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El Coro Croata
Jadran - Hrvatski Pjevački Zbor Jadran celebra el año que viene el 60
aniversario de su actuación en la Argentina. El coro sigue en actividad: pronto
darán un concierto de Villancicos navideños en Buenos Aires.
En esta ocasión enviamos unas líneas sobre sus
comienzos en Italia. Se trata de un texto adaptado de Ivica Dimač, quien
fuera durante años secretario del Jadran.
COMIENZOS EN ITALIA
Después de la caída
del Estado Independiente de Croacia y las matanzas que perpetraron los
comunistas yugoslavos contra miles de croatas en Bleiburg, los sobrevivientes
se encontraron en campos de refugiados en Austria e Italia. En seguida al
comienzo de la emigración, en mayo y junio de 1945, se reunieron los primeros
cantores croatas y formaron pequeños coros. Algunos estaban en el sur de
Italia, en los campos de Grumo Appula y Tre Case (bajo la dirección de Josip Bujanović), y otros en los campos
de Treviso, Reggio Emilia y Bologna, bajo la
dirección y por la iniciativa del Prof. Ing. Stjepan Horvat y la conducción de
Tvrtko Matekalo.
En julio de 1945, cuando llegaron al conocido campo de refugiados
croatas en Fermo, al cual se agregaron posteriormente los croatas que estaban
en campos en el sur de Italia, se forma un gran coro que tomó el nombre de "Pjevački
Zbor Hrvata Izbieglica logor Fermo" – "Coro de los refugiados croatas
del campo Fermo".
El comienzo fue
difícil. No tenían partituras, ni instrumentos musicales y otros medios, sin hablar de
otras dificultades de la vida en los campos de refugiados. Esto hacía casi imposible cualquier tipo de trabajo cultural. Pero enseguida
apareció el espíritu hacedor
de los croatas. El profesor universitario Stjepan Horvat, rector de la Universidad de Zagreb, a pesar de que hasta
ese momento no era conocido como compositor (era un eminente científico
especializado en geodesia), impulsado por la tragedia nacional, compone algunas
piezas musicales religiosas, y luego otro tipo de música no religiosa, que
quedarán en la música croata no sólo como recuerdo de una página trágica de
nuestra historia, sino también como un aporte duradero al arte musical. Estas
son "Oda Smrti – Oda a la Muerte" dedicada a las víctimas de
Bleiburg, y luego "Molitva Gospodinu – Oración al Señor" y la
conocida "Ave Maria". Quien conoce estas obras, su melodia y su
letra, se convencerá que todos los cantores, junto con el autor, cantaban con
sentimiento y ansia por la Patria, y clamaban de dolor por la injusticia que
segó la vida de miles de jóvenes croatas inocentes.
A estas composiciones
inolvidavles y aquellas transcriptas de memoria (por Franjo
Dučmelić), posteriormente se agregaron otras que se encontraron en
Roma. De allí se trajeron muchas otras composiciones croatas e italianas,
religiosas y no religiosas. De ese modo el coro pronto pudo tener un rico
repertorio. Mientras tanto el compositor Antun Kopitović compuso una nueva
obra que se conoce como "Naša pjesma – Nuestra canción".
Mediante esta canción
se expresaron todas los penas y miserias de la Croacia de entonces: nuestra
tristeza y nuestro orgullo, nuestra esperanza y determinación, nuestra fe
inquebrantable "da Hrvatska živi dok ima nas - de que Croacia vive
mientras estamos nosotros"! La repercusión de esta composición fue grande
y muchos la llaman "el himno del emigrante croata".
El coro de Fermo,
bajo la dirección de Josip Bujanović y gracias a él, pronto se desarrolló,
y en poco tiempo llegó a tener más de 110 integrantes. Se dieron decenas de
conciertos en diversas ciudades italianas (Fermo, Loreto, Macerata, Ascoli Piceno).
Su
mayor éxito –inolvidable- fue el concierto en Roma, dado ante representantes de
22 naciones, en el teatro Espagna, el 27. IV. 1946. Luego el coro actuó
en la Radio Vaticana. En esa ocasión tanto el coro como su dirigente recibieron
elogiosas críticas del diario "L'Osservatore Romano" (30. IV. 1946.),
donde dice, entre otras cosas: "Delante de un público internacional muy
selecto que colmó la sala, el concierto fue una manifestacion artística
original y grandiosa. Los oyentes recibieron con satisfacción y aplaudieron
calurosamente a los cantores que estaban vestidos con trajes típicos.
Ponderaron y aplaudieron la belleza de las voces y su armoniosa conjunción. Las
obras fueron elegidas con delicadeza, entre ellas había varias melodías
populares de Croacia oriental, en armonización del prof. Ing Stjepan Horvat. Se ejecutaron barcarolas a cuatro voces, canciones
patrióticas y canciones populares llenas de armonía. Durante su visita a Roma,
el coro fue recibido en audiencia por el Santo Padre Papa Pio XII.
El coro Jadran no
puede olvidar, reconoce y agradece a quienes crearon y levantaron ese coro en
Fermo, en primer lugar al profesor ing. Stjepan Horvat, primer presidente del
coro de Fermo, y luego a los otros presidentes ing. Juraj Marković y Ferdo Pavković, quienes con su trabajo, aprovechando su larga
experiencia en la patria, sentaron bases firmes para ese coro del campo de
refugiados, cuya continuación –ya en la Argentina– tomó el nombre de HPZ Jadran
– Coro Croata Jadran. Hay que reconocer a los integrantes del coro del campo
Fermo y especialmente a los dirigentes Tvrtko Matekalo, Josip Bujanović,
Ante Kopitović y Marijan Kindi.
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