Šibenik, Dom Tadeo Miliniæ -de origen bosnio- en su veraz informe al Gobierno de Venecia del año 1609: "...y esta es la mayor dificultad y persecución que deben soportar los católicos en estas tierras, y si los pobres padres franciscanos no se opusieran a ello todos los años y con un gran esfuerzo económico, dificultades y trabajo, hoy no se encontraría ningún católico no sólo en el Obispado de Duvanj sino en toda Bosnia".

En el año 1768 fra Bono Beniæ, Provincial de Srebrenica, informaba al Santo Consejo para la Propagación de la Fe, en Roma, del siguiente modo: "Nosotros en Bosnia estamos entre dos fuegos que siempre están ardiendo: por un lado los turcos y por el otro los griegos ortodoxos. Los primeros hablan: "Si no hubiera frailes en nuestro país todo este pueblo sería mahometano"; los segundos dicen: "Si no hubiera frailes, todo este pueblo que hoy es romano (de religión católica) sería griego (de religión ortodoxa)".

En verdad en esta difícil y desigual lucha, los católicos de Bosnia y Hercegovina sufrieron grandes pérdidas. De los 40 conventos franciscanos de la Vicaría de Bosnia, de algunos cientos de parroquias y de medio millón de católicos que vivían en los actuales territorios de Bosnia y Hercegovina antes de la conquista turca, a principios de la segunda mitad del siglo XVII no existían más que 7 conventos, todos ellos endeudados hasta la cabeza. De los varios cientos de Iglesias, exceptuando las de los citados conventos, sólo se conservó la pequeña Iglesia de Podmilaèa, cerca de Jajce.

El número de católicos, que aunque por razones naturales crecía en el orden del 2% anual, descendió a unas 130.000 almas. Después de las guerras con Austria (1683-1699), cuando los lugareños croatas perdieron toda esperanza de ver a Bosnia y Hercegovina libre de turcos, una gran mayoría emigraron a tierras libres de turcos. Inclusive emigraron ricos comerciantes de las ciudades de Bosnia o bien perdieron sus riquezas en la guerra.

En Bosnia quedaron unos 25.000 católicos, mayormente pobres campesinos y esclavos turcos, que se encontraron diseminados en zonas montañosas y en general de difícil comunicación. Y con ellos se quedaron los franciscanos. Pero ni con heroicos esfuerzos pudieron conservar más que tres conventos: Fojnica, Sutjeska y Kreševac, alrededor de los cuales reorganizaron la vida pastoral de los croatas católicos en 12 parroquias. Aunque desde antes de estos sucesos, como en la actualidad, el fraile franciscano ha sido para el pueblo croata de Bosnia y Hercegovina y en particular desde estos hechos el que estaba siempre junto a él, presente como pastor, maestro, consejero y protector.

Durante más de 200 años los párrocos de Bosnia y de Hercegovina no tuvieron casas parroquiales ni Iglesias excepto la de los citados conventos, sino que andaban de pueblo en pueblo, de una casa católica a otra, consolando y enseñando al fiel pueblo los misterios de la fe. Ya durante la década del veinte del siglo XVII, en su peregrinar pastoral fuera de los conventos mudaron sus sotanas por ropajes típicos del pueblo para poder así esconderse mejor en las casas campesinas, llamando así menos la atención frente a extraños o ante el pueblo de otras religiones entre quienes debían vivir y moverse. Los católicos solían presentarlos como sus tíos.

Justamente éste estrecho y duradero contacto entre los franciscanos y el pueblo fue la razón por la cual los católicos de Bosnia y Hercegovina estuvieron bien preparados en lo religioso y vivieron ejemplarmente. Esto contribuía a mantener intacta la fuerza vital del pueblo, de modo tal que los católicos croatas lograron reproducirse naturalmente y así reemplazar las pérdidas sufridas. De esta forma los croatas de Bosnia y Hercegovina de 25.000 católicos que había en 1725, crecieron a 63.000 en el año 1768, a 209.391 en 1879, a 434.061 en 1910, y en vísperas de la Segunda Guerra Mundial en 1939 llegarían a 644.614.

Que los franciscanos de Bosnia a pesar de todas las persecuciones y ad versidades no claudicaran espiritualmente ni que tampoco abandonaran Bosnia, se debe adjudicar a un verdaderamente heroico amor a la religión católica y al pueblo croata, a su envidiable adhesión a su Provincia y a sus conventos natales, y a su perseverancia por su trabajo en Bosnia. Por ello el jesuita Daniel Farlati en su gran obra Illyricum sacrum, del año 1751, con justicia escribió, y esto es válido hasta el año 1871: "Cualquier cosa que en Bosnia (exceptuando el Este de Hercegovina y la Croacia ocupada por los turcos) ha quedado del espíritu y del nombre cristiano, debe todo ello anotarse al incansable cuidado, a la duradera preocupación y al trabajo apostólico de los frailes menores de la orden franciscana".

Con sus sacrificios y su trabajo en la preservación de la religión católica en Bosnia y Hercegovina, los franciscanos conservaron el espíritu nacional croata que hoy, en las más orientales y expuestas regiones croatas, confiesa sin temor su nombre de croata.

Sustentación de la comunidad y la conciencia nacional croata

Otro gran mérito de la Provincia franciscana de Bosnia es que en los más penosos momentos sustentó entre los croatas la conciencia de su pertenencia a un solo y único pueblo croata. En los más oscuros momentos de la historia croata en que su territorio fue desgarrado y ocupado por extrañas y diversas naciones en que se intentó desde imponer diversos nombres a esas regiones hasta desarrollar apartamentos regionales de modo tal de alejar a los croatas de la madre patria, la cual por otra parte también había caído "en los restos de los restos del glorioso reino croata". Los turcos en Bosnia y Hercegovina, los venecianos en Dalmacia, los húngaros en Eslavonia y Vojvodina, y los austríacos en los confines militares.

Que los croatas en los varios siglos de gobiernos extranjeros en estas re giones cercenadas no se hayan descroatizado y que entre ellos no anidaran ideas regionalistas por encima de su nacionalidad croata, es principalmente por la labor de la Provincia franciscana. Ella desplegó sus esfuerzos desde el Adriático hasta Budapest y desde el río Drina a Trieste. Ella con su organización y con su trabajo fue la única que durante siglos unió las desmembradas partes del territorio croata. Con trabajo de unión de sus feligreses logró mantener la conciencia de que los croatas de Bosnia, de Dalmacia, de Eslavonia y del propio ducado de Croacia constituían una unidad y que pertenecían a un solo antiguo y señero pueblo croata.

La Provincia franciscana de Bosnia con solo esto de lograr que miembros provenientes de distintas regiones croatas -sometidas a distintos países- se unieran en una misma comunidad lograron sostener la conciencia de que todos ellos eran miembros de un mismo pueblo y que toda la población de la que ellos mismos provenían pertenecía al mismo pueblo croata. Esta conciencia nacional se desarrolló primero en los seminarios que se impartían en los propios conventos y a los seminaristas, provenientes de diversas regiones croatas sometidas a diversas naciones, se les enseñaba que todos ellos eran "nosotros los croatas" como lo escribió fra Lovro Sitoviæ de Ljubuški en el usado en ese entonces compendio escolar franciscano de gramática latino-cirílica del año 1713. Esta conciencia se repotenciaba a medida que los jóvenes franciscanos accedían a estudios superiores en el extranjero y así comenzaban a rozarse con otros pueblos e idiomas. Esta conciencia a una pertenencia nacional única del pueblo croata, los franciscanos la llevaron a todos los estratos de la población, viviendo y trabajando todos en consuno en ese sentido, ora en un lugar, ora en otro, dentro de su extensa Provincia.

Cuando los franciscanos de la Provincia de Bosnia, luego de las Guerras Austríacas (1683-1699), acompañando a los croatas emigrados de Bosnia y Hercegovina que se diseminaron por los territorios del norte en donde habitaban los católicos húngaros, alemanes y eslovenos o por el sur en las ciudades venecianas de Dalmacia en donde tomaron contacto con los italianos, se preocuparon que entre esos emigrados se conserve la pureza de la pertenencia nacional croata.

Contribución a la creación del idioma literario croata

La tercer gran contribución de los franciscanos de Bosnia es haber cimentado el camino y contribuido notablemente a crear un idioma literario croata que es el dialecto štokaviano. En la Edad Media, en todas las regiones croatas comprendidas entre el río Neretva y la península de Istria y entre el Mar Adriático hasta Kapela, se hablaba en el dialecto èakaviano. Desde Kapela hasta el lago Balaton en Hungría y desde Srijem a Eslovenia hablaban en el dialecto kaikaviano. La más antigua literatura croata, incluso aquella en glagolítico, estaba escrita en el dialecto èakaviano. Pero en las regiones mediterráneas y norteñas, por las influencias y acciones culturales extranjeras, el latín oprimía al croata.

Sólo Bosnia escapaba a ello. En estos distritos, los gobernantes, los nobles y la Iglesia Católica escribían en puro idioma popular, en el dialecto štokaviano de la ikavica. Desde los años cuarenta del siglo XIV los franciscanos de la Vicaría de Bosnia se abocan a este idioma popular -conservando únicamente para la liturgia más solemne el latín- y continúan con ese idioma después de la caída de Bosnia y la desaparición de la dinastía nacional gobernante.

Para la enseñanza del cristianismo al pueblo creyente los franciscanos de Bosnia escriben e imprimen libros en el idioma croata en el dialecto štokaviano, con la pronunciación iekaviana o ikaviana, indistintamente. A través de estos libros impresos por los franciscanos de Bosnia los hombres con un espíritu más avanzado y amplio, que hablan en el dialecto èakaviano o kaikaviano, reconocen que el eslavonio-dálmata-bosniaco štokaviano es superior a otros dialectos que hablan los croatas.

Así el jesuita Bartolomeo Kašiæ (1575-1650), èakaviano de la isla de Pag, por intermedio de estas obras de los franciscanos conoce la belleza del dialecto štokaviano bosniaco y lo proclamó como el más bello dialecto croata y tradujo a él diversos libros de las Sagradas Escrituras.

Jacobo Mikalja (1600-1650), jesuita quien editó el primer diccionario croata-latino-italiano, sostenía la idea que el "idioma de Bosnia" era el más lindo de los dialectos croatas.

El Obispo de Zadar, O. Garzadoro, escribe en 1627 al Prefecto para la Propagación de la Fe que "en Bosnia florece el idioma croata". De la belleza del dialecto bosniaco todavía en 1601 escribía Mavro Orbini: "los bosnios de entre todos los dialectos del idioma croata poseen el más claro y bello hablar; más aún destacan, que hoy solo ellos cuidan la pureza del idioma croata". En esta época prevalece entre los croatas la creencia que el habla bosniaca que emplean y en el que escriben los franciscanos es el más perfecto croata. Por eso el estudioso franciscano fray Matías Pedro Katanèiæ de Eslavonia y que fue el primero en traducir e imprimir en croata la Sagrada Biblia: Viejo y Nuevo Testamento, utiliza el dialecto štokaviano de habla bosniaca que ponderaba como el más hermoso de entre los dialectos y hablas croatas.

Desde principios del siglo XVI hasta el primer cuarto del siglo XVIII los štokavianos bosnios, huyendo de los turcos junto a sus guías espirituales, los franciscanos, inundaron primero la mayor parte de Dalmacia, luego Zagorje, más tarde toda la Eslavonia, el Banato y el sur de Hungría. De tal manera y ya desde principios del siglo XVIII el dialecto štokaviano se convirtió en el habla de la mayoría del pueblo croata.

En el sur la alguna vez ciudad romano-bizantina de Ragusa, ya bajo su nombre croata de Dubrovnik, recibe el dialecto štokaviano de pronunciación iekaviana. Desde finales del s. XV se va destacando la formación de la literatura croata escrita en iekaviano. Por ello cuando en los años 30 del siglo pasado, durante el renacimiento cultural croata, se trabajó para lograr finalmente un único idioma literario croata, y nada más natural que tomar el dialecto štokaviano que por ese entonces era hablado por la mayoría de los croatas y en el cual los franciscanos de Bosnia como los dubrovnianos ya habían creado una envidiable literatura croata. En vista que los impulsores del renacimiento cultu ral croata, Ljudevit Gaj, Janko Draškoviæ, Stanko Vraz y otros eran de habla kaikaviana comenzaron a estudiar el štokaviano de la obra Pjesnarice de fra Andrés Kaèiæ (1704-1760), que fuera educado en la orden franciscana en Bosnia y sus poesías están inspiradas en un espíritu nacional, recurriendo al dialecto štokaviano de Bosnia y Hercegovina.

Tutela de la diáspora croata

Por último vale la pena anotar la especial contribución de los franciscanos, que durante la época de la dominación turca acompañaron en el exilio a los croatas de Bosnia y Hercegovina y Dalmacia, trabajando en el cuidado espiritual de estos exiliados, velando por la unidad idiomática croata, sus recuerdos y su conciencia. Esto último en particular vale la pena recalcarlo respecto de los Bunjevci y Šokci en la Vojvodina y de los croatas de Bosnia asentados en el occidente de Hungría, los que más tarde fueron conocidos como los "croatas diluidos".

Traducción: Francisco M. Majcen

EL RETORNO AL SRIJEM DESPUES DE LA REINTEGRACION

Željko Stipanoviæ, Vukovar

La vuelta a Ilok, la ciudad ubicada en el oriente de la República de Croacia, luego de haberse concluido el feliz reintegro por vía pacífica, coincidió con la fiesta de San Vicente, el patrono de la ciudad, elegida para festejar junto con las autoridades y el pueblo local la vuelta y el "Día del Vino", producto principal de esa región.

Según el último censo de 1991, este distrito tenía entonces 9.870 habitantes, de los cuales el 70 por ciento era de nacionalidad croata, el 12 por ciento eslovacos, el 7 por ciento serbios y un 10 por ciento pertenecía a otras nacionalidades. A pesar de ello, los serbios se habían adueñado de todo el poder diciendo que la región les pertenecía porque en ella vivían serbios.

Luego de mucha lucha, innumerables inconvenientes y maltratos y robos reiterados por parte de los serbios, la guerra había terminado con la victoria del Ejército Croata, pero como hubo intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la resolución del territorio quedó pendiente, por vía de largas discusiones, porque los serbios no estaban dispuestos a abandonar una región tan rica y cercana a sus fronteras.

Esta región danubiana, y especialmente Ilok y sus alrededores, siempre fueron consideradas tierras muy ricas por su constitución y sus cultivos, donde abundan tanto los cereales, como en la parte más alta y soleada buenos viñedos que producen vinos especiales, que no tienen nada que envidiar a los vinos blancos del Rhin. Además, en esa parte del país siempre hubo posibilidades laborales, porque allí cuentan con la industria textil Itex, el Agrocomerc - cooperativa agrícola de renombre- además de varias vinerías. En sus cercanías estaba la fábrica de zapatos y botas Borovo. Sin embargo, todo esto se volvió improductivo y abandonado al comenzar los bombardeos del ejército serbio allá por 1991, cuando miles de hombres y mujeres abandonaron sus casas, que fueron luego devastadas y varias de ellas destruidas junto con la iglesia católica y el convento franciscano del lugar. Unas 8 mil personas estaban exiliadas esperando volver. Y ese día por fin llegó.

Las autoridades croatas emprendieron largas conversaciones, que duraron casi dos años, porque no quisieron entrar por la fuerza, a fin de conservar lo que se había salvado de la ocupación del ejército serbio en la región. Y se llegó a un acuerdo mediante previa votación y la intervención de la ONU.

Las elecciones se efectuaron el 13 de abril de 1997. Ganó el partido croata HDZ, el partido del presidente Franjo Tudjman, con algo más del 70 por ciento de los votos. Ello permitió constituir las autoridades del Municipio y del Concejo Deliberante, que se pusieron a trabajar de inmediato para levantar los edificios en ruinas y reorganizar las fuentes de trabajo. El intendente del lugar, Stipan Kraljeviæ, afirmó en su discurso de apertura que no esperaba encontrar todo tan bien después de tantos desastres. Dijo que la finalidad de reintegrar a cada familia a su hogar se está cumpliendo. Hoy ya están reubicados los ciudadanos de Ilok, en su mayoría, en lo que les pertenecía, y la demostraron su vitalidad para volver a vivir como siempre. Dijo también que aún falta tratar de acomodar a los dueños de las casas que están siendo ocupadas por los serbios. Este problema se trata de resolver, buscando dónde ubicar a los intrusos. Elogió y agradeció a quienes ayudaron, con un subsidio oficial, para terminar las instalaciones de la red eléctrica y del suministro de agua. Destacó finalmente que un grave problema a resolver está en vaciar las calles de la basura acumulada que dejaron los antiguos ocupantes.

En la reunión masiva estuvieron presentes las autoridades del Gobierno Nacional, llegadas desde Zagreb, encabezada por la delegada presidencial Vesna Škare-Ožbolt y los intendentes de Osijek, Vukovar y otros pueblos vecinos. Todos ellos expresaron su satisfacción por la vida normalizada en esta parte del país, luego de tantos sacrificios y lucha. Afirmaron la alegría de todos al observar que esta reintegración pacífica representa el final feliz de una política y una persistencia tenaz del Gobierno y pueblo croatas para tener a todo su territorio dentro de los límites del Estado nacional y ubicar a cada ciudadano en el lugar a que pertenece.

Traducción: Ante Turica

ANTUN MATEŠ - UN ARTISTA CROATA

Carlos Hoiæ

Entre el 20 y el 25 de octubre de 1998 tuvo lugar en el Centro Cultural Recoleta Buenos Aires, la exposición de 14 trabajos en técnica mixta del conocido artista croata Antun Mateš.

Antun Mateš nació en Zagreb en 1945. Exhibió sus trabajos en forma independiente en 45 oportunidades y participó en más de 100 muestras colectivas en muchas ciudades del mundo: Nueva York, Melbourne, Sydney, Nueva Delhi, Munich, Maguncia, Frankfurt, Trieste, Los Angeles, Toronto, Zagreb y Ljubljana han conocido la producción de Mateš.

En la feria de libros de Frankfurt del año 1996, en fuerte competencia con otros 67 trabajos de artistas europeos, basados en obras de los más grandes pintores europeos de este siglo como Picasso, Matisse, Manet, Pisrro, y Andy Warhol, Mateš obtuvo el primer premio por su almanaque ART Paseos Europeos, distinción que lo coloca en la vanguardia de la expresión gráfica europea.

El mismo año publicó la monografía gráfica: Slike i Sjeèanja (Cuadros y Recuerdos) y en estos momentos está trabajando en el tomo: Las Ciudades del Mundo, que piensa editar en el año 2000, en el que estarán incluidas las ciudades de América Latina que visitó en esta última gira.

La base técnica de Mateš es la acuarela y la ya olvidada acuatinta. Mateš capta sus objetivos a contraluz y compone sus cuadros con fuertes pinceladas marcando bien los distintos planos, dando así una gran profundidad a sus obras. Capta sus escenas con gran maestría y les agrega detalles decorativos ya existentes en una sucesión de pinceladas atrevidas y trazos audaces. Las escenas de los distintos barrios de su juventud y de su ciudad natal, Zagreb, adquieren especial valor artístico, ya que muchas veces se trata de temas cotidianos como un paso bajo nivel que en sí es un objeto artístico prosaico. De la mano de Mateš este objeto banal se convierte en una explosiva escena otoñal envuelta en misteriosas neblinas y decorada con lámparas fantasmagóricas.

En las vistas de las ciudades famosas, Mateš se revela como el maestro del contraluz y de la composición. Las vistas transmiten una fuerte dosis de misterio y despiertan en el observador el imperioso deseo de visitarlas. Su original producción nos indica que estamos en presencia de un gran artista.

HACE 54 AÑOS, LOS PARTISANOS PURIFICABAN DUBROVNIK

Christophe Dolbeau, Lyon

Entre los grandes crímenes que quedaron impunes y voluntariamente ocultos ocurridos durante Segunda Guerra Mundial figura la masacre de la elite de Dubrovnik en octubre de 1944. A la hora en el que algunos predican el examen de conciencia y el arrepentimiento colectivo, a la hora en que se comienza el juicio contra Dinko Šakiæ y el antifascismo está otra vez de moda, quizás sería conveniente recordar asimismo a todos aquellos que lo único que recibieron del comunismo triunfante de unidad y de fraternidad fueron 12 balas en su cuerpo.

Centro de comercio, diplomacia, artes y letras, la ciudad de Dubrovnik no posee una historia particularmente sanguinaria. El período de 1941-44 constituye, sin embargo, una excepción y como tal es un hecho lo suficientemente importante para que las futuras generaciones tomen conocimiento y mediten sobre ello.

Primero hubo los excesos del ocupante extranjero, italiano o alemán, después los excesos criminales de ciertos extremistas croatas. Adversarios del régimen y resistentes honestos fueron encarcelados y a veces injustamente maltratados. Inocentes, a menudo judíos, fueron tormentados por motivos moralmente inaceptables. Estas víctimas son bien conocidas y a lo largo de los 45 años de dictadura absoluta, el comunismo yugoslavo les consagró numerosas liturgias. Lo que se ignora, en cambio, es lo ocurrido durante el otoño de 1944, cuando la ciudad de San Blas cae bajo el poder de los partisanos y comienza la inquisición comunista...

Volvamos brevemente al curso de los acontecimientos. La ocupación de la ciudad comienza el 17 de octubre y se completa el 19, fecha en la que las tropas alemanas, los ustachis y sus respectivos colaboradores abandonan definitivamente la región para replegarse en buen orden hacia Split. La atmósfera en la ciudad de Dubrovnik es calma ya que a priori los habitantes no tienen nada que temer; además el hecho de haberse quedado hace suponer que tenían la conciencia perfectamente tranquila. Lo que muchos de ellos ignoran, sin embargo, es que los nuevos amos de la ciudad tienen dos objetivos prioritarios: castigar a los croatas y eliminar todo elemento susceptible de obstaculizar a la instaura ción de un régimen marxista- leninista.

Bajo el mando del mayor Nikola Ljubibratiæ, un antiguo cartero, los partisanos -ortodoxos de Hercegovina y montenegrinos- comienzan de inmediato a purificar la ciudad: varios ciudadanos son matados sin ningún tipo de proceso y decenas de otros son encarcelados. En Gruž hay una compañía de marinos británicos que llegaron por mar pero se mantienen al margen de la persecución.

Reuniones masivas, proclamaciones, bailes y fiestas populares no logran disimular por mucho tiempo el clima de terror que reina en Dubrovnik, donde el Comité de Liberación del Dr. Ivo Nikšiæ, totalmente descontrolado, terminará pura y simplemente por ser disuelto por los militares. El 25 de octubre, o sea apenas ocho días después de la llegada de los partisanos, aparecen carteles en el Stradum: anuncian fríamente que 35 "traidores" han sido ejecutados. Un segundo grupo, de la misma importancia, sufriría idéntica suerte.

La gente se pregunta quienes serían estos saboteadores peligrosos. "Algunos fascistas con antecedentes particularmente comprometedores? "Criminales de guerra que habrían cometido la imprudencia de quedarse en la ciudad?

Nada de eso. En realidad se trata de notables y de religiosos que los co munistas deciden simplemente sacarse de encima. Su único crimen, oh! cuán inmenso, es de pertenecer a la clase dirigente que el nuevo poder ya no quiere, o de encarnar una Iglesia Católica y Romana que polariza el odio tanto de los ortodoxos como de los marxistas. En primera fila de los ajusticiados figuran personas destacadas como el Dr. Ivo Karloviæ, director de la Escuela de Comercio, los abogados Niko Koprivica (Jefe del Partido Campesino) y Baldo Pokoviæ, el Capitán diplomado Željko Miliæ, director de la escuela naval, el profesor Maks Miloševiæ, director del Liceo, Ivo Peko, director de la estación de radio, el periodista Ivo Berkoviæ, el institutor Niko Baèa y el sindicalista Ante Breškoviæ. También se encuentran comerciantes como Ivo Kordiæ y Pero Miloševiæ, artesanos como el panadero Frane Vojvodiæ, el tipógrafo Petar Barbir y Baldo Crnjak, y miembros de la juventud católica como Ivan Kubes, Josip Tuta y Slavko Barbir.

Del lado de los eclesiásticos, las víctimas son asimismo bastante numerosas. La matanza comienza ya en 1943 y las primeras víctimas son el seminarista Baldo Beato, asesinado en Ravno, y el Padre Karlo Kiš, párroco de Mljet. En el ano 1944, la persecución a los sacerdotes se recrudece; el canónigo Nikola Fantela sucumbe torturado y ahogado cerca de Lastovo; el Padre Ante Baèiæ, párroco de Viganj, tirado al precipicio de Vranina cerca de Vela Luka, y el célebre compositor franciscano Bernardino Sokol, torturado y ahogado en Badije (Korèula).

En octubre de 1944 en el mismo Dubrovnik hay por lo menos 15 sacerdo tes que marchan al suplicio; citemos entre otros al franciscano Gerardo Barbir; el Padre Marijan Blažiæ, eminente científico y autor de varias obras; el Padre Toma Tomašiæ, director del Colegio Franciscano; el capellán de la juventud católica Padre jesuita Petar Perica; el párroco de San-Mihajil Padre Gjuro Kreèak; el Padre Kalafatoviæ-Miliæ, párroco de Kuna y Orašac; el Padre Mato Dobud, sacerdote retirado; el Padre Ivan Brajnoviæ, párroco de Skaljari (Kotor); el Padre Josip Smit; el Padre Luka Grkovi, párroco de Lisac; el Padre Ivan Jelinoviæ, párroco de Gruda y el joven dominico Dominik Barac.

Como reacción a esta masacre y por iniciativa de Petar Bakiæ, un campesino de Cilipe, un grupo de resistentes de "Križari" aparece en la región de Konavle donde causan algunos problemas a las tropas de ocupación serbo- comunistas. Después todo eso terminará por caer en el olvido...

Eliminados de manera puramente arbitraria, solamente por motivos políticos y sin ningún tipo de juicio, la mayoría de los mártires de Dubrovnik murieron en un lugar imprevisto, la pequeña isla de Daksa, la misma donde Santiago llega a buscar reposo y donde Gunduliæ compone sus "lágrimas del hijo prodigo".

"54 años más tarde, no sería un buen momento y justo gesto el erigir un monumento en memoria de estas víctimas en ese pequeño y apacible lugar de Croacia?

Traducción: Marija Vrljièak

CROACIA Y EL ANTIFASCISMO

Zoran Vukman, Split

Se recrimina a Croacia que no destaca más su tradición antifascista, pero se olvida que los titoistas abusaban de ello.

En la actualidad Croacia festeja el día de la lucha antifascista en forma de feriado; ello ha provocado ciertas controversias. Ese día está marcado como un contrapunto ideológico envuelto en el signo diabólico de una verdadera separación dentro del pueblo croata. Unos lo marcan como un símbolo de sus ideologías personales, seguros que ese día está dedicado a ellos exclusivamente para curar así sus frustraciones yugófilas, o el día que los antepone sobre los ex-ustachas. Otros, por su parte, afirman que eso esperan de nosotros los de afuera, y los terceros lo ignoran porque para ellos existe solamente el diez de abril. Hay otros más que como antifascistas de verdad tratan de resolver este juego político sacándolo del círculo cuadrado.

Realmente es necesario delimitar ese día según sus propios méritos sin caer en maliciosas intenciones politiqueras, para no caer en el ridículo de que se transforme en tragicómico. Es necesario juzgar lo que ha ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial en forma honesta, sin menoscabar a nadie. Aquí no hay lugar a ningún revisionismo (la palabra que no le cae bien a los vencedores): se trata de lo necesario para que los croatas que tienen la responsabilidad política tomen cartas en el asunto. Un examen de conciencia ahora, medio siglo después, no vendría mal a nadie. Eso lo deben a las futuras generaciones y a sus propias conciencias. Deben preguntarse si de verdad los sobrevivientes partisanos, comunistas o ustachas están en condiciones de reexaminar sus posiciones, que costaron a nuestro pueblo croata esos dos totalitarismos. "Será posible finalmente separar el antifascismo como posición e idea en Croacia de los diferentes agregados comunistas?

Mientras Europa luchaba para vencer a Hitler, para luego de 1945 edificar la democracia, los antifascistas croatas fueron políticamente destruidos por los comunistas yugoslavos juntos con los chetniks panserbios, que cambiaron sus gorras realistas por las de la estrella roja a último momento antes de terminar la guerra. Mientras tanto la idea de la renovación del Estado de Croacia se diluyó como la ilusión en la noche de la prepotencia granserbia y del delirio patológico tipo bolchevique de la posguerra.

Hoy se menosprecia el hecho de que los hombres, como ser el presidente Tudjman, el general Bobetko, los generales croatas Sibl y Rukavina, como también el ex-intendente de Zagreb Holjevac junto con tantos otros patriotas y verdaderos representantes del antifascismo croata, supieron con servar en la ex-Yugoslavia comunista y proserbia su auténtico sentimiento nacional croata, soportando por ello las persecuciones bien conocidas.

Se olvida también que los más destacados hombres de letras en Croacia: Miroslav Krleža, Vladimir Nazor, e Ivan Goran Kovaèiæ eran destacados hombres de la elite antifascista croata, a los cuales tanto el comunismo como el fascismo les fueron ajenos a su pensar. Krleža había terminado con el bolchevismo ya antes de la guerra. Muchos comunistas, que hoy aparecen como grandes demócratas y febriles antifascistas, como partisanos en los bosques, pedían su cabeza. "Por que no se habla de eso? Muchos compatriotas que lucharon contra el movimiento antifascista vivieron descorazonados después de la guerra. Pudieron elegir las nuevas autoridades sólo entre los granserbios y entre los puros comunistas de verdad que estaban al servicio de estos. Se preguntaban por qué entonces morían en Sutjeska y Neretva. Solamente para devolverles a los serbios su nueva Yugoslavia. Ahí reside la gran paradoja de la lucha anti fascista croata!

Se recrimina a Croacia que no destaca más su tradición antifascista, pero se olvida que los titoistas abusaban de ello. Por eso, cuando se habla del antifascismo en Croacia, entonces hay que definitivamente negar el derecho a los comunistas y a yugoslavos que falsamente se presenten como antifascistas. Porque por representar una ideología totalitaria no tienen derecho de autoproclamarse como luchadores contra otra ideología totalitaria. En consecuencia, la necesidad de examinarse moralmente sobre su propia participación en la historia, impone a todos los sobrevivientes, tanto a partisanos como a ustachas y domobranos, preguntarse en la oportunidad del día del antifascismo lo siguiente: "Que pueden hacer ahora para contribuir a que termine la Segunda Guerra Mundial entre nosotros los croatas?

De Slobodna Dalmacija. Tradujo Ante Turica

 

ZRINSKI Y FRANKOPAN: MARTIRES POR LA LIBERTAD

Mato Marèinko, Zagreb

Allá en el siglo XVII en la era de los nobles, zares y condes, en Croacia, que estaba en unión personal con la corona de los Habsburgo, vivían dos familias de nobles con raigambre de siglos como las familias más poderosas, ricas y llenas de gloria porque varios de sus antepasados luchaban por la libertad de su pueblo sea en el campo de batalla o en la diplomacia como virreyes o banes croatas. Se trata de las familias de Zrinski y Frankopan, ambas originarias de las costas dálmatas, que además tenían posesiones en varias partes del norte y centro del país.

Petar Zrinski y Franjo Krsto Frankopan eran muy conocidos y queridos por el pueblo croata debido a su humanidad y lucha permanente contra las pre tensiones centralistas del imperio austro- húngaro de Viena, que trataba de imponer todo el peso de la guerra contra las invasiones turcas sobre el pueblo croata, reduciendo su poder sobre algunas provincias limítrofes, donde se daba todo el poder civil y militar a los militares centralistas austríacos. En esa lucha el ban o virrey Petar Zrinski recordaba al poder central que Croacia no es un país conquistado por nadie, sino que es totalmente libre, porque existe un acuerdo firmado en el año 1527 con el entonces emperador austríaco Ferdinando de Habsburgo, donde figura que él fue elegido libremente por el Parlamento croata (Sabor) en función de rey de Croacia y no como emperador. Así figuraba siempre en el titulo oficial "emperador de Austria y rey de Croacia, etc."

Franjo Krsto Frankopan apoyaba a Zrinski en esta lucha contra los abusos del poder central. Además Zrinski estaba casado con la hermana de Frankopan, haciendo así una amistad firme en todas sus relaciones oficiales y privadas. Viendo en el palacio imperial que esta oposición a su omnipotencia tiene siempre mayor apoyo en todos los niveles del pueblo croata, tanto en la aristocracia, como entre los militares y el pueblo en general, formaron juicio contra el ban y su cuñado denunciándolos por "alta traición". Si bien el ban croata, según la ley, solamente podía ser juzgado por el Sabor, ambos aceptaron enfrentar el juicio pensando que podrían sacar algunas ventajas ante los dictados centrales. Ocurrió que sin más fueron condenados a muerte por traición con la pena de su inmediata decapitación. Eso ocurrió el día de 30 de abril de 1671 en Wienemstadt, lugar cercano a Viena. Además se les secuestraron sus tierras y todas las pertenencias que luego fueron regaladas a nobles austríacos y húngaros. El pueblo quedó acongojado y muy triste por esta traición del gobierno imperial, viéndose desprotegido con la pérdida de sus dos mejores amigos.

La esposa de Zrinski, Katarina, quedó internada en un convento dominico de Graz, donde murió en 1673, dejando varios libros de poemas en idioma croata. Su memoria nunca se borró dentro de las masas del pueblo croata, que hoy día en algunas provincias recuerdan el día de su muerte y recitan sus canciones patrióticas y otras de carácter religioso.

Apenas se derrumbó el imperio austro- húngaro, las autoridades croatas a pedido del pueblo trasladaron los restos de Zrinski y de Frankopan a Zagreb, donde actualmente yacen en la catedral. La fecha de su muerte fue declarada como feriado nacional siempre teniendo en cuenta que murieron inocentemente por luchar por los derechos de libertad e independencia de su patria.

El conocido historiador croata Ferdo Sisiæ describió de este modo la suerte de estos dos próceres: "De esta manera perdieron sus vidas estos dos nobles croatas, cuya culpa fue que quisieron liberar su patria del poder despótico alemán- austríaco".

En el mismo sentido escribió el escritor local Miroslav Kurelac diciendo: "La lucha de Zrinski y Frankopan por la independencia y soberanía de Croacia se considera como el acontecimiento central de la historia croata del siglo XVII. Es un episodio histórico de suma importancia... Ellos no transgredieron ninguna ley, sino como representantes legales de una Nación lucharon por el respeto de sus derechos históricos. Con toda la razón destacaron su amor y su conciencia nacional, como también su responsabilidad como auténticos defensores de los derechos de su patria hasta el final".

Quedaron también varias obras literarias tanto de Zrinski como también de Frankopan, igual que los dos libros de poemas ya mencionados de Katarina Zrinski. Están escritas en el viejo idioma croata, si bien en esa época el idioma literario de casi toda la Europa era el latín. Su conciencia nacional, como se ve, les indicaba escribir en su idioma nacional.

El recuerdo que dejaron estos dos próceres en la memoria del pueblo croata quedó reflejada en las canciones patrióticas, donde se los menciona en su verdadera grandeza como defensores de la libertad nacional. Los homenajes que hacen todos los que visitan la capital Zagreb al visitar las tumbas de sus históricos banes es otra señal de la popularidad que aún tienen en la memoria del pueblo. Hace poco hubo otro índice de la gloria que tienen estos mártires entre la juventud combatiente; que quedó evidenciada cuando en la reciente guerra con el ocupador serbio las banderas de dos regimientos llevaron los nombres de Zrinski y Frankopan.

PROTESTAS CONTRA LA ERRADICACION DE CROATAS EN BOSNIA

El periodista y escritor croata Marko Basiæ presentó un detallado trabajo bajo el título de arriba, que salió entero en la Hrvatska Revija, Zagreb, 1-2, 1998, págs. 137-153. Aquí traemos un resumen con los principales datos sobre el problema de la erradicación de la población croata en una región bosniaca entregada mediante el acuerdo de Dayton a los serbios.

***

Es conocido el hecho que la guerra que terminó con la destrucción de la Segunda Yugoslavia y la renovación y formación de los Estados de Croacia, Eslovenia y Bosnia y Hercegovina, tuvo su fin con el acuerdo de Dayton (USA). En dicho acuerdo se formaron finalmente dos repúblicas internas: la Federación Croata-BH y la República Serbia. Para satisfacción de los serbios luego de que bombardearon las ciudades bosniacas, eliminando a la población no-serbia a través del genocidio y campos de concentración o de exterminación, etcétera, dicho acuerdo terminó regalándoles casi la mitad del territorio bosnio (49%), a pesar de tener apenas un tercio de la población de esa nacionalidad.

Entre otras, allí se coló una provincia entera llamada Posavina Bosniaca, que es el valle que corre del lado derecho del gran río Sava. Este valle, rico desde el punto de vista agrícola y ganadero, según la estadística oficial del año 1991 estaba formada con esta población: 46,53% de croatas, 35% de serbios, y 18,46% de musulmanes. Es interesante agregar que esta provincia fue entregada a los serbios siendo una de las más ricas de la República de Bosnia y Hercegovina, bajo el pretexto de facilitar a los serbios un corredor hacia Belgrado. De acuerdo a las poblaciones, los serbios ahora tienen allí bajo su poder 26 de las 47 parroquias católicas croatas, el 55,31%.

El autor dice expresamente lo siguiente sobre las decisiones del pacto de Dayton: "Los habitantes del Posavlie están de acuerdo que debe reinar la paz, pero no la paz de Dayton, que debe entrar en la historia como la paz impuesta a la víctima (del ataque serbio), que ha legalizado sus crímenes y su ocupación de la Posavina Bosniaca y así agregó a la marioneta serbia de Dayton, la República Serbia, casi la totalidad de su territorio. Después del Dayton, a los croatas les quedó apenas cerca del 23,32% de toda la superficie".

De verdad no existieron razones para las conclusiones políticas de Dayton, con las cuales se desconoce la característica nacional croata de esa región. Cuando ya los políticos norteamericanos no reconocen los derechos históricos, tenían que haber respetado por lo menos los factores demográficos existentes antes de la agresión serbia efectuada en el año 1993.

Ante este hecho impuesto por la diplomacia americana, surgió la protesta abiertamente y con los argumentos del comité por la integridad político-territorial con la Posavina Bosniaca con la sede en Vidovice, el pueblo situado en la frontera entre la República Serbia y la Federación Bosniaco-Croata. Su finalidad consiste en la lucha para conseguir la anulación de la entrega de la Posavina de la República Serbia, nacida en Dayton. A tal fin se elaboraron y remitieron a todas las entidades mundiales interesadas los datos sobre la población croata y musulmana desde 1993 en adelante. Estos documentos están corroborados por la firma de todos los partidos democráticos croatas, cuyos documentos se agregaron al trabajo original.

A las protestas se suman otras instituciones croatas, como ser la Conferencia Obispal Croata, la Justicia y Paz de la Conferencia de los Obispos Croatas, como también algunas instituciones de los emigrantes croatas en el continente americano como el Partido Croata de los Derechos, de Canadá. También está allí la carta de adhesión de la Unión Cristiana- Demócrata Croata de Bosnia y Hercegovina. Entre otras cosas se solicita la revisión de algunas conclusiones de Dayton a fin de corregir las equivocaciones cometidas, "porque la Posavina Bosniaca debe estar dentro del contenido de su natural contexto político, y este nunca puede estar dentro de la entidad artificialmente impuesta por los Acuerdos de Dayton, la República Serbia" porque allí nunca hubo población mayoritaria de esa nacionalidad, sino todo lo contrario. Así termina este trabajo con el material documental de tres diagramas con los datos demográficos oficiales.

Resumió del croata: Ante Turica

 

RECITAL DEL PIANISTA CROATA ALEX RACIC EN BUENOS AIRES

Veljko Deur

El día 8 de julio, en el ciclo "Conciertos del Mediodía", que organiza el Mozarteum Argentino en el teatro Gran Rex, con entrada libre y gratuita, se presentó en su primera visita a Buenos Aires, el pianista croata Alex Raèiæ de 29 años. El artista interpretó obras de Schubert: Tres piezas D946 de extraordinaria calidad que algunos la llaman Impromtus y de Liszt la monumental Sonata en Si menor.

En el programa de mano hemos leído que "Alex Raèiæ nació en Zagreb. A los cinco años de edad empezó a tomar clases de piano con la renombrada pedagoga Ljerka Caviæ-Tomèik. Con quince años fue admitido como alumno más joven, en la Academia de Música de Zagreb, graduándose como pianista con honores. Obtuvo numerosos premios nacionales e internacionales. Se ha presentado en concierto tanto en su país como en el extranjero.

"Con su fama de niño-prodigio a cuestas, quiso Alex Raèiæ profundizar su cultura clásica para lo cual ingresó en el Conservatorio de la Ciudad de Viena, con la conocida profesora Helene Stadler Sedo, logrando mayor expresión de su excepcional talento.

"Se presentó, en 1993, en la Arkadenhof en Viena; en la Opera de Zurich con conciertos de Mozart (1994); en la Sala Grande del Musikverein, en Viena con el Concierto para piano Nro. 5 de Beethoven (1995), y en 1996, con la Orquesta de Cámara de Viena en el Crucero "MS Europa", con gran éxito siendo el favorito del público. Con la Philharmonia de Viena, dirigida por Ola Rudner, participó interpretando el Triple Concierto de Beethoven en Japón.

"Recibió, en 1994, una beca de la Fábrica de Pianos Bösendorfer, además de un piano de cola. Ese mismo año obtuvo también becas de parte de la ciudad de Viena, y los Conservatorios de la misma ciudad. En 1995 los Conservatorios de Viena le concedieron el premio de Fomento Musical.

"Realizó numerosos recitales en Austria, donde vive y encontró una segunda patria, y en el extranjero: Israel, Japón, Alemania. Sus primeros discos compactos con obras de Chopin aparecieron en 1997".

En el diario La Nación, Martín Liut escribe "con sólo dos obras, Raèiæ sumergió a los presentes en el teatro Gran Rex dentro del universo sonoro del romanticismo: las Tres piezas para piano de Schubert, y la monumental Sonata en Si menor, de Liszt. A lo largo del recital, el pianista, nacido hace 29 años, en Zagreb, Croacia, se mostró como un intérprete valioso, a punto de ingresar en su etapa de madurez. El crítico musical Liut dice que "Raèiæ ofreció una impecable versión de las tres piezas de Franz Schubert. Con un sonido potente y una mano derecha que sacó al primer plano cada una de las lineas melódicas schubertianas, Raèiæ estuvo en "casa" con el compositor del romanticismo temprano.

"Después de tomarse un minuto fuera del escenario, Raèiæ encaró la sonata que escribió Franz Liszt, una de las obras cumbres del repertorio pianístico de fin del siglo pasado. En un solo movimiento de alrededor de 30 minutos de duración, el compositor obliga a los intérpretes a un tour de force técnico y musical".

El crítico musical dice "que Liszt produjo una paleta de climas que pasa sin transición de un lirismo intimista a su típica explosión dramática y de exigente virtuosismo". "Se puede decir -continúa Liut- que Raèiæ tiene la Sonata 'contra las cuerdas'. Triunfa en los pasajes intimistas, cantando con claridad y sin apuros, pero sólo "empata" en los momentos agitados. Allí se deja ganar por su ímpetu. Todo el empuje y la entrega de Raèiæ fueron su fuerte.

"Obviamente, termina el critico, después de semejante esfuerzo titánico, el público ovacionó a Raèiæ, que lo retribuyó con un bis". Nuestro talentoso pianista interpretó fuera de programa un bellísimo nocturno de Chopin. Tocó con simplicidad la música de Chopin que es elegante y distinguida. El joven croata tiene capacidad expresiva como lo demostró también en este nocturno de Chopin. La tendencia de Alex Raèiæ hacia la actitud romántica es muy conocida en sus primeros discos dedicados principalmente a Chopin.

El Mozarteum Argentino organizó también una gira de conciertos del pianista Raèiæ por el interior de Argentina, ofrecidos en las ciudades de Rosario, Jujuy y Neuquén. También se presentó en Montevideo, capital del Uruguay y en Punta del Este".

 

EUFRASIANA EN EL REGISTRO DE LA UNESCO

El 8 de septiembre de este año en la repleta catedral de Poreè -que data del siglo IV y es conocida como Eufrasiana- fue celebrada solemnemente la nominación de la basílica en la lista de los 532 monumentos de la herencia cultural del mundo en el registro de la Unesco.

La celebración comenzó con una misa a cargo del Arzobispo de Rijeka-Senj y asistida por varios otros arzobispos y obispos. Estuvieron también presentes altas autoridades civiles y un público numeroso.

Después de la Misa fue convocada una reunión en la Casa Municipal (anteriormente la iglesia de los conventuales) con eminentes invitados, la cual se llevó a cabo en tres idiomas. Con especial atención se esperaban las palabras del presidente del Centro para la conservación de la herencia mundial Bernard von Droste, quien habló en nombre del Secretario General de la Unesco, Federico Mayor. El orador felicitó la nominación y acordó las obligaciones del cuidado y promoción del complejo Eufrasiano, que junto con el núcleo antiguo de la ciudad de Trogir está en el registro de la Unesco.

Existen también otros complejos como el convento de los padres dominicos de Dubrovnik y se espera la nominación del núcleo antiguo de Dubrovnik, Plitvice, etc. El orador aseguró que Croacia y su belleza y riqueza en valiosos tesoros agrandará la lista con otros nombres.

Una larga lista de conferencias fue pronunciada a lo largo de los tres días, presentando así a la basílica desde varios ángulos. Para la memoria de los feligreses hay que destacar que en el primer tiempo de comunismo en Croacia -cuando la lucha contra la fe era muy fuerte- las autoridades de esa época decidieron cerrar la basílica y transformarla en museo.

Solamente el heroísmo del obispo local y del párroco pudieron salvarla. Con la excusa de reparar una insignificante rajadura en una columna, llenaron la basílica con vigas. El obispo y el párroco aceptaron dar la misa entre vigas durante diez años. Un poco más tarde, por el avance del agua marina quisieron sacar los mosaicos del piso del siglo IV y llevarlos a un museo en Belgrado. La resistencia del párroco lo impidió. Ahora el piso se encuentra cubierto por las copias del verdadero mosaico y los originales están en el museo diocesano que se encuentran en el palacio obispal del siglo V. Estos serán con la basílica y la casa parroquial del siglo XII un complejo religioso especial.

La basílica de Poreè llegará a ser el más fuerte medio evangélico en la región, porque los monumentos de la lista de la Unesco son visitados por unos 150 millones de turistas.

Marijan Jeleniæ, Glas Koncila, septiembre de 1998

Tradujo: Mira Dugaèki

LIBROS

Marko Sinovèiæ: Estado Independiente de Croacia a la luz de los documentos

Marko Sinovèiæ nació en Novigrad el 12 de abril de 1917. Terminó los estudios secundarios en Sinj en el año 1939. En 1947 se recibe en la Facultad de Derecho de la Universidad de Firenza (Italia) y el mismo año llega a la Argentina como exiliado político. Es muy activo entre la comunidad croata. En el año 1948 edita Manual de idioma español para los croatas y en 1950 publica el libro NHD u svjetlu dokumenata (Estado Independiente de Croacia a la luz de los documentos). Con su esposa Ana Eisenhauer edita la colección de la lírica patriótica croata Trubljaèi slobode (Mensajeros de la libertad) en 1965. De 1953 hasta 1970 edita la revista Hrvatska Misao (Pensamiento croata). En la década del ochenta fue nombrado Procurador de la postulación para la beatificación del Siervo de Dios Ivan Merz y edita El águila de las alas doradas, hoja informativa para la promoción del culto del Siervo de Dios Ivan Merz. En el año 1991 publica el libro Hrvata u Argentini (Los croatas en la Argentina y su aporte a la cultura croata). Colabora en muchas revistas y periódicos patriotas croatas, como también en Studia Croatica.

El día 19 de octubre del corriente año en el salón de esmeralda del Hotel Esplanada de la ciudad de Zagreb, capital de Croacia, fue presentada a la opinión pública la segunda edición, ampliada con nuevos documentos, del libro del señor Sinovèiæ EstadoIindependiente de Croacia a la luz de los documentos.

En el mencionado salón completamente colmado por varios centenares de personas fue presentada la nueva edición del libro por los señores prof. Dr. Biondiæ, prof. Dr. Ivan Luèev, Ing. Darko Sagrak e Ing. Pandža. Los oradores fueron interrumpidos varias veces por fuertes aplausos de los presentes.

En el acto estuvieron presentes destacados representantes de la cultura, de la ciencia y de la vida política y social de la República de Croacia, entre los cuales menciono al Dr. Zvonimir Šeparoviæ, ex-Ministro de Relaciones Exteriores del actual gobierno croata, actualmente Presidente de la Asociación de las Víctimas de la Guerra en Croacia. También fueron presentes los sobrinos del autor del libro, que viven en Croacia. Una vez terminado el acto se pasó a un salón contiguo donde todos los presentes fueron agasajados con un ágape.

Esta presentación del libro del señor Sinovèiæ se transformó en un acto de conmemoración del Estado independiente de Croacia, seguramente el primero después de la proclamación de la República de Croacia.

Ljeposlav Periniæ

CARTA DE AGRADECIMIENTO

 

República de Croacia

Oficina del Presidente

Centro de Documentación

Zagreb, 9 de septiembre de 1998

Señor Ljeposlav Periniæ,

Agradecemos el ejemplar de la revista Studia Croatica, año 39/1998 número 2 (137) que ha enviado al Presidente de la República de Croacia, Dr. Franjo Tudjman.

Atentamente,

Prof. Petar Mamiæ

Jefe del Centro de Documentación

PREMIO LITERARIO PARA ANA BLAŽEKOVIÆ

La Comisión Directiva del Encuentro de Escritores de Avellaneda, EDEA, entregó el Tercer Premio en Narrativa en el Segundo Certamen Nacional de Poesía y Narrativa a la escritora Ana Blažekoviæ, colaboradora de nuestra revista. El Acto Académico de entrega de premios se llevó a cabo el día 16 de octubre en la Asociación Gente de Arte de Avellaneda. -Expresamos nuestras más sinceras felicitaciones!

 

 



[1] Bogomilos: individuos de una secta religiosa creada en Bulgaria en el siglo X por el maniqueo Teófilo, conocido allí por Bogomil. El movimiento de los bogomilos penetró en Serbia y Bosnia alcanzando su máxima difusión en el siglo XIII, y desapareció en el siglo XIV. No tenían sacerdotes y negaban la validez de los sacramentos.

[2] En croata el refrán dice: "Kuda turèin s èordom, Tuda fratar s torbom".

[3] Ahd-nama: Dominik Mandiæ define la Ahd-nama como una "carta solemne en forma de pacto que los sultanes expedían a los representantes soberanos de otros Estados. En dicha carta el Sultán concede plena libertad individual, patrimonial y religiosa a los franciscanos bosníacos e indirectamente a los feligreses a su cuidado" (ver "Bosnia y Hercegovina Provincias Croatas" de Dominik Mandiæ, en "Bosnia y Hercegovina. Aportes al esclarecimiento del origen de la Primera Guerra Mundial". Edición Especial de Studia Croatica, pág. 172, Buenos Aires 1965).

[4] La Ahd-nama fue otorgada el 28 de mayo de 1463 y fue acordada al custodio bosníaco Fra Angel de Vrhbosna. Ob. cit., pág. 172, nota 94.