MSGR. VLADIMIR MERĆEP
8 de septiembre de 1920-19 de
marzo de 2007.
Santa Misa Exequial en la iglesia parroquial de Katuni -
Kreševo,
23 de marzo de 2007, viernes, 14.00 horas,
Jure Bogdan
Eminentísimos
padres arzobispos y obispos[1], estimado
padres párrocos, hermanos sacerdotes y religiosos, hermanas religiosas,
estimada familia del difunto Don Vladimir Merćep, queridos
fieles!
Sacerdotes,
reverendas hermanas y colaboradores del Instituto Pontificio Croata de San
Jeronimo, miembros de la comunidad croata de Roma, canónigos del capítulo de
Santa María la Mayor y devotos fieles se despidieron el 21 de marzo de este año
(2007), el miércoles a la noche en la Iglesia Croata de San Jerónimo en Roma,
de monseñor Vladimir Merćep, de su padre Merćep, de su don Vlade.
El cardenal arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor Bernard
Francis Law en esa liturgia exequial nos introdujo en el misterio de la Santa
Fe la cual también en estos momentos, cuando el tiempo de la vida terrenal se
termina, y el catafalco con los restos mortales se cierra, abre la perspectiva,
fortalece la esperanza y la fe en la vida eterna. Del mismo modo hoy, en la
parroquia natal de Vladimir Merćep de donde partió para el viaje de la
vida, la cabeza de la Iglesia de Split-Makarska, nuestro arzobispo
metropolitano monseñor Marin Barišić con sus palabras nos animó en la fe
de las realidades escatológicas a las que nos dirigimos todos quienes nos
encontramos en este valle de lágrimas y dolor.
Quien fue Vladimir Merćep?
Hijo de Ante Merćep y
Mara
(Marija) nacida Olujić de Opanci, cerca de Lovreć, nació el 8 de
septiembre de 1920, en la festividad de la Natividad de la Virgen María, en
Katuni en Croacia, en las montañas de Dalmacia, en el arzobispado de
Split-Makarska. Ante Merćep y Mara nacida
Olujić tuvieron seis hijos: el primogénito Vladimir, luego Jozo, Dušan,
Marijan, Milica y Jure. Hoy están todos
fallecidos.
El padre de Don Vladimir era un hombre
desenvuelto. Vivió bastantes años en Eslavonia oriental donde era propietario
de una pensión. En tiempo del Estado Independiente de Croacia fue intendente de
Borovo Selo. Antes del fin de NDH volvió a su casa donde falleció en 1956. La
madre de Don Vlado, Mara falleció el 5 de abril de 1935 de infección una semana
despues de dar a luz a Jure. Vladimir, el hijo mayor, todavía no había cumplido
15 años. El pequeño Jure murió
de neumonía dos días después
de la madre. El abuelo Petar Merćep fue muerto por integrantes de la «división
endemoniada - vražje divizije» 19 de marzo de 1944. La abuela Mara falleció en
1958.
Monseñor Vladimir Merćep tuvo también cuatro
tíos: Mijo, Mato, Ivan y Marijan. Marijan Merćep era profesor de
secundario y, siendo mal visto por las autoridades del reino de Yugoslavia, era
trasladado con frecuencia. Trabajó en Sombor, Požarevac, Kotor y en tiempo de
NDH en Makarska. Fe acusado también por las nuevas autoridades comunistas en
1945. debido a una declaración ingenua que decía aproximadamente: «Los croatas
como nación se mantendrán». Fue condenado a muerte y ejecutado.
Vladimir Merćep concurrió los primeros seis
años de la escuela primaria en su Katuni natal (1926—1932). Luego como
seminarista del Obispado de Split y Makarska, continuó sus estudios en el
Seminario Diocesano en Split (1932-1940). Era un excelente estudiante y fue por
lo tanto eximido de dar los exámenes finales del bachillerato.
De acuerdo a sus propios dichos ya en ese entonces
estaba firmemente convencido de su vocación sacerdotal. Comenzó sus estudios de
filosofía y teología en 1940. en el Seminario Central de Teología para Dalmacia
en la Alta Escuela de Teología en Split. Cuando el ejército italiano ocupó
Dalmacia y así tambien Split, Merćep continuó sus estudios en Ðakovo
en su Alta Escuela de Teología, hasta el 10 de abril de 1945.
Antes de la entrada de los partisanos a Zagreb el 8
de mayo de 1945, Merćep con otros estudiantes de teología y sacerdotes se
retiró hacia Eslovenia y luego hacia Trieste. Entró en Italia el 22 de mayo de
1945[2]. Por un
milagro de la providencia divina sobrevivió al horroroso éxodo de la nación
croata y las terribles masacres De acuerdo a algunas estimaciones luego de terminada
la Segunda Guerra Mundial se mató a más de 100000 personas, mientras se
retiraban. Entre los ejecutados había soldados croatas, civiles que temían a
las nuevas autoridades comunistas, patriotas croatas, ... etc. Además de
croatas perecieron también muchos otros.
Junto a varios colegas estudiantes de teología,
Merćep llegó a Roma el 4 de junio de 1945 [3], pasando por
Padua. Permaneció entonces cuatro meses en el Instituto San Jeronimo. Ese era
un tiempo en el que las autoridades comunistas comenzaban fuertes persecuciones
a la Iglesia Católica, mientras cientos de sacerdotes y seminaristas de países
de Europa oriental huían hacia Roma buscando ayuda y protección en Occidente.
Muchos de ellos pagaron con sus cabezas. Ese fue un período de grandes testigos
de la fe en nuestras tierras. No debemos olvidarlos!
La Santa Congregación para el Clero estableció en el Colegio Irlandes un
Instituto especial para los clérigos de diversas naciones, para permitirles
terminar los estudios que habían comenzado. A ese instituto fue admitido
Vladimir Merćep. Se inscribió en la Universidad Papal Gregoriana y allí
prosiguió sus estudios de teología.
Fue ordenado sacerdote de la diócesis de Split y Makarska en Roma el 5 de
abril de 1947. Celebró su primera misa al día siguiente, el día de Pascuas, en
la Iglesia Croata de San Jerónimo. El sermón lo dijo su lugareño fra Karlo
Balić. Y aquí están hoy otra vez juntos! En las estampitas escribió su
motto: «María, Madre mía, Mi fortaleza»[4]. Con la iglesia
de San Jerónimo Vladimir Merćep estará ligado casi durante toda su vida y
actuar sacerdotal. El Obispo de Split Kvirin Klement Bonefačić debido
a las circunstancias especiales en las que se encontraba la Iglesia en Croacia,
le permitió que continuara sus estudios en Roma[5].
En el Instituto San Jeronimo permaneció entre los años 1947 [6] y 1952. Estudió dogmática en la Gregoriana
donde después de la licenciatura obtuvo el doctorado en teología. Se doctoró el
día 22 de diciembre de 1950. El título de su tesis doctoral es «De valore
dogmatico 'Tomi' S. Leonis Magni ad Flavianum». Sobre su vida y
comportamiento en el Instituto, el rector del Instituto mons. Juraj Magjerec
escribió en enero de 1952.: «Molto buono di talento, esemplare nella
condotta sacerdotale (muy talentoso, de conducta sacerdotal ejemplar)» [7].
Entre
1952 y 1960 fue capellán en la parroquia romana de los Sagrados Corazones de
Jesús y de María. De esos años recordaba frecuentemente que todos los días
confesaba largamente. Entre 1960 y 1962 enseñó teología dogmática en el
seminario papal en Asís.
De
allí retornó a Roma a la parroquia donde había trabajado anteriormente. El
mismo año, el 24 de junio de 1962, fue nombrado director espiritual en el
Instituto San Jerónimo. El servicio de dirección espiritual, así como todo otro
servicio, lo tomaba con mucha seriedad. Con el ejemplo de su propia vida, la
devoción personal, el respeto máximo del orden diario, tanto que podían ponerse
en hora los relojes de acuerdo a él, incansable estudio y el exámen a fondo de
los movimientos teológicos contemporáneos, enseñaba todo lo que podía y sabía
como relacionarse con los jovenes sacerdotes estudiantes, sembraba el amor
hacia la Santísima Eucaristia, la meditación personal diaria, el frecuentar el
sacramento de la Santa Penitencia, la renovación espiritual mensual regular y
los ejercicios espirituales anuales ...A todos nos quedará el recuerdo de su
preparación diligente, su agradecimiento por la celebración de la Santa
Eucaristía, su devoción hacia la Santisima Virgen María y a San José…
En el tiempo del Concilio Vaticano Segundo Vladimir
Merćep, como experto en teología, ayudó a los obispos croatas: Frane
Franić, Stjepan Bauerlein, Karmel Zazinović y Josip Arnerić [8].
El 22 de noviembre de 1968 fue nombrado capellán
papal –monseñor. Durante largos años de servicio de dirección espiritual ayudó
en la iglesia de San Jerónimo con las confesiones y las homilías: confiesa a
las hermanas del Instituto y les da sermones, confiesa en la iglesia de San
Roque, en el Vicariato romano es inspector apostólico del clero hasta la
abolición de esa práctica en la diócesis romana. También fue consultor de la
Congregación para el clero.
El 30 de octubre de 1985 [9]
recibió el Breve del Santo Padre Juan Pablo II, por el cual lo nombra
canónigo de la basílica Santa María la Mayor en Roma. Como croata, en el
capítulo de canónigos de Santa María la Mayor heredó luego de doscientos años
al renombrado latinista de Dubrovnik Benedicto Stojković quien también
vivió en San Jerónimo y fue sepultado en la Basílica Liberiana, de lo cual
también es testimonio una larga inscripción en latín.
Luego de dejar el servicio de dirección espiritual,
y luego de ser nombrado canónigo, Vladimir Merćep se quedó en el Instituto
de San Jerónimo. Allí vivó y trabajó hasta su muerte. Ayudaba en la Iglesia
Croata de San Jerónimo. Estaba al servicio de las hermanas del Instituto, al
igual que de los sacerdotes-estudiantes. Con el ejemplo de un sacerdote bien
formado, sereno, de oración, alegre, construía la comunidad.
Vladimir Merćep enriqueció la cultura teológica
croata con ocho libros y una veintena de artículos científicos y discusiones.
Generalmente publicaba en La Iglesia en el Mundo, en Vida renovada y
en el Boletín de la arquidiócesis de Split-Makarska. Además de la lengua
materna croata, usaba también los idiomas italiano, latín, francés y alemán [10].
Desde 1945 hasta hoy visitó su tierra natal sólo dos veces. En las dos oportunidades fue luego de la creación del independiente Estado de Croacia, en los años noventa del siglo pasado. Recién entonces pudo celebrar por primera vez la Santa Misa en su Katuni natal, visitar la tumba de sus padres, de su familia y de los vecinos del lugar. El Seminario y Teologado de Split han tenido a Vladimir Merćep como su benefactor durante varias décadas. Todos los bienes materiales los donaba para la renovación sacerdotal de esos dos institutos. Dejó su rica biblioteca por testamento a la arquidiócesis de Split-Makarska.
Monseñor Merćep durante más de cuarenta años no
gozó de buena salud. Sufría de la enfermedad del asma, la que los últimos años
lo ató cada vez más a su lecho de enfermo. Hace algo más de diez años fue
operado de un tumor maligno en la boca. Durante el último año no salía de la
casa. En julio y agosto del año pasado, a duras penas pudo salir. Desde allí
estuvo postrado en su lecho de enfermo. Su habitación de enfermo fue para él un
verdadero Calvario. Con la paciencia de Job, con fe, soportó los
sufrimientos... Nunca se quejó.
Sólo le agradecía al buen Dios, a las hermanas, a
los sacerdotes, a todos... Hasta el final. A menudo repetía: “Cuán bueno es
Dios conmigo. Cuán buenos son todos ustedes conmigo!” El 18 de enero de este
año tuvo un ataque cerebral. Luego de esto, estuvo un mes entero en el hospital
San Giacomo en Roma, fue trasladado al
centro de rehabilitación “Neomentana Hospital” en Mentana, cerca de Roma donde
se recuperó bastante. El pasado sábado 17 de marzo a la noche, tuvo un segundo
ataque cerebral. Fue trasladado en forma urgente al hospital en la cercana
pequeña ciudad de Monterotondo. El día de la festividad de San José, el patrono
de la buena muerte, a quien con todo su ser amó y honró, a la mañana, a las
6.15 horas, silenciosamente como vivió, entregó su noble alma al Señor.
En el testamento ológrafo que escribió el 22 de
marzo de 1996, Merćep escribe: “En el momento que pienso en el visible
encuentro con la Santísima Trinidad, el primer sentimiento que pasa por mi
corazón es el sentimiento del más profundo agradecimiento por todo lo
que he recibido de Él en mi viaje terrenal, especialmente que me ha concedido
la inmensa gracia de convertirme en hijo de la Iglesia Católica, y luego de
ello de stercore erexit pauperem (levantó al pobre del estiércol) y siendo sacerdote hizo
y me dio como madre a la madre de Jesús, la Santísima Virgen y un especial
protector junto a mi Ángel Guardián, el padre putativo del Salvador: San José.
Por este acto deseo agradecer a todos los que han
sido mis benefactores en la vida, especialmente a mis padres, hermanos y
hermana, a mi difunta tía Ica y a mi familia, a todos mis educadores, a la
administración del Instituto San Jerónimo y a las hermanas de la misericordia.
Si he ofendido a alguien, ruego que me perdone, como yo también perdono de todo
corazón a quien eventualmente me hubiere ofendido”.
…
“Que el funeral sea sencillo y en San Jerónimo, si
muero en Roma. Desearía ser enterrado en la Patria, en mi pueblo natal, en la
bóveda de mi hermano Petar – Dušan en Prpuš, en todo caso, si el traslado a la
Patria ocasionare algunos inconvenientes, desearía, si es posible, ser
enterrado en la bóveda de San Jerónimo, en Roma”.
“Finalmente, una vez más agradezco a todos, los
saludo cordialmente y hasta la vista! en la eternidad”.[11]
Don Vladimir Merćep vino por tercera –y última
vez a su amada Croacia. En esta Santa Misa Excequial le agradecemos a Dios,
dador de todos los bienes, por la vida y la obra de monseñor Vladimir
Merćep. Sacerdote, teólogo, profesor de teología dogmática, estimado
confesor y sacerdote, canónigo de la pontificia basílica de Santa María la
Mayor, ha sido para todos los que lo hemos conocido un gran ejemplo de oración,
amor caritativo, bondad...
Deseo agradecer a todos los que lo han atendido y lo
han ayudado en su larga enfermedad, en primer lugar, a las Hermanas de la
Misericordia de San Vicente de Paul en el Instituto de San Jerónimo, a las
hermanas siervas del Niño Jesús en Grotaferrati, a las hermanas Hijas de la
Misericordia de la Tercera Orden Conventual de San Francisco en Mentana,
especialmente a la hermana Plamenka, como a los médicos y al personal del
hospital en Monterotondo, quienes han hecho todo lo posible para aminorarle el
sufrimiento y alargarle la Vida. Expreso el debido agradecimiento a los
colaboradores laicos en el Instituto de San Jerónimo: a Mateo, Claudio,
Jeremías, Michel, Daniel, quienes estuvieron permanentemente al servicio del
fallecido Merćep. Un especial agradecimiento a la doctora Angela Pes,
médica personal de monseñor Merćep.
Agradezco a los arzobispos: monseñor Marin Barišić,
monseñor Ante Jurić, obispo monseñor Ratko Perić y a los demás
obispos croatas que visitaban al enfermo monseñor Merćep, llamaban
telefónicamente y se interesaban por su estado de salud. Muchos nos han enviado
sus condolencias al Instituto de San Jerónimo luego del fallecimiento de
Merćep. Gracias por su delicada atención.
Con placer destaco aquí y agradezco al cardenal
Bernard Francis Law quien varias veces visitó al enfermo monseñor Merćep,
se interesó hasta el final por su estado de salud y cuando falleció vino junto
con casi todos los canónigos de la pontificia basílica de Santa María la Mayor
a la iglesia de San Jerónimo, celebró la Santa Misa y dio una homilía para el
miembro de su capítulo. El coro de la basílica al frente del maestro canónigo Valentino
Miserachso animó la Santa Misa de difuntos con su canto armonioso.
Y finalmente agradezco a todos los sacerdotes del
Instituto de San Jerónimo incluyendo a nuestros vicerrectores don Marko
Tomić y el actual don Željko Majić quienes a través de los años de
permanencia en el Instituto pudieron aprovechar la riqueza espiritual y
compartir su amistad con monseñor Merćep. En su dura enfermedad en el
hospital todos ellos lo visitaban y le daban fuerzas. El actual vicerrector del
Instituto don Zeljko Majić estuvo especialmente al servicio del enfermo
Merćep durante sus últimos meses de vida. Hoy se encuentra aquí con
nosotros en el entierro.
Agradezco a la familia de monseñor
Merćep que lo visitaba también en Roma, y además lo llamaba desde la
Patria, sobre todo en el último tiempo, interesándose por su salud. Gracias al
párroco de este lugar, don Većeslav Šupuk, a la administración de la
arquidiócesis de Split-Makarska, a todos los sacerdotes, estudiantes de
teología y seminaristas, a las hermanas, a ustedes los fieles –a todos los que
han venido a despedir con sus ruegos a monseñor Merćep en su tierra natal,
en la querida Croacia que amó fervientemente, por ella oró mucho y se
sacrificó.
Luego de la Santa Misa en la iglesia de San Jerónimo
en Roma, en la que concelebraron unos sesenta sacerdotes, dos cardenales:
Bernard F. Law, (el cardenal Josip Bozanić ese noche viajó a Roma e
inmediatamente se incorporó a la Santa Misa de difuntos), dos obispos: monseñor
Nikola Eterović y monseñor Franco Gualdrini, el cuerpo del fallecido
Merćep es trasladado a Croacia, a su cuna, de la cual se había ido. Lo
sepultamos en la bóveda familiar en Prpuš donde junto a sus hermanos de sangre,
a su familia y a todos los fieles de la parroquia Katuni Kreševo esperará “la resurrección
del cuerpo”. Su alma la acompañamos con nuestros ruegos para que el buen Dios
lo incorpore a la comunidad de los santos en el cielo.
Querido padre,
así lo llamábamos todos, que descanses en la paz de Cristo. Hasta la vista en
la eternidad.
Traductor:
Joza Vrljicak
[1] Esta es la homilía — sermón que diera en la Santa Misa exequial en Katuni — Kreševo en Croacia, el rector del Instituto Pontificio Croata San Jerónimo en Roma monseñor Jure Bogdan. La Santa Misa de difuntos fue presidida por el arzobispo-metropolitano de Split-Makarska mons. Marin Barišić. Concelebraron mons. Ante Jurić arzobispo-metropolitano retirado de Split-Makarska, mons. Ratko Perić obispo de Mostar-Duvno, y unos setenta sacerdotes. En el funeral participaron todos los estudiantes del teologado del Seminario del obispado de Split así como muchas otras personas y familiares.
[2] Osobnik. Vladimir Merćep. APHZSJ
[3] Osobnik. Vladimir Merćep. APHZSI
[4] Osobnik, Vladimir Merćep, APHZSJ.
[5] Cf. Carta del obispo Bonifačić a Vladimir Merćep número. 1672/47 del 17 de octubre de 1947. Osobnik, Vladimir Merćep, APHZSJ.
[6] De acuerdo a la ficha personal que lleno personalmente a mano resulta que llegó al Instituto el 15 de septiembre de 1947. Ver Osobnik, Vladimir Merćep, APHZSJ.
[7] APHZSJ, Rectorado
[8] Ese dato proviene de una conversación personal con monseñor Vladimir Merćep.
[9] Se encuentra en el Archivo del Instituto Pontificio Croata de San Jerónimo - Fascículo Sacerdotes.
[10] Ver formulario Personal, Vladimir Merćep, Archivo del Instituto Pontificio Croata de San Jerónimo
[11] Testamento, Personal, Vladimir Merćep, Archivo del Instituto Pontificio Croata de San Jerónimo